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SOCIALES
TESIS:
Junio 2006
I
AGRADECIMIENTOS
II
Licenciatura en Educación de la Universidad Nacional de San Martín, porque
las problematizaciones y discusiones generadas en este espacio fueron
fuente de inspiración para plantear el problema de investigación.
III
INDICE
7
INTRODUCCIÓN
16
ORIENTACIONES METODOLÓGICAS
26
PRIMERA PARTE. Políticas curriculares, curriculum y planeamiento
curricular
26
1.Introducción
29
2. Política y políticas. Las políticas curriculares como políticas públicas.
42
3. El curriculum como producto de una política curricular.
46
3.1 Curriculum y desarrollo curricular
49
4. El campo del currículo en la Argentina. Tradiciones.
58
5. La expansión y diversificación del campo pedagógico: el desarrollo de
las didácticas especiales.
68
6. El planeamiento curricular.
6.1 Relaciones entre pensamiento curricular y planeamiento curricular 75
en Argentina.
6.2. Problemas y preguntas que intervienen en los procesos de diseño 80
curricular.
SEGUNDA PARTE: Contexto de producción y formulación de política 84
educativa: la construcción de una tradición.
1. Introducción 84
86
2. La ciudad de Buenos Aires: una jurisdicción particular
3. El origen de una tradición curricular: las definiciones curriculares en la 95
CABA. Tradiciones, políticas y nuevos agentes. (1983-1993)
95
3.1 El contexto político y cultural de la época
97
3.2 Las políticas de renovación cultural
TERCERA PARTE: Las políticas curriculares como políticas públicas: 108
el caso de la Ciudad de Buenos Aires.
1.Introducción 108
2. La política curricular a partir de la sanción de la Ley Federal de 110
Educación (1993- 1999).
2.1 Un nuevo contexto político educativo. La reconfiguración del 110
IV
Estado.
2.2 La política curricular en la agenda educativa. 117
2.3 La reforma educativa en la ciudad. 1993-1999 122
2.4. Análisis de la política curricular. 141
141
2.4.1 Las evidencias de la política curricular: los documentos
producidos por la Dirección de Curriculum
146
2.4.1.1 Los documentos generales
148
2.4.1.2. Los Documentos de Actualización curricular: las series
Documentos de Trabajo
168
2.4.1.3 Consideraciones generales sobre los documentos
176
2. 4.1.4 El carácter normativo de la producción curricular
181
2.4.1.5 Autoría y autorización en la producción curricular oficial
183
2.5 Estructuración política del problema público
196
2. 6 Los sujetos de la determinación curricular. Los “expertos” como
fuente de autoridad.
Conclusiones finales 207
Bibliografía 222
232
Anexo 1: Listado de entrevistados
Anexo 2: Documentos generales, leyes y resoluciones 233
Anexo 3: Documentos curriculares por área y año de edición 235
Anexo 4: Guía para la elaboración de entrevistas 238
Anexo 5: Grillas para el análisis de las entrevistas 242
V
Siglas utilizadas
CABA: Ciudad Autónoma de Buenos Aires
CBC: Contenidos Básicos Comunes
CFCyE: Consejo Federal de Cultura y Educación
DC 86: Diseño Curricular del año 1986
PDC: Pre diseños curriculares del año 1999
NI: Nivel Inicial
EGB: Educación General Básica
EGB 1: Primer ciclo de la Educación General Básica
EGB 2: Segundo ciclo de la Educación General Básica
EGB 3: Tercer ciclo de la Educación General Básica
LFE: Ley Federal de Educación
MCBA: Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires
MEN: Ministerio de Educación de la Nación
6
Introducción
7
vienen determinadas por un cambio en la forma del estado, y en la forma
de la sociedad civil (Ball, 1997; Whitty, 1998).
Durante las últimas dos décadas, los países de la región han implementado
políticas de reforma en los sistemas educativos, principalmente en torno a
tres cuestiones : 1) a los modos de gobierno y de gestión de los sistemas y
de las instituciones educativas; 2) a las nuevas estructuraciones de los
sistemas educativos (sanción de nuevas leyes de educación, extensión de la
obligatoriedad de la escolaridad, nuevas estructuras de niveles y ciclos); 3)
a los cambios en el currículum para los nuevos niveles del sistema
educativo, instalando contenidos nuevos y nuevas dinámicas en el diseño y
el desarrollo.
8
organismos multilaterales de crédito: “el curriculum es el corazón de
cualquier emprendimiento educacional y ninguna política o reforma
educativa puede tener éxito si no coloca al curriculum en el centro”
(Jallade, 2000, citado por: Lopes, 2004: 34). Las estrategias de cambio
curricular fueron variadas, e incluyeron desde el establecimiento de
parámetros o contenidos mínimos nacionales hasta el rediseño del conjunto
de planes y programas desde el Estado nacional. Puede señalarse en líneas
muy generales que, además de los cambios específicos realizados en los
textos curriculares, en la mayoría de los países latinoamericanos se
efectuaron al mismo tiempo transformaciones organizativas y pedagógicas
que apuntaron a reconfigurar el saber escolar y las instituciones escolares,
y que determinaron en gran medida cómo estos nuevos textos fueron
puestos en práctica, remoldeados y/o cuestionados (Dussel, 1999).
9
y de la construcción de nuevos significados en el proceso de enseñanza –
aprendizaje.
10
producto de las diversas maneras de entender la relación entre el campo
educativo, el Estado y la sociedad y de concretar proyectos sociales e
intenciones político-pedagógicas en la vida de las instituciones educativas.
Por eso, estudiar el curriculum -y los instrumentos utilizados para su
regulación y reforma- es estudiar la trayectoria de pautas institucionalizadas,
caracterizadas por determinadas estrategias de clasificación, gobierno y
control (Feldman y Palamidessi, 2004).
11
curriculum. Dentro de las investigaciones acerca del curriculum se sitúa en el
estudio de los procesos de construcción del curriculum. Para ello se
analizaron los procesos y dispositivos creados para la construcción de
consenso y los marcos e instancias de participación social para la definición y
el desarrollo del curriculum, identificando y caracterizando a los actores que
intervinieron, dando cuenta de las trayectorias socio profesionales, de la
tradición curricular en la que se inscriben y de la trama de las decisiones y
acciones. Al mismo tiempo, se analiza cuáles han sido las opciones e
instrumentos definidos por la política para la concreción del curriculum en el
sistema educativo jurisdiccional (producción y difusión de documentos,
sistema de capacitación, etc). En síntesis, se reconstruye la trama de las
decisiones y acciones; se identifican y caracterizan a los actores que
intervinieron en el proceso de definición curricular; se analizan las evidencias
de la política curricular: los documentos oficiales de la Dirección de
Curriculum.
El estudio retomó categorías propias del campo de las políticas públicas, por
considerarse a las políticas curriculares como políticas públicas y categorías
propias para el estudio de las políticas curriculares, el curriculum como un
emergente de las mismas y el planeamiento curricular como una tecnología a
partir de la cual articular las acciones oficiales. En este sentido, hay un
especial énfasis puesto en las etapas y procesos involucrados en las
definiciones de política curricular, los actores que intervinieron en los
procesos de toma de decisiones, y los resultados de las acciones oficiales.
12
La “política curricular” constituye a su vez el cuerpo formal de leyes y
regulaciones sobre lo que debe ser enseñado en las escuelas. La
investigación en política curricular, entonces, explora cómo se determinan las
acciones oficiales, qué es lo que estas acciones exigen de las escuelas y los
docentes, y cómo afectan a lo que se enseña a los estudiantes en particular.
La identificación de la política con leyes formales y regulaciones sirve como
un punto de partida útil para el análisis de política curricular. No obstante,
resulta significativo a su ves, explorar las relaciones entre una política
curricular determinado y su relación con el curriculum definido. En este
trabajo se intenta establecer puentes entre las regulaciones y el curriculum
resultado de las mismas. De este modo, la concepción de política, aplicada a
curriculum de la que se parte, incluye no solo las declaraciones oficiales de lo
que se pretende, sino también la relación recíproca entre intenciones y
acciones. La práctica hace la política, aun cuando la política moldee la
práctica.
13
referidas al proceso de diseño; d) decisiones sobre los aspectos involucrados
en el desarrollo curricular1.
1
Ver Anexo Guía de entrevistas.
14
finalizar, se retoman elementos presentes a lo largo de toda la tesis y se
sistematizan en las conclusiones generales del trabajo. Por último, se
describe la bibliografía consultada, las fuentes empleadas y los anexos.
15
Orientaciones metodológicas
16
dimensiones que intervienen. Al mismo tiempo, para comprender a las
políticas curriculares como políticas públicas, en este trabajo se da cuenta de
las categorías que intervienen en la definición de las políticas curriculares y
sus vínculos con las políticas públicas, con el curriculum y con el
planeamiento curricular, es decir, cómo intervienen las perspectivas de la
política pública sobre curriculum y las perspectivas de éste sobre la política
pública. Al revisar las investigaciones sobre políticas públicas, se destaca la
forma que toman las acciones del gobierno y los problemas que surgen en la
formulación y en la implementación de políticas públicas, utilizando al
curriculum como objeto central.
17
1. Objetivo general
2. Tipo de estudio
3. Unidades de análisis
18
Etapas de la elaboración de los nuevos Diseños Curriculares
Concepción de política curricular
Tipo de discurso curricular que expresan los documentos oficiales
Actores involucrados en el proceso de definición
Trayectoria socio-profesional de los equipos técnicos
Ámbitos de decisión e instancias de participación en la definición
curricular
Lugar otorgado al docente
5. Instrumentos de indagación
2
Ver Anexo Guía de entrevistas.
19
Se recolectaron y analizaron prácticamente la totalidad de las fuentes
documentales oficiales producidos por la Dirección de Curriculum durante el
período estudiado. Para ello se realizaron visitas a la Dirección de
Curriculum, a su Centro de Documentación, la página web de la Secretaría de
Educación del GCBA y hasta se buscó en las bibliotecas o archivos personales
de algunos especialistas o miembros de los equipos técnicos cuando el
documento estaba agotado o fuera de circulación.
Para el análisis de los documentos, en primer lugar, se armó una grilla que
tuvo en cuenta aspectos generales tales como: destinatarios (a quiénes
estaban dirigidos), quiénes los producían, la organización general del
documento –partes-, fecha, extensión, estrategia de llegada a las escuelas y
al sistema educativo en su conjunto. Posteriormente se pasó al análisis del
contenido en función de criterios que se describen más adelante.
El trabajo sobre los documentos constituyó una importante fuente de nuevas
conjeturas e hipótesis y de contrastación de la información obtenida a través
de otras fuentes.
20
Se aplicaron 17 entrevistas en total, 14 a responsables políticos y técnicos de
la Dirección General de Planeamiento y de la Dirección de Curriculum; las
restantes al supervisor y a los dos directivos de la escuela en la que se
realizaron los grupos focales con docentes.
El foco de las entrevistas estuvo puesto en poder dar cuenta del proceso de
definición y de elaboración de la política curricular. En este sentido, el
análisis de un proceso de elaboración curricular (de un diseño curricular)
puede ser elaborado desde diferentes perspectivas teóricas cada una de ellas
con una mirada y una conceptualización propia acerca del “diseño curricular”.
En este estudio se partió del supuesto de que un currículum, además de un
texto, alude a una serie de prácticas de orden social y cultural; de acciones
que se desarrollan en distintos niveles y contextos institucionales y de
definiciones políticas. Por tanto, implica un proceso de construcción social
que se desarrolla en un marco impregnado de tradiciones pedagógicas y
curriculares.
21
desea dar continuidad y a cuáles no y por qué?; ¿cómo se articulará el diseño
curricular con los aspectos político – normativos a nivel educativo nacional y
jurisdiccional?
Para el análisis de las entrevistas se elaboraron tres grillas (ver Anexo) en las
que se retoman los ejes de indagación de la Guía de Entrevistas. Se
22
agruparon a los informantes primero en dos grupos: el grupo de los
responsables políticos y el grupo de los responsables técnicos. A su vez,
dentro de los responsables técnicos, identificados éstos como los
coordinadores de las diferentes áreas, se los dividió en los coordinadores de
las áreas curriculares principales o históricas (lengua, matemática, ciencias
sociales y ciencias naturales) y los coordinadores del resto de las áreas
(artes, formación ética y ciudadana y tecnología).
23
Actualización curricular e informes del proceso de consulta de los
documentos de trabajo3. Estos documentos no especifican los destinatarios,
probablemente hayan sido utilizados como insumo para el trabajo interno de
cada equipo de las áreas. De este modo, para un análisis detallado de los
documentos se los dividió en documentos generales y documentos
específicos. A partir de la identificación y lectura de los mismos
denominamos documentos específicos a los producidos por los especialistas
de las diferentes áreas que conforman los equipos técnicos de la Dirección de
Curriculum. Estos son documentos que en su identificación llevan el nombre
del área y el nombre de los especialistas que los produjeron. Otros
documentos identificados presentan consideraciones generales vinculadas al
proceso de transformación curricular, ya sea de lineamientos de política o
informes de implementación. Son documentos que, en su mayoría, no están
fechados y no presentan autores, pero se identifica la pertenencia
institucional. A estos los llamaremos documentos generales.
3
Ver Anexo con Listado de Documentos.
24
se hizo referencia a los propósitos y la organización dada a cada serie4 de
documentos de trabajo, de acuerdo a la secuencia temporal en la que fueron
editados, intentando dar cuenta de los aspectos comunes que se trataron en
cada serie y de los aspectos específicos. Reconstruir las series, para los fines
de este estudio, tuvo como propósito ordenar la cantidad de documentos
editados por área y por año para ir encontrando el sentido de estas
producciones. Las áreas eran las siguientes: lengua, matemática, ciencias
sociales, ciencias naturales, formación ética y ciudadana, artes, educación
tecnológica, informática y educación física. La serie esta compuesta por
tantos documentos como áreas de conocimientos definidas publicados en un
mismo año.
4
Llamaremos serie al conjunto de documentos producidos por cada área en el
mismo año y que fueron editados con el mismo N° (por ejemplo la serie documento
de trabajo N°1, la N°2, etc.).
25
PRIMERA PARTE: Políticas curriculares, curriculum y
planeamiento curricular.
1. Introducción
5
Expresión acuñada por Elmore y Sykes, 1992.
26
públicas, se destaca la forma que toman las acciones del gobierno y los
problemas que surgen en la formulación y en la implementación de políticas
públicas, utilizando al curriculum como objeto central. Al mismo tiempo, se
especifica la conceptualización acerca de la naturaleza del curriculum de la
que se parte, y los problemas sociales y políticos que el curriculum
provoca, desde la perspectiva de la formulación de políticas.
27
de la teoría curricular debe juzgarse comparándola con el curriculum
existente, tal como se lo define, negocia y aplica en las escuelas”
(Goodson, I, 2003:59). En este sentido, interesa dar cuenta del estado de
la producción de conocimiento sobre el curriculum en Argentina, para poder
comprender con mayor profundidad las características y los sentidos de la
política curricular estudiada -¿cuáles eran los conocimientos disponibles
para quienes tenían a su cargo tareas de planificación curricular?-. Como
sostienen algunos autores, la escasa reflexión acerca de la variedad de
alternativas curriculares posibles desde el punto de vista técnico, asociada
a la baja densidad teórica de las discusiones sobre los procesos sociales de
diseño, generan un riesgo de naturalización de la alternativa oficial y la
convierte en la única disponible y posible (Amantea, Cappelletti, Cols,
Feeney, 2004).
28
2. Política y políticas. Las políticas curriculares como políticas
públicas. ¿Qué entendemos por política curricular?
6
Policy making in democracy, en R.Reich (editor) The power of Public Ideas, Harvard
University Press,p.123). En: Cox. C. Categorías y modelos para el análisis de políticas.
Apuntes de clase. UDESA. Abril, 2004.
7
E.J. Feldman, “Comparative Public Policy. Field or method? Comparative Politics, Vol.
10 N°12, 1978. Citado en: C. Cox (1993) Políticas de Educación Superior. Categorías
para su análisis. En: H. Courard (editor), Políticas comparadas en Educación Superior
en América Latina, FLACSO, Santiago de Chile.
29
Policy, desde esta perspectiva, daría cuenta de un conjunto de decisiones
gubernamentales basadas en asuntos/problemas, situando al proceso de
toma de decisiones en el centro del análisis. El asunto o problema de política
sería una condición que no cumple con algún estándar evaluativo. De este
modo, la categoría ‘asunto’ (issue) o problemas, se refiere a una condición
socio-política, por ej. la pobreza es un asunto de política sólo en una
sociedad orientada por valores de equidad. Un mismo ‘asunto´ puede ser, y
normalmente es, objeto de múltiples políticas; o, de otro modo, surgen
políticas cuando frente a un ‘asunto´ se toma una decisión; se opta por
cierto curso de acción. T. Smith citado en Cox define policy como “atados de
decisiones gubernamentales basadas en asuntos”8, situando el proceso de
toma de decisiones en el centro del análisis. Sin embargo, “una política,
como una decisión, puede consistir en lo que no se está haciendo”9.
En este sentido, hay autores que consideran a una política pública como todo
aquello que una autoridad formal legalmente constituida, en el marco de sus
competencias, decide hacer o no hacer (acción positiva o simbólica, o
inacción), que puede implicar un curso de acción, y es colectivamente
vinculante. Constituye un acto consciente de gobierno, implica decisiones de
algún tipo en respuesta a demandas, necesidades o problemas, que tienen
efectos en el sistema político y social (Aguilar Villanueva, 1993).
8
Citado en E. J. Feldman, op.cit., p. 288.
9
H. Heclo, citado en E.J. Feldman, op.cit., p. 289.
30
demanda problematizada en la agenda de los poderes públicos (O´Donnell y
Oszlak, 1978).
31
desaparición como tal10. A lo largo de este proceso, los diferentes actores
involucrados van tomando una posición en función de sus intereses y sus
recursos disponibles. La toma de posición es aquella manifestación de las
preferencias de los distintos actores por razones de interés, valores,
tradiciones, etc. Vale aclarar que para el modelo propuesto interesan
aquellas cuestiones respecto de las cuales el Estado toma posición. Es decir,
dentro del espacio problemático de la sociedad, el Estado elige algunas
cuestiones a las que intenta dar resolución11. En este marco, se entiende por
política estatal aquella toma de posición por parte del Estado, que intenta
alguna forma de resolución de la cuestión. Más precisamente "un conjunto
de acciones y omisiones que manifiestan una determinada modalidad de
intervención del Estado en relación con una cuestión que concita la atención,
interés o movilización de otros actores en la sociedad civil" (Oszlak y
O´Donnell, 1984:112)
Se tendrá en cuenta que la toma de posición por parte del Estado puede
implicar tanto acción como omisión. Una posición activa implica desde iniciar
la cuestión, legitimarla, acelerarla o también bloquearla. En relación con la
inacción, el Estado puede decidir esperar a que las posiciones del resto de los
actores y aún la cuestión misma se encuentre más definida, puede dejar que
el problema se resuelva en la arena privada, o considerarla la mejor
alternativa de entre las posibles.
10
Sin que ello implique que haya sido solucionada en sentido sustantivo.
11
En muchas oportunidades no es el Estado el que libremente elige, sino que las
propias demandas ciudadanas exigen a las autoridades que tomen un determinado
asunto como problema. Es posible también, identificar cuestiones que se originan en la
capacidad de iniciación autónoma por parte del Estado, es decir cuestiones que no
necesariamente reflejan demandas o inputs de la sociedad civil.
32
Por otra parte, la política pública puede ser analizada como un proceso que
tiene al gobierno como principal actor a tener en cuenta. Este enfoque
procesal define una serie de etapas o momentos de la política pública: el
momento de la entrada en agenda de los problemas, la definición o
formulación de la política, la toma de decisión respecto del curso de acción a
seguir, la implementación y la evaluación (Subirats, 1986). Si bien en la
práctica estas etapas no se encuentran claramente delimitadas y en muchos
casos se dan de manera entrelazada, una mirada del proceso donde esté
presente la unidad de la política pública, no exime del análisis específico y
detenido de las particularidades y problemáticas de cada momento de la
política. Por el contrario, la realidad de las acciones en el desarrollo del
proceso de una política se concentra generalmente en partes del mismo y no
en la contemplación global de la política (Araujo, Domench y Roffler, 2003).
12
Cox plantea las siguientes distinciones:
Actores: El conjunto de individuos, grupos, instituciones, organizaciones, etc,
involucrados, que tienen interés en la política educacional y que pueden entrar en la
batalla o el juego de definición de políticas.
33
El campo de estudios acerca de las políticas públicas surgió y se consolidó,
en décadas recientes, como un campo diferenciado con una serie de
intereses centrales. Como ya se dijo, a la hora de definir categorías para el
análisis de una política específica –la curricular- surge la necesidad de
aproximarnos a las investigaciones sobre políticas públicas. En este sentido,
la literatura sobre el tema nos permitió conocer las formas que toman las
acciones de gobierno y los problemas que surgen en la formulación e
implementación de políticas públicas, así como ampliar la comprensión en
torno a una política curricular. Por su parte, las investigaciones sobre política
curricular se ocupan explícitamente de la responsabilidad del gobierno en el
curriculum. Esta línea de análisis, aplicada a la política curricular de la CABA,
recupera los siguientes aspectos: 1) la naturaleza de la política y sus
consecuencias sobre cómo se piensa acerca de la política curricular; 2) el
proceso de formación y definición de la política y su impacto en la política
curricular; 3) las formas de acción de gobierno que influyen a sujetos e
instituciones y cómo estas formas se vinculan con la responsabilidad del
gobierno en el curriculum.
Poder: capacidades relativas de cada actor, basadas en los recursos de que dispone
en el juego político (materiales y simbólicos), de imponer su voluntad, visión o
influencia.
Posición e intensidad: posición asumida por cada actor frente a la política, - a favor
o en contra y el rango de posibilidades entre estos dos polos-, y la intensidad de su
compromiso con la posición adoptada (o en proceso de ser adoptada).
Percepción: la percepción y definición pública de un problema y de la política
propuesta, es decisiva respecto de qué grupos se movilizarán, y con qué posiciones
respecto de la política.
