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Segundo Parcial
Belilos, Vanina Giselle - Enfermería
Lacaze, Rocío – Enfermería
Rodriguez, Yisela – Enfermería
Romero, Matías - Enfermeria
“…es destino”: Por otra parte, el género incluye todo el cúmulo de significados
que para una cultura implica ser varón (masculino) o mujer (femenino),
incluyendo funciones, roles y atributos. Se trata de una construcción social y
cultural asociada a la división binaria del sexo biológico. Puede incluir también
lo que la sociedad espera de los varones y mujeres estableciendo estereotipos
de lo socialmente aceptado y esperado de lo femenino y masculino. Este
concepto incluye además las relaciones de desigualdad entre mujeres y
hombres (o entre los ámbitos masculinos y femeninos) en torno a la distribución
de los recursos, las responsabilidades y el poder. Es por esto que, según
Palomino, el género es también uno de los determinantes sociales de la salud.
Palomino menciona que hay desigualdades de género en salud, siendo que las
mujeres presentan un estado de salud general más deteriorado y una mayor
morbilidad que los hombres. Esto es consecuencia directa de las
desigualdades sociales relacionadas con distinciones que justifican falsamente
la medicalización de algunos procesos fisiológicos de las mujeres, como el
parto y la menopausia.
Estos temas se ven salvaguardados en la ley de protección integral a las
mujeres (26.485) que las ampara de toda forma de violencia, ya sea desde ser
discriminadas por su género, hasta la violencia obstétrica (definida como
aquella “que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos
reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso
de medicalización y patologización de los procesos naturales”, tal como se
ejemplifica en este video: https://www.youtube.com/watch?v=LF2Dp0Nlxps)
Un segundo ejemplo donde puede corroborarse que la afirmación no resiste un
análisis científico es la comunidad LGBTQI+. Desde la instauración de la
asociación directa entre homosexualidad con el HIV (mal llamado “peste rosa”)
hasta la discriminación por orientación sexual para la donación de sangre (que
en 2015 se prohíbe de la mano de resoluciones), dada la bibliografía sugerida
por la cátedra ¿Cuál? Indicar la bibliografía usada para hacer esta afirmación
así carece de validez podemos mencionar la desigualdad en el acceso al
sistema de salud para personas trans, travestis y no binarias.
Tal como se menciona en la guía para equipos de salud que aborda la atención
de la salud integral de estas poblaciones, es fundamental que, desde el estado,
la salud pública y las leyes, se busque socavar la patologización en pos del
reconocimiento de los derechos de las personas.
La despatologización supone reconocer la diversidad humana, sin asumir que
la identidad de todos se encuentra contenida en el binarismo varón-mujer ni
que todos somos heterosexuales. Esto también implica que tanto el sistema
como los profesionales de la salud reconozcan y trabajen poniéndose al
servicio de que como pacientes no tenemos las mismas necesidades.
Este tema permite comentar el texto de Farji (¿Año? Farji Neer- así es su
apellido- tiene muchos artículos), quien analiza la ruta de acceso al sistema de
salud para las personas trans en el Gran Buenos Aires y La Plata. A partir de la
lectura de este artículo llamó nuestra atención la importancia del correcto uso
de la palabra y de la capacitación para comprender a las demás personas en
pos de que la atención sanitaria se adecúe al paciente (y no viceversa).
Es en este sentido que consideramos que sería ideal que los planes de estudio
de las carreras de salud también lo contemplen y que desde la formación de
grado los estudiantes hayamos aprendido a desenvolvernos en el marco de la
diversidad.
Es por eso que nos tomamos el atrevimiento de incluir el testimonio de Celina
(así no se cita, deben transcribir el testimonio y luego citar la fuente)
(https://www.youtube.com/watch?v=d1dh2JYn4nw), quien, estando atravesada
por la experiencia de la violencia discursiva, simbólica e institucional, elige
ponerse al servicio de la transformación del sistema de salud “desde adentro”.
Conclusiones
Desde un punto de vista sociológico, el proceso de formación de una persona
se logra a través de dos mecanismos: la participación y la comunicación. Este
hecho permite distinguir entre el proceso de socialización y el de educación.1
1
Juan Carlos Agulla. “El hombre y su sociedad.” Editorial Docencia (Fundación Universidad a
distancia “Hernandarias”). Año de edición: 1997.
Como conclusión final, puede subrayarse la idea de que el objetivo último que
debe perseguirse, y tratar de lograrse, es la construcción de una sociedad que
asegure la movilidad social, a través de una educación de calidad para todos y
el estímulo a la creatividad y el esfuerzo personal, evitando la discriminación y
la exclusión social, como antídoto contra la violencia.
Bibliografía consultada
- Ministerio de Salud, Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable (2020). Atención de la salud integral de personas trans y no
binarias. Guía para equipos de salud. Argentina.
- Ministerio de Salud, Dirección de Sida y ETS (2011). Diversidad sexual:
conceptos para trabajar y trabajar en salud. Argentina.
- CASTRO, Roberto (2013) De cómo la Sociología construye sus objetos: el
carácter problemático de los “determinantes” sociales de la salud-enfermedad,
en Idéias. Campinas, n. 6, nova série, 1º semestre 2013.
- PALOMINO, Moral (2014) La Salud y sus determinantes sociales:
desigualdades y exclusión en el siglo XXI. Revista Internacional de Sociología
Vol. 72, pp. 71-91.
- Farji Neer. Obstáculos y facilitadores para garantizar el derecho a la salud
integral trans en el Gran Buenos Aires y La Plata Rev Argent Salud Pública,
2016; 7(29): 26-3.
- Ley 26.485/2009. Ley de protección integral para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales.