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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

stimado Colega:
"CAUCHOTECNIA" surgió como una ayuda, para
todos los Colegas de Iberoamérica en su difícil tarea
de desarrollar y construir piezas de caucho.
Inestimable resultó la colaboración recibida de todas
aquellas personas que nos ilustraron con el valioso aporte
de sus conocimientos y experiencias.
Pero para continuar nuestra meta con éxito,
necesitamos enriquecernos con el aporte de los Técnicos
que quieran realizar el esfuerzo fatigoso de pensar y plasmar
sus ideas por escrito, en beneficio de la Industria del Caucho.
Señalamos que para su ilustración, existe un
Reglamento de Publicación que brinda toda la información
necesaria y está a su entera disposición.
Como Miembros de la Subcomisión de Publicaciones,
estamos desarrollando la tarea de selección y clasificación de
los Fascículos, con el deseo que la misma resulte útil y logre
concretar un material de consulta interesante y provechoso.
Confiando en el apoyo y la benevolencia de todos los
Técnicos Amigos, les hacemos llegar el más cordial saludo.

Nota: El contenido de las Publicaciones de Cauchotecnia es de


exclusiva responsabilidad del autor.

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En 1948 obtuvo el grado de Licenciado en Ciencias Químicas en la


Universidad de Sevilla y en 1951 el de Doctor en Ciencias por la Universidad
Complutense de Madrid.
En i 953 ingresó como Colaborador en el entonces Departamento de
Plásticos (hoy Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros) del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSiC, al que ha pertenecido
hasta su jubilación en 199 I. En dicho Instituto fue promovido a Investigador y
posteriormente a Profesor de Investigación; ha ocupado los cargos de jefe de
Sección, jefe de Unidad Estructural, Jefe de Departamento y Vicedirector. Su
labor en el Instituto se ha plasmado en numerosos informes técnicos para !a
industria, patentes y publicaciones; entre estas últimas figura el Übro Manual de
Tecnología del Caucho, editado por el Consorcio Nacional de Industriales del
Caucho en i 984 y 1989.
En el aspecto docente, de 1951 a í 953 fue Profesor Adjunto de Química
Orgánica en ¡a Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid y de 1965 a I 978
fue Profesor de Tecnología de Elastómeros en la Escuela de Plásticos y Caucho
del CSIC
En cuanto a sus actividades de normalización, desde í 956 ha sido vocal
del Comité Técnico "Industrias de Plásticos y Caucho" de IRANOR.
Posteriormente fue: Vocal de la Comisión de Normalización, Presidente del
Comité Técnico de Normalización N°53, "Plásticos y Caucho", Vicepresidente
del Comité Técnico de Certificación N° 1, "Plásticos" de la Asociación
Española de Normalización, AENOR.
En la normalización internacional, ha participado activamente en el
International Standard Organization/Technical Committee 45 "Rubber and
Rubber Products", asistiendo desde 1967 a sus reuniones plenarias anuales;
desde 1986 hasta 1992 ha presidido su Grupo de Trabajo "Propiedades
viscoelásticas".
Miembro del Plastícs and Rubber Institute desde 1970, en 1982 fue
elegido Fellow de dicha Institución (actualmente integrada en el Institute of
Materials). En 1992 fue designado Socio Honorario del Grupo Cauchero
Colombiano. Es miembro del Editorial Board de la revista PolymerTesting desde
su iniciación en 1980, y también desde esa fecha preside el Comité de Redacción
de la Revista del Caucho.

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ebido a la peculiar naturaleza de la elasticidad del caucho, atribuíble no a una


modificación de las distancias interatómicas con la deformación, como en los
sólidos elásticos convencionales tales como acero, vidrio, plásticos rígidos etc.,
sino a una disminución de entropía como consecuencia de cierto
ordenamiento de las cadenas moleculares bajo los efectos de un esfuerzo
externo, el caucho presenta un comportamiento viscoelástico, es decir, presenta
simultánemente las características propias de un sólido elástico, esto es, que la
reacción elástica es proporcional a la deformación impuesta.

y las de un elemento viscoso, en el que la reacción es proporcional a ía velocidad de la


deformación impuesta.

Cualitativamente esto es fácilmente comprensible de un modo intuitivo. Si


pensamos en una cadena molecular aislada, que resulta estirada como si fuera un resorte
bajo una fuerza exterior, su tendencia a adoptar la configuración aovillada más probable
nos dará la componente elástica: a mayor deformación impuesta, mayor reacción elástica.
Pero la cadena molecular no está aislada, sino rodeada de todas las demás, entre las que
se ejercen fuerzas de atracción intermolecular de diversa naturaleza, con lo que los
movimientos de la cadena (o de un segmento de la misma) se verán retardados como si
se moviese en un medio viscoso; de hecho, desde un punto de vista tísico, el caucho es
considerado,.como un líquido de muy alta viscosidad. Este movimiento en un medio
viscoso es el responsable de la componente viscosa de la reacción del elastómero. Por
otra parte, explica los efectos observados de la temperatura, de los que nos ocuparemos
más adelante, por su influencia sobre la viscosidad del medio.
Este comportamiento viscoelástico se pone especialmente de manifiesto cuando el
caucho vulcanizado, que en adelante llamaremos elastómero, es sometido a esfuerzos
(o deformaciones) repetidos rápidamente, con frecuencias del orden de uno o más ciclos
por segundos (hertzios o Hz), es decir, en las llamadas propiedades dinámicas, para
diferenciarlas de las observadas cuando la deformación tiene lugar en tiempos muchos
más largos, las llamadas propiedades estáticas o cuasiestáticas, como son la mayoría
de las características tecnológicas más usuales (dureza, resistencia a la tracción,
resistencia al desgarro, etc.).

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Supongamos una masa, m, unida a un soporte rígido por intermedio de un bloque


de elastómero (figura I ) y, en primera aproximación, admitamos que la masa sólo puede
adoptar un movimiento vertical (lo que se designa frecuentemente como un sistema de
un solo grado de libertad). Para estudiar analíticamente este sistema se ha adoptado un
modelo mecánico, el modelo de Voigt (figura 2), en el que el elastómero está sustituido
por un resorte elástico en paralelo con un amortiguador hidráulico compuesto de un
pistón que se mueve en un fluido contenido en un cuerpo de bomba.

