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¡Venga tu Reino!
2018 – 2019
Parte 1 de 2
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Prólogo. ....................................................................................................................................................... 3
Seminarios y propuesta de calendario 2018: ............................................................................................... 3
Sesiones de formación ................................................................................................................................. 6
Sesión 1. .............................................................................................................................................. 6
Sesión 2. ............................................................................................................................................ 13
Sesión 3. ............................................................................................................................................ 24
Sesión 4. ............................................................................................................................................ 26
Sesión 5. ............................................................................................................................................ 47
Sesión 6. ............................................................................................................................................ 59
Sesión 7. ............................................................................................................................................ 86
Sesión 8. .......................................................................................................................................... 116
2
¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Prólogo.
“El Regnum Christi, para poder desarrollarse con agilidad, profundidad y eficacia, requiere la ayuda
de formadores, personas cualificadas y formadas para que ellas, a su vez, convoquen, formen,
orienten y motiven a los demás miembros. Este apartado ofrece guías y recursos para su
formación, de acuerdo a la responsabilidad que tengan.”1
Características del programa:
Objetivo: Brindar formación de liderazgo y espíritu apostólico a miembros del Regnum Christi
(R.C.) que participen como formadores en las actividades de Sirviendo +, en sus parroquias de
origen.
Se toma como base el programa de formadores del Movimiento Regnum Christi de cuatro
seminarios, adaptado al calendario anual de las sesiones de formación de Sirviendo +, con las
siguientes temáticas: Seminario básico, Seminario de metodología, Seminario de Psicología
pastoral y Seminario de liderazgo.
Duración de 2 años, con 10 sesiones presenciales anuales de 2 horas cada una, y material de
lectura equivalente a 20 horas adicionales de lectura.
Cada tema tendrá un contenido básico como referencia para el instructor, y recursos temáticos
específicos (material de lectura, videos, podcasts). En algunos casos el formador que no haya
tomado alguna sesión podrá acreditar la misma a través de actividades de aprendizaje y
evaluación de conocimientos y habilidades.
Deberá llevarse un control escolar respecto a las asistencias de los formadores, a fin de que todos
adquieran la formación pertinente y completa.
1. Seminario básico:
1 http://rc.missionkits.org/regnumchristi/formacion/pages/de-formadores.aspx
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Programa de formación a formadores.
2. Seminario de metodología
Noviembre
3.2. La pedagogía del Regnum Christi. Conferencia. 8
2018
3.3.1. Caracteriología.
9 Febrero 2019
3.4. Formación humana. Conferencia.
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4. Seminario de Liderazgo
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Programa de formación a formadores.
Sesiones de formación
Sesión 1.
Tema: 1.1. Convicciones fundamentales.
Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, Capítulo III, nn. 133-172.
La misión de todo formador, consagrado o seglar, consiste en colaborar con la gracia de Dios para
lograr que estas convicciones penetren en la conciencia y en el corazón de cada miembro del
Movimiento. Por ello, estos contenidos y vivencias deben estar presentes en el corazón del
formador para que, en el trato habitual y en las actividades que realice, bien sea en la dirección
espiritual, en las predicaciones, actividades formativas y motivaciones en general, las presente con
tal fuerza, entusiasmo y convicción que estas certezas se conviertan en los cimientos firmes sobre
los cuales se construya toda la vida espiritual y apostólica de los miembros.
Estas convicciones son el alma y la esencia que unifican y sintetizan los objetivos del formador.
Únicamente el formador que haya asimilado, profundizado y que vibre con estas convicciones
podrá transmitirlas con constancia, espontaneidad y entusiasmo. El contenido y alcance de cada
una de estas convicciones está explicado en el Manual del miembro del Regnum Christi.2
(Se profundizará en la mística del Regnum Christi en una sesión posterior.)
Fuerza que brota de una convicción y un amor profundamente cristianos.
Un solo corazón y un solo espíritu en Cristo.
El instrumento que Dios ha escogido para que viva y trasmita este fuego interior, es el formador.
Las convicciones fundamentales
• Dios, mi Padre, me ama con amor eterno.
• Porque amo a Dios, amo su Voluntad por encima de todo.
• Mi única pasión es Cristo, que «me amó y se entregó por mí».
• Porque amo a Cristo, realizo mi misión en la Iglesia.
• Porque amo a Cristo, edifico la civilización de la justicia y la caridad cristianas.
• Porque amo a Cristo, abrazo con amor mi vocación al Regnum Christi.
• Mi vida es una y breve; mi destino, la eternidad.
• María, mi Madre, me acompaña, me inspira y me sostiene.
Por amor Dios creo todas las cosas, y al hombre a Su imagen y semejanza. Dios es misericordioso.
Ante el desvío de la humanidad envió a Su Hijo, Jesucristo, a que fuese nuestro redentor.
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Síntesis:
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2. Espiritualidad
El Regnum Christi funda su espiritualidad en la contemplación de Cristo, que con su Encarnación
vino al mundo para anunciar y realizar el Reino de Dios (Mc 1,15), que vive en comunión con el
Padre (Jn 17,22), glorificándolo y salvando a los hombres con su vida, muerte y resurrección (cf. Ef
2,6-11)).
Por esto, para cada miembro del Movimiento, Jesucristo es el centro, criterio y modelo de toda su
vida. Busca conocerlo y experimentarlo íntimamente por la oración personal y comunitaria,
especialmente en el Evangelio, en el sagrario y en la cruz; se esfuerza por amarlo con un amor
personal, real, fiel y apasionado; aspira a vivir en comunión con Cristo, para que reine en su propio
corazón, buscando conformar todo su ser con Él, imitándolo en pensamientos, palabras y obras,
sobre todo con la caridad fraterna universal y delicada. El miembro del Regnum Christi toma su
cruz cada día (cf. Lc 9,22-25), porque es consciente de que el itinerario que siguió Cristo para llegar
a la resurrección vale también para él.
En su vida personal, el miembro del Regnum Christi se propone hacer presente el Reino de Dios en
la vida de las personas y de la sociedad allí donde desarrolla su actividad, buscando «que Dios sea
todo en todos» (1Co 15,28). Por esta razón podemos decir que el Regnum Christi se presenta
como un estilo de vida profundamente contemplativo y a la vez decididamente apostólico, en el
que los miembros viven con caridad, alegría y autenticidad, con sentido del tiempo y de eternidad.
Es un modo de vivir su condición de bautizados, cumplir los deberes de estado y ser levadura en el
propio entorno familiar, eclesial, profesional y social, entre otros caminos existentes en la Iglesia.
En este marco, la espiritualidad del Regnum Christi propone a sus miembros que cultiven, de
modo particular, cinco amores sobrenaturales: amor a Jesucristo, amor a la Iglesia y al Papa, amor
a la Santísima Virgen María, amor a las almas y amor al Regnum Christi.
3. Naturaleza
El Movimiento Regnum Christi es un movimiento eclesial de apostolado al servicio de la Iglesia que
busca establecer el Reino de Cristo por la santificación de sus miembros en el estado y condición
de vida en el que Dios los llama y por una acción apostólica personal y organizada que se esfuerza
para que Cristo reine en el corazón de los hombres y de las sociedades.
En cuanto «movimiento eclesial», el Regnum Christi es una organización de hombres y mujeres
que, correspondiendo a un llamado particular de Dios, se reúnen libremente para responder
mejor, con plenitud, a su común condición de seguidores de Cristo y miembros de la Iglesia, según
su vocación personal y su propio estado de vida.
Como «movimiento de apostolado», el Regnum Christi hace suya la misión evangelizadora de la
Iglesia, buscando trabajar ardientemente, según su espíritu y metodología apostólica, por el
establecimiento del Reino de Cristo en sus miembros y en la sociedad.
En el Movimiento Regnum Christi se reconocen distintas categorías de miembros: laicos casados y
solteros, laicos consagrados por la asunción y la práctica de los consejos evangélicos, religiosos y
sacerdotes legionarios de Cristo, cada uno viviendo según su propia vocación y estado de vida, con
una función en bien del único cuerpo (cf. 1Co 12,12-29) como miembros de una sola familia
carismática y apostólica.
Sobre la base del carisma común, cada rama del Regnum Christi, tendrá normas propias para la
vida interna según su estado y condición de vida, y se determinará cómo todas se relacionan y
colaboran entre sí.
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Así mismo todos se complementan y edifican mutuamente con su oración, su testimonio de vida y
su acción apostólica según el compromiso de cada miembro, que alcanza la plenitud de su
vocación al acoger con sencillez y gratitud el grado de compromiso al que Dios le llama.
4. Apostolado
El carisma del Movimiento Regnum Christi es propiamente apostólico porque la experiencia del
amor de Cristo genera en cada miembro la urgencia interior de corresponder al mandato de
evangelizar y ser así un apóstol apasionado del Señor que trabaja por instaurar el Reino de Cristo.
Esta respuesta se caracteriza por la iniciativa, celo y pasión, y lleva a poner todos los medios lícitos
y buenos para lograr que Cristo reine en todos los corazones y en la sociedad. La misión de
anunciar a Cristo y de recapitular en Cristo todas las cosas, superando la brecha entre fe y cultura,
nos apremia.
El Regnum Christi es consciente que las acciones apostólicas más eficaces pasan ordinariamente a
través de la formación profundamente cristiana y de la proyección apostólica de aquellos grupos
de personas de mayor influjo evangelizador en la sociedad.
Ellos pueden dar una contribución considerable a la tarea de difundir el espíritu cristiano en la vida
personal, familiar y social de los hombres, de imbuir de espíritu evangélico las realidades humanas
y temporales de la ciudad terrena, y de crear obras de apostolado que permitan hacer llegar el
mensaje de Cristo al mayor número de personas.
Las líneas que dirigen el discernimiento para la acción apostólica son:
1.º salir al encuentro de las necesidades más apremiantes de la Iglesia universal y particular, en
comunión con sus Pastores;
2.º emprender aquellas acciones que más contribuyan, en profundidad y en extensión, al
establecimiento del Reino de Cristo en la sociedad;
3.º promover una formación profundamente cristiana y la proyección apostólica de hombres y
mujeres de los diversos sectores de la sociedad, sobre todo de aquellos con mayor influjo
evangelizador que, de modo personal y organizado, trabajen esforzadamente por lograr que Cristo
reine en su vida personal, familiar, profesional y social.
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Sesión 2.
Tema: 1.3. La sección del Regnum Christi.
Versión agosto 2013
I. INTRODUCCIÓN
1. El Regnum Christi es un ideal de vivir y hacer vivir un cristianismo integral plasmado en un
conjunto de hombres y mujeres enamorados de Jesucristo. Es un estilo de vida, una vocación
y una misión que define el modo de vivir la relación personal con Cristo y que pretende
enriquecer a las comunidades a las que cada miembro pertenece, empezando por su familia y
su parroquia, pasando por su ambiente social y profesional, y de ahí, a la sociedad entera.
2. En estas páginas se describen los elementos básicos que configuran la vida de una sección del
Regnum Christi madura y desarrollada. Sin embargo, conviene no perder de vista que una
sección empieza ordinariamente como una pequeña semilla que va creciendo gradualmente
hasta consolidarse y dar mucho fruto (cf. anexo 2). Al final se adjunta una guía con
recomendaciones prácticas, basadas en la experiencia, que pueden servir de ayuda para
colaborar con la gracia de Dios para la fundación y crecimiento de una sección del
Movimiento.
II. PLANTEAMIENTOS BÁSICOS PARA UNA SECCIÓN CONSOLIDADA
3. Se entiende por sección consolidada:
a. Aquella que cuenta con un director de sección, sea o no consagrado.
b. Cuenta además con uno o varios asistentes del director de sección; un secretario; un
equipo suficiente para las coordinaciones de integración, crecimiento, apostolado,
formación y economía; suficientes directores de apostolado, orientadores
espirituales, responsables de equipo y, si fuera el necesario, responsables de grupo.
c. Aplica el plan de formación de formadores adecuado a su realidad para contar con un
número suficiente de ellos que sostengan la vida de los miembros de la sección,
especialmente por medio de la dirección u orientación espiritual y la atención
personal. Así mismo, estos formadores aseguran el seguimiento a los nuevos equipos,
la multiplicación de nuevos centros y la creación de nuevos equipos.
d. Cuenta con los elementos propios de la mística del Regnum Christi (cfr. anexo –
documento de mística).
e. Posee el dinamismo apostólico propio del Regnum Christi, cuenta con un plan de
evangelización y expansión elaborado en equipo con las demás secciones del Regnum
Christi de la localidad (plan de desarrollo).
f. Por la acción de sus miembros está creando nuevos equipos y secciones en zonas más
o menos cercanas.
g. Cuenta con instalaciones físicas que permiten su desarrollo ad intra (más miembros
entorno a esos centros) y ad extra (a partir de los centros ya constituidos se van
creando equipos con los programas de apostolado). No se descarta que ambas ramas
compartan instalaciones.
h. Puede impulsar los apostolados del Movimiento sin requerir el apoyo de formadores
provenientes de otras secciones.
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4. Una sección logra consolidarse cuando el director, su equipo y todos sus integrantes hacen
propio el carisma del Movimiento y están convencidos en la práctica de que la atención a los
miembros y el desarrollo de la sección se han de realizar a través de los formadores. Cobran
particular relevancia los formadores que dirigen o pueden dirigir centros y equipos (asistentes
de la sección, responsables de grupo y de equipo), y quienes garantizan la atención cercana y
personal de los miembros y de los mismos formadores (responsables de equipo y orientadores
espirituales).
5. El director de sección y su equipo directivo elaboran el programa de la sección a partir del
plan de desarrollo de la localidad, en cuya elaboración ellos mismos han participado. Este
programa debe tener presentes las prioridades marcadas por el director general y territorial,
así como los puntos fundamentales del plan pastoral de la diócesis y las necesidades más
apremiantes del entorno. El programa debe proyectar a los miembros del Movimiento hacia
la creación de nuevos equipos que permitan, con el tiempo, la apertura de nuevos centros y
un servicio a la Iglesia fundado en el carisma del Regnum Christi con una mayor expansión
numérica y geográfica. Una sección del Regnum Christi debe concebirse siempre en proceso
de expansión.
6. Cada centro de una sección debe tener su propio programa específico, a partir de los
objetivos y prioridades de la sección.
7. El director de sección debe formar y capacitar formadores para asignarles las siguientes
responsabilidades:
a. Un equipo de apoyo a la sección (coordinadores generales del ICAFE). Dentro de este
equipo, es de suma importancia la designación de una persona o equipo que vele por
el crecimiento del ECYD y la promoción de vocaciones pues, de no tenerlo, se hipoteca
el futuro del Movimiento.
b. Un grupo de formadores que estén preparados para tomar en sus manos la vida de la
sección: directores de centros, responsables de grupo/equipo orientadores
espirituales, «transmisores de contenidos formativos-doctrinales» y responsables de
nuevos equipos. La preparación de formadores debe cifrarse no sólo en las
necesidades actuales, sino sobre todo en las exigencias del plan de desarrollo.
c. Un grupo de promotores comprometidos con el crecimiento a quienes se les asigna el
crecimiento de los programas de apostolado, clubes, etc. Así mismo, se
responsabilizan de la promoción de las actividades locales, nacionales e
internacionales del Regnum Christi.
d. Es necesario que tanto el director de sección como los formadores vean los programas
de apostolado como algo propio, como herramientas para hacer presente a Cristo en
la sociedad y para crecer más y así evangelizar más.
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ellos un ambiente agradable y distendido para poder reunirse y pasar momentos de sana
convivencia y esparcimiento.
9. Los equipos del Regnum Christi deben ser lo más homogéneos que sea posible, de forma que
todos sus miembros se encuentren a gusto, entre amigos y en un ambiente de confianza. Lo
ideal es que el responsable del equipo sea o llegue a ser el líder natural de quienes lo
componen. En las secciones juveniles es muy recomendable que el responsable sea unos años
mayor que los miembros del equipo.
10. Aunque los equipos del Regnum Christi nacen de diversas maneras, se pueden identificar
algunos patrones de los que se vale con cierta frecuencia el Espíritu Santo:
a. Un miembro del Regnum Christi, por voluntad propia o por sugerencia de su
responsable de equipo o de grupo, crea un equipo entre amigos, conocidos o
familiares y los invita a participar. Esta persona puede convertirse en el responsable
del equipo. Si éste es el caso, puede dejar su equipo inicial. Si, en cambio, prefiere
seguir en éste, apoya al nuevo equipo hasta que se logra tener un nuevo responsable.
En este proceso conviene ser flexibles y estar atentos al bien de las personas y los
equipos, facilitando el proceso de crecimiento y desdoblamiento continuo.
b. Unas personas se acercan al Regnum Christi a través de un amigo, de una obra de
apostolado, de un evento masivo del Movimiento, de una actividad puntual, etc. Se
les invita a conformar su propio equipo. En el caso de que las personas no puedan o
no quieran formar un equipo por sí mismas, se le puede invitar a participar en las
actividades con el equipo más afín a ellas, o bien se conforma un nuevo equipo con
varias personas que deseen unirse al Movimiento. También aquí prevalece el criterio
de que todos estén a gusto y motivados donde se les ubique.
11. El responsable debe asumir la dirección del equipo: su formación, su apostolado y, por
supuesto, su mística (cf. Instructivo para el responsable). Para ayudarse en esta labor, debe
tener fácil acceso a las actividades de la sección y al equipo directivo de la misma.
12. Es recomendable que cada equipo participe en un mismo apostolado. A través de la actividad
apostólica el equipo se consolida y fortalece, a la vez que puede crecer y desdoblarse
invitando a otros a formarse para colaborar en la labor evangelizadora y caritativa de la Iglesia
según el carisma del Movimiento.
13. El encuentro con Cristo y el círculo de estudios son actividades centrales de la vida del equipo:
en ellas se crece en el conocimiento de Jesucristo y en la vivencia de la mística, se fortalece la
integración y se imparte la formación necesaria para el apostolado. Por este motivo, el
responsable ha de esforzarse por prepararlos bien y realizarlos según la metodología propia,
para que ayuden al crecimiento de los miembros. Sobre todo, procure que el encuentro sea
una rampa de lanzamiento para el apostolado, en el que todos participen en un ambiente de
confianza que propicie la experiencia de Cristo vivo y la asimilación de sus criterios para
aplicarlos a la vida cotidiana. Evite, por todos los medios, que se caiga en la rutina. En
principio, el círculo de estudios y el encuentro con Cristo son actividades para miembros del
Regnum Christi. Ello no quita que se pueda invitar a personas interesadas en conocer más al
Movimiento y como un camino previo a su adhesión , respetando que los participantes sean
todos del mismo sexo y según el criterio de homogeneidad en los equipos.
14. Es muy recomendable que el responsable de equipo haga su triduo anual de renovación y el
cursillo anual con los formadores de la sección. Sin embargo, es también conveniente que se
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haga presente como animador, o que incluso participe en los triduos y cursillos con su equipo,
pues son ocasiones fuertes de la gracia y oportunidades para transmitir la mística y la
formación del apóstol del Movimiento.
15. El responsable ofrezca a cada miembro una entrañable atención personal e imprima a su
relación con ellos el sello de la caridad sincera e ingeniosa, siempre llena de detalles.
16. La participación como equipo en actividades sociales, espirituales, apostólicas son una
ocasión privilegiada para dar solidez al equipo y acrecentar la práctica de la caridad y para
animarse y sostenerse en la práctica de su vida cristiana.
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Centro Misión del Regnum Christi y de cada responsable de equipo poner los medios para
lograr este ambiente.
22. Las instalaciones del centro, su decoro, su buen gusto, su aire de familia, su ubicación, la
exposición de las actividades apostólicas de los equipos de la sección y de otras secciones o
instituciones del Regnum Christi, etc. deben facilitar la vida de los equipos que acuden a él. El
buen mantenimiento, la decoración y limpieza son también un factor importante.
23. En los centros debe haber siempre elementos externos que favorezcan la mística (paneles con
noticias, fotografías, campañas generales de mística, presentaciones de apostolados, paneles
de presentación institucional de la Legión y del Regnum Christi, etc.) presentados de forma
atractiva. En www.missionkits.org se pueden encontrar una extensa variedad de estos
elementos.
24. El director del centro organiza el programa y calendario de uso de las instalaciones para que
los equipos cuenten con los medios y ambiente propicios para sus reuniones. Si hay pocos
equipos en un centro, se recomienda que el mayor número de ellos tenga un mismo horario
con el fin de lograr un ambiente más atractivo y el conocimiento mutuo de los miembros de
ese centro. Además, es necesario cuidar la distribución de horarios para que preferentemente
no coincidan equipos de uno y otro sexo.
25. Cada sección cuenta con un calendario completo y equilibrado de actividades de formación,
mística y apostolado (cf. Calendario modelo de una sección y calendario modelo de
actividades apostólicas) y las actividades institucionales masivas del Regnum Christi de cada
localidad. También ha de contar con un sistema sencillo y ágil de comunicación para que
todos los miembros conozcan este calendario con suficiente antelación. En esto es clave la
labor del equipo de promotores de la sección. Cada centro debe ofrecer continuamente
actividades abiertas de formación, apostolado (programas mensuales) y mística para que los
miembros del Regnum Christi puedan invitar a las personas que deseen participar en una o
varias actividades.
26. En el programa de un centro, aparte de las actividades propias de los equipos y las secciones
del Regnum Christi, no pueden faltar:
a. Varias tandas de ejercicios espirituales, retiros, charlas cuaresmales, atención
sacramental, orientación personalizada, etc., para quienes participen en los
apostolados y todas aquellas personas que los miembros quieran invitar.
b. Programas mensuales de actividades apostólicas generales de la sección y del
Movimiento en la localidad.
c. Programa de conferencias y módulos de formación de interés general.
d. Jornadas abiertas de integración e información.
e. Jornadas y actividades destinadas a la promoción de las vocaciones al sacerdocio y a la
vida consagrada.
EQUIPO DIRECTIVO DE LOS CENTROS DE LA SECCIÓN
27. Es muy recomendable que el director de la sección tenga un asistente que sea quien, bajo su
supervisión, organice e impulse la sección. De esta forma el director podrá tener más tiempo
para atender a los miembros.
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28. La sección cuenta con una coordinación general en las diversas áreas del ICAFE (integración,
crecimiento, apostolado, formación y economía). Cada Centro Misión del Regnum Christi debe
tener un equipo directivo y de coordinación suficiente para la aplicación completa del
programa de la sección.
29. El papel principal de este equipo es lograr que tanto en el centro como entre los equipos haya
un verdadero ambiente de caridad y de sentido de misión propios del Regnum Christi.
30. Los coordinadores de integración y formación son los responsables de conocer y dar a
conocer las actividades generales de la sección, aunque no se realicen en su centro, para que
todos los equipos puedan participar puntualmente. Organizan también el programa de
actividades de integración y formación para su centro y velan para que se participe en las
actividades de carácter nacional, regional o local que correspondan a cada miembro. Para
lograrlo es determinante el equipo de promotores de la sección.
31. Los coordinadores de crecimiento y apostolado deben estar bien comunicados con los
coordinadores de otros centros, de modo que la labor de expansión y evangelización se haga
de forma organizada, se evite la dispersión de esfuerzos y se ofrezca un servicio de calidad a
la Iglesia.
32. El coordinador de economía ha de velar para que, con las aportaciones de los miembros, se
mantengan las instalaciones del centro y se contribuya a solventar las necesidades generales
de la sección, así como a generar recursos que permitan al Movimiento poner en pie más
obras al servicio de la Iglesia.
33. El director del centro vela para que haya una comunicación frecuente entre él, los
responsables de grupo/equipo y los coordinadores de áreas de ese centro. Además, debe
estar identificando y preparando constantemente a personas que atiendan a los nuevos
participantes en los programas de apostolado de manera que muchos de ellos puedan
adherirse al Regnum Christi y formar nuevos equipos.
