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LA EJECUCIÓN CIVIL:

PRINCIPALES REFORMAS OPERADAS

Por Eva Mª Cobeña Rondán

Secretario Judicial

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A partir de la reforma operada por la Ley 13/09 se han producido sucesivas e
importantes novedades tanto de carácter procesal como sustantivo en materia de ejecución.
En efecto, desde el punto de vista procesal, la ejecución pasa a ser responsabilidad, casi en su
integridad del Secretario judicial, quedando bajo decisión judicial la orden general de ejecución
y la resolución de los recursos e incidentes de oposición que a lo largo de este proceso puedan
plantearse. También se han introducido otras novedades importantes en la ejecución de los
juicios de desahucio, en materia de ejecución forzosa de familia y, especialmente en la
ejecución hipotecaria.

Comencemos analizando los

I.- ASPECTOS QUE RODEAN EL DESPACHO DE EJECUCIÓN

1º) El artículo 548 LEC. Consecuencias procesales.

Este precepto dispone que “no se despachará ejecución de resoluciones procesales o arbitrales
o de acuerdos de mediación dentro de los veinte días posteriores a aquél en que la resolución
de condena sea firme, o la resolución de aprobación del convenio o de firma del acuerdo haya
sido notificado al ejecutado” Con respecto a la aplicación de este artículo debemos apuntar
que desde hace más de 10 años una fuerte corriente doctrinal viene defendiendo la exclusión
de la aplicación del artículo 548 LEC a los procesos de ejecución forzosa de familia, ya que,
según se deriva del artículo 525.1 LEC, los pronunciamientos en materia de familia no serán en
ningún caso susceptibles de ejecución provisional.

No obstante la anterior disposición legal, de forma mayoritaria viene entendiéndose, conforme


al art. 774.5 LEC, que, cuando se trate de las medidas definitivas acordadas en un proceso
matrimonial (o de medidas respecto de los hijos de parejas de hecho), aunque la sentencia no
sea firme por haberse recurrido en apelación, procede la ejecución forzosa de las mismas por
los trámites de la ejecución ordinaria.

Igualmente, la inmediata ejecutividad de las medidas provisionales se desprende de los arts.


771.5, 773.3 pfo 2º y 773.5 LEC, ya que los autos que las acuerdan son irrecurribles y su
vigencia persistirá hasta que sean sustitutitas por las contenidas en la resolución definitiva
recaída en el pleito principal, o se ponga fin al procedimiento de otro modo.

Cuestión distinta es si, en ambos supuestos, descartada la ejecución provisional, será preciso
esperar al trascurso del plazo de 20 días del art. 548 LEC para poder instar el despacho de
ejecución forzosa. Aquí, pese a que la doctrina mayoritariamente se pronuncia en contra de la
aplicación de dicho plazo de espera y en este sentido también se ha pronunciado los Criterios

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Orientadores consensuados en los Encuentros especializados de la Jurisdicción de Familia de
2.003, 2.008 y 2.009, aún hay ciertos tribunales que, principalmente respecto de las cuestiones
económicas que sólo afectan a los cónyuges y gastos extraordinarios en relación a los hijos
comunes, requieren la firmeza del título ejecutivo, así como el trascurso del plazo de espera
para poder presentar la demanda ejecutiva.

1º) El título ejecutivo (art. 517 LEC)

Como todos sabemos, la acción ejecutiva debe fundarse en un título que tenga aparejada
ejecución y, en este sentido, el artículo 517 de la LEC conserva la enumeración de los títulos
que tienen esa condición; sin embargo, hay que tener en cuenta que sí se ha modificado el
artículo 476.1 de la LEC, de 1881 con la finalidad de incluir en esta enumeración la resolución
aprobando lo convenido por las partes en acto de conciliación (decreto del Secretario o auto
del Juez de Paz).

En el ámbito del derecho de familia y también a los efectos previstos en el art. 517 en relación
con los artículos 538 y 549 de la LEC, el convenio regulador de la separación o divorcio (o de la
crisis de pareja de hecho en relación con los hijos menores) en cuanto forma parte del título
judicial en los procesos o procedimientos de mutuo acuerdo, integra el título ejecutivo. Así el
convenio regulador en abstracto, es un negocio jurídico de derecho de familia, cuya
homologación judicial le dotará de eficacia procesal a los efectos reconocidos en el art.
517.2.3º LEC, pero si no fue homologado judicialmente, esta circunstancia no le priva de
validez entre los cónyuges otorgantes del mismo, ya que estará dotado de la fuerza
correspondiente a todo negocio jurídico, siempre que concurra los presupuestos de
consentimiento, objeto y causa exigidos por el art. 1261 Cc., con la limitación que implica la
indisponibilidad de alguna de las cuestiones afectadas por la separación o divorcio, entre las
que no se encuentran las económicas o patrimoniales, consecuencia de la ruptura de la pareja.

No obstante, cuestión distinta es la fuerza ejecutiva de los pactos contenidos en estos


convenios reguladores no aprobados judicialmente y, así pasamos a exponer algunos
supuestos contemplados y resueltos en la jurisprudencia en cuanto a la adecuación del
procedimiento para la ejecución forzosa de dichos convenios reguladores no homologados
judicialmente:

-Respecto al procedimiento adecuado para reclamar la deuda dineraria convenida en


el convenio regulador de los efectos de la separación, que fue protocolizado notarialmente
pero no homologado judicialmente, la SAP BARCELONA, SECCIÓN 12ª, de 18 de enero de 2010,
estima el cauce del juicio verbal como el procedimiento adecuado, al tratarse de una mera
reclamación de cantidad.

-En cambio, si el convenio regulador no fue homologado judicialmente ni elevado a


escritura pública, se deberán las pensiones alimenticias a favor de los hijos menores desde que
los progenitores otorgaron el consentimiento, pero no serán susceptibles de ejecución forzosa,
si no fueren incorporados a un instrumento público y además es impugnado por uno de los

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cónyuges o progenitores otorgantes y lo será en un procedimiento declarativo donde deberá
determinarse su eficacia y alcance.

-En relación a las parejas de hecho, los pactos de los progenitores que no hayan sido
homologados judicialmente a través del cauce previsto en el art 777 LEC, y que se refieran a
cuestiones patrimoniales que excedan de las obligaciones atinentes a los hijos menores,
conservarán su validez y eficacia entre los progenitores, pero carecen de eficacia procesal a los
efectos de fundar en ellos la demanda ejecutiva, en caso de incumplimiento de tales pactos.

-Por último, en cuanto a los acuerdos alcanzados en procedimiento de mediación,


como título ejecutivo referido en el art. 517.2.2ª LEC y de conformidad con el art 25.4 de la Ley
5/2012 de 6 de julio de mediación en asuntos civiles y mercantiles, el acuerdo de mediación
podrá ser elevado a escritura pública o no, sin que se exija la homologación judicial; sin
embargo, dicha homologación es aconsejable.

