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TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

SALA CIVIL Y COMERCIAL


CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

MEDIOS IMPUGNATIVOS
APELACIÓN FUNDADA EN MATERIA DE HONORARIOS. Alcance. Procesos en que se
aplica. Interpretación normativa.

El caso: El recurso de casación interpuesto por el demandado contra el Auto


Interlocutorio dictado por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Séptima
Nominación de esta ciudad. Funda su recurso en la Violación del principio de
congruencia y falta de fundamentación lógica y legal. El TSJ rechazó el recurso.

Los vicios acusados (violación al principio de congruencia y falta de fundamentación


lógica y legal) de existir, configurarían típicos errores "in procedendo", en cuya
detección y eventual subsanación corresponde a la Sala Civil del TSJ intervenir, por la
vía del recurso de casación por la causal del art. 383, inc. 1, CPC..
La circunstancia de que en el caso pueda eventualmente hallarse comprometido el
mérito de cuestiones de orden fáctico no limita la competencia de la Sala Civil del TSJ
por el motivo aludido, cuando el acabado juzgamiento de aquellas se relaciona con la
hermenéutica de normas procesales respecto de las cuales el Tribunal Superior de
Justicia es el juez supremo, lo cual lo habilita a controlar el cumplimiento adecuado de
las mismas y decidir, en cada caso, sin son potencialmente aptas para lograr el fin que
con ellas se persigue (cfr.: sentencias Nº 329/11 y Nº 135/13 entre otras).
El régimen que consagra (art. 116, actual 121 del C.A.), en tanto establece que los
recursos ordinarios “... deben fundarse ante el inferior en el escrito de interposición,
bajo pena de inadmisibilidad”, se aplica a todas las resoluciones que dan fin a procesos
regulatorios y alcanza también a las impugnaciones deducidas fuera de un proceso
regulatorio, cuando ellas se dirigen a discutir exclusivamente la cuestión arancelaria
(conf.: A.I. N° 91/11 en autos “FERREYRA REYNAFÉ, LUIS c/ SUPERIOR GOBIERNO DE
LA PROVINCIA DE CÓRDOBA – ORDINARIO – DAÑOS Y PERJUICIOS – OTRAS
FORMAS DE RESPONSABILIDAD – CUERPO DE COPIAS (EXPTE. 13514110/36) –
RECURSO DIRECTO”(F 26/08).
Carece de importancia que la decisión apelada por el abogado ejecutante no haya sido
decidida en un proceso o incidente regulatorio, tal el previsto en el art. 108 del C.A. en
tanto lo dirimente es que la impugnación ordinaria se dirigió con exclusividad a atacar
la cuestión arancelaria. Ello basta para someter el recurso de apelación al requisito
especial de admisibilidad previsto en el art. 121 de la ley 9.459, el cual deviene de
ineludible aplicación siempre que se cuestione una decisión relativa a honorarios, con
abstracción de cuál sea el procedimiento del cual el fallo constituye su desenlace.
En la materia en que se halla interesado el orden público, corresponde a los tribunales
asumir, aún exofficio y sin necesidad de requerimiento alguno de parte interesada, la
verificación de los presupuestos que la ley adjetiva impone como condicionantes a la
habilitación de su competencia funcional, no resultando la cuestión disponible por los
litigantes. Tan es así, que calificada doctrina local, bien que con referencia al incidente
de errónea concesión contemplado en el art. 368, C. de P.C., explica que “Con el
vencimiento del término para proponer la reclamación precluye para el apelado el
derecho de provocar un pronunciamiento en vía preliminar sobre la errónea concesión
del recurso. Pero como esto no elimina la facultad de la cámara de declarar de oficio la
indebida concesión, subsiste, a pesar de aquella preclusión, la posibilidad para el
apelado de denunciar la inadmisibilidad del recurso y provocar de hecho esa
declaración aún fuera de aquel término” (conf.: Fontaine, Julio L., ob.cit., pág. 698).
“MALDONADO ARTURO JAVIER IGNACIO R. C/ MANUBENS CALVET ROMÁN RAMÓN FÉLIX – EJECUTIVO -
COBRO DE HONORARIOS (EXPTE. Nº 2345919/36)”
Por ser la competencia de la alzada de orden público, no se puede ‘imponer’ al tribunal
de apelaciones el conocimiento de un asunto en el que, por ser inadmisible, no debe
conocer; en este aspecto, entonces, el tribunal de alzada tiene amplias facultades para
‘negar’ su intervención cuando no se cumplan los presupuestos de admisibilidad. Puede
actuar, ya de oficio o a petición de parte; y en esta tarea no se encuentra ligado ni por
la voluntad de las partes ni por la resolución del juez de primera instancia, por más
que se encuentre consentida (Loutayf Ranea, Roberto G., El recurso ordinario de
apelación en el proceso civil, Buenos Aires, Astrea, 2009, pág. 3).
Con referencia a la potestad que asiste al órgano de Alzada de declarar de oficio e
incluso al dictar sentencia, la inadmisibilidad de la apelación, el Tribunal de Casación
local ha puntualizado: “Dicho postulado no se ve alterado por la circunstancia de que
la Cámara a quo inadvirtiendo la errónea concesión del recurso haya impreso el trámite
de ley a la apelación deducida, ni aún cuando el adversario no haya formulado reclamo
alguno, ya que el Tribunal de segunda instancia, como juez del recurso, y en cualquier
estadio del proceso de impugnación, conserva la facultad de analizar la admisibilidad
formal de los remedios impugnativos sometidos a su consideración” (conf. Auto
Interlocutorio Nº 91/11).

