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SAMUEL AMARAL

Recomendaciones 25
(para escribir monografías, reseñas, estados de la cuestión,
proyectos de investigación, artículos y tesis)

25ª ed., 15 de abril de 2020

Prefacio
Estas recomendaciones tienen por objeto ayudar a los autores de monografías, reseñas,
estados de la cuestión, proyectos de investigación, artículos y tesis a llevar a cabo su
tarea dentro de los límites que la tradición impone al trabajo intelectual. Nada de lo que
se dice aquí tiene el carácter de ley, pero contribuye a que nuestro trabajo pueda llegar
a los lectores de un modo que se les haga más fácil comprenderlo. Casi todas las
recomendaciones son formales, porque al eliminar la forma como problema permitimos
al lector un acceso más directo al tema del trabajo.
Para una mejor identificación de la edición, al igual que en la anterior, he
agregado el número a continuación de la palabra que la identifica: “Recomendaciones
25”. En varias secciones hay cambios respecto de ediciones anteriores. Además, he
eliminado las tildes del adverbio “solo” (aunque está recomendado cuando hay riesgo
de ambigüedad) y de los pronombres demostrativos (esta, aquella, por ejemplo); y he
agregado un Glosario (sección 7) con algunas palabras técnicas usadas aquí.
De paso, debe notarse que el prefacio es una parte de una obra (libro o tesis, ya
que no corresponde ponerlo en capítulos de libros o artículos) que no forma parte de la
misma (por eso puede usarse la primera persona). El objetivo del prefacio es hacer
alguna aclaración previa a la lectura de la obra (como en este caso) y dar una breve
información sobre su tema central y su contenido.
El prefacio es, también, el lugar para que el autor agradezca la colaboración
recibida en el transcurso de la elaboración de su libro o tesis. En mi caso, agradezco a
Daniel Plotinsky por su contribución respecto de la forma de entrar las entrevistas
(5.2.14); a Marianne González Alemán por la suya respecto de las entradas de internet
(5.2.16); a María Obligado por la lectura de las ediciones 20ª y 21ª; y a todos los usuarios
de las ediciones anteriores porque sus comentarios me han permitido mejorarlas
contínuamente y extenderlas más allá de sus cinco páginas iniciales.

Contenido
Introducción 2 4.3 Notas 9
1. Honestidad intelectual 2 5. Referencias 9
2. Lenguaje 2 5.1 Información que debe
2.1 La oración 3 incluir la referencia 10
2.2 Composición y estilo 2 5.2 Entradas en la bibliografía 12
3. Estructura 4 5.3 Entradas en las notas 19
3.1 Equilibrio 4 6. Dudas 22
3.2 Características de cada 7. Glosario 22
trabajo 5 Conclusión 23
4. Formato 6 Bibliografía 24
4.1 Usos y costumbres 6
4.2 Transcripciones 8

1
Introducción
Estas recomendaciones son solo recomendaciones, pero sirven para escribir con mayor
claridad, elegancia y eficacia. En cuanto al lenguaje, se ajustan a las efectuadas por
autores que se han ocupado del uso instrumental del lenguaje con estos fines. En cuanto
a la estructura, a las de los principales textos que tratan acerca del trabajo intelectual.
En cuanto a las referencias, a las convenciones usadas por la Library of Congress
(Biblioteca del Congreso) de los Estados Unidos y por el Chicago manual of style. Estas
recomendaciones han sido escritas para los estudiantes de historia, según los usos de la
especialidad, pero mucho de cuanto contienen puede ser útil a usuarios de otros campos
del conocimiento.

1. Honestidad intelectual
Todo trabajo (reseña, estado de la cuestión, monografía, tesis, capítulo, libro) debe ser
fruto del esfuerzo propio. Cuanto se tome de otros (ideas, transcripciones) debe serle
acreditado a sus autores usando comillas (si la transcripción es literal) o mencionando
sus nombres (si no lo es), dando en ambos casos la referencia en las notas.
El plagio (la transcripción literal de un texto escrito por otra persona sin acreditar
su origen) está penado por los usos académicos y por la ley. Esta no condena tomar la
estructura de un trabajo como inspiración de la del propio, pero igualmente debe darse
crédito a quien corresponda en una nota.
Bajar material de cualquier sitio de internet, completa o parcialmente, y
hacerlo pasar como propio es plagio. Cuanto se halla en internet ha sido escrito por
alguien, esté su autor identificado o no, por lo que debe acreditarse al sitio
correspondiente lo que se haya tomado de él.

2. Lenguaje
Aun a riesgo de caer en un lugar común, no es impropio subrayar que el lenguaje es la
herramienta fundamental para comunicar cuanto tenemos que decir a nuestros lectores.
El uso correcto del lenguaje es clave para poder hacerlo de una manera precisa.
Para ello es necesario dudar de lo que creemos conocer y tener siempre a mano un
diccionario y un manual de estilo para despejar las dudas. La Real Academia Española
tiene un diccionario en línea (dle.rae.es). El diccionario de María Moliner es, sin
embargo, irreemplazable para quienes quieran ampliar su capacidad de utilización de
nuestra lengua. Un manual de estilo reciente es el de María Marta García Negroni.
Las recomendaciones que siguen son solamente las básicas. Aunque
correspondería usar el imperativo, se han redactado con el infinitivo para que no
parezcan órdenes.
Los trabajos de carácter académico deben redactarse en un lenguaje
comprensible para quienes usan el idioma castellano. Por eso es conveniente respetar
las reglas establecidas acerca del uso del género femenino y masculino. Otras formas,
aún no reguladas ni usadas en las publicaciones académicas (por ejemplo, el uso de la x
para reemplazar las letras que indican el género), no son recomendables porque podrían
limitar la comprensión de quienes no están habituados a ellas en el presente (por
ejemplo, lectores de otros países hispanohablantes o con conocimientos limitados del
castellano) y dar lugar a confusiones en el futuro (si se consolida la adopción de formas
distintas de las no reguladas actualmente en uso).

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2.1 La oración
a) Comprobar que cada oración tenga sujeto, verbo y predicado.
b) Las oraciones unimembres existen, pero no hay que abusar de ellas.
c) Evitar las oraciones demasiado largas.
d) La oración debe tener sentido por sí sola.
e) Evitar la deriva del sentido que suele producirse por la acumulación de subordinadas.
f) El número del sujeto determina el número del verbo.
g) Comprobar la coordinación de los tiempos verbales.
h) No separar una oración en dos partes con punto.
i) Usar el punto o el punto y coma para separar oraciones, no la coma.
j) Evitar la interrupción de la oración con aclaraciones entre comas, guiones o
paréntesis. Estas aclaraciones pueden usarse, pero espaciadamente.
k) No separar el sujeto y el predicado con coma. Lucio V. Mansilla lo hizo en Una
excursión a los indios ranqueles pero no hay que imitarlo.

2.2 Composición y estilo


a) El párrafo es la unidad de composición. Los párrafos no deben tener una extensión
menor de cinco líneas ni más de treinta líneas.
b) El comienzo de cada párrafo debe servir para mantener la línea argumental, por ello
es conveniente que contenga las palabras clave de su contenido. No es conveniente que
comience con el nombre de un autor, con una cláusula modificadora del contenido (sin
embargo, no obstante), ni con referencias al párrafo anterior.
c) No usar la primera persona del singular ni del plural, ya que facilitan la
argumentación. (Aunque, por este preciso motivo, la uso ocasionalmente en estas
recomendaciones).
d) No usar el reflexivo (se, por ejemplo) más que para los verbos que lo requieren. Al
revisar el trabajo hay detenerse en cada reflexivo para comprobar que sea necesario, no
un artificio que oculte la voz del autor.
e) Usar preferentemente la voz activa. El uso de la voz pasiva no es incorrecto, pero
puede ocultar la voz del autor.
f) Las declaraciones deben ir en forma positiva. Evítese la forma: “No solamente...
sino...”
g) Usar un lenguaje concreto. No abusar de las metáforas.
h) Omitir las palabras innecesarias. Becker (2011) recomienda detenerse en cada una y
eliminar las que no son imprescindibles para el sentido de la frase.
i) Expresar las ideas coordinadas en forma similar. Hay que prestar atención al verbo
que las rije (para no repetirlo) y a que su enumeración sea homogénea (tanto en los
términos como en los signos de puntuación que los separan).
j) Mantener juntas las palabras relacionadas entre sí. El adjetivo debe estar junto al
sustantivo al que califica y el adverbio junto al verbo o adjetivo que modifica.
k) Evitar una sucesión de oraciones sueltas. Cada oración debe servir para el desarrollo
del argumento.
l) Evitar los adjetivos calificativos. Igualmente, hay que evitar las palabras
“importante”, “necesario” o similares. Si algo es importante o necesario hay que
mostrarlo sin usarlas.
m) Evitar explicar demasiado o demasiado poco. Hay que pensar qué conoce el lector
al que el trabajo está destinado para evitar aclararle lo que es obvio o suponer que ya
conoce una persona o episodio (aunque ahora está Google para encontrar lo que
ignoramos).

