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Ciudadanía digital, espacios digitales para la transformación.

Ruymán David Cedrés Perdomo

Efectos del fuego en los ecosistemas canarios

El fuego, como fenómeno natural, produce cambios en los ecosistemas que afectan a la
composición, estructura y los patrones de vegetación de los ecosistemas (Neary, et al., 2005;
Downing, et al., 2020) y es clave como parte de un proceso natural de revegetación en muchos
ecosistemas. Sin embargo, en las últimas décadas los regímenes de fuego han cambiado, pues
cada vez son más frecuentes y de mayor tamaño debido a la población y al cambio climático
(Stocks et al., 1998; Pausas & Fernández-Muñoz, 2012). Por hacernos una idea, en Canarias
más del 98% de los incendios que se producen tienen origen antrópico (Hollerman, 2000), por
lo que podemos confirmar la poca concienciación de la población que existe. Ello viene
confirmado también por el hecho que en Canarias el fuego esté en alza, así por ejemplo entre
2000 y 2015 se han producido más de 1700 incendios que han quemado más de 60.000
hectáreas de bosque (ISTAC, 2021)

Normalmente se habla de la resiliencia de los pinares canarios al fuego, pero la verdad es que
los pinares no son solo pinos. Si bien es cierto de que los pinos canarios presentan gran
resistencia al fuego por su gruesa corteza (Climent et al., 2004), hay una amalgama de especies
acompañantes que se ven afectadas por este fenómeno. Además, no solo se ve afectada la
biodiversidad animal y vegetal del ecosistema, pues al producirse el fuego se elimina todo resto
vegetal que proteja el suelo (pinocha, hojarasca…), lo que provoca que el suelo quede
totalmente desnudo. Ello provoca que, con lluvias copiosas, la erosión hídrica sea muy elevada
y se pierda grandes cantidades de suelo fértil, como ocurre en la isla de Fuerteventura
(Rodríguez et al., 2005)

No podemos olvidarnos también de los grandes incendios sufrido en las áreas de laurisilva
canaria. Entre ellos destaca el incendio de 2012 de Garajonay, que afectó al 20% de la superficie
del Parque Nacional según el informe emitido por el director del mismo. Y es que aunque la
laurisilva presenta una muy baja tasa de inflamabilidad, pues los bosques bien conservados son
cortafuegos naturales debido a sus altas tasas de humedad, son las etapas más jóvenes del
bosque, incluso las ya afectadas por el fuego con anterioridad y que no se han recuperado, las
que permiten que el fuego se adentre en las entrañas de éste.

En definitiva, el fuego afecta y puede seguir afectando a nuestros ecosistemas sino le ponemos
remedio. Hace falta mucho trabajo de concienciación, pues enseñar a la población lo que
tenemos y poner en valor nuestra biodiversidad es clave para poder respetarla y vivir en armonía
con ella. Evitar fumar o encender cualquier tipo de fuego debería estar totalmente prohibido en
el medio natural, pues basta que un resto de brasa caiga en un terreno inflamable para vivir una
auténtica pesadilla.
Ciudadanía digital, espacios digitales para la transformación.
Ruymán David Cedrés Perdomo

Figuras:

Incendio del Parque Nacional de Garajonay, 2012


Ciudadanía digital, espacios digitales para la transformación.
Ruymán David Cedrés Perdomo

Incendio del pinar de Tamadaba, 2019

Incendio en el retamar de cumbre, Cañadas del Teide, 2019.


Ciudadanía digital, espacios digitales para la transformación.
Ruymán David Cedrés Perdomo

Bibliografía:

Climent, J., Tapias, R., Pardos, J. A., & Gil, L. (2004). Fire adaptations in the Canary Islands pine (Pinus
canariensis). Plant ecology, 171(1), 185-196.

Downing, W. M.; Krawchuk, M. A.; Coop, J. D.; Meigs, G. W.; Haire, S. L.; Walker, R. B.; Whitman, E.;
Chong, G.; Miller, C.; Tortorelli, C. How do plant communities differ between fire refugia and fire‐
generated early‐seral vegetation? J. Veg. Sci. 2020, 31(1), 26-39.

Garajonay y la amenaza del fuego


Instituto Canario de Estadística (ISTAC).

ISTAC 2021.

Neary, D.G.; Ryan, K.C.; DeBano, L.F. Wildland fire in ecosystems: effects of fire on soils and water.
Gen. Tech. Rep. RMRS-GTR-42-vol.4. Ogden, UT: U.S. Department of Agriculture, Forest Service, Rocky
Mountain Research Station. 2005, 250 pp.

Pausas, J. G.; Fernández-Muñoz, S. Fire regime changes in the Western Mediterranean Basin: from
fuel-limited to drought-driven fire regime. Clim. Change 2012, 110(1-2), 215-226.
Rodríguez, A. R., Mora, J. L., Arbelo, C., & Bordon, J. (2005). Plant succession and soil degradation in
desertified areas (Fuerteventura, Canary Islands, Spain). Catena, 59(2), 117-131.

Stocks, B.J.; Fosberg, M.A.; Lynham, T.J.; Mearns, L.; Wotton, B.M.; Yang, Q.; Jin, L.Z.; Lawrence, K.;
Hartley, G.R.; Mason, J.A.; McKenney, D.W. Climate change and forest fire potential in Russian and
Canadian boreal forests. Clim. Change 1998, 38(1), 1-13.

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