TSJ –Sala Civil- Cba. AI 283, 2/12/2014, “Maldonado Arturo Javier Ignacio R. C/
Manubens Calvet Román Ramón Félix – Ejecutivo Cobro De Honorarios (EXPTE. Nº
2345919/36)”

Y VISTO:…
Y CONSIDERANDO:
I. Las censuras en la parte que fuera habilitado por la Cámara a quo
admiten el siguiente compendio: Violación del principio de congruencia y falta
de fundamentación lógica y legal.
Expone en sustento de su queja que en el Considerando II de fs. 70 vta.
del pronunciamiento impugnado, se resolvió por mayoría declarar mal
concedido el recurso de apelación, al no haberse satisfecho las exigencias del
art. 121 de la Ley 9.459.
Argumenta que existe un error de apreciación por parte de los Vocales
que integran la mayoría ya que lo que se impugnó en el recurso de apelación
no se limitó a la cuestión arancelaria, sino que se objetó la conformación misma
de toda una sentencia.
Postula que ignorando en este tramo que el propio Tribunal ordenó a fs.
68 que se corriese a su parte el traslado para expresar agravios (lo que implica
haber realizado el juicio de admisibilidad), hecho que habían mencionado a fs.
70, aluden a ese evento ya adquirido por el proceso y, sin abrir juicio sobre el
mismo, pasan a referirse a la resolución del Juez a quo, decidiendo que
aunque la misma está consentida, consideran que “…el recurso interpuesto
debe declararse mal concedido”.
Sostiene que por una simple cuestión de legalidad y lógica
(congruencia), no puede la mayoría sostener que hace justicia aplicando la Ley
9.459, arts. 108,113 y ss y entender que puede declarar mal concedido el
recurso de apelación “...al no haber satisfecho las exigencias del art. 121 de la

Casación. Correcta interpretación del art. 121 C.A. Doctrina de la Sala. 2


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SALA CIVIL Y COMERCIAL
CÓRDOBA

PROTOCOLO DE ……...……………………………….……...

TOMO........................................AÑO:...............................

FOLIO …………...................................................................

