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mediante el móvil, las relaciones amorosas. Para bien, pero también para mal
PIERGIORGIO M. SANDRI 05/12/2014 09:48
Esta aplicación ha dado lugar a muchas polémicas. Su función del doble check , es
decir la aparición de la doble pestaña después del envío de un texto, ha sido objeto de
una infinidad de problemas. Primero, se creyó erróneamente que el aviso indicaba que
el otro había leído el mensaje (en realidad sólo lo había recibido). Para echar más leña
al fuego, WhatsApp introdujo recientemente la función de la doble pestaña azul con la
hora efectiva de lectura del mensaje. Pero tuvo que dar marcha atrás al anunciar a los
pocos días que habrá la posibilidad de desactivar esta función. En resumen, se ha
generado una gran debate sobre la protección de la intimidad y el control de la pareja.
Paco Caballero es director de cine. Rodó un corto titulado Doble check en el que
ironizaba precisamente sobre esta función del WhatsApp y reflexionaba sobre el peso
que tiene en la vida de pareja. “A la luz de lo que está ocurriendo, me quedé corto.
Creo que la doble pestaña azul de WhatsApp puede llegar a ser el Apocalipsis. Va a
reventar las parejas muy rápido. Porque es una manera de controlar a alguien. Te
vuelves obsesivo”, asegura.
“El problema –añade– no es la tecnología, sino que está dentro de nosotros. Si eres
celoso, con las redes sociales vas a serlo más. Lo peor es cuando ves que el otro está
en línea con el WhatsApp y no te contesta. Porque significa que está hablando con
otras personas. En el fondo, vamos de muy modernos y conectados, pero seguimos
siendo muy convencionales en las relaciones”, apunta Caballero. Alena KH,
bielorrusa de 33 años, tiene un blog que cuenta con 300.000 visitas. Acaba de publicar
un libro, El mercado está fatal (Roca), en el que analiza cómo se viven en España las
relaciones sentimentales y sexuales. “Yo creo que las redes sociales son buenas para
quedar y pasar datos, pero no para comunicarse. El problema son las malas
interpretaciones. Sin el lenguaje corporal, no se entiende lo que en realidad se quiere
decir, pese a la ayuda de los emoticonos. Esto no hace otra cosa que intensificar las
paranoias. Antes entendías mejor si alguien estaba enfadado o no”, apunta. Por no
hablar los malentendidos que se producen si uno de los dos empieza a fisgonear en los
archivos del celular de su pareja. “En un móvil ahora tienes la vida de una persona.
Incluso si la conoces, puedes llegar a conclusiones erróneas interpretando ciertas
informaciones. Hasta te puedes poner celoso de los recuerdos de otra persona”.