Aunque las estrellas dejen de brillar y el
camino deje de ver,
tu nombre en mi espalda y tu vista en la mía
me guiaran hasta alcanzar lo correcto.
Y allí en lo que parece correcto
haremos lo que mejor sabemos:
reír, llorar, putear juntas
porque lo importante es estar siempre
juntas.
Pero mientras tanto en la búsqueda de lo
correcto,
hace un tiempo ya dejamos de juguetear
con las muñecas
que fueron desapareciendo como la rivera
del mar
donde también jugábamos
hasta el cansancio o hasta el típico “Vamos
nenas”
Y sin siquiera imaginarlo las cosas de mujer
fueron apareciendo.
Tal cual como lo esperábamos
o quizás no.
Y con miedo y ansiedad aparecieron los
primeros novios y los consejos.
Pero pensando que ninguno era el correcto
se fueron como vinieron, solos.
Entonces tenemos que en la búsqueda de lo
correcto, entre pesadillas, llantos, peluches
y a veces peleas fuimos creciendo juntas
Y quizás sin saberlo, nos hacíamos crecer
entre nosotras.
Dicen algunos que para alcanzar lo correcto
uno debe pasar por ciertas cosas.
Cosas que nosotras pasamos y nos alcanzan
para otras vidas.
Cosas que desde chicas hicieron que este
vínculo se soldara como una escalera.
Y que esos escalones nunca se desencajaran
Porque de apoco casi sin pensarlo, sin
sentirlo
nos convertimos en una sola.
Porque opuestas o iguales, parecidas o
distintas,
más alta o más petisa, con más o menos
pelo,
siempre vamos a ser una manada, pequeña
pero una manada. Nuestra manada
Porque no importa cuántas veces la nación
del fuego quiera atacar.
Esta hermandad es irrompible porque haría
cualquier cosa por vos y creo que vos
también.
Porque ya no importa si alcanzamos lo
correcto vos sos y siempre vas a ser el 90%
de mi corazón y el 10% de mi mente.