SECRETARIA: Verónica Rapela

Ley 9.459”.
Critica el impugnante la postura del Tribunal señalando que el art. 121
del C.A. se aplica únicamente al trámite del proceso o incidente regulatorio para
abogados y peritos, y que por constituir una sanción (inadmisibilidad), debe
interpretarse en forma restrictiva, por lo que en el caso de autos, la apelación
de los estipendios establecidos en la sentencia que puso fin al ejecutivo por
cobro de honorarios regulados en un juicio ordinario, tiene adquirida aquella
matriz que impone para la apelación el trámite del C.P.C.
Asevera que el supuesto de autos está reglado por el C.P.C., por lo que
no se necesitaba expresar agravios al interponer el recurso de apelación, y en
virtud del respeto que merece el derecho de defensa en juicio y el debido
procesal legal adjetivo y sustantivo (art. 18 C.P.C.), no cabe se le imponga el
requisito pretendido por la mayoría, ya que hacerlo, implica primarlo de su
garantía a la doble instancia en perjuicio de su derecho de propiedad.
Pone de manifiesto que la expresión de agravios de fs. 69 vta. no estuvo
limitada a la cuestión arancelaria como afirma la mayoría, sino que se cuestionó
cómo fue construida la sentencia, para luego referirse a la aplicación de las
costas.
II. Sintetizado en esos términos el contenido del segmento casatorio,
cabe señalar liminarmente que el recurso en la parte de que se trata ha sido
correctamente habilitado por la Cámara a quo, desde que los vicios acusados
(violación al principio de congruencia y falta de fundamentación lógica y legal),
de existir, configurarían típicos errores "in procedendo", en cuya detección y
eventual subsanación corresponde a esta Sala intervenir, por la vía escogida.
A más de ello, existe otro motivo que justifica acceder a la apertura de
esta fase de excepción, cual es que, en el caso, los reproches que el interesado
formalizara en basamento del recurso de casación traducen inequívoca su
discrepancia con la interpretación que el Mérito efectuara de disposiciones
legales de naturaleza inocultablemente procesal (tales las contenidas en los
arts. 121 de la ley 9.549 y 368, C. de P.C.), materia ésta cuya revisión compete
a esta Sala ejercer a título de quebrantamiento de las formas.
Y desde esa perspectiva, sólo resta advertir que la circunstancia de que
en el caso pueda eventualmente hallarse comprometido el mérito de cuestiones
de orden fáctico no limita la competencia de esta Sala por el motivo aludido,
cuando el acabado juzgamiento de aquellas se relaciona con la hermenéutica
de normas procesales respecto de las cuales el Tribunal Superior de Justicia es
el juez supremo, lo cual lo habilita a controlar el cumplimiento adecuado de las
mismas y decidir, en cada caso, sin son potencialmente aptas para lograr el fin
que con ellas se persigue (cfr.: sentencias Nº 329/11 y Nº 135/13 entre otras).
III. Formulada dicha aclaración y avocados al tratamiento del planteo
recursivo formalizado con invocación de la causal contemplada en el inc. 1º del
art. 383, C. de P.C., adelantamos que el mismo no puede ser admitido, en tanto
la decisión que adoptara la mayoría del Tribunal a quo, al declarar mal
concedido el recurso de apelación interpuesto por el Dr. Román Manubens
“MALDONADO ARTURO JAVIER IGNACIO R. C/ MANUBENS CALVET ROMÁN RAMÓN FÉLIX – EJECUTIVO -
COBRO DE HONORARIOS (EXPTE. Nº 2345919/36)”
Calvet (Auto Interlocutorio nº 496 del 16 de diciembre de 2013), se asienta en
una correcta interpretación de la norma procesal contenida en el art. 121 de la
ley 9.459.
En efecto, en torno a la recta hermenéutica atribuible al precitado
dispositivo legal, esta Sala ha tenido oportunidad de expedirse con anterioridad
al presente, señalando que el régimen que el mismo consagra (art. 116, actual
121 del C.A.), en tanto establece que los recursos ordinarios “...deben fundarse
ante el inferior en el escrito de interposición, bajo pena de inadmisibilidad”, se
aplica a todas las resoluciones que dan fin a procesos regulatorios y alcanza
también a las impugnaciones deducidas fuera de un proceso regulatorio,
cuando ellas se dirigen a discutir exclusivamente la cuestión arancelaria (conf.:
A.I. N° 91/11 en autos “FERREYRA REYNAFÉ, LUIS c/ SUPERIOR GOBIERNO DE
LA PROVINCIA DE CÓRDOBA – ORDINARIO – DAÑOS Y PERJUICIOS – OTRAS
FORMAS DE RESPONSABILIDAD – CUERPO DE COPIAS (EXPTE. 13514110/36)
– RECURSO DIRECTO”(F 26/08).
Carece de importancia que la decisión apelada por el abogado ejecutante
no haya sido decidida en un proceso o incidente regulatorio, tal el previsto en el
art. 108 del C.A. en tanto lo dirimente es que la impugnación ordinaria se
dirigió con exclusividad a atacar la cuestión arancelaria. Ello basta para someter
el recurso de apelación al requisito especial de admisibilidad previsto en el art.
121 de la ley 9.459, el cual deviene de ineludible aplicación siempre que se
cuestione una decisión relativa a honorarios, con abstracción de cuál sea el
procedimiento del cual el fallo constituye su desenlace.
Por lo demás, no parece ocioso destacar que, en el caso que nos ocupa,
los propios términos que informara el escrito obrante a fs. 69 (expresión de
agravios formulada por el Dr. Román Manubens Calvet descarta ab initio toda
posibilidad de albergar resquicio alguno de duda acerca de la naturaleza
exclusivamente arancelaria de la apelación, en tanto su proponente dejó
claramente acotado, en el mismo acto de interposición, el alcance objetivo del
remedio que intentara, individualizando como único aspecto generador de
agravio a su parte la incorrecta subsunción al caso de la normativa del art. 81,
segunda parte de la Ley 9.459.
En tal sentido el letrado apelante requirió “...La regulación de honorarios
debió realizarse conforme a la primera parte del art. 81 de la ley 9.559, es
decir, sólo el 60% de la escala del art. 36 de la ley arancelaria o lo menos que
pueda corresponder, y así deberá quedar establecido” (fs. 69).
Así las cosas y no advirtiéndose en el caso concreto ninguna razón que
justificara dispensar la estricta observancia de las formalidades que el art. 121,
ley 9459 estatuye bajo expresa sanción de inadmisibilidad, corresponde
desestimar el planteo impugnativo.
IV. Resta por último agregar que en el supuesto que nos convoca existe
una razón que impediría atribuir a la falta de cuestionamiento inmediato de
aquella resolución (que reiteramos no resultaría viable en aquel estadio) un
efecto preclusivo que vede el abordaje del punto en una instancia impugnativa

