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Propuesta Hermandad Quintuche
Propuesta Hermandad Quintuche
Hermandad
Quintuche
Hoy podemos decir con más seguridad que nunca, que los Quintuches tenemos
Admapu. Desde 1984 que comenzó en Bahía Blanca este proceso de formación del
Escultismo para Adultos (que provienen de afuera del Movimiento Scout), y que hoy
prosigue en lo que denominamos Hermandad Quintuche, hemos consagrado por su uso
(con los resultados a la vista), un sin números de signos, símbolos, reglas, estructuras y
ceremonias. Esto hace que la Hermandad Quintuche cuente hoy, con una mística riquísima
en contenido y significado.
Al presentar esta “Propuesta de Hermandad Quintuche”, nos mueve un solo y único
interés: difundir una experiencia de 35 años de trabajo plagados de excelentes resultados.
También hubo de los otros (malos resultados) que fueron los menos, pero con la firme
creencia de estar luchando por un Movimiento Scout mejor y más inclusivo, hemos ido
corrigiendo poco a poco estos errores y con la misma convicción corregiremos los
próximos que cometamos.
Al querer transmitir esta experiencia no buscamos vanagloriarnos, sino decirles:
Hermano/a Scout, después de 35 años de trabajo, desde hace mucho tiempo, te podemos
asegurar sin temor a equivocarnos que la Hermandad Quintuche es una verdadera
respuesta para los adultos que provienen de fuera del movimiento y para los que alguna
vez lo dejaron sin terminar su progresión. Sabemos que siempre hay mucho camino por
recorrer, pero en la medida que crezcamos iremos sumando experiencias que nos
permitan corregir nuestro andar y así alcanzar la meta deseada, con la participación de
todos los organismos que componen la Asociación.
Hola: si, a vos te saludo, que estás leyendo esta nota; para empezar quizá te deba
contar que la Hermandad Quintuche me cambió la vida, me hizo ver que puedo dar cada
día un poco más y ver que no estoy tan limitada como yo creía. He aprendido a ver a mi
prójimo, a sentir el deseo de servir, pero servir con alegría, y a ayudarme a crecer como
persona. La Hermandad me educó al mostrarme el camino del servicio.
Hoy por hoy: me inspira un gran respeto porque en un corto tiempo uno adopta las
raíces mismas del Escultismo, valorando nuestro país y conociendo la base de nuestra
cultura; especialmente incorporando en nuestra vida toda la mística, nobleza y tradiciones
de nuestros hermanos Mapuches que nos guían hacia como debe ser nuestro trato con la
naturaleza, la tierra que nos abriga, nutre y sostiene.
Pero, qué mejor que como adultos ayudemos a los jóvenes y niños a crecer en
contacto con la naturaleza, la mística de los campamentos en donde uno se encuentra con
Dios, el sentido de pertenencia a un movimiento mundial y saber que nos une como
hermanos Scouts el deseo de seguir los pasos del Gran Jefe hacia un mundo mejor.
EDUCACIÓN PERMANENTE
Por otra parte, las personas no cesan nunca de entrar en la vida, de nacer a lo
humano, por lo que su existencia es un proceso de determinación y aprendizaje que
nunca concluye.
Ningún aspecto de la educación puede ser reducido a un ámbito o a un
período de la vida, ya que las personas tienen la necesidad y deben tener la
posibilidad de aprender incesantemente durante toda su existencia.
Para que tome conciencia de esta realidad, orientamos al joven hacia el aprendizaje
personal, la autoformación y la superación constante.
DESARROLLO INTEGRAL
EL ADULTO EN EL JUEGO
Una persona...
Los valores propuestos son un proyecto para la vida de todos y todas los y
las Scouts. Estos principios constituyen una propuesta para ser asumida personalmente
por cada persona y representan un desafío para todas las personas que somos Scouts.
Entonces, surge otra presunta segundaria, ¿Es “sano” asumir este desafío sin previamente
haber vivido el mismo?
La Ley Scout se hace propia al igual que la norma. A través de dirigentes que
son testimonios de la Ley Scout y por la experiencia de la Vida de Grupo. ¿Se puede ser
testimonio de algo que no se conoce, ni se vivió, como lo es la Ley Scout?
Para continuar con esta reflexión sobre la pregunta primaria la cual estamos
trabajando, citamos a la Conferencia Scout Mundial donde se declaró la Misión del
Movimiento Scout, la cual consiste en “contribuir a la educación de los jóvenes para que
participen en la construcción de un mundo mejor, donde las personas se desarrollen
plenamente y jueguen un papel constructivo en la sociedad, mediante un sistema de
valores basado en principios espirituales, sociales y personales”. Además, agregan que
“esta misión se cumple aplicando el Método Scout, que convierte al joven en el principal
agente de su desarrollo, de manera que llegue a ser una persona autónoma, solidaria,
responsable y comprometida.” Por estos motivos también creemos de vital importancia
para el movimiento en general que toda aquella persona que este frente a jóvenes, en la
función de dirigente educador scout, haya vivido ese Método Scout de manera adecuada y
con los tiempos adecuado para ser testimonio real de ese método, el cual es la base del
Movimiento mismo.
En función de esto, la aplicación del Método Scout crea un clima educativo un
sistema de autoeducación progresiva, complementario de la familia y de la escuela, que se
funda en la interacción de diversos componentes articulados entre sí, varios de los cuales
proceden del sistema de valores scouts, los cuales deben ser bien conocidos y vividos por
quienes tiene la función de generar ese clima educativo, de otra manera esos valores no
podrán ser transmitidos para el cumplimiento de la misión que mueve al Movimiento Scout.
En fin, todo lo que ocurre como producto de la aplicación articulada del Método
Scout, va construyendo progresivamente esa atmósfera especial. Y de esta manera nos
preguntamos, ¿Es posible que una persona adulta que viene de afuera del movimiento
scout pueda crear esta atmosfera especial sin antes haberla vivido en plenitud? La
respuesta es clara, y podemos ver en nuestra vida cotidiana cuando interactuamos, en
nuestros distintos ámbitos, con personas que no son scout.
“El rasgo esencial que marca la diferencia de nuestra pedagogía con las otras
organizaciones es el Sistema de Patrullas”. Guía para el Jefe de Tropa, Baden Powell,
1919.
