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Licenciatura en Derecho
Matricula: 36657
En el siguiente resumen abordamos los últimos cinco capítulos de nuestra materia “Garantías
Individuales”, donde abordamos diferentes temas de nuestro libro, así mismo, hemos elaborado un
resumen con la información principal de los siguientes temas; Garantias de Propiedad, Garantías de
Seguridad desde la primera parte hasta la tercera parte y para finalizar hicimos una síntesis de la
Maestro le ofrezco una disculpa por si no puse imágenes, el motivo es porque estoy haciendo la tarea
desde afuera del Hospital Universitario ya que mi papá se encuentra internado y me toco hacer
guardia.
Así mismo agradezco mucho todas las atenciones que nos ha prestado desde el inicio de este curso
Generalidades
La fijación del concepto de propiedad en general ha sido una cuestión difícil de solucionar. Las
definiciones que al respecto se han formulado, realmente no han tomado como base el elemento
esencial de la propiedad en general, sino que han partido de la estimación de las consecuencias
jurídicas que de ella se derivan y de las modalidades aparentes como se presenta en comparación
con los derechos personales o de crédito. En efecto, los tratadistas de Derecho Civil, cuyas
consideraciones pueden hacerse extensivas a la propiedad en general, o sea, a la privada y a la
pública, por ser ambos coparticipes del mismo concepto genérico, han reputado a aquélla como el
prototipo del derecho real, opuesto al personal o de crédito. La teoría tradicional establecía que el
derecho real (jus in re) significaba una relación entre una persona y una cosa y que, en cambio, el
derecho personal (jus ad rem) implica un vínculo entre dos sujetos singularmente determinados, en
virtud del cual uno de ellos, denominado acreedor, es titular de la facultad de exigir del otro, llamado
deudor, el cumplimiento de una prestación cualquiera consistente en hacer, dar o en no hacer
(concepto de obligación). El derecho real, según la teoría clásica o tradicional, se ejerce directamente
sobre la cosa que constituye el objeto del derecho, esto es, sin ningún intermediario. Por el contrario,
en el derecho personal, el titular de este no ejerce ningún poder directo sobre una cosa sino
indirectamente sobre todo el patrimonio del deudor y cuya efectividad o ejercicio positivos dependen
del comportamiento de éste en el cumplimiento de su obligación. Basándose en la circunstancia de
que entre una persona y una cosa no puede existir ninguna relación jurídica, sino que esta ópera
solamente entre personas, se calificó de absurda la idea de derecho real elaborada por la doctrina
clásica. Para distinguir al derecho real del personal, se dijo que, si bien ambos consisten en un vínculo
jurídico, los sujetos pasivos (obligados) en cada uno de ellos son diferentes. Así, la teoría moderna
que reaccionó contra la clásica, asentó que el derecho real (cuyo prototipo es el de propiedad) implica
una relación entre un individuo determinado (sujeto activo) y un sujeto pasivo universal integrado por
todos los
hombres, el
cual tiene el
deber de
respetar ese derecho, absteniéndose de vulnerarlo o violarlo.
Por el contrario, se afirmó, el derecho personal carece de ese obligado universal individualmente
indeterminado, puesto que se ejercita únicamente frente a una persona cierta y concreta. Por ello se
dedujo que el derecho real es absoluto, a diferencia del personal, que es relativo.
La propiedad privada presenta primordialmente dos aspectos, a saber, como derecho civil subjetivo y
corno derecho público subjetivo. En el primer caso, la propiedad se revela como un derecho que se
ubica en las relaciones jurídicas privadas, esto es, en las que se entablan entre los individuos como
tales, como gobernados, como elementos de vínculos de coordinación. La propiedad privada, en estas
condiciones, es exclusivamente oponible a las pretensiones de los sujetos individuales, o, mejor dicho,
a las de las personas colocadas en el plano de gobernados o de derecho privado. En su aspecto
puramente civil, la propiedad es un derecho subjetivo que se hace valer frente a personas situadas en
la misma posición jurídica que aquella en que se encuentra su titular. El Estado, en las relaciones de
imperio, de autoridad con los gobernados, es extraño a la propiedad privada en su carácter de
derecho civil; no forma parte de las relaciones jurídicas en que ésta se puede debatir; simplemente se
ostenta como mero regulador de las mismas.