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n) Asegurarse de que el lector sepa quién está hablando (de quién es la voz). Las
comillas se usan para darle la palabra en un texto a otra persona distinta de su autor.
Tienen otros usos, pero este es el principal.
o) Evitar las palabras de moda y las expresiones coloquiales. Ellas cambian pronto y
pueden tornar incomprensible una frase en poco tiempo.
p) Evitar los atajos a expensas de la claridad. Hay que recordar que el lector sabe menos
del tema que quien escribe.
q) Usar los tiempos pasados del modo indicativo, no el presente, ni el futuro, ni tiempos
del modo subjuntivo (salvo que lo requiera la coordinación de los tiempos verbales)
para todo cuanto concierne al pasado. Cuando sea necesario usar el subjuntivo, no usar
el presente si la acción transcurre en el pasado. El modo subjuntivo tiene varias formas
para el pasado.
r) Usar el presente para referirse a lo que dicen los libros o los autores en sus libros, que
por estar frente a nosotros, aún dicen lo que dicen: Cervantes, que quedó manco en
Lepanto, dice en el Quijote...
s) Evitar las enumeraciones con guiones o equivalentes.
t) El texto debe ser revisado varias veces para eliminar las repeticiones y cuidar la
ortografía. Todas las palabras sobre cuya ortografía o significado no se esté seguro
deben buscarse en el diccionario.

3. Estructura
Una estructura apropiada es tan importante como el buen uso del lenguaje. Esa
estructura depende del tipo de trabajo. Hay cuatro tipos principales: la reseña de libros;
la monografía que suele exigirse al final de un curso; el artículo o capítulo de libro; y el
libro. Al comenzar el trabajo es necesario tener presente cuál será su extensión: la reseña
puede tener alrededor de mil palabras; la monografía, entre tres mil y cinco mil palabras;
un artículo o capítulo, entre ocho mil y diez mil palabras; un libro, unas cien mil
palabras. Cuanto sigue, dentro de sus límites particulares, sirve para todos ellos.

3.1 Equilibrio
a) Todo trabajo (monografía, artículo, capítulo de libro, libro) debe tener un título que
describa el contenido de la manera más expresiva y más corta posible. Los trabajos de
historia deben contener, usualmente en el subtítulo, una indicación (solo una) de lugar
y tiempo, siempre que el título no la contenga.
b) Todo trabajo debe tener una introducción, un desarrollo (aunque no necesariamente
con este título) en dos o más partes, y una conclusión.
c) En la introducción se dice lo que se va a decir, en el desarrollo se lo dice y en la
conclusión se dice lo que se dijo, según la concisa fórmula de Jean Guitton.
d) En la introducción se define el marco conceptual, lo más amplio posible, dentro del
que se quiere que los lectores lean el trabajo. Allí el autor determina con quién dialoga.
e) En la introducción se debe plantear una pregunta (con o sin signos de interrogación),
que se desarrolla en el cuerpo del trabajo y se contesta en la conclusión. Hay que tener
una pregunta antes de comenzar a escribir, pero al terminar trabajo es necesario ajustar
la pregunta al contenido real del mismo y a la contestación que da la conclusión.
f) Todo trabajo tiene una extensión predeterminada, fijada por los requisitos
establecidos para presentar una monografía en un curso, una ponencia en un congreso,
un artículo a una publicación periódica o un libro a una editorial. Hay que tener presente
al comenzar el trabajo cuántas páginas habrá que escribir y cuánto de todo lo que
queremos decir entrará dentro del formato predeterminado.

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g) Es conveniente escribir todo cuanto pasa por nuestra mente, en el orden en que ella
lo produzca, pero luego hay que cortar, reubicar, pulir y balancear el escrito hasta que
cumpla con los requisitos de extensión.
h) Todo trabajo debe dividirse en partes: una monografía o capítulo, en secciones; un
libro, en capítulos. Esto es así tanto para organizar la exposición cuanto para no cansar
o desorientar al lector. Las partes, sean capítulos o secciones, deben tener títulos
homogéneos tanto por su extensión como por su contenido.
i) Se debe cuidar el equilibrio del trabajo y de sus diferentes partes: cada parte tiene que
tener una longitud similar a la de sus equivalentes.
j) La introducción y la conclusión deben tener una longitud similar, pero juntas no deben
tener menos del 10% ni más del 20% de la extensión total del trabajo.

3.2 Características de cada trabajo


3.2.1 Reseña
El objeto de la reseña es dar cuenta del tema, fuentes, métodos y tesis de un libro, como
asimismo de la originalidad de su contribución a lo ya conocido sobre el tema. Las
publicaciones académicas prefieren reseñas de mil palabras. Las reglas de la crítica del
poeta y crítico Robert Pinsky, según Manuel Rodríguez Rivero (crítico de “Babelia”, el
suplemento literario de El País, de Madrid), son tres: (1) la crítica debe decir de qué
trata el libro; (2) la crítica debe decir lo que el autor del libro dice acerca de lo que trata
el libro; y (3) la crítica debe decir lo que el crítico piensa sobre lo que el autor dice
acerca de lo que trata el libro.

3.2.2 Estado de la cuestión


El objeto del estado de la cuestión es dar cuenta, de manera organizada y sistemática,
de lo que se ha escrito sobre un tema. En este caso el tema, no los libros, está en primer
lugar. Libros, artículos y otras contribuciones se mencionan solo en relación con el tema
y subtema tratados. Pueden señalarse aspectos que el material comentado no trata. Su
extensión depende del destino que se le dé.

3.2.3 Proyecto de investigación


El proyecto de investigación debe contener: 1) el contexto del cual surge la pregunta
que la investigación contestará; 2) un resumen del estado de la cuestión que muestre,
sin decirlo, que la pregunta no ha sido contestada; 3) un análisis de las fuentes y de la
metodología que permitirán contestar la pregunta; y 4) los resultados esperados de la
investigación. La clave para iniciar una investigación, como se ve, es hacerse una
pregunta. Las preguntas surgen de una lectura crítica de cuanto se ha escrito sobre un
tema (es decir, del estado de la cuestión). Se debe elegir una de ellas: aquella para cuya
contestación encontremos fuentes y dispongamos de los métodos adecuados para
tratarlas. El proyecto de investigación debe mostrar que conocemos las fuentes y los
métodos. Finalmente, el proyecto de investigación debe decir qué esperamos agregar al
conocimiento cuando la investigación concluya y hayamos podido responder a la
pregunta que nos planteamos.

3.2.4 Monografía
a) Comenzar a escribir por donde uno tiene más material o más ganas.
b) Concentrarse en la línea argumental: hay que incluir todo lo que se necesita para
desarrollarla y excluir todo lo que no sea necesario para ella.
c) Completar el borrador antes de comenzar el pulido y engarce de las partes.
d) Para la estructura, véase supra, sección 3.1 Equilibrio

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3.2.5 Artículo de revista
Vale todo lo dicho para una monografía, pero además es conveniente mirar la revista a
la que se enviará el trabajo. Cada revista tiene requisitos explícitos para la presentación
de trabajos, que se pueden obtener de la redacción de la revista o, a menudo, en algún
ejemplar de la misma, pero también requisitos implícitos. Por eso, antes de enviar un
artículo a una revista, conviene observar qué tipo de artículos publica esa revista y cuál
es la estructura y la temática de esos artículos. La extensión usual de un artículo
publicado en las revistas académicas de la especialidad es de ocho mil a diez mil
palabras.

3.2.6 Tesis de licenciatura, de maestría o de doctorado


Las tesis están compuestas de varias secciones o capítulos, según la extensión requerida
por las instituciones en las que se presenten. Nunca debe perderse de vista el hecho de
que las partes, es decir las secciones o capítulos, forman parte de un todo, que es la tesis.
Las tesis, por ese motivo, deben tener una introducción y una conclusión, que sean de
la misma extensión aproximada que una sección o un capítulo. La introducción debe
plantear una pregunta y la conclusión debe responderla. Las secciones o los capítulos
que estén entre ellas deben servir para sostener cuanto se afirme en la conclusión.
Cada sección o capítulo debe tener una introducción que lo ligue con el tema
central de la tesis y explique al lector la función que cumple en el desarrollo del mismo.
También debe de tener una conclusión que señale el aporte principal del capítulo al
desarrollo del tema central. La conclusión de cada capítulo debe servir para construir la
conclusión de la tesis.
Las tesis de doctorado deben ser la base de un libro y las tesis de licenciatura y
maestría pueden pensarse como partes de una tesis de doctorado, aun cuando esta no
esté en los planes inmediatos del autor.

