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El recorrido que aquí presento, abarca tres fases: inicio con un breve
CAPÍTULO 3
LA SEXUALIDAD COMO DERECHO HUMANO:
REFLEXIONES A PARTIR DE UNA
APROXIMACIÓN CUALITATIVA
Addis A beba Salinas Urbina 19
El tema de la sexualidad reviste una gran complejidad en cual-
quier escenario donde se aborde o se haga presente, y no es la excepción
cuando surge en un espacio académico, como es el campo de la medi-
cina. Desde aquí, los procesos de salud enfermedad se explican desde
una perspectiva biologista o naturalista, con un enfoque reduccionista e
individualista (Menéndez, 1992). Así, se deja de lado la perspectiva de
que la sexualidad es una construcción social, que se va conformando con
el significado que se le asigna de acuerdo con el momento o época en
donde tiene lugar, y que ésta ha sido el vehículo para ejercer control en la
sociedad (Foucautl, 1991 ), así como para normar ciertos comportamien-
tos (Weeks, 1986; Gagnon, 2001 ). Bajo la visión médica tradicional, el
personal de salud se ha encontrado con una barrera para promover en la
población el ejercicio de su sexualidad responsable, segura y placentera,
aun cuando la sexualidad es una condición propia de lo que constituye
la esencia del ser humano.
En este documento tengo el propósito de reflexionar en tomo a la
relevancia del aspecto subjetivo que conforma a la sexualidad, en el campo
de la salud, específicamente cuando el tema surge en la relación médico
paciente, ya que es innegable la dificultad que tiene el médico para abor-
dar problemas de este tipo cuando se presentan en su práctica profesional.
Asimismo, pretendo resaltar la trascendencia de la investigación cualitativa
como una estrategia fundamental para profundizar en la comprensión de
la sexualidad, y de las limitaciones de la formación médica para facilitar
un abordaje más adecuado a esta dimensión de la vida de las personas.
19
Departamento de Atención a la Salud. Universidad Autónoma Metropolitana (Xochimilco).
60
bosquejo de la mirada de algunos de los organismos internacionales que
se ocupan de la salud, en torno a la sexualidad. Recabo, a continuación,
los testimonios de jóvenes pasantes de la carrera de medicina de una
universidad pública en la capital del país. Las experiencias relatadas
expresan las inquietudes subyacentes frente al tema de la sexualidad al
insertarse en su campo profesional. Para finalizar, evidencio la brecha
existente entre los planteamientos de los organismos internacionales, y
la realidad a la que se enfrentan los jóvenes pasantes.
El contexto de la investigación
Este trabajo tiene sus antecedentes en una investigación realizada _con
pasantes de la licenciatura en medicina de la Universidad Autónoma
Metropolitana-X (UAM-X). El propósito de ese estudio se centró en iden-
tificar los significados que los pasantes asignaban a la sexualidad, en su
práctica profesional. Se entrevistó a jóvenes de ambos sexos, quienes esta-
ban realizando su servicio social en diferentes clínicas del IMSS (Instituto
Mexicano del Seguro Social), ubicadas en el estado de Hidalgo, México. 2º
¿Dónde y cómo se origina esta historia? El interés por entender
qué pasa con los jóvenes pasantes al abordar el tema de la sexualidad
en su práctica profesional, me llevó a contactarlos en el momento en qu~
realizaban su servicio social, ya que aquí, por primera vez, tendrían la
responsabilidad total de administrarun servicio de salud en el cual, además
de la atención y consulta clínica, tendrían que impartir pláticas como parte
de un programa de promoción a la salud dirigido a los adolescentes de la
comunidad. Dicho programa, también incluye tópicos sobre sexualidad. 21
20
Estos jóvenes habían recientemente cubierto el total de créditos de la licenciatura y se encontraban
realizando el año obligatorio del servicio social. Algunos de ellos estaban a la mitad de este período,
Y los demás en el último mes de actividades en el centro de salud. Los participantes manifestaron
que las comunidades donde vivían estaban a varias horas de distancia de la capital del país, por
lo que propusieron que las entrevistas se llevaran a cabo en las instalaciones de la universidad · en
la mayoría de los casos se hizo así, los demás fueron visitados y entrevistados en sus centro; de
salud. Esta fase de la investi gación se llevó a cabo en los meses de junio y julio del 2006.
21
Los temas propuestos en este programa son muy diversos. Algunos resultan de fácil manejo para
los pasantes por el entrenaimento que han recibido en su formación profesional, entre los que
des.racan: métodos anticonceptivos, JTS (infecciones de transmisión sexual) y SIDA (síndrome
de mmunodefic1enc1a adquirida). No sucede lo mismo con otros ternas, corno erotismo, juguetes
sex uales o noviazgo, los que representan para ellos un reto importante.
