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Uso de conectores:

Los conectores son los encargados de unir las ideas del texto proporcionando distintos
sentidos según el tipo al que pertenezcan:

● Copulativos o aditivos: y, además,también, ni (para la negación)etc.


● Disyuntivos: o, u, etc.
● Adversativos: pero, sin embargo, aunque, no, sino, en cambio, si bien, etc.
● Causales: porque, luego, ya que, a causa de, debido a, etc.
● Consecutivos: en consecuencia, por lo tanto, por eso,etc.
● Distributivos de la información: en primer lugar, en segundo lugar, finalmente,
para comenzar, para finalizar, por otra parte, en primer término, por último, por un
lado, por el otro,etc.
● Temporales: antes, después, más tarde, al mismo tiempo, simultáneamente,
recientemente, etc.

ACTIVIDAD:

Escribir un cuento, teniendo en cuenta las características del realismo-mágico.


Tener en cuenta el momento de escribir la estructura de la narración( situación inicial,
conflicto, desenlace) y el uso de conectores.

Después de tantos años de trabajo, mamá había logrado comprar esa casa que tanto
anhelábamos. Luego de terminar con el papelerío nuestra familia por fin estaba instalada.
Habían sido años difíciles, de mucho sacrificio y la verdad era que con el mísero sueldo de
mi madre el asunto se demoró más de la cuenta. Nosotros aún éramos chicos, asistíamos a
la escuela y más tarde nos quedamos con los abuelos que siempre contaban historias de su
infancia.
Mi abuelo se había criado en las islas, junto a su padre, su madre había muerto cuando el
aún era demasiado chico, pero todas las noches lo visitaba hasta que cumplió los 15 años
cuando no la volvió a ver.
- Basilio, cómo estuvo la escuela hoy.
- Bien, mamá, solo uno de los exámenes que fue muy difícil, sin embargo, me acordé
todo lo que estudiamos ayer.
- Sabés que estoy muy orgullosa, sigue así, hijo.
Las charlas de Basilio con su madre se volvían eternas cada noche, era el momento del día
que él más esperaba, porque no había mejor consejera que ella. Basilio tenía nueve años la
primera vez que su madre se sentó en su cama y le recordó que nunca lo dejaría solo.
Basilio confiaba en ella más que en nadie en el mundo.
La casa era pequeña para mi madre, mis cuatro hermanos y yo, pero era nuestro techo, por
lo que tanto habíamos soñado. Las paredes estaban un poco deterioradas por la humedad,
pero mi hermano mayor, de tan solo 14 años, ya había puesto manos a la obra y se estaba
encargando de su arreglo, con nuestra ayuda, obvio, que nos encantaba jugar con la
pintura y a mi principalmente correr a Sara, mi hermana más chica, y salpicarle la cara,
dejándola como con pecas.
Ella nació un año antes que papá muriera, varias veces había escuchado decir que ni papá
ni mamá pensaban en traer a otro hijo al mundo, pero mamá decía que Sara era un milagro
de Dios. Quizás por eso la protegían tanto, en realidad todos la cuidábamos más a ella, ya
que no iba a tener nuestra suerte de conocer y disfrutar a nuestro padre.
- Raúl, vos enfermo y yo con la necesidad de trabajar para solventar la casa, y ahora
está noticia de un niño más.
- Si Dios lo decidió así, solo nos queda aceptar su decisión. Este niño o niña es un
regalo de Dios.
- Si, es verdad, es necesario aceptar la misión que Dios nos tiene a cada uno. Él sabe
porque hace las cosas.
Más tarde, la sirena de la ambulancia nos aturdía a todos, por fin llegó al hospital, dónde ya
los médicos esperaban el arribo de mi padre en la puerta. Debido a que vi su rostro cuando
bajo de la ambulancia, entendí que iba a ser la última vez que lo vea con vida. Esa
enfermedad lo había consumido hasta el punto de ser un vegetal acostado en su cama. Por
eso, nos turnábamos con mamá que, de un día para otro, tuvo que empezar a trabajar, para
brindarle todos los cuidados.
En consecuencia, debimos hacernos grandes de golpe aunque aún seguíamos siendo
niños.

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