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Universidad de Guadalajara

Centro Universitario de Ciencias de la Salud

“El corazón del hombre”


Erich Fromm
Barrientos Barnet Orlando

Salvador Garibay Rivas

16 de marzo del 2011


El corazón del hombre
Este libro de Erich Fromm va a tratar temas relacionados con la capacidad del
hombre de matar y de destruir, en contraposición con su libro el arte de amar
donde habla de la capacidad del hombre de amar. Aunque se centra en el tema
del desamor también habla del amor en un nuevo sentido.

En el libro se van a tocar tres temas principales, estos son: la necrofilia, el


narcisismo y la fijación simbiótico-incestuosa. Cuando estas tres orientaciones se
combinan forman el “síndrome de decadencia” el que mueve al hombre a destruir
por el gusto de destruir

Como primer tema habla de la cuestión de que si el hombre es lobo o cordero, si


el hombre se deja llevar hacia la destrucción o lleva a esta. Cita a grandes
personajes destructores como Hitler o Stalin y pregunta si es que estas personas
mataron a tanta gente por si solos, claro que no, lo hicieron con la ayuda de
corderos que se dejaron llevar hacia la destrucción.
También se pregunta si el hombre es bueno o malo por naturaleza, si es que
siempre ha tenido un instinto hacia la muerte que es guiado por grandes lobos, ó
si es que el hombre es bueno pero es influido por el medio por debilidad.

Para introducirnos al tema de la violencia nos presenta otros tipos de violencia


aparte de los que nos mostrará más adelante. Estos son:

• Violencia juguetona o lúdica: es un tipo de violencia que no sirve para destruir,


se desarrolla en los juegos debido a que se quiere mostrar destreza y se tiene un
deseo de competir.

• Violencia reactiva: este tipo de violencia se emplea en la defensa de la vida, la


libertad, de la dignidad, de la propiedad, ya sean las de uno o las de otros. Tiene
sus raíces en el miedo. Los grandes líderes usaron este motivo para que los
apoyaran con sus deseos destructores, es fácil persuadir si se trata de defender a
un país.

Otro aspecto de la violencia reactiva es el que se da por la frustración, lo que


resulta de esta agresión es la hostilidad producida por la envidia y los celos

• Violencia vengativa: la finalidad es evitar el daño que amenaza, esta sirve a la


función biológica de la supervivencia. Este tipo de violencia se da en grupos
primitivos. Una persona productiva no tiene deseos de venganza. Aquí también los
grandes líderes convencen a la masa con un deseo de venganza después de
haber sido derrotados.
Estrechamiento relacionada con la venganza esta una fuente de violencia
debida al quebrantamiento de la fe basada en el amor y en la verdad, esta tiene
lugar con frecuencia en el niño.

• Violencia compensadora: se da cuando una persona es “impotente” de


trascender de manera positiva en el mundo y pretende trascender de una manera
destructiva.

Relacionado con este tipo de violencia está el impulso hacia el control


completo y absoluto de un ser vivo, este impulso es la esencia del sadismo.

• “Sed de sangre”: Es cuando se tiene una pasión de matar como un modo de


trascender a la vida, haciéndose como un animal y librándose así de la carga de la
razón.

En el tercer tema del libro se trata la primera de las tres orientaciones destructoras
que tiene el ser humano, esta es la necrofilia y también habla de la biofilia.

La necrofilia es la persona que ama a la muerte y la biofilia es cuando ama a la


vida. Todas las personas tienen algo de necrófilos y de biofilos, es en la inclinación
que se tenga a una de ellas cuando se puede hablar de una patología

Primero se habla de la necrofilia, esta se relaciona con el carácter sádico-anal de


Freud y con su instinto hacia la muerte.