34
racionalidad, sino más bien como la tensión entre diferentes tradiciones y
universos culturales, los cuales en su convergencia dan cuenta del sentido de
las intervenciones (acciones, definiciones, omisiones, limitaciones) político
pedagógicas en un período histórico determinado.
35
La mayoría de las políticas constituyen hipótesis acerca de la relación entre
intención y resultado. Planificar, de alguna manera, es una forma de
anticipación de una práctica esperada (Davini, 1994). El objetivo de
cualquier propuesta política es controlar y dirigir futuros cursos de acción.
Todas las políticas, por lo tanto, suponen una probabilidad de error y no
pueden ser aceptadas como correctas a priori13.
13
Landau 1977, 425; ver también Pressman y Wildavsky 1974. Citados en Elmore,
R. y Sykes, G. 1992.
36
problemas que en un momento determinado los ciudadanos y el propio
gobierno consideran prioritarios (Tamayo Sáez, 1997).
14
Sobre este punto ver Dussel, I. Sobre la dificultad de construir consensos en
educación. Una mirada desde la cultura política y la cultura de gestión en las políticas
educativas. Ponencia presentada al I Foro Latinoamericano de Educación. Pactos y
participación: retos de la educación actual. Fundación Santillana. 4 al 6 de abril de
2005.
37
heterogéneas. Sin duda supone una serie de decisiones y procedimientos
técnicos: acerca de pasos a seguir, del tipo de texto curricular a producir, de
los componentes y estructura del diseño, de las estrategias de
implementación posibles, de los actores involucrados, del sentido del cambio,
etc.15 Al mismo tiempo, el diseño de un curriculum es un proceso social y
culturalmente mediado. Así considerado, el curriculum, además de un texto,
alude a una serie de prácticas, de acciones que se desarrollan en distintos
niveles y contextos institucionales (Grundy, 1991; Doyle, 1992, Reid, 1999).
15
Consideraciones de este tipo han sido objeto del paradigma racional consolidado a
partir de la obra de Tyler y retomado por diferentes autores a partir de 1950 (Taba,
1974; Johnson, 1970). Desde esta perspectiva, la elaboración del curriculum se asocia
a un conjunto de procedimientos técnicos, de amplia validez y aplicabilidad, cuyo
seguimiento garantiza un producto curricular acorde con determinadas metas
educativas.
38
del curriculum escrito constituye un testimonio visible y público de
justificaciones racionales elegidas y una retórica legitimadora de la
enseñanza (Goodson, 2003).
Finalmente, ocurre que las acciones políticas muchas veces preceden a las
declaraciones políticas, más que desprenderse de ellas; como cuando un
curriculum de ciencia, primero desarrollado y probado en unas pocas
escuelas, se convierte en la base de un curriculum para todo un distrito y
luego para las guías del estado. Por lo tanto, la concepción de política,
aplicada a curriculum, debe incluir no solo las declaraciones oficiales de lo
que se pretende, sino también la relación recíproca entre intenciones y
acciones. La práctica hace la política, aun cuando la política moldee la
práctica.
De este modo, las políticas curriculares están constituidas por las propuestas
y las prácticas curriculares. Toda política curricular es, al mismo tiempo, una
política de constitución del conocimiento escolar. En este sentido, es una
política cultural, en tanto el curriculum es fruto de una selección cultural. Las
39
políticas curriculares no se resumen solo a los documentos escritos, incluyen,
a su vez, los procesos de planeamiento, reconstruidos en múltiples espacios
y por múltiples sujetos en el espacio social de la educación. Las políticas
curriculares son principalmente producidas en las instancias
gubernamentales. En este sentido, las agencias del estado cuentan con un
poder privilegiado en la producción de sentidos. No obstante, las prácticas y
las propuestas desarrolladas en las escuelas también son productoras de
sentidos de las políticas curriculares.
Ball (1992) al respecto señala que las políticas curriculares son procesos de
negociación complejos, en los cuales tanto la producción de los dispositivos
legales, la producción de los documentos curriculares o el trabajo de los
profesores deben ser entendidos como relacionados entre sí.
40
reinterpretaciones de los cambios curriculares. En síntesis, las políticas de
estado están sujetas a múltiples lecturas posibles por múltiples lectores, en
un constante proceso de interpretación de las interpretaciones (Ball, 1994).
41
3. El curriculum como producto de una política curricular. ¿Qué
entendemos por curriculum?
16
Véanse los trabajos de Eisner /1974); Gimeno Sacristán y Pérez Gómez (1983),
Pérez Gómez (1985), Jackson (1992).
17
Desde la perspectiva de Hamilton (1991) la indagación histórica del concepto de
curriculum, nos advierte que fue concebido como una forma de organización y un
instrumento de eficiencia social, es decir, una estructura organizativa impuesta por
las autoridades educativas para orientar la conducta de la escolaridad.
42
en el primer sentido, el concepto de curriculum adquiere inevitablemente un
significado prescriptivo –curriculum como aquello que debe ser llevado a
cabo en las escuelas-. En el segundo sentido, el curriculum es tratado como
un fenómeno digno de ser estudiado, como una disciplina que se nutre de la
investigación (Angulo Rasco, 1994; Gimeno Sacristán y Pérez Gómez, 1983).
Las tensiones entre el curriculum como texto/documento escrito y la
producción teórica en torno del mismo, serán retomadas a lo largo de este
trabajo, puesto que se intentará problematizar la relación entre estas dos
formas de entender el curriculum para comprender la producción técnica y la
producción teórica en el contexto de nuestro país, específicamente en la
Dirección de Curriculum de la CABA, intentando poner en juego en qué
medida las opciones que se toman al definir un determinado curriculum se
relacionan con los conocimientos disponibles en torno al mismo.
43
ganado en amplitud, el concepto perdió capacidad de distinción y crea, en el
nivel del discurso, frecuentes confusiones18. Por ello se considera necesario
clarificar qué se entiende por curriculum en el desarrollo de este trabajo. En
este sentido, se coincide con las perspectivas que conciben al curriculum
como una herramienta normativa con capacidad de intervenir activamente en
la regulación de las prácticas, o sea un texto normativo que orienta procesos
formativos, regulando y legislando un campo de actividad educativa. Como
parte de las regulaciones que establece, el curriculum no es solamente un
plan formativo para los alumnos sino, básicamente, un modo de regular y
legislar la vida de los docentes (Feldman y Palamidessi, 1994). Los mismos
autores señalan que el curriculum expresa una deliberación y un consenso
entre personas. Este consenso puede ser explícito y sustantivo y, en este
caso, los acuerdos constituyen los principios articuladores y reguladores del
plan. En otros casos, el consenso que le da origen puede ser implícito y, en
consecuencia, no es posible obtener del texto los principios utilizados en las
decisiones que lo constituyen. En términos generales, cuando los principios
del curriculum son explícitos pueden ser invocados públicamente para
modificar o prescribir procesos pedagógicos19.
18
Huebner, D. “El estado moribundo del curriculum”. Citado por Feldman y
Palamidessi (1994): Viejos y nuevos planes: el curriculum como texto normativo. En:
Revista Propuesta Educativa. Año 5, N° 11. Bs.As.
19
Op. cit
20
Para un análisis más profundo de las consecuencias que puede tener para los
profesores este tipo de materiales ver: Apple y Jungck (1990): “No hay que ser
44
Domingo, 1994). Por otra parte, un curriculum nunca puede ser respuesta a
todos los problemas que enfrenta la escolarización en un momento histórico
determinado, no habría planeamiento educativo que a través de un único
dispositivo pueda hacerse cargo de tal tarea.
Para cerrar este punto se recuperan cuatro cuestiones que Feldman (2005)
sistematiza en un esfuerzo por pensar el problema de reducir el hiato entre
intención y realidad.
45
la prescripción. Ya es sabido que un curriculum influye en las opciones sobre
la enseñanza, pero que no decide sobre ellas. Esto sucede porque las
mediaciones institucionales y personales dan una forma particular a lo que
sucede en cada contexto de práctica. Por último, se sugiere que todo
curriculum implica un traspaso de ideas, de responsabilidad y de control.
Cuando un curriculum comienza a circular en los ámbitos de práctica, el
control sobre lo que se realizará se distribuye (Feldman, 2005).
21
Las políticas documentales de desarrollo curricular se han constituido en un
aspecto central de la producción de discursos ligados a la promoción de los cambios
que el MCE -nivel central- pretendía promover en las instituciones escolares y en la
cultura pedagógica de las jurisdicciones.
46
dimensión interactiva del curriculum- (Stenhouse, 1980, 1981). Desde estas
perspectivas, es necesario atender tanto a los procesos de diseño como a los
procesos de desarrollo curricular que incluyen procedimientos de
deliberación, selección, elaboración, concreción, desarrollo y evaluación
(Gimeno Sacristán, 1991 y Coll, 1989). A pesar de las diferencias entre los
autores, todos contribuyen a configurar un sentido específico del curriculum
concebido como proceso, como un “asunto práctico” que incluye el desarrollo
curricular. Según Stenhouse el desarrollo del curriculum traduce ideas en
posibilidades escolares de acción, y ayuda así al profesor a fortalecer su
práctica (Stenhouse, 1998).
47
suele suponerse que la formación del docente para el uso de este tipo de
materiales consiste en informarle de los procedimientos a seguir y de su
bondad, y en ejercitarse en la práctica con ellos (Contreras Domingo, 1994).
48
4. El campo del curriculum en la Argentina. Tradiciones.
22
Como campo de estudio su origen histórico se remite a la 1º mitad del S. XX,
como expresión teórica y técnica de la expansión de los sistemas educativos
modernos.
49
contenidos a ser enseñados. Las preocupaciones en torno al curriculum
abarcan, tanto el conjunto de problemas relacionados con la escolarización,
como cuestiones ligadas con la enseñanza. La literatura internacional da
cuenta de nutridas publicaciones especializadas sobre el conjunto de
preocupaciones que encierra el curriculum.
50
decidir el contenido educativo y los procesos de transmisión escolar, y qué
herramientas se utilizaron para la reflexión y la toma de decisiones sobre
estos puntos. En el desarrollo del pensamiento sobre el curriculum ha
variado el rol de las agencias educativas estatales, de las universidades y
de los profesionales especializados en educación23. Dicho de otro modo, se
han modificado los vínculos entre el proceso de profesionalización,
modernización y especialización del campo de la educación-específicamente
el campo del curriculum- y la creación de agencias y organismos técnicos
dentro de la esfera del estado –oficinas técnicas dedicadas al planeamiento
y diseño curricular-. Es de destacar que, el campo de producción de
conocimientos en educación reconoce una especificidad propia, la cual se
manifiesta en una matriz originaria que tiene en el campo burocrático
estatal y en la universidad, sus dos raíces de constitución (Palamidessi y
Suasnábar, 2004). Esta perspectiva permitirá situar al campo del curriculum
en la intersección de la producción de conocimiento sobre el curriculum, en
el ámbito de las universidades y su producción y uso, en el ámbito de las
agencias del estado.
Como ya se dijo antes, las reformas eductivas recientes han hecho hincapié
en las políticas curriculares como base de su intervención, instalando al
curriculum como un objeto central de análisis y como terreno de actuación
profesional de quienes trabajan en educación. De este modo, asistimos a un
creciente “interés de los gobiernos de los estados por extender su control
sobre lo que vale como conocimiento oficial” (Apple, 1995:89).
23
De acuerdo con un trabajo de Feldman y Palamidessi (2003) se presentan en
nuestro país, cuatro períodos distintivos en la producción, recepción y uso del
pensamiento sobre el curriculum. a) La hegemonía de la regulación estatal
centralizada sobre las escuelas y el conocimiento escolar: los planes y programas
de estudio del Consejo Nacional de Educación (1880-1960); b)La modernización del
campo educativo, caracterizada por el giro científico de la formación universitaria
en educación, la aparición de los especialistas y la irrupción de la teoría curricular
(1960-1976); c) La dictadura militar (1976-1983), signada por la represión política
y el congelamiento del debate educativo y curricular; d) El retorno a la democracia
y la reformas educativas, en el que se produce una proliferación del pensamiento
sobre el curriculum (1984-2000).
51
A finales de la década de 1950 y en la década de 1960 el término
curriculum se incorpora a la jerga pedagógica de nuestro país en
coincidencia con el desarrollo y consolidación de la planificación educativa,
como parte del proceso de modernización y profesionalización del campo
educativo24(Feeney, 2001). Al mismo tiempo, los estudios universitarios en
Educación adquieren un status científico y la formación de los profesionales
comienza a diferenciarse de la formación de los profesores. Durante este
período, el surgimiento y expansión de las carreras de ciencias de la
educación25 consolida la formación de un nuevo sector profesional: los
licenciados en ciencias de la educación, quienes van a formar parte del
personal de las oficinas técnicas que impulsan las tareas de modernización
del Estado (Palamidessi y Suasnabar, 2004).
24
En este contexto se crearon organismos técnicos de planificación a nivel nacional
y se fortalecieron nuevos cuerpos profesionales (sociólogos, economistas,
estadísticos, especialistas en administración, planeamiento y evaluación).
25
En el año 1958 se crea la carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad
de Buenos Aires. Para más información sobre este tema ver Tesis de Maestría de
Florencia Carlino. El campo profesional de las ciencias de la educación en
Argentina entre 1984-1994 : una perspectiva desde la formación académica y
la inserción ocupacional de los graduados de la UBA. 1997
52
Con la recuperación de la democracia y el orden constitucional comienza un
período de reactivación cultural. Varias jurisdicciones inician un proceso de
democratización de sus sistemas educativos, impulsando propuestas de
innovación curricular para todos los niveles y modalidades. Los proyectos de
cambio curricular impulsados a nivel jurisdiccional26 darían cuenta de una
nueva modalidad de pensar al curriculum y su proceso de elaboración. En
estas experiencias se rescata: la generación de instancias de participación
de los distintos sujetos del sistema educativo en procesos de elaboración
del nuevo curriculum, la investigación entendida como la reflexión, la
incorporación de la dimensión procedual del curriculum.
26
Se tiene información de procesos de innovación curricular en las siguientes
jurisdicciones: Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Río Negro, Entre Ríos,
La Pampa, Santa Fé.
53
mecanismos de control sobre la composición del curriculum, la evaluación y
la formación de docentes. (Feldman y Palamidessi, 2003). En este contexto,
el curriculum se convierte en el eje de las políticas educativas. La nueva
política curricular definida representa la reinstalación del modelo racional,
basado en la división del trabajo educacional con fuerte determinación por
parte de los especialistas y mayor control de los docentes, alrededor de los
valores de conocimiento y eficiencia escolar.
54
(PEI)27 (Birgin, Dussel y Tiramonti, 1995). En la idea del PEI cobra forma el
deseo de combinar la tradición centralista del sistema educativo argentino
con las ideas de resolución local de problemas y el nuevo rol del profesor
como investigador o como profesional reflexivo. En estas condiciones, estas
propuestas resultaron en híbridos que intentaron reunir una racionalidad de
reforma curricular top-down implementada por el Estado con la concepción
del cambio centrado en la escuela (Feldman-Palamidessi, 2001).
Por otra parte, algunos autores sostienen que ciertas condiciones del campo
profesional explicarían las características de la producción teórica sobre el
curriculum en la Argentina en los 90. Para los interesados en el campo
curricular, la mejor oportunidad de desarrollo ha sido la actividad
profesional, ya que los centros académicos prestaron inicialmente escasa
atención al tema y, al multiplicarse el trabajo de elaboración curricular a
partir de la reforma, muchos profesionales del campo de la educación han
participado de las tareas de elaboración curricular. (Amantea y otras,
2004).
27
El PEI es un proyecto escolar realizado por la comunidad de un establecimiento
donde se concretan sus prioridades pedagógicas. Impulsados desde la cúpula del
sistema educativo, a través de los PEI se intenta resolver la tensión entre la
elaboración centralizada y exhaustiva del curriculum y la reivindicación de la
autonomía escolar.
55
las agencias del estado, para satisfacer las necesidades derivadas de las
definiciones de política educativa y, por otro, un campo académico
débilmente configurado y de escasa insitucionalidad (la producción teórica
sobre el campo del curriculum representa aproximadamente el 1% de la
producción de conocimiento en las distintas áreas)28.
Siguiendo esta línea de pensamiento, Feldman y Palamidessi (2001)
señalan que “pese al incremento y diversificación de la producción, algunos
indicadores permiten afirmar que en la Argentina no se ha llegado a
conformar un campo de estudios del curriculum. Primero, la producción
curricular continúa siendo, en buena medida, escasa y poco sistemática. No
existen, prácticamente, programas sistemáticos de investigación en el
campo del curriculum. Son contadas las obras de sistematización teórica y
buena parte de éstas se dirigen hacia el mercado de la capacitación y
formación de docentes. En segundo lugar, es débil la identidad e
institucionalización en el tratamiento de cuestiones curriculares. No existen
publicaciones, asociaciones o congresos específicos que, con cierta
regularidad, definan los temas de una agenda. Tampoco se puede reconocer
un cuerpo de especialistas en diseño y desarrollo curricular con credenciales
específicas y producción escrita sistemática. Por último, la inserción
académica de la problemática curricular es todavía incipiente. Aunque a
mediados de la década de 1990 comienza a formarse el mercado de los
28
Consultar informe de investigación sobre “La producción académica sobre
educación en la Argentina“, FLACSO, 2003. El informe es el resultado de una
investigación desarrollada en el Área Educación de FLACSO. La investigación fue
llevada a cabo por un equipo dirigido por el Dr. Mariano Palamidessi y ofrece una
descripción general de la producción académica sobre Educación que se realiza en
nuestro país a partir de una caracterización de las instituciones y agentes que
desarrollan actividades de producción académica sobre educación analizando las
actividades de grado, postgrado e investigación, los recursos humanos afectados y
su financiamiento. Al mismo tiempo, a partir de un análisis bibliográfico, se describe
la producción académica por región, sector institucional y área disciplinaria y se
identifican los docentes-investigadores y los núcleos institucionales que presentan
mejores indicadores de calidad académica. Para ello la investigación realizada se
concentró en las agencias y agentes que realizan investigación y/o producción
académica sobre temas educativos. Para la realización de este estudio se utilizaron
distintas fuentes de información: las bases de datos del Programa de Incentivos del
Ministerio de Educación de la Nación; las revistas académicas argentinas
especializadas; una muestra de revistas académicas internacionales especializadas;
los libros que desarrollan producción académica sobre educación publicados en la
Argentina.
56
posgrados en Educación, la mayor parte de ellos se orienta hacia la Gestión
y las políticas educativas o a la Didáctica (Feldman y Palamidessi, 2001).
57
5. La expansión y diversificación del campo pedagógico: el
desarrollo de las didácticas especiales.
29
Ver el desarrollo de las tres tradiciones en AMANTEA, A.; CAPPELLETTI, G.,
COLS, E. Y FEENEY, S. (2004): “Concepciones sobre el curriculum, el contenido
escolar y el profesor en los procesos de elaboración de textos curriculares en
argentina”. Revista Electrónica. Education Policies Analysis Achivment.
epaa.asu.edu/epaa/v12n40/
58
desafío comeniano que le dio origen fue la búsqueda de un método “para
enseñar todo a todos”. En este contexto, la enseñanza es, enseñanza en
sistemas y marcos organizacionales complejos. Los métodos jugaron
históricamente un rol importante debido a la escala que adquirían las
acciones educativas y al carácter instrumental que requiere la enseñanza
como sistema institucional.
30
La Revista Española de Educación dedica un número especial al desarrollo de las
didácticas específicas o didácticas de área. Ver: Revista de Educación, N° 328,
2002.
31
Para más detalle ver (Feldman, 2002).
59
enseñanza. Se definen las didácticas especiales como campos específicos de
las respectivas ciencias, sin relación con un marco de didáctica general cuya
propia existencia se cuestiona, desde la óptica de que la enseñanza siempre
opera sobre contenidos de instrucción especializada (Beker Soares, 1985;
Chevallard, 1985; Brousseau, 1991, entre otros) (citados en Davini, 1996).
32
El término experto, a diferencia del de intelectual, posee una historia bastante
más corta, típicamente del siglo XX. Aunque individuos caracterizados como
expertos han existido desde mucho antes, la utilización del término se generalizó
particularmente luego de la segunda posguerra bajo el influjo de las ciencias
sociales norteamericanas. Los expertos modernos suelen ser los técnicos, los
especialistas que trabajan en y para el Estado, y más recientemente para las ONG,
y los organismos internacionales. Si la figura del intelectual remite a un tipo de
formación general, que puede o no tener a la universidad como ámbito principal de
acción, la figura del experto evoca especialización y entrenamiento académico. En
su acción pública, el primero dice anteponer un conjunto de valores y un tipo de
sensibilidad; el segundo, al contrario, actúa en nombre de la técnica y de la ciencia,
reclamando hacer de la neutralidad axiológica la base para la búsqueda del bien
común. En: Neiburg, F. Y Plotkin, M. (2004): Intelectuales y expertos. La
constitución del conocimiento social en la Argentina. Paidos. Argentina.
60
¿Dónde y cómo se genera y legitima socialmente un saber?. En principio no
es un proceso lineal y simple. Siguiendo la perspectiva que veníamos
desarrollando y retomando el trabajo de Neiburg y Plotkin (2004) dos
perspectivas de análisis contribuyen de modo sustancial a dar cuenta de
esta pregunta. Una es la inspirada por Pierre Bourdieu, que fija su atención
en la construcción de campos de producción de conocimiento con lógicas
internas específicas. Éstas serían, a la vez, homólogas y autónomas
respecto de otros campos de la vida social. La historia de los distintos
campos, en sus contextos nacionales específicos, estaría vinculada (aunque
de una manera menos lineal y mucho más problemática de lo que muchos
estudios inspirados en este tipo de análisis presuponen) al proceso de
autonomización de los campos, lo que incluye, de modo especialmente
estratégico, la creación de instancias de validación y de reproducción
propias33. Por otra parte, es preciso constatar que los avances en la
producción de saberes sobre la sociedad muchas veces provienen de
factores que son exteriores a la lógica interna de cada campo de
conocimiento, lo que nos lleva a la segunda de las tradiciones. La
constitución de las ciencias sociales son procesos fuertemente vinculados al
desarrollo de necesidades y demandas del Estado rápidamente modernizado
y burocratizado de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX. Según
esta perspectiva, el motor de la producción de conocimiento social debería
buscarse en las necesidades de una burocracia estatal en expansión,
principalmente dedicada a la elaboración e implementación de políticas
sociales (Neiburg y Plotkin, 2004).