3.2.7 Libro
La tesis de doctorado tiene pocos lectores, muy especializados, que frecuentemente
ponen más atención en el contenido que en la forma. El libro, en general, tiene lectores
menos especializados y el autor debe apuntar a que sean muchos. Para eso es necesario
contar la historia (antes los historiadores contaban historias y muchos siguen
haciéndolo) de una manera que, sin sacrificar el contenido, sea atrayente. Más que
eliminar el aparato erudito o quitar la sobrecarga de fuentes que suele acompañar a las
tesis, es necesario pulir las introducciones y conclusiones de los capítulos, quitar las
repeticiones, eliminar los vicios de lenguaje y dejar de lado todo aquello que no sea
estrictamente necesario para el desarrollo del argumento. Debe resistirse la tentación de
ir más allá del período tratado en la tesis, porque es posible que lo que se agregue no
tenga el mismo respaldo documental que lo que ya estaba pero, en sentido contrario,
debe agregarse cuanto sea necesario para que la historia que se cuenta se cierre en un
punto significativo.
Hay libros que no provienen de una tesis de doctorado. Como es posible que sus
autores ya hayan adquirido las herramientas que la confección de una tesis provee, no
cabe darles recomendaciones sobre lo que ya conocen.

4. Formato
El formato de un trabajo parece un tema menor, pero no lo es. Las revistas o las editoriales
piden un formato determinado para los manuscritos que se les presentan, de modo que
en algún momento es necesario ajustar el trabajo a sus requisitos. Cuanto sigue no

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reemplaza esos requisitos, pero puede ayudar a complementarlos y a facilitar el trabajo
posterior.

4.1 Usos y costumbres


4.1.1 Sangría, interlineado, comillas
a) Dejar sangría de cinco espacios al comienzo de cada párrafo. Este requisito puede
obviarse por razones estéticas en el primer párrafo de un capítulo o sección. Cualquier
opción que se prefiera, debe mantenerse igual dentro de un mismo trabajo.
b) Utilizar doble interlineado (En Word: Inicio/Párrafo/Interlineado). Aquí se ha usado
el interlineado sencillo para bajar el costo de fotocopiado o impresión de estas
“Recomendaciones 25”, pero el doble interlineado es necesario para facilitar las tareas
de corrección del original.
c) Usar las comillas (“ ”) solamente en los siguientes casos: (1) para transcripciones
textuales; (2) para palabras que se toman de otro contexto, a las que se supone
transcripción aunque no se indique la fuente (por ejemplo, dichos populares, refranes,
lugares comunes); y (3) para palabras o frases que el autor quiere indicar que no acuerda
con su uso. Las comillas siempre indican que quien expresa lo que está entre ellas es
alguien distinto del autor.

4.1.2 Estilo de las fuentes


a) Usar en el texto solamente la redonda (que es este tipo de letra), no la bastardilla
(también llamada cursiva o itálica), ni la negrita, la MAYÚSCULA o la VERSALITA,
excepto que estas sean requeridas por la editorial o revista para los casos que
especificarán.
b) Usar la bastardilla para títulos de libros (pero no la Biblia ni los libros que la
componen) y nombres de diarios y revistas, ya sea que se mencionen en el texto, en las
notas o en la bibliografía. También van en bastardilla los títulos de películas; las obras
de teatro; las composiciones musicales; las obras de arte; los programas de
computación; los programas de radio y televisión; los nombres de barcos, de servicios
de trenes, ómnibus o vuelos especiales (pero no el nombre de la empresa de transporte),
de satélites y de naves espaciales; y las palabras extranjeras, a menos que sean de uso
común y se hayan castellanizado.
c) Los títulos de artículos y folletos van en redonda, entre comillas (por ejemplo,
“Recomendaciones 25”). Solo lleva mayúscula la primera letra del título o los nombres
propios que la requieran.
d) Los nombres de publicaciones periódicas, académicas o no, van en bastardilla y todas
las palabras llevan mayúscula: La Nación, Journal of Latin American Studies, Primera
Plana.
e) Los signos de puntuación que van al final del título de un libro o del nombre de una
publicación periódica o título de libro van en redonda, no en bastardilla, porque no
pertenecen al nombre o título.
f) No utilizar regularmente la bastardilla para enfatizar una palabra. Solo
excepcionalmente puede utilizarse de ese modo, si de otro se prestase a confusión.

4.1.3 Números
a) Los años deben darse completos: 1945, no 45, ni ’45; 1895-1896, no 1895-96, ni
1895/96 (excepto en el caso de las cosechas de verano en el hemisferio sur, para las que
sí se suele usar esta última forma, para indicar que se trata de una cosecha que comienza
a fin de un año y termina a principios del siguiente y no de las cosechas de dos años
distintos).

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b) En los años, el punto se omite: 1945. Cuando se indica un período entre dos años,
esos años deben estar unidos por un guión corto, sin espacios entre ellos: 1945-1946.
c) Las décadas pueden mencionarse de las siguientes maneras: la década de 1920; la
década del treinta; los años sesenta (en este caso, siempre en singular, a menos que como
Oscar Terán, que publicó un libro titulado Nuestros años sesentas, quiera transmitirse
la idea de que hubo muchos años sesenta, según la experiencia de cada cual). Si el
trabajo trata acerca de los siglos XX y XXI, para evitar confusiones es conveniente la
primera manera: la década de 1920; la década de 2010.
d) Las fechas deben expresarse completas: 27 de noviembre de 2003, no 27-11-03 o
cualquier otra forma de abreviatura.e) Las cifras de uno a diecinueve (uno, dos, once,
dieciocho), y luego los números terminados en cero (veinte, treinta, cien, mil, millón)
van con palabras; para otras cifras se usan los números arábigos (21; 85; 167; 1.235;
5.678.901). Los millares se separan con punto y los decimales con coma (aunque en
publicaciones en inglés la práctica es la inversa).
f) En el número de las leyes y decretos, el punto debe usarse (ley 13.010). Los decretos
se numeran por año y por presidente en el caso de que haya más de uno en un mismo
año, por lo que es necesario indicar la fecha completa: decreto 18.409, del 31 de
diciembre de 1943.

4.1.4 Antes de imprimir


a) Numerar las páginas. Word lo hace automáticamente en Insertar/Número de
página/Final de página.
b) Revisar muy especialmente que no haya errores de tipeo en los nombres de personas
y títulos de libros.
c) Eliminar los espacios dobles. En Word esto se hace en Inicio/Reemplazar, tipeando
dos veces la barra espaciadora en “Buscar”, solo una en “Reemplazar con”, y luego
cliqueando en “Reemplazar todos” tantas veces como sea necesario para que aparezca
el mensaje: “Se han realizado 0 reemplazos”.
d) Controlar la configuración de la página. El tamaño del papel se controla en Word en
Disposición/Márgenes/Tamaño, donde puede optarse por el tamaño a usar (A4, por
ejemplo). Los márgenes se controlan en Disposición/Márgenes, donde conviene optar
por Normal. Para que ese margen se aplique a todo el documento debe tipearse antes
Control E. En el caso de que el documento incluya transcripciones literales de textos
ajenos de cinco renglones o más no debe usarse Control E.

4.1.5 Impresión
Utilizar un solo lado de la hoja (preferentemente tamaño A4), con márgenes mínimos
de 3 cm a izquierda y derecha y de 2,5 cm arriba y abajo. En Word:
Disposición/Márgenes/Normal. (Para ahorrar papel he tratado de imprimir de los dos
lados de la hoja, pero como es más engorroso no siempre he logrado ahorrarlo).

4.2 Transcripciones
a) Evitar las transcripciones textuales. Un trabajo sobrecargado de transcripciones invita
al lector a saltearlas.
b) Dejar solo las transcripciones que no puedan parafrasearse sin perder algo de su
sentido.
c) Las transcripciones van entre comillas (“ ”). La transcripción dentro de una
transcripción va entre comillas simples (‘ ’). Los comentarios propios dentro de una
transcripción van entre corchetes [ ].
d) Si el texto transcripto tiene cinco o más renglones debe ir separado del texto propio

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en caja menor (es decir, con márgenes mayores), letra de cuerpo menor (optativo) y sin
comillas. Si tiene menos de cinco renglones, va dentro del texto propio, entre comillas.
e) Asegurarse de que todas las citas textuales o paráfrasis que se hagan de textos o ideas
de otros autores estén acreditadas en nota, cuya llamada estará al final del párrafo donde
se encuentre la cita textual o la paráfrasis. Esta acreditación debe hacerse tanto por
razones de honestidad intelectual (véase supra, sección 1) cuanto para que los lectores
conozcan las fuentes que han alimentado nuestro razonamiento. Nuevamente: no
acreditar a su autor una idea o una cita es plagio y el plagio está penado por la ley y por
las regulaciones y costumbres académicas.

