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Psykhe

ISSN: 0717-0297
psykhe@uc.cl
Pontificia Universidad Católica de Chile
Chile

Pool, Alejandro
Análisis desde el modelo traumatogénico de los indicadores gráficos asociados a agresiones Sexuales
Infantiles en la Prueba Persona Bajo la Lluvia
Psykhe, vol. 15, núm. 1, mayo, 2006, pp. 45-55
Pontificia Universidad Católica de Chile
Santiago, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96715104

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PSYKHE Copyright 2005 by Psykhe

2006,Vol
.15,Nº1,45-
55 I
SSN 0717-0297

Análisis Desde el Modelo Traumatogénico de los Indicadores

Gráf
icos Asociados a Agresiones Sexuales Inf
antiles en la Prueba

Persona Baj
o la Lluvia

Analysis Based on the Traumagenic Model ofthe Graphic Indicators

Associated to Children Sexual Abuses in the Person in Rain Test

Alejandro Pool

Uni
vers
idad de Chi
le

El presente trabajo vincula teóricamente las dinámicas traumatogénicas de las agresiones sexuales descritas por

David Finkelhor y Angela Browne con los indicadores gráf


icos asociados a agresiones sexuales inf
antiles (
Girardi

& Pool, 2005)en la prueba Persona Bajo la Lluvia.Como resultado de la presente investigación, se obtuvo que la

mayorí
a de los indicadores asociados a agresiones sexuales inf
antiles en la prueba Persona Bajo la Lluvia corres-

ponden a la dinámica traumatogénica de Indefensión. Corresponden a esta categorí


a los siguientes indicadores:

l
luvia sect
o rizada, ausencia de paraguas ycabezagrande.A la dinámica traumatogénica de Traición corresponde

el indicador ausencia de ent


o rno.El indicador gráf
ico brazos cort
o s representa la dinámica traumatogénica de

Est
igmat
ización.Por último, el indicador gráf
ico sonrisa maní
aca no es incluido en ninguna de las variables

traumatogénicas.

Palabras Clave:agresiones sexuales infant


iles,model
otraumatogénico,Prueba Persona Bajol
a Ll
u via.

This article’
s purpose is to link theoretically the traumagenic dynamics ofsexual abuse described by David

Finkelhor and Angela Browne with graphic indicators associated to sexual abuse in children (
Girardi & Pool, 2005)

in the Person in Rain test.As a result, it was clearly demonstrated that most ofthe indicators associated to

children’
s sexual abuses in the Person in Rain test are related to the traumagenic dynamic of Hel
p essness.The
l

indicators “sectioned rain”, “absence ofumbrella”, and “big head”, correspond to this category.The indicator

“absence ofenvironment” corresponds to the Bet


rayaltraumagenic dynamic.The “short arms” graphic indicator

represents the Stigmatization traumagenic dynamic.Finally, the “maniac smile” graphic indicator is not included

in any ofthe traumagenic dynamics.

Keywords:chil
d sexualabuse,t
raumagenic model
,Person in Rain Test
.

1
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Alejandro Pool Burgos, Departamento de Psicologí


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Aun cuando el término abuso sexual es más común en la ci
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,1994)
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literatura para ref


erirse al conjunto de atentados sexuales, A lo ant
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lo 366 del Código Penal y comprende aquellos actos de no reconocen la acci


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46 POOL

les (Centro de Atención a Víctimas de Atentados Dependiendo de la cronicidad de la situación

Sexuales [
CAVAS]
, 2004;Servicio Médico Legal abusiva, la sintomatología variará. En la etapa de

[
SML]
, 2001) permiten establecer que la gran mayo- inicio, predomina el trastorno por estrés agudo y el

ría de las agresiones sexuales infantiles son cometi- trastorno por estrés postraumáti
co (
TEPT)
,mien-

das por un familiar o conocido de la víctima, así como tras que en la fase crónica prevalece el sí
ndrome de

que el delito de abuso sexual es el que aparece con acomodaci


ón a l
a vi
cti
miz
aci
ón rei
terada (I
ntebi,

mayor prevalencia, en comparación con el de viola- 1998). El síndrome de acomodación a la victimización

ción y otras agresiones sexuales. reiterada no constituye un cuadro psicopatológico

El psicólogo, al tomar parte en un procedimiento definido en el DSM-I


V-TR.

psico-jurídico con un niño/a victimizado/a El TEPTse caracteriza por un fondo emocional

sexualmente, puede contribuir a esclarecer si es que depresivo, donde se observa ansiedad, irritabilidad

hubo o no un acto abusivo o realizar un diagnóstico y sentimientos de culpa (por haber sobrevivido a la

que permita dimensionar el daño producto de un experiencia traumática o por creerse responsable de

proceso de victimización (Cantón & Cortés, 2000; ella). La sintomatología está estrechamente ligada

CAVAS, 2004;Padilla, 2002;Servicio Nacional de con sensaciones en que se revive el hecho

Menores [
SENAME]
, 2004). El aporte clínico-pericial traumático como si estuviera de nuevo. Las perso-

de la psicología se hace necesario sobre todo en los nas que presentan este cuadro, son presa de irrup-

casos donde no existen evidencias físicas de la trans- ciones de “pantallazos” (flashbacks) de recuerdos

gresión sexual, situación que corresponde a la ma- muy vívidos que invaden el campo visual con tal

yoría de este tipo de atentados (Giardino & Finkel, intensidad que escapan del control voluntario. Las

2005;Johnson, 2004;Ludwig, 2001). víctimas afectadas por este trastorno “evitan de