¿Todas las personas que viene de afuera del Movimiento Scout son
capaces de incorporar los valores Scout en el mismo tiempo?
¿Todas las personas que vienen de por fuera del Movimiento tienen una
vivencia plena del Espíritu Scout y de su Fe?
De ahí que los Dirigentes Scouts, no pueden desatender este aspecto. Resulta
importante estimular además de la vida en la naturaleza, la creatividad y la intervención,
como así también la visita a otros medios: museos, exposiciones, teatros, talleres, etc.
¿Todas las personas que vienen de por fuera del Movimiento tienen
incorporado a su vida el servicio como estilo de vida?
¿Todas las personas que provienen de por fuera del Movimiento Scout
quieren en principio ser Dirigentes Educadores Scout? ¿O simplemente muchos
comienzan con la idea de conocer o la curiosidad de que se trata este estilo de vida?
a) La persona que entra con una definición clara de ser dirigente educador scout.
b) La persona que no tiene clara su vocación de servicio por desconocimiento sobre
del Movimiento Scout, pero desea conocerlo.
c) La persona que solo desea vivir la experiencia scout, pero que al momento de
entrar al Movimiento no desea o no se proyecta siendo dirigente educador scout.
Caso a): No siempre aquel que manifiesta el deseo de ser Dirigente Scout reúne las
condiciones necesarias para serlo. Esto es producto a veces de tener una visión
distorsionada al respecto por falta de vivencia e información. Como consecuencia
corremos el riesgo de malograr otro tipo de vocación que puede encontrarse latente en el
individuo y para lo cual el Movimiento Scout no es el medio que permite potenciarla. La
situación también lleva a que se retire en muchos casos con una sensación de impotencia
y fastidio contra el Movimiento. Significando esto una frustración como persona y un
posible agente de “propaganda negativa”.
Caso b): Esta alternativa también nos puede llevar a causas negativas como las
expresadas anteriormente, ya que esta persona no tiene en claro si desea dirigir un grupo
de jóvenes, solo en principio desea conocer de qué se trata el Movimiento Scout, para
luego con fundamentos elegir si es su estilo de vida y su servicio.
Caso c): Ante esta alternativa, frente a la modalidad utilizada actualmente para con
los y las adultos/as que llegan de afuera del Movimiento, rechazaríamos directamente a las
personas en esta situación o sola se alejaría porque no le damos otra opción que ser
dirigente, siendo la que en principio no desea o no proyecta. Generando que de esta
manera se le impida a una persona que viva la experiencia del Movimiento Scout, que
siendo otra la modalidad (como la que proponemos desde la Hermandad Quintuche), la
persona podría vivir la experiencia, conocer de qué se trata el servicio y seguramente
cambiar su forma de pensar o proyección que tenía en un principio, y de esta manera no
perdimos ni un o una scout ni un o una dirigente educador scout de nuestro Movimiento.
¿Todas las personas que viene de afuera del Movimiento Scout tienen una
idea clara de lo que significa ser un Dirigente Educador Scout?
Pocas personas fuera del Movimiento Scout, comprenden que la tarea de los
Dirigentes Scouts se basa en un conjunto de valores que sustentan la educación que
brindamos a niños/as y jóvenes. No somos animadores de jornadas de entretenimiento,
sino educadores.
Otro punto complejo a la hora de ser dirigentes es la percepción del riesgo y la toma
de medidas de seguridad para anticiparnos a los eventos que pueden concatenar en
hechos que nos podemos llegar a lamentar, es por esto que es importante que un Dirigente
Scout posea una “mirada adelantada”, ya que como sabemos las actividades Scouts
muchas veces están expuestas a un cierto riesgo, debiendo detectar y minimizar el riesgo.
Más aún en un sistema de confianza, que promueve el aprendizaje de los jóvenes
facilitando el ejercicio de su libertad. Entonces, ¿alguien que nunca vivió una actividad
scout como tal tiene la capacidad de percibir claramente donde está el riesgo para poder
anticiparse a el mismo antes que las y los jóvenes? También, debe advertirse que la
responsabilidad de las personas que trabajan con jóvenes no sólo refiere a su actitud
educativa, sino también al cumplimiento de los derechos y deberes que establece la ley
para quienes cumplen el rol de educadores.
CAPACIDADES
ACTITUDES
De servicio
De apertura Positiva
Observación
Justicia. Ser Justo y equitativo
Limpieza/cuidado personal
Acompañar conductas saludables
Acompañar con intervención educativa
Confianza
Vivenciar los valores
Voluntad de aprender
Ser Hermano/a mayor con un rol diferenciado.
Reconocer las propias limitaciones para no limitar a los chicos/as
COMPETENCIAS / HABILIDADES
Actualizado con la tecnología
Ser Investigador para innovar
Conocer técnicas de mediación y de Resolución de conflictos
Animador del Juego
Liderazgo
Trabajo en equipo de adulto
Estrategias de comunicación con los padres y los chicos/as
La pregunta ahora es, ¿todas las personas de manera innata traen todas estas
características que se deben reunir para ser dirigente educador scout? Claramente la
respuesta es no, ya que muchas de estas características son adquiridas por las personas
que ingresan al Movimiento después de un cierto tiempo de estar inmersos en el mismo, es
por esto que la propuesta Quintuche es una alternativa muy fiel para cumplir con todas o
gran parte de estas características antes de estar expuesto como dirigente educador ante
un grupo de niños, niñas o jóvenes.
La Hermandad Quintuche de ninguna manera busca ser una etapa más dentro del
esquema de la propuesta de jóvenes, sino que somos un espacio de participación para él o
la adulto/a joven o mayor que proviene de afuera del Movimiento Scout. Espacio que le
permite tener una vivencia adulta de la propuesta scout en su integridad, a la par de ir
buscando su servicio. Por lo tanto, no es la continuación del proceso educativo de la
Asociación, esto se demuestra en el hecho que el Rover de Partida, así como los
dirigentes ya formados, no tienen vinculación en la formación y desempeño de la misma
(con la obvia excepción de aquellos/as dirigentes que se encuentran a cargo de la
Hermandad). La Hermandad tampoco busca ser una sección obligatoria que deban tener
todos los Grupos Scout, sino que simplemente una sección alternativa, que sea
aprobada y difundida por Scout de Argentina, como una excelente manera para la
adecuada formación y vivencia del Método Scout por un adulto joven o mayor que viene de
afuera del Movimiento Scout.