4.3 Notas
a) Las notas deben ir al pie de página o al final del trabajo, pero no dentro del texto. En
algunas disciplinas (economía, antropología) se suele usar las notas dentro del texto,
pero no en historia. La llamada1 (el número que va volado en el texto, como este 1 al
final de la palabra llamada, y se repite en la nota) indica la existencia de una nota y
distrae menos al lector.
b) Las llamadas de las notas deben ir preferentemente al final de la frase para no obligar
al lector a interrumpir la lectura en la mitad de ella.
c) Deben evitarse las notas demasiado largas. Las notas deben usarse solo para dar las
referencias de las fuentes documentales, manuscritas o bibliográficas, y para hacer
aclaraciones imprescindibles, siempre de la manera más breve que sea posible.
d) Si al redactar una nota se advierte que es demasiado larga (más de dos o tres líneas),
hay que tratar de incluir su contenido en el texto. Si no se pudiese hacerlo, hay que
considerar la posibilidad de eliminarla.
e) Las notas no deben contener cuadros, ni deben cortarse en párrafos.

5. Referencias
Las referencias de las fuentes bibliográficas y documentales utilizadas en un trabajo
deben darse con el mayor de los cuidados porque ellas permiten a los lectores seguir el
rastro de lo que ha servido para construir la argumentación de una obra. Hay,
ciertamente, distintas maneras de escribir historia. Algunos historiadores son avaros con
la mención de las fuentes en homenaje a la fluidez argumental. Esto no es condenable,
naturalmente, pero en los trabajos que deban presentarse en medios académicos por
motivos académicos es mejor pecar por exuberancia. El tiempo y la experiencia
permitirán llegar a un uso más equilibrado, pero en la duda siempre es mejor dar la
referencia que omitirla. La referencia completa de una obra incluye el nombre y apellido
del autor y el título del artículo o libro. Si es un libro, también el lugar de publicación,
la editorial y el año de publicación. Si es un artículo en una revista, también el nombre
de la revista, año de publicación, volumen, número y páginas (primera y última del
artículo).
En el caso de un libro, los datos deben tomarse de la portada (no de la tapa). Si
el lugar, la editorial o el año no están mencionados en la portada, pueden buscarse en
otras partes del libro (en el colofón o en el reverso de portada). Más abajo se indica qué
debe hacerse en el caso de que falte esta información.
En el caso de un artículo, los datos deben tomarse de la información que
encabeza el artículo (no del índice de la revista). La cantidad de volúmenes de un libro
va, si es necesario indicarla, después del año. La serie o colección solo se indica si es
importante para que el lector conozca las características de la obra, en cuyo caso va entre
paréntesis, después del año o de la cantidad de volúmenes.

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5.1 Información que debe incluir la referencia
5.1.1 Nombres
5.1.1.1 Cómo debe darse el nombre de los autores
Los nombres deben darse completos, sin iniciales, a menos que el autor firmase con
ellas. Por ejemplo:
a) Juan Perón, si la portada así lo dice, y no Juan Domingo Perón, como se llamaba.
Para mejor identificación puede agregarse entre corchetes el nombre que el autor omitió,
pero que uno conoce: Juan [Domingo] Perón.
b) María Fernanda Arias, y no M. F. Arias.
c) T.E. Lawrence, ya que firmaba así, y no Thomas Edward Lawrence, como se llamaba.
d) Enrique M. Barba, como firmaba, y no Enrique Mariano Barba o Enrique Barba.

5.1.1.2 Cómo debe darse el nombre de los autores en las notas al pie o al final
En las notas se entra nombre y apellido:
a) Juan Perón
b) María Fernanda Arias
c) Mario Hernández Sánchez Barba

5.1.1.3 Cómo debe darse el nombre de los autores en la bibliografía


En la bibliografía se entra apellido y nombre para posibilitar su ordenamiento alfabético:
a) Arias, María Fernanda
b) Hernández Sánchez Barba, Mario
c) Perón, Juan

5.1.1.4 Cómo debe darse los apellidos de los autores con más de un apellido
Para la alfabetización de apellidos en la bibliografía debe seguirse la regla de cada
idioma.
Los apellidos de autores de lengua castellana se alfabetizan por el primer apellido:
a) García Sebastiani, Marcela
b) Hernández Sánchez Barba, Mario
c) Tau Anzoátegui, Víctor
Los apellidos de autores de idioma inglés y portugués se alfabetizan por el último
apellido:
a) Abreu, Claudio de Paiva
b) Kennedy, John Fitzgerald
Los apellidos compuestos de autores ingleses (o de otras nacionalidades) que
están unidos por un guión corto se deben alfabetizar por el primero de ellos:
a) Kröller-Müller, Helene Emma Laura Juliane
b) Burne-Jones, Edward Coley

5.1.1.5 Cómo debe darse la información adicional que identifica a un autor


La información adicional, cualquier sea ella, va después del nombre y se debe dar tal
como la usa el autor:
a) Baker, James A., III
b) King, Martin Luther, Jr.
c) Páez de la Torre, Carlos (h.)

5.1.1.6 Más de una obra de un mismo autor en la bibliografía


Cuando en una bibliografía se da más de una vez el nombre de un autor, desde la
segunda mención su nombre suele ser reemplazado por un guión largo (en Word 2007:

10
Insertar/Símbolo/Em Dash), pero no es incorrecto ni inusual la repetición del nombre
del autor en cada entrada.
a)
Germani, Gino, Estructura social de la Argentina: análisis estadístico, Buenos Aires,
Raigal, 1955.
—, Política y sociedad en una época de transición: de la sociedad tradicional a la
sociedad de masas, Buenos Aires, Paidós, 1962.
b)
Germani, Gino, Estructura social de la Argentina: análisis estadístico, Buenos Aires,
Raigal, 1955.
Germani, Gino, Política y sociedad en una época de transición: de la sociedad
tradicional a la sociedad de masas, Buenos Aires, Paidós,
1962.

5.1.2 Títulos
Los títulos de libros y nombres de revistas van en bastardilla. Los títulos de artículos,
capítulos de libros y folletos van entre comillas. Los títulos de libros y artículos en inglés
suelen darse en las publicaciones en ese idioma con mayúsculas en todas las palabras.
La Library of Congress, sin embargo, no usa más que las mayúsculas necesarias
(comienzo del título, nombres propios) en las entradas de los libros en inglés que están
en su catálogo, como es la práctica en castellano.

5.1.3 Otra información


Entre el título y el resto de la referencia debe ubicarse la información concerniente a:
(1) nombre del traductor; (2) nombre del autor del prólogo; (3) nombre del autor de las
notas; y (4) número de edición (solamente si no es la primera). En el ejemplo siguiente
el número de edición corresponde a la que lleva un estudio preliminar notas y apéndices
de Luis Arocena, no al número de edición de El príncipe, que es imposible de conocer:
Maquiavelo, El príncipe, estudio preliminar, notas y apéndices de Luis A. Arocena, 3ª
ed., Barcelona, Editorial Universitaria, Universidad de Puerto Rico, 1975.

5.1.4 Lugar de publicación


El lugar de publicación no debe abreviarse: Buenos Aires, no Bs. As.; Córdoba, no Cba.
Cuando puede dar lugar a confusión debe agregarse otra información útil para la
identificación del lugar: por ejemplo: Stanford, California; Santiago (Chile). Si no hay
mención de lugar de publicación, debe mencionarse s.l. (sin lugar). Los nombres de
lugares deben darse tal como están en el libro, no en su forma castellana: New York,
London, Milano, no Nueva York, Londres, Milán.

5.1.5 Editorial
Al mencionar la editorial, las palabras editorial, ediciones, libros, publicaciones o
similares pueden omitirse, siempre que su omisión no dé lugar a confusiones. Es mejor
entrar Ediciones B, que solamente B; o Editorial de la Campana, que solamente de la
Campana.
Los nombres de las editoriales no deben abreviarse. Solo se entran siglas, si el
nombre de la editorial lo es. Por ejemplo: Eudeba, pero no FCE por Fondo de Cultura
Económica. Si no hay mención de editorial, debe mencionarse s.e. (sin editorial).

11
5.1.6 Año de publicación
Debe consignarse el año de publicación que figura en la portada. Si no figura allí, suele
estar en el reverso de la portada (con la indicación del copyright, o derechos de autor) o
en el colofón (al final del libro). El año debe darse completo y en números arábigos:
1999, por ejemplo, aunque en la portada se dé en números romanos: MCMXCIX. Si no
hay mención de año, debe indicarse s.f. (sin fecha).

5.2 Entradas en la bibliografía


La bibliografía sirve para poner juntas las referencias de todas las obras y documentos
utilizados para redactar un trabajo. Solo debe incluir las obras citadas en las notas.
Muchas obras pueden haber sido útiles para el autor, pero si no se mencionan en las
notas no deben ir en la bibliografía. Esta debe listar artículos y libros por orden
alfabético, sin distinguirlos por su carácter, tema o período. Una bibliografía única,
ordenada alfabéticamente, sirve para facilitar al lector el acceso a la referencia completa
de una obra, especialmente cuando en las notas al pie o al final se dan referencias
abreviadas. Si la bibliografía está separada en partes (por tema, período, o cualquier otro
criterio), se obliga al lector a buscar la referencia en cada una de las partes.
Los ejemplos que se dan aquí siguen las normas de la Library of Congress, cuya
autoridad sobre esta materia es similar a la del diccionario de la Real Academia
Española sobre el uso de nuestra lengua, excepto en cuanto a la puntuación que separa
los componentes de la referencia, para lo que se ha adoptado el uso de la Editorial de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero, Eduntref, que separa todos los componentes
de una entrada con coma: autor, título, lugar de edición, editorial, año.
El formato adoptado en lo que sigue, sin embargo, debe tomarse solo como un
ejemplo posible. Hay otros formatos (APA, Chicago, MLA, etc.) pero lo más importante
es usar siempre el mismo dentro de un mismo trabajo (monografía, artículo o libro). Las
editoriales y revistas académicas suelen ajustarse a un formato determinado que han
seguido tradicionalmente, en cuyo caso, para publicar en ellas, es necesario adecuarse a
tales requisitos.