La labor clínico-pericial que realiza el psicólogo manera persistente los estímulos relacionados con

con víctimas de atentados sexuales infantiles echa el trauma, eluden los pensamientos y sentimientos

mano, sobre todo en la etapa de diagnóstico, de una asociados, esquivan las conversaciones sobre el

serie de herramientas, dentro de las que se encuen- tema y rehúyen las actividades, situaciones o per-

tran las pruebas gráficas, las cuales son utilizadas sonas que puedan hacer aflorar los recuerdos”

ampliamente en Chile. La prueba Persona Bajo la Llu- (I


ntebi, 1998, p. 179). Además se presenta disminu-

via (PBLL) es una prueba gráfica que se utiliza en ción de la responsividad general, incremento del

conjunto con otras pruebas dentro de una batería arousal, dificultad para concentrarse y experiencias

diagnóstica. de estados disociativos (American Psychiatric

El objetivo que persiguió la presente investiga- Association, 2002).

ción fue complementar los resultados descritos por El sí


ndrome de acomodaci
ón a l
a vi
cti
miz
aci
ón

Girardi y Pool (2005), quienes encontraron en Chile reiterada se caracteriza por (Summit, 1985citado en

siete indicadores gráficos asociados a agresiones Mioto, 2001):

sexuales infantiles en niños/as de 9 a 11 años en la 1. Secreto: generalmente mantenido por la acción

prueba PBLL;vinculando en forma teórica los signi- coercitiva del adulto abusador.

ficados de tales indicadores con el Modelo 2. Desprotecci


ó n: derivada de la subordinación

Traumatogénico de las agresiones sexuales de básica dentro de un vínculo anómalo con una

Finkelhor y Browne (1985). Para tal fin se procedió a figura de autoridad.

revisar los significados reportados por la literatura, 3. Atrapami


ento y acomodaci
ó n: derivados del

respecto de dichos indicadores, para adjudicarlos a aprendizaje de la acomodación a la realidad del

alguna de las variables traumatogénicas. abuso sexual sostenido.

4. Devel
ami
ento tardí
o: se da al producirse el quie-

El Daño Producido por lasAgresiones bre defensivo, pudiendo ser accidental (descu-

bierto por terceros) o intencional.


SexualesI
nfant
iles
5. Retractaci
ón: por lo general ligada a las presio-

A pesar de que no se ha comprobado la existen- nes familiares, depende mucho de la actitud de la

cia de ningún síndrome específico como secuela de figura materna en la relación incestuosa y de los

las agresiones sexuales (Oddone, Genuis & Violato, intereses en juego. El niño/a teme ser agredido

2001), éstas tienen enormes y variadas repercusio- por la madre, perder el vínculo con ella y/o el

nes negativas sobre distintos aspectos psi- espacio familiar. La retractación consta de dos

cosociales de los niños/as. partes, en la primera reconoce y niega el abuso al


ANÁLISIS TRAUMATOGÉNICO DE INDICADORES PBLL EN AGRESIONES SEXUALES 47

mismo tiempo, en la segunda, el conflicto entre Estas víctimas pueden presentar los siguientes tras-

aceptación y negación se resuelve negando. tornos: personalidad limítrofe, trastornos depresi-

La reacción social y familiar ante la agresión vos, conductas autodestructivas, desórdenes de

sexual infantil (victimización primaria), puede lle- estrés postraumático, trastornos de ansiedad, tras-

gar a ser más dañina que el propio atentado, proce- tornos disociativos, trastornos psicosomáticos, tras-

so que se ha denominado victimización secunda- tornos de la conducta alimentaria, trastornos de la

ria. Dentro de la victimización secundaria, la función sexual y algunos rasgos de personalidad

revictimización institucional dice relación con la rei- (Poblete & Varas, 1994).

teración de estudios simultáneos en medios hospi- En relación a las consecuencias a largo plazo de

talarios, centros especializados y oficinas periciales, las agresiones sexuales infantiles, una investigación

con lo que la víctima se ve expuesta a numerosos con población representativa estadounidense

exámenes ginecológicos, psiquiátricos, psicológi- (Molnar, Buka & Kessler, 2001) halló que las vícti-

cos, etc., además de deber efectuar declaraciones en mas de agresiones sexuales tenían una prevalencia

el ámbito judicial (Miotto, 2001). de trastornos psiquiátricos mayor a lo largo de sus

Un meta-análisis de investigaciones empíricas vidas que la población no victimizada. Un 78% de

sobre las consecuencias del abuso sexual infantil las mujeres y un 82% de los hombres que reportaron

confirmó que éste tiene variadas consecuencias a haber sido victimizados sexualmente presentó al

corto y largo plazo. Este estudio encontró que el menos un trastorno psiquiátrico, en comparación con

haber sufrido agresiones sexuales infantiles el 48.5% de las mujeres y un 51.2% de los hombres

incrementa en un 143% el riesgo de desarrollar sín- de la población general. Las mujeres que reportaron

tomas de TEPT, en relación a la población general; haber sufrido agresiones sexuales, presentaron un

asimismo, el riesgo de depresión o suicidio se 39.3% de depresión, mientras que dicho porcentaje

incrementa en un 150%, el de promiscuidad sexual en la población general es de 21.3%. Por otra parte,

en un 100%, el riesgo de perpetuar el ciclo víctima- el diagnóstico de TEPT en las víctimas de atentados

perpetrador en un 57% y la reducción del rendimien- sexuales fue más de ocho veces más común que la

to académico en un 71% (Oddone et al., 2001). población normal. Dichos autores encontraron una