La persona necrófila tiene ciertas características como tener sueños sobre muerte,
está atraída y fascinada por todo lo que no vive (cadáveres, basura, heces,
marchitamiento, etc.). La persona necrófila vive en el pasado, nunca en el futuro,
sus emociones son esencialmente sentimentales, es decir, alimentan el recuerdo
de emociones que tuvieron ayer. Son personas frías y son movidas por el deseo
de convertir lo orgánico en inorgánico, de mirar la vida mecánicamente como si las
personas fueran cosas. Tienen un deseo de control a través de la posesión y el
orden, cuando no poseen algo o no pueden controlarlo la única manera de hacerlo
es matándolo. Para el necrófilo solo existen dos tipos de polaridad, los que tienen
el poder de matar y los que carecen de él. Las personas que carecen del poder de
matar pero también sienten esa atracción lo manifiestan de manera diferente como
la madre que solo habla de los defectos del hijo y de sus malos pronósticos hacia
el futuro, no la impresionará un cambio favorable.

En el libro se habla de un personaje importante para la psicología que era


necrófilo, este es Carl G. Jung que manifestaba sueños en donde solían estar
llenos de cadáveres, sangre y muerte. Jung era una persona extraordinariamente
creadora, el resolvió el conflicto dentro de sí mismo y supo canalizarlo hacia una
capacidad de curar y de brillantes especulaciones.

Lo contrario a la necrofilia esta la biofilia que su esencia es el amor a la vida en


contraste con el amor a la muerte. En los animales la forma más explícita en la
que se manifiesta la biofilia es en su tendencia a sobrevivir. Spinoza dijo “Todas
las cosas, en cuanto son, se esfuerzan por persistir en su ser”. A este esfuerzo lo
llamó la esencia misma de la cosa en cuestión.

Otra expresión elemental en los organismos es la tendencia de fusión con los


demás organismos desde la celular sexual hasta la sexual de los animales y del
hombre. Esta última se basa en la atracción entre los polos masculino y femenino,
es por eso que la naturaleza proporcionó el placer más intenso a esta fusión. Pero
aunque parece que el instinto sexual sirve a la vida psicológicamente no
necesariamente, ya que en esta se pueden presentar perversiones en donde se
mezcla la vida y la muerte.

La persona biofila previere ver algo nuevo a la seguridad de lo viejo, ve hacia el


futuro en vez de al pasado, su sentido de la vida es funcional y no mecanicista, ve
el todo y no únicamente las partes, quiere moldear e influir por el amor, la razón,
por su ejemplo y no por la fuerza.

La ética biofilica tiene su propio principio del bien y del mal. Bueno es todo lo que
sirve a la vida y malo es todo lo que sirve a la muerte.

La conciencia biofila es movida por la atracción a la vida y a la alegría, por esta


razón el biofilo no vive en el remordimiento y la culpa. Se vuelve a citar a Spinoza
en su ética biofila que dice “El placer no es en sí mismo malo, sino bueno; por el
contrario, el dolor es malo en sí mismo.”

El amor a la vida está en la base de las diferentes versiones de la filosofía


humanista.

Para aquellas personas en las que predomina el amor a la vida se sentirán


disgustados cuando descubran lo cerca del “valle de la sombra de la muerte”.

Las dos orientaciones de necrofilia y de biofilia se pueden comparar con lo que


Freud llama instinto a la vida (Eros) y el instinto a la muerte (thanatos). Esta
dualidad es la contradicción más grande que existe en el ser humano.
En el libro se habla de la potencialidad de la necrofilia y la biofilia, dice que estas
se pueden desarrollar si existen condiciones hacia la vida o hacia la muerte.

Entre las condiciones para la biofilia menciona el cariño, las relaciones afectuosas
durante la infancia, libertad y ausencia de amenazas, enseñanza y guía en el arte
de vivir.

Lo opuesto a estas condiciones son el carecer de estímulos, frialdad, condiciones


que hacen la vida rutinaria y carente de interés, orden mecánico, etc.

También existen condiciones sociales que vendrían siendo las mismas ya


mencionadas pero a nivel social. El factor más notorio es la abundancia en contra
de la escasez. Cuando una persona pasa su vida defendiéndose de ataques para
no morir o para no morir de hambre, el amor a la vida se atrofia y se fomenta la
necrofilia.

Otra condición para la biofilia es la abolición de la injusticia, en cuanto a injusticia


se refiere a cuando el hombre no es un fin en sí mismo sino medio para los fines
de otro hombre.

Finalmente otra condición para la biofilia es la libertad, libertad para crear y


construir, para admirar y aventurarse.

Resumiendo el desarrollo del amor a la vida se dará más en una sociedad que
tenga seguridad, justicia y libertad.