Sea K la constante elástica del resorte, tal que

y C el coeficiente de amortiguamiento del amortiguador, tal que

Si sobre la masa m actúa un impulso o fuerza instantánea f, por el equilibrio acción-


reacción o expresando la fuerza como el producto de la masa por la aceleración,

Si no existiese amortiguamiento, es decir si el sistema se comportase como un sistema


elástico ideal y la componente viscosa, C (dx/dt), fuese nula,

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La solución de esta ecuación1 es

esto es, la masa m oscilaría teóricamente de manera indefinida alrededor de la posición de


equilibrio con una amplitud A y una frecuencia angular natural con (figura 3), que
viene dada por la expresión

El período,!", será igual a , expresado en segundos, y la frecuencia natural,


fn\ en ciclos por segundos o Hz

siendo W ei peso correspondiente a la masa m con. la aceleración de la gravedad g. Si

existiese sólo la componente viscosa, esto es si

En el anexo i se hoce el desarrollo matemático de las soluciones de ésta y de las siguientes


ecuaciones diferenciales.

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la solución es

La masa volvería a la posición de equilibrio sin oscilación (figura 4).

Cuando existen ambas, pero el amortiguamiento es reducido en comparación con


la reacción elástica, esto es cuando K>>C, la solución es

El movimiento de la masa m viene expresado por una oscilación sinusoidal, de


frecuencia natural con\ cuya amplitud va disminuyendo limitada por las curvas
exponenciales ± exp (-Ct/2m) (figura 5). (Una curva de este tipo se obtiene en la
medición de la resiliencia de los elastómeros con el oscilógrafo Yerzley (figura 6), según
normas UNE 53 537-81, ASTM D 945, etc.)

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Amplitud
Ao

Figura 5
Movimiento vibratorio armónico,
amortiguado exponencialmente

Figura 6
Oscilógrafo Yerzley

A medida que aumenta el amortiguamiento, llega un momento en que ya no se


produce ningún movimiento oscilatorio, sino simplemente una disminución progresiva de
la amplitud hasta cero; en la ecuación (6) anterior t se hace cero, por consiguiente cos
es uno y la ecuación queda igual a la (5). El valor de C para el que se produce este
hecho se designa como "amortiguamiento crítico, Cc", cuyo valor viene dado por

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Con mayor frecuencia se usa, por ejemplo en estudios de transmisibilidad como los
que se verán más adelante, el "factor de amortiguamiento'*

Asimismo, partiendo de los oscilogramas de tipo Yerzley se suele calcular el


llamado "decremento logarítmico, A", definido como el logaritmo natural de la
relación de las amplitudes de dos máximos consecutivos, es decir, en la figura 5,

cuyo valor puede considerarse aproximadamente igual a

Si en vez de un impulso momentáneo, sobre la masa m actúa una fuerza sinusoidal


, la ecuación diferencial correspondiente sería

La solución a esta ecuación consta de dos términos, un primer término que


corresponde a una vibración transitoria que desaparece rápidamente, en la forma vista
para la vibración amortiguada correspondiente a un impulso inicial (ecuación 6), más una
oscilación persistente según la ecuación

que corresponde a un movimiento vibratorio armónico de igual frecuencia y período que


la fuerza impuesta, pero desfasado respecto a ésta en un ángulo 5 .

Veamos una representación gráfica de lo que se acaba de exponer.

Consideremos un caso similar al anterior, en el que una masa m está unida a un


soporte por intermedio de un elastómero (figura 7), estando sometido el soporte a una
vibración

Como consecuencia de lo antes dicho, la fuerza ejercida sobre la masa m por la


reacción elástica del elastómero constará de dos componentes, una componente elástica,
proporcional a la deformación y en fase con ellas

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En e/ Anexo II se recuerdan algunos conceptos sobre el movimiento vibratorio armónico.

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y una componente viscosa, que es proporcional a la velocidad de deformación [dy(t)/dt =


yo w cos(wt)] y en fase con ella

La resultante será la suma de ambas componentes

que será una función sinusoidal de igual período, 2 , pero desplazada un ángulo 8
respecto a la deformación impuesta. Este ángulo se denomina ángulo de pérdidas.

El módulo de elasticidad dinámico sería la suma de los esfuerzos derivados de


ambas componentes (figura 8), el correspondiente a la componente elástica o módulo
de almacenamiento

Siendo el esfuerzo (fuerza dividida por la superficie de la sección


transversal del elastómero) derivado de la componente elástica de la fuerza
resultante, y el correspondiente a la componente viscosa o módulo de
pérdidas

Donde es el esfuerzo derivado de la fuerza

Como entre ambos existe una diferencia de fase de la suma no es una suma
algebraica, sino una suma vectorial (figura 9)

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Figura 8
Respuesta de un material viscoelástico lineal a una deformación sinusoidal
impuesta, de amplitud El esfuerzo, de amplitud presenta un desfase en
relación con la deformación dado por el ángulo de fase 8, El módulo en
fase, o módulo de almacenamiento, es y el módulo fuera de
fase, o módulo de pérdidas,

Empleando la rotación de los números completos, se puede también expresar

Figura 9
Módulo dinámico complejo, E*, como suma vectorial de sus componentes
el módulo de almacenamiento, E´ y el módulo de periódicos, E"

Con mayor frecuencia que el ángulo de pérdidas se emplea su tangente, llamada a


Veces factor de pérdidas, que viene dada por

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El ángulo de pérdidas (o su tangente) es una medida dei grado de "imperfección" de


la elasticidad de un elastómero, esto es, de la fracción de energía absorbida que el
elastómero no restituye, sino que transforma en calor.

Todo lo anterior es igualmente válido cuando el elastómero se deforma en


cizallamiento, como ocurre frecuentemente en aplicaciones en ingeniería, sin más que
sustituir los módulos en compresión, E, por los correspondientes módulos en
cizalfamiento, G.