LOS DIRECTORES DE APOSTOLADO
34. En cada sección se implementan los apostolados que mejor respondan a las necesidades de la
Iglesia y a los intereses de sus miembros. Pueden ser actividades apostólicas puntuales que
organicen los equipos o bien programas institucionales de apostolado del Regnum Christi.
35. Al frente de cada obra de apostolado hay un director local, responsable de la correcta
aplicación de los modelos, de su crecimiento y consolidación.
36. Una vez nombrado el director local de un apostolado, es muy importante que permanezca en
su cargo durante el período estipulado en los estatutos de cada programa (ordinariamente
son tres años), para asegurar la continuidad y estabilidad del apostolado.
LOS PROMOTORES
37. Para que la sección pueda irradiar eficazmente el Evangelio y llevarlo al mayor número de
personas, se debe formar una red de promotores de los programas y actividades del Regnum
Christi.
38. Todos los miembros del Movimiento son promotores, en virtud de su vocación al apostolado,
y «todos promovemos todo». Sin embargo, conviene que haya algunas personas que tengan
el encargo específico de ser promotores de uno o varios programas apostólicos concretos, y
que colaboren con los directores locales de esos programas. Así mismo, se debe nombrar
promotores especializados en la promoción de los eventos y actividades del Regnum Christi:
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i. Los miembros del Regnum Christi y las personas que se hayan afiliado a
algún programa apostólico en esa ciudad o zona.
ii. La base de datos de las oficinas de recaudación de fondos del país, para
contactar a los bienhechores de la zona que podrían interesarse en
participar en actividades del Regnum Christi. Naturalmente la oficina de
recaudación deberá respetar la normativa vigente en cada país para el uso
de la información personal.
iii. El elenco de personas que reciben las publicaciones del Regnum Christi
existentes en el país o zona: Sacerdos, LeCristo, Misión, etc., respetando
también la normativa vigente en el país para el uso de la información
personal.
iv. Los familiares de los legionarios de Cristo, de los miembros del Regnum
Christi (especialmente los consagrados) que viven en la zona.
v. Los contactos que llegan directamente a través de las páginas de Internet
de la Legión, del Regnum Christi, de los apostolados existentes en el país.
c. El tercer escenario sería aquel en el que se quiere llegar a más personas en
ciudades o regiones en las que ya se cuenta con equipos de varias obras de
apostolado. En este caso, además de lo dicho en los apartados precedentes, se
deberá invitar a las personas involucradas en los apostolados para que ellos
mismos promuevan la creación de nuevos equipos, implementen sus programas
en las zonas y así compartan con otros este don gratuito recibido de Dios.
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Sesión 3.
Tema: 1.4. Aprovechamiento del tiempo.
INTRODUCCIÓN
1. Objetivos:
Dar la motivación para organizar y aprovechar el tiempo
Enseñarles a administrar su tiempo de acuerdo a una agenda y un horario.
2. Puntos fundamentales:4
Importancia del aprovechamiento del tiempo: el valor de una sola alma. Técnicas para
aprovechar el tiempo:
✓ La agenda
✓ El horario semanal
✓ El programa, la guía y el calendario
✓ Cómo programar la vida de mi equipo: un modelo de programa de equipo
1. Infundir la motivación de carácter sobrenatural: la vida es una y se vive una sola vez.
(Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 164-167)
2. Está de por medio todo el bien que podemos hacer y la realización y satisfacción personal.
3. Podemos hacer muchas más cosas de las que nos imaginamos si nos organizados bien.
(Quitar prejuicios desde el inicio y poner casos y excusas típicas que se ponen para no
cumplir con las responsabilidades: periodos de exámenes, fiestas, compromisos varios…).
4 Cf. Manual del Miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 165, 167
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4. Muchos de los compromisos que a veces aducen se pueden arreglar con previsión y buena
voluntad («justo tengo cita con el dentista cuando tengo la reunión con mi equipo…»).
Aprender a no dejar todo para el final.
5. Es cuestión de programación y orden: saber todo lo que tenemos que hacer, darle a cada
cosa su tiempo y su prioridad, ser metódico y constante.
6. Los estudios y los exámenes en los jóvenes, o el trabajo ordinario, no son excusas para no
realizar con constancia los compromisos como formadores, si se cumple el calendario
establecido y se es fiel al horario semanal.
7. Factor de la voluntad para cumplir los programas establecidos.
8. Darse tiempo para preparar las actividades programadas.
9. Es importante cobijar todo esto a una actitud flexible, evitando presiones innecesarias.
Observaciones
▪ Es necesario ser muy concretos, dejando de lado las generalidades. Para ello ayuda mucho
dar ejemplos, mostrar horarios reales de otros formadores eficaces, que logran mantener
un sano equilibrio en sus vidas, dedicándose con entusiasmo a su labor en el Movimiento
o en el apostolado confiado, sin descuidar sus deberes familiares y sociales.
▪ Resulta útil mostrarles también un modelo de un programa de equipo, de manera que
puedan aprovecharlo.
▪ Es deseable que se tenga un taller en el que a cada uno se le entregue una hoja de la
agenda semanal en blanco para que se ejerciten en el arte de programar sus actividades.
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Sesión 4.
Tema: 1.5. La transmisión de mística.
Esquema general
I. INTRODUCCIÓN
II. LAS CONVICCIONES FUNDAMENTALES DEL MIEMBRO DEL MOVIMIENTO (P LÁTICA
PREVIA)
A. Dios, mi Padre, me ama con amor eterno.
B. Porque amo a Dios, amo su Voluntad por encima de todo.
C. Mi única pasión es Cristo.
D. Porque amo a Cristo, realizo mi misión en la Iglesia.
E. Porque amo a Cristo, edifico la civilización de la justicia y la caridad cristianas.
F. Porque amo a Cristo, abrazo con amor mi vocación al Regnum Christi.
G. Mi vida es una y breve; mi destino, la eternidad.
H. María, mi Madre, me acompaña, me inspira y me sostiene.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
A. Recursos en Internet.
B. Actividades generales del Movimiento.
C. Materiales impresos.
D. Otros.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
I. INTRODUCCIÓN
Los cristianos de los primeros siglos ganaron para Cristo y su Iglesia gran parte del mundo
occidental. El secreto de la expansión del cristianismo se debió a la certeza y experiencia real de
Cristo que hicieron aquellos hombres y mujeres, y a su celo por comunicar a los demás este
mensaje de amor. En ellos ardía la fuerza de un amor inextinguible a Cristo, que ha ido pasando de
generación en generación, y ha seguido suscitando incontables mártires, santos, misioneros,
apóstoles y evangelizadores.5
Para que el Regnum Christi sea lo que Dios espera de él, cada uno de sus miembros debe vibrar al
unísono, como un solo corazón y un solo espíritu en Cristo.6 En su interior debe arder esa fuerza
que brota de una convicción y un amor profundamente cristianos.
El instrumento prioritario e indispensable que Dios ha escogido para que se viva y se trasmita este
fuego interior, es el formador. Él está llamado a ser un buen instrumento del Espíritu Santo para
convertirse en el gran promotor del carisma que Él nos ha donado. La misma historia del
Movimiento nos ha dado ejemplo de cómo un formador, cuando está íntimamente convencido de
su vocación y de su misión, aún sin contar con medios extraordinarios, es capaz de lanzarse,
apoyado en la gracia de Dios, para fundar, llevar adelante y hacer crecer el Regnum Christi como
camino de santificación para muchas personas.
El formador del Regnum Christi, aúna en sí la figura de líder y del buen pastor de sus ovejas que,
como Cristo, se entrega y da la vida por cada una de ellas, hasta lograr que todas se salven.
Cuando lo hace así, entonces se convierte en un verdadero promotor y creador de mística.
Conscientes de la misión fundamental y del papel prioritario del formador para la vida, dinamismo
y crecimiento del Movimiento, se ofrecen a continuación unas pautas y medios que le ayudarán,
en la medida que se vivan y apliquen, a ser receptor y transmisor eficaz de esta mística.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
7 «…No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento,
con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva». Benedicto XVI, Deus Caritas
est, n.1.
8 Cf. Manual del Miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 112
9 Cf. Manual del Miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 244-245
10 Cf. Manual del Miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 257-258
11 Cf. Ef 4,15.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
y donde se sacan fuerzas para dar testimonio del amor, en un mundo que
promueve el egoísmo.
El formador –especialmente el responsable de equipo–, consciente de que la fuerza interior del
líder depende de la unión con Jesús, vivirá él primeramente estos medios, y cuidará con verdadera
solicitud que los miembros de su equipo así lo hagan, por íntima convicción, para poder ser fieles a
su compromiso cristiano y apostólico.
2. Dirección espiritual
La atención personal es uno de los medios más eficaces para generar mística. El responsable de
equipo alentará para que sus miembros sean atendidos en dirección espiritual, y pondrá los
medios concretos para que la tengan con periodicidad, como el buscarles un buen orientador,
enseñarles a sacar mayor provecho de ella, etc.
En la dirección espiritual la persona aprende a descubrir la acción de Cristo en su vida y a formar
una conciencia auténticamente cristiana. El director espiritual tiene la misión de ayudar al alma a
conocer a Jesucristo, a hacer la experiencia de su amor, y a transformarse en Él. El orientado, por
su parte, procura ser sincero con su orientador y busca descubrir la voluntad de Dios con su ayuda,
para seguirla fielmente como parte del proyecto de amor que Dios le propone.12
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
▪ En la vida de equipo: el responsable debe buscar crear una sana amistad entre todos
los miembros de su equipo, en donde cada uno se sienta acogido, querido, respetado.
De esta relación brota espontáneamente un interés sincero de unos por otros, que se
muestra en el apoyo mutuo y la presencia en los momentos importantes de la vida de
cada uno.
Es recomendable, que de manera natural y espontánea, sin imposición, esta amistad
en equipo trascienda las actividades específicas del Movimiento de manera que
lleguen a vivirlo en su vida social, en el apostolado, las diversiones y el descanso.
▪ Caridad y espíritu de familia en la sección: este espíritu de amistad y familia se
extiende hacia todos los miembros de la sección y empieza entre los responsables de
equipo. El fundamento de este espíritu es el mandato de Cristo y la comunión de
ideales. Este espíritu, como todo bien, se hace contagioso y se propaga a todos los
miembros del Movimiento y a quienes se acercan a un hombre o mujer del Regnum
Christi.
5. El equipo
El equipo es la institución fundamental de una sección del Regnum Christi y la unidad interna del
equipo constituye un factor esencial para crear mística.15 Por lo mismo, el responsable buscará
que, en la medida de lo posible, sus miembros participen en equipo en las diversas actividades:
Encuentro con Cristo, círculos de estudio, apostolado, actividades sociales, peregrinaciones, etc.
Es en el equipo donde, además, se aprenderá la benedicencia, la comprensión, el perdón,
y jamás se permitirá la crítica y la murmuración acerca de nadie.
6. El apostolado
El apostolado se convierte en un impulsor de mística cuando los formadores (responsable,
orientador, encargado de apostolado) inculcan un fuerte sentido de la urgencia de la misión entre
los miembros, que se concreta en la acción apostólica y el deseo de acercar a nuevos miembros al
Regnum Christi, por amor a la Iglesia y a las almas.
El formador ha de acercar a los miembros a las necesidades materiales y espirituales de los
hombres para que experimenten en su interior la llamada de Cristo a vivir el amor en lo concreto
de su existencia. Ha de proyectarlos para que pongan en juego sus talentos para el apostolado.
Las personas se entusiasman por el apostolado cuando se les motiva convenientemente, se les
exige y además se les tiene la suficiente confianza para poner en sus manos los proyectos y, a la
vez, la suficiente prudencia permaneciendo cercanos para ayudarles a realizarlos.
Es elemental el potenciar y alentar las iniciativas apostólicas de los mismos miembros, y no solo
ofrecerles apostolados ya estructurados. No obstante esto, hay que privilegiar los programas de
apostolado del Movimiento que ya existen y funcionan, ayudando a los miembros a sentirlos muy
propios.
15 Cf. Manual del Miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 319, 322
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
El encuentro con Cristo debe ser un verdadero encuentro con Cristo, una actividad que los
miembros valoren, porque sus contenidos y su dinámica son vivenciales, tocan de lleno e
iluminan su quehacer cotidiano y les da respuestas actuales a sus problemas, inquietudes y
necesidades más acuciantes.
B. Círculos de estudio: Tienen como finalidad el conocimiento de la fe y moral católicas, iluminar
la inteligencia sobre temas de actualidad, y en general, formar a católicos que pueden dar
razón de su esperanza. Para favorecer la participación en ellos, además de los temas
atractivos y la buena preparación, puede ayudar que el responsable sea quien lo imparta. Sin
embargo, esta tarea puede darse a algún otro formador.
C. La exposición de los temas no será sólo teórica, sino que se buscará sobre todo un enfoque
vivencial, buscando dar respuesta a los interrogantes que preocupan al hombre de hoy.
D. Temas de introducción para miembros de adhesión reciente: lo imparte el responsable de
equipo a sus miembros. El fin es ir introduciendo a cada uno al encuentro con Cristo y a
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
familiarizarlos con la vida y la mística de la sección. Son temas propedéuticos para los
miembros recién adheridos, no es una repetición de la presentación del Movimiento que se
les haya dado. . Se trata de explicar progresivamente en cada sesión una parte del encuentro
con Cristo y un aspecto esencial de la vida de la sección: estructura, ICAFE, apostolados,
compromisos, etc. Explicar estos temas ayuda a la asistencia, la participación en equipo, la
integración con el responsable. No es un «extra» a su vida en la sección sino el inicio y
acompañamiento en su primera etapa.
E. Cursillos: son momentos fuertes de experiencia del espíritu de familia en el Regnum Christi,
de espíritu de cuerpo y de formación. Todo miembro del Movimiento debe participar en un
cursillo anual. El responsable debe motivar y lograr que acudan a ellos y así, permitir que se
abran a la convivencia con todos los demás equipos para que se enriquezcan mutuamente.
Además de los cursillos locales y regionales, el formador debe promover, en primera persona,
la asistencia a los cursillos internacionales, por constituir ocasiones en los que la universalidad
del Regnum Christi se manifiesta con especial fuerza.
F. Es imprescindible que el formador asista a su cursillo anual de formadores, para poder
continuar su formación y poder servir mejor a las almas encomendadas.
G. Retiro de mes: el responsable de equipo ayuda en hacer ver la necesidad de este medio y
motivar a la participación en él, destacando los frutos que ofrece. Buscará vivir esta actividad
en equipo, para crecer juntos en el amor a Cristo, en la perseverancia y en la autenticidad de
vida de cara a Dios y a los hombres. Es conveniente que en la medida en que se pueda, sea
una actividad mensual. Conviene que el responsable sugiera a los miembros que
temporalmente no asisten a la sección, que participen en su retiro mensual, aunque sea a
distancia, en el sitio del Regnum Christi, donde mensualmente se sube un retiro.
H. Programa y calendario con contenidos de mística: cada sección debe tener un programa y
calendario que persiga los objetivos de mística adaptados a su realidad, pues así como cada
persona es distinta y pasa por diferentes momentos, lo mismo con una sección.
I. El director de sección, ayudado por los demás formadores, debe descubrir cuáles son las
carencias o necesidades de su sección en cada momento, y orientar todos los medios de que
dispone sobre uno o dos objetivos, hasta alcanzarlos. Por ejemplo, si nota que falta más
caridad puede aprovechar la predicación del retiro de mes, los puntos que trata en la junta de
responsables, las direcciones espirituales, la misma temática del triduo de renovación, para
reforzar este punto, hasta obtener resultados reales y mesurables.
J. Es de gran ayuda que, según estos objetivos de mística prioritarios de la sección, se vayan
organizando todas las actividades de la misma, de manera que, por diferentes medios y
formas, se logre el conocimiento y vivencia de estos principios esenciales de mística. De este
modo se unirán esfuerzos y se logrará un avance real en la vivencia de la mística. Se debe
cuidar que las motivaciones que se utilicen sean siempre positivas y atractivas, evitando caer
en la repetición y en la rutina.
K. Anualmente en www.missionkits.org se pone a disposición de las secciones una propuesta de
un programa de mística, además de recursos para llevarlo a cabo. Cada sección adapta a sus
objetivos específicos este programa.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
El buen formador se preguntará: ¿Cómo saber si yo estoy haciendo propias las convicciones
fundamentales de todo miembro del Movimiento? ¿Cómo saber si mi trabajo como formador está
imbuido de mística? Por ello, es necesario que su director o responsable le ayude a analizar
hondamente en estos puntos básicos: el sentido de pertenencia, la generosidad y el crecimiento,
como consecuencia del espíritu con que se vive el amor de su corazón, concretamente en el uso
de su tiempo y ejercicio de su misión.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
secciones, etc. También es una herramienta válida para las personas que están comenzando el
Movimiento y geográficamente no cuentan con una sección cercana. El formador que ofrece este
recurso, ayuda a que dichas personas continúen sirviéndose de aquellos medios que les ayudarán
a seguir creciendo en su vocación dentro del Movimiento.
Ordinariamente estas actividades son abiertas para que todos los miembros de todas las secciones
inviten a sus familiares y amigos. El formador del Regnum Christi es el primer interesado en que
sus miembros participen en estas actividades. Por ello, les facilita la información concreta de estas
actividades, los invita personalmente y los motiva a participar con gran sentido de responsabilidad
y de pertenencia.
C. Materiales impresos:
El Movimiento cuenta con una serie de publicaciones (libros, revistas, boletines, etc.) imbuidas de
la propia espiritualidad. El formador las ha de sugerir y facilitar a los miembros.
Además de éstos, el formador puede sugerir la lectura de libros de testimonios, virtudes y temas
varios; suscribirse a servicios informativos sobre la situación de la Iglesia y del mundo, como es
Zenit.
En cada sección u obra se debe facilitar la adquisición de libros y artículos varios para que todos
los miembros tengan esta riqueza siempre a la mano.
D. Otros:
Entre una gran variedad de medios, presentamos dos de especial importancia:
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
A. ¿Qué es un equipo?
B. Ventajas del trabajo en equipo
C. Etapas en la vida de un equipo
D. Principios para la vitalidad de un equipo
E. Cómo ganarse al equipo
F. El diálogo del responsable
G. Pautas para los encuentros con Cristo
A. ¿Qué es un equipo?
Dice el Manual del Miembro del Movimiento Regnum Christi, en la tercera parte, capítulo I: «El
equipo es un conjunto de miembros unidos para ayudarse en la santificación y la perseverancia, la
formación y el trabajo apostólico, a ejemplo de las primeras comunidades cristianas. El equipo
está integrado, idealmente, por ocho a quince miembros, de manera que propicia la participación
de todos y fomenta las relaciones interpersonales. Se conforma de manera natural por relaciones
de amistad, afinidad o intereses comunes. El equipo no es un fin en sí mismo, sino un instrumento
para que los miembros se ayuden entre sí a realizar plenamente su vocación en la Iglesia a través
del Movimiento. La vida de equipo enseña a trabajar en colaboración con los demás, dejando a un
lado el individualismo, y potencia las posibilidades de cada uno de los miembros, aprovechando y
conjugando las cualidades y capacidades de quienes lo conforman».18
B. Ventajas del trabajo en equipo
1. Potencia el rendimiento: Es evidente que cuando se trabaja en equipo, y con buen ambiente,
las propias cualidades se amplían. Cada quien aporta lo mejor de sí mismo pudiéndose
concentrar en lo que mejor sabe hacer. El equipo también ayuda a ver y corregir lo que uno
sólo podría no ver o corregir.
2. Aumenta la calidad: Es cierto que nadie sabe tanto como todos juntos. Además, la
confrontación de pareceres y el correspondiente diálogo en el equipo reduce el riesgo de
soluciones equivocadas y conduce al equipo a mejores decisiones y actuaciones.
3. Mejora de la motivación: La visión de los frutos es un incentivo para lanzarse con más
entusiasmo a la conquista de nuevos objetivos. Un trabajo eficaz, de calidad y excelente
rendimiento son la mejor motivación para renovar la entrega al apostolado, al equipo, al
Regnum Christi.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
a. El primer paso para que exista un equipo es la unión de varios miembros de modo
estable por algún interés o fin y en torno a una persona que los guía, el responsable.
Para crear un equipo se debe propiciar una situación que una al grupo de personas
(preferentemente afines en algo) y progresivamente las invite a tomar la decisión de
continuar unidos por un motivo suficientemente fuerte como para no volverse a
separar. Todo formador estará capacitado para formar un equipo, para dar a las
personas los motivos suficientes para juntarse y querer hacer un equipo de
apostolado, para la formación, para crecer juntos en su fe.
c. Conviene crear o reforzar las condiciones que permitan desarrollar la vida de equipo,
como son: la convivencia e interacción frecuente con miras a un reconocimiento
como equipo, la aceptación por parte de todos de la metodología propia con espíritu
de fe, la comunión de ideales y de intereses, el enriquecimiento personal y del
equipo, etc.
d. El papel del responsable para crear esos lazos de unión y de consolidación del equipo
es definitivo. Y es básica la afinidad no sólo entre los miembros del equipo, sino
también entre ellos y el responsable.
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¡Venga tu Reino!
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a. El verdadero espíritu de cuerpo, que lleve a cada miembro a comulgar con los
demás; a colaborar con ellos; a apoyarlos y a ayudarlos en todo lo posible; a crear
a su alrededor un clima de aprecio y estima, ponderando sus cualidades, éxitos y
virtudes, y silenciando sus defectos y deficiencias.
b. El trabajo lleno de optimismo, manteniendo un ambiente alegre, franco y positivo,
tanto en las actividades específicas, como en el apostolado; y cultivando un
equilibrado y sano buen humor.
c. La preocupación e interés por aquellos miembros que, por razones de trabajo,
estudio o viajes, tengan que abandonar por un tiempo la vida del equipo. Esta
misma actitud ha de motivarles a invitar de nuevo a aquellos miembros que, por
uno u otro motivo, se hayan apartado de la vida del Movimiento.
d. La actitud de apertura y de crecimiento, evitando toda actitud de exclusión. El
equipo, en virtud de su misma vitalidad, ha de buscar siempre adherir nuevos
miembros y desdoblarse.
e. El sano realismo ante la diversidad de temperamentos y modos de ser de sus
integrantes. El equipo es un conjunto humano, integrado por personas diversas
por su carácter, reacciones, formación y habilidades. Todo esto enriquece al
equipo, pero puede ser también fuente de roces y de dificultades. Hay que tener
siempre presente esto y esforzarse por armonizar la diversidad con la caridad.
f. El sincero deseo por fomentar la amistad entre los miembros, que se prolongue a
otros espacios y actividades mediante la convivencia, las reuniones familiares, los
encuentros fortuitos, la ayuda mutua».
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¡Venga tu Reino!
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1. Ambiente de amistad: Un equipo con buen ambiente ejerce un fuerte influjo estimulante
en cada uno de los miembros, pudiendo alcanzar rendimientos que difícilmente se
lograrían en el trabajo individual. Este ambiente se caracteriza por el aprecio y apoyo
mutuo, la comprensión recíproca y la sana emulación y corresponsabilidad. Por ello es
básico verificar desde el inicio que haya homogeneidad en el equipo. Hay que evitar
formar equipos forzados. Mejor equipos pequeños y homogéneos que numerosos y de
difícil conjunción.
2. Formulación del objetivo: Hay que precisar con exactitud el objetivo que busca el equipo y
los medios para alcanzarlo, de modo que todos dirijan sus fuerzas hacia un mismo punto.
De lo contrario se crea la dispersión de energías y las correspondientes actitudes
conflictivas.
3. Participación: Los miembros del equipo que pueden tener mayor ascendencia positiva en
los demás, conviene que reciban algún encargo específico dentro del equipo de modo
que su influencia ayude a los demás. Debe quedar claro que siempre será necesaria la
presencia de una cabeza que coordine todo el equipo: el responsable.
