¿Cómo comenzó el pecado? Pues miramos que cuando satanás tentó
a Eva, entre otras cosas, hablaron del árbol prohibido. Y en Génesis 3 versículo 6 dice: Vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría, y tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, el cual comió así como ella. ¿Qué pasó? Ella vio. El árbol era agradable a los ojos. Observemos el caso del rey David, en 2 Samuel 11:2 hasta el verso 4 que dice: y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías Heteo, y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. 1 de Juan 2:16 dice: De los deseos de la carne y la concupiscencia de los ojos. Estos dos males se juntaron en David y fue su fracaso, ¿qué fue lo que hizo caer a David? Primero, la concupiscencia de los ojos, y después, los deseos que fueron alimentados por lo que vieron sus ojos. No sabemos si la mujer lo haría intencionalmente para provocarlo o accidentalmente. No se cuidó de la vista de los demás al bañarse, y las consecuencias para ambos fueron funestas, ante todo que quedaron escritas sus faltas, su inmoralidad y su pecado, quedaron escritas para siempre “no las borra el olvido”. Tenemos otro caso: S. MATEO 5:28. Dice el señor Jesús: el que mira a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en el corazón. 2 Pedro 2:14 dice: que hay personas que tienen los ojos llenos de adulterio y no se cansan de pecar. Ya hemos visto lo que ha sucedido a causa de lo que ven sus ojos. De aquí sacaremos conclusiones, especialmente en la forma que viste algunas mujeres. Lamentablemente en este tiempo ha entrado la moda del casi desnudo, nos preguntamos: ¿con que propósito la mujer viste sus ropas tan cortas? ¿Será que quieren, que le admiren sus muslos? ¿Quiere que le miren sus glúteos o su ropa interior? ¿Quiere que la codicien? ¿Quiere hacer sufrir a un hombre lascivo? ¿Quiere despertar las pasiones carnales a los hombres? O mayormente si se trata de una que dice ser cristiana, que los hermanos, ¿se fijen en ella, distraerlos, hacerlos entrar en tentación, hacerlos adulterar internamente? Y entonces la mujer cargaría nada más y nada menos con este juicio que está en Lucas capítulo 17 versículo 1 y 2, que dice: Jesús dijo a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ AY DE AQUEL POR QUIÉN VIENEN! “los tropiezos”. Mejor le fuera que se atase al cuello una piedra de molino y se arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. En Mateo 18:7 dice: ¡AY DEL MUNDO POR LOS TROPIEZOS! Porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡AY DE AQUEL HOMBRE POR QUIÉN VIENE EL TROPIEZO! Mateo 18: 9 dice: Si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo los dos ojos ser echado en el infierno de fuego. Esto lo dice para cualquiera que haga caer a otro que sea cristiano, y cuando dice que lo que te es ocasión de caer sácalo, creo que si una mujer o un hombre está provocando la caída de un hermano o hermana pues que sea echado fuera. Es decir: Que sea expulsada de la iglesia. Por esto será que el apóstol Pedro en su primero carta capítulo 3 versículo 3 hablando a las mujeres, les dice: Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos. Si no el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible que es de gran estima delante de Dios. ¿A cuál le gustaría usted agradar? ¿A Dios o a los hombres? Entonces como creyentes ¿A cuál quiere imitar usted? ¿Al mundo? , ¿A las actrices de televisión? ¿A las que no tienen pudor que la antigua versión dice que no tienen vergüenza? ¿A quién quiere parecerse usted? ¿A una mujer impía, o a una mujer cristiana? Si una mujer con ropas insinuantes queda sola, frente a un hombre pervertido a quien ella está tentándole con sus atributos o con sus desnudos, corre el peligro de ser violada. Aunque una vez alguien dijo en televisión, y le sobraron críticas a montón, pero cualquiera que mire al menos en nuestra sociedad unos muslos desnudos, unos senos semidesnudos, la tentación puede ser de mirarlos dos, tres o más veces, y es probable, que si es cristiano, esas imágenes se queden grabadas en su mente y al orar se cruzan esas mismas imágenes en su mente; y puede pensar como Eva y decir el árbol es delicioso a la vista y bueno para comer. Por algo dice en Isaías 59 – 6: sus telas no sirven para vestir, ni sus obras están cubiertos; sus obras son obras de iniquidad y obras de rapiñas está en sus manos. Hoy se usan telas transparentes que más o menos dejan ver sus partes íntimas; ¿y