Igualmente, se mantiene el plazo de caducidad para el ejercicio de la acción ejecutiva en cinco


años (art. 518 LEC).

2º) La competencia territorial (artículo 545 LEC)

-Si el título es resolución judicial, del Secretario o convenio homologado judicialmente, es


competente el tribunal que conoció del asunto en primera instancia.

-Si el título es laudo arbitral, es competente el Juzgado de primera instancia del lugar en el que
se ha dictado el laudo.

-En el caso de acuerdos de mediación judicial, según el artículo 26 de la Ley de mediación


antes referida, la ejecución de dichos acuerdos de mediación intra-judiciales se instarán ante el
tribunal que homologó el acuerdo y, si no se tratara de mediación intra-judicial, el acuerdo
podrá ejecutarse ante el Juzgado de Primera Instancia del lugar en que se hubiera firmado el
acuerdo de mediación.

-En los demás casos, será competente el Juez de primera instancia del lugar que corresponda
con arreglo a las reglas generales que determinen el fuero de las personas físicas o jurídicas o a
elección del ejecutante, el Juzgado de primera instancia del lugar de cumplimiento de la
obligación o el de cualquier lugar en que se encuentren bienes del ejecutado que puedan ser
embargados, sin que en ningún caso puedan aplicarse las reglas sobre sumisión expresa o
tácita.

-La competencia territorial será examinada de oficio por el tribunal; en caso de que se
considere territorialmente incompetente, dictará auto absteniéndose de despachar ejecución,
indicando al ejecutante el tribunal donde debe presentarse la demanda.

3º) Las partes (arts.538 a 540 LEC)

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-Legitimación activa; sólo podrán ser demandantes aquellas personas, físicas o jurídicas,
titulares de los derechos que deriven de los títulos ejecutivos.

-Legitimación pasiva; sólo puede despacharse ejecución frente a quien aparezca como deudor
en el mismo título ejecutivo, o bien aquél que responda personalmente de la deuda por
disposición legal o en virtud de afianzamiento acreditado mediante documento público o
quien resulte ser propietario de los bienes especialmente afectos al pago de la deuda en cuya
virtud se procede.

-En ambos casos, quedan abiertas las posibilidades de sucesión procesal (control de oficio de
las escrituras de cesión de créditos: necesariamente tiene que quedar identificada la operación
en la documentación aportada). ***************************************************

-En el ámbito de la ejecución de familia, hay que tener en cuenta que la doctrina es uniforme
en este tema: los cónyuges o progenitores son las únicas partes necesarias o excluyentes del
proceso matrimonial. Ahora bien, la intervención del Ministerio Fiscal en el proceso de
ejecución forzosa de familia se impone cuando uno de los interesados en la litis sea menor,
esté incapacitado o en situación de ausencia legal: lo contrario podría derivar en nulidad de
actuaciones.

- En cuanto a la participación de los hijos en el proceso de ejecución forzosa por medidas que
les afecten, se hace necesario abordar la problemática relativa a la posición jurídica del mayor
de edad en el proceso de ejecución forzosa de familia: ha de partirse que la legitimación en el
proceso de ejecución forzosa respecto de las reclamaciones ejecutivas por medidas que les
afecten, corresponde al progenitor con el cual convivan, pues dicho progenitor es portador de
un interés legítimo en la reclamación de alimentos a favor de los hijos mayores de edad, dado
el daño que la falta de pago de la obligación alimenticia le irroga directamente. En este
sentido, la AAPP de Granada, Sección 5ª, Auto de 22 de enero de 2.010, resolviendo un caso en
el cual el hijo mayor de edad a cuyo favor, en el pleito de divorcio fueron acordadas pensiones
alimenticias, mientras aún era menor y que, alcanzada la mayoría de edad entabla, en su
propio nombre y derecho la acción de juicio verbal de alimentos, conforme al art. 748 LEC,
deriva en la inadmisión a trámite de la demanda por defecto legal en el modo de proponerla e
inadecuación del procedimiento y ello sin perjuicio de que pudiera ser de nuevo formulada,
bien reconduciéndola al proceso declarativo de alimentos de los artículos 142 y ss. del Cc., bien
formulando proceso de ejecución de la referida sentencia de divorcio.

-Finalmente, en cuanto a la postulación, en la ejecución es necesaria siempre la intervención


de Abogado y Procurador, siempre y cuando no se trate de ejecuciones derivadas de procesos
en los que no sea preceptiva la intervención de los profesionales. Ahora bien, también debe
ser objeto de análisis en este apartado la cuestión de si la representación ejercida por el
Procurador del ejecutado en el procedimiento principal es extensiva al proceso de ejecución
que de él dimane, o si por el contrario, tratándose de dos procesos distintos, la representación
del Procurador que actuó en el proceso en el que recayó el título ejecutivo ha de entenderse
decaída (por tratarse de procesos distintos) y, por tanto, la notificación del auto que contiene
la orden general de ejecución y el decreto de medidas ejecutivas ha de dirigirse al ejecutado
personalmente. Con respecto a esta cuestión, tras las reforma del artículo 553 LEC (que habla
de notificación simultánea), una importante corriente doctrinal y práctica concluye que la

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representación del procurador del ejecutado en la instancia es extensiva al proceso de
ejecución ulterior.

Sin embargo, el artículo 553 LEC ha de relacionarse con el contenido del art 31 de la Ley de
Asistencia Jurídica Gratuita y con lo resuelto en la STC 110/08 de 22 de septiembre en relación
con el Reglamento del CGPJ 2/2010 de 25 de febrero y anterior Reglamento 1/2003 de 20 de
junio. De tales premisas, se puede concluir que, salvo en los supuestos en los que el ejecutado
litigó en el pleito principal siendo beneficiario de justicia gratuita ( en cuyo supuesto se
extiende el beneficio hasta el proceso de ejecución, siempre que no hayan transcurrido más de
dos años desde que recayó la resolución judicial en la instancia, sin perjuicio del efecto de las
causas de renuncia o excusa previstas en la ley), la notificación del auto de orden general de
ejecución y del decreto de medidas ejecutivas, que se acuerde respecto del ejecutado en el
proceso de ejecución forzosa, ha de hacerse a éste personalmente, sin perjuicio de que pueda
personarse en la ejecución con el mismo procurador que le representó en la instancia, o elija
atribuir su representación a otro distinto, o incluso solicite el beneficio de justicia gratuita.
Además, en el ámbito de familia, esta es la conclusión alcanzada en el V Encuentro de la
Jurisdicción especializada de Familia, celebrado en Madrid los días 3 a 5 de octubre de 2.011.

II. EL DESPACHO DE EJECUCIÓN.

Se trata de una de las novedades más importantes introducidas por la Ley 13/09 en el
procedimiento de ejecución.