4. Distribución de funciones: La división del trabajo es una ley fundamental para la eficacia y
progreso de la vida de equipo. Sería un error que un solo miembro abarque la mayoría de
las tareas. No podría con el peso de un objetivo de envergadura y los demás miembros
perderían la ilusión por carecer de un compromiso que los ligue al equipo, provocando así
la deserción de los miembros. En la vida de equipo es vital que cada miembro esté
plenamente vinculado a los intereses del equipo.
5. Flexibilidad y consenso: La flexibilidad y el consenso son actitudes de apertura que
permiten acoplarse a las circunstancias de tiempos y lugares. Al mismo tiempo, implica
una apertura a los demás miembros del equipo.20
6. Evaluación continua: Es un requisito indispensable para llegar al objetivo. No hay que
precipitarse al realizar un compromiso. Conviene hacer pausas a lo largo del desarrollo de
un proyecto apostólico para cerciorarse de la buena marcha de cada paso hacia el
objetivo propuesto. Un indicador que puede ayudar a conocer la situación y la eficacia de
un equipo es por medio de la contabilización numérica y el análisis de la calidad sobre los
resultados.
2. Las personas que tienen un gran radio de influencia, son personas con liderazgo, ahora
bien, ¿Qué es un líder? Es una persona con capacidad de influir en los demás. Hay muchos
tipos de liderazgo. Está el líder religioso que puede tener cierto influjo por su ejemplo.
Esta el líder intelectual, cuyo influjo aumenta con el paso de los años, pero que en los años
juveniles no es grande si no va acompañado de otro tipo de liderazgo. Está el líder
deportivo, muy importante especialmente para los miembros más jóvenes. Está el líder
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
económico, que tiene facilidad de participación en ciertas actividades, y que poniendo sus
talentos al servicio de los demás, da una gran ventaja que no se puede minusvalorar. Y
está el líder humano y social que arrastra a los demás e influye fuertemente en ellos
especialmente en los años juveniles. Es quizá en estos últimos, en quienes la calidad de
liderazgo se nota más. Por eso, para comenzar a tener equipos sólidos, valiosos, y que
propicien una sección atractiva para todos, son los primeros, pero no únicos, en los que se
debe propiciar el que tengan una auténtica conversión. Su transformación en Cristo
influirá positivamente en los demás.
i. Sé autónomo (no apegado a nadie más que a Dios, sin depender de otros
compañeros, de su influjo).
ii. El líder, por lo general, no irá a buscarte. Hay que saber abordarlo sin que se
sienta buscado. Un medio efectivo es acercarse a través de sus amigos.
iii. Saber preocuparse por sus asuntos pero sin mostrar un interés excesivo que
pueda despertar desconfianza sobre tu intención.
iv. Si dedicas mucho tiempo, sobre todo al inicio, a quienes no tienen influencia
positiva sobre el resto, , los que sí son líderes podrían alejarse al no ser
atendidos.
v. Mucha seguridad personal al interactuar con ellos, ante circunstancias adversas,
ante «pruebas» que te puedan poner...
. En el fondo ellos buscan comprobar nuestra superficialidad o nuestra
profundidad, nuestra actitud interesada o sincera...
vi. No hablar de ti mismo, no presumir de nada, , no asumir posturas forzadas o
contrarias a la sencillez, a la espontaneidad.
vii. A las personas que sobresalen por la influencia que tienen sobre los demás, hay
que dedicarles tiempo. Lo exigen de modo natural y espontáneo. Pero saber
hacerlo es un arte que hay que saber cultivar, para no estar «pegados» a ellos ni
descuidar a los demás, porque para un formador todos son importantes.
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¡Venga tu Reino!
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i. Diálogo espiritual
ii. Vida sacramental
iii. Triduos
iv. Cursillos
F. Orientaciones para el diálogo con los miembros21
21En el seminario de psicología pastoral se dan numerosos contenidos, tips para la motivación, principios pedagógicos
con el fin de ser asimilados y usados en el trato con los miembros y, especialmente, en el diálogo.
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¡Venga tu Reino!
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d. Se trata del medio más eficaz para incentivar la perseverancia en la lucha por la
santidad y la fidelidad a Cristo a través del Regnum Christi.
e. Ante la objeción que se podría presentar por «el sacrificio que implica», se responde
que: sólo el responsable que atiende personal, constante y profundamente a sus
miembros, podrá ser su líder . Y no hay que olvidar que un formador debe ser líder de
personas líderes: Lograr la colaboración de un líder es orientarlo,, motivarlo y exigirle
para que haga fructificar los dones que ha recibido de Dios.
f. El fin del diálogo no es quedar bien con la persona, aunque sea el líder; se trata de
encauzar a la persona a Dios. Y para ello, debemos conocerlo, interesarnos por su
bien personal y tener claro a dónde queremos dirigirlo: a ser un discípulo y misionero
de Cristo, en su Iglesia por medio del Movimiento Regnum Christi.
2. Peligros
a. Falta de convencimiento personal de su importancia, falta de preparación para
atender las peculiaridades que se presentan y la falta de tacto.
b. Pérdida de tiempo al convertir el diálogo en una charla social o conversación
superficial.
c. Favoritismos hacia algunos; desprecio más o menos inconsciente hacia otros.
d. Auto-envanecimiento del responsable: Ganarse a la persona para sí y no para
Cristo.
e. Inconstancia en la atención.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
a. Periodicidad:
▪ El responsable debe motivar al interesado para que acuda a su diálogo con
regularidad; haciéndole ver la necesidad que todos tenemos de ayuda. Si no
hay regularidad y periodicidad, es como si no se tuviera diálogo.
▪ El responsable debe ser, él primero, en el cumplimiento. Una labor esporádica
motiva pero no compromete.
c. Cordialidad y sinceridad.
▪ El responsable debe lograr con su ejemplo y con su espíritu de acogida, que el
miembro se abra. Es fundamental el «transfer afectivo» y el ambiente que
propicie un diálogo profundo.
▪ No debe escandalizarse de nada nimostrar inquietud en ningún momento.
▪ Hay que ayudar a que la persona se conozca, y conocerlo. Se le puede sugerir,
como medios para que este conocimiento: la confesión y el balance antes de
acostarse.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Partamos pues de la convicción de que el encuentro debe ser el momento fuerte de la semana
para un equipo y para un miembro del Reino; parte importante de su vida de oración y
sacramental. ¿Qué hay que hacer para que esto sea realmente cierto, para que haya un verdadero
encuentro con Jesucristo?
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
El responsable puede ayudar, desde el inicio, para lograr un ambiente que favorezca que todos los
miembros entren en contacto con Cristo. El principio de «suave en la forma y firme en el fondo» se
puede aplicar en esta ocasión, para crear el espacio propicio de oración, sin que se pierda el
ambiente de amistad y de familia. Que la experiencia que se viva pueda hacer que digan: «qué
bien se está aquí».
Especialmente con los equipos más jóvenes, es natural que el responsable tenga que ayudar más a
lo largo de todo el encuentro: invitar a participar en la reflexión evangélica, guiándola él mismo
con buenas aportaciones y recalcando lo mejor de las aportaciones de los miembros; enseñar a
hacer la oración espontánea con fervor y fe; proponer buenos casos de vida para que los
miembros se vayan entrenando para distinguir cuáles son los más enriquecedores (evitar los
típicos que alimentan curiosidad o morbo); estimular con aportaciones profundas y entusiastas en
la parte de la revisión de vida: «ver, juzgar y actuar»; animar a ponerse actuares y apostolados
realistas y a la vez que desafíen su vida cristiana; etc. Hay unos videos tutoriales, que ilumina esta
labor en www.missionkits.org
En caso de que el responsable de equipo falte, puede delegar a otro miembro para que modere el
encuentro.
El secretario debe ser una persona formal y que siempre colabore con el responsable.
Es provechoso y recomendable para el responsable y también para su equipo, que al final del
encuentro pueda poner en las manos de Cristo Eucaristía las vidas de cada uno de los miembros
del equipo y los frutos del encuentro. Ahí, puede aprovechar para hablar con Él sobre lo más
relevante del encuentro y algunos posibles propósitos.
Si hay posibilidad, el secretario puede enviar a los miembros del equipo un mensaje vía
electrónica, con los acuerdos del equipo y su actuar para la semana. Esto ayudará mucho a los
miembros que no asistieron al encuentro.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Sesión 5.
Tema: 2.1. Los principios de acción del Regnum Christi.
Esquema:
Notas
1. Lo ideal sería dedicar dos unidades de una hora para esta conferencia recordando que la parte
dinámica es fundamental y que debe extenderse lo que sea necesario.
2. La persona que imparte esta conferencia requiere de tiempo suficiente para preparar estos
contenidos con sus dinámicas correspondientes.
3. En los subsidios de este seminario se dan algunas sugerencias para las dinámicas y para reforzar
visualmente la exposición de contenidos, así como un examen, etc.
4. Las siguientes dinámicas son sugerencias que pueden aplicarse de diversa forma, antes, durante
o después de la exposición de contenidos. Deben provocar en los formadores el deseo de cotejar
su vida apostólica con lo que se expone, así como la asimilación práctica:
Eje temático:
Objetivos:
Cognoscitivos: Que conozcan y comprendan para poder aplicar los 7 principios de acción del
Regnum Christi
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
De habilidades: Que puedan identificar las situaciones concretas en las cuales se deben aplicar los
principios de acción.
Vocabulario básico:
▪ Método: Modo de decir o hacer con orden una cosa (Metodología: la ciencia del método)
▪ Eficacia: Fuerza y poder para obrar.
▪ Eficiencia: Virtud y facultad para lograr un efecto determinado.
▪ Criterio: Norma para conocer la verdad. Discernimiento.
▪ Principio: Fundamento.
Contenidos:
Introducción
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
7. Estos principios se tienen que aplicar en todas las secciones y obras del Movimiento.
8. El formador tiene que tenerlos como su manera de actuar, un hábito, su forma de ser
apóstol. La aplicación de los principios implica un esfuerzo para vencer la tendencia a lo
más cómodo o a lo más llamativo. Implica estar siempre abierto a más, a tomar un paso
más en la misión. Cada formador y cada grupo de formadores deberían examinarse de vez
en cuando para ver como están aplicando estos principios y en que podrían mejorar su
aplicación.
«Los principios de acción del Regnum Christi son los de eficacia, de persona a persona, de vértice a
base, vida de equipo, exigencia y convicción, “hacer hacer”, flexibilidad y formación integral»
(Manual del miembro de Regnum Christi, tercera parte, capítulo II: Principios de acción del
Movimiento Regnum Christi, n. 325).
Principio de eficacia
25 Para preparar bien este apartado se debe leer el capítulo correspondiente en el Manual del Miembro Regnum Christi
(capítulo segundo de la tercera parte). Para elaborar este apartado hemos usado también el curso del CEFID sobre el
Manual del Regnum Christi.
26 Cf. Juan Pablo II, Novo millennio ineunte, n. 38
27 Cf. Mc 9, 29
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
5. Es muy importante retroalimentarse del concepto que los formadores o miembros tienen
de estos criterios. Saber realmente qué piensan cuando se habla de «gran alcance»,
«profundidad», «oportunidad», «sobrenaturalidad». Para asegurar un concepto acertado
es imprescindible ponerles ejemplos para cada criterio. Para el «alcance» hablarles por
ejemplo del trabajo que se está realizando con los seminarios Mater Ecclesiæ, donde se
está formando a los futuros rectores de seminarios y obispos, es decir a quienes van a
formar a los futuros párrocos. Con este apostolado se quiere apoyar la formación de toda
la iglesia universal. Para el criterio de profundidad hablar del cambio cultural que se quiere
hacer a través de nuestros centros educativos o de nuestros centros de transformación de
la cultura (universidades eclesiásticas y civiles, publicaciones, etc.). Para el criterio de
oportunidad se habla por ejemplo de los evangelizadores, como una respuesta eficaz a un
problema actual de la iglesia ante la falta de sacerdotes. Respecto al último criterio de
«sobrenaturalidad» es importante que distingan entre la intención espiritual y apostólica
que embarga todas nuestras obras, de la presentación externa de algunas de ellas que,
precisamente por el criterio de eficacia, no se muestran explícitamente como católicas, o
incluso espirituales.
6. El formador debe valorar él mismo si los medios que pretende usar para su acción
apostólica son los más eficaces, si lo que le mueve realmente es el deseo de extender el
Reino de Cristo o si, en cambio, es una simple pose esnobista (probar cosas nuevas solo
por el gusto de probar), tecnologista (usar tecnología sólo por el gusto de usarla),
consumista (gastar por gastar, no por evangelizar) o, en el lado contrario, una mala
entendida austeridad («no hay que gastar para nada») o humildad («no se nos tiene que
notar»). Es cierto que hay que ser prudentes y modestos, pero no en detrimento de un
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
verdadero celo apostólico y un espíritu magnánimo, que quiere lo mejor para la Iglesia y
para el bien de los hombres.
7. «La eficacia exige también unidad en la acción, de manera que ésta sea constructiva y más
incisiva apostólicamente. Aun siendo necesario diversificar los apostolados, esto no obsta
para la unidad y la integración de los esfuerzos. Esto se logra sobre todo mediante la
aplicación de las consignas recibidas, la coordinación de los trabajos y la fidelidad a la
metodología apostólica como parte del carisma propio. Y todo ello sustentado en la unión
de corazones por el amor a Cristo, a la Iglesia y a las almas» (MMRC 3ª parte, Cap. 2:
Principio de eficacia). Los formadores son los primeros que piensan en clave de unidad, los
primeros que se abren a todas las necesidades de su localidad, más allá de sus secciones.
Son los primeros en organizar eventos, en promover actividades siempre en clave de
cuerpo: «todos promovemos todo»; «no organizamos nada sin tener en cuenta a los
demás».
8. «El Regnum Christi, para poder desarrollarse con agilidad, profundidad y eficacia, requiere
la ayuda de personas cualificadas y formadas para que ellas, a su vez, convoquen, formen,
orienten y motiven a los demás miembros. Estas personas reciben el nombre de
formadores y constituyen un apoyo esencial e imprescindible para los directores del
Movimiento. Los formadores, además, garantizan la aplicación de un principio clave de la
metodología del Regnum Christi, de la que se hablará más adelante: la atención
personalizada de todos los miembros» (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de eficacia).
1. «El Movimiento, para llegar a todos los hombres, escoge como método apostólico la formación
de laicos que transformen su medio ambiente y que sean ellos mismos evangelizadores de los
demás. Se busca de este modo que cada uno irradie la luz del Evangelio28 en su ambiente natural:
los padres de familia en el hogar, el médico en el hospital, el maestro en la escuela, el joven
estudiante en la universidad, el obrero en la fábrica, el empresario en la empresa, el comerciante
en su negocio» (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de eficacia). Existen todavía sociedades donde se
deja todavía mucho esta función en la figura del sacerdote a quien se le quiere poner, en solitario,
en el vértice de la evangelización. Esto debe terminar de cambiar, es lo que la Iglesia necesita y
está pidiendo: que el laico participe en la evangelización. Al sacerdote le corresponde
principalmente la atención sacramental y la guía de almas. Frecuentemente no pueden atender
esto último. En el Movimiento los formadores deben asumir toda la parte directiva y buena parte
de la predicación y de la atención personalizada de los miembros. Los formadores, con clara
conciencia de su misión y su liderazgo, deben tomar las riendas de la evangelización. Se deben
saber en el vértice de una pirámide de salvación, y no pueden renunciar a esta misión de modo
inconsciente.
2. «El Evangelio nos muestra que Cristo usó un método parecido. Aunque habló a las multitudes y
se compadeció de ellas29, escogió a doce apóstoles30 y a un grupo de discípulos que luego se
28 Cf. Mt 5, 14-15
29 Cf. Mc 6, 34
30 Cf. Lc 6, 13
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
convirtieron en formadores y guías de los demás. San Pablo, por su parte, urgido por el amor31 y
por la misión que el Señor le confió, fue formando dirigentes y ordenando presbíteros32 que
dejaba al frente de las nuevas comunidades cristianas, para irse a anunciar la Buena Nueva a otros
lugares. De este modo, el Movimiento busca también un efecto multiplicador y de eficacia,
siguiendo el ejemplo de Cristo y de los primeros cristianos» (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de
eficacia).
3. «También hoy la Iglesia necesita líderes católicos; es decir, hombres motivados, formados y
capaces de ejercer un influjo positivo en cada sector de la vida social por el testimonio de su vida,
por su palabra y por su caridad evangélica. En este sentido, y en virtud de la fuerza de su propio
bautismo, todo cristiano puede y debe convertirse en un líder, dentro de su ambiente» (MMRC 3ª
parte, Cap. 2: Principio de eficacia).
4. Los formadores deben ser expertos en detectar los talentos de las personas y ayudarles a
potenciarlos. Hay muchos tipos de liderazgo, unos más llamativos que otros, pero todos son
importantes para la revangelización de la sociedad. Al que puede tener una profunda vida interior
se le debe encomendar la gran misión intercesora. Al que puede arrastrar a la juventud con su
deporte o música hay que hacerle consciente de su responsabilidad y sugerirle los medios para
encauzarla. Al que puede organizar hay que ofrecerle grandes proyectos y retos. Al que puede
hablar y convencer que participe exponiendo temas u organizando actividades de integración. Al
que puede escribir hay que ofrecerle conceptos y cauces de difusión. Al que puede guiar
sabiamente hay que sentarlo a dar dirección espiritual… Y deben entender que han de crear una
cadena que llegue a todos: el que da dirección espiritual debe encontrar a su vez, entre sus
dirigidos, futuros directores de almas, y así sucesivamente.
1. «El Evangelio habla de encuentros personales, únicos, irrepetibles con Cristo. Habla de una
verdadera comunicación de tú a tú con el Señor. Jesús sabe hablar y atender a las
multitudes, pero al mismo tiempo busca siempre el corazón de cada hombre y de cada
mujer»33 (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de persona a persona).
2. «Por lo demás, la fe es un acontecimiento que toca lo más íntimo de cada persona. La
respuesta del hombre a la redención y al llamado de Cristo sólo puede brotar de lo más
profundo de su ser; ahí donde se expresa su originalidad intransferible y su capacidad para
percibir y acoger la mirada amorosa del Maestro»34 (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de
persona a persona).
3. El hombre es responsable de sus actos ante Dios, pero es libre de elegir su camino, por lo
que tiene que haber primero un convencimiento personal por Jesucristo, para después
seguirle. La transformación del hombre es muy difícil y, muy lenta para llegar a hacer una
opción libre y decir: «Yo, me pida lo que me pida, haya lo que haya que hacer, yo sigo a
Cristo».
31 Cf. 2 Co, 5, 14
32 Cf. Hch 14, 23
33 Cf. Card. Franc Rodé, C.M., Homilía para las ordenaciones sacerdotales, 23 de diciembre de 2006
34 Cf. Mc 10, 21
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
4. De ahí que si queremos extender el Reino de Cristo tenemos que convencer a una persona
para que ella haga una opción personal por Dios. ¿Cómo voy a lograr evangelizar o a
comprometer a una persona si no está de por medio mi trato personal con ella, si no soy
yo el que le estoy hablando, motivando, diciendo, abriendo los ojos, sugiriendo, etc.?
a) Es inútil toda campaña de crecimiento que se haga en una sección o apostolado si
no se incluye en esta la atención personalizada: animadores que estarán al tanto de
las personas invitadas al evento, medios para recabar los datos de los asistentes y
así poder contactarlos personalmente, etc.
b) Es básico que una persona que tiene interés por acercarse al Movimiento tenga un
punto de referencia concreto, alguien a quien dirigirse. No hay que marearlas, que
sea uno el contacto principal que lo vaya acercando al Movimiento. Y si hay varios
contactos, que al menos se pongan de acuerdo para no agobiarla.
c) Obviamente cada uno tiene su ritmo. Por eso es fundamental conocer a la persona y
acoplarse a su ritmo. Aquí entran de lleno los pasos para lograr la plenitud
vocacional de las personas: de la simpatía a la amistad, de ésta al conocimiento, de
éste al convencimiento, y de éste a la entrega.
7. Para el Movimiento «es importante, finalmente, que los trabajos organizativos y las
estructuras institucionales no sofoquen la atención, la cordialidad y el espíritu de familia
en las relaciones interpersonales» (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de persona a
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
36 Cf. Ap 3, 15-16
37 Mt 16, 24
38 Cf. Mt 7, 14
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
mucho más. Es tomar como propia la misión del Movimiento, es colaborar en primera
persona, ser protagonista del plan de Dios. Y esto mismo, él debe saber infundirlo en otros
miembros, posibles formadores.
6. Es obvio que no se puede pedir exigencia en el Movimiento, a quien no la tiene en otros
aspectos de su vida. Hay que huir de los falsos entusiasmos. Se podrán entusiasmar con la
belleza del Movimiento, con su ambiente, con una propuesta que un director le pueda
hacer (y querer quedar bien con él…). Pero si no hay exigencia de base, si no hay una
personalidad madura y curtida en el sufrimiento y la responsabilidad, los entusiasmos
pasajeros se convierten en fracasos seguros. No olviden esto los formadores, para ellos y
para sus futuros prospectos.
3. «El Movimiento cifra en este principio gran parte de su eficacia, el cual le permite
multiplicar su alcance apostólico al involucrar a todos los miembros, cada uno asumiendo
la responsabilidad que le atañe, y sumando su esfuerzo al de los demás de manera
coordinada y organizada para hacerlo converger en la misión única y unánime de extender
el Reino de Cristo y servir a la Iglesia» (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de hacer hacer).
4. Los formadores deben aprender el arte del «hacer hacer» y hacer que otros lo aprendan:
a) Eviten quedarse en uno sólo de los aspectos que señala el número 312. Darían muy
mal ejemplo si delegan mucho y no hacen nada, o si no dejaran trabajar a los demás
queriendo hacer todo ellos:
i. Hacer: Dar el primer paso. La misión tiene que cumplirse en primera persona.
Al inicio, quien funda debe serlo todo, director, administrador, director
espiritual. Hay que hacer y hay mucho que hacer. No se puede esperar a que
otros comiencen.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
ii. Hacer hacer: Asociar otras personas generosas a lo que estás haciendo.
Aprovechar toda oportunidad para formarlas y capacitarlas. Mientras ellas sean
cada vez más eficaces tu labor se va multiplicando. Todo formador se convierte
en formador de otros formadores.
iii. Dejar hacer: Soltar las cosas en manos de estas personas mistificadas y
capacitadas. Ellos se hacen protagonistas de lo que tú hacías y ahora puedes
dedicarte a hacer otra cosa por la Iglesia.
b) No olviden que el delegar una responsabilidad implica saber acompañar con
confianza y dando espacio. Muchos errores se podían evitar si se tiene en cuenta
esto. Acompañar no es contrario a saber confiar en el trabajo de los demás, no lo
olvidemos.
c) Evitar el no delegar por miedo a que las cosas no salgan bien. Es lógico que quizá
muchas cosas las podemos hacer mejor que otros, por la mayor formación que
tenemos. Pero es más importante enseñar a otros que buscar el perfeccionismo en
todo. Hay que dejar que aprendan de los propios errores. Si uno se puede adelantar y
evitarlos mejor, pero no a costa de suplantar el trabajo y la potenciación de los
demás.
Principio de flexibilidad:
1. «El amor es fuente inagotable de iniciativa y creatividad. Por ello, y para responder de modo
más eficaz a los nuevos retos que plantea la natural evolución del mundo y de las sociedades, el
Regnum Christi aplica como parte de su metodología el principio de flexibilidad, por el que procura
renovar, adaptar y perfeccionar continuamente sus apostolados. Si bien no cambia su finalidad
esencial, ni los principios básicos de su metodología de apostolado, la actualización continua
constituye para el Movimiento un elemento vital, siguiendo el paso de la Iglesia, de manera que
también su acción apostólica se caracterice por la novedad de su ardor, de sus métodos y de sus
expresiones39, adaptándose a las circunstancias de tiempos y lugares» (MMRC 3ª parte, Cap. 2:
Principio de flexibilidad).
