CARA A CARA CON EL PSICÓPATA

Resumen por Jonathan Santillan

Prologo:

Muchos más psicópatas están integrados en la sociedad que marginados de ella en cárceles, u hospitales
psiquiátricos.

El médico Philip Pinel descubrió la psicopatía en el siglo XIX y determinó que no existe una lesión en su
capacidad de comprender, sino en sus emociones sociales, a lo que acuñó la expresión “Locura sin delirio”.

El psiquiatra inglés J.C. Pritchard profundizó en la psicopatía en 1835 quien dijo que “la psicopatía es una
patología que se muestra en los sentimientos, temperamento o hábitos; así que los principios morales o de la
mente están extrañamente pervertidos o depravados, el poder del autogobierno se halla perdido o muy
deteriorado, y el individuo es incapaz, no de hablar o de razonar de cualquier cosa que se le oponga, sino de
conducirse con decencia y propiedad en diferentes asuntos de la vida”.

“El psicópata es alguien que desafía a todos, que quiere hacer lo que desea a toda costa, sin que importen la
vida o la felicidad de quienes se ven afectados por sus actos” Vicente Garrido Genovés.

“Cuando el psicópata se hace visible es debido a la sorpresa y brutalidad de sus actos… Pero no son gran
problema los psicópatas que salen a la luz, sino los que siguen entre las sombras.” Vicente Garrido Genovés.

La prevención debe descansar principalmente en una detección eficaz; Primero por las propias víctimas al evitar
relacionarse con un psicópata si los observan e identifican; y segundo por las instituciones que pueden evitar el
abuso de otros (Justicia penal, laboral servicios de protección a la familia y la infancia).

“Cuando los jóvenes cometen actos psicopáticos solo se nos ocurre pedir una Ley del Menor más dura y no
vemos que cientos de chicos están desarrollando una personalidad delictiva con claros rasgos psicopáticos ya
desde la escuela”. Vicente Garrido Genovés.

Muchos psicópatas quizá nunca sean remitidos a las autoridades o quizá jamás sean descubiertos por actos
delictivos altamente penalizados, pero es importante que nosotros desenmascaremos la psicopatía a través de
la lucha activa y consciente de todos nosotros.

Capítulo 1: EN BUSCA DEL PSICÓPATA.

“El psicópata parece un tipo normal, pero es porque nos fijamos en lo que dice, porque tenemos la voluntad de
creer a la mayoría de los que forman parte de nuestro entorno, de modo transitorio o permanente, salvo que
tengamos razones poderosas para no hacerlo.”

Algunas veces esos personajes entran en nuestra vida ofreciendo su ayuda, amistad y amor, es imposible que
nosotros podamos sugerir que ellos son prospectos psicópatas o psicópatas latentes, no podemos imaginar que
alguien de tan buen corazón entre a nuestras vidas, nos ofrezca tanto y por otra parte nos haga daño… “Pero
existen, y no sólo como monstros del crimen, sino como semejantes a nosotros y que comparten nuestro mundo
cotidiano, desde la familia al trabajo, desde el arte a la política, son capaces de simular que nos aman nos
aprecian, que guardan y defienden las leyes, que creen en Dios, se afanan en servir a la comunidad…” Vicente
Garrido Genovés.

¿Qué cualidades hacen del psicópata alguien notable o digno de presumir el título de “El más dañino”?

1. Ocultarse o simular: Tiene la capacidad de fingir lo que no es, de aparentar propósitos y emociones que
no poseen =CAMALEÓN HUMANO=. Puede aparentar ser un buen humano, un padre responsable, un
amigo leal o un ministro eclesiástico.
Cuando el psicópata alcanza una posición de poder/control pone en marcha la segunda cualidad.
2. Dominio y control de su ambiente: El control es su motivación principal porque está privado de sentir
emociones. “El psicópata no puede establecer una relación auténticamente humana, simula que lo hace,
mientras busca controlar y dominar las personas y los sitios en los que él se mueve”.
Un psicópata puede ser muy buena persona en unos ambientes y despiadados en otros, sin embargo las
deficiencias particulares nunca lo abandonan y estás existen en todo momento.

¿Quién o qué es un psicópata?

La psicopatía es un trastorno de las emociones y los sentimientos de una persona, también afecta al
razonamiento o juicio.

Un psicópata entonces, es una persona libre de inhibiciones y freno que a los demás nos impiden aprovechar
nuestra ventaja o fuerza para obtener bienes materiales o una posición de privilegio. No actúa bajo las normas y
principios que adquiere la estructura social.