1º) El Auto despachando ejecución; presentada la demanda ejecutiva, el juez o tribunal será el
competente para dictar la orden general de ejecución y despachando la misma, siempre que:

-concurran los presupuestos y requisitos procesales

-el título ejecutivo no adolezca de ninguna irregularidad formal

-los actos de ejecución que se solicitan sean conformes con el título.

Si el tribunal entendiese que no concurren los presupuestos y requisitos legalmente


exigidos para el despacho de ejecución, denegará la misma mediante auto que será
directamente apelable (quedando a elección del ejecutante la posibilidad de interponer previo
recurso de reposición (art 552 LEC).

En cuanto a su contenido, dicha resolución deberá contener los siguientes extremos:

- Identificación de la parte ejecutante y ejecutada

- Si la ejecución se despacha en forma mancomunada o solidaria

- La cantidad y conceptos por los que se despacha la ejecución

- Las precisiones que resulte necesario realizar respecto de las partes o del
contenido de la ejecución y respecto de los responsables personales de la deuda o

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propietarios de bienes especialmente afectos a su pago a los que ha de extenderse
la ejecución.

Contra el auto despachando ejecución no cabe la interposición de recurso alguno, sin


perjuicio de la oposición que pueda formular el ejecutado.

2º) El Decreto dando curso a la ejecución; esta resolución se dictará por el secretario
responsable de la ejecución en el mismo día o en el siguiente hábil a aquél en que se
hubiese dictado por el juez la orden general de ejecución.

En cuanto a su contenido, deberá expresar:

- Las medidas ejecutivas concretas que resultasen procedentes, incluido si fuera


posible el embargo de bienes. En este punto conviene traer a colación el principio
de proporcionalidad de la ejecución consagrado el artículo 584 de la LEC.

- Las medidas de localización y averiguación patrimonial que procedan, de


conformidad con lo dispuesto en los artículos 589 y 590 de la LEC.

- El contenido del requerimiento de pago que deba hacerse al deudor (ejecuciones


de título no judicial).

Contra este decreto sólo cabe la interposición de recurso directo de revisión sin
efectos suspensivos.

3º) Tipos de resoluciones en ejecución;(art 545 LEC)

-Regla general; se dictará la resolución que en cada caso exprese la Ley

-En otro caso, se dictará diligencia de ordenación, salvo que proceda dictar
decreto o tenga que decidir el Tribunal por medio de providencia en los supuestos
en que así expresamente se señale.

-Adoptarán la forma de decreto las resoluciones del secretario judicial que


determinen los bienes del ejecutado a los que ha de extenderse el despacho de
ejecución y aquellas otras que se señalen en esta ley (por ejemplo, se utilizará el
decreto para acordar la mejora, reducción y modificación del embargo). También
se utilizará el decreto ante la necesidad de motivación por parte del secretario
judicial.

-No se contiene normativa expresa sobre diligencias de constancia, comunicación o


ejecución.

-Adoptarán la forma de auto las resoluciones del tribunal que:

*contengan la orden general de ejecución por la que se autoriza y despacha la


misma.

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*Decidan sobre oposición a la ejecución definitiva basada en motivos
procesales o de fondo.

*Resuelvan las tercerías de dominio.

*Aquellas otras que se señalen en la Ley.

III. MEDIDAS EJECUTIVAS CONCRETAS: EL EMBARGO

En efecto, dictado el auto que contiene la orden general de ejecución, el secretario


acordará mediante decreto las medidas ejecutivas concretas que resultasen
procedentes de entre las cuales destaca por su importancia, el embargo, ya que
esta es la medida concreta, ya sea ejecutiva, ya preventiva, más comúnmente
empleada para asegurar las responsabilidades reclamadas al deudor. Conforme al
artículo 587 de la LEC, el embargo se entenderá hecho desde que se decrete por el
Secretario judicial o se reseñe la descripción de un bien en el acta de la
correspondiente diligencia, aunque no se haya adoptado aún medidas de garantía
o publicidad de la traba. También corresponde al secretario judicial, como ya
hemos apuntado con anterioridad, la mejora, reducción y modificación del
embargo (artículo 612 LEC). Para la traba de bienes concretos se tendrá en cuenta
el orden de prelación establecido en el artículo 592 LEC, precepto que comienza
estableciendo que en todo caso se tendrá en cuenta la mayor facilidad de su
enajenación y la menor onerosidad de ésta para el ejecutado.

Y, como novedad tras la reforma operada por Ley 13/09, añade el artículo 587
LEC que el Secretario judicial adoptará inmediatamente dichas medidas de
garantía y publicidad, expidiendo de oficio los despachos precisos, de los que en su
caso, se hará entrega al procurador del ejecutante que lo hubiera solicitado, en
clara alusión al trámite previsto en el artículo 629 LEC, que se refiere a la anotación
preventiva del embargo de bienes susceptibles de inscripción registral.

Por último, cabe destacar que, pese a que es nulo el embargo que recaiga
sobre bienes y derechos cuya efectiva existencia no conste, sí pueden embargarse
los depósitos bancarios y los saldos favorables que arrojaren las cuentas abiertas
en entidades de crédito, siempre que, en razón del título ejecutivo, se determine
por el Secretario judicial una cantidad como límite máximo (artículo 588 LEC.
EMBARGOS DE SALDOS ACORDADEOS TELEMÁTICAMENTE POR EL PNJ; incidencia
con respecto a la averiguación patrimonial).

IV. CUESTIONES INCIDENTALES EN EL TRANSCURSO DE LA EJECUCIÓN

1º) La tasación de costas; aunque en puridad no constituye un incidente


necesariamente propio de la ejecución, en esta materia el art. 539.2 LEC prevé que
las costas sobre la que no haya un pronunciamiento expreso serán a cargo del

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ejecutado sin necesidad de expresa imposición, aunque el ejecutante deberá
satisfacer los gastos y costas que se vayan produciendo hasta su liquidación, salvo
los que corresponda a actuaciones realizadas a instancia del ejecutado u otros
sujetos, quienes deberán satisfacer su importe. El trámite para el cálculo de las
costas y los incidentes ante una eventual impugnación vienen recogidos en los
arts. 242 y ss. LEC

2º) La liquidación de intereses; este procedimiento viene previsto en los art. 713 y
ss LEC.

3º) Incidentes en la ejecución provisional; tras la reforma operada por Ley 13/09,
se corrige la redacción del artículo 531 LEC, de tal modo que, efectuado el pago
por el ejecutado de la cantidad a la que hubiese sido condenado, más los intereses
correspondientes y las costas por los que se despachó ejecución, el secretario
judicial suspenderá mediante decreto la ejecución y, una vez liquidados los
intereses y tasadas las costas decidirá sobre la continuación o archivo de la
ejecución mediante decreto que será susceptible de recurso directo de revisión.