Ruca Quintún.
MANUAL QUINTUCHE.
PROLOGO
QUINTUCHE
En primer orden nos parece muy importante definir el origen de esta palabra que
utilizamos para llamar a la Hermandad, “Quintuche” proviene del mapundungun (lengua
Mapuche) que significa “gente que busca”. La etimología de la palabra está compuesta por
la palabra “Quintu o Kintu” que significa “buscar” y por la palabra “che” que significa “gente
o pueblo”.
Quintuche desde su nombre hace referencia al principal objetivo de esta rama, la
búsqueda del servicio, a través de la vivencia plena del Método Scout.
El Quintuche, es un adulto joven o mayor (a partir de los 20 años de edad), que no
tuvo la oportunidad (cualquiera sea el motivo) de ingresar al Movimiento Scout en una
edad más temprana o que haya vivido el Movimiento de más joven y hoy decide volver al
mismo para completar y revivir la experiencia, y asumir el compromiso concreto del servicio
y de este estilo de vida.
El termino de
Hermandad implica un
conjunto de actos y
conductas que se
fundamentan en los
sentimientos de mutuos
compromisos, acompañado
de solidaridad empatía,
compasión,
acompañamiento y cariño,
evidentemente, cada nexo
en particular, significará
distintos modos de expresar
estos sentimientos hacia los
demás. La hermandad es
una de las relaciones más
profundas que puede
desarrollar una persona a lo
largo de su vida, es una relación que permanece de manera eterna aún a pesar de que las
persona no mantengan a lo largo del tiempo un contacto constante con aquellos que
cumplen el rol de sus hermanos/as, principalmente debido a todas las experiencias vividas
y compartidas en conjunto. La hermandad, basándose en esta idea, es también entendida
como la unión de personas que se base en sentimientos similares y que suponga completa
entrega y compromiso con el otro, así como el hecho de compartir los mismos valores
también hace al sentido de la Hermandad.
Es frecuente que los componentes del Método Scout sean analizados de manera
aislada, sin destacar el resultado que se produce cuando se aplican relacionados unos con
otros. En el gráfico que sigue, en el cual se observan los componentes del Método Scout
como un todo, se representa la forma en que la interacción entre ellos genera un clima
educativo.
Primero, las personas: las y los adultos jóvenes y/o mayores, las y los dirigentes y la
calidad de la relación y confianza entre estas partes.
Tercero, la manera en que lo quieren lograr: los demás elementos del Método Scout
en el interior del rombo, en un círculo en continuo movimiento y relación.
La Ley Scout, que expresa los valores que guían al Movimiento Scout; y la
Promesa, que manifiesta la voluntad de los jóvenes de vivir conforme a esos valores.
El Marco Simbólico, representado en la Hermandad Quintuche por la
invitación a lograr un plan personal, el cual se denomina Wergan (que en la lengua
mapuche se denomina “Construir el camino”), y por el camino simbólico que va desde la
llegada a la Hermandad hasta la Partida.
El Sistema de Equipos, que organiza el dinamismo del grupo informal en
apoyo al plan personal de sus miembros y que permite crear nuevos Equipos, para
desarrollar los proyectos comunes.
La Vida de Servicio, que en la Hermandad constituye un campo fijo donde las
y los adultos jóvenes y/o mayores deben desarrollar un proyecto relevante.
La Vida en Naturaleza, que es otro de los cuatro campos fijos que se
presentan en la Hermandad para desarrollar proyectos.
El juego, presente en todas las edades de la adolescencia e incluso en la
vida adulta y que permite a los jóvenes
adultos y/o mayores el conocimiento
de sus aptitudes, facilita su integración
con los demás y motiva su interés por
explorar, aventurar y descubrir.
Adhesión a la Promesa y a la
Ley. La Ley Scout es una propuesta
positiva que resume el sistema de valores
del Movimiento y que se ofrece a los y las Scouts como un código de conducta que oriente
su vida. Por la Promesa Scout una o un adulto joven y/o mayor acepta libremente, ante sí
mismo y ante los demás, hacer todo lo que de él o de ella dependa para amar a Dios,
servir a su país, trabajar por la Paz y vivir la Ley Scout.
Gracias a que la Hermandad fomenta el juicio reflexivo y del pensamiento crítico, las
y los adultos jóvenes o mayores son invitados a conocer más profundamente el contenido
de la Ley.
Como las actividades y Proyectos son elegidos por las y los adultos jóvenes o
mayores, siempre existe la posibilidad (y más en la Hermandad Quintuche) de que, por
distintas circunstancias, una o un adulto joven o mayor no haya participado en un proyecto
de servicio significativo. De ahí que el Método procure asegurar que el o la Quintuche
tenga esa experiencia antes del momento de su Partida.
Una de las ventajas de este aprendizaje cíclico es que las y los adultos jóvenes o
mayores lo practican casi sin darse cuenta. Al hacerse consciente este ciclo, las y los
adultos jóvenes o mayores no sólo aprenderán, sino que también aprenderán a aprender,
lo que hoy se conoce como “potencial de aprendizaje” o “metaprendizaje” y que Baden-
Powell denominaba “autoeducación”. En un sistema de formación centrado en los
contenidos, en el mejor de los casos se aprende, pero se aprende de forma estática, con la
ilusión de que se aprendió para siempre. En un sistema centrado en los procesos, se
aprende de forma dinámica, porque se aprende a aprender.
Otro factor determinante en los resultados del Movimiento Scout son los adultos que
dan testimonio de sus valores y velan por la aplicación de su Método. De poco sirven los
valores si no se encarnan en las personas; y el Método opera sólo cuando esas personas
aplican y articulan todos sus componentes. En una Hermandad Quintuche se requieren
adultos con capacidad de habilitar a otros para dirigir.
LAS COMUNIDADES
MAPUCHES COMO
BASE DEL MARCO
SIMBOLICO
La inexplicable
discriminación del
aborigen y la necesidad de reivindicar de alguna manera los valores que sostienen
nuestros antepasados, motivaron la inspiración de nuestra mística en la fenomenología
aborigen. El pueblo Mapuche, su cultura y su lengua fue el elegido para la extracción de
elementos que identifican, acompañan y permiten difundir una cultura rica en símbolos
significativos que son plasmados en combinación con nuestra realidad, logrando así la
propia identidad Quintuche.
