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RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS “DOS PROPUESTAS DE RÉFLEXION DESDE UN MISMO

TEMA: ÉTICA Y VALORES”

Autor: Gerardo Barbera


UNIVERSIDAD DE CARABOBO VALENCIA – VÉNEZUELA

DOS PROPUESTAS DE REFLEXION DESDE UN MISMO TEMA: ÉTICA Y VALORES

Entre los temas más urgentes que se presentan en el área de la educación, destacan los planteamientos en
torno a la posibilidad de la "Educación en Valores". La dimensión moral del hombre ha sido un
elemento esencial en la historia del pensamiento de la humanidad. La Ética se define como la reflexión
filosófica acerca de las razones que fundamentan los distintos marcos morales que se proponen. De tal
manera, que toda reflexión que se realice como base teórica de una moral propuesta presenta, de manera
implícita o explícita, una concepción antropológica dentro de una opción trascendental o inmanente
como razón de la existencia.
La concepción antropológica que fundamenta cualquier opción ética, determina la moral concreta que se
plantea como camino ideal del hombre y de la humanidad. Por lo tanto, la comprensión de un texto de
Ética o de Moral, solamente se realiza completamente desde el análisis de la concepción antropológica
correspondiente, como hilo de interpretación coherente del sentido de la vida que cada autor sugiere.
En este sentido, se presentan dos textos que enfrentan el problema de los Valores desde perspectivas
antropológicas diferentes ......

"PARA EDUCAR EN VALORES. TEORÍA Y PRÁCTICA"


AUTOR: MARIA GUADALUPE RAMOS
Ed. UC. Valencia 2000

Es innegable el hecho de que estamos viviendo en una sociedad "sin brújulas". Los grandes mensajes de
carácter religioso y los sistemas de naturaleza ideológica, se encuentran en crisis, o por lo menos, en lo
que se refiere a la vida concreta de las personas, han perdido su influencia orientadora. En la cultura
occidental se está viviendo una época de incertidumbre, en donde el hombre se siente como arrojado aun
mundo desconocido. Este hecho de la crisis en cuanto al sentido de la vida es innegable..
El síntoma más evidente que nos muestra el nivel de crisis de una sociedad se encuentra en el
"Relativismo" como solución, o como opción desesperada ante el problema del sentido de la vida, de tal
manera, que al entrar en crisis las grandes religiones y los grandes sistemas ideológicos, la salida no
consistirá en hacer desaparecer todo elemento religioso ni todo sistema ideológico, sino por el contrario,
aparecen "religiones" para todos los gustos, "ideologías políticas" para cada cual, y sobre todo, "valores
morales" ajustados al capricho de cada persona.
Dentro del campo moral propio de una sociedad en crisis,.en la que se propone un marcado relativismo
ético, las opciones en la dimensión valorativa se convierten en una tarea urgente dentro del área
educativa, se trata de formar al individuo para la "valoración", dado que no. puede evitarse que la
sociedad presente un abanico de axiologías diferentes. No se pueden cerrar los ojos frente a la realidad y
pretender que el relativismo no existe. De lo que se trata es de educar a las personas para que sean
capaces de formarse en la dimensión de los valores, dentro de la sociedad real y no dentro de una
sociedad muy hermosa, pero inexistente. En tal sentido, la profesora Ramos indica, en cuanto a la
urgencia de la necesidad de la educación en valores:

Se ha dicho que el problema de la Educación en Valores, no es nuevo y eso resulta fácil demostrarlo, lo
que no resulta fácil, pero si urgente, es la necesidad imperiosa de promover el conocimiento sobre un
tema tan trascendente, cuando la sociedad necesita cambios profundos en función de hacer emerger un
nuevo modo de vida, para enfrentar la globalización, la pluriculturalidad y las transformaciones que la
Postmodernidad impone con su ausencia de valores éticos mórales. (p. Xüi)
Se trata de determinar, hasta qué punto es posible educar en valores. Dé esta manera el problema nos
lleva a reflexionar en cuanto al cómo y con relación al contenido. De tal manera, que el libro se centra
en dos dimensiones claras: acerca del método, y en torno a un marco referencia) de valores que apunten
hacia todas las dimensiones esenciales del ser humanó. En esencia, se presenta una propuesta
antropológica que puede ser fomentada desde el área de la educación formal, de ahí los cuatro elementos
que conforman el horizonte antropológico propuesto: Aprender a Ser, Conocer, Hacer y Vivir en
Sociedad.
La tarea consiste en dar un enfoque formativo al proceso educativo. La educación que procura la
formación de la persona, no solamente puede consistir en transmitir información necesaria. La educación
se plantea como un proceso trascendental, en cuanto a sus objetivos y en cuanto a su alcance; la escuela
no se puede reducir a un taller de instrucción. No es suficiente producir conocimientos, sino formar
personas. De acuerdo con este criterio, la autora expone:

La educación es la llamada a dar respuesta a esta situación cambiante, porque es la posibilidad de


realización de los ideales humanos. La educación tiene fines inmanentes que influyen directamente en
un grupo determinado, y fines trascendentes que sobrepasan el grupo concreto y abarcan ámbitos
universales y sobrenaturales. Este ámbito de trascendencia es el que ha sido relegado, quedando de lado
en la práctica educativa, situación que ha dado como producto, una educación desvalorizada .y
desvalorizadora, donde la experiencia de. vida, los valores que dan sentido a las costumbres, a los
hábitos, a las tradiciones; y hacen que los seres humanos se sientan orgullosos de su idiosincrasia, su
identidad y sus capacidades personales, han desaparecido. (p.18).

La Profesora Ramos nos presenta en su obra "Para Educar en Valores, Teoría y Práctica", la importancia
de la Educación en Valores de cada uno de los miembros de la sociedad; solamente a través de este
proceso de aprendizaje significativo, se puede transformar al ser humano y en consecuencia, comenzar
con la transformación de la sociedad. La esencia del cambio radica en un primer momento en la toma de
conciencia sincera y real de la importancia de educar en Valores.
En la mayoría de las ocasiones, al tema de "la Educación en Valores" se le considera como algo "urgente
y necesario", pero no se hace nada o muy poco al respecto, todo queda en el deseo de cambio, pero no en
opciones de cambios que comienzan con el propio proceso de concientización vital de esta necesidad de
educar en valores, y de ver en este proceso el inicio de transformación hacia una sociedad más justa. De
ahí el verdadero objetivo del libro; expresado en los siguientes términos:

Educar en valores, puede sacarnos de este vivir la inmediatez (signo inequívoco de la Postmodernidad),
para profundizar en las raíces de los principios universales, familiares y personales. Educar el.
conocimiento y a la vez el interior de la persona. Educar para la vida, será educar lo valioso que tiene la
vida; educar los valores vitales, es no contradecir la cosmovisión existencial de la persona, sino
orientarla hacia la consecución de sus más elevados ideales.

Con esto se ratifica una vez más que la Educación en Valores no es una opción más o menos aceptable,
no, es la OPCION por excelencia; de optar por una educación así, se habrá escogido la mejor parte, un
camino tan amplio como difícil, tan halagador como comprometedor, pero al fin, el camino que
encauzará la vida propia y la de los que se convive en relación, pues hay que tener presente que la vida
se encoge o se expande en proporción al valor con que se viva. (p.22)

La práctica educativa que se requiere está orientada hacia la formación de la persona en cuanto a su ser
integral e indivisible, lo que significa formar el carácter, o si se prefiere, la personalidad, de tal manera,
que el proceso educativo trascienda cualquier tentación de pragmatismo puro, que determina el
aprendizaje como una sumatoria de habilidades demostrables, que poco o nada tienen que ver con el
sujeto y su intimidad, en donde la inteligencia se reduce a la "capacidad de resolver problemas".
La formación en Valores propuesta por la profesora Ramos, sugiere una concepción antropológica
mucho más amplia, basada en la responsabilidad del acto libre como dimensión esencial del ser humano.
El hombre en sí mismo es opción frente a la realidad no puede ser neutro. La conciencia es
interpretación y elección y requiere por lo tanto, la orientación en cuanto a sus posibilidades de
realización, de ahí la necesidad de educar en Valores desde la misma niñez y adolescencia. Pero no hacia
una libertad basada en el capricho, lo cual sería favorecer el relativismo y la inmediatez. Aunque no lo
menciona con la intención explícita de una propuesta concreta, la profesora Ramos deja escapar, como
quien no quiere su opción antropológica, a través de la siguiente idea:

El hombre al que se pretende formar. del latín "homo", significa "el nacido de la tierra"; su esencia
etimológicamente es esa: la tierra. De las cosas terrestres, el hombre se eleva para adentrarse a un mundo
superior, pues se descubre a cada paso su grandeza incomparable. Su doble dimensión se expresa
primero por su ser corpóreo, el cual, explicado por sí sólo, conduce al surgimiento de un materialismo
antropológico que desfigura su verdadera esencia; es miembro de la naturaleza pero le corresponde una
vida espiritual intrínsicamente independiente de cuanto sea corpóreo. La vida espiritual por lo tanto, re-
presenta el más elevado grado de vida, porque transciende los límites materiales. ( p.54)"

La intención de este marco antropológico consiste en fundamentar la teoría de los Valores que apunten
hacia el desarrollo integral del ser humano. La profesora Ramos entiende que un marco de valores tiene
como objetivo precisamente el desarrollo de todas las dimensiones del ser humano, y que ninguna
ideología puede mutilar ninguna de estas dimensiones, y luego pretender que favorece el desarrollo del
hombre, o del "humanismo".
En este marco antropológico propuesto como fundamento de una educación en valores, el hombre es
visto ante todo como un ser espiritual, entendiendo que es capaz de trascender los límites de la materia y
de aspirar algo más que satisfacer sus necesidades biológicas y sociales, el hombre en cuanto tal se
presenta con vocación de infinitud y de filiación al Absoluto:

El hombre, hecho a imagen de Dios, a pesar de su múltiple estratificación, presenta un conjunto unitario.
Es armónico total. La naturaleza espiritual que el hombre posee, le hace intangible y peculiar, le da
personalidad. Esto trae consigo la obligación de respetar sus derechos fundamentales. (p.65)

La propuesta de la profesora Ramos en su libro "Para educar en Valores, Teoría y Práctica" no es de


carácter teórico. Las teorías que se exponen están presentadas en función de una propuesta práctica:
"Diseñar un Modelo Instruccional para la formación de los educadores, de acuerdo con las nuevas
corrientes educativas, dimensionando la educación hacia las exigencias del mundo globalizado". Este
objetivo central de la propuesta de la profesora Ramos indica la necesidad de formar a los docentes en
función de la Educación en Valores.
De esta manera, la Educación en Valores sugiere la presencia protagónica de los docentes de aula. Se
trata de un docente que viva de manera especial su ser docente desde la dimensión formativa, que
entienda y viva su labor como una "vocación especial", que implica que su misión esencial consiste en
educar en y desde los valores a sus alumnos, para que éstos sean capaces de formarse desde el diálogo
en un marco de valores que desarrolle todos los elementos de su personalidad, de tal manera que la vida
y el hombre en sí mismo tengan sentido
Sin embargo los problemas y los interrogantes surgen:

- ¿Estarán los educadores en capacidad de asumir la responsabilidad de impartir una educación


formativa como la que ho3 sita?

-¿Tendrán un conocimiento claro del lenguaje adecuado para educar en valores, capacidad de
caracterizar los valores propios del sistema democrático y más concretamente los que están implícitos y
explícitos en el ámbito del Sistema Educativo Venezolano

- ¿Los educadores y las educadoras habrán sido formados de acuerdo al perfil que debe caracterizarlos
para la educación de hoy y poder desarrollar las estrategias didácticas adecuadas?
Estos interrogantes que plantea la profesora indican el contenido de su obra. Todas las propuestas giran
en torno a la formación de los docentes como los agentes naturales, llamados por vocación específica a
la transformación y educación moral de los alumnos. La propuesta del Modelo Instruccional se
encuentra insertado en el mismo corazón del educador en concreto y desde la realidad del Sistema
Educativo Venezolano.
"Para Educar en Valores, Teoría y Práctica" se ha convertido en una obra central y necesaria para todos
aquellos educadores que sienten vibrar en lo más profundo la llama de la vocación docente. Se trata de
un libro que propone tareas concretas para facilitar la comprensión y la aplicación de todo un
Instrumento de trabajo para hacer realidad la anhelada educación moral de los alumnos.