Navarro, Carrasco y Aliste (2003), investigando asociación entre la mayoría de los trastornos de áni-

acerca de las agresiones sexuales infantiles en Chile mo, de ansiedad y de consumo de sustancias.

hallaron, en relación a la prevalencia de síntomas En un estudio realizado en EE.UU. se estableció

asociados a éstas, que los niños/as afectados/as que los diagnósticos conjuntos de TEPT y Personali-

presentaban un 85% de síntomas ansiosos, un 57% dad Limítrofe son significativamente más comunes en

depresivos, 49% de trastornos del sueño, 49% de mujeres que reportaron haber sido abusadas tempra-

defectos de atención/concentración, 43% de con- namente (94.7%) en comparación con aquéllas que re-

ductas evitativas, 36% de auto/heteroagresividad, portaron haber sido victimizadas tardíamente (0%)

28% de defectos del control de la impulsividad, 26% (McLean & Gallop, 2003). Estos autores hallaron, por

de alteración de la conducta sexual, 23% de otra parte, que el abuso sexual incestuoso y la cronicidad

distorsiones cognitivas y un 23% de alteraciones de (más de diez eventos) se asocian significativamente a

la conducta alimentaria. Por otra parte, con respecto la ocurrencia conjunta de ambos trastornos.

a la prevalencia de trastornos psicopatológicos, es- Cada agresión sexual entraña una fenomenología

tas autoras establecieron que un 51.6% de los casos particular, donde el vínculo con el agresor, tipo de

corresponden a trastorno adaptativo, un 15% a delito, presencia de amenazas y soborno, miedo al

estrés postraumático y un 8.3% a trastorno reactivo castigo, conflicto marital, separación de los padres

de la vinculación. La baja proporción de TEPT está biológicos, psicopatología de algún miembro familiar,

afectada por la proporción mayor de casos de abuso consumo de sustancias parental, abuso físico, sínto-

cronificados. mas del niño/a, percepción de daño, sentimientos de

Los atentados sexuales pueden tener conse- culpabilidad del niño/a, autorreferencia de las figuras

cuencias a largo plazo en las víctimas. Los adultos significativas, cronicidad, frecuencia, tiempo de acer-

victimizados sexualmente en la infancia pueden pre- camiento, reacción ante la develación, sostén familiar

sentar graves secuelas, que afectan tanto al nivel de y social, recursos personales y resiliencia serán dife-

la estructuración de la propia identidad, las relacio- rentes en cada caso, y por tanto entrañarán para la

nes interpersonales, y en general la salud física y víctima consecuencias distintas tanto inmediatas, a

psicológica (Fulmer, 1992; Poblete & Varas, 1994). mediano y largo plazo (Barudi, 1998; Castiglioni,
48 POOL

Escaff & Salinas, 2004; CAVAS, 2004; Huerta, Maric El Modelo Traumatogénico de Finkelhor y
& Navarro, 2002; Intebi, 1998; Johnson, 2004; Miotto,
Browne
2001; Molnar et al., 2001; SAVE THE CHILDREN, 2004).

Una investigación que pretendió medir la inci- El modelo traumatogénico de las agresiones

dencia en el impacto del abuso sexual infantil, del sexuales infantiles (Finkelhor & Browne, 1985) es

conflicto marital, separación de los padres biológi- ampliamente utilizado en Chile tanto para la concep-

cos, psicopatología de algún miembro familiar, con- tualización como para la elaboración de estrategias

sumo de sustancias parental y abuso físico, halló reparatorias de aquéllas (Capella, Contreras, Guzmán,

que de estas variables la más significativa es la Miranda, Núñez & Vergara, 2003; CAVAS, 2004). Este

psicopatología de la madre (Molnar et al., 2001). modelo propone cuatro factores que estarían a la

En relación al tipo de ofensa sexual, cuando se base de la dinámica traumatogénica, es decir, del de-

controla la variable de la cronicidad, la violación in- sarrollo de la sintomatología y desestructuración que

fantil contra niñas perpetrada por parientes no bio- sufren las víctimas de abuso sexual. Estos autores

lógicos y conocidos se asocia a una mayor probabi- sostienen que estas dinámicas no son exclusivas de

lidad de desarrollar un TEPT en comparación con las agresiones sexuales, pero la conjugación de las

las niñas violadas por extraños. Por otra parte, cuan- cuatro dinámicas en el abuso es lo que hace único al

do la relación con el abusador es controlada, el abu- trauma de este tipo de agresiones, diferenciándolo

so sexual (no incluye violación) crónico se asocia de otros traumas como el producido por la separa-

con trastornos del ánimo y TEPT, mientras que la ción de los padres. Estas dinámicas alteran la orien-

violación crónica se asocia con trastornos ansiosos tación emocional y cognitiva del niño hacia el mun-

y TEPT (Molnar et al., 2001). do y crean una distorsión del autoconcepto, visión

En un intento por establecer los efectos diferen- de mundo y capacidad afectiva. Cada una de las

ciales que tienen distintos factores sobre el daño distintas dinámicas traumatogénicas se asocia con

provocado por las agresiones sexuales incestuosas un conjunto de síntomas, aunque algunos síntomas

y su develación, Huerta et al. (2002) hallaron en Chi- pueden deberse a dos o más de estas dinámicas. A

le que la variable que más incidió en el impacto en la continuación se revisarán las cuatro dinámicas trau-

víctima producido por las agresiones sexuales fue el ma-togénicas (Finkelhor & Browne, 1985):

número de eventos de éstas, seguido por el tipo de 1. Sexualización traumática: se refiere a un pro-

patrón de enf
rentamiento (Navarro, 1998; Navarro ceso en que la sexualidad del niño/a se confor-

