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BOLILLA Nº 1

ESTRUCTURA INTERNACIONAL.

A) COMUNIDAD Y SOCIEDAD INTERNACIONAL. EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

Una gran parte de la doctrina distingue los términos y significados de los conceptos de comunidad y sociedad internacional. Sin
embargo, la mayoría de ella -como también la jurisprudencia-, utiliza ambos términos indistintamente, para hacer referencia a
todo el ámbito mundial en que se desarrollan las relaciones internacionales.

Siguiendo a Pagliari: :

- La COMUNIDAD INTERNACIONAL como una unidad neutral o de formación espontanea, constituida por todos los entes
dotados de subjetividad internacional que mantienen relaciones en el ámbito internacional. De allí, que se la caracteriza como
de naturaleza espontánea y universal, porque comprende a la totalidad de los Estados existentes como así también a los otros
sujetos internacionales reconocidos como tales. Además:

- la comunidad es atemporal, en el sentido de que su vida no se encuentra acotada en el tiempo, sino que se desarrolla en
forma neutral y permanente sin que exista un límite para su duración.

- es heterogénea, por la diversidad de los sujetos que la componen: Estados, organizaciones internacionales, la persona
humana, los pueblos sujetos a la dominación colonial, y otros agentes dotados de particular subjetividad.

- es inorgánica, porque carece de órganos a semejanza de las comunidades que componen los Estados: son sus propios
sujetos los que crean y aplican las normas jurídicas, sin que existan instancias superiores que las apliquen coactivamente, a
menos que se cuente con el consentimiento de los propios Estados.

- es descentralizada, porque la soberanía estatal condiciona, en gran medida, la creación y aplicación el ordenamiento
jurídico estatal.

- La SOCIEDAD INTERNACIONAL como una formación artificial, es producto de la decisión de los sujetos internacionales,
normalmente expresada a través de tratados; es decir, se trata de un grado de perfeccionamiento de la comunidad por la vía
de su institucionalización. Por ello, la sociedad internacional –a diferencia de la comunidad- es temporal, voluntaria, reglada y
orgánica.

Evolución Histórica.
El derecho internacional público constituye una categoría histórica. Es un producto cultural de un determinado momento
histórico de la humanidad, que adecúa a sus normas a los caracteres propios del medio social que rige. Esto hace necesario junto
con la evolución y cambios operados en la comunidad internacional, que su ordenamiento jurídico se transforme amoldándose a
esa realidad social cambiante, lo que exige una creciente especialización de sus normas que da lugar a nuevas ramas de él.

Respecto del ORIGEN de la comunidad internacional (y con ello, del derecho internacional), hay dos posiciones en doctrina:

- Algunos, Díaz de Velazco entre ellos: entiende que el derecho internacional público existe desde la época de los pueblos
primitivos, a partir de sus relaciones comerciales; sus antecedentes son mucho más remotos a los que reconoce la doctrina
mayoritaria.

- Jimenez de Aréchaga, Julio Barboza, entre otros, conformando mayoría doctrinaria: sitúan el nacimiento de la comunidad
internacional, en el S. XVII, concretamente en 1648, con el Tratado de Westfalia (que, en realidad, NO es un tratado, sino
que se lo denomina la “Paz de Westfalia”; es la consecuencia de la Guerra Religiosa entre católicos y protestantes -guerra de
los 30 años-)
A partir de la Paz de Westfalia es que se dan los supuestos básico para la existencia de un sistema tal cual funciona en la
actualidad: una pluralidad de Estados nacionales que se reconocen como jurídicamente iguales, que se atribuyen en
exclusividad el atributo de la soberanía y que están dispuestos a regular sus relaciones por normas jurídicas sin menoscabar
por ello su carácter de soberanos.

Siguiendo esta última postura, la evolución del derecho internacional puede dividirse en las siguientes etapas:
1º ETAPA: DESDE LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO MODERNO HASTA EL CONGRESO DE VIENA.

En la evolución de la comunidad internacional asume gran trascendencia su institucionalización. Desde Westfalia, emerge una
sociedad de Estados meramente yuxtapuestos, que coexisten juntos sin ninguna forma de superestructura.
La historia del derecho internacional comienza a partir de la Paz de Westfalia de 1648 (Tratados de Munster y de Osnabruck),
que puso fin a la Guerra de los Treinta Años. A partir de ello, comienza a generalizarse el sistema de Estados en Europa: un
sistema de Estados soberanos e independientes. Es decir, los territorios ya no eran solamente aquellos que dependían del
ejercicio propio de poder de los imperios, sino que comienzan a surgir territorios independientes de ellos y no regidos por los
mismos.
Sucede que el feudalismo (etapa anterior a Westfalia) era una organización de la sociedad basada en la tenencia de tierra, en el
que los poderes (estatales actualmente) se dispersaban entre diferentes instituciones; existía una estructura piramidal que
culminaba en el Papa y en el Emperador. Sin embargo, era tal la resistencia de algunas unidades territoriales (landers –una
especie de provincias-) que se formaron al desintegrarse el Imperio Romano (Estados de hecho en aquel momento), que ni el
Papa, ni el Emperador fueron invitados a la celebración de la Paz de Westfalia.

Precisamente, es a partir de Westfalia que el poder del Emperador y del Papa es sustituido por este nuevo sistema de Estados,
libre de toda autoridad externa y en igualdad de condiciones; la que se ejerce a través de convenios.

El derecho internacional como lo conocemos actualmente se formó en Europa, y hasta el S. XIX fue un orden exclusivamente
vigente para ese continente, a tal punto que se lo denominaba “derecho internacional europeo”.

En esta etapa, el derecho internacional se caracteriza:

- Soberanía estatal: es el principio más importante que se afirma en el primer periodo.


Se entiende por soberanía del Estado, que no hay sobre los Estados que componen la comunidad internacional forma alguna
de poder superior. En este principio se inspira todo el derecho internacional clásico.

- Igualdad jurídica de los Estados: es corolario de la soberanía estatal. Con este principio se extingue la pirámide feudal, los
príncipes no reconocían encima de ello poder alguno y, por ende, eran iguales entre sí.

- Equilibrio del poder: para conservar la pluralidad de Estados soberanos e iguales entre sí, se requiere que ninguno de ellos
adquiera hegemonía por sobre los demás. Para ello, se torna imprescindible el equilibrio del poder. Los Estados en esta
etapa, celebraban alianzas cuando alguno adquiría o amenazado con adquirir una peligrosa preponderancia.

- También en esta etapa en se instituyó el principio de libertad de los mares, que evita toda dominación unilateral del mar, y
se reguló sobre circulación de los ríos internacionales. Surgieron además algunos principios relativos a la adquisición de
territorios y a la navegación marítima.

Otro factor con trascendencia la construcción del derecho internacional, se encuentra relacionado con los procesos
independentistas de fines del siglo XVIII. Con la Regulación Norteamericana en 1776, y la Revolución Francesa; es un hecho
histórico que comienzan a generar los cimientos ideológicos y políticos de los procesos independentistas y lo plasman entre fines
del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX en determinadas partes del planeta, de lo que América no ha sido la excepción. Sobre
todo, debido a otro factor trascendente en territorio europeo que, con la consolidación de Napoleón en el poder, se asume un
factor relevante la construcción del derecho internacional.

La conjunción de nuevas ideas ideológicas y políticas, frutos de la Revolución Americana y de la Revolución Francesa, dan inicio a
los procesos de independencia y con ello al surgimiento de nuevos Estados; es decir, a la creación de nuevos sujetos que se
incorporan a la comunidad internacional.

2º ETAPA: DESDE EL CONGRESO DE VIENA A LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

Es la etapa donde se presentan las primeras manifestaciones de una comunidad internacional organizada.
Una nueva etapa para la evolución del derecho internacional comienza con la celebración del Congreso de Viena en 1815, en el
que se realizará un nuevo arreglo territorial y político europeo.

Con la derrota de Napoleón, nace el Tratado de París de 1815 y el Congreso de Viena del mismo año, que fue el primer ensayo
de organización de comunidad internacional.

El cambio es radical en esta etapa, porque significa una relativización de la soberanía estatal y de la igualdad jurídica de los
Estados (principios mentados en la etapa anterior): la soberanía plena ahora solo podrá velar por las grandes potencias. Es un
rasgo de la comunidad que persiste hasta la actualidad.
El Tratado de París dio origen a una tetrarquía; es decir, una alianza entre Austria, Gran Bretaña, Rusia y Prusia que,
posteriormente se constituyó en una pentarquía con la adhesión de Francia a dicho tratado (en el Congreso de Aquisgrán de
1815).

Este corto período suele llamarse del Directorio Europeo, que alude al gobierno de las grandes potencias. Influenciada por la
Santa Alianza, tratado que se firmó entre Austria, Prusia y Rusia, el Directorio se empeñó en mantener el principio de legitimidad
(aquel que indica que los tronos corresponden a las personas señaladas por la leyes de sucesión monárquica), se valió para ello
de la intervención (generalmente a través del uso de fuerzas armadas) para el no reconocimiento de regímenes políticos
ilegítimos.

Sin embargo, desde el principio Gran Bretaña fue reticente a las intervenciones de la Santa Alianza. Tras las resistencias
británicas, terminaron con el Directorio europeo, pero un sistema más laxo de gobierno de las potencias continuó con el llamado
concierto europeo.

En esta etapa, el derecho internacional asumió un desarrollo interesante:


- Surge una declaración del Congreso de Viena sobre libertad de navegación de los ríos internacionales,
- Se origina otra declaración del mismo Congreso contra el tráfico de esclavos,
Posteriormente emerge un convenio sobre las jerarquías de las misiones diplomáticas y sus jefes en el Congreso de Aquisgrán
1818. Se comienza a regular una serie de situaciones vinculadas a las relaciones de poder entre los Estados; una de esas
relaciones da origen a lo que actualmente se denominan relaciones diplomáticas; en el sentido se establecen reglas respecto a
los derechos e inmunidades que tienen los representantes (actualmente denominados representantes diplomáticos) en un
Estado anfitrión.
- En Ginebra, en 1864, se celebró un convenio sobre conducción de la guerra en el mar; entre otros importantes instrumentos.

Lo más relevante de este periodo fueron las Conferencias de la Haya de 1899 y 1907, que marcan el principio de la codificación
del derecho internacional a través de tratados multilaterales.

- En la primera de ellas, se agruparon 26 Estados y de la misma resultan importantes convenios:


- sobre solución pacífica de controversias,
- leyes y usos de la guerra terrestre,
- normas sobre la aplicación del Convenio de Ginebra de 1864 sobre guerras marítimas.
- Declaraciones sobre las limitaciones de hostilidades en la guerra; entre otros.
- En la segunda conferencia de la Haya, que surge por la iniciativa de los Estados Unidos apoyado por Rusia, estuvieron
representados 44 Estados y con ello asumió carácter universal. Entre los trece convenios celebrados en esta conferencia se
destacan la:
- declaración sobre arbitraje obligatorio;
- la creación del tribunal internacional de Presas;
- acuerdos sobre guerra terrestre,
- acuerdos sobre neutralidad, etc.

Como consecuencia propia del a Revolución Industrial, la comunidad internacional también comenzó a institucionalizarse en
esta etapa respecto los servicios públicos administrativos creándose distintas instituciones como ser:
- Unión Telegráfica Internacional,
- Unión Postal Universal, creada a los fines de unificar estándares de comunicación que fueran aceptados por todos los
Estados que, mediante su voluntad, dieron origen a la organización.
- Unión para la Protección de la Propiedad Industrial,
- Unión para el Transporte Internacional por Ferrocarril,
- O.I.T. (creada por el Tratado de Versailles), etc.

El proceso europeo, se fue encaminando hacia la Guerra de 1914/1918, con el enfrentamiento de dos bandos (Alemania, Austria
y Turquía de un lado, Francia, gran Bretaña y Rusia, luego también Italia, el otro). El estallido de la Primera Guerra Mundial
significó el fin del concierto europeo y de toda esta segunda etapa en la evolución del derecho internacional.

3º ETAPA: DESDE EL FIN DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL HASTA LA ACTUALIDAD.

Se alcanza en esta tercera etapa de una importante tentativa de organización internacional a través de la Sociedad de las
Naciones (SN), que tiene su antecedente principal en el Concierto Europeo.
Fue un organismo internacional creado para finalizar la Primera Guerra Mundial, cuyo principal objetivo era la solución de los
grandes conflictos internacionales.
La SN significó, en buena medida, una culminación del crecimiento de la comunidad internacional con representatividad de
orden prácticamente universal para su tiempo (aunque EEUU no formó parte de ella). Sin embargo, su disolución se produjo tras
el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

No obstante, al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1945) se convocó a la Conferencia de San Francisco, donde se aprobó la
CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS, que es el intento más logrado de la organización de la comunidad internacional.
El objetivo primordial de la ONU es el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional, como también la promoción de la
cooperación de todo orden entre los Estados, entre otros.

Lo importante es destacar que, con todo este desarrollo, la estructura de la comunidad internacional es actualmente muy
compleja. En dicha estructura intervienen diversos organismos especializados de la ONU (como ser UNESCO, FAO, OIT, UNICEF,
OMS, FMI, etc.). Además de todos los organismos que pertenecen a la ONU, o trabajan en estrecha relación con ella, existen
muchas organizaciones regionales (como la OEA, Unión Europea, Liga Árabe, Mercosur, etc.). Es decir, para esta etapa se
produce un incremento en la institucionalización de la comunidad internacional a través de las organizaciones internacionales,
a nivel mundial y regional.
También, a partir de las Naciones Unidas se ha promovido una importante tarea de codificación y desarrollo progresivo del
derecho internacional.

La creciente institucionalización de la comunidad internacional, el carácter más humanista que caracteriza las creaciones jurídica
actuales, han dado lugar a la aparición de principios protectores del individuo, de las minorías y de los pueblos. Los derechos
humanos, actualmente, son protegidos de internacionalmente, y la participación de todos los Estados en la formación de
aplicación de las normas internacionales es más generalizada y, en tal sentido, más democrática que antes.

Los cambios producidos en la comunidad internacional, especialmente a partir de la segunda mitad del S. XX, requirieron una
necesaria evolución de las normas internacionales para adaptarse a la nueva realidad social provocando una marcada ampliación
del contenido del derecho internacional. Así de un derecho internacional clásico se pasó al denominado derecho internacional
contemporáneo.

B) DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO. CONCEPTO. FUNCIONES. CARACTERES.


La propia existencia la comunidad internacional determina la necesidad de regular las relaciones que se producen en su seno por
medio del derecho; el conjunto de esas normas jurídicas es el ordenamiento jurídico internacional.

La existencia del derecho internacional público responde y depende de una serie de PRESUPUESTOS HISTÓRICOS
SOCIOLÓGICOS:

- Pluralidad de Estados: pues, no podría darse derecho internacional algunos y existiese un único Estado mundial (el derecho
internacional solo puede aparecer donde coexistieran varios Estados independientes).
- Coexistencia relaciones entre Estados: los Estados tienen ciertos valores comunes (condiciones jurídicas coincidentes); en ese
sentido, la comunidad internacional es tanto más fuerte cuanto mayor sea el número de valores comunes universalmente
reconocidos.
La coexistencia de los Estados da lugar a una serie de relaciones propias de la sociedad internacional y que dan sustento al
derecho internacional público, entre las que se destacan las relaciones de cooperación (coordinación de esfuerzos para
objetivos comunes).
- Soberanía estatal: el Estado, al calificarse el soberano, hace valer su suprema competencia dentro de un orden territorial
delimitado. El Estado es la instancia temporal suprema en el orden interno y adquiere la condición de “independencia”
respecto de cualquier otro orden político-jurídico.
La soberanía implica, por lo tanto, la idea de una comunidad política independiente, lo que no excluye el sometimiento de tales
entidades a las normas del derecho internacional. Pues, la soberanía estatal tienen alcances relativos y es propio del derecho
internacional el vincular principalmente a Estados independientes, constituyendo con ellos una comunidad jurídica.
A su vez, el derecho internacional público constituye una categoría histórica; es un producto cultural de un determinado
momento histórico de la humanidad, que adecua a sus normas a los caracteres propios del medio social que rigen la comunidad
internacional en un momento histórico determinado. Ello hace necesario que su ordenamiento jurídico se transforme
amoldándose a esa realidad social cambiante.
Concepto.
El derecho internacional ha recibido diferentes denominaciones en el curso del tiempo: derecho de gentes, ius inter gentes, droit
de gens. Bentham fue el primero en llamarlo international law (1780), expresión que posteriormente se generalizó entre los
autores de los diversos idiomas.
Según se tenga en cuenta:
- La especialidad de los sujetos: se trataría del conjunto de normas que rigen las relaciones de los Estados, y la de otros entes
que poseen personalidad jurídica Internacional. El derecho internacional estaría constituido por todas las normas que
trascienden el ámbito propiamente estatal y que específicamente regulan las relaciones entre los Estados entre sí y de éstos
con otras entidades que poseen subjetividad Internacional.
- La forma de producción de las normas jurídicas: el derecho internacional, en este sentido, está basado en los
procedimientos de creación de normas internacionales, es decir, en las fuentes de Derecho Internacional (óptica formal).
Según esta perspectiva, estaría constituido por los principios generales del derecho, y las normas emanadas de la voluntad de
los Estados expresadas en tratados, costumbres o actos unilaterales propiamente dichos.
- Un criterio histórico sociológico –doctrina mayoritaria-: define el derecho internacional como “el derecho de la comunidad
Internacional”, atendiendo a los caracteres, componente e intereses de esa comunidad, al ámbito espacial de aplicación de
sus normas, y a las materias que regula.
Tanto desde la perspectiva histórica sociológica, como desde el enfoque de su estructura jurídica, el derecho internacional posee
caracteres especiales que lo distinguen de los ordenamientos jurídicos particulares, lo que permite definirlo como “el conjunto
de principios y normas jurídicas que regulan las relaciones entre los sujetos de la comunidad Internacional” (definición
predominante).

De lo dicho, el derecho internacional público hace al estudio de un conjunto de normas y de principios que regulan una
comunidad internacional, donde los actores principales son los sujetos propios del derecho internacional (Estados,
organizaciones internacionales, y terceros Estados).

Funciones.
La función del derecho internación público está vinculado al objeto y a la finalidad del derecho. Se considera que los fines del
derecho son la seguridad y la justicia: es decir, que el derecho en general y, el derecho internacional en particular, cumplen la
función de asegurar la pacífica convivencia en un orden justo.

En consecuencia, dentro de la finalidad de asegurar la paz (función pacificadora), la función de carácter general del derecho
internación público es la de reglamentar las relaciones entre los sujetos de la comunidad internacional que sean susceptibles de
una normatividad de carácter jurídico.
La ampliación de las funciones del DIP clásico al contemporáneo se traduce en la cooperación Internacional y su correlato, la
institucionalización de la comunidad. En este proceso - función de cooperación y desarrollo, juegan un papel significativo las
organizaciones internacionales, consideradas como el paso necesario en la institucionalización de la comunidad internacional. El
principio asociativo en las organizaciones internacionales es la igualdad jurídica de sus miembros: los Estados preservan de este
modo el principio de soberanía, aunque limitándolo por su propia voluntad a materias específicas.
El DIP a medida que se perfecciona técnicamente, amplia y perfecciona su campo de actuación a fin de brindar una protección
eficaz a los sujetos del ordenamiento jurídico internacional, no solo de los Estados que constituyen sus principales sujetos, sino
también de los hombres individualmente considerados (ej. protección de los derechos humanos).
Respecto al objetivo de justicia, ésta se respeta en cuanto existe un criterio básico de igualdad. Si bien se reconoce en la Carta
de la ONU el Principio de Igualdad Jurídica de los Estados, no constituye un aspecto suficiente porque la desigualdad real de los
Estados determina en los hechos situaciones de injusticia que todavía no han podido superar.

Caracteres.
Son notas distintivas del DIP:

a) La relativa FALTA DE ÓRGANOS CENTRALES


El derecho internacional público es un sistema jurídico descentralizado, distinguiéndose de los sistemas centralizados estatales
en los que se diferencia claramente la elaboración de normas (órgano legislativo), aplicación e interpretación (judicial) y
ejecución (ejecutivo).
- El DIP NO proviene de un órgano común de creación de normas Internacionales.
NO existe un poder legislativo mundial o universal, sino que existen regulaciones jurídicas que emanan o bien de acuerdo
bilaterales o de carácter multilateral, o bien, por el surgimiento de normas de carácter derivado, porque emanan de órganos
de las asociaciones u organizaciones internacionales.
En el derecho de las organizaciones se habla de derecho originario, para hacer referencia al derecho que emana a los tratados
constitutivos o sus consecuentes; es decir, aquel que emana de la voluntad de los propios Estados (ej. Carta de Naciones
Unidas, Declaración de Río sobre Medio Ambiente, etc.). El derecho derivado, en cambio, NO emana de la voluntad de los
Estado, sino de los órganos que han sido creados por un tratado fundacional (ej. decisiones del Consejo del Mercado Común
del Sur, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, etc.).
En ese sentido, no hay un único órgano legislativo que crea normas internacionales, sino que esa creación estará dada por la
propia voluntad de los Estados y, actualmente, por las organizaciones internacionales. Que son, en principio, los dos grandes
sujetos del derecho internacional que tienen potestad de crear derecho -generar derechos y deberes-.
Las normas internacionales derivan principalmente del acuerdo entre los Estados, siendo los creadores del derecho
Internacional y, a su vez, los destinatarios de las normas por ellos creadas, con la particularidad, de que generalmente sólo
obligan a quienes las han aceptado (principio de libre consentimiento). Por ello se dice que el derecho internacional es relativo
y difícilmente modificable.
El principio de la soberanía del Estado conduce a un relativismo de los derechos y obligaciones internacionales, lo que se
traduce en una incertidumbre en cuanto a la aplicación de la norma internacional al caso concreto, ya que se debe determinar,
en cada caso, si ha existido o no consentimiento del Estado afectado para obligarse por la norma en cuestión.

- NO existe un órgano de decisión judicial común universal con jurisdicción obligatoria para todos los sujetos Internacionales.
NO existe un poder judicial internacional o universal, lo que existen son Tribunales Internacionales.
En la actualidad hay multiplicidad tribunales, lo que ha generado todo un análisis integral al respecto. Sucede que, la
multiplicidad de tribunales internacionales genera efectos en el ámbito legislativo, en el sentido de que se expande el ámbito
normativo de tal manera que se generan subsistemas dentro del derecho internacional.
Por ello, el ordenamiento internacional establece como principio fundamental, la obligación de recurrir a medios pacíficos para
solucionar controversias, dejando a salvo la libertad y discrecionalidad para elegir tales medios.
Si bien existe en el plano jurisdiccional en el ámbito de la ONU la Corte Internacional de Justicia, su jurisdicción en principio no
es obligatoria y comprende sólo a los Estados.

- NO existe un órgano común de ejecución que haga cumplir las normas Internacionales.
NO hay un gobierno o poder ejecutivo mundial, sino que hay una multiplicidad de sujetos (Estados) que trabajan mediante
procesos de cooperación a través de acuerdos o mediante organizaciones internacionales. En definitiva, son los propios
creadores e intérpretes de las normas los encargados de ésta función.

La eficacia en la aplicación del derecho internacional depende en gran medida de la operatividad que dichas normas tengan en
los ordenamientos internos de los Estados. El derecho internacional requiere la colaboración constante y activa del derecho
interno. La participación de los Estados en la creación y ejecución del derecho internacional se hace confiando éste cometido a
órganos determinados instituidos por los ordenamientos jurídicos estatales, con la característica de que éstos funcionan al a vez
como órganos Internacionales.
Esta doble función de los órganos estatales, que domina la relación entre derecho internacional y el derecho interno
(denominada desdoblamiento funcional), permite comprender el funcionamiento descentralizado de la comunidad internacional
y del ordenamiento jurídico que la rige.

b) Derecho de COORDINACIÓN y SUBORDINACIÓN


El derecho internacional tiene una naturaleza compleja, ya que es a la vez, un derecho de coordinación y subordinación. Posee
estructura coordinadora debido al carácter descentralizado de su proceso de creación, por lo que la mayoría de sus normas
procede del acuerdo de voluntades de los Estados; pero siempre existe un momento de subordinación al ordenamiento jurídico,
sea éste interno o Internacional.

El derecho internacional no solo está compuesto por un conjunto de normas dispositivas o imperativas, sino también por otras
prácticas como ser la costumbre, y principalmente, por principios.
En la construcción del derecho internacional, las normas dispositivas que se fueron codificando tienen –generalmente- sus
antecedentes en esas prácticas que, a su vez, se encuentran iluminadas por una serie de principios que sustentan la comunidad
internacional y que van variando según la realidad social cambiante. Por ello, en una regulación específica, se decide utilizar el
concepto de obligación internacional más que norma o derecho (Proyecto sobre Responsabilidad Internacional -art. 2-); con el
termino obligación se engloba la categoría de normas, costumbres y principios, que son fuentes principales del derecho
internacional.

El mismo derecho Internacional convencional no depende sólo de la norma pacta sunt servanda (los pactos están hechos para
cumplirse) sino también de otras reglas y principios que determinan los requisitos necesarios para que exista un pacto, y que una
vez prestado el consentimiento crea una norma jurídica que no puede ser rechazada por los Estados separadamente.

Existen normas Internacionales que no dependen exclusivamente de la voluntad de los Estados (principios y normas
imperativas).

Por otra parte, los Estados han considerado que el derecho internacional tiene un carácter objetivo “que tiene fuerza compulsiva
porque es una ley”, y no porque los Estados consideren conveniente cumplirla. En la actualidad los sujetos de la comunidad
internacional, en forma unánime, aceptan las normas del derecho internacional con la convicción de su carácter obligatorio.

La distinción entre un derecho coordinado y uno subordinado se basa en el mayor o menor grado de descentralización o
centralización de los mecanismos propios a todo ordenamiento jurídico para la creación y aplicación de sus normas.
De ser un derecho esencialmente coordinador de conductas, pasó a regular relaciones de cooperación y, con la existencia de
normas imperativas o ius cogens y obligaciones erga omnes, se perfila como una relación de subordinación, tomando la forma de
un sistema jurídico ordenado jerárquicamente.

c) Existencia de NORMAS GENERALES y PARTICULARES

Una de las peculiaridades de este ordenamiento es la coexistencia de un derecho internacional común o general con
ordenamientos internacionales particulares, parciales o especiales que, cuantitativamente, son muy superiores a los generales.

- Derecho general Internacional, hace al conjunto de normas y principios jurídicos que es válido para todos los sujetos de la
comunidad internacional.

- Derecho internacional particular, queda reservada para aquellas normas jurídicas que obligan sólo a cierto número de Estados
o sujetos internacionales, es decir, que no tiene validez universal.
Una norma regional es una norma del derecho internacional cuyo ámbito de aplicación queda limitado a las relaciones entre
los sujetos de un área geográfica determinada.
Pero, una norma también puede ser particular por la extensión y contenido de la materia que trata (normas específicas
referidas a los derechos de la persona humana, derecho humanitario, derecho del desarrollo, derecho del mar y fluvial,
derecho espacial, etc.)

A través del derecho internacional particular se va ampliando el derecho internacional general, provocando su diversificación y
expansión, lo que suscitado se denomina proceso de fragmentación del derecho internacional.

El derecho internacional particular presupone el derecho internacional general. La existencia del derecho internacional particular
no significa que sus normas estén aisladas del general. Los acuerdos parciales reciben su fuerza obligatoria por referencia a
normas generales, exteriores a él y que son de aplicación supletoria. El derecho internacional general se encuentra subyacente
tras las normas y regímenes particulares, no quedando excluido sino manteniendo sus efectos y aplicación en un segundo plano.

Es ese sentido, a mayor evolución y expansión normativa mayor es la complejidad que sume el derecho internacional, porque
muchas veces se genera conflictos de fuentes, cuando existen más de una norma o derecho internacional que regulan la misma
cuestión, o hay, para resolver una cuestión más de un tribunal.

Al respecto, en las relaciones entre ambos ordenamiento jurídico, general y particular, es muy importante el principio de la lex
specialis, que se relaciona con la idea del derecho internacional como sistema jurídico; implica que, ante la existencia de un
conflicto normativo, en principio, prevalece la ley o derecho especial (particular), por sobre el derecho general. Este principio
tiene como objeto armonizar las normas en conflicto mediante el establecimiento entre ellas, de relaciones de primacía
definidas (el principio es una excepción al derecho general).
Existen dos maneras de examinar la relación entre una norma particular con una general:
A. La norma especial como aplicación, profundización o actualización de una norma general;
B. La norma especial como modificación, reformulación o exclusión de la norma general.
d) Coexistencia de NORMAS DISPOSITIVAS e IMPERATIVAS:

En la actualidad se encuentra admitido que el derecho internacional no es estrictamente dispositivo, ya que reconoce la
existencia de un conjunto de normas que excluyen toda posibilidad de modificación o derogación por parte de los Estados a las
que se denomina “normas imperativas o de ius cogens”.
Éstas, limitativas de la soberanía estatal, responden y se justifican porque protegen intereses esenciales de la comunidad
internacional en su conjunto, significando la subordinación de los intereses particulares de los Estados a los intereses
fundamentales de la comunidad internacional. La existencia de normas imperativas de derecho internacional público hoy no se
discute.
La limitación de la voluntad de los Estados está centrada en la licitud del objeto regulado.

El reconocimiento Internacional de su existencia, alcance y efectos se ha reflejado en su inclusión en la Convención de Viena


sobre el Derecho de los Tratados de 1969, en los arts. 53, 64, 71:
El art. 53 establece la sanción de nulidad para todo tratado que en el momento de su celebración se oponga a una norma
imperativa de derecho Internacional general.
Luego define lo que debe entenderse como NORMA IUS COGENS: norma aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario que sólo puede ser modificada por
una norma ulterior de derecho Internacional general que tenga el mismo carácter.
El art. 64 dispone que si surge una nueva norma imperativa que esté en oposición con un Tratado vigente, éste se considerado
nulo y terminará;
El art. 71 reglamenta las consecuencias de la nulidad de un Tratado que esté en oposición con una norma imperativa de derecho
internacional general.

Los caracteres de las normas imperativas son:


- Constituyen un orden público Internacional
- Son de derecho Internacional general, por ende, universales
- Protegen el interés común de la comunidad Internacional
- Constituyen derecho coactivo, perentorio, imperativo
- Sancionan con nulidad toda norma derogatoria
- Son supremas
- Introducen una seria limitación a la autonomía de voluntad de los Estados
- Son modificables (surge de su definición)

Las normas imperativas son generadas por los principios del derecho y la costumbre Internacional; en consecuencia, los Estados
NO pueden crear normas imperativas, porque de ser así, se iría en contra del concepto y naturaleza de la norma imperativa, sino
que también podría ser un pretexto de incumplimiento de un tratado, lo que violaría el principio de la pacta sunt servanda (CV69
no admite esa posibilidad).

En cuanto a la jerarquía de las fuentes, esta clase de normas están en el escalón más alto, e implícitamente incorporadas en el
art. 38 del Estatuto de la Corte, ya sea vía principios o costumbre (no le es oponible al ius cogens la regla del objetor persistente).
Violaciones graves a normas jurídicas internacionales constituyen normas de ius cogens aceptadas universalmente (como el
genocidio o la agresión, crímenes de guerra y de Lesa humanidad, esclavitud, etc.).
Son consideradas normas imperativas aquellas que condenan el genocidio, la violación del denominado núcleo duro de los
derechos humanos (a la vida, esclavitud, trata de blancas, etc.), la protección del medio ambiente, etc.

e) Vigencia del PRINCIPIO DE EFECTIVIDAD:


Para el derecho internacional tiene particular relevancia la pura efectividad de muchas situaciones, hasta el punto de que la
noción de efectividad ha sido elevada por cierta doctrina a la categoría de principio de derecho.
La función de éste principio en el derecho internacional es “servir de factor de corrección de criterios de validez eminentemente
subjetivos, propios de un ordenamiento jurídico escasamente institucionalizado”, “más que un principio jurídico en sentido
estricto, la efectividad es un principio informador del derecho internacional”.
El principio de efectividad en el derecho internacional cumple tres funciones:
1) Constitutiva: la efectividad es tenida en cuenta por el DI en cuanto supuesto para la producción de determinadas
consecuencias:
- Existe Estado para el DI cuando una autoridad ejerce poder efectivo sobre personas y un territorio;
- Existe un gobierno cuando efectivamente impera sobre un territorio y la población de un Estado;
- Un Estado extiende su autoridad sobre un territorio si se ejerce sobre él autoridad efectiva.
- El derecho de guerra se aplica en virtud de las hostilidades efectivas (no de la declaración de guerra)
- Un bloqueo, en la guerra marítima, es admitido por el derecho internacional cuando es efectivo.

2) Modificativa (revisionista): ha servido para la transformación del derecho internacional formulando nuevas normas de
derecho.

3) Adjudicativa: puede detectarse como principio de solución de conflictos entre títulos jurídicos, por ejemplo, en materia de
nacionalidad o de controversias territoriales.

Sin embargo, este principio es relativo. Hay que atenerse a la regla de que ningún acto jurídico por sí solo crea una situación de
derecho. Por lo tanto, cada situación podrá justificarse, mediante la evaluación de otras circunstancias, especialmente, el
transcurso del tiempo y el reconocimiento de los demás Estados.

La Corte Internacional de Justicia en opinión consultiva sobre Namibia de 1971, dictaminó:


A. El carácter radicalmente ilícito de una situación (efectividad), excluye toda posibilidad de consolidación jurídica;
B. En consecuencia, implica para el autor de la violación (efectividad) la obligación de poner fin a ella;
C. Los terceros Estados quedan obligados a no reconocer tal situación (efectividad) en sus mutuas relaciones.

Esta posición de la Corte ha venido así a puntualizar los límites a que queda sometido éste principio en el DI, afirmando que el
principio de efectividad no alcanza a legitimar las situaciones radicalmente antijurídicas, es decir, aquellas que se han
establecido en abierta violación del derecho internacional.

C) FUNDAMENTO DEL DERECHO INTERNACIONAL.

Dentro del estudio del derecho internacional, existen diversas escuelas o teorías del derecho internacional que intentan
comprender y analizada la justificación del derecho internacional como derecho.

Cuando se refiere al fundamento se alude a la razón por la cual las normas internacionales son “obligatorias”, es decir, se refiere
al carácter de juridicidad que tienen éstas.

Existen dos corrientes doctrinarias fundamentales:

- TEORÍAS SUBJETIVAS o VOLUNTERISTAS:


Basan el fundamento del derecho internacional en la voluntad estatal en sus distintas formas. Es decir, entienden que el
derecho internacional tiene su razón de ser en la medida en que preexiste una voluntad de los sujetos que los componen: los
Estados; es la voluntad de los Estados la que le da contenido jurídico a las normas Internacionales.
En ésta corriente se destacan:

- Teoría de la Autolimitación => George Jellinek.


Es la postura más clásica de las posturas voluntaristas. Entienden que los Estados ceden parte de su soberanía (lo que
técnicamente no es así, porque -en realidad- mitigan competencias, NO ceden soberanía).
En definitiva, sostiene que el Estado sólo por su voluntad soberana se obliga frente a otros Estados, por un acto unilateral y
discrecional; de la misma forma y con el mismo fundamento puede desobligarse, porque esta decisión hace a su potestad
soberana.

- Teoría Voluntad Común o Colectiva (Pacto Normativo) => Heinrich Triepel.


Sostiene que no basta la voluntad unilateral de un Estado, sino que es necesario la concurrencia de por lo menos dos
voluntades coincidentes para que exista una norma jurídica internacional. Ésta voluntad coincidente puede ser expresada a
través de actos expresos (tratados) como por un consentimiento tácito (costumbre). Por lo tanto los Estados no pueden
desobligarse unilateralmente de sus obligaciones, pues, en tal caso, incurrirían en responsabilidad internacional.
- TEORÍAS OBJETIVAS o NORMATIVISTAS => Hans Kelsen, Anziolitti..
Buscan la juridicidad del derecho internacional, no en la voluntad, sino en un elemento externo y distinto a tal consentimiento.
Indagan sobre el fundamento del derecho internacional en causas ajenas a la voluntad de los Estados.
El centro de la validez del derecho internacional se da (no por la voluntad de los Estados, sino) por la validez y el alcance de la
norma en la conformación del derecho.

Parten de la idea que existe una norma básica fundamental (e hipotética) en el Derecho Internacional; por lo tanto, tiene que
ser una norma que admita a la costumbre como un hecho creador de normas, y podría enunciarse del siguiente: el derecho
internacional consuetudinario, es el primer escalón en el orden jurídico. La fuerza obligatoria del derecho internacional
consuetudinario descansa en última instancia en un supuesto fundamental: en la hipótesis de que la costumbre internacional
sea un hecho creador del derecho. Esta hipótesis puede ser llamada norma básica.
En consecuencia, según Kelsen, la construcción de lo que conocemos como Derecho internacional se explica en tres grados:
1º la norma fundamental básica - como ya sabemos- presupuesta consuetudinariamente.
2º los tratados internacionales producidos por los órganos jurídicos correspondientes; y finalmente,
3º las normas producidas por los tribunales internacionales.

Pagliari, interpreta esta teoría de la siguiente manera: existen principios jurídicos que están por encima del derecho positivo
productos de esa conciencia internacional común y, con esa idea central, sostienen que la norma fundamental del derecho
internacional es aquella que establece que los sujetos internacionales deben comportarse conforme esos principios jurídicos,
que a su vez son el fundamento del derecho internacional convencional y consuetudinario.

Según Pagliari, la cuestión de la fundamentación de la obligatoriedad del derecho internacional debe buscarse en una
combinación entre ambas posturas, porque una visión subjetivista será autodestructora al conceder un margen de actuación
excesivo a la voluntad de los Estados, mientras que una postura objetivista constituiría una peligrosa ilusión alejada de la
realidad internacional.

El carácter descentralizado de la comunidad internacional da como resultado que, los propios sujetos de esa comunidad,
preferentemente los Estados, son los creadores y destinatarios de la norma jurídica que formulan. En consecuencia, el proceso
de creación del derecho está basado en el principio de libre consentimiento, sea manifestado en forma individual (actos
unilaterales) o plural (costumbre y tratados), con particulares excepciones como son los principio generales del derecho o las
normas imperativas que escapan a esta regla.

Otro problema es el de la aceptación de las normas, que está estrechamente vinculado a la cuestión de las fuentes del derecho
internacional y al rol del consentimiento estatal en la formación y en su acatamiento: “el consentimiento de los Estados es
inexcusable no sólo en el momento de su creación jurídica, sino también al decidir las reglas aplicables en el caso concreto,
forzar su revisión o buscar la solución pacífica de las diferencias que por una u otra causa pueda originarse”.

El derecho internacional público constituye un ordenamiento jurídico obligatorio. Está reconocido por todos los Estados del
mundo, y sus normas se invocan permanentemente en las relaciones entre ellos y dentro de la sociedad Internacional
institucionalizada. Además se destaca la aplicación y cumplimiento espontáneo de las normas del derecho internacional.

Naturaleza.
En la sociedad internacional también se habla de normas morales y de normas de cortesía, al lado de las normas jurídicas (se
distingue entre moral y derecho).
Sólo a los deberes jurídicos se contraponen derechos subjetivos de otras personas, y estas pueden hacer valer sus derechos por
todos los medios lícitos que les acuerdan las normas. La moral internacional forma un conjunto de deberes éticos al lado de los
deberes jurídicos y de los deberes de cortesía. Ella ha influido para que muchos acuerdos internacionales se encuentren
inspirados en sentimientos humanitarios.
La cortesía internacional se distingue del derecho internacional en que las reglas que la constituyen no son exigibles. Pero la
importancia de los actos de mera cortesía es grande, porque ayudan a crear un ambiente de amistad y de confianza entre los
Estados.
Mientras los actos jurídicos internacionales implican acuerdos de voluntades expresos o tácitos, los actos de cortesía dependen
de la voluntad unilateral del Estado. Además, mientras las normas jurídicas son coercibles, los usos internacionales carecen de
sanción. Ambos tienen en común el elemento de la repetición de actos permanentes y uniformes.
El problema del fundamento en que se basa la obligatoriedad del derecho internacional (causas de la validez de las normas
internacionales), presupone aceptar que existen autores que niegan el carácter jurídico que las normas internacionales poseen
(no la existencia):

- Uno de los argumentos radica en la comparación del derecho internacional con los derechos internos, alegando en el
primer caso la carencia de un legislador permanente, de un tribunal propiamente dicho y de un poder coercitivo central.
Cabe señalar que estos autores parten de una perspectiva equivocada, porque toman como medida los elementos propios
de los derechos internos estatales, olvidando que todo ordenamiento jurídico responde a los caracteres y necesidades de la
comunidad que regula. Existen diferencias marcadas entre la comunidad internacional y las comunidades estatales.
Hay que partir de la base de que el derecho internacional es distinto de los derechos nacionales (donde el poder está
centralizado y existe una subordinación entre el poder que emite la norma y los sujetos a los cuales está dirigida), teniendo
en cuenta las características de la sociedad que rige. La comunidad internacional es de carácter horizontal escasamente
institucionalizada y está constituida por estados soberanos e independientes, que cumplen las distintas funciones acerca de
la creación y aplicación del derecho.

- El otro argumento a está basado en la discutida eficacia de las normas internacionales, vinculada con la falta de
coercibilidad y a la falta de capacidad para la imposición coactiva de sus normas (característica propia de los derechos
internos).
Los que sostienen esta posición reiteran los argumentos de falta de positividad (carencia de un órgano central de donde
emanen las normas), falta de aplicabilidad (carencia de un órgano central encargado de la aplicación del derecho), falta de
coactividad (carencia de un órgano encargado de aplicar por la fuerza las normas).
Sin embargo estos autores, no niegan en forma absoluta el carácter jurídico de las normas del derecho internacional, sino
que se limitan a señalar sus diferencias con respecto de las normas del derecho interno, de ahí la denominación del derecho
internacional como imperfecto. La sociedad internacional por su carácter heterogéneo es distinta que la de los Estados
nacionales, por lo tanto, el derecho que la rige, también es diferente.
BOLILLA Nº 2
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL

A) CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN.

Concepto.
La expresión fuentes del derecho tiene varias acepciones; se distingue principalmente entre:

a) Fuentes materiales: son los factores o elementos que determinan el contenido de la norma jurídica; alude a las
necesidades o problemas de diversa índole (cultural, económico, etc.) que las normas jurídicas deben resolver o regular.
Están determinadas por el asentimiento jurídico (voluntad del Estado), y poseen naturaleza extrajurídica, porque surgen de
la filosofía del derecho pero no del derecho positivo.

b) Fuentes formales: son aquellos hechos a los que el ordenamiento jurídico internacional atribuye el efecto de crear reglas
que quedan integradas a la normativa jurídica internacional (se crea derecho). Poseen naturaleza jurídica y tienen un
carácter obligatorio per se.
En definitiva, son los procedimientos o medios a través de los cuales nace y se manifiesta el derecho internacional.
Las fuentes formales pueden ser consideradas:

- En sentido restringido: refieren a los procesos de creación de las normas jurídicas internacionales; pueden, a su vez, ser
consideradas fuentes formales en sentido amplio, ya que por su intermedio no solo se crea normas jurídicas sino que
también se verifica su existencia.

 Son las FUENTES PRINCIPALES o DIRECTAS: creadoras de derecho internacional:


- tratados,
- costumbre, y
- principios generales del derecho.

- En sentido amplio: hacen referencia a los modos en que se verifica una norma jurídica.
 Son las FUENTES AUXILIARES o INDIRECTAS o SECUNDARIAS: verificadoras de derecho internacional preexistente:
- Jurisprudencia, y
- doctrina.

B) EL ARTÍCULO 38 DEL ESTATUTO CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. => Mención Específica de las Fuentes Formales.

Si bien de enumeración del art. 38 del Estatuto de la CIJ NO establece un orden jerárquico (en lo referente a las fuentes
principales) la Corte Internacional está obligada a recurrir necesariamente a ellas para resolver una controversia internacional,
no pudiendo prescindir de estas ni acudir a otra que las expresamente enumeradas en la citada norma. No sucede lo mismo con
los Estados, ya que éstos, al no tratarse una norma imperativa (es decir, de ius cogens), no tienen impedimento jurídico alguno
para acordar resolver sus conflictos creando o adoptando un criterio diferente al establecido por la norma.

Artículo 38:

1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas, deberá aplicar:

a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas expresamente reconocidas por los
Estados litigantes;

b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho;

c. los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas;

d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones, como medio
auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 59 (La decisión de la
Corte no es obligatoria sino para las partes en litigio y respecto del caso que ha sido decidido).

2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono (de acuerdo con lo correcto
y lo bueno), si las partes así lo convinieren.

El presente artículo, NO debe ser considerado como una enumeración acabada de las fuentes del derecho internacional público,
porque el criterio para determinar las fuentes formales que se emplean en el derecho interno, es diferente en el derecho
internacional; este último necesita siempre la aceptación de los sujetos hacia los cuales se dirige la norma o, por lo menos, que
no sea rechazada. Para que una obligación vincule jurídicamente a un Estado soberano es necesario que dicho Estado haya
participado en su proceso de elaboración o la haya aceptado.
Existen otras fuentes que no se encuentra contempladas en la enumeración del art. 38, concretamente: la legislación
internacional (esto es, el conjunto de resoluciones de las organizaciones internacionales) y el acto unilateral. Ambas, son fuentes
NO enumeradas a tratar posteriormente (Otras Fuentes).

LAS FUENTES FORMALES PRINCIPALES:

1. Los TRATADOS:

Art. 38:
1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas, deberá
aplicar:
a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas expresamente reconocidas por
los Estados litigantes; […]

Consisten en manifestaciones de la voluntad realizadas por sujetos internacionales, tendientes al establecimiento de una
norma jurídica de derecho internacional regidos por el DIP.

Son en el derecho escrito y la fuente más directa, clara y comprobable del derecho internacional público.
Sin embargo, tiene el ámbito más restringido de aplicación de la costumbre internacional, porque las convenciones entre
Estados sólo crean obligaciones para con sus partes; es decir, para aquellos Estados que han manifestado su voluntad de
obligarse por el tratado y para los cuales, el mismo ha entrado en vigor.

2. La COSTUMBRE:

Art. 38:
1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas, deberá
aplicar:
[…] b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho; […]

Es la manifestación de la voluntad de los Estados, que se manifiesta a través de una práctica constante, general y reiterada,
seguida por los Estados y sujetos del DIP, con el convencimiento de que se trata de una norma de derecho

La costumbre internacional resulta de una actitud tomada por un Estado en sus relaciones con otro, determinada por una
convicción de derecho y aceptada por el mismo espíritu por el Estado respecto al cual fue aceptada. Se caracteriza por ser
una práctica común -resultante de la repetición de actos similares- obligatoria –aceptada como respuesta a una necesidad
jurídica- y evolutiva.

Todas las fuentes pueden llegar a constituir costumbre internacional; en ese sentido, la CIJ ha interpretado que la
diferenciación entre el derecho convencional (tratados) y el derecho consuetudinario (costumbre) no debe formularse o
aplicarse de manera demasiado rígida, dado que una norma contenida en un tratado puede ser, o llegar a ser, una norma
consuetudinaria.

La estructura de la costumbre internacional contempla dos elementos indispensables a los fines de su creación como fuente
del derecho internacional:

- un ELEMENTO o ASPECTO MATERIAL: alude a la repetición prolongada y constante de determinados actos, incluso
omisivos (se acepta la formación de una costumbre por medio de omisiones, siempre que los Estados en cuestión se
hayan abstenido de obrar con la convicción (elemento psicológico) de que cumplían con una norma de derecho –CIJ: Caso
“Lotus”).

Si bien el tiempo es necesario en la formación de la costumbre, lo esencial es que la práctica se haya dado en forma
constante y un uniforme; en ese sentido, la CIJ entiende que la duración (en el tiempo) es a los fines probatorios, es un
medio para demostrar la generalidad y uniformidad de determinada práctica estatal. El transcurso de un corto espacio de
tiempo no es necesariamente por sí mismo un impedimento para la formación de una nueva norma jurídica
consuetudinaria.
La clasificación de la práctica como constante y uniforme, se encuentra ligada a la repetición de los actos que van a dar
origen a la costumbre:
- Constante: hace referencia a la continuidad de la costumbre, es decir que se haya dado en forma permanente e
interrumpida en el tiempo, que tenga un cierto grado de intensidad.
- Uniforme: significa que ante circunstancias semejantes, los Estados han adoptado comportamientos análogos (no
necesariamente iguales).
Lo importante es la constancia o permanencia uniforme donde, ante circunstancias similares, los Estados adoptan
comportamientos análogos.
En ese sentido, el profesor Barberis dice que: “una norma consuetudinaria no es creada necesariamente por la repetición
de actos idénticos, sino por actos que si bien difieren en algunos aspectos, guardan una semejanza entre sí. Lo que es
esencial para la formación de la costumbre es que de la serie de hechos que se suceden puedan deducirse claramente
ciertas pautas comunes a todos ellos.”

- un ELEMENTO o ASPECTO SUBJETIVO, espiritual o psicológico (opinio juri sive necesitatis): que consiste en la creencia de
que se trata de una obligación jurídica; es decir, los Estados actúan con el convencimiento de que se ajustan a una norma
de derecho vigente.

Beberis, aclara que la opinio juris no consiste en una convicción acerca de la existencia de una norma jurídica, sino en la
conciencia adquirida por la comunidad que, el incumplimiento de la práctica en cuestión, trae consecuencias similares a
las de desobediencia a una regla de derecho.

Sin este segundo elemento –la convicción- el acto será tan solo un convencionalismo social o norma de cortesía.

La jurisprudencia internacional entiende que, si bien la costumbre puede surgir como una práctica ejecutada, aceptada y
consentida por algunos Estados, una vez que se ha generado es obligatoria para todos los Estados, hayan o no participado en
su creación, SALVO para aquellos Estados que desde sus comienzos han rechazado persistentemente y de manera
inequívoca, una costumbre como norma obligatoria (objetor persistente); en esos supuestos, NO le es oponible la costumbre
internacional, correspondiéndole al Estado objetor persistente la carga de la prueba respecto a que la objeción o rechazo fue
efectuada desde el comienzo del nacimiento de la costumbre y mantenida en el tiempo en forma permanente.

Alcance espacial de la costumbre internacional:


Las costumbres pueden ser universales o particulares.
La costumbre universal o general obliga a todos los Estados, hayan tomado parte en la formación o no. En cambio, la
doctrina soviética considera que la costumbre sólo es válida para aquellos Estados que la aceptaron explícitamente. Esta
posición entraña un grave peligro de que cualquier norma consuetudinaria perdiera su obligatoriedad aunque la observen un
gran número de Estados, convirtiéndose en una costumbre particular solamente para ese grupo de estados aunque sean
mayoría.

Las normas consuetudinarias gozan de una presunción de universalidad y poseen un alcance general, aun cuando no tenga el
consenso unánime. Solo en los supuestos de costumbres regionales o locales donde la carga de la prueba es del Estado que
la alega, y donde es requisito indispensable que el Estado demandado haya aceptado dicha costumbre para obligarse
jurídicamente.

3. Los PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO:

Art. 38:
1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas, deberá
aplicar:
[…] c. los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas; […]

Los principios generales del derecho constituyen las pautas de toda normativa jurídica, consecuencias de la intención de
hacer efectiva la justicia en la realidad social.

El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia habla de principios generales del “derecho reconocido por naciones
civilizadas”, debiendo entenderse “por Estados en el derecho comparado”. Queda cumplido el requisito de naciones
civilizadas, por los sistemas jurídicos de todos los Estados, independientemente de su ideología, de su sistema o de su grado
de desarrollo económico.
En cuanto al reconocimiento al que alude la norma, se ha dicho que el único medio válido es el del derecho comparado.

Finalidad.
Los principios son reglas superiores a las positivas que se concreta mediante la expresión de voluntades subjetivas a la que
sirven de fuente y fundamento.

La noción del principio reconoce dos acepciones:


- Como elemento irreducible, al cual se reducen los demás que son de él derivados. Elemento originario de las cosas que
existen realmente como consecuencia de su evolución, desarrollo y trasformación real.
- Como razón o causa por la cual las cosas son lo que son; es decir, como fundamento que sostienen la existencia validez de
sus consecuencias.
Ambas concepciones no son excluyentes entre sí, por lo que ambas se funden y es esta noción unificadora la que resulta
aplicable en el campo de las ciencias sociales y en el derecho. Por consiguiente, principio seria el elemento originario y la
causa, razón o fundamento de la existencia de sus derivaciones y consecuencias.

La interpretación de esta disposición ha producido discrepancias en la doctrina acerca de su aplicación, ya que parte de ella
niega que los principios generales del derecho constituyan una fuente autónoma del derecho internacional.
Sin embargo, la mayoría de los tratadistas afirman la calidad de los principios generales como fuente principal del derecho
internacional, en la convicción de que la admisión y positivización de los principios generales del derecho efectuada por el
art. 38 del ECIJ, supone un gran avance en la perfección del ordenamiento jurídico internacional, y su incorporación ha
supuesto el abandono de un punto de vista estrictamente positivista (los que niegan); en ese sentido, se ha dicho que el
derecho convencional y el consuetudinario NO agotan el derecho internacional, sino que ambos encuentran su
complemento en los principios generales del derecho (Verdross).

Por otra parte, los principios generales del derecho sirven para interpretar preceptos jurídicos internacionales dudosos;
iluminan todo el ordenamiento jurídico internacional.

Alcance.
La mayoría de la doctrina sostiene que los principios a que se refiere la disposición, son los que constituyen la base del
derecho interno, que en definitiva responden a la misma idea del derecho en la que todo ordenamiento jurídico encuentra
su fundamento. En consecuencia “los principios en cuestión deben buscarse en el derecho interno, puesto que los sistemas
de él, en muchos casos, se encuentran más desarrollados que el internacional. Los que tiene más importancia son los
principios de derecho privado, y de procedimiento, las ramas más antiguas y técnicamente más desarrolladas en casi todos
los Estados.”

Estos principios generales, derivado de los ordenamiento jurídico internos, hacen a la categoría de internacionales cuando
son incorporados al derecho internacional en un tratado o en una costumbre, o bien cuando son empleados por un juez
internacional.

El art. 38 ECJI habla de principios de derecho y no de reglas de derecho; por lo tanto, no se refieren a cualquier precepto
jurídico de los distintos Estados que casualmente coinciden entre sí, sino únicamente a aquellos principios fundados en ideas
jurídicas generales, aplicables a las relaciones entre Estados (entre tales principios pueden mencionarse: principio de la
buena fe y prohibición del abuso de derecho, el de cosa juzgada, el de que la ley especial deroga la ley general, la obligación
de reparar el daño causado).

Por principios de derecho se entiende “ideas jurídicas” y no “reglas jurídicas” y son generales aquellos que se aplican en
todos los sistemas jurídicos de los Estados, o lo que se dice como reconocidos en el “foro doméstico”.

Cabe diferenciar los principios generales del derecho de los principios generales del derecho internacional que son de índole
estrictamente internacional.

Es decir, junto a los principios generales del derecho reconocidos en “foro doméstico”, (de derechos internos) y elevadas a la
categoría de principios internacionales, existen otros propiamente internacionales que NO encuadran dentro del dispositivo
del art. 38; puesto a que estos últimos no son más que aquellas normas del derecho internacional que derivan de la
costumbre o de los tratados (ej. Primacía del tratado internacional sobre la ley interna, el principio de continuidad del Estado,
el respeto a la independencia e igualdad de los Estados, etc.). Estos principios generales e internacionales son, por su propia
naturaleza, de índole estrictamente internacional, y no deben confundirse con los principios generales del derecho que hace
referencia el ECJI.
Cuando se consideran los principios generales de derecho internacional, se los descalifica como fuente porque:
- constituyen normas de derecho internacional derivadas de la costumbre de los tratados; es decir, derivan de otra fuente.
- están excluidos del art. 38 del ECJI; pues, los principios allí mencionados son exclusivamente los principios generales del
derecho reconocidos en “foro doméstico”, elevados a la categoría de principios internacionales.

No obstante, parte la doctrina –entre ellos Pagliari-no aceptan los argumentos expuestos; entienden que es discutible que los
principios generales del derecho propiamente internacionales, significan meramente la expresión de una norma
consuetudinaria, porque en muchos casos, no revisten las condiciones previstas para la formación de esta última; en
especial, carecen del elemento material (práctica constante, generalizada y uniforme), o bien, el elemento subjetivo.
Además, que su no inclusión no significa obstáculo alguno para considerarlo fuente, atento la opinión mayoritaria de que las
fuentes del derecho internacional no se agotan en la enumeración del art.38, sino que la norma reviste un carácter indicativo
de las normas que la Corte Internacional debe aplicar a ante el caso concreto. En consecuencia, no existiría obstáculo para
admitir que los principios generales del derecho internacional constituyen una fuente autónoma y principal del derecho
internacional.

LAS FUENTES FORMALES AUXILIARES:

Art. 38: 1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas,
deberá aplicar:
[…] d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones, como
medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 59 […]

(Art. 59: La decisión de la Corte no es obligatoria sino para las partes en litigio y respecto del caso que ha sido decidido).

Algunos autores califican a la jurisprudencia ir a la doctrina como fuentes “subsidiarias”; de allí podría inducirse que se trata de
auténticas fuentes autónomas, aplicables en ausencia de las fuentes principales. Sin embargo, este interpretación no parecen
compadecerse con el dispositivo legal (art. 38); pues, el propio Estatuto califica la jurisprudencia y a la doctrina como medios
auxiliares, es decir, instrumento que sirven para descubrir la existencia de las fuentes autónomas, y determinar su alcance en
la dimensión temporal, espacial y sustancial. Una sentencia NO puede apoyarse única y exclusivamente en un precedente
jurisprudencial o en la doctrina. Sólo deben ser utilizadas para verificar a una norma de derecho internacional cuya existencia no
conste con suficiente claridad.

4. La JURISPRUDENCIA:

Según el art. 38, en principio, el término decisiones judiciales parecería hacer referencia exclusivamente a las resoluciones
emanadas de la misma Corte Internacional de Justicia. Sin embargo, la práctica internacional, demuestra que la Corte decidió
en reiteradas oportunidades invocando resoluciones de otros tribunales internacionales, aunque siempre de naturaleza
arbitral.

Algunos autores llegaron a la conclusión de que la expresión decisiones judiciales, se encuentran incluidas las decisiones de
los tribunales “internos” de los Estados, porque en algunos supuestos se la jurisprudencia interna tiene relevancia y efecto en
el plano internacional. Sin embargo, la mayor parte la doctrina (entre ellos Pagliari), entienden que la norma se refiere a las
decisiones de emanadas de la propia Corte y, con carácter excepcional, a la de otros tribunales judiciales o arbitrales
“internacionales”, pero nunca podrían considerarse como fuentes auxiliares del derecho internacional público las
resoluciones de tribunales judiciales internos de los Estados de la comunidad internacional, y ellos se encuentra avalado por
la Corte en materia de jurisprudencia.

Valor normativo.
También se divide la doctrina acerca del valor normativo de la jurisprudencia en el ámbito de las fuentes del derecho
internacional: es decir, si la jurisprudencia constituye una fuente autónoma del derecho, o bien, si solo hace referencia a un
medio auxiliar para verificar o interpretar una fuente autónoma. No obstante la discusión en doctrina, el tenor del art. 38, del
ECIJ, le da a las decisiones judiciales (jurisprudencia), como también a la doctrina, el valor de medio auxiliar para la
determinación de las reglas de derecho, con la limitación establecida en el art. 59.

Es decir, que no sólo la jurisprudencia constituye un medio auxiliar de interpretación de las fuentes autónomas, sino que
incluso la decisión adoptada en un caso particular es aplicable exclusivamente para las partes en litigio y respecto del caso
concreto. En ese sentido, el art. 59 tiene como finalidad de evitar que los principios jurídicos admitidos por el tribunal en un
determinado asunto, sean obligatorio para otros Estados.
La remisión efectuada por el artículo 38 al artículo 59, limita expresamente la posibilidad de considerar a la jurisprudencia del
tribunal como fuente autónoma creadora de normas internacionales.
En ese sentido, cuando la Corte hace alusión expresa a sus sentencias anteriores, no les dan a éstas jerarquía de fuentes
creadoras, sino que las invoca como medios por los cuales es posible verificar la existencia de normas jurídicas
internacionales. De esta forma, la jurisprudencia solo constituye un medio o fuente auxiliares, pero nunca puede ser
considerada como fuente autónoma de producción de normas jurídicas.

Por lo tanto, en caso de NO existir para dirimir el caso particular, un tratado, una costumbre o un principio general del
derecho, el tribunal debería abstenerse de hacerlo, A MENOS que las partes hubieran convenido y aceptado expresamente la
cláusula decisoria ex aequo et bono, en cuyo caso, la laguna jurídica podría ser zanjada, NO por aplicación de la
jurisprudencia como fuente autónoma, sino por obra de lo dispuesto en el 2º apartado del art. 38 ECJI.

El hecho de negarle calidad de fuente autónoma productora de normas internacionales a la jurisprudencia NO significa
restarle el importante valor que tiene en el desarrollo progresivo del derecho internacional público.

La jurisprudencia no constituye una fuente autónoma del derecho internacional como productora operadora de normas; ni la
Corte Internacional de Justicia, ni los otros tribunales judiciales o arbitrales internacionales, crea el derecho; tampoco legislan
o elaboran normas jurídicas; la función esencial de la Corte Internacional es determinar el derecho aplicable a un caso
concreto, aclarando, interpretando y verificando el sentido y el alcance de las normas jurídicas internacionales.

5. La DOCTRINA:

El artículo refiere a la doctrina “de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones”. Parecería que el
dispositivo, coloca a la doctrina en el mismo grado de importancia que a la jurisprudencia, lo que según autores
contemporáneos de ninguna manera puede justificarse la actualidad.

La reacción de este artículo en cuanto el valor de la doctrina, equiparándola con la jurisprudencia, tiene un fundamento
histórico.
Antes se entendía viable la invocación de la doctrina, porque el derecho de gentes presentaba una homogeneidad básica
como consecuencia de su carácter eurocéntrico; sin embargo, este carácter eurocéntrico del derecho internacional cambió
ante los nuevos principios que trajo consigo la evolución de la sociedad internacional que resultaba la igualdad de los
hombres y de los pueblos.

La función de la doctrina se realiza a través de una labor de análisis, interpretación, explicación y valoración crítica de las
normas internacionales, que previamente requiere un proceso de localización e identificación de las normas vigentes.

Esta tarea adquiere mayor importancia cuando la opinión doctrinaria es coincidente entre publicista de la mayoría de los
países del mundo, en cuyo caso, su función sobrepasa los fines meramente interpretativos, y se convierte en un medio de
prueba judicial, adaptándose perfectamente a lo establecido por el artículo 38, sirviendo, en ese caso, como instrumento
auxiliar de importancia para la determinación de una norma vigente derecho internacional de aplicación judicial.

EQUIDAD Y CLÁUSULA EX AEQUO ET BONO (Modo de aplicación del derecho y, a veces, fuente material):

Art. 38: […]


2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono (de acuerdo con lo
correcto y lo bueno), si las partes así lo convinieren.

El CONCEPTO de equidad, va unido a la idea de justicia: se refiere a la justicia aplicada al caso concreto con la finalidad de
suavizar el excesivo rigor de la ley. La función de la equidad es corregir la injusticia que puede derivar de la aplicación de una
norma a una determinada situación. En consecuencia, la equidad es una modalidad de la justicia (no es algo ontológicamente
distinto a la justicia).

Puede ser conceptualizado como el sentimiento de lo que exige la justicia en el caso concreto, teniendo en cuenta todos los
elementos específicos y haciendo abstracción de las exigencias puramente técnicas del derecho positivo.

Implica una valoración personal del juez sobre lo que equitativo o inequitativo de la situación planteada para la resolución. Es
por ello es subjetiva (se encuentra en la conciencia del juez) y concreta (consiste en el reacción del juez ante el caso individual
que se le presenta).
Funciones.

La equidad cumple una FUNCIÓN esencial en la aplicación del derecho internacional: debe ser aplicado con equidad; ello
significa que el juez debe adecuar la norma al caso concreto con un sentido de justicia, atemperado su excesivo rigor y
adaptandola, conforme criterio valorativo de las circunstancias del caso, cuando la misma sea e imprecisa, injusta o insuficiente.

La facultad que tiene el juzgador de hacer uso de la equidad aparece necesariamente unida a cualquier resolución de una
cuestión de derecho, sin que sea imprescindible una autorización expresa de las partes. Esta función interpretativa de la norma
jurídica atribuida a la equidad, es la que se llaman doctrina infra legem o infra ius o secundum legem.

La mayoría de los autores coinciden en que los jueces pueden considerar razones de equidad en el sentido de que entre varias
interpretaciones o aplicaciones posibles de una regla positiva, se escoja aquella que tenga mejor en cuenta la situación individual
de las partes en litigio y el conjunto de sus derechos y deberes.

Además, la equidad sirve como instrumento para llenar una laguna del derecho; es decir, la aplicación de reglas de equidad aun
caso concreto por no existir una norma positiva aplicable a él. Es una función supletoria o complementaria de la regla jurídica,
denominada praeter legem, donde la equidad actúa como medio para satisfacer la resolución judicial por inexistencia o
insuficiencia de la norma jurídica. Así la equidad constituiría una norma subsidiaria del derecho internacional.

La tercera función de la equidad (la más discutible) es la llamada contra legem o eliminadora de la norma jurídica. El hecho de
que el juez en el caso particular puede dejar de lado la aplicación de una norma por razones de equidad NO es aceptado por la
doctrina, con la única excepción del acuerdo expreso de las partes.
En consecuencia, es indudable que para que el juez, deje de lado en su resolución una norma de derecho positivo, ha de
requerirse el consentimiento previo y expreso de las partes en tal sentido. Sin embargo no todos los autores coinciden, porque
alguna decisión basada en la equidad o inspiradora en consideración las extrañas al derecho, constituirá una exceso del poder.

De lo expuesto, la equidad tiene 3 funciones:


a) aplicar el derecho internacional en general de forma razonable y conveniente, para lo cual no se requiere autorización de
partes;
b) llenar una laguna del derecho, para lo que requiere acuerdo, y;
c) eliminar una norma jurídica, para lo que requiere acuerdo expreso de partes y siempre que no se trate de una norma ius
cogens, pues no admiten acuerdo en contrario (art. 53 Conv. Viena derecho sobre Tratados ´69) –doctrina no pacífica en esta
última función-.

Según las consideraciones efectuadas hay que discernir cuál de las funciones de la equidad es la que autoriza el art. 38 del ECIJ.
- Para la mayoría de los autores la clausula ex aequo et bono NO puede ser interpretada como la aplicación infra legem de la
equidad, al no constituir ésta un requisito independiente de la decisión judicial, y no requerir, por ende, autorización expresa
para su utilización.
- Más discutible es la aplicación de la equidad praeter legem; aunque la doctrina se encuentra dividida con relación a esta
aplicación supletoria de la equidad, la Corte se ha pronunciado por la negativa si no media acuerdo previo de las partes.
- Con relación a la equidad contra legem, es indudable que, para que el juez deje de lado en su resolución una norma de
derecho positivo, ha de requerirse el consentimiento previo y expreso de las partes en tal sentido (la Corte nunca ha dejado
de lado la aplicación de una regla de derecho positivo para sustituirla por una norma de equidad).

En conclusión el párrafo 2° del art. 38 al establecer la cláusula EX AEQUO ET BONO permite la aplicación de la equidad en dos
sentidos:
- PRAETER LEGEM.
- y CONTRA LEGEM.

La equidad y las fuentes del derecho.

La equidad NO puede ser considerada como fuente formal del derecho internacional público porque, en definitiva, constituye un
elemento más en la aplicación del derecho a un caso concreto: por definición, las decisiones ex aequo et bono NO admiten
generalización alguna y no pueden contribuir a la formación de normas del derecho internacional.
Algunos autores han tratado de ver a la equidad como fuente material del derecho internacional. Para esta corriente la equidad
cumpliría una misión renovadora de los conceptos tradicionales del derecho internacional, flexibilizándolos y adaptándolos a la
nueva realidad política y económica de la sociedad mundial.
Resulta claro que cuando una norma ha caído en desuso o es inaplicable, la comunidad internacional ya tiene establecidos los
mecanismos formales (tratado, costumbre, principio general) para dejarla sin efecto o para crear otra que contemple la nueva
realidad jurídica.

La equidad NO constituye en sí misma una fuente formal del derecho, ni tan siquiera un principio general de derecho; éstos y las
normas jurídicas no son en sí mismos equitativas o inequitativas; tal cualidad quedará patentizada con la apreciación subjetiva
que se efectué en la aplicación del principio o de la norma. Por ello, la utilización de los medios aparentemente equitativos
pueden llevar a soluciones injustas o, a la inversa, un medio aparentemente injusto puede permitir arribar a una solución
equitativa.

En la opinión de Pagliari, la equidad NO constituye fuente normativa del derecho, ni un principio general y tampoco una regla
consuetudinaria. En el derecho internacional, la equidad es un concepto jurídico que se encuentra ínsito en toda norma de
derecho; es decir, constituye “un referente jurídico que, sin embargo, no está integrado en la formación de la regla misma”.
Desde este punto de vista, el rol fundamental de la equidad esta dado en la aplicación del derecho internacional.

C) OTRAS FUENTES => FUENTES NO NUMERADAS:

En la actualidad no se discute la fundamental importancia que tiene la voluntad del Estado en la creación, formación y
elaboración de las normas jurídicas internacionales.
El art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia establece cuáles son las fuentes reconocidas por el tribunal como
aplicables a los litigios que se le presenten: tratados, costumbres, principios generales del derecho (principales), doctrina y
jurisprudencia (auxiliares).
La propia conducta de los Estados, la doctrina y la jurisprudencia, han ampliado la enumeración del citado precepto legal,
incorporando a la estructura del derecho internacional nuevas fuentes: los actos unilaterales de los Estados y las resoluciones
de las organizaciones internacionales.

- Con relación a los actos unilaterales de los Estados, algunos solo tiene carácter jurídico cuando se vinculan a otros actos, o
son preparativos de la creación de otra fuente del derecho. Es decir, no poseen de manera independiente, el carácter de
generadores de derecho (por ejemplo, actos preparatorios para la elaboración de un tratado o para la formación de la
costumbre internacional).
Pero, a su vez, existen otros actos unilaterales que por su naturaleza tienen el efecto de ser generadores de derecho, tienen
la facultad de producir efectos jurídicos con independencia de otro acto. Estos actos no surgen de normas generales de sino
sólo obligaciones particulares para el Estado del que emanan y es desde este punto de vista, que ocupan un lugar dentro de
la teoría de las fuentes del derecho internacional público.
Los actos unilaterales a los cuales se refiere son: la promesa, la renuncia y el reconocimiento.

- Con respecto a las resoluciones de las organizaciones internacionales (legislación internacional), deben ser definidas, en
cuanto a su naturaleza, como actos de derecho y como tales, traen aparejados efectos jurídicos. Sus consecuencias y
alcances, están directamente relacionados con los instrumentos constitutivos de dichas organizaciones.
En principio se pude afirmar que son fuente creadora de derecho para los Estados parte de la organización, si así lo establece
expresamente su tratado fundacional, pero, además, los autores las consideran, como de importancia decisiva para el
perfeccionamiento de otra fuente principal de derecho internacional: la costumbre internacional.

1. Los ACTOS UNILATERALES:

Los actos unilaterales propiamente dichos, sea que se consideren como fuente del derecho internacional o como fuente
obligaciones internacionales, constituyen un modo o procedimiento de creación del derecho internacional.
En la actualidad la teoría de los actos unilaterales ocupa un lugar importante en el marco de las fuentes del derecho
internacional. Ha contribuido decisivamente a otorgarle al acto unilateral un lugar propio dentro de las fuentes del derecho
internacional la jurisprudencia internacional, especialmente la derivada de la resolución de la Corte Internacional de Justicia en
el asunto de los “Ensayos Nucleares - Australia c/ Francia de 1974”, donde el alto tribunal puntualiza el concepto, la forma y los
efectos jurídicos de los actos unilaterales de los Estados.

El acto unilateral constituye una declaración de voluntad que emana de un Estado con el fin de producir efectos jurídicos, es
decir, genera obligaciones para el Estado que la realiza y otorga derechos a terceros Estados.
Se debe distinguir:
- Aquellos actos unilaterales -que podrían llamarse- dependientes, porque producen efectos jurídicos cuando están
relacionados a otro acto (sea por su subordinación a un acuerdo bilateral o multilateral, o al procedimiento de elaboración de
una norma consuetudinaria);
- De aquellos actos independientes, son actos unilaterales en sentido propio y estricto: producen, cambian o extingan una
relación particular en cuanto al Estado.

El requisito esencial del acto unilateral es la auto-obligación, lo cual significa que el acto unilateral no crea normas generales sino
obligaciones particulares para el Estado que lo efectúa. Estos actos siempre constituyen la expresión lisa y llana de la voluntad
estatal.

Concepto.
El acto unilateral ES la expresión de voluntad pública y precisa de un Estado, relacionada con una situación de hecho o de
derecho, efectuada con la intención de obligarse, que no necesita aceptación ulterior por parte de otro u otros Estados para
producir tal efecto jurídico obligatorio.
De esta forma, se pone el acento en la manifestación de voluntad destinada a producir efectos jurídicos por sí sola, con
independencia de otros actos jurídicos.

Elementos.
El acto unilateral como factor de creación de normas jurídicas internacionales requiere de tres elementos:
- Unilateralidad: el acto debe ser particular, es decir, debe emanar de un solo Estado.
- Autonomía: se relaciona a la independencia del acto. Los actos unilaterales en sentido estricto NO dependen de otro u otros
actos para producir efectos jurídicos, se bastan a sí mismos.
- Auto obligatoriedad: el acto jurídico unilateral propiamente dicho NO es un generador de normas jurídicas generales, ni
siquiera creador de obligaciones para terceros Estados, sólo genera derechos con respecto a estos. Los efectos jurídicos
derivados del acto unilateral únicamente son obligatorios y exigibles para el Estado que los produce.

Fundamento.
Según el CIJ en el Asunto “Ensayos Nucleares”, el acto jurídico unilateral creador de normas internacionales se apoyan el
principio general de la buena fe, precisando:
- La buena fe está caracterizada como la confianza recíproca, condición inherente a la cooperación internacional.
- Así como la pacta sunt servanda, norma fundamental que rige el derecho de los tratados, también el acto unilateral
descansa en el mismo principio que le otorga carácter obligatorio a dicho compromiso internacional.
- Por lo tanto, si los Estados interesados tienen en cuenta un acto unilateral y le tienen confianza, poseen el derecho de exigir
que la obligación así creada sea respetada.

Requisitos:
No toda manifestación de voluntad de un Estado reviste el carácter de acto unilateral generador de efectos obligatorios para
quien lo produce. Se requiere:

a) CAPACIDAD:
No todo funcionario, reviste la suficiente autoridad como para que sus declaraciones obliguen al Estado. Para deslindar con
precisión cuáles son los órganos aptos para que sus actos se reputen como pertenecientes al Estado mismo, cabe la
aplicación analógica de lo establecido en CV69, en cuanto refiere a los agentes que por la naturaleza de sus funciones se
considera que representan al Estado sin necesidad exhibir plenos poderes, tales son:
- los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Ministros de Relaciones Exteriores;
- Los Jefes de Misión Diplomática, para las relaciones entre el Estado acreditante y el Estado ante el cual se encuentran
acreditados;
- Los representantes acreditados por los Estados ante una conferencia internacional o ante una organización internacional
o uno de sus órganos, para la adopción del texto de un tratado en tal conferencia, organización u órgano.
b) FORMA:
El derecho internacional no exige una forma determinada par el acto unilateral, la declaración puede ser escrita o verbal, y en
este caso, puede ser expresada en una conferencia internacional, en manifestaciones a la prensa o de cualquier otro modo.
El único requisito en cuanto a la forma está dado en que la declaración debe ser oficial, pública, y efectuada por el
representante del Estado con clara intención de obligar a éste.

Requisitos de fondo:
Los requisitos que le otorgan al acto unilateral fuerza vinculante y obligatoria para el Estado del que emanan son:
- Objeto preciso: las declaraciones unilaterales deben ser claras, concretas y precisas, no deben arrojar dudas sobre el objeto al
que se refieren.
- Intención de obligarse: por definición, el acto unilateral es una manifestación de voluntad de un Estado efectuada con la
intención de obligarse. De la intención de obligarse que surge de la declaración y del sentido de sus términos emana el
compromiso exigible al Estado.
- Licitud: el acto unilateral debe ajustarse a las reglas generales que prescribe el derecho internacional.
Si el acto unilateral contradice una normas dispositivas o imperativas del derecho:
- Si se trata de una violación de una norma de ius cogens, el acto unilateral sería nulo de nulidad absoluta careciendo de todo
efecto jurídico, tanto respecto del autor de la declaración como a terceros Estados.
- Si el acto unilateral contraviene una norma de carácter dispositivo, en este caso se está frente un acto que es lícito en sí
mismo pero que se encuentra en pugna con otros compromisos o acuerdos vigentes, asumidos previamente por el Estado
autor de la declaración. Como el acto unilateral obliga también el Estado será responsable internacionalmente tantos si no
lo cumple, como si lo hace contraviniendo normas dispositivas y deberá responder por los perjuicios derivados de su falta
de cumplimiento.

Interpretación.

Las reglas de interpretación fueron establecidas por la jurisprudencia internacional por la cual:
- Por el hecho de constituir una obligación, la interpretación debe ser restrictiva.
- La interpretación de un acto unilateral debe ser natural y razonable con respecto al contenido de la declaración, y no
basarse en una interpretación puramente gramatical del texto.
- Todo acto unilateral debe ser interpretado en el sentido de que produzca efectos jurídicos de acuerdo con el derecho
existente y no contra el mismo.

Revocabilidad.
La tendencia tradicional fue admitir la facultad del Estado como autor del acto para revocarlo o anularlo, ante la inexistencia de
una norma de derecho internacional que dispusiera lo contrario.
Pagliari no está de acurdo con esa posición de la doctrina. El acto unilateral en sentido propio, creador de normas jurídicas
internacionales, es irrevocable.
Las únicas excepciones admisibles serían el de la ineficacia o nulidad del propio acto; es decir, cuando el acto unilateral careciera
de eficacia jurídica por oponerse a una norma de ius cogens, o que significara la modificación de una norma contractual, porque
un acto unilateral NO puede prevalecer sobre las disposiciones de un tratado.
Es inadmisible aceptar que un Estado, que ha reconocido una situación de hecho o de derecho, puede revocar arbitrariamente
esa decisión. Si bien en los hechos los Estados podrán revocar unilateralmente una declaración con clara e inequívoca intención
de obligarse, será internacionalmente responsable de las consecuencias de su conducta.

Efectos.

- Respecto al ESTADO EMISOR:

El primer efecto jurídico que produce el acto unilateral es que el Estado autor de éste queda obligado en todos los términos
de su declaración.

Si los actos unilaterales encuentran su fundamento la buena fe, mediante la cual los Estados interesados pueden confiar en
ellos y tienen derecho exigir que la obligación así creada sea respetada, y son oponibles a su autor, de manera alguna se
puede admitir jurídicamente que dichos actos sean revocables.
La oponibilidad del acto, producto de su irrevocabilidad, ha sido objeto de consideraciones doctrinarias y jurisprudenciales a
través de la Teoría del Estopel (de los actos propios).

El estopel, a diferencia del acto unilateral, no es creador, ni modificador, ni extintivo de normas jurídicas, puede funcionar
como institución procedimental en cualquier supuesto, no sólo para el caso de actos unilaterales para que, por vía de
excepción, sea rechazada o declarada inadmisible una determinada alegación.
En virtud de esta teoría, que operan como instituciones aplicables sólo en el ámbito procesal a modo de excepción procesal,
un Estado NO puede revocar sus propios actos cuando con esa actitud lesiona derechos o expectativas de otros Estados
generados por su comportamiento.

El estopel se compone de tres elementos:


1º. Una situación creada por la actitud de un Estado (actitud primaria).
2º. Una conducta seguida por otro Estado (actitud secundaria), que está basada directamente en la primera actitud.
3º. La imposibilidad por parte del Estado que adoptó la actitud primaria de hacer alegaciones contra la misma o de
manifestarse en sentido contrario

El estopel tiene por tanto, carácter de límite, de restricción, cumple realmente una función de privación o pérdida de
derechos. Este es un rasgo diferencial importante respecto los actos unilaterales en sentido propio, que aún basados como el
estopel en la buena fe, implican manifestaciones de voluntad creadoras de nuevas obligaciones y derechos.

- Respecto a TERCEROS ESTADOS:


El acto unilateral por sí mismo, NO es oponible a terceros Estados ya que no trae aparejado para ellos obligación alguna.
Es decir, NO generan obligaciones jurídicas, salvo se entienda que ha habido un consentimiento tácito.
El consentimiento tácito puede derivar tanto de actos positivos de los que se deduce tal asentimiento, como de una
inactividad o pasividad de un sujeto respecto de una situación determinada, o bien por el silencio o ausencia de protesta en
circunstancias que exige una reacción positiva (lo que constituye la aquiescencia propiamente dicha).

Clases:

- RECONOCIMIENTO (antítesis de la protesta):


Constituye una expresión de voluntad de un Estado por la cual éste toma conocimiento de una determinada situación y
manifiesta su intención de considerarla legal. Esta declaración puede ser explícita o implícita, oral o escrita y afecta los
derechos y obligaciones del Estado que reconoce.
Se define como la manifestación de voluntad de un sujeto de derecho internacional traducida en la aceptación de un título,
hecho o circunstancia emanado de otro sujeto, que produce consecuencias jurídicas.

- PROMESA:
Es la obligación asumida por un Estado, de adoptar un determinado comportamiento, por acción u omisión, respecto de una
situación concreta. El Estado emisor no subordina su conducta a una contraprestación del o los beneficiarios de tal promesa -
obligación (es uno de los actos unilaterales auténticos por excelencia).

- RENUNCIA:
Es el acto unilateral por el que un Estado desiste de un derecho o pretensión, voluntariamente hace abandono de un derecho
o bien, de la facultad de ejercitarlo en un caso concreto.
En principio, la renuncia de un Estado a un derecho o pretensión jurídica NO se presume. El silencio o la aquiescencia no son
suficientes para considerar que una renuncia puede efectivamente producir efectos jurídicos; para que una renuncia tacita
pueda ser admitida, es necesario que resulte de actos inequívocos.

- NOTIFICACIÓN:
No es fuente de derecho porque el Estado NO se obliga, Es el medio por el que un Estado pone en conocimiento de otro u
otros una situación que él estima puede producir consecuencias jurídicas.

- PROTESTA (antítesis del reconocimiento):


No es fuente de derecho porque el Estado NO se obliga.
Es un acto unilateral por el cual un Estado manifiesta su voluntad de no aceptar un determinado hecho que, eventualmente,
le puede traer aparejadas consecuencias jurídicas para sus derechos.
Surte el efecto contrario al reconocimiento, mediante ella, un estado manifiesta no reconocer como legítima una pretensión
o hecho de otro Estado.

Es de gran importancia en el derecho internacional, porque la pasividad de un sujeto internacional ante la pretensión de otro
estado, puede considerarse una aquiescencia a tal conducta, con todos los efectos jurídicos que ello trae aparejado (la
ausencia de protesta en tiempo oportuno puede llevar aparejada la oponibilidad de situaciones).

NOTIFICACIÓN Existe una manifestación de voluntad por parte del Estado, pero no
NO SON ACTOS
existe la intención de este de obligarse ni tampoco, la concesión de un
PROTESTA UNILATERALES
derecho correlativo a terceros Estados.

RECONOCIMIENTO ACTOS Emanan de un sujeto de derecho internacional en forma unilateral, no


UNILATERALES requieren de otro acto para tener eficacia jurídica, constituyen una
PROMESA EN SENTIDO manifestación clara y fehaciente de una inequívoca intención de
AUTENTICO obligarse jurídicamente y generan derechos con respecto a terceros
RENUNCIA Estados.

2. Los ACTOS DE ORGANIZACIONES INTERNACIONALES:

El art. 38 del ECIJ no hace ninguna mención de los actos de las organizaciones internacionales como fuente de derecho
internacional. Por lo que corresponde analizar cuál es el papel que desempeñan las organizaciones internacionales en la
elaboración de las normas de derecho internacional y el valor jurídico que tienen sus actos, es decir, si éstos constituyen una
fuente autónoma en la generación de normas internacionales.

El punto de partida será siempre el tratado fundacional o base de la organización, porque en él se plasma la voluntad colectiva
de los Estados que ha sido el factor decisivo de su nacimiento. Este tratado en el que se limitará las funciones, competencias,
atribuciones, tanto de la organización en sí misma, como de los órganos encargados de cumplir con sus fines y objetivos, y
quedarán explicitados los efectos y obligatoriedad o no de sus resoluciones y declaraciones. Por lo tanto todo dependerá de lo
que dispongan tratado fundacional de cada organización.

El marco jurídico de las organizaciones internacionales está dado por el tratado constitutivo, producto de la voluntad de los
Estados que han participado en su creación, que constituye su normativa jurídica base, define los objetivos y fines y establece los
órganos y su competencia. Constituye pues el derecho primario u originario de toda organización.

El tratado fundacional otorga los medios y mecanismos para que la organización elabore un denominado derecho derivado o
secundario, a través de los propios órganos de la institución, y así poder cumplir sus fines y objetivos. Este derecho derivado está
constituido por una serie de normas que poseen un distinto valor jurídico, según sea su naturaleza, la materia que regulen y su
grado de eficacia y obligatoriedad.

Por lo tanto según sea la naturaleza del acto, será la naturaleza de la norma que produzca, y en consecuencia se podrá
determinar su valor jurídico.

El valor jurídico de los actos.

La mayoría de la doctrina niega que los actos de las organizaciones internacionales, tengan relevancia suficiente como para ser
generadores de normas jurídicas obligatorias de carácter general. Esto sin desconocer que las decisiones de las organizaciones se
adoptan por sus órganos de acuerdo con lo establecido en su tratado fundacional y en consecuencia son actos jurídicos que
producen efectos jurídicos obligatorios. Estos efectos tienen como consecuencia crear obligaciones individuales, no generales y
sólo afectan a los Estados vinculados por el tratado originario.

Las decisiones de las instituciones internacionales, son actos de derecho y, como tales, traen aparejada efectos jurídicos; pero,
sus consecuencias y alcances están directamente relacionados con los instrumentos constitutivos de dichas organizaciones.
D) INTERACCIÓN ENTRE LAS DIVERSAS FUENTES.