61
Por los caminos de la investi gación cualitati va
Esta situación los colocaría en varios dilemas: ¿temas de sexualidad?
¿cómo hacerlo? ¿qué decir? ¿cómo decirlo?
Es importante resaltar que en esta etapa, los pasantes de medicina
llegan a residir a lugares desconocidos tanto por su ubicación geográ-
fica como por las costumbres y tradiciones de la comunidad. Por tanto,
empiezan su vida profesional lejos de los escenarios donde se formaron :
la universidad y los hospitales. Su objetivo principal cambia: allá, el
individuo y su enfermedad; aquí, cada persona inserta en sus costum-
bres y tradiciones. Allá, distantes de la persona; aquí, con una cercanía
emocional. 22
Al enfrentarse a una situación distinta a la prevaleciente en los esce-
narios académicos, los pasantes se cuestionan no sólo sus conocimientos
teóricos sobre sexualidad, sino también la forma de indagar sobre estos
aspectos en la historia clínica. En sus relatos expresan lo lejos que están
de poder identificar si los hombres y las mujeres llevan una vida sexual
placentera, ya que reconocen su incapacidad para preguntarlo . Esto tiene
su trasfondo en la estricta reserva con la que suele tratarse el tema en
nuestra sociedad. El reto se exacerba cuando los jóvenes se cuestionan
sobre los procedimientos a los que deben apegarse, al explorar partes del
cuerpo de los pacientes que involucran el componente sexual; máxime
cuando se tiene enfrente un caso de violencia sexual, situación que pone
al descubierto su incapacidad para atender estos eventos.23
Así, se evidencia una realidad llena de complejidades que tienen
que enfrentar cotidianamente dentro y fuera del centro de salud; al ca-
minar por las calles de los distintos poblados; al tomar precaución con
22
Estos j óvenes, al integrarse al campo laboral, se alejan abruptamente de su ambiente fa mi liar y
social, sintiéndose en momentos desprotegidos. Ello, por supuesto, no es exclusivo de un pro fes ional
de la medicina, pero si representa una desventaja desde el momento en que el margen para elegir
el lugar donde trabajarían y vivirían en el siguiente afio fue muy limitado, ya que su dec isión se
apega a los lineamientos estab lec idos en e l programa de sevicio social.
23 Una de las jóvenes pasantes sei\a la que aun cuando tiene los conocimientos para hacer la ex-
ploración gineco lógica a las mujeres , no es lo mismo c uando se está ante una nii\a, y menos aún
si ésta fue abusada sex ualmente. Por ende, surgen inquietudes al respecto. La pasante sei\ala: " no
sé hasta donde puedes revisar, no sé qué puedes introduc ir, y vamos directo de la mano con lo
que es el marco legal. Capaz que yo meto e l dedo para ver si está infectada la niña y a l rato [la
fa mili a] me demanda" .
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SERI E ACADÉMI COS CBS
su comportamiento habitual incluso en su vida personal;24 al reflexionar
si sus conocimientos teóricos responderán o no a las necesidades de
atención que demanda la población de cada comunidad. La diversidad
de cuestionamientos que estos jóvenes se plantean, se topan con grandes
barreras que les impiden no sólo encontrar respuestas a estas inteITogantes
sino también les dificultan distinguir los posibles caminos para mejorar
las condiciones de vida de las personas con las que conviven, día con día.
No obstante, los pasantes tienen una ventaja, a diferencia de las personas
qu e viven en la comunidad. Para ellos, al paso de un año, esas vivencias
serán parte de una historia; sin embargo, para la pob lación significa el ir
y venir de su vida cotidiana. El único cambio que puede darse depende de
la sensibilidad del próximo personal de salud que llegue a la comunidad
para identificar la situación que prevalece en la comunidad y testimoniar,
desde su muy particular punto de vista, la historia que emerge en cada
uno de estos alejados lugares de la geografia nacional.