33
Algunos autores han discutido ya la rentabilidad de la noción de
“autonomización” para comprender la producción de conocimiento en contextos
sociales como los de los países periféricos, donde las fronteras entre los campos
han sido históricamente mucho más borrosas que en los llamados países centrales
y, sobre todo, que en Francia, espacio social y cultural para el cual Bourdieu
construyó su modelo de análisis. Op. Cit.
61
campo de las didácticas especiales?. Asimismo, la creciente diferenciación y
especialización de agentes y agencias se manifiesta en los llamados
procesos de “profesionalización”, los cuales suponen la conformación de un
cierto tipo de posiciones ocupacionales (profesiones) y de instituciones
especializadas en la producción, distribución y/o certificación de
conocimientos correspondientes a un campo determinado.
34
El mercado para los profesionales de la educación con credenciales superiores
comprende en la actualidad actividades de docencia, gestión de instituciones y
programas educativos; actividades de diseño, asesoría, capacitación, evaluación,
producción de textos pedagógicos.
62
ideologizado, tampoco con un conocimiento científico vs. otro saber de tipo
técnico (Moro, 2000).
35
Ver Informe “La producción académica sobre educación en la Argentina“,
FLACSO, 2003. Este informe muestra que las áreas disciplinares que predominan
en las revistas argentinas son la Historia de la Educación (11%), las Didácticas
Especiales (9%), los trabajos sobre Formación Docente y Psicología de la
Educación (8%).
36
Op cit
37
Bergé, A.(2004). Un estudio de la evolución del pensamiento matemático: el
ejemplo de la conceptualización del conjunto de los números reales y de la noción
de completitud en la enseñanza universitaria. Tesis de doctorado, Universidad de
Buenos Aires, Argentina. Disponible en el sitio:
http://etd.bl.fcen.uba.ar/tede2/tde_busca/tde.php?id=7&id2=14&id3=1
Aduriz Bravo, A. (1999): Elementos de teoría y de campo para la construcción de
un análisis epistemológico de la Didáctica de las Ciencias. Tesis de Doctorado.
63
En este sentido, un número importante de especialistas del campo de la
educación, pertenecientes a las diferentes tradiciones de las didácticas
especiales, adquirieron legitimidad, más que por su pertenencia a un ámbito
académico de producción de conocimientos, por su experiencia en el diseño
e implementación de situaciones didácticas y proyectos de enseñanza,
fundamentalmente, en una primera etapa, en escuelas privadas laicas de la
Ciudad de Buenos Aires. La posibilidad de contar con instituciones escolares
con garantías de equipamiento, horas rentadas para el trabajo con
docentes, acceso a material bibliográfico y aulas donde testear las
experiencias didácticas nuevas, les permitió a este grupo de profesionales
adquirir un “saber hacer” que los distinguía del resto de los profesionales
(consolidación de la figura del “experto” y del “lego”). Por tanto, sería
posible sostener que la legitimidad de sus producciones no provendría,
fundamentalmente o exclusivamente, de ámbitos académicos, sino más
bien, y sobre todo en una primera etapa, del ámbito profesional y sus
vínculos con el mundo editorial. En este sentido, la legitimidad de estos
grupos está más asociada a una “matriz profesionalista”, por otra parte,
propia de la constitución del campo educativo en nuestro país38.
64
de la producción de conocimiento de estos grupos estaba más ligada al
ámbito político-profesional (tanto en escuelas privadas como,
posteriormente, en escuelas públicas a través de la Dirección de Curriculum
de la CABA), al medio editorial, a las asesorías, a la capacitación docente,
que al ámbito académico con sus reglas de autorización y legitimación. De
este modo, cabría distinguir que la producción de conocimiento en el ámbito
académico y en el político es diferente tanto por los propósitos que
persiguen, las instancias de producción, validación y circulación de saberes,
las reglas de juego, los criterios de inclusión, los públicos a los que se
dirigen y los tiempos para la producción (Moro,2000). Al mismo tiempo, el
transito simultáneo de estos especialistas por espacios de acción,
legitimación y validación es lo que les permitió constituirse en “referentes”
del campo de las didácticas especiales. En esta misma línea de
pensamiento, el trabajo de Neiburg y Plotkin da cuenta de cómo en
diferentes campos disciplinarios (economía, sociología, psicología, etc) más
que la separación entre ámbitos de validación de ideas y de prácticas, es en
la confluencia entre espacios diferentes donde el conocimiento sobre la
sociedad es producido (Neiburg y Plotkin, 2004). De este modo, el
surgimiento de las didácticas especiales –formas de saber sobre un objeto-
tiene más que ver con cruces, circuitos de circulación y vinculación entre la
universidad, las escuelas privadas, el mundo editorial, las redes de
capacitación y asesorías, y la gestión pública, que con procesos lineales y
autónomos de conformación de un campo de conocimiento. Es en esta
compleja intersección de agentes y agencias donde ese conocimiento se ha
gestado.
Las líneas teóricas a las que adscriben estos especialistas son diversas y
también el grado de desarrollo en términos de campo profesional y
académico. En términos generales, se trata de planteos de orientación
constructivista -de vertiente neopiagetiana o bruneriana o mixtas, según
los casos-, articulados con enfoques teóricos propios del campo disciplinar o
del campo didáctico (por ejemplo, la teoría de las situaciones didácticas de
Brousseau) (Amantea y otros, 2004).
65
Especialistas en la didáctica de matemáticas de la CABA sostienen que el
surgimiento de esta disciplina “no es casual ni se reduce a una decisión
editorial sino que expresa un vasto movimiento que se acentuó a lo largo de
los últimos 20 años, originado, entre otros factores, en el reconocimiento de
la especificidad de los contenidos en el proceso de aprendizaje. Sobre la
base de importantes desarrollos de las teorías de aprendizaje,
particularmente la teoría genética de la construcción de conocimiento, se
estuvo en condiciones de abordar nuevos problemas con nuevos supuestos.
El avance se produjo, incluso, a raíz del reconocimiento de los límites de
una teoría general de aprendizaje para dar cuenta de un fenómeno
complejo como es la transmisión y adquisición de saberes en el interior del
sistema educativo.” (Parra y Saiz, 1994).
66
completo de enseñanza”: Cuando no se trata sólo de distribuir en el tiempo
de la escolaridad un conjunto de temas sino de prever contextos,
estrategias y recursos de aprendizaje apropiados desde determinadas
visiones de la enseñanza y el aprendizaje, resulta necesario recurrir a otro
tipo de estrategia curricular y a otra modalidad de discurso (Feldman,
1996).
67
6. El planeamiento curricular. ¿Cómo se planifica un
curriculum?
68
planificación curricular. En principio, se identifican respuestas a tres
diferentes cuestiones relacionadas con la planificación curricular. La
pregunta procedual: ¿qué pasos se deben seguir en la planificación de un
curriculum?
La pregunta descriptiva: ¿cómo se planifica un curriculum? ¿qué hacen los
que planifican?
La pregunta conceptual: ¿cuáles son los elementos de la planificación
curricular y cómo se relacionan entre si conceptualmente?
69
derivados de estudios sistemáticos de aquellos que aprenden, de la vida
contemporánea en sociedad y del análisis de las perspectivas de los
especialistas. Estas tres fuentes de los objetivos son después desplegadas a
través de la filosofía de la escuela y a través del conocimiento disponible
sobre la psicología del aprendizaje. Los objetivos derivados de este modo
deben ser especificados de la manera más precisa y menos ambigua
posible, de modo tal que los esfuerzos de la evaluación puedan ser tomados
para determinar el alcance de los objetivos. Segundo, los planificadores
deben determinar qué experiencia educacional se ofrecerá a los estudiantes
en función de los objetivos. Tercero, el planificador debe encontrar los
caminos en los que estas experiencias educacionales pueden ser
organizadas efectivamente, intentando proveer de experiencias que tengan
efectos acumulativos en los estudiantes. Tyler recomienda que las
experiencias habiliten a los estudiantes para comprender la relación entre
su aprendizaje y las actividades en varios campos. Si eso se hace, la
tensión debe dirigirse a las secuencias de experiencias en cada uno de los
campos (por ejemplo matemática) y a la integración del conocimiento a
través de los campos. Ciertos conceptos, habilidades y valores son
suficientemente complejos para requerir un estudio reiterado y en grados
de sofisticación creciente y extensivo en su aplicación y lo suficientemente
penetrante para ayudar a los estudiantes a relacionar un campo disciplinar
con otro. El planificador usa estos elementos organizativos para proveer la
secuencia y la integración de los requerimientos del curriculum. Finalmente,
el planificador debe determinar si los propósitos educacionales están siendo
atendidos, para ello instrumentos de evaluación objetivos son desarrollados
para chequear la efectividad del curriculum. El criterio de éxito es
comprobable empíricamente considerando si los objetivos del curriculum se
han alcanzado39.
39
Tayler, R (1974): Principios básicos del curriculum. Buenos Aires, Troquel.
70
planificación del curriculum por alrededor de cincuenta años. Más aún, la
publicación del syllabus40 de Tyler representa no el principio de su influencia
sino más bien una sistematización de ideas derivadas de los fundadores del
campo del curriculum en el primer cuarto del siglo XX. De hecho el libro de
Bobbit sobre curriculum y en particular sus focos en el desarrollo y en la
especificación de objetivos basados en métodos científicos estableció la
aproximación básica a la planificación del curriculum en el sylabus. Sostiene
Posner (1998) que desde su publicación en 1949, varios planificadores han
acudido a la racionalidad de Tyler para orientarse en la planificación del
curriculum. Incluso educadores humanistas como Elliot Eisner, quién ha
invertido esfuerzo criticando los objetivos taylerianos y su aproximación
evaluativo, cuando llega el momento de discutir procedimientos revierte
(quizás sin saberlo) a una perspectiva paso a paso que difiere solo
levemente de la racionalidad tayleriana (Posner, 1998).
40
En este caso Syllabus: estrato de las ideas principales sobre la planificación
curricular. También traducido como programa de estudio.
71
aprender no es aquello por lo que existe la escuela, entonces cuál sería su
propósito.
72
De este modo, un proceso de diseño involucra distintas dimensiones, de
naturaleza complementaria, pero heterogénea. Sin duda supone una serie
de decisiones y procedimientos técnicos: acerca de los pasos a seguir en
cada momento, del tipo de texto curricular a producir, de los componentes y
estructura del diseño, de las estrategias de implementación posibles, etc.
Como hemos visto este tipo de cuestiones ha sido objeto privilegiado del
paradigma racional y científico consolidado a partir de Tyler y desarrollado
por distintos autores a partir de 1950 (Taba, 1974; Johnson, 1970). En ese
marco, la elaboración del curriculum se asimila a una serie de
procedimientos técnicos y sistemáticos, de amplia validez y aplicabilidad,
cuyo seguimiento garantiza un producto curricular acorde con determinadas
metas educativas41.
41
Op. cit
73
piensa al diseño como acto social de toma de decisiones, la mirada se
centra en los actores y grupos, las posiciones que ocupan y los modos en
que se relacionan en los diferentes momentos e instancias del proceso.
Entonces, más que un “artefacto” que resulta de aplicar un conjunto de
procedimientos técnicos y administrativos, un curriculum implica
primordialmente un proceso de construcción social que se desarrolla en un
marco impregnado de tradiciones de pensamiento pedagógico y curricular,
frecuentemente diversas.
74
6.1 Relaciones entre pensamiento y planeamiento curricular
en Argentina
42
Una descripción de este proceso puede encontrarse en Feldman y Palamidessi
(2003).
75
profesores especializados en esas áreas) detentan el dominio de las
estructuras sustantivas y sintácticas de sus respectivos campos disciplinares
que los convierte en interlocutores indiscutibles a la hora de definir qué se
considera valioso enseñar en las escuelas. Esta manera de concebir el
curriculum se asocia más a la tradición disciplinar del nivel medio.
76
Las autoras señalan que, en esta tradición fuertemente ligada a la
enseñanza como objeto irrumpen durante la década del 70 los desarrollos
de la teoría curricular de corte tecnológico y, más tardíamente, los aportes
de la sociología del curriculum y de los enfoques prácticos y críticos de
origen principalmente sajón. Al mismo tiempo, la magnitud de la discusión
epistemológica que tuvo lugar en la década del 80 y la ruptura con el
paradigma técnico de pensamiento, condujo a una reconceptualización del
campo de la Didáctica, que se extiende hasta nuestros días. Un tema
central de este debate es la articulación entre la tradición didáctica centrada
en la enseñanza y la tradición curricular centrada en los problemas ligados a
la organización de los sistemas de enseñanza.
77
Con respecto al contenido de la enseñanza, las autoras dicen que “si bien la
Didáctica General tiene una larga historia de producción en los temas del
contenido de la enseñanza; la producción local en torno a los problemas y
cuestiones ligados a la definición del contenido curricular es menor y
presenta cierta dispersión, más allá de la participación de sus
representantes en decisiones y debates de carácter público. En estos
trabajos se señala de modo recurrente que la problemática del contenido
escolar es en gran medida una cuestión ligada a la definición de los
propósitos de la escolaridad.
78
en forma directa en procesos de diseño en carácter de expertos43. Si bien
existen matices y variantes en los modos de aproximarse al tema, es
posible advertir que el enfoque adoptado con respecto a los problemas del
diseño curricular está marcado por una impronta psico-didáctica o
didáctica. Esto puede atribuirse, seguramente, al deslizamiento hacia el
campo curricular de un estilo de trabajo e investigación centrado en el
estudio de los procesos de adquisición de determinados saberes en
contextos de aula y el diseño de situaciones y secuencias “micro” de
enseñanza. En este marco, los criterios de orden epistemológico y
psicológico son privilegiados a la hora de definir el valor de un contenido:
un saber se legitima no tanto por su valor social y cultural, sino por su
importancia desde el punto de vista epistemológico o su papel en el
desarrollo cognitivo de los sujetos. Se trata de una visión de los problemas
relativos al contenido escolar que focaliza el análisis en la relación entre un
contenido epistémico y el aprendizaje de los alumnos de ese contenido,
poniendo en juego consideraciones y argumentos relativos a los
conocimientos previos de los alumnos sobre el contenido, las características
que asume el aprendizaje espontáneo de los distintos saberes, las
representaciones prevalecientes y los obstáculos más frecuentes en este
proceso, etc.
43
A la inversa de lo que comentábamos en el apartado anterior, esta tendencia fue
fortalecida por el tránsito de la idea de “curriculum como plan de estudios” a
“curriculum como proyecto completo de enseñanza”: cuando no se trata sólo de
distribuir en el tiempo de la escolaridad un conjunto de temas sino de prever
contextos, estrategias y recursos de aprendizaje apropiados desde determinadas
visiones de la enseñanza y el aprendizaje, resulta necesario recurrir a otro tipo de
saber.
44
El siguiente fragmento ilustra claramente el punto de vista que estamos
exponiendo: “...No es extraño entonces que el problema de la elaboración del
curriculum se tienda a enfocar, casi exclusivamente, desde el punto de vista de la
79
6.2. Problemas y preguntas que intervienen en los procesos de
diseño curricular
80
La estrategia de cambio curricular constituye una decisión que obedece no
sólo a necesidades pedagógicas sino a necesidades de orden político. En
este punto, el curriculum forma parte de la agenda y los problemas ligados
al gobierno y la definición de políticas públicas para el sector y se ensambla
con el conjunto de decisiones que conforman lo que habitualmente se
denomina planeamiento educativo.
47
Tal como señalan Elmore y Sykes (1992), las raíces de las políticas curriculares
se encuentran profundamente dentro de comunidades políticas clave —expertos
académicos, editores comerciales y evaluadores, planificadores políticos estatales y
locales, élites administrativas y grupos de interés religiosos y políticos. La
comprensión de cómo se toman las decisiones curriculares depende en parte de la
comprensión de cómo estas comunidades políticas definen problemas y soluciones y
cómo ejercen su influencia unas sobre otras.
81
¿Cuáles son los propósitos de la escolaridad en este nivel? ¿Cuál es el papel
de la escuela en relación con los fines sociales y colectivos? ¿Qué
conocimiento es legítimo, y por ende, valioso enseñar? ¿Qué debe ofrecerle
el curriculum a la escuela y al profesor? ¿Cómo expresar las intenciones
educativas? ¿Qué tipo de estructura curricular es la más conveniente en
función de estas intencionalidades? ¿Sobre qué dimensiones de la tarea
formativa operará el curriculum: contenidos, pedagogía, evaluación,
aspectos institucionales? ¿Qué criterios orientarán la selección, organización
y secuencia de contenidos?
48
Retomando la línea de pensamiento iniciada en Inglaterra por Stenhouse (1987).
82
Estos asuntos no aluden a situaciones que pueden advertirse a posteriori
del diseño sino que deben constituir insumos importantes de la deliberación
que caracteriza al proceso de elaboración curricular y a las decisiones que
se tomen en cualquiera de los campos anteriormente descriptos.
83
SEGUNDA PARTE: Contexto de producción y formulación de
política educativa: la construcción de una tradición.
1. Introducción
84
significaciones previas. Los rastros de concepciones previas se reorganizan
junto a las nuevas experiencias de modo complejo. La tradición en términos
curriculares va moldeando una manera de concebir “lo curricular” en la
Ciudad de Buenos Aires, direccionando expectativas y acciones. Quiénes
tuvieron a su cargo la definición del “saber oficial” en materia curricular
portan un conjunto de pensamientos y unos modos de trabajo, y formas de
argumentar y razonar. En tanto tradición, tiene una racionalidad propia,
puesto que sostiene razones en torno a lo bueno y a lo inválido y encierra
supuestos determinados en torno al curriculum. Al mismo tiempo, los
significados del curriculum en tanto construcción histórica, están asociados
a la forma en que se construye una tradición político educativa.
85
Ciudad encara un proceso de renovación cultural a través de la actualización
de los contenidos para la educación primaria e inicial.
49
Extraído del informe “Ciudad de Buenos Aires”, elaborado por Paola Linas, en el
marco del Proyecto “Las provincias educativas” Estudio comparado sobre el estado,
el poder y la educación en las 24 provincias argentinas”. Coordinado por Axel Rivas.
CIPPEC. Argentina. 2004.
86
entre ambos mapas de poder. Por otra parte, en la Ciudad se concentran los
principales medios de comunicación de la Argentina –tanto gráficos como
visuales-.
50
El informe CIPPEC menciona un tercer rasgo relacionado a la histórica orientación
política de la Ciudad. Es posible afirmar que una gran parte de los ciudadanos
porteños ha tenido una preferencia política no peronista. Esto se explica,
históricamente, a partir de los resultados obtenidos en las sucesivas elecciones para
legisladores nacionales y concejales municipales.
51
En este mismo sentido, el trabajo de Ferrer (2004:108) señala que “el sistema
educativo de la Ciudad de Buenos Aires opera bajo un conjunto de condiciones que
lo hacen muy diferentes del resto de los sistemas provinciales, tanto por las
características de las escuelas, como por la composición de los equipos técnicos de
gestión. Además de las obvias diferencias en cuanto al capital económico y
sociocultural de la Ciudad respecto del resto del país, el sistema educativo en sí
mismo se caracteriza por dos aspectos que resultan sumamente relevantes para
este análisis. En primer lugar, alrededor del 50% de la matrícula estudiantil está
concentrada en instituciones de gestión privada. Si bien la Secretaría de Educación
de la Ciudad diseña y monitorea los programas educativos de todas las escuelas, la
inversión de tiempo y recursos se concentra prioritariamente solo en la mitad de
sus instituciones, es decir, en las escuelas públicas. A la vez, la capacidad de
innovación y actualización que las escuelas privadas han mostrado a lo largo de
varias décadas ha sido capitalizada por la gestión pública para elevar el nivel
educativo del conjunto de escuelas de la jurisdicción. En segundo lugar, el hecho de
que la Ciudad albergue un número privilegiado de profesionales y académicos
especialistas en educación hace que los equipos técnico-políticos de la Secretaría
resulten mucho mejor preparados que los de otras provincias para enfrentar los
grandes cambios de política curricular impulsados desde el nivel central.
87
Hasta el año 1995, la autoridad máxima que gobernaba la Ciudad era el
intendente municipal, designado por el presidente de la nación con acuerdo
del Senado. A partir de esa fecha y producto del cambio dispuesto por la
reforma de la Constitución Nacional de 1994, que previó la sustitución de la
condición municipal de la CABA por medio del reconocimiento de una nueva
jerarquía, se constituye como jurisdicción autónoma pasando a
denominarse Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En este contexto
se sancionó la Carta Magna de la Ciudad Autónoma y se realizaron
elecciones para cubrir los cargos ejecutivos y legislativos y se eligió al 1º
jefe de gobierno por medio del voto de los Ciudadanos. La autonomización
política de la Ciudad modifica y re-posiciona el mapa de poder a futuro,
abriéndose una nueva etapa en la historia política de la Ciudad, reforzando
su posición de autonomía y poder. Comienza a ser un espacio geográfico
estratégico de disputa de poder electoral en el mapa de opciones partidarias
a nivel nacional. Esta lógica atraviesa cada una de las esferas de gestión del
estado jurisdiccional y se pone de manifiesto con mayor énfasis en períodos
electorales. En este sentido, el área educativa se ha convertido en un
espacio privilegiado y estratégico de disputa y posicionamiento político.
88
país (0,7% frente a media nacional de 4,0, Censo 2001) y la mayor
proporción de población con primaria (91,3%) y secundaria (47,8%)
completa.
89
A propósito de esto, la negativa a la aplicación de la reforma educativa,
manifestada en la oposición de la Ciudad a la Ley Federal de Educación,
también fue expresión de un posicionamiento político. Además de las
resistencias técnicas, la Ley era percibida por muchos de los actores
porteños como símbolo de la política educativa neoliberal de Menem, al cual
se oponía la gestión radical. Si bien el año de la sanción de la Ley Federal
de Educación la autoridad máxima de la Ciudad pertenecía al mismo partido
de gobierno, las autoridades se mantuvieron reticentes a la aplicación
inmediata de la nueva estructura para el sistema educativo (sobre esto
volveremos más adelante).