También relaciona la necrofilia con el “carácter anal de Freud”. En la experiencia


de Fromm en el estudio del carácter anal se trata con personas que sienten un
profundo interés por las heces y gran afinidad por ellas. En cuanto a las causas
del desarrollo de esta atracción se pueden atribuir a la madre cuando insiste en el
aprendizaje del uso estricto del retrete y que muestra un interés indebido por los
proceso de evacuación.

También como una causa social de la necrofilia habla de los países


industrializados. En todos los países industrializados se fomenta la necrofilia por
todos los procesos mecanicistas en donde la persona se vuelve una cosa, un
número que sirve para la producción, no hay vida en las masas, no hay vida en
abstracto. En Europa y en Estados Unidos se creó un tipo nuevo de hombre que
puede describirse como el hombre organización, el hombre autómata y el homo
consumens, además el homo mechanicus. El homo mechanicus se siente más
atraído por los objetos inanimados como un coche deportivo o por dispositivos que
pueden matar a millones de individuos a una distancia de miles de kilómetros. El
homo mechanicus espera que tiene que haber un botón que al oprimirlo traiga
felicidad, amor y placer. En consecuencia el hombre se hace indiferente hacia la
vida, piénsese en el papel que el matar desempeña en nuestras diversiones.

Para finalizar el tema de la necrofilia y la biofilia se muestra en el libro dos escritos


que manifiestan muy bien estas dos orientaciones, estas son: el “primer manifiesto
del futurismo” de Marinetti hacia la necrofilia y en el poema “En la barca de
Brooklyn” de Walt Whitman hacia la biofilia.

Y también finaliza con una pregunta que dice “¿Cómo es posible crear un
industrialismo humanista opuesto al industrialismo burocrático que gobierna hoy
nuestras vidas?

La segunda orientación relacionada con la destrucción es el del narcisismo, en el


libro se va a hablar del narcisismo individual benigno y patológico y el narcisismo
social benigno y el patológico.

Uno de los principales personajes que trató el tema del narcisismo fue Freud que
lo empleo para comprender la psicosis, el amor, la castración, el miedo, los celos,
el sadismo, y también para comprender los fenómenos de masas, como
disposición de las clases reprimidas a ser leales a sus gobernantes.

Freud trato de meterlo de una manera forzada en su teoría de la libido, la libido


sustraída al mundo exterior ha sido aportada al yo, surgiendo así un estado al que
podemos llamar narcisismo.

Freud dice que el estado natural del hombre en la infancia es un estado narcisista
(narcisismo primario) en la que todavía no hay relación con el mundo exterior,
después el niño tiene una vinculación libidinosa con los objetos y cuando este
regresa a su “yo” es cuando se da un narcisismo secundario. El desarrollo del
individuo puede definirse en términos de Freud como la evolución de este
narcisismo hasta la capacidad de razonamiento objetivo y para el amor al objeto.

El narcisismo primario puede considerarse como natural a que el niño el mundo


exterior no existe, la única realidad que existe para el niño es el mismo, la persona
demente no difiere mucho de este niño, para el niño el mundo exterior todavía no
aparece como real, para el demente dejó de ser real.

Un ejemplo particular de narcisismo que está entre la frontera entre la cordura y la


locura puede verse en los hombres que alcanzaron un grado extraordinario de
poder, su palabra es el juicio definitivo sobre todo, incluidas la vida y la muerte,
parece no haber límite entre su capacidad de hacer lo que quieren. Son dioses sin
más limitaciones que la enfermedad, la vejez y la muerte. Tratan de fingir que no
hay límite para su concupiscencia y su poder, duermen con incontables mujeres,
matan a innumerables hombres, construyen castillos, quieren lo imposible.
Cuando mas trata de ser dios mas se aísla de la especie humana dentro de su
narcisismo, se va desconectando de la realidad hasta desatar en una psicosis.

La psicosis es un estado de narcisismo absoluto, en que el individuo rompió toda


conexión con la realidad exterior y convirtió a su propia persona en el sustituto de
ella.

Otros casos de narcisismo es por ejemplo cuando una persona le gusta su propio
cuerpo, la misma cosa es agradable cuando se relaciona con el cuerpo de la
persona y es desagradable relacionada con el cuerpo de otro.