Consideraciones generales. Nos hemos referido a la propiedad privada como derecho oponible por su
titular ante las personas físicas o, morales, incluyendo al Estado en su aspecto de entidad no
soberana (jure gestionis), que están colocadas en su misma situación jurídica de gobernado. Pues
bien, la propiedad privada presenta el carácter de derecho público subjetivo, cuando pertenece al
gobernado como tal y es oponible al Estado y sus autoridades, ya no bajo su índole de personas no
soberanas, sino como entidades de imperio, de autoridad, En este sentido, la propiedad privada se
erige en el
contenido de
una potestad
jurídica, fruto
de una relación existente entre el gobernado, por un lado, y el Estado y sus autoridades por el otro,
consistente en exigir de la entidad política y de sus órganos autoritarios su respeto y observancia. El
Estado y sus autoridades, ante ese derecho subjetivo público, cuyo contenido es la propiedad privada,
tienen a su cargo la obligación correlativa que estriba en una abstención, es decir, en asumir una
actitud de respeto, de no vulneración, de no ejecutar acto lesivo alguno.
Claro está que esta obligación pasiva que se deriva para el Estado y sus autoridades de la garantía
individual correspondiente, no excluye la posibilidad de que la entidad política, en presencia de un
interés colectivo, social o público.
La expropiación
La utilidad pública. Otro fenómeno en que se manifiesta el carácter de función social que ostenta la
propiedad privada, está constituido por la expropiación por causa de utilidad pública. La expropiación,
pues, está vedada a los particulares. El acto autoritario expropiatorio consiste en la supresión de los
derechos de uso, disfrute y disposición de un bien decretado por el Estado, el cual lo adquiere. Toda
expropiación, para que sea constitucional, requiere que tenga como causa final la utilidad pública.
Ahora bien, ¿qué se entiende por tal?
Utilidad Pública
El concepto de utilidad pública es eminentemente económico. La idea de utilidad en general implica la
relación entre una necesidad y un objeto satisfactor que a la misma deba aplicarse. Se dice, por ende,
que hay utilidad cuando el bien satisfactor colma una necesidad preexistente, para cuyo efecto se
requiere que entre aquél y éste haya una cierta adecuación o idoneidad. Por tanto, para que exista
una causa o motivo de utilidad pública, se requiere que haya, por un lado, una necesidad pública, esto
es, estatal, social, o general, personalmente indeterminada, y, por otro, un objeto susceptible
económicamente de colmar o satisfacer dicha necesidad.
La indemnización.
La
expropiación,
aunque sea
un acto
autoritario unilateral del Estado, tiene la apariencia de una venta forzosa. Por tal causa, dicho acto no
es gratuito, sino oneroso. Es decir, el Estado, al expropiar a un particular un bien, al adquirir éste,
tiene que otorgar en favor del afectado una contraprestación, la cual recibe el nombre de
indemnización.
A ella se refiere el artículo 27 constitucional al establecer que "las expropiaciones sólo podrán hacerse
por causa de utilidad pública y mediante indemnización". La importancia jurídica de la indemnización,
además de ser una condición constitucional sine qua non del acto expropiatorio, se destaca como
factor claramente distintivo entre éste y la confiscación, la cual consiste en el apoderamiento, por
parte del
Estado, de bienes de particulares, sin otorgar a éstos ninguna contraprestación. la confiscación; que
equivale a la incautación, está terminantemente prohibida por el artículo 22 de la Constitución, salvo
los casos en que se trate de la aplicación total o parcial de los bienes de una persona, "hecha por la
autoridad judicial, para el pago de la responsabilidad civil resultante de la comisión de un delito, o para
el pago de impuestos o multas"
La expropiación agraria.