La otra mirada, definiendo la sexualidad
En el marco de las organizaciones internacionales que se ocupan de
la salud , surgen una serie de definiciones que aspiran a guiar el ca-
mino hacia el logro de la salud sexual. Inicialmente, el concepto de
salud reproductiva se vinculó a la definic ión básica de salud, con una
pequeña ramificac ión que abrió el espacio para incluir el tema de la
sexualidad, pero siempre asociado con la reproducción (CIPD, 1994;
Salles y Tuirán, 2001 ). Actualmente, las definiciones sobre sexualidad,
derechos sexuales y salud sexual llaman la atención por sí mismas
sobre el tema, pero ello no significa que en la práctica se esté dando
un cambio; en la vida cotidiana de hombres y mujeres no trascienden
estos conceptos. Más aún, pareciera que la sexualidad fuera inexistente,
o tuviera una particular forma de expresarse de acuerdo con los cáno-
nes impuestos por cada sociedad. Aun así, vale la pena identificar los
contenidos que se abarcan en estas definiciones. Empezaré anotando
la descripción de sexualidad:
24
Una de las j óvenes que se identifica como madre so ltera, señala lo dificil que es para e ll a que su
actual novio la visite en la comunidad, po r lo que puedan pensar los pobladores. Incluso sei\ala
que preferiría que la gente del puebl o no supiera abiertamente que tiene una hij a, por lo que
pudieran pensar de ella
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Por los caminos de la investigación cualitati va
"Es un aspecto central de la humanidad y abarca sexo, roles e identidades de
género, orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción. La
sexualidad es experimentada y expresada en pensamientos, fantasías, deseos,
creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones. No
obstante que la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas
son siempre expresadas o experimentadas. La sexualidad es afectada por
la interacción de factore s biológicos, psicológicos, sociales, económicos,
políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espiritua les."
(Glasier et al, 2006).
Cuál es la primera expresión, ¡vaya complicación! Y eso que apenas em-
pezamos con las definiciones. Para continuar, haré referencia a la salud
sexual, doble dificultad. Si la salud es un proceso complicado, cuanto
más lo será al vincularlo con la sexualidad. Pero aquí vamos:
"La salud sexual es un estado de bienestar fisico, emocional, mental y social
en relación a la sexualidad, no es simplemente la ausencia de enfermedad o
disfunción. La salud sexual requiere de w1a aproximación positiva y respe-
tuosa hacia la sexualidad, las relac iones sexuales, así como a la posibilidad
de tener experiencias sexua les placenteras y seguras; libres de coerción,
discriminación y violencia. Para que la salud sexua l sea atendida y mante-
nida, los derechos sexua les de todos los individuos deben ser respetados,
protegidos y satisfechos ." (Glasier et al, 2006) .
Continúan las dificultades. ¿Cómo hacemos, si el enfoque de la salud
sexual abarca múltiples aspectos, y la visión predominante se ha reducido
sólo hacia lo biológico? En la mayoría de los casos, la concepción de salud
sexual se encuentra circunscrita principalmente a los eventos reproducti-
vos, o a las ITS (infecciones de transmisión sexual), incluyendo el SIDA
(síndrome de inmunodeficiencia adquirida), pero visualizándolos como
padecimientos físicos. Bajo esta perspectiva se ignora la importancia de
la sexualidad en la vida emocional y social de las personas.
La tercera definición que quiero presentar es la que corresponde
a los derechos sexuales, y abarca un tema amp liamente necesario en
el logro de la salud sexual ; sin embargo, este es pobremente referido,
apenas considerado y, sobre todo, escasamente aplicado en el campo
de la salud:
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SERI E ACAD ÉMICOS CBS
" Los derechos sex ua les, los c uales abrazan los derechos hu ma nos,25 estos
últimos reconocidos en las leyes nac ionales, en documentos internac ionales
de derechos humanos y en otras declaraci ones; inclu yen el derecho de todos
los indi viduos, libres de coerción, discriminación y violencia para:
- alcanzar e l más alto estándar de salud sexua l, inc luyendo el acceso a los
servicios de atención de sa lud sexual y reproducti va;
- buscar, recib ir y dar a conocer información relacionada a la sex ua lidad;
- educación sexual;
- respeto a la integridad corpora l;
- e legir a su pareja;
- decidir s í o no se r sexualmente activo;
- relaciones sexuales de común ac uerdo;
- matrimonio de común acuerdo;
- decidir sí o no, y cuándo tener hijos;
- perseg uir una vida sexua l satisfactoria, segura y placentera.
El ejercic io responsab le de los derechos humanos requiere que todos los
individ uos respeten los derechos de otros". (G lasier et al, 2006).
Al analizar estas tres definiciones observamos que para alcanzar la salud
sexual se requiere de avances importantes en diversas áreas. Es relevante
tam~ién tener una postura al respecto, pues a partir de la concepción que
se tiene es como se diseñan las acciones. Por ejemplo, el docum ento
que define estos conceptos aclara que aun cuando éstos surgen de una
convenció n de expertos convocados por la OMS (Organización Mundia l
d~, la Salud), no reflejan una postura oficial por parte de esta organiza-
c10n. La duda que surge es si la OMS está o no de acuerdo con estos
p l ant~am i entos, y por ende, cómo se debe actuar al respecto, lo que se
convierte en un reto importante, por la infinidad de aspectos involucrados
que d~terminan la expresión o no del tema. Es importante poner especial
atención a estas definiciones, ya que inicialmente permiten visualizar
as pe~tos que habían sido ignorados, al mismo tiempo que conducen a
considerar ~ as profundas inequidades existentes en las comunidades, que
van a defimr el acceso o no a servicios que garanticen la salud sexual.