2. «En virtud de este mismo principio, el Movimiento Regnum Christi procura acoger con plena
docilidad y apertura las consignas y encomiendas de los Pastores en cada Iglesia particular,
además de mantener una disposición habitual de colaboración con otros carismas y metodologías
de apostolado presentes en la Iglesia» (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de flexibilidad).
3. Los formadores deben asumir como propia esta forma de actuar y, en definitiva, de ser. Existe el
peligro de confundir celo apostólico con rigidez en la forma de pensar y actuar, de confundir
fidelidad a la metodología con un excesivo mecanicismo a la hora de implantarla. Prevalece por
encima de todo el bien mayor de las almas y de la Iglesia. A ello debemos someter toda nuestra
forma de actuar y de hacer apostolado. A veces, incluso, será necesario ceder, aparentemente, en
alguno de los principios de la metodología si así lo exige el bien mayor de las almas y de la iglesia.
39 Cf. Juan Pablo II, Discurso a los Obispos del CELAM, 9 de marzo de 1983
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Y decimos que aparentemente porque, al final, estar al servicio de la iglesia y de las almas, aún en
pequeños apostolados y acciones sin aparente trascendencia, es lo más eficaz.
1. «Para poder brindar un servicio eficaz a la Iglesia, el Movimiento Regnum Christi es consciente
de que debe contar con miembros bien formados, motivados y capacitados para afrontar los
grandes retos del apostolado en el mundo actual. Se trata de una exigencia insoslayable, pues la
formación no se suple con nada» (MMRC 3ª parte, Cap. 2: Principio de formación integral).
2. «La formación que el Movimiento ofrece a sus miembros pretende ser lo más integral posible,
abarcando la formación espiritual, intelectual, humana y apostólica. Todo ello considerando la
necesidad de formar al hombre en todas sus dimensiones para que Dios pueda forjar de él un
verdadero apóstol. La formación en el Regnum Christi es una formación para la misión» (MMRC 3ª
parte, Cap. 2: Principio de formación integral).40
No olvides: «Hoy es más necesaria que nunca una proclamación confiada del Evangelio que,
desechando todos los miedos paralizantes, anuncie con profundidad intelectual y con intrepidez la
verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre el mundo» (Juan Pablo II, Discurso a los Legionarios de
Cristo y a los miembros del movimiento Regnum Christi)
40Con el seminario de psicología pastoral y de liderazgo los formadores tendrán la oportunidad de formarse más
ampliamente para la misión encomendada. Abrirles el apetito para que los deseen tomar.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Sesión 6.
Tema: 2.2. Proyectar, programar, evaluar e informar.
ESQUEMA:
▪ Notas con sugerencias para las dinámicas
▪ Objetivos y vocabulario básico
▪ Contenidos:
➢ Introducción
➢ Saber proyectar
➢ Saber programar
➢ Saber evaluar
➢ Saber informar
NOTAS
▪ Lo ideal sería dedicar dos unidades de una hora para esta conferencia recordando que las
dinámicas son fundamentales para la asimilación del tema teórico. El objetivo principal es
que se apliquen los principios. La persona que imparte esta conferencia requiere tiempo
para preparar y adaptar al auditorio las dinámicas correspondientes.
▪ En los subsidios de este seminario se dan algunas sugerencias para las dinámicas o para
reforzar visualmente la exposición de contenidos, así como un examen. Se propone
también ver algún video sobre un proyecto apostólico exitoso.
▪ Las siguientes dinámicas son sugerencias que pueden aplicarse de diversa forma, antes,
durante o después de la exposición de contenidos. Deben provocar en los formadores el
deseo de cotejar su vida apostólica con lo que se expone, así como la asimilación práctica:
1. Ejercicio de proyección y programación: Se ponen 6 casos en una urna, cada
equipo escoge uno de los casos. Tiene 45 minutos para armar el esqueleto de un
proyecto/programa para el caso. Luego los casos se exponen.
2. Hacer un debate o mesa redonda con las preguntas que se proponen en los
subsidios para esta conferencia.
3. Búsqueda histórica: Los equipos tienen un tiempo limitado para hacer una lista de
eventos históricos que manifiestan como una buena proyección y programación
aportó frutos en contraste con una mala experiencia en que la improvisación
afectó los resultados que se esperaban.
4. Exposición de casos. Se exponen a los formadores casos de la historia del Regnum
Christi donde se fue logrando la organización y la proyección de algún apostolado
o aspecto de formación.
5. Un socio-drama que ejemplifica la diferencia entre un apostolado proyectado y
programado y un apostolado «espontáneo». O el caos que supone la falta de
información o la información que llega errónea.
6. Preparar una plática breve sobre el tema: «Proyectar un apostolado eslo más
inteligente e importante que hay que hacer»
7. Se invita a un empresario o académico para exponer la importancia de la
proyección y programación en las dimensiones sociales, económicas, políticas o
deportivas. O la importancia de la comunicación dentro de una empresa.
8. Se presentan varios proyectos con fallos en su realización para que los formadores
los detecten.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
OBJETIVOS:
Cognoscitivos: Que conozcan, comprendan y puedan definir y aplicar los conceptos de proyección
y programación, de evaluación y reporte.
VOCABULARIO:
▪ Proyectar: Lanzar hacia adelante. Idear, disponer o proponer algo.
▪ Programar: Idear y ordenar las acciones necesarias para realizar un proyecto.
▪ Evaluar: Determinar el valor de algo material o inmaterial (determino el valor de mi
trabajo apostólico). Medir los resultados obtenidos, cuantitativa y cualitativamente.
▪ Informar: Exposición que se hace sobre el estado de una cosa (expongo el estado de
mi equipo, apostolado, etc.)
▪ Equipo: El equipo es un conjunto de miembros unidos para ayudarse en la
santificación y la perseverancia, la formación y el trabajo apostólico
▪ ICAFE: Son los iniciales que se utilizan para las cinco áreas de vida de una sección que
son Integración, Crecimiento, Apostolado, Formación, Economía.
▪ Improvisación: hacer una cosa de pronto, sin estudio o preparación alguna.
▪ Pusilánime: Cobarde
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
CONTENIDOS
Introducción
1. El formador del Regnum Christi siente la necesidad de hacer las cosas de la manera más eficaz
posible. En gran parte porque quiere dar a Dios lo mejor, además siente la inquietud de
ofrecer a la Iglesia frutos concretos en el campo del apostolado. Por eso le viene, cada vez
más hondamente, la urgencia de organizar su tiempo y sus recursos para ponerlos al servicio
de Cristo en el apostolado.
2. Por otro lado quiere asegurar que todos los aspectos de su vida tengan una armonía y un
equilibrio (familia, estudio, vida espiritual, vida apostólica, descanso). Para que se logre la
inclusión del trabajo apostólico en la propia vida, se requiere que los talentos recibidos de
parte de Dios se organicen de la manera más armoniosamente posible.
3. La idea de proyectar y programar en los diversos aspectos de la vida del Movimiento tiene
cuatro raíces:
a. La convicción de que el tiempo es un talento que se tiene que utilizar de la manera
más eficaz.
b. La certeza de que la proyección y la programación es la manera más inteligente de
hacer las cosas y que está opuesta a la improvisación.
c. El deseo de responder a las ingentes necesidades del mundo y de la Iglesia de
manera progresiva y ordenada.
d. La observación de cómo las fuerzas del mal parecen utilizar, con gran habilidad, todos
los recursos para difundir sus perversas doctrinas y estilos de vida.
4. Este deseo de usar los mejores medios viene condicionado por el espíritu del Movimiento.
Para el Regnum Christi al hablar de proyectar o programar, de evaluar o informar, hay que
tener presente que todo se hace de cara a Dios y al plan que Él tiene para el Movimiento y
para sus miembros. Por eso siempre estará presente el criterio de la voluntad de Dios, del
querer de Dios. Toda proyección y toda programación se harán dentro de un contexto de
oración y de obediencia a los directores que son uno de los medios por los cuales se
manifiesta la voluntad de Dios para nosotros. Y debe estar presente el criterio de la caridad,
especialmente a la hora de evaluar e informar sobre el trabajo de otras personas.
5. En el Movimiento la idea de proyección y programación permea todos los aspectos de la
vida. Cada uno tiene que conocerse de tal manera que pueda poner en un plan de vida o
programa de vida cuáles son las metas espirituales, apostólicas y humanas que quiere
alcanzar. La vida no puede improvisarse, es demasiado importante para dejar a la deriva de las
circunstancias. Desde la dirección general del Movimiento hasta cada sección y cada
apostolado se busca que tengan una visión, una proyección de lo que Dios quiere hacer por
medio de su compromiso. Es algo muy propio del Regnum Christi esta manera exigente de
pensar en una respuesta seria a su vocación de extender el Reino de Cristo.
6. Se puede decir que la diferencia entre proyectar y programar está en que la primera tiene
una dimensión de partida y por ello, más general y menos definida, mientras que la
programación es una concreción del proyecto para un tiempo más limitado y de forma más
detallada. Tener un proyecto de vida es saber lo que quiero hacer de forma general y a largo
plazo con ella, tener un programa de vida es ponerme ya los objetivos y los medios concretos y
el calendario para alcanzarlos.
7. La evaluación se dirige más bien hacia el auto análisis de algo realizado o dirigido. La
información es la transmisión de ese análisis a aquellos que por cargo tienen el deber de
conocer esos datos.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Saber proyectar
1. Proyectar, como dice la etimología, es lanzar hacia delante, en este caso la mente. Tener visión
de futuro. No vivir el presente sin saber para qué estoy haciendo lo que estoy haciendo. Esto
requiere una formación humana y una psiquis adecuada. La falta de visión, de un proyecto en
la vida, puede ser fruto de una disfunción. La incapacidad para proyectar personas, equipos de
trabajo, obras, es una carencia seria que se debe subsanar si se quiere triunfar con la propia
vida y si se quiere realmente ayudar a los demás.
2. Efectivamente, lo primero es proyectar la propia vida. Si uno no sabe, aunque sea de forma
general, lo que quiere con su vida, es difícil que tenga la motivación y las herramientas para
lograr una vida plena. Un formador debe tener ya definido su proyecto de vida. Los titubeos
de la adolescencia se deben disipar y debe haber, gracias también al director espiritual, un
rumbo a tomar. Se necesita tiempo para ir perfilando el proyecto de la propia vida: qué tipo de
persona y de cristiano quiero ser, qué metas de estudios y profesionales quiero alcanzar, qué
tipo de familia quiero formar… Es difícil que un formador pueda ayudar realmente a los
demás si él primero no tiene claro el rumbo que quiere dar a su vida, si no tiene perfilado un
proyecto a largo plazo.
3. El formador debe estar capacitado también para ayudar a otros a proyectarse en la vida. Dios
le encomienda almas con unos determinados talentos, con una determinada vocación. El
formador consciente de su misión no se conforma con «ayudar» puntualmente, con «formar»
lo que se pueda de la persona. El formador descubre cualidades, hace consciente a la persona
de éstas, ayuda a potenciarlas (formación, apostolados adecuados…), encauza inquietudes,
motiva a grandes decisiones y entregas. No debe olvidar que quizá él será el que mejor
conozca a las personas que le encomiendan. No debe esperar a que un sacerdote o
consagrado entusiasme y lance a esas personas.
a. Cuando se le asigna un equipo lo primero que debe hacer es preguntar a Dios y a los
directores qué proyecto hay para los miembros y para el equipo como tal. Hay que
entender muy bien la misión completa y a largo plazo que se me encomienda como
responsable. Es cierto que Dios va hablando poco a poco, pero tenemos la certeza de
que Él tiene muy claro lo que quiere de una persona o de un equipo. Hay que
preguntarle y dejarnos guiar del Espíritu Santo. Lo mismo si nos asignan una
coordinación o cualquier otra responsabilidad dentro de la sección.
b. Debe hacer de todos el proyecto. No es «su» proyecto para el equipo, es el proyecto
del equipo. Por eso debe escuchar, debe saber cuál es el interés formativo y apostólico
de los miembros, lograr que sea un proyecto común, de todos y cada uno. Nadie se
debe quedar al margen. Suelen encontrarse equipos donde son pocos los que están
«tirando» de los demás. Hay que intentar que todos tiren de todos (teniendo en
cuenta que siempre habrá algunos más líderes), y que todos participen en primera
persona en el proyecto del equipo.
62
¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
c. Debe ser un proyecto integral, global. No conforman un equipo sólo para formarse, o
sólo para sacar adelante un apostolado. Están en equipo para santificarse, para crecer
como personas, para tener un ambiente y formación adecuados a sus inquietudes,
para sacar adelante un apostolado proporcional a sus posibilidades. Los equipos
fracasan cuando falta alguna de estas dimensiones. Podrán ser eficaces en un
apostolado, podrán juntarse para una charla, o para una cena, pero eso no es un
equipo del Movimiento.
5. También, cómo no, el formador debe estar capacitado para proyectar obras y actividades
apostólicas conforme a la metodología específica de la que ya hemos hablado. Éste es el ideal
que el Movimiento espera: formadores con iniciativa, visión ante los retos y necesidades de la
Iglesia y la sociedad, creativos, emprendedores y perseverantes en su empeño.
a. Es necesario un conocimiento real del Movimiento (de su misión y su metodología
apostólica) y de la Iglesia y la sociedad. Sin este conocimiento previo, cualquier
iniciativa puede nacer truncada.
b. Toda iniciativa debe estar bendecida por Dios, es decir, contar con la aprobación de
los directores del Movimiento. Eso no quita que los formadores, a título personal,
puedan llevar adelante iniciativas propias, paralelas a su trabajo en el Movimiento.
Aún en estos casos, si hay integración personal, se buscaría consultar al propio
director espiritual, quien siempre aconsejará lo mejor para la persona y para el bien de
la Iglesia y la sociedad, más allá del mismo crecimiento del Movimiento y de sus obras.
c. Dentro del Movimiento, toda actividad u obra debe tener en cuenta e insertarse en
el cuerpo entero del Regnum Christi. Muchas veces se desperdician esfuerzos y
materiales porque no se tiene en cuenta lo que ya existe en otras ciudades o países.
Antes de llevar a delante una actividad o un proyecto, el formador se debe preguntar
si ya hay algo semejante, de lo que me puedo beneficiar, en otro lugar. Y si se lanza
algo novedoso, se debe pensar en poder ofrecerlo nacional e internacionalmente, si
los directores lo ven oportuno.
Saber programar
2. Veamos algunas preguntas que deben anteceder y llevarnos a una buena programación:
a. Analizar en dónde estamos ahora; dónde está ahora nuestro apostolado de cara a sus
metas; dónde está nuestro equipo de cara a sus objetivos; dónde está la coordinación
de cara al programa de la sección.
b. Analizar en dónde queremos estar al final del año, dónde quiere Dios que estemos.
Qué es lo Dios quiere de nuestro equipo, apostolado, área de trabajo para este año.
c. Cuáles son las fortalezas, las oportunidades, las debilidades, y las amenazas que
podamos observar en este momento (análisis FODA)
d. Qué objetivos nos tenemos que marcar en concreto para salir de donde estamos y
llegar adonde queremos, considerando el análisis FODA que hemos hecho.
63
¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
e. Qué pasos tenemos que dar. En qué orden tenemos que darlos (objetivos
particulares).
f. Qué medios vamos a usar. Qué personas se encargan de cada medio.
g. Qué fechas nos hemos de poner para alcanzar los objetivos particulares.
3. Al final del proceso deberíamos tener por escrito un programa (qué es lo que vamos a hacer),
una guía (cómo lo vamos a hacer) y un calendario (cuándo lo vamos a hacer).
4. Para realizar un programa dentro del Movimiento hay que tener en cuenta:
a. Primero los objetivos y actividades marcadas por la dirección general del Movimiento.
b. Luego las marcadas por la dirección territorial y, a continuación, las de la
coordinación local.
c. Después se insertan los objetivos y las actividades propias para toda la sección o
apostolado.
d. Finalmente se programan, teniendo en cuenta todo lo demás, los objetivos
específicos y las actividades concretas para el equipo del Movimiento o para el
equipo de trabajo dentro de una coordinación o de un apostolado.
e. En definitiva: un responsable de equipo no puede realizar el programa anual para su
equipo sin tener en cuenta el programa de la sección; lo mismo un responsable de
apostolado o de coordinación. Un director o un asistente de sección no puede
elaborar el programa de su sección sin tener en cuenta el programa territorial, etc.
5. El programa no puede ser el trabajo de una persona. No se trata de que el asistente de una
sección se encierre unos días a sacar un programa. Ni un responsable de equipo o de
apostolado a pensar lo que hará con el equipo o el apostolado. Se tiene que tener en cuenta a
todos, hacerles participar. Un asistente de sección hará su programa con la conjunción de los
programas de sus coordinadores de área y de sus responsables de grupo y de apostolados.
6. Para que sea eficaz debe hacerse a tiempo. Es triste ver cómo hay secciones, equipos o
apostolados que empiezan su andadura al inicio de curso y todavía no tienen ni definido lo
fundamental del programa. Se tiene que realizar antes de que acabe el curso anterior y se
podrá perfilar justo antes de que comience el curso. No olvidemos que estos programas se
insertan en otros programas personales, profesionales, familiares de los miembros. Nosotros
mismos hemos de ser profesionales y tener los programas a tiempo para poder ofrecer un
ejemplo y guía a cada uno de los miembros, para que así ellos puedan trazar y cumplir sus
programas.
a. Completo en sus objetivos, sin ser extenso. Existe el peligro de focalizarse demasiado
en una determinada área de trabajo («este año nos dedicaremos a crecer…»; «este
año nos concentraremos en la imagen de la obra…»). Si bien puede haber prioridades,
el programa debe comprender las áreas fundamentales en la vida de una sección, de
un equipo, de un apostolado. ¿De qué sirve dedicarnos a aumentar números en una
sección si sus miembros no crecen en el amor a Cristo? ¿De qué sirve la imagen de un
apostolado si está a punto de caer en bancarrota? Y existe el peligro de hacer un
64
¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
programa interminable, lo que acaba siendo inaplicable. «Quien mucho abarca poco
aprieta».
b. Ambicioso en sus objetivos, sin dejar de ser realista. La experiencia y la dependencia
de los directores son las mejores armas para realizar un programa ambicioso pero que
no caiga en idealismos. Tan peligro es para un equipo de personas el que se les pida
demasiado como el que se les pida demasiado poco.
c. Concreto en su formulación, pero sencillo. Algunos piensan que ser concreto significa
bajar tan al detalle que los programas acaban siendo ilegibles (volúmenes inútiles…). Y
algunos piensan que ser sencillo significa quedarse en generalidades. Lo mejor es no
salirse del esquema básico, pero alcanzarlo todo: qué, cómo, quién y cuándo.
Saber evaluar
1. La idea de evaluar tiene su raíz en el principio de eficacia y es una prolongación del concepto
de programación. Ayuda a verificar si se está en camino establecido. Es consultar de nuevo la
ruta prevista para verificar como se está llegando a la meta.
2. Frutos de la evaluación:
a. Mayor seguridad en la ruta establecida (por ejemplo, nos damos cuenta que
efectivamente se están llevando más personas, mejor formadas a las misiones).
b. Proponer cambios en las actividades al constatar la ineficacia de las actuales o al
descubrir nuevas potencialidades.
c. Adelantar o darse prisa en el cumplimiento del programa. Mayor exigencia.
d. Acumulación de experiencia y conocimiento sobre la labor apostólica entre manos.
Hacerse experto.
3. Diferentes evaluaciones:
a. Cada uno se evalúa delante de Dios en el examen de conciencia de cada día. Sin duda
ésta es la evaluación más importante, porque a la luz del Espíritu Santo es donde se
descubre la verdad de uno mismo y de su labor apostólica.
b. Es también importante la evaluación que se puede hacer con el director espiritual
porque es ahí donde se analizan las disposiciones de base, las verdaderas intenciones,
el estado de ánimo y la disposición para seguir adelante, etc.
c. Cada equipo se tiene que evaluar periódicamente de cara al cumplimiento de su
programa.
d. Los grupos se evalúan en las reuniones mensuales entre los responsables de grupo
(con o sin el asistente o el director de sección) y los responsables de equipo.
Igualmente los coordinadores de ICAFE se evalúan en reuniones mensuales.
e. Las secciones se evalúan en las reuniones periódicas del equipo directivo de la sección
y de la localidad.
f. Los apostolados se evalúan en las reuniones previstas del apostolado; pero también
los directores de algunos apostolados asisten a las reuniones periódicas con el equipo
directivo de las secciones.
g. Se deberían tener evaluaciones después de eventos importantes (cursillos,
convenciones, misiones, etc.) para determinar si se cumplieron los objetivos, para
aprender para el futuro y para dejar constancia escrita de esa experiencia que podrá
servir para futuras ocasiones.
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Saber informar
1. Los informes ayudan a toda organización a tener la visión global. Complementan la visión, los
procesos, los sistemas y la cultura y apoyan la toma de decisiones; sin embargo, es necesario
recordar que un reporte no sustituye la comunicación personal y frecuente que un director
debe tener con los miembros de su equipo.
2. Frutos de los informes o reportes:
a. Ayudan a autoevaluarte.
b. Proporcionan información necesaria para la toma de decisiones.
c. Ayudan a la visión global de la institución y permiten comparar los avances a través del
análisis de resultados.
d. La información histórica nos permite medir el impacto en la evangelización para
extender el Reino de Cristo.
e. Los sistemas institucionales permiten concentrar la información y agilizar la
comunicación entre las diferentes instancias, favoreciendo la visión global del
Movimiento.
3. Diferentes informes:
a. Cada director de sección decidirá qué información requiere medir de acuerdo a sus
necesidades y contexto cultural (número de miembros, formadores…).
b. A través de los sistemas institucionales el director de sección, el responsable de grupo
y el responsable de equipo pueden medir otras variables importantes para su
operación.
4. Cualidades de un buen informe:
a. Completo y sintético, de preferencia con una valoración cualitativa (además de
cuantitativa)
b. Objetivo, positivo y constructivo.
c. Esquemático y claro: respetar los formatos establecidos y redactar sin complicaciones
lo que hay que decir.
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3. No es parte de la planeación.
a) Los objetivos específicos y medios para lograrlos.
b) Los responsables de aplicar los medios, los recursos necesarios y la evaluación de los
medios.
c) Los logros o frutos que se logran.
d) El calendario para definir los tiempos en la realización del plan trazado.
4. ¿Cuáles de las siguientes preguntas NO es básica para elaborar un programa?
a) Dónde estamos y dónde queremos estar.
b) Cuánto dinero va ingresar y quién lo va administrar.
c) Cuáles son las fortalezas, las oportunidades, las debilidades, y las amenazas.
d) Qué objetivos, medios, quién y cuándo.
5. En un programa de una sección del RC, ¿para qué sirve el análisis FODA?
a) Es una ayuda opcional para que quede completo el programa.
b) Para proyectar y programar en base a la realidad, no al deseo.
c) Para que los miembros conozcan la situación de la sección.
d) Para nada, este análisis es para programas de empresas.
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Anexo 2:
Preguntas para un debate o mesa redonda
Preguntas para estimular la reflexión:
1. ¿Qué aspectos de tu vida podrían beneficiarse de una proyección y de una
programación?
2. ¿Qué organizaciones se distinguen por su proyección y planeación?
3. ¿Qué elementos debería contener el programa de una familia?
Preguntas provocativas:
1. ¿La caridad puede programarse?
2. ¿La programación no limita lo que el Espíritu Santo nos pueda inspirar?
3. ¿La proyección y programación no es una mentalidad «empresarial» un poco
distante de lo que hace la Iglesia?
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ESQUEMA:
▪ Notas con sugerencias de dinámicas
▪ Objetivos y vocabulario básico
▪ Contenidos
Introducción
I. Cómo organizar una actividad
II. Cómo promover una actividad
III. Cómo dirigir una actividad
NOTAS
▪ Lo ideal sería dedicar una unidad de una hora para cada uno de los tres apartados
básicos de esta conferencia: organizar, promover, dirigir, recordando que las dinámicas
son fundamentales.