Además de la expropiación genérica de que puede ser objeto toda propiedad, existe una expropiación,
que podríamos denominar específica, que tiene lugar en materia agraria y que se traduce en la
afectación de los latifuridios en favor de los núcleos de población. Este acto puede consistir en dos
procedimientos específicos: el de restitución de tierras yaguas, y el de dotación, a que se refieren las
fracciones IX y X del artículo 27 constitucional. Estos dos actos específicos, cuyo objetivo constituye a
su vez la motivación de la Reforma Agraria iniciada desde el famoso Plan de Ayala, se desarrollan
conforme a procedimientos especiales previstos en las fracciones VII y XVIII del artículo 27 de la Ley
Suprema, que incorporaron al Código Fundamental las disposiciones de la ley de 6 de enero de 1915,
Y regulados por la legislación secundaria en materia agraria que ha estado vigente desde 1917 hasta
la fecha. Esos procedimientos dotatorios y restitutorios, con los requisitos y elementos legales
inherentes,
son objeto de
estudio del
Derecho
Agrario, por lo que no nos corresponde abordar sus análisis, concretándose únicamente a apuntar su
carácter expropiatorio, como limitación constitucional a la propiedad privada inmobiliaria rural.
Incapacidades jurídicas
Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización.
La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que
dicte el interés público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los
elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución equitativa de la
riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento
de las condiciones de vida de la población rural y urbana.
En las relaciones entre gobernantes, como representantes del Estado, y gobernados, se suceden
multiples actos, imputables a los primeros, que tienden a afectar la esfera jurídica de los segundos. En
otras palabras, el Estado, en ejercicio del poder de imperio de que es titular como entidad jurídica y
política suprema con substantividad propia, desempeña dicho poder sobre y frente a los gobernados
por conducto de sus autoridades. El Estado, al desplegar su actividad de imperio, al asumir su
conducta autoritaria, imperativa y coercitiva, necesariamente afecta la esfera o ámbito jurídico Todo
acto de autoridad, emanado por esencia del Estado y desempeñado por los diferentes órganos
autoritarios estatales creados por el orden de derecho, tiene como finalidad inherente, imbíbita,
imponerse a alguien de diversas maneras y por distintas causas; es decir, todo acto de autoridad debe
afectar a alguna persona moral o física en sus múltiples derechos: vida, propiedad, libertad, etc.
Dentro de un régimen jurídico, esto es, dentro de un sistema en que impere el derecho, bien bajo un
carácter normativo legal o bajo un aspecto consuetudinario, esa afectación de diferente índole y de
múltiples y variadas consecuencias que opera en el status de cada gobernado, debe obedecer a
determinados principios previos, llenar ciertos requisitos, en síntesis, debe estar sometida a un
conjunto de modalidades jurídicas.
Las modalidades jurídicas a que tiene que sujetarse un acto de cualquiera autoridad para producir
válidamente, desde un punto de vista jurídico, la afectación en la esfera del gobernado a los diversos
derechos de éste, y que se traduce en una serie de requisitos. condiciones, elementos, etc., es lo que
constituye las garantías de seguridad jurídica. Estas implican, en consecuencia, el conjunto general de
condiciones, requisitos, elementos o circunstancias previas a que debe sujetarse una cierta actividad
estatal autoritaria para generar una afectaci6n válida de diferente Índole en la esfera del gobernado,
integrada por
el summum de
sus derechos
subjetivos.
Por ende, un acto de autoridad que afecte el ámbito jurídico particular de un individuo como
gobernado, sin observar dichos requisitos, condiciones, elementos o circunstancias previos, no será
válido a la luz del Derecho.
La seguridad jurídica entraña el mismo estado de Derecho que es uno de los más importantes
elementos de todo régimen democrático. Se integra con la imprescindible concurrencia del orden
jurídico y la función gubernativa real, misma que debe cumplir y hacer cumplir las normas
constitucionales, legales y reglamentarias en que tal orden se manifiesta, imperativo que es inherente
al principio de juridicidad, según el cual todo acto del poder público del Estado debe someterse a ellas
y aplicarlas a la realidad en todos los aspectos en que ésta se revela, a saber, el cultural, económico y
social.
