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TEMA 20.

LA VIDA NUEVA SE VIVE Y COMPARTE EN LA COMUNIDAD

Hoy vamos a iniciar nuestra catequesis escuchando un cuento.

Un señor que era muy rico y tenía muchas tierras, llamó al más pobre y mejor de sus trabajadores
y le dijo:

“Quiero premiarte por tu fidelidad y servicio; toda la tierra que pises mañana desde el amanecer
hasta que se meta el sol, será tuya”. El pobre hombre se sintió muy, pero muy feliz. Aquella noche
después de platicar con su esposa y sus hijos se fue a la cama, pero era tanta la emoción que no
pudo dormir. Con la primera claridad de la mañana se puso en marcha, su esposa y sus hijos lo
animaban, su gran ilusión era correr la mayor cantidad posible de kilómetros, corrió y corrió,
cuando llevaba una hora de camino, su familia le suplicó que parara, que ya era suficiente, que lo
importante era tener una parte de terreno y vivir bien todos juntos. Sus amigos y vecinos también
le dijeron que ya era suficiente que lo querían a él y no por lo que tuviera de tierras, pero èl
insistió y no hizo caso de lo que escuchaba, quería caminar todo el tiempo que le habían dado. La
familia volvió a suplicar que por lo menos descansara un poco y luego continuará pero el hombre
no hacía caso y se decía: “no debo detenerme”. Al atardecer el pobre ya se arrastrada, se detenía,
tomaba aliento y se decía: “esta noche dormiré feliz, sobre una tierra eternamente mía”. Cuando
el sol se ponía, el hombre se detuvo y dijo: “ya soy dueña de suficiente tierra para mí, para mi
familia y para mi futuro”. Pero en aquel momento sus pies ya no lo sostuvieron, cayó al suelo, sus
ojos se nublaron, su corazón se detuvo y murió. Ese mismo día el hombre fue sepultado en un
terreno que no llegaba a un metro cuadrado: era exactamente el terreno suficiente para él.

Para el hombre ¿Qué era lo importante?

R=

¿Que le aconsejaba su familia, amigos y vecinos?

R=

¿Qué hubiera pasado si el hombre le hubiera hecho caso a su familia?

R=.

¿Tú que hubieras hecho?

R=

Hemos descubierto que para el hombre era más importante lo material que su propia persona, su
familia, sus amigos y vecinos.

Veamos qué nos dice Dios sobre la importancia de la persona.

En el tiempo de Jesús, para los judíos, el día sábado era muy importante, veamos como actuaba él
en relación a lo que verdaderamente es importante en la vida. (Mc 3,1-5.)

¿Qué les preguntó Jesús a la gente que estaba en el lugar? ¿Cómo actuaron las personas ante lo
que estaba pasando? ¿Qué es lo más importante para Jesús?
Lo que nos cuenta la historia, es que en ese tiempo que vivió Jesús era mas importante el
cumplimiento de la ley que la propia persona, por eso él tuvo muchos problemas, su gente no lo
entendía. Jesús nos dice claramente que se puede curar en sábado porque la persona es más que
la ley de los judíos.

Para Jesús, primero es la persona, Èl nunca pone en primer lugar las cosas, los días o la ley por
encima del ser humano. Jesús nos invita a valorarnos, desde este momento, y valorar a todos los
seres humanos, amándolos y respetándolos porque somos imagen y semejanza de Dios.

“Yo soy una persona importante para Dios”.

Las cosas y la ley son importantes, pero más lo son las personas porque con ellas podemos
convivir, compartir, sonreír, jugar y crecer. Sólo así podemos formar una comunidad donde nos
podamos amar, valorar, aceptar, respetar y caminar juntos.

“Acéptense mutuamente con amor” (Cfr. Ef 4,2)

A las siguientes oraciones contestaremos: ¡Gracias, Jesús!

1. Gracias Jesús porque nos has hecho personas importantes y gracias porque podemos
compartir con los demás todo los dones que has puesto en nosotros. R= ¡Gracias Jesús!
2. Gracias porque nos has dado una familia y una comunidad donde podemos vivir y crecer
¡untos. R= ¡Gracias Jesús!

Ahora pidamos perdón por lo que no hemos hecho bien, respondiendo: Perdón, Señor Jesús.

3. Jesús perdónanos por las veces que no nos amamos y no nos valoramos. R= Perdón,
Señor Jesús.
4. Perdónanos por las veces que nos hacemos daño y hacemos daño a los demás. R=
Perdón, Señor Jesús.
5. Porque faltamos al respeto a nuestros papás y hermanos y no los amamos lo suficiente.
R= Perdón, Señor Jesús.

Canto: “Da la mano a tu hermano”.

Después de este momento, vamos a elaborar una carta a Jesús para manifestarle lo importante
que Èl es en nuestra vida. Él es una Persona, Dios y Hombre, necesitamos decirle que queremos
compartir, junto con los demás, la vida que Èl nos da.

La vamos a escribir en nuestro libro de actividades.

Ahora que Jesús nos ha enseñado el valor de la persona, van a elaborar una carta para el
compañero con el que menos se comunican en la catequesis y le dicen lo importante que èl es
como persona, después se la van a entregar dándole un abrazo.

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