Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Averiguarlo te puede costar horas, días, meses, incluso hay personas que
mueren sin haberlo conocido. El propósito o visión es ese objetivo que te gustaría
perseguir y mantener a lo largo de tu vida. Es algo que puede ser alcanzable pero
incuantificable e interminable, nunca podrías cerrarlo. Por ejemplo: viajar más,
evitar el hambre en el mundo, ayudar a los más necesitados, etc.
Si pudieras elegir algún tipo de actividad donde ayudar a otras personas, ¿qué elegirías?
¿Para qué crees que has venido a este mundo? ¿Crees que ha sido casualidad o para
ayudar en algo o a alguien?
¿A qué personas crees que les podría venir bien todos los conocimientos o experiencia que
tú tienes?
Al escribir una carta explicando tus sensaciones, sentimientos y posibles problemas que
anticipes que te van a ocurrir, en vez de enumerar una lista, obligas a tu mente a recrear una
visión. Ésta te va a ayudar a conseguir tus objetivos o enseñarte cómo conseguirlos. Ya
verás cómo al escribir una carta, en vez de una lista, cambia tu perspectiva o visión.
© EMOWE.COM
Propósito, misión y valores
Por ejemplo, una misión puede ser aprobar una oposición para conseguir pasar más tiempo
con mi familia o viajar a un sitio concreto, o aprobar un examen o terminar una carrera.
¿Qué tendrías que realizar en un plazo de dos a cinco años para acercarte o cumplir tu
propósito de vida?
¿Cómo te ves dentro de un año, dentro de cinco años, diez años y veinte años? Has una
lista de estas cuatro situaciones
Los valores no tienen que ser adjetivos, pueden ser mantras, frases. Por ejemplo, uno de
nuestros principios es reducir al mínimo depender del azar.
Estas son las preguntas que debes realizarte para conocer tus principios.
¿Qué frase podrían decir de ti y todo el mundo saber que están hablando de ti?
¿Qué regla fija has cumplido toda tu vida o que arrastras heredada de tu educación, familia,
cultura?
© EMOWE.COM
Propósito, misión y valores
Lo mismo ocurría con los perros de Pavlov que les daba de comer cuando sonaba la
campanilla. Por tanto, cada vez que sonaba la campanilla los perros segregaban saliva.
O como Rafa Nadal al pretar los puños se da ese chute de energía para seguir jugando.
© EMOWE.COM