Esta garantía está concebida en el primer párrafo del artículo 14 de la Ley Suprema en los siguientes
términos: "A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna." 5
a) Teoría clásica. Para brindar un criterio con el fin de determinar cuándo una ley es retroactiva en las
hip6tesis en que no se trate de hechos o actos simples (sin consecuencias jurídicas de realización
constante y reiterada) y ya consumados, la teoría clásica, que sobre el particular se ha elaborado y
cuyo principal exponente es Blondeau, parte de la distinción entre los derechos adquiridos y las meras
expectativas de derechos.
Para esta teoría, "los derechos adquiridos son los que han entrado en nuestro dominio formando parte
de él, y que no nos puede arrebatar aquel del que los tenernos"
b) Savigny, que en principio es partícipe de la teoría clásica, sostiene que las reglas aducidas por ésta
para resolver el problema de la retroactividad legal deben aplicarse con distingos, debiéndose
diferenciar, como él lo hace, entre reglas relativas a la adquisici6n de derechos y reglas relativas a la
existencia de derechos. Bajo el nombre de "reglas relativas a la adquisición o pérdida de derechos",
Savigny entiende las reglas que conciernen "al vínculo que refiere un derecho a un individuo, o la
transformación de una institución de derecho abstracta en una relación de derecho concreto"
c) Aubry y Rnu introducen nuevas modalidades a la teoría clásica de los derechos adquiridos. Para
ellos, los derechos que nacen por un hecho del hombre, por su voluntad, no pueden ser afectados por
una ley nueva, sin que ésta adolezca del vicio de retroactividad.
Por el contrario, afirman, cuando se trata de derechos derivados inmediatamente de una ley, éstos
son susceptibles. de ser modificados por una ley nueva en sus efectos posteriores.
d) Bonnecasse aduce un criterio para resolver la cuestión de Ia retroactividad de las leyes, partiendo
de su tradicional distinción entre situaciones jurídicas abstractas y situaciones jurídicas concretas.
e) Capitant
estima que
"toda ley
nueva se
presume mejor que aquella a la que reemplaza; porque, cuando el legislador hace una innovación, ¡no
lo hace sino con e! propósito de un mejoramiento y para corregir los abusos existentes.
f) Por su parte, Laurent afirma que una ley que obre sobre el pasado no 'será retroactiva cuando
vulnere simples intereses; por el contrario, tendrá el vicio de retroactividad cuando afecte derechos
fundados en la norma jurídica precedente.
g) El autor que parece brindar, a nuestro entender, reglas menos defectuosas que las que establecen
las teorías precedentes, es Couiello. Para éste, la retroactividad de la ley "significa que el juez no
puede aplicarla a hechos pasados, o desconociendo las consecuencias ya realizadas o quitando
eficacia o atribuyendo una diversa a las consecuencias nuevas sobre la única base de la apreciaci6n
del hecho pasado"
h) Duguit distingue entre situaciones jurídicas individuales y situaciones legales u objetivas para
brindar un criterio a fin de resolver el problema de la retroactividad de las leyes. Las primeras se
constituyen mediante manifestaciones individuales de voluntad y no pueden ser tocadas por la ley
nueva.
Las segundas derivan, afirma Duguit, directamente de la norma jurídica, y si bien nacen por un acto
de voluntad, ésta no es la causa eficiente de su formación sino la condición de su establecimiento.
i) Paul Roubier, que es el jurista que con mayor dedicación y acuciosidad ha estudiado el problema de
la retroactividad legal y que como fruto de sus esfuerzos ha brindado una maravillosa obra intitulada
Les Conflits des Lois dans le Temps.
