Está en la página 1de 1

El castigo y la vigilancia son poderes destinados a educar (adiestrar) a las personas para que cumplan

normas, leyes y ejercicios de acuerdo con la voluntad de quien detenta el poder. La vigilancia es una
manera de observar a la persona, si está realmente cumpliendo con todos sus deberes – es un poder que
actúa sobre el cuerpo de los individuos, sus gestos, sus discursos, sus actividades, su aprendizaje, su
vida cotidiana. La vigilancia tiene como función evitar que algo contrario al poder ocurra y busca
reglamentar la vida de las personas para que estas realicen sus actividades. El castigo es el medio
descubierto por el poder para intentar corregir a las personas que rompen las reglas dictadas por el propio
poder y también es el medio de evitar que esas mismas personas incurran en conductas castigables (a
través del castigo las personas tendrán recelo de cometer algo contrario a las normas del poder). La
vigilancia y el castigo pueden encontrarse en varios entes estatales, como hospitales, prisiones y
escuelas. Incluso se creó un sistema llamado panóptico para facilitar la vigilancia. En ese sistema habría
una torre central, la cual avistaría a los que están a su alrededor, vigilaría a todos de una sola vez, ya que
en esa estructura la forma de la torre central es circular. [BR]“El panóptico de Jeremy Bentham es una
composición arquitectónica de cuño coercitivo y disciplinario: posee la forma de un anillo donde la
construcción queda en la periferia, dividida en celdas, teniendo al centro una torre con dos grandes
ventanas que se abren hacia su interior y otra única para el exterior permitiendo que la luz atraviese la
celda de lado...” (Michel Foucault - Micro-Física del Poder). La relación entre vigilar y castigar está en el
hecho de que con la primera sería posible “adiestrar” a las personas para que estas ejecuten sus tareas
como buenos ciudadanos, evitando al máximo que las personas infrinjan las normas establecidas por el
poder. Estas ideas pueden ser encontradas en el libro “VIGILAR Y CASTIGAR”. [BR]Según Foucault,
para la economía del poder sería más rentable y más eficaz vigilar que castigar. Eso se puede observar
fácilmente si tomamos el panoptismo como ejemplo. Es mucho más barato vigilar a las personas para que
estas no infrinjan las leyes que castigarlas posteriormente, pues en el castigo habrá que gastar mucho
dinero para que la persona que infringió la ley sea resocializada (reeducada). Además, con el sistema
panóptico la vigilancia resulta aún más fácil, ya que es posible vigilar varias personas al mismo tiempo.
Mientras que el castigo, para alcanzar el mismo objetivo, tiene que ser aplicado de manera individual –
pues cada uno tiene una manera diferente de ser reeducado y resocializado. Aún podemos decir que la
vigilancia ganó espacio en la economía del poder porque es mucho más fácil vigilar a las personas para
ver si están cumpliendo sus funciones. Y con el panoptismo eso resulta aún más fácil que tener que
castigarlas en caso de que cometan algún error, principalmente en entidades como los hospitales y las
escuelas.

También podría gustarte