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Tema: La Economía Ecuatoriana en tiempos de COVID-19: Análisis y Reflexión

Enero 2020, el mundo se encuentra a la expectativa de un extraño brote viral de Neumonía


en un grupo de pacientes de la ciudad de Wuhan (China), la comunidad científica considera
que una variante del virus SARS es la causa. Marzo 11-2020, los casos confirmados de la
extraña Neumonía en varios países del mundo (entre ellos Ecuador) preocupa
profundamente a la OMS y por los alarmantes niveles de propagación y la gravedad de la
enfermedad declara al COVID-19 como pandemia. El 28 de Febrero se diagnosticó el
primer caso del virus en el Ecuador, una paciente que llegó a Guayaquil desde España.

Un mundo en cuarentena, el confinamiento constituyó la solución principal para combatir


la propagación del virus pero sus efectos económicos y sociales no tardaron en aparecer.
Ningún país en el mundo mantuvo su forma de operar, todos se vieron obligados a redefinir
sus planes de gobierno principalmente temas de salud y en lo económico. La pandemia del
COVID-19 impactó a América Latina justo en un momento de debilidad de su economía.

El impacto del COVID-19 en el Ecuador ha sido dramático no solo en lo sanitario, sino


también en lo social, lo económico y lo político. La pandemia golpeó fuertemente la
economía ecuatoriana cuyo panorama era y es desalentador en los últimos años. No se ha
vivido una crisis económica tan fuerte como la actual desde los años 60, solo basta con salir
un momento de casa y pasear por la ciudad y nos daremos cuenta que una gran cantidad de
negocios, empresas, tiendas del barrio, etc. han cerrado sus puertas, han dejado de
funcionar, tristemente han quebrado. El hambre, el desempleo, la pobreza entre otros
factores son las secuelas principales que ha dejado la pandemia.

Antes de la pandemia el país ya sufría un déficit fiscal y con la llegada del COVID-19 el
déficit incrementó. Los datos que se detallan a continuación son un indicativo del impacto
que generó el coronavirus en el país. En el período 2018-2019 se evidencia un crecimiento
insignificante de la economía de tan solo el 0,1% de incremento en el PIB. Para el 2020 de
acuerdo a un análisis realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) el Ecuador sufrío una caída del PIB del 6.5% convirtiéndose en el segundo país
solo por debajo de Venezuela en registrar el mayor decaimiento de su economía en
América del Sur. La tasa de desempleo pasó de 3,8 % en diciembre de 2019 al 5% en
diciembre del 2020 y actualmente hasta el mes de Mayo 2021 se registra una tasa de
desempleo del 5.6%; más de 465 000 ciudadanos están en el desempleo en el Ecuador,
según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo 2021 del Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INEC). Un 14,9% de la población estaba en situación de
pobreza extrema para diciembre de 2020, eso significa un aumento de 6 puntos
porcentuales entre 2019 y 2020 lo que indica que los índices de pobreza se deterioran aún
más en el Ecuador.

Hasta el momento hemos analizado de forma general el impacto del COVID-19 en


términos económicos que detallan la situación del país a un nivel macro pero ¿qué está
sucediendo realmente con la economía de las familias ecuatorianas? Los testimonios que se
detallan a continuación nos dan una idea clara sobre esta interrogante.

Diario “El Comercio” el 09 de Julio del 2020 publica el testimonio de Florencia en el cual
se menciona que su esposo después de algunos meses que se encontró desempleado al fin
consiguió un trabajo en una bodega de alimentos en Quito, la familia estaba muy contenta
porque al fin encontraron un poco de estabilidad económica pero todo esto cambió poco
tiempo después cuando le realizaron una prueba de COVID-19 en la empresa y el resultado
dio positivo, su esposo tuvo que abandonar su trabajo. Florencia trabajaba como mesera en
un restaurante, pero quedó desempleada cuando comenzó la emergencia sanitaria. La
familia debe varios meses de arriendo. “En verdad nuestra situación es muy difícil”
menciona Florencia.

En otro testimonio publicado por la fundación Plan Internacional nos encontramos con el
caso de Tatiana cuya familia actualmente se sustenta con los pocos ahorros que tienen y del
aporte económico de un familiar cercano. El papá de Tatiana se dedica a la mecánica y la
mamá a la costura, cuyos ingresos económicos dependen de las labores diarias de la
profesión, mismas que están paralizadas por las medidas de confinamiento a causa del
COVID-19. “Mi esposo se estresa porque no hay dinero para los alimentos, el sale todas
las mañanas a buscar trabajo y no encuentra”, comenta la mamá de Tatiana.
Estos y otros testimonios son el reflejo de la crisis económica que muchas familias
ecuatorianas viven cada día, algunas familias a fin de llevar el alimento diario a su mesa
han optado por emprender y es muy común observar pequeños negocios en el garaje de sus
casas, ventas por internet, empresas de delivery, entre otras actividades que dinamizan la
economía.

En conclusión, el COVID-19 ha impactado negativamente la economía del Ecuador y es


deber del Estado establecer las medidas necesarias para mejorarla. Algunas propuestas para
mitigar el impacto económico pueden ser: reestructurar las compañías mediante el
concordato empresarial, preservar las fuentes de empleo con alianzas entre el sector público
y privado, y procurar que el trabajador sea más eficiente para contribuir así la economía.

Referencias

Cedeño, J., & Sánchez, A. (2020). El impacto socioeconómico del Ecuador y su relación
con el Fondo Monetario Internacional durante el Covid-19. Guayaquil:
Universidad de Guayaquil.

CEPAL. (2020). Informe sobre el impacto económico en América Latina y el Caribe de la


enfermedad por coronavirus (COVID-19). Santiago: Naciones Unidas.

Correa, R., Izquierdo, L., & García, D. (2020). Impacto del COVID-19 en Ecuador. Loja-
Ecuador: Cesla.

Ortiz, E., & Noboa, P. (2020). Propuestas societarias y concursales para mitigar el
impacto económico del COVID-19 en Ecuador. Quito-Ecuador: X-Pedientes
Económicos.

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