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La literatura gauchesca

En torno al gaucho se fue construyendo un espacio literario que lo tomó como


personaje central y exploró su visión del mundo. Se trata de la literatura gauchesca
que presenta al gaucho con su forma de expresión, el habla rural, y su ámbito, la
pampa.
El iniciador de la poesía gauchesca fue Bartolomé Hidalgo (1788-1822) con los
Cielitos y Diálogos patrióticos que utilizó la lengua oral propia de los gauchos para
incitarlos a enrolarse en la lucha contra los españoles, ya que la mayoría eran
analfabetos.
El exponente máximo de esta literatura es el Martín Fierro de José Hernández
(1834-1886). Su importancia consiste no sólo en introducir modalidades fonéticas y
expresivas propias del mundo y de las costumbres gauchescas, sino también en
expresar la mentalidad de este personaje y su particular relación con el hombre y con
la naturaleza. Además presenta la realidad nacional desde la perspectiva del gaucho
exaltando su condición humana para lograr el respeto de las clases dirigentes.
Este poema está organizado en dos partes: “El gaucho Martín Fierro” (13 cantos),
publicada en 1872, y “La vuelta de Martín Fierro” (33 cantos), publicada en 1879.
La primera parte denuncia la opresión que la clase política ejerce sobre el gaucho y
revela simultáneamente su capacidad para enfrentarla con rebeldía y libertad de
espíritu. Esta actitud es netamente romántica. El héroe perseguido por la sociedad la
enfrenta, transgrede sus normas y se refugia en el mundo natural.
Características de la poesía gauchesca
*Presenta un conflicto entre civilización y barbarie.
*El territorio pampeano como ámbito geográfico.
*El gaucho como personaje central.
*Elementos que acompañan al personaje: el caballo, el mate, el cuchillo, el poncho y
la guitarra.
Características del gaucho
*El amor por la pampa.
*La búsqueda de la libertad
*El esfuerzo
*El exigir justicia
El poema contrapone dos etapas de la vida del gaucho: una feliz y otra desdichada.
Esto tiene un correlato histórico. En la primera parte del S. XIX el gaucho se
desplazaba libremente por la pampa donde abundaba el ganado cimarrón. Realizaba
tareas como la doma o el arreo de ganado. Esta situación cambió tras la caída de
Rosas. Llegó el ferrocarril, los campos se alambraron, se marcó el ganado. Era la
época de Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca. Los estancieros utilizaban al gaucho
como mano de obra barata y los políticos lo usaban para aumentar su caudal electoral
o para enfrentar a los indios.
El gaucho fue marginado de la sociedad y fue desapareciendo a medida que se
fortalecieron las estancias, que necesitaban de peones disciplinados, acomodados a
una cultura del trabajo. Sin embargo, la literatura y el imaginario colectivo lo elevaron
a la categoría de mito.

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