La costumbre y la codificación

Según la opinión de reconocidos juristas, la codificación progresiva en el ámbito internacional, tiene clara repercusión con
relación a la costumbre como fuente de derecho internacional público, ya que produce diversos efectos:

1. Declarativo de una costumbre ya existente: significa que al codificarse una materia del derecho internacional se convierten
en normas escritas costumbres preexistentes, es decir que el tratado no hace más que recoger una norma consuetudinaria
en ese momento vigente en la Comunidad Internacional; vigencia que se mantendrá para aquellos Estados que no son parte
en el tratado.
El efecto declarativo de la norma convencional con respecto a una consuetudinaria, no menoscaba la vigencia de esta, ya que
el resultado que produce es más bien una ratificación de la norma consuetudinaria preexistente.

2. Cristalizador de una costumbre que ha comenzado a vislumbrarse: este efecto se presenta cuando, en un tratado, se
recepta una costumbre que se encuentra en formación y que, como resultado de su incorporación al tratado, la norma
consuetudinaria en vías de formación queda cristalizada en un cuerpo orgánico como una norma obligatoria para los Estados
partes; sin embargo, la norma convencional no se transforma en consuetudinaria, ni tampoco tiene el efecto de poner en
vigencia una norma consuetudinaria no arraigada (la jurisprudencia internacional aplica el derecho vigente y no aquel que se
encuentra en proceso de formación).

3. Generador de una nueva costumbre: refiere al tratado como generador de una norma consuetudinaria; es decir, en la
convención se establece una norma u obligación jurídica que sólo tiene carácter obligatorio para los Estados partes pero,
como resultado de la interacción existente en la comunidad internacional, otros Estados que no son parte del tratado la
cumplen, transformándola en una norma de carácter consuetudinario, en cuya instancia, es obligatoria para terceros
Estados.

Es decir, una norma de un tratado que obliga solo las partes, terminan obligando también a terceros Estados ya no por vía
contractual, sino porque la norma establecida se transforma en una norma consuetudinaria de carácter general, cuyo
carácter obligatorio se fundamenta, no en el tratado que le dio origen, sino en la costumbre como fuente del derecho
internacional.
Se plantea la cuestión acerca de la coexistencia de normas consuetudinarias y convencionales que poseen el mismo
contenido. Los Estados partes deberán continuar observando la norma consuetudinaria con respecto a los demás Estados en
general y, en particular, con los otros Estados partes en los aspectos o materias en que la norma convencional no haya
modificado la norma consuetudinaria general.
BOLILLA Nº 3
TRATADOS INTERNACIONALES.

Es unidad central en el estudio del derecho internacional; es la matriz donde se sustenta una de las fuentes creadoras de normas
jurídicas internacionales más importante: lo tratados. Versa sobre el acuerdo de voluntades, en principio por escrito, de los
sujetos internacionales, particularmente entre los sujetos más importantes: los Estados y las organizaciones internacionales,
como nuevos sujetos a partir del S. XX.

Esta materia regida tradicionalmente por el derecho consuetudinario, se encuentra codificada en dos instrumentos jurídicos que
regulan los aspectos que refieren a la forma, validez, conformación y demás cuestiones respecto a los Tratados Internacionales:
- Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados entre Estados de 1969: es un instrumento particular internacional que
regula a solo un tipo de sujetos dentro del derecho internacional, que son los Estados.

- Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados entre organizaciones internacionales “o” entre organizaciones
internacionales y los Estados de 1986: contemplan básicamente la misma regulación prevista por la CV69, pero alude a otros
sujetos internacionales: las organizaciones en sus relaciones entre sí, o entre los Estados.

Por ello, el estudio del derecho de los tratados se aborda principalmente a partir de la Convención Viena de 1969.
Entonces, las cuestiones del derecho internacional de los tratados, regulan las relaciones entre los Estados, bajo una de las
formas de conformación del derecho internacional y las obligaciones internacionales: los tratados.
A través de tratados se elaboran normas particulares o normas abstractas que regulan conductas futuras de los Estados, cuyas
voluntades convergen en tales en tales convenciones y se separan el individualizado una vez producidas las normas de las que
son parte.
Pero también, por vía convencional, se generan organizaciones permanentes en cuyo seno se manifiesta una voluntad distinta a
la de los Estados que la crearon, quienes a su condición inicial de partes del tratado constitutivo, unen la de miembros de la
institución constituida.

CONCEPTO.
Los primeros artículos de la Convención de Viena del 1969, enuncia una cuestión terminológica: tratado, convenio, pacto; todos
ellos sinónimos para el derecho internacional. Es decir, cualquiera sea su denominación particular, en todos los supuestos se
define a un mismo negocio jurídico generalmente identificado como tratado internacional.

- En sentido amplio, se define al tratado como el acuerdo de voluntades entre dos o más sujetos del derecho internacional
que tiende a crear, modificar o extinguir derechos de este ordenamiento.
Esta definición, comprende no sólo los acuerdos entre Estados, sino también a todo acuerdo entre uno o más Estados o uno
o más organismos internacionales e, incluso, a los acuerdo entre dos o más organismos internacionales entre sí.
Además, incluye los acuerdos entre dos o más sujetos del derecho internacional celebrados en forma verbal.
Cabe aclarar que, los acuerdos entre un Estado y un individuo o una corporación, NO son tratados sino contratos
internacionales.

- En sentido restringido y al solo efecto de la aplicación de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969,
se entiende por tratado a todo acuerdo entre Estados, celebrado por escrito y regido por el derecho internacional.

 2. Términos empleados. 1. Para los efectos de la presente Convención:


a) se entiende por "tratado" un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho
internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su
denominación particular; […]

- Que sea una Acuerdo Internacional, hace referencia al libre consentimiento (no viciado) expresado por dos o más
Estados, como expresión de una voluntad concordante para un objeto determinado.
- La definición aporta la necesidad de que el acuerdo se celebre por escrito. Un acuerdo verbal, aun cuando las partes
fuesen Estados, no estaría contemplado por la CV69.
- Por otra parte, es necesario que el acuerdo se celebre entre Estados; Alude al ámbito de validez personal; las
disposiciones de la Convención solo se aplican a tratados realizados entre Estados; NO a los que realizan éstos con
organizaciones internacionales, ni los efectuados por las organizaciones internacionales entre sí. en ese sentido,
para la CV69, todo Estado tiene capacidad para celebrar tratados (art. 6).
- La expresión “regido por el derecho internacional” debe interpretarse en el sentido de que el acuerdo está
destinado a producir efectos jurídicos en este ordenamiento. Por lo tanto, el elemento que debe tenerse en cuenta
es la intención de las partes, incorporada a un instrumento internacional, de crear modificar o extinguir derechos y
obligaciones en dicho ámbito jurídico.
- La posibilidad de que el tratado conste “en uno o más instrumentos conexos” permite incluir del marco de la CV69
cierto tipo de obligaciones, formuladas en forma unilateral, vinculadas a un tratado preexistente.

Con todo ello, la disposición pone énfasis en las características del instrumento internacional y en la voluntad de las partes en
el expresada para determinar la existencia de un tratado, al que se le aplicarán las normas contenidas en la Convención,
cualquiera sea la denominación que le asignen las partes. En efecto, la denominación que se le asigne al instrumento NO
influye en la determinación de su naturaleza.

La convención se ocupa de todo acuerdo internacional que reúna las características expresadas en el artículo 2,1 a) en cuanto
establece lo que se entiende por tratado a los fines de la CV69; sin embargo, NO desconoce el valor de otros negocios jurídicos
internacionales NO comprendidos en su ámbito, tales como los acuerdos verbales o los acuerdos tácitos celebrados entre los
Estados.

De lo expuesto, la CV 69 solamente regula tratados escritos; es decir, solamente concede validez a los tratados escritos.
Sin embargo, que la convención no los regule, NO significa que los acuerdos NO escritos carezcan de validez. De hecho, existe
jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia sobre el valor de los acuerdos NO escritos de derecho internacional.
Además, los tratados, como fuente creadora de derecho internacional, fundamentan su validez de una norma consuetudinaria
que establece que éstos son hechos para ser cumplidos (pacta sunt servanda). Esta norma es, a la vez, un principio general del
derecho interno de los Estados y un principio general del derecho internacional que asume tal categoría en razón de ser una
abstracción de normas jurídicas vigentes de este ordenamiento.

CLASIFICACIÓN.

Algunas de las clasificaciones posibles, son las siguientes:

1) En cuanto al número de sujetos parte de un tratado:

- Tratados BILATERALES: son acuerdos internacionales celebrados entre dos sujetos del derecho internacional.

- Tratados MULTILATERALES: son acuerdos internacionales celebrados entre varios sujetos del derecho internacional; a su
vez, esta categoría admite una su clasificación:
- Tratados colectivos: refiere a los tratados multilaterales en cuya celebración participa un gran número o la generalidad
de los Estados de la comunidad internacional.
- Tratados regionales: alude aquellos tratados celebrados por un número limitado de estados con identidad de intereses
sobre una región geográfica determinada-

2) En cuanto a las posibilidades de acceder al tratados: según permitan o no la incorporación de Estados que no han participado
en la negociación, pueden ser clasificados en:

- Tratados CERRADOS: se encuentra limitados, en principio, a los Estados negociadores, no contienen cláusulas que permita
la incorporación de terceros Estados. Sin embargo, ello no obsta a que los Estados partes y una vez que ha entrado en vigor
el tratado, por un acuerdo específico, ofrezcan o negocien con terceros Estados su incorporación

- Tratados ABIERTOS: posibilitan la adhesión de Estados que no han participado en las negociaciones, SIN que para ello sea
necesario que medie una invitación expresa de los Estados parte. En este tipo de tratados, se suelen insertar distintos tipos
de cláusulas referidas a la posibilidad de adhesión:
- En algunos casos, el tratado está abierto a todos los Estados indistintamente.
- En otros, las posibilidades de acceder se hayan reservadas exclusivamente a ciertos Estados designados expresamente,
o bien, tal facultad es acordada sólo aquellos Estado que satisfagan criterios determinados previstos en el mismo
tratado.
3) En cuanto a las formas de celebración del tratado:

- Tratados propiamente dichos o EN BUENA Y DEBIDA FORMA: son aquellos acuerdos internacionales concluidos a través de
un proceso complejo de negociación, adopción del texto, firma y ratificación. Se materializan, por lo general, por medio de
un instrumento único.

- Acuerdos EN FORMA SIMPLIFICADA: un son acuerdos internacionales cuyo proceso de conclusión incluye solamente una
etapa de negociación y la firma; se materializa comúnmente en varios instrumentos.

Es una clasificación a los fines didácticos, no produce efecto internacional alguno ya que no hay distinción jerárquica entre
ambas categorías ni, en principio, a diferencia de contenido.

4) En cuanto al contenido u objeto del tratado:

- Tratados de naturaleza normativa o TRATADOS-LEY: establecen normas generales que reglamentan las conductas futuras
de las partes. No se refieren a un caso particular o negocio jurídico concreto, sino que regulan abstractamente un número
de casos o situaciones a priori indeterminados.

- Tratados de naturaleza contractual o TRATADOS-CONTRATO: tienen por objeto regular la realización de un negocio
jurídico concreto, estableciendo obligaciones específicas para los Estados parte.

EL RÉGIMEN DE LOS TRATADOS EN LA CONVENCIÓN DE VIENA DE 1969 SOBRE EL DERECHO DE LOS TRATADOS.

Corresponde considerar todos aquellos actos que son necesarios en las relaciones internacionales para celebrar un tratado,
manifestar el consentimiento en obligarse por éste, modificar o excluir los efectos jurídicos de algunas de sus disposiciones en su
aplicación con un Estado parte, ante la entrada en vigor del tratado.

CELEBRACIÓN.
1) PROCESO DE NEGOCIACIÓN:

1º. LA NEGOCIACIÓN:

Cuando un Estado desea relacionarse con otro mediante un tratado designan una o varias personas para que lo represente a tal
fin. La etapa de negociación alude al momento en que dichos representantes, van a interactuar y llevar adelante todas las
conversaciones trascendentes a los fines de la celebración de un tratado.

Sin embargo, hay toda una cuestión previa al inicio del procedimiento para la celebración de un tratado, que se encuentra
relacionado con una faz interna dentro de la conformación de cada Estado, y que alude al momento de expedir los
representantes o quienes van a efectivizar la creación de un tratado internacional.

Las personas autorizadas a negociar los tratados, son los representantes del Estado, como agentes naturales primarios dentro
del derecho internacional. Existe una relación vincular directa por la que, quienes generan obligaciones internacionales a un
Estado, son los representantes del mismo.

Estos representantes, en el caso de la Argentina, es el Poder Ejecutivo, en cabeza del Jefe de Estado, reconocido
constitucionalmente como típico agente con potestad para negociar los vínculos internacionales de paz, comercio, etc. A su vez,
en nuestro sistema constitucional se unifica el Jefe de Estado y Jefe de Gobierno en una sola persona: el Presidente de la Nación

Ahora bien, dentro de la teoría del derecho internacional, NO en todos los sistemas constitucionales existe en una sola figura;
sino que, en algunos sistemas internacionales las relaciones internacionales se encuentra en manos de una persona con
funciones específicas: el Jefe de Estado, estando ambas funciones diferenciadas respecto del Jefe de Gobierno. Generalmente, el
Jefe de Gobierno será aquel que tiene a su cargo la administración y gestión local, mientras que el Jefe de Estado, tendrá a su
cargo las relaciones diplomáticas con otros Estados.

Lo trascendente es que se debe contar con poder necesario para la celebración de un tratado, de lo contrario el mismo podría
devenir en nulo posteriormente.

Al respecto, establece la CV69:


CV69 -2. Términos empleados. 1. Para los efectos de la presente Convención:
[…] c) se entiende por "plenos poderes" un documento que emana de la autoridad competente de un Estado y por el que se
designa a una o varias personas para representar al Estado en la negociación, la adopción o la autenticación del texto de un
tratado, para expresar el consentimiento del Estado en obligarse por un tratado, o para ejecutar cualquier otro acto con respecto
a un tratado; […]

CV69 - 7. Plenos poderes.


1. Para la adopción la autenticación del texto de un tratado, para manifestar el consentimiento del Estado en obligarse por un
tratado, se considerará que una persona representa a un Estado:
a) si se presentan los adecuados plenos poderes, o
b) si se deduce de la práctica seguida por los Estados interesados o de otras circunstancias, que la intención de esos Estados ha
sido considerar a esa persona representante del Estado para esos efectos y prescindir de la presentación de plenos poderes.

2. En virtud de sus funciones, y SIN tener que presentar plenos poderes, se considerará que representan a su Estado:

a) los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Ministros de relaciones exteriores, para la ejecución de todos los actos relativos a la
celebración de un tratado;
b) los Jefes de misión diplomáticas, para la adopción del texto de un tratado entre el Estado acreditante y el Estado ante el cual
se encuentran acreditados;
c) los representantes acreditados por los Estados ante una conferencia internacional o ante una organización internacional o
uno de sus órganos, para la adopción del texto de un tratado en tal conferencia, organización u órgano.

La diferencia entre estos sujetos radica en que:


- Mientras los Jefes de Estados, de Gobierno y Ministros de relaciones exteriores, pueden realizar todos los actos a los fines
de la negociaciones, obligando al Estado al que representan;
- Los Jefes de las misiones diplomáticas y los representantes acreditados por los Estados, sólo pueden negociar y adoptar el
texto del tratado sin necesidad de autorización especial, pero NO pueden autenticar el texto, ni obligar al Estado
acreditante.

Siguiendo la norma de la Convención, los Jefes de Estados, los Ministros de Relaciones Exteriores, y los Jefes de Gobiernos,
tienen poderes implícitos; en consecuencia, en principio, no necesitan acreditar bajo una carta formal que tiene poderes
suficientes para negociar y celebrar un tratado.

En el caso argentino, para los demás sujetos que no tienen poderes implícitos, el poder solo lo puede otorgar el Poder Ejecutivo
en cabeza del Jefe de Estado vía las órdenes que dirigen a sus Ministros de Relaciones Exteriores. Es decir, cada vez que se
celebra un tratado, se delega y autoriza a través de un decreto la negociación y autorización a tal fin, porque se trata del inicio
de una acto internacional que va a generar efectos jurídicos, tanto derecho como obligaciones, para el Estado. Por lo tanto, la
conformación de esa futura norma u obligación debe tener validez institucional y cada Estado soberano regula
constitucionalmente como quiere el otorgamiento de ese poder y delegación de esa potestad.

Por remisión a la Ley Argentina de Servicio Exterior de la Nación, específicamente se establece quienes llevan adelante esta
función es: el Jefe de Estado y Jefe de Gobierno y, en algunas circunstancias, los Ministros de Relaciones Exteriores. A su vez,
estos pueden delegar potestades en representantes que generalmente se da a través de un poder especial para exclusivamente
un acto determinado, en un agente diplomático. Se lo designa con un estatus particular, que es el estatus de máxima jerarquía
dentro de las relaciones diplomáticas, por el cual se lo inviste con el cargo de embajador plenipotenciario.

Entonces, los representantes propios se pueden clasificar en:


- Quienes tienen plenos poderes: Jefe de Estado y de Gobierno, y los Ministros de Relaciones Exteriores.
- Cualquier otra persona con poderes delegados: sea que tenga funciones diplomáticas -o no- pero que es investida a tal fin
como embajador plenipotenciario (mayor jerarquía en la relaciones diplomáticas de cualquier Estado y con mayor
protección); en cuyo caso, se establecen directivas e instrucciones por las cuales el representante actúa como un nexo en la
comunicación, entre las áreas técnicas de las cancillerías (en el caso de a Argentina Área de Asuntos Jurídicos de la Cancillería
Argentina) que va analizando los efectos jurídicos que se generará a partir del tratado que se celebra.
Por otra parte, al momento de negociar un tratado se realiza todo un control convencional, porque se debe respetar el art. 27 de
la Constitución Nacional (NO confundir con el art. 27 de la CV69).

Artículo 27.- El Gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras por
medio de tratados que estén en conformidad con los principios de derecho público establecidos en esta Constitución.

De ello que, el negociador, debe analizar cuáles serán los límites para llevar a cabo la celebración del tratado; pues, de nada sirve
celebrar un tratado si, llegado al Congreso, el mismo NO puede ser válido para la Argentina.
El Congreso Nacional es el único encargado de aceptar los tratados con potencias extranjeras, y es ahí donde llega el segundo
control de constitucionalidad de los tratados.
Sucede que el primer control debería ser efectuado por los negociadores, porque una vez celebrado, firmado y ratificado un
tratado, el artículo 27 de la Convención de Viena, establece que ninguna norma o disposición del derecho interno, incluyendo la
Constitución, puede ser argüido para el incumplimiento del derecho internacional:

CV69 - 27. El derecho interno y la observancia de los tratados. Una parte NO podrá invocar las disposiciones de su derecho
interno como justificación del incumplimiento de un tratado. Esta norma se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
46.

Es decir, si se firma una convención de buena fe, sin hacer reservas y sin manifestar queja alguna, una vez que es ratificada, con
el control de constitucionalidad difuso (de los jueces) o directo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se incumple con la
aplicación internacional, fundándose en el 27 de la Constitución Nacional, ello, si bien nacionalmente será válido -y, por lo tanto,
el tratado será jurídicamente inconstitucional-, en el ámbito internacional no adquiere validez alguna. Pues, los compromisos se
cumplen, salvo excepciones en supuestos de responsabilidad internacional (como ser la necesidad, fuerza mayor, etc.)

2º. LA ADOPCIÓN DEL TEXTO (art. 9):

Tiene por fin dar por terminada la etapa de la negociación; es el momento en que los representantes de los Estados
negociadores fijan los términos del acuerdo de voluntades redactando el texto del tratado.

Es la etapa en que se procede a la redacción de las cláusulas del tratado; momento en que las partes plasman sus negociaciones
anteriores.

- La adopción del texto de un tratado se efectuara por consentimiento de todos los Estados participantes en su elaboración
(Art. 9.1).
- Ahora bien, cuando la negociación se ha llevado a cabo en el seno de una conferencia internacional bastará que las 2/3 de los
Estados presentes y votantes manifiesten su conformidad con el texto para que éste se considere adoptado (Art. 9.2)

Estas dos normas, tienen una naturaleza residual: si aplicarán si los Estados negociadores NO llegan a un acuerdo especial para
fijar otro mecanismo de adopción del texto con relación a un tratado determinado.

3º. LA AUTENTICACIÓN DEL TEXTO (art. 10):

Es el acto por el cual los representantes negociadores establecen mediante su firma, su firma ad referéndum (sistema por el cual
se envía al Estado el texto del tratado a los fines de su control y verificación), o su rúbrica que el texto que tienen a la vista es
aquel que ellos han adoptado y al ser plena fe.

En este caso, también los negociadores pueden acordar otro mecanismo para la autenticación si lo consideran más adecuado.

Si se trata de un convenio adoptado en el seno de una organización internacional, deberán seguirse para su autenticación los
ritos establecidos por ella.

En las conferencias internacionales, el texto del tratado se incorpora al acta final siendo este instrumento firmado por
representantes de los Estados negociadores en la conferencia. Esta firma es la que autentica el texto y establece, por tal vía, la
reciprocidad del consentimiento acordado en el texto del tratado.

La autenticación, otorga la posibilidad a todos los representantes negociadores, de controlar el alcance y el contenido del texto
del tratado. Además, es un acto necesario a los fines de evitar la modificación por aquellos representantes que tienen la
responsabilidad de la redacción (o tipeado) del texto original del tratado.
2) ETAPA DEL CONSENTIMIENTO => Forma de manifestar el consentimiento en obligarse por un tratado:

Con la autenticación del texto, el acuerdo de voluntades de los negociadores queda definitivamente fijado (el tratado se
manifiesta), pero es necesario para que el tratado entre en vigor y tenga validez que, además, los Estados manifiestan
expresamente la voluntad de obligarse por aquel.

11. Formas de manifestación del consentimiento en obligarse por un tratado. El consentimiento de un Estado en obligarse
por un tratado podrá manifestarse mediante:
- la firma,
- el canje de instrumentos que constituyan un tratado,
- la ratificación,
- la aceptación, - la aprobación o
- la adhesión,
o en cualquier otra forma que se hubiere convenido.

Los artículos 11 a 15 de la CV69 enumeran, a modo enunciativo, los diferentes mecanismos que pueden seguir los Estados:

a) La FIRMA:
La firma del tratado tiene por objeto autenticar el texto; pero, además, los Estados negociadores pueden acordar que la misma
sea suficiente para expresar el consentimiento en obligarse (art. 2). Puede tener lugar en el acto de adopción del texto o, en el
caso de acuerdos multilaterales, diferirse hasta una fecha determinada.

12. Consentimiento en obligarse por un tratado manifestado mediante la firma.


El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se manifestara mediante la firma de su representante:
a) cuando el tratado disponga que la firma tendrá ese efecto;
b) cuando conste de otro modo que los Estados negociadores han convenido que la firma tenga ese efecto; o
c) cuando la intención del Estado de dar ese efecto a la firma se desprenda de los plenos poderes de su representante o se
haya manifestado durante la negociación.
Para los efectos del párrafo l:
a) la rubrica de un texto equivaldrá a la firma del tratado cuando conste que los Estados negociadores así lo han convenido;
b) la firma "ad referéndum" de un tratado por un representante equivaldrá a la firma definitiva del tratado si su Estado la
confirma.

Es la forma típica de expresión del consentimiento; consiste en un acto formal por el cual todos los representantes de los
Estados participantes, firman el tratado. Es el primer acto formal de expresión de la voluntad (que se rige por la buena fe
prevista en los arts. 18 y 24 CV69), por el cual, el tratado, comienza a generar efectos obligatorios.
Incluso, algunos autores retrotraen el cumplimiento de buena fe de los tratados (efecto obligatorio), a la etapa de adopción en el
proceso de negociación del tratado; entienden que, por el solo hecho de llevar adelante voluntariamente la conformación del
texto de un tratado, se debe respetarlo de buena fe. Es decir, terminado el proceso de adopción, NO se puede boicotear el
consentimiento posterior para otorgar la validez; si se es un Estado negociador, no se puede frustrar aquello de lo que forme
parte voluntariamente.

A diferencia de la ratificación, la confirmación de una firma ad referéndum NO constituye la confirmación del tratado en sí, sino
simplemente de la firma. En consecuencia, la confirmación da al Estado la calidad de signatario a partir de la fecha de la firma.

b) EL CANJE DE INSTRUMENTOS QUE CONSTITUYEN UN TRATADO:

13. Consentimiento en obligarse por un tratado manifestado mediante el canje de instrumentos que constituyen un
tratado.
El consentimiento de los Estados en obligarse por un tratado constituido por instrumentos canjeados entre ellos se
manifestara mediante este canje:
a) cuando los instrumentos dispongan que su canje tendrá ese efecto; o
b) cuando conste de otro modo que esos Estados han convenido que el canje de los instrumentos tenga ese efecto.
Refiere a los acuerdos da en forma simplificada; se ha desarrollado una práctica entre los Estados de instrumentar acuerdos por
“notas reversales”. Mediante ella, un Estado propone a otro un determinado tratado, el Estado receptor contesta manifestando
su consentimiento en una nota en la que se acusa recibo de la primera y en la que, generalmente, se transcribe íntegramente el
texto recibido.

Se presenta esta modalidad en convenios bilaterales; de hecho, por una cuestión práctica no es procedente en convenciones
multilaterales.

c) LA RATIFICACIÓN:

Es el acto internacional mediante el cual el Estado manifiesta en forma definitiva su voluntad de obligarse por el tratado. Lo hace
en una declaración escrita denominada “instrumento de ratificación”. Se considera que la obligación jurídica nace a partir del
momento en que los estados negociadores canjean estos instrumentos, dejando constancia de tal hecho en un acta, o a partir
del momento del depósito del instrumento ante la persona designada para tal función en el cuerpo del tratado.

Desde que el Estado negociador da su consentimiento y hasta el momento en que el tratado entre en vigor con relación a tal
Estado, el Estado se denominan Estado contratante. El pacto internacional de ratificación no debe confundirse con el acto
interno de aprobación del tratado que puede dar un órgano interno del Estado, competente para tal fin según su derecho
interno y que, en algunos ordenamientos, es requisito previo al acto internacional.

La ratificación esté prevista a fin de permitir el control por parte del Legislativo de los actos del Ejecutivo.

14. Consentimiento en obligarse por un tratado manifestado mediante la ratificación, la aceptación o la aprobación.
I. El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se manifestara mediante la ratificación:
a) cuando cl tratado disponga que tal consentimiento debe manifestarse mediante la ratificación;
b) cuando conste de otro modo que los Estados negociadores han convenido que se exija la ratificación;
c) cuando el representante del Estado haya firmado el tratado a reserva de ratificación; o
d) cuando la intención del Estado de firmar el tratado a reserva de ratificación se desprenda de los plenos poderes de su
representante o se haya manifestado durante la negociación.
2. El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se manifestará mediante la aceptación o la aprobación en
condiciones semejantes a las que rigen para la ratificación.

Aceptación y aprobación:
El art. 14,2 de la CV69 se refiere a la aceptación y a la aprobación expresando que ambas también podrán ser utilizadas como
modo de manifestación del consentimiento del estado en condiciones semejantes a las que rigen la ratificación. Se trata en
definitiva de los procedimientos diferentes que pueden considerarse como una forma simplificada de ratificación.

d) LA ADHESIÓN:

Es la facultad que se ofrece a un tercer Estado, que no ha participado en la negociación, de llegar a ser parte en el tratado.

15. Consentimiento en obligarse por un tratado manifestado mediante la adhesión.


El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se manifestara mediante la adhesión:
a) cuando el tratado disponga que ese Estado puede manifestar tal consentimiento mediante la adhesión:
b) cuando conste de otro modo que los Estados negociadores han convenido que ese Estado puede manifestar tal
consentimiento mediante la adhesión; o
c) cuando todas las partes hayan consentido ulteriormente que ese Estado puede manifestar tal consentimiento mediante la
adhesión.

Un Estado que no ha participado en la negociación no puede imponerse por sí como parte en el tratado; debe haber un
ofrecimiento por parte de los Estados signatarios.

En el texto de los tratados se establece usualmente quienes son los sujetos del derecho internacional que se pueden adherir; sin
embargo, aunque el tratado no contenga disposición alguna referida a la capacidad de otros Estados para adherirse, si todas las
partes se ponen de acuerdo para invitar a un determinado Estado a adherir al tratado, éste tiene la facultad jurídica de hacerlo.
Basta que la invitación la formulen los Estados parte; es decir, aquellos que han manifestado su consentimiento en obligarse por
el tratado y que no necesariamente son todos los Estados negociadores. Además, al hablar de Estado parte, la Convención se
refiere a un tratado en vigor para aquellos que formulan la invitación.
En consecuencia, la invitación se hará por acuerdo de partes sin necesidad del consentimiento para tal acto de los Estados
negociadores (los que aún no han manifestado su consentimiento en obligarse por el tratado) ni de los Estados contratantes
(aquellos que ya han manifestado el consentimiento en obligarse por el tratado, pero con relación a los que el tratado aún no se
encuentran vigor).

RESERVAS.
Son las declaraciones unilaterales que hacen los Estados, en el momento de obligarse por el tratado, con el objeto de excluir o
modificar los efectos jurídicos de ciertas disposiciones de éste en su aplicación al reservante.

Son aquellos actos llevados adelante por un Estado interviniente a fin de dejar sin efecto total o parcialmente los alcances de
una cláusula en su modo de aplicación, hacia ese Estado.

CV69 - 2. Términos empleados. 1. Para los efectos de la presente Convención:


d) se entiende por "RESERVA" una declaración unilateral, cualquiera que sea su enunciado o denominación, hecha por un Estado
al firmar, ratificar, aceptar o aprobar un tratado o al adherirse a él, con objeto de excluir o modificar los efectos jurídicos de
ciertas disposiciones del tratado en su aplicación a ese Estado;

Generalmente obedecen a la oposición que encuentran algunas cláusulas del tratado respecto del orden interno del Estado
encargado de autorizar el consentimiento.

CV69 - 19. Formulación de reservas. Un Estado podrá formular una reserva en el momento de firmar, ratificar, aceptar o aprobar
un tratado o de adherirse al mismo, a menos:
a) que la reserva este prohibida por el tratado;
b) que el tratado disponga que únicamente pueden hacerse determinadas reservas, entre las cuales no figure la reserva de que
se trate; o
c) que, en los casos no previstos en los apartados a) y b), la reserva sea incompatible con el objeto y el fin del tratado.

De allí que, el principio general, es que los Estados pueden formular reserva a los tratados, SALVO que éstas están
expresamente prohibidas en el texto o que sean incompatibles con el objeto y el fin perseguido.

El sistema incorporado por la CV69 sigue en un criterio sostenido por la C.I.J. en una opinión consultiva donde determinó que:
toda convención multilateral es el fruto de un acuerdo efectuado libremente en lo que concierne a sus cláusulas y que, en
consecuencia, NO puede corresponder a ninguno de los contratantes destruir o comprometer lo que es el objeto o la razón de
ser de la convención.

Con ello, la Corte llega a la conclusión de que la apreciación de toda reserva, y de los efectos de las objeciones que se le pueda
hacer, dependen de las circunstancias particulares de cada caso, pero que la reserva debe ser compatible con el objeto y fin de
la convención.

El art. 19 de la CV69 establece, como norma subsidiaria para el caso de silencio del tratado, la posibilidad de efectuar reservas
siempre que NO sean contrarias a su objeto y a su fin.

Algunos autores, suman a estas excepciones, la imposibilidad de efectuar reservas cuando las mismas atentan o van en contra
del orden público internacional; es decir, aquellos casos en que la reserva vulnere las normas imperativas o normas ius cogens.

Aceptación de la Reserva:

CV69 - 20. Aceptación de las reservas y objeción a las reservas.


1. Una reserva expresamente autorizada por el tratado NO exigirá la aceptación ulterior de los demás Estados contratantes, a
menos que el tratado así lo disponga.
2. Cuando del número reducido de Estados negociadores y del objeto y del fin del tratado se desprenda que la aplicación del
tratado en su integridad entre todas las partes es condición esencial del consentimiento de cada una de ellas en obligarse por el
tratado, una reserva exigirá la aceptación de todas las partes.
3. Cuando el tratado sea un instrumento constitutivo de una organización internacional y a menos que en él se disponga otra
cosa, una reserva exigirá la aceptación del órgano competente de esa organización

4. En los CASOS NO PREVISTOS en los párrafos precedentes y a menos que el tratado disponga otra cosa:

a) la aceptación de una reserva por otro Estado contratante constituirá al Estado autor de la reserva en parte en el tratado en
relación con ese Estado sí el tratado ya está en vigor o cuando entre en vigor para esos Estados:
b) la objeción hecha por otro Estado contratante a una reserva NO impedirá la entrada en vigor del tratado entre el Estado que
haya hecho la objeción y el Estado autor de la reserva, A MENOS que el Estado autor de la objeción manifieste
inequívocamente la intención contraria;
c) un acto por el que un Estado manifieste su consentimiento en obligarse por un tratado y que contenga una reserva surtirá
efecto en cuanto acepte la reserva al menos otro Estado contratante.

5. Para los efectos de los párrafos 2 y 4. y a menos que el tratado disponga otra cosa, se considerara que una reserva ha sido
aceptada por un Estado cuando este no ha formulado ninguna objeción a la reserva dentro de los 12 meses siguientes a la fecha
en que hayan recibido la notificación de la reserva o en la fecha en que haya manifestado su consentimiento en obligarse por el
tratado si esta última es posterior.

De lo expuesto, la CV 69:

- Admite la aceptación tácita de la reserva si no se ha formulado ninguna objeción en los términos establecidos por el apartado
5 del art. 20.
- El Estado reservante será considerado como parte en el tratado cuando al menos uno de los Estados contratantes acepte la
reserva, sea expresa o tácitamente.

- La reserva produce los efectos jurídicos solo entre el Estado reservante y aquellos que lo acepten.

- Si uno de los Estados interesados considera que la reserva no es válida puede objetarla; sin embargo, ello no impedirá la
entrada en vigor del tratado entre el Estado reservante y el Estado objetante, entendiéndose en tal caso que las
disposiciones a que se refiere la reserva no se aplicarán entre los dos Estados en la medida que ella determina. Para que el
tratado no entre en vigor entre ambos es necesario que el Estado que formule la objeción sea opongan inequívocamente a
tal hecho.

- Si se trata de un tratado constitutivo de una organización internacional, la validez de la reserva queda subordinada a la
aceptación por parte del órgano competente de la organización.

Una reserva y una objeción a una reserva pueden retirarse en cualquier momento, salvo que el tratado disponga lo contrario.

La reserva y todos los demás instrumentos referidos a ella (aceptación expresa u objeción) deben formularse por escrito y
comunicarse a los Estados contratantes y a todos aquellos que pudiesen llegar a ser parte en el tratado.

Efectos de la reserva:

El efecto directo de toda reserva es que, solamente le es aplicable a quien la realiza:


- la cláusula de reserva NO tiene validez para aquellos Estados que objetaron –rechazaron- la reserva en contra del Estado que
la efectuó. El tratado entre ellos, Estado Reservante y Estado Objetor, tendrá validez en la totalidad de sus disposiciones,
como si no tuviese reservas.
- En cambio, será válida la cláusula de reserva para aquellos Estados que la aceptan del Estado que la realiza.

CV69 - 21. Efectos jurídicos de las reservas y de las objeciones a las reservas.
1. Una reserva que sea efectiva con respecto a otra parte en el tratado de conformidad con los artículos 19 20 y 23:
a) modificara con respecto al Estado autor de la reserva en sus relaciones con esa otra parte las disposiciones del tratado a que
se refiera la reserva en la medida determinada por la misma:
b) modificara en la misma medida, esas disposiciones en lo que respecta a esa otra parte en el tratado en sus relaciones con el
Estado autor de la reserva.

2. La reserva NO modificara las disposiciones del tratado en lo que respecta a las otras partes en el tratado en sus relaciones
"inter se".
3. Cuando un Estado que haya hecho una objeción a una reserva NO se oponga a la entrada en vigor del tratado entre él y el
Estado autor de la reserva, las disposiciones a que se refiera esta NO se aplicaran entre los dos Estados en la medida
determinada por la reserva.

ENTRADA EN VIGOR.

CV69 - 24. Entrada en vigor.


1. Un tratado entrará en vigor de la manera y en la fecha que en el se disponga o que acuerden los Estados negociadores.
2. A falta de tal disposición o acuerdo, el tratado entrara en vigor tan pronto como haya constancia del consentimiento de todos
los Estados negociadores en obligarse por el tratado.
3. Cuando cl consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se haga constar en una fecha posterior a la de la entrada
en vigor de dicho tratado, este entrará en vigor con relación a ese Estado en dicha fecha, a menos que el tratado disponga ot ra
cosa.
4. Las disposiciones de un tratado que regulen la autenticidad de su texto, la constancia del consentimiento de los Estados en
obligarse por el tratado, la manera o la fecha de su entrada en vigor, las reservas. las funciones del depositario y otras cuestiones
que se susciten necesariamente antes de la entrada en v igor del tratado se aplicarán desde el momento de la adopción de su
texto.

Del artículo 24, se desprende que para la CV69, un tratado entrará en vigor cuando todos los Estados negociadores hayan
expresado el consentimiento de obligarse por el mismo, a menos que el propio tratado disponga otra cosa.
Generalmente los tratados fijan formas particulares respecto a la entrada en vigor del tratado; pues, bien puede haber sido
firmado, y ratificado, pero no siempre que sea ratificado entrará en vigor, sino que generalmente se establecen pautas
complementarias en el tratado que determinan su vigencia. Son dos las formas más utilizadas:
- Se fija una fecha cierta en el mismo tratado; en cuyo caso, llegada la mismas, el tratado entra en vigor.
- Se admite también, principalmente para supuestos de tratados bilaterales, que se determine la entrada en vigor por un
hecho particular.
- Se establece una cierta cantidad de ratificaciones; es decir, se establece como base una cantidad determinada de Estados
ratificantes para que la misma determine la entrada en vigor (ej. cuando se alcance la decimo segunda ratificación de los
Estados contratantes, entrara en vigor el tratado).

Por otra parte, hay ciertas disposiciones del tratado –las denominadas disposiciones finales-referidas a diversas cuestiones
(como la autenticación del texto, la forma de manifestar el consentimiento en obligarse por el tratado, entre otras), que son
aplicables desde la adopción del texto. Los Estados dan su consentimiento para que estas disposiciones entren en vigor en el
momento mismo en que adoptan el texto del tratado.

La entrada en vigor de un tratado no implica, necesariamente, su aplicación; las dos situaciones pueden coincidir o no en el
tiempo.

La CV69 distingue entre:


- Estados negociadores: son los que han participado en la elaboración y adopción del texto del tratado.
- Estados contratantes: son los que han consentido en obligarse por el tratado haya o no éste entrado en vigor.
- Estados partes: son los que han consentido en obligarse por el tratado y con respecto a los cuales el tratado está en vigor.

También puede ocurrir que un tratado prevea la aplicación provisoria, ANTES de su entrada en vigor; supuesto también previsto
en la CV69:

CV69 - 25. Aplicación provisional.


1. Un tratado o una parte de él se aplicará provisionalmente antes de su entrada en vigor:
a) si el propio tratado así lo dispone: o
b) si los Estados negociadores han convenido en ello de otro modo.
2. La aplicación provisional de un tratado o de una parte de el respecto de un Estado terminará si éste notifica a los Estados entre
los cuales el tratado se aplica provisionalmente su intención de no llegar a ser parte en el mismo, a menos que el tratado
disponga o los Estados negociadores hayan convenido otra cosa al respecto.
Este articulo tiende a regular un acuerdo colateral o accesorio de los Estados negociadores por el que, sea en el mismo tratado o
de toda otra manera, éstos han convenido la posibilidad de aplicarlo antes de su entrada en vigor. La participación en este
acuerdo accesorio está sometida a la condición resolutoria de llegar a ser parte o no del tratado principal.

OBSERVANCIA, APLICACIÓN E INTERPRETACIÓN.

Una vez que el tratado ha quedado concluido y entra en vigor, es fuente de derecho y obligaciones para los Estados parte. La
fuerza obligatoria inmediata reside en la voluntad de obligarse por el tratado, pero el fundamento de la validez mediato se
encuentra en una norma consuetudinaria: pacta sunt servanda.

CV69 - 26. "PACTA SUNT SERVANDA". Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe.

El enunciado del articulo NO ha sido puesto en tela de juicio por los Estados, puesto que no hacen más que recoger una norma
consuetudinaria del derecho de los tratados.

Se presume que los estados actúan de buena fe, salvo prueba en contrario.

No se trata de un principio de moral o de una regla de comportamiento, sino de una verdadera obligación jurídica en la que la
buena fe forma parte de la norma pacta sunt servanda. Esta se refiera los tratados en vigor, es decir, a aquellos por lo que los
Estados se han obligado y que no han sido, posteriormente, declarados inválidos (nulidad).

Como corolario de esta norma, el art. 27 consagra la primacía del derecho internacional sobre el derecho interno:

CV69 - 27. El derecho interno y la observancia de los tratados. Una parte NO podrá invocar las disposiciones de su derecho
interno como justificación del incumplimiento de un tratado. Esta norma se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 46.

El tratado en vigor obliga, en principio, para el futuro y es por ello que sus disposiciones no pueden ser aplicables a acto, hechos
o situaciones anteriores a la fecha de su entrada en vigor. Sin embargo, el principio de la autonomía de la voluntad, autoriza a
que las partes pueden establecer en el tratado, o por otro medio, la retroactividad de la norma convencional (Art. 28).

Además, el tratado en vigor obliga al Estado por la totalidad de su territorio (art. 29), tal como éste se encuentra integrado a lo
largo de toda la vida del tratado.

La observancia de los tratados impuesta por la pacta sunt servanda, plantea el problema de un eventual conflicto o
incompatibilidad entre tratados sucesivos concernientes a la misma materia:

CV69 - 30. Aplicación de tratados sucesivos concernientes a la misma materia.


1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el articulo 103 de la Carta de las Naciones Unidas, los derechos y las obligaciones de los
Estados partes en tratados sucesivos concernientes a la misma materia se determinaran conforme a los párrafos siguientes.
2. Cuando un tratado especifique que está subordinado a un tratado anterior o posterior o que no debe ser considerado
incompatible con ese otro tratado prevalecerán las disposiciones de este último.
3. Cuando todas las partes en el tratado anterior sean también partes en el tratado posterior, pero el tratado anterior no
quede terminado ni su aplicación suspendida conforme al articulo 59, el tratado anterior se aplicara únicamente en la medida
en que sus disposiciones sean compatibles con las del tratado posterior.
4. Cuando las partes en el tratado anterior no sean todas ellas partes en el tratado posterior:
a) en las relaciones entre los Estados partes en ambos tratados se aplicará la norma enunciada en el párrafo 3:
b) en las relaciones entre un Estado que sea parte en ambos tratados y un Estado que sólo lo sea en uno de ellos, los
derechos y obligaciones recíprocos se regirán por el tratado en el que los dos Estados sean partes.
5. El párrafo 4 se aplicará sin perjuicio de lo dispuesto en el articulo 41 y no prejuzgará ninguna cuestión de terminación o
suspensión de la aplicación de un tratado conforme al artículo 60 ni ninguna cuestión de responsabilidad en que pueda
incurrir un Estado por la celebración o aplicación de un tratado cuyas disposiciones sean incompatibles con las obligaciones
contraídas con respecto a otro Estado en virtud de otro tratado.

De lo expuesto en la norma:
- El sistema incorporado por la CV69 en el art. 30 parte de la prioridad en la aplicación del tratado posterior, siempre y cuando
esté en vigor, entre quienes son parte en el segundo tratado.
- Si el tratado posterior celebrado por todas las partes en el tratado anterior guarda silencio sobre la terminación de éste, será
necesario resolver el conflicto mediante una interpretación previa de los dos tratado para determinar si concurren –respecto
del anterior- las condiciones previstas por la Convención (art. 59) relativas a la terminación de un tratado o suspensión de su
aplicación, como consecuencia de la celebración de un tratado posterior.
Cuando como resultado de dicha interpretación previa se entienda que el tratado posterior ha puesto fin al anterior, las
disposiciones del art. 30 NO se aplicarán; se estará en presencia de un solo tratado.

- Si la celebración del tratado posterior constituye una infracción de los derechos de las partes en otro tratado, el problema se
resolverá en el marco de la terminación de los tratados por violación, y en el de la responsabilidad internacional del estado por
haber cometido un hecho ilícito internacional.

- Si todas las partes en el tratado anterior son también partes en el tratado posterior, el tratado anterior se aplicará únicamente
en la medida de sus disposiciones sean compatibles con las del tratado posterior; el tratado posterior siempre prevalecerá.
En este caso, se utiliza el orden de prelación de un tratado sobre otro.

- Si NO todas las partes en el tratado anterior son partes en el tratado posterior, se debe analizar las relaciones emergente de
los tratados (no su orden de prelación):

- Las relaciones entre los Estados que sean parte en ambos tratados, estarán regidas por el tratado posterior;
- Las relaciones entre los Estados partes en el primer tratado -que NO son parte en el segundo- y los Estados parte tanto
en el primero como en el segundo, se regirán por el primer tratado;
- No habrá relación jurídica alguna, entre un Estado que sólo sea parte en el tratado anterior y une Estado que sólo sea
parte en el tratado posterior.

Estas reglas que rigen las relaciones jurídicas emergentes de los tratados sucesivos concernientes a la misma materia reconoce
una EXCEPCIÓN en el art. 30,1 CV69: se otorga prioridad de aplicación de la Carta en caso de conflicto entre ésta y cualquier
otro tratado.

Interpretación.

Todo proceso interpretativo permite determinar el sentido y el alcance de las disposiciones de un tratado.

La doctrina propone tres métodos distintos:

a) Método textual: el texto escrito de un tratado es suficiente como elemento de interpretación.


b) Métodos subjetivo: la labor interpretativa consiste en descubrir la voluntad real de las partes.
c) Método funcional o teleológico: el tratado debe interpretarse en función del objeto y del fin buscado con su celebración. Es
el método más reciente y en el que se basan los órganos de las organizaciones internacionales cuando interpretan el
tratado constitutivo o tratado marco.

En los hechos, todo proceso interpretativo, sean que se lleve a cabo por las partes, por una jurisdicción o un órgano
internacional, se fundamenta en los tres métodos:

En la CV69, la REGLA GENERAL DE INTERPRETACIÓN se establece en el art. 31:

1. Un tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los términos del tratado
en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin. […] 4. Se dará a un término un sentido especial si consta que tal fue
la intención de las partes.

- El sentido corriente de los términos del tratado, marca como punto de partida de la labor interpretativa, el texto (método
textual).
- La necesidad de tener en cuenta el objeto y fin, indica que el examen de éste debe hacerse a la luz del espíritu del tratado
(método funcional).

- La posibilidad de investigar la intención de las partes si consta que de ellas entendieron dar un sentido especial a un término
del tratado (método subjetivo), por oposición al sentido corriente tiende a aclarar en este caso la carga de la prueba.
[…] 2. Para los efectos de la interpretación de un tratado, el contexto comprenderá, además del texto, incluidos su preámbulo y
anexos:
a) todo acuerdo que se refiera al tratado y haya sido concertado entre todas las partes con motivo de la celebración del
tratado:
b) todo instrumento formulado por una o más partes con motivo de la celebración del tratado y aceptado por las demás
como instrumento referente al tratado;

3. Juntamente con el contexto, habrá de tenerse en cuenta:


a) todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación del tratado o de la aplicación de sus disposiciones:
b) toda práctica ulteriormente seguida en la aplicación del tratado por la cual conste el acuerdo de las partes acerca de la
interpretación del tratado:
c) toda forma pertinente de derecho internacional aplicable en las relaciones entre las partes.

32. Medios de interpretación complementarios. Se podrán acudir a medios de interpretación complementarios, en particular a
los trabajos preparatorios del tratado y a las circunstancias de su celebración, para confirmar el sentido resultante de la
aplicación del artículo 31, o para determinar el sentido cuando la interpretación dada de conformidad con el artículo 31:
a) deje ambiguo u oscuro el sentido; o
b) conduzca a un resultado manifiestamente absurdo o irrazonable.

33. Interpretación de tratados autenticados en dos o más idiomas.


1. Cuando un tratado haya sido autenticado en dos o más idiomas, el texto hará igualmente fe en cada idioma, a menos que el
tratado disponga o las partes convengan que en caso de discrepancia prevalecerá uno de los textos.
2. Una versión del tratado en idioma distinto de aquel en que haya sido autenticado el texto será considerada como texto
auténtico únicamente si el tratado así lo dispone o las partes así lo convienen.
3. Se presumirá que los términos del tratado tienen en cada texto auténtico igual sentido.
4. Salvo en el caso en que prevalezca un texto determinado conforme a lo previsto en el párrafo 1, cuando la comparación de los
textos auténticos revele una diferencia de sentido que no pueda resolverse con la aplicación de los artículos 31 y 39, se adoptará
el sentido que mejor concilie esos textos, habida cuenta del objeto y fin del tratado.

LOS TRATADOS Y LOS TERCEROS ESTADOS.

La CV69, define al tercer Estado como el Estado que NO es parte del tratado. El principio de autonomía de la voluntad en materia
convencional tiene como consecuencia que los sujetos del ordenamiento que NO han dado su consentimiento para la
celebración del tratado, no se encuentran vinculados por él. En consecuencia, el tratado solo crea obligaciones y derechos para
las partes.

CV69 - 34. Norma general concerniente a terceros Estados. Un tratado NO crea obligaciones NI derechos para un tercer
Estado SIN su consentimiento.

La doctrina discute si esta regla puede o no tener excepciones en lo que hace al otorgamiento de derechos a favor de terceros
Estados:

- Una parte entiende que, si tal es la intención de las partes, un tratado puede producir este efecto aun cuando los terceros
Estados no estén obligados a aceptar o ejercer el derecho;
- Otro grupo, entienden que el derecho NO nace mientras no medie aceptación del tercer Estado (tal como establece la CV69).

Se debe distinguir:

a) Tratados en que se prevén OBLIGACIONES para los terceros Estados => Art. 35:

Una disposición de un tratado dará origen a una obligación para un tercer Estado si las partes en el tratado tienen la
intención de que tal disposición sea el medio de crear la obligación y si el tercer Estado acepta expresamente por escrito
esa obligación.
La CV69 requiere la existencia de 2 elementos para que se pueda considerar que un tratado da origen a una obligación para
un tercer Estado:

- La intención de las partes de que una disposición del tratado cree tal obligación;
- Que medie una aceptación expresa, formulada por escrito, que emane del tercer Estado (requiere forma sacramental
para la manifestación del consentimiento).

La fuente de la obligación es el acuerdo colateral que se perfecciona entre las partes y el tercer Estado al dar este su
consentimiento. Estamos frente a un nuevo tratado que, por sus características, quedaran también dentro del ámbito de la
Convención.

 Excepción => Art. 75.


En virtud del ordenamiento jurídico de la comunidad internacional, es posible admitir que se le pueda imponer una
obligación en virtud de un tratado a un tercer Estado considerado agresor, siempre que se lo haga como consecuencia de
medidas adoptadas conforme a la Carta de la ONU.
75. Caso de un Estado agresor. Las disposiciones de la presente Convención se entenderán sin perjuicio de cualquier
obligación que pueda originarse con relación a un tratado para un Estado agresor como consecuencia de medidas
adoptadas conforme a la Carta de las Naciones Unidas con respecto a la agresión de tal Estado.

La obligación fundada en el tratado colateral, terminará cuando las partes en el tratado y el tercer Estado den su
consentimiento en ese sentido. Solo pueden quedar sin efecto por la voluntad de todos aquellos que los han concluido, NO
siendo posible concebir el derecho unilateral de denuncia:
37. Revocación o modificación de obligaciones o de derechos de terceros Estados.
1. Cuando de conformidad con el artículo 35 se haya originado una obligación para un tercer Estado, tal obligación no
podrá ser revocada ni modificada sino con el consentimiento de las partes en el trarado y del tercer Estado, a menos que
conste que habían convenido otra cosa al respecto.
2. […]

b) Tratados en que se prevén DERECHOS para terceros Estados => Art. 36:

1. Una disposición de un tratado dará origen a un derecho para un tercer Estado si con ella las partes en el tratado tienen
la intención de conferir ese derecho al tercer Estado o a un grupo de Estados al cual pertenezca, o bien a todos los Estados
y si el tercer Estado asiente a ello. Su asentimiento se presumirá mientras no haya indicación en contrario, salvo que el
tratado disponga otra cosa.
2. Un Estado que ejerza un derecho con arreglo al párrafo I deberá cumplir las condiciones que para su ejercicio estén
prescritas en el tratado o se establezcan conforme a éste.

Se trata de aquellos supuestos en que un tratado genera verdaderos derechos a terceros Estados y NO un simple beneficio.
Para que el derecho nazca, se requiere:
- La intención de las partes de conferir el derecho al tercer Estado, grupo de Estados o a todos los Estados;
- Que medie consentimiento del tercer Estado.

La fuente del derecho, no es el tratado mismo, sino el acuerdo colateral; pero, a diferencia de aquellos tratados que prevén
obligaciones, el asentimiento NO necesita expresarse en forma sacramental; puede, inclusive, presumirse mientras no haya
indicación en contrario.
Sin embargo, si el ejercicio del derecho queda subordinado a las condiciones que para ello estén prescritas en el tratado o se
establezcan conforme a éste (art. 36.2), y si tales condiciones comportan obligaciones a cargo del tercer Estado, la regla
sobre la necesidad de dar el consentimiento en forma estricta y por escrito, prima sobre el art. 36.

El derecho emergente del acuerdo colateral terminará cuando medie consentimiento en tal sentido de las partes y del tercer
Estado; en caso de silencio o falta de prueba de la intención de los intervinientes sobre la necesidad del consentimiento del
tercer Estado, el derecho sería revocable unilateralmente por las partes del tratado.
37. Revocación o modificación de obligaciones o de derechos de terceros Estados.
1. […]
2. Cuando de conformidad con el artículo 36 se haya originado un derecho para un tercer Estado, tal derecho no podrá ser
revocado ni modificado por las partes si consta que se tuvo la intención de que el derecho no fuera revocable ni modificable
sin el consentimiento del tercer Estado .

c) Los tratados y el derecho consuetudinario => Art. 38.


Nada impide en este ordenamiento que una misma formulación se imponga en tanto derecho convencional a los Estados
partes de una determinada convención, y en tanto de derecho consuetudinario a los demás miembros de la comunidad
internacional.
CV69 - 38. Normas de un tratado que lleguen a ser obligatorias para terceros Estados en virtud de una costumbre
internacional. Lo dispuesto en los artículos 34 a 37 no impedirá que una norma enunciada en un tratado llegue a ser
obligatoria para un tercer Estado como norma consuetudinaria de derecho internacional reconocida como tal.

Este fenómeno puede producirse:


- En razón de que una convención codificadora recoja una norma de derecho consuetudinario preexistente;
- En virtud de que una disposición de una convención de tal naturaleza sea antecedente de una norma consuetudinaria
posterior por el hecho de su aceptación, con conciencia obligatoria, por aquellos Estados que no son parte del tratado.

ENMIENDA, MODIFICACIÓN.

Por el principio de la autonomía de la voluntad, un tratado podrá ser enmendado o modificado solamente por acuerdo entre las
partes.

Enmienda.
Se utiliza para designar la echa a un tratado, que tiene por objeto modificar ciertas disposiciones de este, o revisarlo en su
conjunto, con relación a todas las partes intervinientes.

39. Norma general concerniente a la enmienda de los tratados. Un tratado podrá ser enmendado por acuerdo entre las
partes. Se aplicarán a tal acuerdo las normas enunciadas en la Parte II, salvo en la medida en que el tratado disponga otra
cosa.

Comúnmente se trata de un nuevo tratado y, por lo tanto, se han de aplicar las disposiciones de la CV69 sobre la celebración y la
entrada en vigor.
En todos los Estados contratantes (aquellos que hayan consentido en obligarse por el tratado, haya o no entrado en vigor el
tratado) tienen derecho a participar en las negociaciones tendientes a la enmienda del tratado y, en consecuencia, tendrán
derecho a llegar a ser parte en el tratado en su forma enmendada.

Efectos. => Art. 40.

- El tratado en su forma enmendada regirá entre todos aquellos que han manifestado su consentimiento en obligarse por la
enmienda.

- El tratado en su forma original regirá entre aquellos que han manifestado su consentimiento de obligarse por la enmienda y
las partes del tratado original que NO lo han hecho.

- El tratado en su forma original regirá, también, entre todos aquellos que NO han manifestado su consentimiento en obligarse
por la enmienda.

- Todo Estado que llegue a ser parte en el tratado con posterioridad a la entrada en vigor del enmienda, salvo que manifieste
una intención diferente, será considerado parte del tratado enmendado; a su vez, será considerado parte del tratado no
enmendado con relación a todas aquellas partes del tratado original que NO está obligada por el acuerdo en virtud del cual
se enmienda al tratado.

Modificación.
Refiere al acuerdo concluido entre dos o más partes en un tratado multilateral que tiene por objeto modificar el tratado
únicamente en sus relaciones mutuas.
CV69 - 41. Acuerdos para modificar tratados multilaterales entre algunas de las partes únicamente.
1. Dos o más partes en un tratado multilateral podrán celebrar un acuerdo que tenga por objeto modificar el tratado
únicamente en sus relaciones mutuas:
a) si la posibilidad de tal modificación esta prevista por el tratado: o

b) si tal modificación no está prohibida por el tratado A CONDICIÓN de que:


i) NO afecte al disfrute de los derechos que a las demás partes correspondan en virtud del tratado, NI al cumplimiento
de sus obligaciones: y

ii) NO se refiera a ninguna disposición cuya modificación sea incompatible con la consecución efectiva del objeto y del
fin del tratado en su conjunto.
 2. Salvo que en el caso previsto en el apartado a) del párrafo 1 el tratado disponga otra cosa, las partes interesadas
deberán notificar a las demás partes su intención de celebrar el acuerdo y la modificación del tratado que en ese
acuerdo se disponga.

Se trata de los llamados acuerdos inter se. El problema que éstos pueden presentar es que se contraríe, en alguna medida, el
objeto y el fin del tratado. En este caso, su celebración y su aplicación haría incurrir a los Estados parte en el acuerdo inter se en
responsabilidad internacional frente a los demás Estados partes en el tratado original.

NULIDAD, TERMINACIÓN Y SUSPENSIÓN DE LOS TRATADOS => Parte V de la CV69.

En los arts. 42, 43, 44 y 45 de la Convención, enuncia una serie de REGLAS GENERALES aplicables a todos los casos de nulidad,
terminación o suspensión de los tratados:

- 42. Validez y continuación en vigor de los tratados.

1. La validez de un tratado o del consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado no podrá ser impugnada sino
mediante la aplicación de la presente Convención.
2. La terminación de un tratado, su denuncia o el retiro de una parte no podrán tener lugar sino como resultado de la aplicación
de las disposiciones del tratado o de la presente Convención. La misma norma se aplicará a la suspensión de la aplicación de un
tratado.

 Este régimen contribuye a dar certeza y estabilidad a las relaciones internacionales, ya que afirma la presunción de validez
de los compromisos que los Estados han asumido.
Con ello, establece la regla onus probandi, en el sentido de que, aquel que alega la existencia de una causal de nulidad,
terminación o suspensión de la aplicación de un tratado, deberá acreditarla.

- 43. Obligaciones impuestas por el derecho internacional independientemente de un tratado.

La nulidad, terminación o denuncia de un tratado, el retiro de una de las partes o la suspensión de la aplicación del tratado,
cuando resulten de la aplicación de la presente Convención o de las disposiciones del tratado, NO menoscabarán en nada el
deber de un Estado de cumplir toda obligación enunciada en el tratado a la que esté sometido en virtud del derecho
internacional independientemente de ese tratado.

 Retoma el principio sentado en el artículo 38 con relación a aquellas normas que llegan a ser obligatorias para terceros
Estados en virtud del derecho consuetudinario.

- 44. Divisibilidad de las disposiciones de un tratado.

1. El derecho de una parte, previsto en un tratado o emanado del artículo 56, a denunciar ese tratado, retirarse de él o
suspender su aplicación no podrá ejercerse sino con respecto a la totalidad del tratado, a menos que el tratado disponga o las
partes convengan otra cosa al respecto.
2. Una causa de nulidad o terminación de un tratado, de retiro de una de las partes o de suspensión de la aplicación de un
tratado reconocida en la presente Convención no podrá alegarse sino con respecto a la totalidad del tratado, salvo en los casos
previstos en los párrafos siguientes o en el artículo 60.
3. Si la causa se refiere sólo a determinadas cláusulas, no podrá alegarse sino con respecto a esas cláusulas cuando:
a) dichas cláusulas sean separables del resto del tratado en lo que respecta a su aplicación;
b) se desprenda del tratado o conste de otro modo que la aceptación de esas cláusulas no ha constituido para la otra parte
o las otras partes en el tratado una base esencial de su consentimiento en obligarse por el tratado en su conjunto. y
c) la continuación del cumplimiento del resto del tratado no sea injusta.
4. En los casos previstos en los artículos 49 y 50, el Estado facultado para alegar el dolo o la corrupción podrá hacerlo en lo que
respecta a la totalidad del tratado o, en el caso previsto en el párrafo 3, en lo que respecta a determinadas clausulas únicamente.
5. En los casos previstos en los artículos 51, 52 y 53 no se admitirá la división de las disposiciones del tratado.

 Reafirma el principio de la integridad del tratado.

- 45. Pérdida del derecho a alegar una causa de nulidad, terminación, retiro o suspensión de la aplicación de un tratado
SALVO casos de violación del tratado o de un cambio fundamental en las circunstancias-.
Un Estado no podrá ya alegar una causa para anular un tratado, darlo por terminado, retirarse de él o suspender su aplicación
con arreglo a lo dispuesto un los artículos 46 a 50 o en los artículos 60 y 62, si, después de haber tenido conocimiento de los
hechos, ese Estado:
a) ha convenido expresamente en que el tratado es válido, permanece en vigor o continúa en aplicación, según el caso; o
b) se ha comportado de tal manera que debe considerarse que ha dado su aquiescencia a la validez del tratado o a su
continuación en vigor o en aplicación, según el caso.
 El inc. b), receptaría el principio del stoppel, aceptado por la jurisprudencia internacional como una excepción de fondo
válida para rechazar reclamaciones formuladas por un Estado que, con su conducta anterior, había dado lugar a que la otra
parte en la controversia hubiese presumido su consentimiento con determinados hechos o situaciones. Este principio
requiere de dos elementos:
- Una conducta o una actitud de un Estado que incite a la otra parte a adoptar cierta posición o, al menos, a hacerse una
determinada representación de la situación;
- La existencia de un perjuicio por la parte que ha confiado en el otro Estado.

Nulidad de los tratados.


Un tratado ha sido válidamente concluido si el consentimiento ha sido expresado por quien tiene capacidad para hacerlo y se
ha otorgado en forma consciente y libre. Además, el derecho internacional contemporáneo requiere que el objeto del tratado
sea el ilícito; es decir, que NO sea contrario a una norma imperativa de derecho internacional general.
Si algunos de estos requisitos NO se cumple, la consecuencia será la anulabilidad o la nulidad del tratado, o bien, la del
consentimiento dado por el Estado en obligarse por aquel.

- Anulabilidad: el Estado que considera haber otorgado inválidamente su consentimiento podría, con su conducta ulterior, dar
la aquiescencia a la validez del acto; de esta manera, el tratado seguirá en vigor y producirá todos los efectos jurídicos que
con él se pensaban alcanzar.

- Nulidad: a fin de preservar el orden público internacional, la nulidad se produce automáticamente y el tratado no sería
susceptible de confirmación posterior por la voluntad de las partes.

Causales de Nulidad:
La nulidad puede ser:
- RELATIVA: supuestos que otorgan el derecho de alegar la nulidad (no es automática); se presentan respecto a la capacidad y
al consentimiento.
- ABSOLUTA: el tratado carecerá de todo efecto jurídico, la nulidad es automática; se presenta respecto del consentimiento –
destacando que el mismo ha de ser expresado en forma consciente y libre- y respecto del objeto.

 Causales de Nulidad RELATIVA:


a) Respecto a la CAPACIDAD:
En esta materia, no se alude a la capacidad de las partes -porque la CV69 afirma la capacidad de todos los Estados para
celebrar tratados-, sino a la de los representantes del Estado.
46. Disposiciones de derecho interno concernientes a la competencia para celebrar tratados.

1. El hecho de que el consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado haya sido manifiesto en violación de una
disposición de su derecho interno concerniente a la competencia para celebrar tratados NO podrá ser alegado por dicho
Estado como vicio de su consentimiento, A MENOS que esa violación sea manifiesta y afecte a una norma de importancia
fundamental de su derecho interno.

 En consecuencia, un Estado NO podrá alegar como causal de nulidad que su consentimiento ha sido manifestado en
violación a una norma de derecho interno; EXCPETO que:
- esa violación sea manifiesta;
- se refiere a una disposición concerniente a la competencia para celebrar tratados;
- afecte a una norma de importancia fundamental.
2. Una violación es manifiesta si resulta objetivamente evidente para cualquier Estado que proceda en la materia conforme a
la práctica usual y de buena fe.

47. Restricción específica de los poderes para manifestar el consentimiento de un Estado.

Si los poderes de un representante para manifestar el consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado determinado
han sido objeto de una restricción específica, la inobservancia de esa restricción por tal representante NO podrá alegarse
como vicio del consentimiento manifestado por él, A MENOS que la restricción haya sido notificadas con anterioridad a la
manifestación de ese consentimiento, a los demás Estados negociadores.
 El caso podría plantearse en el supuesto en que, un representante autorizado sólo a firmar un tratado bajo reserva de
ratificación, y no lo hiciese así y el tratado estableciese su obligatoriedad a partir de la firma. En tal situación el Estado
sólo podría alegar la inobservancia la restricción como vicio de su consentimiento si, previo a la firma, la había notificado
a los demás Estados negociadores

b) Respecto del CONSENTIMIENTO:


La Convención recoge, en general, la doctrina de los vicios del consentimiento desarrollado en los distintos derechos
internos:

48. Error.

1. Un Estado podrá alegar un error en un tratado como vicio de su consentimiento en obligarse por el tratado si:
- el error se refiere a un hecho o a una situación
- cuya existencia diera por supuesta ese Estado en el momento de la celebración del tratado
- y constituyera una base esencial de su consentimiento en obligarse por el tratado.
 Es decir que el error debe reunir como condición, para configurar un vicio del consentimiento, ser de hecho y no del
derecho, se esencial y excusable. El vicio existirá si la manifestación exterior de voluntad NO corresponde a la voluntad
real del Estado.
2. El párrafo I NO se aplicara si el Estado de que se trate contribuyó con su conducta al error o si las circunstancias fueron
tales que hubiera quedado advertido de la posibilidad de error.
 Se recepta el principio de que nadie pueda alegar su propia torpeza. En efecto, si el Estado de que se trate contribuyó
con su conducta al error o si las circunstancias fueron tales que hubiera quedado advertida la posibilidad de un error,
NO podrá alegarlo como vicio del consentimiento.
3. Un error que concierna sólo a la redacción del texto de un tratado (y no un error en el consentimiento) NO afectará a la
validez de éste: en tal caso se aplicará el artículo 79.

49. Dolo.
Si un Estado ha sido inducido a celebrar un tratado por la conducta fraudulenta de otro Estado negociador, podrá alegar el
dolo como vicio de su consentimiento en obligarse por el tratado.
 En este caso, el Estado incurre en error, no por una confusión que le sea exclusivamente imputable, sino por haber sido
inducido a ello por la conducta fraudulenta de otro Estado negociador. Por lo tanto, si la conducta fraudulenta que
emana de un tercer Estado y no de un negociador, el dolo NO quedará configurado.
El dolo no sólo vicia el consentimiento, sino que destruye la base de la confianza mutua entre las partes. Para que
quede tipificado es necesario que medie:
- Un elemento psicológico: la intención del negocio de dañar;
- Un elemento material: las maniobras que constituyen la conducta fraudulenta.
Como en el caso del error, el dolo debe ser:
- Esencial: determinante del consentimiento otorgado por el Estado;
- Excusable: implica que la víctima no debe haber sido negligente al dar su consentimiento.
Uno de los medios posibles de obtener del consentimiento por maniobras dolosas sería la corrupción del representante
de un Estado, contempla especialmente por la convención como supuesto o causal de nulidad.

50. Corrupción del representante de un Estado.


Si la manifestación del consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado ha sido obtenida mediante la corrupción de
su representante, efectuada directa o indirectamente por otro Estado negociador, aquel Estado podrá alegar esa corrupción
como vicio de su consentimiento en obligarse por el tratado.

 Causales de Nulidad ABSOLUTA:

a) Respecto del CONSENTIMIENTO:

51. Coacción sobre el representante de un Estado.

La manifestación del consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado que haya sido obtenida por coacción sobre su
representante mediante actos o amenazas dirigidos contra él carecerá de todo efecto jurídico.

 Se trata de la coacción ejercida en forma personal, sobre el representante del Estado, mediante actos o amenazas
diversas contra él, a fin de obtener la manifestación del consentimiento en obligarse por el tratado.

52. Coacción sobre un Estado por la amenaza o el uso de la fuerza.

Es nulo todo tratado cuya celebración se haya obtenido por la amenaza o el uso de la fuerza en violación de los principios de
derecho internacional incorporados en la Carta de las Naciones Unidas.

 La disposición de vincula con el principio consagrado en la Carta de la ONU según el que, los miembros de la Organización,
en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o uso de la fuerza contra la integridad territorial
o la independencia política de cualquier Estado, en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de Naciones
Unidas (art. 2. 4 de la Carta).
Ahora bien, cuando la fuerza es empleado a título de sanción en el marco de la ONU, el tratado que se impone a un
Estado agresor NO es nulo (se infiere del art. 75 de la CV69).
La fuerza que menciona el artículo 52 es, indudablemente, la fuerza armada. Pero nada impediría que, en un caso
determinado, se pudiese interpretar que este concepto comprenda también la fuerza económica y la política. En este
sentido, durante la Conferencia de Viena sobre el derecho de los tratados, se adoptó una Declaración sobre la prohibición
de la coacción militar, política o económica en la celebración de tratados, en la que se condenas solamente el recurso a la
amenaza o al uso de la presión, en todas sus formas, por un Estado, con el fin de coaccionar a otro Estado para que
realice un acto relativo la celebración de un tratado en violación a los principios de la igualdad soberana de los Estados y
de la libertad del consentimiento.

b) Respecto del OBJETO => OBJETO ILÍCITO.

53. Tratados que están en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general ("jus cogens").

Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración, esté en oposición con una norma imperativa de derecho
internacional general. Para los efectos de la presente Convención, una norma imperativa de derecho internacional general
es una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite
acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el
mismo carácter.
 Para que se trate de una regla imperativa, la comunidad internacional no solo tiene que aceptarla –como ocurre con la
costumbre-, sino que, además, debe reconocerla tal como lo hacen los Estados al concluir un acuerdo internacional.
Por otra parte, la norma imperativa no podrá ser derogada por la voluntad de la comunidad internacional, sino
simplemente modificada mediante otra norma que tenga idéntica naturaleza.

64. Aparición de una nueva norma imperativa de derecho internacional general ("jus cogens").

Si surge una nueva norma imperativa de derecho internacional general, todo tratado existente que esté en oposición con esa
norma se convertirá en nulo y terminará.

 En este supuesto, el objeto del tratado se convertirá en un ilícito internacional en razón de ser contrario al orden público
internacional. Por lo tanto, no solo devendrá NULO, sino que el mismo termina.

Consecuencias de la Nulidad:

Si a pesar de la nulidad de se han ejecutado a todos basados en el tratado nulo, se deben distinguir:

- Actos ANTERIORES a la determinación de la nulidad:


- En los casos en que la nulidad se declare por error, violación del derecho interno o exceso del poder del representante del
Estado: cualquiera de las partes en el tratado podrá exigir a la otra u otras partes que, en la medida de lo posible, vuelva las
cosas al estado anterior, estableciendo la situación que habría existido si no se hubieran ejecutado tales actos.
Sin embargo, los actos ejecutados de buena fe antes de que se haya al hígado la nulidad, NO resultaren ilícitos por el solo
hecho de la nulidad del tratado.
- En los casos en que la nulidad se declare por dolo o corrupción, o cuando el tratado carezca de efectos jurídicos por la
coacción ejercida sobre el representante del Estado o sobre el Estado mismo: incluso los actos ejecutados presumiblemente
de buena fe por la parte a quien le sea imputable el dolo, el acto de corrupción o la coacción, serán considerados como
ilícitos. Este Estado no tendrá derecho a exigir de la otra, o de las otras partes, que vuelve las cosas al estado anterior a la
ejecución de los actos que se realizaron en virtud del tratado.
- Si el tratado es nulo por ser contrario a una norma imperativa del derecho internacional general: las partes deben, en lo
posible, en eliminar las consecuencias de todo acto que se haya ejecutado basándose en una disposición que esté en
oposición con la norma imperativa. Además, deberán ajustar sus relaciones mutuas a la norma imperativa anterior a la
celebración del tratado. En cambio, si la norma imperativa es posterior a la celebración del tratado, la terminación del
tratado no afectará ningún derecho, obligación o situación jurídica de las partes creadas por la ejecución del tratado antes de
su terminación.

- Actos POSTERIORES a la determinación de la nulidad:


Las disposiciones de un tratado nulo carecen de fuerza jurídica; a partir del momento en que se determine la nulidad, las
disposiciones del tratado ya no constituyen fuentes de derechos y obligaciones.

Terminación de los tratados.


El hecho de que un tratado termine, o que una de las partes en el tratado no se encuentre ya obligado por él, significa que éste
ha dejado de estar en vigor, o que ha dejado de estar en vigor para dicha parte.

Los tratados en vigor, deben ser respetados por las partes y nadie puede pretender su modificación o su terminación si no es
por alguna de las causas previstas en la Convención (Art. 42).

También en la Convención, se prevé la irretroactividad de la determinación del tratado (art. 70, 1.b); éste deja de producir
efectos jurídicos a partir del momento en que se le pone fin, pero tal hecho NO afectará a ningún derecho, obligación o situación
jurídica de las partes creadas por la ejecución del tratado antes de su terminación.

Causales de Terminación:

a) Terminación del tratado POR VOLUNTAD DE LAS PARTES:

54. Terminación de un tratado o retiro de él en virtud de sus DISPOSICIONES o por CONSENTIMIENTO de las partes. La
terminación de un tratado o el retiro de una parte podrán tener lugar:
a) conforme a las disposiciones del tratado, o
 Un tratado terminarán en la fecha –cierta- o en el momento –determinación de un plazo (ej. 10 años) o condición
resolutoria- en que sus propias disposiciones lo establecen.

b) en cualquier momento, por consentimiento de todas las partes después de consultar a los demás Estados contratantes.

 Un tratado puede terminar, también, si todas las partes, luego de consultar a los demás Estados contratantes,
otorgan su consentimiento para que ello ocurra. No es necesario que el consentimiento sea otorgado en otro
tratado.
Es posible considerar comprendido en esta disposición a la costumbre abrogatoria (deja sin efecto); es decir, si de la
práctica ulterior a la conclusión del tratado emerge que las partes han tenido la intención de ponerle fin se podrá
entender, válidamente, que éste ha terminado por desuetudo.

56. Denuncia o retiro en el caso de que el tratado NO contenga DISPOSICIONES sobre la terminación, la denuncia o el retiro.
1. Un tratado que NO contenga disposiciones sobre su terminación NI prevea la denuncia o el retiro del mismo, NO podrá ser
objeto de denuncia o de retiro A MENOS:
a) que conste que fue intención de las partes admitir la posibilidad de denuncia o de retiro: o
b) que el derecho de denuncia o de retiro pueda inferirse de la naturaleza del tratado.
 Se plantea la posibilidad de terminación con relación al derecho de una de las partes del declarar que, el tratado, deja
para ella de estar en vigor. El equilibrio de las relaciones emergentes de un tratado y la igualdad jurídica de las partes,
indican que un Estado NO puede unilateralmente ponerle fin. Sólo podrá ejercer el derecho de denuncia o retiro:
- si el tratado mismo lo prevé;
- si la parte que intente ejercerlo puede acreditar que consta de algún modo que fue la intención de las partes de
admitir la posibilidad;
- o, si de la naturaleza del tratado puede inferirse el derecho de denuncia o retiro (art. 56).
2. Una parte deberá notificar con 12 meses, por lo menos, de antelación su intención de denunciar un tratado o de retirarse
de él conforme al parrafo 1.

59. TERMINACIÓN de un tratado o suspensión de su aplicación IMPLÍCITAS como consecuencia de la celebración de un


tratado posterior.
1. Se considerará que un tratado ha terminado si todas las partes en él celebran ulteriormente un tratado sobre la misma
materia y siempre que:
a) se desprende del tratado posterior o consta de otro modo que ha sido intención de las partes que la materia se rija
por ese tratado; “o”
b) las disposiciones del tratado posterior son hasta tal punto incompatibles con las del tratado anterior que los dos
tratados no pueden aplicarse simultáneamente.

 El principio según el cual la ley posterior deroga la ley anterior, indica la primacía del segundo tratados sobre el primero.
Es un supuesto de terminación implícita.

55. Reducción del número de partes en un tratado multilateral a un número inferior al necesario para su entrada en vigor.
Un tratado multilateral NO terminará por el solo hecho de que el número de partes llegue a ser inferior al necesario para su
entrada en vigor, SALVO que el tratado disponga otra cosa.

b) Terminación del tratado en razón de la APLICACIÓN DE CIERTAS NORMAS DEL DERECHO INTERNACIONAL GENERAL:
Se tratan de ciertas normas o disposiciones del derecho internacional, que se encuentran codificadas por la Convención:

60. TERMINACIÓN de un tratado o suspensión de su aplicación como consecuencia de su VIOLACIÓN.


1. Una violación grave de un tratado BILATERAL por una de las partes facultará a la otra para alegar la violación como
causa para dar por terminado el tratado o para suspender su aplicación total o parcialmente.
 El derecho de invocar la violación como motivo de terminación existe, sin perjuicio del derecho que podría tener la parte
perjudicada de reclamar la reparación sobre la base de la responsabilidad internacional de la otra parte (art. 73).
2. Una violación grave de un tratado MULTILATERAL por una de las partes facultará:
a) a las otras partes procediendo por acuerdo unánime para suspender la aplicación del tratado total o parcialmente o
darlo por terminado sea:
i) en las relaciones entre ellas y el Estado autor de la violación: “o”
ii) entre todas las partes;
[…]
3. Para los efectos del presente artículo, constituirán VIOLACIÓN GRAVE de un tratado:
a) un rechazo del tratado no admitido por la presente Convención; o
b) la violación de una disposición esencial para la consecución del objeto o del fin del tratado.

4. Los precedentes párrafos se entenderán sin perjuicio de las disposiciones del tratado aplicables en caso de violación.

5. Lo previsto en los párrafos 1 a 3 NO se aplicará a las disposiciones relativas a la protección de la persona humana
contenidas en tratados de carácter humanitario, en particular a las disposiciones que prohíben toda forma de represalias con
respecto a las personas protegidas por tales tratados.
 Con ello se establecen ciertas categorías entre tratados que no deben terminar por el hecho de su violación.

61. Imposibilidad subsiguiente de cumplimiento.


1. Una parte podrá alegar la imposibilidad de cumplir un tratado como causa para darlo por terminado o retirarse de él si esa
imposibilidad resulta de la desaparición o destrucción definitivas de un objeto indispensable para el cumplimiento del
tratado. Si la imposibilidad es temporal, podrá alegarse únicamente como causa para suspender la aplicación del tratado.

2. La imposibilidad de cumplimiento NO podrá alegarse por una de las partes como causa para dar por terminado un tratado,
retirarse de él o suspender su aplicación si resulta de una violación, por la parte que la alegue, de una obligación nacida del
tratado o de toda otra obligación internacional con respecto a cualquier otra parte en el tratado.

 Se contemplan, de este modo, en el caso de fuerza mayor aun cuando ésta sea, en realidad, una causal eximente de
responsabilidad por la inejecución de una obligación.
En realidad, los casos de imposibilidad resultante de la desaparición o destrucción definitiva de un objeto indispensable
para el cumplimiento del tratado, son casos en los que hay un cambio fundamental en las circunstancias que existían
cuando se concluyó el tratado, situación contemplada por el artículo 62.

62. Cambio fundamental en las circunstancias.


1. Un cambio fundamental en las circunstancias ocurrido con respecto a las existentes en el momento de la celebración de un
tratado y que NO fue previsto por las partes NO podrá alegarse como causa para dar por terminado el tratado o retirarse de
él, A MENOS QUE:
a) la existencia de esas circunstancias constituyera una base esencial del consentimiento de las partes en obligarse por el
tratado, “y”
b) ese cambio tenga por efecto modificar radicalmente el alcance de las obligaciones que todavía deban cumplirse en
virtud del tratado.
 Permite la terminación del tratado unilateralmente sólo en ciertos supuestos excepcionales. Pero, a la vez, la norma
establece las EXCEPCIONES:
2. Un cambio fundamental en las circunstancias NO podrá alegarse como causa para dar por terminado un tratado o
retirarse de él:
a) si el tratado establece una frontera; o
b) si el cambio fundamental resulta de una violación por la parte que lo alega, de una obligación nacida del tratado
o de toda otra obligación internacional con respecto a cualquier otra parte en el tratado.[…]

Es la llamada cláusula rebus sic stantibus que, para una parte de la doctrina, sería una disposición implícita en toda
convención (una condición resolutoria tacita) en virtud de la cual podría abrogarsela unilateralmente cuando las
circunstancias existentes a la época de su conclusión sufriesen modificaciones notables.
Para otros autores, se trataría de una expresión del estado de necesidad sobreviniente por un hecho imprevisible a la
época de la conclusión, que pondría en peligro la existencia de la parte que la invoca y que en razón del derecho de
conservación le permitiría poner fin unilateralmente al tratado.

Causales de suspensión de los tratados.


La consecuencia inmediata de la suspensión es la de impedir que el tratado produzca efectos jurídicos, limitada, en este
supuesto, a un tiempo determinado.

57. Suspensión de la aplicación de un tratado en virtud de sus disposiciones o por consentimiento de las partes.
La aplicación de un tratado podrá suspenderse con respecto a todas las partes o a una parte determinada:
a) conforme a las disposiciones del tratado, o
b) en cualquier momento, por consentimiento de todas las partes previa consulta con los demás Estados contratantes.
 De acuerdo con las disposiciones de la Convención –arts. 57 y 59-, las normas sobre la terminación de los tratados por
voluntad de las partes son aplicables, mutatis mutandi, a los casos de suspensión de la aplicación por voluntad de las
partes.

58. Suspensión de la aplicación de un tratado MULTILATERAL por acuerdo entre algunas de las partes únicamente.
1. Dos o más parte en un tratado multilateral podrán celebrar un acuerdo (inter se) que tenga por objeto suspender la
aplicación de disposiciones del tratado, temporalmente y sólo en sus relaciones mutuas:
a) si la posibilidad de tal suspensión está prevista por el tratado; “o”
b) si tal suspensión NO está prohibida por el tratado A CONDICIÓN de que, con el acuerdo posterior:
i) NO afecte al disfrute de los derechos que a las demás partes correspondan en virtud del tratado ni al cumplimiento de
sus obligaciones: y
ii) la suspensión NO sea incompatible con el objeto y el fin del tratado.
2. Salvo que en el caso previsto en el apartado a) del párrafo 1 el tratado disponga otra cosa, las partes interesadas deberán
notificar a las demás partes su intención de celebrar el acuerdo y las disposiciones del tratado cuya aplicación se propone
suspender.

59. Terminación de un tratado o SUSPENSIÓN de su aplicación IMPLÍCITAS como consecuencia de la celebración de un tratado
posterior.
[…] 2. Se considerará que la aplicación del tratado anterior ha quedado únicamente suspendida si se desprende del tratado
posterior o consta de otro modo que tal ha sido la intención de las partes.

60. Terminación de un tratado o SUSPENSIÓN de su aplicación como consecuencia de su VIOLACIÓN.


1. Una violación grave de un tratado BILATERAL por una de las partes facultará a la otra para alegar la violación como causa
para dar por terminado el tratado o para suspender su aplicación total o parcialmente.

2. Una violación grave de un tratado MULTILATERAL por una de las partes facultará:
a) a las otras partes procediendo por acuerdo unánime para suspender la aplicación del tratado total o parcialmente o
darlo por terminado sea:
i) en las relaciones entre ellas y el Estado autor de la violación: “o”
ii) entre todas las partes;
b) a una parte especialmente perjudicada por la violación para alegar ésta como causa para suspender la aplicación del
tratado total o parcialmente en las relaciones entre ella y el Estado autor de la violación;
c) a cualquier parte, que NO sea el Estado autor de la violación, para alegar la violación como causa para suspender la
aplicación del tratado total o parcialmente con respecto a sí misma, sí el tratado es de tal índole que una violación
grave de sus disposiciones por una parte modifica radicalmente la situación de cada parte con respecto a la ejecución
ulterior de sus obligaciones en virtud del tratado.

[…] 5. Lo previsto en los párrafos 1 a 3 no se aplicará a las disposiciones relativas a la protección de la persona humana
contenidas en tratados de carácter humanitario, en particular a las disposiciones que prohíben toda forma de represalias con
respecto a las personas protegidas por tales tratados.
61. Imposibilidad subsiguiente de cumplimiento.
1. Una parte podrá alegar la imposibilidad de cumplir un tratado como causa para darlo por terminado o retirarse de él si esa
imposibilidad resulta de la desaparición o destrucción definitivas de un objeto indispensable para el cumplimiento del tratado.
Si la imposibilidad es temporal, podrá alegarse únicamente como causa para suspender la aplicación del tratado.

62. Cambio fundamental en las circunstancias.


[…]
3. Cuando, con arreglo a lo dispuesto en los párrafos precedentes, una de las partes pueda alegar un cambio fundamental en
las circunstancias como causa para dar por terminado un tratado o para retirarse de él, podrá también alegar ese cambio
como causa para suspender la aplicación del tratado.

Consecuencias de la terminación y suspensión:

SOLO en caso de silencio del tratado y ante la NO existencia de un convenio de las partes, la terminación del tratado o la
suspensión de su aplicación, eximirá a las partes de la obligación de seguir cumpliéndolo; sin perjuicio del deber que les incumbe
de continuar acatando las obligaciones enunciadas en él a las que estén sometidas en virtud del derecho internacional
independientemente del tratado que termina o se suspende.
Respecto a los derechos, obligaciones o situaciones jurídicas de los Estados parte por la ejecución del tratado antes de su
terminación o suspensión, éstas seguirán siendo válidas. Un

PROCEDIMIENTO PARA ALEGAR LA NULIDAD, TERMINACIÓN y SUSPENSIÓN => Arts. 65, 66, 67 y 68.