4º) La acumulación de ejecuciones; el artículo 555 LEC prevé la posibilidad de que


se acumulen los procesos de ejecución pendientes entre el mismo acreedor
ejecutante y el mismo deudor ejecutado, acumulación que podrá acordar el
secretario judicial a instancia de cualquiera de las partes, o de oficio, eventualidad
que antes de la reforma operada por la Ley 13/09 sólo era posible a iniciativa de
las partes.

Igualmente se mantiene también la viabilidad de acumular procesos de ejecución


seguidos frente al mismo ejecutado ante distintos órganos y por varios
ejecutantes, acumulación que deberá promoverse por cualquiera de éstos, y a la
que el secretario judicial competente en el proceso más antiguo accederá si lo
considera más conveniente para la satisfacción de todos los acreedores
ejecutantes.

3º) El incidente de oposición a la ejecución; la oposición a la ejecución debe


formularse en el plazo de diez días y por escrito. En su tramitación debemos
distinguir dos supuestos:

-Que se trate de la ejecución de resoluciones procesales o arbitrales de


condena (art. 556 LEC) y se alegue el pago o cumplimiento de lo ordenado en la
sentencia, hecho que el ejecutado deberá justificar documentalmente.

-Que la ejecución esté fundada en otro tipo de documentos (art. 557 LEC).

La oposición sólo suspenderá el curso de la ejecución en los siguientes supuestos:

-Cuando la ejecución estuviese fundada en títulos no judiciales o arbitrales

-Cuando el título ejecutivo consista en un auto de cuantía máxima

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-Cuando la oposición se fundamente exclusivamente en pluspetición, siempre
que el ejecutado ponga a disposición del tribunal la cantidad que considere debida,
para su inmediata entrega por el secretario judicial al ejecutante.

El incidente de oposición será resuelto por auto del juez o tribunal.

-Cuando la oposición se fundase en defectos procesales, el ejecutante podrá


formular alegaciones en el plazo de cinco días. Si el tribunal entendiese que el
defecto es subsanable, concederá mediante providencia al ejecutante un plazo de
diez días para subsanarlo. En otro caso, dictará auto dejando sin efecto la
ejecución despachada, con imposición de las costas al ejecutante. Si el tribunal no
apreciase la existencia de los defectos procesales a que se limita la oposición,
dictará auto desestimándola y mandando seguir adelante con la ejecución e
impondrá las costas del incidente al ejecutado.

-Resuelta la oposición por motivos procesales o cuando éstos no se hayan alegado,


el ejecutante podrá impugnar la oposición por motivos de fondo en el plazo de
cinco días. Si la controversia no pudiese resolverse con los documentos aportados,
el tribunal acordará mediante providencia la celebración de vista. El juez o tribunal
resolverá mediante auto.

4º) La suspensión del proceso de ejecución; con carácter general, sólo se


suspenderá el curso de una ejecución en los casos en que la Ley lo ordene de
modo expreso, o cuando así lo acuerden todas las partes personadas en la
ejecución. En situaciones concursales, el art 568 LEC tras señalar que no se dictará
auto autorizando y despachando la ejecución cuando conste al tribunal que el
demandado se halla en situación de concurso, continúa diciendo que el secretario
judicial decretará la suspensión de la ejecución en el estado en que se halle en
cuanto le sea notificado que el ejecutado se encuentra en situación de concurso.
Ahora bien, si la ejecución se dirigiera contra varios demandados y sólo alguno o
algunos de ellos se encontraran en situación de concurso, la ejecución no se
suspenderá respecto a los demás.

5º) Las tercerías; las tercerías de dominio y de mejor derecho constituyen también
incidentes que con cierta asiduidad se plantean en el curso de la ejecución. Como
medida de prevención establece el art. 593.2 LEC que cuando por percepción
directa o por manifestaciones del ejecutado o de otras personas, el secretario
judicial tuviera motivos racionales para entender que los bienes que se propone
trabar pueden pertenecer a un tercero, se hará saber a éste la inminencia de la
traba. Si no diere razones, el secretario judicial dictará decreto mandando trabar
los bienes, a no ser que las partes hayan manifestado su conformidad en que no se
realice el embargo. Si el tercero se opusiere razonadamente al embargo aportando
los documentos que justifiquen su derecho, el secretario judicial, previo traslado a
las partes por plazo común de cinco días, remitirá los autos al tribunal para que
resuelva lo que proceda.

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La tercería de dominio se interpondrá ante el secretario judicial responsable de la
ejecución y se resolverá por auto del tribunal que dictó la orden general y
despacho de la misma.

La admisión a trámite de la tercería es competencia del secretario judicial pero, si


éste considera que dicha admisión no procede, deberá dar cuenta al juez o tribunal
que despachó ejecución para que resuelva. Admitida la demanda, se suspenderá la
ejecución respecto del bien al que se refiera, suspensión que podrá quedar
condicionada a que el tercerista preste caución por los daños y perjuicios que
pudiera producir al acreedor ejecutante.

Por lo que respecta a la tercería de mejor derecho, también será interpuesta ante
el secretario judicial responsable de la ejecución y será resuelta por el tribunal que
dictó la orden general y despacho de la misma. La admisión a trámite no
suspenderá la ejecución, continuando la misma hasta realizar los bienes
embargados, depositándose lo que se recaude en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones para reintegrar al ejecutante en las costas de la ejecución y hacer
pago a los acreedores por el orden de preferencia que se determine al resolver la
tercería.

V. ESPECIALIDADES PROCESALES EN MATERIA DE EJECUCIÓN

1º) La entrega directa de retenciones periódicas al acreedor;

Es habitual que la ejecución forzosa de condenas pecuniarias se lleve a cabo


mediante el pago en la Cuenta de Consignaciones y Depósitos del órgano judicial
para su disposición en el proceso respectivo. No obstante, a través de la reforma
operada por Ley 13/09, se introduce un nuevo apartado 7 al artículo 607 de la LEC,
por el que se dispone que en los embargos de la parte proporcional de los salarios,
sueldos, jornales, retribuciones o pensiones, superiores al salario mínimo
interprofesional, podrán ser entregadas las retenciones periódicas directamente a
la parte ejecutante, en la cuenta que ésta designe previamente, si así lo acuerda el
secretario judicial encargado de la ejecución.

En este caso, tanto la persona o entidad que practique la retención y su


posterior entrega como el ejecutante, deberán informar trimestralmente al
secretario judicial sobre las sumas remitidas y recibidas, respectivamente,
quedando a salvo, en todo caso, las alegaciones que el ejecutado pueda formular,
ya sea porque considere que la deuda se halla abonada totalmente y, en
consecuencia, debe dejarse sin efecto la traba, o porque las retenciones o entregas
no se estuvieran realizando conforme a lo acordado por el secretario judicial.

2º) Especialidades en la ejecución de juicios de desahucio;

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También presenta notables peculiaridades el proceso de ejecución de
sentencias dictada en procesos por demandas de desahucio fundado en la falta de
pago de las rentas o cantidades debidas.