I conocimiento de las características dinámicas de un elastómero no sólo tiene un


interés meramente teórico o científico, sino que es de frecuente aplicación
práctica. Así, es bien conocido el empleo de elastómeros como amortiguadores de
vibraciones (vibraciones mecánicas, ruidos, movimientos sísmicos, etc.). En tal caso
es de importancia primordial conocer la transmisibilidad, T, definida como la relación
entre amplitudes de la fuerza transmitida y de la fuerza original (que es igual a la relación
entre las amplitudes del movimiento transmitido y del movimiento original). Esta magnitud
viene dada por

donde es la frecuencia angular de la vibración impuesta, la frecuencia angular natural del


sistema (ambas pueden sustituirse por los correspondientes valores de la frecuencia en
ciclos/s) son los valores del módulo de almacenamiento medidos a la frecuencia
natural y a la frecuencia impuesta, respectivamente (que pueden ser sustituidos por y
En la práctica, salvo cuando la diferencia entre es de varios órdenes de
magnitud, E'n y E' (o G'n y G') pueden considerarse iguales, con lo que la ecuación se
simplifica a

Vemos que cuando la frecuencia impuesta, coincide con la frecuencia natural,


es decir, cuando el sistema está en resonancia, el primer término del denominador,

Con frecuencia se ven en diversas publicaciones otras expresiones de la transmisibilidad, en las


que intervienen, por ejemplo, la relación de amortiguamiento crítico o los valores de la rigidez
dinámica u otros. Todas ellas son equivalentes y derivables una de otra.

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fa expresión entre paréntesis, se hace cero, y si no existiese el término tan es decir, si el


sistema fuese perfectamente elástico, se daría

Esto es, se produciría una amplificación infinita de la fuerza o del desplazamiento. Son
conocidos efectos destructores en estructuras causados por la resonancia.
Afortunadamente los elastómeros y los amortiguadores construidos con ellos no son
perfectamente elásticos, y en condiciones de resonancia

que ciertamente tiene un valor mayor que uno, pero finito, es decir, se produce una
amplificación, pero limitada. Cuanto menor sea el valor de tan mayor será la
amplificación en condiciones de resonancia.

La figura 10 muestra una representación de la ecuación para diferentes valores de


tan Puede observarse que cuando n es igual a la transmisibilidad se hace igual
a uno, es decir, no hay ni amplificación ni amortiguamiento, y a partir de ahí, a medida que
crece se produce un amortiguamiento en tanto mayor medida cuanto más bajo sea
el valor de tan
La figura I I pone de manifiesto la excelente concordancia entre los valores
calculados y los determinados experimentalmente por investigadores de la Malaysian
Rubber Producers' Research Association (MRPRA), Gran Bretaña, con vulcanizados de
diferentes cauchos, empleando el dispositivo experimental ilustrado en la figura 12.

Figura 10 Variación de la transmisibilidad con la relación entre la frecuencia


impuesta,
y la frecuencia natural, para diferentes valores de tan La
transmisibilidad se expresa como una relación de amplitudes (izquierda del
eje de ordenadas) y en la escala en decibelios (derecha).

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Figura I I
Transmisibilidad de varios elastómeros sin carga, frente a una vibración
impuesta de 0,1 mm de amplitud: (+) valores experimentales, (—) valores
predichos.[De K.N.G. Fuller, M.J. Gregori, J. Harris, A.H. Muhr, A.D. Roberts
y A. Stevenson, en Cap. 19, "Engineering uses of natural rubber", en
"Natural Rubber Science and Technology", Ed. A.D. Roberts, Oxford
University Press, Oxford, 1988]

Figura 12
Dispositivo experimental para la medición de la transmisibilidad en un
sistema con un solo grado de libertad [de K.N.G. Fuller et. al., loc. cit.]

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n los razonamientos anteriores se ha supuesto, para simplificar, que e! sistema


obedecía la ley de Hooke, es decir que la deformación era directamente
proporcional al esfuerzo, con un factor de proporcionalidad K y que la
componente viscosa era directamente proporcional a la velocidad de deformación,
con un factor de proporcionalidad C. En la práctica, sin embargo, las cosas son
algo más complicadas; en los elastómeros, las relaciones anteriores no son lineales y, en
consecuencia, los valores de las características dinámicas no son constantes para un
material dado, sino que dependen de las condiciones en que se han medido.
Este fenómeno es poco acusado en vulcanizados sin carga, de los llamados "goma
pura" (probablemente un anglicismo derivado de "pure gum"), y muy especialmente en los
de caucho natural. Pero, como es sabido, en tecnología del caucho los vulcanizados sin
carga son más bien una excepción, ya que por regla general se emplean elastómeros
cargados en mayor o menor medida, de ordinario con negros de carbono.
Consideremos primero la influencia de la amplitud de la deformación. Ya desde
comienzos de los años sesenta, Payne [A.R. Payne, J. appl. Polym. Sci., (1962) 6, 57; (1964)
8, 2661] puso de manifiesto que los vulcanizados cargados con negro de carbono
experimentan una marcada reducción del módulo dinámico al aumentar la amplitud de la
deformación impuesta. La figura !3, extraída de estos trabajos, muestra este hecho para
vulcanizados de caucho natura! cargados con diferentes proporciones de negro de carbono
HAF (lo que hoy llamaríamos un N 330), deformados en cizallamiento a 5 Hz.

Figura 13
Efecto de la amplitud de la deformación impuesta sobre el módulo dinámico
en cizallamiento. Los números sobre las puntas indican la dosis de negro de
carbono HAF, en partes (en volumen) por cien partes de caucho natural.
[A.R. Payne, loc. cit.]

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Puede observarse que la magnitud de la disminución del módulo aumenta con la dosis
de negro y que con el valor más alto de los representados, 23,2 por ciento en volumen,
equivalente a aproximadamente 40 partes en peso por cien partes de caucho, una dosis
nada exagerada en la práctica, al pasar de una deformación del 0,1 por ciento a una del 10
por ciento el módulo se reduce en más de un 80 por ciento; la caída se produce más
acusadamente en el intervalo de amplitudes entre 0,5 y 10 por ciento, margen en el que
frecuentemente se sitúan muchas de las deformaciones reales de soportes antivibratorios,
es decir que no estamos hablando de rarezas de laboratorio sino de hechos reales, que hay
que tener presentes en la práctica cotidiana. A deformaciones de mayor amplitud, los
módulos dinámicos tienden asintóticamente hacia el valor del vulcanizado sin carga.
También e! ángulo de pérdidas varía con la amplitud de la deformación impuesta,
pero, a diferencia del módulo de almacenamiento, al aumentar la deformación
experimenta un aumento hasta un máximo, para descender de nuevo a deformaciones aún
mayores. El máximo de 8 coincide sensiblemente con la región de disminución más rápida
del módulo de almacenamiento (figura 14). El módulo de pérdidas sigue un
comportamiento similar al del ángulo de pérdidas.