▪ La persona que imparte esta conferencia requiere tiempo suficiente para preparar estos
contenidos con sus dinámicas correspondientes.
▪ En los subsidios de este seminario se dan algunas sugerencias para las dinámicas o para
reforzar visualmente la exposición de contenidos, así como un examen.
▪ Las siguientes dinámicas son sugerencias que pueden aplicarse de diversa forma. A cada
unidad de contenidos (o durante los mismos) debe seguir una sesión práctica. Deben
provocar en los formadores el deseo de cotejar su vida apostólica con lo que se expone,
así como la asimilación práctica.
1. Se puede iniciar el seminario con una dinámica de reuniones simuladas. La mitad
de los formadores tienen que improvisar una reunión sobre un tema (sin avisarles
el objetivo del ejercicio) la otra mitad tiene que colocarse alrededor y anotar
sobre la eficacia de la reunión. La dinámica servirá para ilustrar los puntos que
luego se ven en la exposición.
2. Los 10 (o 5) mandamientos de una buena reunión: Se le da al equipo un tiempo
limitado para que pueda formular de una manera simpática/visual (solo utilizando
dibujos o representaciones muy breves) las reglas de una reunión. O lo que no
debe ser una reunión.
3. Debate o mesa redonda con las ideas que se proponen en el anexo.
4. Búsqueda Bíblica: Figuras en la Biblia que «dirigen». Los equipos tienen un tiempo
limitado para buscar y aportar figuras bíblicas que tengan que dirigir alguna
actividad (i.e Moisés dirigiendo el pueblo en su peregrinación en el desierto) y
hacer nota de sus cualidades.
5. Los formadores reciben el caso (reporte) de una actividad de la propia sección y
tienen que emitir un juicio (evaluar) sobre la organización y los resultados. La
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Objetivos:
Cognoscitivos: Que conozcan, comprendan los criterios de una buena organización, promoción y
dirección de una actividad formativa o apostólica.
Afectivo-volitivos: Que aprecien el valor de la organización al grado de que terminen el seminario
con la convicción de organizar las actividades apostólicas o formativas según el esquema de este
seminario.
De habilidades: Que tengan la experiencia del cómo organizar, promover y dirigir alguna actividad.
Vocabulario básico:
▪ Organizar: Planificar o estructurar la realización de algo, distribuyendo convenientemente los
medios materiales y personales con los que se cuenta y asignándoles funciones determinadas.
(Organiza el congreso de Juventud y Familia)
▪ Promover: Informar y motivar oportunamente a las personas para que puedan tomar la
decisión y las medidas para participar en una determinada actividad. (Promueve el congreso
de Juventud y Familia)
▪ Dirigir: Llevar una cosa hacia un término o un lugar determinado. (Dirige el congreso de
Juventud y Familia)
▪ Actividades: Conjunto de operaciones o tareas propias de una persona o entidad. (El congreso
de Juventud y Familia es una actividad propia del movimiento)
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CONTENIDOS
Introducción:
▪ Se presentan elementos básicos que podrían ser aplicables a cualquier tipo de actividad.
Cada formador debe tener la pericia de convertir estos elementos básicos en concreciones
según los rasgos específicos de cada actividad.
41 Además él mismo puede organizar diverso tipo de actividades para difundir el carisma del Movimiento en otros ámbitos:
Un congreso de la familia, en su parroquia; una hora eucarística; una convivencia de familias católicas; o una renovación
matrimonial; un retiro; o una peregrinación a un santuario; etc.
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7. La fisonomía y el ambiente de cada actividad: En todas las actividades del Movimiento o de sus
apostolados tienen que regir los principios que hacen que el Regnum Christi sea lo que tiene que
ser. Desde luego la caridad, bajo los aspectos de la benedicencia, el ambiente de acogida, la
servicialidad, la sana alegría y el buen humor. También tiene que estar presente el celo por las
almas y el amor a la iglesia.
a. No se deben organizar actividades, o no debe haber en ellas aspectos que puedan
ser causa de división entre sus participantes (aspectos culturales, ideológicos, de
idiosincrasia, etc.)
b. Se debe respirar en todas nuestras actividades un ambiente abierto, universal,
eclesial, donde personas ajenas al Movimiento se puedan sentir en todo momento
cómodas.
c. Es obvio que esto no está en contradicción con la mística específica que se debe
respirar en las actividades propias para miembros del Movimiento. Pero aún éstas,
por la manera como se transmite la mística, no deben ser causa de incomodidad
para personas ajenas al Movimiento que, por cualquier motivo, participen en ellas.
B. Definir un encargado general del evento:
En cualquier actividad, siempre debe haber un encargado y hasta no encontrar a uno capaz y
cualificado, en proporción al tamaño de la actividad, no se puede seguir adelante. Se dan muchos
casos en las secciones o en los apostolados que se organizan pequeñas actividades y al no
aclararse bien quién es el responsable inmediato de éstas, simplemente las cosas no salen; y
cuando se quieren buscar explicaciones y pedir responsabilidades, no se aclara nada; tan sólo, a lo
mejor, que no había un responsable bien definido para la actividad. Mencionemos algunos
aspectos propios en la figura del encargado:
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1. Para el éxito de cualquier evento, la organización no debe ser solamente de una persona,
sino que debe haber un grupo colaborando.
2. Está claro que el número de colaboradores debe ser proporcional al tamaño del evento
que se organiza. Tan perjudicial puede ser la falta de personal en un evento grande como
el exceso de colaboradores en uno pequeño. En uno y otro caso siempre puede surgir el
desaliento y se puede «quemar» a los «pocos que hay» o a los «muchos que sobran».
3. Se debe escoger a personas que van a ayudar y no a las que pueden ser un estorbo para la
organización, por eso no se recomienda experimentar con personas desconocidas. En el
caso de que se tenga que echar mano de personas desconocidas, hay que tener por lo
menos alguna recomendación, para no tomar riesgos innecesarios. En el caso de que
explícitamente se quiera potenciar a alguien hay que asegurarse que se le da el trabajo
adecuado para tenerlo entusiasmado y no decepcionado de su participación.
4. El mismo encargado general debe tener parte importante a la hora de organizar el equipo
de trabajo, dado que él debe sentirse a gusto y conocer bien a las personas a las que va a
coordinar.
5. El perfil de los encargados de área coincide en gran parte con el del encargado general. A
ello debe sumarse un espíritu práctico y de flexibilidad a la hora de recibir indicaciones.
6. Se debe crear un organigrama de trabajo para que quede bien claro dónde se encuentra
cada quien dentro de la organización del evento. Presentamos un ejemplo para un evento
de cierta magnitud. Está claro que no en todas las actividades es necesario todo este
organigrama:
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Encargado General
del evento
Encargado de área Encargado de área Encargado de Area Encargado de área Encargado de área
Area de Administración Area de Logísitica Area de Imagen y Promoción Area de Contenidos Area de Crecimiento
Responsable Responsable
Edecanes decoración
Responsable Responsable
ambulancias / bomberos liturgia
Responsable Responsable
servicio cafetería prensa
Responsable
oficinas de información
Responsable
de boletos
7. Las decisiones importantes se deben tomar dentro de las reuniones generales presididas
por el encargado general, y a donde no pueden faltar los responsables de cada área.
8. Es responsabilidad del encargado de cada área reunir a su equipo de trabajo y tomar las
decisiones que competen sólo a su área. También en cada área se debe valorar el número
adecuado de colaboradores y el encargado de la misma debe tener parte importante a la hora
de escogerlos.
D. Áreas fundamentales de trabajo en un evento de magnitud42:
1. Área de logística
a. Esta área se encarga de todos los aspectos prácticos del evento. Su trabajo fuerte
es antes y durante el evento.
42 Estas ideas que se dan para un evento de magnitud deben acoplarse para cualquier evento que se organice en la sección
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2. Área de administración:
a. Es muy importante que se tenga una estrecha comunicación con el encargado
general y con los encargados de las diversas áreas, ya que todos dependen de éste
departamento.
b. Lo primero que se debe elaborar es un presupuesto general y definir si se cuenta
con lo necesario o si hay que pedir donativos o patrocinios. En principio todas las
actividades deben ser autofinanciables, pero hay algunas que por su fisonomía,
requerirá de patrocinios o subvenciones.
c. En caso de que esto fuera necesario, hay que nombrar una persona encargada de
pedir donativos y/o patrocinios. Esta persona debe tener buen liderazgo, muchos
contactos y un gran don de gentes.
d. Si el evento es para recaudar fondos hay que tener bien claro, cuál es el objetivo y
si se están preparando la actividad y los medios adecuados. A veces se organizan
eventos con mucho esfuerzo que no compensa por los pequeños beneficios
alcanzados (hay personas que dicen: «mejor consigo un donativo y nos dejamos
de tanta complicación»).
e. El encargado de área debe nombrar un tesorero. Esta persona debe ser muy
responsable, excelente administrador, muy organizado, y muy honrado.
f. El tesorero tiene que encargarse de crear un proceso para la entrada y salida del
dinero. Establecer una cuenta de cheques en el banco, saber que nombre fiscal se
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4. Área de contenidos:
a. Esta área se encarga primordialmente de todos los contenidos del evento, es
decir, hacer el esquema, los horarios, la temática, escoger a los conferenciantes,
los reconocimientos, escoger a los invitados especiales, etc.
b. El esquema es lo primero que se debe hacer, junto con el encargado general, para
lograr que los objetivos de la actividad se cumplan.
c. La temática, las conferencias y los conferencistas, deben ser seleccionados con
mucha anticipación al evento, a veces hay necesidad de apoyarse en alguna
43Téngase en cuenta que el siguiente apartado de la conferencia está dedicado exclusivamente al tema de la promoción
de actividades.
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5. Área de crecimiento:
a. Como ya se ha mencionado, de nada sirve organizar eventos si no ayudan al fin del
Movimiento, al servicio de la Iglesia y de la evangelización de la sociedad.
b. Se debe contar con un plan de contacto y seguimiento de los participantes para
seguir apoyándoles en su formación y lograr una mayor cercanía con nuestro
carisma y espiritualidad.
c. Es importante crear una base de datos de los organizadores, edecanes y de los
asistentes.
d. En la misma actividad se debe invitar o anunciar las próximas actividades de modo
que los participantes se sienta ya comprometidos afectivamente con el plan
completo de formación o apostolado que les queremos ofrecer.
Varias de las actividades del Regnum Christi o de sus apostolados ya tienen instructivos
escritos de cómo se deben organizar y realizar. Algunas actividades de la vida del Movimiento
vienen descritas en el Manual del Miembro del Regnum Christi. Una parte de la preparación de
una actividad es buscar, leer y aplicar los instructivos. Muchas veces perdemos mucho tiempo
y fuerzas repensando lo que ya está pensado y probando lo que ya está certificado como
válido y eficaz.
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1. ¿Yo soy la persona que tiene la autoridad para organizar esta actividad?
2. ¿Alguien más podría hacer lo que voy a hacer yo?
3. ¿Ya tengo un equipo de trabajo adecuado?
4. ¿Las fechas escogidas son las adecuadas o chocan con otra actividad del Regnum
Christi?
5. ¿Cuál es el objetivo de esta actividad?
6. ¿Este objetivo puede cumplirse por algún otro medio?
7. ¿Qué otros frutos puede dar esta actividad además del objetivo principal?
8. ¿Qué otros apostolados, grupos parroquiales o eclesiales puedan beneficiarse de esta
actividad?
9. ¿Cuál es el ambiente que tiene que reinar en esta actividad?
10. ¿Qué tengo que hacer para lograr que este ambiente reine?
11. ¿Cuánto va a costar esta actividad? ¿Es autofinanciable? ¿De dónde vendrá la
inversión?
12. ¿Cuál es el calendario de la organización de esta actividad?
13. ¿Cuáles son los medios que vamos a utilizar para promover esta actividad?
14. ¿Cuál es el plan de seguimiento?
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¡Venga tu Reino!
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B. TIPS PRACTICOS:
1. Hay que cotejar los calendarios con las otras secciones u obras para no poner
eventos importantes en una misma fecha. Y recordar que a una misma persona le
puede afectar el calendario de varias secciones u obras (un señor, por ejemplo
debe contar con el calendario de su sección, con el del colegio o el club de sus
hijos, etc.).
2. En el calendario no basta poner la fecha de la actividad, hay que poner también la
fecha cuando debería comenzar la promoción (es decir, no en la misma
semana…).
3. Tener presentes las actividades de todo el Movimiento, porque puedo
«aprovecharme» de ellas para promover lo específico de mi sección. Y pensar igual
cuando yo organizo una actividad. Lograr implantar el principio: todos promueven
todo.
4. Un formador debería tener conocimiento de las actividades principales de las
secciones y de los apostolados de su ciudad, además del conocimiento de las
actividades internacionales del Regnum Christi. Un formador promueve el
Movimiento. No se limita a su sección. No se incorporó a su sección sino al
Regnum Christi. Bajo esta perspectiva se podría definir al formador como
promotor del Regnum Christi.
5. Convertir los inscritos a una actividad en promotores de la misma actividad. Una
persona contenta con la actividad debe ser un promotor natural de la misma.
6. En algunas actividades, y en algunas edades en particular, el hecho de que vayan
los amigos, los conocidos o el grupo puede ser un factor muy influyente. Hay que
promover la actividad en todo el círculo de amigos, para todo el equipo, para toda
la familia.
7. Al promover una actividad hay saber qué aspectos de ésta puedan ser más
atractivos para la persona a quien estoy invitando, y hacer hincapié en estos
aspectos, sin disminuir la importancia del resto del paquete.
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¡Venga tu Reino!
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8. Conocer para promover: tener los datos a la mano. Tener respuestas inmediatas a
las preguntas más frecuentes y posibles soluciones a las objeciones que las
personas puedan expresar.
9. Tener listas para controlar las personas que han recibido las diferentes
promociones. Asegurar que las personas de mayor peso e influencia en la sección
o apostolado reciban mayor información y motivación.
10. Lograr una promoción institucional ágil y casi automática: cadenas de mails,
página web, anuncios en la sección, calendarios de bolsillo atractivos, etc. Usar los
medios que la dirección central del Regnum Christi ofrece (páginas webs centrales,
material visual, etc.)
11. Cuando la actividad es importante para la mística o el crecimiento no hay que
escatimar recursos económicos para lograr una promoción global y atractiva
(piénsese por ejemplo en unas megamisiones, un encuentro de juventud y familia,
etc.)
12. La promoción personalizada siempre es la más eficaz. Pero no hay que olvidar que
también puede ser la que más agobie a la persona si no se sabe hacer bien.
13. Dicen que la mayoría de los acuerdos no se hacen en las reuniones formales sino
en los encuentros que las siguen. Este mismo principio vale para la promoción. A
veces usar los momentos donde la persona está más relajada es lo más eficaz
para motivar a participar en una actividad. Pero saber hacerlo con naturalidad;
no se puede tratar de una «encerrona».
14. Cuando se promueve un evento para niños no es eficaz informar solo a los niños,
hay que informar y motivar a los padres, profesores más influyentes, etc.
2. El que dirige, ciertamente, carga con el peso de la actividad. Pero no debe olvidar que
tiene un equipo en el cual se tiene que apoyar plenamente. Dentro del equipo le
corresponde tomar decisiones, motivar, reforzar lo que ayuda a alcanzar la meta y
desechar lo que aleja del objetivo. Debe vencer tanto la tentación de asumir lo que
compete a otros, como la tentación de alejarse demasiado de lo concreto de la actividad.
Como se suele decir: debe dar ejemplo y «arremangarse y estar al pie del cañón».
3. Apoyarse en la oración y en la vida interior debe ser constante en los formadores que
dirigen actividades o reuniones. Y, cuanto más importante y de envergadura la actividad,
más oración y más vida sacramental. No podemos olvidar el magistral ejemplo que nos
dieron hace años el grupo de trabajo que iba a lanzar el primer congreso de Gente Nueva.
Lo primero era su triduo, aunque tenían el agua al cuello por la organización (o
precisamente por ello).
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
4. Dirigir una actividad o una reunión del Regnum Christi implica un antes importante:
a. Hay que tener y tomar en cuenta el programa establecido de actividades y reuniones
periódicas según los cargos que se desempeña. El director de una obra o sección o un
responsable de equipo no pude a su arbitrio poner o cancelar reuniones y actividades
sin tener en cuenta el programa y a los demás participantes.
b. Valorar si se tiene que hacer una reunión o una actividad fuera del programa (de
emergencia). Los convocados deben ver que realmente es necesaria y urgente, de otro
modo irá en detrimento de la imagen de estas reuniones o actividades.
c. En el caso de que se tenga que cancelar o posponer una actividad o reunión se tiene
que avisar a los interesados con la suficiente antelación y asegurarse de que todos
han recibido la información (pedir un acuse de recibo siempre cuando se convoca o se
cancela una reunión).
d. Tener en cuenta que hay que acordar con tiempo no sólo el día, sino la hora y el lugar
de la reunión. En principio se establece al final de la anterior reunión. Se debe tener,
desde el inicio de curso, establecido los horarios y los lugares habituales para las
actividades y las reuniones.
e. El que dirige una reunión debe ser consciente de que se debe elaborar y aprobar un
orden del día. Normalmente es el secretario quien reúne las propuestas. Cualquier
actividad debe tener su esquema desarrollo, evitando en todas la improvisación.
f. Quien va a dirigir una reunión o una actividad debe dedicar tiempo para prepararla,
estudiar los asuntos que se van a tratar, los pormenores y cada paso de la actividad,
las intervenciones de otros y su propia intervención, en caso que estuvieran
acordadas. Muchas reuniones se hacen tediosas o ineficaces por falta de preparación.
Especialmente delicado es el tema de los encuentros con Cristo, la actividad de mística
y formación periódica más importante en el Movimiento y que, por desgracia, muchas
veces no logra su fin por esa falta de preparación. El responsable debe hacer todo lo
posible para que sus miembros lleguen al encuentro «deseosos de tenerlo»44.
1. El que la dirige debe velar para que el lugar esté en las condiciones adecuadas. No es
indiferente los aspectos externos, el ambiente de limpieza y detalles. Nadie se puede
acostumbrar a dirigir una actividad en un lugar inapropiado ni dar mal ejemplo en este
sentido.
2. Debe cuidar que él, como encargado de llevar adelante la actividad, esté en un lugar
adecuado, donde pueda controlar todo fácilmente, donde pueda ver a todos los
participantes, y en el caso que sea una reunión que ellos le puedan ver a él. Es
fundamental esto para que pueda tener en todo momento una retroalimentación de las
reacciones de los participantes, y así poder actuar y corregir el rumbo de la actividad si
fuera necesario.
3. No debe empezar la actividad o la reunión hasta que todo esté a punto. Hay que evitar
las distracciones. Muchas veces las personas se pierden los primeros momentos de la
44 No se ahonda aquí en el tema de los encuentros con Cristo porque se entiende que ya se ha explicado esto en
profundidad en el seminario básico. De todos modos, por su importancia, los directores deben asegurarse de que los
responsables han asimilado todos los medios para dirigirlo bien. En caso de que no, repítase las explicaciones y
motivaciones necesarias.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
5. Lectura el acta de la reunión precedente. Ayuda esto además a que los participantes
vean que las reuniones tienen un sentido, que su contenido no queda en saco roto, que
hay una continuidad en la labor que se está realizando.
9. Quien dirige respete las funciones de otros colaboradores durante la reunión o las
actividades: secretario, moderador, presentador, etc. Por eso tiene que estar muy claro
desde antes qué hace y cuándo interviene cada quién.
10.Saber aportar clara y concisamente las ideas. No hay nada peor que un director de
actividad que no se aclara y que no aclara nada después de una larga exposición. Por ello
hemos dicho que es básico que prepare bien las reuniones.
12.Sincero respeto por todas las aportaciones. Y no permitir que haya desprecios o burlas
de cualquier tipo ante las intervenciones de otros.
13.Saber cortar o desviar la conversación con suma astucia cuando la aportación que se
está dando puede ser dañina para el ambiente de la reunión o actividad, cuando se está
faltando a la benedicencia o hay comentarios contra la Iglesia, sus pastores, su moral,
etc.
14.Por otro lado, quien dirige sea realista. El Movimiento es de Dios pero está, como la
Iglesia, conformado por hombres pecadores. No hay que asustarse ni desanimarse si hay
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¡Venga tu Reino!
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momentos de tensión, de pareceres contrarios. Los Hechos de los Apóstoles nos relatan
ya estos desacuerdos entre los mismos Pedro y Pablo. Serenidad y espíritu sobrenatural.
15.Acuerdos de una reunión. Es básico asegurarse que hay unos frutos concretos, que cada
quien sabe lo que tiene que hacer y para cuándo. Este será el termómetro para darnos
cuenta si la reunión ha servido de algo. De otras actividades, como ya se ha mencionado,
se debe asegurar que los participantes salen «enganchados» con el proyecto formativo o
apostólico que queremos ofrecerles.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
NO OLVIDAR
Principios para la función directiva
1. Poseer el ideal: dos elementos constitutivos:
-Visión clara de lo que se persigue.
-Fuerza interior que impulsa a conseguirlo (es decir, el ideal penetra inteligencia,
voluntad y corazón).
2. Irradiarlo (se contagia, no se trata ni de imponer ni de suplicar nada).
3. Crear mística de trabajo en equipo:
-El director da los primeros pasos para aunar el equipo.
-Acertar en la estructura de trabajo (qué cosa a cada quién, en qué momentos, etc.).
-Dar verdaderas responsabilidades: ceder al perfeccionismo... («saldría mejor si yo mismo lo
hago directamente») y al protagonismo.
4. Principio del Delegar – supervisar.
5. Motivación continua humano-espiritual.
6. Formación profunda y permanente.
7. Retos permanentes.
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Programa de formación a formadores.
Sesión 7.
Tema: 3.1. Psicología pastoral y psicología.
Introducción al tema.
Introducción
Los formadores son pastores de almas y, a imitación de Cristo, el Buen Pastor, conocen a sus
ovejas y ellas escuchan su voz (cf. Jn 10, 27). Para tener un mejor conocimiento de las almas
encomendadas, los formadores se pueden servir de algunos conceptos y nociones que les ofrece
la psicología. Éstos pueden ser una aportación al desarrollo de las cualidades humanas y, sobre
todo, relacionales para favorecer una respuesta a la voz de Cristo, que como Buen Pastor nos
quiere conducir, con la cooperación de nuestra libertad, por el justo camino (Sal 23, 3).
Objetivo
Presentar contenidos y recursos de psicología pastoral que ayuden al formador a conocer más al
hombre (conocerse él más y conocer más las almas encomendadas), a entender con qué
mecanismos se mueve su psicología y ver cómo un formador puede cooperar con la gracia para un
cambio positivo y para el perfeccionamiento de su personalidad, alcanzando su plenitud
vocacional.
Contenidos
1. Conferencias
Es la parte fundamental de este seminario. Consta de seis conferencias que por su extensión
sería conveniente impartirlas en al menos ocho unidades de una hora. Se incluyen en dichas
conferencias algunos subsidios. Además se pueden encontrar más materiales de gran utilidad
para las pláticas y dinámicas en el Centro de recursos del Regnum Christi. No es material
oficial, sino recursos que se han recibido como sugerencias. Sobre la marcha se irá
enriqueciendo el acervo de subsidios Para descargarlos pueden acceder a este link: Formación
formadores
Son una sugerencia que debe ser reforzada por propuestas en los diversos países y en las
diversas secciones.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
2. Pláticas de mística
Se pueden usar los contenidos de la primera parte de la conferencia sobre la pedagogía del
Movimiento (la introducción de la 2ª conferencia): la centralidad de la persona humana, la
destrucción antropológica de tantas corrientes modernas, la respuesta providencial del
Movimiento: para transformar la sociedad hay que transformar el corazón del hombre. Y
también los números del capítulo I de la 1a parte del Manual del miembro del Regnum Christi
que llevan como subtítulo: «Al servicio de la Iglesia y de los hombres».