El psicópata ve la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal, pero no se siente incumbido por ello, a él
le da lo mismo, está por encima de las exigencias de respeto y trato humano que se nos impone por el mero
hecho de nacer personas y de crecer en una sociedad. Es por esto que decimos que el psicópata no tiene
conciencia, no se ve asaltado por la comezón de la culpa, si trasgrede las normas de convivencia que todos
asumimos.

La falta de conciencia en el psicópata surge porque el sujeto a la hora de reflexionar o tomar una decisión no
cuenta con la información emocional que toda persona posee cuando ha de utilizar su razonamiento.

Psicópatas integrados o criminales

No todos los psicópatas son criminales.

No delincuentes: Obtienen control y embonan en las sociedades de manera positiva, pero sometiendo a sus
víctimas sin causar algún delito civil. La psicopatía se ve actuando en el individuo cuando la sociedad lo reconoce
como genio, autoridad artística etc.

Delincuentes ocultos: Los psicópatas integrados que son criminales, regularmente se ven envueltos en delitos
como agresores de mujeres, violadores, asesinos seriales.
Jefes de estado o personas con autoridad: Los políticos en ocasiones son psicópatas, que ostentan el poder y
claman para sí mismos los más altos honores, estos al final son principales autores de genocidios, o crímenes de
guerra. (También pueden ser policías, clérigos o alguien que represente autoridad civil.)

Tipo especial de trastorno de personalidad.

El término trastorno de personalidad es: una perturbación relativa a uno mismo, a los otros y con respecto al
ambiente que es crónica, evidente desde la infancia y la adolescencia y persiste durante la edad adulta.

La diferencia entre la psicopatía y otros trastornos de personalidad radica en: la sintomatología, los rasgos que
presenta y el hecho de que disfruta haciendo lo que hace. Mientras que alguien con cualquier otro trastorno de
personalidad se siente mal al no poder conectar con otras personas, el psicópata no, el psicópata es arrogante,
superficial, engañoso y manipulador. En el mundo afectivo sus emociones son huecas, sin profundidad y
volátiles, son incapaces de desarrollar vínculos solidos con la gente y carecen de empatía, ansiedad, son
irresponsables, impulsivos, buscadores de sensaciones y predispuestos a la delincuencia.

Escala de calificación de Rober Hare para describir los rasgos del psicópata

1. Superficial
2. Grandioso
3. Engañoso
4. Sin remordimientos
5. Sin empatía
6. No acepta la responsabilidad de lo que hace
7. Impulsivo
8. Sin autocontrol
9. Sin metas propias
10. Irresponsable
11. Conducta antisocial en la adolescencia
12. Conducta antisocial en la edad adulta

La imagen y relaciones del psicópata

Superficialidad: El psicópata busca seducir a la persona que tiene enfrente, pero este encanto es superficial para
un observador precavido. Simula emociones que no puede sentir realmente (amor, amistad, o culpa); Cuentan
historias notablemente falsas y hallando excusas fáciles.

Emociones y la conciencia.

Ausencia de culpa: Explica que era lógico lo que hizo, el remordimiento y arrepentimiento no tiene cabida en sus
creencias justificables. Son “fríos” porque parecen estar desconectados de las emociones que podrían sentir.
Para sentir remordimientos antes deberíamos tener la necesidad de establecer esos lazos con la gente, tal como
lo hicimos de niños con nuestros padres.
La cosificación: la manera en la que el psicópata establece la relación con los demás es buscando un beneficio
personal y puede hacerlo muy fácilmente porque no tiene frenos psicosociales.

Siempre tiene una explicación: El sujeto siempre tiene un buen pretexto para justificar sus actos y explica con
demasiada seriedad que él auténticamente es la víctima.

La impulsividad y falta de sentido común

La impulsividad hace que el individuo sea ambivalente con su diario vivir. Cambios constantes de trabajo,
sensaciones drásticas, ausencia de sentido común y ausencia de metas realistas, estilo parásito de la relación
(abusa de otros para disponer de dinero o facilidades para sus placeres y aficiones)

Conducta antisocial y delictiva

Otro rasgo del psicópata es la capacidad para la violencia, burlar las leyes y cometer delitos. (Peleas, abuso de
alcohol y drogas). Las personas que maltratan con facilidad a otros, física o verbalmente olvidan con la misma
rapidez que perdieron la compostura antes.

Los psicópatas no tienen porque ser delincuentes, pero es claro que cuando el sujeto no ha crecido en un buen
ambiente dónde ha aprendido a canalizar sus deseos de control de modo no ilegal, tiene muchas probabilidades
de serlo. Sin embargo, la criminología muestra que incluso las personas que nacen en buenos ambientes pueden
sentir un deseo de poder que les lleva al crimen, la extorsión o al robo de grandes dimensiones.