& Salinas, 1999). Por otro lado estas autoras encon- ma y desarrolla en forma inapropiada y

traron que el tipo de rol paterno del abusador, es disfuncional. Esta sexualización traumática pue-

decir la existencia o no de consanguinidad con la de ocurrir cuando el niño/a es repetidamente

víctima no resultó ser un elemento significativo. Las recompensado por la conducta sexual por el

investigadoras concluyeron que: abusador, lo que es inapropiado para su nivel

aquellas víctimas que se desenvuelven en un de desarrollo. El monto y tipo de sexualización

contexto definido por un patrón tolerante ante la traumática puede variar dramáticamente. En los

develación del abuso y con un número elevado casos en que el abusador intenta evocar la res-

de episodios abusivos, serán las que estén ex- puesta sexual del/la menor, por ejemplo, existe

puestas a sufrir mayor daño psicológico, así una mayor sexualización que en los casos en

como alteraciones en las esferas estructurales que el menor es usado por el agresor para mas-

de la personalidad, producto de estas experien- turbarse. El grado de conciencia que tengan las

cias. (Huerta et al., 2002, p. 122) víctimas respecto de las implicaciones sexuales

Tal conjunción de factores resulta predictora de de la agresión se relaciona con la sexualización

un d a ño prof
undo (alteración severa de la traumática, ya que niños/as pequeños/as que

psicosexualidad; alteración severa de la vinculación; no entiendan estas implicancias resultarán me-

inhibición social, relacional y/o afectiva extremas; nos traumatizados que aquellos que sí tienen

disociación profunda) mientras que los niños que este conocimiento. Los/las menores que han

presentan un entorno con patrón intolerante y un sido traumatizados sexualmente quedan con re-

número de eventos inferior a diez, presentarán un pertorios inadecuados de conducta sexual, con

daño leve-moderado (trastorno de estrés agudo, tras- confusión y distorsión de sus autoconceptos

torno adaptativo y aquellos cuya sintomatología no sexuales y con asociaciones emocionales

permite configurar un cuadro). inusuales de la actividad sexual.


ANÁLISIS TRAUMATOGÉNICO DE INDICADORES PBLL EN AGRESIONES SEXUALES 49

Como consecuencia de esta dinámica traumática indefensión es reforzada cuando la víctima ve

en niños/as pequeños/as, se observa preocupacio- que sus intentos de detener el abuso son frus-

nes sexuales y conducta sexual repetitiva como la trados. El que no se crea en su relato tras la

masturbación o juego sexual compulsivo. Algunas develación crea también un gran monto de inde-

víctimas muestran conocimiento e interés inadecua- fensión.

do para su edad. Los adolescentes pueden ser agre- Una reacción a la indefensión es el miedo y la

sivos y victimizar a pares o a niños/as pequeños/as. ansiedad, que reflejan la incapacidad de controlar

Las víctimas de abuso sexual tienen un alto riesgo eventos nocivos. Pueden existir pesadillas, fobias,

de entrar en la prostitución. Puede existir confusión hipervigilancia, conducta adhesiva y somatización.

de la identidad sexual y de las normas y estándares El miedo y la ansiedad pueden extenderse hasta la

sexuales, por ejemplo los/las menores que han reci- edad adulta. Otra clase de efectos se relacionan con

bido afecto por el trato sexual, pueden creer que el empeoramiento del sentido de eficacia y de las

esto es una vía normal para obtener afecto. También habilidades. Puede ocurrir que al niño/a le sea difícil

pueden asociarse connotaciones negativas al sexo, actuar sin la expectativa de ser revictimizado/a. El

como apartamiento, miedo, rabia, sentimiento de in- sentimiento de impotencia puede asociarse a deses-

defensión, etc. peración, depresión e intentos de suicidio, a menu-

2. Traición: esta dinámica deviene de cuando el do observados en adolescentes y adultos. Puede

niño/a descubre que alguien de quien su vida expresarse también en problemas de aprendizaje,

depende, le ha causado daño. Este/a menor pue- fugas y dificultades de empleo. Por último existe un

de llegar a comprender que la persona en quien gran riesgo real de ser revictimizado/a. Una tercera

confiaba lo ha traicionado a través de mentiras. clase de efectos dice relación con la inusual y

Las víctimas infantiles pueden experimentar la disfuncional necesidad de controlar o dominar, lo

traición no sólo en relación al agresor, sino tam- que se observa particularmente en las víctimas mas-

bién en relación a otros miembros familiares, los culinas, asociado al rol de género socializado. Algu-

cuales no han podido o no han querido prote- nos comportamientos agresivos y delincuenciales

gerlas o no les han creído. El cambio de actitud pueden aparecer por el deseo de ser rudo, poderoso

después de la revelación, donde puede suceder y de no tener miedo. Cuando estas víctimas llegan a

que al niño/a no se le cree, o es culpado o aisla- ser matones o delincuentes, reeditan su propio abu-

do, contribuye también a desarrollar esta diná- so, con lo que reobtienen un sentimiento de poder y

mica traumatogénica. dominación que atribuyen a sus propios agresores.