3. Meditaciones
Úsese los pasajes del Buen Pastor 45(el formador es pastor de alma como Jesucristo, conoce a
cada una, cada una cuenta) y de la Samaritana46 (análisis de cómo Jesucristo conoce la
psicología de la persona y se adapta a su realidad para transformar su conducta; su tacto y
prudencia pero a la vez su actitud incisiva para lograr su objetivo).
45 Jn 10, 11ss
46 Jn 4, 5-42
47 Mt 19, 16-22
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Al inicio de cada conferencia, después del esquema de contenidos, se incluyen algunas sugerencias
pedagógicas para la asimilación de la materia. Se proponen algunas dinámicas o talleres. También
se incluye un examen.
Bibliografía
1. Psicología pastoral, R. Zavalloni o.f.m. Ed. Studium, 1967, Madrid (original en italiano). Es
más técnico y amplio.
2. Guía práctica de psicología, J.A. Vallejo-Nágera. Ed. Temas de hoy, 22ª edición, 1999,
España. Se recomienda este libro como vademécum que todo formador, al menos adulto,
debería usar.
3. Adolescentes una guía en el caminar, José G. Sentandreu L.C. Ed. STJ, 2006, Barcelona. Se
recomienda para formadores que han de trabajar con adolescentes.
Se recomienda también:
En cada país la dirección territorial correspondiente debe ver qué libros puede recomendar como
apoyo a esta formación pastoral.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
¡Venga tu Reino!
PROGRAMA DE FORMACIÓN PARA FORMADORES
SEMINARIO DE PSICOLOGÍA PASTORAL
NOTAS:
▪ Dependiendo del auditorio se pueden omitir algunos apartados de esta conferencia pero
procúrese dar todas las recomendaciones concretas para los formadores.
▪ En caso de que se pueda exponer toda la materia habría que valorar si conviene dividir la
exposición en dos unidades.
▪ Programe de modo que haya tiempo para aclarar dudas y fomentar la retroalimentación,
que asegura la asimilación.
▪ Puede ayudar al conferenciante hacer en power point una presentación gráfica del
esquema y de las ideas más importantes.
▪ Se ofrece al final un glosario de psicología.
▪ Se recomienda realizar como complemento de esta materia un cineforum. Se recomienda
entre otras las películas:
• «Don Bosco» (Lux Vidae) es muy adecuada para presentar el modelo pastoral y la
pedagogía que se quiere inculcar.
• «La sociedad de los poetas muertos» (Dead Poets Society) puede suscitar un
interesante debate sobre la conveniencia de ciertos métodos y tendencias
pedagógicas. ¿Quién tiene la razón? ¿Quién ayuda más a los jóvenes? ¿Quién tiene
realmente la culpa del desenlace de la película?
CONTENIDOS
I. Introducción
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
En primer lugar es necesario encuadrar y limitar la psicología dentro de un campo mucho más
amplio del saber. Evitaremos así reductivismos psicologistas. Y recordemos que la usaremos sólo y
tanto nos ayude a nuestra actividad pastoral, porque éste es un seminario de psicología pastoral.
La psicología es la ciencia de la observación: descubre, enlaza, interpreta datos de la experiencia,
en este caso del hombre y su conducta, creando hipótesis cada vez más generales y, por tanto,
cada vez más válidas.
Su método no le permite llegar al fondo de la realidad ontológica de la persona («qué es el
hombre»: es materia de estudio de la filosofía antropológica), aunque la presupone (una
antropología errónea conlleva una psicología destructiva); tampoco le permite alcanzar la
realidad dogmática (qué es la gracia que perfecciona la naturaleza humana: estudio de la teología).
La pregunta inicial sería: ¿Es posible una psicología pastoral que no fuera sino una psicología de la
gracia? A primera vista habría que decir que no: la gracia es un misterio, trasciende las fuerzas de
nuestra humanidad, escapa a nuestra experiencia psicológica, está en el plano de lo sobrenatural.
Pero la gracia no penetra desde el exterior como un cuerpo extraño, como una fuerza coercitiva
que interrumpe nuestra libertad. Nadie como Dios respeta la libertad humana. La ciencia
psicológica puesta al servicio de la pastoral tiende precisamente hacia la búsqueda de ese
respeto de Dios por el hombre.
En otras palabras y desde la perspectiva del hombre: de qué formas el hombre puede poner
pretextos a la gracia de Dios, qué factores pueden condicionar un sí o un no a esa gracia, factores
de su personalidad, factores de la educación en su desarrollo, factores ambientales, presión social,
influencia de los medios de comunicación, etc. Hablamos desde un inicio de condicionamientos,
no de una enajenación de la libertad humana que haría inválida la moral (como algunas corrientes
psicológicas han pretendido demostrar vanamente). Esta enajenación se puede aceptar para
ciertas personas enfermas psíquicas, pero no en personas básicamente sanas.
Este seminario pretende presentar algunos elementos y herramientas de la psicología que puedan
ser útiles al formador cristiano para resolver ciertos problemas relativos a su apostolado directo
con las almas; en definitiva, a comprender mejor al hombre que tenemos que evangelizar y a
incidir positivamente en su conducta y en su personalidad.
Y de forma paralela iremos viendo cómo la pedagogía del Movimiento responde y se inserta
perfectamente en ese dinamismo que permite conocer el ser verdadero del hombre y de abrirlo
de forma natural a la gracia transformante.
Está claro que el formador del Movimiento debe conocer la psicología pero también debe ser
puesto en guardia de un posible abuso de la misma en el campo de la pastoral. Nunca se debe
perder la perspectiva de la fe y la gracia, nunca será lícito el tratar a las personas como «casos»
interesantes de observación. En definitiva no debemos actuar nunca en nuestro apostolado como
psicólogos, sino como pastores de almas.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Por eso en su aplicación a la pastoral, la psicología sólo goza de una autonomía relativa. Todo
juicio de valor y conclusión definitiva se tiene que poner en entredicho. Se debe limitar a buscar
metódicamente los medios para suscitar las disposiciones más favorables a la gracia.
Elementos a favor de la aportación de la psicología a la pastoral:
A. El hombre es un ser «uno». Durante mucho tiempo se ha pecado quizá de hablarle
demasiado de sus deberes morales, de aclararle sus convicciones racionales, en discutir
sus objeciones de fe; en definitiva, se le ha hecho sólo un llamamiento cerebral y quizá
sentimental. Pero se han olvidado las condiciones humanas de su personalidad, en las
que se desarrolla la acción de la gracia.
B. También la acción pastoral es «una». No se puede escindir por una parte al hombre
psíquico y por otra al hombre moral – religioso. La acción pastoral será más eficaz cuanto
mejor se logre hacer la síntesis del sujeto humano.
C. Los progresos de la psicología no sólo aportan información, sino también métodos para
conocer e influir positivamente en los hombres.
Pero no hay que olvidar que la finalidad de la acción pastoral es siempre la santificación de las
almas, y esto es obra y don de Dios, que puede prescindir de las disposiciones y los
condicionamientos psicológicos (y de hecho lo hace a veces, como se constata en la historia de
algunos santos con psicologías débiles o enfermizas). Por ello, la base de los métodos pastorales
siempre tiene que ser sobrenatural. De nada sirve la aportación de la psicología y sus métodos en
la pastoral si no va por delante el mecanismo sobrenatural de la vida espiritual (oración, vida
sacramental, ascesis, virtudes y dones, etc.).
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
D. Por tanto: la psicología religiosa tratará siempre de una interpretación del fenómeno
religioso que se refiere al modo de manifestarse, no a su naturaleza.
E. Si se objeta que en la psicología religiosa ya hay implícita una valoración del fenómeno
que estudia (implícita una filosofía, y en este caso una teología), se puede argumentar que
esto sucede con cualquier fenómeno psíquico que se estudie (toda psicología se
fundamenta sobre una concepción del hombre, errónea o no). Para que la psicología
pueda ser verdadera debe presuponer una adecuada concepción filosófica, donde se
reconozca la naturaleza dual del hombre: materia y espíritu, cuerpo y alma.
En conclusión: en un estudio fenomenológico (sin ir a la naturaleza) de las manifestaciones
religiosas hay sitio para la acción de la gracia, porque ésta obra en cada uno de los individuos y
actúa de forma diversa en función de las condiciones personales y ambientales de cada uno.
Entonces, ¿qué sucede con los fenómenos de la vida mística? ¿Cómo distinguir lo natural de lo
sobrenatural? ¿Es un fenómeno místico o patológico? El psicólogo o el psiquiatra, deteniéndose
sobre los datos fenomenológicos, no podrá encontrar criterios suficientes para una valoración
cierta. Podrá indicar en casos concretos que sea probable o casi cierto que se trate de un caso
patológico, pero nunca con total certeza. En muchos casos de personas favorecidas con dones
extraordinarios no es el proceso singular, y su estudio particularizado, lo que es válido, sino la
totalidad en la que dicho proceso se inserta. Y de esa totalidad sólo la Iglesia puede ser juez48. En
último análisis, un solo criterio siempre es válido, aunque no siempre decisivo, el evangélico: no
podemos juzgar al árbol más que por sus frutos.
48En ciertas descripciones hechas por almas favorecidas, como santa Angela de Foligno, si se suprime la gracia sólo
queda el relato angustioso de una neuropática. Como expresó Jung: querer estudiar esos fenómenos en el solo plano
natural, limitando el misticismo a un estudio psicológico, es como querer estudiar la catedral de Colonia partiendo de la
composición química de las piedras con las que fue construida.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
El formador y pastor debería tener un conocimiento más profundo de la vida efectiva de los
hombres y de las motivaciones, semiconscientes muchas veces, de la conducta humana y en los
diversos estadios de la vida.
Cuánto tiempo perdido por no saber llegar a las personas que tenemos que evangelizar. O no
captamos ni si quiera su atención (porque no sabemos qué pasa por su mente), o no logramos
incidir en sus decisiones (porque no manejamos las motivaciones adecuadas a su edad o situación
personal), o no les damos las herramientas adecuadas (personales o ambientales) para poder
cambiar su conducta. Los siguientes capítulos irán desglosando ideas que nos ayudan a este fin.
Es evidente, por otro lado, que no es suficiente un estudio teórico de la moderna psicología de la
conducta humana, o unos cuantos consejos de psicología pastoral. Es fundamental una práctica
que permita acercarse al corazón humano, a la problemática concreta de los hombres de hoy. El
Movimiento insiste mucho en la necesidad de aprender con la práctica. No podemos esperar a
estar totalmente capacitados para lanzarnos al apostolado.
V. Noción básica de historia de la psicología49
El conocimiento de lo psicológico es anterior a las formulaciones sistemáticas del mismo (a la
ciencia psicológica en cuanto tal). Desde siempre ha sido una preocupación para el hombre su vida
misma, su inicio y su fin, sus creencias y la incidencia de éstas, más o menos consciente, en su
conducta y en sus relaciones personales.
En la etimología del término se encuentra el origen de la psicología: es la ciencia del alma. Ahora
se diría de la vida anímica. Entendida el alma como principio inmaterial (como debe ser en una
sana antropología), la psicología se constituyó desde Aristóteles (s. V a.C.) hasta el Racionalismo (s.
XVII) como una parte de la filosofía. Las innovaciones de la Edad Contemporánea han restringido
considerablemente el uso y el significado del vocablo psicología.
El problema hoy estriba en el alcance y las metas del saber psicológico. Del todo lo humano –
incluido lo filosófico- del primer tratado aristotélico se llegaría a finales del s. XIX al mero estudio
de los fenómenos psíquicos excluyendo al sujeto de los mismo. En este extremo están las escuelas
que acentúan la atención a los fenómenos aislados. En torno al esquema estímulo – respuesta
(reflexología de Pavlov; conductismo de Skinner; conductismo de Watson), se concentran en la
conducta como expresión de la vida total del hombre. No niegan la conciencia pero la sitúan fuera
de lo científico y determinada por lo fisiológico.
En el otro extremo, está la psicología comprensiva. Querer comprender la vida en su totalidad y en
lo genérico de los fenómenos ha de incluir, evidentemente, puntos de vista filosóficos, muchas
veces erróneos. Dependiendo de esa visión filosófica (más o menos sacada a la luz) surgirán
diversas escuelas psicológicas: desde la psicología existencial o humanista50 al psicoanálisis.
49 El fin de esta apartado es que sepan cómo buena parte de la psicología se ha ido deformando a la par de muchas
corrientes filosóficas que las sustentan, y que por tanto comprendan que hay escuelas psicológicas que van contra la
verdad del hombre. Eso no quita que puedan aportar ciertas herramientas válidas para conocer aspectos de la conducta
humana.
50 Para conocer más este apartado importante de la psicología que tanto ha influido en nuestra sociedad y en la vivencia
de la fe se recomienda leer el libro de VITZ, PAUL, Psicology as religion, (traducido al español por el P. Octavio Acevedo,
LC). Desenmascara muy acertadamente los peligros de una psicología humanista que viene a ser un sustituto de la
misma religión, que destruye la conciencia moral y el amor como donación. Al menos nos deben sonar algunos autores
de esta tendencia, para estar alertas cuando nos hablen de ellos:
CARL JUNG: Naturaleza religiosa de la psicoterapia: «nos obligan a ser sacerdotes...» Es una forma de curar y de salvar.
Última etapa: la autorrealización (objetivo gnóstico).
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ERICH FROMM: El amor no es un poder de las alturas, es una conquista humana. Nada de maldad natural en el hombre,
todo su potencial es bueno. El hombre es Dios (libro «Serán como dioses»).
CARL ROGERS: Terapia: Sacar el sí mismo auténtico... No vivir enajenado con los complejos.
ROLLO MAY Y LA PSICOLOGÍA EXISTENCIAL: Terapia comienza con un sí mismo aislado (estoy ahí, estoy en el mundo...),
con miedo de no ser... Sentimiento de culpa es no desarrollar el propio potencial.
Así mismo algunos conceptos y técnicas que se usan (o de los que se abusan) en estas escuelas:
AUTOESTIMA. Fortalecedores del ego. Lo importante es hacer que se sienta uno bien: lleva a una percepción
equivocada de la realidad, a una confianza excesiva y al narcisismo. Se justifica la maldad por «baja autoestima».
INCLINACIÓN AUTOCOMPLACIENTE Tendencia a ver los hechos favorables aunque objetivamente no lo sean. Somos
responsables de lo bien que nos va y no de lo malo, porque eso es cosa de las circunstancias.
GRUPOS DE RECUPERACIÓN; Programa de los 12 pasos. Víctimas hechas famosas... Dios a la medida...
FACILITADORES DEL SÍ MISMO: Estados del yo: padre, adulto, niño (Berne). Análisis transaccional: lograr adultos
autónomos (Branden). Entrenamiento en la asertividad: lleva a desvalorizar el amor; sólo tú importas (Rama). Ringer lo
lleva a los negocios.
EST (seminario de entrenamiento Erhard) O FORO: mezcla grupos de encuentro, gestalt, zen, cienciología
LA AUTOAYUDA EN EL ÁMBITO SEXUAL: Joy of sex (Comfort). Sexo recreativo no procreativo. Open marriage (Nena y
Geroge O´Neill): hay que redefinir la fidelidad…
51 Freud señala la diferencia entre el consciente (experiencias del exterior, del cuerpo o de la mente que se reconocen en
el momento presente y se hacen propias) el subconsciente (sucesos y contenidos mentales que pueden hacerse
presentes y conscientes con cierta facilidad) y el inconsciente (sus contenidos no pueden salir a la luz sino en contadas
excepciones). Está comprobado, como señala el padre Gemelli, que ciertos hechos psíquicos se realizan fuera del
conocimiento individual y que existe un proceso de inhibición psíquica que da sentido al subconsciente y no permite
darnos cuenta de algunos aspectos de la memoria y del olvido. El problema está es el significado que quiere darle Freud
a este mecanismo de inhibición (una represión a causa de la propia moral); y el problema está también en el restringir la
vida psíquica al subconsciente; y está, más aún, en la ignorancia por parte de este autor del verdadero concepto de
libertad y, por tanto, en la negación de la responsabilidad personal en el hombre.
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Programa de formación a formadores.
Pero ¿cuáles son las tendencias peligrosas de la psicología del profundo en general y del
psicoanálisis en particular?
El problema principal está en el punto de vista moral y en reducir toda la vida psíquica del hombre
a esta perspectiva del subconsciente. La psicología del profundo, y muy en concreto el
psicoanálisis, ha cambiado la actitud moral del hombre respecto a su propia conducta y la de los
demás.
Ha colaborado, junto con tantas tendencias filosóficas modernas, a la disminución del sentido de
responsabilidad en los actos humanos y ha paralizado el sano dominio de sí mismo y el
desarrollo constructivo de la personalidad. Es muy cómodo achacar los propios defectos y vicios a
fuerzas inconscientes e instintivas.
El sacar a la luz el inconsciente ha dado al hombre la impresión de que su vida se desarrolla en él
sin él. La actividad consciente y autónoma se elimina como factor activo en la construcción de la
personalidad.
Desde el punto de vista específicamente cristiano la noción de pecado ha perdido en este ámbito
todo su significado. Toda la culpa moral se traslada al subconsciente y al instinto.
La personalidad humana, desplazando su centro de gravedad hacia el subconsciente, se vacía de
significado y valor, tal como le viene de la conciencia de sí mismo, de la libertad y de la
responsabilidad.
Téngase en cuenta que todo esto no tiene nada que ver con los datos descubiertos por la
psicología del profundo como disciplina (que sin duda pueden ser válidos). El grave error se deriva
de confundir lo normal con lo patológico: lo que es válido para casos patológicos (existen
verdaderos complejos en personas desequilibradas) tiende a ser aplicado al hombre en general.
También es cierto que algunos elementos patológicos se pueden mezclar en el desarrollo
psicológico de cualquier hombre, sano en sí (como los microbios se mezclan con el aire que
respiramos). Es difícil encontrar psicologías perfectas, en el caso de que existan. Pero no hay que
olvidar que en un hombre fundamentalmente equilibrado esos gérmenes de comportamiento
insano se curan mejor por una acción estimulante (poniendo más atención en desarrollar los
factores positivos) que concentrando la atención en el elemento patológico. Este elemento
pedagógico no lo puede olvidar el formador.
En todo caso, no hay que ser propensos a considerar a una persona como anormal y sobre todo
en no darle a él la impresión de ser tal: si no lo es, terminaría por serlo.
Para que la actividad pastoral responda a las exigencias actuales es necesario poner los medios
que son propios de nuestro tiempo. Hay que ser consciente que la psicología del profundo es una
realidad con la que hay que contar y que, en la medida que se pueda, hay que saber usar (al
menos ciertas esquematizaciones que ha hecho de la vida psíquica). Veremos más adelante cómo,
el entender esos mecanismos de nuestra psique, puede ayudarnos a conocernos mejor y a corregir
errores.
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Las aplicaciones de la psicología son tan variadas como las propiedades de la vida y las
circunstancias personales:
1. Hay una psicología del desarrollo o evolutiva que permite observar y orientar
adecuadamente los procesos de maduración en las diversas etapas de la vida. Dentro de
ésta la psicología pedagógica es indispensable en la educación y la orientación
profesional.
2. La psicología diferencial estudia las tipologías individuales (diferencias por carácter, sexo,
etc.) y los grupos étnicos y culturales.
3. La psicología comparada estudia el comportamiento animal en relación con la conducta
humana (ayuda a destacar lo propio del hombre).
4. La psicología social revela lo que el hombre es capaz de hacer en grupo, pero también los
riesgos de una extremada socialización en apartados como la publicidad, la propaganda, la
información, capaces de articular ámbitos con graves condicionantes para la libertad
humana.
5. La psicología médica ayuda como introducción a los problemas de salud mental (una
especie de propedéutica psiquiátrica), y la clínica, como medio auxiliar para el diagnóstico,
la terapéutica, la prevención y la rehabilitación.
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Anexo:
¡Venga tu Reino!
GLOSARIO*
Presentamos un vocabulario de términos relacionados con la psicología.
A
Abstinencia, síndrome de. Conjunto de molestias que aparecen en sujetos habituados al consumo
de un determinado tóxico, al cesar bruscamente su empleo.
Abulia. Perturbación de la fuerza de voluntad caracterizada por la apatía y la incapacidad para
tomar iniciativas.
Aburrimiento. Estado emocional de insatisfacción dentro de una existencia que, durante ese
período, se percibe como insulsa y sin sentido.
Acrofobia. Fobia a los lugares altos.
Actitud. Tendencia a reaccionar frente a un estímulo tras evaluarlo positiva o negativamente.
Adaptación. Estado en el que el sujeto establece una relación de equilibrio o carente de conflictos
con su ambiente social.
Adaptación, síndrome general de. Conjunto de síntomas físicos y psíquicos de carácter negativo
que aparecen cuando el sujeto debe enfrentarse a una novedad.
Adrenalina. Hormona cristalizable y lévogira segregada por las glándulas suprarrenales, que hace
que aumente la presión arterial y la frecuencia del ritmo cardíaco.
Afasia. Perturbación del lenguaje, producida por lesiones cerebrales. No implica deterioro de la
inteligencia.
Afectividad. Conjunto de emociones y sentimientos que un individuo puede experimentar a través
de las distintas situaciones que vive.
Afectivo, bloqueo. Incapacidad para expresar afectos o emociones, caracterizada a veces por un
estado de estupor.
Afecto. En líneas generales, sentimiento de especial intensidad, no controlable por la voluntad.
Afonía. Incapacidad para hablar, producida por lesiones orgánicas o por una reacción histérica.
Agitación. Estado de inquietud o de actividad continua no enfocada hacia objetivo alguno. Índice
de tensión nerviosa.
Agorafobia. Fobia a los lugares abiertos o muy concurridos.
Agresividad. Conjunto de reacciones individuales tendentes a la destrucción. Según la psicología
positivista y la materialista-dialéctica su génesis se situaría en la frustración. Puede canalizarse
hacia el afán de triunfo, el deseo de destacar entre los demás y a un incremento de la producción
personal y colectiva.
Alcoholismo. Conjunto de trastornos físicos y psíquicos ocasionados por el consumo excesivo y
continuado de bebidas alcohólicas.
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Alfa, ondas. Ondas del electroencefalograma, altas y lentas, que aparecen cuando el sujeto está
en reposo, sentado y con los ojos cerrados.
Altruismo. Actitud específicamente humana en la que el interés primordial se centra en lograr el
bien ajeno antes que el propio.
Alucinación. Percepción en la que el sujeto tiene conciencia total y plena de una realidad visual o
auditiva sin que exista estímulo exterior alguno. Típica de numerosos delirios (delirium tremens,
por ej.) tóxicos o infecciosos, y de enfermedades psíquicas como la esquizofrenia.
Alucinógenos. Sustancias que provocan graves alteraciones de la percepción. También: estados
alucinógenos de carácter patológico.
Ambiental, Psicología. Parte de la Psicología aplicada que estudia los efectos producidos por el
hombre sobre el ambiente y viceversa.
Ambiente. Espacio vital en el que se desarrolla el sujeto. Conjunto de estímulos que condicionan
al individuo desde el momento mismo de su concepción.
Ambivalencia. Presencia simultánea de sentimientos afectos e ideas diametralmente opuestos en
un sujeto o una situación.
Amnesia. Pérdida parcial o total de la memoria. Se observa en el curso de la mayor parte de
afecciones psiquiátricas (histeria, esquizofrenia, demencia senil, etc.).
Amor. En líneas generales, sentimiento afectivo intenso que se experimenta hacia otra persona,
generalmente del sexo contrario.
Anal, fase. Según Freud, período comprendido entre el segundo y tercer año de edad en el que el
niño centra su interés en el control de los esfínteres.
