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Las enfermedades angustiosas

Andrea Carolina Fontalvo Peña

afontalvo@unal.edu.co

Debido a la carrera que estudio, medicina, me causó bastante interés aprender

acerca de las enfermedades nerviosas y me llevo importante conocimiento que me

gustaría resumir en este ensayo, para esto definiré y compararé estas

enfermedades.

La neurastenia significa “falta de fuerza nerviosa” y entre sus síntomas están el

debilitamiento físico general, la sensación de laxitud y sensación de pesadez en las

piernas, así como un agotamiento mental, manifestado por dificultades en la

concentración, la memoria y una pérdida de interés y como es sabido que estos

casos, de neurosis de la angustia y neurastenia, se dan por una anormalidad sexual,

yace aquí una de las diferencias entre ambos trastornos, por un lado, la neurastenia

se da debido a la descarga inadecuada de la excitación sexual, en cambio, en la

neurosis de angustia, es la ausencia de descarga de esta misma excitación.

Esta ultima se destaca por sus síntomas: irritabilidad general, expectativa

angustiada, ataques de angustia, temblores, vértigo, perturbaciones en la actividad

cardiaca, entre otros.

Actualmente, suele ser poco utilizado el término “enfermedad nerviosa”, y mucho

menos “neurastenia”; lo de moda hoy en día es el estrés, que se define como aquella

tensión provocada por situaciones agobiantes y que origina reacciones


psicosomáticas, óigase bien, psicosomáticas, ¿será esto una nueva forma para

referirse a neurosis de angustia? No, y no se deben confundir estos términos, el

estrés se diferencia de la angustia al considerarlo como un resultado de la

incapacidad del individuo frente a las demandas del ambiente, en cambio, la

angustia forma una amenaza a la existencia del individuo y a su integridad tanto

física como psicológica.

A partir del estrés, y como lo ejemplifica Gloria Gómez en su texto, resultan algunos

tipos de síndromes que se presentan comúnmente en nuestros tiempos, dos de

ellos son la fibromialgia y el intestino irritable o como es mas común el colon irritado.

Estos síndromes se darían debido al exceso de estrés y/o la incapacidad del cuerpo

de manejarlo y ambos son de difícil diagnóstico, ya que ni radiografías ni biopsias

arrojan alguna anormalidad en el cuerpo, la ubicación de la fatiga y la intensidad del

dolor, dependen del paciente, por lo que, si este último se encuentra últimamente

en ambientes de tensión, disgustos, o temores, se concluye el diagnostico a un

problema funcional en la comunicación sináptica.

Ahora bien, ya se ha abordado la angustia y el estrés, y cabe aquí otro termino que

guarda estrecha relación, y que puede ser motivo de confusiones también, con los

ya mencionados: la ansiedad, un estado de ánimo, que comúnmente se puede

manifestar mediante paroxismos cardiacos, disnea, disminución del pulso,

taquicardia, hipercrinia, sudor frio, etc. La ansiedad es meramente intelectual, y al

igual que con los términos anteriores, se mide mediante la palabra del enfermo.

En su texto, Brissaud señala y ejemplifica con un caso clínico, y este resalta ciertas

cosas, en primer lugar, el paciente a primera vista no se ve enfermo y no tiene


dolores, su problema es que tiene miedos, así lo cataloga Brissaud, es algo

indefinible, pero que siempre es igual, ya que todos los pacientes con este síntoma

lo describen con esa misma palabra. Es luego, mediante múltiples interrogatorios

hacia el paciente, que se descubre el miedo: miedo a la muerte, no siempre será

esta la respuesta, pero sin duda es una de las mas frecuentes

En ciertas ocasiones, se suele mezclar con la angustia, dando así episodios mas

traumáticos, pero al cesar la angustia seguirá prevaleciendo la ansiedad. La

angustia tiene un efecto paralizante, a diferencia de la ansiedad que activa la

reacción motora de sobresalto.

Por último, en el caso del estrés, su diferencia con la ansiedad es su proceso

fisiológico, en el estrés son de suma importancia, sin embargo, la ansiedad tiende

a ser más sentimental, más emocional.

Es importante para mí conocer estos términos y saber identificarlos, contribuye

también a mi formación profesional y a que yo misma no caiga en el error de

autodiagnosticarme, cuando son muy similares estas enfermedades, pero a la vez

muy diferentes.
Referencias.

- Sierra, Juan Carlos, Ortega, Virgilio, & Zubeidat, Ihab. (2003). Ansiedad,

angustia y estrés: tres conceptos a diferenciar. Revista Mal Estar e

Subjetividade, 3(1), 10-59.

- Gómez, G. E. (2008). Freud: enfermedades nerviosas, angustia y estrés. O

del estatuto del cuerpo implicado en las dolencias del sujeto. Affectio

Societatis, 5(9), 9.

- Conti, N. A., & Stagnaro, J. C. (2007). Historia de la ansiedad: textos

escogidos. Cap 7 (La ansiedad paroxística). Polemos.

- Freud, S. (1895). Sobre la justificación de separar de la neurastenia un

determinado síndrome en calidad de neurosis de angustia. In Primeras

publicaciones psicoanalíticas: 1893-1899 (pp. p-86).

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