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Abraham, siendo ayudado por Wilson, sacó desde el sacó desde el sótano de la casa,

una amplia estrecha camilla metálica cubierta de polvo. No pasó mucho tiempo, después de
Ashford usando un trapo húmedo, la limpiase en su mayoría, cuando justo afuera de la casa, se
estacionaron dos carruajes de la policía. El primero en bajarse fue Thomas Astor, seguido de
Leona quien bajó siendo ayudada gracias al inspector, y por ultimo en el mismo carruaje venía
Jasón Todd. En el segundo trasporte, solo bajaron policías los cuales cargaban una especie de
bulto cubierto por unas sabanas blancas

Leona, siendo seguida por los demás, entró a su casa y dirigió a los policías hasta el
comedor, donde Wilson había dejado la camilla limpia y reluciente. Los oficiales colocaron el
paquete que traían sobre la camilla, y procedieron a desenvolverlo. El cuerpo de Richard
Parker, completamente desnudo, quedó al descubierto ante los ojos de todo, estando sobre
aquella camilla metálica

Todos se retiraron del lugar, los únicos que quedaron fueron el anglosajón, Leona,
Jasón y Astor, incluso Wilson no creyó pertinente estar allí. La joven de cabellos blancos, antes
de comenzar con la autopsia, fue corriendo a su dormitorio, donde de entre todas sus
pertenencias buscó un pequeño maletín café. La muchacha con el equipaje en mano, se dirigió
al comedor, al abrir la maleta todos quedaron sorprendidos por su contenido; su interior
conservaba una inmensa gama de todo tipo de objetos metálicos, cuchillos, bisturíes, tijeras,
pinzas y demás; los instrumentos hasta se podían usar de espejo

- Señor Todd – dice ella – teniendo en cuanta que usted es el mejor forense de
Demert ¿Nos podría hacer los honores?

Jasón sin dudarlo, defendiendo su orgullo y prestigio, se colocó unos guantes que
traía en el bolsillo y tomó uno de los cromados bisturíes de la muchacha. El instrumento cortó
la piel de la víctima como si fuera mantequilla, Jasón mantuvo un soberbio y firme pulso, con el
cual realizó un limpio corte vertical desde el comienzo de la garganta, hasta el final del
abdomen

Los minutos comenzaron a trascurrir rápidamente; Jasón iba abriendo cortando


tejidos, mientras Leona – pareciendo tener una cantidad de conocimientos similares, o hasta
incluso mayores que los de Todd – iba revisando con meticulosidad los órganos que se
desprendía de la víctima. Abraham solo miraba con extrañeza, como una muchacha tan joven,
una niña mejor dicho, como Leona, sostuviera con tanta frialdad un órgano humano en sus
manos, y se diera el lujo de observarlo de adentro hacia afuera; realmente Leona es algo rara

Pasó casi media hora, cuando por fin Todd llegó al órgano que la muchacha examino
con mayor detenimiento que ningún otro. Leona los puso sobre una mesa y al igual que un
trozo de carne, lo partió con un cuchillo y revisó su interior

- ¡Aja¡ - dice sentada, mientras revisaba uno pulmones – mira Jasón, ven aquí
- ¿Qué es lo que quieres? – pregunta acercándose
- Ves esto. Vías respiratorias inflamadas, color oscuro en el exterior. Claros signos
de que la victima padecía tuberculosis, confirmando así mi teoría. El resto no
importa, procedamos a cerrarlo y si quieres llavéalo al hospital, ya me da igual

Jasón volvió a meter todos los órganos en su lugar, y procedió a coser el abdomen de
la víctima. Mientras el médico lo hacía, la muchacha se quitó sus guantes y sacó un par de
trufas desde la despensa, donde nuevamente comenzó a comer en frente del cadáver.