UNIVERSIDAD DE CARABOBO / FACE


"ÉTICA Y CIUDADANIA"
AUTOR: FERNANDO SAVATER
Ed. MONTE AVILA. CARACAS 2000

Una de los interrogantes fundamentales que define una determinada concepción de la ética tiene que ver
con la finalidad del comportamiento moral del hombre. Es decir, ¿qué se persigue obtener con un
comportamiento moral determinado?. Desde un punto vista antropológico, el fundamento de cualquier
opción ética se encontraría enmarcada dentro de un proyecto de humanidad, dentro de una determinada
concepción acerca del sentido de la vida. Toda ética plantea el problema del sentido de la vida, y por
extensión, el sentido de la historia de la humanidad.
Savater plantea que le ética es de carácter exclusivamente personal, es la persona en concreto quien
recibe el compromiso ético como elemento fundamental de su existencia, la ética es "mi respon-
sabilidad", nadie puede darle sentido a mi vida, por lo tanto, solamente yo puedo encontrar el sentido a
mi vida desde "mi ética personal". Sin embargo, toda persona es sociedad en sí misma. El ser social es
una dimensión del ser personal, por lo tanto todo proyecto de vida, por muy personal que pretenda ser,
se puede vivir solamente en sociedad, de tal manera, que el compromiso personal de la opción ética se
extiende y se vive desde la sociedad, en donde los diferentes proyectos se hacen convivencia y se
transforman en "Política". La Ética y la Política son dos caras de una misma moneda, aunque cada una
debe estar en el lado que le corresponde. De ahí el título de la obra "Ética y Ciudadanía".
Fernando Savater estuvo en Caracas durante la semana comprendida entre el 24 y el 31 de octubre de
1998 y posteriormente en el 2.000, una invitación de la Contraloría General de la República hizo posible
su presencia dentro del programa de esta institución para celebrar sus sesenta años de fundada. A lo
largo de esos intensos días de permanencia, Savater expuso siete conferencias e intervino en tres
diálogos, entre otras actividades. "Ética y Ciudadanía" recoge la trascripción en su totalidad tanto de las
conferencias como de sus diálogos. Los temas publicados en la obra son:

¾Nota de Presentación para un libro interesante


¾Savater aquí entre nosotros
¾La ética es una reflexión sobre la libertad
¾No es intelectual aquel que intenta hipnotizar a los demás
¾La actitud racional tiene un fondo moral
¾Fernando Savater, un filósofo optimista
¾Los periodistas quieren ser la noticia y no sus informadores
¾El libro es un invento muy difícil

No obstante todos los temas abarcados, el libro presenta, de manera magistral, las propuestas esenciales
del pensamiento ético y político del autor: La ética es un asunto personal, y la política concierne al plano
social, pero ambas conforman una misma realidad en coherencia a la misma naturaleza dialéctica del
hombre como animal político" y "animal racional". La segunda idea central trata el ser de la ética en
cuanto su fundamento inmanente, ajeno a cualquier intención de trascendencia. La ética encuentra su
razón de ser desde la vida misma, tal cual como se manifiesta es su espacio y en su tiempo. La ética se
entiende como "coraje de vivir". Su visión de la ética como un asunto personal es, tal vez, el primer
postulado que Savater deja como introducción o punto de partida de todas las reflexiones posteriores,
cuando expresa:

La ética es una actitud, una reflexión individual sobre la libertad propia en relación con la libertad con
los demás y con la libertad social en que nos movemos. No puede ser sustituta la ética de la reflexión
política o de la reflexión jurídica, o de otras cuestiones igualmente imprescindibles. Es esencial que cada
cual tenga su ética, ésta es fundamentalmente asunto de cada cual. Cada cual debe desarrollar, vigilar su
libertad porque le interesa a él, no porque ese sea el mejor medio de mantener la paz social; ésta se
mantiene con buenas instituciones políticas, públicas, jurídicas, con un buen funcionamiento de la
economía. (p.9).
La ética tiene que ver con un proyecto personal de vida, en cambio los problemas sociales tienen que ver
con el funcionamiento de las instituciones que han sido creadas para el bienestar social. Son las personas
las que "tienen ética" que se hace realidad desde la convivencia, o desde el ser social. La persona es ante
todo un ser racional, que necesita, por cuestiones de su propia naturaleza existencial, dar rezones, o dar
sentido a su propia vida, y es aquí, en la dimensión íntima y existencial del ser humano, donde la ética
cobra pleno sentido. Savater los expone de la manera siguiente:

La filosofía lo que hace es mantener viva la pregunta, ofrece una respuesta que va a seguir acompañando
a la pregunta; esas respuestas que da la filosofía se incorporan a la historia de la pregunta. La filosofía
nos permite vivir con las preguntas, no nos da soluciones para ellas; nos permite vivir dignamente con
unas preguntas que en cierta medida sustentan nuestra propia humanidad, capacidad y humanidad, diga-
mos humana, y, claro, las preguntas de la ética: ¿qué debo hacer?, ¿qué es el mal?, ¿cómo vivir?, son
preguntas esenciales, son preguntas filosóficas (145).

Savater deja muy claro que la ética responde a preguntas sobre el sentido de la vida, por lo tanto, es en sí
un área del saber filosófico, que no puede ser reducido, sin destruir su propia naturaleza, a una especie
de "ciencia de la conducta". La ética tiene que ver con la vida misma, con ese halo de misterio que la
encierra, con este eterno preguntarse sobre su propio sentido. La ética es la invitación irrenunciable de
todo ser humano por el encuentro consigo mismo, desde lo más significativo de ser persona que lo lleva
a aceptar el reto de enfrentar la vida desde la vida misma, desde la propia inmanencia del vivir. El
hombre tiene dos opciones, la sinceridad de su vida, o la enajenación existencial que lo llevaría a buscar
falsas tablas de salvación. En el fondo, las dos opciones se reducen a vivir con coraje, o esconderse en el
temor de vivir; así lo describe Savater:

Hay que aceptar el riesgo de la vida y no intentar guarecerse detrás de las cosas, objetos, posesiones, de
todo aquello que nos cubre, para estar acorazados frente a la vida. Ante la vida no hay defensa posible,
no hay más defensa que aceptarla, y en cada caso jugar la partida como mejor nos venga. Nadie puede
prevenirlo todo, acorazado frente a los males de la vida. Las morales exigen ese coraje, porque en el
fondo la cobardía es fruto de muchos males morales. Muchas veces traicionamos, mentimos,
engañamos, incluso dañamos á los otros, por miedo.

El primero que vio esto muy bien fue Lucrecio. En "De rerum natura", el gran poema metafísico y físico,
explica que la mayoría de las personas cuando son malas lo son por miedo a la muerte, por esa especie
de angustia que nos produce la proximidad de la muerte; queremos acumular, poseer, defender, quitarle
a los demás; porque nos parece que nada es suficiente para defendernos frente a la muerte, ante la cual,
por supuesto, no nos puede defender nada. De modo que el coraje para vivir es un primer
condicionamiento que todos los morales elogian; no hay morales que no elogien ese coraje para vivir.
(p.154)

El coraje para vivir se convierte en una expresión con la que el autor sugiere el primer momento
existencial de aceptación positiva del hecho de la vida, tal cual como se presenta en la realidad, como un
hecho inmanente en sí mismo, como una vida "mortal", que tiene que ser vivida en convivencia y con
sentido pleno de existencia. Esta misma convivencia determina la dimensión humana del vivir, es
precisamente, desde la "ciudadanía", desde donde la vida se hace. De tal manera, que el coraje de vivir
como dimensión personal se complementa con la capacidad de convivencia, lo cual es ratificado por el
autor en los términos siguientes:

... además de un coraje para vivir hay que tener también generosidad para convivir. La generosidad es lo
que suele llamarse la capacidad de ponerse en el lugar del otro; de poder ver las cosas, aunque sea
momentáneamente, desde otro ángulo de visión, no simplemente desde el ángulo en que uno las mira.
Por muy respetable y válido que sea tu ángulo, hay que decir: ¿ y desde el otro ángulo cómo se verá?
Esa generosidad para convivir es fundamental, y las morales exigen, de una manera o de otra, además de
coraje, generosidad. (p. 155).