Figura 14
Efecto de la amplitud de la deformación impuesta sobre el ángulo de fase. Los
números a la derecha de las curvas indican la dosis de negro de carbono HAF,
en partes (en volumen) por cien partes de caucho natural [A.R. Payne, loc. cit.]

Los valores mucho más altos de los módulos a deformaciones bajas lo atribuyó
Payne a cierto tipo de aglomeración de las partículas de carga, que da lugar a una especie
de armazón o estructura capaz de soportar parte del esfuerzo. Este armazón, poco
extensible, se rompería al aumentar la amplitud de la deformación, desapareciendo su
contribución a la rigidez del vulcanizado. En favor de esta interpretación está el hecho de
que los módulos tienden a rehacerse al cesar la deformación dinámica, lo que sería
explicable por las interacciones entre partículas; ciertamente la recuperación es lenta y de
ordinario no cuantitativa.
Como era de esperar, el efecto es más acusado en los negros con mayor tendencia a la
aglomeración, es decir, en los de mayor "índice de estructura", pero, con algunas variaciones,
el fenómeno se produce con todas las cargas, así como con cualquier tipo de caucho.

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Este comportamiento de elevada rigidez dinámica a deformaciones bajas se da


incluso aunque el caucho esté sometido a una deformación estática previa de magnitud
considerable, a la que se superpone la deformación dinámica, como es el caso, por
ejemplo, de muchas aplicaciones en ingeniería, tales como soportes de motores y
máquinas, apoyos de puentes, etc., en los que vibraciones de relativamente alta frecuencia
y baja amplitud se superponen a una deformación estática de mayor magnitud.

Figura 15
Deformación dinámica de pequeña amplitud, AC, superpuesta a
una deformación dinámica, A. OAB es la curva de la deformación
bajo un esfuerzo "estático".

La figura 15 quiere representar esta situación. En ella se representan las curvas


esfuerzo-deformación correspondientes a una deformación cíclica AC superpuesta a una
deformación estática correspondiente a la abscisa del punto A. La imposición de la
vibración da lugar a cierta refracción de la deformación, con lo que la elipse no esta
centrada en A, sino que es tangente a la curva cuasiestática en ese punto, En tales
circunstancias, la rigidez del sistema no viene dada por la pendiente de la tangente a la
curva OAB ep el punto A, es decir, la pendiente de FA que sería el módulo estático Es,
sino por la pendiente a la curva de refracción ACD, es decir la pendiente EA que es el
módulo dinámico Ej, que es superior al estático. Con frecuencia se utiliza la relación
entre ambos, llamada a veces múltiplo dinámico, en estudios de amortiguamiento. Para
amortiguar vibraciones de frecuencia elevada, se pretende que el múltiplo dinámico sea lo
más bajo posible, lo que se consigue mejor con vulcanizados de caucho natural, que
permiten utilizar dosis bajas de carga o cargas menos reforzantes (figuras 16 v 17).

La desviación de la linealidad tiene lógicamente consecuencias sobre la


transmisibilidad. La figura 18 presenta unos datos calculados y experimentales obtenidos
en la MRPRA con un vulcanizado de caucho natural cargado con 75 partes de negro de
carbono HAF y con 40 partes de aceite, por cien partes de caucho, y que, por

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Figura 16
Relación entre módulo estático, Es, y múltiplo dinámico Ed/ES (Ed
determinado a 100 Hz y 0,5 %) en diferentes cauchos cargados con negro de
carbono HAF; las flechas indican proporciones crecientes de negro de carbono
[De H. Nakauchi, Nippon Gomu Kyokaishi, n° 12 (1991), pág. 7 1 9 y siguientes;/
traducción inglesa en International Polymer Science and Technology,
(1992),19, n°7, T/46-T/55].

consiguiente, se aparta mucho del comportamiento lineal. Con una deformación de baja
amplitud (curva [a], 0,2 por ciento), el vulcanizado presenta una rigidez comparativamente
elevada, lo que origina una frecuencia natural asimismo más alta, y un bajo ángulo de
pérdidas, todo lo cual conduce a un elevado pico de la transmisibilidad en condiciones de
resonancia. Por el contrario, con una deformación de gran amplitud (curva [c], 10,0 por
ciento), se reduce la rigidez (y con ello la frecuencia natural) y aumenta el ángulo de pérdidas,
con lo que disminuye el pico de transmisibilidad. Se observa un mínimo en dicho pico que
corresponde a la deformación en la que se produce el máximo del ángulo de fase.

La figura 18, además de poner de nuevo en evidencia la excelente concordancia entre


valores calculados y experimentales, ilustra la importancia de medir las características
dinámicas en las condiciones lo más próximas posible a aquellas a las que previsiblemente ha
de trabajar la pieza. Por ejemplo, si para predecir la transmisibilidad a una frecuencia de 70
Hz del elastómero representado usáramos datos obtenidos con una oscilación de una
amplitud de 10 por ciento, nos indicaría una atenuación de 15 decibelios. Si la vibración a
amortiguar tuviese una amplitud de sólo 0,2 por ciento, en la realidad obtendríamos no una
atenuación, sino una amplificación de casi 20 decibelios.

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Figura 17
Relación entre módulo elásticok, Ed, y múltiplo dinámico, Ed/ES(Ed
determinado a 100 Hz y 0,5 %) en vulcanizados de caucho natural con
diferentes tipos de negro de carbono. [De H. Nakauchi, loc. cit.]

Figura 18
Transmisibilidad de un vulcanizado de cauchó natural con 70 partes de negro
HAF y 40 partes de aceite mineral (pcc), bajo condiciones constantes de
deformación en cizallamiento: (a) 0,2%; (b) 2%; (c) 10%. (+) experimental, ( ---- )
predicho, y (------) límites de la respuesta. [De K.N.G. Fuller et al., loc. cit.].