con qué propósito se harán? Usted lo sabe. Isaías 59-5 dice: incuban huevos de áspides, y tejen telas de arañas; el que comiere sus huevos, morirá; y si los apretare saldrán víboras. Quiere decirnos el peligro que hay al tocar a las mujeres, peligro de muerte y entonces cuando las damas exhiben sus partes íntimas, están despertando la pasión y el deseo en los hombres. Nos podemos preguntar como hombres, respetando muchas a las damas, si vemos unos senos semidesnudos, ¿no provocará? “hablo como hombre” ¿tocarlos? y si los toca ¿qué pasará? Yo pienso en lo personal, se puede ganar unos cuantos golpes, y si a ella le agrada se puede encender la lujuria, el adulterio o la fornicación y la enemistad Con Dios. ¿Motivos? La falta de la mujer no cuidar su cuerpo, que en este caso si es cristiana, la biblia le dice que es templo de espíritu santo; en este caso nuestro cuerpo es de Dios y debemos cuidarlo al gusto de su dueño que es el señor Jesús. Y si es una mujer casada no debe de estar insinuando, ni exhibiendo su cuerpo que en cierta forma, tiene dos dueños, el señor Jesús y el esposo. De ahí el problema que de pronto a un hombre le gustara que su esposa exhibiera su cuerpo, pero ella debe reclamar sus derechos de vivir para Dios. Podríamos decirlo: no está para la venta, no está conquistando hombres, no le interesa las miradas morbosas, ni los piropos. Se dice en términos griegos de la palabra AGORAZO que quiere decir: PARA LA VENTA. Está en el mercado buscando postor. Y cuando resultó el postor, lo negoció, lo pone aparte y le escriben EXAGORAZO; que quiere decir: YA TIENE DUEÑO, ya ESTÁ VENDIDO, no tarda en llegar su dueño y llevárselo. ¿No cree usted que es un buen ejemplo para las mujeres casadas y aún para los hombres? porque tanto el uno como el otro se pertenecen. 1 de Corintios 7 – 4 dice: la mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. Concluimos: para ambos está el EXAGORAZO, ya salió del mercado, ya tiene su dueño o dueña. Hay algo humillante en algunos matrimonios, y estos son: - Que la mujer tenga que buscar quien la satisfaga sexualmente, Como si su marido no fuera suficiente y no la satisface. - Igualmente el hombre al buscar otra mujer, quiere decir con eso que su mujer no le sirve, no lo satisface, que ella es inferior a una prostituta, a una mujer infiel a su marido, que ella es menos que las demás, que él quisiera cambiarla por la mujer del vecino, del supuesto amigo o cambiarla por una ramera. ¡Todo esto decimos al aventurarnos con otra persona que no es nuestra pareja, con la que hicimos un pacto de amarla, respetarla, cuidarla, todos los días de nuestra vida! Esto mismo dice la mujer al acostarse con otro, que quisiera que su marido fuera ese con quien está adulterando. Ella también prometió, amarlo, cuidarlo, respetarlo todos los días de su vida. Ante los ojos de Dios y de la humanidad estamos mostrando nuestra inconformidad con la persona que nos casamos y nos comprometimos. Entonces tenemos a si a punto de vista, dos pecados, mentimos porque dijimos que nos íbamos a respetar. Y el otro pecado, el adulterio. Y por ambas cosas nos privamos del reino de los cielos, pues dice la biblia, que los mentirosos no heredan el reino de Dios y que los adúlteros tampoco heredan el reino de Dios. Parece que salimos un poco del tema, que es, por donde entra el pecado, que es por lo que ve nuestros ojos, y hagámonos la pregunta: ¿Seré yo como Eva? Que vio y ejecutó el pecado. Génesis 3-6 ¿Seré yo como David? Se dejó llevar por lo que vieron sus ojos. 2 Samuel 11- 2 ¿Seré yo de los que mira una mujer para codiciarla? S. Mateo 5-28 ¿Seré yo como los que dijo Pedro? ¿Tendré los ojos llenos de adulterio? 2 Pedro 2-14 Hablando de la mujer, ¿incitará al hombre a pecar como ella? Génesis 3-6. ¿Será como BETSABÉ? ¿Se baña donde la vean desnuda? ¿Será como la que dice Isaías?, apenas ¿semivestida? ¿Será las que provocan al hombre a adulterar con ella en su corazón? Mateo 5-28 O qué bueno que fuera como las mujeres de otro tiempo, que se vestían solamente para agradar a Dios y a su esposo. 1 Pedro 3-3 al 6. La biblia dice en 1 Corintios 6-20: Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, lo cuales son de Dios. Romanos 12-1 dice: Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformados por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Que la palabra de Dios corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros. 2 tesalonicenses 3-1 AMÉN