Sin embargo, Savater, intuye que en este mismo convivir se necesita de un elemento de construcción,
que fomente el espíritu creador de humanidad, y que se oponga a esa inclinación hacia la destrucción. Se
reconoce que no todo es una "novela de amor", y que por lo tanto, se necesita de la fortaleza y del
compromiso hacia la construcción del hombre y de la humanidad. De tal manera, que el coraje y la
generosidad tienen que ser complementados en un perfecto triunvirato moral con la actitud hacia el
compromiso, con un proyecto de hombre y de humanidad; el coraje y la generosidad llevan al hombre
hacia la construcción; así se comprueba en el libro "Ética y Ciudadanía":

Por último, los morales también imponen una cierta prudencia para sobrevivir. Hace falta coraje para
vivir, generosidad para convivir, y prudencia para sobrevivir. Uno de los elementos fundamentales de la
moral es conservarse, potenciar las mejores cosas de uno, la moral no es solamente buscar la
convivencia y la colaboración, la ayuda a los otros, sino también desarrollar aquellos aspectos que nos
pueden hacer mejores, que nos alejan de la destrucción, de la miseria, la locura, la insensatez. (p.155).

Estos tres elementos: coraje, generosidad y prudencia, conforman el eje central de las virtudes morales
que llevan al hombre a su verdadero fin, en cuanto persona, en cuanto a ser vivo, que solamente cuenta
con su propia existencia como fundamento de su actuar, y del sentido de la vida. La pregunta surge: ¿
cuál es el sentido de la vida?, por decirlo de alguna manera, ¿qué queremos o qué podemos esperar con
la conducta moral?. Savater coherente con una ética inmanente a la propia existencia nos ofrece su
postura al respecto:

Después de dar muchas vueltas, me parece que la única respuesta lógica, decente, ante la pregunta: ¿qué
buscamos viviendo bien?, que se me ocurre es: alegría, porque esta es la única fosa que uno no busca
para ninguna otra, como instrumento para lograr ningún otro objetivo; la alegría la queremos por sí
misma. Si queremos tener mucho dinero, es porque suponemos que eso nos proporcionará alegrías; si
queremos tener amor, es porque suponemos que si la persona amada nos corresponde o si somos amado
por muchos, eso nos producirá alegrías; si queremos tener poder es porque suponemos que el mando
sobre otros produce algún tipo de alegrías; y creo que todas las otras cosas: la belleza, la admiración, lo
que ustedes quieran. Todo se reduce a que creemos que eso va a producirnos alegrías. (p.156).

"Ética y Ciudadanía" es una obra en la que Savater nos presenta de forma coherente una postura
axiológica fundamentada en la vida misma, en lo que tiene de existencia, de manera tal, que el hombre
desde su intimidad, se hace responsable absoluto de su existir .
....... "Para educar en Valores, Teoría y Práctica" y "Ética y Ciudadanía", son dos obras de autores que
fundamentan sus propuestas éticas desde diferentes concepciones antropológicas; la profesora Ramos
entiende al hombre como "Imagen de Dios", y de ahí su dignidad como persona, se trata de una opción a
favor de la Trascendencia de la existencia del hombre y de la humanidad. Por otra parte, el profesor
Savater entiende al hombre como un ser esencialmente mortal, de ahí que sus propuestas apunten hacia
el valor de vivir, o como él lo llama: coraje de vivir y de hacerse plenamente responsable de su
existencia y del sentido de la vida, tanto en la dimensión personal como en la social, o si se prefiere,
desde la ciudadanía o convivencia. Ambos autores representan dos formas distintas de reflexionar acerca
de un mismo tema: Ética y Valores.

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