Si bien es obvio destacarlo, o no, hemos tenido en cuenta que gran parte de la
mística del Escultismo está basada en los usos y costumbres indígenas. Así lo previó
Baden Powell.
COLOR DE LA HERMANDAD
LA APACHETA
Apacheta de Hermandad
Toda Hermandad tiene su apacheta. Esta comienza a formarse el día del Bautismo
de la Hermandad, siendo la primera piedra la del Lonco que asume, agregándose luego la
de las y los integrantes de la Hermandad.
Cada Hermandad Quintuche debe tener en su poder una piedra con el nombre del
Grupo y la fecha de su Bautismo. Esta piedra forma parte de la apacheta zonal o distrital
(según se organice en cada lugar). Esta apacheta se forma cuando las Hermandades se
juntan para alguna actividad.
Apacheta Humana
A modo de festejo o celebración se hace una
“apacheta humana” que consta en la formación de
una pirámide.
EL TOQUI
EL CULCHRUN
LA RUCA
EL UÑO
Palo con uno de los extremos encorvados, que se usa para jugar al Palin (ver
explicación del juego), los Mapuches tenían su uño de uso
personal y era llevado por su dueño a ciertas ceremonias
importantes. El Quintuche tiene su propio uño que fabrica y
decora a su gusto.
El uño puede ser utilizado a partir del noviciado para
jugar al Palin, pero son presentados a la Comunidad cuando
comienza su etapa de proyección (ver etapas de la proyección)
como símbolo del fuerte compromiso asumido para con la
Hermandad y su búsqueda del servicio. Los uños tienen un lugar
en la Ruca y se respeta su uso en ausencia del dueño, de
acuerdo al criterio de éste. Los momentos y usos del uño los
determinará cada Hermandad.
Cuando el Quintuche toma su Partida puede optar entre
llevarse el uño o dejarlo como recuerdo en la Ruca.
EL ADMAPU
Posibles contenidos:
a) Elementos propios de ceremonias.
b) Ceremonias propias.
c) Líneas propias de acción (dedicación a la ecología, especialización en
primeros auxilios, escaladas, etc.).
d) Días especiales de festejo.
e) Pautas propias internas de la Hermandad.
f) Servicio permanente.
g) Actividades con otras ramas o Hermandades, etc.
EL LIBRO DE ORO
INSIGNIA DE LA HERMANDAD
LA BANDERA
De las mismas
medidas que lo provisto
por Scout de Argentina
para el resto de las
secciones, con fondo de
color negro y con la insignia de la Hermandad Quintuche
y el nombre Quintuche en blanco en la parte inferior.
EL UNIFORME
El grito de hermandad
LA ORACIÓN QUINTUCHE
ASÍ SEA.
Conciencia de la compañía que nos ofrece Dios (que cada persona elige
según su creencia) “gracias por ayudarme”.
Asumir el servicio como fuente de alegría y felicidad “descubrir la alegría del
Servicio”.
El buscar requiere cierta cuota de esfuerzo (se recompensa sólo aquello que
requirió esfuerzo y sacrificio) “recompensando mi búsqueda”.
La Hermandad como bálsamo y contención del esfuerzo y sacrificio
“recompensando mi búsqueda con la Hermandad Quintuche”.
La pureza y humildad como las principales virtudes a imitar de los
aborígenes “concédeme la pureza y humildad de los Aborígenes”.
La entrega a Dios como estilo de vida “para que la entrega sea una piedra
más en la apacheta de mi vida”.
EL PADRINO-MADRINA
ÁREAS DE CRECIMIENTO
Religiosa: Su objetivo es: Proyectarse con todos aquellos aspectos que hacen a una
Fe y espiritualidad particular.
Escultismo: su objetivo es: Proyectarse con todos aquellos aspectos que hacen al
Espíritu del Movimiento Scout.
Técnica: su objetivo es: Adquirir las técnicas que es Movimiento Scout propone,
comprendiendo su valor
pedagógico, para así
también poder utilizarlas
con ingenio en los caminos
que la exploración de la
aventura nos muestra.
Como también fomentar la
estimulación de la
creatividad.
Servicio: su objetivo
es: Reconocer a donde
desea desarrollar su
compromiso de servicio y
prepararse al respecto.
Actitud Personal: su
objetivo es, proyectarse
con aquellas actitudes de
vida que se esperan de un
Quintuche de Partida,
fundamentadas en los valores otorgados por la Ley Scout y la Promesa. Generar una
formación del carácter apropiada, orientar los afectos y lograr encontrarme con la otra
persona.
Es en la vida dentro de la Hermandad donde cada adulto joven o mayor toma para
sí la responsabilidad de su propio crecimiento. No se enfrenta sólo a la propuesta de
objetivos como hitos a superar, sino que se encara un diálogo entre lo que cada joven
desea para sí y lo que el Movimiento Scout le oferta, enmarcado en las experiencias y
vivencias con la Hermandad y el acompañamiento de su dirigente a cargo. Este proceso
supone dos momentos:
Las y los adultos jóvenes o mayores aprenden haciendo, ya que todo el programa
se realiza bajo la forma de actividades que ellos y ellas proponen, eligen, preparan,
desarrollan y evalúan con el apoyo de sus dirigentes. Las actividades permiten que las y
los adultos jóvenes o mayores tengan experiencias personales que contribuyen a
incorporar en su comportamiento las conductas que se han propuesto en su Wengan.
Este aprendizaje por la acción permite un aprendizaje por descubrimiento, que hace
que los conocimientos, habilidades y actitudes aprendidas se interioricen de manera
profunda y permanente. Las y los adultos jóvenes o mayores aprenden a través de las
experiencias que obtienen en las actividades. Lo verdaderamente educativo es la
experiencia, ya que es una relación personal del adulto joven o mayor con la realidad, que
le permite observar y analizar su comportamiento y adquirir y practicar la conducta prevista
en el objetivo.
EL RECUPERO DE LA EXPERIENCIA
Toda actividad scout que forma parte del Método Scout se compone de estos dos
momentos: la acción y la reflexión, para que cumpla el fin de ser educativo.
Una vez finalizada esta primera parte de la Proyección, la o el Quintuche se conduce hacia
la segunda parte, en donde se comienza a Proyectar hacia el servicio de manera más
concreta, a quien la transite se denominará “Newentun” (fortalecido/a) en donde se
prepara plenamente en el compromiso de servicio y asume su Partida como adulto a la luz
de los Fines y Objetivos de Scout de Argentina.
