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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA SAN MARTÍN

NOMBRE: INÉS CRISTINA MORALES DÍAZ


FECHA: 07/09/2021
FACULTAD: MEDICINA
TEMA: VIDA, OBRAS Y PENSAMIENTOS FILOSOFICOS DE: PLATÓN,
SOCRATES Y ARISTOTELES

RESUMEN
PLATÓN:
Nació en Atenas sobre el 428/27 a.C. en el seno de una influyente familia
aristocrática. Su origen noble le permitió disfrutar de una educación integral
(gramática, retórica, música, poesía, etc.) enfocada hacia una futura vida política,
que, por aquel entonces, estuvo marcada tanto por la Guerra del Peloponeso y el
declive de la democracia ateniense.
Su vida estuvo marcada por el estudio de las diferentes artes y de la filosofía de la
época, siendo discípulo de Sócrates al que conoció con 20 años. La relación de
maestro discípulo que mantuvo con el filósofo marcó profundamente sus
convicciones y manera de pensar en los años posteriores.
Una de las características de las obras de Platón, de las que se conocen casi en
su totalidad, es que estaban escritas en forma de diálogo. Este método le permitió
desarrollar su propio método socrático, además de significar una muestra
pedagógica sin precedentes. En su teoría de las ideas, donde quedó plasmado
toda su filosofía, cohabitaban dos mundos: las ideas y las cosas. Ambos
separados pero unidos. En las ideas no se distinguían los sentidos, sin embargo,
en el de las cosas, era un mundo más sensible, donde todo era perfectamente
percibido por los sentidos.
Hay quienes creen que Sócrates y Platón fueron la misma persona, pero no es
así. Sin embargo, esta idea tiene su razón de ser, y es que muchos de los escritos
de Sócrates no los escribió él, sino Platón, su discípulo, un ejemplo: mito de la
averna, en donde el filósofo cuenta cómo un grupo de prisioneros nacieron en una
caverna. Sólo podían mirar hacia el fondo de la misma, de manera que lo único
que veían era pasar unas sombras. Ellos nunca habían conocido a personas
reales, así que pensaban que las sombras eran las verdaderas figuras humanas.
Un día, uno de los prisioneros consiguió escapar de la caverna. Aunque al
principio le cuesta acostumbrarse a la luz del sol, finalmente puede ver lo que a su
alrededor.

SORATES:
Sócrates  (470 – 399 a. C.) fue un filósofo griego considerado como uno de los
más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue el maestro
de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo; estos tres son los
representantes fundamentales de la filosofía griega.
La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas
de Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía
griega, al prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores. El
primer paso para alcanzar el conocimiento, y por ende la virtud (pues conocer el
bien y practicarlo era, para Sócrates, una misma cosa), consistía en la aceptación
de la propia ignorancia.
Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte que
corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su discípulo.
Sócrates no escribió obra alguna y, a pesar de haber tenido numerosos
seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas
fueron iniciativa de sus seguidores.
Algunas frases de Sócrates fuero:
 El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el
valor que tiene.
 Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres,
devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros.
 La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.

ARISTOTELES:
Aristóteles nació en el año 384 A.C. en Estagira. Al morir su padre, fue enviado a
Atenas para ingresar en la Academia de Platón, donde permanecería unos veinte
años: recibió una formación superior, se familiarizó con la filosofía platónica y
terminó impartiendo él mismo clases de retórica como profesor.
En 347, al morir Platón, Aristóteles decidió abandonar Atenas y se estableció
primero en Asos, luego en Mitilene. Acompañado por su familia y discípulos,
aquellos años le sirvieron para confeccionar su propia filosofía y consagrarse a
estudios de corte empírico. Asimismo, fue convocado también por el rey Filipo II
de Macedonia, confiándole la educación de su hijo de trece años Alejandro, quien
pasará a la historia como Alejandro Magno.
Sobre el 336/35 Aristóteles retornó a Atenas para fundar su propia escuela, el
Liceo. Aquella institución de enseñanza, gratuita y pública, se contrapuso a la
Academia platónica y a otros gimnasios atenienses: insistía menos en las
matemáticas y el arte de la discusión y más en la instrucción formal y sistemática,
incidiendo tanto en la ciencia empírica de la naturaleza como en la erudición
jurídica.

Tradicionalmente, las obras aristotélicas se han dividido en dos tipos: exotéricas y


esotéricas. Del primer conjunto apenas conservamos fragmentos y algunos títulos,
siendo compuestas casi todas en forma de diálogo para destinarse a su
publicación fuera del Liceo. Del segundo grupo, en cambio, se ha legado una parte
sustancial, al tratarse de aquellos textos utilizados por Aristóteles como apuntes
de clase o notas de conferencias dentro del Liceo, siendo su temática tan diversa
como extensa: lógica, metafísica, ética, física, retórica, etc.
De entre las ciencias teóricas hay una en particular que, según la arquitectónica
aristotélica, viene a ser la ciencia entre las ciencias por cuanto estudia las causas
y los principios supremos de todas las cosas. Esta aspiración de máxima
universalidad la convierte en la expresión más nítida de lo que es la sabiduría y,
en consecuencia, asume el grado más alto del conocimiento. Tal ciencia de las
causas y principios primeros sería la “filosofía primera” o “teología”, que más
adelante será bautizada como “metafísica”.

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