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Aprender filosofía hace que los niños

mejoren en matemáticas
Aprender a pensar mediante esta asignatura
muestra sus efectos positivos incluso en la
infancia.
Miguel Zahonero
Bermejo
El aprendizaje es un proceso esencial en el desarrollo de la mente humana. Parte de
ello es gracias a la educación que recibimos en las escuelas y institutos, aunque es
cierto que no a todo el mundo se le da de la misma manera estudiar las distintas
asignaturas que forman parte de la educación obligatoria. Como se suele decir, hay
niños a los que se les da mejor los números, y a otros las letras.
Encontrar un punto de equilibrio en el que el nivel de dificultad de todas las
asignaturas sea asequible para todos los pequeños es un reto. Pero, curiosamente,
un simple cambio en el plan de estudios existente en la educación infantil podría
mejorar su rendimiento en otras materias.
Un proyecto llevado a cabo en Inglaterra muestra que si a los niños se le enseña
filosofía, presentan mejoras en otras materias como matemáticas y lengua; una
grata sorpresa.

La filosofía ayuda desde muy pequeños


Este proyecto fue supervisado por la Education Endowment Foundation (EEF),
una organización inglesa benéfica y independiente que tiene como objetivo que la
educación sea para todos igual, independientemente del nivel lucrativo de los
familiares, con el objetivo de que niños y jóvenes puedan liberar todo su talento sin
ninguna limitación. La idea de la EEF era comprobar los efectos de las clases de
filosofía sobre los alumnos más pequeños al modo de una prueba control, al igual
que se hace con las pruebas con fármacos.
En el estudio participaron 48 escuelas diferentes. De ellas, 22 actuaban como grupo
control, es decir, seguían el ritmo normal de clases, y en las 26 restantes los
alumnos recibían una clase semanal de filosofía de varias horas. Las lecciones
trabajadas tenían que ver con temas como la verdad, la justicia, la amistad o la
sabiduría, y se incluían tiempos para reflexionar respuestas y discutir sobre los
temas.

Aprendiendo a pensar desde la filosofía


Después de analizar los efectos de las clases de la filosofía sobre el grado de
competencias adquiridas por los niños y niñas (de entre 9 y 10 años), los
investigadores registraron una mejora de los participantes en sus habilidades
lingüísticas y matemáticas.
Lo que se observó es que los niños que estaban presentes en estas clases
incrementaron sus capacidades de matemáticas y de lectura como si hubieran
tomado dos meses más de enseñanza sobre ello.
Esta mejoría se veía más patente en niños con peores notas los cuales mostraban
una mayor progresión; su capacidad de lectura mejoraba tal y como lo habría hecho
en 4 meses extra; en matemáticas este adelantamiento del aprendizaje
correspondía a tres meses, y en escritura, de dos meses.
Además, los profesores informaron que también hubo un impacto beneficioso
sobre la relación entre sus estudiantes y también apareció tanto a una mayor
confianza entre los alumnos como a una mejora de las habilidades comunicativas.

Creando las bases del aprendizaje


Los efectos beneficiosos de la filosofía duraron por lo menos dos años, periodo
durante el cual el grupo de intervención siguió superando al grupo control en las
asignaturas analizadas. Según los organizadores, esta mejora podría deberse a que
a los niños se les ofreció la posibilidad de utilizar nuevas formas de pensar y
expresarse, lo cual les permitía conectar mejor sus ideas, reflexionar de forma lógica
con mayor facilidad y crear unidades de conocimiento más amplias.
No es nada nuevo
Inglaterra no es el primer país que pone a prueba los beneficio de la enseñanza de
filosofía a menores. El programa que usó la EEF se conoce como Philosophy for
Children (P4C), y fue diseñado en los años 70 por el filósofo Matthew Lipman en
New Jersey. Este proyecto, del que ya se habló en este artículo, tenía como
objetivo enseñar nuevas maneras de pensar a través del diálogo filosófico. El
programa ha sido acogido ya por 60 países distintos, incluyendo Argentina o España.
En el caso de Inglaterra, el proyecto fue acogido por la Society for the Advancement
of Philosophical Enquiry and Reflection in Education (SAPERE), que ahora también
forma parte la EEF.
Los esfuerzos concentrados detrás de esta organización no se centraban en la idea
original de leer textos filosóficos de Platón o Aristóteles, sino más bien en la lectura
de historias, poemas o incluso ver clips de vídeos que promuevan la discusión de
temas filosóficos. El objetivo era ayudar a los niños en la generación de respuesta,
así como promover conversaciones constructivas y desarrollar argumentos.

Pros y contras
Entre las ventajas que mostró la EEF se encontró también que el 63% de los
estudiantes que recibieron esta educación “extra” sacaron buenos resultados
en sus estudios posteriores. Como también indica el presidente de la EEF, Kevin
Collin, este programa es un buen apoyo para los niños desventajados, haciendo
referencia al mayor beneficio visto en esta clase de estudiantes.
Entre los inconvenientes, como casi siempre ocurre en estos casos, se encuentrra la
barrera económica, ya que el programa costó a cada escuela participante unos £16
(23€) por cada alumno que recibió esta clase. Sería necesario que formase parte de
la enseñanza pública obligatoria para asumir los costes.

Link: https://psicologiaymente.com/desarrollo/aprender-filosofia-ninos-mejoren-matematicas

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