Casación. Correcta interpretación del art. 121 C.A. Doctrina de la Sala. 4


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SECRETARIA: Verónica Rapela

ulterior, cual es que en la materia se halla interesado el orden público, al punto


que corresponde a los tribunales asumir, aún exofficio y sin necesidad de
requerimiento alguno de parte interesada, la verificación de los presupuestos
que la ley adjetiva impone como condicionantes a la habilitación de su
competencia funcional, no resultando la cuestión disponible por los litigantes.
Tan es así, que calificada doctrina local, bien que con referencia al
incidente de errónea concesión contemplado en el art. 368, C. de P.C., explica
que “Con el vencimiento del término para proponer la reclamación precluye
para el apelado el derecho de provocar un pronunciamiento en vía preliminar
sobre la errónea concesión del recurso. Pero como esto no elimina la facultad
de la cámara de declarar de oficio la indebida concesión, subsiste, a pesar de
aquella preclusión, la posibilidad para el apelado de denunciar la inadmisibilidad
del recurso y provocar de hecho esa declaración aún fuera de aquel término”
(conf.: Fontaine, Julio L., ob.cit., pág. 698).
En sentido coincidente, aunque desde una perspectiva más genérica, se
ha expresado: “Por ser la competencia de la alzada de orden público, no se
puede ‘imponer’ al tribunal de apelaciones el conocimiento de un asunto en el
que, por ser inadmisible, no debe conocer; en este aspecto, entonces, el
tribunal de alzada tiene amplias facultades para ‘negar’ su intervención cuando
no se cumplan los presupuestos de admisibilidad. Puede actuar, ya de oficio o a
petición de parte; y en esta tarea no se encuentra ligado ni por la voluntad de
las partes ni por la resolución del juez de primera instancia, por más que se
encuentre consentida...” (Loutayf Ranea, Roberto G., El recurso ordinario de
apelación en el proceso civil, Buenos Aires, Astrea, 2009, pág. 3).
Asimismo y con referencia a la potestad que asiste al órgano de Alzada
de declarar de oficio e incluso al dictar sentencia, la inadmisibilidad de la
apelación, esta Sala ha puntualizado: “Dicho postulado no se ve alterado por la
circunstancia de que la Cámara a quo inadvirtiendo la errónea concesión del
recurso haya impreso el trámite de ley a la apelación deducida, ni aún cuando
el adversario no haya formulado reclamo alguno, ya que el Tribunal de segunda
instancia, como juez del recurso, y en cualquier estadio del proceso de
impugnación, conserva la facultad de analizar la admisibilidad formal de los
remedios impugnativos sometidos a su consideración” (conf. Auto Interlocutorio
Nº 91/11).
V. El presente pronunciamiento es sin imposición de costas, atento la
naturaleza estrictamente arancelaria de los derechos en cuya defensa se
suscitara la controversia (arg. art. 112, ley 9.459).
Por ello,
SE RESUELVE:
I. Rechazar el recurso de casación por el motivo del inc. 1º del art. 383
del C.P.C. II. No imponer costas (art. 112 Ley 9459). Protocolícese incorpórese
copia.
FDO.: GARCIA ALLOCCO – CACERES DE BOLLATI – SESIN

“MALDONADO ARTURO JAVIER IGNACIO R. C/ MANUBENS CALVET ROMÁN RAMÓN FÉLIX – EJECUTIVO -
COBRO DE HONORARIOS (EXPTE. Nº 2345919/36)”

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