90
les parecían que eran prioritarios. Esta situación de indefinición
dura hasta fines del ´96, principios del ´97”.
91
locales como nacionales. Al mismo tiempo, se suceden durante este
período algunos hechos que condicionaron fuertemente el panorama
educativo de la Ciudad.
52
Desde el Estado Nacional el proceso de descentralización en la gestión y
financiamiento de las instituciones escolares se realizó a través de la Ley de
Transferencia de los establecimientos educativos (24.049) que se sancionó en
diciembre de 1991. Con esta Ley se completa el largo proceso de transferencia de
los servicios educativos que dependían de la Nación a las provincias y a la Ciudad
de Buenos Aires, iniciado a fines de la década del ´60.
53
En 1994 la reforma de la Constitución en el artículo 129 dispone que: “La Ciudad
de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias
de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el
pueblo de la ciudad”.
54
En parte producto de estos acontecimientos, a partir de 1996, se abrió una nueva
etapa en la historia política de la Ciudad que reforzó su posición de autonomía y
poder y permitió la conformación de una coalición (ALIANZA) de oposición al
gobierno nacional peronista.
92
correspondiente para el nivel terciario, profesorados y educación artística,
que se concretaría a partir de 1994.
55
A nivel nacional se impulsa la creación de la Red Federal de Formación y
Capacitación Docente Continua.
56
Cabe mencionar que se realizó desde la Secretaría un trabajo de diseño de un
anteproyecto de Ley de Educación para la Ciudad que – finalmente- no se debatió
en la Legislatura.
93
Dato que demuestra el recambio de los secretarios de educación, sin llegar
a cumplimentar, muchos de ellos, el período para el cual habían sido
designados. Retomaremos a lo largo de este trabajo la incidencia que esto
ha tenido en la definición de las políticas educativas en la Ciudad.
94
3. El origen de una tradición curricular: las definiciones
curriculares en la CABA. Tradiciones, políticas y nuevos
agentes. (1983-1993)
95
Pedagógico de 1984 a 198857. A partir de los 80 se aceptó, de un modo
bastante generalizado en los ambientes educativos, una caracterización del
estado como arena de conflicto de sectores sociales (Oszlak, 1984). Esta
concepción abrió paso a un importante impulso de participación en los
espacios públicos representados por las políticas estatales.
57
Para un análisis del Congreso Pedagógico, véase De Lella y Krotsch (1989).
58
En 1984, se creó el INAP Instituto Nacional de la Administración Pública con el
propósito de formar nuevos agentes para la administración pública.
59
Ver Palamidessi, M. y Suasnábar, C. (2003): El campo de producción de
conocimiento en educación en la Argentina. Notas para una historia de la
investigación educativa. Mimeo.
96
3.2 Las políticas de renovación cultural
60
En los 80 junto con la Ciudad de Buenos Aires, las jurisdicciones de Río Negro,
Entre Ríos, Mendoza, Córdoba, Santa Fé y La Pampa, realizaron procesos de
transformación curricular para diferentes niveles del sistema educativo.
61
Esta nueva concepción fue claramente expuesta por Oszlak (1984) en La
formación del Estado Argentino. Citado en Feldman, 1996.
97
En el área de educación de la entonces MCBA, en los inicios del período
democrático y como parte del conjunto de medidas de gobierno que se
ponen en marcha desde la esfera del estado, comienzan a conformarse los
equipos técnicos que constituirán la Dirección General de Planeamiento,
quiénes asumirán funciones técnico - pedagógicas. Se incorporaron perfiles
profesionales que provenían de diferentes experiencias de socialización
política en distintos ámbitos, especialmente en las universidades públicas, y
de diversas orientaciones político partidarias (radicales, justicialistas,
partido intransigente, izquierda). La apertura, la participación y el disenso
caracterizaron la primera etapa del período democrático. Estos
intelectuales/académicos al ser incorporados a la esfera del estado tienen la
expectativa de constituir un espacio que, recuperando los debates
educativos propios del ámbito universitario, se proyectaran en la definición
de estrategias y proyectos en un contexto de intervención político
educativo. Para algunos de los universitarios que conformaron estos
equipos, la incorporación a un espacio de estas características se
constituiría en la primera experiencia de trabajo en un ámbito laboral
perteneciente a la esfera del estado que no fuera la Universidad, contando
de este modo con el espacio para concretar expectativas de cambio para el
sistema educativo jurisdiccional. En este sentido, una entrevistada
manifiesta
98
En la Ciudad siempre se privilegió la trayectoria académica por sobre la
política. (…)La Dirección General de Planeamiento es un área
eminentemente técnica entonces allí iban los mejores cuadros
académicos. Es un rasgo fundacional. La incidencia de lo político se da
en las cabezas (de los que coordinan).
“el primer gesto político fuerte que se hace desde investigación fue
evaluar los logros educativos derivados de lo que en ese momento
se llamaba el Libro Gordo de Petete, el Diseño Curricular que había
dejado la dictadura militar, el del año 81”. (Miembro de la Dirección
de Investigación)
99
trabajo de la misma época fue la comparación de los textos escolares
producidos por diferentes editoriales para las distintas áreas. El propósito
de esta investigación fue conocer de qué modo regulaban la práctica
docente las determinaciones de contenido propuestas en los libros de texto.
“La Dirección de Investigación tuvo mucho que ver con las políticas
curriculares, después los tiempos fueron cambiando y curriculum tomó
un espacio mucho más fuerte dentro de planeamiento. (Responsable
de la Dirección de Planeamiento)
Al hacer referencia al trabajo que culminó con la creación del DC del año 86
Daniel Feldman señala que “este documento fue precedido por un largo
trabajo de investigación y elaboración, iniciado en el año 1984, que produjo
62
“El DC del año 1981 fue preparado por la Secretaría de Educación de la MCBA
durante el año 1980, para entrar en vigencia en el año 1981. Se proponía dotar de
un programa a las escuelas que habían pasado a jurisdicción municipal luego de la
transferencia de las escuelas nacionales en 1978. Fue un documento que desató
grandes polémicas, tanto por su implementación durante la gestión militar, como
por la orientación en algunas áreas (...)” (Feldman, D. 1994)
100
un diagnóstico de diversos aspectos de la escolaridad y una evaluación del
anterior curriculum” (Feldman, 1994:30)
101
implementación curricular y acompañó la modificación del diseño curricular
constituyéndose en la vía privilegiada de ingreso de nuevas ideas a las
escuelas.
63
Extraído del documento El Proceso de Transformación Curricular en la Ciudad de
Buenos Aires. Dirección General de Planeamiento. CINDE.
102
resignificación de esos contenidos en cada escuela. Entonces ese salto
era el que la Dirección Curriculum asume como tarea prioritaria en el 89.
Esta es la explicación que yo recibí cuando ingresé en el 92”.
Desde principios de los años 90 los equipos técnicos de las diferentes áreas
comienzan a trabajar en el proceso de contextualización curricular. Las
tareas de contextualización, según expresan algunos miembros de la
Dirección de Curriculum, tenían como propósito acercar la propuesta
curricular a las condiciones reales de la enseñanza. Algunos especialistas, a
su vez, consideraban que las tareas que realizaban como parte del proyecto
de contextualización curricular, se inscribían en el marco de tareas de
“investigación didáctica” cuyo propósito era poder testear, en situaciones
reales de enseñanza, secuencias didácticas previamente definidas. Un
especialista de área entrevistado afirma:
103
En coincidencia otro testimonio expresa:
104
Frente a la pregunta de si ese tipo de trabajo estaría más relacionado con la
investigación didáctica, la misma especialista responde:
105
en el lugar de los “especialistas” en la definición curricular. Esta modalidad
de trabajo curricular, que se consolidará a lo largo de la década de los
noventa, desplaza el eje de trabajo específico de una oficina técnica de
curriculum de la intervención hacia la producción de conocimiento -si bien
no reflejaría las características propias de la producción de conocimiento en
un ámbito académico-. En la tercera parte de este informe se retomará de
que modo estas definiciones influyeron en las modalidades de intervención
de los equipos técnico pedagógicos y las concepciones en torno al
curriculum y el planeamiento curricular.
106
Dirección de Curriculum en el marco de las acciones de desarrollo y
contextualización curricular.
107
TERCERA PARTE: Política y políticas. Las políticas curriculares como
políticas públicas. El caso de la ciudad de Buenos Aires.
1. Introducción
108
discurso oficial instruccional acerca de la enseñanza que los mismos
representan.
109
2. La política curricular a partir de la sanción de la Ley Federal de
Educación (1993- 1999).
110
transformación económica y la reorganización del propio Estado (Almandoz,
2000).
111
aprendizaje y la notoria inequidad en la distribución de oportunidades
efectivas de educación en los países de la región. Estos diagnósticos se
centraron, principalmente, en la calidad de los procesos y los resultados que
estaban alcanzando los sistemas educativos. En este marco, un número
importante de académicos, técnicos y expertos en educación argumentaron
en torno a los problemas que enfrentaban los sistemas educativos
nacionales y la necesidad de iniciar procesos de reforma. Las oficinas de
educación de los organismos de cooperación y crédito internacional se
convirtieron en las promotoras de reformas cuyos ejes prioritarios fueron el
mejoramiento de la calidad de la enseñanza y de la eficiencia y efectividad
del sistema educativo64. La modernización de la gestión y la redistribución
política de las responsabilidades y de la toma de decisiones se consideraron
claves para el mejoramiento de la calidad de la educación.
64
El documento “Transformación productiva con equidad” (CEPAL, 1992) establece
como lineamientos fundamentales de política una mayor equidad y un mejor
desempeño de los sistemas educativos nacionales.
65
Para más detalles sobre los nuevos marcos de referencia ver Braslavsky, C.
(1999): Re-haciendo escuelas. Hacia un nuevo paradigma en la educación
latinoamericana. Santillana.
112
responsabilidades entre los agentes educativos, definiéndose roles
administrativos y responsabilidades financieras en el sistema. A principios
de los años 90 se concretó la última etapa de descentralización de la
administración del sistema66, de este modo el Ministerio de Educación
Nacional, sin escuelas a cargo, reestructuró sus funciones, promoviendo un
nuevo estilo de gestión de la educación. La concreción de la última etapa de
descentralización67 de servicios educativos de la nación a las provincias si
bien permitió alivianar el déficit del gasto público implicó, al mismo tiempo,
la definición de un nuevo rol regulador para el Ministerio de Educación de la
Nación. En este contexto, el Ministerio se plantea el problema estratégico
que supone tanto la redefinición de las relaciones con las provincias y los
agentes privados, como nuevas maneras de regular y controlar las acciones
de un sistema no estructurado desde el centro (Suasnábar, 2000; Merodo y
Simón, 1997)
66
Por medio de la Ley Nº 24.049.
67
El gobierno de Menem inicia la transformación en educación con la transferencia
de los servicios educativos de la secundaria y de la educación superior no
universitaria a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires en el año 1991.
113
(Suasnábar, 2000). En este contexto, el gobierno central se hacía
responsable de proveer políticas de guía y asistencia técnica, de establecer
la estructura curricular y los programas compensatorios; las autoridades
provinciales asumían la administración de toda la educación pública
preuniversitaria y de la formación de los docentes. Por tanto, se puede decir
que el eje central que atravesó a las reformas fue la reconceptualización del
rol del Estado nacional en el gobierno, financiamiento, administración y
mejoramiento de la educación68.
68
Los programas de apertura económica y reforma del Estado fueron legitimados
por las propuestas impulsadas por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo, que promovían políticas educativas cuya prioridad debía ser la “eficacia
educativa”. Al mismo tiempo, las políticas de descentralización de la educación
promovidas por estos organismos tenían como propósito reducir el gasto y el déficit
del gobierno central para hacer más eficiente la administración de los recursos.
114
alternativas posibles. Como señala Feldman “las soluciones que se proponen
no sólo son globales porque se apliquen recetas similares en todas partes,
sino que, también, son globales porque proponen “grandes” soluciones
generales para conjuntos disímiles de problemas. Se trata de crear una
sensación de movimiento y de cambio, y de instalar la ecuación
“cambio=progreso” para fortalecer la ilusión de que se están solucionando
los problemas de raíz” (Feldman, 1996) (comillas en el texto). Al mismo
tiempo, pareciera que las soluciones propuestas durante este período, entre
ellas el cambio curricular, juegan un rol legitimador (en términos de Elmore
y Sykes, 1992) y construyen autoridad a favor del discurso de los expertos.
69
Varios países de la región sancionaron nuevas leyes de educación. En ellas se
expresa la extensión de la obligatoriedad escolar hacia el preescolar y hacia la
secundaria básica. En Argentina se expresa en la obligatoriedad de la sala de 5
años y los dos primeros años de la educación secundaria. Ver Braslavsky, C. op cit.
70
La modernización se expresó tanto en la cualificación de los perfiles profesionales
a cargo de programas vinculados con aspectos de la reforma, como en la
consolidación de un sistema de información a nivel federal, a través de la Red
Federal de Información Educativa, encargada de centralizar la sistematización de
información estadística del SEN. Con respecto a la formación de perfiles
profesionales el Programa de Formación de Funcionarios del Sector Educativo
(PROFOR) constituyó una iniciativa que contribuyó al desarrollo profesional.
71
El Plan Social Educativo (1993) constituyó la iniciativa más importante cuyo
propósito fue revertir la desigualdad educativa del SE a partir de proveer recursos a
escuelas y docentes que atendían a niños pertenecientes a los sectores sociales
más desfavorecidos.
72
Las políticas dirigidas al sector docente y a su profesionalización llegaron en
forma tardía. Lo más visible y funcional a las etapas y propósitos de la reforma fue
la implementación de la Red Federal de Formación Docente Continua (RFFDC) con
una cabecera nacional y cabeceras en cada una de las jurisdicciones. En el marco
115
Hay coincidencias en señalar que, en el marco de estas transformaciones, la
cuestión curricular desempeñó un rol central en la reforma educativa
argentina (Amantea y otros, 2004; Feldman 1996 y 2005; Ziegler, 2001). El
“vaciamiento de contenidos” del sistema escolar, enunciado como una de
las consecuencias de las políticas de devastación cultural de la última
dictadura militar, representó uno de los antecedentes centrales de las
políticas educativas iniciadas en la década de los 90. Una expresión de este
discurso plantea la necesidad de incluir “contenidos significativos” en las
instituciones educativas (Frigerio, Lanza, Entel y Braslavsky, 1992). Como
señalamos en el apartado anterior en los años 80, algunas jurisdicciones
realizaron transformaciones curriculares como parte de una propuesta de
renovación cultural de los contenidos a ser enseñados en las escuelas. La
década de los noventa, instaló fuertemente la necesidad de reformar los
diseños curriculares en diferentes escalas (nacional, jurisdiccional,
institucional).
Las políticas curriculares, según Ziegler (2003) han instalado una serie de
dinámicas originales: las formas de concebir el curriculum, los procesos
desarrollados para la construcción curricular, el papel adjudicado a las
instituciones y a los docentes en la elaboración de proyectos. Estas
dinámicas darían cuenta de la emergencia de una nueva configuración
producto de la política propuesta. La autora agrega que uno de los rasgos
peculiares es que la reforma se ha vehiculizado fudamentalmente a través
de materiales curriculares de carácter impreso elaborados en el marco de
las gestiones provinciales y nacional. De este modo, asistiríamos a la
profundización de una tendencia, iniciada en los años ochenta, en las
experiencias de reforma de diseños curriculares, mediante la prescripción
de documentos confeccionados por cuerpos de especialistas, que en los
noventa se profundizó sustentándose en legitimaciones legales (Ziegler,
2003).
116
2.2 La política curricular en la agenda educativa
El hecho de que las reformas curriculares de los años ’90 en América Latina
se concentran, fundamentalmente, en la transformación curricular, el
aprendizaje escolar y la formación, el perfeccionamiento y apoyo docente,
se ha interpretado como indicador de un proceso de ‘pedagogización’ de la
agenda de los políticos y planificadores”, lo que refleja que la temática de
los contenidos y de los métodos se haya situado en el centro del escenario
(Braslavsky y Gvirtz, 2001).
117
La política curricular nacional de definición de contenidos oficiales presenta
algunas características a tener en cuenta. En principio, cabe resaltar que la
Ley Federal de Educación establece distintos niveles de responsabilidad
para las nuevas definiciones curriculares, en consonancia con los roles
asignados al Estado Nacional y a los estados provinciales. De este modo, se
ha optado por un modelo basado en la definición de contenidos obligatorios
de prescripción centralizada y para todas las instituciones escolares. Como
señala Ziegler, esta tendencia no se encuentra necesariamente ligada al
estilo de gobierno y gestión del sistema educativo. En este sentido, el caso
argentino representa una tradición de un sistema históricamente
centralizado –en proceso de descentralización- que optó por una
prescripción nacional para la definición de contenidos educativos básicos y
comunes (Ziegler, 2003:660). Por otra parte, los CBC, hasta que concluyó
el proceso de elaboración de los diseños curriculares provinciales, se
constituyeron en la normativa curricular de referencia para las escuelas
(Gvirtz, 2001).
118
de “productividad” que se pone en juego en las interpretaciones sobre lo
curricular.
73
En oportunidad de inaugurarse oficialmente la estrategia curricular que preveía la
elaboración de los CBC, se llevó a cabo en el Ministerio de Educación de la Nación,
la convocatoria a los más reconocidos académicos pertenecientes a diferentes
campos disciplinares (Matemática, Física, Química, Biología, Tecnología, etc.).
119
Tempranamente (año 1996) Feldman advertía de los peligros y la
complejidad de la consulta a los expertos. Puesto que los expertos no son
un todo homogéneo, sino que participan de debates, visiones y perspectivas
en torno a la ciencia. En este sentido, el autor advierte que en este caso, y
a través de la consulta, lo que se estaría legitimando sería la visión de un
grupo de expertos y no los debates que significa la incorporación de las
visiones o enfoques de diferentes grupos y sectores. Y sostiene que “en
estos asuntos no alcanza con la consulta ya que es necesario un debate
fundamentado en el cual nuevas opiniones se desarrollen en la
confrontación de enfoques” (itálica nuestra). Otra advertencia que el mismo
autor hace se refiere al peligro de confundir la discusión científica del
momento –o los avances en el conocimiento en las áreas disciplinares- con
el conocimiento escolar. Y sostiene que “la tendencia a la moda teórica
soslaya la necesidad de trabajar educativamente sobre aspectos
consolidados de conocimiento. Para ser enseñado en la escuela, el
conocimiento disciplinar requiere de una versión que, por sus
características, no puede ser realizado desde el campo de la ciencia. Porque
hay una dimensión pedagógica del contenido y porque el conocimiento debe
seleccionarse con relación a un proyecto cultural más amplio” (Feldman,
1996) (itálica nuestra).
120
disputa. Así como la política curricular que orientó la definición de los CBC
se fundamentó en el paradigma academicista como instrumento legitimador
de las orientaciones y definiciones adoptadas, en ciudad como veremos más
adelante, fueron las “didácticas especiales” el cuerpo de conocimientos y
prácticas que legitimaron las decisiones curriculares adoptadas.
121
2.3 La reforma educativa en la ciudad. 1993-1999
122
estableció una estructura de ciclos educativos a los que la Ciudad de
Buenos Aires, tanto en una primera etapa como posteriormente, no adaptó
a una norma legislativa jurisdiccional, obedeciendo a cuestiones de índole
político-electorales y a los posicionamientos técnico-pedagógicos de
miembros de la Secretaría de Educación. En este sentido, la toma de
posición frente a la ley por parte del Estado jurisdiccional, actuó tanto por
la propia acción como por omisión. Una posición activa implica desde iniciar
la cuestión, legitimarla, acelerarla o también bloquearla. En relación con la
inacción, el Estado puede decidir esperar a que las posiciones del resto de
los actores y aún la cuestión misma –la ley y su implementación- se
encuentre más definida, o puede dejar que el problema se resuelva en la
arena privada, o considerarla la mejor alternativa de entre las posibles. En
este sentido, en la ciudad se dio una posición de espera, de negociación y
de acciones relativas a la reforma, pero que no implicaron modificar la
estructuración de los niveles ni formular una ley jurisdiccional que tomara
como marco regulatoria más amplio a la Ley Federal de Educación.
123
A su vez, esto se daba en un escenario en el que, en el marco de la
estrategia de instalación de la Reforma Educativa, los responsables políticos
y técnicos del MCEN presionaban a las autoridades de la ciudad para ser
una de las primeras jurisdicciones en implementar la reforma. Necesitaban
de algunas jurisdicciones, con sistemas educativos relativamente ordenados
y con respaldo político, donde ensayar las primeras etapas de
implementación de la nueva estructura del sistema educativo.
En ese contexto, la ciudad de Buenos Aires (CBA) era una de las elegidas
para ser de las primeras jurisdicciones en implementar el “paquete” de la
reforma, en sus diversas dimensiones. La ubicación geográfica con respecto
al resto del país (ciudad capital y centro de instalación de los más
importantes medios de comunicación del país), la proximidad física con el
MCEN, el tránsito de especialistas de educación entre la instancia nacional y
jurisdiccional, convertían a la ciudad en la “vidriera” ideal donde mostrar la
implementación de la Ley Federal de Educación y un eslabón estratégico
fundamental con potenciales efectos en el resto del país. Una entrevistada
responsable del área de planeamiento de la ciudad decía lo siguiente:
“(…) había una presión muy fuerte de nación a ciudad para que
aplicara la Ley Federal, porque en general los equipos técnicos, tanto
de curriculum como de investigación, habían servido de referencia para
muchas jurisdicciones. Cuando se hacían los encuentros entre
jurisdicciones los equipos técnicos curriculares, en particular de ciudad
tenían una palabra con bastante ascendiente sobre el resto”. (Miembro
de la Dirección de Planeamiento)
124
bien cada una diseñó estrategias singulares para el sector educativo, en
función de tradiciones políticas, de alianzas políticas coyunturales y de
acuerdos económicos.