Producto de esta dinámica traumatogénica, el/la 4. Estigmatización: esta dinámica se refiere a las

menor puede manifestar dolor y depresión por la pér- connotaciones negativas que le son transmiti-

dida de la figura en que confiaba. Estas víctimas su- das al niño/a, como maldad, vergüenza y culpa.

fren un fuerte desencantamiento y desilusión. Junto Estas connotaciones pueden ser transmitidas di-

con esto, se aprecia una intensa necesidad de volver rectamente por el abusador, quien puede culpar

a ganar confianza y seguridad, lo que se manifiesta en a la víctima de la actividad, degradarla o traspa-

la extrema dependencia y en lo “pegajoso” de estos sarle el sentimiento de culpa por la conducta. La

niños/as. Esta necesidad se aprecia en los adultos presión por mantener el secreto que impone el

como un juicio dañado de la confiabilidad de la gente. agresor a la víctima comunican poderosos men-

La traición puede manifestarse como hostilidad y ra- sajes de vergüenza y culpa. La estigmatización

bia, como aislamiento y aversión a las relaciones es reforzada por las actitudes que infiere u oye

interpersonales íntimas. Puede que –en especial los de personas de la familia o la comunidad. El guar-

hombres–tengan dificultades para tener éxito en rela- dar el secreto de haber sido víctima de abuso

ciones heterosexuales o matrimonios. sexual puede incrementar el sentimiento del es-

3. I
ndefensión: se refiere a los procesos en que la tigma, mientras que por el contrario, cuando los

voluntad, los deseos y sentido de eficacia del niños saben que su experiencia es compartida

niño/a son continuamente contravenidos. Un tipo por otros pares, la estigmatización se ve alivia-

básico de indefensión ocurre cuando en el abu- da. La baja autoestima y la estigmatización son

so sexual, el territorio y espacio corporal del/la el resultado de la creencia equivocada de que se

menor son repetidamente invadidos contra la es el único que ha vivenciado una experiencia

voluntad de éste/a. Esta dinámica se ve exacer- abusiva y que los otros rechazarán a una perso-

bada cuando existe coerción o manipulación. La na que ha tenido esta vivencia.


50 POOL

Las víctimas de esta dinámica traumatogénica se En términos teóricos se hipotetiza que el daño

sienten a menudo aisladas, pueden desarrollar con- sufrido producto de una agresión sexual, debiera

sumos excesivos de alcohol o drogas y pueden de- reflejarse en las producciones gráficas de los niños

sarrollar actividades criminales o envolverse en la (Barilari, Beigbeder & Colombo, 2000b; Huerta &

prostitución. También puede aparecer comporta- Navarro, 2004). El análisis de los indicadores gráfi-

miento autodestructivo e intentos de suicidio. cos podría dar cuenta de las áreas psicológicas da-

ñadas, lo que tiene implicancias tanto para la labor

La Prueba Persona Bajo la Lluvia en la pericial como para la reparatoria.

La validez y confiabilidad de las pruebas gráfi-


Evaluación de las Agresiones Sexuales
cas y proyectivas en general ha sido seriamente cues-
Infantiles
tionada por numerosas investigaciones (Masling,

1997; Thomas & Jolley, 1998).


La prueba Persona Bajo la Lluvia (PBLL) es una
Tradicionalmente la interpretación de los
prueba proyectiva gráfica de cuya autoría no se tie-
indicadores de las pruebas gráficas ha sido realiza-
ne claridad. Este test es utilizado ampliamente en la
da desde teorías psicodinámicas o desde el sentido
evaluación clínico-pericial de agresiones sexuales
común y no sobre una base empírica (Thomas &
infantiles, dentro de una batería diagnóstica que in-
Jolley, 1998). Se hace por tanto necesario una teoría
cluye otros test y herramientas diagnósticas (Huer-
que indique qué tipo de información pueden pro-
ta & Navarro, 2004; SENAME, 2001, 2004). Sin em-
porcionar los test gráficos y cómo esta información
bargo, pese a lo extendido de su uso, existe poca
se expresa en los dibujos (Freeman, 1987 citado en
investigación empírica de este instrumento en rela-
Thomas & Jolley, 1998). Sin embargo, cabe destacar
ción a las agresiones sexuales infantiles.
que la descripción clínica puede ser de gran profun-
Esta prueba permite interpretar “la imagen cor-
didad e intuición en la interpretación del material
poral del individuo bajo condiciones ambientales
gráfico (Hammer, 1997). Por otra parte, resulta pro-
desagradables, tensas, en los que la lluvia repre-
blemático el realizar interpretaciones confiables, pues
senta el elemento perturbador” (Querol & Cháves,
las gráficas permiten diversas lecturas dependiendo
1997, p. 19).
del proceso que se ha activado o domina en su pro-
La administración de la prueba PBLL consiste en
ducción; por ejemplo el dibujo pequeño del herma-
solicitar al evaluado que dibuje una persona bajo la
no mayor, realizado por un niño, puede representar
lluvia, en la forma en que desee, sin otra instrucción.
que tal hermano (Thomas & Jolley, 1998):
Se necesita una hoja en blanco y lápices de colores
- No es importante o significativo para el niño.
que quedan a disposición del evaluado. Puede apli-
- Es importante, pero representado en forma pe-
carse a sujetos de todas las edades, de manera indi-
queña debido a la inadecuada planificación del
vidual o colectiva. El tiempo de evaluación depende
dibujo.
de las características de cada niño en la elaboración
- Es dibujado pequeño para controlar o disminuir
del dibujo, no habiéndose delimitado un tiempo de
simbólicamente la amenaza que representa para
ejecución (Querol & Cháves, 1997).
el niño en la vida real.
Las pruebas proyectivas gráficas pueden
- Es dibujado pequeño para castigarlo por un agra-
conceptualizarse como aquellos instrumentos clíni-
vio recibido.
cos por medio de los cuales los sujetos expresan, a
- Es dibujado pequeño debido a que la ansiedad
través del dibujo, su mundo interno de una manera
interfirió con la producción motora del dibujo.
menos controlada en comparación a otras pruebas,