En estos procesos, conforme al artículo 437.3 de la LEC, podrá intentarse ya en


la demanda que se tenga por solicitada la ejecución del lanzamiento en la fecha y
hora que se fije por el juzgado sin que, por ello, sea necesario reproducir esa
misma pretensión.

El requerimiento previsto en el artículo 440.3 LEC, en el que no sólo se


contendrá la hipotética fecha de la vista sino también la fecha del lanzamiento
para el caso de que no hubiera oposición, entre otros extremos, se practicará en la
forma prevista en el artículo 161 LEC, teniendo en cuenta las previsiones
contenidas en el apartado tercero del artículo 155 y en el último párrafo del
artículo 164, apercibiendo al demandado de que, de no realizar ninguna de las
actuaciones citadas, se procederá a su inmediato lanzamiento, sin necesidad de
notificación posterior.

Así, si el demandado no atendiese al requerimiento de pago o no


compareciese para oponerse o allanarse, el secretario judicial dictará decreto
dando por terminado el juicio de desahucio y se procederá al lanzamiento en la
fecha fijada.

Si el demandado atendiese al requerimiento en cuanto al desalojo del


inmueble sin formular oposición ni pagar la cantidad que se reclamase, el
secretario judicial lo hará constar y dictará decreto dando por terminado el
procedimiento y dejando sin efecto la diligencia de lanzamiento, a no ser que el
demandante interese su mantenimiento para que se levante acta sobre el estado
en el que se encuentre la finca, dando traslado al demandante para que inste el
despacho de ejecución en cuanto a la cantidad reclamada.

En los dos supuestos anteriores, el decreto dando por terminado el juicio de


desahucio impondrá las costas al demandado e incluirá las rentas debidas que se
devenguen con posterioridad a la presentación de la demanda hasta la entrega de
la posesión efectiva de la finca, tomándose como base de la liquidación de las
rentas futuras el importe de la última mensualidad reclamada al presentar la
demanda. Si el demandado formulara oposición, se celebrará la vista en la fecha
señalada.

En todos los casos de desahucio, también se apercibirá al demandado en el


requerimiento que se le realice que, de no comparecer a la vista, se declarará el
desahucio sin más trámites y que queda citado para recibir la notificación de la
sentencia que se dicte el sexto día siguiente al señalado para la vista. Igualmente,
en la resolución que se dicte teniendo por opuesto al demandado, se fijará día y
hora para que tenga lugar, en su caso, el lanzamiento, que deberá verificarse antes
de treinta días desde la fecha señalada para la vista, advirtiendo al demandado

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que, si la sentencia fuese condenatoria y no se recurriera, se procederá al
lanzamiento en la fecha fijada, sin necesidad de notificación posterior.

3º) Especialidades en la ejecución de familia: la ejecución de los gastos


extraordinarios y su nueva regulación en el artículo 776.4 LEC.

Definir qué sea un gasto extraordinario en relación con los hijos comunes debe
constituir nuestro punto de partida en este apartado, aunque ello no es una tarea
fácil. Son las notas definitorias de los gastos extraordinarios las que permiten
deducir la definición de éstos, y así, son caracterizados por la SAP Burgos, Sección
2ª, de 9 de marzo de 2.010 como “….aquellos que exceden notoriamente de los
habituales y ordinarios en orden al cuidado, atención y sustento de los menores y
cuya calificación como tales, habrá de valorarse en el momento en que surjan. En
definitiva, son aquellos que exceden de los habituales u ordinarios en orden al
cuidado, atención y sustento de los menores…” y “…Tienen que nacer de
necesidades de los hijos de naturaleza totalmente excepcional, eventuales,
difícilmente previsibles y de un montante económico considerable que, por ello,
no pueden incluirse en la única pensión alimenticia ordinaria establecida; a la vez
que no pueden ser costeados por uno sólo de los progenitores sin desequilibrar en
su perjuicio la equivalencia de sus respectivas contribuciones…” en definitiva…”
gastos que ni se tuvieron en cuenta, ni se contemplaron y que su alcance
económico es elevado y no habitual para la familia de los litigantes y, por lo tanto,
resulta manifiesto que no se pudieran contemplar en la pensión de alimentos
incluida en las cláusulas del convenio o en la sentencia. Habría que acudir a un
concepto muy riguroso de gasto extraordinario, pues los cónyuges ya regularon los
alimentos de los hijos o los fijó la sentencia judicial, y no debemos olvidar que los
gastos extraordinarios integran también la obligación alimenticia…”

En otras palabras, los gastos extraordinarios “…no son periódicos ni previsibles,


precisan de determinación y objetivación en cada momento y para cada supuesto
concreto, por lo que el progenitor habrá de requerir del otro su consentimiento
para la asunción de tales gastos extraordinarios, salvo imposibilidad manifiesta y
acreditada…” Es decir, los gastos extraordinarios a priori, participan de la
naturaleza de “concepto jurídico determinado”

Se trata de un tema de extrema complejidad que el legislador no ha contribuido a


simplificar pues, en el día a día, tras la separación, divorcio o ruptura de pareja de
hecho “…los juzgados asistimos a una realidad y es que el progenitor custodio
toma, a partir de ese momento, la mayoría de las decisiones respecto a su hijo y lo
hace en la creencia de que es normal, ya que tiene la custodia.

Así viene considerándose gastos extraordinarios en relación con los hijos, los
urgentes, y aún no revistiendo carácter de urgencia, participarán de la naturaleza
de extraordinarios los no incluidos en la pensión alimenticia siempre que sean
necesarios y hasta los suntuarios, atendidas las circunstancias de cada caso y

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familia concretos; la jurisprudencia viene considerando las notas de
imprevisibilidad y de falta de periodicidad como caracteres ineludibles para poder
catalogar a un gasto de extraordinario o no.

También se habla de gastos ocasionales o puntuales y fuera de lo común y de lo


que es razonable esperar en cada momento según la realidad cotidiana; gastos
esporádicos o imprevistos en su frecuencia o presencia; inesperados e impuestos.
Por consiguiente, si durante la sustanciación de la litis matrimonial o de adopción
de medidas en relación a los hijos de parejas de hecho, fueron previsibles los
desembolsos que se pretenden catalogar tras la ejecutoria como extraordinarios,
tales gastos se entenderán incluidos en la pensión alimenticia, o a cargo exclusivo,
como mera liberalidad, del progenitor que lo ha sufragado sin el consentimiento
del otro. Como igualmente participarán del carácter de ordinario, aquello gastos
en relación con los hijos comunes, que durante la convivencia los progenitores
habían acordado que formarían parte de la formación integral de sus hijos,
siempre que se mantenga el nivel económico que existía antes de la separación o
divorcio.