Otro caso es el del paciente que quiere una cita con un doctor pero la quiere a la
hora y el día que él quiere y no comprende que el doctor también tenga una vida
propia y que exista otra gente que necesite el servicio, solo importa lo que tiene
relación en el.

También se trata de narcisismo cuando una persona se enamora de una mujer


que no le corresponde y el individuo narcisista no cree posible que la mujer lo ame
porque no concibe una realidad ajena a la suya.

Aunque el individuo narcisista obre de modo servicial lo hace porque le gusta


verse en ese papel, a el no le interesa lo que dicen los demás, ni se interesa
realmente por ellos, es susceptible de toda crítica ya que cree que el es perfecto.
El individuo narcisista no toma necesariamente toda su persona como objeto de
narcisismo y en ocasiones ni siquiera se encuentra dentro de él, como es el caso
de una persona que muestra una adhesión narcisista hacia sus hijos, creen que
son los más bellos y los más inteligentes porque salieron de él.

El amor adulto entre hombre y mujer también tiene con frecuencia una calidad
narcisista.

El narcisismo se puede considerar como necesario biológicamente desde el punto


de vista de la supervivencia, el hombre tiene que atribuirse a sí mismo una
importancia muy por encima de la que da a cualquier otro. Si no lo hiciese ¿de
dónde sacaría la energía para defenderse? Cuando este narcisismo se da en
extremo entra en conflicto con el principio de la supervivencia porque lo aleja de la
sociedad.

El resultado más patológico de la adhesión narcisista es la deformación del juicio


racional. El individuo narcisista es incapaz de ver la realidad de una manera
objetiva.
Otro elemento más peligroso es la reacción emocional a la crítica. El individuo
narcisista se siente solo y tiene miedo, ese miedo lo cubre cuando piensa que él
es todo por lo tanto no está solo pero cuando se le critica no solo se siente
amenazado al objeto de su adhesión si no a toda su existencia que lo lleva a
reaccionar con furia y la única manera de salvarse de esa amenaza es destruir al
crítico. Hay una alternativa a la cólera explosiva resultante del narcisismo herido y
es la depresión, el individuo se siente de luto por que murió si “Yo” bello y busca
maneras de salir de la depresión, una de estas es aumentar su narcisismo para
que ninguna crítica ni fracaso lo afecte, es decir, enfermando más. Y también
puede intentar transformar la realidad de tal manera que se conforme con su
autoimagen narcisista, como por ejemplo Hitler.

Aparte de hablar del narcisismo individual también habla del narcisismo de grupo
que al igual que en lo individual de este depende en cierta medida la supervivencia
de dicho grupo, sus miembros consideran la importancia del grupo mayor que la
de sus vidas y además crean la rectitud o aun la superioridad de su grupo en
comparación con otros.

Tiene como objeto suyo el grupo tal como es, y sirve para evitar el disgusto entre
los individuos por desigualdades o carencias, por ejemplo, el narcisismo racial de
Alemania o personas que piensen que aunque son pobres e incultos son
importantes por pertenecer al mejor grupo del mundo: “los blancos”. Este tipo de
pensamiento lleva a muchos gobiernos a usar el narcisismo social como medio de
convencimiento de las masas para un fin determinado como una guerra.

Este narcisismo se basa en pensar “nosotros somos admirables, ellos son


despreciables” y se da en diferentes formas como religiosas, nacionales, raciales,
políticas, etc.

Existen también actitudes anti narcisistas llamadas humanistas como por ejemplo
el concepto de universalidad del hombre que busca la religión católica pero esta
también alimento el narcisismo de grupo al creer que esta es la única posibilidad
de salvación. También hubo pensadores humanistas como Spinoza, Rosseau,
Goethe, Herder, Kant, Marx, etc. La experiencia humanista consiste en pensar que
nada humano es ajeno a uno, que “yo soy tú”. El pensamiento humanista se
puede resumir en una frase: “La meta del hombre es vencer su narcisismo”.