lo que permitiría una aproximación significativa a sus

contenidos profundos e inconscientes. La aplica-


Análisis Desde las Variables
ción de pruebas gráficas posibilitaría conocer la vi-
Traumatogénicas de los Indicadores
sión que los niños/as tienen de sí mismos, los otros
Gráficos Asociados a Agresiones Sexuales
y el mundo (Capella et al., 2003). Lo anterior implica

una aproximación a las vivencias, fantasías, temo- Infantiles en la Prueba Persona Bajo la

res, interacciones, etc., por medio de una actividad Lluvia


cotidiana, espontánea y agradable para la mayoría

de ellos, el dibujo. Según estas autoras, el producto Como se mencionó anteriormente, las investiga-

gráfico es un reflejo (proyección) de las necesida- ciones empíricas de la prueba PBLL en relación a las

des y rasgos de personalidad de los niños. agresiones sexuales son escasas, destacándose las
ANÁLISIS TRAUMATOGÉNICO DE INDICADORES PBLL EN AGRESIONES SEXUALES 51

realizadas por las investigadoras argentinas Barilari, que tanto el director del establecimiento como el pro-

Beigbeder y Colombo (2000b, 2004), quienes repor- fesor jefe no tuvieran la sospecha de que hubieran

taron la existencia de 14 indicadores gráficos aso- sido vulnerados sexualmente. Como criterios de ex-

ciados a agresiones sexuales y maltrato infantil en el clusión, no se consideraron los dibujos del grupo

grupo de niños de 8 a 11 años edad: dimensión pe- de estudio realizados después de los primeros tres

queña, borrado, repaso, elementos fálicos, lluvia meses de evaluación, en concordancia con los mo-

sectorizada, rayos, cabeza deteriorada, cinturón, delos de intervención de algunos centros naciona-

ausencia de piso, oj
os vacíos, ausencia de manos, les (CAVAS, 2004; SENAME, 2004). Por otra parte,

ausencia de detalles, figura incompleta o infantil, los niños/as de ambos grupos no debían presentar

y ausencia de entorno. un diagnóstico de retraso mental.

En Chile, Girardi y Pool (2005) realizaron una in- En el análisis de los datos se utilizó la Prueba de

vestigación que consistió en un estudio descripti- la Probabilidad Exacta de Fisher.

vo-comparativo que tuvo por objetivo la evaluación Esta investigación arrojó siete indicadores gráfi-

a través de la prueba PBLL de la presencia o ausen- cos en la prueba PBLL asociados (p <0.05) a agre-

cia de 45 indicadores asociados a agresiones sexua- siones sexuales infantiles en niños y niñas vulnera-

les infantiles descritos por la literatura especializada dos sexualmente de 9 a 11 años de edad. Estos

(Barilari et al., 2000b, 2004; Hibbard & Hartman, 1990 indicadores son: ausencia de piso, sonrisa manía-

citado en Wenck & Rait, 1995; Koppitz, 2002; Miran- ca, lluvia sectorizada, ausencia de paraguas, ca-

da & Sanza, 2004; Soto, s/f en Molina & Navarro, beza grande, ausencia de entorno y brazos cortos.

2004). Algunas de las definiciones operacionales em- De este modo, la hipótesis se vio confirmada, aun-

pleadas en este estudio fueron extraídas literalmen- que el poder discriminativo de la prueba PBLL en

te de la fuente bibliográfica, mientras que otras de- relación a las agresiones sexuales infantiles es limi-

bieron ser modificadas o creadas por los autores. En tado, debido al bajo número (7 de 45) de indicadores

el caso de estas últimas se contó con la aprobación gráficos asociados a agresiones sexuales infantiles

de tres jueces expertos en el tema a fin de lograr (Girardi & Pool, 2005).

validez de contenido. Las definiciones operacionales El obj


etivo que guió el presente trabajo fue com-

de los indicadores que resultaron significativos se plementar la investigación realizada por Girardi y

presentan en el Anexo 1. Pool (2005) (que no consideró el significado psico-

La hipótesis de Girardi y Pool (2005) se basó en lógico de los diferentes indicadores gráficos) con

lo propuesto por distintos investigadores respecto un análisis teórico que vinculara los significados

a que el daño psicosocial sufrido a resultas de las descritos en la literatura respecto de los siete

agresiones sexuales infantiles debiera manifestarse indicadores gráficos hallados por estos autores,

en las producciones gráficas que los niños realicen con el Modelo Traumatogénico de las agresiones

(Barilari et al., 2000a, 2000b, 2004; Capella et al., 2003; sexuales infantiles (Finkelhor & Browne, 1985). Esto

CAVAS, 2004; Miranda & Sanza, 2004). resulta de utilidad, ya que enriquece la compren-

La muestra de la investigación anteriormente sión respecto a cómo el daño psíquico producido

mencionada (Girardi & Pool, 2005) estuvo constitui- por las agresiones sexuales infantiles se evidencia

da por 39 niños/as de entre 9 a 11 años tanto para el en la producción gráfica de la prueba PBLL. Por

grupo en estudio como para el grupo de control. Los otra parte, este análisis contribuye también a esta-

menores de ambos grupos corresponden a nivel blecer cuáles son las dimensiones psicológicas más

socio-económico bajo. Los dibujos PBLL del grupo dañadas (dinámicas traumatogénicas) por este tipo

de estudio se obtuvieron de centros especializados: de transgresiones.