5.2.1 Libros de un autor


La información que debe incluir la referencia, como se ha visto en 5.1, es el nombre del
autor, el título del libro, el lugar de publicación, el nombre de la editorial y el año de
publicación, en ese orden:
Anzorena, Oscar, JP: historia de la Juventud Peronista, 1955-1988, Buenos Aires,
Cordón, 1989.
Adviértase que en todos los casos el signo de puntuación que va a continuación
de cuanto está en bastardilla (título del libro o nombre de una publicación periódica)
debe estar en redonda.
La separación del título y el subtítulo puede hacerse con dos puntos, como en el
ejemplo dado, o con punto y coma, como lo hace la Library of Congress. También en
este caso, cualquier sea el estilo adoptado, este debe mantener en todas las entradas.

5.2.2 Libros de dos autores


Anguita, Eduardo, y Martín Caparrós, La voluntad: una historia de la militancia
revolucionaria en la Argentina, 1966-1973, Buenos Aires, Norma, 1997.
Nótese que en el caso del primer autor se da apellido y nombre para poder
ordenar alfabéticamente la entrada, pero que en el caso del segundo autor se da nombre
y apellido porque no se utiliza para el ordenamiento alfabético.

12
5.2.3 Libros de tres o más autores
Dussel, Inés, Silvia Finocchio y Silvia Gojman, Haciendo memoria en el país de nunca
más, Buenos Aires, Eudeba, 1997.
Nótese que en el caso del tercer autor se sigue el mismo orden que en el del
segundo: nombre y apellido.

5.2.4 Libros en varios volúmenes


Pontoriero, Gustavo, Sacerdotes para el Tercer Mundo: “el fermento en la masa”
(1967-1976), Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1991, 2 vol.
Nótese que el nombre de la editorial debe darse completo (Centro Editor de
América Latina) y no abreviado (CEAL). La cantidad de volúmenes se indica al final
de la entrada.

5.2.5 Libros que tienen más de una edición


a) se debe citar la edición que se utilizó:
Mattini, Luis, Hombres y mujeres del PRT-ERP, 2a ed., La Plata, Editorial de la
Campana, 1995.
Nótese que el número de la edición va entre el título y el lugar de publicación.

b) si no se la utilizó, pero se quiere indicar otra edición


Mattini, Luis, Hombres y mujeres del PRT-ERP, 2a ed., La Plata, Editorial de la
Campana, 1995 [1ª ed., Buenos Aires, Contrapunto, 1990].
Adviértase que en la referencia entre corchetes a la primera edición es necesario
dar el lugar de publicación y el nombre de la editorial solo si fuesen distintos de los de
la edición utilizada; si no lo son, deben omitirse.

5.2.6 Libros traducidos


Gillespie, Richard, Soldados de Perón: los Montoneros, trad. Antoni Pigrau, rev. Marta
y Enrique Torn, 4ª imp., Buenos Aires, Grijalbo, 1997.
Nótese que el nombre del traductor y de los revisores va entre el título de la obra
y el número de edición o reimpresión.

5.2.7 Libros en otro idioma


Tamarin, David, The Argentine labour movement, 1930-1945, Albuquerque, University
of New Mexico Press, 1985.
En muchas revistas y en muchos libros de lengua inglesa se usan las mayúsculas
en todas las palabras del título de los artículos y libros. La Library of Congress, sin
embargo, no sigue esa práctica y solo las usa en las palabras de esa lengua (o de otras)
que lo requieren. Tal es el caso del adjetivo gentilicio “Argentine” en el título de este
libro, que en inglés va con mayúscula.
En el caso de los libros en otro idioma no se deben traducir el título ni los demás
componentes de la referencia. Si fuese necesario, por ejemplo en el caso de un libro
cuyo título está en griego (o en ruso, japonés, etc.), la traducción del título se da entre
corchetes, a continuación del título original.

5.2.8 Libros compilados


Amaral, Samuel, y Mariano Ben Plotkin, comp., Perón: del exilio al poder, 2ª ed.,
Caseros, Editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2004.
En otros idiomas se usan otras palabras para indicar los compiladores: “editor”
en inglés, “a cura di” en italiano; “sous la direction de” en francés. Debe notarse que los

13
compiladores son quienes recopilan en un libro artículos publicados o inéditos de varios
autores y, en general, agregan una introducción, una conclusión o ambas explicando el
motivo por el cual ha reunido esos artículos.

5.2.9 Capítulos en libros compilados con o más entradas en la bibliografía


a) Capítulo de un libro compilado mencionado solo una vez en la bibliografía
Arias, María Fernanda, y Raúl García Heras, “Carisma disperso y rebelión: los partidos
neoperonistas”, en Samuel Amaral y Mariano Ben Plotkin, comp., Perón: del exilio al
poder, 2ª ed., Caseros, Editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2004,
pp. 89-121.
Nótese que en este caso se da la referencia completa del libro donde se encuentra
ese capítulo. Las letras pp. indican las páginas del libro donde se encuentra el artículo.
Pueden omitirse pp. pero no se debe omitir el número de las páginas.

b) Capítulo de un libro compilado mencionado dos o más veces en la bibliografía


Arias, María Fernanda, y Raúl García Heras, “Carisma disperso y rebelión: los partidos
neoperonistas”, en Amaral y Plotkin (2004), pp. 89-121.
Nótese que en este caso se da la referencia abreviada del libro donde se encuentra
el capítulo.

5.2.10 Libros anónimos


El regreso de Perón, Buenos Aires, Síntesis, 1958.
Nótese que para ubicar esta entrada en la bibliografía no se considera el artículo.
Si por algún motivo el artículo definido o indefinido es tomado en cuenta para ordenar
alfabéticamente las entradas, se debe incluir una advertencia (en nota al pie, por
ejemplo) al comienzo de la bibliografía.

5.2.11 Libros institucionales y publicaciones oficiales


Los libros institucionales y las publicaciones oficiales se entran en la bibliografía por la
institución principal:

a) Argentina, Congreso de la Nación, Cámara de Diputados, Diario de sesiones de la


Cámara de Diputados, vol. 51, Buenos Aires, Imprenta del Congreso, 1985.
La entrada de la referencia de este tipo de obras en la bibliografía depende del
tema de la monografía o libro. La referencia abreviada de esa obra en las notas es
Argentina (1985), por lo que en el caso de que hubiese muchas entradas de
publicaciones oficiales argentinas es conveniente omitir “Argentina” a fin de evitar
confusiones al dar las referencias abreviadas. En ese caso la entrada tendría que darse
de la siguiente manera:

b) Congreso de la Nación, Cámara de Diputados, Diario de sesiones de la Cámara de


Diputados, vol. 51, Buenos Aires, Imprenta del Congreso, 1985.
En este caso la referencia abreviada en las notas debe ser Congreso de la Nación
(1985). Pero si en la monografía o libro hubiese muchas publicaciones del Congreso de
la Nación debería omitirse esa institución y entrar la referencia por Cámara de
Diputados.

5.2.12 Libros que son parte de una serie


Los libros de una serie pueden tener un mismo autor o compilador o varios diferentes
para cada volumen.