1) El Estado interesado debe notificar por escrito a las restantes partes su intención en tal sentido indicando la medida que se
proponga adoptar y las razonas en que esta se funda.
2) Si transcurridos 3 meses sin haber recibido objeciones a la notificación, la parte interesada puede adoptar la medida
propuesta.
3) Si han existido objeciones, las partes tienen la obligación de buscar una solución por los medios establecidos en el art. 33 de
la Carta de las Naciones Unidas (negociación, investigación, mediación, conciliación, arbitraje, arreglo judicial, recursos a
organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos).
4) Si transcurridos 12 meses no se ha llegado a una solución por los medios mencionados se debe seguir el siguiente
procedimiento:
a) En los casos de controversias que se funden en la aplicación de los arts. 53 y 64 (tratado celebrado en oposición a una
norma ius cogens o aparición de una nueva obligación de tal naturaleza con posterioridad al tratado) cualquiera de las
partes, mediante solicitud escrita, podrá someter la controversia a la Corte Internacional de Justicia.
b) En cualquier otro caso relativo a la interpretación o aplicación del tratado, la controversia será sometida a un tribunal
arbitral o, en su caso a una comisión de conciliación (art. 66) y Anexo a la Convención que instrumenta el procedimiento
de arbitraje y conciliación establecidos en aplicación de este artículo.

B) RELACIONES ENTRE DERECHO INTERNACIONA Y LOS DERECHO NACIONALES (*)

El análisis versará sobre la vinculación existente entre el derecho internacional y los derechos internos de los Estados;
especialmente, sobre la incorporación, validez y alcance del derecho internacional en la república Argentina.

La doctrina internacional se ocupa de las relaciones del derecho internacional con el derecho interno de los Estados desde fines
del S. XIX, en la clásica la distinción entre las posiciones sostenidas por:

- La ESCUELA MONISTA que, a modo general, solo admite la existencia de un único sistema jurídico que comprende el derecho
internacional y el derecho de los Estados.

- La ESCUELA DUALISMO entienden que existen órdenes jurídicos diferentes: el ordenamiento jurídico internacional y los
ordenamientos jurídicos estatales.

Aquellos afiliados a la posición objetivista sobre el fundamento del derecho internacional adhieren a la teoría monista, y los
subjetivistas, voluntarismo jurídico, son los que asumen la teoría dualista. Sin embargo, NO se debe confundir las teorías que
ofrecen el fundamento respecto a la validez del derecho internacional; con aquellas que intentan establecer el alcance en la
relación entre derecho internacional y derecho interno a las que alude esta unidad (Validez NO es lo mismo que incorporación).

La doctrina monista y la doctrina dualista, son elaboraciones doctrinarias que intentan determinar la relación entre uno y otro
derecho, sobre todo, respecto a la incorporación de las normas internacionales al derecho estatal.

- TEORÍAS MONISTAS => Hans Kelsen, Wenzel; entre otros.

Esta teoría entiende, en líneas generales, que las normas del derecho internacional y las del derecho interno forman un único
sistema jurídico; de esta forma el derecho interno de un Estado estaría integrado por sus normas de derecho interno y además
por las normas del derecho internacional. Pero presenta sus variantes:

KENSEL:
Propugna una preeminencia del derecho INTERNACIONAL por sobre los derechos nacionales o INTERNOS, en cuanto a su
jerarquía y validez (concepción monista con primacía del derecho internacional).

Para Hans Kelsen, la validez del ordenamiento jurídico radica en una norma hipotética fundamental que le sirve de base. Todo
el ordenamiento jurídico se sustenta en la norma hipotética fundamental que se fundamenta en la buena fe de los Estados en
la celebración de la voluntad y, principalmente, en la costumbre que a su vez se sustenta en los principios.
Sostiene que las acciones de los Estados son equiparables a las acciones de los individuos que los componen como elemento
esencial de dicha entidad y que, quienes manifiestan su voluntad, lo hacen como sus representantes o mandatarios, por lo que
toda norma jurídica tiene como destinatarios a los mismos efectos.

A partir de ello, el autor entiende que, desde el momento en que se expresa la voluntad de los Estado de asumir
responsabilidades u obligaciones, existe una auto-ejecutabilidad o validez del derecho internacional (la norma se INCORPORA
PER SE); por lo tanto, siguiendo a Kelsen, puede decirse que desde el momento en que se firmó y se ratificó un convenio, no
importa que haya o no una ley de aprobación que lo incorpore al derecho nacional, se torna obligatorio el derecho
internacional en el Estado.

Al referirse al contenido material de las normas internacionales e internas niega la existencia de diferencias esenciales, ya
que sostiene la temporalidad de las competencias que se reconocen al derecho internacional o al derecho interno.

Agrega, además, que la base del fundamento positivo de la validez de un ordenamiento jurídico estatal es su constitución
originaria, la que debe regular la estructura del Estado, las relaciones internas en forma efectiva y asegurar el respeto de las
normas iusinternacionales; porque el reconocimiento de la personalidad jurídica internacional de los Estados depende de que
su derecho interno satisfaga las exigencias del derecho internacional.

Las reglas que determinan el contenido y el alcance de las competencias nacionales es el derecho internacional lo que, en
consecuencia, da unidad a un sistema único e implica la supremacía de la norma iusinternacional

Actualmente, la primacía del derecho internacional por sobre el derecho interno, se encuentra tipificada en las normas del
derecho internacional a través del Artículo 27 de la Convención de Viena de 1969.

- WENZEL:
Este autor, realiza una distinción entre el monismo con primacía del derecho internacional y el monismo de la primacía del
derecho interno por sobre el derecho internacional. Lo que varía es la forma de incorporación.

Para éste, el orden INTERNO prima sobre el derecho INTERNACIONAL (concepción monista con primacía del derecho
internacional).

Por ello, para Wenzel, la incorporación del derecho internacional al derecho interno, necesita de un acto autónomo del
Estado; es decir, si bien se le reconoce la validez del derecho internacional, para incorporarse al derecho interno o nacional, se
requiere de un acto del Estado: una LEY DE APROBACIÓN (diferencia con Kelsen).

Argentina asume la postura de Wenzel; en nuestro país, se habla de un monismo internacional “moderado”, porque si bien se
le reconoce una validez directa a los tratados con carácter ejecutivo, de todas formas, se dicta una ley por la cual se incorpora
al sistema jurídico argentino el tratado. Es decir, que no se dicte la ley para la incorporación del tratado, no implica que éste
carezca de validez: en argentina se le reconoce validez sin la ley, pero el dictado de la ley, se realiza de todas formas.
- TEORÍAS DUALISTAS => Ansioltti - Triepel

Sostiene la existencia de dos órdenes jurídicos diferentes. La diversidad de dichos sistemas se encontraría en sus diferencias
en cuanto a fundamentos, sujetos y materia legislada.

Respecto a los fundamentos: en el derecho interno, la validez del ordenamiento proviene de la voluntad exclusiva del Estado
de que se trate y, en el caso del derecho internacional, esta deviene de la voluntad común de los Estados que es la que se
expresa en la norma iusinternacional.
En el primer caso se trataría de un derecho de subordinación y, en el segundo, de uno de coordinación.

La diferente naturaleza de los sujetos destinatarios de cada uno de los ordenamientos jurídicos cuya existencia sostienen es
importante, ya que en el caso del derecho estatal se trata de las personas privadas, súbditos del Estado mientras que, en el
derecho internacional son los propios Estados.

Con respecto a las materias regladas, el derecho interno regula las relaciones interindividuales, y las que pueden existir entre
las personas privadas y el Estado, sus reparticiones y entidades descentralizadas del derecho público. El derecho
internacional tiene como destinatario a los Estados y sus mutuas relaciones y las relaciones de los individuos con los Estados
(como en materia de derechos humanos).

Por lo tanto, para la doctrina dualista, el derecho internacional y el derecho local son dos sistemas distintos, tiene fuente
normativa diferente, ámbito de aplicación y destinatarios distintos.

Ello NO significa que el derecho internacional no será aplicado en el derecho local sino que, por tratarse de derechos
diferentes, la forma de incorporarción del derecho internacional al derecho interno solo depende de la voluntad soberana
de los órganos de los Estados: son los Estados los que establecerán la forma de incorporación y el alcance del derecho
internacional en su sistema interno.

Algunos autores que participan de esta postura entienden que se requiere primero un acto legislativo soberano para dar
validez pero, a su vez, una ley que incorpore el derecho internacional al derecho interno NO es suficiente; se requiere
además, de otro acto legislativo a los fines de cubrir la necesidad de adecuar el derecho interno a la obligación que asumió
el Estado y, para ello, se requiere de otra ley que reglamente los alcances de los tratados.

Para los sistemas dualistas, generalmente el valor que se le otorga al derecho internacional es igual jerarquía legislativa (el
tratado no tiene jerarquía superior a las leyes -de ser así sería monista-), entonces un tratado que se encuentra plasmado en
una ley le puede ser aplicado el principio ley posterior deroga una ley anterior; por lo tanto, puede una ley posterior
modificar los alcances de una ley anterior.

Criticas:
A partir de 1969 con la Convención de Viena, se le podría esgrimir como excepción a la teoría dualista, ante la modificación
de una ley a otra ley que incorpora un tratado, el artículo 27 de la Convención.

Además, también podría esgrimírsele el principio de NO regresividad, por el cual, si a través de un tratado se fija una serie de
estándares, no se puede bajar de esos estándares, SALVO que los mismos se bajen en beneficio, porque los anteriores fueron
excesivos y generaban un daño o menoscabo de derecho.

EL SISTEMA CONSTITUCIONAL ARGENTINO.

Resta analizar el alcance de la incorporación del derecho internacional a nuestro derecho interno; es decir, ¿cómo es en nuestro
sistema constitucional la relación entre el derecho internacional y el derecho interno?

El derecho internacional remite al ordenamiento jurídico interno de cada Estado la decisión acerca de cómo habrán de
incorporarse las normas del derecho internacional en el derecho interno.
Las normas de un Estado podrían disponer la aplicación automática y directa de las normas internacionales en el ámbito interno,
o podrían exigir que cada norma internacional tuviera que ser receptada por otra norma interna.
Por otra parte, y de acuerdo con las regla de derecho internacional público, también corresponde al orden jurídico interno
resolver las relaciones de jerarquía normativa entre las normas internacionales y las internas.

Como se adelantó anteriormente, según parte de la doctrina y jurisprudencia, la CN argentina ha optado por la directa aplicación
de las normas internacionales en el ámbito interno. Ello significa que las normas internacionales NO precisan ser incorporadas al
derecho interno a través de la sanción de una ley que las recepte, sino que ellas mismas son fuente autónoma del derecho
interno junto con la CN y las leyes de la Nación.

 Esta interpretación tiene base en el ART. 31 DE LA CN, que enumera expresamente a los tratados con potencia extranjeras
como fuente autónoma de derecho positivo interno y, en lo que hace a la costumbre internacional y a los principios
generales del derecho, en los dispuesto por el ART. 118, que dispone la directa aplicación del derecho de gentes como
fundamento de las sentencias de la Corte.
Por lo tanto, las normas de derecho internacional (tanto los tratados, normas consuetudinarias y los principios generales del
derecho) revisten un doble carácter de normas internacionales y normas del ordenamiento jurídico interno. Así, lo entendió
la Corte Suprema de Justicia, en numeroso fallos, al que las normas ius cogens del derecho internacional también forman
parte del derecho interno.

 Los TRATADOS INTERNACIONALES (art. 75 Inc. 22 - CN).

Nuestro sistema jurídico, respecto de los tratados y según la CN, está compuesto de la siguiente manera:

1. Los TRATADOS DE DERECHOS HUMANOS establecidos en el art. 75 inc. 22 segunda parte: tienen jerarquía constitucional y,
por lo tanto, supra-legal.

Artículo 75.- Corresponde al Congreso: […]


[…] - La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre;
- la Declaración Universal de Derechos Humanos;
- la Convención Americana sobre Derechos Humanos;
- el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
- el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo;
- la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio;
- la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial;
- la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer;
- la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes;
- la Convención sobre los Derechos del Niño;

en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, NO derogan artículo alguno de la primera parte de esta
Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser
denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de
los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto
de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.

 Todos ellos, tienen el mismo valor que la Constitución Nacional (jerarquía constitucional) y, por lo tanto, son
jerárquicamente superiores a las leyes.
Nuestro sistema contempla actualmente lo que los constitucionalistas llaman el bloque de constitucionalidad, que
antes consistía en una pirámide de jerarquía (la Constitución en la cúspide).
Sucede que, a partir de 1994, con la reforma constitucional, se modifica el sistema piramidal de fuentes y se consagra
un bloque de constitucionalidad que se integra, además de la Constitución, por los tratados previstos expresamente
por el art. 75. Inc. 22 SEGUNDA PARTE (solamente los once instrumentos enunciados por la norma tienen jerarquía
constitucional) y, los que se incorporen posteriormente siguiendo el procedimiento previsto en la ÚLTIMA PARTE del
inc. 22 del art. 75. Se admite, con la última parte de la norma, que hayan tratados de derechos humanos que, aunque
no se encuentren insertados expresamente en la CN, puedan integrar el bloque de constitucionalidad (que,
precisamente por este motivo, puede agrandarse o achicarse).
Por esta potestad se han incorporado solamente dos Convenciones que, por lo dicho, también tiene jerarquía
constitucional e integran el bloque:

- Convención sobre la desaparición forzada de personas;


- Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de Lesa humanidad.
Por lo tanto, hay una variada lista de tratados de derechos humanos firmados por Argentina que NO tienen jerarquía
constitucional (no integran el bloque).
El bloque de constitucionalidad conforma la máxima jerarquía, que ya no se representa en una pirámide, sino que los
autores recurren a la imagen de una “yunque” para representarlo.
Por otro lado, el inciso establece pautas:
- tienen jerarquía constitucional en las condiciones de su vigencia;
- no derogan articulo alguno de la primera parte de la CN;
- son complementarios de los derechos y garantías reconocidos por la CN.
Algunas de ellas, han generado importantes discusiones doctrinarias.

2. OTROS TRATADOS que se encuentran plasmados en el art. 75. Inc. 22, primera parte (tratados en general y los concordatos
que tiene jerarquía superior a las leyes) y Los TRATADOS DE INTEGRACIÓN contemplados en el art. 75, inc. 24: tienen
jerarquía superior a las leyes, pero son infra-constitucional.

Artículo 75.- Corresponde al Congreso: […]


22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los
concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes […]

24. Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales en
condiciones de reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las” normas
dictadas en su consecuencia” tienen jerarquía superior a las leyes.
La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de
los miembros presentes de cada Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y sólo podrá ser
aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, después de ciento veinte
días del acto declarativo.
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la mayoría absoluta de la totalidad da
los miembros de cada Cámara.

 LUEGO del bloque de constitucionalidad, viene la segunda jerarquía de tratados que se plasman en el art. 75. Inc. 22
PRIMERA PARTE. Hace referencia al resto de todos los tratados en general (comercio, derechos humanos, salud,
educación, etc.) quedando FUERA algunos tratados de integración; porque, para algunos tratados de integración el
art. 75, en su inc. 24 fija un régimen especial respecto a la forma de incorporación de tratados y la exigibilidad
constitucional para incorporarlos (no adquiere rango supra legal per se).
Hay una particularidad del sistema constitucional argentino, en cuanto permite constitucionalmente la prórroga de
jurisdicción automática de aquellos tratados que creen órganos supra legales; ello, significa que la Constitución
Nacional reconoce la existencia del derecho originario y de derecho derivado de tratados de integración con un valor
superior a las leyes. Recordemos que el derecho originario y el derecho derivado es propio del derecho internacional
de las organizaciones internacionales, donde el derecho originario van a ser los tratados y sus consecuentes, y el
derecho derivado es el derecho que emana de los órganos que establece el tratado (decisiones que emanan de los
órganos). Lo importante, entonces, es que el art. 75. Inc. 24, le otorga jerarquía superior a las leyes NO solo al tratado,
sino también a las decisiones o resoluciones adoptadas por los órganos competentes de tales organizaciones
supraestatales (según el artículo tiene fuerza obligatoria). La segunda parte del inciso 24 prescribe sobre el
procedimiento de su aprobación.
En consecuencia, para el derecho argentino: tiene valor supra legal e infra-constitucional los, los demás tratados en
general –incluyendo los tratados de derechos humanos NO previstos en la segunda parte del art. 75, inc. 22-, los
tratados de integración como, también, las decisiones que emanan de los órganos internacionales creados por
dichos tratados.

 La COSTUMBRE y los PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO

En el sistema constitucional argentino, la costumbre internacional y los principios generales del derecho integran
directamente su orden jurídico positivo. Esto se fundamenta en el hecho de que le corresponden a la Corte Suprema y a los
Tribunales Inferiores Nacionales el conocimiento y decisión sobre los tratados internacionales y las causas concernientes a
embajadores y cónsules (art. 116 y 117), y también el art. 118 al referirse a los juicios criminales cometidos fuera de los
límites de la nación contra el derecho de gentes.

La jurisprudencia de la Corte Suprema ha hecho referencia en numerosos casos a la costumbre internacional y a los principios
del derecho.

Con respecto a las normas imperativas, la Corte ha expresado que también forman parte del derecho interno, no importando
que las normas de ius cogens se encuentren fijadas por el derecho consuetudinario o se hayan cristalizados en tratados.
BOLILLA Nº 4
LA SUBJETIVIDAD INTERNACIONAL.

La cuestión de la subjetividad internacional es un problema básico del derecho internacional público, porque la configuración de
la comunidad internacional refleja las modificaciones que se producen en las relaciones internacionales.
La subjetividad hace referencia a los sujetos del derecho internacional. El concepto de sujeto, en el campo jurídico se configura
como la persona vinculada al derecho o designada por el ordenamiento jurídico.
Los sujetos son los destinatarios de la regulación del derecho internacional; de hecho, el derecho internacional, se plasma y
evoluciona por la acción y/u omisión que pueden llevar adelante los diversos sujetos que se vinculan a él. En sentido general, los
sujetos del derecho internacional son los actores que crean el derecho y, a su vez, son los destinatarios sobre el cual se aplica el
derecho internacional.
Se busca identificar los sujetos, darles una fundamentación a través de diversas teorías.

TEORÍAS SOBRE LA DETERMINACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD INTERNACIONAL.

3. TEORÍA PURA DEL DERECHO:


Reconoce límites a la vigencia de las normas jurídicas en los aspectos espacial, temporal, material y personal. En lo relativo al
ámbito personal de vigencia del ordenamiento jurídico Internacional (cuales son los entes regidos por él), la teoría sostiene
que revisten el carácter de sujetos aquellos entes a los que se refiere:
4. reconociéndoles un derecho,
5. imponiéndoles una determinada conducta u obligación jurídica.

6. TEORÍA DE LA CAPACIDAD o de la COMPETENCIA:


Son sujetos los entes que puedan por sí mismos hacer valer los derechos o responder por las obligaciones reconocidas por el
ordenamiento jurídico.
La calidad de sujeto es reconocida por esta teoría, a aquellos entes que:
7. además de ser titulares de derecho pueden ejercerlos directamente y, en caso de ser violados, reclamar
Internacionalmente una reparación; o
8. por estar obligados jurídicamente, son susceptibles de ser destinatarios de la acción de reparación. Parte de la doctrina
señala que es posible el caso en el que el destinatario de la acción pueda ser un ente distinto del que fue actor de la
violación dándose el supuesto de no coincidencia de actor y responsable.
Para los adeptos de la teoría solo son sujetos los que pueden reclamar (legitimación activa) o ser objeto de reclamación
(legitimación pasiva), es decir, sostiene que la capacidad de ejercicio directo de los derechos o la posibilidad de imputación por
trasgresión es de naturaleza sustancial y condición indispensable para el reconocimiento de la subjetividad internacional.
Son sujetos solo los entes que dispongan de derecho o estén sometidos a obligación legal siempre que puedan, por si, hacer
valer tales derechos o soportar las consecuencias de los incumplimientos de las obligaciones impuestas por el ordenamiento
jurídico.

9. TEORÍA HUMANISTA-SOCIOLÓGICA:
Sólo la persona humana es sujeto de derecho. Los restantes entes existentes –entidades colectivas- constituyen instrumentos
operativos de los derechos de aquella.

10. TEORÍA ELEMENTAL:


Son sujetos los entes reconocidos de antemano por la filosofía jurídica.
La Teoría del reconocimiento, admite como sujetos a los entes a los que se les atribuye tal carácter por los sujetos
preexistentes, o sea, reserva el carácter de sujetos exclusivamente a los Estados, ya que el fin del derecho Internacional es la
regulación de las relaciones entre Estados soberanos.
En cambio la Teoría del reconocimiento constitutivo deja en manos de los Estados, como sujetos originarios, la facultad de
admitir o constituir a otros entes como sujetos del ordenamiento jurídico Internacional.
CLASIFICACIÓN.

i) Según su NATURALEZA:
- Elementales: son imprescindibles para la existencia de la comunidad y derecho internacionales. Comprende:
- la persona humana,
- el Estado,
- y la Humanidad.
- Instrumentales o funcionales: se trata entidades necesarias para el cumplimiento de funciones específicas de interés
común de los integrantes de la comunidad internacional. Son sujetos de dicha naturaleza:
- las organizaciones internacionales,
- los pueblos,
- y los especiales, de carácter transitorio o con propósitos específicos de interés limitado.

ii) Según su ESTRUCTURA:

- Sujeto individual:
- la persona humana.
- Sujeto colectivo:
- el Estado,
- las organizaciones internacionales,
- la Humanidad,
- los pueblos,
- y las comunidades beligerantes.

11.SUJETOS INTERNACIONALES en PARTICUALR.

Para tratar a los sujetos del derecho internacional en particular, puede decirse que para esta rama del derecho existen dos tipos
de sujetos: plenos y NO plenos.

12. Sujetos PLENOS:


Son aquellos que tienen la potestad de adquirir derechos, pero también tienen la potestad de reclamar (esgrimirlos) esos
derechos para sí en forma autónoma plena.

Dentro de esta categoría, se encuentra:

A) El ESTADO => sujeto principal del derecho internacional.


Ello, a partir del alcance que el mismo derecho internacional le da al Estado como una unidad territorial jurídica y política
propia a partir de la Paz de Westfalia; pues, a partir de ella, se reconoce por primera vez- la autonomía o poder soberano de
los Estados bajo un criterio de igualdad.
Los Estados son sujetos primarios dentro de la comunidad internacional y los más relevantes, porque de una u otra manera
el derecho internacional les reconoce derecho o bien le impone obligaciones frente a otros sujetos. En todo aspecto de
derecho internacional los Estados son sujetos plenos y primarios; así por ejemplo, son los sujetos principales de los que
emanan los tratados, el derecho internacional de derechos humanos, el humanitario, el ambiental, y en todo otro aspecto.

B) Las ORGANIZACIONES INTERNACIONALES:


Se integra a la categoría de sujetos plenos, según la visión que se asuma y, en este sentido, tomando en consideración la
posibilidad de generar derechos y contraer obligaciones y, a su vez, sujetos que tienen la posibilidad de poder esgrimir por sí
la aplicación del derecho, posteriormente a los Estados, surgen las organizaciones internacionales.

En el proceso de evolución del derecho internacional, las organizaciones internacionales, son mucho más contemporáneas,
surgieron a raíz de la necesidad de organizar en forma permanente la cooperación (su institucionalización) a finales del S. XIX
y comienzos del S. XX.

Estas organizaciones internacionales NO son originarias, porque han sido los Estados los que conformaron estas
organizaciones. Así, se afirma que as primeras organizaciones internacionales resulta, básicamente, una extensión de los
poderes soberanos de los Estados ya que, su capacidad y posibilidad de acción se encuentran supeditadas en forma directa e
inmediata a los Estados que la crean e integran.

Por lo tanto, NO son sujetos que surgieron en ejercicio del poder de la soberanía como los Estados, sino que emergen de la
voluntad de los sujetos primarios o plenos del derecho internacional clásico. Es decir, solo surgieron y surgen las
organizaciones internacionales porque sujetos preexistentes (los Estados) son los que posibilitan su surgimiento.

De esta manera, algunos afirman que en el estudio del derecho internacional, las organizaciones internacionales se
encuentran condicionadas a la voluntad de los Estados. Al respecto, si bien se entendía que ello era así, nunca fue plasmado
en expresiones técnicas jurídicas; es decir, se entiende por interpretación que el tratado –fundante- es una expresión de
voluntad común de los Estados que lleva al surgimiento de una organización, pero la naturaleza jurídica de estas
organizaciones nunca ha quedado clara en el estudio del derecho.

En la actualidad, se sostiene la subjetividad internacional de las organizaciones internacionales, como persona


internacional, diferente de los Estados miembros que la componen, titular de una voluntad propia, distinta y separada de
la de ellos.

Sucede que, a poco de crearse Naciones Unidas, se produce un hecho que pone en análisis la legitimidad como sujeto del
derecho internacional (subjetividad) de las organizaciones internacionales, particularmente para reclamar por daños.
Como fruto del proceso evolutivo imperial o colonial, la división del territorio africano (en poder y por decisión de Europa),
dejo como consecuencia la región de Palestina que pasó de mano en mano; sin embargo, por un hecho trascendental, esta
región estaba bajo la administración y dominio inglés. En 1945, fruto de la decadencia del imperio inglés y tras el surgimiento
de la Naciones Unidas, dicho territorio pasó a ser uno de los primeros protectorados que Naciones Unidas va administrar.
Habían muchos territorios en el mundo que se encontraban bajo administración colonial, sin embargo, por acuerdos los
mismos no pasaron por procesos de independencia inmediata, sino por un proceso de transición de administración del
territorio, parte de esos paso a administrarse por las Naciones Unidas, por el Órgano de Administración Fiduciaria que, a la
actualidad, ya no existe.
Aproximadamente en el año 1945 se produce un choque en la región por la declaración de la independencia del Estado de
Israel. Ahora, antes que se produzca este proceso de independencia, se produce otro hecho clave que asume trascendencia
para el derecho internacional: fruto de la necesidad de lograr el proceso de independencia, se manifiestan grupos armados
israelita que van a ejercer un acto para presionar la búsqueda de la independencia del Estado: deciden asesinar al Conde
Folke Bernadotte, representante de Naciones Unidas bajo ese protectorado, quien tenía a su cargo la administración del
territorio.
A partir de este acontecimiento, la doctrina comenzó a preguntase si la Organización de Naciones Unidas tenía subjetividad
propia (en el sentido de no solamente tener derecho, sino también la potestad de reclamar por eventuales daños), o bien, si
debía ser el Estado, del cual era nacional el Conde Bernadotte.
Para encontrar la respuesta a dicho interrogante, se acudió, a través del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia a una
de las funciones plenas que tiene la Corte Internacional que son las funciones consultivas (consiste en opiniones de la CIJ, que
NO tiene efectos vinculantes, a fin de que aclare una situación).
Es una de las primeras opiniones que debió resolver la Corte y se llama “OPINIÓN CONSULTIVA SOBRE EL DAÑO AL
PERSONAL DE LAS NACIONES UNIDAS”, a partir de la cual la Corte Internacional resolvió -respecto a la subjetividad activa
(plena) que tiene la ONU para reclamar al Estado- que la Organización de Naciones Unidas TIENE subjetividad realizando
una calificación: especifica u OBJETIVA; es decir, que si bien tiene subjetividad, la misma se encuentra limitada por su
Estatuto.

Por lo tanto, a diferencia de los Estados, que NO tienen límites en cuanto al alcance sobre los aspectos que pueden ejercer
como sujetos en las relaciones internacionales, las organizaciones SI tiene subjetividad plena PERO la misma estará acotada a
aquellos ámbitos propios de los que sus Estatutos (fines y objetivos) establezcan.

LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES CONSTITUYEN ENTES DOTADOS DE SUBJETIVIDAD INTERNACIONAL OBJETIVA.

De lo expuesto, dentro de los sujetos del derecho internacional, por un lado están los ESTADOS y, por el otro, las
ORGANIZACIONES INTERNACIONALES: son sujetos que tienen la potestad para esgrimir derechos y generar dispositivos
normativos frente a otros sujetos o frente a la totalidad de los otros sujetos que actualmente regula el derecho
internacional.
A diferencia de los otros sujetos, el Estado y las organizaciones, son los únicos que adquieren derechos, pueden esgrimirlos y, a
su vez, lo crean a través –principalmente- de tratados internacionales. Las organización internacionales tienen una
particularidad al respecto de la potestad que tienen las mismas para crear derecho, que hace a lo que se conoce como derecho
derivado, por ser el derecho que emana de las decisiones de los órganos que conforman estas organizaciones (ej. en ONU,
Consejo de seguridad); en cambio, es originario el derecho que emana de las organizaciones como ser un tratado.

13. Sujetos NO PLENOS:


Son aquellos que, si bien tienen la potestad de adquirir derechos, NO tienen la potestad de esgrimirlos en primera persona o
por su calidad propia de sujetos.

C) La PERSONA:
Es otro de los sujetos que evolutivamente fue incorporando el derecho internacional, y al que el derecho internacional dedica
su aplicación y su estudio.
Antes la persona humana, como tal, no era sujeto del ordenamiento jurídico internacional, las reglas de éste se dirigían a los
Estados y se concernían a la persona humana, indirectamente a ellas, a través de los Estados; la consideraban como “objeto”
del derecho internacional (objeto a proteger).

En la actualidad, en cambio, el derecho internacional ya no solamente regula las relaciones entre Estados, sino que reconoce
la existencia de otros sujetos con transcendencia internacional. También fruto de la voluntad y decisión de los Estados, a la
actualidad, se reconocen derechos a la persona humana sobre todo respecto a la integridad de la persona, básicamente
enfocados en dos grandes sub-áreas del derecho internacional:
14. el derecho internacional de los derechos humanos; y
15. el derecho internacional humanitario (regula la protección de la persona humana en conflictos armados).

Otra rama del derecho que avanzo mucho, principalmente a partir de los años 50’, es la contra cara del derecho humanitario
como adjudicación de derechos: el derecho penal internacional, que es la regulación y análisis jurídicos ya NO de entender
el rol que tiene el ser humano dentro del derecho internacional en una faz activa de protección de derechos (persona
humana como titular de derechos), sino como sujeto pasible de sanción por violación de derechos.

Desde el año 1946/47 cuando se funda el primer Tribunal Internacional con potestad para juzgar a personas responsables de
graves crímenes contra la humanidad, se comienza a construir una responsabilidad de la persona humana. Es decir, ya no
solamente los Estados van a ser responsables e imputables de los hechos ilícitos cometidos por las personas (porque por
más atroz que sea el hecho como una guerra, solo los Estados eran responsables), sino que se juzga a determinadas
personas. Como consecuencia del Estatuto del Tribunal Penal Internacional se comienza a trabajar en un Código de crímenes
internacionales.

Por lo tanto, ya no solo el derecho internacional regula los derechos de la persona humana, sino que además la persona
puede ser pasible de ser sometida a un tribunal por regulación de normas internacionales.
La persona humana es destinataria de normas pertenecientes al ordenamiento jurídico internacional, tanto de aquellas que
importan un reconocimiento de derechos como de las que la hacen pasible de responsabilidad por violación de las mismas,
lo cual importa la aceptación de la personalidad jurídica internacional el hombre.

Consideración de las Personas Jurídicas.


En la actualidad, existe una protección internacional incluso de las personas jurídicas; aunque la mayor evolución está
enfocada en la persona humana.
Al respecto, al derecho internacional NO regula a las ONG, porque son sujetos jurídicos inscriptas internacionalmente. Al fin
y al cabo son personas jurídicas bajo la forma de una fundación o asociación civil pero inscriptas en un Estado (ej.
Greenpeace es una asociación NO gubernamental con expansión internacional pero radicada Canadá). Pero ello, no significa
que no tengan trascendencia en el ámbito del derecho, porque el rol que tienen estas asociaciones en el campo
internacional, es que son actores NO estatales que tienen un poder que incide en la modificación y conformación del
derecho internacional (mucho han incidido sobretodo en cuestiones medio ambiente, en derechos humanos, etc.).
Por ello se ubican en una categoría de OTROS actores que inciden en el derecho internacional.

En esta categoría también entran las denominadas empresas multinancionales, que son sujetos jurídicos dentro del
derecho internacional.
Originariamente, la construcción de este derecho de las personas jurídicas, no es algo nuevo, sino que ya tenían una
protección clásica –sobre todo a partir del S. XIX- desde que la sociedad internacional comenzó a comunicarse, porque el
derecho empieza a regular lo que se conoce como el inversor extranjero (es decir, nacionales que iban a negociar o
comerciar a otros Estados y que, por tanto, los Estados terminaban acordando que dichos nacionales no sufran
determinados daños).
Las primeras regulaciones se encuentran en los denominados Tratados de Amistad, Comercio y Navegaciones; de todas
maneras los tratados bilaterales también asumían ese nombre. Posteriormente, y sobre esa base, se ha avanzado mucho
sobre temas que se relaciona con la protección diplomática (protección de los naciones y, que NO es sinónimo
PROTECCION DE LOS DIPLOMATICOS). Esa protección, a partir de los años 60’ se ha plasmado en lo que se denomina
Derecho Internacional de las Inversiones Extranjeras.
Sea como sea, el individuo sea en su forma de persona física, o de persona jurídica, va adquiriendo mayor importancia para
el derecho internacional.

D) La HUMANIDAD:
La incorporación de la humanidad al panorama subjetivo de la comunidad internacional constituye uno de los más
importantes cambios cualitativos operado en ella y en su ordenamiento normativo; se justifica en la necesidad de
instrumentar la equitativa y solidaria protección de bienes que trascienden los intereses particulares y requieren soluciones
de extensión universal. Su progresivo reconocimiento indica la jerarquización de los intereses generales por sobre los de
índole individual, estatal o regional.

La humanidad, es una categoría, más amplia que involucra al ser humano. La humanidad en su conjunto constituye una
realidad ontológica, comprensiva de todos los restantes sujetos, tanto cuantitativa como sustancialmente. Ello por cuanto, el
hombre, es el elemento esencial básico de todas las formas de asociación y éstas son criaturas del hombre para la
satisfacción de sus requerimientos.

Es un término jurídico de subjetividad más amplio, se entiende que en determinados ámbitos jurídicos, el titular de derechos
no es el individuo per se, sino la humanidad en su conjunto. Es una categoría de carácter de derechos colectivo.

Por ejemplo: la regulación del derecho internacional del medio ambiente tiende a la protección de la humanidad, porque
cuando se daña el medio ambiente se perjudica a toda la humanidad, no a una persona en particular.

La humanidad es reconocida como sujeto Internacional a partir del tratado sobre los principios que deben regir la actividad
de los Estados, en la utilización y explotación del espacio ultraterrestre, incluso, la luna y otros cuerpos celestes (año 1967),
donde se manifiesta que la exploración espacial, el espacio y cuerpos celestes es patrimonio de la humanidad. Ahora, sobre
ese patrimonio común persisten obligaciones de los Estados, porque en esa exploración espacial los daños ocasionados por la
actividad tienen un efecto en cuanto a la responsabilidad colectiva de los Estados (materia de Derecho de la Navegación).

También las cuestiones de aspectos culturales tienen a la humanidad como destinatario (ej. Cataratas del Iguazú, Pirámides
Egipcias, etc.). El altamar es de la humanidad, porque no es una zona bajo jurisdicción de los Estados, sino que es una
jurisdicción a-territorial.

E) Los PUEBLOS:
Los pueblos constituyen una entidad de bases diferenciadas objetivas (geográficas, raciales y culturales) y subjetivas
(conciencia y voluntad), con finalidades específicas y esencialmente de carácter temporal que operan en el ámbito
internacional, no obstante, la posibilidad de afectar en forma inicial, directa e inmediata, a los Estados.

Los pueblos, se consideran sujetos en cuanto destinatario de ciertos derechos en el ámbito internacional; NO son sujetos
PLENO, porque NO tiene capacidad para exigir por sí (esgrimir) la aplicación del derecho internacional; sino que, para poder
esgrimir sus derechos, lo hacen a través de lo que los Estados le otorgaron.
Las características de las idiosincrasias y particularidades de estos sujetos que conforman un colectivo (pueblo) interesan al
derecho internacional al menos a partir de la mitad del S. XX, con el Comité de Colonización y con la Declaración sobre la
concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales aprobada por la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1960, se empieza a conceptualizar el concepto pueblo como
destinatarios y titulares de ciertos derechos. Sin embargo, las resoluciones adoptadas en el seno de las Naciones Unidas
sobre el tema consisten en declaraciones de naturaleza política sin un sustancial contenido jurídico.

Se considera como pueblo al grupo humano integrado sobre la base de una común estructura étnica y lingüística, cultura
propia y diferenciada, conciencia de identidad y voluntad colectiva de unión y supervivencia.
Además se le reconoce un ingrediente de naturaleza política adicional: la aspiración a constituirse libremente, no
desplazando del ejercicio del poder estatal existente a quienes lo detentan (caso de la comunidad beligerante), sino logrando
el reconocimiento de su derecho a determinarse libremente adoptando la organización que estimen adecuada a sus
aspiraciones.
La Carta de las Naciones Unidas en su Art. 1º inc. 2 establece como propósito fundamental de la Organización, “la libre
determinación de los pueblos”; la Resolución 1541 (XV) en su Art. 1º se refiere a “1. La sujeción de pueblos a una
subyugación, dominación y explotación extranjeras…”; en el siguiente expresa que “2. Todos los pueblos tienen derecho a la
libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su
desarrollo económico, social y cultural”.
Al pueblo es al que el ordenamiento jurídico internacional le reconoce su derecho a autodeterminarse libremente.
La determinación implica una opción entre alternativas posibles. El derecho internacional determina dichas alternativas en la
citada Resolución 1541 (XV) cuando enumera las posibilidades de constituirse en Estado o asociarse o integrarse en un
Estado existente. El acto de determinación una vez que se haga efectivo determina la extinción del ente pueblo.
Consecuencia de lo dicho en la nota de temporalidad o transitoriedad que se advierte, por ello dicho ente en cuanto a sujeto
internacional, es por esencia temporal.

El carácter paraestatal adjudicado al ente pueblo se fundamente en:


- El ente pueblo, existe para el ejercicio del derecho de libre autodeterminación. La consecuencia de ello es su
transformación en un nuevo Estado o su incorporación a uno, cualquiera que sea la naturaleza o forma de tal integración.
- Durante el periodo de su existencia, se basa en un elemento esencial, el grupo humano cohesionado por elementos
objetivos y subjetivos. Cuenta del elemento humano, puede eventualmente disponer del elemento físico territorial (caso
de dominación colonial).
- Es habitual que todo pueblo que lucha por el ejercicio del derecho a su libre determinación cuente con una estructura
orgánica de conducción que fija las políticas, establece las reglas y dispone las acciones que estima pertinentes para el
logro del objetivo común. Constituye el elemento institucional de la entidad.

F) Los GRUPOS BELIGERANTES:


En esta categoría también se encuentra involucrada la persona humana y se encuentra en relación con el derecho
internacional humanitario.
Los grupos beligerantes, se diferencian de los conflictos armados porque NO se refiere a beligerantes en un sentido de
combate entre los Estados y que gira en torno al derecho internacional humanitario.
Los grupos beligerantes existen desde antes de la Segunda Guerra Mundial (se los denominaba “partisanos”); son grupos que
originalmente son civiles y que se arman para combatir contra un ejercito constituido. Se conocen vulgarmente con la
denominación de ejércitos de liberación nacional (ej. la FARC) o grupos guerrilleros.

Su trascendencia internacional se justifica en cuanto sus acciones pueden afectar derechos de otros sujetos, particularmente
los Estados.
La subjetividad de las comunidades beligerantes reviste caracteres propios y particulares, ya que se trata de un caso en el
que la personalidad internacional es limitada y transitoria.
El reconocimiento de dicha personalidad jurídica tiene por sustento (al igual que en los casos anteriores) la semejanza de la
entidad, en cuanto a los elementos que la componen, con los Estados.

En efecto, ellas se distinguen:


- La presencia de grupos sublevados contra el gobierno establecido que operan dentro del ámbito territorial del Estado y
que pretenden su transformación, el cambio del gobierno constituido, o al menos, la modificación de las políticas por él
sustentadas;
- Una estructura organizada, de hecho, que ejerce poder efectivo sobre un ámbito espacial determinado;
- Un grupo humano que se encuentra sometido a la autoridad de facto, cuyas directivas y órdenes acata;
- Es requisito exigido la aceptación y sometimiento a las normas de derecho internacional, en cuanto a la organización de
sus fuerzas armadas, a las hostilidades y las relaciones con los terceros Estados y otros sujetos Internacionales;
- La prolongación en el tiempo de la situación de conflicto planteada en necesaria a los efectos de que los terceros
estados consideren necesario adoptar una posición al respecto.
Por lo tanto, estos grupos tienen una regulación particular dentro del derecho internacional humanitario; y alcanzan la
categoría de tales si tienen una identificación particular que los diferencie de la sociedad civil: tienen que tener un mando
unificado, con jerarquías (de lo contrario es una asociación delictual), tiene que tener un código de sanciones y cierto control
operacional del territorio (se asemeja a un ejército). Con esas características, dejan de ser un grupo armado delincuencial y
pasan a ser un grupo beligerante. Luchan para lograr el poder en un Estado determinado para implantar su forma de vida e
ideología política. Por ello, todo acto que comentan le puede ser reprochable al Estado, si es que el grupo logra asumir el
poder del Estado, pues sus propósitos se limitan al orden interno estatal cuya estructura o conducción pretenden cambiar.

G) ORDENES SOBERANAS => Ciudad del Vaticano.

Constituyen un resabio de situaciones históricas. Su reconocimiento como sujetos del ordenamiento jurídico internacional,
inicialmente se fundamentó porque en disponían de los elementos que caracterizan a un Estado (organización y ejercicio
efectivo de la soberanía sobre ámbitos espaciales y personales). Es decir, se le reconoce cierta subjetividad por parte de los
Estados, es decir, independencia territorial y soberana.
Actualmente, su situación ha variado, porque el elemento territorial ha desaparecido, y subsisten en cuanto existe un
reconocimiento internacional de la necesidad del cumplimiento de sus fines.

16.RECONOCIMIENTO.

Concepto.
En principio, y por el relativismo propio del derecho internacional, se requiere la expresión de la voluntad del Estado para quedar
obligado jurídicamente, o bien, para aceptar los efectos jurídicos de una situación determinada.
En ese sentido, el reconocimiento, es un acto unilateral, discrecional, mediante el cual una persona jurídica internacional se
obliga a observar y respetar una modificación de una situación jurídica internacional, en la cual, ella en principio no ha
intervenido. El Estado no está obligado a proceder al reconocimiento, y en el supuesto de hacerlo, tal acto lo obliga solamente a
él.

RECONOCIMIENTO DE ESTADOS

El reconocimiento de nuevos Estados es el acto unilateral por el que uno o varios Estados declaran expresamente, o admiten
tácitamente que una entidad política es un Estado, es decir que admiten que dicha entidad posee calidad de sujeto del derecho
Internacional.
Este reconocimiento de un nuevo Estado como persona jurídica presupone una situación de hecho: la existencia de ese Estado.
La comprobación de la existencia de un nuevo Estado que significa el acto del reconocimiento, implica admitir los presupuestos
básicos de ese Estado para ser considerado como tal: territorio, población propia, y poder independiente (y soberano.
Los dos Estados reconocen la personalidad jurídica, es decir, los derechos soberanos que el derecho internacional común
atribuye a todo miembro de la comunidad internacional. Estos derechos soberanos son la capacidad jurídica, la soberanía y la
independencia.

Doctrinas sobre el reconocimiento.

a) Carácter atributivo o constitutivo: esta doctrina establece que, para que un nuevo Estado adquiera personería jurídica
internacional (sea considerado sujeto del derecho internacional público), además de los elementos tradicionales (población,
territorio, organización jurídico-política), se requiere el reconocimiento. Es decir, el Estado no existe si no es reconocido
previamente

b) Carácter declarativo –Pagliari-: el acto del reconocimiento de nuevos Estados, no es constitutivo, sino meramento
declarativo. Implica admitir que lo que se reconoce existe ya en la realidad: un ente que reúne las condiciones para ser
calificado como Estado.
Es la doctrina adoptada par la Carta de la O.E.A. (Art. 9).”La existencia política del Estado es independiente a su
reconocimiento por los demás Estados. Aun antes de ser reconocido, el Estado tiene derecho a defender su integridad e
independencia, proveer a su conservación y prosperidad y, por consiguiente, de organizarse como mejor entendiere, legislar
sobre sus intereses, administrar sus servicios y determinar la jurisdicción y competencia de sus tribunales. El ejercicio de los
derechos no tiene otros limites que el ejercicio de los derechos de otros Estados conforme al derecho internacional”.
Naturaleza.
La mayoría de la doctrina califica al acto de reconocimiento como de naturaleza política discrecional de cada Estado ya que,
sostienen que no existe norma jurídica Internacional que obligue a los Estados a reconocer uno nuevo. Por lo tanto, ningún
Estado incurriría en responsabilidad internacional por el hecho de NO reconocer a un Estado nuevo en el que concurriesen los
requisitos pertinentes.
Pagliari, si bien entiende que es un acto discrecional, NO es un acto de naturaleza política; ya que el Estado existe en virtud de
una norma de derecho internacional general que establece las condiciones que debe reunir un ente para ser considerado Estado.

Oportunidad.

Tanto un reconocimiento tardío como uno prematuro puede producir graves consecuencias internacionales.
Los Estados deben verificar con la debida diligencia y prudencia, la existencia del nuevo ente que pretende ser reconocido, es
decir, si se dan en la realidad los presupuestos básicos de su nacimiento como Estado.
Un reconocimiento prematuro puede ocasionar responsabilidad internacional ante el Estado del cual dependía el nuevo. En tal
supuesto, el acto de reconocimiento, de potestativo y lícito, se convierte en arbitrario, apresurado e ilícito y, como tal violatorio
de una norma internacional que produce un daño, en virtud de que un reconocimiento prematuro puede constituir el acto
configurativo de una intervención condenada por el derecho de gentes (deber de no intervención en asuntos internos de un
Estado).

Efectos.
- El RECONOCIMIENTO de un nuevo Estado produce su inserción dentro de la comunidad internacional, como sujeto con
capacidad para actuar de conformidad con las normas del derecho internacional, otorgándole certidumbre en cuanto a sus
derechos (soberanía e independencia) y obligaciones, además lo consagra como sujeto del derecho, indiscutible, dada su
condición de Estado.

- El NO reconocimiento, a la inversa, lo coloca en una situación de fenómeno histórico, geográfico o jurídico interno, pero no
le permite acceder a la comunidad internacional, significa que carece de legitimación activa y pasiva en el orden
internacional.

RECONOCIMIENTO DE GOBIERNO DE FACTO => surgidos quebrando el orden del derecho interno.

En virtud de los principios de identidad y continuidad del Estado, una vez constituido como tal, solamente se extingue por
pérdida de algunos de sus elementos constitutivos. Uno de tales elementos es el gobierno (conjunto de órganos que ejercen las
competencias del Estado), pero las modificaciones que en él se produzcan no interesan al derecho internacional público, en
cuanto dicho elemento se mantenga como tal. Un Estado no desaparece con motivo de sus conmociones internas, cambios de
gobierno, golpes de Estado, etc.

- El principio de identidad del Estado, significa que cualesquiera sean los cambios, alteraciones o perturbaciones que sufra la
estructura legal o política o su composición personal, NO alteran la subjetividad internacional del Estado. Dichos, cambios se
encuentran dentro de la órbita de jurisdicción del Estado; el derecho Internacional público solo se limita a constatarlos sin
entrar a juzgar su legitimidad o constitucionalidad.
- En virtud del principio de continuidad que prescribe que la subjetividad del Estado, subsiste a pesar de las alteraciones de
forma que pueda sufrir, como de las perturbaciones internas que incidan en la regularidad de su existencia jurídica la
personalidad internacional del Estado no se altera por el cambio de su forma de gobierno, ni por la forma en que éste se
constituye.

El problema de la sucesión de gobiernos puede ser considerado desde dos ángulos distintos:

A. Cambios constitucionales de gobierno: no se plantea el problema del reconocimiento en este supuesto, por lo tanto la
sucesión del gobierno es directa y automática. No existe un nuevo gobierno.
B. Cambios irregulares de gobierno: los demás Estados deben evaluar si la nueva autoridad constituida es la legítima
representante del Estado en cuestión. En este caso, el nuevo gobierno debe reunir requisitos indispensables para su
reconocimiento:

- Que su autoridad se ejerza efectivamente sobre la totalidad o mayor parte del territorio del Estado, careciendo de
una resistencia organizada;
- Que ofrezca serias posibilidades de permanencia y estabilidad;
- Que sea capaz de mantener y cumplir relaciones y obligaciones internacionales.

Los gobiernos de facto están caracterizados por acceder al poder de un Estado rompiendo su continuidad constitucional en el
orden normativo.
El derecho internacional NO indaga sobre la legitimidad de los nuevos gobiernos que surgen en Estados ya reconocidos con
anterioridad. Sin embargo, es de gran importancia el tema en el orden Internacional, porque a pesar de que los cambios de
gobierno son actos exclusivos de su soberanía, ellos impactan en las relaciones exteriores de los Estados. Los Estados son
representados por sus gobiernos, por lo tanto corresponde a los otros Estados examinar en qué medida es autentico (legitimo) el
representante de otra entidad soberana.
El gobierno de facto se caracteriza por el acceso al poder a través de una revolución, golpe de Estado, o de cualquier otro modo
que resulte violatorio del régimen constitucional. Es aquel que, al sustituir en virtud de una acción coercitiva al gobierno
constituido, impone su autoridad sobre el territorio de un Estado.

Finalidad.

El reconocimiento de los gobiernos de facto, tienden al mantenimiento de las relaciones internaciones evitando que el Estado en
cuestión quede marginado del quehacer internacional.

Doctrinas.

Ha sido fundamentado tal reconocimiento de los nuevos gobiernos, en la doctrina de la efectividad, según la cual habría que
reconocer a los gobiernos que ejercen un control efectivo sobre un territorio y la población que en él se asienta.

- Doctrina “Estrada” -identificada con el criterio de la efectividad-: La práctica del reconocimiento es ofensiva para la dignidad
del Estado en cuestión y que la actitud que se debe adoptar es la de mantener o suspender las relaciones diplomáticas, y no
juzgar sobre la legitimidad de un nuevo gobierno. Sostiene esta doctrina un reconocimiento tácito, ya que el hecho de seguir
manteniendo relaciones diplomáticas es una demostración práctica del reconocimiento del nuevo gobierno.

- Doctrina “Tabor” - de la legalidad-; los gobiernos de facto NO deben ser reconocidos hasta que no demuestren que gozan del
consenso popular.

- Doctrina “Stimson”: la negativa a otorgar el reconocimiento trae como consecuencia que las situaciones aludidas no
producen efectos jurídicos en relación con los Estados que han negado tal reconocimiento, por ende, cuanto mayor sea el
número de Estados que nieguen el reconocimiento, mayores serán las probabilidades de lograr que el Estado infractor
restablezca el orden jurídico violado. El NO reconocimiento-sanción actuaría a fin de restablecer lo que se considera el orden
jurídico violado.

Tipos de reconocimiento.

- Reconocimiento DE JURE - pleno y definitivo.

- Reconocimiento DE FACTO -provisional o restringido:


Solo tiene por objeto mantener contactos de rutina o urgencia, que no implican un reconocimiento pleno, ni el
mantenimiento de relaciones diplomáticas; es provisional y susceptible de ser retirado, si los requisitos que debe reunir el
nuevo gobierno, no se concretan en la realidad.
Se puede convertir en reconocimiento de jure por obra del Estado que reconoce, pero nunca un reconocimiento de jure se
puede transformar, a posteriori, en un reconocimiento de facto.

Validez de los actos.


Los actos de un gobierno de facto obligan al Estado que representan, en virtud de que las relaciones internacionales NO
dependen de la forma de gobierno que, en un momento dado de su existencia, tenga un Estado. Por lo tanto, el gobierno de
facto reconocido tiene el deber de conducirse como gobierno de jure en lo concerniente al cumplimiento de todas sus
obligaciones internacionales.
La falta de cumplimiento de tales obligaciones, como así también el incumplimiento por parte de un gobierno de jure que lo
suceda en las obligaciones contraídas por un gobierno de facto reconocido, trae aparejada responsabilidad internacional para el
Estado infractor.
BOLILLA Nº 5
ÓRGANOS ESTATALES DE LAS RELACIONES
INTERNACIONALES.

El derecho internacional regula las relaciones entre los Estados soberanos y otros sujetos que conforman la comunidad
internacional.

La política exterior es el conjunto de decisiones tomadas por un gobierno con relación a los demás Estados, organizaciones y
conferencias internacionales, y cuenta con la diplomacia como instrumento de ejecución.

Tradicionalmente las funciones más importantes de la diplomacia han sido la representación y la negociación; actualmente,
ofrece -junto a los aspectos tradicionales- las características de integrar un cuerpo de funcionarios del Estado, de la rama
administrativa denominada “diplomacia” que forma parte del servicio exterior y a través de la cual se relacionan las naciones.

Corresponden al derecho Internacional determinar y reconocer cuales son los individuos o grupos de ellos que tienen la
condición de órganos de representación de los sujetos internacionales, y la facultad de hacer manifestaciones de voluntad que le
sean atribuibles a tales sujetos; a su vez cada estado o sujeto internacional tiene la facultad de reglamentar dentro de su propio
ordenamiento, cuales son los órganos que tendrán a cargo la gestión de sus relaciones internacionales y sus competencias
respectivas.

A) ÓRGANOS ESTATALES: JEFES DE ESTADO Y JEFES DE GOBIERNO. MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES.

Órganos estatales.
Los sujetos internacionales de toda índole se relacionan entre sí a través de personas individuales o por un conjunto de ellas, las
que obran en nombre del sujeto que representan y se conocen como “órganos de las relaciones internacionales”.
Se habla de un desdoblamiento funcional por ser, a la vez, órganos de derechos interno e internacional.

Estos órganos de las relaciones internacionales se CLASIFICAN:

- Según su NATURALEZA:
- Estatales: órgano que depende directamente del Estado
- NO Estatales: ejemplo, los representantes de organizaciones Internacionales.

- Según sus COMPETENCIAS estatales en:


- Órganos Centrales.
- Órganos Periféricos.

- Según la COMPOSICIÓN de los órganos:


- Individuales:
- Jefe de Estado;
- Jefe de Gobierno;
- y el Ministro de Asuntos Exteriores.
- Colegiados:
- Misiones Diplomáticas,
- Misiones Especiales, y
- Oficinas Consulares.

JEFE DE ESTADO.
Constituye el órgano de superior jerarquía política y administrativa. Es uno de los órganos centrales de representación y sus
competencias hay que buscarla en el derecho interno.
Durante las monarquías absolutas, el monarca (Jefe de Estado) era el único órgano capaz de vincular internacionalmente al
Estado. A partir de la Revolución Francesa la soberanía pasa a ser ejercida en nombre del pueblo y ya NO en nombre del
soberano. Además, las teorías de la división de poderes y de la soberanía nacional influyen en la configuración del ejercicio de las
facultades del jefe de Estado, siendo estas limitadas en las democracias parlamentarias (tener en cuenta que en los sistemas
parlamentarios la figura del Jefe de Gobierno es equiparable a la del jefe de Estado).
En nuestro sistema constitucional se unifica el Jefe de Estado y Jefe de Gobierno en una sola persona: el presidente de la Nación
(El Jefe de Gobierno tiene a su cargo la administración y gestión local; mientras el Jefe de Estado tiene a su cargo las relaciones
diplomáticas con otros Estados).
Ahora bien, dentro de la teoría del derecho internacional, NO en todos los sistemas constitucionales existe en una sola figura;
sino que, en algunos sistemas internacionales las relaciones internacionales se encuentra en manos de una persona con
funciones específicas: el Jefe de Estado, estando ambas funciones diferenciadas respecto del Jefe de Gobierno

Facultades.
Las determina el derecho interno de cada Estado. Algunas de ellas, en colaboración con otros órganos del Estado como las
cámaras legislativas.
En el plano internacional le corresponde el ius representationis omnimodae que consiste en:
- Alta dirección de la política exterior;
- Ratificación o adhesión a los tratados;
- El poder de declarar la guerra y concluir la paz;
- Facultad de nombrar, enviar, y recibir agentes diplomáticos;
- Nombrar a los agentes consulares y conceder el exequátur a los cónsules extranjeros;
- En general, la competencia de declarar la voluntad del estado respeto a otros estados.

La Convención de Viena de 1969 sobre Derecho de los Tratados, en su art. 7.2 dispone que el Jefe de Gobierno, Jefe de Estado y
Ministro de Asuntos Exteriores, vinculan al Estado en materia de tratados SIN necesidad de plenos poderes.

También el Reglamento de Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autoriza a los Jefes de Estado de aquellas naciones que
tiene representación en este órgano, a asistir a sus sesiones y expresar la voluntad del Estado SIN ningún tipo de acreditación de
pleno poderes.

Privilegio e inmunidades.

Cuando el Jefe de Estado visita un Estado extranjero goza de un estatus privilegiado, por la necesidad de otorgarle medios para
ejercer en forma independiente sus funciones. Este estatus comprende, entre otras inmunidades:

- Inviolabilidad personal: significa encontrarse exento de cualquier medida coercitiva. A partir de esta inmunidad, se le debe
protección material y se extiende a su:
- familia,
- séquito (conjunto de gente que acompaña a una personalidad),
- residencia,
- propiedades,
- equipaje, y
- correspondencia.

- Inmunidad de jurisdicción penal: implica que el Jefe de Estado, NO puede ser arrestado, NI citado ante tribunales extranjeros
al Estado al que representa.
También abarca a la jurisdicción de simple policía y NO puede ser objeto de imposición de multa.

- Inmunidad de jurisdicción civil: al respecto, de debe distinguir entre:


- actos “iure imperi”, que son los realizados en el ejercicio de sus funciones, los que están exentos; y
- los actos “iure gestione” en los que no se les reconoce tal inmunidad (siempre se debe recurrir a la práctica de cada uno
de los Estados y no extraer conclusiones a nivel universal al respecto).

También se le reconocen privilegios, como la exoneración de impuestos personales, de consumo y semejantes. Entre ellos las
tasas aduaneras, los objetos que ingresan al país para uso personal, de la familia y séquito, incluyendo también los necesarios
para sus recepciones, obsequios, etc.

Otros de los privilegios es permitirle ejercer en el extranjero funciones propias de su cargo y tomar decisiones que tengan
repercusión fuera del territorio del Estado visitado.

Los privilegios del jefe de Estado duran mientras permanezca en el cargo, y por razones de cortesía, se le aplican determinadas
ventajas aun después de su cese, pero no hay normas jurídicas que amparen a estas.
Los privilegios e inmunidades mencionados tienen su fuente en normas internacionales consuetudinarias. La Convención sobre
Misiones Especiales (aprobada por Asamblea General de la ONU en 1969) en su Art. 21 sostiene que “el Jefe de Estado que
encabeza una misión especial, gozará en el Estado receptor de los privilegios e inmunidades reconocidos por el derecho
internacional a los Jefes de Estado en visita oficial”. De este modo la propia Convención nos remite a la costumbre internacional.

EL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES

En todos los Estados existe el Ministerio de Relaciones Exteriores bajo diversas denominaciones. Al frente de este órgano se
encuentra el MINISTRO, que es el jefe de la rama administrativa a cargo de la política exterior y que actúa bajo la dependencia
del Jefe de Estado o de Gobierno, quien se encuentra al frente de la diplomacia de su país y a él se dirigen los diplomáticos
extranjeros para tratar los asuntos de Estado; recibe las credenciales de los funcionarios extranjeros y las comunicaciones de
otros gobiernos; negocia y firma tratados internacionales.

Los derechos internos son los encargados de reglamentar las funciones y organización de este ministerio. Por lo general, las
legislaciones nacionales le otorgan competencia para hacer declaraciones de voluntad en el ámbito de las relaciones exteriores y
en nombre del Estado que representan, las cuales obligan a éste.
El funcionario inmediatamente inferior del ministro es el VICECANCILLER, que tiene a su cargo dirigir el trabajo de las diversas
secciones en que se divide este ministerio (protocolo y ceremonial, política, comercio internacional, consulados, asuntos
judiciales, cooperación internacional, contabilidad, traducción, registro o correspondencia) y también los grupos de trabajos en
función de áreas geográficas.

La mayor parte de los ministerios, exige determinadas condiciones para el nombramiento, elección y reclutamiento de sus
funcionarios, pudiendo elegirlos entre los de las carreras diplomática y consular.

En Argentina la Ley de Ministerios (Ley 22.520) establece en su art. 18, las competencias del MINISTERIO DE RELACIONES
EXTERIORES, COMERCIO INTERNACIONAL Y CULTO.

Artículo 18.- Compete al MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO asistir al Presidente de la Nación, y al Jefe de Gabinete de Ministros
en orden a sus competencias, en todo lo inherente a las relaciones exteriores de la Nación y su representación ante los gobiernos extranjeros, la
Santa Sede y las entidades internacionales en todos los campos del accionar de la República, y en particular:
1. Entender en la determinación de los objetivos y políticas del área de su competencia.
2. Ejecutar los planes, programas y proyectos del área de su competencia elaborados conforme las directivas que imparta el Poder Ejecutivo
nacional.
3. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en todas las reuniones, congresos y conferencias de carácter internacional y en las
misiones especiales ante los gobiernos extranjeros, organismos y entidades internacionales, así como en las instrucciones que corresponda
impartir en cada caso, y su ejecución.
4. Entender en las relaciones con el cuerpo diplomático y consular extranjero, y con los representantes gubernamentales, de organismos y
entidades intergubernamentales en la República.
5. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en la elaboración, registro e interpretación de los tratados, pactos, convenios,
protocolos, acuerdos, ARREGLOS o cualquier otro instrumento de naturaleza internacional, en todas las etapas de la negociación, adopción,
adhesión, accesión y denuncia.
6. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en todo lo inherente a las actividades de las misiones especiales enviadas a la
República por los gobiernos extranjeros o por organismos o entidades internacionales.
7. Entender en la protección y asistencia de los ciudadanos e intereses de los argentinos en el exterior, así como fortalecer sus vínculos con la
República.
8. Intervenir, en su área, en las decisiones sobre el uso de la fuerza armada, en las materias relacionadas con el estado de guerra y su
declaración, en la solución de las controversias internacionales, los ajustes de paz, la aplicación de sanciones decididas por organismos
internacionales competentes y otros actos contemplados por el derecho internacional.
9. Entender en la política vinculada con las operaciones de mantenimiento de la paz en el ámbito de las organizaciones internacionales y como
resultado de compromisos bilaterales adquiridos por la República, e intervenir en su ejecución.
10. Entender en la política de desarme, seguridad y antiterrorismo internacional.
11. Entender en la introducción y tránsito de fuerzas extranjeras por el territorio de la República y la salida de fuerzas nacionales, sin perjuicio
de la competencia del Ministerio de Defensa.
12. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en las materias referidas a la no proliferación de tecnologías sensitivas vinculadas a
las armas de destrucción en masa e intervenir en el control de exportaciones sensitivas y material bélico.
13. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en la tramitación de los tratados de ARREGLOS concernientes a los límites
internacionales, y en el registro y difusión de los mapas oficiales de los límites de la República.
14. Entender en la tramitación de rogatorias judiciales, pedidos de extradición y en los asuntos relativos a la asistencia judicial internacional.
15. Entender en la concesión del derecho de asilo y el otorgamiento de la condición de refugiado.
16. Entender en la promoción y difusión de la imagen de la República en el exterior, coordinando previamente con los organismos que
correspondan.
17. Entender en los aspectos políticos económicos internacionales, en la formulación y conducción de los procesos de integración de los que
participa la República, como así también en el establecimiento y conducción de los órganos comunitarios surgidos de dichos procesos, y en todo
lo relativo a su convergencia futura con otros procesos de integración, sin perjuicio de la intervención de las jurisdicciones que tengan asignadas
competencias en la materia.
18. Entender, desde el punto de vista de la política exterior y en coordinación con los organismos nacionales, provinciales y regionales de enlace,
en el desarrollo de los procesos de integración física con los países limítrofes.
19. Intervenir en la política comercial en el exterior, incluyendo la promoción y las negociaciones internacionales de naturaleza comercial, así
como en la conducción del servicio comercial exterior.
20. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en las negociaciones económicas bilaterales con las naciones con las que la
República mantenga relaciones, así como en las negociaciones económicas multilaterales a través de los organismos económicos
internacionales, regionales y subregionales.
21. Entender en la promoción, organización y participación en exposiciones, ferias, concursos, muestras y misiones de carácter económico,
oficiales y privadas, en el exterior, atendiendo a las orientaciones de política económica global y sectorial que se definan.
22. Entender en las políticas y determinación de acciones de asistencia humanitaria internacional, ayuda de emergencia y rehabilitación para el
desarrollo a nivel internacional, su implementación, FINANCIACIÓN y ejecución, en coordinación con los organismos competentes del sistema de
las Naciones Unidas y otros organismos internacionales.
23. Entender en todo lo relacionado con las representaciones permanentes o transitorias de la República en el exterior.
24. Entender en la organización del Servicio Exterior de la Nación y en el ingreso, capacitación, promoción y propuestas de ascensos de sus
integrantes que se realicen al Honorable Congreso de la Nación.
25. Entender en la legalización de documentos para y del exterior.
26. Entender en la publicación del texto oficial de los tratados y demás acuerdos internacionales concluidos por la Nación.
27. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en la negociación de la cooperación internacional en los ámbitos educativos,
cultural, ambiental, económico, social, científico, técnico, tecnológico, nuclear, espacial, laboral y jurídico, en coordinación con los respectivos
ministerios y con los demás organismos nacionales que tengan competencia en alguno de dichos ámbitos.
28. Intervenir, desde el punto de vista de la política exterior, en la elaboración y ejecución de la política de migración e inmigración en el plano
internacional y en lo relacionado con la nacionalidad, derechos y obligaciones de los extranjeros y su asimilación e integración con la comunidad
nacional.
29. Entender en las negociaciones internacionales y participar, desde el punto de vista de las relaciones exteriores en la formulación y ejecución
de las políticas sobre protección del medio ambiente, y de la preservación del territorio terrestre y marítimo argentino y sus áreas adyacentes,
así como del espacio aéreo.
30. Entender, desde el punto de vista de la política exterior, en todo lo relativo a la prevención y sanción de delitos internacionales.
31. Entender en las negociaciones internacionales e intervenir en la formulación de políticas que conduzcan a convenios bilaterales y
multilaterales de cooperación internacional en materia de lucha contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
32. Entender en el reconocimiento de Estados, Gobiernos y situaciones internacionales.
33. Entender en la aplicación del derecho humanitario internacional en cooperación con los organismos especializados de Naciones Unidas, con
la Cruz Roja Internacional, así como también en la formulación y ejecución del programa internacional denominado “Cascos Blancos”.
34. Participar en la formulación de políticas, elaboración de planes y programas, y en la representación del Estado nacional ante los organismos
internacionales en materia de Derechos Humanos y en aquellos relativos a la condición y situación de la mujer, e intervenir en la reforma de la
legislación nacional en dichas materias.
35. Intervenir en todos los actos del Poder Ejecutivo nacional que tengan conexión con la política exterior de la Nación o se vinculen con los
compromisos asumidos por la República.
36. Entender, conjuntamente con el Ministerio de Defensa, en la planificación y dirección de la política antártica, como así también en la
implementación de los compromisos internacionales, e intervenir en la ejecución de la actividad antártica.
37. Entender en las relaciones del Gobierno con la Iglesia Católica, Apostólica y Romana; en la centralización de las gestiones que ante la
autoridad pública hicieren la Iglesia, personas y entidades del culto y en las acciones correspondientes al otorgamiento de credenciales
eclesiásticas.
38. Entender en las relaciones con todas las organizaciones religiosas que funcionen en el país para garantizar el libre ejercicio del culto y en el
registro de las mismas.
39. Intervenir en la elaboración de las políticas para el desarrollo de áreas y zonas de frontera y entender en su ejecución en el área de su
competencia.
40. Intervenir en la política de desarrollo de la INVERSIÓN extranjera de carácter productivo en el país, así como en la política de
internacionalización de las empresas argentinas en el exterior.

(Artículo sustituido por art. 2° del Decreto N° 2082/2011 B.O. 12/12/2011. Vigencia: a partir del 10 de diciembre de 2011)
Privilegios e Inmunidades.

Cuando se traslada por territorio extranjero en misión especial, goza de privilegios e inmunidades reconocidas por el derecho
internacional, como el de inviolabilidad personal ante cualquier medida coercitiva y de inmunidad de jurisdicción penal y de
policía
Por razones de cortesía, generalmente, se les reconocen franquicias para sus equipajes, y por extensión, la inviolabilidad
personal para su cónyuge, hijos menores y miembros del sequito oficial.

B) LOS AGENTES DIPLOMÁTICOS => CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES DIPLOMÁTICAS DE 1961.

El Derecho Diplomático.

Es la rama de derecho internacional público que se ocupa de la representación exterior de los Estados y de las negociaciones
que dichas representaciones llevaran a cabo.

El derecho diplomático abarca el estudio de:


- los agentes diplomáticos (su reclutamiento, cualidades y condiciones, prerrogativas, inmunidades, etc.)
- la formación diplomática en todos sus aspectos (del derecho de misión, envío y actuación de los agentes)
- los actos diplomáticos (regula su técnica, formas, modalidades, ceremonial).

Su principal fuente es la costumbre Internacional, adquiriendo una progresiva codificación particularmente con la CONVENCIÓN
DE VIENA DE 1961.

Antecedentes.
Desde la antigüedad los príncipes debieron recurrir a personas de su confianza que en su nombre afianzaban vínculos
comerciales y de solidaridad entre las diversas comunidades y regiones, y en una posterior evolución se encargaron de las
relaciones políticas y negociaciones internacionales que se les encomendaban. Las relaciones internacionales fueron escasas,
debido a la organización social de sus comunidades, que vivían en asimiento y hostilidad reciproca; a su economía; a sus
creencias religiosas.
No obstante, se encuentran antecedentes del derecho diplomático en Egipto quienes mantenían relaciones diplomáticas con
otros pueblos; en Grecia, el sistema de ciudades autónomas fue propicio para el cultivo de las relaciones, y también conoció una
institución semejante al consulado actual, “la proxenia” (protegía a los extranjeros de raza helénica).

En la edad media las Cruzadas fueron el origen del desarrollo del comercio entre oriente y occidente, dando nacimiento a la
institución del consulado como se la conoce actualmente. Los Cónsules, personas versadas en las costumbres locales y
extranjeras mediaban en los conflictos solucionando problemas de la gente.
A comienzos de la edad media solo la Santa Sede ejercía el derecho de legación permanente, extendiéndose luego a los señores
feudales y príncipes.
En este periodo tiene origen la consulta de persona grata respecto del representante diplomático. A partir del S. XIII se inicia la
reglamentación de la función diplomática y se establece como requisito esencial para su ejercicio las denominadas credenciales
para acreditar al enviado y se excluye de esta función a los clérigos.

En la edad moderna, a partir de la Paz de Westfalia de 1648 se afianzan y multiplican las legaciones permanentes en el ámbito
europeo, que son representaciones diplomáticas de un Estado ante otro.

En la edad contemporánea, en el Acta General del Congreso de Viena de 1815, se determina el rango de los agentes
diplomáticos a fin de unificar sus designaciones en las diversas legislaciones internas y se trato de solucionar los problemas de la
precedencia, estableciéndose que los diplomáticos pertenecientes a Estados vinculados por pactos (políticos, de familia, alianzas
dinásticas) NO tendrán prioridad sobre los diplomáticos provenientes de Estados con los cuales no hubiese esa clase de relación.
Y También se estableció que los diplomáticos en misión extraordinaria, se consideraran de igual rango que los ordinarios de los
respectivos Estados.

Tradicionalmente las funciones más importantes de los diplomáticos han sido la representación, la negociación, información y
protección de los intereses del Estado que los envía. Pero con el tiempo la diplomacia adquirió un ámbito más extenso, porque
también es su deber fomentar las relaciones de amistad entre los Estados y de desarrollar sus relaciones económicas,
culturales y científicas (Art . 3 CV 1961).
El surgimiento de múltiples Organizaciones Internacionales, hizo que se desarrollara también la diplomacia de “conferencias” o
“parlamentaria”, conducida sobre bases multilaterales. La diplomacia “abierta” contemporánea, en contraposición a la
“secreta”, practicada antes de la Primera Guerra Mundial, ha sido facilitada por el progreso tecnológico de los medios de
comunicación.

A partir del siglo XVII, los Estados intercambian representantes permanentes, pasando así a ejercer de manera regular el derecho
de legación activo (derecho de enviar agentes diplomáticos al extranjero) y de legación pasiva (derecho a recibir agentes
diplomáticos extranjeros).

Y al conjunto de agentes diplomáticos acreditados ante el mismo gobierno se denomina cuerpo diplomático, que está
encabezado por el decano, cargo que reviste un carácter protocolar, y generalmente es el embajador o nuncio apostólico con
más antigüedad en dicha función, o sea el jefe de misión mas antiguo considerando la fecha de su acreditación ante el gobierno
del Estado receptor.

LA MISIÓN DIPLOMÁTICA.

Los Estados se relacionan a través de ella, ya que es el órgano permanente de un Estado en el territorio de otro Estado y es uno
de los órganos periféricos de representación. Se puede definir a la misión diplomática como el conjunto de personas afectadas
por un Estado a la representación de éste en el exterior.

Desde el punto de vista jurídico, la misión diplomática, es un órgano del Estado acreditante, que tiene personalidad y estatuto
diferenciado de los miembros del personal de la misión. Además, su existencia no depende de la voluntad unilateral del Estado
acreditante, sino que comienza su existencia jurídica internacional por consentimiento mutuo entre el acreditante y el receptor
(art. 2 - CV 1961).

Funciones (art. 3 - CV 1961).

a) Representación: implica el ejercicio de un mandato, por el cual, la misión opera como mandataria del Estado expresando su
voluntad y siendo sus actos atribuibles directamente a este, que es el sujeto de derecho internacional, a diferencia de la
misión que no reviste esa calidad.

b) Negociación: es la gestión realizada por el Estado receptor para el tratamiento de intereses comunes.
Es la negociación en todo tipo de cuestiones que inciden en la relación con el otro Estado (como las originadas por un
tratado).

c) Protección: esta cubre los intereses tanto del Estado acreditante como el de sus nacionales y tiene su fundamento en la
soberanía estatal.
Los limites de esta función están dados por el derecho internacional (en particular la norma que establece el deber de no
intervención en los asuntos de exclusiva competencia interno del Estado receptor).

d) Observación e Información: de esta forma el acreditante conoce la política interna del receptor, su evolución económica y
social, lo cual le permite cumplir con la función de fomentar las relaciones reciprocas.

e) Fomento de relaciones amistosas: implica negociar y desarrollar relaciones económicas, culturales y científicas con el Estado
receptor.

Deberes de la Misión (art. 41 - CV 1961).

- No intervenir en los asuntos internos del Estado receptor (deriva del principio general de no intervención).

- Acatamiento a la ley local, ya que la inmunidad de jurisdicción de que goza la misión y sus miembros, tiene como único
efecto paralizar la sanción legal contra la violación de las leyes del Estado receptor, pero no elimina la obligación de su
cumplimiento.

- Encauzar todas las comunicaciones bilaterales a través del Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor y tiene
prohibido establecer oficinas de la misión en lugares diferentes a su sede, sin el consentimiento previo y expreso del
receptor.
LOS AGENTES DE LA MISIÓN.

1) El JEFE DE LA MISIÓN:

Su nombramiento es de competencia interna del Estado acreditante. (Así lo establece el art. 99 inc. 7 de la C.N).
Si bien el Estado acreditante tiene la potestad de designar libremente al personal de la misión, en lo referente al jefe de la
misión, se exige, previo a su nombramiento, la conformidad del Estado receptor con la designación de él (art. 41 CV 1961).
Esta conformidad es una costumbre internacional y se la conoce como “pedido de placet o agrément”. Y la declaración de
“persona grata” significa que el funcionario designado obtuvo el placet del receptor.
También, tal pedido puede ser denegado y en tal caso el Estado receptor no está obligado a expresar al acreditante los motivos
de su negativa a otorgar el consentimiento; es lo que se nomina “declaración de persona non grata”, la cual puede hacerse en
cualquier momento, y no solo antes de su designación.

La CV 1961 estableció las siguientes CATEGORÍAS DE JEFES DE MISIÓN:

1. Embajadores o nuncios acreditados ante los Jefes de Estado y otros jefes de misión de efecto equivalente;
2. Enviados, ministros o internuncios acreditados ante los Jefes de Estado;
3. Encargados de negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones Exteriores.

1. En cuanto a la primera categoría, el termino EMBAJADOR proviene del francés “ambasia” que significa encargo, misión. El
embajador puede tener carácter ordinario o extraordinario, aunque la práctica eliminó tal distinción y a todos se los
denomina extraordinarios (sin que signifique mayores honores o jerarquías).
A la par de la categoría de embajador se encuentran los NUNCIOS que son los representantes del Sumo Pontífice ante los
Estados; es el embajador ordinario y permanente del Papa cerca de un gobierno extranjero (no es imprescindible que sea
cardenal). Los legados (también denominados legados a latere, al lado del Papa) son nombrados en circunstancias
extraordinarias y pertenecen a la categoría de cardenal.

2. La segunda categoría se encuentra actualmente en desuso, tiene su origen en las “legaciones” que eran misiones
diplomáticas de rango inferior a las Embajadas y que se acreditaban en los países que se encontraban fuera del concierto de
las grandes potencias. Actualmente todas las misiones alcanzan el rango de embajadas.

3. La tercera categoría es utilizada generalmente por los Estados para hacerse representar en aquellos otros Estados con los
cuales tiene lazos remotos de amistad y escasos intereses culturales o materiales; o bien, cuando las circunstancias
económicas no les permiten solventar los gastos que suponen instalar y mantener las representaciones de la primera
categoría. También en caso de tirantez de la relación bilateral, previo retiro de los embajadores o ministros plenipotenciarios.
El ENCARGADO DE NEGOCIOS, puede ser ad hoc u ordinario, en cuyo caso corresponde a una misión de carácter
permanente, es un jefe de misión de pleno derecho y se lo denomina “encargado de negocios en propiedad”. O puede ser un
encargado de negocio ad interin, que quien reemplaza temporalmente a un jefe de misión de la primera categoría
(embajador o nuncio) durante su ausencia o vacancia.

Los encargados de negocios se acreditan mediante “cartas de gabinete” firmadas por el Ministro de Relaciones Exteriores del
Estado al que pertenecen, para ser presentadas ante su par del Estado receptor.

El Estado acreditante podrá, previa notificación, acreditar a un único jefe de misión ante dos o más Estados (art. 5 CV 1961), son
los denominados EMBAJADORES CONCURRENTES. En tal caso, el acreditante podrá establecer en cada uno de los Estados en
que el jefe de misión no tenga su sede permanente, un encargado de negocios ad interin al frente de la misión.

El JEFE DE LA MISIÓN asume sus funciones en el Estado receptor desde el momento en que presenta sus cartas credenciales,
firmadas por su jefe de Estado y que lo acredita oficialmente para ejercerlas. Es una costumbre, que al llegar al Estado receptor
el nuevo jefe de misión realice una visita al Ministro de Relaciones Exteriores del Estado anfitrión, a fin de presentarse y solicitar
fecha para la entrega de las cartas credenciales al Jefe de Estado, entregándole a aquel las cartas de estilo de las mismas y copia
del discurso de presentación.

Cuando el jefe de la misión termina sus funciones por diversas causas, presenta antes de su partida las “cartas de retiro” o
“recredenciales”, las que son entregadas al jefe de Estado receptor, y si es un encargado de negocios en propiedad, al ministro
de relaciones exteriores.
El pasaporte diplomático consiste en un pasaporte oficial expedido por el Estado acreditante a los funcionarios diplomáticos y
consulares que se dirigen al extranjero, contiene titulo y condiciones de la persona que lo posee, su cargo y lleva el sello del
Ministerio de Relaciones Exteriores.
La mayoría de los Estados coinciden en otorgárselos a:
- los diplomáticos de servicio activo,
- los ex embajadores,
- los ex ministros de relaciones exteriores, y
- ex jefes de estado.

2) El PERSONAL DE LA MISIÓN.

La CV 1961 entiende por “miembros del personal de la misión” a los miembros del personal diplomático, del personal
administrativo y técnico y del personal de servicio.

Los miembros del personal diplomático son las personas que posean la calidad de diplomáticos (consejeros o secretarios de
embajada) y son diferentes al jefe de misión.

A diferencia del jefe de misión que requiere el placet, el Estado acreditante puede nombrar libremente al personal de la misión
SIN necesidad del previo consentimiento del receptor, bastando con la notificación correspondiente al Ministerio de Relaciones
Exteriores.
 EXCEPCIONES: agregados militares, navales o aéreos, respecto de los cuales el Estado receptor podrá exigir que se informe
con anticipación sobre sus identidades para su aprobación.

El Estado receptor podrá en cualquier momento SIN tener que exponer motivos de su decisión, comunicar al acreditante que un
miembro del personal diplomático de la misión es persona non grata o que cualquier otro miembro del personal de la misión no
es aceptable.
En tal caso, el Estado acreditante deberá retirar a esa persona o pondrá término a sus funciones en un plazo razonable y, de no
hacerlo, el Estado receptor podrá desconocerlo en su carácter de miembro de la misión.
Cuando los funcionarios diplomáticos concluyen sus funciones con previa notificación al Estado receptor, el acreditante puede
retirar libremente a los miembros de la misión.

- PERSONAL ADMINISTRATIVO Y TÉCNICO


Está compuesto por las personas, que SIN gozar de un estatus diplomático propiamente, están afectadas al servicio técnico y
administrativo (por ejemplo: interpretes, archiveros, secretarios privados, etc.), y gozan de estatuto privilegiado ya que sus
tareas están relacionadas con la actividad propia de la diplomacia; su nombramiento y remoción es semejante al del personal
diplomático.

- PERSONAL DE SERVICIO:
Comprende a las personas empleadas en el servicio domestico y de mantenimiento (ejemplo, choferes, personal domestico
de la misión y de la residencia del jefe de misión). Su nombramiento y remoción es libre por el acreditante, al igual que el
personal diplomático y administrativo.

Los miembros de la familia del jefe de la misión y demás agentes diplomáticos y del personal administrativo y técnico que
residan junto al funcionario en forma permanente gozarán de los mismos privilegios e inmunidades del personal diplomático,
siempre que NO sean nacionales del Estado receptor.
Para el caso del personal técnico y administrativo hay una exigencia complementaria, ya que para gozar de tales privilegios NO
deben tener residencia permanente en el Estado receptor.

LAS INMUNIDADES DE LOS DIPLOMÁTICOS.

- INMUNIDAD DEL EJERCICIO DE LA JURISDICCIÓN


El derecho internacional confiere a los diplomáticos la inmunidad del ejercicio de la jurisdicción por parte del Estado que los
recibe.
Debe entenderse bien el significado del término inmunidad, el cual se refiere a la inmunidad respecto del ejercicio de
jurisdicción, NO inmunidad de la jurisdicción misma; ello implica que, los diplomáticos, NO se encuentran por encima del
derecho vigente del Estado que los recibe y el Estado no queda impedido de formular una legislación aplicable a todas las
personas que estén dentro de la jurisdicción territorial.

Fundamento.
El basamento teórico de las inmunidades tuvo variaciones en el tiempo.
- Según la teoría representativa del medioevo, al embajador se lo consideraba como representante personal del soberano
extranjero y someterlo a juicio o privarle la libertad era considerado un ataque al soberano mismo. Esta teoría se vincula
con la ficción de la extraterritorialidad, según la cual, se entiende a la sede de la embajada como una extensión de la sede
del Estado que enviaba al diplomático, y por ello resultaba inaccesible a las autoridades locales. Sin embargo,
actualmente, se dejó de lado esta teoría, SALVO para el concepto de ASILO DIPLOMÁTICO.

- La teoría funcional se basa en el supuesto de que el diplomático debe estar libre de interferencia por parte de las
autoridades locales para cumplir sus funciones; pero esta teoría no es la base exclusiva de la inmunidad.

El elemento esencial que enfatiza estas teorías (representativa y funcional) es el principio de la reciprocidad.

Para proporcionar resguardos adicionales en la observancia de las inmunidades diplomáticas, varias constituciones confieren
jurisdicción al tribunal nacional de mayor jerarquía (Corte Suprema - CN arts. 116 y 117).

Los agentes diplomáticos residentes en el Estado receptor NO pueden ser sometidos a la jurisdicción de los tribunales de
este último. Esta inmunidad refuerza y complementa la inviolabilidad personal y tiene su mismo fundamento, pero NO exime
al agente diplomático de la jurisdicción de los tribunales de su propio Estado.

- INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN PENAL: es absoluta para el agente diplomático y para cualquier categoría de delito, pero en
caso de probarse la participación de un diplomático acreditado en un delito, existe la posibilidad para el receptor de
declararlo persona non grata, circunstancia que obliga al Estado acreditante a poner fin a las funciones del agente en ese
país y retirarlo de su territorio.
La declaración de persona no grata, es una potestad soberana, absoluta y derecho exclusivo del Estado receptor, de la cual
puede hacer uso SIN justificación alguna; es decir, puede ser utilizada haya o no acontecido un hecho que la motive. No
obstante ello, por lo general, se declara persona no grata a un representante diplomático de otro Estado ante la
configuración de las causales previstas, que vedan la posibilidad de hacer ciertos actos en el Estado receptor o extranjero (ej.
inmiscuirse en asuntos internos en todo sentido).
La declaración de persona no grata es una medida diplomática de no querer que el representante, por la función que
representa, permanezca en el territorio extranjero.
Los funcionarios diplomáticos NO pueden ser detenidos ni demorados, a diferencia de los consulares que, si bien no pueden
ser detenidos, si se le puede iniciar proceso y, eventualmente, si se lo condena, se puede hacer efectiva la condena.

- INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN CIVIL contempla EXCEPCIONES:

a) Acciones reales sobre bienes inmuebles que a título privado posea el diplomático en el territorio del Estado receptor;
b) La participación del diplomático en calidad de heredero o legatario en juicios sucesorios radicados en los tribunales
del receptor;
c) Acción judicial referente a cuestiones vinculadas a la actividad privada, profesional o comercial del diplomático fuera
de sus funciones oficiales (prohibido a los agentes diplomáticos dedicarse a actividades profesionales o comerciales a
título personal).
La inmunidad de jurisdicción civil cede, si el agente diplomático presenta una demanda ante tribunales civiles del receptor, y
es objeto de reconvención o contrademanda por parte del accionado y en tal caso no podrá invocar su inmunidad.

- INMUNIDAD ADMINISTRATIVA es un complemento de la civil y se refiere a las sanciones de tipo contravencional o de policía
(multas).

La inmunidad de jurisdicción reconocida a los diplomáticos, puede ser renunciada solo por el Estado que los envía, porque se
otorga teniendo en cuenta el interés del Estado acreditante y de sus relaciones con el receptor.
Esta renuncia debe ser expresa, y la renuncia a la inmunidad de jurisdicción, posibilita que se ponga en marcha el mecanismo
jurisdiccional del Estado receptor y la sentencia que se dicte no podrá ser ejecutada, a menos que medie una nueva renuncia
expresa, ya que mientras no se manifieste rige la regla de “inmunidad de ejecución”.

- INVIOLABILIDAD DE LOS AGENTES DIPLOMÁTICOS

La inviolabilidad personal del agente es absoluta, y no admite excepción, aun si se tratara de delito flagrante.
Alcanza:
- documentos,
- correspondencia,
- bienes, y
- residencia particular.
Tampoco tiene obligación de comparecer como testigo ante los tribunales locales.

El Estado receptor está obligado a brindar protección especial a los diplomáticos extranjeros, debiendo tomar los recaudos
necesarios para impedir cualquier acto de particulares contra su persona o decoro.

La inviolabilidad personal significa que el Estado receptor esta inhibido de ejercer cualquier medida de carácter coactivo o
que implique el uso de la fuerza contra personas o cosas afectadas a la actividad diplomática.

La libertad de circulación dentro del territorio del Estado en que están acreditados queda sujeta a las leyes y reglamentos del
receptor respecto de zonas prohibidas o de seguridad.

La libertad de comunicación y la inviolabilidad de la correspondencia que comprende de la VALIJA DIPLOMÁTICA, esta puede
ser usada solo para documentos diplomáticos y artículos de uso oficial y debe ostentar signos visibles que la identifiquen como
tal. La valija diplomática, refiere a la valija que lleva el correo diplomática y que, generalmente es una saca del ministerio,
inviolable, precintada y lacrada. Se envían, a través de la misma, toda la documentación que lleva adelante una representación
diplomática (ej. memorándum).

Los locales de misión diplomática son inviolables y los agentes del Estado receptor NO podrán ingresar a ellos sin
consentimientos del jefe de misión. Alcanza también al mobiliario y bienes situados en la sede de la misión, y los medios de
transporte de esta, los que no podrán ser objetos de registro, requisa, embargo o medida de ejecución.
El correlato de esta inmunidad es la obligación que tiene el Estado receptor de adoptar medidas a fin de proteger los locales de
de la misión contra todo daño, turbación, atentado.

También son inviolables los archivos y documentos de la misión y esta subsiste aun en caso de ruptura de relaciones
diplomáticas, caso en el cual el receptor permitirá su retiro de su territorio o traslado a la sede de la misión a un tercer Estado.

PRIVILEGIOS DIPLOMÁTICOS.

La mayor parte de ellos se basaron, a diferencia de las inmunidades, en reglas de cortesía hasta que fueron receptadas en la CV
1961. NO se debe confundir inmunidades (civil, penal y administrativa) y privilegios.

Los agentes diplomáticos están fuera del alcance de la potestad tributaria del Estado receptor, abarcando todos los impuestos
nacionales, provinciales y municipales, ya sean personales o reales.
 EXCEPCIONES: - impuestos sobre inmuebles,
- impuestos sobre sucesiones,
- impuestos sobre actividades profesionales o comerciales personales del agente,
- impuestos indirectos,
- derecho de registro,
- aranceles judiciales, etc.
La misión diplomática está exenta de tributar por los derechos y aranceles que percibe por actos oficiales.

Entre los privilegios reconocidos a los locales de la misión se encuentra la posibilidad de exhibir bandera y escudo.
También en materia de privilegios el Estado receptor debe prestar colaboración a fin de que el acreditante pueda obtener los
inmuebles para la sede de la misión, y en su caso para sus miembros. Ambos están exentos de impuestos inmobiliarios.
C) LAS MISIONES ESPECIALES. => CONVENCIÓN SOBRE MISIONES ESPECIALES DE 1969.
Son reguladas por la Convención sobre Misiones Especiales firmada en Nueva York en 1969 y ratificada por Argentina mediante
ley 19.802.
Se entiende por misión especial a la delegación de carácter temporal y representativo, enviada por un Estado ante otro, con el
consentimiento de este último, para tratar asuntos determinados o realizar ante él un cometido determinado.
Para el envío de una misión especial NO es necesario la existencia de relaciones diplomáticas y consulares entre los Estados (art.
7 de la CNY 1969).
Se considera que la misión especial entra en funciones, cuando toma contacto oficial con el Ministro de Asuntos Exteriores u
otro órgano del Estado receptor que se haya convenido, SIN ser necesario la presentación de cartas credenciales o plenos
poderes.
Existe libertad para el nombramiento de los miembros que componen una misión especial, debiendo informarse el número de
integrantes al Estado receptor.
Sus miembros gozan en el Estado receptor de los privilegios e inmunidades establecidos para las misiones diplomáticas en
cuanto sean compatibles.

La misión especial finaliza sus funciones (art. 20 CNY 1969) por:


- Mutuo consentimiento entre los Estados.
- Cumplimiento del cometido.
- Expiración del periodo señalado para ella.
- Notificación del Estado acreditante de que pone fin o la retira.
- Por notificación del Estado receptor de que la considera terminada.

D) AGENTES CONSULARES => CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES CONSULARES DE 1963.

La institución consular históricamente es más antigua que la de la misión diplomática permanente.


El reconocimiento de la estrecha relación que existe entre los funcionarios diplomáticos y consulares, llevó a los Estados a unir
las dos carreras formando un solo servicio exterior (Argentina: Ley 20.957). Es decir, la función diplomática es una sola en
sentido genero a especie, que algunos funcionarios realicen funciones de aspectos consulares y otros de aspectos diplomáticos,
es una cuestión de la función específica. Pero, cada Estado tiene “representantes diplomáticos”, no tiene representantes
diplomáticos y consulares; en el caso de la República Argentina se encuentran regulados por la Ley del Servicio Exterior en
Argentina.

FUNCIONES.
A diferencia de los agentes diplomáticos, los cónsules NO representan a los Estados y NO se encuentran acreditados ante el
receptor.

Los cónsules son funcionarios enviados por un Estado al territorio de otro Estado, para defender (dentro de los límites de su
función) los intereses del Estado que envía, así como los de sus nacionales, promover las relaciones bilaterales económicas y
comerciales, ejecutar en el territorio del receptor actos administrativos, notariales, y de registro que tendrán efecto en el
territorio del Estado que los envía.

Por lo tanto, a diferencia de los diplomáticos, la tarea de los cónsules NO es política, ni tiene el carácter representativo de los
primeros, siendo su misión esencial la defensa y protección de los intereses de las personas físicas y jurídicas del Estado que
envía.

Sin perjuicio de las diferencias, las funciones consulares guardan cierta relación con las diplomáticas, como la posibilidad de que
una misión diplomática puede ejercer funciones consulares. Además, el consentimiento para establecer relaciones diplomáticas
implica, salvo disposición en contrario, la autorización para establecer relaciones consulares.
Las rupturas de las relaciones diplomáticas no implica necesariamente las consulares; y si el Estado que envía solo tiene oficina
consular en el receptor, podrá con autorización del receptor ejercer actos diplomáticos sin cambiar su categoría.
El derecho consular contiene normas que en su mayoría se fundamentan en el derecho consuetudinario y positivo internacional.
Su regulación actual surge de la CONVENCIÓN DE VIENA DE 1963 SOBRE RELACIONES CONSULARES.
La oficina Consular.

Las funciones de la oficina consular, tanto de carrera como honoraria, resultan del art. 5 de la CV 1963 y se pueden agrupar en:
a) Protección de los intereses de los estados que envía y de sus nacionales;
b) Promoción de las relaciones comerciales económicas, culturales, científicas;
c) Informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y evolución de la vida comercial, económica, cultural y científica
del estado receptor e informar al estado que envía y a las personas interesadas;
d) Brindar ayuda a los buques que tengan nacionalidad del Estado que envía, aeronaves matriculadas y a su tripulación;
e) Prestar servicios a los nacionales del Estado que envía.
f) Funciones administrativas, de registro civil, notariales, para los nacionales del estado que envía y funciones administrativas
para los nacionales del Estado receptor.

La CV de 1963 reconoce 4 CATEGORÍAS de oficina consular:


1. Consulados generales
2. Consulados
3. Viceconsulado
4. Agencia Consular

Estas jerarquías se establecen por la importancia de la ciudad sede; de los negocios con la región; la cantidad de nacionales del
Estado que envía, que residen en Estado receptor; por vínculos culturales, etc.

Considerando que el Estado que envía puede tener más de una oficina consular en el Estado receptor, se denomina
circunscripción consular al ámbito territorial en donde la oficina consular ejerce sus funciones, que abarca una porción del
Estado receptor. Los límites de esta circunscripción no pueden alterarse sin el consentimiento del receptor, el cual también es
requerido para su constitución.

La función consular termina por:

- Por notificación, del Estado que envía al receptor, que se ha puesto termino a esas funciones;

- Por revocación del exequátur;

- Por notificación, del Estado receptor al Estado que envía, de que ha dejado de considerar a la persona que se trate como
miembro del personal consular (art. 25).

- El JEFE DE LA OFICINA CONSULAR

Para la designación del mismo, el Estado que lo envía debe recabar el asentimiento del Estado receptor, para lo cual remite a
este una Carta Patente, en la cual se consigna la circunscripción en que la persona designada ejercerá sus funciones (art. 11).
El Estado receptor manifiesta el asentimiento mediante el exequatur, que podrá ser denegado sin necesidad de motivar su
rechazo.

La CV63 efectúa la distinción entre:

- Funcionarios consulares de “carrera”, que son funcionarios nacionales del Estado que envía
- Funcionarios consulares “honorarios”, normalmente son nacionales del Estado receptor o residen en forma permanente en
él. Además se diferencian de los de carrera, por ser personas que no devengan un salario regular, no son nacionales del
Estado que los designa, y les está permitido dedicarse a actividades privadas y lucrativas.

Si bien clases de funcionarios cumplen funciones similares, la CV63 limitó los privilegios e inmunidades de los funcionarios
honorarios a solo los necesarios para los ejercicios de funciones consulares oficiales.

El establecimiento de relaciones consulares se hace por mutuo consentimiento entre el Estado que envía y el receptor,
consentimiento que se necesita tanto para iniciar relaciones consulares como para modificar la sede de la oficina consular y su
clase; mientras, el establecimiento de un consulado honorario tiene carácter facultativo, tanto para el que envía como para el
receptor.
- El PERSONAL DE LA OFICINA CONSULAR

La oficina consular, además del jefe, cuenta con personal de carrera y personal administrativo y técnico (igual que las misiones
diplomáticas).

Se considera funcionario consular a toda persona encargada, con ese carácter, del ejercicio de funciones consulares, incluido el
jefe de oficina consular; y por miembros del personal consular, los funcionarios consulares (excepto el jefe) los empleados
consulares y miembros del personal de servicio.

La designación del personal de la oficina consular y remoción es libre para el Estado que envía, previa notificación al receptor.
Los empleados contratados localmente están sometidos al régimen laboral del Estado receptor.

En todo momento el Estado receptor puede comunicar al que envía, que un funcionario consular es persona non grata o que
cualquier otro miembro del personal ya no es aceptado. Tal declaración no requiere motivación alguna.

En este caso el Estado que envía debe proceder a retirar a la persona o poner fin a sus funciones en la oficina consular, debiendo
ejecutarlo en un plazo razonable, y si se negase a ello el receptor podrá retirar el exequátur a dicha persona y dejar de
considerarlo como miembro del personal consular.

FACILIDADES, PRIVILEGIOS E INMUNIDADES => Arts, 28 y ss.

- Relativas a las OFICINAS CONSULARES: se prevé un deber general de protección por parte del Estado receptor sobre los
locales y sus archivos. Este debe brindar facilidades para el desempeño de las funciones consulares, para la adquisición de
locales para la sede de la oficina y permitirle el uso de escudo y banderas en el edificio de la oficina consular.
Las oficinas consulares están exentas de tributar al Estado receptor por los derechos y aranceles consulares que percibe por
prestación de sus servicios.

- PERSONAL DE LA OFICINA CONSULAR: goza de libertad de tránsito por el territorio del Estado receptor, SALVO las
disposiciones nacionales sobre zonas de seguridad, también gozan de libertad de comunicación en general.

PRIVILEGIOS:
- Locales consulares: exenciones fiscales y franquicias aduaneras sobre los bines necesarios para el desempeño de su función.
- Agentes consulares: gozan de:
- el deber general de protección que les debe brindar el receptor,
- exenciones al permiso de residencia, de trabajo, al régimen de seguridad social,
- excepción de impuestos reales y personales, SALVO los que correspondan por actividades o
propiedades a título particular del agente.
- franquicias aduaneras para el ingreso de los bienes de uso personal y de su familia.
INMUNIDADES
- Locales consulares DE CARRERA:
- Inviolabilidad del local y de los archivos consulares, que son todos los papeles, documentos, correspondencia, registros,
etc.
- Inmunidad los documentos consulares, la valija consular, y el personal de correo consular.

- Los consulados HONORARIOS: solo rige la inviolabilidad de los archivos y documentos consulares.

- AGENTES CONSULARES:
Las inmunidades solo están reconocidas por la CV 1963 para los agentes consulares de carrera. Estas consisten en la
inviolabilidad personal e inmunidad de jurisdicción.

- La inviolabilidad personal del agente NO reviste el carácter absoluto conferido a los diplomáticos, ya que podrán ser
detenidos o puesto en prisión preventiva cuando se trate de un delito grave y por decisión de autoridad judicial
competente. Salvo ese supuesto, el funcionario no podrá ser detenido, ni sometido a ninguna otra forma de privación de su
libertad personal si no en virtud de sentencia firme.
El funcionario está obligado a comparecer ante las autoridades judiciales del receptor cuando se instruya en su contra un
procedimiento penal.
- La inmunidad de jurisdicción de materia CIVIL y ADMINISTRATIVA alcanza a los funcionarios y empelados consulares, por
actos ejecutados en el cumplimiento de sus funciones; por lo tanto, están exento de la inmunidad aquellas:
- sanciones civiles que resulten de un contrato, que el funcionario consular no haya concertado como agente del Estado
que envía
- y las entabladas por un tercero, como consecuencia de daños causados por accidentes de vehículo, buque o avión
ocurrido en el estado receptor.
Los privilegios e inmunidades reconocidos a los agentes consulares son renunciables, por aparte del Estado que los envía, en
forma expresa y comunicada por escrito al Estado receptor. Se presume la renuncia si el funcionario consular entabla una acción
judicial en materia en que goce inmunidad de jurisdicción (no podrá invocar la inmunidad si es objeto de demanda
reconvencional).
La renuncia a la inmunidad de jurisdicción, por acciones civiles o administrativas, no implica la renuncia a la inmunidad de
ejecución sobra la resolución que se dicte, porque es necesario una renuncia especial.

E) LEY Nº 20.957 DE SERVICIO EXTERIOR DE LA NACIÓN.


La representación exterior de la Argentina, a través de sus órganos periféricos, se encuentra reglada por la ley 20.957 (Ley de
Servicio Exterior de la Nación de 1957).

La Ley 20957 dispone sobre:


- la organización y funcionamiento del servicio exterior de la nación (SEN),
- crea el instituto del servicio exterior de la nación (ISEN),
- establece las categorías de los funcionarios diplomáticos y consulares
- y determina sus funciones, derechos, obligaciones y prohibiciones.

La ley 20.957 establece en su art. 1 que el SERVICIO EXTERIOR es la organización fundamental del estado nacional para el
desarrollo de sus relaciones con la comunidad Internacional, es el instrumento de ejecución de la política exterior argentina.
Y, tiene por objetivos, preservar, defender y resguardar la soberanía, dignidad e intereses de la república en el ámbito
continental y mundial.
Esta ley se aplica al personal del SEN, que se integra con:
- El cuerpo permanente activo constituido por los funcionarios con estado diplomático en actividad, que se desempeñan en
funciones diplomáticas, consulares y de cancillería (art 4), y por los que ingresen al servicio exterior conforme a las
disposiciones de la presente ley.
- Cuerpo permanente pasivo, que comprende los funcionarios con estado diplomático sean jubilados o retirados.
- El cuerpo de agregados, que puede ser laboral. Y de agregados militares, culturales, económicos y otros. Todos estos
agregados forman parte de la misión diplomática en que actúan y estarán subordinados al jefe de esta. Este servicio de
agregados especializados depende del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
- Funcionarios designados según art. 5: el Poder Ejecutivo podrá designar excepcionalmente como embajadores
extraordinarios y plenipotenciarios a personas que no pertenezcan al Servicio Exterior. Son estos los denominados
“embajadores políticos”, los que cesan en sus funciones, cuando cesa el mandato del presidente de la Nación que los
designó.

Según el art. 3 de la ley 20.957 las CATEGORÍAS DEL PERSONAL PERMANENTE del Servicio Exterior son siete:
1. Embajador extraordinario y plenipotenciario
2. Ministro plenipotenciario de primera clase
3. Ministro plenipotenciario de segunda clase
4. Consejero de Embajada y Cónsul general
5. Secretario de embajada de primera clase y cónsul de primera
6. Secretario de embajada de segunda clase y cónsul de segunda
7. Secretario de embajada de tercera clase y cónsul de tercera.

Según el art. 19 de la ley el “estado diplomático” comprende las funciones, obligaciones, derechos y prohibiciones inherentes a
la categoría que corresponda a cada miembro del personal del SEN. El mismo queda sometido al principio de legalidad.
Este es un derecho adquirido, del cual no podrá ser desposeído el funcionario, salvo por las causales del art. 25 de la ley, por el
cual el “estado diplomático” se pierde:
- Por renuncia expresa a dicho estado;
- La aplicación de sanciones de cesantía o exoneración, como resultado de sumario que hace que los funcionarios dejen de
pertenecer al cuerpo permanente del SEN;
- Por condena criminal impuesta por delitos dolosos;
- Por presentarse en concurso o ser declarado fallido.

Respecto de las FUNCIONES, según las categorías:


- los agentes diplomáticos tienen las representación de la Nación, promoción de los intereses de la República en la
Comunidad Internacional;
- los agentes consulares, el ejercicio de funciones de escribano, jefe de registro civil y promoción de los intereses del país
(art. 20).

En cuanto a las OBLIGACIONES el art. 21 enuncia:


- juramento de fidelidad a la Nación y Constitución Nacional antes de asumir sus funciones;
- desempeño de sus funciones en forma regular;
- defender el prestigio, la dignidad y los intereses de la Nación;
- difundir el conocimiento de la República y fomentar las relaciones políticas, culturales, económicas y sociales, con el país en
donde ejercen sus funciones,
- de información y reserva absoluta sobre las cuestiones de carácter confidencial que conozcan en razón de sus funciones, aun
cuando dejen de pertenecer al Servicio Exterior;
- honorable conducta pública y privada, etc.

Son DERECHOS de los funcionarios entre otros:


- la estabilidad y promoción conforme a la ley,
- uso del título y tratamiento correspondiente a la categoría que tengan a la retribución integral;
- jubilación, retiro y pensión para sus deudos habientes, etc.

PROHIBICIONES:
- ABSOLUTAS las que vedan a los funcionarios:
- intervenir en la política del país extranjero
- ejercer en éste actividades comerciales profesionales o de gestión de intereses privados propios o ajenos;
- hacer uso indebido de documentos o noticias reservados confidenciales o secretos.
- RELATIVAS, pueden levantarse por autorización expresa, tales como:
- asumir la representación o protección de los intereses de un tercer Estado o de sus nacionales;
- efectuar declaraciones que comprometan la política externa o interna de la República,
- ejercer acciones judiciales,
- prestar testimonio o renunciar a la inmunidad de jurisdicción (prohibición que se extiende a la familia a cargo del
funcionario).

INSTITUTO DEL SERVICIO EXTERIOR DE LA NACIÓN


Es un órgano dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, para la selección, formación e
incorporación del personal del cuerpo permanente activo del SEN y tiene como misión fundamental, afirmar y desarrollar la
vocación profesional, los principios éticos y morales y la convicción patriótica que informan la conducta de los aspirantes a
integrantes del SEN.

La dirección de este instituto está a cargo de un funcionario de la categoría Embajador Extraordinario y plenipotenciario, del
cuerpo permanente activo del SEN, quien depende directamente del Ministerio de Relaciones Exteriores.

F) REPRESENTACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES.

Además, es frecuente que se realicen convenciones internacionales bilaterales o multilaterales entre los Estados que integran
una organización internacional, por las cuales establecen cuáles serán las inmunidades de sus funcionarios.
En el ámbito de las organizaciones internacionales, como Naciones Unidas, hay lo que se denomina representantes
permanentes de la misión especial del Estado de que se trate.

Las organizaciones internaciones tiene un régimen similar al de los agentes diplomáticos; sin embargo, se regula se encuentra
contemplada en un Estatuto especial que establece la regulación en relación a la inmunidad de los funcionarios de las
organizaciones internacionales. Dicha regulación, tiene los mismos alcances que los agentes diplomáticos.
BOLILLA Nº 6
EL ESTADO.

El Estado es una organización política cuyo poder se basa en la soberanía territorial, que tiene como efecto el ejercicio pleno,
autónomo y exclusivo de sus potestades y competencias dentro de su territorio y la capacidad de asegurar su existencia hacia el
exterior.
La soberanía territorial nace de una norma consuetudinaria y de ella surgen dos principios fundamentales en el derecho
internacional que hacen a los Estados los sujetos principales y primarios en este derecho:
- principio de igualdad soberana
- principio de no intervención.
La soberanía cuenta con dos limitaciones: la soberanía de los otros Estados y el orden jurídico internacional, a la que le compete
delimitar las competencias estatales para una aplicación coherente y efectiva de las normas internacionales..

Es decir, existe una norma consuetudinaria que atribuye a los Estados la facultad de ejercer en forma exclusiva y excluyente su
poder dentro del territorio. Sirve como:
- como fundamento, porque asegura tal ejercicio en forma plena y exclusiva dentro de dicho ámbito territorial;
- límite, porque marca el término de sus potestades estatales, en virtud del principio que prohíbe la intervención de un estado
en los asuntos de otro.

A) ELEMENTOS CONSTITUTIVOS. DERECHOS Y OBLIGACIONES. INMUNIDADES DE JURISDICCIÓN. DOMINIO


RESERVADO.

Asume importancia para el derecho internacional aquellas circunstancias que hacen que un Estado sea considerado tal. Y es ahí
donde ingresan al estudio todos los elementos característicos de la conformación de un Estado, para que sea entendido como un
sujeto internacional capaz de adquirir derechos y, a diferencia de otros sujetos –excepto las organizaciones internacionales-, la
capacidad para hacerlos valer por sí, porque son sujetos originarios per se y plenos.

Para la existencia de un estado se requieren tres elementos:


1. Un territorio,
2. Una población permanente que lo habite y
3. Un gobierno (poder) capaz de asegurar las funciones internas y externas del estado.
La mayoría de la doctrina agrega un cuarto elemento: la soberanía.
Los cambios que puedan afectar a uno de estos elementos o su conjunto, alteran la vida y existencia de los Estados.

1. TERRITORIO:
Los Estados se caracterizan por tener una base territorial; “entre Estados independientes el respeto de la soberanía territorial
es una de las bases esenciales de las relaciones internacionales”.
El Estado es una organización territorial, requiriendo, una base física, especial, geográfica, para existir como tal; sin que
importe la extensión que pueda tener el territorio estatal.
El territorio es el espacio en el que el Estado ejerce sus poderes en forma:
- Plena: hace al derecho del Estado de desarrollar en su territorio todas las funciones y actividades estatales, incluso las de
naturaleza coactivas;
- Autónoma: significa que los órganos de gobierno del Estado deben estar regulados exclusivamente por su orden jurídico
estatal;
- Exclusiva: está relacionada a que el ejercicio de sus poderes lo realiza con independencia de todo otro Estado o poder, es
decir, posee jurisdicción única y exclusiva sobre todas las personas y cosas dentro de su ámbito territorial.

Ahora bien, para la aplicación del derecho internacional NO se suficiente considerar a un Estado por la sola delimitación
territorial como tal, porque estaría faltando el elemento clave y que refiere a los destinatarios finales de los beneficios de los
derechos que los Estados determinan: la población.
2. POBLACIÓN:
La población, es el elemento humano del Estado, es el conjunto de personas (nacionales y extranjeros) que viven y habitan
de manera permanente en el territorio del Estado.
Constituye la sociedad nacional entendida en sentido amplio, en la que coexisten múltiples relaciones permanentes entre sus
miembros. El derecho internacional no exige una cantidad mínima para la existencia de un Estado, pero sí que posea un
carácter estable y permanente en su territorio.
Los individuos también se encuentran unidos a un Estado por un vínculo personal: el de la nacionalidad (el derecho
internacional autoriza a los estados a determinar las condiciones por las cuales se adquiere su nacionalidad).
Determinadas regulaciones del derecho internacional están destinadas al grupo de persona. A su vez, este grupo de
habitantes, también tendrá una fuerte incidencia en la validez y aplicación del derecho internacional en varias situaciones,
desde la propia conformación de ese Estado para decidir si se tiene potestad suficiente para tener derechos legítimos de
crear un Estado. Ello se relaciona la categoría de sujetos del derecho internacional que son los pueblos (ver Bolilla 4).

3. GOBIERNO => Poder.


El gobierno de un Estado está conformado por un conjunto de órganos encargados de elaborar las leyes, interpretarlas y
aplicarlas. A través de dichos órganos, el Estado ejerce el poder público (cualidad ínsita en la naturaleza del Estado)
manifestándose en el interior como poder supremo y hacia el exterior como independencia.
La institucionalización del poder permite imputar jurídicamente al Estado las decisiones adoptadas por los gobernantes.
Este poder jurídico es:
- autónomo, porque no reconoce en derecho la existencia de un poder superior (independiente hacia el exterior y supremo
en el interior).
- Centralizado, porque emana de un solo núcleo netamente definido.
- Territorialmente determinado como consecuencia de la coexistencia con los otros Estados integrantes de la comunidad
internacional.

4. SOBERANÍA: agregado por parte de la doctrina.


Es entendida como la falta de sometimiento del Estado a una autoridad o poder superior. La soberanía estatal constituye la
fuente que origina todas sus competencias.
Este atributo es el que diferencia al Estado de otros sujetos internacionales, ya que es el que le otorga una plena capacidad
internacional.
La soberanía estatal, constituye una de las notas relevantes de la comunidad internacional, que tiene su complemento en el
principio de igualdad soberana de los estados. Constituye un principio del derecho Internacional, “y su esencia consiste en el
derecho a ejercer las funciones del Estado en un plano de independencia e igualdad respecto de otros Estados”.

5. Parte de la doctrina agrega otro elemento del Estado, referido al fin ético social que debe perseguir como comunidad política
organizada, que es el bien común público temporal. Este concepto del bien común, se concreta en la práctica en una serie de
fines fundamentales que persiguen los estados y que suelen estar anunciados en sus constituciones a través de normas
ideológicas y programáticas.

Se debe tener la suficiente fuerza soberana para hacer valer los derechos que tiene el Estado; de lo contrario no se es Estado. Se
debe tener territorio, población, gobierno y soberanía para ser Estado. La soberanía, es precisamente lo que diferencia a los
Estados de los pueblos. Porque el pueblo, pretende un territorio, tiene diversidad social, cultural, ideológica y religiosa, pero NO
tiene soberanía, por lo tanto no se puede auto-determinar, necesita de todo un proceso para lograr que eventualmente la
comunidad internacional lo reconozca o el Estado al que pertenecen (y siempre se involucra la fuerza de por medio).

Clases de Estados:
- Confederaciones:
Implica un acuerdo internacional entre Estados independientes por el cual, generalmente, se delegaban las relaciones
exteriores en un órgano especial.

- Estados federados:
Los Estados miembros de la federación delegan a autoridades u órganos federales la competencia exclusiva o concurrente en
asuntos internos comunes y generalmente exclusiva en los asuntos exteriores, siendo sólo el Estado federal el que tiene
personalidad jurídica internacional y no así los Estados miembros de la federación.
¿Pueden los Estados miembros celebrar tratados internacionales?
Sólo si son autorizados por la Constitución o por el gobierno federal, aunque éste último será el único responsable
internacionalmente al margen de cualquier delegación de poder (posición Tribunal Internacional de Justicia).
En art. 124 nuestra Constitución Nacional tras la reforma del ´94, autoriza a las provincias a celebrar convenios
internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación con conocimiento del Congreso Nacional.

- Estados neutralizados:
Los Estados pueden limitar su capacidad de obrar, incluso cederla. La neutralización es la liberación de beligerancia, lo cual se
puede aplicar a todo el territorio o solo a una parte de él.
Son Estados neutralizados aquellos que por propia decisión renuncian en forma permanente a participar en toda clase de
conflicto armado internacional. –ej. permitiendo bases militares en su territorio, etc.-
Se encuentra discutida esta posibilidad en los Estados miembros de la ONU ya que su Carta, establece la obligación
convencional de que la agresión a uno de los Estados miembros es considerada una agresión a la totalidad. Pagliari se
manifiesta en contra de esta posición ya que sostiene que los requisitos clásicos de la neutralidad (imparcialidad y
prescindencia) permanecerían vigentes.
La neutralidad, a diferencia de la neutralización, sólo opera en el caso de que exista una situación concreta de beligerancia.

- Estados dependientes:
Se dan cuando se consiente la delegación aún parcial de soberanía, sea sometiéndose a un determinado ordenamiento
jurídico, sea transfiriendo manejo de sus relaciones internacionales. Un ejemplo de esto último está dado por los –antiguos-
“protectorados”, donde un Estado conserva un control importante en asuntos internos, pero consiente en que el Estado
protector ejercite en su nombre la mayor parte de sus funciones internacionales

DERECHOS Y OBLIGACIONES. => Los principios fundamentales del derecho internacional

Existe un ordenamiento jurídico básico que parte la doctrina denomina como principios estructurales o supremos del derecho
internacional.
Estos principios se han afianzado y reconocido a través de la ONU, en Carta de San Francisco, y a través Resolución 2625 (XXV)
de la Asamblea General de la ONU que contiene la Declaración sobre los principios de derecho internacional referentes a las
relaciones de amistad y de cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta las Naciones Unidas.
La Carta de NU tiene una obligatoriedad jurídica que excede del principio de la pacta sunt servanda, y que obliga a terceros
Estados que no están vinculados con ella y prevalece sobre otros acuerdos que pueden haberse celebrado o celebrarse en el
futuro por sus Estados miembros (art. 103 de la Carta y del artículo 30.1.1 de la CV69).

1. PRINCIPIO DE ABSTENCIÓN DE LA AMENAZA O USO DE LA FUERZA:

Carta de la ONU - Art. 2 inc. 4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la
amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra
forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.
Este principio establece la obligación de abstención, proscribiendo que cualquier tipo de amenaza o de aplicación de la fuerza
en las relaciones internacionales (ver Bolilla 13, b). Las fuerzas cuya amenaza o uso está prohibido es la fuerza armada, quedan
excluidos otros mecanismos de fuerza que no constituyen fuerza armada, tales como la presión económica, política, etc.
Este artículo menciona dos tipos de conductas prohibidas: la amenaza con la fuerza, y el uso de la fuerza.
Excepciones a la prohibición del uso de la fuerza establecidas en la carta
- Las medidas que tome el Consejo de Seguridad.
- La legítima defensa internacional.

2. PRINCIPIO QUE OBLIGA A LOS ESTADOS A SOLUCIONAR SUS CONTROVERSIAS POR MEDIOS PACÍFICOS:

Carta de la ONU - Art. 2 inc. 3. Los Miembros de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por medios
pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia.
Es la consecuencia necesaria del principio de prohibición del uso de la fuerza armada internacional. De conformidad con
establecido por la corte internacional de justicia la obligación general de los Estados de solucionar pacíficamente sus
controversias, constituye un principio derecho internacional general consuetudinario.
Los estados procurarán llegar a un arreglo pacífico sus controversias internacionales mediante los medios que establece el
derecho internacional (Ver Bolilla 12). Las partes en una controversia tienen el deber, en caso de que no se logre una solución
por uno de los medios pacíficos, de seguir procurando un arreglo de la controversia por otros medios pacíficos.

3. PRINCIPIO QUE CONSAGRA LA OBLIGACIÓN DE NO INTERVENIR EN LOS ASUNTOS INTERNOS DE LOS ESTADOS:

Por intervención se entiende el empleo de una coacción objetivamente capaz de limitar el ejercicio de los derechos soberanos de
un Estado, sin el consentimiento de éste.
NO se encuentra expresamente estipulado en la Carta de la ONU.
En la Resolución 2625, en cambio, se encuentra expresamente estipulado y se infiere que la intervención está prohibida, sea que
la lleve a cabo un solo Estado o un grupo de Estados actuando conjuntamente para interferir en los asuntos de otro o por medio
de testaferros (intervención indirecta).
Para que exista intervención es necesario que la intromisión sea sobre materias que son propias de la competencia interna de un
Estado o de éste cuando se relaciona con otros, es decir en su relación e internacionales.
Cualquier medio que se utilice para coaccionar está prohibido, no solamente el uso de la fuerza. Es decir que es ilícito el tomar
medidas económicas, financieras, políticas que tengan por finalidad subordinar la voluntad de un Estado para beneficio de otro.

Excepciones al principio de la intervención: se encuentran establecidas por la Carta de Francisco son:


- la legítima defensa y
- las medidas que tome el Consejo de Seguridad.
Además se han incorporado otras causales: la intervención por invitación y la injerencia por motivos humanitarios.

4. PRINCIPIO QUE ESTABLECE LA OBLIGACIÓN DE LOS ESTADOS DE COOPERAR ENTRE SÍ:

La Resolución 2625 establece el principio de cooperación de los Estados entre sí para lograr los propósitos de la Carta de
Naciones Unidas, constituyendo uno de los pilares para el mantenimiento y la consolidación de las relaciones de amistad y paz
entre las naciones.
Hace énfasis en el principio de cooperación entre los estados entre sí, la importancia de cooperar entre sí, independientemente
de las diferencias sistemas políticos, económicos y sociales, en las diversas esferas de las relaciones internacionales, a fin de
mantener la paz y la seguridad internacionales y de promover la estabilidad y el progreso de la economía mundial, el bienestar
general de las naciones y la cooperación internacional libre de toda discriminación basada en esas diferencias.
También se encuentra estipulado éste principio en la Carta de Naciones Unidas en el art. 3, 13 y concordantes.
Artículo 1 (respecto a los propósitos) - Realizar la cooperación internacional en la solución de PROBLEMAS internacionales de
carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religion;
Artículo 13 - La Asamblea General promoverá estudios y hará recomendaciones para los fines siguientes:
a. fomentar la cooperación internacional en el campo político e impulsar el desarrollo progresivo del derecho internacional y su
codificación;
b. fomentar la cooperación internacional en materias de carácter económico, social, cultural, educativo y sanitario y ayudar a
hacer efectivos los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión. […]

La cooperación internacional encuentra su razón de ser en los principios universales de solidaridad entre los pueblos, respeto y
protección de los derechos humanos y en la búsqueda de mejores condiciones y mayores recursos que brinden al hombre una
situación de bienestar conforme a su dignidad humana. En tal sentido la cooperación es una actitud, una forma de
comportamiento, que cumple una misión vital como es el hacer realidad esos principios de derecho internacional previstos en
los instrumentos internacionales.

5. PRINCIPIO IGUALDAD DE DERECHOS Y DE LA LIBRE DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS

Se encuentra contemplado en la Carta no entre los principios que la misma establece (art. 2), sino que lo hace al referirse a los
propósitos, cuando alude a –uno de- los propósitos de Naciones Unidas es fomentar entre las naciones relaciones de amistad
basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otras medidas
adecuadas para fortalecer la paz universal. Este propósito se perfecciona con el artículo 55.
De ello se infiere que le igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos es la base sine qua non de las relaciones
internacionales legítimas en el sistema de la ONU.
La igualdad de derechos y la libre determinación es un derecho de los pueblos que apareja como consecuencia, el deber de los
Estados de respetarlo. Están consagrados como una de las normas imperativas del derecho internacional y las obligaciones que
dimanan de él tienen carácter de obligaciones erga omnes.

6. PRINCIPIO IGUALDAD SOBERANA DE LOS ESTADOS:


Al hablar del principio de igualdad se hace referencia a un derecho de los Estados. La igualdad jurídica de todos los Estados,
significa la posibilidad de decidir, adoptar y ejecutar con autonomía sus estatutos legales internos y su actuación en la
comunidad internacional.
Es un principio básico estructural, constitutivo de la comunidad internacional, y el cual no puede ser analizado con
independencia de los demás.
En la carta de la ONU se manifiesta la convicción de la comunidad internacional en la igualdad de derechos de todas las naciones.
La cual establece como propósito de la organización el fomento de las relaciones entre los Estados en base al respeto de la
igualdad de derechos y fija como principio a los efectos de la realización de sus propósitos el principio igualdad soberana de
todos sus miembros (art. 1 y 2).
La Resolución 2625 confirma la vigencia del principio igualdad soberana de los Estados al que hace expresa referencia en su
preámbulo.
Según el texto de la declaración –que contiene la Resolución 2625- el principio implica, que los Estados son iguales
jurídicamente, todo los Estados tienen iguales derechos y deberes, gozan de plena soberanía, no existe diferencia alguna entre
ellos en base a diferencias sociales, políticas o económicas, cada Estado elige libremente su sistema político, social, económico y
cultural, la integridad territorial y la independencia política de los Estados son inviolables y cada Estado debe respetar la
personalidad de los demás.

7. PRINCIPIO DE LA BUENA FE EN EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES INTERNACIONALES:

El principio de buena fe constituye un principio general de derecho universalmente reconocido y acogido también por el
derecho, la jurisprudencia y la doctrina internacional, que significa que todas las normas y obligaciones internacionales deben
ser cumplidas de buena fe por los sujetos a las que resultan oponibles.
Este principio constituye una norma jurídica completa y autónoma, que posee categoría de principio general del derecho.
La buena fe significa rectitud, honradez y confianza; confianza con que una de las partes (reciprocidad) espera una conducta leal
de la otra. Denota la rectitud y honradez en el trato, tanto en el ejercicio de los derechos como en el cumplimiento de las
obligaciones. En este último aspecto significa fidelidad y lealtad en el cumplimiento.
La Corte Internacional de Justicia le asignó al principio de buena fe la nota de la recíproca confianza.
La buena fe constituye un límite al ejercicio de las competencias discrecionales de los Estados, e impregna todo el contenido de
las normas internacionales y su aplicación, encontrándose íntimamente vinculado al principio de pacta sunt servanda (art. 26 y
31 CV69).
El principio de buena fe constituye una regla de conducta, un deber de los Estados en el cumplimiento de sus obligaciones,
cualesquiera sea la fuente de la norma que las imponga; pues, el proceder de buena fe es imprescindible para la vigencia y el
respeto del derecho. Porque si no fuera así el ordenamiento normativo carecería de efectividad y el orden jurídico de existencia.

El principio de buena fe asigna fundamental importancia a la interpretación y aplicación de las reglas internacionales y sus
obligaciones emergentes la que en deben realizarse de conformidad con su espíritu prohibiendo el abuso del derecho.

INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN E INMUNIDAD DE EJECUCIÓN.

En virtud del principio de soberanía territorial, el Estado ejerce en forma plena y exclusiva sus competencias dentro de su ámbito
territorial. Dentro de estas facultades, se encuentra:

- JURISDICCIÓN: es la competencia de sus tribunales judiciales para entender en todas las divergencias que se produzcan como
consecuencia de los actos que realicen las personas físicas y jurídicas
- EJECUCIÓN: consiste en la competencia de los tribunales judiciales para ordenar los medios para posibilitar la ejecución de lo
resuelto en la sentencia perspectiva.
Las cuestiones de inmunidad tienen que ver con los Estados y no respecto de los agentes.
A pesar de la indudable conexión que existe entre la inmunidad jurisdicción y la de ejecución, ambas no deben confundirse. La
inmunidad de ejecución puede considerarse más amplia que la inmunidad de jurisdicción, y la ejecución de los bienes de un
Estado extranjero solo procede, en la mayoría de los casos, con el consentimiento del Estado afectado.

INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN

La inmunidad de jurisdicción, es un principio de derecho internacional -derivado de los principios de soberanía, independencia e
igualdad de los Estados-, que excluye la viabilidad de que un Estado quede sometido a la jurisdicción interna de otro; implica
que los tribunales del foro deben abstenerse de enjuiciar la legalidad internacional de medidas adoptadas por Estados
extranjeros cuando sean hechas efectivas en su territorio, salvo el caso de violaciones de normas Internacionales.
En virtud de los principios de independencia y soberanía de los Estados, los tribunales de un país no pueden juzgar los actos de
gobierno de otro perpetrados en su propio territorio.

La inmunidad de jurisdicción es un derecho internacional de todo Estado y, como tal, renunciable.

En esta materia se aplica pura y llanamente la costumbre internacional, determinada sobre el principio de igualdad soberana de
los Estados. El problema que subsiste respecto a la inmunidad de jurisdicción, es que aún no se encuentra plasmada en una
convención, sino que existe un PROYECTO en la Asamblea General de NU sobre inmunidad de jurisdicción de los Estados y sus
bienes, aunque, si bien fue aprobado por la AGNU, aún NO se logró la cantidad de ratificaciones necesarias para su entrada en
vigor.

Este derecho de la jurisdicción de los Estados se encuentra reconocido en el Proyecto en cuanto su Art. 5 establece que “todo
Estado goza, para sí y sus bienes, de inmunidad de jurisdicción ante los tribunales de otro Estado…”.

Sin embargo, es principalmente a través de la costumbre se trabaja mediante acuerdos bilaterales entre los Estados; Argentina,
por su parte, tiene la INMUNIDAD DE JURISDICCION DE LOS ESTADOS EXTRANJEROS ANTE LOS TRIBUNALES ARGENTINOS Nº
24488.

Doctrinas.

Aún se encuentra en discusión el alcance y contenido del derecho de inmunidad de jurisdicción tanto ratione materia (actos que
comprende y que excluye) y ratione personae (concepto de Estado y sus conexiones con entes u organismos que realizan actos
que eventualmente puedan atribuirse al accionar del estado).

Hasta fines del siglo XIX, primo casi sin excepciones, la doctrina de la INMUNIDAD ABSOLUTA DE JURISDICCIÓN; con ella, si un
nacional o representante de un Estado cometía un delito que eventualmente generaba un daño, o bien, sin actitud delictiva se
genera un daño a un nacional por vulneración de un derecho, en otro Estado, el Estado del cual es nacional o representante la
persona que ocasiona el daño, bajo ninguna circunstancia puede ser llevado a la jurisdicción del Estado dañado.

Sin embargo, cambio en las jurisprudencias nacionales se observa a partir del Siglo XX. La Corte de Casación de Bélgica en 1903,
se pronunció en contra de la tesis de inmunidad absoluta.

La actividad creciente de los Estados en el comercio internacional, motivó una ampliación de los problemas derivados de la
actuación de los Estados en el extranjero, a través de empresas o entes públicos y semipúblicos que sembraron la duda sobre su
vinculación con el Estado y, en consecuencia, si era de aplicación la inmunidad de jurisdicción ante los tribunales del foro. Ello
motivo un replanteo de tesis de inmunidad absoluta y un progresivo cambio por la doctrina de la INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN
RELATIVA o RESTRINGIDA. Ésta implica que ante determinadas situaciones de daños que afectan a la esfera de orden público de
un Estado, NO se debe admitir que se oponga como excepción la inmunidad de jurisdicción. Se fue construyendo esta teoría de
inmunidad relativa, acotada al interés de los Estado en preservar su esfera de orden público (ej. ley del trabajo).

Sucede que la doctrina de la inmunidad clásica generaba efectos injustos, ya que los nacionales de un Estado se encontraban
impotentes en su propio país para lograr el amparo jurisdiccional frente al accionar de los Estados extranjeros que se protegían
en el privilegio de la inmunidad de jurisdicción, lo que llevó a que los tribunales comenzaran a distinguir entre los actos que eran
realizados por el Estado en ejercicio del poder público o soberano (actos iure imperii), de aquellos en los que actuaba como
simple particular (actos iure gestionis). Es precisamente, a partir de las posturas relativas, existen determinadas situaciones de
vínculos entre los nacionales de un Estado o entre Estados, que quedan fuera de la inmunidad de jurisdicción absoluta.

El criterio diferenciador entre los actos iure imperii y los actos iure gestionis radicaba en principio en la circunstancia de que el
Estado actuara como persona del derecho público o del derecho privado, que dependía de la opinión judicial. Es decir, no se
partía de un criterio objetivo para la determinación del acto sino de uno subjetivo, es por esto que la jurisprudencia y los
intentos codificadores, buscaron la solución diferenciadora en caracteres objetivos referidos a la naturaleza o finalidad del acto.

- Actos iure imperii: la naturaleza está dado cuando el Estado actúa en el ámbito del derecho público ejerciendo potestades de
poder público; son actos soberanos (actos que puede realizar sólo un Estado y no los particulares).
- Actos iure gestionis cuando el Estado actúa en el campo de una relación de derecho privado, por lo tanto, exento de
inmunidad de jurisdicción. (ej. si el Estado “A” firma un contrato con el Estado “B” para que construya un buque mercante,
éste es un acto comercial de derecho privado y no un acto soberano, por lo que no da lugar a que se esgrima el derecho de
inmunidad de jurisdicción).

En virtud de ello, es que el principio de inmunidad de jurisdicción reconoce excepciones o limitaciones, que la práctica judicial
interna de los Estados primero, y las codificaciones nacionales (regionales e internacionales) luego, se han encargado de
establecer.

La Convención de Basilea sobre Control Transfronterizo hace una enumeración taxativa de los casos en que un Estado NO
puede invocar la inmunidad de jurisdicción (art. 1 a 14).

El Proyecto de la CDI en la AGNU -2002- sobre Inmunidad de Jurisdicción afirma el principio de inmunidad de jurisdicción del
Estado y sus bienes ante los tribunales de otro Estado, pero con una limitación: el Estado NO puede invocar esa inmunidad
cuando realiza, con una persona física o jurídica, una transacción mercantil. Así, el criterio diferenciador radica en que el acto
(criterio objetivo).
Pero también en algunos casos toma en consideración su finalidad, introduciendo así el elemento subjetivo, ya que si bien
establece la transacción comercial como elemento principal definitorio de la naturaleza del acto, prescribe que debe tenerse en
cuenta la finalidad del acto, cuando de la práctica estatal tal finalidad demuestre el carácter no mercantil del contrato o
transacción.
Finalmente el proyecto se decidió por realizar una enumeración expresa de las excepciones al principio de la inmunidad del
estado (art. 5, arts. 11 a 17).

También la Ley Nacional 24.488 ha seguido un criterio semejante, ya que después de establecer la regla de inmunidad de
jurisdicción de los Estados extranjeros con relación a la jurisdicción de los tribunales argentinos en las condiciones que
determina la misma ley (art. 1), enumera los casos en que los Estados extranjeros NO pueden invocarla:
ARTICULO 2º — Los Estados extranjeros no podrán invocar inmunidad de jurisdicción en los siguientes casos:
a) Cuando consientan expresamente a través de un tratado internacional, de un contrato escrito o de una declaración en un
caso determinado, que los tribunales argentinos ejerzan jurisdicción sobre ellos;
b) Cuando fuere objeto de una reconvención directamente ligada a la demanda principal que el Estado extranjero hubiere
iniciado;
c) Cuando la demanda versare sobre una actividad comercial o industrial llevada a cabo por el Estado extranjero y la
jurisdicción de los tribunales argentinos surgiere del contrato invocado o del derecho internacional;
d) Cuando fueren demandados por cuestiones laborales, por nacionales argentinos o residentes en el país, derivadas de
contratos celebrados en la República Argentina o en el exterior y que causaren efectos en el territorio nacional;
e) Cuando fueren demandados por daños y perjuicios derivados de delitos o cuasidelitos cometidos en el territorio;
f) Cuando se tratare de acciones sobre bienes inmuebles que se encuentren en territorio nacional;
g) Cuando se tratare de acciones basadas en la calidad del Estado extranjero como heredero o legatario de bienes que se
encuentren en el territorio nacional;
h) Cuando, habiendo acordado por escrito someter a arbitraje todo litigio relacionado con una transacción mercantil,
pretendiere invocar la inmunidad de jurisdicción de los tribunales argentinos en un procedimiento relativo a la validez o la
interpretación del convenio arbitral, del procedimiento arbitral o referida a la anulación del laudo, a menos que el convenio
arbitral disponga lo contrario.

Finalmente, resta adelantar que, si bien se observa una posición favorable a la tesis de inmunidad restringida, en el área de la
inmunidad de jurisdicción, NO así en lo referente a la inmunidad de ejecución, en que la inmunidad reviste el carácter de
absoluta, salvo consentimiento expreso del estado afectado.
PROYECTO Y LEY 24.488:

Aspecto Subjetivo.
Para el proyecto se entiende por Estado:
- El Estado y sus órganos de gobierno,
- Los elementos constitutivos de un Estado federal, las subdivisiones políticas del Estado y los organismos, instituciones y otras
entidades, siempre que estén facultados por ejercer actos de autoridad soberana,
- Los representantes del Estado cuando actúan en ese carácter.

Por lo tanto, adopta un criterio amplio en materia de alcance subjetivo de la inmunidad, poniendo el acento para acceder al
privilegio en que las reparticiones del Estado estén facultadas para realizar actos en el ejercicio de la autoridad soberana del
Estado.
En consecuencia, aquellos actos realizados por entidades estatales quedarán exentos de la inmunidad de jurisdicción si se trate
de actos mercantiles; y en ello queda comprendido no sólo el Estado sino también a los estados federales, subdivisiones
políticas, organismos, entidades, instituciones y representantes del mismo, pero respetando siempre la regla general referida a
la naturaleza del acto realizado (actos comerciales).

Aspectos procesales

La regla general es que todo Estado goza de inmunidad de jurisdicción ante los tribunales de otro Estado (art. 5). Como
correlativo a tal derecho existe la obligación internacional de todo Estado de hacer efectivo tal privilegio mediante el deber de
abstenerse de ejercer jurisdicción en todo proceso incoado ante sus tribunales contra otro Estado, incluso instando a sus
tribunales a declarar de oficio tal inmunidad (art. 6 Párr. 1).
La inmunidad de jurisdicción por ser un derecho es renunciable, renuncia que puede ser manifestada de forma expresa o tácita.

Renuncia EXPRESA: (art. 7):


1. Acuerdo Internacional
2. Contrato escrito
3. Declaración o comunicación escrita en un proceso determinado
En ese mismo sentido se expide la Ley 24.488 en su art. 2 inc. a): Los Estados extranjeros no podrán invocar la inmunidad de
jurisdicción… a) cuando consientan expresamente a través de un tratado Internacional, de un contrato escrito o de una
declaración en un caso determinado, que los tribunales argentinos ejerzan su jurisdicción sobre ellos.

Renuncia TÁCITA: (art. 8 Párr. 1):


El Estado renuncia tácitamente a la inmunidad de jurisdicción:
a) Cuando el propio Estado ha promovido el proceso.
En este caso también le está vedada la excepción de inmunidad en lo concerniente a una reconvención basada en la misma
relación jurídica o en los mismos hechos que la demanda presentada por él (Art. 9 Párr. 2)
b) Cuando ha intervenido en el proceso o ha realizado actos procesales relacionados con la cuestión de fondo, EXCEPTO que
pruebe que esa intervención ha sido al mero efecto de tomar conocimiento de los hechos para evaluar la factibilidad de
alegar la inmunidad,

c) Cuando ha reconvenido en un proceso incoado en su contra, y dicha reconvención se encuentra fundamentada en la


misma relación jurídica o hechos en que se basa la demanda principal (art. 9 Párr. 1).
La Ley 24.488 sobre el particular establece la prohibición de invocar la inmunidad en este último supuesto: cuando fuere
objeto de una reconvención directamente ligada a la demanda principal que el Estado hubiere iniciado (art. 2 inc.b).

El Proyecto también enumera distintos supuestos en que NO debe entenderse que un Estado ha consentido en que los
tribunales de otro Estado ejerzan la jurisdicción:
- Si su intervención se realiza solo a los fines de invocar la inmunidad (art. 8, 2, a).
Ley 24.488 (art. 4) también contemplan: La presentación de los Estados extranjeros ante los tribunales argentinos para
invocar la inmunidad de jurisdicción no debe interpretarse como aceptación de competencia.
- Cuando se presenta al proceso, a los fines de hacer valer un derecho o interés sobre bienes objeto del litigio.
- Cuando comparece un representante del estado ante un tribunal como testigo.
- Cuando no comparece (incomparecencia) en un proceso ante el tribunal de otro estado (art. 8 Párr. 2, 3, 4).
Prórroga de la jurisdicción.
Se trata de situaciones en las cuales un Estado voluntariamente prorroga la jurisdicción en tribunales extranjeros o especiales. Se
da principalmente en cuestiones de comercio, de arbitraje e inversiones (ej. bonos argentinos otorgados como forma de créditos
en la republica argentina, todos los bonos soberanos están prorrogados en caso de disputa y se rigen incluso (porque ley
aplicable y jurisdicción son cosas distintas), por régimen extranjero norteamericano; el Estado decidió la prorroga a los fines de
dar confiabilidad en la circulación de los bonos).

LA INMUNIDAD DE EJECUCIÓN DE LOS BIENES DEL ESTADO.

La inmunidad de jurisdicción NO es sinónimo de inmunidad de ejecución. En el primer caso los Estados se encuentran exentos de
la jurisdicción de los tribunales del Estado del foro.
En cambio, cuando se alude a la inmunidad de ejecución, el proceso se ha sustanciado y concluido con una sentencia adversa al
Estado extranjero, y se hace necesaria la ejecución de la medida judicial en contra de los bienes del Estado.

La inmunidad de ejecución, se relaciona a la posibilidad de que el Estado (ejecutado) decida cómo y con qué bienes hacer
efectiva la decisión del tribunal extranjero, pero NO implica su no cumplimiento. Las sentencias extranjeras contra los Estados
deben que cumplirse, porque de lo contrario se viola el principio de la buena fe internacional. Por lo tanto, si el Estado no
cumple con la decisión, NO significa que ejercen inmunidad de ejecución.

Entonces, sea porque los tribunales del Estado del foro se declaren competentes por la naturaleza del acto, o bien porque el
Estado extranjero consiente expresa o tácitamente tal jurisdicción, el procedimiento judicial culmina con el dictado de una
sentencia.

El fallo puede desestimar la demanda contra el Estado o acogerla en su contra, caso en el cuál se plantea el problema de la
ejecución de la sentencia, en el supuesto de que el Estado demandado no la cumpla voluntariamente. La ejecución forzada de la
sentencia hace al problema de la ejecución de los bienes del Estado para hacerla efectiva.

Ahora bien, la aceptación de la jurisdicción del Estado del foro NO IMPLICA LA ACEPTACIÓN DE LA EJECUCIÓN DE LOS BIENES
(art. 18 bis del Proyecto).

Al respecto, si bien la regulación respecto a la renuncia de la inmunidad de jurisdicción (aceptación de la jurisdicción del Estado
del foro) por acuerdos especiales NO presente inconvenientes; el problema gira entorno a la interpretación en cuanto al alcance
de dicha regulación en ese sentido, parte de la doctrina y minoritariamente la jurisprudencia, entiende que en aquellos acuerdos
o contratos, por el cual el Estado cede la inmunidad de jurisdicción, lleva implícita la cesión de la inmunidad de ejecución.

No obstante, la doctrina mayoritaria y la jurisprudencia de los Estados (profe), con criterio más acertado, NO aceptan esta teoría;
entienden que, bajo ninguna circunstancia y por el criterio de soberanía, puede interpretarse que, cuando un Estado cede
inmunidad de jurisdicción implica per se la cesión de inmunidad de ejecución. La única manera en que cede la ejecución, se da
cuando expresamente el Estado así lo decida y manifieste; porque, en la ejecución se encuentra en juego el orden público (art.
30 y 31 CC). De lo contrario, cualquier Estado estaría sometido a que un privado o particular a quien le resulto favorable el litigio,
ejecute sus bienes públicos (ej. casa rosada).

Por lo tanto, la regla es que la inmunidad de ejecución es ABSOLUTA en sentido amplio, la única excepción general de
inmunidad de ejecución es el consentimiento del Estado. Además, abarca no solo medidas de ejecución (de sentencia), sino
también medidas precautorias como el embargo de bienes.
Ese ha sido el criterio adoptado en el Proyecto sobre inmunidad de jurisdicción del estado y sus bienes (ejecución), que distingue
dos clases de medidas coercitivas en contra del Estado:

1) Medidas anteriores al fallo:


Las excepciones a la inmunidad en este caso son el CONSENTIMIENTO EXPRESO del Estado:
- por acuerdo internacional,
- convenio arbitral,
- contrato escrito
- o declaración ante el tribunal; o bien,
- cuando el Estado haya asignado bienes a la satisfacción de la demanda.
2) Medidas coercitivas posteriores al fallo:
Las excepciones son las mismas que en el caso anterior con el complemento de que, las medidas de ejecución, se pueden
realizar sobre bienes del Estado, siempre que se den los siguientes requisitos:
- Que sean utilizados para propósitos distintos de los fines oficiales no comerciales,
Son bienes utilizados para fines oficiales, comprendidos expresamente en la inmunidad de ejecución:
- Los bienes, incluidas cuentas bancarias, utilizados en el desempeño de las misiones diplomáticas, oficinas consulares,
misiones especiales, misiones ante organizaciones Internacionales o conferencias Internacionales,
- Los bienes de carácter militar, y los destinados a ese fin,
- Los bienes del banco central o de otra autoridad monetaria del estado,
- Los bienes que formen parte del patrimonio cultural del estado o de sus archivos, no destinados a ser puestos en
venta,
- Los bienes que formen parte de una exposición de objetos de un interés científico, cultural o histórico, que no hayan
sido puestos en venta.
- Que se encuentren en el territorio del Estado del foro,
- Que guarden relación con la reclamación objeto del proceso o con el organismo o institución demandados.

DOMINIO RESERVADO.
El conjunto de las facultades discrecionales que posee el Estado, reconocidas por el derecho internacional público por su propia
condición de tal, en virtud de su soberanía e independencia, constituye lo que se considera el dominio reservado del Estado, que
implica el núcleo de facultades soberanas que el Estado ejerce sin injerencia de otros sujetos internacionales, subordinadas
exclusivamente al derecho internacional público.
En este sentido, su limitación son las normas ius cogens, sin perjuicio de que el Estado por su propia decisión soberana pueda
limitar sus facultades discrecionales mediante acuerdos internacionales o por otra clase de actos.
En principio, toda cuestión o materia NO regulada por el derecho internacional público o NO atribuida internacionalmente por
un acto jurídico a una organización internacional, corresponde al dominio reservado, como consecuencia directa del principio de
soberanía.
En efecto, el dominio reservado es una manifestación de la soberanía o independencia del Estado que impone, a su vez, a los
otros Estados, el deber de no intervención.

Carta de la ONU en el “Art 2 - ap. 7, estipula: Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en
los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados…”.

Ej. dentro de estas facultades estaría la de cualquier Estado de exigir el retiro de bases o asentamientos militares, pertenecientes
a otro Estado, de su territorio.

B) FORMACIÓN Y MODIFICACIÓN DE LOS ESTADOS

Los Estados nacen cuando se reúnen los elementos esenciales que los componen. Es una cuestión de hecho y NO de derecho,
por lo que su existencia es independiente de su reconocimiento.
Los Estados, como toda realidad histórica contingente, se forman y cambian en el devenir histórico, pero esas transformaciones
y cambios políticos o territoriales, no alteran, por regla general, su personalidad internacional, salvo los casos extinción del
Estado.
El mantenimiento de la existencia estatal a pesar de los cambios que se produzcan en sus componentes (territorio, población y
gobierno) es una consecuencia de los principios de identidad y de continuidad del Estado.
El Estado, una vez constituido como tal, adquiere subjetividad internacional, y solamente se extingue por pérdida (no la simple
modificación) de algunos de sus elementos constitutivos. Los cambios, alteraciones o perturbaciones que sufra la estructura
legal o política de un Estado, o su composición personal, no alteran la subjetividad internacional del Estado.

Modos:
- Acuerdos internacionales.
- Adjudicación por actos jurisdiccionales (carácter declarativo ya que el juez o árbitro juzgan conforme a derecho).
- Decisiones internacionales y actos de las organizaciones internacionales: Es frecuente (y discutible) atribuir a las
organizaciones internacionales la facultad de decidir acerca de adjudicaciones internacionales (ej. ONU decidió dividir
Palestina y formar Israel en 1947).

Formas

Los procesos de nacimiento, transformación, modificación o extinción de los Estados pueden producirse por diversos motivos:

- Emancipación: proviene del verbo latino emancipare, que significa salir del poder de alguien.
Este posee un sentido genérico como liberación, rendición o término de una sujeción.
Se denomina emancipación de la metrópoli al proceso americano iniciado a fines del S. XVIII y continuado durante la primera
década del siglo XIX, que dio lugar al surgimiento de los Estados Unidos en el año 1776 y a la independencia los pueblos
iberoamericanos.
La emancipación NO altera la personalidad jurídica internacional de los países metrópolis y significa el otorgamiento de
personalidad a los nuevos Estados que surgen de los movimientos de liberación.

- Independencia: es un medio que la doctrina diferencia de la emancipación, por el que se produce el nacimiento del nuevo
Estado como consecuencia de la separación de una colonia de su metrópolis por medios pacíficos (al contrario la emancipación
que se logra por métodos violentos) y a través de la decisión de una norma de derecho interno.

- Venta: como la de Alaska en 1867, realizada por Rusia a favor de Estados Unidos.

- Cesión: constituye la entrega parcial del territorio de un Estado a otro (puede ser consecuencia de una guerra, de un tratado, o
acuerdo internacional).

- Plebiscito: realizado en diversos territorios del imperio alemán al cabo de la primera guerra mundial como consecuencia el
tratado de Versalles, mediante el cual pudieron optar entre su independencia o anexión a uno de los países limítrofes, sin
excluir a la propia Alemania.

- Espontánea voluntad: del pueblo originario que se incorpora a otra nación.

- Convención: mediante tratados de límites.


Estos acuerdos en algunos casos reciben el nombre de transacción, por medio de los cuales se produce un reconocimiento o
cesión recíproca de territorios para dar solución a controversias sobre límites.

- Anexión total: produce la extinción de la personalidad jurídica internacional del territorio anexado.

- Función: designa la unión de varios estados independientes que se extinguen, originando un nuevo estado.

- Absorción o incorporación: se produce cuando, al extinguirse un Estado, pasa a formar parte de otro.

- División, separación, escisión o secesión: se produce cuando parte del territorio de un Estado se separa para formar uno o
varios nuevos Estados.
La separación no implica la extinción del Estado que la sufre. Es decir, que la secesión comporta la separación de un territorio,
que se convierte en un nuevo estado, continuando la existencia del estado anterior.

- Desmembramiento: significa la desagregación completa de una unidad estatal que es reemplazada por diferentes Estados.
La característica radica en el hecho de que un Estado se extingue y con su territorio se forman dos o más Estados nuevos.
Como consecuencia, el territorio de un Estado sufre una transformación, con efectos internacionales.

- Acuerdos internacionales: son la forma que adquieren normalmente los modos de transformación antes citado, sin perjuicio
de que por este medio concretamente se dé nacimiento a un nuevo Estado.

- Actos jurisdiccionales: emanan de órganos capaces de adoptar decisiones con efectos internacionales. Así, un territorio puede
ser atribuido a un Estado por un acto jurisdiccional, lo que se denomina adjudicación. El acto jurisdiccional no constituye más
que un titulo derivado que tiene un cierto sentido declarativo, porque el juez o árbitro juzgan conforme a derecho.

- Decisiones internacionales y actos de las organizaciones internacionales: es frecuente atribuir a las organizaciones
internacionales la facultad de decidir acerca de adjudicaciones territoriales. A veces, en lo hacen en virtud de competencia
generales como fuel caso de la sociedad de las naciones; en ocasiones, lo hacen en virtud de una competencia particular con la
que han sido investidas por tratados.
C) SUCESIÓN DE ESTADOS

La cuestión de la sucesión de Estados está vinculada a los problemas derivados y las consecuencias jurídicas consiguientes del
nacimiento, transformación y extinción de los Estados.
Acontece cuando se produce un cambio o sustitución con respecto al ejercicio de derechos soberanos sobre un territorio.
En materia de sucesión no se aplica la teoría de la sucesión universal, característica del derecho privado, ya que en derecho
internacional se entiende que el Estado sucesor ejerce su propio derecho soberano, no como un traspaso de este tributo por
parte del predecesor.

En el campo internacional se enfrentan dos posiciones:


- La de tabla rasa: que considera como si la situación del Estado predecesor no hubiera existido y por lo tanto no compromete
al sucesor.
- La tesis más moderna: admite un vínculo necesario entre el predecesor, el territorio en cuestión y el sucesor, no sólo referido
a compromisos internacionales, bienes y deudas, sino también con respecto a las personas que habitan el territorio y los
derechos y obligaciones que puedan tener adquiridos terceros Estados o personas físicas o jurídicas.
Esta teoría a diferencia de la anterior, apunta a afirmar una continuidad del sucesor con respecto del predecesor en cuanto al
territorio transferido.

Régimen aplicable.
Las normas en materia de sucesión de Estados se aplican únicamente cuando el proceso se produzca de conformidad con el
derecho internacional, es decir, que quedan excluidos de sus reglas los casos de territorios ocupados por la fuerza o la amenaza
de utilizarla.
En materia de sucesión de Estados existen dos convenciones internacionales, ambas celebradas en Viena:
- Convención de Viena del año 1978 sobre Sucesión de Estados en materia de Tratados
- Convención de Viena del año de 1983 sobre Sucesión de Estados en materia de Bienes, Archivos y Deudas de Estado.

En virtud de las escasas ratificaciones que recibieron ambas convenciones, el tema de la sucesión de Estados sigue normado
parcialmente, por reglas de derecho consuetudinario.

Ambas convenciones utilizan la misma terminología respecto a:


- Concepto de sucesión de Estados: es la sustitución, reemplazo, de un Estado por otro en la responsabilidad de las relaciones
internacionales sobre un territorio.
- Estado predecesor: aquel que ha sido reemplazado por otro con motivo de una sucesión entre Estados.
- Estado sucesor: es el que ha sustituido a otro por un proceso de sucesión.
- Fecha de la sucesión: aquella en que el Estado sucesor ha reemplazado al predecesor en la responsabilidad de las relaciones
internacionales sobre un territorio determinado.
- Tercer estado: es todo estado distinto o al predecesor o sucesor.

EFECTOS.

1. Efectos en materia de tratados internacionales:

La sucesión de Estados en materia de tratados, es una cuestión controvertida. La codificación en lo referente al tratado,
contempla distintos casos de sucesión de Estados: estados de reciente independencia, fusión o unificación, desmembramiento y
secesión.

Por razón de la materia, el convenio solo se aplica a aquellas sucesiones de Estados que se hayan producido de conformidad con
el derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Sus disposiciones NO afectarán:
- a una frontera en sí misma ni a los derechos y obligaciones establecidos por tratado con respecto al régimen de una
frontera;
- a derechos y obligaciones referidos al uso de un territorio establecidos en un tratado con relación a un Estado extranjero
o grupo de Estados;
- obligaciones del Estado predecesor establecidas en un tratado que prevea el establecimiento de bases militares en el
territorio de sucesión;
- derechos de soberanía permanente de un Estado sobre sus recursos naturales, y;
- cuestión que prejuzgue sobre la validez de un tratado.

Por razón del tiempo, solamente se aplica a aquellas sucesiones de Estados que se produzcan después de la entrada en vigor del
convenio, estableciendo así su irretroactividad, aunque por declaración a tal efecto, puede su aplicación extenderse a la sucesión
es que subieron producido antes de su entrada en vigor.

El convenio NO se aplica a los tratados no celebrados por escrito, ni tampoco los celebrados entre Estados y otros sujetos del
derecho internacional.

2. Efectos en materia de bienes, archivos y deudas:

La convención de Viena de 1983 trata en forma separada en materia de sucesión, lo referido a bienes, archivos y deudas,
distinguiendo, en todo los casos, distintas categorías específicas de sucesión de Estados: transferencia de parte del territorio,
Estados de reciente independencia, unificación de Estados, separación de parte del territorio, formando un Estado sucesor, y
disolución de un Estado (arts. 11, 17, 18, 20).

En materia de bienes: según sea el supuesto de:


- Unificación de Estados: los bienes del Estado predecesor pasan a ser propiedad del Estado sucesor.
- Bienes inmuebles: pasan al Estado sucesor si se encuentran en su territorio, salvo dos EXCEPCIONES:
- en Estados de reciente independencia también pasan al Estado sucesor los inmuebles situados fuera de su territorio
siempre que se hayan convertido en bienes del Estado predecesor durante el período de dependencia o bien haya
contribuido a su adquisición el territorio dependiente, y;
- ante disolución se establece la regla del reparto equitativo respecto a bienes inmuebles del predecesor situados fuera de
su territorio.
- Bienes muebles: pasan al Estado sucesor en tanto estén vinculados a la actividad del Estado predecesor con relación al
territorio transferido o separado. Como excepción, opera el reparto equitativo para todos los muebles distintos a los
señalados en casos de cesión, separación y disolución.
En materia de “archivos de Estado” (documentos pertenecientes al Estado predecesor y bajo su control): pasan al Estado
sucesor los que conciernan de manera principal al territorio y los que sean necesarios para una administración normal del
mismo.
El predecesor deberá proporcionar al sucesor constancias probatorias de sus archivos en relación con títulos territoriales o
cuestiones limítrofes.

En materia de deudas: la regla es que los Estados continúan obligados más allá de sus reducciones territoriales.
La práctica muestra gran diversidad de criterios.
Para la Convención:
- Unificación de Estados: las deudas pasan al sucesor.
- Estado de reciente independencia: Tabla rasa; es decir, el Estado sucesor NO adquiere las deudas del predecesor.
- Transferencia o separación de Estados: las deudas se distribuyen en forma equitativa.
Quedan excluidas de la Convención las deudas del Estado predecesor contraídas con personas privadas

3. Efectos respecto de la población:

Los cambios en la soberanía territorial influyen en la nacionalidad de los habitantes; sin embargo, esa circunstancia no ha sido
prevista por las convenciones sobre sucesión de Estados.
Se debe diferenciar:
- Fusión o absorción: son supuestos en los que se produce la desaparición del Estado predecesor; en cuyo todos los habitantes
adquieren nacionalidad del Estado sucesor.
- Secesión o cesiones parciales: como regla, los habitantes adquieren nacionalidad del Estado cesionario, salvo acuerdo
contrario. Es decir, en ciertos casos, en virtud del acuerdo de cesión, se ha permitido los habitantes del territorio cedido
retener su nacionalidad.
En casos de ocupación territorial la imposición de nacionalidades carece de valor.
4. Efectos sobre los derechos adquiridos_

La convención de 1983 NO contempla la sucesión en esta materia, dejándola expresamente a salvo de sus disposiciones.
Establece que nada de lo dispuesto en la presente convención se entenderá de manera que prejuzgue de modo alguno ninguna
cuestión relativa los derechos y obligaciones de personas naturales o jurídicas.
Si bien el principio clásico, entonces, es el de respeto a los derechos privados válidamente adquiridos en el Estado predecesor,
con el advenimiento del proceso descolonizador dicho principio entró en crisis y a perder vigencia.

5. Efectos sobre la calidad de miembros de una organización internacional:


El estado sucesor NO sustituye al Estado predecesor en las organizaciones internacionales, porque este último sigue existiendo.
El nuevo Estado deberá solicitar su admisión a la organización de que se trate, salvo en casos de unión de dos o más Estados
miembros de la misma organización.
BOLILLA Nº 7
ÁMBITOS ESPACIALES BAJO SOBERANÍA ESTATAL.

A) EL TERRITORIO: CONCEPTO, NATURALEZA, DELIMITACIÓN Y RÉGIMEN JURÍDICO.

Al hablar del Estado debemos distinguir su esencial carácter territorial (a diferencia de otros sujetos como las organizaciones
internacionales que poseen un carácter funcional).
El territorio es un elemento sine qua non para la existencia misma de todo Estado. El orden jurídico político contemporáneo está
asentado sobre el principio de la soberanía territorial de los Estados. El concepto de soberanía equivale a la independencia, que
relacionada a una porción del globo terráqueo, se traduce en el derecho de ejercer en él, con exclusión de cualquier otro, las
funciones propias del Estado. El principio de soberanía ha sido receptado como una norma fundamental en la Carta de las
Naciones Unidas en intima vinculación con otros derechos esenciales de los Estados: el de igualdad y el de no intervención en los
asuntos internos.

El territorio es la base física donde el Estado ejerce su suprema autoridad (competencias), en forma plena, autónoma y
exclusiva (soberanía territorial).
Su importancia radica en que:

- Delimita el ámbito espacial donde se ejerce el poder del Estado.


- Es el elemento que permite afirmar hacia el exterior la independencia estatal, por la exclusividad que tiene en el ejercicio del
poder dentro del territorio, excluyendo la posibilidad de que otro lo ejercite.

Las competencias del Estado sobre su territorio presentan dos caracteres:

- Plenitud: está relacionado con el derecho de todo Estado de desarrollar en su territorio todas las funciones y actividades
estatales, incluso las de coacción y ejecución.
Con relación al derecho Internacional toda competencia ejercida por un Estado en el límite de su territorio se presume
legítima.
El principio precedente debe conjugarse y armonizarse con la obligación que tienen los Estados de respetar la
independencia política y la integridad territorial de los otros Estados. Significa el deber de abstenerse de realizar en su
territorio acciones que puedan producir consecuencias perjudiciales en el ámbito de otro Estado. El Estado es responsable
de sus actos que, si bien se producen dentro de su territorio, producen sus efectos fuera de él, perjudicando los intereses de
otros Estados.

- Exclusividad: es la facultad del Estado de ejercer la jurisdicción única sobre todas las personas y cosas que se encuentren
dentro de su territorio, con exclusión o autonomía de cualquier otro Estado o poder.

El territorio estatal es esencialmente terrestre, comprendiendo:


- Un espacio terrestre o suelo;
- El subsuelo;
- Las aguas interiores;
- El espacio aéreo.
Además, para aquellos Estados que tienen litoral marítimo, el territorio comprende igualmente un espacio de mar adyacente a la
costa, que es el mar territorial. Asimismo, El estado ejerce ciertas competencias en espacios marinos que se extienden más allá
del mar territorial (plataforma continental, zona económica exclusiva).

Concepto. Naturaleza jurídica


El análisis de la relación existente entre el Estado y su territorio, fue objeto de distintas teorías, algunas de ellas desechadas en la
actualidad:

- La tesis del “territorio-objeto” (Lauterpacht y Fauchille): entiende que el territorio es un objeto sobre el cual recae el poder
político. Tiene su origen en la monarquía absoluta. Supone la existencia de un derecho real del Estado sobre su territorio, que
se traduce en un derecho de propiedad sobre él.
- La teoría del “territorio-sujeto” considera que el territorio NO es de propiedad del Estado como si fuera una cosa, sino un
elemento que integra su realidad ontológica, el vínculo del Estado con su territorio NO es de propiedad sino de poder o
jurisdicción.
El territorio es un componente incorporado a la naturaleza del Estado, lo que no permite distinguir entre el territorio y el
Estado ya que, al encontrarse asimilado el primero al segundo, se confunden en una única entidad. La violación del territorio
de un Estado no constituiría simplemente una violación de su posesión sino de la misma personalidad del Estado y del pueblo
que vive en él.

- La teoría del “ámbito de competencia”: considera que el territorio es el espacio de dominio del poder del Estado; es el
delimitador de las competencias estatales, reemplazando el concepto de competencia al de soberanía.
La competencia comprende una serie de derechos que ejerce el Estado, en un doble aspecto: personal (poder de aplicación de
las normas, a los individuos que se encuentren dentro del territorio) y territorial (respecto a las cosas).
Verdross sostiene que el territorio estatal es más bien el territorio sobre el cual el derecho internacional reconoce a un
Estado la soberanía territorial.

En definitiva, todas las teorías expuestas tienen algo de verdad. En efecto:

- el Estado puede disponer de parte de su territorio por distintos medios: cesión, transferencia, permuta, donación (teoría
objeto del territorio).
- el territorio es un componente esencial del Estado (territorio sujeto).
- Tampoco es discutible que el territorio constituye el ámbito de validez espacial y temporal de los ordenamientos jurídicos
estatales (teoría del territorio ámbito de competencia).

Por lo tanto, cualquiera sea la teoría que se adopte, todas marcan una realidad indiscutible: la indisoluble vinculación del
territorio con existencia del Estado y la posibilidad de ejercer en él, determinadas competencias únicas y exclusivas, sea que se
denomina en derechos de soberanía, actos de jurisdicción o ejercicio de competencias exclusivas.

Las diferencias en cuanto a determinadas competencias (personales o funcionales), que se ejercen fuera del territorio del
Estado, se encuentran fundadas en la personalidad internacional del Estado como sujeto del derecho de gentes y pueden estar o
no vinculadas al territorio.

Que el Estado este circunscripto en cuanto al ejercicio pleno y exclusivo de sus facultades soberanas a un área determinada, no
significa necesariamente que su territorio deba conformar un todo continuo, sino que puede asumir el carácter de discontinuo.
Distinto es el caso de los Estados archipiélagos que aunque son aparentemente discontinuos, en realidad constituyen un todo
por su propia naturaleza y concepto legal.

MODOS DE ADQUIRIR EL DOMINIO TERRITORIAL.

El territorio de un Estado puede ser incrementado mediante diferentes procedimientos. Los autores distinguen, según se trate
de la adquisición de territorios sin dueño o que tenían un Estado propietario anterior, en originarios y derivados.
En la actualidad si bien es cierto que no existen territorios sin dueño, en caso de controversias territoriales, a veces, es necesario
remontarse a los títulos originarios para poder resolver el diferendo.

Modos Originarios Modos Derivados


- Descubrimiento - Prescripción
- Ocupación - Cesión
- Contigüidad - Adjudicación
- Accesión - Conquista
a) Modos ORIGINARIOS:

- El descubrimiento:
Era el medio clásico en el pasado para adquirir el dominio territorial. El hecho del descubrimiento otorgaba una prioridad en
materia de adquisición de territorios, pero el derecho derivado de ese hecho se encontraba condicionado: tal título
condicionado debía perfeccionarse mediante el control o ejercicio efectivo de actividades estatales sobre los territorios
descubiertos (no es otra cosa que la ocupación).
Si bien en la actualidad esta forma de adquisición se encuentra en desuso, es necesario señalar que los títulos, en caso de
controversia, deben interpretarse a la luz de la época en que se adquirieron y de acuerdo con las reglas vigentes en ese
momento.
El solo descubrimiento, sin actos posteriores efectivos de posesión, NO constituye título apto para adquirir la soberanía
territorial. En definitiva, un titulo condicionado como el descubrimiento, debe ser completado en un plazo razonable, por la
ocupación efectiva del territorio descubierto.

- Ocupación:
Es la apropiación que hace un Estado de territorios que no tienen dueño (res nullíus) o han sido abandonados y que están
desiertos o habitados por nativos salvajes o semicivilizados.
La ocupación es el medio más antiguo y más importante de adquirir territorios.
Este procedimiento ha sufrido modificaciones a lo largo del tiempo. En un principio bastaba el mero descubrimiento y la
ocupación simbólica del territorio (izamiento de bandera), pero a partir del S. XVIII se juzgó indispensable, además, la toma de
la posesión real y efectiva. Esta ocupación efectiva y toma de posesión, implicaba el establecimiento de una autoridad (aún
virtual) del Estado ocupante.
Según las normas adoptadas en la práctica y doctrina internacionales, los REQUISITOS DE VALIDEZ DE LA OCUPACIÓN son:
- Que se trate de un territorio sin dueño: inhabitado o habitado por nativos no organizados como Estado (ausencia de
organización estatal) o que haya sido abandonado por su ocupante anterior (derelictio). El carácter de terra nullius
constituye un requisito excluyente para otorgar validez al hecho de la ocupación territorial.
- Que la ocupación haya sido efectuada por un Estado soberano o en nombre de él y aceptado por éste.
- Animus Domini: la posesión material del territorio debe hacerse con ánimo de soberano, estableciendo una autoridad
suficiente para asegurar y hacer respetar los derechos adquiridos.
- Posesión efectiva: el requisito del control efectivo significa que el ocupante debe realmente ejercer sus competencias
territoriales sobre el territorio ocupado (principio de efectividad) con la intención de conservar el territorio en forma
permanente (animus domini).
El ejercicio efectivo, continuo y pacífico de funciones estatales constituye un criterio lógico y normal para fundamentar la
soberanía territorial y otorgar al Estado ocupante un título oponible a terceros.
La efectividad de la ocupación requiere dos elementos:
- la intención y voluntad de actuar como soberano territorial, y
- una demostración efectiva y real de la manifestación o ejercicio de esa autoridad.
Las manifestaciones de soberanía territorial sobre el territorio ocupado, pueden asumir diversas formas de acuerdo a
las condiciones de tiempo y lugar.
La soberanía territorial, aunque en principio, debe ser continua, esto no significa que necesariamente deba ser ejercitada
en todos y cada uno de los puntos del territorio ocupado.

- Contigüidad.
En la práctica, los Estados han pretendido siempre comprender en la ocupación otros territorios por conexión natural a los
efectivamente ocupados (teoría de la contigüidad).
La regla general establece que la ocupación se extiende hasta donde sea efectiva, determinándose el límite en cada caso en
particular. Esto genero las llamadas “esferas de influencia” reservando, por medio de tratados internacionales, esas zonas a la
futura ocupación del Estado que había ocupado los territorios vecinos.
Una interpretación amplia de las reglas de la ocupación, lo constituye el principio o teoría de la contigüidad, que sostiene que
el ocupante también adquiere la soberanía territorial sobre los territorios que poseen una conexión natural con la región
ocupada, es decir, el derecho del ocupante se extiende a aquellas tierras e islas que se encuentran vinculadas geográficamente
en forma natural a la región ocupada.
Sin embargo NO existe una regla de derecho internacional que le otorgue validez como titulo válido para adquirir el dominio
territorial.
Comparando este principio con la ocupación efectiva de un territorio, es indudable que prima esta ultima como titulo válido
para adquirir el dominio Internacional.
Otra variante de la contigüidad, es la teoría de los sectores, en la que se asientan ciertas pretensiones para dividir el territorio
polar entre los Estados limítrofes, según los sectores donde estén situados.

- Accesión.
Es la adquisición de territorios por medios naturales (aluvión o avulsión) o artificiales por el relleno de espacios intermedios
por obras realizadas por la mano del hombre desde la costa (Holanda).
Algunos autores también citan la circunstancia del surgimiento de islas dentro del mar territorial o río o lago de un Estado,
siguiendo el principio de que lo accesorio sigue la suerte de la principal. En estos casos existe una presunción de legitimidad
sobre el incremento territorial producido, sobre todo cuando ha sido ocasionado por medios naturales.
- Aluvión se trata de la acumulación lenta y paulatina de tierra que depositan las aguas, acrecentando el territorio del Estado
o bien formando islas o deltas en los espacios marinos de éste.
- Avulsión es el proceso mediante el cual, una masa de tierra se desprende de otro territorio por sí misma, en bloque y
bruscamente agregándose a otro.

b) Modos DERIVADOS:

- Prescripción.
Es el modo de adquisición del dominio territorial mediante la ocupación efectiva de un territorio, que ha pertenecido o
pertenece a otro Estado, por un período de tiempo prolongado.
Algunos autores la consideran dentro de las formas originarias y otros dentro de las derivadas, también hay quienes impugnan
este medio porque consideran que con él se han intentado legitimar hechos ilegales, como las ocupaciones por la fuerza de
territorios. Impugna que se trate de un autentico medio de adquisición del dominio territorial.
No se pueden establecer reglas precisas de carácter general sobre cuáles son los REQUISITOS NECESARIOS para que la
prescripción adquisitiva constituya un titulo suficiente de dominio. Sin embargo, podemos señalar los siguientes para que la
prescripción adquisitiva opere, la OCUPACIÓN debe reunir las siguientes condiciones:
- Que sea licita: es decir, que la ocupación no esté vedada por tratados y que no haya existido violencia en la ocupación del
territorio, porque el derecho internacional prohíbe la anexión de territorios por la fuerza.
- Que sea efectiva: el ejercicio de las facultades soberanas debe ser inalterado, ininterrumpido e indiscutido (la pérdida de la
soberanía del Estado anterior no se presume).
- Que sea con ánimo de dueño (animus domini): el Estado debe ejercer la ocupación con la convicción de que es el legítimo
titular de la soberanía territorial.
- Que sea pública: es decir, sin ocultación. El ejercicio de actos estatales prolongados en el tiempo sin reclamación alguna
sobre el particular, crea una presunción de publicidad de la ocupación. El ocupante no se encuentra obligado a notificar al
Estado interesado o a terceros Estados del ejercicio de sus derechos sobre el territorio ocupado.
- Que sea pacífica: que la ocupación no sea turbada por protestas o reclamaciones de terceros Estados. Debe ser reconocida
por el Estado anterior que era el presunto titular del dominio, o al menos que dicho Estado no haya efectuado protestas
derivadas de la ocupación (aquiescencia). Las reclamaciones, si son continuas y repetidas, interrumpen la prescripción,
impidiendo al Estado la adquisición del dominio territorial por esta vía.
- Que sea permanente (aspecto temporal de la ocupación): no existe un período de tiempo determinado para la validez en
materia de prescripción. Se puede afirmar que para determinar la existencia de la prescripción es necesario analizar en
cada caso concreto las particularidades y circunstancias que rodean el caso en cuestión.