Las y los Newentun:
Se manifiestan como un “testimonio vivo” de la Ley Scout.
Participan en la Hermandad posicionándose desde otro lugar, dando una mirada de
“compañeros/as”, generando el ámbito para una mayor participación del resto de las
y los miembros, y a su vez siendo un referente dentro de la Hermandad para los
mismos.
Culminan esta etapa luego de definir y asumir concretamente el servicio que eligió
para su Partida (el tiempo estimado puede ser de aproximadamente de 12 meses,
estando sujeto, como todos los tiempos de las progresiones a las condiciones y
decisiones de cada Quintuche, y del Consejo que la o lo acompaña).
LA PLANIFICACION
“El Sistema de Patrullas cuenta también con un valioso elemento para la formación
del carácter, si se sabe aprovecharlo como se debe. Mueve a cada muchacho a tratar de
asumir alguna responsabilidad personal por el bien de su Tropa. A la luz de ese espíritu, el
scout mismo va comprendiendo poco a poco que tiene voz y voto en lo que hace la Tropa
de que forma parte. El Sistema de Patrullas hace que la Tropa, y por ende todo el
Escultismo, sea un esfuerzo genuinamente cooperativo.” BP, “Guía para el Jefe de Tropa”.
Siguiendo lo dicho por Baden-Powell el Sistema de Equipos permite al scout comprender
gradualmente que tienen considerable capacidad de decisión sobre lo que hace su grupo
(con mayor motivo tratándose de la Hermandad Quintuche). Este sistema es el que permite
que todo el Movimiento Scout sea un esfuerzo genuinamente cooperativo. Para que haya
“cooperación genuina” hay que tomarse un cierto tiempo. Tiempo para ver lo que está
pasando, escuchar a todos y buscar la manera de hacerlo mejor.
En el mismo libro, Baden-Powell recomendaba que cuando un dirigente scout se
encuentra en la oscuridad con respecto a su conocimiento de la preferencia o carácter de
los jóvenes, puede hacerse bastante luz sabiendo escuchar. Oyendo, podrá descubrir lo
más profundo del carácter de cada joven y percatarse de la manera en que más pueda
interesársele. Escuchando aparecen nuevas ideas y se evita el riesgo de imponer a los
scout actividades que a uno le parece que les han de agradar.
Estas actividades concretas son expresadas a modo de ejemplo según lo que se ha hecho
en la Hermandad en estos años de desarrollo.
KANGKATUN QUINTUCHE
(ASADO QUINTUCHE)
Durante la ceremonia se
comparten deseos para la Hermandad, a modo de simbolismo de elevación de esos
deseos se sopla una vasija que contiene inciensos, hierbas o carbones encendidos; a su
vez también se comparten experiencias vividas con los y las integrantes de la misma,
simbolizando este acto en el compartir un pan o un mate. También es momento en el que
se leen relatos u oraciones, bailes y canticos.
Sugerencia de oración para el Nguillatun:
En lenguaje Mapuche,
Ayecatun, significa “divertirse”,
justamente de eso se trata esta
actividad. Actividad en donde
durante un día entero las y los
Quintuches viven plenamente lo que
es el juego, utilizando el Metodo
Scout, realizando las actividades
más variadas desde físicas hasta
intelectuales. El objetivo de esta
actividad es, como su nombre los
dice, y sobre todo hacerlo con
compañerismo y de manera justa, en
donde cada Quintuche llega a
conocerse mejor, descubriendo o afirmando cuáles son sus límites y fortalezas, y lograr
una superación personal. Este día de juegos está representado físicamente por un
banderín, además cada Quintuche puede elegir a una persona, denominada pulú, que lo o
la acompañe dándole aliento durante el día de juegos.
Significado:
Chraun: Reunión, Asamblea. Huenui: Amigo
Símbolos presentes:
El fuego y sus leños.
El agua
La planta (pequeña planta enmacetada).
Desarrollo
Pasos:
Por sorteo se designa en qué orden van a ser
evaluados.
En una primera ronda se evalúa lo positivo de una
persona. El que está en turno es evaluado por todos y así sucesivamente con los demás
hasta terminar la ronda.
En la segunda ronda se evalúa lo negativo de la
persona, con igual sistema que en la ronda anterior.
Importante:
Nótese que en ningún momento de esta cuarta parte [ayuda al hermano] de la
celebración se da tiempo para meditar sobre los defectos y virtudes del otro, ya que se
busca que esto surja en forma espontánea, producto de un sinceramiento objetivo y no de
un razonamiento especulativo.
Notas:
Cualquier explicación estaría dirigida a aquellos que nunca
participaron de un Chranhuenui, y por lo tanto desconocen los pasos de esta ceremonia.
Esta situación quitaría la sorpresa a la misma.
Sugerimos mantener en secreto el contenido Místico [en lo posible]
del Chranhuenui. Esto es con aquellos Quintuches que nunca lo realizaron.
Las oraciones, pasajes, lecturas, etc, pueden ser cambiadas, siempre
y cuando mantengan el espíritu de la ceremonia.
Cada Hermandad puede agregar su propia mística, siempre que no
se desvirtúen los objetivos de la ceremonia.
Los dirigentes participan activamente en igualdad de condiciones que
el resto.
Se sugiere que el lugar donde se realice la ceremonia sea tranquilo y
acogedor. Lo que permitirá crear un clima de Celebración.
Los tiempos de cada paso los define cada Hermandad según sus
necesidades. Pero debe preverse que sea el suficiente como para lograr los objetivos
deseados.
Sugerimos entregar un obsequio de realización artesanal a aquellos
que participan por primera vez, figurando en el mismo la frase: “Recuerdo de mi Primer
Chranhuenui”.
Sugerimos que la planta enmacetada para la ceremonia, esté siempre
en la Ruca y se conserve para los próximos Chranhuenui. En Bahía Blanca adoptamos la
planta de la Flor de Liz.
Ca.Na.Qui
El Campamento
Nacional Quintuche,
tiene como objetivo unir
a todas las
Hermandades de la
Argentina, para vivir el
Espiritu Scout, compartir
distintas vivencias y re
significar el sentido de
ser Quintuche. Se
realiza con una cierta
periodicidad, anual o
cada dos años, en
distintos lugares
elegidos como sedes.