14
a) el mismo compilador o director
Tau Anzoátegui, Víctor, dir., Nueva historia de la Nación Argentina, Buenos Aires,
Planeta, 1999-2003, 10 vols.
Toda la obra tiene el mismo director, por lo que cualquier volumen de ella a que
se haga referencia debe tener la misma entrada, precisando el número de volumen y el
año de publicación:
Tau Anzoátegui, Víctor, dir., Nueva historia de la Nación Argentina, Buenos Aires,
Planeta, 1999, vol. 1.

b) distinto compilador o director


En este caso hay dos criterios distintos. El de la Library of Congress da prioridad al
título general de la obra, sin mencionar al director general ni al compilador del volumen:
Nueva historia argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 1998-2005, 12 vol.
Como esta obra tiene un director general y cada volumen un compilador distinto
conviene entrar la referencia a ella por el nombre de este último y por el título del
volumen:
Torre, Juan Carlos, comp., Los años peronistas (1943-1955), Buenos Aires,
Sudamericana, 2002 (Nueva Historia Argentina, vol. 8).
La primera forma de entrar la referencia de esta obra enfatiza su unidad. La
segunda, la particularidad de cada volumen. Esta segunda forma es conveniente para
relacionar ese volumen con el resto de la obra del compilador (en esta caso, los otros
libros de Torre. Si se la adopta, el título general de la obra queda como el título de la
colección y va entre paréntesis al final de la referencia (con todas las palabras con su
primera letra en mayúscula porque se trata del nombre de la colección).
En el caso de que en el trabajo se citen otros tomos de la misma obra, debe
incluirse una entrada para la obra en general. En ese caso, la mención entre paréntesis
al final de la entrada de cada volumen también debe de ir en bastardilla.

c) el mismo autor, varios volúmenes


Un caso distinto es la obra de un solo autor dividida en varios tomos, publicados juntos
o a lo largo de los años, cada uno de los cuales tiene un subtítulo diferente. En ese caso
la entrada va como en los ejemplos siguientes:
Luna, Félix, Perón y su tiempo; II: la comunidad organizada, 1950-1952, Buenos Aires,
Sudamericana, 1985.
Potash, Robert A., El ejército y la política en la Argentina, 1962-1973: de la caída de
Frondizi a la restauración peronista; segunda parte: 1966-1973, trad. Elvio Gandolfo,
Buenos Aires, Sudamericana, 1994.

5.2.13 Artículos
Gillespie, Richard, “A critique of the urban guerrilla: Argentina, Uruguay, Brazil”,
Conflict Quarterly, 1980, vol. 1, Nº 2, pp. 39-53.
Muchas publicaciones académicas en idioma inglés utilizan mayúsculas para
todas las palabras del título de un artículo, pero como la Library of Congress no las usa
para los títulos de libros no hay motivo para utizarlas en los de artículos. Las
publicaciones académicas en castellano utilizan en estos casos las mayúsculas solo para
la primera palabra del título y para los nombres propios que ellos contengan. Por
ejemplo:
Amaral, Samuel, “El empréstito de Londres de 1824”, Desarrollo Económico, 1984,
vol. 23, Nº 92, pp. 559-588.

15
Nótese que los nombres de las publicaciones periódicas van en bastardilla y
todas las palabras que los componen comienzan con mayúscula. Véase 5.2.9 sobre el
uso de pp. antes de los números de las páginas de la publicación periódica en las que se
encuentra el artículo.

5.2.14 Entrevistas
La siguiente modalidad de citar las entrevistas sigue las prácticas usuales entre quienes
hacen historia oral. Cada autor, sin embargo, debe adecuar la modalidad a su propia
necesidad. Puede, por ejemplo, dar una referencia abreviada en las notas y la referencia
completa al final del trabajo en una sección que incluya tanto las referencias a las fuentes
orales como a las bibliográficas (como se sugiere en el punto 5.2).

a) Si la transcripción fue realizada por el mismo entrevistador debe entrarse el nombre


del entrevistado, la fecha y lugar de la entrevista y el nombre del entrevistador:
Ostrovsky, Julián, entrevista realizada el 11 de diciembre de 1996 en la ciudad de
Buenos Aires; entrevistador: Adriana Kornblihtt.

b) Cuando hay más de un entrevistado:


Espósito, Antonio, y Raúl Gómez. Entrevista realizada el...

c) Si la transcripción no fue realizada por el entrevistador debe agregarse al final de la


entrada el nombre de quien la transcribió:
Pijuán, Oscar, entrevista realizada el 24 de setiembre de 1996 en Lanús (provincia de
Buenos Aires); entrevistador: Laura Benadiba; transcriptor: Jorge Martinez.

d) Si la entrevista forma parte del acervo de un archivo oral debe agregarse el nombre
de ese archivo y la referencia de la entrevista:
Lais, Alberto, entrevista realizada el 11 de diciembre de 1996 en Villa Maipú (provincia
de Buenos Aires); entrevistador: Daniel Plotinsky; Archivo Oral del Archivo Histórico
del Cooperativismo de Crédito, entrevista Nº 30.

f) En todos los casos, puede agregarse algún dato del entrevistado que ayude a
contextualizar su testimonio:
Gobbi, Danilo, dirigente de Caja de Crédito Bahiense Cooperativa de Crédito Ltda.
(Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires), entrevista realizada el 15 de diciembre de
1996, en Bahía Blanca; entrevistador: Daniel Plotinsky; Archivo Oral del Archivo
Histórico del Cooperativismo de Crédito, entrevista Nº 31.

g) En caso de que el entrevistado no autorice a publicar su nombre, se lo registrará con


alguna referencia que lo identifique en el contexto del trabajo:
J.C., entrevista realizada el 15 de...
Entrevistado 1, entrevista realizada el... Docente, 57 años, Entrevista realizada el...

h) Si se opta por dar una referencia abreviada en las notas al pie y la referencia completa
en la bibliografía, la referencia abrevaiada debe contener el nombre del entrevistado y
la fecha completa de la entrevista, si hubiere más de una, o el año si fuese solo una:
Gobbi, 15 de diciembre de 1996.
Gobbi (1996).

16
5.2.15 Material inédito
Solo se debe utilizar material inédito cuando resulta imprescindible, ya que puede ser
material de difícil acceso. En caso de que deba citarse por razones de honestidad
intelectual se debe indicar entre paréntesis (ms), es decir, manuscrito.
Perón, Juan Domingo, “Mis memorias” (ms), Madrid, 1968.
No se debe usar la palabra “mimeo” para manuscritos o para trabajos de
circulación restringida sino solamente para impresos a mimeógrafo (que hace mucho
que no existen, pero que eran habituales hasta los años sesenta para las ponencias de
congresos, panfletos y otro material efímero).

5.2.16 Libros, artículos y documentos que se encuentran en internet


Aunque durante cierto tiempo las reglas acerca de cómo citar este material fueron
inciertas, se ha establecido un formato que, además de todos los otros elementos de la
referencia de un artículo, capítulo o libro, incluye el nombre del sitio, la dirección que
tiene en internet y la fecha de acceso. Subsisten algunas diferencias entre las
recomendaciones de las autoridades, como la Library of Congress y el Chicago manual
of style, por lo que aquí se sigue a este último. A continuación se dan algunos ejemplos.

a) Libros publicados en papel y luego escaneados


Hay sitios que contienen libros que han sido escaneados completos de ediciones
previamente publicadas en papel, como archive.org, oll.libertyfund.org, gallica.bnf.fr,
o los bajados completos de sitios piratas (que omito mencionar pero que seguramente
pocos desconocen). La referencia de estos libros debe darse tal como si hubiesen sido
consultados en su versión en papel.
Freud, Sigmund, Civilization and its discontents, newly translated from the German and
edited by James Strachey, New York, W.W. Norton, 1962 [1ª ed., 1930].
Este libro está en el primero de esos sitios. No es necesario mencionar el URL
porque se trata de un libro preexistente que ha sido escaneado completo.

b) Libros publicados únicamente en forma electrónica


Hay libros que han sido publicados solamente en versión electrónica. En estos casos
debe darse la referencia en la bibliografía del mismo modo que un libro en papel, pero
en reemplazo del lugar y el año de publicación debe incluirse el nombre del sitio, el
URL y la fecha de acceso. Si se trata de un libro publicado anteriormente en papel, a
continuación puede darse entre corchetes la fecha de la primera edición.
Chateaubriand, François-René, vicomte de, Mémoires d’outre-tombe, Project
Gutenberg, www.gutenberg.org/etext/18864 (acceso 4 de junio de 2010) [1ª ed., 1849].

c) Artículos publicados en papel y luego escaneados


Hay sitios que contienen el texto completo de revistas escaneadas, como www.jstor.org
(el acceso es por suscripción, pero las bibliotecas de las universidades nacionales de la
Argentina están suscriptas), en cuyo caso debe darse la referencia como si se hubiese
consultado la revista en papel.

d) Artículos publicados únicamente en forma electrónica


Hay otras revistas que solamente se publican en formato eléctrónico. Algunas de ellas
mantienen el formato de año y número, pero otras no lo hacen. La referencia debe darse
del mismo modo que en el caso de un artículo incluido en una revista publicada en papel,
pero con el agregado al final del URL y la fecha de acceso:

17
Aboy, Rosa, “Ciudad, espacio doméstico y prácticas de habitar en Buenos Aires en la
década de 1950: una mirada a los departamentos para las clases medias”, Mundos
Nuevos, Nuevos Mundos, 2010, Nº [si la publicación lo tiene],
http://nuevomundo.revues.org/59215 (acceso 4 de junio de 2010).

5.2.17 Otro material encontrado en internet


En el caso de documentos u otro material publicado en internet debe darse el autor
(persona u organización), el título del documento, el nombre del sitio, el URL y la fecha
de acceso:
Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, “Documento N° 1” (1967),
www.chasque.net/mlnweb/documentos/documento1.htm (acceso 4 de junio de 2010).