25
Uno de los logros más memorab les del siglo XX fue el estab lec imiento de un sitio in ternacional
de derechos humanos (UNFPA , 2005). Es paradój ico que para que reconozcamos los derechos
humanos como tales tengan que establ ecerse una serie de con veni os, con los cuales nos sinta mos
orgullosos de que_ ~e est~ ha_ciendo a lgo a l respec to. Lo que con ello se destaca es que la mayor
parte de la poblac1on esta leJOS de vivir con un sentido de di gnidad y respeto.
65
Por los caminos de la investigación cualitati va
En voz de los pasantes
Los contenidos que integran cada una de las definiciones relacionadas
con temas de sexualidad, como ya lo mencioné, implican una gran com-
plejidad, la cual se intensifica cuando estos temas emergen en el espacio
profesional de los pasantes. La falta de una visión integral de la sexua-
lidad, en su entrenamiento profesional, los pone en desventaja, cuando
emergen situaciones de este tipo en su espacio profesional. A continuación
expongo algunos testimonios que reflejan las vivencias de los pasantes.
El caso de las mujeres en la comunidad. Violencia sexual
Al hablar de la sexualidad con los jóvenes pasantes, resultó para mí
inesperado encontrar que los temas que les generaban mayor inquietud
fueran los relacionados con cualquier tipo de violencia, experimentada
particularmente por las mujeres, en las comunidades donde trabajaban.
Aun cuando, en los programas académicos (UAM, 2001), estos tópicos
están lejos de ser abordados. 26 Pues sí, este tema emergió y fue el mo-
tivo de conversaciones ligadas con fuertes emociones. Los jóvenes no
pudieron evitar expresar el enojo y la tristeza, así como la frustración, al
relatar alguna de las vivencias de este tipo que les fueron compartidas
especialmente por las mujeres de la comunidad. También los hombres
dejaban dilucidar la violencia verbal, física y emocional cuando se jac-
taban del trato, en su vida diaria, que le daban a las esposas o parejas.
El tema de la violencia sexual implica un gran reto por su dificultad
para atenderlo en una sociedad en la que no se le reconoce como tal. Ha-
blar de estos casos reviste una gran confusión; ésta se acentúa conforme
describo y pienso en el sufrimiento y las reducidas posibilidades que
tienen las mujeres para poder encontrar caminos alternativos en su vida.
Asimismo, resulta difícil reconocer que los jóvenes pasantes se
acercan a estas experiencias sin blindaje, lo cual los deja también ex-
puestos a las emociones que emergen en las personas que atienden. Su
vulnerabilidad se manifiesta cuando declaran que parece que no hay nada
que hacer. Pese a todo esto, hablaremos del tema.
26
Para averi guarlo, se hizo un análi sis de los contenidos de l los diferentes módulos de la carrera
de medicina .
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SERIE ACADÉMICOS CBS
A través de los ojos y discursos de los pasantes he podido escuchar
una serie de historias difíciles de creer, pero que están más cerca de la
realidad de lo que yo pudiera imaginar y desear. Los jóvenes, al contar-
me estos relatos, muestran una preocupación especial por las mujeres y
niñas que sufren esta violencia. Todo puede suceder: la niña violada por
el tío, avalado por el padre de ésta; la mujer que es golpeada y no puede
protegerse pues las instancias a las que pudiera acudir para defenderse son
dirigidas por los amigos del esposo; las mujeres maltratadas, dependien-
tes de la pareja, que no tienen alternativas; e infinidad de casos de este
tipo. Aquí expondré algunos de estos relatos. Creo que es indispensable
anotarlos tal como fueron descritos por las pasantes, ya que mis palabras
son incapaces de albergar los hechos y emociones que ellos contienen:
"La vio lencia fisica, muchos casos, muchos de violencia emoc ional sobre -
todo. Hay gente que no se da cuenta de que es violencia, creen que es lo
normal, la violencia emocional, de abuso, incesto, ¿incesto, se llama?[ ... )
Los abusos sexuales, he visto casos en niños ; me indignan, me enojan,
me causa impotencia, te dan ganas de agarrar a la persona y decir: ' ¿por
qué afectan a los niños?' , no nada más fís icamente sino para toda su vida.
Esos casos, los poquitos que he visto, me han marcado. Relacionados con
sexualidad, las mujeres golpeadas que acaban horribles, deformadas de la
cara, y regresan con su pareja .. ." . (Ana, 2006).