Una vez aproximado el concepto de gasto extraordinario, pasamos a analizar el


incidente que introduce la reforma procesal 13/09 través del apartado 4º del
artículo 776 LEC. En efecto, dispone este precepto que “Cuando deban ser objeto
de ejecución forzosa gastos extraordinarios, no expresamente previstos en las
medidas definitivas o provisionales, deberá solicitarse previamente al despacho de
ejecución la declaración de que la cantidad reclamada tiene la consideración de
gasto extraordinario. Del escrito solicitando la declaración de gasto extraordinario
se dará vista a la contraria y, en caso de oposición dentro de los cinco días
siguientes, el tribunal convocará a las partes a una vista que se sustanciará con
arreglo a lo dispuesto en los artículos 440 y siguientes y que resolverá mediante
auto.” ¿Cuáles son las principales cuestiones prácticas que plantea este precepto?:

- En cuanto a la ejecutividad del Auto que pone fin al incidente tramitado conforme
al art. 776.4º LEC, si realiza la declaración de gasto extraordinario, hay que tener
en cuenta que si esta resolución es recurrida, lo que procederá es la ejecución
forzosa definitiva de la obligación de pago del gasto extraordinario declarado como
tal, no obstante el recurso que haya podido interponerse frente al Auto incidental,
y sin perjuicio de lo que se resuelva en la segunda instancia, pues la sentencia de
apelación, en este caso, desplegará sus efectos desde que fuese dictada, sin que
pueda retrotraerse sus efectos revocatorios a la fecha de la resolución incidental
de la primera instancia, salvo que la de apelación así lo establezca expresamente.

- En cuanto a la postulación y, de conformidad con el artículo 750 LEC tenemos que


afirmar que sí es preceptiva la intervención de los profesionales en este incidente,
pues dispone el precepto citado que “fuera de los casos en que conforme a la ley
deban ser defendidas por el Ministerio Fiscal, las partes actuarán en los procesos a
que se refiere este título con asistencia de abogado y representadas por
procurador.”

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- En cuanto a la competencia y, de conformidad con lo establecido en el art. 545.1
LEC, será competente para conocer de este incidente el tribunal que dictó la
sentencia contenciosa, el auto de medidas provisionales u homologó el convenio
regulador en el proceso matrimonial o relativo a los hijos.

- En cuanto a la caducidad de la acción ejecutiva en relación con los gastos


extraordinarios, actualmente parece consensuado que resulta aplicable el plazo de
caducidad regulado en el art. 518 LEC, esto es, la acción ejecutiva para reclamar los
gastos extraordinarios caduca en el plazo cinco años, plazo que empezará a
computarse desde que la obligación pecuniaria se haya devengado y sea exigible.

- Finalmente, en cuanto al procedimiento, nada dice el art. 776.4 LEC, para el


supuesto de que el demandado no se oponga expresamente a la solicitud de
declaración de gasto extraordinario, pero considerando la remisión de dicho
precepto a la tramitación del juicio verbal, en este caso de no oposición, no
procederá celebración de vista, y el incidente deberá concluir con decreto del
secretario judicial con imposición de las costas del incidente al demandado.
Además, por esta razón es fundamental para el solicitante acompañar a su
solicitud la acreditación de requerimiento previo y extrajudicial de pago al
demandado por el gasto cuya declaración como extraordinario pretende, pues si
dicho requerimiento no puede ser acreditado, difícilmente podrá alegarse la mala
fe del demandado incidental, pudiendo darse el caso de haber sido llamado al
procedimiento del art. 776.4 LEC, sin conocimiento previo del desembolso
realizado de contrario.

El demandado incidental debe oponerse en los cinco días hábiles siguientes a la


recepción de la solicitud inicial y formulada en tiempo y forma la oposición…”el
tribunal convocará a las partes a una vista, que se sustanciará con arreglo a lo
dispuesto en los artículos 440 y siguientes, y que resolverá mediante auto” En esta
vista se limitará el objeto del debate a las cuestiones que han quedado centradas
en la solicitud inicial y en el escrito de oposición. Por tanto, al ser un incidente, no
tendrá la consideración de procedimiento principal, debiendo vincularse al NIG del
asunto principal, por lo que deberán registrarse y tramitarse como pieza separada
de éste.

A la vista convocada, las partes deberán concurrir con todos los medios de prueba
de que intenten valerse y asistidos de sus respectivas defensas y representaciones.
En dicha vista, la pertinencia del trámite de conclusiones se deduce de la
disposición contenida en el art. 753.2 LEC, en virtud de reforma operada por la Ley
13/09.

El auto que ponga fin al incidente del art. 776.4 LEC, conllevará condena en costas
que dependerá del pronunciamiento. Dicho auto es susceptible de recurso de
apelación.

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4º) Especialidades en la ejecución de bienes hipotecados;

En primer lugar, como novedad tras la reforma operada por Ley 13/09, cabe
señalar la inclusión de un apartado 3 en el artículo 686 LEC, que prevé que, una vez
intentado sin efecto el requerimiento en el domicilio que resulte vigente en el
Registro, procede ordenar la publicación de edictos.

Pero además de esta reforma anterior, debemos poner de manifiesto que


recientemente, la ejecución hipotecaria ha sufrido una importante reforma, como
consecuencia de las sentencias del TJUE de 14 de junio de 2012 y de 14 de marzo
de 2013, ya que estas dos resoluciones europeas probablemente lo primero y más
fundamental que han puesto de manifiesto es que el proceso de ejecución
hipotecaria tal como está concebido en la LEC, debería ser suprimido, en cuanto
constituye una vía privilegiada y no suficientemente justificada de cobrar
determinados créditos, que debería encauzarse por las reglas del proceso de
ejecución general. Por tanto, a continuación se hacer necesario destacar las
aportaciones más importantes de cada una de ellas para a renglón seguido,
proceder al análisis de las dos últimas reformas operadas mediante Ley 1/2013 y
Ley 8/2013.

1º) La Sentencia del TJUE de 14 de junio de 2012

Efectivamente, la primera ha sido la conocida Sentencia del TJUE de 14 de junio de


2012, que resolvió una cuestión prejudicial planteada por la Sección 14ª de la AAPP
de Barcelona, mediante Auto de fecha 29 de noviembre de 2010. Sus principales
aportaciones son:

a) Sobre la apreciación de oficio de cláusulas abusivas, esta nueva sentencia


se pronuncia sobre el momento o fase del procedimiento para la
apreciación de oficio de cláusulas abusivas afirmando que dicha
apreciación de oficio puede efectuarse ya en fase de admisión a trámite
del correspondiente juicio (en el caso, se trataba de una cláusula relativa al
tipo de interés moratorio pactado en una póliza de préstamo no
hipotecario). Por consiguiente, el control de oficio del carácter abusivo de
dichas cláusulas puede hacerse por el juez o tribunal, tanto en procesos
monitorios, como en procesos de ejecución ordinaria y ejecuciones
hipotecarias.

