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Sin duda alguna el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos abrió muchas puertas

para Colombia, toda vez que esta negociación permitió abrir de manera permanente el intercambio de
productos colombianos, alcanzando una mayor acogida en el mercado Estadunidense y así obtener
beneficios para muchos empresarios colombianos, no obstante, se logró un incremento en la generación de
empleos, produciendo los recursos necesarios para mitigar el impacto vivido a raíz de la pobreza. Esto se
consigue gracias a que uno de los acuerdos estipulados en dicha negociación fue la reducción y
eliminación de las barreras arancelarias y no arancelarias que conlleva un proceso de exportación e
importación de bienes y servicios, accediendo de una manera más ágil y sencilla a mercados
internacionales, en especial con Estados Unidos ganando así un mejor posicionamiento en dicho mercado.
Dar cierre a esta negociación no fue nada fácil, fue un proceso arduo y de constancia, donde
intervinieron distintas organizaciones nacionales como internacionales, que buscaban fortalecer la
capacidad comercial de Colombia y así poder impulsar mejoras en las condiciones comerciales, creando
valor en diferentes áreas. El éxito de esta negociación se debe a la mediación y a la creación de distintos
roles como comités, comisiones, grupos de trabajo ente otros, que permitieron dar un orden al buen
desarrollo de la negociación, como por ejemplo la Comisión Administradora del Trabajo, que tuvo como
misión la estructuración de un Comité para el fortalecimiento de dichas capacidades comerciales,
cumpliendo a cabalidad con lo propuesto, teniendo en cuenta que uno de los objetivos de este comité era
la gestión de los procesos de cooperación internacional basados en una estrategia nacional de cooperación
determinada por Colombia.
Es importante resaltar que el objetivo de Colombia era lograr que todos los sectores del comercio en
Colombia fueran involucrados en esta negoción, en cuanto a temas de exportaciones, pero uno de los
objetivos era conseguir que el sector de la agricultura se destacara más, ya que es el sector donde
Colombia es más fuerte competitivamente, promoviendo un crecimiento en las exportaciones hacia el
mercado de Estados Unidos, y no solo esto también se consiguió fomentar un valor agregado a la
empleabilidad de más campesinos en el agro colombiano. Así como la agricultura juega un papel
importante en el TLC, el sector industrial también lo es, ya que este es uno de los sectores que en los
últimos años ha registrado mas dinamismo en el mercado, alcanzando un plus adicional a la economía del
país, destacando el comercio textil y de confecciones que tuvo una gran acogida en el mercado
estadounidense, abriendo nuevas líneas de confecciones entre ellas confecciones para el hogar, lo que
beneficia notoriamente a las MyPymes del sector industrial en Colombia.
Otro de los sectores y no el menos importante, es la participación del sector de servicios, que se ha
caracterizado por tener una ventaja competitiva al comercio de bienes, esto se debe a la promoción
derivada de los avances tecnológicos y de comunicaciones, por esta razón, este sector se vio beneficiado
gracias a la eliminación de barreras comerciales que existen para penetrar los mercados de Estados
Unidos, logrando un acceso preferencial. Así como el sector servicios, el sector administrador de los temas
de inversión, y el sector de compras públicas también salió triunfante con esta negoción, adquiriendo un
ambiente propicio con los lineamientos de garantías bilaterales conseguido, donde se evidencia un gana-
gana de ambos países en cuanto a temas de inversión y de compras públicas, adicional es necesario
precisar que el Tratado de Libre Comercio no solo tuvo en cuenta estos sectores, también cuanta con
diciplinas que son aplicadas a sectores más pequeños como el comercio de mercancías.
Como se ha mencionado a lo largo del escrito, lo esencial en esta negociación, es favorecer a todos los
sectores económicos de Colombia, dando cumplimiento al objetivo principal de esta negoción que es la
eliminación de barreras arancelarias o barreras de acceso que desarticulan el comercio e imponen un trato
arbitrario a los proveedores de productos y servicios de los sectores anteriormente descritos, alcanzando
la competitividad y obteniendo un desarrollo local más profundo, atrayendo la inversión extranjera, el
incremento de empleos y el crecimiento exponencial de las exportaciones en un mercado como el de
Estados Unidos.
Ahora bien, hablando en un aspecto como es el de la inversión se muestra que el objetivo principal de
este acuerdo era la creación de un marco legal justo y transparente que promueva la inversión, buscando la
estabilidad y protegiendo a los inversionistas, disminuyendo los obstáculos innecesarios y evitando un
trato discriminatorio de los inversionistas en el mercado estadounidense, en este punto es importante
destacar también que otro de los propósitos entablados en esta negoción era la estructuración de procesos
aduaneros mas simples, que permitieran de una manera más ágil el desarrollo de actividades de
exportación e importación a un muy bajo costo, ayudando a los empresarios del sector productor, la
entrega optima y oportuna de sus productos a sus clientes y posibles cliente potenciales. Lo más
importante de todo esto es que los objetivos propuestos esta negoción fueron cumplidos permitiendo
alcanzar estándares internacionales de cualquier operación el comercio exterior, en especial con Estados
Unidos que se convierte en nuestro aliado comercial estratégico, consiguiendo un trato preferencial.
No obstante, también es importante reconocer que no todos los sectores tuvieron el mismo efecto y se
beneficiaron de dicha negoción, teniendo en cuenta que sus sistemas de producción en el desarrollo de sus
actividades son poco modernos y no permiten que puedan participar activamente de los acuerdos
propuestos, como es el caso de la infraestructura que tiene un atraso en relación con otros mercados,
impidiendo que pueda competir en nuevos escenarios globales, esto se debe a la poca inversión que hay en
este sector, estando por debajo del promedio de otros países de Latinoamérica, así como la infraestructura
otro aspecto que se tiene en cuenta es el bajo desarrollo empresarial, tecnológico y la falta de formación
del capital humano, tristemente el bajo desempeño de la productividad del país se ha generado a raíz del
déficit de los niveles de escolaridad, la poca innovación, las barreras de financiamiento empresarial
existentes, y la falta de inversión en el desarrollo tecnológico. Por otro lado, se identifica que, pese a los
constantes avances en cuanto a temas de Tecnologías de la información, se identifica que sigue siendo
débil en muchos aspectos, como por ejemplo la falta de competitividad y la falta de cobertura de servicios
de comunicación, aunque el país a implementado estrategias para fomentar el desarrollo empresarial, que a
barca los temas primitivamente descritos, es necesario realizar ajustes institucionales que permitan el
mejoramiento de los sectores afectados por el TLC, en este sentido Colombia decide formular una
propuesta de Agenda interna donde incluyo estos sectores, desarrollando y replanteando estrategias que
favorezcan a dichos sectores.
Es importante tener en cuenta que para seguir aprovechando al máximo los beneficios del TLC, es
indispensable que Colombia este en constante modernización, simplificando y agilizando los procesos
para la exportación e importación de mercancías al exterior, así como mejorar los tiempos de atención en
procedimientos aduaneros, de logística y el comercio tecnológico, permitiendo alcanzar una mayor
competitividad frente a mercados internacionales.
Concluyendo con lo anterior, se dice que el Tratado de Libre Comercio de Colombia con Estados Unidos,
trajo consigo

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