En conclusión el narcisismo es necesario siempre y cuando no pase de cierto


umbral. Es antagónico de la razón y el amor.
La tercera y última orientación hacia la destrucción es la simbiosis incestuosa que
se basa en la teoría de Freud del complejo de Edipo. Freud creía que hay una
fuerza de adhesión a la madre que la hace desearla sexualmente y odiar al padre
como un rival, mas como este rival tiene más fuerza, el niño reprime sus deseos.
Esta adhesión a la madre también se da en las mujeres al buscar seguridad y
protección.

Fromm encuentra que esta adhesión hacia la madre es uno de los fenómenos
centrales del proceso evolutivo y una de las principales causas de neurosis o
psicosis, es una de las pasiones más fundamentales en hombres y en mujeres, y
comprende el deseo de protección del ser humano, la satisfacción de su
narcisismo, su anhelo de verse libre de los riesgos de la responsabilidad, de la
libertad, del conocimiento, su anhelo de amor incondicional, que se ofrece sin
esperar nada de su respuesta amorosa.

Esto es normal en el niño desvalido, sin este vinculo incestuoso no sobreviviría. La


patología se da cuando la persona adulta no madura y prefiere la irresponsabilidad
y la comodidad de seguir en el seno materno.

La transferencia de la función materna de la madre real a la familia, el clan, la


nación y la raza, tiene la misma ventaja que ya se señaló respecto de la
transformación del narcisismo personal al narcisismo social. Esta nación, raza o
clan puede convertirse en una madre que se idolatra deseando su protección
como por ejemplo en el catolicismo a la virgen María.

Según Fromm pueden existir vínculos incestuosos con la madre sin huella alguna
de estimulo sexual y este muchas veces no implica solo el anhelo de amor y de
protección a la madre si no también miedo a ella, miedo de la capacidad
destructora de la madre para con los hijos resultado de la dependencia hacia ella.

Al igual que en el narcisismo existe una forma benigna y natural de vinculo


incestuoso y una forma maligna y patológica de este vinculo, a la forma maligna
Fromm le llama “simbiosis incestuosa”. El estado benigno depende del grado de
fijación incestuosa que tenga el individuo.

En un nivel maligno de fijación el individuo no desarrolla su independencia. Con


frecuencia estos individuos sintieron en edad temprana que la madre los prefería
al padre, que la madre los admiraba, mientras que despreciaba al padre.
Desarrollan un fuerte grado de narcisismo que les hace sentirse mejores que el
padre, o más bien que cualquier otro hombre. Estos individuos también pueden
sufrir graves dudas a su virilidad o perturbaciones sexuales tales como impotencia
y homosexualidad.
Existen sueños característicos de la fijación en la madre que representan el deseo
de ser lactado, miedo a ser destruido por una madre todopoderosa, y una mujer
que siente que su madre la destruirá si se enamora de un hombre y solo la muerte
de la madre puede liberarla.

El nivel más profundo es la “simbiosis incestuosa”. La persona simbióticamente


adherida forma parte de la persona huésped a quien esta adherida. No puede vivir
sin esa persona, y si es amenazada la relación, se siente extremadamente
angustiada y temerosa. Para esta persona es muy difícil sentir una clara
delimitación entre ella y la persona huésped, es erróneo hablar de casos así
señalándolos como dependientes ya que dependencia presupone una clara
distinción entre dos personas.

En las formas más regresivas de simbiosis el deseo inconsciente es en realidad el


de volver al seno materno, estar en el seno materno es estar alejado de la vida. La
patología de la fijación incestuosa depende del nivel de regresión.

Al igual que en el narcisismo la fijación incestuosa choca con la razón y con la


objetividad. Por ejemplo, si la madre no puede equivocarse ¿Cómo se puede
juzgar a alguien objetivamente si está en pugna con la madre o es desaprobado
por ella? También esta forma de deterioración del juicio se presenta cuando la
fijación se da a la raza, nación, familia, etc.

El segundo rasgo patológico es el no sentir a otro ser como plenamente humano.


Solo se sienten humanos los que comparten la misma sangre o el mismo suelo. La
fijación incestuosa estropea la capacidad de amar.

El tercer rasgo patológico es el antagonismo con la independencia y la integridad.


La persona vinculada a la madre y a la tribu no es libre de ser ella misma.