"Aquí en la ciudad se ve el abuso sexual de cierta forma, no natural pero ...
allá 27 eran agresiones donde encontrabas el cervíx lleno de piedras, desga-
rrado por la mano, cosas que tú nunca te explicas, y a parte de todo, ver
al agresor a un lado de la víctima, y nadie hacía nada, es horrible[ ... ] Tú
vienes con otra mentalidad de la ciudad y tienes que llegar a acop larte a
la mentalidad de allá, no puedes cambiar la mentalidad de la gente, eso es
frustrante. C uando tú ya no vas al ministerio público, ellas no corroboraban
las demandas, te frustrabas, tenías que aguantar tu coraje y ver a los agre-
sores ah í, entre los demás pacientes[ ... ) Normal que el papá abusara de las
niñas, que la niña tuviera un hijo del papá, a lo mejor si me hubiera criado
ahí. .. ". (Linda, 2006).
27
Allá, se refiere a una comunidad de Chiapas, donde esta joven reali zó s u internado, antes del
servicio socia l, en un poblado del estado de Hidalgo.
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Por los caminos de la investigación cualitativa
"Lo que más trabajo me ha costado, las agresiones sexua les, si en un
adulto me cuesta creerlo, en un niño de un mes, dos meses, no la co ncibo.
Me acuerdo mucho de una niñita de 8 años, tenía el ano con desgarros
hasta de tercer grado [ ... ] estuvo una semana ingresada, term inó en ci-
rugía porque le tuvieron que reconstruir todo, llegó sangrando [... ] como
nosotros éramos los que teníamos que explorar y hacer las notas diarias
de las evoluciones del paciente, te apegas mucho a ellos. Todo iba bien,
hasta que llegó el papá y el tío. El que abusó era el tío. Fue a amenazar
a la niña para que no dijera nada. Me dio mucho coraje. Dije: si voy
ahorita lo araño a la cara o no sé qué le hago . Mejor pedí que Jo sacaran.
Era una cara de terror de la niña al ver al agresor que nunca se me va a
olvidar. .. No te explicas por qué pasan esas cosas, por qué la persona
que agrede sigue en la calle [ ... ] Además de todo, aunque no te debas
involucrar, te quedas pensando, mientras la niña está en el hospital sabes
que está en un lugar seguro, pero cuando esa ni ña se va, ¿qué sigue?
Esa fue una de las situaciones más difíciles que viví. .. ". (Linda, 2006).
Los problemas tocantes a Ja sexualidad se abordan como un proble-
ma de salud. Una mujer golpeada es atendida porque su salud física
ha sido vulnerada, pero no se manejan las consecuencias a nivel
emocional que un ataque de estos genera. Las mujeres golpeadas no
sólo regresan a sus comunidades; además, continúan la vida con sus
agresores, sin tener opciones de cambiar su situación. Los médicos,
ante este panorama, se reconocen carentes de las herramientas para
mejorar las condiciones de salud, específicamente de este grupo, no
obstante que en los discurso oficiales se anexen los conceptos de
derechos sexuales y reproductivos.
Otro ejemplo, muy dramático, expuesto por uno de Jos pasantes, es
el de una niña abusada sexualmente, quien quedó infectado por el VPH.
Ante esta situación, la principal preocupación del pasante que atendió el
caso se enfocó en la citología que se tendría que realizar cada seis meses
a la pequeña para prevenir un CACU (cáncer cérvicouterino). No obs-
tante, la sensibilidad mostrada por este joven respecto a la desagradab le
experiencia de esta niña deja de lado las consecuencias emocionales y
sociales que el abuso sexual puede acarrear en otras esferas del desarrollo
de esta pequeña.
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SERIE ACADÉMICOS CBS
Atender la violencia sexual en el cuerpo de las personas, desde la
visión médica hegemónica, resulta una tarea sencilla para el personal de
salud. Pero no lo es cuando se piensa en lo que rodea esta situación. En
el caso de la niña violada por un conocido de la familia, se atiende su
estado físico de salud, pero no se tocan los aspectos emocionales y el
impacto en la vida de estas niñas, producto de los abusos. Los derechos
sexuales de estas pequeñas son ignorados, la salud sexual es un aspecto
dificil de alcanzar.
Estudialltes de medicilla. Hostigamiellto sexual
Una de las jóvenes pasantes expresa su incomodidad al relatar el
hostigamiento sexual que vivía en la comunidad donde realizaba su
servicio social. Conforme cuenta su experiencia, ubica que este evento
no es nuevo, se ha presentado también en el ámbito académico. Ante
la posibilidad de evitar estas situaciones por las repercusiones que
podría acarrearle, destaca que ha tenido que desarrollar habilidades
para enfrentar estos acontecimientos. En este caso, esta joven pasante
reflexiona sobre la experiencia que ha vivido a lo largo de su formación
profesional. También relata el momento en el que comunica a uno de
sus supervisores la incomodidad que le produce la situación que está
viviendo en Ja comunidad. La respuesta del supervisor va más enca-
minada a cuestionar su comportamiento que a brindar alguna solución.