ANEXO 2
PALÍN: REGLAMENTO
b. Elementos:
c. Desarrollo:
El juego comienza con el saque de la pelota dentro del hoyo de saque. Un
integrante por equipo se coloca dentro del círculo al lado del hoyo con sus uños y a la
orden del árbitro tratan de sacar al pali del mismo para que la tome su equipo y así
continua el juego hasta lograr una salida (tanto) o una falta. Ya sea por la concreción de un
tanto o por falta, el juego se vuelve a comenzar de la misma forma desde el hoyo de
saque.
d. Puntuación:
Cada tanto de equipo
le resta un punto al adversario,
si el adversario no tiene puntos
suma uno para sí, es decir se
utiliza el método de puntuación
por diferencia. El primero que
logra acumular tres tanto gana
el juego. Si un bando hace dos
puntos se cambia de campo
de juego.
e. Duración:
Este sistema de
puntuación hace que el juego
no tenga límite de tiempo. Por
lo tanto, sugerimos se asigne
un tiempo máximo de juego y
se toma el resultado del momento.
f. Reglas para ordenar el juego:
ANEXO 3
WENGAN
ANEXO 4
CEREMONIAL
Cabe aclarar que todo lo expuesto a continuación sobre las ceremonias es para que
sea considerado a modo de guía o base, según lo que se viene haciendo en todos
estos años en la Hermandad Quintuche, y puede estar sujeto a las modificaciones que
cada Hermandad considere oportunas.
1. Noviciado:
a. Deben estar presentes todos los símbolos y banderas que
caracterizan a la rama y la Hermandad en particular.
b. Se pone en evidencia de su ceremonia a la/el homenajeada/o
(futura/o Novicio protagonistas principales de la ceremonia).
c. Se forma la apacheta con todas y todos las y los Quintuches
presentes en el momento.
d. Quien conduce la ceremonia explica su significado y los objetivos
logrados por la o el homenajeada/o.
e. Se pide un testimonio personal sobre por qué pidió su Noviciado.
f. Se lee alguna lectura/cuento/relato/testimonio alusivo al momento y
la/las personas.
g. Se le coloca la insignia con fondo blanco, sobre el bolsillo izquierdo,
previa explicación de su significado.
h. Se finaliza la ceremonia invitando a las y los presentes a
acompañar en su camino a esta/e nueva/o Novicio y con un grito de
hermandad.
Notas:
En cada ceremonia hay una renovación del compromiso de todos las y los
Quintuches presentes. Esto se expresa volviendo a colocar la piedra en la
Apacheta.
La/el Novicio puede elegir a la persona que le coloque la insignia.
El conductor de la ceremonia puede ser cualquier integrante que ya haya vivido
esta ceremonia.
El uniforme que
se comienza a utilizar a partir
del Noviciado, puede llevarlo
puesto previo a la ceremonia
o colocárselo durante la
misma, queda a criterio de
cada Hermandad.
Sugerimos
entregar algún regalo en
nombre de la Hermandad.
2. Investidura y Promesa.
1) Preparación
Previo a la ceremonia se realiza
una vigilia sobre el compromiso
a asumir. Cada Hermandad
establecerá según su Admapu,
la forma de realización.
2) Desarrollo:
a. Deben
estar presentes todos los
símbolos y banderas que
caracterizan a la rama y la Hermandad en particular.
b. Se hace ingresar a las banderas de ceremonia (Bandera Argentina, escoltada por la
bandera de la asociación Scout de Argentina)
c. Se forma la apacheta con todas y todos las y los Quintuches presentes en el
momento.
d. Quien conduce la ceremonia explica su significado y los objetivos logrados por la
o el homenajeada/o.
e. Se pide un testimonio personal sobre por qué decidió dar este paso en su camino
como Quintuche y Scout.
f. Se lee un relato pequeño alusivo al momento y la/las personas protagonistas.
g. Se bendicen los pañuelos e insignias, según la Fe de la o el homenajeada/o.
(debemos hace incapie que la palabra “bendecir” se toma como, su etimología
indica, que es, “desear o decir el bien” para con la persona homenajeada)
h. Se formula la Promesa (en este momento suena el culchrun).
i. Se colocan los símbolos: pañuelo, insignias de la asociación, Flor de lis mundial,
cambio de fondo (blanco por negro) a la insignia Quintuche, etc.
j. Se explica el significado del cultrún, de porque sonó en ese momento y el porqué
con ese ritmo en particular.
k. Se finaliza con un grito de rama, la canción de la promesa (si asi se desea) y retiro
de banderas de ceremonia.
3) Notas:
2) Desarrollo:
1) Símbolos presentes:
a. Apacheta distrital o zonal.
b. Banderas de ceremonias.
c. Bandera Quintuche.
d. Culchrunes.
2) Desarrollo
a. Ingreso de las banderas
de ceremonias.
b. Formación de la apacheta
distrital o zonal.
c. Explicación de la
ceremonia a realizar.
d. Se ubican los culchrunes.
e. Nombramiento del Lonco de la nueva Hermandad Quintuche.
f. Se inicia la formación de la apacheta de la nueva Hermandad
Quintuche colocando la piedra del Lonco a cargo y luego la de las y
los integrantes.
g. Bendición de la nueva bandera, banderín Quintuche, símbolos e
integrantes de la nueva Hermandad Quintuche.
h. Primer grito de Hermandad.
i. Se lee un relato pequeño alusivo al momento.
j. Incorporación a la apacheta del distrito o zona.
k. Palabras de las autoridades presentes.
l. Se hace el grito con todos los Quintuches presentes.
m. Retiro de las banderas de ceremonias.
3) Notas:
a. Al Lonco de la nueva Hermandad se lo designa en su cargo
entregándole el Toquí (hacha). Se sugiere que, si es posible, sean
las demás Hermandades del distrito o zona las que provean como
obsequio el Toquí de mando.
b. Los culchrunes suenan durante los puntos e,f,g Y j.
1. Formación de la apacheta.
2. El culchrun.
3. El cambio de funda del Toquí y la entrega del mismo.
7. Cambio de Machi.
Se realiza momento previo a alguna ceremonia de la hermandad, ya se publica
o intima (con la apacheta ya formada). En el cual simplemente, el o la Machi saliente
hace sonar el cultrún de la Hermandad por última vez y el mismo es entregado a él o
la Machi entrante.