- Cesión:
Es la transferencia efectuada por un Estado, a favor de otro, de los derechos y títulos que el primero poseía sobre el
territorio en cuestión. La cesión siempre debe tener una base convencional (un tratado o acuerdo entre partes). Puede
resultar como consecuencia de una guerra (en los tratados de paz), o bien a raíz de negociaciones pacíficas asumiendo la forma
de una venta, permuta o donación.
La cesión se perfecciona con la entrega efectiva del territorio del Estado cedente al cesionario, hecho que determina la
desaparición de todo vinculo político respecto al Estado cedente. Por aplicación del principio general del derecho que
establece que nadie puede ceder a otro un derecho mayor ni más extenso que el que posee, si el título del cedente es
imperfecto o viciado, los títulos transferidos al cesionario resultan igualmente viciados.

- Adjudicación.
Es una forma de adquisición de territorios mediante el fallo o sentencia arbitral o judicial internacional. Dicha resolución
puede tener carácter declarativo (si solo se limita a reconocer un título preexistente, ocupación, cesión, etc.), o atributivo
(constitutivo, si mediante ella se adquiere la soberanía del territorio en litigio). En caso de insuficiencia de títulos o de medios
probatorios, y a falta de normas concretas para el caso, la Corte ha recurrido a la equidad (infra legem) para resolver con
efecto constitutivo la adjudicación de territorios a una de las partes.

- Conquista.
Es una categoría histórica. Consistía en la toma de posesión del Estado victorioso de todo o parte del territorio del Estado enemigo. Era
necesaria la anexión formal del territorio conquistado poniendo término a la guerra, lo que se denominaba “sumisión”.
En la actualidad el derecho internacional público NO acepta esta forma de adquisición territorial. Al respecto, la Carta de la ONU prescribe
que los miembros de la Organización en sus relaciones internacionales se abstendrán de recurrir a la amenaza o uso de la fuerza contra la
integridad territorial de los otros Estados; asimismo prescribe que el territorio de un Estado no puede ser objeto de adquisición por parte de
otro Estado mediante la amenaza o el uso de la fuerza.

Delimitación.
El territorio es la base física donde el Estado ejerce su sus poderes en forma plena y exclusiva (soberanía territorial). Por lo que
se hace necesario fijar con precisión sus contornos, lo que se conoce en doctrina como el tema de la determinación de fronteras
o límites.
Una cuestión planteada en la doctrina y la jurisprudencia, es si la indeterminación de los límites de un Estado puede cuestionar
la existencia misma del territorio, significando un atentado a su subjetividad internacional. La respuesta es negativa, ya que si
bien es cierto que, para que un Estado exista y pueda ser reconocido como tal debe tener un territorio, resulta suficiente que ese
territorio tenga una consistencia suficientemente cierta (aún cuando las fronteras NO hubieran sido delimitadas exactamente) y
que sobre este territorio, el Estado ejerza realmente el poder público nacional de manera independiente.
En igual sentido, la CIJ expresó: NO existe ninguna norma de derecho internacional que disponga que las fronteras terrestres de
un Estado deban estar completamente delimitadas y definidas.

Si bien ambas expresiones, fronteras y límites, pueden diferenciarse desde el punto de vista histórico, terminológico se puede
decir que:
- La frontera comprende a la vez el límite y la zona delimitada.
- Los límites son aquellas líneas imaginarias sobre la superficie terrestre que demarcan el territorio de un Estado separándolo de
otro o de zonas sujetas a la jurisdicción internacional. Estas líneas, en realidad constituyen un plano vertical por arriba y por
debajo de la superficie terrestre y de las aguas sujetas a la soberanía territorial.

Procedimiento de determinación de los LÍMITES de un Estado.


Constituye un acto jurídico, que además de un signo de independencia, establece un elemento de seguridad y posee gran
importancia en el derecho internacional, pues, los limites (líneas imaginarias):
- marcan la extensión del dominio territorial del Estado,
- establecen el ámbito de validez de sus normas jurídicas,
- determinan el ámbito material reservado al ejercicio de sus competencias separando su territorio del de otro Estado o de
espacios internacionales.
En la actualidad la mayoría de los límites entre Estados se fijan mediante tratados, sin perjuicio de que en determinados casos se
fijen por decisiones judiciales o arbitrales o por la costumbre internacional.
La necesidad de dotar de permanencia y seguridad a los límites internacionales, ha dado lugar en el orden internacional al
principio de “estabilidad de las fronteras” y, en su caso, al de la “intangibilidad de las fronteras heredadas de la colonización”.
En virtud de ellos los Estados tienen una obligación jurídica de respetar las fronteras Internacionales, que limita su voluntad al
momento de fijar las fronteras territoriales (CV69 - Art. 62.2).
Los límites NO pueden fijarse, ni modificarse por la voluntad unilateral de los Estados, sino por acuerdo de partes o normas
Internacionales. Los tratados de límites tienen una naturaleza especial de permanencia en el tiempo.
El derecho internacional NO impone a los Estados ningún procedimiento específico para la delimitación de sus territorios, sólo la
obligación de utilizar medios pacíficos para la solución de sus controversias territoriales.

Generalmente los límites son fijados en forma convencional. De cualquier forma utilizada, el trazado de las fronteras puede
obedecer a:
a) elementos naturales (accidentes geográficos), o
b) medios artificiales (líneas geográficas proyectadas, líneas astronómicas, como paralelos y meridianos, etc.).
Para Barberis el límite internacional siempre se fija a través de una norma jurídica, traducida en los hechos en una línea de la
superficie terrestre.

Los LÍMITES NATURALES: pueden ser:


- Orográficos (orografía: parte de la geografía física que trata de la descripción de las montañas)
- Hidrográficos (hidrografía: parte de la geografía física que trata de la descripción de las aguas del globo terrestre).
En la delimitación de territorios separados por cadenas montañosas, los sistemas más utilizados han sido:
- La línea de las más altas cumbres: es más fácil de trazar y se presta a pocas equivocaciones.
- La línea divisoria de aguas: es un sistema mas complejo que requiere un estudio más pormenorizado del terreno para
determinar la línea que separan las aguas superficiales pertenecientes a cuencas diferentes (como acontece en la cordillera
de los andes que separa las aguas que se vierten al océano atlántico y al pacífico).

Métodos especiales para la determinación de los ríos, lagos fronterizos y mares interiores.

Los métodos para la delimitación de los RÍOS: depende si son:


- Navegables: el límite pasará por la línea media del canal de navegación principal (talweg).
- NO navegables:
- la frontera se trazará por la línea media del lecho o cauce del río; o
- se colocará al río en condominio (en estos casos, el límite de cada Estado se extiende hasta la orilla
respectiva del río, en tanto que este constituye el condominio en sí mismo); o
- se utilizará la línea de la costa seca, en el que se entiende que el río corresponde a uno solo de los Estados
fronterizos y, en consecuencia, la frontera pasara para el otro por la costa.

En los LAGOS FRONTERIZOS generalmente se utiliza la línea media. En los puentes que atraviesan un río limítrofe, el principio
general es que el límite esta dado por la línea vertical practicado en la línea media del puente, aunque existen casos en que se
sigue el sistema de prolongar verticalmente la línea del límite acordado para la demarcación del río.

En lo que se refiere a ESPACIOS MARÍTIMOS el límite se encuentra entre el mar territorial y alta mar o zona económica exclusiva,
porque no hay duda que la línea divisoria entre estos espacios constituye una frontera internacional, puesto que el mar
territorial es parte del territorio del Estado.

Principio del uti possidetis.


También en materia de demarcación de territorios, algunos Estados, especialmente los surgidos de un proceso de
descolonización, han invocado el principio del uti possidetis a los fines de la fijación de sus límites basándose en el territorio que
poseían al tiempo de la independencia de la potencia colonial de la cual dependían.
De este modo los Estados se consideran poseedores de los territorios que poseían de iure, en el momento de la declaración de
su independencia.
Este procedimiento de difícil aplicación por fin precisión y extensión; sin embargo, fue utilizado con el propósito de evitar o
resolver los litigios fronterizos. El principio en sí mismo puede ser invocado por las partes por consenso. Las decisiones judiciales
o arbitrales que se funden en este título son simplemente declarativas, ya que no adjudican un territorio a una de las partes en
conflicto, sino que se limitan a declarar la existencia del título con base al principio.
La regla de uti possideti, NO es una norma jurídica en sí misma, ya que solo posee valor jurídico convencional. Solo constituye
una regla técnica para fijar límites en los casos de descolonización. No es posible hallar en la jurisprudencia ningún precedente
en que, a falta de norma aplicable para fijar un límite, el juez o árbitro hayan acudido a titulo supletorio al utis possidetis.
En una postura radicalmente opuesta se encuentra una sentencia de la CIJ de 1986 que sostiene el deber de los Estados de
respetar los límites y fronteras, tiene intima vinculación con el principio de intangibilidad de las fronteras heredadas de la
colonización y éste con el uti possidetis. Este acredita un título jurídico que tiene un valor superior a la posesión efectiva como
base de la soberanía. El principio del uti possidetis, se mantiene en el rango de los principios jurídicos más importantes, por lo
que no puede ponerse en duda su aplicabilidad.

Para el establecimiento de un límite la doctrina distingue varias etapas:


a) La acreditación del título en que se funda la soberanía territorial,
b) La delimitación de la frontera en el instrumento jurídico en el que conste, y
c) La demarcación concreta sobre el terreno mediante signos externos que la acrediten.
Estos problemas (determinación, delimitación, demarcación) se han de afrontar sucesivamente.

B) DERECHO DEL MAR => VER BOLILLA 8.-

C) CUESTIONES TERRITORIALES ARGENTINAS:


- ISLAS MALVINAS
- RIO DE LA PLATA
- CANAL DE BEAGLE
- ANTÁRTIDA.
EL CASO MALVINAS.

La cuestión sobre Malvinas, NO es una disputa sobre territorio, sino sobre soberanía. A diferencia de otros espacios en los que se
ha tenido dispuestas pero a los fines de determinar cuáles eran los límites legales y naturales entre los dos territorios). En
Malvinas, la disputa es sobre el ejercicio de soberanía, porque claramente Inglaterra no podría alegar ni demostrar que eso es su
territorio por la extensión de su plataforma continental.

En el siglo pasado en nuestro país pudo dar solución, prácticamente a la totalidad de los conflictos territoriales. Sin embargo,
perdura el litigio con el Reino Unido de Gran Bretaña por las Islas Malvinas (la cuestión antártica, si bien tampoco resuelta, tiene
un estatus especial que ha congelado los reclamos de soberanía).

Una controversia que está próxima a cumplir 200 años sin que haya habido avances significativos desde que la llamada guerra de
Malvinas concluyese, y no parece que esta situación vaya a variar en el futuro próximo por la falta de permeabilidad en actitud
asumida por el Reino Unido en negociar, y la decisión de ambos Estados de no someter el caso a un medio de solución de
controversias que permita destrabar el conflicto o dar una solución definitiva.

La ocupación se produjo en el año 1833 cuando una fuerza naval británica desalojó –por la fuerza- al destacamento argentino.
Un año antes una corbeta de los Estados Unidos de manera sospechosa había atacado a los argentinos debilitando sus defensas
y abriendo la puerta a la posterior ocupación británica.

Las razones expresadas para esta ilegítima acción por parte de los británicos, violatoria de numerosos acuerdos suscriptos con el
reino de España, fueron mutando. En sus inicios ser fundada en razones geopolíticas por la importancia que tenía el enclave, en
tanto paso obligado a hacía el estrecho que comunicaba oriente y occidente; esta razones perderían su valor una vez construido
el canal de Panamá (lo que incluso género que en alguna oportunidad se haya estado muy cerca de la devolución definitiva de
las islas).

Hoy los recursos existentes en las aguas suprayacentes y fundamentalmente en la plataforma continental del archipiélago son el
fundamento principal.
Debe tenerse en cuenta también la íntima vinculación entre la pretensión británica sobre las islas y la Antártida, la pérdida de las
islas pondría en riesgo su pretensión en el continente blanco.
A fin de defender sus derechos tanto Argentina como Gran Bretaña esgrimen diferentes títulos, a los que se los clasifica entre
títulos comunes, que son aquellos que ambos Estados esgrimen como propios, y los títulos invocados con exclusividad por los
Estados partes en el conflicto.

- Títulos COMUNES: ambos Estados se consideran titulares del carácter de descubridor y ocupante efectivo de las islas.
Descubrimiento
Hay grandes discrepancias entre las posiciones defendidas por los Estados en disputa. Son innumerables las versiones sobre
quien fue el primer descubridor:

- La más antigua considera investido de este carácter a Esteban de Gómez y ubica temporalmente el descubrimiento en
1520. Se trataba de un navegante que integraba la expedición de Magallanes y luego de un motín emprendió el regreso a
España, descubriendo en su derrotero las islas.
Algunos autores no le dan crédito esta versión aceptando como descubridor a Francisco de Camargo quien las describió
en su bitácora en 1539.

- Gran Bretaña, por su parte, considera descubridor de las islas a John Davis en 1592, hay que recordar que los ingleses
recién comenzaron a hacer viajes de circunnavegación en 1577 y que la primera carta inglesa que menciona las islas es de
1782 de Francis Drake.
Paul Groussac considera descubridor al holandés Seebal Van Weert en 1600 (de así que se las denomina se islas
seebaldinas). Esta posición en caso de ser aceptada, también conduciría al dominio de las islas por el reino de España
porque desde 1528 días del año 1714 los países bajos eran parte del reino español.

Ninguno de los Estados funda exclusivamente su señorío sobre el territorio en el descubrimiento, recurriendo a él
simplemente para dar mayor fortaleza el reclamo.
Jurisprudencialmente es un principio aceptado que NO basta con el descubrimiento para la adquisición de un territorio. Son
dos las condiciones de que reunir para que tenga plena efecto: que haya sido realizado por persona que cuente con
autorización a esos efectos otorgada por un estado soberano; y que se complete con su ocupación posterior en tiempo
razonable (el descubrimiento es un titulo imperfecto que precisa de la ocupación efectiva para completarse).

La OCUPACIÓN:

La primera ocupación la realizó en 1764 el conde Luis Antonio de Bougainville, que quería devolver a la corona francesa su
antiguo brillo, ocupa las islas y en homenaje a sus marineros que eran originarios de Saint Malo decide bautizarlas como Iles
Malouines. Se produce entonces la fundación Port Louis en febrero de 1764.

En enero de 1766 una expedición inglesa comandada por McBride se instala subrepticiamente y funda Port Egmont en la Isla
Trinidad. Existían varios tratados en vigor para Gran Bretaña que esta desconoció con esta medida, por lo que la ocupación
era ya para la época en que se produjo, una violación a un reconocido principio de derecho, la pacta sunt servanda.

La ocupación francesa se hizo de manera pública y figuró en todos los registros de la época, razón por la cual rápidamente
llegó a conocimiento del reino de España que inmediatamente protesto, lo que condujo al reconocimiento de parte de
Francia del derecho español y procedió a devolver las islas (aquí se encuentra la designación del primer gobernador
español, Felipe Luis Puente designado en octubre de 1766).

Inmediatamente después de enterados los españoles de la ocupación inglesa se ordena el desalojo, se pide a Buenos Aires
a que conmine a los ocupantes al desalojo y a que, en caso de resistencia, haga uso de la fuerza para cumplir su
encomienda. La expedición comandada por Madariaga cumplió la orden en 1770.

Previo eso España había obtenido el apoyo de Francia.

Los ingleses reaccionaron retirando el embajador de Madrid y todo parecía indicar el inicio de una nueva guerra entre gran
Bretaña y el reino de España. A fin de evitar el conflicto se acordó restituir las cosas al estado anterior al desalojo, pero
puntualizando en la declaración y contradeclaración que la restitución NO afectaba la cuestión de derecho existente con
anterioridad a esta circunstancia.

Los ingleses volvieron a ocupar Port Egmont el 1771. No se descartan existencia un pacto secreto por el cual los ingleses se
comprometían a abandonar las islas y se destaca la real orden de 1771 por la cual el rey de España comunica al gobierno
sobre la existencia del pacto. Esta versión está avalada por que en 1774 los ingleses abandonaron las islas.
Al retirarse de las islas los ingleses dejaron una PLACA con una declaración unilateral resguardando los derechos de la
corona inglesa. A pesar de la placa y la breve ocupación de la isla Trinidad la POSICIÓN BRITÁNICA, considera que el origen
de sus derechos sobre el territorio no está en la primera ocupación y posterior abandono, sino la segunda.

Desde 1774 hasta 1833 no ejercieron gobierno o acto posesorio sobre las islas, lo que significa que la ocupación británica
duro tan sólo ocho años, lo que es un período exiguo para que sirva de fundamento al reclamo territorio británico.

Luego de 54 años de abandono, los británicos regresaron para APODERARSE POR LA FUERZA del archipiélago, esta vez en
su totalidad, porque hasta entonces el reclamo se concentraba en la isla Trinidad.

Es importante recalcar que fueron los ingleses quienes sostuvieron a partir de 1502 el requisito de ocupación efectiva y
notificada para la validez de la ocupación territorial.

Durante el período de ausencia inglés, se destaca la convención de San Lorenzo de 1790 por la que las autoridades británicas
dieron su consentimiento formal al señorío español, al reconocer la legitimidad del status quo existente en la América del sur
y comprometerse a NO constituir establecimiento en la región, reduciendo su actividad solo la pesca.

España ocupó las islas sin interrupción hasta 1811, momento en que es retirada la guarnición y trasladada a Montevideo
que en ese momento se encontraba sitiada y precisaba ser fortificada. Es cierto, que esto hizo que las islas quedarán
desguarnecidas, pero no significa que hayan permanecido deshabitadas, puesto que se mantuvieron en la isla un grupo
españoles, criollos e indios al cuidado de ganado vacuno e incluso, habría funcionado allí una cárcel de máxima seguridad.

Por su parte, las autoridades del río de la plata ejecutaron reiterados actos de autoridad sobre las islas.

En el año 1820 el Coronel Jeweet toma posesión de las islas, iza la bandera ARGENTINA y se encarga de leer una circular a
unos 50 buques pesqueros que se encontraban en la zona, entre ellos algunos ingleses; Jeweet permaneció sólo un mes.

Esto se difundió en Londres SIN que mediara reclamo alguno de parte de los británicos.

La primera protesta británica tiene lugar recién en 1829 al gobierno de Tomas Guido (en 1823 se había producido el
reconocimiento de la independencia del río de la plata sin reserva alguna) cuando se designa gobernador en las islas.

Luego vendría la actuación de la corbeta de los Estados Unidos y la ocupación por parte de Onslow al mando de otra corbeta
y apoyada por el buque Tyne.

Los ingleses arguyen que los argentinos se retiraron por su propia voluntad, de este lado del océano la versión indica que el
desembarco inglés se produjo amistosamente y luego del desembarco, cuando el contingente asegura el éxito de la misión,
se alegó la soberanía británica obligando a abandonar la isla a los argentinos en el Buque Sarandí.

Sin embargo, quedó un contingente integrado por argentinos, que luego se sublevaría y restituiría durante unos meses el
dominio de las islas para Argentina hasta que fueron sojuzgados y expulsados.

Para Gran Bretaña la ocupación de 1833 (segunda ocupación) es la base de sus derechos ya que consideran que se efectuó
sobre un territorio que tenía la condición de res nullius. Este argumento, también carece de fundamento, teniendo en
cuenta los registros de la época y las condiciones en que se produjo el desalojo en 1833.

Por otra parte es contradictorio con la afirmación que el desalojo de las islas por parte del destacamento argentino fue en
realidad un abandono voluntario y pacífico.

Gran Bretaña sostiene que la convención de San Lorenzo había dejado de regir a causa de la guerra que los enfrentó con los
españoles en 1796. Las partes reafirmaron este tratado en 1814, entrando este nuevamente en vigor, pero los británicos
alegaron que como las islas habían sido abandonadas por los españoles en 1811, el tratado ya no los obligaba con relación a
aquellas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la convención se seguía aplicando a otros territorios siempre que no estuviesen en
poder de alguna de las naciones recientemente independizadas.

De esta manera los británicos afirmaron que las naciones recientemente independizadas no eran necesariamente sucesoras
de los derechos de la Madre patria.

El requisito de la ocupación efectiva, para considerarla tal, no es condición sine qua non la existencia de un administración
especial en el territorio, bastando el ejercicio de actos de autoridad de forma pacífica y continua. Se desprendería también el
señorío argentino sobre el territorio en disputa ya que Francia demostró, y así lo resolver tribunal, que la notoriedad del acto
de ocupación ocurrido de 1858 fue suficiente, y que no había sido su intención hacer abandono de sus derechos sobre el
territorio, a pesar de no haber ejercido su autoridad de una manera efectiva en el sentido formal.

- Títulos de la REPÚBLICA ARGENTINA:


Los títulos de esgrimidos de manera exclusiva por Argentina son el uti possidetis juris de 1810, la unidad geográfica y la
contigüidad.

1. Uti possidetis juris de 1810: este principio hace que los Estados independizados de sus madres patrias suceden a éstas en
los derechos soberanos sobre los territorios y dentro de los mismos límites establecidos por la propia metrópolis para las
circunscripciones administrativas en que estos se habían dividido.
De esta manera las provincias unidas del río de la plata sucedieron a España en iguales condiciones e idénticos derechos
sobre los territorios que poseía el virreinato del río de la plata.

Cabe destacar que al Estado sucesor se le reconoce la soberanía sobre un territorio con los mismos límites que la
circunscripción creada por el estado antecesor independientemente de la efectiva ocupación, lo que se opone a la posición
británica. No obstante, hay que tener en cuenta que el 1833 las islas Malvinas ya eran ocupadas efectivamente por la
Argentina.

Este principio originado en Latinoamérica con motivo de la independencia de las circunscripciones administrativas bajo el
dominio del reino de España se generalizó aplicándose en los procesos de descolonización producidos en el siglo pasado en
áfrica para convertirse en un principio de derecho internacional general.

A partir de la aplicación este principio, Argentina rebate la pretensión británica de que las naciones recientemente
independizadas no eran sucesoras de los derechos de la Madre patria sobre sus territorios sirviendo este título como
elemento clarificador de la extensión del derecho del sucesor.

2. Unidad geográfica: las Malvinas se hallan cerca del sector continental argentino (a 559 km). Este constituye una unidad
geomorfológica, en tanto el archipiélago es continuación del arco hercinico de la cordillera de los andes, formando una
unidad de tierras en las cuales, la parte sumergida no supera los 200 metros, mientras que el oriente de las islas, el talud
continental se profundiza a varios miles de metros.
En un caso se ha destacado la unidad natural de las filas anglonormandas y las consecuencias que de ello derivan. No se
trata de un título que se baste a sí mismo para otorgar soberanía a un estado sobre un territorio, dependiendo de otros
para complementarlo.

3. Contigüidad: esta teoría de base geográfico biológica, que no puede ser considerada como norma de derecho
internacional, sostiene el derecho a incorporar a la tierra firme zonas insulares en razón de su proximidad.
Se trata de un argumento complementario utilizado para defender los derechos argentinos pero que tampoco se basta a sí
mismo, para justificar el otorgamiento de derechos soberanos sobre un territorio (pudiendo llegar a tener algún valor como
herramienta para arribar a una decisión en que sea preciso adjudicar el territorio a uno entre dos o varios estados).

- Títulos del REINO UNIDO:


Dentro de esta categoría se encuentra la prescripción adquisitiva que, a medida que la ocupación se fue prolongando
temporalmente, se convirtió en uno de los principales argumentos de los ocupantes. Gran Bretaña postula que la ocupación de
las islas desde 1833 hasta que se produjo la Guerra de Malvinas de 1982, había sido pública, continuó, pacífica y efectiva por lo
que el dominio de las islas le corresponde por prescripción adquisitiva.

El controvertido en el derecho internacional el valor que puede tener la prescripción adquisitiva para otorgar señoríos
territoriales, máxime como en el presente caso en el que la posesión se obtuvo mediante violencia o dolo.

Para el caso que se reconociese su existencia, los doctrinarios que lo avalan no han querido aventurar opinión respecto de la
cuantía del plazo, expresándose que frente a cada caso particular deberá definirse el tiempo necesario para que opere la
prescripción.

También es contradictoria la posesión británica cuando se invoca la prescripción adquisitiva y la ocupación de tierras res
nullius; en efecto, se trata de títulos antagónicos, puesto que de haberse tratado de res nullius la ocupación de 1833 habría
tenido el carácter de efectiva sobre territorio, mientras que la prescripción adquisitiva exige la presencia de un título anterior
frente al cual se prescribe.
Frente a la ocupación inglesa, la reacción Argentina fue inmediata. Luego de la ocupación, Argentina protestó formalmente en
el S. XIX varias veces, en las cuales en reiteradas oportunidades el gobierno argentino ofreció llevar el caso a un arbitraje, tales
son los ofrecimientos efectuados en 1884, 1885, 1887 y 1888 sin que sostuviera una respuesta positiva por parte de gran
Bretaña, para la época el arbitraje era el medio habitual para resolver las controversias territoriales.

Si bien es cierto que no se realizaron reclamaciones entre 1849 y 1884, en la efectuada en 1849 se comunicó que se cesaría
con la estrategia de las protestas formales en virtud de la intransigencia británica. Esto no significó la renuncia a derecho
alguno, manifestación expresa de Argentina a fin de evitar consentir la adquisición de derecho alguno por obra de la
prescripción. En la protesta de 1884 Argentina ofreció llevar el diferendo a un arbitraje, lo que fue rechazado por el Reino
Unido.

Las protestas argentinas y la conducta seguida por el Estado han neutralizado los efectos de una posible prescripción, ya que
para que la prescripción adquisitiva opere, no basta con el ejercicio de autoridad por una parte, sino que es preciso la
aceptación del mismo por la otra.

La jurisprudencia ha reconocido el valor de la protesta como elemento válido de prueba para interrumpir la prescripción. En un
prestigioso análisis sobre la prescripción adquisitiva en el caso de los archipiélagos malvinenses, se dijo que la posesión debe
ser ininterrumpida y pacífica, y para ser pacífica tiene que haber consentimiento, condición más importante de la prescripción
adquisitiva, lo cual no ocurre cuando media una protesta.

Resulta de interés y el valor de las efectividades emergentes del ejercicio efectivo de competencias territoriales en la región
frente a los títulos esgrimidos por nuestro país, al respecto la corte expresó que cuando el acto se corresponde exactamente
con la ley, donde la administración efectiva es adicional al Uti possidetis juris, la única función del efectividad es para confirmar
el ejercicio del derecho derivado de un título legal.

Y cuando el acto no se corresponde con la ley, donde el territorio que es objeto de la disputa es administrado por un estado
distinto del que posee título legal, se debe dar preferencia al de testador del título.

En el caso de que la efectividad no coexista con título jurídico alguno, esta debe ser tomada en consideración.

Por último, hay casos en que el título de propiedad no es capaz de mostrar con exactitud la extensión territorial a que se
refiere.

Por lo tanto la efectividad puede jugar un rol esencial, mostrando cómo el título se interpreta la práctica. Las efectividades,
entonces:
- Pueden jugar una función confirmativa del título jurídico cuando el hecho corresponde al derecho (adecuación de un
administración efectiva al uti possidetis)
- Pueden no tener valor alguno si el hecho no corresponde con el derecho (el territorio está administrado por un estado
distinto al que posee el título y por lo tanto prevalece este último)
- Puede tener una tercera función sustitutoria si no hay título alguno
- Puede jugar una función interpretativa o integradora si el titulo es suficiente u oscuro

Libre determinación de la población malvinense.


A partir de que Gran Bretaña introdujo la cuestión de la libre determinación de la población malvinense, logró neutralizar todo
intento de negociación con Argentina.
Los británicos han recurrido el principio de la libre determinación de los pueblos como si se tratase de un título que justifica su
soberanía sobre el territorio de las islas, pero no es un titulo, sino un derecho de carácter político, cuyos sujeto activo no sería el
pueblo británico, sino el malvinense si se diese las condiciones para su procedencia.
No obstante, para ser reconocido es preciso que se reúnan algunos requisitos que NO se verifican en el caso de las islas
Malvinas.
En primer lugar no se reconoce este derecho a los habitantes de Malvinas según la Resolución 1514, la cual expresa que todo
intento de quebrantar la integridad territorial de un país es incompatible con los principios y propósitos de la Carta de las
Naciones Unidas excluyendo la posibilidad de autodeterminarse a la población malvinense.
Además la población malvinense no constituye un pueblo en el sentido que habilite la libre determinación, porque no se trata de
un pueblo autóctono, originario, sino de ciudadanos ingleses en su mayoría que habitan en un territorio de soberanía Argentina.
Se destaca la concesión en 1983 de la ciudadanía británica a sus habitantes, por lo que se excluye la aplicación este principio. Y
no debe confundirse la noción de pueblo con el de minoría, que es el verdadero estatus de la población malvinenses. La noción
de minoría está reconocida por el pacto internacional de derechos civiles y políticos.

La controversia en las Naciones Unidas.


Fue a instancias del Reino Unido que en 1946 el archipiélago malvinense fue incluido en la lista de territorios NO autónomos por
lo que informa sobre las islas conforme lo estipulado por el art. 73 de la Carta, razón por la cual Argentina permanentemente se
reserva de sus derechos a las islas.

Desde que se llevó la cuestión Malvinas ante la ONU por parte de Argentina en 1964 se han sucedido resoluciones que instan a
las partes a negociar, desoídos por el reino unido.

Debe destacarse la Resolución 2065, uno de los logros más importantes de diplomas Argentina, en el año 1965, que reconoce
que sobre las islas existe una disputa acerca de su soberanía, instar a proseguir las negociaciones pacíficas sobre el particular,
teniendo en cuenta las disposiciones y los objetivos de la carta de las naciones unidas y también los intereses de la población de
las islas Malvinas.

La obligación de resolver la disputa por parte de ambos gobiernos proscribe la posibilidad de acciones unilaterales, lo que no fue
respetado por el Reino Unido.

La Resolución 1514 trae aparejada la prohibición a ejercer el derecho a la libre determinación cuando acarrea total o
parcialmente un atentado a la integridad territorial de un país.

Inmediatamente después del cese de las hostilidades en 1982, con la consecuente derrota Argentina, adquiere relevancia la
Resolución 37/9 que nuevamente puso de manifiesto la incompatibilidad de las situaciones coloniales con el ideal de paz
universal y reitera la existencia de una disputa de soberanía sobre las islas.

Contrario lo esperado, la fórmula del paraguas de 1989 que resguardaba los derechos de cada parte en relación a la soberanía,
no produjeron el efecto esperado y por el contrario fue seguida por una sucesión de actos unilaterales por parte el reino unido
violatorias de las resoluciones de naciones unidas.

El Comité de Descolonización de Naciones Unidas aprobó una Resolución en el año 1992, por la cual reiteraba la exhortación a
ambas partes de procurar una solución pacífica y negociada sobre la soberanía de las islas. Otra resolución de este mismo
órgano en 1998, expresó nuevamente la incompatibilidad de las situaciones coloniales con el ideal de paz universal de las
naciones unidas, nuevamente reconoce la existencia de una disputa de soberanía y lamenta que no se haya cumplido con lo
establecido por la resolución de la Asamblea General que hace alusión a que deben ser tenidos en cuenta los intereses de la
población de las islas.

Las medidas unilaterales británica motivaron también la toma de medidas por parte de Argentina, en las que el canciller
argentino frente al comité de descolonización en el año 2009, expresó el desagrado por el incumplimiento de las obligaciones
internacionales por parte de un Estado, que utiliza en todos los foros internacionales esta bandera como una de sus virtudes.

CANAL DE BEAGLE.

El territorio la Argentina cuenta con un perímetro de 14.730 kilómetros, de los cuales 9.770 actúan como frontera común con los
estados vecinos de Chile, Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia, sea a través de fronteras terrestres, fluviales y/o marítimas.

La frontera común entre Argentina y Chile es de 5.300 kilómetros, lo que representa el 37 % de las fronteras Argentina.
Esta es una de las fronteras en común más extensas del mundo. Dada la gran extensión y las características de esos límites,
mayoritariamente sobre montañas y glaciares, resulta natural que Argentina mantuviera con su vecino país, la mayor parte de
los conflictos limítrofes, pero sin que se registre enfrentamiento bélico.

Los problemas de límites argentino-chilenos se fueron resolviendo en forma pacífica, mediante tratados, acuerdos de
demarcación, negociaciones directas, mediación y hasta el arbitraje.

La cuestión de límites entre Argentina y Chile tiene sus antecedentes cuando en 1680, la corona española crea la Capitanía
General de Chile con capital en Santiago y más tarde en 1776 se crea el Virreinato del Río de La Plata con capital en Buenos Aires.
En 1816 se declara la independencia Argentina y en 1818 Chile hace lo propio respecto de España, donde establece en su
constitución que el límite del Estado hacia el oeste lo es la cordillera de los andes, desde Mejillones, al norte, hasta el Cabo de
Hornos, al sur, determinación que fuera ratificada con sus respectivas reformas constitucionales.
- Primer tratado de paz, amistad y navegación
En 1826 Argentina y Chile firman el primer tratado bilateral, así denominado, en el cual se reconoce y establece el principio del
uti possidetis juris y la cláusula de arbitraje, para la resolución de las cuestiones limítrofes bilaterales que surjan en el futuro.

La aplicación de este principio motivó la posterior interpretación chilena, al considerar que la antigua Capitanía General
abarcaba también el territorio de la Patagonia Argentina, lo que llevó al propio General O´Higgins a sostener la necesidad de
ocupar el estrecho de Magallanes y la Patagonia desde la actual península Valdés hasta las islas shetland del sur.

Esta interpretación fue el paso inicial para un estrategia chilena con vistas a ocupar territorios hacia el sur, estrategia que fue
interrumpida por la guerra del pacífico, 1879 - 1883, conflicto armado que Chile debió librar con Bolivia y Perú
simultáneamente. Mientras el gobierno chileno, atendía este conflicto bélico al norte de su territorio, el gobierno argentino,
incursionaba en los territorios del sur, mediante la campaña del desierto de 1879, comandada por Julio A. Roca, la cual
significó la consolidación de la presencia Argentina en La Pampa y la Patagonia.

- Tratado General de Límites de 1881


En 1881 los cancilleres de Argentina y Chile, Bernardo de Irigoyen y Francisco Echeverría respectivamente, suscriben el primer
Tratado General de Límites, el que entró en vigor en el mismo año, instrumento mediante el cual se alcanza la solución de la
mayor parte de las diferencias limítrofes entre ambos estados.

- Protocolo Adicional y Aclaratorio del Tratado General de Límites de 1881


Finalizada la guerra del pacífico en 1883 con el triunfo total de Chile sobre Bolivia y Perú, la dirigencia chilena comienza
sostener que el tratado de 1881 fue firmado bajo presión, dada las circunstancias particulares de la atención a la guerra del
pacífico, que fueron aprovechadas por el gobierno argentino.
Movilizado en este sentido el Presidente de Chile, Jorge Montt se impone como objetivo el recuperar la Patagonia Atlántica, y
valiéndose de la falta de acuerdo de los Peritos Moreno y Arana, sostiene la necesidad de modificar el tratado de 1881.
Entiende que la revisión corresponde realizarse en la región del seno de la última esperanza, a través del cual Argentina tenía
salido al pacífico y en la bahía de San Sebastián, isla grande de tierra del fuego, donde Chile tenía salida al atlántico,
circunstancia que no era real como lo demostraría estudios posteriores.
El tratado de 1881 no dice nada sobre la exclusividad de Argentina sobre el atlántico ni de Chile sobre el pacífico, igualmente el
gobierno argentino accede a la revisión de dicho instrumento bilateral.
En marzo de 1892 suscriben en Chile un Protocolo aclaratorio y adicional al tratado de 1881, el cual entró en vigor en 1893.
Del texto este protocolo se extrae lo siguiente:

- Hay una ratificación del tratado de 1881 en cuanto a los límites entre ambas partes, siendo dicho límite en la cordillera de
los andes y la línea fronteriza correrá por las cumbres más elevadas de dicha cordillera que dividen las aguas y que pasará
por entre las vertientes que se desprenden a un lado y a otro.

- Por primera vez se establece el principio de que Chile no puede pretender punto alguno sobre el atlántico como la
Argentina no puede pretender sobre el pacífico.

- Luego de una reunión de los peritos se decidió trasladar la línea fronteriza de la isla grande de tierra del fuego con el
justificativo de evitar que Chile tenga salida al océano atlántico por la bahía de San Sebastián.

- Finalmente hay una reafirmación de la soberanía Argentina sobre su litoral atlántico hasta el cabo de hornos.

- La zona del canal de Beagle:


Las diferencias en la interpretación y aplicación del Tratado de 1881 y del Protocolo de 1892, en la zona del canal de Beagle, ha
dado lugar a uno de los conflictos bilaterales de mayor resonancia, y que estuvo muy cerca de conducir a un enfrentamiento
armado.

Para el análisis de este diferendo limítrofe, hay que partir del tratado de 1881 en su art. 3 establece que pertenecerán a la
República Argentina, la isla de los Estados, los islotes próximamente inmediatos a ésta y las demás islas que haya sobre
atlántico, al oriente de la tierra del fuego y costas orientales de la Patagonia, y pertenecerán a Chile todas las islas al sur del
canal Beagle hasta el cabo de hornos y las que haya al occidente de tierra del fuego.

Y el protocolo de 1892 establece que Chile no puede pretender punto alguno hacia el atlántico, como Argentina no puede
pretenderlo hacia el pacífico.
La controversia surge a partir de las interpretaciones de cada parte respecto del verdadero curso del canal de Beagle, lo que
lógicamente repercute en atribución de soberanía sobre las islas de la zona.

Argentina sostiene que al cortarse el límite de la isla grande de tierra del fuego con el canal de Beagle, éste toma una dirección
este, dividiendo el canal en su línea media hasta Punta Navarro, desde ese punto el canal tuerce hacia el sur, pasando entre la
isla Navarino y Pícton. Las islas que quedan al este del canal, pertenecen a la Argentina según el tratado de 1881.

El principal argumento esta postura, es el propio protocolo de 1892, en base al principio citado, donde el meridiano del cabo
de hornos actúa como limite interoceánico y la soberanía del estado sobre el litoral respectivo es absoluta.
La posición de Chile coincide en que el límite corre por el medio del canal de Beagle hasta punta navarro, pero partir de ese
punto, la tesis chilena es que el canal de Beagle sigue dirección hacia el este hasta del cabo de San Pío, con lo cual le pertenece
la soberanía sobre las islas Pícton, Nueva y Lennox. Esta postura también se sustenta con la ocupación efectiva de las islas por
parte de nacionales chilenos.

- Las soluciones propuestas


En 1902 Argentina y Chile suscriben los llamados Pactos de Mayo, por los cuales se establece la cláusula de arbitraje, de su
majestad británica para las futuras controversias entre las partes. A partir de allí se registran varios intentos fallidos de
someter la cuestión del Beagle al arbitraje.

Luego de los fracasos intentos, Argentina y Chile firman el compromiso arbitral y el tratado arbitral, por el cual la zona en
conflicto se somete al arbitraje de la Reina Británica Isabel II, quien deberá nombrar una corte de arbitraje integrada por cinco
jueces de la Corte Internacional de Justicia. Se delimita la zona sobre la cual debe expedirse el fallo, región denominada “el
martillo”, delimitada por una serie de puntos que abarca ambas costas del canal de Beagle y las islas Pícton, Nueva y Lennox.

Finalmente se llega a laudo arbitral, que se da a conocer en 1977 en el cual, se favorece totalmente la tesis chilena,
fundándose exclusivamente el fallo en el Tratado de 1881, sin considerar el Protocolo de 1892.

En laudo arbitral dictaminó que el Canal de Beagle se extiende hasta el cabo de San Pío, al norte de las islas en cuestión, por
ello se le otorga a Chile las islas Pícton, Nueva y Lennox, e islotes próximos. Argentina obtiene a favor, el acceso a Ushuaia por
aguas propias.

Al conceder el Tratado de 1881 la Argentina una costa en el canal de Beagle, automáticamente se le reconoce derechos
marítimos sobre el canal, descartando la teoría de la costa seca. El tribunal trazó un límite al interior del canal de tal manera
que ambos estados tuviesen libre navegación a sus puertos.

El límite marítimo se establece en una línea de puntos equidistantes a las costas chilenas y argentinas más cercanas.

Chile acepta el laudo y lo convierte en ley, nombró alcaldes de mar y reclama 200 millas marinas a partir de las islas, lo que le
significaba una importante penetración hacia el océano atlántico.

Por su parte Argentina, formula reservas e invita a Chile discutir en forma directa la zonas marítimas que corresponden a cada
país. No se llega a un acuerdo y Argentina rechaza el laudo declarándolo nulo porque adolece de graves y numerosos
defectos y violando normas internacionales (extra petita).

A consecuencia del rechazo argentino al laudo de la corona británica, en enero de 1978, los presidentes de facto de ambas
naciones Jorge Videla y Augusto Pinochet se reúnen en Mendoza, a los fines de intentar una solución negociada y en febrero
del mismo año se firman las actas de puerto Montt, por las cuales se crean comisiones especiales que actuarían in situ, pero las
que finalmente no llegan a un acuerdo. Surge entonces una propuesta de Chile de llevar el asunto a la corte internacional de
justicia.

En diciembre 1978 se incrementa las posibilidades de llegar a un enfrentamiento bélico entre ambos Estados. En enero de
1979 el enviado del papa Juan Pablo II, cardenal Antonio Samoré, ofrece sus buenos oficios ante ambos gobiernos,
obteniendo como resultado de sus gestiones, la suscripción del ACUERDO DE MONTEVIDEO, por el cual las partes aceptan la
mediación del papa en la resolución del conflicto.

Una primera propuesta de mediación del sumo pontífice, se da a conocer en el año 1980, la que es entregada a los
representantes de ambos estados. Esta propuesta fue aceptada por Chile pero rechazada por Argentina.

Tras el rechazo argentino a la primera propuesta, el Papa, da a conocer el 1984, una alternativa de solución, la que esta vez
sería aceptada por ambas partes. En Argentina, presidía Raúl Alfonsín, la propuesta sometida es a un plebiscito por su
aceptación o rechazo y tras el resultado electoral a favor de su aceptación, se suscribe en la ciudad del Vaticano en noviembre
de 1984 el tratado de paz y amistad definitivo.

De este tratado se pueden extraer las siguientes conclusiones:


- Chile se constituye a partir de entonces en un país bioceánico, en contradicción con el protocolo de 1892
- En contrapartida, quedan clausuradas futuras pretensiones de Chile sobre el océano atlántico
- Ambas naciones reconocen por primera vez al cabo de hornos, como divisorio oceánico
- Queda suprimida en forma definitiva la cláusula de arbitraje británico
- Los límites establecidos no podrá ser utilizados para pretender derechos sobre la Antártida
BOLILLA Nº 8

ESPACIOS Y CUESTIONES JURÍDICAS DE INTERÉS INTERNACIONAL.

A) EL DERECHO DEL MAR.

La evolución de la navegación, tanto comercial como militar, generó un progresivo y constante desarrollo del derecho del mar,
que en sus comienzos fue consuetudinario y que experimentaría un profundo proceso de codificación en el siglo pasado.

Codificación
En la Conferencia de La Haya de 1930, la Sociedad de las Naciones NO tuvo éxito en la codificación de esta temática.

Luego la Comisión de Derecho Internacional en el seno de las Naciones Unidas, hicieron un proyecto que se plasmó en cuatro
convenciones en la Primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de Ginebra de 1958 (donde también se
aprobó un protocolo facultativo sobre solución de controversias):
1. Mar territorial y Zona Contigua;
2. Plataforma Continental;
Entraron paulatinamente en vigor
3. Alta Mar;
4. Pesca y Conservación de los Recursos vivos de la Alta Mar.

La materia pendiente de esta conferencia fue la fijación de la anchura del mar territorial.

Una Segunda Conferencia celebrada en Ginebra en 1960 no resolvió los temas pendientes.

En la Tercera Conferencia, iniciada en 1973, se cristaliza en la CONVENCIÓN adoptada en 1982 en MONTEGO BAY (Jamaica).
Esta dispuso que su entrada en vigor se concretara 12 meses después del depósito del sexagésimo instrumento de ratificación o
adhesión, lo que ocurrió en 1994. La Convención NO permite la formulación de reservas a sus disposiciones, EXCEPTO para
aquellas cuestiones expresamente autorizadas. Esto no impide a los Estados hacer declaraciones o manifestaciones para, entre
otras cosas, armonizar su derecho interno con las disposiciones de la Convención.

La República Argentina al momento de la firma de la Convención en 1984 formuló reserva en los mismos términos de la
declaración de 1982, en relación a que la Resolución III, en el Anexo I del Acta Final, no afecta de ninguna manera los derechos
soberanos sobre las Islas Malvinas, la cual se rige por las resoluciones específicas de la Asamblea General adoptadas dentro del
marco del proceso de descolonización.

ESPACIOS BAJO LA SOBERANÍA Y/O LA JURISDICCIÓN DEL ESTADO RIBEREÑO:


El Tribunal Arbitral en el caso Canal de Beagle expresó que existe un principio general de derecho en virtud del cual, en ausencia
de una disposición expresa en sentido contrario, una atribución de territorio ipso facto entraña la atribución de las aguas
dependientes del territorio atribuido. El fundamento del título jurídico del estado ribereño reside en el principio jurídico de que
la tierra domina al mar, el cual se debe aplicar a partir de un criterio basado en distancias (12, 24 o 200 millas marinas. 1 milla
náutica = 1.852 metros) y no basado en el prolongamiento natural.

La Corte Internacional de Justicia sostuvo que los derechos marítimos se establecen en base a la Teoría de la Proyecciones
Costeras (y no Terrestres).

La Convención de 1982 modificó la cantidad de espacios que se encuentran bajo la soberanía y/o jurisdicción de los Estados
ribereños. Estos son:
- Aguas Interiores (AI): espacio sobre el que el Estado es soberano.
- Mar Territorial (MT): espacio sobre el que el Estado es soberano.
- Zona Contigua (ZC): espacio sobre el que se ostentan algunos derechos soberanos.
- Zona Económica Exclusiva (ZEE): espacio sobre el que se ostentan algunos derechos soberanos.
- Plataforma Continental (PC): espacio sobre el que el Estado es soberano.
- Aguas archipelágicas (AA): espacio sobre el que el Estado es soberano.
Mensuración. Líneas de base

Las líneas de base son aquellos puntos o líneas a partir de las cuales se miden los ámbitos marinos. Para el trazado de las líneas
de base, existen dos sistemas que, a su vez, pueden combinarse a fin de delimitar los espacios marinos de los Estados ribereños:

A. El método normal (natural), de la línea de bajamar a lo largo de la costa (art. 5)

B. El método de líneas de base recta (artificial), por el cual se trazan líneas rectas que unen puntos geográficos (accidentes
geográficos de la costa) que permiten extender más el dominio del Estado ribereño sobre el mar (art. 7).
Este método consiste en trazar las líneas de puntos rectos de los puntos salientes del Estado

Para el establecimiento de las líneas de base recta, los Estados ribereños deben cumplir con los requisitos que establece la
Convención (art. 7):
- Se tracen las líneas en lugares en los que la costa tenga profundas aberturas o escotaduras o en los que haya una franja
de islas situadas en su proximidad inmediata.
- Que el trazado de las líneas no se aparte de manera apreciable de la dirección general de la costa.
- Podrán tenerse en cuenta cuestiones de índole económica particulares de la región de que se trate, cuya realidad e
importancia estén claramente demostradas por un uso prolongado.
- Las zonas de mar situadas del lado de tierra han de estar suficientemente vinculadas al dominio terrestre para someterse
al régimen de las aguas interiores. Actualmente no se alude al dominio terrestre, sino a los derechos del Estado sobre su
territorio.
- Es necesario que los puntos de apoyo terrestre de estas líneas emerjan siempre y, si sólo lo hacen en situación de
bajamar, que existan sobre ellos construcciones que se encuentren permanentemente sobre el nivel del agua, o que
dichos puntos hayan sido objeto de un reconocimiento Internacional.

AGUAS INTERIORES => BOLILLA Nº 7.


Son AI las situadas en el interior de las líneas de base del mar territorial (art. 8.1). Estas quedan bajo la soberanía del Estado
ribereño (art. 2.1). Comprenden:
- aguas suprayacentes;
- los puertos;
- las escotaduras de las costas muy irregulares y las bahías históricas, así como el lecho, el subsuelo de esas zonas y el espacio
aéreo suprayacente.

Las radas no AI sino MT (art. 12).

Los puertos marítimos están regidos por el Convenio y el Estatuto sobre el Régimen Internacional de los Puertos Marinos
(Ginebra 1923) que los define como aquellos frecuentados normalmente por embarcaciones marítimas y utilizadas para el
comercio exterior.
Con respecto al acceso los puertos marítimos por parte de embarcaciones privadas, rige el principio de libertad de acceso. Los
Estados soberanos no pueden cerrar sus puertos, salvo casos excepcionales (razones de protección sanitarias o mantenimiento
del orden); cuando se den circunstancias que justifiquen el cierre o la restricción de acceso, la cual debe ser pública y regirse por
el principio igualdad (puerto marítimo, se diferencian del puerto interior en que es aquel que no es accesible a navíos que
atraviesan el océano, el marítimo si).

La convención estableció que en aquellos casos que por aplicación del sistema de líneas de base en el proceso de mensura,
sectores de MT se convirtiesen en AI de los Estados, se mantendrá respecto de ellas el derecho de paso inocente de buques de
terceros Estados.

MAR TERRITORIAL.
El MT es una franja de mar adyacente que se extiende más allá de las líneas de base establecidas por el Estado ribereño, que
abarca no solamente las aguas suprayacentes, sino también el lecho y el subsuelo.
Antiguamente se le asignaba una extensión, que se determinada por el alcance de la vista o de la bala de cañón.
El art. 3 de la Convención de 1982 consagra la anchura máxima del MT en 12 millas marinas. El límite interior está dado por las
líneas de base, mientras que el límite exterior está representado por una línea paralela al límite interior situada a una distancia
igual a la anchura del MT (siempre que ésta extensión no se superponga con el derecho de otro Estado a fijar su MT, en este caso
deberá recurrirse a un proceso de delimitación).
El Estado ribereño en su MT ejerce competencias exclusivas tanto desde el punto de vista económico (pesca, explotación de
recursos minerales), como en materia de policía (navegación, aduana, sanidad, protección del medio ambiente, seguridad).
La soberanía del Estado ribereño sobre el MT es idéntica a la que ostenta el Estado sobre las AI, con excepción del derecho de
paso inocente de los buques extranjeros.

Derecho de paso inocente (arts. 17 a 23 de la Convención de 1982):

El paso es inocente cuando se realiza de manera rápida e ininterrumpida y en la medida en que no sea perjudicial para la paz,
el buen orden y la seguridad del Estado ribereño.
Es decir:
- El paso consiste en el hecho de navegar por el MT de un Estado con fin de atravesarlo sin penetrar en las AI (paso lateral),
dirigirse a las AI (país de entrada), o salir de ellas (paso de salida).
- Además, debe ser rápido e ininterrumpido, aunque se admite la detención y fondeo cuando se constituye en un incidente
normal de la navegación o son impuestos por fuerza mayor, dificultad grave o prestación de auxilio a personas, buques y
aeronaves.
- Debe realizarse en todos casos en superficie y enarbolando el pabellón.
- El paso es inocente, mientras no sea perjudicial para la paz, el buen orden y la seguridad del Estado ribereño.
NO puede considerarse inocente el paso de buques que además de navegar:
- realicen actividades contrarias a las leyes del ribereño, o bien,
- que requieren su autorización, o
- que son violatorias de normas o principios de derecho Internacional.
Por lo dicho, NO es inocente el paso de buques que realizan actividades de pesca, lo que violen los principios de la intervención o
de prohibición del amenaza o uso de la fuerza, ni el paso de unidades submarinas sumergidas.

Los buques de guerra también gozan del derecho de paso inocente. Sin embargo, la Convención de 1982 en su art. 30 establece
la facultad del Estado ribereño a exigir su retiro en los casos de que NO cumplan las leyes y reglamentos del Estado ribereño o no
acaten la invitación a abandonar su MT.
Los Estados suelen exigir un pedido de autorización previa para que este tipo de buques pueda ejercer el derecho de paso
inocente.

El Estado ribereño puede suspender el ejercicio del derecho de paso inocente de los barcos extranjeros, siempre que esta
suspensión sea temporaria y publicada en debida forma. Podrá realizarla en determinadas zonas de su MT en la medida que sea
establecida sin discriminación, y que la suspensión sea indispensable para la protección de su seguridad (art. 25.3).
Finalmente cabe señalar que la soberanía del Estado ribereño sobre el espacio aéreo subayacente al MT es plena y exclusiva, por
lo que el derecho de paso inocente para la navegación, no se extiende al vuelo y sobrevuelo sobre el MT.

ZONA CONTIGUA => BOLILLA Nº 7.


Es el espacio marítimo cuya extensión puede:
- contando desde el límite exterior (línea externa) del MT de HASTA 12 millas marianas;
- “o” contando junto con el MT desde la línea base de HASTA 24 millas marianas.
La Convención de 1982 estableció que sumados el MT y la ZC no pueden superar las 24 millas.
La zona contigua es una extensión de la soberanía del Estado respecto del mar territorial.
El Estado ribereño, respecto a los buques extranjeros, puede adoptar en la ZC las medidas de fiscalización necesarias para:
- Prevenir las infracciones a sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios, que pudieren cometerse
en su territorio o en su MT.
- Sancionar las infracciones de estas leyes y reglamentos cometidos en su territorio o MT (art. 33.1).
Por otra parte, establece que el Estado ribereño podrá fiscalizar, aplicando las facultades otorgadas por el art. 33 que regula la
ZC, el tráfico de objetos arqueológicos e históricos.
En cuanto a su naturaleza jurídica, la ZC tiene la misma naturaleza jurídica que la ZEE porque forma parte esta.
ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA (arts. 56 y 57) => BOLILLA Nº 7.
La ZEE es una construcción jurídica que, en principio, surgió bajo la forma de actos unilaterales de los países latinoamericanos e,
inmediatamente fue adoptada por los países del mundo para finalmente terminar plasmada en la Convención del 1982.
Inicialmente la cuestión de la pesca no fue problemática ya que existía creencia de que los recursos del mar eran
inconmensurables y por lo tanto infinitos, creencia que fue luego abandonada dando inicio a la carrera por la apropiación de los
recursos del mar.
Los primeros países en que tiene lugar el reclamo de una ZEE, fueron Chile y Perú. Chile, a mediados del S XX, plantea
unilateralmente a través de Declaraciones que, como Estado soberano y a fin de la preservación de los recursos marítimos y en
ejercicio de la soberanía plena que le compete sobre los mismos, considera la extensión de su ejercicio soberano y la utilización
económica de los recursos de un espacio que se extiende más allá de su mar territorial. A partir de ello, la mayoría de los países
en el mundo aplicaba este sistema de facto, sin que exista declaración jurídica expresa bajo el auspicio de Naciones Unidas.
En el continente africano se adoptaron resoluciones al respecto en el seminario de Yaoundé, donde surgió la denominación de
Zona Económica Exclusiva.
La ZEE fue entendida como una extensión principalmente a los fines de la protección de los recursos vivos y no vivos; y no como
una extensión de la soberanía propiamente dicha.
Por lo tanto, que sea una zona exclusiva, NO implica una autorización exclusiva para que –solamente- el Estado ribereño pueda
ejercer la explotación de los recursos; al contrario, existe cierta obligación de brindar la explotación de los mismos a terceros
Estados –generalmente previo pago de un canon o compensación de otro tipo- incluso y sobre todo para aquellos Estados que
no cuentan con una salida al mar. Los terceros Estados, pueden existir, bajo el principio de cooperación, una autorización para
acceder a la pesca en la ZEE del Estado ribereño.
En definitiva, la ZEE implica que cada Estado regula la forma de explotación sobre los recursos.

Según la Convención de 1982 todo Estado ribereño tiene derecho a proclamar una ZEE en el espacio adyacente a su MT
sometida a un régimen jurídico propio, caracterizado por el reconocimiento de:

- Soberanía para la explotación, exploración, conservación y administración de los recursos naturales vivos y no vivos, de las
aguas suprayacentes, del lecho y el subsuelo, y otros de aprovechamientos de significación económica (como la explotación
del espacio aéreo en cuanto a la utilización de los vientos).
- Jurisdicción con respecto al establecimiento y utilización de islas artificiales, instalaciones y estructuras, investigación
marítima y protección y preservación del medio marino (art. 56).

La Convención dispone que NO se extienda más allá de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base, a partir de las
cuales se mide la anchura del MT. Este es el límite máximo exterior, pero nada impide que un Estado proclame una zona de
menor extensión.
En cuanto al límite interior de la ZEE, coincide con el límite exterior del MT (NO más de 12 millas), por lo que la anchura máxima
es de 188 millas cuando el Estado ribereño ha establecido un MT con la extensión máxima permitida.

El régimen respecto de la navegación y sobrevuelo en la ZEE es el de la libertad, pero ésta, que es absoluta con relación al
sobrevuelo, no lo es respecto de la navegación, existiendo la posibilidad de que se vea sometida a restricciones, como la facultad
del ribereño de establecer zonas de seguridad alrededor de las islas artificiales, instalaciones y estructuras.
También la convención proclama la libertad de todos los Estados para tender cables y tuberías submarinas en la ZEE (al igual que
en la PC).
La CIJ ha reconocido el carácter consuetudinario de la ZEE, respecto de los derechos de pesca preferentes en las aguas
adyacentes al MT a favor del Estado ribereño que se encuentra en una situación de dependencia especial de sus pesquerías
costeras, esta preferencia opera respecto a los demás estados interesados en la explotación de esas pesquerías.

Naturaleza jurídica.
Con la creación de la ZEE, conforme con la Convención de Ginebra de 1958 pertenecían a la AM y por lo tanto tenían su misma
naturaleza jurídica, pasaron a ostentar una nueva, sui generis, que algunos autores consideran ambigua. Dos posiciones
doctrinarias tratan de explicar la naturaleza jurídica:
- Sostiene que este espacio continúa siendo AM, por lo que tiene su misma naturaleza jurídica.
- Tiene una naturaleza jurídica sui generis, dotada de un régimen jurídico propio, en el que coexistirían las competencias de los
Estados ribereños, relacionadas principalmente con la explotación de los recursos, y las de los demás Estados, relativas a la
navegación, el transporte y las comunicaciones.
Nos inclinamos por esta última, ya que la propia Convención establece en su art. 86, que las disposiciones correspondientes a la
AM no se aplican en la ZEE.
La ZEE NO se trata de un ámbito de jurisdicción nacional, sino de un espacio en el que las competencias del estado ribereño y de
los otros estados están sujetas a un régimen jurídico concreto establecido por la convención, diferente del MT y de la AM.

PLATAFORMA CONTINENTAL. => BOLILLA Nº 7.

Su concepto en el derecho Internacional surge con el presidente Truman en 1945, pero la Convención de 1982 introduce una
modificación que implicó un cambio de una noción físico-geográfica a una noción jurídica que parte de la distancia de la costa,
cualquiera sea la naturaleza física del lecho y del subsuelo del mar.

Por la Convención, todo Estado ribereño tiene derecho a una PC, independientemente de su ocupación real o ficticia o de toda
declaración expresa, que comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas adyacentes (inmediato, cercano) a su MT,
ostentando en ella derechos de soberanía a los efectos de la explotación y exploración de sus recursos naturales. Se trata de
una extensión física del espacio terrestre de un Estado que continúa bajo el mar.

Tiene una regulación dentro del derecho del mar porque hace a una cuestión de soberanía de los Estados; adquiere interés en su
regulación porque, sobre la plataforma continental, se encuentran los recursos minerales y los recursos de hidrocarburo
extraíbles del fondo marino.

El límite interior coincide también con el límite exterior del MT; por lo que se refiere a su límite exterior, el Convenio de 1982
extiende la PC del Estado ribereño a todo lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del margen
continental, “O” bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la
anchura del MT, y en los casos en que el borde exterior del margen continental NO llegue a esa distancia, el margen continental
está constituido por el lecho y el subsuelo de la plataforma, el talud y la emersión continental, pero no comprende el fondo
oceánico profundo con sus crestas oceánicas ni su subsuelo (art. 76).

Se garantiza de esta manera un mínimo que coincide físicamente con la ZEE máxima de 200 millas marinas. Esto vino a
conformar a los Estados que tenían plataforma exigua, mientras que para el caso de Estados con plataforma amplia, la
Convención estipula que el límite exterior NO puede en ningún caso exceder de las 350 millas marinas contadas desde las
líneas de base “O” de 100 millas contadas desde la isobata (Curva para la representación cartográfica de los puntos de igual
profundidad en océanos y mares) de 2500 metros, admitiendo de esta manera, los derechos del ribereño sobre la llamada PC
RESIDUAL, aunque con las limitaciones ya referidas.

La PC implica un ejercicio soberano que comprende dos regímenes que varía según la extensión de la plataforma continental
en cada Estado; se fijan como parámetro una extensión de la plataforma de hasta 200 millas marinas; se entiende que todo
Estado tiene un ejercicio de plataforma continental, hasta un máximo de 200 millas marinas desde la costa (desde donde inicia
la extensión del subsuelo marítimo).

- Para aquellos Estados cuya plataforma continental, es MENOR a 200 millas marinas, se le reconoce una extensión artificial
(no física) de HASTA las 200 millas marinas.

- En aquellos Estados en que la plataforma continental EXCEDE naturalmente las 200 millas marinas de plataforma, la
Convención prevé que puedan reclamar y hacer un ejercicio de HASTA un máximo de 350 millas marinas en línea horizontal
contados desde la línea base “o” de 100 millas marinas contadas desde la isobata 2500 metros que se mide vertical (en
profundidad).

Los Estados que se consideraban con derecho una plataforma continental residual tenían la obligación de presentar su
reclamación por ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental creada por orden de la convención dentro de un plazo
que expiró en el año 2009.

La república Argentina cuenta con una importante plataforma continental residual razón por la cual, a fin de efectuar los
complejos estudios y mediciones necesarios para preparar el reclamo correspondiente, creó la Comisión Nacional del Límite
exterior de la Plataforma Continental (COPLA). Se presentó su pretensión ante la comisión de límite la plataforma continental en
el año 2009.

Las normas de procedimiento de la comisión de límites establecen que, en ausencia de acuerdo de los Estados en disputa, la
comisión no analizará las pretensiones hasta que se resuelva la controversia.
Superposición de la ZEE y de la PC.

Todo Estado ribereño tiene derecho a una PC de 200 millas en la que ostenta derechos de soberanía respecto de sus recursos
naturales. Pero esos mismos derechos de soberanía respecto de sus recursos naturales del lecho y del subsuelo del mar le vienen
igualmente reconocidos por la institución de la ZEE, lo que podría llevar a hablar de una subsunción de la PC en la ZEE.
No obstante, la PC sigue siendo justificada porque:

 El Estado ribereño tendrá en todo caso una PC de 200 millas, proclame o no ZEE.
 Los Estados de plataforma geológica amplia pueden extender sus derechos de soberanía sobre los recursos naturales
situados en la misma más allá de las 200 millas.
 En los casos de Estados cuyas costas son adyacentes o están situadas frente a frente, la delimitación de sus ZEE y PC no
tienen por qué resultar en una línea única.

EL ALTA MAR.
Por exclusión, el Alta Mar es aquella parte del mar NO perteneciente a las AI, a las AA, ni a la ZEE.
Ningún Estado puede reivindicar o ejercer soberanía o derechos soberanos sobre espacios de la AM o sobre sus recursos. Se
parte de una conceptualización muy particular de la humanidad como sujeto de derechos, en el sentido que el derecho le otorga
cierto reconocimiento. Uno de los regímenes en que el destinatario es la humanidad es la alta mar.

La característica central es que las riquezas que contiene son susceptibles de apropiación, pero la zona en sí misma NO lo es.

El régimen jurídico de la alta mar está presidido por el principio de libertad. Su naturaleza jurídica se fundamenta en su
condición de ser res communis usus, es decir que es de uso común para todos los Estados, cuyas libertades constituyen el
complemento necesario como medio de comunicación, libertad de comercio y explotación de los recursos que contiene.

Es un área que se encuentra exento del poder y del ejercicio de jurisdicción de cualquier Estado del sistema internacional; hay
una libre navegabilidad y, en principio, hay una libre explotación de los recursos; sin embargo, el régimen del altamar con el
Convenio de Montego Bay, adquiere cierta regulación a partir de la cual, si bien todo Estados es libre de ejercer la pesca (y la
explotación de recursos en general), lo debe hacer bajo cierto ejercicio razonable. Al respecto de esta razonabilidad hay distintos
convenios sobre preservación natural de diversas especies, que los Estados han ido celebrando, precisamente porque la
extinción de una especie marítima es un perjuicio a toda la humanidad.

Régimen Jurídico:
La libertad de la alta mar comprende según el art. 2 del Convenio de 1958, las cuatro libertades tradicionales, a las que hay que
agregar una quinta incorporada por la Convención de Montego Bay, a saber:
- La libertad de navegación;
- La libertad de sobrevuelo;
- La libertad de tendido de cables y tuberías submarinos;
- La libertad de pesca;
- La libertad de construir islas artificiales y otras instalaciones permitidas por el DI.

Esta enumeración tiene carácter meramente ejemplificativo.

Limitaciones:

- La libertad de la AM no alcanza en todo caso, a la exploración y explotación de los recursos situados en los fondos marinos y
oceánicos y su subsuelo.
- Se prohíben las transmisiones no autorizadas difundidas desde un buque o instalación en AM.
- Se prohíben las explosiones nucleares.

A partir del Convenio de Montego Bay, se regula el funcionamiento de la explotación de recursos vivos y no vivos en el altamar a
través de lo que se conoce como la zona. Se ha establecido un organismo de control y ejecución de la explotación de esa zona
que se denomina Autoridad de fondos marinos y oceánicos (cuanta con una Asamblea General, un Consejo, entre otros
organismos).
En la zona se otorga especial participación a aquellos Estados NO ribereños (los que no tienen acceso al mar) a fin de que
puedan beneficiarse con la explotación que se produzca en altamar de los recursos vivos y no vivos. Sin embargo,
paradójicamente, aquellos Estado que no tienen acceso al mar, por lo general son Estados que tampoco tienen recursos
tecnológicos ni económicos para producir la explotación de recursos (principalmente recursos no vivos). En virtud de ello, se
produjo una unión conformada por Estados y empresas privadas que se conoce como “la empresa”, que explotan o pretenden
explotar los fondos marinos de altamar. Con ello, se permite la explotación pero bajo un canon, y eso se distribuye entre los
integrantes de la denominada “Autoridad de fondos marinos y oceánicos”.

ESTRECHOS INTERNACIONALES.
Desde el punto de vista geográfico un estrecho es una contracción natural del medio marino entre dos espacios terrestres que
comunica dos partes de mar.
Sin embargo, desde el punto de vista jurídico, NO todo estrecho geográfico es un estrecho internacional, para ello se requiere
que las aguas que lo forman tengan la naturaleza de MT. En consecuencia, cuando la contracción del medio marino exceda en
anchura el MT de los ribereños no constituye jurídicamente un estrecho para el derecho internacional (por ejemplo el estrecho
de Bering).

Además, para adecuarse al término de estrecho internacional, es necesario que éste sea utilizado para la navegación
internacional.

A su vez, la Convención de Montego Bay EXCLUYE del campo de aplicación del régimen jurídico de los estrechos que sirven para
la navegación internacional, aquellos que ofrecen la posibilidad de la utilización de otra ruta de iguales condiciones de
conveniencia en cuanto sus características.
La convención también excluye del régimen general a los estrechos que sirven a la navegación internacional, a los que se
encuentran regulados por tratados de larga data aún vigentes (son los estrechos turcos, los estrechos daneses y el estrecho de
Magallanes por el Tratado de límites entre Chile y Argentina de 1881).

El régimen general previsto en la Convención de 1982 para la navegación por los estrechos, es el derecho de paso en tránsito,
que se aplica a los estrechos utilizados para la navegación internacional que comuniquen dos partes de alta mar o de la zona
económica exclusiva.
El derecho de paso en tránsito consiste en la libertad de navegación y sobrevuelo, de la que gozaran todo los buques y
aeronaves, exclusivamente para los fines del tránsito rápido e ininterrumpido por el estrecho.
El paso en tránsito se diferencia del paso inocente en:
- La libertad para las unidades submarinas de hacer el paso sumergidas
- El reconocimiento de la libertad de sobrevuelo
- La prohibición para los estados ribereños de suspenderlo
En los restantes estrechos que sirven a la navegación internacional que no reúnen las características para estar comprendidos en
el régimen general que prevé la convención, rige el derecho de paso inocente.

CANALES INTERNACIONALES.
No deben confundirse los estrechos internacionales con los canales interoceánicos. Estos últimos son vías de navegación
construidas artificialmente dentro del territorio de un Estado (Canal de Suez, el Canal de Panamá y el Canal de Kiel).
El Canal de Suez se encuentra en Egipto y en la actualidad rige el libre tránsito (para los buques mercantes como los de guerra) y
está regido por el tratado de Constantinopla de 1888. Egipto o tienen derecho de inspección y cobro la tasa para su
mantenimiento.
El Canal de Panamá también está regido por el libre tránsito y estuvo administrado por los estados unidos hasta el año 1999,
que pasó a ser administrado por Panamá.
El Canal de Kiel se encuentra en el territorio de Alemania. Por el tratado de Versalles de 1919 se internacionaliza el canal
quedando bajo administración alemana y se reafirma la libre navegación de los buques de todas las naciones.

FONDOS MARINOS Y OCEÁNICOS.


El espacio comprendido en la zona, son los abismos marinos y oceánicos y su subsuelo, fuera de los límites de la jurisdicción
nacional.
Son declarados PATRIMONIO COMÚN DE LA HUMANIDAD, lo cual trae aparejado que:
- La zona y sus recursos no sean susceptibles de ninguna reivindicación o apropiación nacional, ni por personas físicas o
jurídicas.
- La zona debe ser objeto de utilización pacífica por todos los Estados.
- Deba reconocerse el interés especial de los países en desarrollo respecto de su explotación y exploración.

La noción de patrimonio común representa un interés colectivo en la preservación de una riqueza natural. Donde el titular de los
derechos sobre el patrimonio y la humanidad. El hecho de tratarse de algo común implica que no cuenta con un titular único,
sino con una especie de apropiación colectiva que requerirá una representación jurídica en beneficio de una entidad que actúe
por cuenta la comunidad.

Se creó una entidad ad hoc, la Autoridad de los Fondos Marinos, como titular jurídico del patrimonio. De esta manera existe un
titular jurídico diferente, del titular patrimonial que es la humanidad.

Con la creación de esta autoridad por la Convención de 1982, que tiene personalidad jurídica internacional, se instituye también
la Empresa, que es el órgano operativo a través del cual actúa la autoridad.

La convención establece que la explotación y exploración de los recursos de la zona pueda realizarse simultáneamente por los
Estados o personas bajo su control y por la propia autoridad internacional, a través de la denominada empresa, conformándose
así un sistema paralelo.

La autoridad está compuesta en forma igualitaria por los Estados partes a la Convención.

La empresa comprende 3 órganos principales:


- Una Asamblea Plenaria,
- Un Consejo de 36 miembros,
- Una Secretaria.

La Asamblea está integrada por todos los miembros de la autoridad sobre la base del principio de que cada estado tiene un voto.
Las decisiones de fondo se toman por la mayoría de 2/3 de los miembros presentes y votantes.

Los Estados industrializados obtuvieron a través del acuerdo de 1994 que, como regla general, las decisiones de los órganos de la
autoridad se deberán tomar por consenso.

SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS.
La Convemar cuenta con un elaborado sistema de solución de controversias que establece la posibilidad de la elección del
procedimiento por parte del Estado entre cuatro opciones, que comprende:

- El Tribunal Internacional del Derecho del Mar (TIDM)


- La Corte Internacional de Justicia
- Tribunales Arbitrales del Anexo VII (Arbitraje)
- Tribunales Arbitrales del Anexo VIII (Arbitrajes Especiales: si la diferencia versa sobre pesquerías, protección y conservación
del medio marino, investigación científica marina, navegación, incluida la contaminación causada por buques y su
vertimiento).

Sin embargo, se establece como competencia originaria de la SALA DE CONTROVERSIAS DE LOS FONDOS MARINOS del TIDM
aquellas cuestiones que están comprendidas en la Sección 5 de la Parte XI y ninguna declaración de competencia de los Estados
la afectará.

Rige la presunción de que, a falta de declaración, se aplicará el procedimiento de arbitraje del Anexo VII. En caso de que las
partes en la controversia no hubiesen aceptado el mismo procedimiento, se establece que sólo podrá someterse al arbitraje que
prevé el Anexo VII, pudiendo las partes convenido otra cosa.

Las controversias que tengan por objeto la interpretación o aplicación de esta convención podrán someterse a los
procedimientos allí establecidos sólo después de que se hayan agotado los recursos internos de conformidad con el derecho
internacional.
El TIDM cuenta con 21 miembros que deberán representar a los principales sistemas jurídicos del mundo y en base a una
distribución geográfica equitativa. Durán 9 años en sus funciones y pueden ser reelegido.
Cuenta con una sala exclusiva que entiende sobre las controversias sobre los fondos marinos y se podrán constituir salas
especiales compuestas por tres o más miembros para decidir sobre determinadas categorías de controversias. A solicitud de
parte puede constituirse una sala especial.
Sólo los Estados podrán recurrir al TIDM, sin embargo se acepta que entidades distintas de los Estados tengan acceso a él, en
cualquiera de los supuestos previstos en la Parte XI o con relación a controversias en el que todas las partes le confieren esa
facultad a través de un acuerdo.
Las decisiones se adoptan por mayoría de votos de los miembros presentes, el voto del Presidente desempata.

La SALA DE CONTROVERSIAS DE LOS FONDOS MARINOS está integrada por 11 miembros, designados por la mayoría de los
miembros elegidos del tribunal entre ellos.
Sus miembros durante 10 años con posibilidad de ser reelegidos una vez.
Las decisiones serán ejecutables en los territorios de los estados partes de la misma manera que las sentencias del tribunal
supremo del estado parte en cuyo territorio se solicite la ejecución.

B) ESPACIOS POLARES => Diez de Velazco Vallejo, Manuel.

En situación especial de estos territorios, en los que por las condiciones climatológicas no es posible una ocupación física y
efectiva, y las reivindicaciones de los mismos en razón a la proximidad de determinados Estados hacen que esta cuestión siga
planteando problemas desde el punto de vista geográfico, político y jurídico.
Se entiende por Territorios Polares a los espacios comprendidos entre los dos polos y los 66° y 33´ de latitud norte y los 60° de
latitud sur. El primero se conoce o región ártica, y el segundo, como región o continente antártico.

Una distinción se impone entre la zona ártica y el territorio antártico; viene dada por las condiciones geofísica, pues mientras el
ártico es perfectamente una región marítima helada, la Antártida es una tierra cubierta por una gruesa capa de hielo.

El problema jurídico principal es si, son aplicables a estas regiones, los medios relativos a la adquisición de la soberanía territorial
y especialmente el de ocupación efectiva.

- El Ártico:
Para la región ártica se ha empleado el denominado principio de los sectores: consiste en atribuir a cada Estado con litoral en
el océano glaciar ártico la soberanía sobre todas las tierras comprendidas en un triángulo cuya base está formada por las
costas de los Estados, el vértice es el polo norte y los lados los meridianos que pasan por los dos extremos del litoral de cada
Estado.

Mediante esta teoría, se proyecta la soberanía de los ribereños sobre toda las tierras e islas situadas dentro de su sector, pero
ningún caso sobre las aguas y hielos del mismo.
En la actualidad el desarrollo técnico y el interés de los ribereños ha posibilitado que todos los territorios de esta región estén
sometidos a la soberanía de los distintos Estados árticos, no existiendo conflictos al respecto.

Ha contribuido mucho a esto la sentencia del tribunal permanente de justicia internacional en el año 1933, en el caso del
Estatuto Jurídico de Groenlandia Oriental, que relativiza los requisitos que somete el derecho internacional la adquisición de
soberanía territorial, en particular el control efectivo del territorio en cuestión, cuando las condiciones naturales del medio así
lo aconsejen, bastando incluso el ejercicio esporádico (en el tiempo) y aislado (en el espacio) del autoridad estatal.

En cuanto los espacios marinos y las formaciones de hielo del Ártico más allá del mar territorial, zona contigua, plataforma
continental y zona económica exclusiva de los ribereños, quedan sujetos al régimen propio de los espacios comunes o de
interés internacional, formando parte concretamente el alta mar y de la zona internacional de los fondos marinos y oceánicos
de acuerdo con la convención de 1982 sobre el derecho del mar.

- La Antártida
Para la Antártida se han buscado por diversos países varios presuntos títulos tales como el descubrimiento y la ocupación
simbólica. Junto a ellas se ha aducido distintas teorías:
- Teoría del control: consistente en ejercitar el poder administrativo sobre zonas desérticas desde de una posesión alejada
de dichas zonas.
- Teoría de los sectores: sobre cuya base se pretende el reparto entre los Estados que se encuentren en la vecindad de las
tierras Polares (títulos de la continuidad y contigüidad), en condiciones geográficas determinadas.
El sector corresponde a un triángulo esférico, cuyo vértice es el polo y los lados son los meridianos y paralelos geográficos
que toquen idealmente extremos de la costa de territorios o dependencias de los estados que reclaman territorios Polares.
- Teoría de los cuadrantes: consiste en una combinación de la noción geográfica del cuadrante (en la Antártida distingue el
Sudamericano, Pacífico, Australiano y Africano, correspondientes a distintas partes del mundo) con la noción del sector.
Según esta tesis, en cada cuadrante tendrían derechos preferenciales los países más próximos, y la extensión de cada
sector correspondiente a los distintos países se determinaría según el valor de los títulos antárticos de cada uno de ellos.

La situación de las reivindicaciones sobre la Antártida era confusa, al haberse producido una controversia entre aquellos
Estados que reclaman soberanía sobre ciertas partes del continente antártico (Argentina, Australia, Chile, Francia, Nueva
Zelanda, Noruega y Reino Unido) y aquellos otros que no reconocen tales reivindicaciones.

TRATADO SOBRE LA ANTÁRTIDA.


Fue firmado en Washington en 1959, entró en vigor en 1961, donde en su preámbulo se reconoce que es de interés de la
humanidad que la Antártida no llegue a ser escenario u objeto de discordia internacional.

El tratado surge de la necesidad de alcanzar un compromiso sobre las diferencias territoriales planteadas, así como de procurar
una adecuada protección del frágil medio ambiente antártico. A partir del cual, se ha desarrollado un amplio conjunto de
reglamentaciones y tratados que forman el denominado sistema del tratado antártico.

Entre los compromisos y objetivos fundamentales que se recogen en el tratado se destacan los siguientes:

- El compromiso de que la Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos, prohibiéndose toda medida de carácter
militar (establecimiento de bases, realización de maniobras militares y ensayos de toda clase de armas).
- La posibilidad de enviar personal o equipos militares, pero sólo para realizar investigaciones u otros fines pacíficos.
- Promover la cooperación internacional en la Antártida a base de intercambios de información, personal científico,
observaciones y resultados.
- Se prohíben las explosiones nucleares y la eliminación de desechos radioactivos.
- Las partes en el tratado tendrán derecho designar observadores, que podrán llevar a cabo las inspecciones previstas en el
propio acuerdo, para lo que tendrá libertad de acceso a todas las regiones.
- Se podrá llevar a cabo observaciones aéreas en cualquier momento.
- Las partes estarán obligadas a informarse sobre las expediciones que se organicen o partan de su territorio, así como las
estaciones ocupadas por sus nacionales y del personal o equipos militares que se proyecta introducir en la Antártida.
- Se prevén reuniones periódicas de representantes de las partes para consultas y recomendaciones de medidas relativas al
uso, facilidades para la investigación y cooperación científica y ejercicio de los derechos de inspección y las relacionadas
con el ejercicio de la jurisdicción, la protección y conservación de los recursos vivos de la Antártida.
- Se prevé que las controversias se arreglarán por medios pacíficos, a elección de las partes y si no se arreglarán por dichos
medios, se diferirá el asunto al TIJ.
- Se estipula que ninguna disposición del tratado se interpretará como renuncia a los derechos de soberanía territorial o de
reclamaciones territoriales, como menoscabo de los fundamentos de dichas reclamaciones territoriales o como perjudicial
a las posiciones de las partes para lo relativo al reconocimiento o no del derecho de soberanía. Por el contrario, ningún acto
o actividad realizada en virtud del tratado o constituir a fundamento para las reclamaciones territoriales ni para crear
derechos de soberanía en la región.

Las partes que podrán participar en las reuniones consultivas a que se refiere el apartado 8) son los 12 estados contratantes
originales del tratado y aquellos otros Estados que se hayan adherido al mismo, siempre y cuando demuestren su interés en la
Antártida mediante la realización en ella de investigaciones científicas importantes.

Se les exige además, para alcanzar la condición de parte consultiva, el voto unánime de todas las que lo sean en ese momento.
Hasta la fecha de los 45 Estados contratantes del tratado antártico, reúnen la condición de partes consultivas, además de los 2
Estados signatarios originarios otros 12 Estados, correspondiendo a los 21 Estados contratantes restantes un mero estatuto de
observador.
En el marco de las reuniones consultivas se han adoptado un gran número de recomendaciones relativas a la cooperación en la
Antártida. Estas recomendaciones son adoptadas por unanimidad y deben ser aprobadas por todas las partes consultivas, y
tienen valor jurídico de verdaderos acuerdos internacionales. Ello otorga a las partes consultivas un estatuto privilegiado en el
desarrollo y la gestión del sistema antártico y matiza de alguna forma la calificación de la Antártida como un espacio común o de
interés internacional.

El tratado sobre la Antártida ha supuesto la creación de unas bases firmes para la cooperación entre los Estados interesados y,
aunque no se renuncia en el mismo a las reivindicaciones territoriales previas, las congela al mismo tiempo que prohíbe nuevas
reivindicaciones durante su vigencia.

La eficacia del sistema y el acuerdo sustancial de los estados partes sobre el mismo explica que a pesar de haberse cumplido en
1991 el plazo de 30 años desde la entrada en vigor del tratado, a partir del cual su art. 12. 2. a) permite que cualquiera de las
partes consultivas solicite la celebración de una conferencia de revisión del mismo, ninguno lo haya hecho hasta el momento.

La diferencia establecida en el sistema antártico entre los estados que son partes consultivas y los demás estados, ha llevado a
que un gran número de estados en desarrollo pretenda una mayor internacionalización del régimen, reivindicando la
consideración de la Antártida como patrimonio común de la humanidad.

C) CURSOS DE AGUAS INTERNACIONALES.

Inicialmente, los CAI (Cursos de Agua Internacionales) fueron de interés para el DI siempre que tuvieran alguna vinculación con
los espacios marítimos y la navegación, o bien cuando las cuencas hidrográficas estuvieran repartidas en el territorio de varios
Estados, atravesaran el territorio o fueran fronterizas de dos o más Estados.

Según el art. 2 de la Convención de Naciones Unidas sobre el derecho de los usos de los cursos de agua Internacionales para
fines distintos de la navegación de 1997, entiende por curso de agua: un sistema de aguas de superficie y subterráneas que, en
virtud de su relación física, constituyen un conjunto unitario y normalmente fluyen a una desembocadura común. Este curso
será internacional cuando algunas de sus partes se encuentren en Estados distintos.

La expresión sistema de aguas de superficie y subterráneas puede comprender una Cuenca hidrográfica o no, atento a la
existencia de ríos tributarios y afluentes que constituyen un conjunto unitario que fluye hacia una desembocadura común. El
sistema también puede estar constituido por glaciares, puesto que ellos son agua en estado sólido y son el origen de muchos
cursos de agua y lagos, formando parte del conjunto unitario.

Para el derecho internacional, un curso de agua internacional puede ser:


- sucesivo cuando atraviesa el territorio varios Estados, o
- fronterizo, también llamado contiguo cuando sirve de frontera entre dos o más Estados.

Sin embargo, esto no descarta que, por algún acuerdo internacional, un río que atraviesa solamente el territorio de un Estado y
desemboca en el mar, pueda verse sometido normas internacionales particulares.

En ciertos casos, un curso de agua internacional o nacional puede ser internacionalizado a través de un acuerdo multilateral
internacional.

Un curso de agua puede ser navegable o no, si de manera natural o en virtud de su canalización es usualmente utilizado o tiene
aptitud para ser utilizado para la navegación comercial. La Corte Internacional de Justicia entendió que la navegabilidad de un
curso de agua es el resultado de los factores de profundidad, extensión, volumen y los obstáculos naturales, como las caídas de
agua o rápidos.

Cuando se trate de un río no navegable, a falta de acuerdo, la costumbre internacional ha establecido que el limite estará dado
por una línea imaginaria que corre por el medio del cauce.

Naturaleza jurídica.
La naturaleza de los cursos de agua internacionales tiene sus implicancias porque se advierte la utilización de diversas
expresiones que cambian las perspectivas legales de acuerdo con los distintos usos que de los cursos de agua se haga y los
intereses de la comunidad internacional (usos: aprovechamiento del agua para fines domésticos, industriales, energéticos,
agropecuarios, o como medio acuático por el cual se transportan personas y mercaderías).
Jurídicamente pertenecen al Estado en la parte que atraviesa su territorio si fuera sucesivo, o en la parte que le correspondiera si
fuera fronterizo contiguo. Así, el Estado ejerce jurisdicción sobre las actividades que en los cursos de agua se realicen, no
existiendo más restricciones que aquéllas establecidas por el derecho internacional general o particular.

Como resultado de la paulatina evolución del derecho internacional en materia de cursos de agua y la influencia del derecho
marítimo, se acuñó la expresión comunidad de intereses, la cual vino poner nuevos límites a la soberanía, porque los principios
generales del derecho impiden un uso abusivo de las competencias del Estado. Resultó trascendental la idea del tribunal que
resolvió la controversia del Lago Lanoux (1957) al consolidar la idea de una necesaria vinculación entre soberanía e intereses.

Se han utilizado las expresiones soberanía compartida, recurso común, cuencas hidrográficas compartidas, las que dejando a
salvo el principio de la soberanía nacional, exigen la cooperación entre los estados ribereños.

En informes de la comisión de derecho internacional ha sido incorporada la expresión recursos naturales compartidos, sin
embargo en vista del rechazo manifiesto por algunos Estados, este concepto fue eliminado. No obstante ello, si se considera la
siguiente definición elaborada por un relator de la comisión, la preocupación de algunos Estados no resultaría justificada, puesto
que este relator entendido el sistema de cursos de agua como aquel formado por componentes hidrográfico tales como ríos,
lagos, canales y agua subterránea, constituyendo, en virtud de su relación física, una unidad.