125
tradición curricular de la ciudad iniciada en la década de los ochenta, los
perfiles técnico- pedagógicos y la estabilidad laboral de los mismos,
probablemente coadyuvaron, conjuntamente con la autonomía material,
para la toma de decisiones. No obstante, el contexto nacional actuaba como
marco de referencia. En este sentido, la Directora de Curriculum manifiesta
lo siguiente:
126
momentos contradictoria en la que se misturan posicionamientos políticos y
técnicos.
74
A pesar de que los Contenidos Básicos Comunes no eran diseños curriculares
para ser trabajados en las escuelas por directivos y docentes, sino listados de
contenidos para ser tenidos en cuenta por quienes tenían a su cargo la tarea de
producción de nuevos marcos curriculares en las jurisdicciones.
127
contexto nacional demarcó las acciones curriculares de las jurisdicciones y
los ritmos de las mismas, e instaló un discurso y una agenda.
“El proceso de reforma curricular de estos años tuvo mucho que ver
con el contexto nacional en el que se dio. No porque el cambio de
curriculum se vea determinado por eso o solo por eso, sino porque se
produjo en ese contexto y lo atravesó en gran medida. Y originó mucha
de las estrategias que se utilizaron”. (Miembro de la Dirección de
Curriculum)
75
Ver ANEXO Documentos.
128
actualización curricular responde, no a una política curricular expresa, sino
a la necesidad política de contraponerse a los contenidos difundidos por
nación, los documentos publicados por la Dirección de Curriculum
manifiestan que dicha producción responde a la decisión de dar continuidad
al ya iniciado –desde finales de los 80- proceso de Actualización
Curricular. En este proceso participaron, desde la Dirección de Curriculum,
los especialistas en las didácticas de las diferentes disciplinas, y, desde el
sistema, algunas instituciones educativas a través de directivos, docentes y
supervisores. Para ello se establecieron contactos con algunas instituciones
a través de acciones de consulta y seguimiento.
Entre los años 1994, 1995 y 1996 hasta la asunción del 1° jefe de
gobierno, la contextualización curricular fue uno de los ejes de trabajo de
los documentos de actualización curricular. De este modo, los documentos
oficiales producidos por la Dirección de Curriculum sostienen que la política
curricular desarrollada apuntó a garantizar continuidad, fundamentalmente
en el nivel inicial y primario. A partir del Diseño Curricular de 1986, para la
Educación Primaria Común y el de 1989, para el Nivel Inicial se produjeron
varios documentos dedicados al “desarrollo curricular”, a experiencias de
contextualización y proyectos de construcción de condiciones
institucionales. Cada una de estas producciones, en interacción con los
protagonistas del sistema, tenía el propósito de contribuir a la elaboración
de una trayectoria de definición curricular, según mencionan documentos de
la Dirección de Curriculum (Documento Actualización Curricular).
129
Estos documentos según la misma entrevistada
“(…) llenaban ese vacío entre el Diseño del 86 y los CBC de la nación”.
76
Ver Presentación General de los Documentos de Trabajo N° 1, común a todas las
áreas.
130
de política, el cambio de estructura del sistema, institución escolar,
evaluación escolar. Fue muy interesante, cada seminario tenía un texto
final de síntesis de las discusiones en los plenarios y de discusiones de
trabajos grupales y la edición de los mejores trabajos de los
supervisores. El cierre del seminario para la aprobación era un trabajo
grupal final. De esos trabajos se hizo un comité de evaluación para la
selección de los mejores para su publicación.
Para resumir, durante esta etapa y hasta el final del mandato del último
intendente de la ciudad, conjuntamente con un discurso proclive a no
implementar la Ley Federal de Educación, se lanzan los documentos de
actualización curricular y se genera un dispositivo de discusión de política
educativa y de generación de consensos sobre la reforma educativa y su
implementación, con los estamentos intermedios de la burocracia educativa
–los supervisores77- y con los responsables políticos de la Secretaría de
Educación y de Planeamiento con el propósito de generar consensos en
torno a la reforma y su implementación. Si bien la ciudad mantenía un
discurso por momentos opositor y de diferenciación, en el seno del Consejo
Federal de Educación, no se observaba igual comportamiento en el
momento de apoyar las resoluciones que se acordaban. Al mismo tiempo,
en el ámbito de la Secretaría de Educación, al finalizar el año 1995, el
secretario de educación –Enrique Martín- resuelve la implementación de la
Ley Federal de Educación en la MCBA, a partir del ciclo lectivo 1996, en el
77
Cabe aquí aclarar que la mayoría de los supervisores en ciudad, en ese
momento, provenían del viejo Consejo Nacional de Educación que habían sido
transferidos a ciudad cuando se transfiere el nivel primario. Esta pertenencia
anterior les da una identidad política y educativa particular. Tienen una visión
nacional de los problemas educativos heredada de esa época. La trayectoria
profesional y la experiencia acumulada les ha dado una visión más compleja de los
fenómenos educativos que no se circunscribe exclusivamente a la dimensión del
cotidiano escolar.
131
nivel inicial y en el primer ciclo de la EGB78. Esta diversidad de discursos,
prácticas y estrategias dan cuenta de que la política educativa es un
entramado complejo de acciones y decisiones que no siempre guardan
coherencia y uniformidad.
78
Vease Resolución N° 2846 de diciembre de 1995.
132
para que incorpore los avances producidos en las didácticas de las áreas
desde 1986 a la fecha, y para optimizarlo como herramienta para los
docentes”.
Otro de los principios que orientan las acciones del proceso iniciado es el
relativo a la gradualidad. La producción de la Dirección de Curriculum da
cuenta de que se optará por una “aplicación gradual” de la Ley Federal de
Educación en el ámbito del Sistema Educativo Municipal (SEM). Se afirma
que “sostener un criterio de gradualidad significa que no se pretende un
cambio inmediato y puramente nominal de la estructura del sistema, de los
curriculums de los diferentes niveles, de las formas de organización de las
instituciones, etc., sino que las transformaciones necesarias se realizarán
por etapas” (Documento: Proceso de Transformación Curricular).
De este modo, con la asunción del primer jefe de gobierno se inicia una
etapa de oposición a la ley, de continuidad de trabajo sobre los documentos
curriculares y posteriormente, de discusión en torno a proyectos de ley de
educación de la ciudad. Pero, la sanción de una Ley de Educación para la
Ciudad -luego del cambio de status político de la misma- implicaba
necesariamente una definición política con respecto a la Ley Federal de
Educación aprobada durante el gobierno nacional de Menem y al cual se
expresaba oposición. La asociación de esta Ley con el menemismo y la
intención del gobierno radical de la Ciudad de diferenciarse de esta gestión
colaboraron para que no se sancionara una ley que dispusiera la
implementación de la reforma educativa en la jurisdicción. Pero, por otra
parte, tampoco se sancionó una normativa que dispusiera lo contrario, es
decir, mantener la vieja estructura de niveles educativos. Esto obedece
también a razones políticas. Si bien en la primera Legislatura de la Ciudad
hubo varios proyectos y a pesar de que la Alianza contaba con mayoría
propia, no fue posible avanzar con el tratamiento de una ley.
133
de ley, se opone a la ley federal, pero finalmente no se legisla una ley de
educación para la ciudad. Las tensiones con la Ley Federal aún no estaban
resueltas y estas tensiones repercuten en las definiciones y decisiones a
adoptar en materia curricular.
79
Según lo expresado por la Directora de Curriculum en la entrevista realizada.
134
Federal de Educación como en las definiciones adoptadas, la reforma
educativa implementada a nivel nacional modificó el contexto político y
educativo para la actuación y la elaboración de las decisiones de los
responsables políticos y técnicos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,
ejerciendo un papel regulador de lo definido a nivel jurisdiccional y
determinando los límites posibles de su recontextualización.
80
Informe CIPPEC.
81
Cabe aclarar que el acuerdo de contratación del crédito en la ciudad se realiza en
igual período que el resto de las jurisdicciones. En el caso de la ciudad antes de su
constitución como jurisdicción. Por tal motivo se encuentra avalado por una
Ordenanza Municipal del C. Deliberante.
135
crédito a través del Programa Regional de Inversiones en el Sector
Educativo (PRISE). Esta decisión política implica, para la Dirección de
Curriculum, ajustarse a los parámetros, ritmos y tiempos de ejecución de
un crédito. Los programas y proyectos financiados por créditos externos,
para su gestión financiera, requieren generar su propia burocracia,
estableciendo una estructura paralela a las estructuras establecidas de la
administración –de naturaleza política- y aporta legitimidad al tratamiento
exclusivamente “técnico” de los asuntos a abordar82. En el caso de la ciudad
la estructura de cargos creada para atender a las necesidades de ejecución
de las metas fue pequeña.
Los Pre-diseños salen porque había una razón política. Pero desde el
punto de vista de la política curricular y del proceso que estábamos
llevando a cabo nos parecía interesante la idea de consolidar el
proceso. Ese proceso tan desparramado, tan aleatorio, no era
82
Para un análisis exhaustivo de los procesos de innovación educativa orientados a
modificar las prácticas docentes en las escuelas primarias a partir del análisis de
programas financiados por créditos externos consultar a: Ezpeleta, J (2004):
Innovaciones Educativas. Reflexiones sobre los contextos en su
implementación. Revista Mexicana de Investigación Educativa, Vol 9, N° 21.
136
confiable. En ese momento me acuerdo que las escuelas confundían los
CBC o los CBC en el aula con los Documentos de Actualización, acá
hace falta algo que instituya de manera un poco más clara algunas
cuestiones y el PDC fue eso, colaboró.
Tenía que ver con la necesidad de consolidar parte del proceso y poder
comunicar más ordenadamente y mas claramente todo lo que se había
recogido.
Las tareas de diseño instalan, entre los especialistas de las áreas, un tipo de
trabajo diferente al que venían realizando hasta ese momento. Al mismo
tiempo, la decisión de realizar los PDC pone al descubierto la lógica de
diseño que habían tenido hasta ese momento con producciones por área sin
llegar a acuerdos entre las áreas. La elaboración de un diseño instala la
necesidad de construir consensos, crear espacios de negociación e instalar
el problema del cambio en el curriculum, un problema de gestión política.
Una entrevistada con respecto a esta etapa comenta que:
137
“Este concepto de bajada de los DC fue muy polémico y creo que no
está resuelto hoy. Porque los especialistas producen las prescripciones
se bajan en consulta, pero el efecto es “capacitador” no es el efecto de
interlocución con los docentes, o sea tiene un efecto disciplinador
complicado. Obviamente los docentes en las escuelas, como cualquier
ser humano como cualquiera de nosotros, frente al efecto disciplinador
aunque no se lea se percibe y se actúa en la práctica. Entonces genera
una serie de cómo sí de resistencias encubiertas de conflictos que los
hubo muchos. En el proceso de consulta de los PDC hubo situaciones
de conflicto muy fuerte entre los especialistas y los docentes. Con la
participación de primaria y supervisores que en muchos momentos
mediaban”.
138
Se podría puntualizar que, en el período que va entre los años 1993 y 1999
si bien transcurrieron diferentes gestiones de gobierno y cambia el estatus
jurídico de la ciudad, se identifican algunas líneas de continuidad. Hay un
primer momento que va desde la sanción de la Ley Federal de Educación y
la aprobación y difusión de los CBC hasta la creación de la ciudad de Buenos
Aires como jurisdicción autónoma y la elección del 1° jefe de gobierno. Esta
etapa se caracteriza por la convivencia de discursos, decisiones y prácticas
y posicionamientos diferentes en relación a la política educativa nacional.
Por momentos de enfrentamiento, oposición y de intención de diferenciarse
de los lineamientos que surgían de la instancia nacional y por momentos de
apertura, discusión y construcción de consenso en torno a la Ley Federal de
Educación. Si bien pareciera predominar un discurso más de oposición la
letra de los documentos no lo expresan así. Algunos aspectos
diferenciadores se manifiestan en: Nación promueve la aplicación de la Ley
Federal de Educación, ciudad se opone a la nueva estructura. Nación
elabora y difunde listados de contenidos básicos comunes por ciclo, ciudad
elabora y difunde documentos curriculares con propuestas de enseñanza.
Nación promueve y orienta a las jurisdicciones para la elaboración de
Diseños Curriculares, ciudad decide invertir la lógica diseño desarrollo por la
de desarrollo diseño y dilata la definición de una nueva normativa
curricular. Al interior de los equipos de la Dirección de Curriculum este
período fue vivido como un momento más deliberativo y sobre todo en la
primera etapa de la gestión de De la Rúa, de indefinición de marcos
políticos que delimitaran un sentido de hacia donde se quería ir. Los equipos
estaban abocados a la tarea de realización de documentos de actualización
curricular.
139
nuevo marco curricular normativo en un contexto de indefinición legal con
respecto a la ley de educación y de indefiniciones políticas. Como expresión
del acercamiento a los lineamientos de la nación comienza la etapa de
ejecución del crédito otorgado por el BID para la reforma curricular y se
inicia el proceso de definición de un nuevo diseño curricular.
83
Expresión extraída de Almandoz (2000) quién sostiene que la aparente
apoliticidad de las reformas permite instalar una lógica de “la reforma” como
modelo único, puesto que es producto de mayores avances teóricos en el campo
científico-tecnológico y no la lógica de “una reforma” entre otras alternativas
posibles.
140
2.4. Análisis de la política curricular.
84
No porque la dimensión carezca de importancia política sino porque un análisis de
estas características excede los propósitos de este estudio.
141
enseñanza en las escuelas y legitimar un discurso en torno a la instrucción.
Estos documentos dirigidos a los docentes se constituyen en modelos que
orientan la práctica en el marco de una reformulación en materia disciplinar
y didáctica de gran envergadura planteados por el proceso de reforma
curricular. Se trata en definitiva de un tipo especial de regulación
curricular85. Al mismo tiempo, como ya se ha señalado en apartados
anteriores, el enfoque de desarrollo curricular adoptado por la Dirección de
Curriculum, tiene una orientación fuertemente pedagógica, en tanto ofrece
a las escuelas materiales de actualización curricular que, más que delimitar
los campos de conocimiento y prescribir contenidos específicos, busca
promover nuevos y más complejos conceptos pedagógicos para abordarlos
(Ferrer, 2004).
85
Gvirtz (2001). “Regulación curricular”: definida como niveles de definición
curricular que presentan poder y responsabilidad variables para elaborar y poner en
juego instrumentos que definen metas, contenidos y resultados de los procesos
educativos en un momento determinado.
86
Batiuk, V. (2005) Las políticas de desarrollo curricular del Ministerio de
Educación de la Nación. 1993-2002. Universidad de San Andrés. En el informe
final de tesis sobre las políticas de desarrollo curricular del Ministerio de Educación
de la Nación sostiene que “las producciones de desarrollo curricular elaboradas
cuentan con la pretensión de regular el trabajo cotidiano de los docentes a través
de modelos de enseñanza, se trata de una producción sostenida que alcanza
alrededor de 650 títulos en el período 1993-2002.
142
En la primera etapa del trabajo de campo de la tesis se realizó una
recopilación y sistematización de los documentos producidos por la
Dirección de Curriculum de la CABA en el período de tiempo que comprende
este estudio (1993-1999). Los documentos fueron consultados a partir de la
información obtenida en el Centro de Información Documental Educativa
(CINDE), perteneciente a la Dirección de Investigación y a la Dirección de
Planeamiento y en la página de internet de la Dirección de Curriculum87. Por
otra parte, los documentos al constituirse en la principal estrategia de
comunicación de los lineamientos en materia de política curricular, fueron la
primera evidencia y fuente de hipótesis para la reconstrucción y posterior
análisis de la política curricular de la ciudad. Conocer los documentos
producidos, durante el período estudiado, aportó un primer panorama de las
acciones de la Dirección de Curriculum en materia curricular.
87
Ver http://www.buenosaires.esc.edu.ar/areas/educacion/curricula/
88
Ver ANEXO con Listado de Documentos.
143
Lo que se identificó en una primera aproximación a los mismos, es que el
grueso de la producción curricular estuvo a cargo de los equipos de las
áreas y esto fue definiendo un sentido de las acciones curriculares. Por otra
parte, las áreas de lengua, matemática, ciencias naturales y ciencias
sociales comenzaron la producción de documentos a principios de la década
de los noventa, antes de la sanción de la Ley Federal de Educación y en el
marco del proceso que en la ciudad se denominó de contextualización y
desarrollo curricular del DC del 86 para el nivel primario. Las áreas de artes,
educación tecnológica, informática, formación ética y ciudadana y educación
física comienzan la producción curricular, en el marco del proceso de
actualización curricular, a partir del año 1995. Formación Ética y Ciudadana
y Educación Tecnológica por ser áreas creadas a partir de la formulación de
los Contenidos Básicos Comunes para la EGB a nivel nacional.
144
La cantidad de documentos por área –los denominados documentos
específicos- varían entre cuatro como mínimo y siete como máximo89. Si
bien cada área produjo documentos de acuerdo a la especificidad temática y
conceptual de dominio del área, los documentos mantienen un cierto
formato y estructuración común, a pesar de que cuando se los analiza más
detenidamente se encuentran algunas diferencias por área, sobre las que
volveremos más adelante.
Varios autores han señalado que, durante la década de los noventa, los
documentos se han constituido en el dispositivo privilegiado, utilizado para
transmitir al sistema educativo el contenido de la reforma elaborado en el
marco de las gestiones educativas provinciales y nacionales (Braslavsky,
1999; Sacristán, 1991; Ziegler, 2001). Dado este proceso, los docentes
89
Sin contar la producción anterior al año 1993.
145
fueron ubicados como destinatarios y lectores de los documentos (Ziegler,
2001: 8). En este sentido, compartimos que el predominio de los materiales
curriculares en el discurso político y pedagógico de la reforma, podría
hacernos olvidar que el curriculum es algo más que lo que se puede plasmar
directamente en ellos. Los materiales curriculares se pueden quedar
fácilmente en los componentes disciplinares de los contenidos, lo que
significa reducir la discusión cultural amplia sobre lo que es y debe suponer
el curriculum de la escolaridad (Sacristán, 1991).
146
“Consideraciones Generales. Plan de producción del Curriculum”; “Proceso
de transformación curricular”; “Acerca del trabajo con los Pre-Diseños”.
Otros dos documentos que podrían ser incorporados dentro de este grupo
por incluir consideraciones en torno a la transformación curricular son:
“Seguimiento de la Implementación del 1° ciclo de la EGB en el ámbito de la
Institución escolar”, Informe final, 1996; y “Primer informe de consulta. Los
informes distritales”.
147
2.4.1.2. Documentos de Actualización curricular: la serie
Documentos de Trabajo (SDTN°)
148
nuevos contenidos. Los mismos documentos (ver palabras finales del
documento de trabajo N° 4 pp:2) expresan la convicción de “haber insistido
en la conveniencia de respetar una diversidad de enfoques entre las
diversas áreas, que no es caótica, no es ilógica, no es imprevisible, sino que
resulta funcional al planteo de la especificidad del trabajo didáctico en cada
una de ellas”. En este sentido, la perspectiva ambiciosa de estas
formulaciones dejan de lado consideraciones en torno a las posibilidades
reales que cuentan los docentes y directivos de apropiación de estos marcos
referenciales y didácticos diversos para cada área, complejos y presentados
en forma fragmentada.
149
del 86, se lo irá complementando primero, y modificando después, en forma
gradual”. (Presentación General a los DT por áreas). Parecería que en un
contexto donde en términos legislativos la ciudad no avala la nueva
estructura del sistema, los documentos oficiales asimilan transformación del
sistema con cambio curricular, como queda expresado en el documento de
trabajo N°1.
150
Por su parte, en las palabras finales de la SDTN°4 se plantea –a los
destinatarios de los documentos- lo siguiente: “no recibirán ustedes en
forma inmediata un nuevo diseño curricular, sino que se ha previsto la
producción de textos intermedios que cumplan diferentes funciones en
distintos momentos del proceso de actualización” (itálica nuestra). (Palabras
finales, SDTN°4). La expresión “textos intermedios” que aparece formulada
aquí es la primera vez que se utiliza para denominar a este tipo de
textos/documentos y no se clarifica que quiere decir textos intermedios,
intermedios entre qué y qué. Aquí, desde nuestra perspectiva, aparece un
rasgo de ambigüedad curricular en tanto no son documentos para aplicar,
no tienen sentido prescriptivo sino indicativo de las prácticas docentes
esperadas y son considerados documentos intermedios.
“No hay una escuela diseñada para encontrar tiempos y espacios que
faciliten el encuentro entre todos para la capacitación y el trabajo
sobre los documentos curriculares. Las condiciones que se van dando
son la voluntad, este es el gran tema. No hay sustento material y
organizativo. Además los cursos en la escuela son un problema porque
no esta definido que se hace con los pibes mientras el maestro se está
capacitando. (…) A veces los discursos van por un lado y las realidades
por otro”.
151
En relación con el trabajo sobre los documentos al interior de las escuelas y
las condiciones materiales y simbólicas que lo facilitan, docentes de una
escuela expresan lo siguiente:
“Esta es una escuela chiquita, con personal muy estable, creo que no
representa al conjunto de escuelas de la ciudad, tenemos una
comunidad de padres muy participativa y muy responsable. Yo
trabajé en una escuela que queda a diez cuadras de acá y es un
abismo con respecto a esta. Los PDC y los documentos están
pensados para este tipo de escuelas, pequeñas, con buena
coordinación pedagógica de la dirección, con plantel docente estable,
con apertura”.
152
requerimientos que surgen de la Ley Federal de Educación y de los CBC; y
c) incluir los avances producidos en las didácticas de las áreas90. El catálogo
expresa que los “textos editados por la Dirección de Curriculum deben
constituirse en documentos de trabajo para los docentes, esperando que
colaboren a incrementar las capacidades y los recursos de quienes
participan del proceso de transformación curricular para acceder a sus
fundamentos y evaluar su desarrollo”.
Las áreas son las siguientes: lengua, matemática, ciencias sociales, ciencias
naturales, formación ética y ciudadana, artes, educación tecnológica,
informática y educación física. La planificación de la Dirección de curriculum
previó el envío de los documentos a las escuelas y supervisiones del
sistema educativo jurisdiccional. La serie esta compuesta por tantos
documentos como áreas de conocimientos definidas. Esto quiere decir que,
si bien el docente de primer ciclo o de segundo ciclo es uno solo le llega un
documento por área.