"La base fundamental de la ciencia de los conflictos de leyes en el tiempo, es la distinción entre efecto
retroactivo y el efecto inmediato de la ley. El efecto retroactivo es la aplicación al pasado; el efecto
inmediato es la aplicación al presente. Si la ley pretende aplicarse a hechos consumados, es
retroactiva; si pretende aplicarse a situaciones en curso es necesario establecer una separación entre
las partes anteriores a la fecha del cambio de legislación, que no pueden ser afectadas sin
retroactividad
y las partes
posteriores,
para las que
la ley nueva, si
debe aplicarse, no tiene sino un efecto inmediato; en fin, frente a hechos futuros es claro que la ley
nunca puede ser retroactiva."
j) Opinión nuestra. Hemos expuesto las diferentes tesis y teorías principales que en la literatura
jurídica existen tendientes a proporcionar un criterio de solución al arduo problema de la retroactividad
de las leyes.'" Los distintos autores que hemos señalado parten de diversos puntos de vista para tal
efecto, tomando en cuenta múltiples elementos, cuya referencia a las situaciones que suelen
presentarse en la vida jurídica es difícil de practicar con toda exactitud, puesto que las soluciones
abstractas de dicha cuestión no se pueden acoplar sin tropiezos a los casos concretos que suministra
la experiencia jurídica.
a) Implicación de las garantías que contiene 585 La prohibición que el transcrito artículo 15 establece,
se decreta para las autoridades del Estado que constitucionalmente deben intervenir en la celebración
'de tratados o convenios internacionales, imponiéndoles, por ende, obligaciones negativas o de no
hacer. Conforme al artículo 89, fracción X, de la Constitución el presidente de la República tiene la
facultad de celebrar tratados con las potencias extranjeras, debiéndolos someter a la ratificación del
Congreso Federal. Esta disposición, sin embargo, está contradicha por el artículo 76, fracción 1, de la
propia Ley Suprema, ya que la aprobación de los tratados internacionales incumbe exclusivamente al
Senado, o sea, a una de las Cámaras en que se deposita el Poder Legislativo Federal. Por su parte, el
artículo 133 constitucional, al declarar que los mencionados tratados están investidos de supremacía,
reitera la citada facultad exclusiva.
El tratado, según concepción de los internacionalistas, es todo acuerdo o pacto entre los Estados
soberanos que forman el concierto internacional para crear, modificar o extinguir entre los derechos y
obligaciones.
Por
consiguiente,
el tratado debe
tener los elementos de existencia de todo convenio (lato sensu}, es decir, el consentimiento (acuerdo
o concurrencia de voluntades) y el objeto (materia de las prestaciones pactadas). De ahí que el
tratado o convenio internacional sean
esencialmente equivalentes, aunque a uno y a otro suele adscribirse una diferencia específica en
cuanto a su materia, pues se afirma que el primero es una convención de carácter político entre dos o
más Estados y el segundo un pacto (en el amplio sentido de la palabra) de índole económica o
administrativa.
Por ende, el quebrantamiento. de tal prohibición provoca la nulidad absoluta del convenio o tratado
que, mediante este hecho, se hubiese celebrado; y en el supuesto caso de que su aplicación afecte a
cualquier gobernado, éste puede impugnar en vía de amparo y por violación de la disposición
constitucional invocada, tanto e1 acto aplicativo como el acto aplicado (convenio o tratado
internacional).
1. La extradición es el acto por el cual un Estado hace entrega a otro Estado que la reclama, de una
persona a quien se imputa la comisión de un delito dentro del territorio de la entidad reclamante, para
juzgarla por este motivo. Ahora bien, dicho acto no puede acordarse en ningún tratado o convenio
internacional si el delito, por el que se pretenda extraditar a su autor, es de carácter político.
2. El artículo 15 de la Constitución también prohíbe los tratados de tradición del delincuente del orden
común que haya tenido la condición de esclavo en el país donde hubiese cometido el delito. Mediante
esta prohibición se reafirma la proscripción de la esclavitud que preconiza el artículo 2 constitucional,
en el sentido de que basta que un sujeto, que haya estado en esa situación infamante e inhumana,
entre al territorio nacional, para que por ese solo hecho adquiera la libertad.
3. La tercera prohibición que consigna dicho precepto es la más extensa. A través de ella se asegura
la observancia de todas las garantías del gobernado, haciéndolas invulnerables por la conducta
contractual del Estado mexicano en el campo internacional. Ningún tratado o convenio, sea cual fuere
su materia,
es
susceptible
de celebrarse
si mediante él se alteran dichas garantías.
"Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento."
Como se ve, la disposición constitucional transcrita contiene varias garantías de seguridad jurídica;
por ende, nos referiremos, siguiendo el orden de exposición en que están consignadas, a cada una de
ellas, una vez que hayamos estudiado los supuestos de su operatividad, los cuales son: la titularidad
de las mismas, el acto de autoridad condicionado por ella' y los bienes jurídicos que preservan
Por ende, interpretando a contrario sensu la disposición constitucional en que se contienen las
garantías involucradas en el artículo 16, el titular de las mismas es todo gobernado, es decir, todo
sujeto cuya esfera jurídica sea susceptible de ser objeto de algún acto de autoridad:" abstracción
hecha de sus atributos personales, tales como la nacionalidad, la religión, la situación económica, etc.
B. Acto de
autoridad
condicionado
por las
garantías consignadas en la primera parte del artículo 16 constitucional
El acto de autoridad que debe supeditarse a tales garantías consiste en una simple molestia, o sea,
en una mera perturbaci6n o afectaci6n a cualquiera de los bienes jurídicos mencionados en dicho
precepto, cuyo alcance protector, a través de ese elemento, es mucho más amplio que la tutela que
imparte al gobernado el artículo 14 constitucional mediante las garantías de audiencia y de legalidad
consagradas en sus párrafos segundo, tercero v cuarto. En efecto, si la garantía de audiencia sólo es
operante frente a actos de privación, es decir, respecto a actos de autoridad que importen una merma
o menoscabo a la esfera de la persona (disminución de la misma) o una impedición para el ejercicio
de un
derecho, resulta que es ineficaz para condicionar la actividad de las autoridades que no produzcan las
aludidas consecuencias.
En síntesis, los actos de autoridad que necesariamente deben supeditarse a las exigencias que
establecen las garantías consagradas en la primera parte del artículo 16 constitucional, son todos los
posibles imaginables, pudiendo traducirse específicamente en los siguientes tipos:
Ahora bien, respecto del primer tipo indicado, los actos correspondientes sólo deben sujetarse a las
garantías implicadas en la primera parte del artículo 16 constitucional, mientras que los comprendidos
en las otras
dos especies
señaladas,
además de
estar regidos por tales garantías, deben ajustarse a lo dispuesto en los párrafos segundo, tercero y
cuarto del artículo 14 de la Ley Suprema, en los casos relativos.
C. Bienes jurídicos preservados por las garantías consignadas en la primera parte del artículo 16
constitucional.
El acto de molestia, en cualquiera de sus implicaciones apuntadas, puede afectar a alguno o algunos
de los siguientes bienes jurídicos comprendidos dentro de la esfera subjetiva del gobernado: a su
misma persona, a su familia, a su domicilio, a sus papeles o a sus posesiones.
a) A través de! elemento persona, el acto de molestia puede afectar no solamente la individualidad
psico-física.
b) Contrariamente a lo que a primera vista puede suponerse, la afectación por un acto de molestia en
perjuicio del gobernado a través de su familia, no implica que la perturbación consiguiente se realice
precisamente en alguno o algunos de los miembros pertenecientes a dicho grupo, sino que opera en
los derechos familiares del individuo.
d) Bajo la
e) Por último, todos los bienes muebles e inmuebles que se encuentren bajo el poder posesorio de
una persona se protegen frente a actos de molestia a través del elemento posesiones, concepto
jurídico que explicamos con antelación," pudiendo ser el afectado tanto el poseedor originario como el
derivado, pero nunca el simple detentador.