El individuo vinculado a su madre puede razonar su vínculo de diversas maneras:


es mí deber servirla, o ella hizo mucho por mí y le debo la vida, o ha sufrido tanto,
o es tan maravillosa.

En el caso de un desarrollo normal la fijación incestuosa es vencida por la


tendencia al crecimiento.

En esta parte del libro se comparan las tres orientaciones a la destrucción. Ante
todo hay una afinidad entre la fijación incestuosa y el narcisismo. El y su madre
son el objeto de su narcisismo y se les une la necrofilia, el anhelo de volver al
seno materno y al pasado es al mismo tiempo el anhelo de muerte y destrucción.
Si se combinan formas extremas de necrofilia, narcisismo y simbiosis incestuosa,
podemos hablar de un síndrome que el autor le llama “síndrome de decadencia”.
La persona que sufre este síndrome es mala, ciertamente, ya que traiciona a la
vida y el crecimiento y es devota de la muerte y la invalidez y lo contrario a este es
el “síndrome de crecimiento”.

Para finalizar el último capítulo plantea la mima pregunta que se planteo al


principio junto con otras preguntas: ¿El hombre es bueno o malo? ¿Es libre o está
determinado por las circunstancias? ¿Son erróneas esas alternativas y el hombre
no es esto ni aquello, o es esto y aquello? Y ¿Puede hablarse de la esencia del
hombre o de su naturaleza, y si se puede, como habría de definirse?

Fromm dice que si existe una esencia del hombre que no es una sustancia dada al
humano sino una contradicción inherente a la existencia humana. Esta
contradicción se da porque el hombre es un animal pero insuficiente porque no
tiene herramientas para sobrevivir pero tiene procesos metales superiores lo que
lo hace parte de la naturaleza pero raro y aislado de ella. Para encontrar armonía
en la naturaleza el hombre da dos respuestas, una regresiva que trata de volverse
más animal que humano y otra progresiva que trata de dejar de ser animal y usar
la razón para ser más humano.

Estas consideraciones nos llevan al problema de la libertad y el autor nos habla de


situaciones en las que no se es libre por ignorancia de todo el contexto en el que
tomamos decisiones o porque hay situaciones en las que se fue libre en un
momento y conforme se da el flujo de las circunstancias se pierde la libertad y ha
quedado determinado. La persona es libre de elegir cuando tiene conocimiento y
conciencia de porque tomaría tal o cual decisión y de las consecuencias que
resultan de esa decisión. Conocimiento significa que el individuo hace suyo lo que
aprende, sintiéndolo, experimentando consigo mismo, observando a los demás y,
finalmente, llegando a una convicción y no teniendo una opinión irresponsable. La
libertad de elección no es una capacidad abstracta, no se tiene o no se tiene; es
más bien una función de la estructura de carácter de una persona.

Puede generalizarse que una de las razones por las cuales la mayor parte de la
gente fracasa en la vida es que precisamente no conoce el momento en que
todavía es libre para actuar de acuerdo con la razón y que no tiene conciencia de
la elección de la elección sino cuando ya es demasiado tarde para tomar una
decisión.

Cuanto más tiempo sigamos tomando decisiones equivocadas, mas se endurecen


nuestros corazones y cuantas más veces tomemos decisiones acertadas más vida
adquieren nuestros corazones.

El ser humano tiene un mundo de alternativas y posibilidades para elegir, reales o


irreales. Las reales son aquellas que pueden realizarse, teniendo en cuenta la
estructura total de fuerzas que actúan en un individuo o en una sociedad. Las
irreales constituyen ideas y deseos que aparecen para ahorrarnos la tarea de
tomar una decisión.

La libertad del hombre consiste en que pueda elegir entre las posibilidades reales
existentes. La libertad en este sentido puede definirse no como “obrar con
desconocimiento de la necesidad” sino como obrar con base del conocimiento de
las alternativas y sus consecuencias.
Conclusión.

El libro me gustó, puede que no sea una gran crítica pero el libro fue de mi agrado.
Es un libro fácil de asimilar en cuanto a conceptos pero invita a la reflexión y a la
toma de conciencia sobre las cosas que estamos viviendo individual y
socialmente, cosas que nos hacen dañar a los demás de una u otra manera.