90
Catálogo de publicaciones. 1998.
91
Llamaremos serie al conjunto de documentos producidos por cada área en el
mismo año y que fueron editados con el mismo N° (por ejemplo la serie documento
de trabajo N°1, la N°2, etc.).
153
explicitado en el DC del 86 y los cambios producidos en relación a éste, b)
los avances teóricos producidos en el campo disciplinario y en el campo
didáctico, c) las prácticas escolares existentes y d) la formulación de los
CBC. En síntesis, este documento presenta el cambio curricular en el marco
de la política educativa de la época y el enfoque de cada área.
154
tiempo, se pregunta “por qué son necesarios los documentos de trabajo”, a
lo cual se responde que ha cambiado el contexto político (sanción de la Ley
Federal de Educación y los procesos de aplicación originados a partir de
ella), el contexto institucional del sistema educativo municipal
(profundización de los procesos de democratización iniciados en 1983) y el
contexto teórico de referencia (tanto en el campo disciplinario como en el
de las didácticas especiales). Parecería que en un contexto donde en
términos legislativos la ciudad no avala la nueva estructura del sistema, los
documentos oficiales asimilan transformación del sistema con cambio
curricular, como queda expresado en el documento de trabajo N°1.
155
En principio, no resulta sencillo comprender el propósito político de la
Dirección de Curriculum en esta etapa, porque por un lado es innegable el
peso que ha tenido sobre el discurso curricular de la CABA, el discurso
macro producido desde el Ministerio de Educación de la Nación. Los CBC se
encontraban en las escuelas y con ellos comenzaban a producirse, desde los
docentes, directivos y supervisores, diferentes reacciones y acciones. En
este marco, la ciudad difunde esta primera serie de documentos de trabajo.
Si bien en la presentación general, cuyo propósito era enmarcar dentro de
qué estrategia política y curricular la ciudad difunde esta producción
curricular hacia el sistema educativo jurisdiccional, se aclara que son
documentos de trabajo y no documentos curriculares, la situación se
presenta en términos curriculares en forma ambigua. Además, no queda
claro qué se espera que hagan con ellos los docentes, directivos y
supervisores. Y a su vez, no se modificaron las condiciones laborales y
organizacionales en el ámbito institucional para garantizar la discusión
sobre los documentos. No obstante, la misma presentación general sostiene
la importancia de “incluir tiempos rentados de trabajo no al frente de
alumnos” para garantizar condiciones institucionales y laborales que hagan
posible el trabajo curricular en las escuelas. Este tiempo quedó supeditado a
las posibilidades y habilidades del plantel directivo de las instituciones para
reestructurar el horario escolar creando momentos de encuentro entre
docentes y directivos.
156
todas les llegan los 600 pero si les llegan muchos. Distribuidos en toda
la ciudad”.
Por otra parte, la misma presentación general expresa que “el interés
prioritario de la gestión municipal estará puesto en saldar la deuda que se
tiene con el mejoramiento de las prácticas educativas en las escuelas. Los
informes sistemáticos y los relevamientos informales de los procesos de
implementación del DC 86 señalan en muchos casos la distancia que se
registra entre las propuestas para la enseñanza formuladas en el
documento y la posibilidades reales de llevarlas a la práctica en las
escuelas”. Aún faltan elementos para ponderar si esta deuda se ha saldado.
Más adelante se expresa que “en este marco, no recibirán –las escuelas- en
forma inmediata un nuevo DC, sino que se prevé la producción de textos
que cumplan diferentes funciones (negrita en el texto original)…”. Estos
157
documentos serían: a) “Documentos de Base: cuya función es presentar
las directrices fundamentales de los procesos de transformación. Vehiculizan
decisiones de política curricular. Se supone que, (…) serán válidos durante
todo el proceso, por lo cual su elaboración requiere especiales esfuerzos de
definición a nivel político”; b) “Documentos de Trabajo: centrados en la
presentación de las líneas innovadoras, los nuevos énfasis, etc. No
contendrán desarrollos exhaustivos de todo lo que debería entrar en el
curriculum –es decir, no serán documentos curriculares clásicos92-, sino que
pondrán todo su esfuerzo en hacer visible la pedagogía que sostiene la
propuesta de transformación en conjunto o en un área en particular. Su
objetivo es incrementar las capacidades y los recursos de quienes participan
del proceso de transformación curricular para acceder a sus fundamentos y
controlar su desarrollo”; c) “Documentos de Desarrollo Curricular:
destinados a apoyar el trabajo en el aula de diversas maneras. Su definición
se realizará en función del cuadro de situación de cada área frente a la
transformación que se procura. Pueden consistir en recopilaciones de
experiencias, secuencias de trabajo en el aula, desarrollo de temas,
ejemplificaciones temáticas”; d) “Anteproyecto de Diseño Curricular:
presentando de manera sistemática la propuesta curricular para el conjunto
de la EGB. Por su carácter de anteproyecto, se presentará como perfectible
y provisorio. No necesariamente saldrá “completo”, sino que podrá
elaborarse por áreas: haciéndolo así, no se fuerzan definiciones prematuras
y se reduce el riesgo de inconsistencias posteriores. No debe pensarse a
este anteproyecto como una producción enteramente nueva: si el proceso
transformador es consistente, buena parte de su contenido habrá sido
incluido previamente en cualquiera de las formas precedentes, en especial
en los documentos de trabajo. Como se espera su ajuste a partir de las
prácticas, se dará prioridad a que tenga valor de documento orientador de
las prácticas, antes que pretender que cubra exhaustivamente todas las
cuestiones”; e) “Diseño curricular: corolario de todo el plan de
operaciones, deberá reflejar el máximo avance alcanzado en el proceso de
transformación curricular”. (Ver apartado Palabras finales).
92
El texto no especifica qué se entiende por documento curricular clásico.
158
Ahora bien, con respecto al documento base que se nombra más arriba, no
fue posible identificar bajo esa denominación documento alguno. Al analizar
el contenido del cuerpo principal de los documentos por área que componen
esta serie se encuentra que la contextualización del cambio en cada área
fue redactada por los equipos de las áreas. Educación Tecnológica, por ser
un área nueva desarrolla el marco conceptual desde el cual se propone
abordar la enseñanza de tecnología en la escuela, analizando el sentido de
su inclusión en la EGB, definiendo su objeto de conocimiento y los tipos de
contenidos a abordar. Formación Ética y Ciudadana también es un área
nueva con respecto a las definiciones del DC del 86, se propone reformular
el sentido y los contenidos del área, y avanza en cómo incluirlos en la
organización curricular proponiendo un tratamiento transversal. Artes, si
bien no es un área nueva, en esta oportunidad, se incorporan dentro del
área nuevos lenguajes –teatro y expresión corporal-, En este sentido, se
propone una redefinición de la concepción de arte, y su inserción en la
escuela. Y por último, Informática tiene como objetivo la problematización
del lugar de la informática dentro del curriculum escolar, presentándola
como un recurso escolar, una herramienta para la producción de trabajos
en el aula, así como una disciplina a abordar.
159
los contenidos a abordar, explicitando –en algunos casos- los criterios para
su selección y organización, c) lista de temas a partir de los cuales tratar los
contenidos propuestos. Al mismo tiempo, en algunos casos, se presenta a
modo de ejemplo, una serie de propuestas de trabajo sobre algún tema. En
otros casos, se desarrolla una propuesta de organización de los contenidos
escolares para el primer ciclo, relacionada con los objetivos explicitados.
También se sugieren orientaciones para la distribución de contenidos por
grado y se desarrollan situaciones didácticas.
160
Al leer los índices de los documentos se percibe que si bien cada área
abordó la problemática de la enseñanza del área en el primer ciclo de la
EGB, aludiendo para ello a los propósitos de la enseñanza en este ciclo,
luego cada una realiza un recorrido específico en relación a los contenidos,
su organización y distribución por grados, el énfasis en determinados
contenidos y su fundamentación. Solo algunas áreas plantean una
distribución de contenidos para cada grado/año.
El documento de trabajo N° 3:
El documento de trabajo Nº 3 denominado Consideraciones Generales,
publicado en el año 1997, es un documento producido por fuera de las
áreas curriculares y no forma parte de una serie. El mismo tiene valor de
referencia para todas las áreas y para el conjunto de docentes y directivos
de cada institución. Presenta una serie de consideraciones acerca del
proceso de actualización curricular iniciado por la Dirección de Curriculum
desde el año 1995. Este documento, de tipo general, explicita el marco en
el cual se desarrolla el proceso de transformación en la ciudad, reafirmando
la vigencia del Diseño Curricular del año 1986, analizando la relación del
mismo con los CBC para la Educación General Básica. Al mismo tiempo,
define las principales funciones de la escuela, el necesario fortalecimiento
de los equipos docentes, aclarando el sentido de los Documentos de Trabajo
de cada una de las áreas en el proceso de actualización curricular y
explicitando la diferencia de expresar la direccionalidad de las acciones
escolares en términos de propósitos institucionales y no de objetivos de
aprendizaje. Con respecto a los Documentos de Trabajo se especifica que
anticipan direcciones futuras de cambio a nivel del diseño curricular y aclara
que no son un nuevo diseño. Al mismo tiempo, se hacen sugerencias para
la reflexión sobre el curriculum y los procesos de enseñanza a nivel
institucional, planteando la función del coordinador de ciclo y la de los
proyectos curriculares en la institución escolar (1997:32).
161
Se fundamenta la necesidad de un trabajo institucional sobre el curriculum,
para la cual se establecen sugerencias de líneas específicas de trabajo
institucional tendientes a enfatizar la reflexión sobre el curriculum y los
procesos de enseñanza a nivel institucional; y se analizan las condiciones
institucionales que hacen posible el trabajo curricular. Estas indicaciones del
documento de trabajo N° 3 parecieran establecer una contradicción con la
enunciación del carácter “no prescriptivo” de estos documentos. Por qué
habrían de trabajar la problemática curricular los docentes y directivos en
sus escuelas si los documentos no constituyen una prescripción. Por otra
parte, recomienda y orienta un tipo de trabajo institucional sobre el
curriculum en un contexto en el cual no se cuenta con la información
necesaria acerca del cambio en las condiciones de trabajo de docentes y
directivos en función de reestructuraciones horarias.
162
la actualización en la enseñanza de contenidos en las áreas, estableciendo
un principio político y técnico de diferenciación con los lineamientos
definidos a nivel nacional. Al mismo tiempo, no era posible avanzar en
definiciones que involucraran decisiones en torno a los ciclos en los que se
organizaba la escolaridad porque la ciudad no contaba con definiciones
políticas y jurídicas al respecto. Este contexto dificultaba el accionar de las
áreas de planeamiento y curriculum.
93
Ver Stenhouse, L (1987): La investigación como base de la enseñanza. Madrid.
Morata. Parte dedicada al curriculum, y Stenhouse, L (1991) Investigación y
desarrollo del curriculum. Madrid, Morata. Capítulo 1.
163
en que se definen los PDC, concentradas en tareas de desarrollo curricular,
corren el riesgo de desdibujar el componente normativo que ejerce –y debe
ejercer- todo diseño curricular. En este sentido, nos preguntamos ¿cuál es
el marco normativo curricular que deben utilizar los docentes durante este
largo período signado por la producción de documentos con propuestas
didácticas por áreas?, mientras tanto ¿qué es lo que determina aquello que
debe enseñarse en las escuelas primarias de la ciudad? ¿los CBC, el DC del
86, los documentos de trabajo?.
94
El sistema educativo de la Ciudad se funda normativamente en las disposiciones
emanadas de la Constitución Nacional, la Constitución de la Ciudad, la Ley Federal
de Educación, los Acuerdos y Resoluciones del Consejo Federal de Educación y la
normativa específica emanada de la jurisdicción. La Ley marco de educación de la
jurisdicción, es aún una deuda pendiente (Extraído de Documento Normativo.
Dirección General de Planeamiento. Secretaría de Educación. Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires. 1998)
95
Recién en el año 1998 se crea un equipo de trabajo en la Dirección de
Planeamiento con tareas específicas en relación a las definiciones para el 3° ciclo.
De cualquier manera hoy es posible decir que gran parte de lo propuesto y
trabajado por ese equipo no fue posible de ser retomado porque finalmente no
hubo sanción de Ley jurisdiccional y la ciudad mantuvo la estructura de años
conforme a la organización primaria y media previa a la Ley Federal de Educación.
164
la serie DTN° 4 expresa este panorama. No obstante, como ya se vio se
siguieron produciendo documentos curriculares.
96
Con respecto a la estructura del Sistema Educativo de la Ciudad, al aún no
haberse sancionado la Ley de Educación de la Ciudad, cabe sustentarse en las
disposiciones de la Ley Federal de Educación, N°. 24.195.
165
Las palabras finales de cada documento comienzan presentado de manera
sintética el contenido de cada uno de los documentos que habían salido
hasta ese momento (el 1, 2 y 3). Luego se concentra en describir por áreas
qué van a contener estos documentos N°4 y finaliza desarrollando un punto
en relación a “la necesidad del trabajo institucional” para lo cual enfatiza
dos líneas de trabajo: 1) la definición de propósitos institucionales y 2) el
fortalecimiento de los equipos docentes, y en especial del trabajo por ciclo.
El documento continúa diciendo que “estos documentos requieren un
trabajo específico de los equipos docentes de las escuelas, con vistas a
producir propuestas de trabajo que apunten a mejorar la enseñanza (…)”.
Una vez más se formulan recomendaciones de trabajo en equipo y se pone
el énfasis en el trabajo institucional.
166
que las orientaciones de la serie N° 4 están dirigidas al desarrollo de
propuestas didácticas y contenidos para el segundo ciclo y dos áreas –
lengua y ciencias sociales- no lo explicitan.
167
Serie Documentos de Trabajo N° 5 (SDTN°5):
Los documentos de trabajo N° 5 fueron publicados, en su mayoría, durante
el año 1998. La publicación del área de lengua fue en el año 1999 y el área
de ciencias sociales no produjo DTN° 5. Al igual que con la serie anterior
realizaremos algunas precisiones por área. Tanto ciencias naturales como
matemática dedican el DTN°5 al tratamiento de un tema específico para el
segundo ciclo. Ciencias naturales desarrolla el tema “Termómetros,
temperatura y calor”. El mismo se presenta bajo la forma de propuesta
didáctica para su enseñanza, ofreciendo secuencias de actividades.
Matemática presenta “La enseñanza de la geometría” en el cual aborda la
problemática de la enseñanza de la geometría en el segundo ciclo y la
reflexión en torno a la geometría como objeto a ser enseñado. El área de
lengua dedica el documento al papel de la oralidad en la escuela, con el
propósito de formar a los alumnos como hablantes, poniendo el énfasis en
la lengua oral como forma de comunicación y como instrumento de
enseñanza. Artes dedica este documento a caracterizar el trabajo en las
distintas disciplinas del área en el segundo ciclo, presentando secuencias
didácticas posibles de ser desarrolladas. Educación física presenta las
características particulares de la enseñanza del área en el segundo ciclo.
Educación tecnológica desarrolla una propuesta de enseñanza del área en el
segundo ciclo completando lo propuesto en el DTN° 4. Formación ética y
ciudadana dedica el documento al desarrollo de la propuesta de “Educar al
transeúnte”, presentando criterios de secuenciación de contenidos por ciclo,
incluyendo propuestas de trabajo para el 1° y el 2° ciclo. Informática
presenta herramientas para abordar la producción en el área, ofreciendo
propuestas de uso del procesador de textos.
168
2.4.1.3 Consideraciones generales sobre los documentos
169
disciplinario como en el de las didácticas especiales”; c) “lograr una
actualización y mejora del DC 86 para que responda a las demandas que
surjan de la Ley Federal de Educación, incluyendo los CBC para la EGB”; d)
“convertirse en una herramienta de trabajo para los docentes”.
170
actores institucionales –directivos, docentes, supervisores- participan
activamente, completando y redefiniendo los procesos de enseñanza en las
escuelas. En la CABA, la producción de los documentos curriculares por
áreas, fue realizada principalemente por lo especialistas en las didácticas de
las disciplinas.
171
en los mismos y cuáles eran las dificultades con las que se encontraban. Si
bien estos informes era leídos por los especialistas de las áreas no siempre
eran considerados cómo un analizador para conocer en qué medida lo que
se proponía estaba en diálogo con los marcos referenciales y las prácticas
de los docentes en las escuelas. Hasta el año 99 no hubo mecanismos de
retroalimentación clara entre el sistema y la Dirección de Curriculum. En el
año 99 se instala mecanismos y dispositivos de trabajo sobre los pre-
diseños con el sistema educativo jurisdiccional. Conjuntamente con las
jornadas de trabajo en los diferentes distritos, desde el área de capacitación
docente, se dictan talleres de lectura de los pre-diseños curriculares. Si bien
en la ciudad se generó un dispositivo, principalmente a partir del año 1999
con la difusión de los prediseños curriculares, a partir del cuál las escuelas
podían realizar consultas a los especialistas de las áreas en relación con las
dificultades que emergieran del trabajo con los documentos, esta no fue
una estrategia generalizada. En este sentido, no cualquier convocatoria a
participar abre un espacio de participación posible y, con fuerzas muy
desequilibradas, la participación en la arena que traza la gestión política
probablemente favorezca al más fuerte.
172
en los documentos tuvo una existencia teórica en el discurso de los
especialistas y técnicos, en la escuela son los docentes, con sus
conocimientos, creencias y habilidades quiénes deben construir los cambios
en su propia práctica en el contexto específico de su trabajo. Braslavsky
(1999) señala que los marcos curriculares en los noventa, han sido
propuestas de alta densidad. Sin embargo, es notoria la escasez de
referencias al perfil y al rol de los docentes. Esta escasez resalta frente a la
presencia de numerosas referencias a las características institucionales
deseadas (Braslavsky, 1999).
173
“usan los documentos curriculares de texto en los profesorados y se
los utiliza como textos para capacitar”.
“No todos los equipos tienen una visión pedagógica compartida del
docente que se espera formar. Cada área tiene soberanía sobre un
cierto campo de conocimiento y delega sólo en parte en la coordinación
de la producción de los documentos y luego de los prediseños, pero
tiene mucho peso en la definición de lo que es su área. Esto luego
aparece reflejado en los prediseños. Si uno mira/lee de corrido el
prediseño se encuentra con lógicas de definición de contenido y de
expectativas de tipos de prácticas muy diferentes”.
Por su parte los docentes entrevistados sostienen en relación a los PDC que,
“(…) lo que encuentro en los PDC es que cada área tiene un enfoque
totalmente distinto no hay un criterio que unifique al PDC.
Matemática tiene una manera con un planteo, lengua tiene otro y
conocimiento del mundo otro. O sea que no es fácil planificar de
acuerdo a los PDC. No es fácil abordar el PDC al menos en el 1º
ciclo. Hay que hacer una lectura muy exhaustiva. Hay que hacer
muchos recortes y adecuarlos permanentemente”. (docentes de 1°
ciclo)
“(…) también nos pasó que en el área de lengua teníamos
dificultades para secuenciar los contenidos por ciclo. Pero nosotros
no nos quedamos solo con los PDC tomamos elementos de ellos pero
después vamos mechando con otros materiales, no nos aferramos a
los PDC”.
174
una lógica de trabajo a nivel curricular muy ligada a grupos autónomos por
área disciplinar.
A pesar de que durante los seis años que comprende este estudio se han
producido un cúmulo importante de documentos destinados a las escuelas,
a su vez se encontró que esta reforma no ha estado lo suficientemente
documentada. En este sentido, no hay documentos referidos a los principios
de la reforma. No ha sido una época caracterizada por el planeamiento de
las acciones a mediano plazo. Los supuestos básicos compartidos por
quiénes lideraron este proceso se identificaron a partir de la reconstrucción
del discurso de los mismos vertido en las entrevistas y de fragmentos de
documentos. Por ello, pareciera que hay una ideología pedagógica
compartida pero no hay demasiadas definiciones curriculares compartidas.
¿De qué manera los documentos expresan que han sido pensados para los
docentes y las escuelas de la ciudad? ¿Se llegaron a acuerdos entre las
áreas con respecto al tipo de documento a producir para los docentes? ¿Por
qué y cómo se decidieron los temas a ser abordados en las series de
documentos de trabajo? ¿Por qué el documento de trabajo N° 3 de
consideraciones generales recién sale dos años después de haberse iniciado
el proceso de actualización curricular? ¿Por qué se decidió incluir el
tratamiento del enfoque en los documentos de actualización curricular? ¿Por
qué las cuestiones vinculadas con el enfoque no se dejaron para ser
abordadas desde la capacitación docente? en tal caso ¿qué vínculos se
establecieron entre curriculum y capacitación?
175
2. 4. 1. 4 El carácter normativo de la producción curricular
176
para instalar los nuevos debates de las didácticas especiales en las
escuelas, convertirse en un vehículo del desarrollo curricular con miras a
superar el DC del 86 y culminar en un nuevo diseño, etc. En sintonía con
ello un miembro de la Dirección de Planeamiento señala cuál era la
intención política de estos documentos:
97
“Limitar la polisemia en el texto curricular no implica que éste cierre el campo al
desarrollo o se constituya como un paquete cerrado ‘a prueba de profesores’.
Simplemente señala la exigencia de un lenguaje curricular claro, que permita su
desarrollo en la práctica y facilite una acción deliberativa sobre la base de
significados compartidos” (Feldman y Palamidessi, 1994: 70).
177
las preocupaciones se extendieron a las prescripciones acerca de la
enseñanza en torno al qué y al cómo debe ser enseñado, dando lugar a la
diferenciación entre diseño y desarrollo curricular en el marco de la cual se
pretendió resolver los problemas del desarrollo desde el nivel del diseño.
Esta perspectiva dio lugar a la elaboración de diseños curriculares con muy
altos niveles de prescripción sobre las prácticas.
178
a partir de los cuales se toman decisiones en torno a la selección y
organización de los contenidos ayudan a comprender la lógica curricular
adoptada y abre el camino hacia su utilización en contextos singulares.