5.2.18 Ebooks
El modo de citar los Ebooks puede encontrarse en http://es.wikihow.com/citar-un-libro-
electrónico-(Kindle). Allí hay indicaciones para citarlos en los estilos MLA, APA y
Chicago. En estas “Recomendaciones 25” (como también en las versiones anteriores)
se sigue, en general, el estilo Chicago.

5.2.19 Ponencias en congresos


a) si la ponencia está publicada en un volumen impreso en forma de libro:
Zorraquín Becú, Ricardo, “La intervención del cabildo de Buenos Aires en la vida
política nacional (1810-1821)”, en VI Congreso Internacional de Historia de América,
Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1982, tomo V, pp. 345-383.
En esta entrada debe notarse lo siguiente: 1) el libro no tiene autor, por lo tanto
se entra solamente el título; 2) la Academia Nacional de la Historia es la editorial, no la
autora; y 3) se menciona el año de publicación del tomo (1982), no el de realización del
congreso (1980). La palabra “tomo” y la abreviatura “pp.” pueden omitirse si ello no
produce confusión.

b) si la ponencia no está en un libro, sino en actas de congreso publicadas en forma de


volumen sobre papel:
Amaral, Samuel, “La financiación del gasto público en la hacienda colonial: un análisis
de las cuentas de la Caja Real de Buenos Aires, 1789-1791”, Anales de la Asociación
Argentina de Economía Política, 1982, vol. 17, t. 1, pp. 15-34.
En este caso, como en el siguiente, es mejor abstenerse de utilizar este material,
ya que esas publicaciones no son definitivas y posiblemente los autores las modifiquen
antes de publicarlas en revistas académicas o libros (como lo hice en este caso). Si por
algún motivo resulta imprescindible citarlo, se lo debe hacer como está aquí. La regla
general, no obstante, es que estos materiales no deben ser citados, ya sea que lo pida
expresamente el autor o no.

c) si la ponencia no está en un volumen, sino en hojas sueltas o en un CD:


Amaral, Samuel, “El Banco Nacional y las finanzas de Buenos Aires: el crédito oficial,
la regulación de la emisión y la restricción del crédito comercial”, III Jornadas de
Historia Económica Argentina, Neuquén, Universidad del Comahue, 1981.

5.2.20 Estas “Recomendaciones 25”


No es necesario citar estas recomendaciones, pero en el caso de que por algún motivo
lo fuese debe hacerse de la siguiente manera:
Amaral, Samuel, “Recomendaciones 25”, 2020 (pdf).

18
5.3 Entradas en las notas
Las notas sirven para que los lectores puedan conocer las fuentes que sirvieron a un
autor para construir sus argumentos. En ellas puede darse una referencia abreviada de
los libros, artículos, documentos, material de internet o cualquier otra fuente que se haya
utilizado, siempre que esté la referencia completa en la bibliografía tal como se indica
en 5.2. A continuación se dan ejemplos del modo de mencionar distintos materiales en
las notas.

5.3.1 Libros, capítulos de libros o artículos a) cuando hay un solo título por autor y año:
Anzorena (1989), 35.
Gillespie (1980), 41-43.
Manna (1993), 129, 131-133, 145.
El número entre paréntesis es el del año de edición del libro o de la revista. El
número que no está entre paréntesis corresponde a la página o páginas a las que se hace
referencia en el texto. Entre el autor y el año (entre paréntesis) no va coma, pero sí entre
el año y la página. Las páginas puede indicarse solo con el número o antediendo al
número con la abreviatura p., si es una página, o pp., si son varias. Los números de las
páginas deben darse completos: 153-154, no 153-54, ni 153-4.
Esta forma de remitir a la obra de un autor es mejor que la que incluye el apellido
y la frase “obra citada”, o abreviaturas como “ob. cit.” u “op. cit.”, porque en este caso
se hace necesario buscar hacia atrás en las notas cuál es la obra citada y en el caso aquí
recomendado basta con ir a la bibliografía para encontrarla.

b) Cuando hay más de un título por año de un autor: Arias y García Heras (1993b), 99.
Debe agregarse a, b, c, etc. a cada uno de los distintos artículos o libros, a continuación
del año, y esas letras deben coincidir con la asignada a ese título en la bibliografía,
también a continuación del año.

c) Cuando los autores son dos:


Arias y García Heras (1993), 99, 101-103. d) Cuando los autores son más de dos: Dussel
y otros (1997), 35.

5.3.2 Diarios y revistas no académicas


La Nación, 29 de mayo de 1967, 15.
Primera Plana, 21 de diciembre de 1965, Nº 115, 35.

5.3.3 Entrevista inédita cuya referencia completa está en la bibliografía.


Gobbi (1996).

5.3.4 Material inédito cuya referencia completa está en la bibliografía):


Perón (1968).

5.3.5 Cuando se cita el mismo libro, artículo, capítulo, etc, de la nota anterior, siempre
que en esta haya una única obra:
a) cuando es la misma página o páginas citada en la nota anterior:
Idem.
Este es un adverbio latino, cuyo significado es “lo mismo”. La Editorial de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero lo usa en redonda. El Chicago manual of style

19
reserva el uso de idem (o la abreviatura id.) para no repetir el nombre de un autor cuando
en una nota se citan varias obras suyas.

b) cuando es otra página o páginas del mismo libro, artículo, etc. mencionado en la nota
anterior:
Ibid., 55 (el número de la página).
Ibidem (usualmente se utiliza la abreviatura ibid.) es otro adverbio latino que
significa “en el mismo lugar”. Está incluido en el diccionario de la Real Academia
Española en bastardilla, pero en el de María Moliner está en redonda. Se debe elegir la
manera de darlo y utilizarla en todo el trabajo.
El Chicago manual of style recomienda el uso de ibidem o ibid. cuando se cita
la misma obra de la nota anterior, tanto si es la misma página (en cuyo caso no se da el
número de página) u otra distinta (en cuyo caso sí se da).

c) cuando la nota anterior menciona más de una obra, en la nota siguiente no debe usarse
ibíd., ni ídem, porque no quedaría claro al cuál de las obras mencionadas en la nota
anterior se refiere la siguiente.

5.3.6 Cuando es una cita de una cita


Se debe dar la referencia de la cita original, según corresponda, y decir de dónde ha sido
tomada. Por ejemplo:
Perón (1974), 55, en Amaral (1993), 45.
Si el libro donde está la cita original se cita por única vez en el trabajo, puede
darse la referencia completa en la misma nota. Por ejemplo:
Juan Perón, La fuerza es el derecho de las bestias, Santiago (Chile), s.e., 1956, 55, en
Amaral (1993), 45.

5.3.7 Cartas
En la cita de una carta se da primero el remitente (tal como firma), luego el destinatario,
el lugar en que fue escrita, la fecha, y el libro (a) o repositorio (b) donde se encuentra.

a) Juan Perón a María de la Cruz, Panamá, 23 de abril de 1956, en Perón (1993), 110-
111.
En este caso, la referencia completa del libro donde está la carta va en la
bibliografía.

b) Marcelo Ignes a Juan Pedro Aguirre, San Nicolás, 7 de octubre de 1826, Archivo
Histórico del Banco de la Provincia de Buenos Aires (ABP), 031-5-3-15.
En este caso, el nombre del repositorio se da completo la primera vez que se
menciona en el trabajo y luego por la sigla que en esa primera mención se consigna entre
paréntesis; se indica la colección si la carta formara parte de alguna, y la signatura tal
como se da en el repositorio donde se encuentra. La sigla del archivo debe estar en la
lista de abreviaturas que va antes de la bibliografía.

5.3.8 Documentos
a) En la cita de un documento publicado debe señalarse el nombre del autor (si lo
hubiere), el título del documento (entre comillas, si tiene un título identificable), y el
libro donde se encuentra:
Comando Superior Peronista, “Instrucciones generales para los dirigentes”, en Perón-
Cooke (1972), vol. 2, 389-398.

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b) En el caso de un documento que está en un archivo, en lugar del libro se indica el
nombre del archivo y la signatura:
Frederico Augusto do Amaral Sarmento Mena, “Itinerario da marcha da 1ª Brigada de
Infanteria ao mando do Coronel F. F. da P. Pereira Pinto que marchou da Colonia do
Sacramento a 14 de dezembro de 1851, para ir fazer parte do Exercito do General
Urquiza”, Arquivo Historico do Rio Grande do Sul, arquivos particulares, lata 42, maço
7.

c) En el caso de información tomada de documentación sin autor se indica el título, el


archivo y la signatura:
“Price current of produce in Buenos Ayres in the years 1821, 1822, 1823”, PRO, Foreign
Office, 354/8, ff. 34v-35.

d) Si no tiene autor ni título, solo el repositorio y la signatura:


AGN, Sucesiones, leg. 6726.
En la nota puede darse el nombre del archivo en forma abreviada (PRO, por
Public Record Office; AGN, por Archivo General de la Nación), pero en ese caso debe
darse el nombre completo y su ubicación en una sección de abreviaturas al final del
trabajo, antes de las referencias bibliográficas.