b) Como consecuencia de esta nulidad apreciada de oficio en la fase de


admisión, la sentencia del TJUE considera en cuanto a la posible
integración de la cláusula anulada, que es más acorde con la protección del
consumidor que no se efectúe en ese mismo proceso ya iniciado, sino en

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un ulterior proceso declarativo, al cual ha de remitirse al acreedor
hipotecario para así garantizar una posición de igualdad entre el acreedor y
el deudor. Sin embargo, la solución adoptada por nuestros tribunales es
que, apreciada la posible abusividad de la cláusula, se de traslado al
acreedor para que realice las alegaciones que a su derecho conviniese
sobre esta cuestión, de tal modo que, una vez verificado dicho plazo,
resuelva el juez o tribunal mediante auto para a continuación proceder, en
su caso, a la admisión a trámite de la demanda limitando el requerimiento
o el despacho de ejecución a aquellas cantidades que no se hayan visto
afectadas por la cláusula declarada abusiva.

c) En cuanto al efecto de cosa juzgada de la resolución que se pronuncie


sobre el carácter abusivo de una cláusula y los recursos que se pueden
plantear, hay que tener en cuenta que estas cuestiones han sido resueltas
tras la reforma operada por Ley 1/2013 (que comentaremos más
adelante), mediante la nueva redacción del art. 695 LEC en sede de
ejecución hipotecaria. En efecto, dicho precepto dispone: “en los
procedimientos de ejecución hipotecaria sólo se admitirá la oposición del
ejecutado cuando se funde en las siguientes causas:…4ª) El carácter
abusivo de una cláusula contractual que constituya el fundamento de la
ejecución o que hubiese determinado la cantidad exigible.

De tal modo que, formulada la oposición por cualquiera de las causas


recogidas en el punto 1 de este artículo, el secretario judicial suspenderá la
ejecución y convocará a las partes a una comparecencia ante el tribunal
que hubiera dictado la orden general de ejecución, debiendo mediar
quince días desde la citación, comparecencia en la que el tribunal oirá a las
partes, admitirá los documentos que se presenten y acordará en forma de
auto lo que estime procedente dentro del segundo día.

El auto que estime la oposición por abusividad de una cláusula, acordará el


sobreseimiento cuando la misma fundamente la ejecución (por ejemplo, la
cláusula de vencimiento anticipado). En otro caso, se continuará la
ejecución con la inaplicación de la cláusula abusiva (por ejemplo, la
cláusula de intereses moratorios).

Contra el auto que ordene el sobreseimiento de la ejecución o la


inaplicación de una cláusula abusiva podrá interponerse recurso de
apelación. Fuera de estos casos, los autos que decidan la oposición (en
todos los supuestos previstos en el punto 1), no serán susceptibles de
recurso alguno y sus efectos se circunscribirán al proceso de ejecución en
que se dicten.

1º) La Sentencia del TJUE de 14 de marzo de 2013

Esta sentencia se dicta para resolver una cuestión prejudicial planteada por el
Juzgado de lo Mercantil núm. 3 de Barcelona, y en ella se planteaban

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cuestiones tales como la compatibilidad de algunas de las normas sobre
ejecución hipotecaria en relación a las tutela de los consumidores o la
abusividad de determinadas cláusulas hipotecarias. Dicha sentencia ha
resuelto de forma esquemática, lo siguiente:

1º) La legislación procesal e hipotecaria española en materia de


ejecuciones hipotecarias lesionaba el principio de protección de los
consumidores, en el concreto extremo de la eficacia de hipotéticas medidas
cautelares de suspensión de la ejecución instadas en un proceso declarativo
posterior, en el que se plantease la posible abusividad de una o varias
cláusulas. Lo lesionaba en cuanto que, en principio, no permitía paralizar la
ejecución hipotecaria, y sólo otorgaba al prestatario la posibilidad de obtener
una indemnización, si la ulterior declaración de abusividad de la cláusula le
pudiera acarrear algún perjuicio (art. 698 LEC). Por tanto, la sentencia del TJUE
ponía de manifiesto la necesidad de dotar de eficacia a la medida cautelar
suspensiva de la ejecución que pudiera acordarse, en tanto se haga previa
solicitud de nulidad de una cláusula abusiva, cuando la misma constituya el
fundamento de la ejecución iniciada. Como ya hemos visto, esta causa de
suspensión ha sido prevista ya en la redacción actual del artículo 695 LEC.

2º) Además, declara que atenta a los derechos de los consumidores el que
se pueda llegar a cancelar la anotación de demanda o de cualquier otro tipo,
con la adjudicación del inmueble en subasta, si aquella anotación se practicó
con posterioridad a la nota marginal de expedición de la certificación de cargas
por parte del Registrador, de conformidad con el art. 131 de la Ley Hipotecaria.

3º) Finalmente, la sentencia no se pronuncia sobre la abusividad de


algunas cláusulas hipotecarias, entre ellas las de vencimiento anticipado, pero
establece una serie de pautas o criterios a los que deberá atender el juez
nacional para declarar o no la posible abusividad en cada caso. Estas pautas
son: el derecho dispositivo vigente, la posible aceptación o consentimiento del
deudor en una hipoteca, la existencia de negociación individual, el carácter
usual de la cláusula, etc.

A continuación pasamos a analizar las dos leyes reformadoras dictadas


en aplicación de los criterios aportados por las sentencias estudiadas del TJUE.

LA LEY 1/2013, DE 14 DE MAYO (BOE-A-2013-5073), que se dicta para


perfeccionar y reforzar el marco de protección a los deudores que, a causa de
la crisis económica, se han encontrado en una situación merecedora de
protección. Esta Ley consta de cuatro capítulos:

-Capítulo 1º; este primer capítulo prevé la suspensión inmediata y por


un plazo de dos años de los desahucios de las familias que se encuentren en

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una situación de especial riesgo de exclusión. Esta medida, con carácter
excepcional y temporal, afectará a cualquier proceso judicial de ejecución
hipotecaria o venta extrajudicial por el cual se adjudique al acreedor la
vivienda habitual de personas pertenecientes a determinados colectivos. En
estos casos, la Ley, sin alterar el procedimiento de ejecución hipotecaria,
impide que se proceda al lanzamiento que culminaría con el desalojo de las
personas que se encuentren dentro de una situación de especial
vulnerabilidad.

-Capítulo 2º; este capítulo introduce mejoras en el mercado


hipotecario a través de la modificación de la Ley Hipotecaria y otras normas del
sistema hipotecario y financiero. Especialmente relevante es el hecho de que,
para las hipotecas constituidas sobre vivienda habitual, se limitarán los
intereses de demora que pueden exigir las entidades de crédito a tres veces el
interés legal del dinero. Además, se prohíbe expresamente la capitalización de
estos intereses y se establece que, en caso de que el resultado de la ejecución
fuera insuficiente para cubrir toda la deuda garantizada, dicho resultado se
aplicará en último lugar a los intereses de demora, de tal forma que se permita
en la mayor medida posible que el principal deje de devengar interés.
Adicionalmente se fortalece el régimen de venta extrajudicial de bienes
hipotecados y se refuerza la independencia de las sociedades de tasación
respecto de las entidades de crédito.