ANEXO 5
Martin de Porres (Lima, 1579 - 1639) fue un religioso peruano de la orden de los
dominicos que fue el primer santo mulato de América. Es conocido también como «el santo
de la escoba» por ser representado con una escoba en la mano como símbolo de su
humildad.
Las historias de sus milagros son muchas y sorprendentes, estas fueron recogidas
como testimonios jurados en los Procesos diocesano (1660-1664) y apostólico (1679-
1686), abiertos para promover su beatificación. Buena parte de estos testimonios proceden
de los mismos religiosos dominicos que convivieron con él, pero también los hay de otras
muchas personas, pues Martín de Porres trató con gente de todas las clases sociales.
Se le atribuye el don de la bilocación. Sin salir de Lima, se dice que fue visto en
México, en África, en China y en Japón, animando a los misioneros que se encontraban en
dificultad o curando enfermos. Mientras permanecía encerrado en su celda, lo vieron llegar
junto a la cama de ciertos moribundos a consolarlos o curarlos. Muchos lo vieron entrar y
salir de recintos estando las puertas cerradas. En ocasiones salía del convento a atender a
un enfermo grave, y volvía luego a entrar sin tener llave de la puerta y sin que nadie le
abriera. Preguntado cómo lo hacía, respondía: «Yo tengo mis modos de entrar y salir».
Se le reputó control sobre la naturaleza, las plantas que sembraba germinaban
antes de tiempo y toda clase de animales atendían a sus mandatos. Uno de los episodios
más conocidos de su vida es que hacía comer del mismo plato a un perro, un ratón y un
gato en completa armonía. Se le atribuyó también el don de la sanación, de los cuales
quedan muchos testimonios, siendo los más extraordinarios la curación de enfermos
desahuciados. «Yo te curo, Dios te sana» era la frase que solía decir para evitar muestras
de veneración a su persona.
Según los testimonios de la época, a veces se trataba de curaciones instantáneas,
en otras bastaba tan solo su presencia para que el enfermo desahuciado iniciara un
sorprendente y firme proceso de recuperación. Normalmente los remedios por él
dispuestos eran los indicados para el caso, pero en otras ocasiones, cuando no disponía
de ellos, acudía a medios inverosímiles con iguales resultados. Con unas vendas y vino
tibio sanó a un niño que se había partido las dos piernas, o aplicando un trozo de suela al
brazo de un donado zapatero lo curó de una grave infección.
En 1660 el arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez, inició la recolección de
declaraciones de las virtudes y milagros de Martín de Porres para promover su
beatificación, pero a pesar de su biografía ejemplar y de haberse convertido en devoción
fundamental de mulatos, indios y negros, la sociedad colonial no lo llevó a los altares. Su
proceso de beatificación hubo de durar hasta 1837 cuando fue beatificado por el papa
Gregorio XVI, franqueando las barreras de una anticuada y prejuiciosa mentalidad.
El papa Juan XXIII que sentía una verdadera devoción por Martín de Porres, lo
canonizó en la Ciudad del Vaticano el 6 de mayo de 1962 ante una multitud de cuarenta
mil personas procedentes de varias partes del mundo nombrándolo «Santo Patrono de la
Justicia Social», exaltando sus virtudes con las siguientes palabras: «Martín excusaba las
faltas de otro. Perdonó las más amargas injurias, convencido de que el merecía mayores
castigos por sus pecados. Procuró de todo corazón
animar a los acomplejados por las propias culpas,
confortó a los enfermos, proveía de ropas, alimentos y
medicinas a los pobres, ayudó a campesinos, a negros y
mulatos tenidos entonces como esclavos. La gente le
llama ‘Martín, el bueno’.»
La proclamación de Martín de Porres como santo
fue sustentada por las milagrosas curaciones que
ocurrieron a una anciana gravemente enferma en
Asunción (Paraguay) en 1948 y a un niño con una
pierna a punto de ser amputada por la gangrena en
Tenerife (España) en 1956.
Su festividad en el santoral católico se celebra el
3 de noviembre, fecha de su fallecimiento. En diversas
ciudades del Perú se efectúan fiestas patronales en su
nombre y procesiones de su imagen ese día, siendo la
procesión principal la que parte de la Iglesia de Santo
Domingo en Lima, lugar donde descansan sus restos mortales.
También se propone como una referencia para las confesiones católicas al Beato
Ceferino Namuncura. (Chimpay, provincia de Río Negro, Argentina, 26 de agosto de
1886-Roma, Italia, 11 de mayo de 1905) fue un joven salesiano argentino aspirante al
sacerdocio, de orígenes mapuche. El nombre Namuncurá, luego convertido en apellido,
proviene del mapudungun: 'pie de piedra' (namun, pie, y curá, piedra) e indica firmeza o
decisión.
Fue uno de los hijos de Manuel Namuncurá, integrante de las fuerzas del Ejército
Argentino comandado por Julio Argentino Roca, y nieto del caudillo mapuche Calfucurá. Su
madre era la cautiva chilena Rosario Burgos.
En 1887, al año de edad, Ceferino se salvó de perecer ahogado en el Río Negro,
mientras jugaba en sus orillas. Ese mismo año, el 24 de diciembre, en vísperas de
Navidad, fue bautizado por el misionero salesiano padre Domingo Milanesio, evangelizador
de los pueblos originarios. A los 11 años, le pidió a este salesiano que lo llevara a estudiar
para luego regresar y así poder enseñar a los de su pueblo.
Su padre, lonco de la nación mapuche, fue promovido al rango de coronel de la
Nación y lo llevó para estudiar a la ciudad de Buenos Aires. Allí fueron recibidos por el
general Luis María Campos, amigo de Manuel y ministro de Guerra y Marina. Ceferino
ingresó en los talleres que la Armada tenía en la localidad de Tigre (provincia de Buenos
Aires) y permaneció allí por tres meses; posteriormente, sin embargo, le pidió a su padre
que lo sacara porque no le gustaba ese ambiente ni esa profesión. El coronel Manuel
Namuncurá recurrió a su amigo, el Dr. Luis Sáenz Peña, expresidente argentino, quien
recomendó a Ceferino a los salesianos. El 20 de septiembre de 1897 Ceferino fue inscrito
como alumno estudiante interno.