Esto despierta el enojo de la pasante, pero parece no identificar que está
siendo hostigada por el mismo personal al que se acercó para recibir
apoyo. La situación se repite en tres escenarios: académico, profesional
y en la comunidad. El evitar estas situaciones tiene que ver no sólo con
el reconocimiento de su-s derechos sino también con la posibilidad de
ejercerlos. El siguiente relato da cuenta de esta desagradable experiencia
vivida por esta pasante:
"A veces le dan el ride a uno y le van diciendo: 'usted está muy guapa'. Es
cuando empieza el acoso. Finalmente es algo que uno siempre vive y eso lo
viví toda la carrera. Hospital donde me paraba, hospital donde alguien me decía
algo. Muchas veces era gente muy mayor, a veces sí llega a ser incómodo. Sin
embargo, en el internado fue cuando aprendí a darles la vuelta, a decirles a
todos que sí pero no cuando, y eso me ayudó mucho." (Leonor, 2006).
69
Por los caminos de la investigación cualitativa
" ... esta se siente la gran cosa, porque está bonita, siempre se está riendo, es
una loca[ ... ] En todo este año que llevo allá, si me han propuesto 5 veces
matrimonio ha sido poco, o quieren salir conmigo, que si quiero ser su no-
via, lo más extraño, son gente casada, finalmente uno enfrenta esa situación
porque cómo me salgo de ah í, no hay otra forma[ ... ] Hablé con mi asesor
médico. Le explico la situación y me dice: 'qué raro que a las mujeres les
esté pasando esto, porque eso les pasa a los hom?res regularmente, algo
ha de estar haciendo doctora, fijese cómo se comporta, y a estas alturas
te fa ltan 2, 3 meses para salir, no voy a hablar ahorita con la doctora que
es nuestra coordinadora, pero usted mejor échele ganas y fijese cómo se
comporta .. . ' Dije: que gran apoyo, gracias, eso y nada es exactamente Jo
mismo." (Leonor, 2006).
Una particularidad en la conversación con Leonor es el encanto que
muestra al hablar de su rol como profesionista, así como del lugar
en donde se ubica su centro de salud. Pero ello no es suficiente para
ocultar el deseo de salir lo más pronto que pueda de esa comunidad,
no sólo por los difíciles momentos por los que ha pasado, sino por su
dificultad de identificar que las situaciones a las que ha estado expuesta
por un largo período responden a lo que se ha dado en definir como
hostigamiento sexual.
En estas historias emergen experiencias que denotan la violación
a los derechos sexuales de la mujer. El hostigamiento sexual que vive
una joven pasante durante su entrenamiento profesional, así como la
violencia sexual a la que están expuestas las niñas, adolescentes y mu-
jeres de las diferentes comunidades, evidencian este hecho. En el primer
caso, para la pasante es difícil ubicar la gravedad de la situación a la que
está expuesta. La cotidianidad con la que se presenta y se asume este
hostigamiento la aleja de la posibilidad de tomar acciones. Desde su rol
como profesionista, esta pasantes y los demás entrevistados se confiesan
incapaces de brindar opciones.
Reduciendo la brecha entre el discurso y la vida cotidiana:
la comprensión de la sexualidad
Hasta aquí he presentado un bosquejo respecto a los elementos princi-
pales de los que me ocupo en esta reflexión: la sexualidad y los pasantes
70
SERI E ACAD ÉMICOS C BS
de medicina. Asimismo, muestro brevemente el camino teórico sobre el
tema, en el que se intentan sustentar las bases que dirijan las acciones
en este campo. Lo que sobresale es la profunda brecha entre lo dicho,
y lo que realmente sucede en los diferentes escenarios. ¿Qué es lo que
necesitamos? Para empezar tenemos que identificar la gran diversidad
de factores involucrados; destacar que una visión reduccionista impide la
comprensión y por ende la atención en cuanto a eventos relacionados con
la sexualidad. Asimismo, es importante resaltar la dificultad de visualizar
y llevar a la práctica la sexualidad como un derecho humano. La brecha
existente entre las diversas definiciones y los hechos que se presentan
en la vida cotidiana de la población, permean la actividad del médico en
la relación con los usuarios de los servicios de salud.
Otro aspecto relevante, es la trascendencia de aproximarse en
una conversación con el otro, lo cual permite profundizar sobre temas
latentes, que subyacen cuando se abre un espacio para compartir expe-
riencias. Se da, así, la comprensión de la expresión de los participantes
sobre sus experiencias o vivencias expresadas en sus propias palabras
(Taylor y Bogdan, 1984). El testimonio de las y los pasantes ilustra
este hecho. El acercamiento al tema desde sus vivencias dilucidó una
serie de situaciones sobre las cuales en ocasiones, por ser parte de la
cotidianidad, no se detiene uno a reflexionar.
