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FLORA EPIFITA DE DIFERENTES CULTIVOS AGRICOLAS Y SU FUNCION.

Las epifitas son plantas que crecen sobre otras plantas adheridas a los troncos y ramas de
árboles y arbustos principalmente, por ello, son llamadas, con toda propiedad, epifitas (del
griego epi que significa “sobre”, y phyte, “planta”). El hospedero o “forofito” sobre el que
crece una epifita es utilizado sólo como soporte sin recibir más daño que el que pueda
provocar su abundancia dentro de su ramaje; por tanto, una epifita difiere de una planta
parásita en que esta última obtiene agua y nutrientes del hospedero.
Las epifitas despliegan mecanismos muy variados y novedosos para sobrellevar no sólo la
sequía, sino también, la adquisición de nutrimentos del ambiente, sin tomarlos del forofito.
Tal especialización requiere, en ocasiones, de interacciones mutualísticas con
microorganismos, artrópodos y algunos grupos de vertebrados y de características
morfoanatómicas y funcionales muy especiales. Este grupo incluye organismos no
vasculares, pterofitas y angiospermas que se relacionan ecológicamente con forofitos muy
diversos que se establecen en ambientes con alta humedad atmosférica. Por ello, son
responsables, en gran parte, de que los bosques húmedo tropicales contengan la diversidad
biótica más alta de todos los ecosistemas continentales
La evolución de las epifitas en su relación con plantas vasculares data del Plioceno-
Pleistoceno (Benzing, 1989), las cuales evolucionaron de ancestros acuáticos durante la
conquista de la tierra, por lo que estuvieron sujetas a nuevos tipos de estrés, con respecto a
disponibilidad de agua y nutrimentos en el ambiente terrestre. La evolución del epifitismo
ha ocurrido claramente muchas veces y ha sido polifilético, puesto que la diversidad
taxonómica de las epífitas es muy abundante (Cuadro 1). Entre las familias mejor conocidas
como epifitas están las Orchidaceae, Araceae, Piperaceae y Bromeliaceae; también son
importantes los helechos. En algunos bosques tropicales, más del 50 % de la biomasa foliar
total puede deberse a las epifitas y de las especies de lianas conocidas, 90 % son nativas de
los trópicos (Sutton et al., 1983).
El epifitismo se ubica tanto en hábitats terrestres como en acuáticos en combinación con
plantas superiores e inferiores. En los climas terrestres templados muchas plantas inferiores
son epifitas, tales como los musgos, líquenes, algas verdes aéreas y cianobacterias (algas
azulverdes). En los trópicos, las plantas inferiores constituyen una gran biomasa epifita, así
como los musgos en los bosques de niebla (Lüttge, 1997); incluso la superficie de las hojas
de plantas de tales bosques (filósfera) pueden hospedar una flora diversa compuesta por
bacterias, cianobacterias, algas musgos y líquenes (Coley et al., 1993) y a pesar de que se
ha mencionado que esto puede tener efectos adversos sobre la utilización de la luz por las
hojas hospederas, no obstante se ha sugerido que, la fijación de nitrógeno por
cianobacterias epifitas lo hacen disponible al hospedero (Benzing, 1990).
Se calcula que actualmente existen alrededor de 25.000 especies de plantas con esta forma
de vida. La forma de vida epifita apareció varias veces a lo largo de la evolución y se
encuentran tanto en espermatofitas (plantas con tronco y semilla) tropicales
como Ericaceas, Moraceas, Piperaceas, Melastomataceas o Gesneraceas y plantas sin
semillas de climas temperados, como líquenes, musgos y hepáticas. Sin embargo, las
plantas epífitas más conocidas y comunes son:
Orquídeas
La familia de las orquídeas es la más numerosa en cuanto a número de especies epífitas,
con más de 20 géneros de plantas epífitas tropicales. Las diferentes especies de orquídeas
destacan por su belleza y por su gran diversidad de formas florales. Este hecho junto a sus
pocos requerimientos en nutrientes y agua, las convierten en una de las plantas de jardinería
más cultivada en el mundo. Además, destacan por sus complejos sistemas de polinización.
Algunas especies epifitas de esta familia son:
 Bulbophyllum minutissimum
 Bulbophyllum phalaenopsis
 Vanilla planifolia
 Prosthechea baculus
 Epidendrum anceps
 Phalaenopsis amabilis
Aquí te descubrimos Cómo cultivar orquídeas en los árboles.
Bromelias
Las bromelias incluyen más de 3.000 especies tropicales, la mayor parte epífitas y algunas
de las más conocidas son los claveles de aire. Sus hojas se desarrollan en roseta y de forma
imbricada, lo que facilita la acumulación de agua. Las bromelias poseen compuestos
secundarios que evitan la proliferación del mosquito Aedes aegypti, que es un importante
transmisor de virus como el zyka o el dengue, y el agua que acumulan en sus hojas crea un
microhábitat con nutrientes de los que se alimentan insectos, anfibios y pájaros nativos.
Algunas especie epífitas son:
 Tillandsia usneoides
 Tillandsia abdita
 Tillandsia acuminata
 Tillandsia multicaulis
 Aechmea abbreviata
 Aechmea allenii
 Aechmea aquilega
Helechos
Los helechos son plantas vasculares sin semillas con grandes hojas habitualmente pinnadas
y de prefoliación circinada. Son plantas muy dependientes de la humedad, por eso se
desarrolla una gran variedad en climas tropicales, muchos de los cuales son epífitos.
Algunas especies de helechos epífitos son:
 Platycerium bifurcatum
 Trichomanes galeoti
 Phlebodium pseudoaureum
 Elaphoglossum vestitum
Musgos
En los árboles de troncos retorcidos se pueden encontrar algunos musgos epífitos, sobre
todo en las cortezas de los robles. Los musgos son plantas poco exigentes y son parte de la
vegetación colonizadora, cumpliendo importantes funciones como proteger el suelo del
enfriamiento, conservar y aumentar su porosidad y permeabilidad y contribuir a enriquecer
la tierra vegetal. Algunos musgos epífitos son:
 Syntrichia amphidiacea
 Leskea angustata
 Syntrichia fragilis
 Syntrichia pagorum
 Fabronia ciliaris
Líquenes
Los líquenes son asociaciones simbióticas entre un alga y un hongo, donde el hongo
aporta la protección y el alga la fotosíntesis. Los líquenes suelen crecer como plantas
epífitas en la corteza de muchos árboles. Destacan las siguientes especies:
 Usnea articulata
 Aextoxicon punctatum
 Peumus boldus
 Aristotelia chilensis
En la imagen de abajo se pueden ver musgos y helechos, que son plantas epífitas, viviendo
en un árbol.