Paulatinamente, Ceferino se adaptó al ambiente, dedicándose al estudio, aprendió
el idioma castellano y el catecismo. El 8 de septiembre de 1898 Ceferino recibió la primera
comunión y, el 5 de noviembre de 1899, el sacramento de la confirmación de manos de
monseñor Gregorio Romero en la Iglesia Parroquial de San Carlos, donde luego se
construyó la actual Basílica María Auxiliadora y San Carlos.
A principios de 1902, su salud se deterioró. Los exámenes médicos determinaron
que había contraído tuberculosis. Monseñor Juan Cagliero decidió trasladarlo a Viedma,
con la esperanza de que el aire de campo le ayudara a restablecerse. A comienzos de
1903, en el colegio San Francisco de Sales de Viedma, comenzó sus estudios secundarios
como aspirante a las órdenes dentro de la congregación salesiana. El sacerdote médico
Evasio Garrone, junto con el enfermero del hospital, Artémides Zatti, hoy considerado
beato por la iglesia católica, cuidaron de Ceferino. El 19 de julio de 1904, con 17 años,
Ceferino fue trasladado a Turín (Italia), por monseñor Cagliero. Los salesianos pensaron
que en ese lugar recuperaría la salud y podría continuar sus estudios de sacerdocio.
Estudió en el colegio salesiano de "Villa Sora", en Frascati, Roma. En Turín, el
beato Miguel Rúa, el primer sucesor de San Juan Bosco, conversó varias veces por
semana con Ceferino. El 27 de septiembre de 1904, Ceferino visitó al papa Pío X, junto
con monseñor Cagliero, los sacerdotes José Vespignani y Evasio Garrone y otros
salesianos. Ceferino pronunció un breve discurso y obsequió al pontífice un quillango o
poncho mapuche. A su vez, Pío X le otorgó la medalla destinada a los príncipes.
En marzo de 1905, la tuberculosis volvió a afectar su salud. Fue internado en el
Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios, donde fue atendido por el Dr. José
Lapponi, médico personal de los papas León XIII y Pío X. El 11 de mayo de ese mismo
año, a los 18 años de edad, Ceferino Namuncurá murió acompañado por monseñor
Cagliero. Según la mayor parte de sus biógrafos sus últimas palabras fueron:
¡Bendito sea Dios y María Santísima!;
basta que pueda salvar mi alma y en los demás
que se haga la santa voluntad de Dios.
La oración, sin embargo, aparece recogida
en su correspondencia y según algunos autores
fue desplazada a ese momento para subrayar su
manera piadosa de morir.
Fue enterrado al día siguiente de su
fallecimiento en el cementerio popular de Roma,
en Campoverano, con la presencia de pocos
salesianos y compañeros de estudio bajo el
amparo de una cruz de madera con su nombre.
En 1924 los restos de Ceferino Namuncurá fueron
repatriados por orden del presidente Marcelo T.
de Alvear y llevados a la capilla reconstruida del
antiguo Fortín Mercedes, situado frente a la
vecina localidad de Pedro Luro.
En 1930 el sacerdote Luis J. Pedemonte comenzó a propagar las virtudes y la
devoción al «indiecito santo» con lo cual recogió y publicó testimonios de gracias recibidas
por aquellos que lo rezaban y lo conocieron. También publica las cartas de Ceferino,
documentos que sirvieron para conocer el espíritu de este joven mapuche. El 2 de mayo de
1944, se inició la causa de beatificación y el 3 de marzo de 1957 el papa Pío XII aprobó la
introducción de la causa de beatificación de Ceferino Namuncurá. Quince años más tarde,
el 22 de junio de 1972, el papa Pablo VI lo declaró venerable, transformándose en el
primer argentino que llegó a esa altura de santidad.
La devoción popular a Ceferino Namuncurá se fue difundiendo desde mediados del
siglo XX por toda la Argentina. Es así que, a fines de los 1960s, ya era muy común
encontrar «estampitas» dedicadas a san Ceferino en gran parte de la Argentina, de este
modo, su foto se hizo tan popular que muchas papeletas de propaganda tenían impreso el
rostro de Ceferino.
En 1992 sus restos fueron trasladados a una sala contigua del Santuario de María
Auxiliadora de Fortín Mercedes, por razones de mayor seguridad.
El 7 de julio de 2007, el papa Benedicto XVI firmó el decreto que declaraba a
Ceferino Namuncurá como beato. El pontífice recibió al cardenal José Saraiva Martins, el
por entonces prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, y autorizó a la
Congregación a promulgar una serie de decretos, entre los cuales el que declara beato al
«siervo de Dios Ceferino Namuncurá».
El 11 de noviembre de 2007, el enviado papal, el cardenal Tarcisio Bertone,
proclamó beato a Ceferino Namuncurá, ante más de 100.000 personas en una ceremonia
de beatificación en Chimpay, Río Negro, ciudad natal del joven salesiano. La fiesta
religiosa se fijó para el 26 de agosto, fecha de su nacimiento.
Una junta médica del Vaticano consideró que la curación de Valeria Herrera, una
joven madre de la Córdoba, Argentina, de 24 años en el año 2000 y afectada por cáncer
de útero, fue un milagro por la intercesión de Ceferino Namuncurá. La mujer llegó a poder
concebir con posterioridad. Este fue el antecedente que se tuvo en cuenta para su
beatificación.
ANEXO 6
CANCIÓN DE LA HERMANDAD QUINTUCHE (compuesta por Favio Arevalo – Ntra. Sra. de Lourdes)
Re La
El sonido del cultrún se está escuchando
Si- Fa#-
la hermandad unida nuevamente esta,
Sol
y mi piedra en la apacheta
Re
se suma a otras mas
Mi La
se respira aire de comunidad,
Re La
siempre listos con espíritu y entrega
Si- Fa#-
entusiasmo y compromiso de verdad,
Sol
el palin voy a jugar
Re
y con el uño ya en mi mano
Mi- La+ Re
es posible que el honor vaya a ganar.
Yo soy Quintuche
Sol Re
que fuerte se escuche
Sol Re Mi La
el grito que da sentido a estar aquí
¡¡Buscando servir!!
Re Sol Re
y caminando distintos caminos
Sol Re
siguiendo al gran jefe
La Re
yo quiero seguir.
(estribillo)