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asta aquí hemos considerado el comportamiento del caucho a temperatura


ambiente, pero ¿qué ocurre cuando la temperatura se hace cada vez más baja? A
escala molecular es sabido que los movimientos de las cadenas o de sus
segmentos es función de su energía térmica. Esta se reducirá al bajar la temperatura,
pero como la elasticidad de los elastómeros depende de esa movilidad molecular, el
material se irá volviendo menos elástico, más "correoso", parecido al cuero, y si la temperatura
baja lo suficiente para que se anulen prácticamente los movimientos moleculares, se
comportará como un sólido vitreo, rígido, en el que la respuesta elástica obedece a la
modificación de las distancias interatómicas, como en los sólidos elásticos típicos.

Desde un punto de vista macroscópico, si observamos la variación del módulo de


almacenamiento, G' o E', con la temperatura, se obtendrá un curso como el representado en
la figura 19, en el que, a medida que desciende la temperatura, se pueden diferenciar tres
zonas: una amplia zona de plateau (o para emplear un término castellano meseta), en la que el
material presenta la elasticidad típica de los elastómeros y su rigidez varía sólo muy
ligeramente con la temperatura y que, en el caso, por ejemplo, del caucho natural sin carga se
extiende desde -20°C hasta +70°C, aproximadamente; una zona de transición, en la que la
rigidez aumenta muy rápidamente con la disminución de la temperatura (desde -20°C hasta -
60°C aproximadamente en el caso anterior) y finalmente una en la que el material se vuelve
frágil y el módulo vuelve a mantenerse sensiblemente constante, pero a un valor muy superior
al de la zona de elasticidad de caucho, en proporción de alrededor de 1000: I.

Figura 19
Efecto de la temperatura sobre la rigidez
de un vulcanizado de caucho natural

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Si se representa de manera similar la variación de tan 8 y de E" con la temperatura se


obtendrá una curva como la de la figura 20; en la zona de transición, donde el módulo de
almacenamiento experimenta la mayor variación, tan 8 muestra un máximo. La temperatura a
la que se produce esta máximo se conoce como temperatura de transición vitrea o Tg
(de glass transition temperature).

Este comportamiento no es exclusivo de los elastómeros, sino que es común a todos


los polímeros amorfos. De hecho, Lo que distingue a un elastómero típico de otros polímeros
amorfos que se consideran "materiales plásticos", tales como PVC o poliestireno, es que la
temperatura de transición vitrea de aquél es inferior a la temperatura ambiente, mientras que
la de éstos es superior.

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ordenadas se representa el valor del módulo, como en el caso anterior, y en abscisas el de la


frecuencia (convenientemente en escala logarítmica y en sentido decreciente) (figura 22,
derecha), se obtiene una curva módulo-frecuencia que es una réplica de las anteriores
módulo-temperatura. Repitiendo el proceso a diversas temperaturas, se podría generar un
conjunto de curvas módulo-frecuencia totalmente análogo al conjunto de partida.

Figura 21 Efecto de la temperatura sobre la


rigidez de un vulcanizado de caucho natural
con carga, a 0,5 Hz (línea continua) y a 16 Hz (línea de trazos). [De P.B.
Líndley, Engineering designs with natural rubbers, NRTechnical Bulletin, 5a
edición, MRPRA, 1992]

Físicamente, esto significa que temperatura y frecuencia tienen efectos análogos,


aunque de sentidos opuestos, sobre la rigidez de los elastómeros, una disminución de la
temperatura es equivalente a un aumento de la frecuencia, y viceversa.

El conocimiento de este hecho permite soslayar una limitación común a todos los
equipos de medición de las características dinámicas, el limitado intervalo de frecuencias en
ei que es posible realizar las mediciones, que en el mejor de los casos suele ser como
máximo de tres órdenes de magnitud. Partiendo de los datos obtenidos a diversas
temperaturas en el margen limitado de frecuencias permitido por el equipo disponible, es
posible construir, mediante el artificio matemático desarrollado por Williams, Landel y Ferry
(la conocida ecuación WLF), una curva patrón del módulo o de tan 6 en función de la
frecuencia en un intervalo machismo más extenso, para una determinada temperatura.
Asimismo es posible deducir los valores de estas variables a otras temperaturas.

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Figura 22 Construcción de las curvas


frecuencia/módulo (C) a partir de una serie de
curvas temperatura/módulo a diferentes frecuencias; las curvas 1 a 7 se
refieren a frecuencias crecientes. [De P.J. Freakley y A.R. Payne, en "Theory
and Practice of Engineering with Rubber*', Applied Science Publishers,
Londres, 1978]

La figura 23 reproduce las curvas maestras calculadas por Payne (en Reinforcement
of Eíastomers, ed. G. Kraus, Applied Science Publishers Ltd., (!978), pág. 56) que, como
puede verse, cubren un intervalo de frecuencias de 13 y 14 órdenes de magnitud para los
valores de log G' y tan 8, respectivamente.

El procedimiento se basa en determinar, a partir de los datos experimentales, los


valores de Ts, una temperatura característica del material ensayado4 y del parámetro ay,
que según WLF viene dado, a la temperatura T, por la expresión:

y que representa la relación de las frecuencias a y T en las que la propiedad considerada


(módulos de almacenamiento y de pérdida o factor de pérdidas) tiene el mismo valor.

La temperatura característica tiene de ordinario un valor aproximadamente (46 + 5 ) K


por encima de la temperatura de transición vitrea; dando por bueno este hecho, la expresión
de toma la forma más conocida:

Hay que hacer notar que, en estos cálculos se emplean siempre temperaturas absolutas,
expresadas en Kelvin (K).

24
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 23
Curvas maestras de G'r (arriba) y de tan 5 en función de la frecuencia
[Reproducidas de A R Payne, Reinforcement of Elastomers, Ed. G Kraus,
Interscience, New York, 1965]

Con ello se puede construir una curva patrón, tal como la representada en la figura
24, de la que es posible deducir el incremento o la reducción de la frecuencia para un
intervalo dado de la temperatura, y viceversa, y a partir de ello transformar una colección
de datos experimentales obtenidos a diversas temperaturas en un margen reducido de
frecuencias en curvas del tipo de la representada en la figura 235. En la figura 24 se
observa también la perfecta concordancia de valores obtenidos con caucho natural sin
vulcanizar, vulcanizado sin carga y cargado con negro de carbono, para una temperatura
característica Ts de 248 K (25°C).
La Norma Internacional ISO 10112 "Damping materials - Graphical Representaron
of the complex modules" recomienda algunas formas de presentación de las propiedades
dinámicas de un material amortiguador. Las figuras 25 y 26 muestran dos ejemplos
reproducidos de dicha norma y correspondientes ambos a un conjunto de datos
experimentales (que figura también en el texto de la norma), que incluyen los calores de
G\ G" y tan 5 obtenidos en un barrido de ocho frecuencias (desde 7,8 hasta 1000 Hz, en
progresión geométrica de razón 2), repetido a ocho temperaturas [desde 254,2 K
(aproximadamente -I9°C) hasta 353,2 K (aproximadamente +80°C), a intervalos de 20 K
en los extremos y de 10 K en la zona centraL].