5.3.9 Artículos de diarios o revistas


En la cita de un artículo de diario va el nombre del autor, el título entre comillas, el
nombre del diario o revista, la fecha, el número de la publicación (en el caso de una
revista, no de un diario) y las páginas en que se encuentra el artículo. En los siguientes
ejemplos se dan casos con esa información completa (a) y otros en los cuales falta el
nombre del autor (b). Toda la información de los diarios y revistas tiene un título, pero
solo hay que darlo si es de alguna importancia para el argumento desarrollado en el texto
(c). Después de la fecha y antes del número de página conviene poner p. o pp. para
indicar página o páginas a fin de que los números siguientes no se confundan con el
número del diario o revista. Si fuese necesario para evitar confusiones (pero no es
imprescindible), puede identificarse la sección (a) o columna (c) del diario en que se
encuentra la información. Un artículo de diario o revista que se cita varias veces en una
monografía, tesis o libro puede incluirse en la bibliografía, en la que entra por el nombre
de su autor o, si no lo tuviere, por su título.

a) Eduardo Vaquer y Ariel J. García, “La reconversión ganadera”, La Nación, 26 de


noviembre de 1994, sec. 4, p. 1.
b) “El viraje del XIV Congreso”, Primera Plana, 30 de agosto de 1973, Nº 505, p. 8.
c) La Vanguardia, 18 de octubre de 1945, p. 5, c. 2.

5. 3.10 Material de internet


Véase 5.2.16 y 5.2.17.

6. Dudas
Las dudas acerca de cómo se debe entrar un libro en una bibliografía pueden despejarse
mediante la consulta de: (1) la bibliografía mencionada al final de estas
recomendaciones; (2) el referencista de una biblioteca; o (3) de los catálogos de las
bibliotecas disponibles en internet. Es conveniente consultar más de un castálogo, ya

21
que ninguno está libre de errores. Las principales bibliotecas cuyos catálogos están en
línea son:
a) Library of Congress: catalog.loc.gov
b) Harvard University: hollis.harvard.edu
f) University of Illinois at Urbana-Champaign: library.illinois.edu
g) Yale University: web.library.yale.edu
h) Stanford University: searchworks.stanford.edu
i) Bibliothèque Nationale de France: bnf.fr
j) Biblioteca Nacional de España : bne.es
k) British Library: bl.uk
l) Biblioteca Nacional de la República Argentina, bn.gov.ar
m)Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, biblioteca.anh.org.ar
n) Worldcat, worldcat.org, es un catálogo que incluye muchas bibliotecas de todo el
mundo (pero no todas), que además tiene la ventaja de informarnos qué biblioteca tiene
el libro. Muy pocas bibliotecas argentinas, sin embargo, están adheridas.
o) Si todo falla, puede enviarme su pregunta a amaral.samuel@gmail.com.

7. Glosario
Bastardilla: también llamada cursiva o itálica. Es el estilo de fuente usado para
los títulos de libros y los nombres de publicaciones periódicas y películas. Puede usarse,
ocasionalmente, para destacar una palabra en un texto. En Word está en Inicio/Fuente,
en la segunda sección de la barra superior, indicado con la letra K.
Caja: es lo que está dentro de los márgenes.
Caja menor: cuando una o varias líneas de un texto van con márgenes menores
que los del texto. Suele usarse para las transcripciones textuales de cinco renglones o
más.
Comillas: pueden ser dobles (“ ”) o simples (‘ ’). Las dobles se usan para los
títulos de folletos, artículos de publicaciones periódicas y de capítulos de libros.
También se usan para transcripciones y para indicar que cuanto está entre las comillas
es de otro autor. Las simples, solo citas dentro de citas. Sobre su uso véase supra 2.2.m,
4.1.2.c, 4.2.c, 4.2.d, 5.1.2, 5.3.8 y 5.3.9.
Cuerpo: es el tamaño de la letra. El texto de estas “Recomendaciones 25” está
en cuerpo 12; los títulos de las secciones, en cuerpo 14; y los de las subsecciones, en
cuerpo 12.
Fuente: es el tipo de letra. Estas “Recomendaciones 25”, por ejemplo, están en
Times New Roman.
Infra: indica algo que está después en el texto. Va en bastardilla por ser una
palabra en otro idioma (latín en este caso).
Manuscrito: ya nadie redacta monografías o libros a mano, pero la palabra
continúa usándose para designar a una obra terminada que se envía a publicación.
También se la llama original.
Márgenes: son los límites derecho e izquierdo, superior e inferior del texto
escrito en una página. En Word se pueden cambiar para todo el texto cliqueando Control
C y yendo a Disposición/Márgenes. Allí hay varias opciones pero conviene usar la
Normal.
MAYÚSCULA: en el texto no debe utilizarse más que para la primera letra de
los nombres propios o de instituciones; en la bibliografía es usada por Eduntref para el
apellido de los autores en cada entrada. En Word está en Inicio/Fuente/Efectos.
Negrita: es el estilo de fuente usado frecuentemente en los títulos de capítulos y
secciones de capítulos y artículos. No debe usarse para destacar palabras en un texto.

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En Word está en Inicio/Fuente, en la segunda sección de la barra superior, indicado con
N o en Inicio/Fuente/Estilo de fuente. En estas “Recomendaciones 25” se usa en el título
de las siete secciones en cuerpo 14 y en el de las subsecciones en cuerpo 12.
Original: es la obra terminada que se envía a publicación. Aquí se usa en ese
sentido en 4.1.1.b. También se usa manuscrito para designarla.
Redonda: es el estilo de fuente llamado Normal en Word/Inicio/Fuente/Estilo de
fuente. Es el usado en el texto de estas “Recomendaciones 25”.
Supra: indica algo que está antes en el texto. Va en bastardilla por ser una palabra
en otro idioma (latín, también).
VERSALITAS: no es un efecto usado con frecuencia, a menos que lo requieran las
normas de una editorial o publicación periódica, en cuyo caso indicarán cómo hacerlo.
En Word está en Inicio/Fuente/Efectos.

Conclusión
Todo trabajo debe tener una conclusión y también este. Como no tiene un desarrollo
argumental, sin embargo, sino que es apenas una agregación de recomendaciones, más
generales o más puntuales pero solo recomendaciones, no es posible exponer aquí los
resultados ni enfatizar su significado dentro del contexto que la introducción –en el caso
de una monografía, artículo, capítulo o libro– debe presentar. Así, esta conclusión no es
más que cierre provisorio, en espera de comentarios como los que en el pasado me
permitieron mejorar y expandir el contenido de este trabajo.
Si tuviera que decir algo en favor de la utilización de estas recomendaciones,
además del testimonio de muchos usuarios debería incluir el mío (con lo que, de un
modo inapropiado, me veo obligado a recaer la primera persona que había confinado al
prefacio). Desde que puse en circulación la primera edición, hace más de quince años,
me vi obligado a seguirlas en mis propios trabajos. Esto me permitió eliminar las
inconsistencias en que antes incurría y mejorar tanto la presentación como la
argumentación de cuanto escribo. Espero que resulten igualmente útiles a sus usuarios
(ya que no han sido pensadas para lectores que las lean del principio al final) y que
continúen los comentarios.

Bibliografía
La bibliografía sobre todos estos temas es muy abundante y debe consultarse para
resolver los problemas no tratados en estas páginas. Las recomendaciones que
anteceden han sido tomadas de los siguientes libros:

Becker, Howard S., Trucos del oficio: cómo conducir su investigación en ciencias
sociales, Buenos Aires, Siglo Veintiuno, 2009.
Becker, Howard S., Manual de escritura para científicos sociales: cómo empezar y
termina una tesis, un libro o un artículo, trad. Teresa Arijón, Buenos Aires, Siglo
Veintiuno, 2011.
Chicago manual of style, 17ª ed., Chicago, University of Chicago Press, 2017.
Eco, Umberto, Cómo se hace una tesis, Barcelona, Gedisa, 1982.
García Negroni, María Marta, El arte de escribir bien en español: manual de corrección
de estilo, Buenos Aires, Santiago Arcos, 2010.
Guitton, Jean, El trabajo intelectual, Buenos Aires, Criterio, 1955.
Moliner, María, Diccionario de uso del español, 20ª reimp., Madrid, Gredos, 1997, 2
vol. [Hay una edición actualizada de 2016].
Rodríguez Rivero, Manuel, “Huele a torta de salvado de avena”, El País, 27 de agosto
de 2011.

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Serafini, María Teresa, Cómo se escribe, Barcelona, Paidós, 1996.
Strunk, William, y E. B. White, The elements of style, 3ª ed., New York, Macmillan,
1979.
Turabian, Kate L., A manual for writers of research papers, theses, and dissertations,
rev. Wayne C. Booth otros, 9ª ed., Chicago, University of Chicago Press, 2018.
Zubizarreta, Armando F., La aventura del trabajo intelectual: cómo estudiar e
investigar, México, Addison Wesley Longman, 1998.

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