CAVAS Metropolitano, Centro de Atención Integral Basándose en la interpretación de los indicadores

de la Infancia [CAINI] Quilicura y Corporación de gráficos hallados en la literatura revisada, descritos

Asistencia Judicial [CREDEN] de la comuna de La tanto para la prueba PBLL (Barilari et al., 2004; Querol

Cisterna. Estos dibujos fueron realizados en forma & Cháves, 1997) como para la prueba H-T-P (Buck,

individual durante el proceso evaluativo 1995; Wenck & Rait, 1995), fue posible adjudicar los

implementado por dichos centros. Los dibujos del diferentes indicadores gráficos asociados a agresio-

grupo de control fueron obtenidos por los investi- nes sexuales infantiles en la prueba PBLL (Girardi &

gadores mediante aplicación colectiva en un cole- Pool, 2005) a las variables traumatogénicas descri-

gio municipal de la comuna de La Pintana. El grupo tas por Finkelhor y Browne (1985). Debe tenerse pre-

de control estuvo constituido por niños/as de los sente que debido a la complejidad del análisis e in-
52 POOL

terpretación de las pruebas gráficas, el presente ejer- 1997, p. 98). “Regresión, grandiosidad” (Buck,

cicio interpretativo es sólo una aproximación tenta- 1995, p. 14). “Agresividad y pensamiento ex-

tiva a la comprensión de los indicadores gráficos pansivo, ego inflado, sobrevaloración de la in-

asociados a niños/as victimizados/as sexualmente, teligencia, fantasía” (Urban, 1963 citado en

por lo que se requieren más estudios que aporten Wenck & Rait, 1995, p. 126). Debido a las dis-

tanto a la validez como confiabilidad de la prueba tintas definiciones recabadas, se hace difícil la

PBLL. adjudicación de este indicador a una de las

A continuación se expone el análisis variables traumatogénicas, sin embargo, es po-

interpretativo de cada indicador. sible plantear que la preocupación excesiva, la

- Ausencia de piso: “Falta de sostén” (Barilari et fantasía y la perseveración de ideas se relacio-

al., 2004, p. 24). “Necesidad de seguridad. Ansie- nan con contenidos ansiógenos asociados a

dad” (Buck, 1995, p. 13). Las interpretaciones pre- la vivencia sexualmente abusiva, que se co-

cedentes conectan claramente con la variable nectan de manera más directa con la dinámica

traumatogénica de Indefensión, ya que se aso- traumatogénica de Indefensión. Por otra par-

cian a la vivencias de falta de apoyo y necesidad te, la grandiosidad, narcisismo y agresividad

de seguridad, lo que puede redundar en miedo y pueden vincularse con una excesiva necesi-

ansiedad al no poder satisfacerse esas necesi- dad de controlar o dañar, lo que constituye

dades. una forma de manifestación definida de la di-

- Sonrisa maníaca: “Negación. Desmentida de la námica de Indefensión.

realidad” (Barilari et al., 2004, p. 24). Este indica- - Ausencia de entorno: “Pobreza de recursos in-

dor gráfico puede aludir a mecanismos ternos, falta de estimulación del medio” (Barilari

disociativos, los cuales pueden encontrarse en et al., 2004). Por otra parte, Querol y Cháves (1997)

menores victimizados sexualmente. Sin embar- vinculan la escasez de detalles en el dibujo de la

go, no es claramente adjudicable a alguna de las PBLL con sensación de vacío y depresión. To-

variables traumatogénicas. mando en cuenta ambas definiciones, se puede

- Lluvia sectorizada: “Situación de presión” interpretar que por una parte la sensación de

(Barilari et al., 2004, p. 24). Para Querol y Cháves vacío y depresión, y por otro lado el aislamiento

(1997) representa la hostilidad del medio a la que y posible aversión a las relaciones

debe enfrentarse la persona. A partir de las defi- interpersonales de la persona dibujada, dan cuen-

niciones anteriores, es posible postular que este ta de la dinámica traumatogénica de Traición.

indicador podría dar cuenta de la dinámica Pobreza de recursos internos y falta de

traumatogénica de Indefensión, ya que se aso- estimulación del medio pueden entenderse como

cia a posibles sentimientos de impotencia y bajo las caras de la misma moneda, en donde el aisla-

sentido de autoeficacia al ser incapaz de contro- miento es lo central. El hecho de representar a la

lar la lluvia, que representa un evento estresor, persona sola podría dar cuenta del dolor y de-

lo que genera miedo y ansiedad. sencanto con el medio, al que se prefiere omitir.

- Ausencia de paraguas: “Falta de defensas” - Brazos cortos: Buck (1995) vincula los brazos

(Barilari et al., 2004, p. 24; Querol & Cháves, 1997, omitidos, muy pequeños o escondidos con cul-

p. 83). “Sentimiento de indefensión” (Barilari et pa e inadecuación. “Escasa adaptación”

al. 2004, p. 24). Este indicador se asocia clara- (Koppitz, 1968 citado en Wenck & Rait, 1995, p.

mente a la dinámica traumatogénica de la Inde- 128). Basándose en las definiciones previas es

fensión, ya que a nivel simbólico no se cuenta posible plantear que este indicador se asocia a la

con elementos de protección para hacer frente a variable traumatogénica de Estigmatización, ya

elementos estresantes, lo que podría dar cuenta que como resultado de ésta, los/as menores abu-

de sentimientos de impotencia y baja sados pueden sentir culpa y vergüenza o sentir-

autoeficacia al no poder controlar los eventos se malos, con lo que su sentido de inadecuación

vitales nocivos. a su entorno aumenta.