Cuando hablamos de la titularidad de los derechos el pensamiento jurídico tradicional nos enseña que
cada persona es titular de derechos individuales y por tanto frente a una vulneración de derechos las
acciones a tomar únicamente puede ejercerlas quien haya sido directamente afectado
Existen los “Actos de Molestia” que restringen el ejercicio de un derecho en forma provisional o
preventiva pero no tienen la finalidad de privar en forma definitiva un derecho a su titular, sino que se
trata de
medidas
provisionales
establecidas
por el legislador para proteger determinados bienes jurídicos
a) La persona
La persona, jurídicamente hablando, es el sujeto de derechos y obligaciones, es decir, todo ser capaz
de tener derechos y contraer obligaciones una persona física es un concepto jurídico que hace
referencia a un ser humano concreto y real, persona moral es un individuo con derechos y
obligaciones que existe, pero no como persona física, sino como institución que es creada por una o
más personas físicas para cumplir un objetivo social que puede ser con o sin fines de lucro
Cuando en derecho se hace referencia al bien jurídico, nos estamos refiriendo a todo bien o valor de
la vida de las personas que es protegido por la ley. Se trata de algo, ya sea tangible o intangible,
considerado valioso a un nivel que merece una garantía legal de no ser quebrantado por la acción de
un tercero.
b) La familia
La familia puede ser definida desde el punto de vista jurídico, en un sentido estricto, como: el grupo
formado por la pareja, sus ascendientes y sus descendientes, así como por otras personas unidas a
ellos por vínculos de sangre, matrimonio, concubinato o civiles, a los que el ordenamiento positivo
impone deberes y derechos
c) El domicilio
El domicilio es, en sentido jurídico, un atributo de la personalidad, que consiste en el lugar donde la
persona (física o jurídica) tiene su residencia con el ánimo real o presunto de permanecer en ella
d) Los papeles
Definición legal de documento: A los efectos de este se considera documento todo soporte material
[presente o futuro] que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o
cualquier otro
tipo de
relevancia jur
íd ica
e) Las posesiones
La posesión es un poder que las personas tienen sobre un bien o derecho y en virtud del cual pueden
ejecutar actos materiales sobre los mismos
Garantía de la legalidad
Esta garantía consiste, independientemente de la seguridad jurídica que entraña, en la obligación que
tienen todas las autoridades de ajustarse a los preceptos legales que norman sus actividades y las
atribuciones que la ley les confiere, al expedir cualquiera orden o mandato que afecte a un particular
en su persona o en su patrimonio.
Concepto de fundamentación
El fundamento jurídico es un término legal que determina si la parte que presenta la demanda tiene
el derecho de hacerlo. El fundamento jurídico no se trata de los temas, sino de quién está
presentando la demanda y si tiene el derecho legal de hacerlo.
Concepto de motivación
En Derecho, la motivación de los actos administrativos es la exteriorización o expresión de las
razones que han llevado a una Administración Pública a adoptar una determinada resolución
administrativa.
Por su parte OTERO PARCA señala que justificación proviene de la palabra justicia y pretende la
búsqueda del derecho justo, y en el derecho es la causa, base o cimiento de una decisión judicial para
hacerla razonable, adecuada a la ley, a la justicia y al derecho
Discrecional
La discrecionalidad es la facultad que el ordenamiento jurídico otorga a un juez o a un funcionario
para que decida según los principios o estándares que considere justificadamente de aplicación ante
la indeterminación o el carácter abierto de la norma jurídica a aplicar
La visita domiciliaria es una de las facultades de comprobación que las autoridades fiscales pueden
practicar a contribuyentes, responsables solidarios o terceros con ellos relacionados con el objeto de
revisar su contabilidad, bienes y mercancías.
1. Lugar, fecha y hora del levantamiento (para conocer si se levantó en el domicilio señalado en la
orden y si la actuación se practicó en día y hora hábil).
2. Circunstanciación del acta (explicar con detalle o pormenorizar) los hechos ocurridos.
5. Asentar con qué objeto o razón se levantó dicha actuación; es decir, lo que se hace constar en el
acta.
Art.17.-
Art. 18.-
La prisión preventiva solo es válida contra delitos que merezcan pena corporal
Art. 19.-
Nos hace mención cuales son los requisitos del auto de formal prisión.
Art. 20.-
Art. 21.-
Art. 22.-
Art. 23.-
Ningún
juicio
penal
puede
tener más de tres instancias.