5
El soporte lógico (software) de muchos equipos modernos de medición de las características
dinámicas cuenta con programas para el cálculo de Los parámetros de la ecuación WLF y/o La
obtención de La curva patrón. En el Apéndice 3 se describe un método manual para su realización,
si no se dispone de otras facilidades.

25
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 24
Valores experimentales de la diferencia de temperatura (AT) y de la
diferencia de logaritmo de la frecuencia (A log (o) en comparación con los
predichos por la curva log aT vs. (T - Ts) en caucho natural.
J sin vulcanizar, A sin carga, O vulcanizado cargado con negro de carbono.
[De P.K. Freakley y A.R. Payne, loC. cit.]

Figura 25
Gráfico del módulo complejo frente a la frecuencia reducida.
[De la Norma ISO 101 12]

26
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 26
Gráfico del módulo complejo frente a la frecuencia, en forma de "U"
invertida. [De la Norma ISO 1 0 1 1 2 ]

En ambos casos se indica cómo se utiiiza la gráfica para determinar los parámetros
del material a una frecuencia y temperatura dadas, en el ejemplo incluido una frecuencia .:
de 200 Hz a 295 K (22°C). En la figura 25, se parte de la frecuencia 200 Hz en el eje de
ordenadas de la derecha, se traza una paralela al eje de abscisas hasta interceptar la línea
oblicua correspondiente a la temperatura considerada, 295 K. Una vertical que pase por
este punto corta a la curva del módulo de almacenamiento (módulo real, Re, en la figura)
en 102 MPa, a la curva del módulo de pérdidas (módulo imaginario, Im, en la figura) en 53
MPa y a la de tan (loss factor en la figura) en 0.53, que son los valores de estas
características para el elastómero en cuestión, en las condiciones establecidas. Los mismos
valores se obtienen en la figura 26, si bien ésta sólo representa G' y tan 8 para diversas
frecuencias y temperaturas.

a elección del tipo de polímero con el que se fabrica el elastómero es


posiblemente el factor con mayor influencia en las propiedades dinámicas. A este
respecto, el caucho natural ocupa una posición de privilegio, que justifica el que
sea el de más amplia aceptación en amortiguadores de vibraciones. En primer
lugar, en el intervalo de temperaturas de 0°C - 50°C, es decir, a las temperaturas ambientes
más frecuentemente encontradas en la mayor parte del mundo,

27
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

sus propiedades permanecen prácticamente constantes a frecuencias de hasta 1000 Hz


(Tabla I y figura 27), a diferencia de lo que ocurre con otros muchos cauchos sintéticos,
que presentan una dependencia mucho mayor.

Los efectos de la no linealidad son prácticamente inapreciables en los vulcanizados


sin carga (véanse, por ejemplo, las figuras 13 y 33-38 más adelante), pero es bien sabido
que, salvo los cauchos que cristalizan por estiramiento, en especial caucho natural,
policloroprenos y cauchos nitrílicos, los vulcanizados sin carga presentan resistencias
mecánicas demasiado bajas para ser utilizables. De hecho, aún con caucho natural, raras
veces se usan vulcanizados sin carga, pero en aplicaciones dinámicas sí es frecuente el uso
de vulcanizados con poca carga y además con cargas poco reforzantes, y en tales casos es
más aconsejable el empleo de cauchos que no dependan del poder reforzante de la carga
para alcanzar una resistencia satisfactoria.

Ahora bien, entre las posibles alternativas, a saber, caucho natural, caucho butílico
y caucho de cloropreno, el primero es el que mantiene una mayor constancia de
características en un margen más amplio de temperaturas, hasta temperaturas
moderadamente bajas, tal como -20°C (Tabla 2 y figura 28).

Ya se señalaron las ventajas del caucho natural en la amortiguación de vibraciones de


frecuencia elevada, al permitir obtener valores más bajos del múltiplo dinámico (figura 16).

Por otra parte, incluso con dosis elevada de negros de carbono reforzante, el
caucho natural es de los que menos se desvía de la linealidad (figuras 29 y 30).

Además, debido a su comparativamente más bajo Ángulo de pérdidas, el grado de


amortiguamiento de vibraciones es mayor que con la mayoría de los demás cauchos
(figura I I), excepto en las proximidades de la resonancia.

En relación con las curvas maestras de los módulos o del factor de pérdidas en
función de la temperatura o de la frecuencia, puede afirmarse, en términos generales, que
un incremento de la polaridad del polímero de base da lugar a un desplazamiento de la
curva paralelo al eje de abscisas, en el sentido de frecuencias más bajas o de temperaturas
más elevadas.

El segundo factor en importancia es el tipo y proporción de carga. Al aumentar la


proporción de carga, aumenta tanto el módulo complejo como el módulo de
almacenamiento y el factor de pérdidas (Tabla 3) [debe mencionarse aquí que, a la
temperatura de transición vitrea, el orden relativo del valor de tang es justamente el
inverso que a temperaturas superiores (figura 31).

En el caso de los negros de carbono, a igualdad de dosis, a mayor superficie


específica se produce asimismo un incremento de los módulos y del factor de pérdidas
(Tabla 4), también aquí es válida la salvedad antes, indicada para los valores obtenidos a la
temperatura Tg (figura 32). Igual tendencia se observa con el índice de estructura, aunque
la-magnitud de su efecto es inferior al de la superficie específica.

28
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 27
Variación de las propiedades dinámicas con la frecuencia, en
varios elastómeros sin carga, a 23 C y con una ampitud en
cizallamiento de 1% (De K.N.G. Fuller et. al., loC, cit.)