La sexualidad. Una visión biológica
¿responde a las necesidades de la población?
La visión biológica predominante en el campo de la salud, como ya lo
he comentado, se extiende a lo concerniente a la sexualidad. Uno de los
aspectos fundamentales en esta entramada son los derechos sexuales. Es-
tos han quedado marginados pues se requiere de grandes cambios, desde
la concepción de su significado. La figura 1, ilustra cómo la sexualidad
ha estado enfocada predominantemente a un solo factor, el biológico,
dejando de lado lo psicológico, social, económico, político, cultural,
ético, legal , histórico, religioso y espiritual, así como el respeto y el
placer indispensables en la expresión de la sexualidad. No obstante que
esta visión permite acercarse a la salud sexual, esto va muy vinculado
al aspecto reproductivo, lo cual se aleja tanto de las concepciones como
de las acciones en cuanto a derechos sexuales.
71
Por los caminos de la investigación cualitativa
Asimismo, en la figura 1, observamos la complejidad cuando se
hace referencia al tema. La sexualidad debe incluir tanto la salud sexual
como los derechos sexuales, pero la realidad en los espacios clínicos nos
muestra un escenario muy alejado de esta perspectiva.
Aun cuando el tema de los derechos humanos sienta las bases
de los derechos sexuales de hombres y mujeres, el discurso está muy
distante de las vivencias de los adolescentes y adultos de ambos sexos
que viven en las comunidades a donde llegan los pasantes de medicina,
acrecentándose la complejidad para abordar el tema.
Salud Sexual Derechos
Sexuales
Figura l. La sexualidad, sus necesidades y complejidades
Retomando los resultados de la investigación sobre el significado de la
sexualidad en los pasantes de medicina, se evidencia la dificultad que
para ellos representa abordar el tema. Asimismo, afloran diversas situa-
ciones que marcan la violación de los derechos humanos a los que están
expuestos no sólo estos profesionales, sino también los usuarios de los
servicios. En ambas casos se desestiman estas violaciones.
En la figura 2 pretendo esquematizar cómo la violencia observada
y vivida por la población se intenta atender desde un enfoque biológi-
co, y cómo ésto genera grandes dificultades entre los jóvenes pasantes,
pues aun cuando reconocen que se requiere de un abordaje integral, no
cuentan con herramientas que les permitan lograr este propósito. La
72
SERIE ACADÉMICOS CBS
violencia que pasa por un consultorio, sólo puede ser atendida desde una
sola perspectiva, la dolencia fisica. Esto genera la repetición de estos
comportamientos, y ante este hecho, pareciera que no hay escapatoria.
De esta situación emergen experiencias que denotan la violación a los
derechos sexuales de la mujer. Por un lado, se destaca la violencia sexual
a la que están expuestas las mujeres en las comunidades donde atienden
los jóvenes médicos que participaron en el estudio. En otro contexto, se
presentó también el problema del hostigamiento sexual que vivió una
joven pasante durante su entrenamiento profesional.
Violencia sexual
Comunidad h. Personal de
salud
Enfot¡uc Biológico
Figura 2. Violencia sexual
Y después
La medicina desde su visión biológica sólo abarca un pequeño espectro
de la sexualidad. Desde aquí se enfocan Jos desajustes en lo biológico
y lo emocional, pero no se abordan los aspectos relacionados con los
derechos sexuales de hombres y mujeres en todos los grupos de edad.
Tampoco se promueven acciones encaminadas a ubicar la sexualidad
como un componente humano, en el que la satisfacción, en el caso de las
mujeres, y la responsabilidad, en el caso de los hombres, sean asumidas.
73
Por los caminos de la investigación cualitati va
Los médicos evitan hablar del tema. En las historias clínicas las
preguntas se enfocan a la historia reproductiva, en el caso de las mujeres;
nada respecto a la satisfacción sexual, aun cuando éste es un elemento
fundamental para tener una salud sexual. Con respecto a los hombres,
el tema ni siquiera es abordado como parte de la historia clínica; se
asumen sus prácticas y se confía en que cumplen con su rol. Aquí em-
pieza la complejidad, en el discurso se destaca la relevancia de una vida
sexual placentera, en la práctica o en la vida real esto se constituye en
un enorme reto.
De aquí la importancia de que exista una congruencia entre los
planteamientos de los organismos internacionales, y las necesidades de
cambio en las diferentes comunidades, pasando por los programas aca-
démicos en los cuales también se requiere integrar la perspectiva de los
derechos sexuales. Hay experiencias (Haslegrave y Olatunbosun, 2003)
que documentan el intento de cambiar los contenidos de los programas
de pregrado en medicina, incluyendo aspectos de salud sexual y repro-
ductiva, pero aún se deja de lado lo relativo a los derechos sexuales.