Nadie puede ser juzgado por el mismo delito.
Se prohíbe la práctica de absolver de la instancia.
Puede causar extrañeza que en la presente obra agreguemos un capítulo referente a la rectoría
económica del Estado. Tal extrañeza deriva' de la vinculación que puede haber entre dicha rectoría y
las garantías individuales. Sin embargo, si se toma en cuenta la dualidad de las dos primordiales
esferas dentro de las que se mueve la vida socio-económica de un país, o sea, la de los gobernados y
la de las autoridades estatales o del gobierno, la inclusión del presente capítulo en el contexto de este
libro es absolutamente necesaria, En efecto, la rectoría económica del Estado entraña
concomitantemente la limitación de las actividades económicas de las cantidades individuales o
colectivas que dentro de él se hallen y funcionen; y como dichas actividades implican el contenido de
ciertos derechos subjetivos públicos que en favor de todo gobernado derivan de las citadas garantías,
la delimitación o restricción de los mismos concomitantes a la rectoría estatal, es un tópico
necesariamente abordable dentro del contenido de esta obra.
Artículo 25.-
Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea
integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen
democrático y que, mediante la competitividad, el fomento del crecimiento económico y
el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio
de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad
protege esta Constitución.
La
El Estado velará por la estabilidad de las finanzas públicas y del sistema financiero para coadyuvar a
generar condiciones favorables para el crecimiento económico y el empleo. económica que
contribuyan al desarrollo de la Nación.
Artículo 26
A. El Estado organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que imprima
solidez, dinamismo, competitividad, permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la
independencia y la democratización política, social y cultural de la nación.
Los fines del proyecto nacional contenidos en esta Constitución determinarán los objetivos de la
planeación. La planeación será democrática y deliberativa.
Mediante los mecanismos de participación que establezca la ley, recogerá las aspiraciones y
demandas de la sociedad para incorporarlas al plan y los programas de desarrollo. Habrá un plan
nacional de desarrollo al que se sujetarán obligatoriamente los programas de la Administración
Pública Federal.
Artículo 28
En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas, los
estancos, las condonaciones de impuestos y las exenciones de impuestos en los términos y
condiciones que fijan las leyes.
En consecuencia, la ley castigará severamente, y las autoridades perseguirán con eficacia, toda
concentración o acaparamiento en una o pocas manos de artículos de consumo necesario y que
tenga por objeto obtener el alza de los precios; todo acuerdo, procedimiento o combinación de los
productores, industriales, comerciantes o empresarios de servicios, que de cualquier manera hagan,
para evitar la libre concurrencia o la competencia entre sí o para obligar a los consumidores a pagar
precios exagerados y, en general, todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de
una o varias
personas
determinadas
y con perjuicio
del público en general o de alguna clase social.
Conclusión
Como conclusiones podemos decir que las garantías de seguridad jurídica se refieren a la
observancia de determinadas formalidades, requisitos, medios, condiciones por parte del poder
público para que la actuación de este sea constitucionalmente válida cuando por alguna causa te
afecte.
Conclusión Personal
Estimado Maestro, hemos llegado al final de este proyecto que empecé hace casi un año 4 meses,
dando un paso mas a este escalón, para poder acercarme mas a mi meta que me propuse cuando
inicie, en el cual he tenido diferentes dificultades personales, sin embargo ninguna me ha tumbado
para poder seguir en este camino, aprendí mucho de su materia Garantías de las cuales me ha
servido para poder mediar en algunos aspectos personales, así mismo, agradezco el siempre estar al
pendiente de sus alumnos, de sus sesiones semanales, dando una excelente clase, a pesar de ser a
distancia y en línea realmente he aprendido a trabajar así, ya que si en algún tema no entendia bien,
podía ver sus sesiones grabadas y así poder verlas de nueva cuenta hasta poder entenderlas.
No me queda mas que agradecerle todas sus atenciones y espero poder volver a coincidir con usted
en otro tetra, ya que aun me faltan 6 mas.
Su alumna