Los trabajos ya mencionados de Payne sobre la no linealidad de los vulcanizados sin


carga han sido después confirmados y ampliados por numerosos autores. De entre ellos,
mencionaremos aquí tan sólo un estudio muy sistemático de A.C. Patel y D.C. Jackson
[Kautschuk u. Gummi, Kunststoffe (1992) 45, 838-850; ibid. (1993) 46, 272-282], en cuyos
resultados están basadas las figuras 33 a 39.
Las figuras 33 y 34, además de ilustrar gráficamente la ya señalada tendencia a
aumentar el módulo y el factor de pérdidas con la superficie específica, ponen de manifiesto
que, paralelamente, aumenta la desviación respecto al comportamiento lineal. Patel y Jackson

29
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 28
Variación del módulo complejo en cizallamiento con la temperatura, en
vulcanizados de caucho butílico (líneas de trazos), policloropreno (líneas de
puntos) y caucho natural (líneas continuas). Las cifras en las curvas indican las
amplitudes a las que se hicieron las mediciones. Frecuencia, 0,1 Hz.

Figura 29
Variación del módulo de almacenamiento en cizallamiento con la amplitud de
la deformación, en vulcanizados de diversos cauchos, cargados con 60 partes
pCC de negro de carbono HAF-N347.

30
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 30
Variación de! factor de pérdidas con la amplitud de la deformación en
cizallamiento, en vulcanizados de diversos cauchos cargados con 60 partes pcc
de negro de carbono HAF-N347.

Señalaron también que esta desviación se hace más acusada aL disminuir la


temperatura (figura 35). Asimismo, con superficies específicas crecientes de los negros de
carbono se hace más acusado el aumento de rigidez a frecuencias más elevadas (figura 36),
como era de esperar de la equivalencia frecuencia-temperatura.

Figura 31
Variación de tan delta con la temperatura en vulcanizados de caucho butílico
sin carga y cargados con distintas proporciones de negro de carbono HAF.
Los números en las curvas indican la dosis de negro en partes pcc. [De H.
Nakauchi, loc. cit.]

31
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 32
Efecto de la superficie específica del negro de carbono sobre el valor
de tan 5 (determinado a 15 Hz, 2% y 25 C) en vulcanizados de caucho
natural. [De H. Nakauchi, loc. cit.].

Figura 33
Variación de tangente delta con la temperatura en vulcanizados de caucho
natural sin carga y cargado con 45 partes pcc de distintos negros de carbono.
[De H. Nakauchi, loc. cit.].

32
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 34 Variación de C´ en función de la


amplitud, en vulcanizados de SBR-S con 50
partes pcc de diversos tipos de negros de carbono. Frecuencia I Hz,
temperatura 25 °C. [De A.C. Patel y D.C. Jackson, Kaut. Gummi, Kunst,
(1992), 4S, 838-850]

Figura 35
Variación de tangente de delta en función de la amplitud, en vulcanizados de
SBR-S cargados con 50 partes pcc de diversos tipos de negros de carbono.
[Como en figura 33]

33
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 36
Variación de G' en función de la amplitud, en vulcanizados de SBR-S cargados
con 50 partes pcc de negro de carbono HAF-N339, a diferentes temperaturas.
Frecuencia I Hz. [De A.C. Patel y D.C. Jackson, loc. cit.]

Figura 37 Variación de G' en función de la


frecuencia, en vulcanizados de SBR-S
con 50 partes pcc de diversos de negros de carbono. Amplitud,
2%, temperatura 25°C. [De A.C. Patel y D.C. Jackson, loe. cit.]

34
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

En caso de sustitución de negros de carbono por cargas blancas reforzantes (sílice


precipitada) se admite que, en líneas generales, a igualdad de dosis (en volumen) esta
sustitución produce un aumento del factor de pérdidas; en cuanto a la rigidez, hay que
señalar que es aún más acusado el "ablandamiento" producido al aumentar la amplitud de
la deformación (figura 38), lo que dificulta la comparación. La figura 39 muestra la
variación de tan 6 con la amplitud; para comparar con las curvas similares para negros de
carbono, hay que hacer notar que Patel y Jackson emplearon en todos los casos una dosis
de carga de 50 partes en peso por cien de caucho, por lo que, dada la diferencia de
densidades, las mezclas con sílice estaban comparativamente menos cargadas, en partes en
volumen. También incluyen en su estudio algunos caolines; la figura 40 está basada en sus
resultados. La tendencia es similar a la observada con otras cargas, si bien, como era de
esperar, los valores del módulo son inferiores.

La adición de plastificante reduce la rigidez, es decir, da módulos mas bajos, pero


contribuye también al aumento de las pérdidas mecánicas (mayor tan Tabla 5).

Figura 38
Variación de G' y G" en función de la amplitud, en vulcanizados de SBR-S
cargados con 50 partes pcc de sílice precipitada Hubersil® 160 (J.M. Huber Corp.).
[De A.C. Patel y D.C. Jackson, Kaut. Gummi, Kunst., (1993), 46, 273-282]

Por último, aunque en menor grado, tiene también cierta influencia el grado y tipo
de vulcanización. Al aumentar el grado de vulcanización, es decir, con mayor densidad de
reticulación, se observa un aumento del módulo (como predice la teoría estadística de la
elasticidad del caucho) y una disminución del factor de pérdida (Tabla 6).

A igualdad de densidad de reticulación, a menor longitud de los puentes entre


cadena (por ejemplo, en el caso de la vulcanización por azufre, al pasar del sistema
convencional, con 2-3 partes de azufre y dosis comparativamente baja de acelerantes, a
un sistema EV, con dosis bajas de azufre y alta de acelerantes, o aún más a una
vulcanización por peróxidos) se observa una disminución de tan 6 y una disminución del
módulo de almacenamiento (Tabla 7).

35
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 39
Variación de tangente de delta en función de la amplitud.
[Como en la figura 37]

Figura 40 Variación de G' en función de la


amplitud, en vulcanizados cargados con 50 partes
pcc de caolín modificado químicamente, Nucap® 290, caolín duro Suprex® y
caolín lavado con agua Polyfil® HG-90, todos ellos de J.M. Huber Corp. [De A.C.
Patel y DC. Jackson, Kaut. Gummi, Kunst., (1993), 46, 273-282]

36
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

La variación en la formulación y el diseño de las piezas son las herramientas de que se


dispone para lograr las características estáticas y dinámicas buscadas. En el caso de vibraciones,
hay que procurar desintonizar el sistema de la frecuencia de la vibración impuesta, haciendo el
cociente lo mayor posible. En el Anexo IV se exponen algunas consideraciones
sobre las líneas de actuación a seguir para lograr estos propósitos.