Analítica, Psicología. Escuela psicológica fundada por C. G. Jung, quien introdujo conceptos como
el inconsciente colectivo o el arquetipo en el conocimiento psicológico.
Andropausia. Cese o disminución, a veces sólo temporal, de la actividad sexual en el hombre.
Anfetamina. Fármaco que estimula el sistema nervioso central.
Angustia. Clínicamente se define como una reacción de miedo ante un peligro inconcreto y
desconocido. Se emplea también como sinónimo de ansiedad o para referirse a la expresión más
extrema de ésta. En el caso de que se desvirtúe, aumentando en frecuencia e intensidad y se haga
crónica, estamos ante una neurosis de angustia, o neurosis de ansiedad.
Anorexia nerviosa. Pérdida parcial o total del apetito debida a causas de orden psicológico.
Ansiedad. Estado de inquietud o temor originado como reacción ante un peligro inminente e
indeterminado.
Ansiógeno. Factor que genera ansiedad.
Ansiolítico. Fármaco que hace desaparecer la ansiedad.
Antidepresivo. Fármaco que eleva el tono del ánimo; se usa para combatir la depresión.
Apatía. Impasibilidad del ánimo. Estado en el que el sujeto permanece indiferente, y presenta una
incapacidad para reaccionar ante situaciones que deberían suscitar emociones o intereses.
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Programa de formación a formadores.
B
Balbuceo. Perturbación del lenguaje caracterizada por habla vacilante y confusa.
Barbitúrico. Nombre genérico de los fármacos derivados del ácido barbitúrico, de fuerte acción
hipnótica.
Batería de test. Conjunto de tests que sirven para medir determinados aspectos de la psicología
de un sujeto.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
Bella indiferencia. Nombre traducido del francés «Belle indifférence» para designar la indiferencia
o ausencia de reacciones emotivas en pacientes con síntomas de conversión histérica.
Beneficio primario, secundario. Ventaja o provecho que el sujeto puede sacar de un estado
patológico. El primero consiste en la disminución de una tensión interna o en la recuperación de la
ternura o la atención del otro. El secundario es más complejo; una vez alertado el síntoma, el
enfermo no ve el interés que supondría curarse: la curación le plantearía problemas más
angustiosos que su enfermedad.
Biotipo. Tipo biológico caracterizado por la constancia de ciertos caracteres físicos y psíquicos.
Bulimia. Sensación anormalmente intensa y a veces irrefrenable de ansia de ingerir alimentos,
para después buscar o eliminar el exceso de alimento a través de vómitos o laxantes.
C
Cafeína. Tónico estimulante del sistema nervioso central y del corazón; intensifica la actividad
cerebral, pero su abuso produce arritmia cardiaca, insomnio y cefaleas.
Carácter. Conjunto de características que distinguen a una persona de otra. Usado a veces como
sinónimo de personalidad.
Carácter, neurosis de. Exageración de determinados rasgos de la personalidad, que provocan
trastornos de la conducta.
Caracterología. Término introducido por Wundt para designar parte de la Psicología que clasifica y
estudia los diversos caracteres.
Castigo. Pena que impone el padre o educador a un menor para corregir acciones llevadas a cabo
por el pequeño y que se consideran incorrectas.
Catalepsia. Trastorno neurológico caracterizado por la pérdida completa de la facultad de
modificar voluntariamente el tono muscular, permaneciendo el enfermo en la misma postura en
que se le haya colocado.
Catarsis. Liberación, a través de la palabra, de las ideas relegadas al inconsciente por un
mecanismo de defensa.
Catatonía. Síndrome psicomotor caracterizado por la pérdida de la iniciativa motriz, tensión
muscular cataléptica, presencia de fenómenos paracinéticos (amaneramiento, estereotipia,
impulsiones) y un estado mental negativista y de estupor.
Catecolamina. Hormona que activa el sistema nervioso central.
Censura. Según Freud, parte de la psique que bloquea o enmascara las pulsiones prohibidas por el
superyó.
Central, sistema nervioso. Ver sistema nervioso central.
Cerebro, lavado de. Desorganización provocada por el intelecto y las emociones que conduce a la
revelación de secretos y falsas confesiones por parte del sujeto, así como a un cambio de sus
ideales políticos y morales.
Ciclotimia. Alternancia periódica de fases de depresión con fases de manía, pero no tan intenso
como en el trastorno bipolar.
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Desviación sexual. Anomalía en la elección del estímulo adecuado para la excitación sexual.
Deterioro mental. Pérdida de algunas de las capacidades intelectuales de la persona.
Dinámica, Psicología. Corriente de la Psicología que sostiene que cualquier fenómeno psíquico es
puesto en movimiento por fuerzas surgidas desde el interior del individuo.
Discromatopsia. Nombre genérico que agrupa a todas las enfermedades caracterizadas por un
trastorno de la visión de los colores.
Dismenorrea. Trastorno en la menstruación, de tipo doloroso.
Disociación. Fenómeno que se produce cuando ciertos comportamientos o pensamientos pierden
la relación normal con el resto de la personalidad y actúan de una manera autónoma.
Dispareunia. Coito doloroso.
Distonía vegetativa. Deficiente coordinación de las funciones de las dos grandes vertientes del
sistema nervioso vegetativo: simpático y parasimpático. Provoca alteraciones en el
funcionamiento orgánico como palpitaciones, sudores, etc.
Droga. Sustancia sintética o natural que modifica temporalmente el estado de conciencia.
E
Ectomorfo, tipo. Según W. Sheldon, tipo morfológico alto y delgado.
Edad mental (EM). Nivel de desarrollo intelectual global correspondiente a una determinada edad.
Edipo, complejo de. Ver Complejo de Edipo.
Efecto, ley del. Principio por el cual se adquieren sólo las respuestas inmediatamente seguidas de
un refuerzo.
N. Ver Placebo, efecto.
Ego. Ver Yo.
Egocentrismo. Exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como centro de la atención
y actividad generales. Es frecuente en los niños y adultos inmaduros.
Egoísmo. Afecto excesivo de alguien para consigo mismo, anteponiendo su propia conveniencia a
la de los demás.
Electra, complejo de. Ver Complejo de Electra.
Electroencefalograma. Registro gráfico de las diferencias de potencial producidas en las células
cerebrales.
Ello. Según Freud, zona donde residen los procesos psíquicos más primarios y los impulsos
instintivos.
Emoción. Estado afectivo que transforma de un modo momentáneo, pero brusco, el equilibrio
psicofísico del individuo.
Empatía. Estado mental en el que un sujeto se identifica con otro grupo o persona, compartiendo
el mismo estado de ánimo.
Endomorfo, tipo. Según W. Sheldon, es el tipo corpóreo flaccido y de líneas redondas.
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
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Programa de formación a formadores.
Fantasía. Libre actividad del pensamiento por la cual premisas y conclusiones pueden ignorar la
realidad. También mecanismo de defensa por el que las imágenes mentales inventadas producen
satisfacciones sustitutivas irreales.
Farmacoterapia psiquiátrica. Tratamiento de las enfermedades y perturbaciones psíquicas a
través de psicofármacos.
Fase anal. Ver Anal, fase.
Fase fálica. Ver Fálica, fase.
Fase de latencia. Ver Latencia, fase de.
Fase oral. Ver Oral, fase.
Fenómeno paranormal. Ver Paranormal, fenómeno.
Fetichismo. Trastorno psicosexual consistente en conseguir la excitación sexual a través de un
objeto.
Fijación. Vinculación de la libido a determinados objetos propios de uno de sus estados evolutivos.
Fobia. Temor angustioso y obsesionante, generalmente de carácter patológico, a algún tipo de
estímulo o situación determinados, siempre iguales para el mismo enfermo.
Formación reactiva. Ver Reactiva, formación.
Frigidez. Incapacidad femenina de lograr el orgasmo.
Frustración. Situación en la que se halla el sujeto cuando encuentra un obstáculo que no le
permite satisfacer un deseo o alcanzar una meta.
G
Gen. Unidad básica de la herencia.
Generalización. En el aprendizaje, fenómeno por el que se obtiene una respuesta a un estímulo,
también en presencia de estímulos similares.
Glándulas suprarrenales. Ver Suprarrenales, glándulas.
Grupo. Conjunto de personas influidas entre sí y que persiguen un fin común: por ejemplo la
familia, un partido político o un equipo de baloncesto.
Grupo, estructura. Las diferentes funciones en un grupo y las relaciones entre ellas.
Grupo, formación del. Proceso mediante el cual de un conjunto desorganizado de personas se
obtiene un grupo.
Grupo, terapia de. Tratamiento contemporáneo de numerosos pacientes (de 6 a 12) a cargo de
uno o más psicoterapeutas.
H
Habilidad. Capacidad de actuar que se desarrolla gracias al aprendizaje, al ejercicio y a la
experiencia.
Hábito. Tendencia a actuar de una manera mecánica, especialmente cuando el hábito se ha
adquirido por ejercicio o experiencia. Ver también Toxicomanía.
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Programa de formación a formadores.
Inadaptación social. Estado en el que el sujeto establece unas relaciones conflictivas con su
entorno social.
Inconsciencia. Estado en el que la capacidad de percepción y de actuar conscientemente están
anuladas. El estado más profundo de inconsciencia es el estado de coma.
Inconsciente. Zona «sumergida» de nuestra personalidad, de la que el sujeto no es directamente
consciente. Sus contenidos son de naturaleza pulsional {pulsión) y su organización está regida por
la condensación y el desplazamiento. Sus intentos de acceder a la conciencia son frenados por la
represión y sólo obtienen éxito en la medida en que, a través de las deformaciones de la censura,
se producen formaciones de compromiso (sueños, actos fallidos, etcétera). Se compone
básicamente de material psicológico procedente de los deseos infantiles.
Inconsciente colectivo. Según Jung, el conjunto de ideas y recuerdos que pertenecen a toda la
humanidad y que son fruto de los recuerdos acumulados tras las experiencias de innumerables
generaciones.
Infantil, Psicología. Rama de la Psicología que estudia los procesos de desarrollo del niño y su
conducta.
Infantilismo. Actitud. Presencia de una conducta infantil en el adulto.
Inhibición. Carencia o disminución de determinados tipos de conducta, especialmente de los
agresivos.
Inmadurez. Insuficiente grado de desarrollo afectivo que puede darse en personas cronológica e
intelectualmente adultas.
Insomnio. Trastorno del sueño caracterizado por la incapacidad para dormir el número de horas
suficientes.
Instinto. Impulso o conducta innata que conduce a determinadas acciones según un estímulo
dado.
Inteligencia. En líneas generales, capacidad mental para entender, recordar y emplear de un modo
práctico y constructivo, los conocimientos en situaciones nuevas.
Introspección. Proceso mental a través del cual el sujeto observa atentamente sus propias
experiencias.
Introversión. Según Jung, característica del sujeto de naturaleza lenta, reflexiva y cerrada, que
evita el contacto con los otros y se pone fácilmente a la defensiva.
Introyección. Mecanismo de defensa por el que se hacen propios rasgos de la personalidad de un
sujeto.
Intuición. Forma de conocimiento directo caracterizada por la inmediatez y la contemporaneidad.
L
Labilidad. Estado emotivo caracterizado por una alteración del control consciente de las
reacciones emotivas.
Latencia, fase de. Según Freud, fase del desarrollo del niño en el que la sexualidad permanece más
o menos adormecida. Se extiende desde los siete años hasta la adolescencia.
Latente, contenido. La parte oculta de un sueño, una fantasía, de los pensamientos y las
emociones. Se expresa de forma enmascarada en el contenido manifiesto.
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Mutismo. Incapacidad para hablar no provocada por lesiones en las cuerdas bucales.
N
Narcolepsia. Tendencia irresistible al sueño.
Narcótico. Sustancias que provocan la aparición del sueño.
Necrofilia. Trastorno psicosexual en el que se observa una inclinación sexual hacia los cadáveres.
Negación. Mecanismo de defensa por el que se rechazan aquellos aspectos de la realidad que se
consideran desagradables.
Nerviosismo. Nombre con que se designa, con poca precisión, un estado de desequilibrio leve del
sistema nervioso, con trastornos psíquicos de cierta intensidad (irritabilidad, poca atención, etc.) y
orgánicos (intranquilidad motora, etc.).
Neurastenia. Término acuñado por Béard para designar un conjunto de alteraciones de la
excitabilidad del sistema nervioso, caracterizado por el aumento de la fatigabilidad, con sensación
de agotamiento somático y psíquico.
Neuroléptico. Psicofármaco con efectos sedativos, ansiolíticos y antipsicóticos.
Neurología. Disciplina médica que estudia los aspectos patológicos del sistema nervioso periférico.
Neurosis. Conjunto de síntomas psíquicos y emocionales producidos por un conflicto psicológico
que se han hecho crónicos. Se conserva la capacidad para razonar coherentemente.
Nido vacío, síndrome del. Sensación de vacío emotivo que experimentan los padres cuando los
hijos se independizan, abandonando el hogar paterno.
Ninfomanía. Trastorno psicosexual femenino caracterizado por la desinhibición absoluta de los
instintos sexuales.
O
Obesidad. Exceso de peso.
Objeto sotérico. Ver Sotérico, objeto.
Obsesión. Irrupción en el pensamiento de una idea, un sentimiento o una tendencia, que aparece
en el enfermo en desacuerdo con su pensamiento consciente, pero que persiste a pesar de todos
los esfuerzos que hace el sujeto por deshacerse de él.
Obsesivo-compulsiva, neurosis. Neurosis en las que las obsesiones y compulsiones se han hecho
crónicas, perturbando la vida normal del sujeto.
Odio. Emoción reactiva frente a una persona o una vivencia que hiere o amenaza.
Oligofrenia. Ver Debilidad mental.
Ondas alfa. Ver Alfa, ondas.
Onicofagia. Hábito de morderse las uñas.
Onírico. Relativo al mundo de los sueños.
Opio. Estupefaciente extraído de las cápsulas del Papaverum álbum.
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Oral, fase. Período que abarca el primer año de vida. Según Freud, durante esta fase las
necesidades, percepciones y modos de expresión del niño se centran en la boca, a través de la cual
obtiene todas sus gratificaciones inmediatas.
Orgánico. Relativo al organismo. {Somático.)
P
Pánico. Episodio agudo de los estados de ansiedad.
Paranoia. Delirio interpretativo que evoluciona de forma progresiva, con una lógica
aparentemente perfecta y sin deterioro intelectual. La paranoia es raro que se establezca de forma
pura, por eso es más conveniente hablar de personalidad paranoica, cuyos rasgos esenciales son
una exagerada susceptibilidad, una hipervaloración del yo, desconfianza y una construcción
mental peculiar.
Patología. Ciencia que estudia las enfermedades.
Pedagogía. Ciencia de la educación.
Pedofilia. Trastorno psicosexual caracterizado por el interés erótico hacia los niños.
Pensamiento. Término genérico que indica un conjunto de actividades mentales tales como el
razonamiento, la abstracción, la generalización, etc.
Percepción. Función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir y elaborar
las informaciones provenientes del exterior.
Perfil. Representación gráfica de los resultados de un test o batería de tests.
Perseveración. Repetición persistente y sin objetivo alguno de actividades, palabras o frases.
Persona. El individuo entendido como ser vivo dotado de consciencia.
Personalidad. Estructura psíquica de cada individuo en concreto, tal y como se revela por su modo
de pensar y expresarse, en sus actitudes e intereses y en sus actos.
Pesadilla. Sueños con carácter terrorífico y angustioso, que carecen de significado patológico si no
son muy intensos o repetitivos.
Pícnico, tipo. Según E. Kretschmer, el tipo constitucional bajo y grueso.
Piromanía. Necesidad no sometible al control de la voluntad de provocar incendios y
presenciarlos.
Placebo. Preparado farmacológico sin ningún efecto pero que proporciona alivio por un fenómeno
de persuasión.
Placebo, efecto. Efecto que causa una medicina más por la sugestión que por su real eficacia
farmacológica.
Premenstrual, síndrome. Conjunto de síntomas fisiológicos y psíquicos que aparecen unos días
antes de la menstruación.
Privación afectiva. Carencia de una relación satisfactoria y duradera con una o más personas. Es
muy negativa para el desarrollo normal emotivo e intelectual del niño.
Proyección. Mecanismo de defensa que consiste en proyectar cualidades, deseos o sentimientos
que producen ansiedad fuera de sí mismo, dirigiéndolos hacia algo o alguien a quien se atribuyen
totalmente.
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Sesión 8.
Tema: 3.2. La pedagogía del Regnum Christi.
ESQUEMA
I. Introducción
II. Definición de formación y papel del formador
III. Actitudes básicas del buen formador
IV. Principios pedagógicos fundamentales del Movimiento
NOTAS:
▪ Por la amplitud de este material conviene impartirlo en dos o tres unidades.
▪ Parte del mismo se puede hacer a modo de taller: mesa redonda (exponiendo una parte y
luego comentada entre todos), phillips 66 (repartiendo a cada equipo una parte para que
ellos la presenten), representación (de un principio pedagógico por ejemplo), etc.
▪ En las secciones de adultos deben ver cómo todas las referencias a niños y jóvenes pueden
servir a aquellos formadores que son padres de familia. Por ello no descarten fácilmente
de la exposición esas referencias.
CONTENIDOS
I. Introducción
A. Afirmemos, en primer lugar, que en el centro de una metodología pedagógica sana debe
estar la persona humana. Esto, que parece evidente, deja de serlo cuando constatamos
que muchos métodos y enfoques formativos de hoy día se centran en lo sociológico
(inserción y aceptación social por encima de todo); o en lo económico (bienestar y
comodidades a las que no se puede renunciar); o métodos centrados en la especialización o
en la simple competitividad intelectual, técnica o comercial (lo importante es llegar a ser
una persona competitiva y reconocida profesionalmente).
B. Es obvio que la visión sobre el hombre determina las líneas pedagógicas que se quieren
implantar en la sociedad y en la familia. En el siglo XX se multiplicaron muchos
humanismos de tipo horizontal. Sin embargo, no han llegado a dar una respuesta plena y
satisfactoria a la pregunta sobre el hombre. No faltan las respuestas, pero la mayoría
quedan muy cortas; no hacen honor al hombre, lo degradan a la condición de animal o lo
pretenden un espíritu desencarnado. Otras lo deprimen en una atmósfera de nihilismo
existencialista. ¡Cuántos ensayos y experimentos, hoy en día, en el concepto de persona, de
familia, de sociedad moderna!
C. Esto sugiere que todo intento del hombre de autodefinirse a sí mismo, con las fuerzas
de la sola razón y su ciencia, no produce resultado. Hay en el hombre un misterio que se
siente, pero del que la razón, por sí sola, no alcanza a dar razón. Hay personas no
creyentes que ostentan un elevado grado de moralidad y de coherencia, pero debido a la
ausencia de fe, dimensiones sucesivas de su dinamismo espiritual se han quedado
frustradas. Y son ciertas personas, carentes de esa dimensión trascendente, las que
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ensayan una y otra vez con conceptos erróneos de persona, de familia y de sociedad. Y ya
sabemos: es la «crónica de una muerte anunciada». Muerte de un experimento de
hombre (¿light?, ¿metrosexual?...), de familia (¿moderna?, ¿matrimonio de
homosexuales?...) o de sociedad (¿post-moderna?, ¿multicultural? ¿extra liberal?...)
Experimentos que, por desgracia, se llevan, con su vano y nefasto aluvión, mucha gente
por delante.
D. Por eso afirmamos desde el inicio que no basta una buena base antropológica para
formar al hombre, sino que se necesita un criterio de fe y una perspectiva cristiana y
católica, dado que se trata de formar a hombres creados por Dios y transformados –en
virtud de la gracia- en hijos suyos. ¿Por qué tanto respeto humano a la hora de manifestar
las propias convicciones? Es verdad que se pueden cometer abusos pietistas o se puede
caer en el fanatismo, como muestra la historia de la pedagogía cristiana. Es verdad que ha
habido etapas de un formalismo religioso quizá muy vacío, o de un rigorismo moralista
altamente nocivo en ciertas corrientes formativas. Pero la solución ¿es irse al extremo
contrario?
En una ciudad de España, en un colegio de abolengo y tradición muy católica, hace unos
pocos años decidieron eliminar la catequesis para la primera comunión, «porque las
familias hacían de este sacramento una cuestión meramente social». Aunque el análisis
de la situación pueda ser correcto, ¿lo es la decisión de quitar la catequesis? ¿No hubiera
sido más correcto hacer un replanteamiento de cómo dar la catequesis o de cómo ésta
debía llegar también a las familias? Este ejemplo nos hacer ver con qué visión tan
errónea se afronta el fenómeno religioso en tantas partes.
G. Sí, debemos buscar ante todo, que ese hombre, que sabemos creado y llamado a la
inmortalidad, realice su vocación divina. Es ésta, sin duda, una visión del hombre muy elevada;
pero no por ello deja de ser la visión más real y auténtica. Todo hombre, como señalan los
Santos Padres, está llamado a la divinización en Cristo; y esto por el desarrollo, en su vida, de la
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Programa de formación a formadores.
gracia, de las virtudes humanas y sobrenaturales y de los dones del Espíritu Santo. Quienes
están llamados a ser formadores deben, por tanto, rendir cuentas del logro de esa vocación
divina a la que cada hombre ha sido llamado.
Podemos definir el proceso formativo como una relación interpersonal, que parte de una
persona -el padre o la madre, el formador, el maestro, el director o consultor- y se dirige a
otra persona -el hijo, el educando, alumno, consultante-, por medio de unos elementos
enteramente personales, como es la presentación de unos móviles dirigidos a su inteligencia,
a su voluntad y a su libre albedrío y responsabilidad. No es un camino de coacción y
avasallamiento, sino de auto-convicción para la promoción de la persona. Lograr que las
personas descubran que han de abrazar una serie de valores y rechazar otros contravalores,
no porque los propone y, menos aún, los impone el padre o madre de familia, el formador,
maestro o consultor, sino porque objetivamente los descubre y acepta como un bien para su
condición de persona humana. Éste es un sistema fundado en una filosofía de valores y
virtudes y en una filosofía personalista. De lo dicho en el punto anterior podemos destacar
fundamentalmente tres elementos:
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ejemplo tras ejemplo, consejo a consejo, con cada motivación y cada corrección, con
oraciones y sacrificios, el futuro y la eternidad de los miembros. Esto es algo muy serio
que hay que meditar constantemente. Formar, dice Pietro Braido, es algo más que un
concepto o una teoría, es un encauzar la persona hacia su plenitud y madurez, que
equivale a orientarla hacia el fin último de su vida, su ideal, la voluntad de Dios52.
Formar es colaborar en la construcción del hombre nuevo paulino, en cada ser
humano.
3. Esto implica una actualización permanente. El buen formador no se contenta con lo ya
adquirido sino que trata de profundizar más, trata de actualizarse, de estar al día. Es
necesario observar constantemente a los que van por delante y que más frutos
recaban; hay que saber preguntar, dejarse aconsejar; y hay que leer también buenos
libros. Un buen formador busca capacitarse constantemente con el fin de ofrecer un
adecuado servicio en su misión; y sabe aprender a partir de su propia experiencia. La
falta de preparación no se suple con nada.
Una vez vistos algunos elementos generales de la formacióny del papel del formador, señalemos en
este apartado, sin pretender ser exhaustivos, algunos de los rasgos fundamentales que deben
caracterizar la personalidad del buen formador del Movimiento. Sin olvidar, desde ahora, que no se
es automáticamente formador por el hecho de tener el título de responsable de equipo, de un área
del ICAFE o de un apostolado.
A. Coherencia en la propia vida
52 Cf. BRAIDO Pietro, La teoria dell´educazione e i suoi problemi, Roma, Pas-Verlag, 1986, p. 17
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▪ Esto, que todos comprendemos como obvio, ¡cuánto cuesta tenerlo presente en la
vida ordinaria! Qué triste es la sonrisa irónica de un muchacho cuando se le está
hablando de la importancia del respeto y veneración hacia la Eucaristía; y te dice:
«Pero si mi responsable de equipo va a misa para puro socialito, ni apaga el celular
y se la pasa twitiando».