Por lo que he visto desde esta óptica, el régimen jurídico aplicable a los cursos de agua, lagos y canales también regularía los
derecho y obligaciones de los Estados sobre las aguas subterráneas transfronterizas.

REGULACIÓN INTERNACIONAL.

a) Cursos de agua internacionales navegables:


Es navegable cuando tiene aptitud para ser utilizado en el transporte de mercaderías o de personas en la totalidad o parte de
él.
La soberanía del Estado ribereño se extiende hasta una línea imaginaria que coincide con el canal más profundo por el que
navegan los buques de mayor calado; SALVO acuerdo en contrario
En la actualidad la libre navegación de los CAI es reconocida consuetudinaria o convencionalmente. La Convención sobre el
régimen de las vías navegables de interés internacional de 1921 y el estatuto sobre el régimen de las vías navegables de
interés internacional, estipularon el deber de remover los obstáculos y asegurar la libre navegabilidad sin discriminación.

b) Otros usos distintos a la navegación:


En el Laudo relativo al LAGO LANOUX de 1911, se afirmó que se debían respetar ciertas reglas, tales como:
- la prohibición para un Estado de realizar o permitir modificaciones en ríos fronterizos que fueran perjudiciales al territorio
de otro Estado;
- el deber de impedir la contaminación, con el vertimiento de materias nocivas procedentes de fábricas.
También destacó la necesidad de los Estados interesados de crear comisiones comunes y permanentes con capacidad para
decidir, o rendir opinión cuando se hicieran nuevas obras o modificaciones a las existentes. Además formuló el principio de
acuerdo previo cuando se comprendiera el aprovechamiento de caídas de agua en ríos internacionales contiguos.
En 1923 se adopta la convención relativa al aprovechamiento de fuerzas hidráulicas que interesan a varios estados, siendo el
primer instrumento jurídico en el que se buscó regular el uso de los ríos con fines distintos a la navegación.

c) Utilización y participación equitativa y razonable de un curso de agua:


La convención de naciones unidas sobre el desarrollo de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos de
la navegación del año 1997 NO está vigente. Pero de esta convención surgen principios generales y el concepto de curso de
agua.
Entiende curso de agua como un sistema de aguas de superficie y subterráneas que conformar un todo unitario que
normalmente fluyen a una desembocadura común, por lo que incluye ríos, lagos, acuíferos, glaciares, canales y represas, los
que de manera directa o indirecta de esa buen en una desembocadura común, no importando si todo el año ocurre este
hecho.
La convención trata el principio de utilización y participación equitativa y razonable. En la cual se refiere a que los Estados del
curso de agua utilizarán y aprovecharán un curso de agua internacional con el propósito de lograr la utilización óptima y
sostenible y el disfrute máximo compatibles con la protección adecuada del recurso de agua. Además participarán en el uso,
aprovechamiento y protección de un curso de agua internacional de manera equitativa y razonable, estableciendo la
obligación de cooperar en su protección y aprovechamiento.
La convención no desconoce la soberanía de los Estados sobre la parte del curso de agua que atraviesa o corresponde su
territorio, sino que exige que los derechos sean ejercidos conforme la buena fe internacional.
En la que debe entenderse que óptima no significa que sea la máxima que pueda realizar un Estado ni tampoco con la mejor
tecnología, sino que se refiere a un uso eficiente y de forma que todos los países ribereños puedan beneficiarse.
Utilización equitativa no implica un uso igual, porque dependerá de múltiples circunstancias, se requiere la adecuación del
uso las condiciones del curso de agua y a las necesidades de los Estados. El uso debe ser sustentable, por lo que el Estado
está obligado a prevenir y mitigar los daños, adoptando medidas de conservación y control que garanticen la protección
adecuada, las cuales están dirigidas a evitar la erosión, las inundaciones y la contaminación.

d) Obligación de no causar daño sensible:


Conforme la convención es deber de los Estados del curso de agua el adoptar todas las medidas apropiadas para impedir que
se causen daños sensibles a otros Estados del curso de agua. Si a pesar de ello, se produjeran daños sensibles, el responsable
debe eliminarlos o mitigarlos y, si procediese, examinar la cuestión de la indemnización.
Esta obligación es la inclusión en el texto del principio general del derecho de no causar daños a terceros y del deber del
Estado de actuar con la debida diligencia presente en numerosos acuerdos internacionales.
Las medidas apropiadas están relacionadas con las circunstancias y características del cauce de agua y las necesidades de los
Estados ribereños. Pueden consistir en medidas de administración, conservación, mejora y vigilancia.
La expresión daño sensible esta utilizada en el sentido de prevenir la producción de perjuicios significativos a otros Estados
del curso del agua. No es necesario que el daño sea considerable, basta que sea duradero.
El proyecto de artículos sobre responsable internacional por las consecuencias perjudiciales de actos no prohibidos por el
derecho internacional define daño sensible como el causado a las personas, los bienes o el medio ambiente, el que
comprende, entre otros, la pérdida o daño de un bien, el deterioro del medio ambiente, los costos para el restablecimiento
del bien o del ambiente y los costos de las medidas razonables de respuesta.

e) Deber de cooperación:
Para lograr una utilización óptima y una protección adecuada, los Estados del curso de agua deben cooperar, siendo libres de
elegir las modalidades que revestiría la cooperación. Los medios más idóneos para el cumplimiento de este deber son la
creación de comisiones internacionales y el intercambio de datos e información.

f) Obligación de protección y preservación de los ecosistemas compartidos:


Este principio proviene del derecho internacional medioambiental. La declaración de la Conferencia las Naciones Unidas
sobre medio humano, aprobada en Estocolmo 1972, incluyó como principio la obligación de prevención, al afirmar que el
derecho de los Estados y la obligación de asegurar que las actividades que se lleven a cabo, dentro de su jurisdicción, no
perjudiquen al medio de otros estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción nacional.

- Aguas subterráneas transfronterizas: ACUÍFEROS.


Resultado de recientes estudios de la Comisión de Derecho Internacional sobre los recursos naturales compartidos ha
adquirido relevancia la regulación de las aguas subterráneas transfronterizas, porque si bien la Convención del año 1997 era
aplicable, la vulnerabilidad de estas aguas a la contaminación indicó que la normativa no era suficiente.
En los diversos proyectos presentados se prefirió el término acuífero al de aguas subterráneas transfronteriza, por tener mayor
precisión científica.
La Comisión en el año 2006 considera el Proyecto sobre el Derecho de los Acuíferos Transfronterizos, en el cual define acuífero
como una formación geológica subterránea permeable portadora de agua, sustentada en una capa menos permeable y el
agua contenida en la zona saturada de la formación.
Además el proyecto prescribe que un acuífero puede ser recargable por la captación de agua pluvial y descargar sus aguas en
un curso de agua, un lago, u océano.
Para el caso de vinculación de un acuífero nacional con un curso de agua transfronterizo se aplica la Convención de 1997. En
cambio, si es un acuífero transfronterizo, conectado o no con un curso de agua internacional se aplica la Convención de 1997
“y” el futuro acuerdo sola cultura transfronterizos.

El proyecto incluye las siguientes obligaciones:


- no causar daños sensibles a otros Estados del acuífero,
- cooperar de buena fe en la utilización,
- intercambiar información de manera permanente,
- adoptar medidas apropiadas para la protección y preservación del ecosistema, en especial, la contaminación del acuífero y
elaborar planes para su adecuada gestión.

Acuífero Guaraní.
También denominado Acuífero Mercosur, está repartido en partes de los territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil.
Comprende más de un millón de kilómetros cuadrados de la cuenca hidrográfica del Río de la Plata. Las zonas de recarga se
hayan prácticamente en Brasil y Paraguay, en menor medida en Uruguay.
Su importancia ha llevado a que, en 2003, los cuatro países y la OEA firmaran un documento relativo al proyecto ambiental y
desarrollo sostenible del sistema acuífero guaraní.
Asimismo en el año 2004 los presidentes de los Estados partes del Mercosur coincidieron la importancia de adoptar
compromisos a nivel de la organización de integración regional relativos al acuífero guaraní. En este contexto manifestaron su
apoyo a la creación de un grupo ad hoc de alto nivel, ámbito en el que los Estados partes debatirán los principios básicos y
lineamientos que garanticen sus derechos sobre los recursos hídricos del acuífero, como así también las políticas y las medidas
que impulsan la protección ambiental del mismo y el desarrollo sustentable, con miras a la eventual suscripción de un acuerdo
sobre la materia.
Por otro lado, el proyecto de declaración de principios y líneas de acción para el sistema acuífero guaraní, contiene
importantes reglas del derecho internacional:
- El uso racional y sostenible, de acuerdo las características del recurso y los factores pertinentes.
- El aprovechamiento, explotación y obras que cada estado realice no debe causar perjuicios sensibles a los demás estados.
- La cooperación en materia intercambio de datos e información.
- Las obras, estudios y actividades de un estado de entidad suficiente para afectar el sistema del acuífero guaraní se regirán
por la principios del derecho internacional y los acuerdos en materia vigente para los estados partes.

D) DERECHO INTERNACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE. RÉGIMEN JURÍDICO.

La elaboración de normas destinadas a regular las actividades humanas que causan, o pueden causar, un efecto perjudicial al
medio ambiente, ha tenido origen en las necesidades comunes que la comunidad internacional fue reconociendo
paulatinamente.

De esta manera, se ha reemplazo el termino de desarrollo sostenido por el de desarrollo sostenible.

- Desarrollo sostenido: alude al despliegue de las capacidades económicas y la explotación de los recursos naturales por parte
de los Estados sin ninguna restricción.

- Desarrollo sostenible: indica que el progreso se encuentra limitado por la perdurabilidad de los recursos no renovables y
que, para evitar el agotamiento de los recursos no renovables, aquellos renovables deben ser administrados adecuadamente;
además, la humanidad está interesada en mejorar sus condiciones de vida en consonancia con el cuidado de la naturaleza.

Posteriormente, se sucedió un sinfín de declaraciones y acuerdos que comenzaron a diseñar el derecho internacional ambiental;
estos fueron calificados como derecho blando (soft law), ya que algunas de sus normas revisten esta característica, por la
manera en que han sido redactadas. En los que algunos deberes internacionales aparecen flexibilizados, especialmente porque
en su texto se ha utilizado el verbo deber en potencial; en otros han, dejado a la discrecionalidad de los Estados la elección de los
mecanismos y plazos para el cumplimiento de sus compromisos medioambientales, lo que resta eficacia a sus prescripciones.

Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los Estados ya NO desconocen la dimensión internacional de los problemas
ambientales y la necesidad de cooperar para solucionarlos. Inclusive, ya no es posible hablar de actividades que escapan a algún
tipo de regulación nacional o internacional destinada a la prevención de daños ambientales.

El DERECHO INTERNACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE (como rama especializada del derecho internacional) es el conjunto de
principios y normas internacionales que regulan las actividades humanas para proteger y conservar el medio ambiente.

De lo expuestos surge que, en su desarrollo, se pueden distinguir:


- reglas que son guías de conductas concebidas para proteger y conservar de manera general regiones, ecosistemas, especies;
como ser:
- obligaciones de no contaminar prevenir daños a los ecosistemas;
- obligación de reparar los daños ambientales causados;
- deber de obrar con cautela frente a riesgos y/o efectos desconocidos.
- disposiciones que establecen estándares internacionales mínimos para la protección, conservación y restauración del medio
ambiente.

Se entiende por AMBIENTE, la naturaleza en su conjunto; es decir, con todos sus componentes esenciales, agua, aire, tierra y
seres vivos, tanto en su condición natural como en aquella modificada por el hombre.
La Comisión de Derecho Internacional entiende que el MEDIO AMBIENTE comprende los recursos naturales tanto abióticos como
bióticos, los bienes que forman parte del patrimonio cultural y los aspectos característicos del paisaje.

Lo que interesa al derecho internacional es el derecho humano a un ambiente sano y el cambio negativo que sobre la naturaleza
causa sus actividades; esas consecuencia de los actos del hombre se denomina IMPACTO AMBIENTAL y puede limitarse al
territorio del Estado donde las actividades se realizan o transponer las fronteras y afectar el medio ambiente de otros países o de
zonas no sometidas a la jurisdicción de los Estados.
Como consecuencia, el derecho internacional ambiental exige a los Estados la adopción de medidas apropiadas para evitar daños
medioambientales dentro y fuera de su territorio y si se trata de recursos naturales compartidos o de aquellos de
aprovechamiento común, sus derechos pueden verse limitados por reglas comunes, como las que determinan que la utilización
debe ser equitativa y razonable o que se debe asegurar un máximo rendimiento sostenible.

Características.
El derecho internacional del ambiente constituye una normativa en continuo desarrollo.
Tiene una doble función:
- Preventiva: constituye la finalidad tuitiva de este derecho; consiste en la adopción de normas prohibitivas, ordenadores o
conservadoras.
- Prevención ad intra, ex ante: las medidas legislativas, administrativas y de aplicación de los Estados apuntan a evitar el
daño.
- Prevención ad intra, ex post: las acciones están dirigidas a impedir que se multipliquen o agraven los efectos dañosos o
que trasciendan de las propias fronteras.

- Reparadora: por cuanto, algunos de los preceptos en el derecho ambiental, apuntan a la reparación de los daños
ocasionados en los ecosistemas.

Las normas que integran este derecho revisten la naturaleza de programáticas, porque los Estados deben elaborar leyes
encaminadas a cumplir con sus compromisos internacionales; como resultado, quedan condicionadas a la discrecionalidad de los
gobiernos y a los estándares comunes fijados por medio de reglamentaciones técnicas que ellos mismos aprueban o van
acompañadas de infinidad de planes, acciones o programa. A esto se suma la dificultad para hacer cumplir las obligaciones,
circunstancia que hace que la elaboración y aplicación del derecho internacional ambiental descanse en la voluntad y vigilancia
de los propios Estados.

En lo que hace al contenido de este derecho, cuenta con reglas generales, aplicables a todas las cuestiones, y preceptos
específicos sobre diversas temáticas (ej. Cambio climático, derecho peligrosos, etc.), dando lugar a la superposición de normas y,
en algunos casos, a dispares niveles y compromiso para los Estados; pues, la multiplicidad de expresiones utilizadas, fija un
distinto grado de protección.
Un ejemplo de esto es la apreciación del daño ambiental que originan la reparación internacional, porque algunos acuerdos y
declaraciones lo califican de grave o irreparable, otros como sensible o significativo, algunos hablan de efecto adverso. Cada una
de estas expresiones fija un distinto grado de protección y un umbral mínimo a partir del cual puede atribuirse la responsabilidad
internacional.

Las normas internacionales convencionales van siendo redactadas progresivamente. La mayoría de ellas implementan más
obligaciones de comportamiento que de resultado, y para lograr comprometer a una mayor cantidad Estados los acuerdos son
aprobados por consenso. Inclusive, no todos los tratados prevén mecanismos para casos de incumplimiento, y aquellos que lo
contemplan, al carecer de órganos permanentes o al estar estos únicamente habilitados para formular recomendaciones, ven
complicada la adopción de sanciones.
En líneas generales las obligaciones de comportamiento prescriben actuar en prevención con la finalidad que no agravar los
problemas ambientales, y en algunas áreas corrigiendo errores a través de mecanismos científicos tecnológicos.

En definitiva, no existe una solución perfecta para la protección del medio ambiente, sino que a través del derecho internacional
ambiental se opta por la menos perjudicial, la que es implementada por medio de estrategias multilaterales a mediano o largo
plazo.

El derecho internacional ambiental rescata el valor social o universal del medio ambiente local y global, reconociendo el interés
de todos los seres humanos en su protección.

Una última característica es su naturaleza intertemporal, ya que apunta al beneficio de las generaciones presentes pero
atendiendo a las necesidades de las generaciones futuras. Por ello es que, desde una óptica actual busca identificar cuáles son
las prioridades en el desarrollo de los Estados y la manera de optimizar la utilización permanente de los recursos naturales o la
preservación de la diversidad biológica.

La elaboración de normas adecuadas, para este derecho particular, desde un enfoque multidisciplinario comprende, tanto
aspectos jurídicos, políticos como enfoques científicos.

Evolución.
Los primeros convenios que abordaron el tema (aproximadamente desde 1902), pocos, fueron sucedidos por una infinidad de
acuerdos internacionales destinados a regular algún tema ambiental. Asimismo, tratados sobre otras áreas comenzaron a
reglamentar las actividades humanas que podrían afectar regiones o ecosistemas determinados.
Sin embargo, fue en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Humano en 1972, realizada en Estocolmo, cuando la
idea de que debían elaborarse reglas comunes y generales recibió el primer reconocimiento de trascendencia internacional,
lográndose la adopción de 25 principios que estuvieron dirigidos tanto los seres humanos como a los Estados. Estos principios,
establecidos en la DECLARACIÓN de ESTOCOLMO de 1972 sentaron las bases para la confección de normas medioambientales
generales y establecieron un pacto intergeneracional que incluyo a las futuras generaciones como sus beneficiarios. Esta
declaración puso en evidencia tres grandes cuestiones:
- que los Estados debían planificar su desarrollo y ordenar sus recursos para asegurar compatibilidad entre sus derechos
soberanos y mejora del medio humano;
- que no debían perjudicar el medio ambiente que otros Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción nacional;
- que estaban obligados a cooperar para continuar el desarrollando del derecho internacional en lo que se refiere a la
responsabilidad y a la indemnización de las víctimas de la contaminación.
Con esta conferencia se dio comienzo a un plan de acción universal posteriormente institucionalizado través del Programa de
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA).

En 1982, con la finalidad de fijar una serie de principios e incorporar tanto en el medio internacional como en la legislación y
práctica de cada Estado, la Asamblea General aprobó la CARTA MUNDIAL de la NATURALEZA.
En 1992 Naciones Unidas convoca a una nueva conferencia realizada en la ciudad de Río de Janeiro. Esta fue precedida por
reuniones regionales que se abocaron a identificar los problemas medioambientales globales que debían tratarse. Debido a la
disparidad intereses los resultados no fueron demasiados alentadores, salvo por la aprobación de Declaración de Río sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo; dos importantes tratados, Convenios sobre el Cambio Climático y Convenio sobre la
Diversidad Biológica; y un programa de acción.
Paralelamente algunos países fueron adoptando instrumentos regionales que consideraban fundamentales para resolver
cuestiones ambientales locales. A partir de allí, se ha logrado una inmensa cantidad de declaraciones, convenciones y tratados
sobre cuestiones ambientales.

Fuentes.
Los tratados constituyen la principal fuente del derecho internacional ambiental y se focalizan en aspectos sectoriales o
regionales. Hay una infinidad de pactos sobre la materia.
Según la materia de protección, los principales convenios universales, pueden clasificarse:
 Espacios acuáticos:
- “Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques” de 1973;
- “Convenio de Londres sobre vertimiento de desechos y otras materias” de 1972; y su “Protocolo de Enmienda” de 1992;
- “Convención relativa los humedales de importancia internacional especialmente como hábitat que las especies acuáticas” de
1973; modificado por el “Protocolo de París” de 1982;
- “Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar” de 1982;
- “Acuerdo sobre especies transzonales altamente migratoriaS” de 1995.

 Atmósfera:
- “Convenio sobre la protección de la capa de ozono” de 1985; y su “Protocolo de Montreal relativo las sustancias que agotan
la capa de ozono” de 1989;
- “Convenio marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático” de 1992;
- “Protocolo de Kyoto” de 1997.

 Biodiversidad:
- “Convención para la conservación de las focas antárticas” de 1972;
- “Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres” de 1973;
- “Convenio sobre la diversidad biológica de 1992; y su “Protocolo de Cartagena sobre seguridad de biotecnología” de 2000;
- “Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación” en 1994;
- “Acuerdo sobre la conservación de albatros y petreles” de 2001.

 Ambiente antártico:
- “Tratado Antártico” de 1959; y el “Protocolo al Tratado Antártico sobre protección al medio ambiente” de 1991.

Además, se busca resguardar el medio ambiente de forma no sectorizada, reglando los movimientos transfronterizos de
sustancias y despacho peligrosos que pueden afectarlo, sin importar el ámbito comprendido y yuxtaponiéndose con las normas
establecidas en los acuerdos precedentemente citados; así pueden mencionarse:
- “Convenio internacional sobre el control de los movimientos transfronterizos de sustancias y despachos peligrosos y su
eliminación” de 1989;
- “Convenio conjunto sobre la seguridad de la gestión de combustible gastado y sobre la seguridad en gestión de desechos
radioactivos” de 1997;
- “Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes” 2001; entre otros.

También hay Resoluciones adoptadas en conferencias internacionales que, redactadas a modo de principios, ha contribuido a la
formación de guías de conducta para los Estados y son sostenidos por la doctrina y la jurisprudencia; como ser:
- “Declaración de Estocolmo” de 1972;
- “Carta Mundial de la Naturaleza” de 1982; y
- “Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo” de 1992.

En lo que respecta la costumbre, existen escasas normas consuetudinarias específicas en el terreno ambiental.

Finalmente, la doctrina quizás haya sido la que mayor gravitó en la evolución del derecho internacional ambiental,
especialmente al perseguir el reconocimiento universal de reglas contempladas en legislación nacional y comunitaria.

PRINCIPIOS.
Aparte los principios generales del derecho, el derecho internacional ambiental cuenta con reglas específicas generalmente
contempladas en acuerdos y declaraciones internacionales:

a) Obligación de proteger y conservar el medio ambiente => Ligado al PRINCIPIO DE PREVENCIÓN.


Constituye el deber básico que ilumina todo el ordenamiento medioambiental nacional e internacional y puede considerarse
como una obligación erga omnes.
Se encuentra ligado al principio de prevención y adquiere mayor relevancia internacional cuando lo que se busca es evitar el
daño transfronterizo.
Este principio no impone al Estado un deber absoluto de prevenir todos los daños, sino obstaculizar o disuadir las actividades
que puedan provocar daños al ambiente o minimizar las consecuencias dañosas de las actividades autorizadas.
No corresponde confundirlo con el deber de cooperar para proteger y conservar el medio ambiente porque, es una
obligación que no pasa de tener un nivel de exigencia variable y no postula que los Estados forzosamente cooperen mediante
la conclusión de tratados.
b) El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y
ambientales que las generaciones presentes y futuras:
El derecho internacional ambiental, por este principio, viene a fijar reglas de comportamiento individual y colectivo en
beneficio de toda la humanidad. La protección y conservación del medio ambiente, no es una exigencia que beneficie
únicamente a las generaciones actuales, sino que el nivel de desarrollo debe sostenerse en el futuro.
De esta manera, la comunidad internacional se ha convertido en representante de los intereses de las próximas generaciones
y administradora de los recursos naturales.

c) Participación de todos los ciudadanos en cuestiones ambientales:


Es un principio de aplicación exclusiva en materia ambiental y, con la finalidad de formar una conducta responsable en los
individuos, las empresas y las colectividades, se complementa con el deber de los Estados de educar a su población en el
cuidado de la naturaleza.
Además, por este principio, se permite a los ciudadanos reclamar por políticas medioambientales apropiadas, la mayoría de
las veces a través de organizaciones no gubernamentales (ej. amparo colectivo).
En Argentina los reclamos sociales sobre temas ambientales han sido identificados como intereses difusos y colectivos,
considerándose que el interés legítimo por el medio ambiente no pertenece a una única persona sino a todo el conjunto la
población. Y atento a la necesidad de obtener una decisión judicial rápida, los reclamos individuales o de organizaciones no
gubernamentales inscriptas son formulados mediante recursos de amparo fundados en normativa nacional e internacional
(art. 43 - CN).

d) Los Estados deberán aplicar a ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades => PRINCIPIO DE
PREVENCIÓN.
Esta regla fue expresamente enunciada la “Declaración de Río de 1992”, cuando instituyó que, conforme a sus capacidades,
los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución y que, cuando haya peligro de daño grave e irreversible, la
falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar de opción de medidas eficaces en función
de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.
Precepto viene a complementar el principio de prevención; pues mientras el deber de prevención actúa frente a un riesgo
conocido y daño probable, la razón de ser de la precaución es la incertidumbre científica y atañe a la gestión del riesgo
potencial o incierto. En ambos casos, la debida diligencia es una exigencia ineludible.

e) El que contamina debe, en principio, cargar con los costos de la contaminación => Función REPARADORA.
También se encuentra incluido en la “Declaración de Río”.
Los daños al medio ambiente suelen calificarse como pérdida o deterioro o contaminación, entendidos éstos como el
detrimento, la disminución o el menoscabo significativo al ecosistema o a uno de sus componentes, ya sea en el Estado de
origen del hecho como en el territorio de otros Estados (daños transfronterizo). Los daños al medio ambiente son siempre
físicos, no incluye el daño moral.
Pueden ser directos o indirectos; determinados o difusos; inmediatos, continuados o acumulativos; leves, graves o
irreparables; a un individuo o grupo de individuos determinados o a una colectividad (daños sociales).
La regla que el contaminador pagador persigue que el causante del daño ambiental asuma el costo de las medidas de control
y reducción de la contaminación y, en principio, o distingue sea la responsabilidad tiene origen culpa o en el riesgo.
El Estado será internacionalmente responsable por su falta de diligencia en el cumplimiento del deber de vigilancia. . El
explotador de la actividad por haber tenido el uso, control y dirección del objeto en el momento del hecho causante del
daño.
Para que el Estado sea pasible de responsabilidad, el daño debe tener entidad suficiente, es decir, debe ser grave, o
irreparable, o significativo, o sensible según la redacción de los distintos acuerdos internacionales. La modalidad de
reparación o el monto de la indemnización dependerán de cada caso concreto, siendo el Estado quien garantice el pronto y
adecuado pago, sin liberarse de su responsabilidad por haber omitido el deber de vigilancia.
La Comisión de Derecho Internacional entiende que este postulado representa una argumentación en favor de la
incorporación de los costos económicos reales de la lucha contra la contaminación, la limpieza y las medidas de protección
costos del ejercicio de la actividad misma, pero considerado dudoso que el principio de quien contamina paga, haya
alcanzado el rango de norma de derecho internacional consuetudinario generalmente aplicable.
f) Responsabilidad común pero diferenciada => Ligado el PRINCIPIO DE PREVENCIÓN.
Fue incorporado al vocabulario internacional medioambiental por la “Declaración de Río”.
Establece que, en vista a que las presiones de las sociedades de los países desarrollados ejercen en el medio ambiente
mundial, recae en ellos en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible.
Se trata de una enunciación de responsabilidad moral que atañe a todos los Estados, emergiendo como complementario de
los deberes de protección, conservación y reparación y, a la vez, condicionado a la necesidad de cooperación internacional
para resolver los posibles problemas ambientales.
Esta regla, exige la prevención de la contaminación ambiental en la fuente, de esta manera, vicios en desarrollos no deba
soportar una carga desproporcionada.
En un contexto más global la preocupación por las distintas responsabilidades fue recogida por la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 1992. Esta norma demanda a los países desarrollados que tome la iniciativa para
combatir el cambio climático y sus efectos adversos y que tengan en cuenta las necesidades de los países en desarrollo que
son particularmente vulnerables a los efectos adversos de este cambio.
No obstante, la evolución normativa, por diversas razones ha sido difícil llevarla a la práctica, principalmente porque en cada
negociación subyace el interés económico particular de cada país y porque se lo ha condicionado a las capacidades de que
dispongan los Estados.

g) Antes de cualquier actividad que probablemente haya de producir un impacto negativo considerable en el medio ambiente
deberá realizarse una evaluación de impacto ambiental
La obligación de efectuar una evaluación del impacto ambiental de actividades autorizadas por los Estados en su territorio o
en sectores de uso común constituye una norma presente en acuerdos particulares, en especial, en los relativos a los
recursos naturales compartidos.
Debe tratarse de proyectos que pueden tener un efecto significativo sobre el medio ambiente y, si bien, pareciera una
práctica a realizarse únicamente antes del inicio de las actividades (ex ante), debe hacerse un monitoreo posterior sobre las
repercusiones del actividad, por lo que la evaluación debería ser continua.
No debe confundirse con la evaluación del riesgo medioambiental que involucra a determinadas actividades riesgosas, que se
trata de un examen científico que permite a los gobiernos de cada estado fijar el nivel de riesgo aceptable y las medidas para
gestionarlo o prohibir la actividad o el ingreso de determinado bien.

h) Los Estados deberán proporcionar información, física y consultar a los Estados que posiblemente resulten afectados por
actividades que puedan tener considerables efectos ambientales transfronterizos adversos => PRINCIPIO DE PREVENCIÓN
(ad extra, ex ante).
Esta regla está encaminada a evitar conflictos ambientales entre Estados y se aplica siempre que exista una presunción de
que determinadas actividades ocasionan perjuicios transfronterizos negativos, constituyendo una obligación de prevención
ad extra, ex ante. Sin embargo, como algunos tratados exigen que los posibles efectos sean significativos, habría un margen
de apreciación suficientemente amplio para el Estado autorizante de la actividad en materia decisoria elección del
mecanismo de información y consultas previas. A esto se agrega, que como no existe en el régimen internacional un derecho
a veto en cabeza del estado que podría verse perjudicado, la posibilidad de reducir la conflictividad es mínima.
Aunque este principio esté presente la Declaración de Río de 1992 es de dudosa implementación en el contexto global.
La Comisión de Derecho Internacional ha definido al daño transfronterizo como el causado en el territorio o en otros lugares
bajo la jurisdicción o el control de un Estado distinto del Estado en cuyo territorio u otro lugar de su jurisdicción o control se
realizaron las actividades, aclarando en el comentario respectivo que es indiferente que los Estados interesados compartan o
no una frontera. Es decir, el alcance de la obligación de proporcionar información, notificar y consultar trasciende los vínculos
de vecindad.

E) EL PATRIMONIO COMÚN DE LA HUMANIDAD


En la antigüedad el concepto de patrimonio estaba íntimamente vinculado con su trasmisión a las generaciones futuras. Es decir,
el término patrimonio estaba relacionado con el factor tiempo, con el pasado, el presente y el futuro, así se convierte en
sinónimo de herencia.
El derecho internacional público contemporáneo aspira a una forma de reglamentar jurídicamente el dominio los recursos
naturales, espacios comunes o bienes culturales, que por su indudable trascendencia jurídica para la noción de desarrollo
sustentable y mejora de la calidad de vida de la comunidad internacional, deben ser legislados dentro del DIP como de
propiedad común y gestionados a favor de toda la comunidad, como un todo reconociendo un nuevo sujeto del DIP, la
humanidad y en favor tanto de las generaciones presentes como futuras.
La labor de la Asamblea General de la ONU a los fines de consagrar núcleos normativos en favor de la internacionalización de
ciertos espacios de interés común es realmente destacable, quedando expresa a través de instrumentos jurídicos
internacionales:
- Convención del Patrimonio Mundial (adoptada por la conferencia general de la Unesco en 1972)
- El Tratado General sobre el Espacio Ultraterrestre (1979)
- Acuerdo sobre la Luna y otros Cuerpos Celestes (1979)
- La Convención del Mar (1982)

El objeto del primero de éstos, está dado por el criterio de que el patrimonio cultural y natural forma parte de los bienes
inestimables e irremplazables de toda la humanidad.

Notas tipificantes
Las notas tipificantes del patrimonio común, tienen como características:
- Crear un régimen jurídico especial de recursos, espacios y bienes en una gestión que aproveche a toda la humanidad, como
sujeto del DIP.
- Superar la concepción individualista de la tradición liberal dentro del DIP, reconociendo a la persona humana, los pueblos y la
humanidad como sujetos titulares de derechos humanos y económicos.
- Terminar con la reciprocidad convencional entre derechos y deberes sólo a favor de los Estados.
- Crear una relación inter-temporal del régimen de derechos humanos, basada en la noción de responsabilidad
intergeneracional, fundada en el principio de desarrollo sostenible.
El régimen jurídico de patrimonio común del humanidad nace como una alternativa paradigmática a las insuficiencias normativas
del derecho internacional clásico establecía el reconocimiento del principio de la no apropiabilidad de los espacios comunes y
permitía la libertad de utilización, generalmente en favor de las grandes potencias, lo que llevaba a la apropiación de los
recursos de esos mismos espacios comunes (espacio Ultraterrestre, fondos marinos y oceánicos).
Al reconocerse a la humanidad como un nuevo sujeto DIP se constituye está en comunidad de participación en el disfrute de los
espacios y bienes calificados como patrimonio común de la humanidad, conservando los Estados un límite de controlado
derecho de gestión sobre dichos espacios. El sujeto humanidad no es sólo la actual comunidad internacional de Estados, sino
también las generaciones presentes y futuras, lo que introduce requisitos adicionales al modo de gestión de los espacios
comunes, tales como la obligación de conservar las opciones, especies y la calidad y además se promueve su reserva para usos
pacíficos y para fines del desarrollo sustentable.
Luego se recurrió al régimen del patrimonio común de la humanidad para que proporcionase un marco jurídico internacional
adecuado a la regulación de bienes culturales y bienes medioambientales, con el fin de evitar el riesgo de perder los bienes
históricos o culturales.
El concepto de gestión común de bienes o recursos de la humanidad significa el reconocimiento de la primacía del interés común
de la humanidad, en cuanto sujeto, en la preservación del equilibrio medioambiental y en el desarrollo sustentable, pero de un
interés que por la vía oblicua, cada Estado asume como suyo, por lo que a mayor desarrollo, mayor es la responsabilidad frente
al derecho internacional público de cada estado.

Los nuevos sujetos reconocidos en el DIP: su impacto en el concepto de patrimonio común de la humanidad.
La relación entre el derecho internacional y el derecho interno es de subordinación de este último al primero (art. 27 - CV69),
por lo que el derecho interno debe adaptarse y adecuarse a los cambios y la evolución que experimenta el derecho
internacional.
Como consecuencia, el desarrollo de nuevos paradigmas del derecho internacional como lo es el reconocimiento de la
subjetividad de las personas humanas, los pueblos y la humanidad, que no alcanzan a desplazar al estado como centro del
sistema.
Desde esta perspectiva, todas las personas humanas, los pueblos y la humanidad van adquiriendo su carta de ciudadanía como
reconocidos nuevos sujetos del DIP. En el año 2001 la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) adoptó una Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural, en la cual proclamaba la diversidad cultural como
patrimonio común de la humanidad. Además también se aprobó la convención sobre la protección y promoción de la diversidad
de las expresiones culturales.
BOLILLA Nº 9
COMPETENCIA PERSONAL DEL ESTADO.

Según el principio de soberanía territorial, cada uno de los Estados, dentro del ámbito de su territorio, ejerce sus derechos,
atribuciones y competencia en forma plena y exclusiva; en este sentido, se afirma –en principio- que la competencia territorial
subsume la competencia personal; sin embargo, se encuentra reconocida, en el derecho consuetudinario, la posibilidad de que
los Estados puedan extender, en forma excepcional, su competencia personal fuera de los límites de su territorio. La base del
ejercicio de este derecho está dada por la protección y defensa de sus nacionales en el extranjero.
La nacionalidad constituye el fundamento del ejercicio de competencias más allá de los límites territoriales, circunstancia
excepcional y de interpretación restrictiva.

Entonces, uno de los elementos integrantes de todo Estado, la población, compone el presupuesto básico para el ejercicio de las
denominadas competencias personales, con relación a las personas que se encuentras ligadas a él mediante un vínculo
específico: la nacionalidad.

A) NACIONALIDAD. RÉGIMEN JURÍDICO ARGENTINO.


Concepto.
La regla que establece que toda persona se encuentra bajo la jurisdicción del Estado en el cual reside, la obliga al cumplimiento
de sus leyes.

La nacionalidad es el vínculo de naturaleza juridico-politica que une a una persona con un Estado determinado y que permite
identificar a la persona como parte de la población del mismo (elemento constitutivo del Estado), significando una condición
de pertenencia a un Estado para ciertos fines del derecho Internacional.

Lo aspectos de nacionalidad interesan al derecho internacional público, no obstante ser cuestiones relacionadas principalmente
a la regulación interna de cada Estado en particular.
Tradicionalmente, el ejercicio y determinación de las competencias estatales en materia personal, estuvieron reservadas en el
ámbito exclusivo de los Estados; sin embargo, la evolución y el desarrollo del derecho internacional, fueron acotando dicha
facultad, llegando a limitar el apartado 7 del art. 2 de la Carta de las Naciones Unidas (Ninguna disposición de esta Carta
autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados […]).
De lo expuesto, en principio, son los Estados quienes deciden en forma individual cuales son los regímenes de nacionalidad.
Sin embargo, los aspectos respecto a la nacionalidad aplicable a cada individuo -o personas jurídicas- (para poder acceder a la
protección de un Estado por el solo hecho de ser nacional del mismo), si bien NO es algo que el derecho internacional regule –
exclusivamente- prima facie por no ser (la nacionalidad) materia sobre lo que los Estados han cedido soberanía, interesa y
alcanza al derecho internacional, porque las consecuencias de algunos efectos que emanan del régimen de nacionalidad, se
proyecta -muchas veces- más allá de las fronteras de cada Estado en particular.
En consecuencia, el hecho de que todo individuo se encuentra sometido a la competencia personal del Estado del cual es
nacional, cualquiera sea el territorio donde se encuentre, es lo que determina la importancia de la nacionalidad en materia de
derecho internacional.
(Algunos doctrinarios entienden que esta materia pertenece al derecho internacional público; y se rige por él, aun cuando las
normas sean dictadas en el orden nacional –Egea Lahorde-).

Nacionalidad y Ciudadanía:
- Nacionalidad: es una institución tanto de derecho internacional como de derecho interno.
- Ciudadanía es un concepto exclusivo de derecho interno, relacionado con la posibilidad de ejercer derechos políticos.
La calidad de nacional NO implica necesariamente la de ciudadano, por lo que se puede poseer la nacionalidad y carecer de la
ciudadanía; pero, como ésta deriva de aquella, la perdida de la nacionalidad produce también la de ciudadanía, pero NO en
sentido inverso.

ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD. SISTEMAS (Y FORMAS DE ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD).


En principio, se deben distinguir los sistemas de nacionalidad, los cuales dan validez o justifican el ejercicio y el alcance de la
nacionalidad propiamente dicha, de las formas de adquisición de la nacionalidad; existen diversas formas de adquirir la
nacionalidad de un Estado, y corresponde a cada uno de ellos fijar el régimen y el procedimiento para que un individuo pueda
asumir su nacionalidad.
- SISTEMAS DE NACIONALIDAD:
Dentro de la doctrina sobre los sistemas que regulan los aspectos relacionados a la nacionalidad, hay dos grandes posiciones
comparadas dentro de cada uno de los derechos estatales. Se tratan de criterios adoptados por cada Estado para el
otorgamiento de la nacionalidad.

a) IUS SOLI = DERECHO DEL SUELO => Criterio territorial.


Se determina según sea el territorio del Estado donde se nace, sea cual fuere la nacionalidad de los padres.
Es decir, se adquiere la nacionalidad por el solo hecho de haber nacido en el territorio o dentro del ámbito jurisdicción de un
Estado; la persona adquiere, en principio, los derechos sobre la nacionalidad del Estado en que nació, con el eventual
ejercicio de la ciudadanía.

Es el sistema predominante en nuestro país; pues, la Ley de Ciudadanía Nº 346, en su artículo 1, establece:
Son argentinos:
1º. Todos los individuos nacidos, o que nazcan en el territorio de la República, sea cual fuere la nacionalidad de sus padres
[…]
2º. Los hijos de argentinos nativos, que habiendo nacido en país extranjero optaren por la ciudadanía de origen.
Se los denomina argentinos nativos por opción, deben manifestar su voluntad en tal sentido (opción). En estos casos,
basta con que uno de los padres tenga la nacionalidad Argentina, pero la opción debe hacerse en forma expresa, ante el
juez federal, existiendo como único requisito haber cumplido 18 años.
3º. Los nacidos en las legaciones y buques de guerra de la República.
4º. […]
5º. Los nacidos en mares neutros bajo el pabellón argentino.

Constituye, además, el criterio adoptado por la Convención Americana sobre Derecho Humanos (art. 20 Derecho a la
Nacionalidad) cuando establece que:
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. Toda persona tiene derecho a la nacionalidad del Estado en cuyo territorio nació si no tiene derecho a otra.
3. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiarla.

b) IUS SANGUINIS = DERECHO DE LA SANGRE => Criterio personal.


La nacionalidad, según este sistema, se confiere por la nacionalidad que poseen los padres, o sólo uno de los padres, si no
coinciden ambas al momento del nacimiento.
Entonces, la nacionalidad por este sistema, deviene como consecuencia del vínculo parental que existe entre la persona y
sus padres. Lo que determina el otorgamiento o el ejercicio del derecho a la nacionalidad, será la nacionalidad de los
progenitores de la persona, quienes transfieren el derecho al acceso a la nacionalidad.
Generalmente es utilizado en aquellos países de frecuente emigración (Francia; Alemania; etc.).

Estos SISTEMAS no tienen el carácter -ni se aplican- de modo exclusivo y excluyente; sino por el contrario, ambos criterios se
aplican -generalmente- de manera combinada, con preeminencia de uno sobre otro; dando lugar a los llamados SISTEMAS
MIXTOS.

Principalmente en aquellos Estados regidos por el sistema ius soli, se admite que sean los padres quienes decidan generar un
“segundo vinculo” -independientemente del ya existente-; de esta manera, se posibilita la introducción del sistema ius
sanguins, generando un vínculo entre la persona con el Estado del cual surge la nacionalidad de los progenitores del individuo.
En la actualidad, la mayoría de los Estados generan los sistemas MIXTOS.
Si bien cada Estado fija un solo régimen o mecanismo para la adquisición de la nacionalidad, por vía de excepción, se admite el
otro sistema para la adquisición de la misma.

Sistema Argentino:
El Estado Argentino ha adoptado, mediante su legislación, un solo sistema de adquisición de la nacionalidad: el ius soli -art. 75,
inc. 12 C.N. / art. 1 Ley Nº 346-; sin embargo, se admite que, en aquellos casos de hijos de funcionarios diplomáticos que nacen
en el territorio extranjero “adquieran” la nacionalidad argentina, ya NO por el sistema del ius soli (pues, nacen en el territorio
extranjero), sino utilizando el sistema del ius sanguinis por la función diplomática que ejercen sus padres en el país extranjero.
Por lo tanto, en el caso de los descendientes de los representantes diplomáticos de la Argentina, adquieren la nacionalidad
argentina automáticamente por el solo hecho de ser hijos de representantes diplomáticos y a pesar de haber nacido en
territorio extranjero. Se entiende, solamente en estos casos, bajo el criterio de ius sanguinis, como criterio excepcional, a la
persona como natural argentino.

Para los demás casos; es decir, cuando NO se trate de hijos de representantes diplomáticos nacidos en territorio extranjero, los
progenitores deben expresar y solicitar expresamente la adquisición de la nacionalidad argentina (NO es automático).

- FORMAS DE ADQUISICIÓN:
Según la forma de adquisición, la nacionalidad puede ser:

a) Nacionalidad de origen o primaria:


Es la que adquiere una persona al momento del nacimiento, cualquiera sea el Estado o ley que se le atribuya; deriva del
hecho del nacimiento. Significa el ser natural de un determinado Estado.
La típica forma de adquisición de la nacionalidad es la que se da por medio del nacimiento. No obstante ello, hay otras
formas o mecanismos que posibilitan a la persona adquirir (por iniciativa propia) la nacionalidad de un Estado.

c) Nacionalidad adquirida:
La nacionalidad adquirida, por exclusión, es toda otra forma de nacionalidad que NO deriva del hecho del nacimiento, es
un derecho de opción a ser nacionales de otro Estado, con la salvedad que una persona puede tener varias nacionalidades
durante el transcurso de su vida, o bien distintas nacionalidades en un momento determinado (caso de doble o múltiple
nacionalidad).

 Naturalización:
En este supuesto, la persona decide por motus propio y reuniendo ciertos requisitos, modificar o mutar su nacionalidad
natural en otra, simplemente porque así lo desea.
En sentido restringido, entonces, el termino naturalización, queda reservado para el procedimiento mediante el cual un
extranjero adquiere la nacionalidad del Estado que se la otorga. Requiere para ello, la voluntad expresa de la persona que
solicita la nueva nacionalidad y el consentimiento del Estado que se la otorga (es la admisión de un extranjero en calidad
de nacional del Estado a través de la solicitud formal y expresa del interesado).
Entonces, es el procedimiento mediante el cual el Estado, discrecionalmente, decide otorgar la nacionalidad al
individuo que así lo solicite.
Notas distintivas:
- El objeto de la naturalización, es siempre un extranjero; los Estados pueden concedérsela tanto a los que carecen de
nacionalidad (APÁTRIDAS), como los que tienen la nacionalidad de otro Estado.
- Procede a instancia de parte.
- Es un derecho del Estado, quien goza de discrecionalidad y autonomía para otorgarla o no.
- El Estado puede imponer condiciones para su otorgamiento y revocación, como consecuencia de su derecho
discrecional (ej.: tiempo mínimo de residencia; conocimiento del idioma y de la carta fundamental; renuncia a la
nacionalidad anterior; etc.).
Aunque el Estado tiene la facultad discrecional para imponer las pautas para el otorgamiento de la naturalización, esa
discrecionalidad encuentra límites en principios Internacionales:
- Vinculación efectiva: los Estados deben conceder la nacionalidad por naturalización sólo a aquellas personas que tengan
con ellos una vinculación real, estrecha, que efectivamente se hallen en alguna manera íntimamente vinculados con él
(la naturalización es un procedimiento de concesión de nacionalidad interno de cada Estado, donde los otros países no
están obligados a aceptarla)
- Consentimiento: el otorgamiento no puede realizarse sin el consentimiento expreso del extranjero (Excepción: casos de
cesiones territoriales).
- Capacidad: el extranjero que solicita la naturalización debe ser jurídicamente capaz, es decir, tener la capacidad que
prevea el Estado cuya nacionalidad solicita; para actos de esta naturaleza.
Los efectos de la naturalización son:
- Convertir al extranjero en nacional del Estado otorgante, previo cumplimiento de las condiciones establecidas a tal fin;
- En algunos casos, producir la pérdida de la nacionalidad de origen.
LEGISLACIÓN ARGENTINA => Ley 346.-
La LEY 346 establece como regla general que todo extranjero mayor de 18 años - CAPACIDAD - que hubiese residido en la
República 2 años continuos (pudiendo la autoridad acotar este término a favor del que lo solicita si éste alega y prueba
servicios a la República) - CONDICIONES - y manifestara su voluntad de naturalizarse - CONSENTIMIENTO - ante los jueces
federales, podrá adquirir la nacionalidad argentina por naturalización.
Obtenida la “Carta de Naturalización”, los naturalizados gozan de los derechos políticos conferidos por la Constitución y
las leyes de la República (art 7). Según la C.N, la adquisición de la nacionalidad es optativa par el extranjero, ya que no se
encuentra obligado a admitir la ciudadanía.
C.N - Art. 20.- Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden
ejercer su industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer
libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni a pagar
contribuciones forzosas extraordinarias. Obtienen nacionalización residiendo dos años continuos en la Nación; pero la
autoridad puede acortar este término a favor del que lo solicite, alegando y probando servicios a la República.

 Por transferencia de territorio, cesión o sucesión:


A falta de estipulación convencional, los habitantes del territorio cedido, adquieren la nacionalidad del Estado cesionario;
se ha admitido, en virtud del acuerdo de cesión, a los habitantes del territorio cedido retener su nacionalidad, o someter
la cuestión a un plebiscito para ejercer su opción.

 Otorgamiento propiamente dicho por decisión del Estado:


En algunos Estados se otorga la nacionalidad de manera directa, por cuestiones diplomáticas, comerciales, etc.

 Matrimonio.
La “Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada” efectuada por la AGNU (1958) establece que la adquisición de
una nacionalidad o la renuncia de la poseída por parte del marido no impide que la cónyuge conserve la propia. Dispone,
para facilitar los trámites de nacionalización, que la mujer casada con un nacional de alguno de los países contratantes,
puede adquirir la nacionalidad del marido mediante un procedimiento especial de naturalización privilegiada (art 3).
La tendencia actual reconoce el principio de que el matrimonio no hace adquirir ni perder automáticamente la
nacionalidad de la mujer.

 Adopción o legitimación; entre otras formas de adquisición.

Según Pagliari, las formas de adquisición de la nacionalidad, son:


a) Nacionalidad de origen o primaria: es esta “forma” de adquisición, donde predominan los sistemas ius soli y ius
sanguinis, como sistemas atributivos de la “nacionalidad de origen”.
b) Nacionalidad adquirida.

DOBLE Y MÚLTIPLE NACIONALIDAD.

En virtud de las varias regulaciones estatales existentes en materia de nacionalidad, y a falta de precisión de las normas
internacionales sobre esto, se han presentado numerosas situaciones de doble o múltiple nacionalidad, tanto por:
- nacionalidad de origen: se presenta cuando, sobre una misma persona, recaen dos o más leyes que a raíz de su nacimiento,
le otorgan una nacionalidad distinta (ej. nace en un Estado donde prima el sistema ius soli, pero es hijo de padre
pertenecientes a un país donde rige el ius sanguinis).
- nacionalidad adquirida: el caso más frecuente es el de naturalización, cuando la ley del país de la nacionalidad originaria no
prevé la perdida automática en caso de naturalización.
En los casos de nacionalidad adquirida, los Estados son libres de otorgarla o no.

Con el fin de evitar las confusiones y conflictos derivados de la multiplicidad de nacionalidades, se han establecido dos principios
en derecho internacional, para aquellos casos en que un individuo posea dos o más nacionalidades:
- cada Estado lo puede considerar como nacional suyo;
- en caso de protección diplomática (acción de amaparo), el individuo solo podrá ser protegido por el Estado con quien
mantenga una relación efectiva más estrecha => NACIONALIDAD EFECTIVA.
De ello que, aunque es predominante en la doctrina la idea de que los Estados gozan de discrecionalidad para la adopción de las
normas que reglamentan la adquisición de la nacionalidad (por ser materia reservada al derecho interno de cada Estado), el
ordenamiento jurídico internacional ha puesto límites a tal discrecionalidad, a través de diversos convenios sobre la materia,
basados principalmente en que la determinación de la nacionalidad a las personas no es una cuestión arbitraria, sino que
representa una relación sujeta a ciertas condiciones, entre el individuo y el Estado. Esta limitación a la discrecionalidad estatal
surge del principio de derecho internacional de la nacionalidad efectiva.
En virtud de este principio, la vinculación entre la persona y el Estado a los fines de la nacionalidad, debe ser:
- Genuina
- Permanente
- Intima

De allí se desprende que, en el derecho internacional, la REGLA es el NO reconocimiento de más de una nacionalidad, ello por
los inconvenientes que genera a futuro la incompatibilidad.
1 persona = 1 nacionalidad.
Ahora bien, al ser los Estados quienes tienen la última voluntad respecto a cómo generan sus vínculos de nacionalidad en cuanto
a sus nacionales, y como el derecho internacional no admite un doble o múltiple nacionalidad per se, como EXCEPCIÓN, solo será
válida la doble o múltiple nacionalidad en la medida en que esos Estados (del cual la persona participa de la nacionalidad) hayan
firmado un acuerdo específico admitiendo dicha posibilidad.
Lo que se hace, entonces, es reconocer, mediante tratados bilaterales (generalmente), la posibilidad de que las personas puedan
ostentar otra nacionalidad.
De todo lo expuesto, se permite, bajo el criterio de acuerdos o convenios bilaterales, la posibilidad de doble o múltiple
nacionalidad (siendo la regla la única nacionalidad).

PÉRDIDA Y PRIVACIÓN DE LA NACIONALIDAD.

Prevalecen dos principios de distintas naturaleza:

- De carácter interno: se otorga al Estado, la facultad de fijar discrecionalmente las condiciones, tanto para el otorgamiento,
como para la privación de la nacionalidad.
- De carácter internacional: surge el principio del art. 15 de la Declaración Universal de los Derecho Humanos:
Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad, ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
La Declaración no prohíbe a los Estados privar de nacionalidad de sus nacionales, sino efectuar una privación arbitraria de ella, lo
que deja un margen amplio y discrecional a los Estados para determinar las causas que originan la privación o pérdida de
nacionalidad.
Las legislaciones de los Estados, determinan diversas causas de pérdida de nacionalidad, las más comunes son: la renuncia,
adopción de una nueva nacionalidad, opción, residencia prolongada en otro estado, privación de nacionalidad (medida adoptada
unilateral y discrecionalmente por un Estado con relación a un nacional, cuando éste ha prestado sin autorización servicios
militares o civiles en país extranjero o ha cometido actos que se consideran una traición a la patria).

Sin embargo, la LEY 346 no establece motivos para la privación de la nacionalidad, sólo fija causales para la pérdida de la
ciudadanía (prohibición del ejercicio de los derechos cívicos). El art. 8 establece: “No podrán ejercerse en la República los
derechos políticos, por los naturalizados en país extranjeros, por los que hayan aceptado empleo u honores de gobiernos
extranjeros, sin permiso del Congreso; por los quebrados fraudulentos, ni por los que tengan sobre sí sentencia condenatoria que
imponga pena infamante o de muerte”.

Pueden darse casos de pérdidas de la nacionalidad (independientemente de la discusión doctrinaria) por exigencia de carácter
institucionales y formales; casos extremos en los que no se puede mantener una doble nacionalidad (ej.: ex nacional argentina:
Reina Máxima).
En casos de ser Jefe de Estado, el tener el ejercicio de más de una nacionalidad latente, trae consecuencias relevantes.
En ese sentido, algunas teorías sostienen que se pierde automáticamente la nacionalidad por un acto necesario del Estado que
así lo exige (ej. al constituirse en jefe de Estado).
Otras doctrinas más amplias, en cambio, entienden lo contrario; es decir, por ser la nacionalidad un derecho inherente a la
persona, NO se pierde, sino que no podrá ser ejercida, pudiendo ser utilizada, eventualmente, en situaciones útiles o extremas.
En Argentina, particularmente, si bien no hay una norma expresa que determine la pérdida de la ciudadanía, sino que existen
exigencias constitucionales para el ejercicio de los derechos políticos, pero NO civiles.
Así, la Constitución exige ser natural (nacido en suelo argentino) para ejercer el Poder Ejecutivo Nacional (la presidencia); sin
embargo, nada dice de los demás integrantes del Poder Ejecutivo (ministros), gobernadores del provincia y legisladores. Con
relación a los gobernadores de provincia, jurisprudencialmente se ha avanzado sobre la cuestión, mediante un fallo
jurisprudencial (De Narvaez c/ provincia de Bs.As. -nacido en Colombia naturalizado argentino-) por el cual se consideró que no
hay impedimentos constitucionales, en relación a la nacionalidad, para ejercer el cargo de gobernador de provincia.
Por lo tanto, pueden ser candidatos para todos los cargos políticos, excepto el presidente, todos los extranjeros siempre que
sean naturalizados.

APATRIDAS.

La Declaración Universal de Derechos Humanos, garantiza como un derecho humano básico de toda persona a tener una
nacionalidad, interesa la protección que debe dar el Estado a sus nacionales y, eventualmente, el ejercicio de los derechos
ciudadanos en ese Estado.
Las personas que carecen de alguna nacionalidad son denominadas “APÁTRIDAS”. Es decir, aquella persona que no posee
ninguna nacionalidad. En la práctica el apátrida es el individuo que no es considerado nacional por ningún Estado de la
comunidad internacional.Esto puede derivar de distintos motivos: ser hijo de padre apátrida o desconocido, cuando el país de su
nacimiento posee el ius sanguinis, estar privado de la nacionalidad de origen por razones políticas, etc.
El NO tener una nacionalidad, genera una serie de vulneraciones graves a los derechos de la persona; porque la consecuencia no
se reduce al ejercicio básico de los derechos civiles y políticos, sino el derecho de estar cobijado bajo la protección de un Estado
para poder esgrimir derechos, como nacional del mismo, en el exterior.

Entonces, el estatus de apátrida trae las siguientes CONSECUENCIAS:

- Desde el punto de vista del Estado en el cual reside la persona, el apátrida carece de derechos políticos, se encuentra
imposibilitado el ejercicio de los derechos civiles, halla restringido su derecho de transitar libremente al no poder obtener
pasaporte y está constantemente expuesto a ser deportado, con el riesgo de no saber si algún país lo recibirá.

- Desde el punto de vista internacional, carece de protección diplomática, ya que no posee el requisito indispensable que
legitima el derecho tal acción, cual es el vínculo de la nacionalidad.

Para evitar esta situación la comunidad Internacional ha procurado a través de instrumentos Internacionales reducir los casos de
apátrida mediante 2 convenciones Internacionales principales. Lo que se intenta es garantizar un estándar mínimo de garantías
(y derechos básicos fundamentales) para los apátridas -y refugiados-:

1) La Convención sobre Estatutos de los Apátridas de 1954.


Considera apátrida a toda persona que no sea considerada nacional suyo por ningún Estado, conforme a su legislación (Art.
1). Establece una serie de derechos que los Estados contratantes se obligan a reconocer a los apátridas que se encuentren en
su territorio, entre los que se destacan (siempre en un plano de igualdad con sus nacionales): no discriminación, libertad de
religión, propiedad privada e intelectual, derecho de asociación, derecho de defensa, libertad de tránsito, derecho al trabajo,
derechos económicos, sociales y culturales.

En ese sentido, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados del año 1951, ya establecía que, en aquellas situaciones
por las cuales una persona se encuentre sometida a una situación de apátrida, el Estado en el cual la persona necesita
refugiarse o cobijarse, le otorgue “provisoriamente” garantías básicas para salvaguardar su integridad físico-psíquica. Y,
eventualmente, tendrá que someterse al régimen de solicitud de esa nacionalidad.

2) La Convención para reducir los casos de Apatridia de 1961.


Las principales disposiciones de esta convención se refieren a:
- La obligación del Estado a conceder su nacionalidad a toda persona nacida en su territorio que de otro modo sería
apátrida, ya sea en forma automática o solicitada (art 1).
- El pabellón del buque o aeronave, determina la nacionalidad de los nacimientos ocurridos en ellos (art. 3).
- Debe concederse la nacionalidad de los padres que son nacionales de un Estado contratante, a sus hijos, aunque hayan
nacido en territorio de un Estado no contratante (art. 4).
- Toda pérdida de nacionalidad como consecuencia del matrimonio, adopción, etc., estará subordinada a la adquisición de
una nueva nacionalidad (art 5).
- La renuncia a la nacionalidad no se hace efectiva hasta que la persona adquiera una nueva nacionalidad (art. 7)
- Los Estados contratantes no privarán de su nacionalidad a una persona si esa privación ha de convertirla en apátrida (art.
8)
- Los Estados contratantes no privarán de su nacionalidad a ninguna persona o a ningún grupo de personas, por motivos
raciales, éticos, religiosos o políticos (art. 9).

B) DERECHO INTERNACIONAL DE EXTRANJERÍA => LOS EXTRANJEROS Y EL DERECHO INTERNACIONAL

Es un derecho netamente local; es el régimen que regula localmente la forma por la cual un Estado mantiene vínculos y cuál es el
sistema jurídico que aplica a los extranjeros.

Todo extranjero que vive en la República Argentina se rige por el régimen de extranjería denominada Ley Nacional de
Migraciones (2006).

Ahora bien, existe todo un régimen internacional de las migraciones a través de una serie de tratados, que intentan regular
aquellos aspectos propios o generar ámbitos de contención o protección a personas altamente migrantes.

Son “extranjeros”, aquellas personas que se encuentran en el territorio de un Estado del cual NO son nacionales. La situación de
los extranjeros se encuentra contemplada por el derecho interno de cada Estado y por reglas internacionales; éstas últimas son
las que constituye el derecho internacional de extranjería.

El derecho internacional de extranjería se constituye por un conjunto de normas internacionales que regulan la situación
jurídica del extranjero en cuanto a su admisión, permanencia y expulsión de un Estado determinado. Las mismas surgen del
derecho consuetudinario y han sido receptadas, principalmente, por tratados bilaterales.

El derecho interno, por su parte, se encuentra dirigido al resguardo de los derechos de los extranjeros; no obstante, esos
derechos no pueden ser inferiores al mínimo de protección que establecen las normas internacionales sobre el particular. La
violación de este principio puede traer aparejada la responsabilidad internacional del Estado.

Admisión.
No existe una norma internacional que obligue a los Estados a admitir extranjeros en su territorio; tal facultad es privativa y
discrecional de cada Estado; aunque una actitud de rechazo total podría calificarse de arbitraria e inamistosa, no acorde con un
comportamiento adecuado en la Comunidad Internacional.
Son los Estados quienes establecen las condiciones de admisión de extranjeros de manera unilateral, de acuerdo a las clases de
que se trate: transitorios (turistas) o permanentes (inmigrantes). Dichas condiciones y requisitos se encuentran receptados en su
legislación interna.

Nuestro país tiene un régimen amplio consagrado por el Art. 25 de la Constitución Nacional: “El gobierno Federal fomentará la
inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuestos alguno la entrada en el territorio argentino de los
extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias y enseñar las ciencias y las artes”.

Expulsión.
Así como todo Estado tiene derecho a admitir a un extranjero, también conservan la facultad de expulsarlo; pero, en tiempos de
paz, la medida debe fundarse en motivos serios.
La mayoría de la doctrina sostiene que los Estados no deben abusar del derecho de expulsión, incluso se afirma que el derecho
internacional prohíbe a los Estados disponer y llevar a cabo a su arbitrio la expulsión de extranjeros y solo es lícita sí hay motivos
suficientes para ella. Los motivos que justifiquen una expulsión son determinados por el propio Estado, de acuerdo con su
unilateral criterio (generalmente se aducen cuestiones de orden, bienestar o seguridad pública, ofensas al Estado de residencia o
a otros estados, delitos cometidos, etc.).
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 limita la voluntad del Estado en cuanto a la arbitrariedad de la
expulsión (debe ser fundada en la ley y admitiendo el derecho de defensa del extranjero) y a la naturaleza de la medida (prohíbe
las deportaciones colectivas). En cambio, en tiempo de guerra, los Estados beligerantes tiene derecho, sin necesidad de alegar
motivo alguno, a expulsar a los extranjeros de nacionalidad del o de los países enemigos que se encuentren en su territorio.

La legislación argentina, a través del Decreto Ley 4805/63, autoriza a la Dirección Nacional de Migraciones a expulsar extranjeros
que:
- hayan ingresado ilegalmente o, sin haber cumplido disposiciones sanitarias;
- tengan vencido su permiso de permanencia;
También la Ley 18.235/69 que, entre otras causales de expulsión, establece:
- hayan sido condenados por delitos dolosos;
- realicen actividades que vulneren la paz social, el orden público o la seguridad nacional.

Situación jurídica.
Admitido legalmente el extranjero en el territorio de un Estado, queda sujeto a sus leyes, como consecuencia del principio de
supremacía territorial y competencia personal.

A su vez, el derecho internacional general, impone a todo Estado, la obligación de garantizar a los extranjeros ciertos derechos
mínimos, sin perjuicio de los tratados generales o particulares que lo obliguen. De esta manera, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos enumera derechos que benefician a “toda” persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación
alguna […] por motivos de origen nacional (arts. 3 a 22, 24 y 25).

Por lo tanto, se impone a los Estados la obligación de reconocer a los extranjeros un estándar mínimo de derechos; todo
extranjero cuenta –generalmente- con derechos civiles básicos (como celebrar contratos, testar y heredar, y en general, los
calificados derecho de familia), NO así en materia de derechos políticos, que generalmente tienen restringido o prohibido su
ejercicio.

El extranjero también goza de derechos que hacen a su seguridad y libertad personal mediante una protección judicial y penal
adecuada; en caso contrario, el Estado es responsable de no haber obrado con la debida diligencia y no adoptar las mediadas
preventivas en resguardos de actos contrarios a la vida, libertad, y bienes del extranjero residente.
Dentro del estándar mínimo Internacional, también el extranjero tiene derecho a una debida protección judicial, que se traduce
en la posibilidad al libre acceso a los tribunales y a no ser discriminado en ellos por razón de su nacionalidad.

Por otra parte, el derecho internacional reconoce como principio general, el respeto a los derechos adquiridos por los
extranjeros. Como consecuencia de este principio, ningún extranjero puede ser privado de sus bienes, salvo bajo ciertas
condiciones.

El derecho Internacional consuetudinario ha establecido en materia de privación de derechos adquiridos de extranjeros, tres
reglas:
a) la expropiación debe obedecer a motivos de utilidad pública;
b) no debe existir discriminación por el hecho de ser propiedad extranjera;
c) debe ir acompañada de una compensación o indemnización adecuada.

C) PROTECCIÓN DIPLOMÁTICA (*)

Las personas están sometidas a la competencia personal del Estado del cual son nacionales, cualquiera sea el territorio donde se
encuentren. En consecuencia, es una de las funciones del Estado proteger a sus nacionales en el extranjero. En el ejercicio de
esta función el Estado se enfrenta con el Estado territorial de residencia de su nacional.

Si bien una vez admitido el extranjero en un Estado queda sujeto a su jurisdicción, el derecho Internacional general impone a los
Estados la obligación de garantizar a los extranjeros un estándar mínimo en materia de derecho, estándar que se obtiene
mediante la comparación de los respectivos ordenamientos nacionales en relación siempre con el ordenamiento Internacional,
atendiendo particularmente al trato deparado por los mismos a los extranjeros.

La violación de esta obligación origina responsabilidad Internacional del Estado (hecho ilícito Internacional).

La correspondencia de esta obligación es el derecho que tiene los Estados a exigir ese reconocimiento y respeto de los derechos
de sus nacionales, y en su caso, la reparación originada por una violación a éstos. Esta facultad, los Estados la pueden ejercer a
través de la acción de amparo o protección diplomática.
Concepto.
La jurisprudencia estableció el principio de que, un Estado tiene derecho a proteger a sus nacionales en el extranjero cuando han
sido lesionados en sus derechos por un acto ilícito internacional y no se ha podido lograr una satisfacción adecuada por las vías
ordenarías.

La protección diplomática, se presenta entonces, cuando un Estado viola los derechos de un extranjero, contrariando principios
del derecho internacional, el Estado del cual es nacional dicho extranjero, puede adoptar la causa como suya, mediante una
reclamación internacional denominada Acción de Protección (o Amparo) Diplomática, la cual comprende todas las medidas que
pueda adoptar un Estado, en contra de otro Estado, con relación a un perjuicio a la persona o a los bienes de un nacional
causado por un hecho o una omisión internacionalmente ilícitos atribuibles al segundo Estado.
Siguiendo a Pagliari, este concepto, limitado en su origen a los daños sufridos por los nacionales de un Estado en el extranjero, se
ha extendido a las organizaciones internacionales. Las personas vinculadas a estas últimas por su función, también gozan de
protección diplomática, lo que llevo a ampliar el concepto expuesto:

Se puede definir el instituto como la acción que ejerce un sujeto de derecho Internacional (de estructura estatal o no) respecto
de otro sujeto de derecho Internacional a favor de ciertos individuos que tiene ligámenes con él.

Se trata de una institución del derecho internacional de base consuetudinaria.

El ejercicio de la protección diplomática, es un ejercicio naturalmente soberano y unilateral de cada Estado, tendiente a
resguardar los derechos de sus nacionales en los Estados extranjeros.

La protección diplomática NO es un derecho fundamental de los nacionales (individuos particulares) en el extranjero; cada
Estado ponderará unilateralmente cuando ejercerá la protección de un nacional, cuando este nacional esgrima que se le han
vulnerado sus derechos. Puede ser ejercida esta protección tanto sea para personas físicas o jurídicas que ostentan la
nacionalidad de ese Estado.

El ejercicio de la protección de la protección diplomática, es el derecho que tiene el Estado del cual es nacional un persona
física o jurídica de decidir discrecionalmente si ejerce o no la protección, asumiendo como propia la causa del particular
lesionado.; es un derecho de estado NO de la persona (*).

El Estado puede promover la acción por indicación de su nacional afectado o por decisión propia; incluso, una vez promovida,
puede desistir de ella en cualquier momento. En cambio, el particular no puede desistir de la protección, por no ser el titular de
la acción. En consecuencia, una vez promovida la acción de amparo diplomático, nace una nueva relación entre Estados.

Ahora bien, siguiendo a Pagliari, el derecho a ejercer la protección diplomática tiene una EXCEPCIÓN: el Estado tiene el deber
jurídico de ejercer la protección diplomática en nombre de la persona perjudicada, a solicitud de ésta, si el daño se debe a una
violación grave de una norma ius cogens atribuible a otro Estado.
Sin embargo, esta excepción a su vez tiene EXCEPCIONES que desobligan al Estado del deber de ejercer la protección:
- Cuando la persona perjudicada pueda presentar una reclamación ante una Corte o Tribunal Internacional;
- Si el ejercicio de la acción pueda poner seriamente en peligro los intereses generales del Estado o de su población;
- Cuando otro Estado pueda ejercer la protección;
- Cuando la persona no tenga su nacionalidad efectiva.

NO es lo mismo la PROTECCIÓN DIPLOMÁTICA que la ASISTENCIA CONSULAR; en este último caso, ningún Estado puede ni
debe impedir proteger a su nacional cuando este requiere asistencia consular (no diplomática). La función consular consiste
solamente en salvaguardar los intereses de los nacionales en el extranjero, no es representante de los intereses políticos, porque
éstas son cuestiones diplomáticas. En cambio, las funciones diplomáticas son las de mantener vínculos políticos entre los
Estados.

NO es lo mismo PROTECCIÓN DE INMUNIDADES QUE TIENEN LOS DIPLOMÁTICOS que la PROTECCIÓN QUE TIENEN LOS
DIPLOMÁTICOS BAJO EL RÉGIMEN DE NACIONALIDAD (*).

Fines

El amparo diplomático se encuentra destinado a la protección de los nacionales en el extranjero, con el objetivo de evitar, hacer
cesar o reparar el daño ocasionado al particular; por lo tanto, contempla fines:
- Preventivo: evitar la consumación de la violación de un derecho que se considera inminente
- Suspensivo: hacer cesar la comisión del acto ilícito
- Reparativo: resarcir el perjuicio sufrido por el nacional sobre sus derechos o intereses.
Para lograr los fines de protección diplomática, los Estados pueden recurrir a todos los procedimientos diplomáticos o
jurisdiccionales que les acuerda el derecho Internacional y las convenciones entre partes.
El principio de que queda prohibida la amenaza o el uso de la fuerza como medio de protección diplomática, establece la
excepción en caso de rescate de nacionales cuando:
- El Estado no haya conseguido por medios pacíficos que se garantice la seguridad de sus nacionales.
- El Estado responsable no quiera o no pueda garantizar la seguridad de los nacionales.
- Que los nacionales estén expuestos a un peligro inminente.
 En estos casos la fuerza utilizada deberá ser proporcionada a los circunstancias de la situación y cesará en forma
inmediata al rescate de sus nacionales.

ELEMENTOS O CONDICIONES:

- Existencia de un daño personal o patrimonial a un extranjero originado en un hecho ilícito internacional; es el supuesto de
hecho para el ejercicio de la protección diplomática por el Estado del cual es nacional ese extranjero (refiere al ORIGEN);
- Que el particular afectado agote los recursos internos del Estado territorial tendientes a la reparación de ese daño (alude a
las CONDICIONES);
- Que el Estado respectivo promueva la acción con base al daño sufrido por su nacional (Derecho del Estado - NATURALEZA
JURÍDICA).

- Que el Estado que promueva la acción sea aquél del cual el extranjero sea efectivamente nacional (CONDICIONES).
- Que la reparación solicitada se circunscribe al daño sufrido por el nacional (LIMITES - cuantía del daño sufrido).

De allí surgen los PRESUPUESTOS para el ejercicio de la protección diplomática.

Para el ejercicio de la protección diplomática; es decir, para que un Estado se inmiscuya ante los asuntos internos de otro Estado
e intervenga para solicitar la protección de los intereses de un nacional que están siendo vulnerados, deben darse una serie de
presupuestos respecto de la actitud de ese nacional; ellos son:

a) La nacionalidad de la reclamación:
El individuo damnificado debe tener la nacionalidad del Estado reclamante; es un requisito de origen consuetudinario,
recogido por la jurisprudencia de la C.P.J.I.
Es el vínculo de la nacionalidad entre el Estado y el individuo el único que otorga al Estado, el derecho de la protección
diplomática (C.I.J.).

DOBLE O MÚLTIPLE NACIONALIDAD:


Siguiendo a Pagliari, cuando una persona tenga doble o múltiple nacionalidad, en principio, cualquiera de los Estados del
cual es nacional, podrá ejercer la protección diplomática, sea de manera individual o conjunta.

Ahora, el problema surge, en éstos casos, cuando se debe esgrimir la nacionalidad propiamente dicha. Para solicitar
protección a un Estado, se debe determinar la NACIONALIDAD EFECTIVA (no se puede elegir la nacionalidad más conveniente
a los fines de la protección). Es decir, que un Estado otorgue gracialmente una nacionalidad, no quiere decir que la misma
puede ser ejercida per se para solicitar la protección diplomática, sino que ha de verse cuál es la nacionalidad que
materialmente ejerce la persona.

En los casos de doble o múltiple nacionalidad, de haber conflictos, prima siempre el principio de la NACIONALIDAD EFECTIVA
del particular perjudicado.
Es decir, tanto cuando el particular posee la nacionalidad del Estado reclamante y del reclamado, como cuando es nacional
de más de un Estado pero no contempla la nacionalidad del Estado reclamado, el criterio aplicable es la nacionalidad
efectiva.
La nacionalidad efectiva significa que, se encuentra habilitado para promover la protección diplomática, el Estado con quien
el individuo mantiene vínculos más estrechos, permanentes y genuinos; esto es, que se halle real, autentica y efectivamente
ligado a él.

El concepto de nacionalidad efectiva, surge de un fallo jurisprudencial de la Corte Internacional de Justicia en el caso
NOTTEBOHM (1955).
La nacionalidad efectiva, es un vínculo jurídico entre la persona física o jurídica y un Estado, que tiene por fundamento un
hecho social de relación, una solidaridad efectiva de existencia, de interés, de sentimientos, junto a la reciprocidad de
derechos y deberes.
En otras personas, se será nacional del Estado donde la persona ejerce su sus vínculos estrechos (*) lo cual implica vínculos
comerciales, jurídicos, inmuebles, trabajo y vida cotidiana en general.
En este sentido, la nacionalidad efectiva es un principio de derecho Internacional y en caso de controversia se debe aplicar de
acuerdo al Art. 31, 3, c) de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados: “Para determinar la nacionalidad
dominante y efectiva, se deben considerar todos los factores relevantes, incluyendo la residencia habitual, centro de intereses,
lazos familiares, participación en la vida pública y otras pruebas de vinculación”.

El criterio de nacionalidad efectiva se utiliza cuando un juez debe resolver qué protección diplomática debe proceder, en
caso de que sean viables varias nacionalidades por tener el particular más de una. Es una decisión del juez, no del Estado o de
los Estados de los cuales es nacional el particular, quienes pueden en todo supuesto, según su discrecionalidad ejercer la
protección diplomática. Es decir, tener más de una nacionalidad, no implica que desaparezca el derecho de uno de los
Estados involucrados a ejercer la protección, el particular puede solicitar a todos los Estado la protección.
Entonces, una cosa es el derecho de los Estado de ejercer la protección diplomática, y otra muy distinta es la decisión del juez
de determinar la nacionalidad efectiva del particular, que refiere a un criterio de ponderación del juez, no de los Estados.

Distinto es el supuesto, si un particular modifica su nacionalidad por propia voluntad, en ese caso la protección diplomática
corresponderá al Estado del cual el particular esgrime la nacionalidad; pues, si se genera algún acto a fines de excluir
(modificar) una nacionalidad, al Estado, que el particular decide dejar de ser nacional, NO le interesará –en principio- ejercer
la protección de dicho particular.

b) El agotamiento de los recursos internos (Pagliari):


Surge este presupuesto por una norma del derecho internacional consuetudinario.
Para que haya protección diplomática, debe darse el agotamiento de los recursos internos disponibles y efectivos por el
particular damnificado con resultados negativos.
Sin embargo, este requisito no es exigible en los casos en que exista un violación directa de una obligación internacional que
cause un perjuicio inmediato a otro Estado, porque los Estados no están sujetos a la jurisdicción de los tribunales extranjeros
(inmunidad de jurisdicción).
En los demás supuestos, el particular debe probar que ha recurrido a la totalidad del sistema de protección jurídica
establecido en el derecho interno del Estado territorial (instancias administrativas y judiciales), sin haber logrado la debida
reparación de sus derechos conculcados.
El fundamento es el respeto necesario a la soberanía de los Estados, que se logra dando prioridad a los tribunales locales,
otorgándoles la posibilidad de hacer justicia de acuerdo con su propio sistema jurídico, posibilitando al Estado infractor la
oportunidad de reparar por sus propios medios, la obligación violada.

Excepciones:
Ne es necesario el agotamiento de los recursos internos:
- Por acuerdo internacional entre el Estado infractor y el Estado reclamante, en el que se deja expresamente establecido
que, para la reclamación, no será necesario el agotamiento de los recursos internos;
- Por defectos en la administración de justicia del Estado infractor; es decir, casos -por ejemplo- de retardada justicia o
denegación de justicia.
- Excepciones dadas por la naturaleza y el carácter de los recursos a interponer que se refieren a que se encuentren
disponibles y sean efectivos. No se puede agotar una vía por recursos inexistentes o, en el caso de existir, que resulten
puramente formales (ej. cuando es evidente desde un principio que el derecho que el juez deberá aplicar, no puede más
que llevar a desestimar el recurso).
c) La conducta correcta de quien solicita la protección (algunos autores) => Doctrina de la exigencia de las MANOS LIMPIAS
(CLEAN HANDS).

Algunos autores entienden que para el ejercicio de la protección diplomática se requiere la conducta correcta de la nacional
en el extranjero, en el sentido de que el hecho ilícito del Estado no tenga como nexo causal un comportamiento ilegal del
particular (conducta contraria al ordenamiento jurídico interno del Estado supuestamente infractor).

No figura la conducta correcta como requisito de admisibilidad de la reclamación, en el proceso de codificación llevado a
cabo por la Comisión de Derecho Internacional de la ONU. En el Proyecto del 2001 en su art. 44, establece como únicos
requisitos para la admisibilidad de la reclamación, la nacionalidad de la reclamación y el agotamiento los recursos internos.

La Corte (1998) se ha referido al mismo como una de las condiciones que debe reunir un particular para ser protegido
diplomáticamente. Estableció: que el individuo a proteger debe tener “manos limpias”, es decir, que no debe haber violado
el derecho interno del Estado autor del daño; que en el caso concreto, el particular tenía las “manos limpias” en la medida en
que no había dejado en el Estado territorial, ningún antecedente penal y que su expulsión no había sido motivada por
conducta ilegal alguna.

En consecuencia, muchos autores -entre ellos Pagliari-, entienden que NO es un presupuesto para la procedencia de la
protección diplomática, sino un factor que ha de tenerse en cuanta como causa para limitar la responsabilidad del Estado
infractor y a los fines de la reparación; es decir, para la fijación del monto o cuantía del resarcimiento.

En forma concordante con esta última apreciación, el proyecto de codificación sobre responsabilidad internacional del Estado
por actos ilícitos del año 2001 establece en su art. 39, que para determinar la naturaleza y cuantía de la reparación se debe
tener en cuenta, no solo el comportamiento intencional o negligente del Estado, sino también influye la calificación de la
conducta de toda persona en relación con la cual se exija la reparación (alude esto último a la posibilidad del particular
extranjero dañado).

Por lo tanto, se trata de un criterio de ponderación a partir del cual, el Estado decidirá si intervenir o no hacerlo.

Ahora bien, por referencia de los tratados internacionales de derechos humanos, cuando un nacional haya cometido un acto
disvalioso o criminal en el extranjero (contrariando las normas internas del Estado), no significa que el Estado del cual es
nacional no intervenga para garantizar los medio suficientes que otorguen garantías mínimas de toda persona sometida a un
proceso en el extranjero (ej. Greenpese vs. Rusia). Sin embargo, ello no configura un supuesto de protección diplomática,
sino que se trata de una protección consular.

Renuncia a la protección diplomática => La cláusula Calvo.


La cláusula Calvo es una estipulación incluida en un contrato (generalmente referido a obras públicas, concesiones, etc.)
celebrado entre un Estado y una persona física o jurídica extranjera, según la cual, el particular conviene en NO acudir al
gobierno del que es nacional para que lo proteja en caso de plantearse algún conflicto a raíz de ese contrato.
Su denominación deriva de la doctrina de Carlos Calvo, en virtud de los abusos cometidos por las intervenciones de los Estados
extranjeros en Latinoamérica, a fin de poner límites al ejercicio indiscriminado de la protección diplomática.
Puede asumir distintas formas, siendo la de mayor interés aquella que somete todas las controversias derivadas del contrato a
un arbitraje privado entre el individuo y el Estado, con renuncia a la protección diplomática. Sea cual fuere la forma que se le dé,
la cláusula Calvo se refiere solamente a las controversias que provengan del incumplimiento o de la interpretación del contrato
en que ella figura, no a cuestiones originadas a raíz de otras actividades realizadas por ese mismo extranjero en el país.

La cuestión de la validez de esta renuncia por parte de un individuo a la protección diplomática del Estado de su nacionalidad, ha
sido motivo de discusión en la doctrina:

- Para una parte de la doctrina la cláusula Calvo es nula porque un particular no puede renunciar al derecho del Estado de
proteger a sus ciudadanos en el extranjero, es decir, al ser la protección diplomática un derecho del Estado, no tiene validez
la renuncia del particular por no ser el éste el titular de ese derecho.
- Otros sostienen que el extranjero no renuncia al derecho de protección diplomática del Estado de su nacionalidad, sino a su
propia facultad para pedir el ejercicio de ese derecho en su favor. Lo que pone en marcha la protección diplomática es
generalmente la solicitud del particular al Estado de su nacionalidad, por lo que la renuncia acta solicitud, hace difícil admitir
la procedencia de la protección diplomática. Esta posición es también debatible, ya que el Estado puede ejercer la acción
diplomática por iniciativa propia y sin solicitud del particular.
D) ASILO.

Es una de las instituciones más antiguas en la historia de las relaciones internacionales.

Es la protección que un Estado ofrece a personas que NO son nacionales suyos, cuya vida o libertad están en peligro por actos,
amenazas o persecuciones de las autoridades de otro Estado, o incluso por personas o multitudes que hayan escapado al
control de dichas autoridades.

Es la institución por la cual, los Estados permiten que aquellas personas perseguidas, se puedan cobijar bajo su soberanía y
jurisdicción, evitando que corra riesgo su integridad física y psíquica.

Sin embargo, la figura del asilo en el derecho internacional, tenía una orientación muy particular que estaba, en principio, muy
asociada a la figura del asilo político; esto es, se entendía por asilo a aquella figura por la cual un Estado, bajo su autonomía
soberana, otorgaba cobijo al extranjero que era perseguido politiconamente o por razones étnicas, raciales o religiosas como un
criterio humanitario.

Según la RAE, se entiende por asilo:


- Lugar privilegiado de refugio para los perseguidos;
- Amparo, protección, favor;
- Político: el que se concede a un extranjero desterrado o huido de su país por motivos políticos.

El asilo, se relaciona estrechamente con la situación de los refugiados e inmigrantes, como también a los fenómenos vinculados
a la nacionalidad. Si por algo se caracteriza el refugiado o, más exactamente, quien busca asilo, es por la NO pertenencia a la
nacionalidad del Estado al que quiere acogerse.

Tanto el asilado como el refugiado presentan características similares, porque en ambos casos se trata siempre de un
inmigrante; esto es, quien abandona su lugar de origen para irse a otro, con el objetivo de establecerse por un tiempo
prolongado, sin importar las causas que lo motivan.
Según la Convención sobre Asilo Diplomático, “Todo Estado tiene derecho de conceder asilo; pero no está obligado a otorgarlo
ni a declarar por qué lo niega” (art. 2).

Clases de Asilo.

Son tres las clases de Asilo:

A) ASILO NEUTRAL:
Solo opera en tiempo de guerras; es la protección que concede un Estado neutral en tiempo de guerra a miembros de las
Fuerzas Armadas de los Estados Beligerantes que buscan refugio en su territorio. Es una práctica admitida que los grupos de
combatientes sean internados en el referido Estado neutral – Institución del Derecho Internacional Humanitario.

B) ASILO DIPLOMÁTICO (o EXTRATERRITORIAL):


Es una institución fundamentalmente latinoamericana (Convención de Caracas de 1954).
Tuvo su origen en 1949 cuando el jefe del APRA, Haya de la Torre, al ser perseguido, se refugió en la sede de la embajada de
Colombia en Lima. Su situación fue resuelta recién para 1954, cuando se firmó el Acuerdo de Bogotá que permitió que Haya
de la Torre abandonara la embajada.
Los lugares donde se concede este tipo particular de asilo, son:
- las legaciones,
- las naves de guerra,
- campamentos militares,
- aeronaves militares si no están en reparación.
En ese sentido, según la convención de Caracas: “legación” es toda sede de misión diplomática ordinaria (EMBAJADA), la
residencia de los jefes de misión y los locales habilitados por ellos para habitación de los asilados cuando el número de éstos
exceda de la capacidad normal de los edificios.
Los navíos de guerra o aeronaves militares que estuviesen provisionalmente en astilleros, arsenales o talleres para su
reparación, no pueden constituir recinto de asilo.
Los consulados NO son aptos para conceder el asilo diplomático; la Convención decidió recoger la sugerencia hecha por la
doctrina en este sentido.
Las embajadas, por su parte, si son lugares para conceder el beneficio, porque, si bien se encuentran en el territorio del
receptor, por la ficción de extraterritorialidad, la soberanía plena la ejercer el Estado de la bandera de la embajada.

Corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución.

Por otra parte, establece que el asilo no podrá ser concedido sino en casos de urgencia y por el tiempo estrictamente
indispensable para que el asilado salga del país con las seguridades otorgadas por el gobierno del Estado territorial a fin de
que no peligre su vida, su libertad o su integridad personal, o para que se ponga de otra manera en seguridad al asilado.

En la Convención de Caracas se puntualizó la noción de urgencia en 3 artículos.


1. El art. 5 establece que se requiere la urgencia para que pueda otorgarse el asilo.
2. El art. 6 define los casos concretos: se entiende por casos de urgencia, entre otros, aquellos en que el individuo sea
perseguido por personas o multitudes que hayan escapado del control de las autoridades, o por las autoridades mismas,
así como cuando se encuentre en peligro de ser privado de su vida o de su libertad por razones de persecución política o
no pueda, sin riesgo, ponerse de otra manera en seguridad.
3. El art. 7 dice que corresponde al estado asilante apreciar si se trata de un caso de urgencia. Significa que se está
nuevamente ante la concesión de la facultad de calificar unilateralmente la urgencia al estado que concede el asilo,
asegurándose con ello, junto con la calificación unilateral de los delitos, la efectiva aplicación de este derecho en toda
su amplitud.
La fórmula empleada en el art. 6 es extremadamente amplia y el hecho de incluirse la expresión “entre otros” demuestra que
no se encuentran recogidos dentro de este artículo todos los casos posibles.

La terminación del asilo diplomático

La Convención de Caracas recepta cuatro artículos que reglamentan el término final del asilo. Pueden sistematizase:
- Se parte del supuesto fundamental de que el asilo diplomático se concede por el tiempo estrictamente indispensable para
que el asilado salga del país con las seguridades otorgadas por el gobierno del Estado territorial (art. 5)
- Se considera una prerrogativa del Estado territorial el pedir el fin del asilo (art. 11). También puede pedir la terminación del
asilo el Estado asilante, art. 12, ya que le facultad para pedir la salida del asilado y el Estado territorial está obligado a dar
inmediatamente, salvo caso de fuerza mayor, la garantías a que se refiere el art. 5 del correspondiente salvoconducto.
De la redacción de este ultimo articulo se deduce que, mientras para el estado asilante es una facultad en el pedir la salida,
son para el estado territorial es una obligación concederla.
- Faculta al Estado asilante a pedir las garantías antedichas por escrito y examinar y juzgar las condiciones de peligro que
pueda ofrecer la salida del asilado (art. 13). Se configura también como un derecho del Estado asilante el traslado del
asilado fuera del país, dejando solamente al Estado territorial la posibilidad de señalar la ruta de evacuación, siempre que
ello no implique el fijar el país de destino.
Para salvar la responsabilidad en que pudiere incurrir el Estado asilante por el retraso en la evacuación, el art. 14 dispone que
no es imputable al Estado asilante la prolongación del asilo ocurrida por la necesidad de obtener las informaciones
indispensables para juzgar la procedencia del mismo, o por circunstancias de hecho que pongan en peligro la seguridad del
asilado durante el trayecto a un país extranjero.

La inmunidad derivada del asilo de hecho.

El art. 3 dispone: las personas comprendidas en el apartado anterior (se refiere a las inculpadas y procesadas por tribunales
ordinarios y por delitos comunes o condenados por tales delitos) que de hecho penetrasen en un lugar adecuado para
asilarse deberán ser invitadas a retirarse o, según el caso, entregadas al gobierno local, que no podrá juzgarlas por delitos
políticos anteriores a la entrega.
Esto demuestra que los beneficios del derecho de asilo diplomático van dirigidos a la salvaguarda de las personas acusadas
de delitos políticos, puesto que en el supuesto presente, ante la imposibilidad de proteger a las personas que hubieran
perpetrado delitos comunes, se intenta evitar las consecuencias penales de los delitos políticos conexos que hubieran podido
cometer.

Naturaleza jurídica.
Según Pagliari, se trata de un privilegio, de una gracia que concede el Estado a los individuos, y no de un derecho de éstos.
En definitiva, el asilo diplomático, es la institución por la cual un Estado le otorga el estatus de asilado a una persona que lo
requiere en su representación diplomática acreditada del cual es nacional esa persona; es decir, aquel otorgado por el
Estado, cuya representación diplomática se encuentra en un tercer Estado, por ejemplo, la embajada del Estado A se
encuentra ubicada en el Estado B, el nacional del Estado A, se cobija dentro de la embajada y pida asilo diplomático. Un
nacional de un Estado solicita ante la representación diplomática radicada en otro Estado asilo porque es perseguido.

C) ASILO TERRITORIAL (INTERNO O POLÍTICO):


Es aquella protección que un Estado presta su territorio al acoger en el mismo a determinadas personas que llegan a él
perseguidas por motivos políticos y cuya vida o libertad se encuentran en peligro en el Estado de procedencia. Normalmente
son nacionales de este último o pueden ser nacionales de un tercer Estado.
Muchos internacionalistas entienden que el asilo es siempre político, y lo subdividen en territorial y diplomático (Diez de
Velazco Vallejo, Manuel).
Las líneas generales de esta institución son:
- El asilo es un derecho del Estado;
- Pueden beneficiarse de él, las personas perseguidas;
- El asilo debe ser respetado por todos los demás Estados;
- Quedan excluidos del asilo, las personas que hayan cometido delitos contrala paz, crímenes de guerra o delitos contra la
humanidad; etc.

En este caso, un nacional traspasa las fronteras físicas o jurídicas del Estado (en cual es perseguido) y solicita asilo político a
la autoridad competente del Estado vecino.
Esta institución tiene su fundamento en la competencia que ejerce el Estado sobre su territorio, y en virtud de ella puede
conceder no sólo la entrada en el mismo, sino también otorgar protección mientras habite dentro de su esfera territorial.
Como para el Estado la concesión de asilo es un derecho derivado de su soberanía territorial, para el particular asilado es una
concesión del Estado asilante.

Por lo que el ESTADO se refiere, se reconoce expresamente en la Declaración sobre el Asilo Territorial aprobada por la AGNU
el 14 de diciembre de 1967, que habla de que el asilo lo concede el Estado en el ejercicio de su soberanía.
Para el INDIVIDUO, aunque no está configurado como un derecho personal, la tendencia es a encuadrarlo en la categoría de
un verdadero Derecho Humano. Esto se advierte en el Preámbulo de la Declaración de las Naciones Unidas, en la que se
recuerdan expresamente los artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos: (art. 14) “En caso de persecución,
toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él en cualquier país”, y (art. 13) “Toda persona tiene derecho a salir
de cualquier país, incluso del propio y a regresar a su país”.

Tanto el asilo territorial como el diplomático, es una voluntad soberana de cada Estado el otorgarlo o no hacerlo; y de hacerlo,
se otorgará a la persona que así lo solicite, el estatus de asilado.
El asilo diplomático presenta un problema muy particular, porque, siendo un acto unilateral de cada Estado en particular (A) el
otorgarlo o no, NO persiste o no genera una obligación -indirecta- para el Estado (B), donde se encuentra asentada la
representación diplomática, el otorgar el salvoconducto a los fines de que la persona asilada -dentro de la embajada, por
ejemplo- pueda trasladarse, sea hasta el Estado vecino o hasta una forma de medio de transporte que lo saque del Estado (B),
simplemente porque, dicha posibilidad, no se encuentra prevista dentro de las inmunidades establecidas por la Convención de
Viena del 1961.
En ninguna parte se regula la posibilidad de que los Estados en las relaciones bilaterales diplomáticas permitan que, bajo el
criterio de buena fe de respeto de la soberanía, un determinado Estado se inmiscuya en los asuntos internos de otro Estado; por
lo tanto, otorgar asilo a un nacional constituye una violación al alcance de la Convención de Viena; pues, ésta, reconoce
soberanía exclusiva al Estado en el espacio en que se ejerce la representación diplomática, solamente en ese espacio y para
ejercer relaciones diplomáticas -no para meter a cualquier persona-.
Por ello, el asilo diplomático, es resistido por los Estado; entienden que no se encuentra regulado por la Convención de Viena.
En la actualidad del derecho internacional, el asilo logra ser una figura mucho más amplia de la que fue tradicionalmente; se
habla de asilo como una figura que se proyecta a cualquier persona no solo por razones políticas; es decir, toda persona que,
manifieste correr un riesgo real o previsible, como consecuencia de persecución étnica racial, nacional o religiosa o de género,
puede solicitar el régimen del asilo en determinados países.
La consecuencia que le sigue al estatus del asilo es el otorgamiento de la nacionalidad del Estado que lo cobija; pero, para los
casos dudosos se aplica el régimen de los refugiados.
El derecho internacional de los refugiados se encuentra regulado a través del sistema general de las Naciones Unidas mediante
un órgano especial denominado Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Según el ACNUR, es una obligación del Estado el dar acceso al procedimiento (derecho de petición) para determinar si califican o
no los individuos solicitantes de refugio; no así en materia de asilo; pues, en este último caso, se trata de un gracia estatal el
otorgarlo o no.
El refugio será siempre temporal, en cambio, el asilo podrá tener permanencia.
BOLILLA Nº 10

LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LA PERSONA HUMANA.

A) ANTECEDENTES.

La totalidad de la regulación de la situación de la persona humana, sus derechos y obligaciones, correspondían al derecho
interno, sin posibilidad de injerencia directa de la comunidad internacional.
El desarrollo progresivo del derecho internacional en lo atinente al reconocimiento de la subjetividad internacional de la persona
humana se inicia a mediados del S. XX, con la elaboración y sanción de normas referentes “a las minorías”; es decir, a aquellas
personas caracterizadas por una comunidad étnica cultural – raza, nacionalidad, religión, idioma, traición, costumbre – que, por
tales motivos, son objeto de discriminación legal, que aparecen como consecuencia de la modificación de los límites de las
entidades políticas europeas y de los desplazamientos humanos resultantes de las guerras, especialmente a partir de la
finalización de la primera guerra mundial (1914 - 1918).
La incorporación al derecho internacional de reglas en las que se trata la problemática de la persona humana, maraca uno de los
cambios fundamentales el ordenamiento internacional, reconocido como el proceso de humanización del derecho internacional.
El contenido específico de las reglas que integran dicho ordenamiento, tiene como propósito la protección de los derechos, y
comprende la determinación de tales derechos, su clasificación y la implementación de órganos y procedimientos que aseguren
su vigencia efectiva en todos los ámbitos (nacionales e internacionales).
Lo esencial de las reglas del derecho internacional de los derechos humanos, que integran su denominado “núcleo duro” tienen
naturaleza de normas ius cogens y, como tales, a la categoría de derechos imperativos; es decir, aquellos que, por su contenido y
propósito, de interés de la comunidad internacional en su conjunto, son inderogables por la voluntad de los Estados y su vigencia
importa la anulación de toda norma convencional que las contradiga.
Las consecuencias de humanización del derecho internacional, es el reconocimiento la persona humana, de la existencia de
derechos que le son propios con independencia de las disposiciones del derecho interno de los Estados y de las normas de
fuente convencional y, por consiguiente, el carácter de sujeto internacional a la misma.
La persona humana es la única entidad con existencia real, individual y trascendente, es asimismo el ente generador de todo
acto y producto jurídico y político siendo, además de todo ello, el componente básico de toda forma de asociación y órgano de
representación y acción de todas las de existencia actual o posible.

Sistemas legales sobre derechos humanos.

Los sistemas legales de protección son clasificados a partir de los ámbitos espaciales y políticos en los que rigen. Con base a ese
criterio, se pueden distinguir sistemas universales, regionales y estatales (que coexisten). Los dos primeros, son los que se
encuentran regulación internacional.
Todo sistema internacional (universal o regional) es de naturaleza subsidiaria de los regímenes estatales (nacionales), lo que
importa el reconocimiento de la vigencia prioritaria de la legislación interna de los Estados.

A su vez, los sistemas internacionales de protección de derecho humanos son autónomos respecto de los sistemas estatales y
pueden clasificarse en:

a) Sistema universal: desarrollado en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas;


b) Sistemas regionales: se encuentran vinculados a las organizaciones internacionales regionales:
- Consejo de Europa (CdE);
- Organización para la Unidad Africana (OUA);
- Organización de Estados Americanos (OEA).

Todos ellos, son sistemas de protección internacional de los derechos humanos y, como tales, presentan características
comunes:
- Son sistemas de protección del individuo en sí mismo, en relación con el Estado, y frente al Estado en que se encuentra.
- Las obligaciones de garantías de los derechos se dirigen al Estado y son las actividades imputables al Estado las sometidas a
control internacional.
- Los sistemas internacionales son subsidiarios respecto de la protección de los derechos humanos a nivel interno.
- Surgen y se desarrollan en el seno de organizaciones internacionales.
- Integran un doble bloque normativo dedicado a la enunciación y definición de los derechos fundamentales.
- Lo que se persigue, es garantizar el efectivo disfrute de los derechos humanos y la retribución del derecho violado o una
reparación equitativa. Entre otras.

El sistema universal, NO ha desarrollado a la actualidad mecanismos o estructuras institucionales específicas de control de


ejecución y aplicación.
En los sistemas regionales, en cambio, se ha llevado a cabo la institucionalización de mecanismos de control, como también de
ejecución y aplicación.

B) NACIONES UNIDAS Y ORGANISMOS ESPECIALIZADOS: DECLARACIONES Y CONVENCIONES. MECANISMOS DE


PROTECCIÓN, CONVENCIONALES Y EXTRACONVENCIONALES.

Sistema de protección de los Derechos Humanos en el ámbito de las NACIONES UNIDAS (Sistema universal).

El proceso de internalización de los derechos humanos se produce después de la Segunda Guerra Mundial, con una nueva
concepción de los derechos humanos que los define como materia de interés internacional.

La Carta de las Naciones Unidas (Carta de San Francisco) ha ubicado como base de la Organización Internacional la
interdependencia de la paz y seguridad internacional, y mejores condiciones para el bienestar económico y social incluyendo el
respeto de los derechos y libertades fundamentales el hombre.

De esta manera, los aspectos de derechos humanos forman parte de uno de los ejes centrales de todo el sistema de Naciones
Unidas.
Así, el Preámbulo establece que los pueblos de las de las Naciones Unidas han resuelto reafirmar la fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres
[…].

Además, el Propender al respeto de derechos humanos, es uno del los propósitos de las Naciones Unidas establecido en el
artículo 1º de la Carta de San Francisco:
Los Propósitos de las Naciones Unidas son: […]3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas
internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos
humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religion; […]

Tambien el art. 13.1 del mismo cuerpo se establece, dentro de las funciones de la Asamblea General, la de fomentar la
cooperación internacional en materias de carácter económico, social, cultural, educativo y sanitario y ayudar a hacer efectivos los
derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión. […]
(Reiterando esos lineamientos en otros artículos de la Carta: 55; 62.2; 68; 76 c).; como en otros tratados internacionales).

La Carta intenta sustraer al hombre del mero ámbito de cada Estado en particular, para brindarle protección en materia de
derechos y libertades fundamentales en el marco de la comunidad internacional.

En 1946 comienza el PROCESO CODIFICADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS al crearse, en el ámbito del Consejo Económico y
Social -de las Naciones Unidas- (ECOSOC) la Comisión de Derechos Humanos (CDH) encomendándosele la formulación de
proposiciones, recomendaciones e informes referentes a:
- Una declaración internacional de los derechos del hombre;
- Declaraciones o convenciones internacionales sobre libertades cívicas, la condición jurídica y social de la mujer, la libertad de
información y otras cuestiones análogas.

De esta manera, el 10 diciembre de 1948 se adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobado por la
Asamblea General de Naciones Unidas.
Cuenta con 30 artículos en los que, partiendo de la proclamación de los principios de libertad, igualdad y no discriminación, se
recogen de “forma conjunta” los derechos civiles y políticos y los derechos, económicos sociales y culturales. Sus propósitos que
consisten en el establecimiento de un ordenamiento de derechos Internacional efectivo y la fijación de los correlativos deberes
de la persona respecto de la comunidad.
En 1952 la Asamblea General de UN optó por que se redactaran dos pactos (obligatorios), los cuales fueron aprobados en 1966 y
entraron en vigencia en 1976:

- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (con 2 protocolos facultativos) => establece obligaciones automáticas
para los Estados, asumiendo el Estado el deber de respeto y garantías de dichos derechos.
Por tratarse de un tratado Internacional y en virtud del principio general de la pacta sunt servando, sus normas son
obligatorias de pleno derecho, siendo consecuencia de su aprobación por los Estados, el reconocimiento automático por
éstos, de los derechos enumerados, de su jerarquía e inmediata vigencia de las garantías de su efectividad.
El pacto contiene con la denominación de derechos civiles, normas relativas a los derechos esenciales de la persona humana,
ellos son los de la vida, integridad moral y física, prohibición de tortura, y los derechos de libertad personal, derecho a la
intimidad, familia, libertad de pensamiento, personalidad jurídica y tutela judicial, que se encuentran comprendidos en el
conocido núcleo duro, cuyo carácter de reglas de derecho imperativo no es motivo de controversia.
Como derechos políticos se inscriben los de opinión, asociación y reunión. Incluye además los derechos específicos de las
minorías.

- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales => enuncia obligaciones de carácter progresivo. Los
Estados asumen el compromiso de adoptar medidas, especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos
de que disponga, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos reconocidos.
Contiene reglas sobre el derecho al trabajo, condiciones laborales dignas, seguridad social, protección de familia
(alimentación, vivienda, vestido, educación y cultura) y derechos sindicales.

 La diferencia en cuanto al tipo obligaciones que pesan sobre los Estados generan distintos mecanismos de control de los
derechos reconocidos.

Sistema universal o global de derechos humanos.

Además de las Convenciones aludidas, la preocupación de la comunidad internacional en el desarrollo de los derechos humanos,
se ha expresado en la adopción de instrumentos específicos sobre la materia, plasmados en convenciones internacionales y
declaraciones.

Pueden mencionarse como las convenciones de mayor importancia a las que se refieren a:
- Prevención y sanción del genocidio (9/12/48);
- Eliminación de discriminación racial (21/12/65);
- Contra la tortura, tratos y penas crueles, inhumanas y degradantes (10/12/84);
- Esclavitud (25/9/26; 23/10/53; 30/4/56);
- Eliminación de discriminación de la mujer (18/12/79);
- Derechos del niño (20/11/89); entre otras.

En cuanto a las declaraciones, pueden destacarse:


- Derecho de personas de minorías étnicas, religiosas o lingüísticas (18/12/92); entre otras.
- Protección personal contra la desaparición forzada (18/12/92);

DELITOS DE TRATA DE PERSONAS Y TRÁFICO DE PERSONAS:

Son figuras delictivas diferentes; se encuentran reguladas en un Protocolo Suplementario a la Convención de las Naciones Unidas
contra la Delincuencia Organizada (2000) denominado Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la
Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños del año 2003 (también conocido como el Protocolo contra la trata de
personas); es uno de los tres protocolos de Palermo.

Trata de Personas:
Si bien, la trata es un delito asociado vulgarmente al delito de explotación sexual, en realidad, es un delito que tiene tres
tipologías generales.

Tipologías:
a) Trata con fines de explotación sexual -típica situación de trata- hace referencia a la vieja figura de la trata de blancas que
viene de una concepción netamente racial. Es la tipología por la cual, generalmente, se asocia a la trata con la explotación
social.
d) Trata con fines de prácticas laborales: es un delito que engloba la esclavitud, condiciones de servidumbres, torturas, entre
otros y que, por lo tanto, conduce a una violación sistemática de diversos derechos humanos.
e) Trata con fines de tráfico de órganos: consiste en un secuestro “o” el engaño para la extracción de órganos humanos y la
posterior venta o comercializaciones de los mismos; incluso, puede que, sin mediar engaño ni secuestro alguno, se tipifique
este esta figura delictiva por tratarse de personas sometidas a vulnerabilidad.
Estas dos últimas tipologías implican la criminalidad de una práctica socialmente tolerada y menos visible, en lo referente a la
reprochabilidad social, pero tan dañina como la trata con fines de explotación sexual. Sin embargo, lo paradójico es que el
delito de trata por razones de explotación sexual tiene una pena menor que un acto individual de violación a la integridad
sexual.

A su vez, la trata de personas debe diferenciarse del Tráfico Ilícito de Personas:

La trata de personas es un delito que tiene como primordial finalidad de explotación (cualquiera sea la forma: sexual, laboral o
por motivos en el tráfico de órganos) para lograr un beneficio económico; es decir, en el caso de la trata de personas, se
contemplan fines específicos de explotación.

El tráfico ilícito de personas, en cambio, si bien pueden tener una finalidad económica, solamente consiste en procurar generar
el traslado de una persona de un territorio a otro, haciendo que ingrese de forma ilícita a un tercer Estado. Es decir, la idea del
tráfico es lucrar, pero no con aquellos fines específicos, sino solamente para generar o posibilidad que un persona ingrese de
manera ilegal a un tercer Estado.

A su vez, el tráfico ilícito de personas, se diferencia al Tráfico ilegal de venta de niños; es decir, rapto de niños con fines de venta
(figura frecuentemente asociada al tráfico ilícito y la trata de personas).

Los aspectos relacionados a los derechos humanos, en la actualidad, NO se limita a la desaparición, tortura y asesinato de
personas, sino que, en la actualidad, hay un pliego de Protocolos y Convenciones que tienen un valor jerárquicamente superior
a las leyes, incluso Constitucionales, de un Estado.

En el derecho internacional evoluciona de manera constante sobre los derechos humanos; es lo que se denomina como
desarrollo progresivo y constante de las normas sobre derechos humanos.

Cuando se habla de aplicación de derechos humanos, se trata sobre una cuestión netamente internacionalista; esto es,
independientemente de que los sistemas de aplicación y exigibilidad de derechos son propios de los sistemas internos, el plus de
los derechos humanos se da principalmente con los tratados. No alcanza con que el sistema constitucional interno de un Estado
establezca algunos derechos, sino que es necesario que se estandaricen esos derechos a través de los tratados internacionales,
los cuales hacen que los derechos humanos sean entendidos en el mismo sentido en todos los Estados.

Existen órganos, los cuales serán los encargados de interpretar esos derechos humanos, no quedando a la discreción de los
Estados la interpretación del alcance de esos derechos, pues solo puede hacerlo con relación a los derechos preexistentes en su
orden constitucional. Los tratados, en este sentido, universalizan derechos humanos.

MECANISMO DE PROTECCIÓN: Procedimiento de Control.

El mero reconocimiento de los derechos humanos no tendría gran valor sin el establecimiento de un sistema jurídico que
permite su oponibilidad a los Estados, garantizando el control internacional sobre la forma en que éstos cumplen con las
obligaciones internacionales asumidas.
Esta función, se realiza en el seno de las Naciones Unidas a través de dos mecanismos que forman parte del mismo sistema:
- Mecanismos Convencionales: se constituyen específicamente para la aplicación y control de aplicación de los convenios
sobre derechos humanos.
- Mecanismos Extraconvencionales: se encargan de la promoción y protección de derechos humanos.

a) MECANISMOS EXTRACONVENICONALES:

Son mecanismos que se encuentran por fuera de toda convención internacional, pero dentro del ámbito de organización
nacional. NO han sido específicamente previstos en una convención internacional, sino que se derivan de los órganos
encargados de la promoción y defensa de los derechos humanos.
Mecanismos de promoción y protección de Derechos Humanos.
Dentro del marco de la organización internacional, como mecanismo extraconvencional, encontramos la construcción de
derechos humanos a través de diversos órganos dentro la organización de las Naciones Unidas.

 ASAMBLEA GENERAL:
Este órgano, eventualmente puede llegar a crear nuevos derechos humanos, a través de la formulación de Tratados; sin
embargo, ello estará sujeto a la ratificación de los Estados para que adquiera vigencia.

Independientemente de la Asamblea General, hay otros órganos dentro de la ONU, destinados exclusivamente a la promoción y
protección de derechos humanos, SIN fin jurisdiccional (solo a los fines de la promoción y protección).

Hasta el año 2006 existía la Comisión de Derechos Humanos en el ámbito del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas
(ECOSOC), era órgano encargado de generar una serie de informes por los cuales se realizaba un diagnóstico sobre la situación
de los derechos humanos en los distintos Estados que forman parte de la organización internacional; sin embargo, ese sistema se
modificó posteriormente por un sistema mucho especifico.

El 15 de marzo de 2006 la Asamblea General de Naciones Unidas creo el CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS órgano que vino a
reemplazar a la COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS dependiente del ECOSOC.

A partir del 2006 y a la actualidad, se crea un órgano específico para la promoción y protección de los derechos humanos pero,
ya NO dentro del ámbito del ECOSOC, sino en el ámbito de la ASAMBLEA GENERAL de las U.N.

 CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS (CDH)


El Consejo de Derechos humanos es el órgano principal para la promoción del respeto universal por la protección de todos los
derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas.
Es un organismo intergubernamental de las Naciones Unidas encargado de fortalecer la promoción y protección de los
derechos humanos en todo el mundo y para hacer frente a situaciones de violaciones de los derechos humanos y formular
recomendaciones sobre ellos. Tiene la capacidad de discutir todas cuestiones temáticas relativas a los derechos humanos y
situaciones que requieren su atención durante todo el año.
El Consejo cuenta con 47 miembros, con mandatos de 3 años.
Se reúne en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra
Algunas de sus funciones son:
- Promover el respeto universal por la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las
personas;
- Ocuparse de las situaciones que violen los derechos humanos, incluidas las violaciones graves y sistemáticas, y hacer
recomendaciones al respecto;
- Promover la coordinación eficaz y la incorporación de los derechos humanos al sistema de las Naciones Unidas;
- Promover la educación y el aprendizaje sobre los derechos humanos;
- Promover recomendaciones a la Asamblea General para el desarrollo de los derechos humanos;
- Promover el pleno cumplimiento de las obligaciones en materia de derechos humanos contraídas por los Estados; entre
otras.
El CDH, tiene como función primordial (entre otras atribuciones) velar por la promoción y protección de los derechos
humanos en todos los Estados partes, y hacer un diagnóstico o examen periódico universal sobre la situación de derechos
humanos en el mundo. Al mismo tiempo, velar por la aplicación de los tratados de las Naciones Unidas en los Estados partes
que los hayan ratificado.
El Consejo realiza, además, un reporte paralelo (“reportes en las sombras”), respecto a los informes remitidos por los Estados
sobre la situación de los derechos humanos en su territorio, por el cual, el órgano se pone en contacto con una serie de
personas que han sido evaluadas con cierta independencia de carácter objetivo para elaborar el informe remitido por el
Estado, o bien, solicita a una determinada organización que elabore un informe paralelo. En definitiva, este mecanismo de
control paralelo supone la elaboración de un informe no oficial contra el informe oficial que remiten los Estados.
El sistema de protección de derechos humanos en el ámbito de las Naciones Unidas, no obstante los órganos antes expuestos,
cuenta con otros órganos subsidiarios de menor jerarquía:

 OFICINA DEL ALTO COMISIONADO PARA LOS DERECHOS HUMANOS (OACDH):


Se esfuerza por ofrecer el mejor asesoramiento experto y apoyo a los diversos mecanismos de supervisión de derechos humanos
en el sistema de las Naciones Unidas; estos son, los órganos basados en la Carta de la ONU, incluido el Consejo de Derechos
Humanos, y los órganos creados en virtud de tratados internacionales de derechos humanos, y compuestos por expertos
independientes con el mandato de supervisar que los Estados partes en los tratados cumplan sus obligaciones.

En definitiva, se trata de una oficina particular dentro de las Naciones Unidas dedicada a la promoción de los derechos humanos;
es decir, generar, a través de convenios entre los Estados, programas destinados a promover el conocimiento, la educación y la
capacitación a los funcionarios públicos (policía, ejército, docentes, miembros de la salud pública, etc.)

b) MECANISMOS CONVENCIONALES:

Son aquellos mecanismos que forman parte dentro de convenios o tratados propiamente dichos; es decir, estos mecanismos han
sido establecidos sobre la base de tratados de derechos humanos.
Se crean en tratados internacionales ad hoc y son competentes para controlar la actuación de todos aquellos Estados que
voluntariamente hayan prestado su consentimiento.
Hay nueve órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos que supervisan la aplicación y control de los principales
tratados internacionales de derechos humanos:
- Comité de Derechos Humanos (CCPR)
- Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR)
- Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD)
- Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW)
- Comité contra la Tortura (CAT)
- Subcomité para la Prevención de la Tortura (SPT)
- Comité de los Derechos del Niño (CRC)
- Comité para la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (CMW)
- Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad (CRPD)
- Comité contra las Desapariciones Forzadas (CED)

Todos ellos, son mecanismos que ya no solo promocionan, sino que, específicamente, controlan la aplicación de los convenios.

Mecanismos de control y aplicación de los Convenios sobre Derechos Humanos:

 PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS:

El Pactos de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, tiene un doble mecanismo de control; uno del mecanismo de
control se encuentra establecido por el propio Pacto de Derechos Civiles y Políticos (Comité de Derechos Humanos); y el otro, se
da en el marco de uno de sus Protocolos Facultativo (Mecanismo 1503).

 COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS => previsto en el PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS.
Es el órgano de máxima competencia para interpretar el alcance y el significado del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y sus dos protocolos facultativos. Dicha función, se ejercita a través de distintos procedimientos, pero
fundamentalmente a través de los “comentario u observaciones generales”, donde se define el sentido que se le atribuye a cada
uno de los derechos reconocidos.

El Comité de Derechos Humanos es el órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos por sus Estados Partes.

Su sede se encuentra en Ginebra (Suiza).


Se encuentra compuesto por 18 miembros; quienes desempeñan sus funciones a título personal.
La elección se realiza en una reunión de los Estados Partes convocada a tal efecto por el Secretario General de la ONU, en base a
una lista elaborada por el secretario sobre la base de los candidatos propuestos por los Estados.
En la elección se tendrán en cuenta la distribución geográfica equitativa y la representación de las diferentes formas de
civilización y de los principales sistemas jurídicos.
Duran 4 años en sus funciones y son reelegibles.
Procedimientos:
1. Informes gubernamentales periódicos:
Son el resultado de la obligación genérica que el Pacto impone a los Estados de “presentar informes sobre disposiciones que
se hayan adoptado y que den efecto a los derechos reconocidos por el Pacto y sobre el proceso que hayan realizado en
cuanto al goce de sus derechos”.
Todos los Estados Partes están obligados a presentar informes periódicos al Comité sobre cómo se aplican los derechos.
Estos informes deben ser presentados cada vez que el Comité así lo solicita. Este órgano estudia los informes remitidos por
los Estados y transmite sus propios informes y sus comentarios generales a los Estados Partes, los cuales, a su tiempo,
pueden hacer observaciones.

Además de la elaboración de los informes; el Comité puede resolver sobre dos cuestiones:
a) Generales => Denuncias Intergubernamentales.
b) Particulares => Denuncias Individuales => MECANISMO 1503.-

2. Denuncias intergubernamentales:
Se da por la denuncia presentada por un Estado Parte contra otro, referida a una presunta violación por éste último de las
obligaciones que les impone el Pacto.
Este procedimiento solo puede iniciarse cuando el Estado denunciante y el denunciado hayan aceptado la competencia del
Comité (art. 41).
Cualquiera de los Estados partes podrá someter la cuestión a consideración del Comité, el que va a intervenir después de
cerciorarse que se han interpuesto y agotado todos los recursos de jurisdicción interna.
Por lo tanto, el Comité interviene en el caso de que los Estados no hayan llegado a una solución por contacto directo. De
intervenir, este órgano elaborará un informe en el que dirá se si llegó a un una solución.
Si un asunto remitido al Comité no se resuelve satisfactoriamente para las partes, el Comité, previo consentimiento de ellas,
podrá nombrar una Comisión Especial de Conciliación, la que ofrecerá sus buenos oficios para arribar a una solución
amistosa. Tiene un plazo máximo de 12 meses para estudiar el tema, luego elevará un informe al Comité para su transmisión
a los estados interesados.

3. MECANISMO 1503 = Denuncias individuales => Previstas en el PROTOCOLO FACULTATIVO PRIMERO (No en el Pacto).
La competencia del Comité se aplica a todos aquellos Estados que lleguen a ser Parte en el Protocolo Facultativo.
Este mecanismo, admite la posibilidad de que la denuncia pueda ser presentada por cualquier persona que alegue una
violación de cualquiera de los derechos políticos enumerados en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, por parte de un
Estado que sea, al mismo tiempo, Parte del Pacto “y” del Protocolo.
Se trata de un mecanismo que funciona con el carácter cuasi-jurisdiccional; es decir, un individuo o grupo de personas puede
presentar una denuncia ante el Comité y éste, eventualmente, tomará el caso y, posteriormente dictará un informe. Es cuasi
jurisdicción porque el Comité es un órgano que NO cuenta con jurisdicción propiamente dicha, sino que solamente se
limitará a establecer, a través de una serie de estudios, si un determinado Estado violó -o no- una serie de derechos humanos
previstos en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos específicamente (no cualquier derecho).

Para que una denuncia sea admisible y pueda llegarse al Comité de Derechos Humanos; la misma:
- No debe ser anónima;
- No debe ser contraria a los principios del Pacto y de la ONU;
- Debe estar bien fundada;
- NO debe haber sido sometida con anterioridad a otro sistema de protección de los derechos humanos; es decir, de
llevarse el caso ante el Comité de Derechos Humanos, debe probarse de que la cuestión NO genera litis pendentia
internacional. De admitirse esta posibilidad, implicaría que un mismo Estado deba defenderse dos veces por la misma
cuestión.
- Se deben haber agota los recursos de jurisdicción interna. No es posible recurrir a la instancia internacional si,
previamente, no se justifica que se ha agotado la vía interna de la jurisdicción local; salvo, que se demuestre que NO se
tiene forma de agotar la vía más allá de lo ya hecho (ver Bolilla 9). Ahora bien, no es una obligación en cabeza de la
víctima justificar el agotamiento de la vía interna, basta con invocar -con un grado de racionalidad- el agotamiento de la
misma, será el Estado denunciado quien deberá probar que NO se agotó la vía interna.
NO hay un plazo establecido para su presentación (diferencia con el Pacto San José de Costa Rica en el sistema
interamericano).
Tras la recepción de la denuncia se corre traslado al Estado interesado, tiene seis meses para presentar por escrito las
explicaciones o declaraciones en las que se aclare el asunto y se señalen las medidas que haya adoptado.
El procedimiento tiene carácter confidencial. El examen del asunto finaliza con una decisión del Comité en la que se
pronuncia sobre la violación. En los informes que los Estados presentan al Comité deben incluir una referencia a la forma en
que han dado cumplimiento a dicha decisión.

El examen del asunto finaliza con una decisión del Comité en la que se pronuncia sobre la violación o no.

 PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES:

 Consejo Económico y Social - ECOSOC - => Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
El Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales NO creó ningún órgano de control, se limitó a asignar dicha función al
ECOSOC.
No obstante ello, el ECOSOC creó en 1985 el COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES (CDESC) como
órgano paralelo al Comité de Derechos Humanos.
Este Pacto, solo contempla el control basado en los informes periódicos presentado por los Estados; es decir, a diferencia del
Pacto de Derechos Civiles y Políticos, en principio, NO prevé la posibilidad de denuncias ni intergubernamentales, ni individuales.

 EL COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES (CDESC)


Es el órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales por sus Estados Partes. El Comité fue establecido bajo la Resolución del ECOSOC 1985/17 de 28 de mayo 1985 para
llevar a cabo las funciones de supervisión asignadas a la Comisión Económica y Social (ECOSOC) de la parte IV del Pacto.
Todos los Estados Partes están obligados a presentar informes periódicos al Comité sobre cómo se aplican los derechos. Los
Estados deben presentar el primer informe dos años después de la aceptación del Pacto y luego cada cinco años. El Comité
examina cada informe y expresa sus preocupaciones y recomendaciones al Estado Parte en forma de "observaciones finales".

Además del procedimiento de presentación de informes, el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales , que entró en vigor el 5 de mayo de 2013, establece la competencia del Comité para recibir y
considerar comunicaciones de individuos que aleguen que sus derechos en virtud del Pacto han sido violados.

El Comité también puede, bajo ciertas circunstancias, llevar a cabo investigaciones sobre violaciones graves o sistemáticas de
cualquiera de los derechos económicos, sociales y culturales enunciados en el Pacto, y examinar comunicaciones entre Estados.

 Comité de Expertos.
Este órgano, encuentra una relaciona con el criterio evolutivo de los derechos humanos.
Tiene a su cargo la emisión de las “observaciones generales”; es decir, la interpretación que el Comité de Expertos realice sobre
el criterio evolutivo o alcance de cada uno de los artículos del Pacto de Derecho Civiles y Políticos.
Esto es, sobre que entiende Naciones Unidas sobre los derechos contemplados en el pacto (es la fuente que ha de tenerse en
cuenta al momento de reclamar un derecho en cualquier juicio).

C) DERECHO INTERAMERICANO DE LOS DERECHO HUMANOS. DECLARACIONES Y CONVENCIONES.

Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos (Sistema Regional).-


El sistema interamericano de protección de derechos humanos, es un sistema contemporáneo al de Naciones Unidas. Es un
sistema que supone un complejo de normas, principios e instituciones concebidas como los instrumentos idóneos a los que los
individuos pueden acudir a los fines de obtener la tutela de los derechos que se han visto afectados por conductas violatoria a
los tratados americanos sobre derechos humanos.
Es un sistema regional de protección a los derechos humanos; y se desenvuelve en el marco de la Organización de Estados
Americanos (OEA).
Dentro de este sistema de protección de derechos humanos, se debe distinguir:
- La protección basada en la Carta de la OEA, y otros instrumentos anexos => se aplica a todos los Estados miembros de la OEA.

- La protección basada en la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) y sus protocolos => es aplicable solo a los
Estados partes de la CADH.

DECLARACIONES Y CONVENCIONES => Instrumentos de Protección de Derechos Humanos.-

Son varios los instrumentos, en el Sistema Interamericano, que hacen referencia a los derechos humanos:

- CARTA DE LA OEA (Carta de Bogotá), por medio de la cual fue creada la OEA (1948);
- Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre -DADDH- (1948);
- Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer;
- Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer.

- Estatuto de Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH- (1960).


- CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS -Pactos de San José de Costa Rica / CADH- (1969); mediante este
instrumento, se crea un organismo de carácter jurisdiccional o judicial: Corte Interamericana de Derechos Humanos.
- Protocolo Adicional a la CADH en materia de Derecho Económicos, Sociales y Culturales -Pacto de San Salvador- (1988);
- Protocolo a la CADH relativo a la Abolición de la Pena de Muerte (1990);
- Convención Interamericana sobre desaparición Forzada de Personas;
- Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura; entre otros.

Al momento de la sanción de la CARTA de la OEA, no se había previsto ninguna institución que se encargara de la protección y
promoción de los derechos humanos.

Esta situación fue subsanada con la creación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1959; sin embargo, en el
Estatuto de 1960, la CIDH, era definida como una entidad autónoma de la OEA, con la sola función de promover los derechos
humanos; es decir, solo podía realizar estudios, informes y recomendaciones a los Estados Miembros de la OEA sobre la
adopción de medidas que favorecieran a los derechos humanos y, eventualmente, recibir y examinar peticiones individuales
relativas a violaciones de determinados derechos establecidos en la DADDH. Contemplaba entonces la función de promover y
defender los derechos humanos, pero utilizando como base un instrumento que carecía de naturaleza convencional y carácter
vinculante.

No fue hasta 1967 con la reforma de la Carta de Bogotá, que se otorga a la CIDH la condición de órgano de la OEA (Protocolo de
Buenos Aires del 1967).

Es decir, si bien la Carta de la OEA, establecía como uno de sus órganos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, éste
órgano, por sí mismo (desde 1959 a 1967) funcionó como un órgano de promoción y de pseudo-control de violación de derechos
humanos. Era, fundamentalmente, un órgano con funciones acotadas.

La CIDH, en principio, solo tenía cierta participación mediante la promoción de derechos humanos, más NO tenía la posibilidad de
aplicar normas y llevar adelante investigaciones en contra de los Estados que incurrían en las violaciones a los derechos
humanos.

La DECLARACIÓN AMERICANA de DERECHOS y DEBERES del HOMBRE fue el primer instrumento aprobado en el seno de la
organización internacional relativo, específicamente, a la protección de los derechos humanos. La Declaración se conforma por
38 artículos, de los cuales surgen 27 derechos y 11 deberes. Dentro de los derechos recogidos, se encuentran tanto los derechos
civiles y políticos como también los derechos económicos, sociales y culturales; es donde se plasman la materia de los derechos
civiles y políticos del sistema interamericano por primera vez. Además, los derechos se reconocen a todo ser humano, sin
distinción de raza, sexo, idioma, credo, ni otro alguno.

Si bien, la DADDH fue el primer gran instrumento sobre la protección de derechos humanos, al surgir de una resolución de una
Conferencia Internacional Americana (y no de una convención), carecía de carácter vinculante.

Por ello, se tornó necesario un sistema que tenga carácter vinculante; al igual que en el sistema de Naciones Unidas, era
necesario trabajar en la formación de un instrumento jurídico que contemple la característica de ser vinculante.
En el sistema interamericano de derechos humanos, se llegó a un acuerdo para lograr un tratado de derechos humanos;
producto de ese acuerdo, surge entonces la CONVENCIÓN AMERICANA sobre DERECHO HUMANOS (CADH). Este instrumento,
además de plasmar los principales derechos que se consideraron necesarios, básicos y fundamentales, crea un Tribunal
Interamericano -específicamente- de Derechos Humanos, nace así la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

(*) Cabe aclarar que, NO EXISTE una CORTE “INTERNACIONAL de DERECHOS HUMANOS”; en el marco de las Naciones Unidas, no
se contempla un órgano jurisdiccional que atienda las cuestiones derivadas de la violación a los derechos humanos. Lo que, son
Cortes regionales.
Solamente, dentro de los grandes sistemas regionales de protección de “derechos humanos” hay tres grandes Cortes:
- Tribunal Africano de los Derechos Humanos y de los Pueblos;
- Corte Europea de los Derechos Humanos;
- Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Solamente esos tres tribunales entienden y llevan adelante procesos por violación a los derechos humanos contemplados en sus
respectivos instrumentos: Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos; Convenio de Roma y la Convención Americana
sobre Derechos Humanos.

PRINCIPALES INSTRUMENTOS EN PARTICULAR

LA CARTA DE BOGOTÁ

La Carta que la OEA no trata de manera específica la temática de los derechos humanos sino que sólo contiene algunas breves
referencias a ellos en el preámbulo y en su articulado.

En el preámbulo manifiesta: “[…] Seguros de que el sentido genuino de la solidaridad americana y de la buena vecindad no puede
ser otro que el de consolidar en este Continente, dentro del marco de las instituciones democráticas, un régimen de libertad
individual y de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del hombre; […]”

Menciona a los derechos humanos en los principios de la organización en el Art. 3 - L): Los Estados americanos reafirman los
siguientes principios: […] Los Estados americanos proclaman los derechos fundamentales de la persona humana sin hacer
distinción de raza, nacionalidad, credo o sexo. […]

Finalmente entre los derechos y deberes fundamentales de los Estados el Art. 17 proclama: Cada Estado tiene el derecho a
desenvolver libre y espontáneamente su vida cultural, política y económica. En este libre desenvolvimiento el Estado respetará los
derechos de la persona humana y los principios de la moral universal.

Al momento de la sanción de la Carta de la OEA NO se había previsto ninguna institución que se encargara de la promoción y de
la defensa de los derechos humanos. Situación que se revierte con la creación de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos en 1959 y posterior incorporación como órgano central de la OEA.

LA DECLARACIÓN AMERICANA DE LOS DERECHOS Y DEBERES DEL HOMBRE -DADDH-

Fue adoptada durante la Novena Conferencia Internacional Americana en el año 1948. Siendo el primer instrumento
internacional relativo la Protección de los Derechos Humanos que se aprobaba en el seno de la Comunidad Internacional.

La Declaración Americana establece que la protección internacional de los derechos del hombre debe ser guía principalísima
del derecho americano en evolución.

La Declaración está compuesta por 38 artículos divididos en 2 capítulos, en los que se recogen 27 derechos y 11 deberes.

Dentro de los derechos se encuentran tanto derechos civiles y políticos como derechos económicos, sociales y culturales; de
manera tal que, en este instrumento internacional, se proclama la indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos.
Ello significa que no existe una categoría de derechos que tenga mayor jerarquía que la otra. Los derechos se reconocen a todo
ser humano sin distinción de raza, sexo, idioma, creído, ni otro alguno.

El artículo 28 establece que, el alcance de los derechos reconocidos en la declaración encuentra su límite en los derechos de los
demás, la seguridad de todos y las justas exigencias del bienestar general y del desenvolvimiento democrático.

Esta limitación solo puede ser fijada por una ley con el objetivo de proteger a terceros y satisfacer las exigencias del interés
general y del desenvolvimiento democrático.
Reconoce algunos los siguientes DERECHOS:

- Derechos civiles y políticos:


- A la vida, a la libertad y al Integridad personal
- Igualdad ante la ley
- Libertad religiosa y de culto
- Libertad de investigación, opinión, expresión y difusión
- Protección a la honra, reputación personal y la vida privada y familiar
- Constitución y protección de la familia
- Protección de la maternidad y a la infancia
- Residencia y tránsito
- Inviolabilidad del domicilio
- A la justicia
- De nacionalidad
- Sufragio y de participación en el gobierno
- A la preservación de la salud y el bienestar
- De reunión, asociación y propiedad
- De asilo.

- Derechos económicos, sociales y culturales:


- Al educación
- A los beneficios de la cultura
- Al trabajo y a una justa retribución
- Al descanso y a su aprovechamiento
- A la seguridad social.

E impone los siguientes DEBERES:


- Ante la sociedad

- Para con los hijos y los Padres

- De instrucción

- De sufragio

- De obediencia a la ley

- De servir a la comunidad y a la nación

- De asistencia y seguridad sociales

- De pagar impuestos

- De trabajo

- Abstenerse de actividades políticas en país extranjero


LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS –CADH-

Fue adoptada por la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos celebrada en la ciudad de San José de Costa
Rica en el año 1969. Sin embargo, dicho instrumento entró en vigor una década después en el año 1978, y para nuestro país entró en
vigor en 1984.
El Pacto de San José se refiere principalmente a los derechos civiles y políticos, conteniendo sólo una breve referencia a los derechos
económicos, sociales y culturales en su art. 26, porque esta clase de derechos ha sido objeto de un instrumento específico: el
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos para la Promoción de derechos económicos, sociales y
culturales (Protocolo de San Salvador de 1988).

Ahora bien, NO todos los artículos de este Protocolo Facultativo de San Salvador son de aplicación directa por parte la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Es decir, la Corte, en la actualidad NO tiene competencia sobre la aplicación de todos los
artículos previstos es este anexo a la CADH.

El caso particular de Argentina, se ha hecho reserva al art. 21 de la CADH que, de alguna manera, limitan la aplicación de la
Convención. El art. 21 atiende al derecho de propiedad y, en cuanto al mismo, la Argentina no aceptará ningún tipo de jurisdicción
que tienda analizar las políticas públicas sobre la propiedad privada.

Se debe tener cuidado cuando se analiza la aplicación de un tratado; pues como la Constitución Nacional establece “en las
condiciones de su vigencia” (art. 75, inc. 22), significa que podrá esgrimirse la aplicación de un determinado tratado en las
condiciones de su vigencia materiales (se debe ver si tiene alguna reserva), temporales y personales.

En resumen, con la CADH se establece un régimen particular para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y se crea la
Corte Interamericana de Derechos Humanos; y con ello, un completo sistema de protección interamericana para derechos humanos.

La CADH está organizada en tres partes:

1) Hace referencia a los deberes de los Estados y los derechos protegidos: comprende los primeros 5 capítulos que se refieren:

a) Los DEBERES DE LOS ESTADOS

 Con respecto a los DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS:


- Obligación de respetar los derechos consagrados en la CADH (art. 1): implica un deber positivo para el Estado. Supone
que todo el aparato gubernamental está organizado de manera que sus órganos sean capaces de asegurar
jurídicamente a los individuos el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos.
- Obligación de adoptar las disposiciones de derecho interno (art. 2): impone a los Estados el deber de adecuar su
derecho interno a las normas de la propia Convención, para garantizar así los derechos consagrados en ella.

 Con respecto a los DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES:


- La Convención, en el art. 26, prevé una obligación de derecho progresivo. Esto implica que los Estados se comprometen
a adoptar disposiciones de derecho interno o mediante cooperación internacional, para lograr progresivamente la
plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales.
(Ello lo ratifica el Protocolo de San Salvador, y agrega el deber de no discriminación).

b) Los DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS:


Alguno de los derechos reconocidos en el Pacto, son:
- Al reconocimiento de la personalidad jurídica
- A la vida y a la integridad personal
- Prohibición de esclavitud y servidumbre
- Libertad personal, de pensamiento y expresión
- Protección a la familia
- A la nacionalidad
- A la propiedad privada
- De circulación y residencia
- Igualdad ante la ley
c) Los DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES:
Encuentran su regulación completa en el Protocolo de San Salvador.
Entre ellos:
- Derecho al trabajo
- Condiciones Justas, Equitativas y Satisfactorias de Trabajo
- Derechos Sindicales
- Derecho a la salud
- Derecho a un Medio Ambiente Sano
- Derechos a la alimentación
- Derechos a la educación.

d) La SUSPENSIÓN DE GARANTÍAS, INTERPRETACIÓN y APLICACIÓN


Limitaciones a los derechos
El Pacto de San José establece limitaciones para los derechos consagrados en él. Pero estas limitaciones solo pueden ser
establecidas por una ley que se dicte por razones de interés general (art. 30). En ningún caso los dispositivos de la
Convención pueden interpretarse en el sentido de que permitan la supresión del derecho en cuestión o su limitación en
mayor medida que lo previsto por la Convención Americana, una ley interna, la Declaración Americana (art. 29).

Suspensión de los derechos


Los derechos consagrados en el Pacto no son absolutos, pueden ser suspendidos cuando se den los requisitos previsto en el
art. 27:
- Situación: de guerra, peligro público u otra emergencia;
- Gravedad: que dicha situación amenace la independencia o la seguridad del Estado;
- Limitación: la suspensión de los derechos debe serlo en la medida y por el tiempo estrictamente limitado a las exigencias
de la situación;
- Compatibilidad: se requiere que la suspensión de los derechos no sea incompatible con las demás obligaciones de
derecho internacional vigente para el estado;
- No discriminación: es necesario que las medidas no entrañen discriminación fundada en motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión origen social.
Existen ciertos derechos que no son susceptibles de suspensión (ej. derecho a la vida, protección de la familia, el derecho al
nombre, nacionalidad, integridad personal, prohibición de esclavitud y servidumbre, entre otros)

- Además, la propia CADH establece que es posible la incorporación de nuevos derechos (art. 31) a través de los mecanismos
previstos en el mismo cuerpo normativo (art. 76 y 77); con ello, se hace referencia a la enmienda de la Convención y a la
adopción de Protocolos Adicionales.
- Lo mismo sucede con el art. 29 de la misma, por el cual se establece una pauta general, que actúa como una clausula
puente a los fines de que, los derechos humanos entendidos en el sistema interamericano, o bien, el alcance de los
derechos humanos establecidos en la Convención Americana de Derechos Humanos, pueden complementarse con la
Convención Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.

e) Los DEBERES DE LAS PERSONAS.

2) Contempla los mecanismos de protección de los derechos humanos: reúne en 4 capítulos la enunciación de los órganos
competentes: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sus
funciones particulares y procedimientos y las disposiciones comunes a ambos órganos.

3) Reúne las disposiciones generales y transitorias: contempla en 2 capítulos todas las normas relativas a la firma, ratificación,
reserva, enmienda, protocolo y denuncia de la CADH (Convención Americana sobre Derechos Humanos), las disposiciones
transitorias de funcionamiento de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) y la CtIDH (Corte Interamericana de
Derechos Humanos).
FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS.

Mecanismos de Promoción

Básicamente se logra la promoción de los derechos humanos, mediante todo el mecanismo complejo que presentan los órganos que
integran el sistema; tanto la Comisión como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, constantemente generan acciones
directamente a promover el respeto de los derechos humanos.
Independientemente de ello, existe un órgano en el ámbito de la OEA denominado Instituto Interamericano de Derechos Humanos
(IIDH) encargado de promover y generar concientización y capacitación para las personas sobre derechos humanos.

Mecanismo de Protección (*)

El sistema interamericano de protección de derechos humanos es un sistema dual fijado, principalmente, por la Convención
Americana de Derechos Humanos.
La protección a esta gama particular de derechos, se efectiviza, primero, a través de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y, posteriormente, por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Para llegar a la segunda, se debe pasar primero por la primera. Para ello, la propia CADH establece los parámetros y los requisitos
por los cuales se puede acceder al sistema; a lo que debe sumarse los Reglamentos de ambos organismos internacionales; estos
reglamentos se reformando frecuentemente.

 La COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS:

Se encuentra compuesta por 7 miembros; personas de alta autoridad moral y reconocida versación en materia de derechos
humanos.
Son elegidos a título personal por la Asamblea General de la OEA, de una lista de candidatos propuesta por los Estados Miembros de
la Organización.
Duran 4 años en sus funciones y pueden ser reelegidos por una vez.
No pueden formar parte de la CIDH más de un nacional de un mismo Estado.
Además, es un órgano NO permanente, se reúne en sesiones ordinarias 2 veces al año y en sesiones extraordinarias cuando las
circunstancias lo requieran (las sesiones tienen carácter reservado).

La CIDH, conforme a lo dispuesto por su Estatuto, por su Reglamento y por la CADH, tiene una doble competencia y puede intervenir
como:
a) ÓRGANO DE LA OEA (ÓRGANO CONSULTIVO);
b) ÓRGANO DE LA CADH.

 La CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS:

Está compuesta por 7 jueces, elegidos a título personal por lo Estados parte de la CADH; en una reunión de la Asamblea General de
la OEA.
Deben ser nacionales de los Estados miembros de la OEA, con alta autoridad moral, reconocida competencia en la materia de
derechos humanos y reunir las condiciones para el ejercicio de las más elevadas funciones judiciales conforme a la ley del Estado
parte del que sea nacional o del que lo propone.
Duran en sus funciones por un periodo de 6 años con la posibilidad de ser reelegidos por una vez.
Es un órgano NO es permanente, implica que desarrolla sus actividades en períodos de sesiones que pueden ser ordinarios o
extraordinarios. La Corte celebrará tantos períodos de sesiones ordinarias como sean necesarios para el desempeño de sus
funciones. Los periodos extraordinarios de sesiones serán convocados por la presidencia o a solicitud de la mayoría de los jueces.

Para entender el sistema interamericano, se debe distinguir la protección que encuentra base en la Carta de la OEA, de la que surge
específicamente del Pacto de San José de Costa Rica.
a) PROTECCIÓN BASADA EN LA CARTA DE LA OEA.

La protección según la Carta de Bogotá se da únicamente por la COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS (CIDH).

 “CIDH como Órgano de la OEA”: en este sentido, es un órgano consultivo de la organización en materia de derechos humanos;
tiene atribuciones establecidas en la Carta de la OEA => Competencia sobre TODOS los Estados miembros de la OEA.

Como consultivo órgano de la OEA, la CIDH, tiene facultad para realizar informes sobre la situación de los derechos humanos en un
Estado (cualquiera sea) y, para el caso de los Estados que NO son parte de la CADH, puede recibir peticiones individuales relativas a
denuncias de violaciones de determinados derechos contenidos en la DADDH.

1. Informes sobre derechos Humanos:


Normalmente son realizados cuando se detecta que existen numerosas peticiones individuales contra un determinado Estado.
Para su realización, pueden utilizarse el mecanismo de las observaciones in loco.
Aprobado el proyecto de informe, se transmitirá al Gobierno del Estado en cuestión para que éste realice observaciones que
juzgue pertinente.
Los informes de la Comisión no tienen carácter vinculante, solo son dictámenes. Son publicados.

2. Peticiones individuales:
Se traduce en la atribución de recibir y examinar las comunicaciones que le sean dirigidas.
Se reconoce el derecho de presentar, peticiones individuales referidas a violación de derechos humanos, a cualquier persona,
grupos de personas u organización no gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados miembros de la OEA; y
contra de cualquier Estado miembro.
Es decir:
- Las víctimas de la violación del derecho;
- Representantes de las víctimas;
- O.N.G. en cuyos Estatutos se encuentre legitimación para generar este tipo de presentaciones.

Las peticiones versan sobre determinados derechos reconocidos por la DDDH -No sobre derechos contemplados en la DADH- (ej.
igualdad ante la ley; derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad; derecho a un proceso regular; libertad de opinión,
investigación, expresión y difusión; entre otros).

Procedimiento
Recibida la petición, la Comisión, verificará que se hayan cumplimentado con los requisitos previstos en el Reglamento, los cuales
son:
- identificación del denunciante;
- Identificación de la víctima;
- relación de hechos;
- autoridades que hayan conocido de la presunta violación;
- identificación del estado al que se considera responsable; y
- referencia a la existencia de causales de inadmisibilidad.

Causales de inadmisibilidad, son:


- La duplicación de procedimientos internacionales;

- El carácter manifiestamente infundado o improcedente la petición;


- Falta de agotamiento de los recursos internos del Estado contra el que se presenta la petición;
Por lo tanto, se deben lograr el agotamiento de los recursos internos del Estado. Es un requisito fundamental, de carácter
procesal, que se debe acreditar para lograr el acceso al sistema interamericano. Basta con enunciar que se agotó la vía
interna; pues, se invierte la carga probatoria y, por lo tanto, es el Estado quien debe demostrar que NO se agotó la vía, y
que había un recurso efectivo en el sistema interno y que podría haber sido utilizado para esgrimir su derecho.
- Que fuera presentada fuera del plazo.
Se impone a toda petición que pretende ser elevada a la CIDH un requisito temporal, consistente en que toda petición debe
ser formulada con un plazo máximo de 6 meses desde el agotamiento de la vía interna que se cuenta a partir del día de la
notificación, lo cual debe ser demostrado.

Además, la Comisión, tomará en consideración que la cuestión presentada, NO implique la aplicación de la doctrina de la cuarta
instancia, sino una violación independiente de la Convención Americana o, en concordancia, de la Declaración de Derechos y
Deberes del Hombre, o del Protocolo de San Salvador, etc.

Una vez admitida la petición, se inicia el procedimiento de fondo, por el cual la CIDH podrá adoptar una decisión:
- Si establece que no hubo violación, lo manifestará el informe de fondo y los publicada e incluirá en el informe anual a la
Asamblea General;
- Si, por el contrario, establece que existió una o más violaciones preparará un informe preliminar con las propuestas y
recomendaciones que estime pertinente y lo transmitirá al Estado en cuestión otorgándole un plazo para la adopción de
medidas destinadas a cumplir con las recomendaciones (Sin posibilidad de hacer llegar el caso a la Corte Interamericana).

b) PROTECCIÓN BASADA EN EL PACTO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA => CADH

La CADH estableció dos organismos con funciones diferenciadas:

1) La COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS => cuya finalidad es la de promover la observancia y la defensa de los
derechos humanos.

 “CIDH como Órgano de la CADH”: es un órgano competente para conocer los asuntos relacionados con el cumplimiento de los
compromisos contraídos por los Estados Parte de, específicamente, la CADH => Atribuciones solo sobre los Estados Parte del
Pacto de San José de Costa Rica (CADH).

CIDH como órgano de la CADH: cuenta con las siguientes atribuciones:

1. Recibir peticiones (denuncias) individuales:

El trámite es similar al que se lleva a cabo en el trámite peticiones individuales de Estados que NO son parte de la CADH (CIDH
como órgano de la OEA), con una variación sustancial, la cual consiste en la alternativa, con la que cuenta la CIDH de someter
el caso ante la Corte Interamericana siempre y cuando el Estado contra el que se tramita la petición haya aceptado la
competencia de este último organismo.
Es decir, la CIDH, en aquellos casos en que determine que han existido una o más violaciones, y luego de remitir el informe
con las propuestas y recomendaciones que estime pertinente y trasmitirlo al Estado en cuestión otorgándole un plazo para la
adopción de medidas destinadas a cumplir con las recomendaciones, podrá solicitar al peticionario que manifieste su posición
respecto del sometimiento del caso ante la Corte Interamericana.
Si la CIDH, entiende que el Estado NO ha cumplido con sus recomendaciones someterá el caso ante la Corte Interamericana
(situación que no se da en los supuestos de peticiones individuales basadas en la Carta de la OEA).

2. Comunicaciones entre Estados:

Todo Estado parte de la CADH, puede aceptar la competencia de la Comisión para recibir y examinar comunicaciones en las
que un Estado parte alegue que otro Estado parte ha incurrido en violaciones de los derechos consagrados en la Convención
(art. 45). Hasta la actualidad, la CIDH no ha conocido ningún caso de comunicaciones entre estados.
De lo expuesto, pueden presentar denuncias ante la CIDH:
- Los Estados;
- Las personas físicas víctimas de la violación de los derechos contemplados en la CADH; puede tratarse de:
- Víctimas directas; es decir, la propia persona que sufrió la violación y sus familiares directos.
- Victimas indirectas; son aquellos que no tienen un vínculo afectivo o parental con las víctimas directas, pero que no
obstante ello, han sido afectados por la violación a su derecho. Es un concepto utilizado sobre todo en los conflictos
colectivos.
Solo las personas físicas están legitimadas para estar representadas en el sistema, no alcanza a las personas jurídicas, sin
embargo, podría constituirse en actor dentro del sistema interamericano los accionistas de la persona jurídica, pero NO en
representación de la sociedad, sino por una violación a su derecho particular.

2) La CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS => es un organismo judicial encargado de resolver los casos en los que se
plantee la existencia de una violación a un derecho consagrado en la CADH u otro instrumento que le otorgue competencia a las
Corte.

La Corte tiene una doble competencia:

- COMPETENCIA CONTENCIOSA:
Puede conocer cualquier caso que le sea sometido relativo a la interpretación y aplicación de las disposiciones de la CADH u
otro instrumento que le otorgue tal competencia.
Es decir, para que la Corte pueda conocer un caso, es necesario que el Estado en cuestión haya realizado una declaración en la
que reconoce como obligatoria de pleno derecho y sin convención en especial a la competencia de la Corte para conocer en los
casos relativos a la interpretación o aplicación del Pacto. Dicho reconocimiento en puede ser incondicionalmente o bajo
condición de reciprocidad, por un plazo específico para casos determinados.
Solo pueden acceder a la Corte Interamericana de Derechos Humanos los Estados parte de la CADH que haya reconocido su
competencia y la CIDH. En la actualidad, se ha fortalecido el papel de la persona humana en un proceso internacional de
derechos humanos, reconociéndoseles un rol más activo en el trámite judicial a los representantes las presuntas víctimas.

Procedimiento:
Surge de la CADH (art. 66 y 69), del propio Estatuto de la Corte (art. 23 y 25) y de los Reglamentos de la misma.

1. La Primera Etapa de carácter escrito consiste en la presentación de los escritos que tienen por objeto la introducción de la
causa a la Corte.
El trámite comienza con el sometimiento del caso a la Corte mediante su presentación en la Secretaría en uno de los
idiomas de trabajo de la Corte (español, francés, inglés y portugués).
Supone la presentación del informe del art. 50 de la CADH, con una relación de los hechos supuestamente violatorios y la
identificación de las presuntas víctimas.
Luego de realizado un examen de admisibilidad, la demanda es notificada al Estado y a las presuntas víctima.
Las presuntas víctimas cuentan con un plazo improrrogable de 2 meses para presentar su escrito de solicitudes, argumentos
y pruebas. Escrito que es transmitido al Estado para que en el plazo improrrogable de 2 meses presente su escrito de
contestación de la demanda y del escrito de solicitudes, argumentos y pruebas. Además el Estado en este escrito podrá
oponer excepciones preliminares.
2. La Segunda Etapa es de carácter oral. Consiste en la realización de audiencias con el objeto de escuchar a peritos, testigos y
declarantes.
Además se escuchan los alegatos de la CIDH, las presuntas víctimas y del Estado.
3. La Tercera Etapa: es de carácter escrito, está destinada a ofrecer la oportunidad al estado, a la CIDH y a las presuntas
víctimas de presentar alegatos finales escritos sobre el caso.

El fallo que resulte del procedimiento será definitivo e inapelable; sólo cabe el recurso de aclaratoria cuando existan
desacuerdo sobre el sentido o alcance que debe otorgarse a la sentencia.
Cuando la Corte decida que ha existido violación a un derecho consagrado en la CADH, dispondrá que se garantice a la víctima
el goce del derecho afectado.

Si bien, los Estados se comprometen a cumplir con las decisiones adoptadas por la Corte Interamericana, cuando un Estado no
cumpla con una sentencia, será señalado de manera especial por dicho organismo en el informe que anualmente eleva a la
Asamblea General de la OEA; de esta manera, si apela a la sanción social como un medio de obtener el cumplimiento de las
decisiones adoptadas en el marco de un proceso destinado a la protección de derechos humanos.
- COMPETENCIA CONSULTIVA:
Puede brindar su opinión acerca de la interpretación que debe acordarse a la CADH u otros instrumentos de protección de los
derechos humanos, o bien, sobre la compatibilidad de una disposición de derecho interno y los mencionados instrumentos
internacionales.
Es a través de esta función que la Corte Interamericana ha influido en el desarrollo progresivo del derecho internacional
americana, especialmente lo que se refiere a la materia de derechos humanos.
Las opiniones consultivas pueden ser solicitadas por cualquier Estado Miembro de la OEA, y también por los órganos de dicha
Organización, en el marco de su competencia (el artículo 64.1 de la CADH establece que podrán consultarla los órganos
enumerados en el Capítulo 10 de la Carta de la Organización de Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos
Aires): la Asamblea General, la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Interiores, el Consejo Permanente, Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, la Secretaría General, entre otros.

Procedimiento:
Una vez recibida la solicitud de opinión, esta será transmitida a los Estados Miembros de la OEA, a la CIDH, al Consejo
Permanente, al Secretario General y a cualquier otro órgano de la OEA con competencia en la materia de que se trate, a los
efectos de que formulen las observaciones que crean convenientes.
Finalizada la etapa escrita, la CtIDH considerará si es conveniente la apertura del procedimiento oral, en cuyo caso fijará una
audiencia.
La emisión de la opinión consultiva debe ser razonada y debe reflejar la opinión unánime de los jueces. Caso contrario,
cualquiera de ellos tendrá el derecho de agregar un voto individual o un voto disidente. La opinión consultiva podrá ser leída en
público.

El Estado en cuestión, podrá esgrimir como excepción, todas las causales de inadmisibilidad previstas; sin embargo, podrá también
esgrimir como excepción la Vigencia de la Convención (*).

La CIDH y la Corte, en principio, son competentes para conocer en aquellos casos sucedidos con antelación a la entrada en vigor de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Argentina reconoció la Competencia de éstos organismos en marzo de 1984).

Sin embargo; la Comisión, tiene un plus que la Corte no tiene:


- A la Comisión se puede acceder mediante la CADH, o bien, DADDH.
- En cambio, a la Corte Interamericana, solamente se accede por la violación a la CADH.

Sin embargo, hay un juego a tenor del art. 29 de la DADDH por el cual jurisprudencia de la Corte Suprema ha fijado lo que se conoce
como el criterio de violación de la Convención de efecto continuado progresivo; significa que, a pesar de que un hecho se dio antes de
la entrada en vigencia de la Convención Americana, la Corte Interamericana será competente, porque los efectos de ese hecho se
proyecta después de la fecha de entrada en vigor de la misma.

Podría decirse que, todo el sistema interamericano está hecho para que NO sea fácilmente acceder al mismo. NO se puede
pretender llegar al sistema interamericano por haber perdido un juicio, pretendiendo utilizar los mismos mecanismos recursivos con
los que se reclama en el sistema interno nacional.

Se llega al sistema interamericano, principalmente por el art. 8 y 25 de la CADH (debido proceso y recursos efectivos o de garantías
judiciales).

De lo contrario, el Estado esgrimirá la doctrina de la cuarta instancia; básicamente, significa que NO se debe llegar al sistema
interamericano como por un recurso más, sino porque en el proceso concreto se ha violado un derecho contemplado en el Pacto de
San José de Costa Rica.

ORDENAMIENTO JURÍDICO SOBRE DERECHOS HUMANOS EN EL DERECHO ARGENTINO.

La vigencia el ordenamiento jurídico internacional sobre derechos humanos encuentra fundamento en dos principios distintos:
- Normativa jurídica internacional:
De acuerdo a la teoría monista del derecho, se entiende que el ordenamiento jurídico es uno solo, prevaleciendo las reglas
jusinternacionales sobre las del derecho estatal; es un principio cristalizado en la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho
de los Tratados, de Viena 1969.

- Dispositivo de la Constitución Nacional.


ARTÍCULO 75.- Corresponde al Congreso:
[…]
22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con
la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
- La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre;
- la Declaración Universal de Derechos Humanos;
- la Convención Americana sobre Derechos Humanos;
- el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
- el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo;
- la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio;
- la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial;
- la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer;
- la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes;
- la Convención sobre los Derechos del Niño;

en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta
Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. […].

Esta segunda parte de este artículo, como es de notar, incorpora con jerarquía constitucional a 11 instrumentos internacionales de
los derechos humanos. Todos ellos, además de ser jerárquicamente superiores a las leyes, se encuentran en el mismo plano que la
Constitución.
Aunque no se encuentran insertados en ella, integran el bloque de constitucionalidad; es decir, un conjunto normativo que parte de
la Constitución, y añade y contiene disposiciones, principios y valores que son materialmente constitucionales fuera del texto de la
misma.
El bloque de constitucionalidad puede achicarse o agrandarse de conformidad con lo dispuesto en la última parte del artículo 75, inc.
22:
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las
dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.

Esta potestad ha sido utilizada para incorporar al bloque la Convención sobre la Desaparición Forzada de Personas y la Convención
sobre la Imprescriptibilidad de Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad.

De lo expuesto, respecto esas declaraciones y tratado sobre derechos humanos se establece que:

- Tienen jerarquía constitucional;


- En las condiciones de su vigencia; significa que el tratado debe estar vigente en el ámbito internacional y que, a su vez, deben
tenerse en cuenta las condiciones en que la Argentina se ha obligado en los términos de la ratificación de dichos tratados.
Esta pauta indica que deben respetarse las reservas que nuestro país incluyo en el instrumento mediante el cual llevó a cabo
la ratificación internacional.
- No derogan articulo alguno de la primer parte de la constitución;
- Son complementario de los derechos y garantías reconocidos por la constitución.

Por todo ello, debe interpretarse que las clausulas constitucionales y la de los tratados sobre derechos humanos tienen la misma
jerarquía, son complementarias y, por lo tanto, no pueden desplazarse o destruir se recíprocamente.
Cabe preguntarse, si estos instrumentos Internacionales y los que se puedan incorporar en el futuro forman parte de la Constitución
Nacional:

- Parte de la doctrina se inclina por la respuesta afirmativa sosteniendo que tales tratados son normas constitucionales a tenor
por lo dispuesto por el art 75: tienen jerarquía constitucional. Solo difieren de las demás normas constitucionales en cuanto a su
rigidez, dado que pueden ser denunciados bajo ciertas condiciones.
- En contraposición, se encuentran los que niegan que formen parte de la Constitución, alegando que el citado texto legal al
contener la expresión “tienen jerarquía constitucional”, es claramente indicativo de que tienen tal jerarquía constitucional, pero
que NO forman parte de la Constitución misma.

La expresión “en las condiciones de su vigencia” debe analizarse desde dos perspectivas distintas: la Internacional y la interna, es
decir, por una parte, que el tratado debe estar vigente en el ámbito Internacional y, por la otra, que debe tenerse en cuenta las
condiciones en que la Argentina se ha obligado, esto es, en los términos de la ratificación de dichos tratados. Esto indica que deben
respetarse las reservas que nuestro país incluyo en el instrumento mediante el cual llevo cabo la ratificación internacional.

Para cierto sector de la doctrina, esta expresa aclaración, en caso de conflicto de normas, significaría que la C.N prevalecería sobre la
norma internacional y ésta incluso, podría ser declarada inconstitucional. Más aún, ante cualquier conflicto entre una norma
internacional y una de la C.N prevalecerían las normas constitucionales según el art. 27 de la C.N, que prescribe que los instrumentos
internacionales deben conformarse con los principios de derecho público de la C.N. De allí que la expresión no deroga artículo
alguno de la primera parte de la Constitución, significaría que la jerarquía de tales tratados es inferior a la asignada a la Constitución
por su art. 31.

Parte de la doctrina entiende que la expresión “complementarios” alude a los derechos y garantías de la primera parte de la C.N. El
carácter complementario significa que los tratados tienen carácter reglamentario de los derechos enunciados en la C.N.

Si mediante un tratado internacional no es admisible la derogación de artículo alguno de la C.N, significa que los tratados
internacionales, incluso los referentes a derechos humanos a pesar de tener jerarquía constitucional, se encuentran subordinados a
la Constitución, lo cual no pueden modificar.

Otros, se inclinan por considerar que en materia de derechos humanos la reforma del año 1994 ha seguido una orientación
internacionalista a fin de alcanzar la mayor uniformidad posible en las decisiones, evitando todo apego a soluciones de genius loci
particularista. En este sentido debe interpretarse que las cláusulas constitucionales y las de los tratados sobre derechos humanos
que la misma jerarquía, son complementarias y no pueden desplazarse o destruirse recíprocamente.
BOLILLA Nº 11
RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL.

A) CONCEPTO. FUNDAMENTOS. CONVENCIONES Y PROYECTOS DE CODIFICACIÓN.

En el derecho internacional, todo comportamiento Ilícito (violación de una obligación jurídica internacional vigente) por parte de un
sujeto internacional, origina la responsabilidad de éste.

En un principio, la responsabilidad internacional por esencia es la responsabilidad internacional de los Estados por los actos ilícitos,
es el aspecto más desarrollado por doctrina y jurisprudencia en la teoría de la responsabilidad internacional (es decir, qué sucede
cuando los Estados –que son los sujetos internacionales por antonomasia- son responsables por actos violatorios de una obligación
internacional).
Sin embargo, con posterioridad, se ha expandido el alcance de la responsabilidad que –actualmente- sale de la esfera del Estado y se
expande a la aplicación sobre las organizaciones internacionales y de la responsabilidad internacional de la persona humana. Incluso,
actualmente, hay un análisis respecto a la responsabilidad internacional de las personas jurídicas privadas que actúan en el campo
internacional, aunque no esté prevista aun y, por ello, los tribunales no reconocen la responsabilidad de las personas jurídicas por
violación a los derechos humanos, sino que se realiza una demanda por parte de la persona afectada antes el Estado donde la
persona jurídica tiene su sede principal.

La responsabilidad constituye el núcleo del sistema jurídico internacional y, de ella derivan las consecuencias del acto ilícito
internacional, los derechos y obligaciones que genera, las reparaciones y sanciones.

Tanto el principio de que la violación de una obligación internacional origina la responsabilidad internacional, como el deber de
reparar en forma adecuada el daño causado, han sido aceptados y ratificados en forma pacífica por la doctrina, la jurisprudencia y las
prácticas de los Estados. Por lo tanto, la institución de la responsabilidad internacional se encuentra establecida por el derecho
consuetudinario general.

En los últimos años, han surgido otros análisis dentro del estudio de la responsabilidad internacional, respecto a si corresponde
adjudicarle responsabilidad a los Estados por actos NO prohibidos dentro del derecho internacional; ya no por actor ilícitos (violación
internacional), sino por actos lícitos que eventualmente pueden generar responsabilidad.

No obstante ello, vale adelantar que los tipos de responsabilidad internacional antes mencionados, NO tienen recepción en una
Convención que se encuentre vigente a la feche; NO hay un tratado que establezca el régimen de la responsabilidad internacional.

CONCEPTO DE RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL.

Se habla de responsabilidad por hechos ilícitos, para referir a aquella situación resultante del incumplimiento de una obligación
jurídica internacional por un sujeto del derecho internacional, cualquiera sea la naturaleza de esa obligación y la materia a la que se
refiere.

En materia de la responsabilidad por actos ilícitos, si bien no hay un tratado, existe un Proyecto de tratado. A través de la costumbre
y de la jurisprudencia, se ha utilizado este proyecto de tratado para interpretar el alcance de la responsabilidad del estado por
hechos ilícitos. Donde más se ha avanzado, es en el campo de la jurisprudencia, como fuente indirecta, que progresivamente fue
estableciendo pautas de la que se entiende por responsabilidad internacional.

Al respecto, uno de los primero fallos denominado de “Asunto de la fábrica de Chorzow (demanda de indemnización)”, el Tribunal
de Justicia Internacional, planteo la preexistencia de responsabilidad internacional por violación a una obligación y, a su vez, un
principio por el cual todo daño ocasionado por un Estado por violación a una obligación lleva consigo la necesidad de reparación.
Con ello, nacen dos principios fundamentales de responsabilidad.

En la responsabilidad internacional se habla de violación a la obligación y NO de daño, porque el daño no es un elemento necesario
para ser responsable internacionalmente. Es decir, se puede violar una obligación sin generar daño alguno y ser responsable por la
simple violación a la obligación. En cambio, el daño será un elemento indispensable y de relevancia para establecer la
responsabilidad cuando se trata de responsabilidad por actos NO prohibidos.
En materia de responsabilidad por actos ilícito, la violación a un tratado, a una costumbre o principio internacional, implica la
violación de una obligación; es un concepto abarcativo de los tres tipos de fuente principales que hacen a la obligatoriedad en el
derecho internacional. Por ello, no cabe hablar de violación de una norma, sino de la violación de una obligación internacional.

La Comisión de Derechos Internacional de Naciones Unidas (CDI), después de varios intentos -entre ellos Proyecto 1996-, aprueba
en el año 2001 el Proyecto de Convención o Proyecto de codificación sobre la responsabilidad internacional de los Estados por
hechos ilícitos, conocido como “Proyecto 2001”; el cual cuenta con 59 artículos insertados en 4 partes:
1) El hecho internacionalmente ilícito del Estado;
2) Contenido de la responsabilidad internacional;
3) Modos de hacer efectiva la responsabilidad internacional;
4) Disposiciones generales.

El Proyecto legisla sobre responsabilidad de los Estados por, específicamente, hechos internacionalmente ilícitos dejando de lado el
tratamiento de otra clase de responsabilidades, como ser: del Estado mismo, de las organizaciones internacionales, y la
responsabilidad individual de la persona ya sea que actúe en nombre del Estado o a título personal.
Es necesaria la precisión de la naturaleza de las normas referidas a la responsabilidad, la cual es los hechos ilícitos internacionales.

Se debe distinguir las “obligaciones erga omnes”, de las “normas imperativas” y de la nueva figura establecida en el Proyecto 2001:
“Violación grave de las obligaciones dimanadas de normas imperativas” y que vino a sustituir la noción de crímenes prevista por el
Proyecto 1996:

a) Las obligaciones erga omnes:


Surgen a partir del fallo de “Barcelona Traction”; se caracterizan por la reunión de dos elementos:
- Son obligaciones asumidas frente a toda la comunidad internacional;
- Protegen intereses o valores esenciales de ésta y, por ende, todos los Estados tienen un interés jurídico en incumplimiento
de tales obligaciones.

b) Normas imperativas o ius cogens:


Fueron definidas en la Convención de Viena de 1969 sobre Derecho de los Tratados (art. 53); estas normas, contemplan dos
rasgos íntimamente vinculados entre sí: se trata de una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional en su
conjunto, que no admite acuerdo en contrario. Es decir, las normas imperativas son inderogables por la voluntad de los sujetos y
solamente pueden ser modificadas por una norma ulterior que la revista el mismo carácter.
Coincide con las obligaciones erga omnes, en que protegen intereses fundamentales para la comunidad internacional en su
conjunto; sin embargo, no todas las obligaciones erga omnes son normas imperativas, pero, puede afirmarse que, por el
contrario, toda norma imperativa contiene obligaciones erga omnes.

c) Violación grave de las obligaciones contraídas en virtud de normas imperativas de derecho internacional general:
El Proyecto 2001, si bien elimina el concepto de crimen y sus connotaciones penales para ese supuesto (dejándola
aparentemente reservada únicamente para los cometidos por individuos), establece un régimen más severo para la violación de
esta clase de obligaciones, agravando las consecuencias del hecho ilícito y ampliando el ámbito de los Estados legitimados para
invocar la responsabilidad.
El Proyecto, se inclina por la posición establecer un régimen diferencial y agravado según se trate de:
- Obligaciones con relación a Estado individualmente (art. 42 a); b): en cuyo caso, éste revestirá el carácter de Estado lesionado.
Se aplican todas la disposiciones a esa clase de Estados en cuanto al contenido y modos de hacer efectiva la responsabilidad
Internacional, incluso la posibilidad de adoptar contramedidas.
- Obligaciones con relación a un grupo de Estados (art. 42 b); 48 a); c): los Estados NO revisten el carácter de lesionado, sino con
“derecho a invocar la responsabilidad internacional del Estado infractor”.
- Violación a obligaciones erga omnes (art. 42 b); 48 b); d): abarca todas las consecuencias en cuanto al contenido de la
responsabilidad enunciadas en la Parte Segunda del Proyecto y toda otra consecuencia que el acto ilícito de esta naturaleza
pueda generar según el derecho internacional; además, todos los Estados pueden invocar la responsabilidad por esta clase de
violaciones.

- Violación grave de obligaciones derivadas de normas imperativas de derecho internacional general (art. 40 y 41).
La violación de la obligación es “grave” si implica incumplimiento flagrante (violación cierta, evidente o incuestionable) “o”
sistemático (violación permanente, invariable, metódica u ordenada) de la obligación por el Estado responsable. Además, debe
recaer sobre una obligación que derive de una norma imperativa de derecho internacional general, esto es, toda norma
aceptada y reconocida por la comunidad internacional en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario, y que
sólo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter (CV69).
La violación grave emanada de una norma imperativa de derecho internacional, trae aparejada las siguientes consecuencias:
- La obligación de cooperar de los Estados, por medios lícitos, para poder poner fin a toda violación grave; esta obligación se
extiende a todos los Estados independientemente de que resulten afectados o no por la violación.
- La obligación de no reconocer como lícita la situación originada por la violación; con ello, se intenta evitar su legitimación.
- La obligación de no prestar ayuda o asistencia para mantener esa situación creada por medios ilícitos; este deber, inclusive,
se mantiene en forma permanente a posteriori de la violación.
Una violación grave de obligaciones emanadas de una norma imperativa, significa para el Estado infractor afrontar todas las
consecuencias establecidas en los capítulos I y II del Proyecto 2001; es decir se le aplicarán las normas generales referidas a las
consecuencias jurídicas del hecho internacionalmente ilícito.

B) RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS POR HECHOS ILÍCITOS INTERNACIONALES.

El hecho internacionalmente ilícito del Estado. => CONCEPTO.

La regla general es que toda infracción a una obligación internacional en vigencia, origina la responsabilidad internacional de su
autor (art. 1). Por lo tanto, todo hecho internacionalmente ilícito del Estado genera su responsabilidad internacional.

El hecho internacionalmente ilícito, supone la violación a una obligación internacional en vigencia mediante un comportamiento
(acción u omisión) atribuible a un Estado.

NO están presenten en este concepto ni la necesidad del elemento subjetivo del autor de la violación (dolo o culpa), ni el daño. Solo
es necesario que la obligación violada se encuentre vigente, es decir, que el Estado infractor se halle vinculado por dicha obligación
en el tiempo en que se produce el hecho (art. 13).

La naturaleza de la obligación violada y el comportamiento del Estado, se regían por el derecho internacional, no importando la
calificación efectuada por el derecho interno del mismo hecho (art.3), aun cuando éste último, lo considere Ilícito.

Se requiere entonces:
- La vigencia de la obligación violada; y
- La calificación del hecho internacionalmente ilícito.

ELEMENTOS.
Existe cuando hay un comportamiento, por acción u omisión, atribuible al Estado que constituyó una violación a una obligación
internacional.
- El hecho, hace alusión a toda conducta del Estado, ya sea por acción u omisión;
- Internacional, significa que la naturaleza de la obligación violada debe tener ese carácter; es decir, debe estar calificada como tal
por el derecho internacional.
- Ilicitud, se refiere a la violación misma de una obligación jurídica en vigencia.

COMPONENTES de la RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL.

Hace referencia a aquellos elementos caraterizantes o circunstancias que deben existir para que haya responsabilidad internacional.
a) Componente SUBJETIVO => La ATRIBUCIÓN de un COMPORTAMIENTO al Estado.

Subjetivamente, para que exista responsabilidad internacional, tiene que haber un nexo de vinculación atribuible al Estado.

El comportamiento debe ser ilícito, y ello puede versar sobre hechos que constituyen:
- Una acción: comportamiento positivo violatorio de una obligación; o
- Una omisión: se traduce en no observancia de una conducta determinada impuesta por el derecho internacional.

La atribución consiste en la determinación de que un comportamiento concreto que sea efectivamente imputable a un Estado; está
exento, este requisito, del factor subjetivo propiamente dicho; es decir, si la persona que representó al Estado, actuó con dolo, culpa
o negligencia. Lo único que exige la regla, es que jurídicamente se le puede imputar a un Estado una acción u omisión contraria a una
obligación internacional vigente.

No basta con que se haya violado una obligación (componente objetivo) por parte del Estado, sino que tiene que haber un nexo que
demuestre que, dicha violación, la produjo el Estado a través de una serie de sujetos enunciados por el Proyectos y que determina la
atribución de responsabilidad.

Las conductas o comportamientos antijurídicos de un Estado, que origina su responsabilidad internacional, se denomina hechos del
Estado, y engloban a la totalidad de las conductas de sus órganos, representantes, o actos de otras entidades, órganos o personas,
que de una manera otra, puede atribuirse dicho Estado.

 De los Órganos de Estado (arts. 4 y 7):


Refiere a los funcionarios públicos, representantes políticos y funcionales, como los sujetos primarios, por el cual todos los hechos
que éstos comentan y que generen una violación a una obligación internacional, se le atribuye la responsabilidad al Estado al que
pertenecen.
Se entiende por órgano de Estado, a persona o entidad que tenga esa condición según el derecho interno del Estado (de que se
trate), sea que ejerza funciones legislativas (ej. cuando dicta leyes contrarias a obligaciones internacionales o no se adecua el
derecho interno del Estado al derecho internacional – ya que la mayoría de los tratados prevén que se adecue el ordenamiento
interno al tratado), ejecutivas (ej. tortura) o judiciales (ej. dictado de un fallo contrario a un tratado internacional) o de otra índole,
cualquiera sea su posición en la organización del Estado.
También es responsable el Estado por la conducta de sus órganos, si éstos se excedan de sus funciones o actúen contraviniendo
instrucciones.
Además, en materia de responsabilidad internacional, el Estado federal será el único responsable internacionalmente, aunque los
hechos ilícitos hayan sido cometidos por los Estados federales.

 De las entidades que ejercen funciones de poder público (art. 5):


Se considera hecho del Estado el comportamiento de una persona o entidad que NO sea órgano del Estado, pero que esté
facultada por el derecho de ese Estado para ejercer atribuciones del poder público, siempre que, dicha persona o entidad actúe en
esa calidad (ej. corporaciones públicas o semipúblicas e incluso, excepcionalmente, compañías privadas).

 Extralimitación de funciones (art. 7):


Las conductas de los órganos del Estado, aun en casos en que excedan sus atribuciones legales o actúen en contra de las
instrucciones recibidas, también le son atribuibles al Estado.