- Ahora podríamos saber ¿Por qué todo este ajetreo? Fácilmente pudimos haber
ido al hospital – dice Astor una vez Jasón había terminado
- Se los explicare más adelante – dice comiendo – por el momento confórmense
con que resolví el crimen, buscar al asesino ya es otra cosa, pero si les aseguro
que estoy cerca, gracias a sus estúpidos errores
- ¿Errores?
- Si, aún así quiero esperar la autopsia del hospital para confirmar mis sospechas.
Odio disculparme, por eso por el momento confórmense con la información que
les di

A Thomas Astor no le pareció la mejor respuesta que podía dar la joven, al contrario,
el inspector de la policía, se molestó un poco respecto a la actitud arrogante y autoritaria de la
muchacha. No obstante, no puso ninguna objeción, porque sabía que por muy molesta que
fuese la arrogancia de la joven, ella siempre tenía la razón

Jasón y Astor se fueron e los carruajes en los cuales llagaron, y como lo trajeron, un
grupo de policías envolvió nuevamente el cadáver, el metieron dentro del vehículo tirado por
caballos

Minutos después de que la policía dejó el lugar, Leona se volvió a cambiar de ropa
para estar más cómoda en su casa, y por alguna razón, se arremangó su camisa para mostrar
sin vergüenza todas sus cicatrices en los brazos. La muchacha llamó a Abraham a la sala de
estar principal de la casa, aquella con el bello piano negro en su esquina. La joven se acurrucó
en un diván, mientras comía ahora bombones de chocolate

- Ya estamos aquí – dice Eichhorst, sentada en frente de la muchacha


- Debes de pensar que soy caprichosa y egoísta. Aunque no lo niego
- ¿Por qué lo haría?
- ¿Acaso no es obvio? Por traer el cuerpo hasta aquí y no al hospital siguiendo las
“reglas”
- Con solo verte sé que no eres de las personas que más se apegan a las “reglas”.
Pero tú eres así, y no hay nadie igual a uno en este mundo
- Bien dicho. Antes que nada, debes saber que toda acción que yo realice tiene un
objetivo detrás, mis únicos caprichos no involucran a las investigaciones, todo
tiene una finalidad, nada es al azar ¿Por qué crees que traje el cuerpo hasta aquí y
no al hospital?
- No lo se

La muchacha acomodó sus dos pies descalzos sobre el sillón, y estiró sus brazos con
bastante pereza. Abraham ya se estaba acostumbrando a que no lo miren a los ojos cuando él
hablaba u oía a Leona

- Debo comenzar desde el principio – dice ella - la víctima no estaba en su


dormitorio principal, al contrario, estaba en un pequeño cuarto aislado de los
demás y con muy poca ventilación. Ahora bien, la victima padecía tuberculosis…
- ¿A dónde quieres llegar?
- Ah, lo pondré en palabras más simples y te ordenare las piezas del rompecabezas.
¿Quién tendría la autoridad suficiente como para decirte que una habitación más
cerrada es mejor para la tuberculosis? ¿en quién depositarias tu confianza? ¿A
quién le creerías? Ahora bien, ya debes haber encontrado el sendero correcto en
tu cabeza, pero aún hay algo más, ¿Quién sería la única persona capaz de
determinar el tiempo de muerte por inhalación de dióxido de carbono, para
después estar seguro cuando entrar y cortarte el dedo? ¿A quién se le ocurriría
matar a alguien con dióxido de carbono? Me estoy dando muchas vueltas, lo
resumiré en una pregunta. Abraham Cuando estás enfermo ¿A quién llamas?
- A… a un… doctor
- ¡Exacto¡ Un doctor. Por eso no quería llevar el cuerpo a hospital para que le
hagan la autopsia allí. Te contare un secreto que todo el mundo sabe pero casi
entiende. Todas las autopsias que se realizan en Demert, se hacen en el único
hospital de la ciudad capacitado para ello: El hospital central de Demert; el miso
lugar donde estuviste internado por varias semanas
- ¿Crees que el asesino trabaje allí?
- Existe esa posibilidad. Tambien podría ser un doctor retirado. La vida está llena de
posibilidades, Abraham. La gracia esta en determinar cuál de todas es la mejor.

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