2. En definitiva, se es formador cuando se conquista el ascendiente moral, que sólo se
logra cuando la madurez humana empapa y orienta todos los actos. Esta madurez implica
la coherencia entre lo que se es y lo que se profesa, y tiene su expresión externa más
convincente, también de cara a los propios educandos, en la fidelidad y responsabilidad
en el cumplimiento de los compromisos y deberes contraídos con Dios, con la sociedad,
con la institución donde se trabaja, con el Movimiento y, por supuesto, con la propia
familia. Es hermoso, y sumamente eficaz, cuando un formador cristiano no busca
esconder su identidad en ningún momento, cuando es ejemplo de oración frecuente y
de abnegación alegre en medio de la vida ordinaria de una familia o de una universidad,
durante los momentos de trabajo o en los momentos de descanso y convivencia.
B. Fe en la propia misión y realismo efectivo
1. El formador debe tener una gran certeza en el éxito, por su confianza ilimitada en la
acción de Dios, primer interesado en la vida de esos miembros. Condición indispensable:
tener plena seguridad de que se va a lograr el objetivo formativo que nos trazamos. En
esta lucha sin tregua contra toda clase de obstáculos es necesario armarse de un gran
espíritu de fe y de una confianza inmensa. ¡Cuántos responsables desanimados apenas
comienzan los problemas en los equipos! Hay que luchar siempre con gran fuerza y
energía. El carácter de formadores cristianos exige un espíritu recio y una gran
perseverancia en la lucha por el éxito en el negocio más grande que tenemos entre
manos: nuestras almas y su salvación. Han sido llamados por Dios N.S. a ser apóstoles de
su Reino, a ser líderes, jefes de hombres, pregoneros de un mensaje, lo cual no se hace
sin un mínimo de confianza en sí mismo.
2. El buen formador cristiano es consciente de estar construyendo sobre la acción de la
gracia. Con esta conciencia busca contagiar su amor al ideal cristiano alimentándose de
una frecuente vida de oración y de una buena dosis de auto renuncia generosa y alegre
que garantice la fecundidad trascendente en su acción. ¿Cuántas veces se nos ocurre rezar
antes de tomar una determinación pedagógica sencilla, como la de llamar la atención a un
miembro que no participa responsablemente, o más seria, como la de proponer remover a
alguien de un equipo de trabajo?
3. Por otro lado es necesaria, además, una buena dosis de realismo. Una acción es eficaz, a
nivel humano, cuando hay una mente realista que observa, analiza y ejecuta. Esta visión
realista queda sumamente enriquecida con la visión de la fe; sin embargo, una cosa no
anula a la otra. El formador cristiano puede errar en la dirección de su acción si le falta una
correcta adaptación a la realidad. Por esto mismo el formador no se pregunta qué habría
que hacer (situaciones abstractas), sino qué hay que hacer; y siempre actúa, después de
haber tomado el tiempo necesario para reflexionar, aplicando con prudencia, a las
situaciones concretas, los principios pedagógicos y metodológicos generales, así como
los principios de acción del Movimiento.
4. Se podría decir, de otro modo, que para formar es imprescindible el sentido común; ese
sentido que se puede desarrollar simplemente con observar cómo funciona la vida misma,
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cómo actúa la gente sabia, de experiencia, la gente que tiene cuatro principios claros en la
vida y no se complica con teorías raras y pseudo-científicas. El formador debe evitar toda
extravagancia, así como el rigorismo formativo. El hombre realista no se deja arrastrar ni
de modas fáciles ni de prejuicios intelectualistas; no se queda anclado en el pasado, con
lamentaciones inútiles de lo mal que está ahora la juventud y la Iglesia, ni se deja
sorprender de los snobismos que, muchas veces, son fruto de mentes traumadas por
malas experiencias o enfermas de modernidad a ultranza.
5. Se debe fomentar la capacidad para resolver problemas. Las condiciones ideales para el
trabajo con «hombre libres» nunca se van a dar. Menos en una institución que es cosa de
Dios y no empresa humana. Los problemas y dificultades serán parte constitutiva del
trabajo cotidiano. Es necesario desarrollar una actitud resolutiva. Es inútil estar
quejándose de las dificultades, de la apatía hacia la formación, de la falta de medios y de
tiempo. El formador cristiano tiene que despertar su capacidad de iniciativa, sin esperar a
que se lo den todo hecho.
6. Por otro lado, el formador debe trabajar con sentido de competencia y de conquista de
metas, con mentalidad de resultados. Sería una grave omisión dejarse llevar de la
improvisación o del trabajo con metas raquíticas. Además, los resultados objetivos han
de ayudarle a ser realista, sanamente inconformista, o a saber rectificar el camino cuando
sea necesario. Es verdad que los resultados no siempre se ven de modo inmediato, pero sí
se puede evaluar de forma precisa todos los medios, los recursos metodológicos, la
eficacia y el tiempo real que se está empleando para el bien de las personas bajo nuestra
responsabilidad.
Una formadora que impartía círculos de estudio , en México, se lamentaba continuamente de no
ver en los participantes una respuesta cristiana inmediata. Pero lo cierto es que muchos miembros
la recordaban con cariño, y, tenían bien aprendido lo fundamental. «Si algo me quedó de todos los
círculos de estudio – comentaba una- es que al final de mi vida tendré que rendir cuentas a Dios.
Pero sé que es un Dios que me ama». Un gran logro, aunque la formadora no lo haya visto.
1. El formador modela personas. Sabe que está trabajando con material de barro. Nunca
olvidemos que en el trabajo de formación tratamos no con cosas o leyes fijas, sino con personas
libres, cargadas de virtudes y defectos, pasionales y sentimentales, y que por ello hay que exigir sin
asfixiar y luchar sin desmayar. Se está trabajando con personas, con seres humanos débiles y
cambiantes, con voluntades ricas y, a veces flojas, con libertades y sensibilidades particulares. Hay
que tener paciencia, hay que saber esperar la hora de Dios sobre ellas, hay que animar siempre,
manteniendo la esperanza del triunfo. Formar a un ser humano es muy difícil; el ser humano no es
una piedra dócil que se deja golpear por el artista. El ser humano es libre, y se duele ante los golpes
y se rebela, gime y rechaza la mano que le ayuda.
2. La constancia debe aplicarse a los grandes apartados de la formación, pero también a los
pequeños detalles. Una de las tácticas pedagógicas del buen formador es la perseverancia e
insistencia en los detalles -suaviter in forma, fortiter in re- (suave en las formas pero fuerte en el
contenido), hasta lograr que vayan calando los principios y buenos hábitos en cada uno. El ser
humano a base de recordar y repetir, asimila, practica y vive lo que se le enseña. Y en la formación,
los detalles marcan la diferencia. Claro está, como hemos señalado, hay que controlar que la
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Programa de formación a formadores.
insistencia no se convierta en agobio: una cosa es ser detallista y otra, muy distinta, es caer en la
meticulosidad obsesiva. ¿La diferencia? Quizá está en eso, en que los detalles no cansan ni agobian.
D. Bondad y exigencia
1. No olvidemos que la cultura actual ofrece a los niños y a los jóvenes, y a las personas en
general, un amplio abanico de superhéroes, ídolos o líderes fáciles. El formador necesita
ser hombre o mujer líder. Y es líder y jefe porque sabe guiar sin dominar. El formador es
auténtico líder cuando convence con la veracidad de sus principios, la altura y belleza de
sus ideales y con la fuerza del testimonio de la donación de sí mismo. Una persona líder
debe lograr admiración y estima por su estilo de vida, suscitando así en los que le rodean
el deseo de seguirla e imitarla. Resulta indispensable, por consiguiente, que el auténtico
liderazgo sea entendido como persuasión a través del propio ejemplo.
2. El formador inspira respeto en todo momento como fruto de su conciencia de estar
desarrollando una gran responsabilidad. Este sentido de autoridad que debe poseer le
llevará a hablar y actuar como quien tiene autoridad, logrando el fruto de la anuencia de
sus formandos. El «respeto a la autoridad» no es una exigencia de la vanidad o del
orgullo del formador, sino una necesidad pedagógica que se alcanza cuando el mismo
formador sabe transmitir el sentido de autoridad en un clima de verdadera humildad y
sencillez, y cuando él mismo es el primero en respetar al formando.
F. Calma, reflexión y dominio de sí
1. Un buen formador nunca se deja agobiar por las circunstancias que le rodean. La serenidad
inquebrantable es un medio eficaz para lograr infundir valor a los demás en los momentos de
mayor lucha y turbación. Estas virtudes definen la altura del liderazgo que ejerce el formador.
53El tema del liderazgo en el formador amerita un seminario entero que se ofrece en este mismo programa de
formación.
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Programa de formación a formadores.
Debe aprender a controlar el nerviosismo si quiere hacerse respetar por las personas (¡cuánto
necesita esto un responsable del ECYD!).
2. Habrá ocasiones en que, quizá, la «retirada» será la aptitud más sensata: mejor no intervenir
antes que hacerlo con pasión o con sumo nerviosismo. En otros momentos, habrá que afrontar la
situación con firmeza, pero siempre bajo el dominio personal. El formador se encontrará en
situaciones difíciles donde deberá tomar una serie de decisiones; en esos momentos deberá ser
muy sincero consigo mismo para evidenciar los verdaderos motivos que le llevan a una
determinada postura o a dar una indicación por el bien del miembro. Es muy triste ver cómo
decisiones que pueden marcar el rumbo de un miembro, como la no invitación a una actividad
formativa, son tomadas de forma impulsiva o hasta rencorosa.
G. Trato universal
A. Formación integral
54Los principios más concretos de eficacia apostólica los dejamos para el seminario de metodología apostólica dentro de
este mismo programa de formación. Aquí nos centramos en la pedagogía que el Regnum Christi quiere ofrecer a sus
formadores y que éstos deberían asimilar para su labor.
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todas las dimensiones del hombre, ajustando las diferencias que por naturaleza pueden darse
en las diversas facetas de la personalidad.
B. Educación personalizada
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56En las conferencias sucesivas de este seminario se darán herramientas concretas para el conocimiento, aceptación y
superación de uno mismo.
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condición de que reconozca sus propios errores». En definitiva, el miembro le debe quedar claro
que tiene que emprender una lucha constante por superarse cada día; que la personalidad
cristiana no se le da elaborada, que la debe construir con el propio esfuerzo y, sobre todo, con
la gracia de Dios. Tiene que estar convencido de que el camino de la propia superación nunca
termina. El día que se dice: «hasta aquí», ese día se empieza a retroceder.
E. Motivación
1. Motivar es el arte que todo buen formador debe dominar. Cuando se quiere lograr algo de un
miembro, es necesario tener en cuenta que, antes de exigirle resultados, hay que motivarle y
hacer que esa motivación sea efectivamente interiorizada.
2. Quienes actúan por temor nunca llegan a realizarse porque el hombre llega a su plenitud sólo
en el amor. No se deben crear personalidades que se muevan por extraños mecanismos de
autodefensa. Nuestra pedagogía, la que siempre ha inculcado el Movimiento a sus formadores,
es eminentemente positiva y constructiva: educar la conciencia y la libertad para que se
adhieran a la verdad y a la fuerza del amor.
3. En concreto para los jóvenes y para almas inquietas: es muy fuerte la motivación de ayudar a
mejorar nuestro mundo y ayudar a que todos sean realmente felices. Esta motivación puede
ser un instrumento eficaz si se sabe presentar bien. Por supuesto, el amor a Jesucristo,
encarnación personal de todo lo bueno; el ayudar a su Iglesia, el evitar que sufra en sus
miembros; el ayudar al Papa en la obra evangelizadora, son fuentes esenciales de motivación.
De igual forma la motivación de ser un hombre o una mujer santos y de prepararse para hacer
grandes cosas por Dios y por el mundo.
4. Una vez logrado el liderazgo espiritual y humano ante el miembro, de cara a la motivación se
deben manejar dos registros en la vertiente psicológica. Primero: el reconocimiento por lo
objetivamente alcanzado, que se manifiesta de palabra y, sobre todo, con hechos y gestos;
como por ejemplo, la confianza que se deposita en una persona al encomendarle una tarea u
oficio de cierta envergadura. Segundo: el estímulo para lograr nuevas metas, para «no dormirse
en los laureles», o para sacudir el sopor o la pereza que impide el despegue. Este estímulo se
puede manifestar de diversas maneras: expresando insatisfacción por los resultados obtenidos
hasta ese momento; abriendo los ojos a nuevos horizontes; comentando los logros alcanzados
por otras personas, etc. Y todo esto hecho con prudencia, sabiendo que no se puede pedir a
todos lo mismo, y que no es bueno exagerar en las comparaciones entre las obras de
apostolado, los miembros, etc.
F. Método preventivo
1. El sistema preventivo universalizado por san Juan Bosco tiene, entre otras funciones, la
misión de preservar a los formandos de todas las circunstancias que los pueden llevar al mal y
formarles para que puedan reaccionar correctamente. Asimismo, este sistema ayuda a
preparar a las personas para que sepan afrontar el mal o las circunstancias negativas
inevitables. Hay que tener cuidado, sin embargo, de no sobreprotegerlas para no hacerles
incapaces de superar las dificultades con las que, ciertamente, tendrán que enfrentarse en su
vida (este es un defecto bastante habitual de quien trabaja con los niños y adolescentes).
2. Un buen formador siempre estará vigilando, anticipándose y anticipando en su mente
acontecimientos posibles en la vida de los miembros, especialmente si se trata de niños o
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Programa de formación a formadores.
jóvenes (lo que no significa vivir alarmado y alarmando innecesariamente al chico o a la chica).
Para el joven la vida es novedad, para el formador es una escuela para observar, prevenir y
enseñar. La constancia en la vigilancia es una manifestación clara del amor auténtico y del
deseo de colaborar en la formación de los miembros. De aquí brota un trato entre formador y
formando análogo al del padre con el hijo, imagen del amor que Dios tiene por cada una de las
almas que le confía.
G. Clima de confianza
1. Uno de los secretos de la pedagogía del Movimiento es el clima de confianza entre directores
y dirigidos, formadores y formandos, como medio para ayudar a éstos a formar el sentido de
convicción, de responsabilidad y rectitud de conciencia, así como para que toda su vida se
desarrolle en un ambiente de espontaneidad, serenidad y alegría. Los miembros deben sentirse
«a gusto» con sus formadores, con la seguridad de que serán aceptados y comprendidos
siempre que les confíen algo. El miembro debe experimentar desde el inicio que lo que se le
dice en el Movimiento (indicaciones, consejos) es siempre para su bien. Y eso le debe ayudar a
romper cualquier posible temor e inseguridad. Deben tener una certeza absoluta de la total
discreción de sus directores y formadores. La ruptura de este clima de confianza, sea por
incomprensiones sea por indiscreciones, supone, en la mayoría de los casos, una ruptura difícil
de subsanar.
2. Para crear este clima de confianza es imprescindible trabajar por alcanzar unos resortes
espirituales y psicológicos básicos: serenidad emocional ante lo que el formador observa o le es
relatado; aprender a escuchar sin interrumpir y sin distraerse; mostrar un verdadero interés con
los gestos y las palabras; saber cuidar el ambiente externo y estar atento a las posibles
interrupciones en el diálogo personal, etc. La persona conecta con quien sabe mirar
acogedoramente, con quien no reprocha ni condena, con quien impulsa decididamente a
hacer crecer a la persona en su camino de maduración, asumiendo todas las consecuencias
que esto implica.
H. Disciplina
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emplear una disciplina de apariencia severa y recia, siempre como exigencia del interés íntimo y
personal que se ha puesto en cada uno de las personas.
4. Dedicamos los siguientes puntos especialmente para los que trabajan con niños y
adolescentes. No se trata de imponer a la fuerza, ni de ponerse «en plan policía». Una disciplina
así sería rechazada y no conseguiría sus frutos. Hay que hacer ver al chico la razón de ser de la
disciplina y el por qué de cada norma (en especial, de aquellas cuyo cumplimiento les es más
costoso); de lo contrario la rechazarán, al verla como algo caprichoso, molesto y sin razón de
ser. El formador buscará el cumplimiento de los reglamentos y normas elementales para un club
o una actividad del ECYD, por ejemplo, por medio de los estímulos y la motivación, evitando las
amenazas a grupos o a individuos, y los castigos como recurso habitual57.
5. Unas palabras sobre la cuestión de los castigos, cuando se trabaja con chicos. Hay que decir
que los castigos físicos quedan totalmente excluidos en el ambiente del Movimiento. Y hay que
analizar con qué actitud se impone el castigo. El adolescente especialmente, por su edad e
índole, posee un agudo sentido de la justicia y está dotado de especial sensibilidad. Por ello, si
percibe que el castigo proviene de una actitud pasional del formador (esta actitud es típica por
ejemplo de un monitor de campamentos, cansado y harto de los chicos…), el miembro adoptará
una actitud negativa de rencor, de encerramiento, de orgullo herido. Si percibe que el castigo se
debe a una falta de ascendiente en el formador, perderá valor para él la autoridad y se le abrirá
la puerta a una indisciplina mayor. Por el contrario, si la sanción es justa y está respaldada por
una buena dosis de motivación por parte del formador, reaccionará, aunque no siempre
inmediatamente, con nobleza y con fe en la autoridad, y procurará rectificarse.
6. Muchas veces los formadores se vuelven impacientes porque no pueden controlar la
disciplina en las reuniones, en las actividades recreativas, en el dormitorio durante una
convivencia, en una actividad apostólica, etc., y recurren a los castigos o a las reprensiones,
creando una situación peor y del todo antipedagógica. La solución no está en la «magia negra»
de las caras largas, de los enfados tremendos, de los castigos (de sacarlos fuera), de las
amenazas o las llamadas de atención y las humillaciones públicas, ya que lo único que hacen
muchas veces es provocar una mayor desobediencia e indisciplina, favoreciendo la intriga, la
sumisión forzada y la rebeldía interior. La solución en estos casos es, frecuentemente, muy
sencilla y de elemental sentido común: tener desde el inicio buen ascendiente y dominio de la
situación; preparar mejor las reuniones formativas para que sean interesantes; programar mejor
las actividades para lograr la animación y la recreación disciplinada. El castigo debería ser para
un formador el último y extremo recurso.
7. Además de que el castigo debe ser justo, es decir, proporcional a la falta cometida, y puesto
únicamente con un fin realmente pedagógico, el formador debe vigilar para no poner sanciones
que luego él mismo no podrá exigir (¿qué autoridad real tiene un responsable de equipo del
ECYD para poner un castigo a un niño?). Asimismo, debe discernir el momento y la circunstancia
más oportuna para poner la sanción, aunque no conviene distanciarla mucho del momento en
que se cometió la falta, de modo que no pierda su eficacia pedagógica ni se vea como un acto de
resentimiento guardado. Los formadores en Net o el ECYD deben ser muy dependientes de sus
directores en este tema de los castigos que puedan poner, por pequeños que sean.
Una anotación para los formadores que pueden ser padres de familia. Se da el caso que algunos
castigan a su hijo con no ir con sus compañeros a una convivencia sana y formativa, porque eso al
chico le gusta mucho. Y el chico se queda en casa encerrado viendo la tele, ¡Dios sabe qué cosas!,
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¡Venga tu Reino!
Programa de formación a formadores.
perdiendo tiempo y momentos formativos. Pero, eso sí, al chico no le falta el móvil y la ropa de
marca que quiera. O castigan al hijo a no ir a entrenamientos porque ha sacado muy malas notas.
Y creen que por estar encerrado más tiempo en casa, sin más, va a sacar mejores notas. Hay
padres que por comodidad levantan el castigo a la primera, o simplemente no lo cumplen. Padres
que echan largos sermones, o una simple cachetada, y piensan que eso será suficiente para incidir
en la educación de sus hijos.
1. Reviste un interés particular la atención que merecen, dentro de cada grupo, los miembros
líderes. Tal atención especial no quiere decir que se hagan discriminaciones, sino que opta por
una herramienta pedagógica y metodológica eficaz y natural. Así, el trabajo personal invertido
en los líderes se convierte en fermento sobre todos los miembros del grupo.
2. En virtud de un orden estratégico, el formador ha de detectar a los miembros más líderes,
ganárselos e integrarlos al ambiente formativo que se quiere lograr, para que el vértice influya
poderosamente en bien de la base. Vale la pena invertir tiempo y energías en la formación del
liderazgo de los miembros con más posibilidades, ya que de ellos se recibirán réditos mayores
por el influjo positivo que ejercen sobre todo el grupo.
3. El formador debe aprender a conocer la psicología del líder para saber trabajar con ellos: saber
cómo se ve la persona líder en relación con los demás; cómo entiende el papel de las relaciones
humanas y sociales; cómo no puede no expresar sus dotes directivas, organizativas y creativas;
cómo necesita una atención personalizada, esmerada y continua. El líder estará a la expectativa
de recibir del formador todo lo que él o ella están buscando; si no se lo saben dar, es fácil que
comience a alejarse.
J. Trabajo en equipo
1. Nos referimos aquí, en primer lugar, a que los miembros trabajen y se formen en equipo y, en
segundo lugar, al equipo de trabajo de los formadores.
2. La metodología del trabajo en equipo es algo esencial en la pedagogía del Movimiento. Debe
reunirse a los miembros en equipos, y vivir en ellos los momentos de formación, de apostolado,
de sano esparcimiento. Ha de procurarse, en la medida de lo posible, que estos equipos sean
homogéneos y que en sus miembros exista una afinidad de amistad, formación, grupo social y
edad, para que su formación se desarrolle con mayor eficacia y espontaneidad58. Es un error,
por un falso concepto de igualdad, querer hacer mezclas de diversa índole en los ambientes
formativos. Otra cosa será los momentos de conexión e interrelación entre diferentes grupos,
sea por motivos deportivos, intelectuales, humanitarios, espirituales, etc.
3. Cuando un grupo humano está posesionado de una mística que lo une en el mismo ideal, los
esfuerzos de todos confluyen en la persecución de un mismo fin; cada uno, aún trabajando en
su propio campo, pone lo mejor de sí mismo en la construcción de la obra común, se suman los
esfuerzos de todos y los resultados se multiplican, sin desperdiciar energías.
4. Asimismo, este principio implica el trabajo en equipo entre los mismos formadores, ya que la
formación de las personas es algo complejo. Cuánto ayuda en la conquista de los objetivos
formativos el contar con un equipo de formadores en el que todos se puedan apoyar y
estimular. La vigilancia de varios formadores, el constante intercambio de opiniones, la
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ayuda desinteresada en los momentos requeridos, hacen que la labor formativa sea siempre
progresiva y en constante enriquecimiento.
5. Esta labor exige, por parte de los formadores, la delimitación clara y el respeto a la función que
cada uno tiene en relación con el miembro. Existe siempre el peligro de confundir al miembro
cuando, desde diversas partes, les llegan consignas contradictorias. Asimismo, hay que cuidar
que este trabajo en equipo no redunde en detrimento de la reserva y de la discreción, a la que
antes hemos aludido, dentro de la cual el miembro se abre, normalmente, a un formador más
que a otros. Es muy negativo para una persona el percibir que sus problemas «corren de boca
en boca». Además, por elemental sentido de prudencia y de respeto al derecho a la reserva en
relación a la propia intimidad, un formador no se puede permitir violar lo que una persona le
confía en el ámbito de la atención personalizada y, menos aún en la dirección espiritual.
6. Está de por medio, también, la necesaria colaboración de todas las instancias formadoras. Si
estamos formando a chicos o jóvenes tenemos que tener muy en cuenta a la familia, la opinión
de los tutores del colegio, etc. Si el miembro trabaja en un apostolado tiene que haber feed back
entre los diversos directores. Debe también haber apoyo entre las diversas secciones, más
cuando personas de una misma familia están en ellas.
K. Cristocentrismo
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