Es por ello que me parece relevante describir cada uno de los com-
ponentes y el contenido general de las definiciones propuestas por los
organismos internacionales, ya que al ser estos los que marcan el camino
que debe ser recorrido, se requiere de una reflexión profunda que nos
permita identificar los significados conformados en torno a la sexuali-
dad, en los distintos escenarios, y así plantear estrategias que satisfagan
las necesidades de las personas, y que al mismo tiempo le ofrezcan al
personal de salud las habilidades necesarias para lidiar con eventos de
este tipo. Repetir los discursos no es el mejor camino.
En la literatura se da cuenta de la relevancia de que se cuente con
un personal sensible y preparado para promover la salud sexual, quienes
asuman una actitud abierta y sin prejuicios (Grigg, 1997; Herson et al.,
1999). El personal de salud necesita entender sus propios prejuicios y
percepciones sobre la sexualidad y disociarlos al atender a los usuarios
de los servicios; no obstante, es limitado el entrenamiento que reciben
en este sentido (Andrews, 2000). Los mitos y miedos están también
íntimamente asociados con cuestiones sobre el sexo, la sexualidad y la
salud sexual, y se ha señalado que al estar presentes en escenarios tanto
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educativos como clínicos, impiden al personal de salud maximizar el
potencial para un mayor bienestar, tanto en ellos como en los usuarios
de los servicios (Evans, 2000).
Conclusiones
Existe una brecha entre los conceptos de derecho sexual y salud sexual,
y las vivencias expresadas por los pobladores de diferentes comunidades.
Esto representa un enorme reto para el personal de salud y los responsa-
bles de las políticas de salud.
Al ubicar la sexualidad corno parte de un proceso biológico, se le
ha asociado con la enfermedad (ITS y SIDA) y con la reproducción. Ante
ello, no es fácil considerar el significado que el tópico tiene para el otro.
La sexualidad tiene muchos componentes, los cuales han sido evi-
tados por su dificultad para abordarlos. Por ejemplo, el hostigamiento y la
violencia sexual como prácticas cotidianas son muy dificiles de erradicar,
ya que un elemento que subyace es la notable desigualdad económica
que se vive en el país, aunado a la desigualdad de género, que coloca a
las mujeres de cualquier grupo de edad en una severa vulnerabilidad.
Resulta por tanto de gran relevancia reflexionar en torno a la im-
portancia de un enfoque cualitativo que logre: 1) identificar la violencia;
2) lograr que se reconozca corno tal; 3) plantear alternativas. Estos puntos
tienen como fin ofrecer a la población la oportunidad de experimentar su
sexualidad de una forma libre y responsable, más allá de los discursos
estipulados por organismos internacionales.
La profundización del tema a partir de una aproximación cualitativa
me permitió llegar a lugares escondidos, a experiencias indescriptibles,
a sensibilidades vulneradas, pero principalmente a ubicar que el tema de
la sexualidad requiere de una visión amplia y que responda a la amplitud
de los procesos, no hay que olvidar su complejidad. Aquí quiero retomar
algunas ideas de Edgar Morin, quien señala que: "la inteligencia que
no sepa otra cosa que separar o romper la complejidad del mundo en
fragmentos desunidos, fracciona los problemas, unidimensionaliza lo
multidimensional". Asimismo, agrega que "la insuficiencia para tratar
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 SERIE ACADÉMICOS CBS
Por los caminos de la investigación cua litativa

Grigg, E. (1997). Guidelines for teaching about sexuality. Nurse Education

nuestros problemas más graves constituye uno de los problemas más Today 17: 62-66.
serios con los que nos enfrentamos." Señala, igualmente, que " ... una
Haslegrave, M., Olatunbosun, O. (2003) lncorporating sexual and reprouctive
inteligencia incapaz de considerar el contexto y el complejo planetario
health care in the medica! curriculum in developing countries. Repro-
nos hace ciegos, inconscientes e irresponsables" (Morin, 2001: 15). ductive Health Matters, 11 (21), 49-58.
La investigación cualitativa nos sugiere la cercanía con las personas, Herson, L., Hart, K., Gordon, M., Rintala, D. (1999). Identifying and overco-
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relatos -antes expuestos. El plasmarlos aquí y tratar de imaginar todo lo
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que hay detrás de esto les da un poder impoi:tante. Por ello, pienso que Autónoma Metropolitana/Instituto Mora.
es el inicio de un largo camino, quizá muy sinuoso, pero eso no significa Morin, E. (2001). La Mente Bien Ordenada. Barcelona: Seix-Barral.
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