- Ca b e z a g r a n d e: “ P r e o c u p a c i ó n e x c e s i v a . A continuación se expone a modo de resumen

Perseveración de ideas” (Barilari et al., 2004, en la Tabla 1 los indicadores gráficos asociados a

p. 24). “Deseo de poder, vanidad, narcisismo, agresiones sexuales infantiles en la prueba PBLL

autoexigencia, dificultades para el aprendiza- junto con la variable traumatogénica que representa

je. Perseveración de ideas” (Querol & Cháves, cada uno de ellos.


ANÁLISIS TRAUMATOGÉNICO DE INDICADORES PBLL EN AGRESIONES SEXUALES 53

Tabla 1 tas sexuales repetitivas, como tampoco connotacio-

Dinámicas traumatogénicas asociadas a los nes negativas relativas al sexo.

indicadores gráficos PBLL La variable de Estigmatización se ve represen-

tada a su vez por un solo indicador, que se asocia a

Indicadores Variable los sentimientos de maldad, vergüenza y culpa que

gráficos traumatogénica manifiesta el niño/a.

La dinámica traumatogénica de Traición, al igual


Ausencia de Piso Indefensión
que la dinámica precedente está representada por

Sonrisa Maníaca un indicador, el cual se asocia con el dolor, depre-

sión y desencantamiento del niño/a al darse cuenta


Lluvia Sectorizada Indefensión
de que la figura en quien confiaba y de la cual de-

Ausencia de Paraguas Indefensión pende le ha hecho daño.

Estos resultados pueden sugerir que esta prueba


Cabeza Grande Indefensión
posee un valor discriminativo limitado en relación a

Ausencia de Entorno Traición las agresiones sexuales infantiles (Girardi & Pool,

2005), ya que las variables traumatogénicas que sí se


Brazos Cortos Estigmatización
ven representadas en la prueba PBLL pueden aso-

ciarse a diferentes vivencias traumáticas en los ni-

Discusión y Conclusiones ños, tales como maltrato físico y/o psicológico, negli-

gencia o abandono, separación de los padres, etc.

En términos generales, es posible vincular los Otra posible interpretación de los resultados dice re-

indicadores gráficos asociados a agresiones sexua- lación con que las mayores preocupaciones de los

les infantiles en la prueba PBLL con las dinámicas niños abusados sexualmente no se relacionan con la

traumatogénicas descritas por Finkelhor y Browne sexualidad, sino con las vivencias de abandono, im-

(1985), lo que sugiere que esta prueba gráfica refleja potencia, dolor, y sentimientos de maldad, vergüenza

en alguna medida el daño psicosocial asociado a y culpa, debido a que los niño/as pequeños

este tipo de vivencia. Esto constituye un aporte para evolutivamente no pueden dimensionar cabalmente

la utilización e interpretación de esta prueba gráfica la índole de la agresión sexual (Finkelhor & Browne,

en la detección y evaluación de las agresiones sexua- 1985; Johnson, 2004; Perrone & Bak, 1999).

les infantiles, ya que ofrece al psicólogo clínico- Resulta por tanto fundamental contar con mayor

pericial un acercamiento a las significaciones y a las información detallada respecto a los resultados de

secuelas de los menores vulnerados en sus dere- la prueba PBLL en menores tanto de la población

chos sexuales. Lo anterior puede proporcionar in- general como en niños con distintos problemas o

formación útil que redunde en intervenciones tera- patologías.

péuticas más eficientes. Por último debe tenerse siempre presente que los

En relación a la interpretación de los indicadores indicadores asociados a agresiones sexuales infanti-

gráficos asociados a agresiones sexuales infantiles les obtenidos en la prueba PBLL no pueden ser en-

en la prueba PBLL, llama la atención el hecho de que tendidos de un modo lineal y que debe situarse en un

correspondan en su mayoría a la dinámica contexto de evaluación integral que incluya la utiliza-

traumatogénica de Indefensión, por lo que proba- ción de otras pruebas y técnicas de evaluación clíni-

blemente los niños experimentarán miedo y ansie- co-pericial (Huerta & Navarro, 2004; SENAME, 2001,

dad por no poder controlar eventos que les son da- 2004). A su vez, la interpretación de los diferentes

ñinos. A esta dinámica se asocian pesadillas, fobias, indicadores en las pruebas gráficas no debe enten-

hipervigilancia, sentimiento de impotencia y baja en derse como exhaustiva o concluyente, sino como

el sentido de autoeficacia. orientativa, por lo que debe complementarse con la

Por el contrario, la variable Sexualización observación clínica (Buck, 1995). A lo anterior se agrega

Traumática, que se espera que esté ligada a este el hecho de que la interpretación de los indicadores

tipo de agresiones, no aparece representada por nin- de las pruebas gráficas no ha sido suficientemente

gún indicador gráfico. Por tanto, no hay evidencia investigada, por lo que podría no ser completamente

que se asocie a preocupaciones sexuales y conduc- adecuada (Thomas & Jolley, 1998).
54 POOL

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ANEXO 1

Definiciones operacionales de los indicadores gráficos de la Prueba Persona Bajo la Lluvia

asociados a agresiones sexuales infant


iles (
Girardi & Pool,2005)

1. Ausencia de piso:Fal
tadeunabasedeapoyo est
eindi
cadorcomo“Lal
luvi
acaes
o brel
acabe-

s
o brel
aques
esi
túaeldi
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raenunr
ect
ángul
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rededorde

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Fecha de recepción:Septiembre de 2005.

Fecha de aceptación:Enero de 2006.

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