En algunos bosques se ha encontrado que las epifitas acumulan grandes cantidades de


materia orgánica, rica en nutrimentos y que funciona como un almacén de agua que poco a
poco es incorporada al bosque. En este almacén de agua y nutrientes algunas especies de
árboles desarrollan raíces. La abundancia, el número de especies y la composición de
especies de epifitas de un bosque dependen en una escala regional de los árboles que lo
forman, así que la comunidad de los árboles determina a la de las epifitas. Por ejemplo, en
algunos bosques tropicales un solo árbol puede albergar a más de 50 especies de epifitas.

En teoría, una estrategia de las epifitas es tener mecanismos de colonización que les
permitan colonizar a todos los árboles, volviendo la identidad de la especie del hospedero
poco importante, como consecuencia las epifitas no encontrarían diferencias entre
hospederos y harían que las especies de hospederos fuesen redundantes, sin depender de
ninguno. Es posible que haya epifitas que lo logren, incluso pueden vivir sobre cables de
luz, pero otras están restringidas a un grupo de hospederos y de ellas se dice que tienen
preferencias o especificidad de hospedero. Por ejemplo, en un bosque de la montaña de
Veracruz, hemos encontrado que el "helecho película", Trichomannes capillaceum
(Hymenophyllaceae), solo habita en los "troncos" de helechos arborescentes.
Esta diversificación de hospederos ocasiona que dentro de un bosque los árboles
constituyan un mosaico de parches de hábitat, estos parches son de diferente edad, tienen
diferentes cualidades y en ellos la riqueza y diversidad de epifitas se puede multiplicar. La
densidad de los parches de hábitat (árboles) ocasiona que en un bosque la composición de
epifitas cambie desde la base del árbol hasta la parte más alta, ocasionando un gradiente
ambiental vertical. Cuando las plantas epifitas se estratifican verticalmente agregan
complejidad estructural al bosque y la fauna encuentra nuevos recursos en diferentes pisos
del dosel. Algunas epifitas son especialistas en ciertos estratos verticales del dosel y estas
preferencias tienen bases fisiológicas; por ejemplo, algunas especies no toleran la luz solar
directa y tienen que proteger su aparato fotosintético. Pocas especies de epifitas pueden
sobrevivir en ambientes secos, y la mayor parte de ellas son de las familias mejor
preparadas para el xeritismo, como Cactaceae, Orquideaceae y Bromeliaceae.

Aún en el interior del bosque las epifitas enfrentan los mismos problemas que el bosque
enfrenta al ser fragmentado, especialmente aislamiento. Las epifitas enfrentan de forma
natural un mosaico de hospederos que puede limitar los parches de hábitat, especialmente si
hay especificidad de hospedero, y estos parches necesariamente están aislados unos de
otros. El éxito de las epifitas para encontrar parches de hábitat y romper el aislamiento
depende de su producción y dispersión de semillas y de polinizadores que muevan el polen
entre subpoblaciones aisladas. La mayor parte de las plantas epifitas tienen semillas que son
dispersadas por el viento, pero poco se sabe sobre el éxito en la producción de semillas y el
éxito de establecimiento.

Aunque los sistemas de apareamiento de orquídeas han sido estudiado extensamente, poco
se sabe de los sistemas de apareamiento de otros grupos de epifitas y mucho menos se ha
estudiado el flujo de polen. Una vez que las epifitas se establecen en un árbol la comunidad
sigue un desarrollo en el que ocurren diferentes interacciones. Estas interacciones entre las
epifitas determinan a su vez la adecuación de cada especie, pero son poco conocidas.

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