Algo de lo que me agradó mucho fue que los temas los tratara inductivamente, de
casos particulares daba inferencias o explicaciones generales, eso hace que el
libro esté más completo y que de una perspectiva más amplia de los temas que
trata.

También me gustó que se basara en la teoría de Freud, aunque se me hizo un


poco difícil entender bien la relación que tenían las orientaciones con la teoría de
la libido, pero el autor siempre presentó primero la teoría de Freud, después la
relación que tiene con las orientaciones destructivas y después daba su propia
perspectiva o conclusión.

El autor daba una explicación clara y sencilla de las orientaciones, presentando la


definición, lo necesario o lo normal de la orientación así como lo anormal y lo
patológico, las características de la persona o de la población que presentan tal
orientación.

Desde que empieza el libro te hace reflexionar; ¿El hombre es lobo o cordero?
¿Es bueno o malo? Hace estas preguntas al principio dando una excelente
introducción a su libro, de la misma manera como empieza termina, introduciendo
y concluyendo sobre las mismas preguntas de una manera concreta y clara.

Al empezar el libro y después de irlo leyendo pensé en hacer mi crítica o


conclusión sobre el principio del libro pero después me encontré que el autor ya lo
había pensado antes, aunque comentaré mi opinión acerca de esto más adelante.

En cuanto al tema de la necrofilia las cosas que me llamaron la atención fueron


para empezar que yo pensaba que era solo una filia sexual y no una también una
filia hacia lo muerto, lo inanimado, hacia la basura, lo mecanizado, etc. Y me
pareció interesante cuando habla de que los países industrializados fomentan la
necrofilia por todos los procesos mecanicistas en donde el hombre se vuelve una
cosa, deja de ser persona, ya no es un fin en sí mismo y se vuelve un medio para
los fines de otros y en consecuencia el individuo también desarrolla una necrofilia
cuando se siente atraído a cosas inanimadas como un auto o un aparato
electrónico.
Hablando del narcisismo me gustó la manera en la que lo trata como algo
indispensable para el individuo pero que en extremo puede llevarlo al aislamiento
y a la destrucción.

Este tema lo abordamos ligeramente en clase y me sentí muy atraído por él ya


que me sentí de cierta manera identificado y en ese momento pensé que había
encontrado algo malo en mi. Fue una afirmación acertada, me quedó muy claro el
tema y comprendí que es algo que todos tenemos en mayor o en menor grado, así
como la necrofilia, la biofilia o la fijación incestuosa. Estas orientaciones así como
todo en la vida son importantes en cierto grado.

En el tema de la simbiosis incestuosa creo que por sí sola esta orientación no te


lleva a la destrucción, me parece que te lleva al aislamiento, a la dependencia y a
la pérdida de libertad pero no a la destrucción. Es cuando se combina con las
otras orientaciones que se puede dar una tendencia hacia el mal.

En el libro se clarifica el origen o la causa de la destrucción en el mundo en tres


aspectos concretos que van relacionados el uno con el otro y nos lo presenta a
nivel individual y nivel social, nos habla de grandes líderes destructores que no
destruyeron por si solos y de grupos de poblaciones que contribuyeron a la
destrucción en masas, esto nos lleva a la primera cuestión si ¿el hombre es lobo
o es cordero?

En mi opinión no se puede hacer una clasificación tan estrecha en dos categorías.


El hombre es tanto lobo como cordero, así como existen personas que se dejan
llevar hay personas que llevan, como es el hombre tanto bueno como malo y
depende de la inclinación a la que se oriente, al igual como la necrofilia y la biofilia,
todos tenemos algo de necrófilos y de biofilos, así mismo tenemos algo de buenos
y de malos.

El hombre es libre, y me pareció acertada la idea de determinismo de Fromm en


donde el hombre empieza libre y la toma de decisiones lo va a llevar a seguir
siendo libre o a estar determinado, en conclusión la determinación del hombre es
producto de su libertad.

Este libro, como dije al principio, nos invita a la reflexión y a la conciencia, con
conciencia y conocimiento tenemos libertad, libertad de elegir entre lo bueno y lo
malo, entre la necrofilia o la biofilia, entre el narcisismo o el altruismo, entre la
dependencia o la independencia y esta es la única manera de lograrlo, a través
del conocimiento.

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