 De un órgano puesto a disposición por otro Estado (art. 6):


Se considerará también hecho del Estado el comportamiento de un órgano puesto a disposición por otro Estado, siempre que ese
órgano actúe en el ejercicio de atribuciones del poder público del Estados a cuya disposición se encuentra.

 Personas controladas por el Estado:


En principio, el acto particular de una persona NO genera responsabilidad internacional. Pero, si se demuestra que dicho acto fue
posible como consecuencia de la omisión del Estado, o porque el Estado no llevo adelante la debida diligencia, podría ser pasible
de responsabilidad. Es un tipo de responsabilidad internacional particular, que es por omisión.
Por lo tanto, también es hecho del Estado, el comportamiento de una persona o de un grupo de personas, si esa persona o grupo
actúa de hecho por instrucciones o bajo la dirección y el control de ese Estado.

 De personas que ejercen de hecho o en defecto funciones del Estado (art. 9):
Se considera acto del Estado la conducta de una persona o de un grupo de personas que en los hechos ejercen atribuciones del
poder público, en ausencia o defecto de las autoridades oficiales y en circunstancias que sean necesarias para dicho ejercicio.
Es decir, cuando el grupo actúa atribuyéndose funciones estatales.
Requisitos para que se considere un hecho del Estado:
- Que las personas ejerzan de hecho atribuciones de poder público;
- Que actúen en ausencia o defecto de las autoridades oficiales;
- Que las circunstancias del caso hagan necesarias el ejercicio de tales atribuciones.

 De movimientos insurreccionales (art. 10):


El Proyecto 2001 contempla dos hipótesis en que, el comportamiento antijurídico de estos movimientos se considerará hecho del
Estado:
a. Cuando el movimiento insurreccional lograr su cometido constituyendo un nuevo gobierno del Estado;
b. Cuando el movimiento insurreccional logra construir un nuevo Estado.
Si bien, cuando la conducta de órganos, personas o grupos de personas no generen responsabilidad internacional del Estado, se
considerará hecho del mismo si lo reconoce o acepta tal comportamiento como propio.
Ej. quienes comenten los actos violatorio de obligaciones internacionales es un grupo de personas en el Estado A, el Estado B será
responsable si se demuestra que apoyaba al grupo.

En todos los supuestos anteriores cuando la conducta de órganos, personas o grupos de personas no generen responsabilidad
Internacional del Estado, sin embargo se considerará hecho del mismo, si lo reconoce o acepta tal comportamiento como propio
(art. 11).

b) Componente OBJETIVO => la efectiva VIOLACIÓN de una OBLIGACIÓN internacional vigente, cualquiera sea su naturaleza.

Para que se produzca responsabilidad internacional tiene que haber efectivamente una violación de una obligación internacional sea
que devenga de un tratado, de la costumbre o de un príncipe internacional (fuentes directas o principales del derecho internacional).
Por lo tanto, sólo exista responsabilidad internacional si previamente existe una obligación a la cual sujeto internacional (Estado)
está vinculado.
La violación de una obligación internacional, se cumple cuando un hecho del Estado que no está de conformidad con lo que de él
exige esa obligación (arts. 2 y 12).
No importa a estos fines, cual sea el origen o naturaleza de esa obligación (consuetudinaria, convencional o de cualquier otra clase),
sólo se exige que dicha obligación se encuentre vigente en relación a ese Estado en el tiempo de cometerse el acto ilícito. No existe
violación de una obligación Internacional, si la norma no se encuentra en vigor con respecto al Estado al tiempo de la comisión del
hecho de que se trate (art. 13). En efecto, la noción de obligación internacional es más amplia que la de norma.

 Extensión en el tiempo:
Hay distintas formas que puede adquirir una obligación en el tiempo, según se trate de:
- Hecho no continuo: la violación de la obligación se produce en el momento en que se ejecuta el hecho, aún cuando las
consecuencias de ese hecho perduren en el tiempo (art. 14).

- Hecho continúo: la violación de la obligación se extiende en el tiempo durante todo el período en el cual se siga produciendo el
comportamiento violatorio.

- Hecho compuesto: cuando un hecho del Estado está constituido por una serie de acciones u omisiones, que en su conjunto
pueden ser calificado como ilícitas:
- La violación de la obligación tiene lugar en el momento de realizar una conducta que, considerado en el contexto general, sea
idónea para constituir el hecho ilícito.
- Se extiende la violación durante todo el periodo comprendido desde la fecha de realización de la primera de las acciones u
omisiones de la serie, y se prolonga durante el tiempo que se mantenga la conducta del Estado en disconformidad con lo
establecido por la obligación internacional (art. 15).
- Obligación de prevención: cuando la obligación internacional tenga por finalidad la prevención de un acontecimiento
determinado, la violación se produce al ocurrir dicho evento y se extiende durante todo el tiempo en que ese acontecimiento
continua y correlativamente el Estado mantiene su postura disconforme con lo preceptuado por la obligación (art. 14).

Responsabilidad del Estado con relación al hecho de otro Estado.


El Proyecto 2001 prevé responsabilidad internacional en distintos supuestos:
 Casos en que un Estado presta ayuda o asistencia o dirige o controla a otro Estado en la comisión de un hecho
internacionalmente ilícito: se establece la responsabilidad internacional del primero por esas conductas, pero, la responsabilidad
podrá ser conjunta y solidaria con el que efectivamente cometió el acto ilícito (art. 47), siempre que:
- Lo hace conociendo las circunstancias del hecho internacionalmente ilícito;
- El hecho sería internacionalmente ilícito si fuere cometido por el Estado que presta la ayuda o asistencia, dirige o controla.

 Casos de coacción: se establece la responsabilidad del Estado que coacciona a otro para la comisión de un hecho
internacionalmente ilícito (art. 18), siempre que:
- De no mediar coacción, constituiría un hecho internacionalmente ilícito del Estado coaccionado;
- El Estado coaccionante actúa conociendo las circunstancias del hecho.

Circunstancias que EXCLUYEN la ilicitud del hecho. Excepciones a la responsabilidad internacional

Son causas que descartan directamente la ilicitud de la conducta del Estado. Situaciones por la cual, un Estado, se va a excepcionar
de que se le aplique la reparación; no se exime del acto violatorio (porque el acto es autónomo, la violación existió), lo que no hay es
una imputación de responsabilidad.

Causas:
a) Consentimiento (art. 20):
Se da cuando un Estado consciente determinado acto de otro Estado que puede ser violatorio de una obligación, no hay
violación; SALVO, normas ius cogens (no se puede consentir).
Hecho cometido por un Estado en contra de otro, desplaza la ilicitud de tal hecho, si:
- El Estado lesionado presta su consentimiento;
- Este consentimiento es válido;
- Prestado con anterioridad a la comisión del hecho ilícito;
- El hecho cometido encuentra dentro de los límites de lo consentido.

b) Legítima defensa (art. 21):


Es una forma de exclusión de la responsabilidad internacional por acto ilícito porque, un Estado ejerce el acto ilícito para
repeler otro acto ilícito.
Es la acción coactiva de un Estado en respuesta de un ataque armado, bajo las siguientes condiciones:
- Inmediatez; la acción coactiva es temporalmente acotada, tiempo razonable.
- Proporcionalidad;
- Necesidad; y
- Siempre que se actúe de conformidad a la Carta de Naciones Unidas (art. 51). Según la cual, el derecho de legítima defensa:
- solo puede ejercerse en caso de ataque armado;
- genera la obligación del Estado que ejerce la legítima defensa a comunicar de inmediato la adopción de tal medida
al Consejo de Seguridad;
- la medida debe durar hasta que Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y
la seguridad internacional.
La CNU - Art. 51 - establece que: ninguna disposición de la Carta menoscabará el derecho de legítima defensa, este derecho
solo puede ejercerse en caso de ataque armado. Duración de la legítima defensa: hasta que el Consejo de Seguridad haya
tomado las medidas necesarias para mantener la paz y seguridad. Estado que la ejerce tiene la obligación del de comunicar de
inmediato la comisión de tales medidas al Consejo de seguridad).

c) Contramedidas (Capitulo II, Tercera Parte, arts. 22, 49 a 54):


Las contramedidas constituyen la institución más importante de la responsabilidad, propia de un ordenamiento jurídico
descentralizado como lo es el derecho internacional público (Kelsen las consideraba como sanciones).
Cuando un Estado comete un acto ilícito, otro Estado puede cometer otro acto ilícito en la medida que lo justifique como una
contramedida. Se trata de mecanismos unilaterales que sólo se presentan en el ámbito comercial.
Se traduce en el comportamiento de un Estado (que NO admite el uso de las fuerzas armadas) que no está en conformidad con
una obligación de ese Estado para con otro, a fin de inducir al éste al cumplimiento de sus obligaciones. Y en ese sentido, solo
son legítimas si tienen como único fin inducir al Estado infractor a cumplir con la obligación violada y si tiene carácter
reversible.
Por lo tanto, si objeto: inducir al Estado infractor a que cumpla con sus obligaciones.
Se caracteriza por su:
- Temporalidad: el incumplimiento de las obligaciones por parte del Estado que adopta la contramedida debe ser limitado en
el tiempo; ya que la aplicación de la medida no anula la existencia de la obligación que hace exigible cuando haya cesado el
hecho ilícito.
- Finalidad: lograr la reanudación del cumplimiento de las obligaciones violadas;
- Proporcionalidad al perjuicio sufrido, a la gravedad del hecho ilícito y a los derechos afectados.
La legitimidad de las contramedidas será bajo dos requisitos:
- Si tienen como único fin inducir al Estado infractor a cumplir con la obligación violada;
- Si tienen carácter irreversible.

d) Fuerza mayor:
Un Estado queda exento de responsabilidad si demuestra que el hecho que ocasiona la violación de la obligación internacional
es un hecho que excede en cuanto sus actos propios y que no puede ser previsto y, por tanto, no le puede ser imputable.
Supone un comportamiento no conforme con una obligación internacional que se produce por circunstancias ajenas a la
voluntad del Estado (generalmente es invocada para justificar comportamientos no voluntarios o al menos no intencionales).
Debe tratarse de:
- Una fuerza irresistible o acontecimiento imprevisto;
- Ajeno al control del Estado;
- Debe haber una imposibilidad material de cumplir con obligación.
Excepciones:
- Cuando la situación de fuerza mayor es provocada por el mismo Estado que la invoca;
- Cuando el Estado ha asumido el riesgo de que se produzca esa situación.

e) Peligro extremo:
Comportamiento de un particular en representación de un Estado violatorio de obligación internacional, inducido por un riesgo
excesivo. Tiene por objetivo salvar su vida o la de personas confiadas a su cuidado. Debe reunir las siguientes condiciones:
- Situación de peligro riesgo extremo;
- No disponer, razonablemente, de otros medios para lograr el objetivo señalado.
Excepciones:
- Cuando la situación de peligro y la ha provocado el Estado que la invoca;
- Cuando tal comportamiento provocado un peligro comparable o superior.
f) Estado de Necesidad:
Situación por la cual, un Estado puede excluir su responsabilidad si demuestra que el acto violatorio de la obligación
internacional fue como consecuencia de que, de no efectuarlo, se ponía en riesgo la seguridad e integridad del Estado. Para que
opere el Estado de necesidad, el Estado debe demostrar que no ha sido responsable de causar la situación.
Es el comportamiento voluntario de un Estado violatorio de una obligación internacional motivado por un peligro inminente y
grave efectuado con la finalidad de salvaguardar un interés esencial. Solo puede ser aceptado sobre una base excepcional y en
determinadas circunstancias.
La regla general es que ningún Estado puede invocar el estado de necesidad como causa de exclusión de la ilicitud de un hecho.
 Excepciones a la regla se presentan:
- Cuando sea el único medio;
- Ante un peligro grave e inminente;
- Para salvaguardar un interés esencial;
- Que no afecte gravemente a otro interés esencial de otro Estado o de la comunidad internacional.

CONTENIDO y CONSECUENCIAS de la RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL.


Se trata de las consecuencias jurídicas que, para el Estado responsable, traer aparejada la violación de una obligación internacional.
De la violación de una obligación internacional, deriva el surgimiento de una nueva relación jurídica entre el autor de la infracción y
el Estado lesionado.
Ahora bien, las consecuencias jurídicas que entraña el hecho internacionalmente ilícito del Estado responsable, difieren según sea la
naturaleza y el contenido de la obligación violada y de las circunstancias que tal quebrantamiento, ya que, según el caso, las
obligaciones pueden estar referidas a:
- Un Estado en particular;
- Varios Estados;
- La comunidad internacional en su conjunto.
Distinto será el contenido de la reparación y los modo de hacerla efectiva, según sea la naturaleza de la obligación violada y las
circunstancias del caso.

En efecto, son diferentes los MODOS DE INVOCACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD, cuando se violan obligaciones individuales, con
relación a un grupo de Estados con el objeto de proteger un interés colectivo de éstos, u obligaciones derivadas de normas de
derecho internacional con relación a la comunidad internacional.
- En las obligaciones individuales, el Estado directamente lesionado es el legitimado para reclamar la responsabilidad.

- En el caso las obligaciones con relación a un grupo de Estados que protegen un interés colectivo de estos, cualquiera de los
Estados de dicho grupo se encuentre legitimado para interponer la reclamación.

- En el supuesto de violación de una obligación erga omnes, se encuentra legitimado cualquier Estado de la comunidad
internacional en su conjunto.

En ningún caso, el Estado responsable podrá alegar con motivo de justificación de su conducta violatoria de una obligación
internacional las disposiciones de su derecho interno.

MODOS DE HACER EFECTIVA LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DEL ESTADO.


Modos de invocación la responsabilidad. => Tercer Parte del Proyecto 2001.

Se deben distinguir dos supuestos:

a) Invocación de la responsabilidad por el Estado lesionado (art. 47; 46; y 47)


Todo Estado lesionado tiene derecho a alegar la responsabilidad internacional de otro Estado, si existe una violación de una
obligación vigente:
- Con relación a ese Estado individualmente;
- Con relación a un grupo de Estados del que ese Estado forme parte;
- Con relación a la comunidad internacional en su conjunto.
 En los dos últimos casos, en necesario:
- Que la violación afecte especialmente al Estado que alega la responsabilidad; o bien
- Que la violación de la obligación sea de tal naturaleza que modifique radicalmente el alcance del ulterior
cumplimiento de dicha obligación con relación a esos Estados

Además, pueden darse dos supuestos posibles producidos por el mismo hecho ilícito internacional:
- Que varios Estados sean lesionados por el mismo hecho; en cuyo caso, cada Estado lesionado podrá invocar independiente
y separadamente la responsabilidad del Estado autor de la violación.
- Que varios Estados sean responsables por su comisión; se establece la facultad del Estado lesionado a invocar la
responsabilidad individual de cada uno de ellos en forma individual, conjunta o alternativa, pero las reparaciones no pueden
ser acumulativas.

b) Invocación por un tercer Estado, que NO ha sido lesionados directamente por el acto internacionalmente ilícito (art. 48):
El Proyecto le reconoce el derecho de todos los Estados, que no siendo el Estado directamente lesionado, a poder a invocar la
responsabilidad de un Estado que ha cometido un acto ilícito internacional cuando la obligación violada existe con relación a un
conjunto de Estados, y sí, el Estado invoca que forma parte de ese grupo, y si la obligación violada fue establecida para proteger
un interés colectivo del conjunto.

CASOS EN QUE NO SE PUEDE INVOCAR LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL:

El Estado lesionado, los terceros Estados con derecho a la reclamación, NO podrán invocar la responsabilidad de un estado cuando:
- Ha renunciado a tal reclamación; o bien,
- De su comportamiento, se pueda inferir que ha prestado su consentimiento a la extinción del reclamo.

Efectos.

La responsabilidad del Estado produce una serie de efectos jurídicos inmediatos; entre ellos:

a) El deber del Estado infractor de continuar cumpliendo lo preceptuado por la obligación violada:
El hecho de que la violación de una obligación internacional haga nacer una relación jurídica nueva, no significa que
desaparezca la relación jurídica anterior establecida por la obligación primaria; excepto en aquellas situaciones en que es
definitivamente imposible el cumplimiento de la obligación.

b) Obligación de poner fin a la violación de la obligación:


La cesación de la violación es la primera condición para eliminar consecuencias de un hecho ilícito. Lo puede solicitar no solo el
Estado lesionado, sino que generalmente lo hacen los organismos internacionales.
Según la jurisprudencia (Caso Rainbow Warrior) para que nazca la obligación de cesación, el hecho ilícito debe tener carácter
continuo y, además, la norma violada debe tener vigencia.

c) Ofrecer garantías y seguridades de no repetición, si las circunstancias así lo requiere:


Se trata de una función preventiva que se traduce en el reforzamiento positivo del cumplimiento de la obligación. Se solicita
cuando el Estado lesionado tiene motivos para suponer que el restablecimiento de la relación existente antes de la violación,
no lo va a proteger de una futura violación.
Estas garantías pueden ser solicitadas por un Estado distinto al Estado lesionado (art. 48).

d) Reparar íntegramente el perjuicio causado (Obligación de Reparación):


La obligación de reparar íntegramente el perjuicio causado, comprende todo daño, tanto material como moral, siempre que sea
causado por el hecho internacionalmente ilícito del Estado.
Debe restablecer, en la medida de lo posible, la situación que hubiere existido si no se hubiere cometido el hecho ilícito; es
decir, debe borrar todas las consecuencias producidas por el hecho.
Es de destacar que, si bien el daño no es un requisito para la configuración de la responsabilidad internacional, sin duda, la
existencia de un daño real, es muy importante para el caso de cuantificar la forma y el monto de la reparación.
En efecto, la causalidad es una condición necesaria, pero no suficiente, para la reparación, ya que puede variar la intensidad de
su requerimiento con relación a violaciones de obligaciones internacionales de distinta naturaleza.
Además, el Proyecto 2001 (art. 39) establece que, para determinar la reparación se tendrá en cuenta la contribución al perjuicio
resultante de la acción, y la omisión, intencional o negligente, del Estado lesionado o de toda persona o entidad en relación con
la cual se exija la reparación. Este precepto poseer una limitación: que tal contribución al perjuicio haya sido intencional o
negligente.

Reparación del Perjuicio. FORMAS DE REPARACIÓN => Art. 34 Proyecto 2001.-


Frente a la violación de una obligación surge la obligación de reparar. Dicha reparación puede consistir en:
- Restitución al estado anterior;
- Indemnización;
- Reparaciones NO pecuniarias: Obligación de no repetición

El art 34 establece: La reparación íntegra del perjuicio causado por el hecho internacionalmente ilícito adoptará la forma de
restitución, de indemnización y de satisfacción, ya sea de manera única o combinada, de conformidad con las disposiciones del
presente capítulo.

Aparentemente, constituye un derecho del Estado lesionado o reclamante, optar por alguna de las formas de reparación.

 Restitución (art. 35):


Supone restablecer la situación que existía antes de la comisión del hecho ilícito, siempre que la medida en que esa restitución:
- Sea materialmente posible efectuarla; decir, que no exista una imposibilidad física o material que efectuarla, un impedimento
jurídico, o afecte a derechos de terceros;
- No entrañe una carga totalmente desproporcionada con relación al beneficio que obtendría el Estado lesionado sustituyéndola
por una indemnización; limita la onerosidad excesiva que puede revestir, en algunos casos, la restitución.
Puede adoptar la forma de una reintegración de territorio, personas o bienes, la revocación de un acto jurídico o una combinación
de lagunas de ellas (lo exigido como restitución puede depender del contenido de la obligación primaria violada).

 Indemnización (art. 36):


El modo típico de reparación.
Si el daño causado por el hecho internacionalmente ilícito no ha sido reparado por la restitución, o sólo lo ha sido parcialmente, el
Estado responsable tiene la obligación de indemnizar.
De lo dicho, surge que es procedente en la medida que el daño no sea reparado por la primer vía: en los casos de imposible
restitución, o bien ésta resultara solamente parcial o insuficientes, o por elección del Estado lesionado, surge la indemnización
como medio más adecuado para lograr la integra reparación del perjuicio sufrido.
Es plenamente indemnizatoria no punitiva.
En cuanto al alcance de la indemnización, comprende: todo daño susceptible de evaluación financiera, es decir, todo daño que
pueda ser evaluado pecuniariamente.
La evaluación financiera no solo abarca el daño sufrido por el Estado mismo, sino también los perjuicios sufridos por los nacionales
de ese Estado, sean personas físicas o jurídicas, en cuyo nombre el Estado puede presentar una reclamación en el marco de la
protección diplomática (los Estados pueden reclamar una indemnización por el daño sufrido personalmente por sus agentes o
nacionales, además del perjuicio directo que éste haya sufrido como consecuencia del mismo hecho)
Clase o géneros de daños que pueden dar lugar a la indemnización: serán de distintos tipos según el contenido y naturaleza de la
obligación violada y atendiendo a las circunstancias del caso.
Las demandas de indemnización por daños causados a nacionales de los Estados tienen antecedentes de los tribunales
intervinientes, proporcionando pautas acerca de los principios para determinar la cuantía y los rubros de la indemnización:
La indemnización se calcula por: a) - Por el capital; b) - Por el Lucro cesante; c) - Por gatos accesorios.

 Satisfacción (art. 37):


Es una forma de reparación subsidiaria y excepcional; pues, solo procede en la medida en que el perjuicio ocasionado por el acto
ilícito internacional no pueda ser reparado mediante restitución o indemnización.
Algunos autores entienden que es un medio destinado a reparar un perjuicio no material (ej. Ultraje a símbolos patrios, violaciones
a la soberanía, ofensas los representantes de un Estado, etc.)
Reviste la forma de un reconocimiento de la violación de una obligación internacional por el Estado responsable, y se materializa
mediante una expresión de pesar, disculpa formal, o mediante cualquier otro acto que exprese su excusa al hecho cometido.
Este medio de reparación, contempla dos limitaciones:
- Que no sea desproporcionado con relación al perjuicio efectivamente ocasionado por el acto ilícito;
- Que no revista una forma humillante para el Estado responsable.

 Intereses (art. 38):


El Estado responsable se encuentra obligado al pago de intereses sobre la suma principal adeudada de conformidad al monto de la
indemnización resultante por los perjuicios ocasionados por el acto ilícito.
Los intereses NO constituyen una forma autónoma de reparación, ni son obligatorias en todos los casos; pues, sólo han quedado
establecidos para resguardar el principio de la reparación íntegra.
Serán devengados desde la fecha fijada para el pago de la suma principal (indemnización), a la fecha que le efectivo pago.

D) RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DE LA PERSONA HUMANA. TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL.

LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DE LA PERSONA HUMANA.

Existen normas convencionales y consuetudinaria derecho internacional que le otorgan a la persona humana, en determinados
casos, una personalidad internacional limitada tanto:
- Activa: porque en ciertos supuestos reglados, el individuo tiene la posibilidad de presentar reclamaciones internacionales
directas en defensa de sus derechos.
- Pasiva: ésta se configura por la violación del individuo de ciertas normas internacionales, ya sea a título individual, o como agente
de un Estado, que originan su responsabilidad penal internacional.

A partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, se logra concebir la responsabilidad internacional “del individuo” como
órgano de Estado. Anteriormente, los actos le los individuos que actuaban como órgano del Estado, eran considerados hechos de
Estado imputables a éste; individuo, casos responsabilidad individual propia.

En la actualidad, se acepta la distinción y dualidad en materia de responsabilidad por hechos ilícitos cometidos por individuos:
a) La responsabilidad individual: se trata de una responsabilidad de naturaleza penal.
b) La responsabilidad del Estado: la responsabilidad es de carácter civil.

La responsabilidad internacional del individuo queda subsumida dentro del derecho penal internacional. Se prevé distintos
supuestos en que las personas puedan ser responsables por violación a obligaciones internacionales. Sin embargo, a la actualidad en
cuanto a la responsabilidad internacional del individuo –o de la persona humana- se tiende a hablar de violación a normas
internacionales (y no de obligaciones), porque se habla de derecho penal, y no se le puede aplicar responsabilidad de un tipo penal
devenida de la violación de una costumbre o un principio; necesariamente debe haber un tratado que la tipifica la conducta.

El Proyecto 2001 establece que, sus disposiciones se entenderán sin perjuicio de cualquier cuestión relativa a la responsabilidad
individual, en virtud del derecho internacional, que cualquier persona que actúe en nombre del Estado (art. 58).
Se ha impuesto en convenciones recientes la llamada jurisdicción universal, por la cual, el Estado al que pertenece al delincuente,
debe, o bien juzgarlo o bien conceder su extradición para que se juzgado por otro Estado con competencia en el asunto.
Anteriormente, en cambio, el derecho internacional imponía la obligación a los Estados de juzgar y castigar -de acuerdo a sus leyes-
los crímenes internacionales cometidos por individuos dentro de su ámbito territorial.

Con la constitución de los tribunales de Nuremberg, al finalizar la segunda guerra mundial para el juzgamiento de los responsables
de los crímenes cometidos, se impuso, por primera vez, la competencia de los tribunales internacionales para el juzgamiento de
personas.

LA CORTE PENAL INTERNACIONAL.

Es una institución permanente que creada por el Estatuto de Roma celebrado en julio de 1998, que entró en vigor en Argentina en el
año 2002.
El estatuto, consta de un preámbulo y 128 artículos agrupados XIII partes; es multilateral, normativo, abierto, no admite reservas y
no tiene plazo de duración.

La Corte Penal Internacional tiene por objeto de juzgamiento de la responsabilidad internacional penal del individuo

Composición:
Está compuesta por 18 magistrados, elegidos por el mayor número de votos que representen los 2/3 de las partes presentes y
votantes.
Condiciones para ser magistrado: las más altas condiciones de su país, conocimiento del derecho y procedimiento penal y
conocimiento de DI, DIH, DH.
Durán 9 años en sus funciones y NO pueden ser reelegidos.

Organización:
Presidente (vice primero y vice segundo), las salas (de cuestiones preliminares, de primera instancia y de apelaciones), la fiscalía, la
secretaría y la asamblea.

Jurisdicción:
La Corte Penal Internacional ejerce su jurisdicción sobre personas respecto de los crímenes más graves de trascendencia
internacional, para la comunidad internacional en su conjunto; como ser:
- Genocidio; encuentra su antecedente la “Convención para la prevención y castigo del delito de genocidio”.
- Crímenes de Lesa humanidad; en cuyo caso debe tratarse de un ataque generalizado, ataque sistemático (planificado), otra una
población civil y con conocimiento.
- Crímenes de guerra; son considerados crímenes de guerra a aquéllas infracciones graves a la “Convención de Ginebra” de 1949,
son violaciones graves a las leyes y uso de la guerra aplicables a los conflictos armados internacionales dentro del marco del
derecho internacional, o bien, otras violaciones graves a las leyes y usos de los conflictos armados no internacionales, en el
marco del derecho internacional; entre otros.
- El crimen de agresión; sin embargo, el Estatuto, respecto a esta cuestión, aun queda por ser enmendado a los fines de incluir la
definición y las circunstancias en las cuales los hechos de agresión son perseguidos.
Por otra parte, la jurisdicción de la Corte Penal Internacional tiene carácter complementario de las jurisdicciones penales nacionales;
es decir, sólo se activa cuando el Estado competente no puede o no quiere hacerlo (no ejerce su jurisdicción en forma concurrente ni
paralela). Además, debe ser aceptada tanto por el Estado donde se cometió el delito, como por el Estado del cual el criminal es
nacional.

Competencia:
En cuanto su competencia, rige el principio de irretroactividad; tiene competencias sólo para los crímenes cometidos después de la
entrada en vigor del Estatuto de Roma.
Son condiciones para el ejercicio de la competencia que sean parte del Estatuto tanto el Estado del lugar del crimen, el Estado del
que sea nacional el acusado, salvo causa sea remitida por el consejo de seguridad.
El ejercicio la competencia lo puede instar a un Estado parte, el Consejo de Seguridad o el Fiscal.

Fallo:
Debe reunir los siguientes requisitos:
- escrito,
- fundado,
- por mayoría,
- y todos los jueces de la sala de primera instancia deben estar presentes en todas las fases del juicio y deliberaciones.
En cuanto los fallos que dispongan reparación a las víctimas del crimen, deberán establecer los principios aplicables a la reparación,
restitución, indemnización y rehabilitación de las víctimas, además podrán fijar el alcance y magnitud de los daños indicando los
principios en que se funda y debe fijar la pena ha declarado culpable.

Recursos:
El fallo de la Corte, admite Recurso de Apelación por:
- vicios de procedimiento,
- error de hecho o de derecho,
- irregularidades del proceso o del fallo, y
- desproporción entre el crimen y la condena.
El recurso se interpone por ante la sala de apelaciones, la cual puede revocar o enmendar el fallo o la pena, o decidir la celebración
de un nuevo juicio.
También es procedente el Recurso de Revisión; el acusado, sus descendientes o el fiscal pueden interponerlo:
- por aparición de nuevas pruebas, que no se hubiesen hallado disponibles en el juicio;
- porque un elemento de prueba decisivo para la condena, era falsa;
- porque un juez de la sala de primera instancia incurriera en una falta de tal gravedad que lo hicieron pasible de separación del
cargo.

E) RESPONSABILIDAD POR ACTOS NO PROHIBIDOS. => Responsabilidad Sine Delicto.


Es un tema que no se encuentra desarrollado ampliamente en la doctrina ni en la jurisprudencia internacional.

La responsabilidad sine delicto se origina SIN que se produzca la violación de una obligación internacional vigente.
Esta responsabilidad, surge a través de una actividad lícita que causa un daño a terceros Estados.

Existen diferencias sustanciales entre:


- la responsabilidad por actos ilícitos: está regida por normas secundarias y se originan por el incumplimiento de una obligación; y
- la responsabilidad por actos no prohibidos o actos lícitos: están fundada en normas primarias, y el daño es un elemento
constitutivo de la responsabilidad internacional.
Es daño es un requisito sine qua non para que se origine la responsabilidad.

El deber que se viola por la responsabilidad sine delicto es una obligación genérica de NO causar perjuicios a terceros.

En los actos no prohibidos, las conductas no se imputan únicamente al Estado, sino que prima la idea de jurisdicción sobre las
actividades de que se trate: las obligaciones del Estado nacen a partir del hecho de que dichas actividades se desarrollan bajo la
jurisdicción o control de aquel Estado.
Además, en el caso de reparaciones por actos lícitos, existen limitaciones a las indemnizaciones por tratarse de una actividad lícita
que origina un daño. Mientras que en la responsabilidad por actos ilícitos la consecuencia es ponerle fin a dicho acto (o violación), en
la responsabilidad por actos no prohibidos, la actividad puede continuar y se resuelve en cada caso concreto, a través de una
indemnización o reparación.
Rige el principio jurídico de que, los Estados deben actuar de una manera que los resultados de las actividades en su territorio no
causen daños (directos o indirectos) a otros Estados o a sus nacionales; se trata de la obligación de obrar con diligencia para
prevenir daños a terceros.
Es decir, si bien los Estados tienen derecho de explotar sus propios recursos, se encuentra obligado a que las actividades que realicen
a esos fines, no perjudiquen el medio ambiente de otros Estados o de zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional.
La libertad de un Estado para desarrollar actividades en su territorio se encuentra limitada por la soberanía territorial de los otros
Estados.
Este principio fue recetado por la jurisprudencia y la legislación internacional (Convención de Montego Bay; Declaración de
Estocolmo sobre el Medio Humano).

Sin embargo, por lo general, NO son los Estados los que ejercen actividades altamente peligrosas para la explotación industrial
ocasionando daños transfronterizos; sino que la actividad que produce el resultado dañoso se encuentra, en la mayoría de los casos,
en cabeza de agentes privados (Papelera Uruguay). Por ello, principalmente en el ámbito europeo, existen ya algunos acuerdos
donde la obligación de reparar pesa sobre los privados y no sobre el Estado. Eventualmente, el Estado podría ser responsable por no
haber ejercido lo suficiente para controlar la actividad. Hay una fuerte tendencia a descargar la responsabilidad de los privados y no
en el Estado. Es una discusión doctrinaria actual, por diversos problemas, entre ellos porque los privados en el ámbito internacional
siempre tienen un límite de reparación que se extiende hasta lo que el seguro internacional (que paga, por ejemplo, hasta cien
millones de dólares, cuando el daño puede ser superior).

Actualmente, desde 1978, se encuentra a consideración de la CDI el Proyecto de artículos referidos a la responsabilidad
internacional del Estado por las consecuencias perjudiciales de NO actos prohibidos por el derecho internacional, aunque limitado
a las actividades concretas que causan un daño material transfronterizo, por lo que sin dudas, es en el ámbito del medio ambiente
donde va a tener la aplicación más interesante.
El proyecto de la CDI, contempla los siguientes caracteres:
- Reglamentar el riesgo transfronterizo, vinculando el riesgo con el daño; este debe ser significativo.
- En lo referido a la naturaleza de la responsabilidad, la responsabilidad sine delicto se encuentra dentro del ámbito de las normas
primarias; se trata de una responsabilidad objetiva.
- Las conductas no son necesariamente atribuibles al Estado (como los hechos ilícitos), lo relevante es que las actividades riesgosas
se realicen bajo la jurisdicción o control del Estado.
- Sin la existencia del daño no existe la obligación de reparar.
- No rige el principio de reparación íntegra; la reparación puede ser limitada, acotada o convenida.

F) RESPONSABILIDAD DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES POR HECHOS ILÍCITOS.


Siendo la responsabilidad internacional una institución que se aplica a todos los sujetos internacionales, a las organizaciones
internacionales también se les aplica las normas que rigen esta materia; en consecuencia, son responsables internacionalmente por
todo hecho ilícito que se les atribuya. Su responsabilidad se asemeja a la de los Estados, en el sentido de que responden por sus
funcionarios o representantes y por las personas que estaban bajo su tutela o custodia.

El Proyecto 2001 hace referencia a esta posibilidad en los arts. 33 inc. 2 y 57.

El proyecto de codificación sobre la responsabilidad de las organizaciones internacionales por hechos ilícitos entiende por
organización internacional, una organización instituida por un tratado u otro instrumento, regido por el derecho internacional y
dotada de personalidad jurídica propia. Puede contar como miembros, además de Estados, otras entidades.

Se entiende que todo comportamiento ilícito atribuido a la organización, por los actos de sus órganos o agentes, origina la
responsabilidad internacional de la organización internacional.
Se entiende por agentes a todos los funcionarios, personas o entidades por medio de los cuales la organización actúa.

A los fines de la atribución del comportamiento de sus agentes a la organización, no solo debe considerarse el tratado fundacional,
sino también un grupo de instrumentos denominados “reglas de la organización” que comprenden además de los instrumentos
constitutivos de la organización, las decisiones, resoluciones y otros actos de la organización adoptados de conformidad con esos
instrumentos y la practica establecida de la organización.

Además, se considera hechos ilícitos de la organización internacional:


- El comportamiento de un órgano de un Estado u organización, cuando ha sido puesto a disposición de una organización
internacional y ésta ejerciere el control efectivo sobre ese comportamiento;
- Los actos ilícitos cometidos por sus órganos o funcionarios, cuando actúan excediéndose en sus competencias y contraviniendo
instrucciones;
- Los hechos aun cuando no sean atribuibles a la organización internacional, cuando ésta los reconozca y adopte el
comportamiento ilícito como propio.

La regla es que la organización Internacional es una entidad distinta de los estados miembros, la responsabilidad por el hecho ilícito,
es exclusiva de la organización-
Especial es el caso del Estado donde se asienta y funciona la organización, la cual no tiene competencia territorial a diferencia del
Estado. La organización desarrolla sus actividades en el territorio del Estado donde se encuentra. Por ello la organización
internacional firma acuerdos con el Estado territorial para cumplir eficazmente con sus funciones y para asegurar la protección e
inmunidad de sus funcionarios. A estos acuerdos de los denomina acuerdos de sede.
Los actos ilícitos de la organización en el territorio de ese Estado podrían producir la extensión de la responsabilidad al Estado sede
por esos hechos ilícitos. Para prevenir esta situación los acuerdos de sede prevén expresamente la exclusión de la responsabilidad
del Estado sede por los actos de la organización Internacional.
Todo esto se refiere a la legitimación pasiva de las organizaciones Internacionales en materia de responsabilidad Internacional.

Pero también poseen, como sujetos internacionales, legitimación activa para reclamar la responsabilidad Internacional de terceros
Estados u otros sujetos por hechos ilícitos.
Este derecho - facultad fue conformidad en la conocida Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia en el caso de
“Reparación de perjuicios sufridos al servicio de la Organización de las Naciones Unidas”. La Corte estableció que la organización,
como sujeto internacional, no sólo tiene derecho a reclamar por daños propios, sino también por los sufridos por sus agentes o
funcionarios, sea que existe un vínculo entre éstos y la ONU. En virtud de este, la organización puede protegerlos en el cumplimiento
de sus actividades funcionales y reclamar en su caso, los perjuicios que sufrieran.
BOLILLA Nº 12
CONTROVERSIAS INTERNACIONALES.

La comunidad internacional regida por el derecho internacional con el propósito, consagrado en la Carta de Naciones Unidas, que
mantener la paz y la seguridad internacional, cuya realización se busca mediante diversos principios entre los que se destacan: los
Estados arreglaran sus controversias internacionales por medios pacíficos y en sus relaciones se abstendrán de recurrir a la amenaza
o uso de la fuerza (Art. 2 Carta de UN y Resolución 2625 (XXV) de la Asamblea General de la ONU 1970).

Por jurisprudencia internacional (CIJ), se entiende por CONTROVERSIA, al desacuerdo sobre un punto de derecho o de hecho, una
oposición de tesis jurídicas o de intereses entre dos Estados; siempre que ello pueda desencadenar un conflicto internacional (este
último aspecto agregado por la doctrina).

La obligación de arreglan las controversias por medios pacíficos, es consecuencia de la prohibición del uso o la amenaza de la fuerza
en las relaciones internacionales, normas central de todo el sistema de la Carta NU. Además establece como obligación previa al
funcionamiento de los mecanismos de Naciones Unidas, la obligación de tratar de buscar una solución por los medios tradicionales
(art. 33).

El arreglo pacífico de controversias, contempla dos características:


- es una obligación general impuesta por el derecho internacional por la que, los sujetos, deben solucionar sus diferencias por
medios pacíficos;
- la existencia de una amplia libertad en la elección del medio que se empleará para la solución, que depende del consentimiento
de las partes en conflicto; salvo, acuerdo previo.

Existen dos tipos de mecanismos para la solución de las controversias internacionales; sean éstas de tipo:
- jurídico: aquellas en las que las partes están en desacuerdo sobre la interpretación o aplicación del derecho vigente.
- naturaleza política: una de las partes pretende la modificación del derecho existente.

Se establece a favor de las partes el principio de la “libre elección de medios”; es decir, se encuentran en plena libertad para
seleccionar el medio de solución que prefiera. Ningún Estado puede ser obligado a someter sus controversias con otros a un medio
de solución pacífica que no haya previamente consentido.

Los procedimientos de arreglo pacífico se encuentran enumerados en la Carta de la ONU y en la resolución 2625: negociación,
buenos oficios, mediación, investigación, conciliación, arbitraje, arreglo judicial (salvo en la negociación en los restantes medios
siempre interviene un tercero).

En los medios de solución jurisdiccionales, la solución es obligatoria para las partes en conflicto, en cambio en los NO jurisdiccionales
la solución no es obligatoria.

A) MEDIOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS DIPLOMÁTICOS:

También llamado medios NO jurisdiccionales, se caracterizan porque la solución se logra mediante el acuerdo de las partes, no sólo
en cuanto al método utilizado, sino también en cuanto los términos del arreglo.

 Negociaciones directas (o diplomáticas):


Supone, entre las partes en conflicto, negociaciones directas sin injerencia de terceros. Es el único medio de solución pacífica en el
que no intervine un tercero acto.
Consiste en el contacto directo entre las partes con el objeto de lograr un acuerdo; tiene lugar mediante conversaciones,
intercambio de notas y propuestas. Finaliza, generalmente que ser exitoso, en declaraciones, comunicados, o tratados.
En la mayoría de los tratados internacionales se inserta una disposición que contempla la obligatoriedad de las partes de acudir a la
negociación u otros medios pacíficos en caso de conflictos derivados de su aplicación o interpretación.
 Buenos oficios:
Medio o modalidad diplomática por el cual un tercero trata de establecer o restablecer (sin tomar parte en el asunto) las relaciones
o comunicación entre las partes para que, éstas, establezcan diálogos –por lo menos- o negociaciones tendientes a la solución de la
controversia (ej. cuando se suscitó el conflicto de las papeleras o pasteras de celulosas, la primer forma de búsqueda de solución
intervino el Rey de España).
Pueden ser ofrecidos, cuando el tercero se predispone en razón de la buena voluntad que tanga respecto a los Estados
involucrados para realizar buenos oficios –procurando acercar al dialogo-, en cuyo caso las partes involucradas deben aceptar su
intervención para tal acercamiento; o solicitados, es lo que generalmente sucede, porque por regla general los Estados se
abstienen de intervenir en conflictos extraños a ellos. Siempre debe haber voluntad por parte de los que efectivamente intervienen
en el conflicto.
La emisión del buen oficiante se limita a poner en contacto a las partes distanciadas, absteniéndose de emitir opinión sobre el
fondo del asunto (propuesta de solución).

 Mediación:
Registrar su antecedente, como medio de solución pacífica, en la Convención de La Haya de 1907.
Es un proceso tendiente a la búsqueda de la solución de una controversia, –a diferencia de los buenos oficios- donde interviene un
tercero, siempre que haya sido aceptado por las partes –a ofrecimiento del tercero o por solicitud de las partes-, que no solo
acerca a las partes para el efectivo dialogo, sino que eleva una propuesta de solución (emite opinión) al conflicto (ej. que
intervenga el Papa para la solución, caso Beagle).
Consiste en la intervención de un tercero en el conflicto con el ánimo de contribuir a la búsqueda de una solución, colaborando
activamente en las negociaciones y sugiriendo a las partes -de modo confidencial y sin necesidad de formalidad escrita- bases para
un posible arreglo. En la mediación, el mediador tiene una participación activa.
Tanto su ejercicio como su aceptación son voluntarios, salvo que exista una estipulación contractual en otro sentido.
El mediador se encuentra autorizado para proponer las bases de la negociación e intervenir en ella como vía de comunicación,
sugerencia y acomodación de posiciones, sin tratar de imponer la solución, pero interviene en todo el desarrollo de la negociación
hasta su conclusión; las soluciones propuestas podrán ser aceptadas o no, pues tendrán siempre el carácter del consejo y no
tendrá nunca fuerza obligatoria.

 Comisión de investigación (encuesta o determinación de los hechos):


Registra como antecedente las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907. Se encuentra establecida en la Carta de San Francisco en
su artículo 34, aceptada por el sistema interamericano mediante el Pacto de Bogotá.
Más qué mecanismos de solución de controversias de carácter diplomático, se tratan de mecanismos que, en el marco de una
situación que se intenta restablecer, se establecen a fin de investigar los hechos que se llevarán a esa situación de conflicto (ej.
Comisión de Investigación Especial para establecer quienes fueron los autores del crimen del primer ministro del Líbano, que
posteriormente y a raíz de esa investigación se estableció un tribunal especial para juzgar a los que fueron determinados
responsables; o más recientemente, el acuerdo bilateral entre Argentina e Irán a fin de establecer un mecanismo –de hecho se
designó un Comité de expertos- para solucionar un conflicto con fines de restablecer las relaciones diplomáticas).
Consiste en solicitar, mediante acuerdo de partes (generalmente con el auspicio de una organización internacional, como garante
de la investigación), a una comisión especial el esclarecimiento de una divergencia proveniente de distinta apreciación de una
cuestión de hecho, a fin de que, una vez realizado el estudio correspondiente, la comisión expida un informe que contenga un
análisis objetivo y claro de los hechos en cuestión.
La comisión de investigación tiene como única función aclarar las cuestiones de hecho que rodean conflicto, sin pronunciarse sobre
la responsabilidad que de ellas puedan derivar.
Las reglas para la constitución y funcionamiento de la Comisión son fijadas por las partes en un acuerdo especial que debe
contener, al menos:
- La indicación de los hechos;
- El modo y el plazo para la formación de la comisión;
- Extensión de sus poderes, la sede, el idioma y los plazos para presentar las exposiciones de las partes.
 Conciliación:
Mecanismos algo intermedios entre los buenos oficios y la mediación.
Consiste en la instrucción imparcial por un órgano colegiado, llamado Comisión de Conciliación, de todos los aspectos de la
controversia a fin de formular una propuesta para su solución.
En la conciliación se presenta un informe a las partes que contiene sugerencias, recomendaciones sustanciales para solucionar el
conflicto. Las partes se encuentran en libertad de aceptarlas y aplicarlas o desecharlas.
Este mecanismo puede ser utilizado en todas las controversias, tanto sobre cuestiones de hecho como del derecho.
La Comisión de Conciliación es designada por las partes. El proceso se inicia a requerimiento de una de las partes; generalmente,
los tratados autorizan a la Comisión a dictar las reglas de procedimiento y las resoluciones se adoptan por mayoría.
El objeto esencial es facilitar un acuerdo amistoso, por ello, los tratados proponen principalmente esta forma de arreglo y, si no se
obtiene un acuerdo, el informe final de la Comisión se limitara a consignar los términos de la fórmula aceptada.

B) MEDIOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS JURISDICCIONALES

Son mecanismos donde intervienen órganos de carácter judicial o jurisdiccional, porque no necesariamente tendrán el efecto de
judicial, pues bien pueden tratarse de tribunales administrativos o especiales para investigar o dirimir determinada controversias.

Contemplan un carácter más orgánicos, no dependen de una persona, sino que se trata de órganos o tribunales creados por acuerdo
entre Estados, o bien, tribunales que cuando los Estados han firmado un determinado tratado se han sometido a los mismos para
solucionar las controversias entre ellos suscitadas.

Este tipo de mecanismo implica que la solución del órgano que resuelve la cuestión es la última palabra; es decir, la decisión es
dictada por un tercero independiente y es obligatoria.
Caracteres:
- Intervención de un tercero imparcial;
- La jurisdicción o sometimiento a este medio se basa en el consentimiento o voluntad de los Estados;
- La solución tiene que estar fundada en derecho; salvo que las partes expresamente convengan la clausula ex aquo et bono;
- El procedimiento tiene carácter contradictorio;
- Decisión del tribunal (laudo, fallo o sentencia) es obligatoria para las partes.

 Arbitraje:
Son tribunales de características arbitrales. En la mayoría de los casos se tratan de sistemas ad hoc; es decir, se trata de
mecanismos de solución de controversias para solucionar el caso concreto. Históricamente era un mecanismo para seleccionar
controversias de límites.
Consiste en someter un conflicto internacional (que puede haber pasado por mecanismo de solución de conflictos diplomáticos),
mediante acuerdo formal entre las partes, a la decisión de un tercero que puede ser una persona o varias, a fin de que, previo un
procedimiento contencioso, se dicte un fallo definitivo.
En principio, no existe una obligación jurídica de someter una cuestión a arbitraje; salvo, la existencia de una cláusula arbitral o
compromiso arbitral. Sin embargo, una vez aceptado este medio, la solución emitida por el árbitro es obligatoria debe ser cumplida
de buena fe.
Siempre se arriba al arbitraje mediante un compromiso arbitral que, en algunos casos, puede obedecer a la aplicación de una
cláusula arbitral preexistente:
La clausula arbitral es previa a la controversia, pudiendo encontrarse en un tratado específico de arbitraje, o en cualquier otra
clase de tratados, que establece que, cualquier controversia que surja entre las partes con motivo de la interpretación o
aplicación del tratado, será sometida a arbitraje.
El compromiso arbitral cuya naturaleza jurídica es la de un tratado, es suscripto una vez surgida la controversia o el
desacuerdo, ya sea:
- en cumplimiento de una cláusula arbitral preexistente; o bien,
- porque las partes directamente deciden someter la controversia a un árbitro

El mismo compromiso determina forma y plazo para la designación el tribunal arbitral y para constituirlo, su jurisdicción y
competencia, las reglas procedimiento, decisión de aceptar el fallo como obligatorio, derecho aplicable; entre otras cuestiones.
De esta manera, el compromiso arbitral constituye el sustento el juicio.

El JUICIO ARBITRAL es contencioso; generalmente, consta de dos fases:

1) Fase escrita: constituida por las memorias, contra-memorias, prueba documental y los alegatos finales de las partes.
2) Fase oral: se constituye por declaraciones de testigos, peritos e intervenciones de los agentes de las partes.

Clausurado el período de prueba y efectuados los alegatos finales en los que las partes ameritan las pruebas ofrecidas y sus
respectivas posiciones, el tribunal pasa a deliberar, emitiendo con posterioridad el fallo o laudo arbitral.
El tribunal está obligado a que, su laudo arbitral, se limite a la cuestión sometida, ajustándose a las normas estipuladas en el
compromiso arbitral, en relación al fondo del asunto y a la forma del proceso.
Este laudo arbitral opera como cosa juzgada solo entre las partes en litigio y para el caso concreto. Además, es inapelable,
obligatorio y debe ser cumplido de buena fe.

Es posible la interposición, ante el mismo tribunal arbitral, los siguientes recursos:


- Interpretación: referido a los aspectos relacionados con la interpretación y el alcance de la sentencia.

- Revisión: procedente cuando, después de dictado y conocido el laudo, una de las partes toma conocimiento de un nuevo hecho
que, de haber sido conocido con anterioridad al fallo, hubiera podido variarlo por su carácter decisivo.
- Nulidad: generalmente es el único recurso que se acepta; es un recurso excepcional, que puede tener como causa:
- cuando el tribunal ha fallado extra petita; es decir, más allá de lo estipulado en el compromiso arbitral (hay una
extralimitación en su competencia); o ultra petita;
- falta de motivación del fallo;
- vicios o inobservancia grave en algunas de las reglas o etapas del procedimiento.
Generalmente, los tribunales arbitrales se crean de manera circunstancial para un caso determinado, desapareciendo una vez
finalizado su cometido.

El TRIBUNAL PERMANENTE DE ARBITRAJE de La Haya está reglado por la Convención para el arreglo pacífico de los conflictos
internacionales de La Haya de 1899 modificado en 1907. Pueden utilizar los servicios de este Tribunal los Estados que han ratificado
la primera Convención, pero todos tienen la libertad para acudir si así lo convienen, a un tribunal ad hoc.
Este Tribunal no está constituido permanentemente, posee una Secretaría Permanente en La Haya, que tiene una lista de
personalidades designadas en número de 4 por cada Estado Parte.
Las partes en la controversia, eligen de común acuerdo, dentro de la lista, el árbitro u árbitros que constituirán el Tribunal, si no hay
acuerdo, cada parte designa uno o dos árbitros, según si el Tribunal estará compuesto por tres o cinco árbitros, en este caso, de los
dos árbitros elegidos, unos será de nacionalidad de cada parte y entre los 4 eligen al quinto que, será el Presidente.

Excepcionalmente, este sistema puede funcionar bajo tribunales colegiados (ej. Sistema arbitral para la solución controversias en
materia la OMC, si bien NO lleva el nombre de arbitraje sino de paneles, funciona bajo el mismo sistema. O bien, el sistema de
arbitraje, denominado de solución de controversias de inversiones extranjeras que puede ser ad hoc o puede ser bajo tribunales
institucionales).
Si bien, en general, los sistemas de arbitraje no prevén mecanismos de revisión, dicho mecanismo se aplica a través de los sistemas
locales por el exequater, que es un procedimiento que prevé los ordenamientos procesales locales para hacer efectivo el
cumplimiento de una sentencia o un laudo arbitral extranjero (que para ser admitido deben cumplirse requisitos formales,
procesales y sustanciales –orden público-).
 Arreglo Judicial => La CORTE INTERNACIONAL de JUSTICIA.-
Son tribunales judiciales propiamente dichos; tribunales preexistentes al conflicto. Contemplan reglas específicas.
El arreglo judicial, es un procedimiento en virtud del cual las partes en conflicto someten una determinada controversia a un
tribunal internacional preexistente y de carácter permanente, que después de un procedimiento establecido, una sentencia que es
obligatoria para las partes.

La Corte Internacional de Justicia es el un órgano judicial y principal de la ONU, cuyo Estatuto forma parte de la Carta de San
Francisco. Es decir, que órgano se rige por Carta de Naciones Unidas (Capítulo XIV) y por su propio Estatuto.
Según la Carta, los Estados miembros son ipso facto partes en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia y agregar que un
Estado NO miembro puede llegar a ser parte del Estatuto según las condiciones que determine en cada caso la Asamblea General a
recomendación del Consejo de Seguridad (art. 93).

La CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA:

Está compuesta por 15 miembros que representan los sistemas jurídicos de todos los espacios del planeta tierra, propuestos por
los Estados y elegidos por la Asamblea General con acuerdo del Consejo de Seguridad. No puede haber dos jueces que sean
nacionales del mismo Estado.
Además, en su composición se encuentran representadas las grandes civilizaciones los principales sistemas jurídicos del mundo;
para ello, la práctica ha establecido:
- 3 de África;
- 2 de América Latina;
- 3 de Asia;
- 5 de Europa Occidental; y
- 2 de Europa Oriental.

Durante 9 años el ejercicio del cargo, se renuevan por tercios cada 3 años, y pueden ser reelegidos (cuando una de las partes en
litigio no posea un magistrado de su nacionalidad, tiene la facultad de designar un juez ad hoc)

Para ser juez de la Corte se requieren condiciones especiales: personas que gocen de la consideración moral y que reúna las
condiciones requeridas para el ejercicio de las más altas funciones judiciales en sus respectivos países, o que sean jurisconsulto de
reconocida competencia en materia de derecho internacional (art. 2)

La Corte ejerce sus sesiones en forma plenaria, requiriendo un quórum de nueve miembros para su constitución.
Puede constituir una o más salas con tres o más miembros para conocer cierta clase de litigios o uno determinado, considerándose
que las sentencias dictadas por estas salas son como dictadas por la Corte misma.

Jurisdicción:

La jurisdicción de la Corte Internacional se extiende a todas las controversias de orden jurídico que tuvieren por objeto:
- La interpretación de un tratado;
- Cualquier cuestión de derecho internacional;
- Cualquier hecho que de ser comprobado constituiría la violación de una obligación internacional;
- La naturaleza o existencia de la reparación debida por la violación de una obligación internacional.

Competencia (art. 36.2 y 38 del Estatuto):


La Corte cuanta con dos tipos de competencias:

- Competencia CONTENCIOSA:

Se avoca a situaciones de controversias entre los Estados.


Tiene carácter facultativo y voluntaria para los Estados, que se torna obligatoria únicamente si los Estados han consentido
someterse a ella, sea en forma general, o concretamente para un caso determinado. Para que un caso llegue la Corte, entonces,
tiene que haber aceptación por parte de los Estados involucrados a la jurisdicción de la misma, o bien, la aceptación de la Corte
ya ha sido fijada en un tratado previo (ej. Argentina vs. Uruguay en supuestos de conflicto que emerjan por el tratado del río
Uruguay, se acude a la corte)

Solamente los Estados pueden ser partes para un caso presentado ante la Corte Internacional de Justicia; los demás sujetos
internacionales no pueden comparecer ante la Corte como partes en jurisdicción contenciosa (excepcionalmente podrán hacerlo
a través de su competencia consultiva).

Los Estados partes de Estatuto en cualquier momento pueden reconocer como obligatoria la jurisdicción de la Corte respecto a
otro Estado que acepte la misma obligación.

Es decir, la jurisdicción es voluntaria porque debe ser aceptada por los Estados partes de la controversia; dicha aceptación asume
distintos modos de manifestarse:
- por un acuerdo especial –COMPROMISO-;
- por tratados (bilaterales o multilaterales) en los que se prevé el sometimiento a la corte en caso de desacuerdos futuros -
CLAUSULA COMPROMISORIA-;
- por aceptación tacita –PRINCIPIO DE FORUM PRORROGATUM-; se configura cuando un Estado sin efectuar una declaración
expresa, contesta la demanda o realiza actos de los cuales se desprende a juicio de la corte su voluntad de aceptar la
jurisdicción.
- por las declaraciones previstas en el art. 36.2 del Estatuto –CLAUSULA FACULTATIVA U OPCIONALES-.

PROCEDIMIENTO:
Se inicia con la notificación a la Corte del compromiso asumido por las partes para presentar el caso o, en su caso, la solicitud de
presentar su demanda por una de ellas. En ambos casos, debe identificarse concretamente el objeto de la controversia y las
partes involucradas.
En la iniciación del procedimiento, la Corte debe decidir sobre su competencia, así como acerca de la validez o nulidad de la
solicitud. Esta fecha se la considera como fecha crítica.
La Secretaría transmite a los Estados interesados la solicitud presentada y también a los miembros de Naciones Unidas y demás
Estados con derecho a comparecer. Las partes pueden ejercer el derecho de nombrar jueces ad hoc.
Antes de comenzar el procedimiento sobre el asunto de fondo, la corte puede resolver de oficio o sí las partes así lo solicitan,
medidas provisionales tendientes a resguardar los derechos de las partes. El art. 41 del Estatuto establece la facultad de la Corte
de dictar medidas provisionales de oficio y en cualquier momento, si considera que las circunstancias así lo demandan, a los fines
de preservar los derechos de las partes (la Corte afirmó expresamente la obligatoriedad de las medidas provisionales y su fuerza
vinculante para las partes, señalando que las providencias donde se instrumentan tales medidas son jurídicamente obligatorias).
El derecho aplicable es el que determina el art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia que enumera las fuentes del
derecho internacional.

Cuenta de dos fases:


a) Fase escrita: se encuentra constituida por la presentación de la memoria (una especie de demanda contra el otro Estado), la
contra-memoria y reconvenciones (duplicas y replicas); en este último caso, se invierte la posición de las partes de la acción
principal, debe interponerse al contestar la demanda y debe estar vinculada directamente con las cuestiones de hecho y de
derecho formuladas en la demanda principal.
Además, también forman parte de esta etapa, aquellas pruebas que tengan naturaleza escrita, alegatos finales y sentencia.

b) Fase oral: consiste en audiencias que concede el alto tribunal a las declaración de testigos, peritos, agentes, consejeros y
abogados.

Clausurado el término de prueba y producido los alegatos finales, la Corte, previamente a las deliberaciones pertinentes que son
secretas, emite su decisión o sentencia (por mayoría de votos de los magistrados presentes o por unanimidad, se admiten las
opiniones disidentes de los magistrados, las cuales deben agregarse al fallo respectivo). El fallo debe ser motivado.
Según los art. 59 y 60 del Estatuto de la Corte, las sentencias son definitivas (inapelables) y obligatorias para los Estados en
litigio y respecto del caso concreto (el incumplimiento de una sentencia dictada por la corte, faculta a la otra parte a recurrir al
consejo de seguridad, quien puede efectuar recomendaciones o dictar medidas con el objeto de que se cumple el fallo – Art. 94
de la Carta de San Francisco)..
Para el dictado de la sentencia no hay un plazo fijado(a diferencia del laudo).
En principio, son inapelables, sin embargo, bajo la denominación de “solicitudes” o “demandas”, el Estatuto prevé la posibilidad
que las partes puedan interponer ciertos recursos que son planteados ante la misma Corte y, en caso de prosperar, pueden
modificar en todo o en parte la sentencia:

- Solicitud de aclaratoria: solo puede estar referida sobre el sentido o el alcance del fallo en caso de oscuridad o imposible
cumplimiento -Único recurso admitido para Sommer-.

- Demanda de revisión: constituye un procedimiento extraordinario que responde a condiciones de muy estricta valoración,
hasta el presente solo se ha utilizado en tres ocasiones. Se basa en el descubrimiento de hechos nuevos de tal entidad, que si
se hubieran conocido con anterioridad al fallo, distinto hubiera sido el pronunciamiento.
Los requisitos están contemplados en el art. 61 del Estatuto:
- Hecho nuevo; aquel hecho conocido por la parte después de dictado el fallo, que debe haber sido desconocido con
anterioridad a ese pronunciamiento, tanto por la parte que válida como por el tribunal. Lo que califica como nuevo no es
su existencia sino su descubrimiento por la parte que solicita la revisión.
- Que tal hecho pueda tener una influencia decisiva en el fallo; el hecho nuevo debe ser un factor decisivo, en el sentido
de concluyente, que fuera desconocido también por la corte en el momento de pronunciarse fallo y que de haberlo
conocido, hubiera motivado un cambio en el fallo del tribunal.
- Que hubiera sido desconocido antes del fallo por la parte que lo alega.
- Que tal desconocimiento no le sea imputable por negligencia a la parte; este requisito tiene un carácter subjetivo, por
lo que su alcance debe ser determinado en cada caso.
- Que se formule dentro del plazo de 6 meses de conocido.
- Que el recurso se presente antes de los diez años de dictada la sentencia.

Los Estados miembros se comprometen a cumplir las decisiones de la Corte en todo litigio en el que sean partes; en caso de
incumplimiento a esta obligación, la otra parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad, el que se encuentra facultado para hacer
recomendaciones o dictar medidas parar ejecutar el fallo.
El Estatuto también prevé la posibilidad de la intervención de terceros Estados en un litigio sustanciado ante la Corte cuando
ellos consideren que tienen un interés jurídico que pueda ser afectado por la decisión del litigio, o bien, cuando el litigio
signifique la interpretación de un convención de la cual sean parte.

- Competencia CONSULTIVA:
Son opiniones que son solicitadas a la Corte sobre la interpretación y los alcances del derecho internacional, pero la opinión no
tiene efecto vinculante (ej. Opinión Consultiva respecto a legalidad sobre el muro de Israel en la franja de Gaza).
Esta competencia es a los fines de prestar asistencia jurídica a organizaciones internacionales, eventualmente la pueden solicitar
los Estados.
El art. 96 de la Carta confiere a la Corte la facultad y determina que la Asamblea General o el Consejo de Seguridad pueden
solicitar a la Corte que emita una opinión consultiva o dictaminen sobre cualquier cuestión jurídica.
Los otros órganos y los organismos especializados autorizados por la Asamblea General también podrán solicitar opiniones
consultivas, sin embargo, esta facultad NO es extensiva a los Estados.

C) SOLUCIONES DE CONTROVERSIAS EN LOS SISTEMAS PARTICULARES DE DERECHO INTERNACIONAL.

América contempla varios sistemas de solución de controversias como por ejemplo el tratado de Bogotá 48, prevé un mecanismo de
solución de controversias que implica el reconocimiento de la activación de la corte internacional de justicia. Que para Colombia fue
un problema porque Nicaragua llevó a aquel país a la corte internacional de justicia para solucionar el problema de límites y de
regímenes territoriales y marítimos de las islas san Andrea.
Hay varios mecanismos de solución de controversias en el sistema americano que van desde derechos humanos, sistemas de
integración regional (comunidad andina, mercosur, etc.).

Mecanismos para el mantenimiento de la paz. Articulo Pagliari lo escribió profesor.

ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS


En el sistema interamericano los principales instrumentos que se refieren a la solución de controversias son:
- la Carta de la OEA,
- el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas o Pacto de Bogotá,
- y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)
En el artículo 2 de la Carta de la OEA establece, entre los propósitos esenciales de la organización, prevenir las posibles causas de
dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias entre los Estados miembros y el art. 3 los Estados reafirman como
principio que las controversias de carácter internacional que surjan entre dos o más Estados americanos deberán ser resueltas por
medio de procedimientos pacíficos.
El Capítulo V se titula solución pacífica de controversias y se refiere la obligación de los Estados de someter sus controversias a los
procedimientos pacíficos señalados en la Carta antes de ser llevadas al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (art. 23),
enumerando los en el artículo 24.
El Consejo Permanente debe velar por el mantenimiento de las relaciones de amistad entre los Estados y ayudarlos de manera
efectiva en la solución de sus controversias. Así, con acuerdo de las partes, puede establecer comisiones ad hoc si el procedimiento
recomendado por el Consejo no fuera aceptado por alguna de las partes o sea no se ha logrado resolver la controversia.
El otro órgano con facultades es el Secretario General (art. 110), quien podrá informar a la Asamblea General o al Consejo
Permanente sobre cualquier asunto que en su opinión, puede afectar la paz y la seguridad del continente.
El tratado especial a que se refiere el art. 27 de la Carta de la OEA y precisa en forma detallada los medios de solución pacífica de
controversias que pueden aplicar los Estados partes, es el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas o Pacto de Bogotá que fue
adoptado durante la 9º Conferencia Internacional Americana en 1948.

MERCOSUR
El sistema de solución de controversias que rige para el Mercosur, se encuentra en el Protocolo de Olivos, prevé dos instancias:
- las negociaciones directas
- y el procedimiento arbitral.
Con respecto este último se puede desarrollar ante los tribunales arbitrales ad hoc, y/o ante el Tribunal Permanente de Revisión
del Mercosur (TPRM). Las partes pueden obviar la intervención de los primeros, recurriendo en forma directa a este último.
Cuando un Estado o un particular mantiene una diferencia con alguno de los Estados miembros, presenta el reclamo en la Secretaría
Permanente del Mercosur (SPM) y con posterioridad se constituye un tribunal ad hoc integrado por tres árbitros.
Este tribunal tiene facultades para dictar medidas provisionales si existen presunciones fundadas de que el mantenimiento del
conflicto puede ocasionar daños graves e irreparables. El laudo es obligatorio para las partes, y puede ser recurrido ante el Tribunal
Permanente de Revisión, por cuestiones exclusivamente jurídicas, estando vedado reexaminar los hechos o aportar nuevas pruebas.
En laudo que dicta el Tribunal Permanente Revisión del Mercosur es obligatorio y definitivo.

PACTO ANDINO
Cuando se suscribe el Acuerdo de Cartagena en 1969 NO se contempló la creación de un órgano jurisdiccional, por lo que la
estructura institucional estaba integrada sólo por la Comisión y la Junta. En 1979 se completó el sistema con la creación del Tribunal
de Justicia, por lo que se perfeccionó el sistema institucional del proceso de integración económica del grupo andino.

CENTRO INTERNACIONAL DE ARREGLO DE DIFERENCIAS RELATIVAS A INVERSIONES


Es un organismo público internacional creado mediante el convenio sobre arreglo de diferencias relativas a inversiones entre Estados
y nacionales de otros Estados celebrado en 1965.
El CIADI tiene por objeto proporcionar mecanismos de conciliación y arbitraje para el arreglo de diferencias relativas a inversiones
que surjan entre Estados contratantes y nacionales de otros Estados contratantes.
El consentimiento de las partes es la piedra angular sobre la que descansa la jurisdicción del centro. El único requisito formal que
establece con respecto al consentimiento es que éste debe darse por escrito.

D) ROL DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES EN EL MANTENIMIENTO DE LA PAZ (*)

La búsqueda de mecanismos para la solución de los conflictos que se producen entre los Estados miembros las organizaciones
internacionales y que pudieran menoscabar la paz y seguridad regional e internacionales, son algunos de los principales propósitos
de estas organizaciones.

ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS

Una de las organizaciones internacionales que más ha participado en dar respuesta a estos propósitos ha sido la ONU.
Mantener la paz y la seguridad internacionales es uno de los propósitos a que alude el art. 1 de la Carta. A su vez, en su art. 33,
estipula que los Estados miembros deberán resolver sus controversias por medios pacíficos. Pero cuando estas controversias NO
puedan ser resueltas por acuerdos entre los sujetos involucrados, se activan diversos mecanismos institucionales en el marco de la
Carta de NU (Capítulos VI y VII).

Gran parte de las decisiones de la ONU sobre el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales tienen como marco de
aplicación diversas resoluciones del Asamblea General de la ONU, tales como:
- la Resolución 2625 del año 1970 sobre Declaración relativa a los principios de derecho internacional referentes a las relaciones
de amistad y la cooperación de los Estados de conformidad con la Carta,
- la Resolución 43/51 de 1988 sobre prevención y eliminación de controversias y situaciones que puedan amenazar la paz y
seguridad internacionales , o
- la Resolución 46/59 de 1991 sobre determinación de los hechos por la ONU en la esfera del mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales.

En el art. 11 la Carta autoriza la ASAMBLEA GENERAL a considerar los principios generales de la cooperación y el mantenimiento de
la paz y seguridad internacionales, pudiendo hacer recomendaciones al Consejo de Seguridad sobre las situaciones que se
determinen como una amenaza o quebrantamiento de esos principios.
En forma excepcional, ante la parálisis de la actuación del Consejo de Seguridad (por razones políticas) la Asamblea General podrá
intervenir para decidir sobre situaciones que ponen en riesgo la paz y seguridad internacionales (también receptado en la resolución
377 A de 1950).

Con funciones concurrentes con la Asamblea General, el capítulo VII de la Carta, estipula que el CONSEJO DE SEGURIDAD
desempeña un rol primordial en la búsqueda de la solución de controversias internacionales que alteren la paz y seguridad
internacionales, a tenor de lo dispuesto en los arts. 33 y 34 la carta.

También la Asamblea General podrá elevar un caso ante el Consejo de Seguridad, a fin de éste se avoque al estudio del mismo (art.
11), al igual que idéntica potestad la puede ejercer el Secretario General de la organización (art. 99). Además los Estados miembros
de la organización e incluso aquellos que no lo fueran, pueden llevar el caso al Consejo de Seguridad (art. 35), y si éste no se avocara
podría elevarse supletoriamente ante la Asamblea General o el Secretario General para su estudio.

Las funciones del Consejo de Seguridad en este capítulo, consisten en efectuar recomendaciones a las partes en conflicto,
instándolas a que utilicen los medios pacíficos a su alcance. En caso de que la situación en cuestión analizada por el Consejo sea
grave o no se apliquen aquellas recomendaciones que el Consejo realizó, el organismo internacional podrá dar inicio al
procedimiento previsto en el capítulo VII de la Carta.

Hay que remarcar que en las actuaciones dictadas en el marco de los capítulos VI y VII, los miembros del Consejo de Seguridad que
intervengan en una controversia, se encuentre bajo análisis del órgano, se deberán abstener de votar sobre las decisiones el pleno
resuelva (art. 27. 3).
Otro de los órganos destinado garantizar la permanencia de la paz y seguridad internacionales, es el SECRETARIO GENERAL de la
organización, quien está autorizado para atender en aquellas cuestiones que puedan poner en peligro o que amenacen la paz y
seguridad internacionales, atribución que dimana del artículo 99, cuando autoriza al Secretario General a elevar al Consejo de
Seguridad, aquellas cuestiones o controversias aludidas.

Estas funciones del Secretario General tienen como marco la llamada DIPLOMACIA PREVENTIVA (medidas destinadas a evitar que
surjan controversias entre dos o más partes, a evitar que las controversias existentes se transformen en conflictos y evitar que éstos,
si ocurren, se extiendan) y refieren al rol en procura de llevar soluciones posibles a los Estados miembros en conflicto (art.98).

Entre sus funciones se encuentran actividades específicas del Secretario General como las medidas de alerta rápida que permiten
establecer y dar respuestas acordes a situaciones que amenaza la paz y seguridad internacionales.

La CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA, órgano jurisdiccional, al cual las partes en una controversia podrán acudir para encontrar
una solución pacífica de sus controversias. También el Consejo de Seguridad, dentro de sus funciones de recomendación del Cap. VI,
podrá indicará las partes, la utilización del tribunal internacional como uno de los mecanismos apropiados para la solución de sus
controversias (art. 36).

Capítulo VII de la Carta de la ONU: SISTEMA DE SEGURIDAD COLECTIVA

Le corresponde Consejo de Seguridad la función primordial de la seguridad colectiva del sistema internacional. El art. 39 autoriza al
Consejo de Seguridad a tomar, en caso de amenaza, ruptura de la paz y seguridad internacionales o de actos de agresión, todas las
medidas previstas en los arts. 41 y 42, consideradas como mecanismos tendientes a impedir o aplicar medidas por aquellos actos
contrarios a los principios y propósitos de la carta de la ONU.

CAPÍTULO VII: Acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión (arts. 39 a 51)

 Artículo 39: El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de
agresión y hará recomendaciones o decidirá qué medidas serán tomadas de conformidad con los Artículos 41 y 42 para mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales.

Esta norma está sustentada sobre las mismas bases de los artículos 1.1 y 2.3 de la Carta, dando inicio al denominado “Sistema de
Seguridad Colectiva” de la organización.

El funcionamiento de este capítulo establece una serie de ETAPAS por los cuales el Consejo de Seguridad tratará un determinado
caso de quebrantamiento de la paz y seguridad internacionales.

La primera de ellas es determinar si la situación que se trae a su consideración o que él asume directamente, constituye una
amenaza a la paz y seguridad internacionales. Por lo que el Consejo de Seguridad “calificará” la situación, prevé información sobre la
controversia, solicitando las partes, en su caso, toda la información sobre el conflicto.
Esta potestad de calificar o de regular determinadas situaciones no debe estar en disconformidad con el resto del articulado de la
Carta, porque de lo contrario se estaría materializando disposiciones jurídicas calificadas como ultra vires (conflicto que surgió por la
aprobación de dos resoluciones en donde el consejo utilizó sus facultades de este capítulo sin que se hayan establecido situaciones
concretas que pudieran ser calificadas por el organismo como amenazas a la paz y seguridad internacionales ni en donde se
estableció la inmunidad de las fuerzas militares que participaban de operaciones de mantenimiento de la paz, ante un posible
requerimiento de la corte penal internacional).

En caso de que la situación en estudio implicara un incumplimiento de las recomendaciones efectuadas en el marco del Cap. VI o un
Estado de amenaza (el consejo la suele considerar en la práctica como aquellas que se consideran actuales y graves) o
quebrantamiento de la paz y seguridad internacionales, el Consejo de Seguridad podrá realizar nuevas recomendaciones o aplicar las
medidas previstas en los artículos 41 y 42 de la Carta.

Al igual que lo establecido en el Cap. VI sobre la posibilidad de que el Consejo de Seguridad recomiende utilizar un mecanismo de
solución de controversias en particular, igual potestad posee el Consejo de Seguridad cuando, en el caso de quebrantamiento de
la paz y seguridad internacionales, en donde se hallan cometidos delitos tipificados en el Estatuto de la Corte Penal Internacional
podrá, en el marco de este capítulo, remitir el caso de violaciones de derechos humanos y derecho internacional humanitario, al
fiscal de la Corte para su investigación (art. 13 del Estatuto).
También el Consejo podrá suspender temporalmente toda investigación que el fiscal de la Corte Penal Internacional esté
realizando, en tanto el caso sea calificado de amenaza a la paz y seguridad internacionales (art. 16 del Estatuto).

Como MEDIDAS (Art. 41 y 42) en el marco de este capítulo, se entienden aquellas medidas de presión, recomendadas o decididas
por el Consejo de Seguridad, dirigidas contra un actor internacional con la finalidad de impulsarle u obligarle a cumplir las
decisiones previamente adoptadas para restablecer la paz y la seguridad internacionales.
Las medidas para ser efectivas las disposiciones del Consejo de Seguridad, se pueden categorizar en dos tipos:

- Medidas que NO implican el uso de la fuerza armada:

Se consideran aquellas destinadas a producir efectos que posibiliten el efectivo cumplimiento de las decisiones del Consejo,
autorizando a los Estados miembros de la organización a que ejerzan acciones u omisiones que tiendan a forzar el cumplimiento
de las resoluciones del Consejo (ej.: aplicación de medidas económicas, embargos o interrupción del comercio de bienes y
servicios, la interrupción de abastecimiento o comercio de armas, suspensión de las comunicaciones entre el estado infractor y
los demás miembros de la comunidad internacional que así lo establezca).

Para garantizar el cumplimiento de las decisiones del Consejo, el organismo ha generado un mecanismo de seguimiento
denominado “COMITÉ DE SANCIONES” (reglamento provisional del Consejo de Seguridad). Se compone de todos los Estados
miembros del Consejo de Seguridad, permanentes y no permanentes.

Las decisiones tomadas por el consejo en el marco del artículo 41, son de cumplimiento obligatorio de todos los miembros de la
organización, desde su entrada en vigor (art. 49)

En caso que se haya producido un quebrantamiento de la paz, antes que el Consejo de Seguridad se avoque al caso, el art. 40 de
la Carta autoriza el Consejo, si se produjera un agravamiento de la situación, a dictar medidas provisionales, tendientes a
suspender las hostilidades bélicas o establecer zonas neutrales, que serán en muchos casos supervisadas por fuerzas al mando de
naciones unidas.

- Medidas que implican el uso de la fuerza armada:

Según el art. 42, si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas de que trata el Artículo 41 pueden ser inadecuadas o han
demostrado serlo, podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá comprender demostraciones, bloqueos y otras operaciones
ejecutadas por fuerzas aéreas, navales o terrestres de Miembros de las Naciones Unidas.

Sin embargo, para hacer efectivo este artículo, la Carta establece en los siguientes artículos, que el Consejo de Seguridad posee la
facultad de firmar acuerdos con Estados miembros de la ONU para que éstos pongan a su disposición de la organización
internacional sus fuerzas armadas (en la práctica estos convenios nunca se han celebrado, por lo que los artículos 42 y 43 han
sido de imposible aplicación).

En forma supletoria, sea autorizado a los Estados miembros el uso de la fuerza armada sin que celebren expresamente estos
convenios.

Para materializar las disposiciones del Cap. VII, el Consejo de Seguridad contempla dos tipos de MECANISMOS:

1) Las coaliciones multinacionales o regionales de ejércitos para casos de uso directo de la fuerza armada (conflictos de Irak,
Somalia o de operaciones de mantenimiento de la Paz).

2) La facultad para que el Consejo pudiera actuar SIN aplicar el art. 43, podría encontrarse en el art. 106, cuya normativa
transitoria, habilitaría al Consejo a ejercer la autorización de la fuerza armada, por los poderes implícitos de aplicar todas
las medidas necesarias.

Este mecanismo de seguridad colectiva plantea debates sobre los alcances de la responsabilidades por violaciones del derecho
humanitario y de derechos humanos de fuerzas armadas, en el contexto de conflictos bajo las disposiciones del Consejo y en
particular, los conflictos suscitados en el marco de las normas de cooperación entre la Corte Penal Internacional y los Estados
intervinientes bajo mandato de Naciones Unidas.
ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS

En el ámbito regional el sistema interamericano también posee una importante trayectoria la búsqueda de mecanismos para
garantizar la paz y seguridad regional.

La Carta de la OEA prescribe entre sus propósitos, el afianzar la paz y seguridad del continente y asegurar la solución pacífica de las
controversias (art. 2).

En forma particular, el Capítulo V regula lo atinente a la solución pacífica de las controversias y en el Capítulo VI lo referente a la
seguridad colectiva en el continente.

Los órganos principales de la organización que poseen potestad para tratar los asuntos sobre conflictos entre los Estados miembros
o situaciones de amenaza o quebrantamiento de la paz y seguridad regional, son el CONSEJO PERMANENTE y la ASAMBLEA
GENERAL (arts. 84 a 87).

En forma supletoria, la Carta, los Estados han previsto el Protocolo de Cartagena de Indias del año 1985, en el que se establecen
mecanismos como los buenos oficios, mediación, investigación de los hechos y conciliación, por los cuales autoriza al Secretario
General de la organización (art. 116) a elevar sus observaciones al Consejo Permanente o a la Asamblea General de la OEA, sobre
aquellas situaciones que puedan suponer una amenaza la paz y seguridad regional.

El sistema interamericano cuenta con un MECANISMO PARTICULAR SOBRE DEFENSA COLECTIVA, denominado TRATADO
INTERAMERICANO DE ASISTENCIA RECÍPROCA (TIAR). Este tratado, cuyo objeto principal es regular las acciones frente a actos de
agresión en que sus Estados partes puedan verse afectados, regula también aspectos generales en caso de amenaza a la paz y
seguridad en el continente.

El tratado sostiene que las altas partes contratantes convienen en que un ataque por parte de cualquier Estado contra un Estado
americano, sería considerado como un ataque contra todos los Estados americanos, y en consecuencia cada una de las partes
contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque.

La Asamblea General de la OEA inició un proceso de examen análisis y evaluación críticos de la concepción, instrumentos estructura
y funcionamiento del sistema interamericano, creando para tal efecto la Comisión Especial para Estudiar el Sistema Interamericano
y proponer medidas para su reestructuración (CEESI). Este proceso incluyó la revisión del TIAR y culminó en 1975 con el Protocolo de
Reformas al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, el cual fue ratificado por 7 de los 22 Estados parte en él, por lo que no
ha llegado a entrar en vigor.

GRUPO DE RÍO

Otro mecanismo la búsqueda de soluciones en caso de amenazas o quebrantamiento de la paz y seguridad regional, es el
denominado Grupo de Río. El cual es un mecanismo permanente de consulta y concertación política de América Latina y el Caribe,
creado en diciembre de 1986 mediante la Declaración de Río de Janeiro.

En la actualidad este grupo, no sólo se encarga de generar diálogos y consensos entre las partes en un conflicto, sino que ha
ampliado sus trabajos en áreas como:
- fortalecimiento de la democracia,
- medio ambiental y desarrollo sostenible,
- cooperación internacional y prevención
- y atención de desastres naturales.

Este grupo es manejado por una Secretaría Pro-Tempore (SPT) cuya gestión corresponde, cada año, al país sede de la reunión de
Jefes de Estado y de Gobierno.

FUNCIÓN DE LOS ÓRGANOS REGIONALES

La función que realizan los órganos regionales es de vital importancia en la relación a las acciones de coordinación en el marco del
Cap. VIII de la Carta de la ONU:
Artículo 52:
1. Ninguna disposición de esta Carta se opone a la existencia de acuerdos u organismos regionales cuyo fin sea entender en los
asuntos relativos al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y susceptibles de acción regional, siempre que
dichos acuerdos u organismos, y sus actividades, sean compatibles con los Propósitos y Principios de las Naciones Unidas.
2. Los Miembros de las Naciones Unidas que sean partes en dichos acuerdos o que constituyan dichos organismos, harán todos
los esfuerzos posibles para lograr el arreglo pacífico de las controversias de carácter local por medio de tales acuerdos u
organismos regionales antes de someterlas al Consejo de Seguridad.
3. El Consejo de Seguridad promoverá el desarrollo del arreglo pacífico de las controversias de carácter local por medio de dichos
acuerdos u organismos regionales, procediendo, bien a iniciativa de los Estados interesados, bien a instancia del Consejo de
Seguridad.
4. Este Artículo no afecta en manera alguna la aplicación de los Artículos 34 y 35.

Existen discrepancias en cuando y en qué forma se realizan esos procesos de cooperación. Por una parte la Carta de la ONU asigna al
Consejo de Seguridad el carácter de órgano prioritario para entender sobre amenazas o quebrantamiento de la paz y seguridad
nacionales (art. 24).
A su vez, muchos de los Estados miembros de la organización, conforman organizaciones regionales, en donde se prescriben las
potestades prioritarias de asumir la responsabilidad de gestionar todo lo relativo al mantenimiento de la paz y la seguridad de los
Estados miembros de la región, más allá de lo que establece el artículo 53 de la carta de la ONU que subordina estas actuaciones a la
labor del Consejo de Seguridad, si se tomaran medidas coercitivas en contra un estado infractor. Y en caso de aplicar otras medidas
de carácter no coercitivo, se entiende que solo basta la comunicación respectiva al consejo de seguridad.

OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ (OMP)

Aunque el término no se encuentre en la Carta de Naciones Unidas, el Segundo Secretario General de la ONU, encontró una forma
de definirlo dentro del marco de la Carta, sosteniendo que el mantenimiento de la paz entra en el “Cap. VI y medio” de la Carta, en
algún punto entre los métodos tradicionales para resolver disputas pacíficamente (Cap. VI) y las acciones de mayor fuerza y menos
basadas en el consentimiento (Cap. VII).

Nacidas en un momento en el cual las rivalidades de la Guerra Fría paralizaban al Consejo de Seguridad, las metas del
mantenimiento de la paz estaban limitadas a mantener el cese al fuego y estabilizar situaciones en el terreno, dando apoyo a los
esfuerzos políticos para resolver el conflicto por medios pacíficos.

Aquellas misiones estaban compuestas por observadores militares y tropas armadas con funciones de vigilancia, información y
construcción de confianza.

Sobre su constitución y autorización se ha discutido sobre si corresponde exclusivamente al Consejo de Seguridad o supletoriamente
a la Asamblea General. La Corte Internacional de Justicia dijo sobre el tema al considerar que, en caso de que la autorización
implique el uso de la fuerza, esa competencia solo le es competente el Consejo de Seguridad.

Desde las primeras misiones a posteriori de la segunda guerra mundial hasta la actualidad, la organización ha coordinado diversas
operaciones de mantenimiento de la paz, las que se pueden dividir en:

- OMP de Primera Generación: se produjeron en la década de 1940 en adelante; entre ellas:


- Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en India y Pakistán en 1949: misiones de observación y vigilancia,
iniciadas con los procesos de descolonización; tuvieron como objetivo la neutralización de los conflictos emergentes de la
lucha de liberación o autodeterminación.
- Primera Fuerza de Emergencia de Naciones Unidas 1956: fue la primera operación de mantenimiento de paz armada, para
responder a la crisis de Suez.
- Operación de Naciones Unidas en el Congo iniciada en 1960; entre otras.

- OMP de Segunda Generación: al terminar la Guerra Fría, se incrementó en número de misiones de mantenimiento de paz; el
Consejo de Seguridad autorizo un total de 20 operaciones entre 1989 y 1994. Algunas de ellas fueron desplegadas para ayudar a
implementar acuerdos de paz finalizados los conflictos.
En 1992, el Secretario General de ONU, pone en funcionamiento el denominado “Programa de Paz”, por el cual se redefinen las
propiedades de las OMP.
En esta etapa, se incorporan operaciones más complejas, en donde ya no solo participan en actividades de control y
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, sino que se incorporan misiones de apoyos civiles y técnicas.

- OMP de Tercer Generación: a partir de 1999, se solicitaba a la ONU llevar a cabo tareas aún mas complejas, como la
administración de territorios en procesos de adquisición de independencia.
- Además, se ejercieron tareas de asistencia humanitaria en 2003 (conflicto Irak); surgen así las denominadas “Operaciones de
estabilización”, como nueva modalidad de OMP, cumpliendo una doble función:
- Proteger y sostener a las nuevas autoridades del “protectorado internacional”;
- Contribuir a la estabilización militar y política del área administrativa.
En esta etapa, se nombró un grupo especial para elevar propuestas que permitan superar los obstáculos en las OMP.
Posteriormente, se sitúa en el plano de atención la denominada “Doctrina Capstone”, que implica una nueva posición y
constituye una guía y recomendaciones sobre la administración y gestión de las OMP. A partir de ella, se pretende generar una
nueva implementación en las OMP, donde se resalta la necesidad de una composición y coordinación de competentes militares,
policiales y civiles trabajando juntos.
También se acentuaron las políticas para efectivizar una mayor participación de mujeres en las OMP; entre otros hechos
trascendentes.

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