En la venta extrajudicial se introduce la posibilidad de que el Notario pueda


suspender la misma cuando las partes acrediten que se ha solicitado al órgano
judicial competente que dicte la resolución decretando la improcedencia de
dicha venta, por existir cláusulas abusivas en el contrato de préstamo
hipotecario, o su continuación sin la aplicación de las cláusulas abusivas.
Además, se faculta al Notario para que advierta a las partes de que alguna
cláusula del contrato puede ser abusiva. ( como podemos ver, todas estas
modificaciones se adoptan como consecuencia de la Sentencia del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea de 14 de marzo de 2.013).

-Capítulo 3º; este capítulo recoge diferentes modificaciones a la Ley de


Enjuiciamiento Civil con el fin de garantizar que la ejecución hipotecaria se
realiza de manera que los derechos e intereses del deudor hipotecario sean
protegidos de manera adecuada y, en su conjunto, se agilice y flexibilice el
procedimiento de ejecución. Las modificaciones más relevantes son:

1.- Se establece la posibilidad de que si tras la ejecución


hipotecaria de una vivienda habitual aún quedara deuda por pagar,
durante el procedimiento de ejecución dineraria posterior se podrá
condonar parte del pago de la deuda remanente, siempre que se cumpla
con ciertas obligaciones de pago.

2.- Se facilita el acceso de los postores a las subastas y se


rebajan los requisitos que se imponen a los licitadores, de modo que, por

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ejemplo, se disminuye el aval necesario para pujar del 20 al 5 por ciento
del valor de tasación de los bienes y se duplica el plazo de tiempo para que
el rematante de una subasta consigne el precio de la adjudicación.

3.- Se introducen determinadas mejoras en el procedimiento


de subasta, estableciéndose que el valor de tasación a efectos de la misma
no podrá ser inferior al 75 por ciento del valor de tasación que sirvió para
conceder el préstamo (anteriormente no existía ningún límite para el tipo
de subasta). Además, en caso de que la subasta concluyera sin postor
alguno, se incrementan los porcentajes de adjudicación del bien: en
concreto, se elevaría del 60 por cien hasta un máximo del 70 por cien,
siempre para los supuestos de vivienda habitual.

4.- Se modifica el procedimiento ejecutivo a efectos de que, de


oficio o a instancia de parte, el órgano judicial competente pueda apreciar
la existencia de cláusulas abusivas en el título ejecutivo y, como
consecuencia, decretar la improcedencia de la ejecución o, en su caso, su
continuación sin aplicación de aquéllas consideradas abusivas. (también
dicha modificación se adopta como consecuencia de la Sentencia del
Tribunal de Justicia de la Unión Europea de fecha 14 de marzo de 2.013).
Aquí continúa la copia del BOE con la nueva redacción de los artículos de
las especialidades de la ejecución hipotecaria reformados.

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-Capítulo 4º; que modifica el Real Decreto-ley 6/12, de 9 de marzo, de
medidas urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos, tanto
en lo que afecta al ámbito de aplicación, como en lo relativo a las
características de las medidas que pueden ser adoptadas.

Finalmente, esta Ley incluye un mandato al Gobierno para que emprenda


inmediatamente las medidas necesarias para impulsar la constitución de un
fondo social de viviendas destinadas a ofrecer cobertura a aquellas personas
que hayan sido desalojadas de su vivienda habitual por el impago de un
préstamo hipotecario.

LA LEY 8/2013, DE 26 DE JUNIO (BOE-A-2013-6938), que a través de su


Disposición Adicional Cuarta modifica los artículos 552 y 695 de la LEC, de tal
modo que se introducen algunas modificaciones en el control de oficio por
parte del Tribunal de las cláusulas abusivas.

Así quedan redactados ambos artículos:

ARTÍCULO 552.1 LEC; Cuando el tribunal apreciase que alguna de las


cláusulas incluidas en un título ejecutivo de los citados en el art. 557.1 pueda
ser calificado como abusiva, dará audiencia por QUINCE DÍAS (plazo inicial de
CINCO DÍAS en la redacción dada por la Ley 1/2013 de 14 de mayo) a las
partes. Oídas éstas, acordará lo procedente en el plazo de CINCO DÍAS hábiles
conforme a lo previsto en el artículo 561.1.3º.

(en este sentido, art. 557.1; títulos ejecutivos de los núm. 4º, 5º, 6º y
7º, así como otros documentos con fuerza ejecutiva del nº 9 del apartado 2º
del art 517 LEC, que son:

-escrituras públicas

-pólizas de contratos mercantiles firmadas por las partes y por


corredor de comercio colegiado que las intervenga.

-títulos al portador o nominativos, legítimamente emitidos, que


representen obligaciones vencidas y los cupones, también vencidos, de
dichos títulos, siempre que los cupones confronten con los títulos y
éstos, en todo caso, con los libros talonarios.

-los certificados no caducados expedidos por las entidades encargadas


de los registros contables respecto de los valores representados
mediante anotaciones en cuenta a los que se refiere la Ley del
Mercado de Valores, siempre que se acompañe copia de la escritura
pública de representación de los valores o, en su caso, de la emisión,
cuando tal escritura sea necesaria, conforme a la legislación vigente.

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-las demás resoluciones procesales y documentos que, por disposición
de esta u otra ley, lleven aparejada ejecución.

Por su parte, el artículo 561.1.3º, establece que cuando se apreciase el


carácter abusivo de una o varias cláusulas, el auto que se dicte determinará las
consecuencias de tal carácter, decretando bien la improcedencia de la
ejecución, bien despachando la misma sin aplicación de aquéllas consideradas
abusivas).

ARTÍCULO 695.2 LEC (dentro del capítulo dedicado a las


particularidades de la ejecución hipotecaria): OPOSICIÓN A LA EJECUCIÓN
HIPOTECARIA.

Como ya hemos analizado con anterioridad, en el punto 1.4º, se


incluye como causa de oposición el carácter abusivo de una cláusula
contractual que constituya el fundamento de la ejecución o que hubiese
determinado la cantidad exigible.

En el punto 2, al que también se ha hecho referencia, se dispone que,


formulada la oposición a la que se refiere el apartado anterior, el secretario
judicial suspenderá la ejecución y convocará a las partes a una comparecencia
ante el tribunal que hubiese dictado la orden general de ejecución, debiendo
mediar QUINCE DIAS desde la citación, comparecencia en la que el tribunal
oirá a las partes, admitirá los documentos que se presenten y acordará en
forma de auto lo que estime procedente dentro del segundo día.

Eva Mª Cobeña Rondán

Secretario Judicial

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