Comunicar los fundamentos, explicitar la deliberación entre los principios,
los instrumentos y las condiciones, facilita el análisis crítico de la
producción curricular. Kliebard (1989) señala que hay ciertas cuestiones
fundamentales que deben tenerse en cuenta a fin de definir una teoría del
curriculum. La primera remite a qué debemos enseñar y requiere una
justificación. La selección, cualquiera que esta sea, reclama una explicación
acerca de por qué se han contemplado algunas cosas, tópicos, temas,
contenidos y no otros. (Kliebard, 1989:227).
179
abordaje integral, un desarrollo que de cuenta de la importancia de los
fenómenos que tienen lugar en los distintos niveles de definición curricular.
Aunque advierte especialmente acerca del valor de las normas para la
comprensión del curriculum como construcción histórica y social, producto
de negociaciones y conflictos. Afirma que el curriculum escrito es la fuente
fundamental para la comprensión histórica de la naturaleza interna de la
enseñanza a la vez que reconoce una gama de escenarios y niveles donde
el curriculum se produce, se gestiona y se reproduce. Según su opinión,
una visión construccionista, histórica y social debe contemplar el análisis de
todos esos niveles. Aquí se rescata la dimensión normativa, ya que las
normativas curriculares representan concreciones de las políticas
curriculares y en tanto tales deben ser consideradas como productos
históricos.
180
curriculum es la construcción de normas que contemplen el proceso de
desarrollo y que, al mismo tiempo, sean regulativas y sujetas a crítica. En
la crítica razonada es donde se expresa una de las dimensiones sociales
más importantes del curriculum. Es la posibilidad de la crítica lo que lo
convierte en un proyecto social y público, diluyendo el dilema de elegir
entre prescripción o proceso. Independientemente de la variable que se
elija, el curriculum, para constituir un adecuado puente entre proyecto y
desarrollo, debe expresar sus principios y justificar sus decisiones para
posibilitar su examen por parte de diversos actores, en diferentes ámbitos.
Para ello necesita, ante todo, restringir la ambigüedad en distintos niveles y
dimensiones. Si la matriz del plan es ambigua y admite cualquier tipo de
interpretación, la propia idea de plan pierde sentido. Modelos de diseño
como el de la ciudad de Buenos Aires en dónde no sólo se remite a los
contenidos, los objetivos y las actividades, sino que se pretende incluir una
producción situacional del conocimiento, por ser modelos más complejos
requieren de otras formas de regulación. El texto curricular avanza sobre
decisiones ligadas a la enseñanza a nivel áulico, tradicionalmente propias
del campo de decisiones del docente.
181
2.4.1.5 Autoría y autorización en la producción curricular oficial
182
los cuadros intermedios de la estructura burocrática del sistema educativo,
al mundo editorial, al campo de la educación, etc.
183
2.5 Estructuración política del problema público
98
Tamayo Sáez, Manuel (1997). Op. Cit. Pág. 286.
99
Ver Amantea, A., Cappelletti, G.; Cols, E y Feeney, S.: (2003): Los procesos de
diseño curricular en la Argentina: diversidad de tradiciones sobre el curriculum, el
contenido y el profesor.
100
Como señalan Elmore y Sykes (1992), “las raíces de las políticas curriculares se
encuentran profundamente dentro de comunidades políticas clave —expertos
académicos, editores comerciales y evaluadores, planificadores políticos estatales y
locales, élites administrativas y grupos de interés religiosos y políticos. La
comprensión de cómo se toman las decisiones curriculares depende en parte de la
comprensión de cómo estas comunidades políticas definen problemas y soluciones y
cómo ejercen su influencia unas sobre otras”.
184
A menudo se considera a los circuitos formales de toma de decisiones como
el punto de partida de las políticas curriculares, dejando de lado los
procesos de formación y formulación de los programas, que no siempre
responden a decisiones ordenadas e intencionales. Los programas en tanto
representaciones o anticipos de un camino o recorrido, de un punto de
llegada o de una acción futura. La definición de los problemas permite a su
vez poner foco y definir estrategias a corto, mediano y largo plazo.
101
El carácter eminentemente político de esta fase se muestra al observar los
diferentes sentidos que produce optar por una definición del problema y no por
otra. La definición del problema orienta el posterior desarrollo de la política pública
delineando las posibles alternativas a considerar.
102
Ver en Anexo Metodológico la Guía para la elaboración de entrevistas.
185
reforma? ¿Partieron de relevamientos y reflexiones que identificaran puntos
críticos de la oferta educativa del sistema?
Si se detectaron problemas, ¿los mismos han sido susceptibles de mejora a
través de la modificación del diseño curricular?. De ser así, ¿la estrategia de
reforma curricular se articuló con otro tipo de políticas dirigidas a la solución
de esos problemas y de otros asociados?, ¿se han establecido prioridades?
¿se han discriminado metas y acciones en el corto, mediano y largo plazo?.
¿Hay aspectos a los que se les dio continuidad y a otros no? De ser así ¿por
qué? ¿a cuáles? ¿qué se pretendió cambiar y por qué?
186
“la política curricular que se instala con los documentos de
actualización curricular estuvo teñida más que de la política ideológica
general, del enfrentamiento entre la política curricular que llevaba
adelante el Ministerio de Educación de la nación y la que intentaba
preservar la ciudad. Los documentos que llegaban a las escuelas
intentaban llenar ese vacío entre el diseño del 86 y los CBC de la
nación”.
”la política hacia los PDC -la producción curricular constituía una
cobertura muy técnica, muy técnico académica, ese era el reflejo de
esa política. Una etapa mucho más deliberativa, ya no era la etapa de
enfrentamiento con la nación. La primera etapa fue de enfrentamiento
muy duro. Fue una etapa de mayor negociación con nación creo que
por eso se optó por la elaboración de los PDC y se contó con el
financiamiento del PRISE”.
187
lo es, pero bueno esta fue la posición adoptada. Qué y cómo se
enseña a quién también es democratizar”.
188
con dichas producciones. Más bien reflejaban una producción curricular con
importantes grados de autonomía y ligada a problemáticas identificadas en
cada área y en función del trabajo en algunas escuelas. Con respecto a esto
un especialista manifiesta que:
“no todos los equipos tienen una visión pedagógica compartida del
docente que se espera formar. Si yo tuviera que evaluar como es la
producción del diseño diría que es un “formato federal”. Cada área
tiene soberanía sobre un cierto campo de conocimiento y delega, sólo
en parte, en la coordinación de la producción del diseño, pero tiene
mucho peso en la definición de lo que es su área. Si uno mira/lee de
corrido los prediseños se encuentra con lógicas de definición de
contenidos y de expectativas de tipos de prácticas muy diferentes”.
189
Por su parte, los especialistas de las diferentes áreas frente a la serie de
preguntas relativas a los problemas manifiestan lo siguiente:
190
trabajo con docentes del sistema en instancias de capacitación, el trabajo
directo en escuelas con docentes y alumnos, las acciones vinculadas con el
proceso de contextualización curricular e investigación didáctica, etc. Ahora
bien, estas imágenes y representaciones que fueron construyendo en torno
al estado de la enseñanza en las escuelas a partir del trabajo desde cada
área, no constituía una representación que diera cuenta del conjunto de
instituciones que componen el sistema educativo jurisdiccional. Por su
parte, los documentos que se definieron llegaban a todas las escuelas de
todos los distritos escolares.
191
“El caso de Tecnología es muy peculiar porque en principio se trataba de
trabajar en un programa, sin llegar a ser un DC de un área que no
existía. Por decisión de la secretaría se decidió que en el espacio de
artesanal y técnica se comenzara a trabajar el área de tecnología. Sale
un cúmulo de problemas que tienen que ver con la formación de la
gente que estaría a cargo del espacio curricular. Lo primero que hicimos
fue compatibilizar nuestras visiones acerca de lo que tenía que ser el
curriculum y lo que los docentes sabían. A partir de algunos saberes de
base de las docentes, sobre esa estructura hicimos los modelos
curriculares que pensábamos desarrollar.
192
decíamos en el documento que elaboramos era cuáles son los
problemas que este curriculum intenta resolver. Y no aparece el
diagnóstico o estudio empírico. A diferencia del DC 86 que fue muy
serio en ese sentido”.
193
docentes, elaboración de los documentos de trabajo, etc.) que les aportaba
un conocimiento acerca del estado de la enseñanza de las áreas en algunas
escuelas de la ciudad, éstas visiones y conocimientos no constituyeron un
diagnóstico en base al cual se definió un conjunto de problemas o una
sistematización que supere la visión de cada una de las áreas y que permita
reflexionar, desde una perspectiva de planeamiento curricular, acerca del
sentido del cambio o que contribuyera a redireccionar el trabajo, como
manifiesta un especialista “de elaboración federada” de cada área, hacia un
camino común y compartido. Más bien lo que parece haber sucedido es que
el conocimiento que cada área tenía del estado de la enseñanza en las
escuelas constituía un elemento legitimador, en algunos casos, o hipótesis
de trabajo en otros, de las decisiones a tomar al interior del área,
reforzando de este modo una lógica de construcción curricular, ciertamente
atomizada.
En este sentido, las visiones parciales de las áreas generaron una sumatoria
de problemas a resolver y ningún planeamiento educativo puede resolver
todos los problemas de manera simultánea. Al mismo tiempo, la
constitución de estos grupos de especialistas altamente centrados en la
enseñanza de cada disciplina intenta plasmar, mediante prescripción legal,
las líneas que venían impulsando mediante la capacitación y los documentos
de trabajo. Esta visión acerca de lo curricular encierra visiones en torno a la
actividad escolar misma, mucho más ligada a la tarea en cada una de las
áreas.
194
problemas, en algún sentido, orienta y redirecciona la pregunta acerca de
por qué un cambio curricular, cuál era el sentido de un nuevo DC.
195
2. 6 Los sujetos de la definición curricular. Los “expertos” como
fuente de autoridad.
196
Dar cuenta de los actores que participan del gobierno de la educación y de
la definición de políticas para el sector implica caracterizar, de alguna
manera, las relaciones entre la racionalidad política dominante en la CABA y
la lógica propiamente educativa del sistema. El terreno del gobierno de la
educación con sus jerarquías e intersticios se convierte en escenario de
disputas, batallas, confrontaciones.
197
disciplinares. La gran mayoría de las producciones analizadas es obra de
especialistas en las didácticas especiales y disciplinares que se
desempeñaban en la Secretaría de Educación, en su mayoría contratados
para elaborar alguna producción en particular, pero con trayectoria de
trabajo en el ámbito del estado en la ciudad.
Los especialistas pueden reconocerse como una pieza clave del diseño del
discurso oficial en materia de desarrollo curricular: según lo planteado en
las entrevistas estas producciones se reconocen como una de las instancias
de trabajo con las que se encuentran más a gusto como profesionales de un
organismo de gobierno. Varias son las razones que justifican esta situación.
En primer lugar, la “cercanía” con lo que acontece en el aula. En segundo
lugar, la gran mayoría se dedica a asesoramiento en instituciones escolares.
Cuáles son los perfiles y tradiciones que representan los grupos que
intervinieron en las definiciones de política curricular en la CABA. ¿Quiénes
fueron? ¿Qué tradiciones representaban? ¿Cómo se articulaban los
responsables políticos y los responsables técnicos? ¿Qué posición ocupaban
en el mapa de poder y decisión dentro de la Dirección de Planeamiento?
¿Cómo fue que se constituyeron en las voces legítimas y portaron el
discurso oficial del cambio curricular? ¿Cuáles han sido sus formas de
intervención en la esfera del estado? ¿Qué relación laboral mantenían con el
estado? ¿Cuáles eran las características de sus condiciones de trabajo?
198
creciente incorporación de miembros a los equipos de las áreas en calidad
de técnicos y especialistas en el ámbito del Estado, formó parte de un
proceso más amplio vinculado a la modernización y profesionalización de las
agencias del estado, expresado en la diferenciación y especialización de
funciones, agentes y conocimientos. Expresión de este proceso de
especialización de funciones fue la creación de la Dirección de Curriculum a
finales de los años 80, dependiente de la Dirección General de
Planeamiento, cómo un órgano técnico especializado en las definiciones
curriculares para el Sistema Educativo Jurisdiccional103.
103
En la página de la Secretaría de Educación figuran como objetivos de la los
siguientes: 1.Intervenir en las elaboraciones de los lineamientos y diseños
curriculares para el Sistema Educativo de la Ciudad de Buenos Aires. 2.Diseñar y
desarrollar proyectos de investigación-acción didáctica para la implementación,
seguimiento, evaluación y/o reajuste curricular. 3. Asesorar en la elaboración,
implementación y evaluación de proyectos de contextualización curricular
provenientes del Sistema Educativo de la Ciudad de Buenos Aires y de otras
instituciones educativas.
104
Entre los años 1989 y 1991 se incorporaron a la Dirección de Curriculum los
especialistas que coordinaron la producción curricular desde las áreas,
prácticamente hasta la actualidad: Matemática (1989), Ciencias Sociales (1989),
Lengua (1990) y Ciencias Naturales (1991). Antes del año 1989 en Lengua,
Ciencias Sociales y Naturales había otros especialistas a cargo de la coordinación de
estas áreas, algunos de los cuales participaron de la elaboración del DC 86.
Posteriormente se incorporan los coordinadores del resto de las áreas: coordinador
de Formación Etica y Ciudadana (1992, al equipo de Ciencias Sociales, en el año
1995 a Formación Etica y Ciudadana), Tecnología (1995), Educación Física (1995),
Informática (1995) y Artes (1995).
105
Como parte de los equipos técnicos también se conformó un equipo para el Nivel
Inicial.
199
educativo jurisdiccional. Recién en el año 1998 se conforma un equipo
técnico cuyas tareas eran definir una propuesta integral para el 3º ciclo de
la escolaridad básica.
Ahora bien, ¿quiénes conforman estos equipos con tan larga permanencia
en la Dirección de Curriculum? ¿Cuáles son sus trayectorias formativas y
profesionales?. Como señalamos en la primera parte de este trabajo, en el
capítulo dedicado al surgimiento del campo de las didácticas especiales, los
grupos que constituyen los equipos de las diferentes áreas disciplinares
están integrados por un sector de pedagogos o didactas especializados en
un área curricular determinada y/o por representantes de las disciplinas
interesados en cuestiones didácticas. Estos grupos formaron parte de una
incipiente tradición curricular asociada a las didácticas especiales en nuestro
país, y que en el caso específico de la CABA intervinieron en decisiones
curriculares.
200
Ahora bien, en cuanto a los ámbitos de desempeño, las distintas agencias
de estado –tanto nacional como jurisdiccional- constituyen los escenarios
donde transcurrieron los procesos de producción curricular y los ámbitos
laborales de quiénes participaron del mismo. En las instancias de definición
de política curricular participaron actores con distintas posiciones políticas y
tradiciones curriculares. Cuando se le pregunta, a los coordinadores de las
áreas, por quiénes participaron en la definición curricular responden lo
siguiente:
201
decíamos y pensábamos. Lo más general es todo un trabajo en
conjunto entre la Dirección de Curriculum, los asesores, sobre cosas
generales o sobre que eran los objetivos de aprendizajes, qué eran
propósitos de la escuela, es una definición fuerte porque no estábamos
hablando de objetivos en término de los alumnos, sino que era
responsabilidad de la escuela. Esta es una construcción colectiva”.
(Coordinador de área)
202
Tecnología y nuevos enfoques, prácticas y dos disciplinas nuevas –teatro y
expresión corporal-, en el caso de Artes, generaron la necesidad de
construir la propuesta sobre la base de una participación más real y efectiva
de supervisores, directivos y docentes.
203
coloquialmente. Algunos de los perfiles especializados en la didáctica
general fueron contratados por la Dirección de Curriculum para aportar una
mirada sobre el proceso de diseño que se venía realizando y para la
redacción de los principios generales de la propuesta curricular. Conforme a
las tradiciones de pensamiento que tanto especialistas como generalistas
sostenían, estas tradiciones y formas de pensar en torno al curriculum y el
planeamiento se expresaban en diferentes concepciones en relación a qué
tipo de curriculum diseñar. Las mismas generaban tensiones y puja de
intereses y posiciones al interior de la dirección. Con respecto a esto un
especialista de área sostiene lo siguiente:
204
Si bien la perspectiva de los especialistas logró imponerse, este trabajo
considera que sus propuestas no han podido dar respuestas, por su propia
lógica interna específica y particular, al complejo problema de la
escolaridad. Por su parte, coadyuvaron a la sofisticación de las propuestas y
aumentaron la distancia con las capacidades de las escuelas para utilizarlas.
Si bien estos especialistas, en su mayoría, no contaban con experiencia en
el planeamiento curricular, cobraron un protagonismo importante y
creciente en las definiciones adoptadas en materia de política curricular
durante este período. La profesionalización del conocimiento específico en
torno a las didácticas especiales les permitió contar con una determinada
“pericia” y ofrecer un conocimiento especializado. Los especialistas de las
áreas concentraron el poder en tanto contaban con los recursos en el juego
político (materiales y simbólicos) y la autorización que les posibilitó imponer
sus visiones e influencias. Por otra parte, ocupaban una posición estratégica
en el sistema de decisiones en torno a lo curricular. Al mismo tiempo,
fueron quiénes participaban en la definición de los temas del debate y el
marco intelectual en el cual se desarrollaban las negociaciones, alianzas y
conflictos que supone la toma de decisiones. No obstante, las posiciones
asumidas por los distintos actores no fue homogénea. Había actores cuyo
compromiso con la posición adoptada fue mayor, otros cuyas posiciones no
lograron tornarse hegemónicas. Como sostiene un miembro de la Dirección
de Curriculum:
“hay áreas hegemónicas que llevan la voz cantante y hay otras que
no, que tienen opiniones contrarias pero que no las decían. Ni la
didáctica general ni la realidad de las escuelas y los docentes eran
vistas y tomadas como fuentes de legitimación de lo que se producía.
Las obligaciones en relación al diseño curricular podían variar, hubo
áreas que secuenciaron contenidos y otras que no”.
205
escolar transmite. Estos especialistas tendrían una visión parcializada del
problema de las transmisiones del sistema, ya que en la base de sus
prácticas están las divisiones tradicionales entre las disciplinas del
curriculum escolar (matemática, ciencias sociales, ciencias naturales, etc.).
Hay una ausencia marcada de una visión integral que plantee y de
coherencia a la búsqueda de ¿qué contenidos? y ¿para qué sociedad?. (Cox,
1989). Esta visión parcializada y más ligada a los problemas de la
enseñanza en cada área constituyó un rasgo importante de la concepción
curricular de los especialistas de la ciudad. Se refleja, a su vez, en la
imposibilidad de formular problemas compartidos sobre los que intervenir y
establecer prioridades políticas. De este modo, la dimensión pedagógica del
contenido y su selección en base a un proyecto cultural más amplio
quedaron postergadas a favor de la incorporación de los últimos avances del
conocimiento en las didácticas específicas. La determinación de los
contenidos importantes a incluir no se realizó sobre la base de la definición
de criterios que definan parámetros de selección de los contenidos
importantes en función del sentido de la escolaridad y del proyecto cultural
que significa la escolarización en esta época.
206
Conclusiones finales
207
nuevos modos de concebir el diseño y el desarrollo curricular. Al mismo
tiempo, estas nuevas formas de concebir los procesos de elaboración
curricular fueron acompañados de nuevos actores y voces que participaron
de la definición del qué y el cómo enseñar. En la ciudad, las cambiantes
gestiones de gobierno, un contexto político de indefinición en relación a los
lineamientos de la nación, la imposibilidad de consensuar una ley de
educación jurisdiccional, la constitución de la ciudad como jurisdicción
autónoma, dificultaron la discusión y la definición de los principios políticos
de la reforma y de los fines sociales de la escolarización. El contexto de
producción de los textos, como espacio de definición del discurso curricular
de la ciudad, en relación estrecha con el contexto de influencia como marco
de referencia, se constituyó en el espacio en dónde se produjeron los
documentos curriculares dirigidos a supervisores, directivos y docentes de
las escuelas del sistema educativo jurisdiccional. El contexto de la práctica,
como el espacio donde las definiciones curriculares son re-escritas y re-
interpretadas. En el caso de las definiciones curriculares de la ciudad, es
tenido en cuenta, principalmente, a través de la mirada de los expertos –
principalmente especialistas en la didáctica de la disciplina- acerca de las
prácticas de enseñanza en las escuelas, más que a través de las voces de los
docentes, directivos y supervisores. Las instancias creadas, desde la
Dirección de Curriculum, para la participación de directivos, docentes y
supervisores, tuvieron como propósito recavar información acerca del
proceso de apropiación de las propuestas curriculares en donde se
constataba en qué medida se ajustaban a la normativa curricular.
208
de la reforma educativa en América Latina. En la Ciudad de Buenos Aires, la
discusión en torno a los diferentes proyectos de ley derivó en la
imposibilidad de generar un consenso en la legislatura. Consecuentemente,
la ausencia de un marco legal para el sistema educativo jurisdiccional,
conjuntamente con las tensiones y diferentes perspectivas sostenidas por
los cambiantes responsables políticos y equipos técnicos de las distintas
gestiones en relación a la aplicación de la Ley Federal de Educación, dieron
lugar a un contexto político caracterizado por la ambigüedad, la confusión y
la ausencia de un proyecto estratégico para la reforma educativa en general
y, específicamente curricular. Este contexto propició que el discurso en
torno a lo curricular cobrara una visibilidad casi exclusiva en el marco del
discurso reformista de la época. En los documentos de la Dirección de
Curriculum se asimila transformación del sistema educativo con
transformación curricular, o sea, cambio del curriculum con transformación
educativa. En ellos se sostiene que los documentos curriculares darán
marco y sustento a la transformación del sistema.
209
condiciones para garantizar instancias de trabajo institucional entre
directivos y docentes.
106
Expresión extraída de Almandoz (2000) quién sostiene que la aparente
apoliticidad de las reformas permite instalar una lógica de “la reforma” como
modelo único, puesto que es producto de mayores avances teóricos en el campo
científico-tecnológico y no la lógica de “una reforma” entre otras alternativas
posibles.
210
normas que reconfiguren las prácticas, identidades y disposiciones de los
sujetos, estableciendo los parámetros de lo permitido y válido (Popkewitz,
1994). Si se entiende a esta reforma educativa en este sentido, frente al
escenario descrito para la ciudad en la década estudiada, se instala la duda
en torno a su eficacia. Especialmente, se duda sobre su capacidad simbólica
y material para su apropiación por parte de los diferentes actores en la base
del sistema educativo jurisdiccional. Además, la ausencia de un marco legal,
los cambios en la direccionalidad y la falta de apoyo político para impulsarla
garantizando las condiciones de su implementación, ponen en duda el
carácter regulatorio de la reforma, es decir, su capacidad para convertir los
modelos normativos en estilos de funcionamiento cotidiano en las escuelas.
211
transmitidos, imponía nuevos desafíos a las gestiones políticas. En este
sentido, es necesario resaltar que en el sistema educativo argentino prima
una tradición de definición central de las políticas educativas. La delegación
a las instancias jurisdiccionales de las decisiones de política curricular tiene
una historia reciente vinculada a los procesos de descentralización y de
aumento del federalismo. La definición de diferentes instancias de
determinación curricular –nacional, jurisdiccional, institucional- implicó la
intención de abrir el juego a la participación de diferentes actores
complejizando la mirada en relación a los conflictos, las disputas y las
tensiones que generan las decisiones acerca del qué y el cómo enseñar.
212
Fue una época en la que se aceptó de manera generalizada la apelación al
discurso experto como estrategia de legitimación de la innovación. La
incorporación de los expertos se realizó, a su vez, en un contexto en el que
no se discutió el sentido de la escolarización, sus propósitos y finalidades en
el marco de un proyecto cultural más amplio. En el discurso de los
especialistas que lideraron la definición curricular en la ciudad aparece con
fuerza que el cambio curricular tiene, entre sus propósitos más importantes,
incorporar los avances producidos en las didácticas de las áreas, como
instrumento para mejorar las prácticas de enseñanza en las escuelas. Para
ello antepusieron y vieron como conveniente respetar la diversidad de
enfoques entre las diversas áreas por ser funcional al planteo de la
especificidad del trabajo didáctico en cada una de ellas107. Sin duda que, las
didácticas de las disciplinas han aportado conocimiento y experiencia acerca
de la enseñanza de contenidos específicos en contextos particulares. Pero,
en la tradición de producción de conocimiento sobre educación de nuestro
país, las investigaciones referidas a la enseñanza en las disciplinas en
contextos de enseñanza locales, constituyen aún áreas incipientes de
investigación, fundamentalmente para la escolaridad obligatoria. Por otra
parte, el énfasis puesto por estas líneas de trabajo, en las maneras de
enseñar los contenidos ha corrido el eje de la discusión en torno a definir
parámetros acerca de cuáles son los conocimientos importantes y valiosos
para las escuelas en un momento histórico determinado. Durante este
período prevaleció como modalidad de construcción política la elaboración
de propuestas a cargo de equipos técnicos controlados por gestiones
políticas, en desmedro de la incorporación a la discusión de otras voces e
interlocutores por fuera de los equipos técnicos. Los especialistas, por la
especificidad de su trabajo y la tradición curricular a la que adscriben
sostuvieron una visión parcializada del problema de las transmisiones en los
sistemas educativos. Sus prácticas profesionales y académicas están
sostenidas en las divisiones tradicionales entre las disciplinas del curriculum
escolar (matemática, ciencias sociales, ciencias naturales, etc.). Esta visión
parcial posterga una visión más integral que plantee y de coherencia a la
107
Ver Palabras Finales del Documento de Actualización Curricular N° 4.
213
búsqueda de qué contenidos y para qué sociedad en un momento histórico
y para un proceso de escolarización determinado.
214
otra parte, la producción curricular de la ciudad llegaba a las escuelas sin un
marco político de referencia claro y eran entregados como documentos de
cada área, en forma fragmentada. Estos documentos requerían para su
apropiación de condiciones materiales y simbólicas en las escuelas sobre las
cuales no hubo regulaciones específicas desde las diferentes gestiones.
108
Perspectivas de este tipo optan por lo que Elmore y Sykes (1999) denominan
visión ambiciosa con respecto al curriculum.
215
curricular de esta época situó a los docentes como receptores del saber de
los documentos definidos en la instancia jurisdiccional y como responsables
del desarrollo del curriculum en las escuelas. En este sentido, surgen dudas
en torno a cuáles son los impactos reales de los procesos de mediación que
instalan los documentos curriculares109.
109
Tenti plantea que “en reiteradas ocasiones se ha observado cómo en muchos
casos los procesos d mediación del saber (distribución de materiales y programas
de formación docente) modifican más el lenguaje que “las cosas”, es decir, las
prácticas y los modos de hacer de los decentes en las aulas y las instituciones”
(Tenti Fanfani, 1998)
110
Ver Resolución N° 4138 del 15 de diciembre de 2004.
216
tipo normativo limitan y contornean los márgenes de lo que se espera de
los docentes y de las escuelas.
217
3.2 La autoría en la producción curricular oficial.
Los especialistas que tuvieron a su cargo la tarea de producir el discurso
curricular en la ciudad, tal como se desarrolla en el apartado sobre “La
expansión y diversificación del campo pedagógico: el desarrollo de las
didácticas especiales”, ocuparon un lugar de dominancia en el campo
intelectual de la educación de la época. Un campo con una historia reciente,
ligada a los procesos de democratización del país. Los equipos técnicos que
participaron de las definiciones de política educativa en la ciudad se
nutrieron principalmente de dos fuentes: los especialistas de las
universidades o se los teóricos y los prácticos, o sea aquellos que habían
desarrollado practicas pedagógicas innovadoras en el terreno de la
educación privada laica. El origen y legitimidad de la producción de
conocimiento de estos grupos y de sus intervenciones en la esfera del
estado, estaban ligadas al ámbito político-profesional (tanto en escuelas
privadas como, posteriormente, en escuelas públicas a través de la
Dirección de Curriculum de la CABA) y al ámbito académico con sus reglas
de autorización y legitimación. Al mismo tiempo, el transito simultáneo de
estos especialistas por espacios de acción, legitimación y validación es lo
que les permitió constituirse en “referentes” del campo de las didácticas
especiales. Es en la confluencia entre los ámbitos de validación de ideas y
de prácticas donde producen y legitiman su saber111. De este modo, las
formas de saber que sostienen estos especialistas tienen mas que ver con
cruces, circuitos de circulación y vinculación entre la universidad, las
escuelas privadas, el mundo editorial, las redes de capacitación y asesorías,
y la gestión pública, que con procesos lineales y autónomos de
conformación de un campo de conocimiento. Es en esta compleja
intersección de agentes y agencias donde ese conocimiento se ha gestado y
legitimado.
111
En esta misma línea de pensamiento, el trabajo de Neiburg y Plotkin da cuenta
de cómo en diferentes campos disciplinarios (economía, sociología, psicología, etc)
más que la separación entre ámbitos de validación de ideas y de prácticas, es en la
confluencia entre espacios diferentes donde el conocimiento sobre la sociedad es
producido (Neiburg y Plotkin, 2004).
218
Las producciones de estos especialistas, los documentos curriculares, como
expresión del protagonismo que tenían y de la defensa de su experticia en
un área, se difundieron como documentos de “autor”. En el caso de las
producciones que se analizan en este trabajo la “autoría-autorización” toma
rasgos aún más peculiares dado que en definitiva, se trata de producciones
oficiales de la Secretaría de Educación de la CABA. De este modo, el estado
estaría “autorizando” a un conjunto de especialistas en diferentes campos
de conocimiento a convertirse en las voces oficiales para la determinación y
regulación de prácticas de enseñanza en las escuelas. Estas voces oficiales
autorizadas producen un discurso -y lo/se visibilizan- dirigido a los
docentes, a los equipos directivos de las escuelas, a los cuadros intermedios
de la estructura burocrática del sistema educativo, al mundo editorial, al
campo de la educación, etc.
219
autorizada al ser portadores de un “capital simbólico”, en tanto invirtieron
en él y es suceptible de acumulación. Estos profesionales constituyeron más
que un “campo científico” –de carácter más restrictivo-, en términos de
Foucault, un “campo discursivo”, en tanto cuenta con regiones de saber
fuertemente defendidas (por los expertos) y otras más accesibles a
cualquier sujeto hablante (público lego). En este sentido y siguiendo al
mismo autor, el campo discursivo es más amplio que el campo científico, ya
que los discursos se producen en áreas de práctica social donde actúan
hablantes no autorizados y no autorizantes.
220
campo teórico del curriculum herramientas que permitan pensar nuevas
formas de intervención curricular.
221
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231
Anexo 1: Entrevistas realizadas a informantes clave:
232
Anexo 2: Documentos Generales, leyes y resoluciones
233
(2000). Coordinación de Ciclo. Ideas pedagógicas para reflexionar.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Secretaría de Educación.
Dirección de Área Educación Primaria.
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Lineamientos curriculares para la transformación: diseñar,
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Secretaría de Educación. Subsecretaría de Educación. Dirección
General de Planeamiento. Dirección de Curriculum
(2004). Diseño Curricular para la Escuela Primaria. Segundo Ciclo
Tomo 1. Secretaría de Educación. Subsecretaría de Educación.
Dirección General de Planeamiento. Dirección de Curriculum.
(2004). Diseño Curricular para la Escuela Primaria. Segundo Ciclo
Tomo 2. Secretaría de Educación. Subsecretaría de Educación.
Dirección General de Planeamiento. Dirección de Curriculum.
Sin fecha. Proceso de Transformación Curricular. Municipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires. Secretaría de Educación. Dirección General
de Planeamiento. Dirección de Curriculum.
Sin fecha. Consideraciones Generales. Plan de producción del
curriculum. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Dirección de
Curriculum.
Sin fecha. El proceso de transformación curricular en la Ciudad de
Buenos Aires. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Secretaría de
Educación. Subsecretaría de Educación. Dirección General de
Planeamiento. Dirección de Curriculum.
Sin fecha. Consideraciones sobre las decisiones que se requieren para
la definición del plan de trabajo futuro. Dirección de Curriculum.
Sin fecha. Acerca del trabajo con los Pre Diseños Curriculares.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Secretaría de Educación.
Subsecretaría de Educación. Dirección General de Planeamiento.
Dirección de Curriculum.
Leyes
Ley Federal de Educación N°24.195
234
Anexo 3: Documentos curriculares por áreas. Dirección de Currículum.
1993 1995 1996 1997 1998/99
Documento de trabajo -Música. Documento -Plástica. Documento de -Documento de
N°1. Actualización de trabajo N°2. Primer trabajo N°4. trabajo N°5. Música,
curricular. ciclo. Actualización Actualización curricular. plástica y teatro.
curricular. -Música. Documento de Propuestas didácticas
Artes -Plástica. Documento trabajo N°4. para el segundo ciclo.
de trabajo N°2. Primer Actualización curricular. Actualización
ciclo. Actualización -Teatro. Documento de curricular.
curricular. trabajo. Para pensar el
teatro en la escuela.
Actualización curricular.
Los alimentos. Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo -Documento de
Tercer ciclo. N°1. Actualización N°2. Primer ciclo. N°4. Actualización trabajo N°5.
curricular. Actualización curricular. Termómetros,
curricular. temperatura y calor.
Actualización
Ciencias curricular.
Naturales -Documento de
trabajo N°6.
Desarrollo en animales
vertebrados.
Actualización
curricular.
-Documento de
trabajo N°7. Algunas
orientaciones para la
enseñanza escolar de
las Ciencias Naturales.
Actualización
curricular.
Ciencias La Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo
Sociales Municipalidad. N°1. Actualización N°2. Primer ciclo. N°4. Actualización
El Banco. curricular. Actualización curricular.
Tercer ciclo. curricular.
235
Documento de trabajo -Documento de Documento de trabajo Documento de trabajo
Educación N°1. Actualización trabajo N°2. Primer N°4. Actualización N°5. Para pensar el
Física curricular. ciclo. Actualización curricular. segundo ciclo.
curricular. Actualización
-Desarrollo curricular. curricular.
Primer ciclo.
Actualización
curricular.
Educación Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo
Tecnológica N°1. Actualización N°2. Primer ciclo. N°4. Actualización N°5. Actualización
curricular. Actualización curricular. curricular.
curricular.
Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo
Formación N°1. Actualización N°2. Primer ciclo. N°4. Perspectiva N°5. Educar al
Ética y curricular. Actualización transversal: educación transeúnte.
Ciudadana curricular. en la paz y los derechos Actualización
humanos. Actualización curricular.
curricular.
Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo
N°1. Actualización N°2. Primer ciclo. N°4. Actualización N°5. Las herramientas
Informática curricular. Actualización curricular. para la producción.
curricular. Propuestas de uso del
procesador de textos.
Actualización
curricular.
Enseñando a Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo Documento de trabajo
Lengua escribir en el N°1. Actualización N°2. Primer ciclo. N°4. Actualización N°5. Tomar la
segundo ciclo. curricular. Actualización curricular. palabra, escuchar y
Desarrollo curricular. hacerse escuchar.
curricular, 4° y Actualización
5° grados. curricular, 1999.
Taller de -Documento de Documento de trabajo Documento de trabajo -Documento de
resolución de trabajo N°1. N°2. Primer ciclo. N°4. Actualización trabajo N°5. La
Matemática problemas. Actualización Actualización curricular. enseñanza de la
Tercer ciclo. curricular. curricular. geometría en el
236
Los niños, los segundo ciclo.
maestros y los Actualización
números, 1° y 2° curricular.
grado
237
Anexo 4 Guía de entrevistas a responsables políticos y técnicos del
proceso de elaboración curricular
Nombre y Apellido:
Función o cargo:
Antigüedad en el cargo:
238
¿A partir de las definiciones que se fueron adoptando desde la Dirección de
Curriculum se construyó y compartió un marco de referencia común con
respecto a la transformación curricular?
¿Cuál fue el papel de los diferentes equipos de las áreas en la definición de
la política curricular de la ciudad?
¿Cómo estaban organizados? ¿Cuáles eran sus principales tareas?
Participación
¿Cuál es la naturaleza del proceso de diseño? ¿Cómo se llevó a cabo?
¿Quiénes intervinieron? ¿En que instancias? ¿Se definieron etapas? ¿Cómo
las concibieron?
Si participaron diferentes actores en diferentes instancias ¿cómo se llevó a
cabo este proceso? ¿Cuándo y para qué participaban? ¿Cómo se
incorporaban los aportes? ¿Quiénes realizaban esta tarea?
¿Participó la dirección del nivel del proceso? ¿En qué instancias y para qué?
Desarrollo-Diseño
Los documentos publicados establecen que se siguió una lógica donde el
diseño curricular fue producto de un proceso de desarrollo curricular ¿Por
qué se definió de esta manera? ¿Cuáles son las ventajas de las decisiones
de definir la secuencia desarrollo-diseño? ¿Cómo se llevó a cabo este
proceso?
En este sentido, ¿qué posición se adopta acerca de la relación diseño -
desarrollo curricular?
¿En que momento definieron que era necesario pasar al diseño curricular?
¿Quiénes tuvieron a cargo la tarea de elaboración final del diseño curricular?
¿Cuáles reconoce como instancias de decisión curricular?
¿Cómo se llevó a cabo el proceso de compatibilizar las propuestas de las
diferentes áreas de los equipos a cargo del diseño?
¿Se incorporó la perspectiva de maestros, directores y supervisores en el
proceso de diseño? ¿De que manera?
239
¿Quiénes eran los encargados de acercar las propuestas a cada
destinatario?
¿Durante cuánto tiempo se trabajo sobre los documentos?
¿Qué tipo de trabajo se realizaba a partir de los documentos de trabajo y
quién lo coordinaba?
¿Cuáles son las formas de organización de los equipos docentes, las formas
de evaluación y las formas seguimiento y estudio empírico del desarrollo
curricular?
¿Qué registro se tiene del trabajo en las escuelas?
¿Quién realiza este registro?
¿A qué áreas dentro de la gestión del sistema se involucró para la
implementación? ¿Qué acciones se llevaron a cabo?
¿Qué relación se establece entre Desarrollo Curricular y Capacitación
Docente?
¿Se establecieron relaciones entre las áreas de curriculum y capacitación
docente?
¿Los equipos de las áreas participaron de la evaluación, el seguimiento y
estudio empírico del desarrollo curricular?
240
¿De qué manera?
Para finalizar
¿Qué experiencia extrae de su participación en este proceso?
241
Anexo 5: Grilla para el análisis de las entrevistas
Ejes de Indagación Respuestas de los especialistas de las Áreas:
Esfera de la política curricular
A. Surgimiento del proyecto de
definir un nuevo diseño curricular.
Relevamientos que identificaran
puntos críticos de la oferta
educativa del sistema. Problemas .
Definición de prioridades.
B. Influencia de las definiciones de
política educativa adoptadas a nivel
nacional y en el marco del Consejo
Federal de Educación, (Ley Federal
de Educación, Acuerdos del CFE,
Decretos, Reglamentación para la
equiparación de títulos, etc) en las
decisiones adoptadas a nivel
jurisdiccional.
C. Modelo de reforma: top down o
reforma basada en la “escuela”
D. Marco de referencia común.
Aspectos comunes que impulsaban
a todos en una construcción
conjunta de un curriculum, de una
política curricular.
242
Proceso de Diseño Curricular:
A. Participación de diferentes
actores en diferentes instancias:
¿cómo se llevó a cabo este proceso?
Cuándo y para qué participaban?
Cómo se incorporaban los aportes?
¿quiénes realizaban esta tarea?
¿Participó la dirección del nivel del
proceso? ¿en qué instancias y para
qué?
B. Papel de las distintas áreas en la
definición curricular
C. Desarrollo – Diseño:
El diseño curricular fue producto de
un proceso de desarrollo curricular.
Por qué se definió de esta manera.
Ventajas de definir la secuencia
desarrollo-diseño. Cómo se llevó a
cabo este proceso. Qué posición se
adopta acerca de la relación diseño
- desarrollo curricular.
D. En qué momento definieron que
era necesario pasar al diseño
curricular.
E. Quiénes tuvieron a cargo la tarea
de elaboración final del diseño
curricular.
Documentos: producción-
difusión
A. Qué tipo de documento se
produjo y por qué? Quiénes era los
destinatarios? ¿Eran documentos de
desarrollo curricular? Quién los
producía?¿Se llegaron a acuerdos
entre las áreas con respecto al tipo
243
de documento de trabajo para los
docentes, a la estructura,
abordajes, etc? ¿Durante cuánto
tiempo se trabajo sobre los
documentos?
En qué momentos se reunían los
directivos y docentes para el trabajo
sobre los documentos de desarrollo
curricular?
Dónde se reunían y para qué?
De qué manera los documentos
expresan que han sido pensado para
los docentes y las escuelas de la
ciudad
Cómo les llegaban los documentos a
los supervisores, directivos y
docentes?¿Quiénes eran los
encargados de acercar las
propuestas a cada destinatario?
Qué se esperaba que hicieran los
docentes con esos DT? Les llegaban
con alguna consigna de trabajo?
Qué percepción se tenía del trabajo
que se llevaba a cabo en las
escuelas?
Condiciones para la
implementación:
De qué modo se previó instrumentar
el nuevo diseño curricular; contexto
de recepción de la propuesta;
condiciones institucionales que
favorecían u obstaculizaban la
implementación.
Las condiciones para la
implementación (posibilidades de
244
reunión de los docentes, trabajo con
directivos y supervisores, etc)
influyeron en las definiciones
adoptadas: cómo se tuvieron en
cuenta. Las condiciones
institucionales para la
implementación se utilizaron para
reformular lo planteado (a partir del
trabajo con escuelas en el 99)
Cuáles son las ventajas de prescribir
el enfoque desde la propuesta
curricular; qué lugar le cabe a la
capacitación docente; considera que
ejerce mayores influencias sobre la
práctica docente abordar aspectos
relativos al enfoque en el
tratamiento de los contenidos desde
la definición de la política curricular
que desde la capacitación en
servicio.
Relación entre Desarrollo Curricular
y Capacitación Docente. Relaciones
entre las áreas de curriculum y
capacitación docente.
Condiciones para la
implementación
De qué modo se previó instrumentar
el nuevo diseño curricular; contexto
de recepción de la propuesta;
condiciones institucionales que
favorecían u obstaculizaban la
implementación.
Las condiciones para la
implementación (posibilidades de
reunión de los docentes, trabajo con
245
directivos y supervisores, etc)
influyeron en las definiciones
adoptadas: cómo se tuvieron en
cuenta. Las condiciones
institucionales para la
implementación se utilizaron para
reformular lo planteado (a partir del
trabajo con escuelas en el 99)
Cuáles son las ventajas de prescribir
el enfoque desde la propuesta
curricular; qué lugar le cabe a la
capacitación docente; considera que
ejerce mayores influencias sobre la
práctica docente abordar aspectos
relativos al enfoque en el
tratamiento de los contenidos desde
la definición de la política curricular
que desde la capacitación en
servicio.
Relación entre Desarrollo Curricular
y Capacitación Docente. Relaciones
entre las áreas de curriculum y
capacitación docente.
Principios generales y rasgos de la
propuesta pedagógica que el diseño
curricular expresa.
¿Cuál es el margen de libertad o
autoridad, de los distintos sujetos
involucrados en el proceso curricular
(técnicos, supervisores, directores,
maestros, responsables de la
gestión del sistema, etc), en
relación con las decisiones que se
definieron en dicho proceso?
¿Qué relación hay entre la
246
estructura curricular adoptada y las
intencionalidades definidas?
Cómo y quiénes determinaron los
conocimientos considerados valiosos
Qué criterios orientaron la selección,
organización y secuencia de los
contenidos
Por qué la presentación de los
contenidos tienen diferentes
formatos en las distintas áreas.
Orientaciones acerca del en el
tratamiento de los contenidos.
Debe ser abordado desde la
capacitación docente mas que desde
la propuesta curricular. Ventajas de
prescribirlo desde la propuesta
curricular. En tal sentido, lugar de la
capacitación docente.
Ejerce mayores influencias sobre la
práctica docente abordar aspectos
relativos al enfoque en el
tratamiento de los contenidos desde
la definición de la política curricular
que desde la capacitación en
servicio.
Experiencia extraes de tu
participación en este proceso
¿Cómo cree que los docentes lo
recordarán?
Otras consideraciones
247
248