Un caso particularmente difícil es el de los soportes antisísmicos de edificios. En


efecto, en terrenos rocosos duros, la mayor parte de la energía del terremoto va asociada a
frecuencias de 2-5 Hz (en caso de terrenos blandos, a frecuencias todavía inferiores), lo que
obliga a diseñar los apoyos para que den frecuencias naturales sumamente bajas. Se han
logrado apoyos laminados que confieren al conjunto frecuencias naturales de hasta 0,5 Hz y
se ha comprobado su utilidad real, que supera a las otras medidas constructivas tradicionales,
más costosas y menos eficaces. En esta aplicación, la desviación de la linealidad, que se ha
comentado repetidas veces, tiene en ocasiones efectos beneficiosos. Así, la rigidez del
sistema frente a oscilaciones de baja amplitud, como podrían ser las originadas por la acción
del viento, puede ser suficientemente alta para impedir que el edificio se mueva, pero, al
producirse un movimiento sísmico, de mucha mayor amplitud, inmediatamente se reduce su
rigidez y desempeña satisfactoriamente su papel amortiguador.

El conocimiento y la selección de las características dinámicas de los elastómeros no


sólo es de utilidad en problemas de amortiguamiento de vibraciones, sino también en otras
aplicaciones, algunas de tanta trascendencia para el sector como son los neumáticos.

Existe una correlación lineal bastante exacta entre resistencia a la abrasión y


temperatura de transición vitrea, así como entre ésta y la resistencia al deslizamiento sobre
pavimento húmedo. Por desgracia estas correlaciones son de signo contrario, por lo que
una Tg muy baja (como la del cis-polibutadieno o BR, del orden de -90°C a -IOO°C) va unida
a una excelente resistencia a la abrasión, pero también a un mal comportamiento en cuanto a
deslizamiento en húmedo. Esto, entre otras razones, justifica el empleo de mezclas . con otros
cauchos, tales como SBR con una Tg del orden de -50°C y consecuentemente con peor
resistencia a la abrasión pero mejor comportamiento en húmedo), para buscar soluciones
de compromiso.

K.H. Nordsiek puso de manifiesto que una buena resistencia al deslizamiento sobre
hielo va asociada a valores relativamente elevados del factor de pérdidas en el intervalo de
temperaturas entre aproximadamente -40° y 0°C, unas buenas características frente al
deslizamiento sobre pavimento húmedo, a un valor alto de tan 5 entre 0°C y +30°C.
mientras que, para obtener baja resistencia al rodamiento es preferible una baja tan 8 en el
intervalo de temperaturas desde +30°C hasta +70°C. Por último, el desarrollo de calor por
histéresis (el conocido heat build-up) durante el funcionamiento del neumático,
especialmente a altas velocidades, va asociado a los valores del factor de pérdidas en el
margen desde +70°C hasta +1 10°C.

La figura 41, reproducida de uno de sus trabajos (K.H. Nordsiek, Comunicación


presentada a ía Reunión de la ACS Rubber División, Indianápolis, EE.UU., Mayo 1984), da
la curva de tan de un caucho ideal, en función de la temperatura. Como se ve en la
misma, ninguno de los cauchos de gran consumo existentes satisface todos los requisitos,
aunque en la misma comunicación se presentaron algunos resultados de un caucho
modelo experimental, obtenido probablemente por mezclas de polímeros, que se
aproximaba al idea!.

37
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Figura 41
Variación de tangente de delta con la temperatura para diversos tipos de
cauchos natural y sintético y de un caucho ideal (línea de trazos gruesos) para
banda de rodamiento de neumáticos [De K.H. Nordsiek, véase texto]

No obstante, estos criterios han servido de base para el desarrollo de algunos tipos
recientes de caucho sintético para neumáticos con baja resistencia al rodamiento, como los
diversos modelos "ecológicos" o "verdes" lanzados recientemente al mercado.

unque en rigor los fenómenos de fatiga tienen poco que ver con las propiedades
que acabamos de considerar, dado el carácter dinámico de las deformaciones
implicadas en ambos casos parece que una revisión como la presente quedaría
incompleta sin tratar, aunque sólo sea brevemente, aquellos fenómenos. Con
frecuencia se incluyen entre éstos los daños producidos como consecuencia del
calor generado por histéresis. Ciertamente en algunos casos, como en los neumáticos, en
especial los de gran tamaño, esto puede tener una influencia decisiva en la elección del
material a emplear, pero en la mayoría de las aplicaciones a que nos hemos venido
refiriendo a lo largo de la exposición, como amortiguamiento de vibraciones, las
deformaciones impuestas no son de magnitud suficiente para que el calor generado sea
relevante. En cualquier caso, la histéresis está en relación directa con el valor de tan 5.
En cuanto a lo que más acertadamente se califica como fallo por fatiga, es decir, el
agrietamiento progresivo bajo esfuerzos repetidos que suponen deformaciones muy
inferiores al alargamiento límite en rotura del material, se pueden diferenciar dos causas
principales, de naturaleza totalmente distinta:
I. El ataque por ozono, y 2. La fatiga puramente mecánica.

El ozono es el responsable del agrietamiento y de la propagación de las grietas a


deformaciones por debajo del umbral de fatiga característico de cada elastómero. En el

38
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

caso de deformaciones dinámicas intermitentes, superpuestas a una deformación estática


permanente y de mayor ampiitud, un posible agrietamiento en estas últimas condiciones
puede inducir una concentración de esfuerzos en el fondo de las grietas durante la
deformación dinámica, que de origen a la propagación de aquéllas. Obviamente en estos
casos se trata de un problema de resistencia química, que dependerá de la naturaleza del
caucho y de la protección adicional que se haya podido impartir mediante la formulación,
por ejemplo la adición de antiozonantes.
Respecto a la fatiga mecánica, mencionaremos en primer lugar la existencia del ya
mencionado umbral de fatiga, esto es, un valor mínimo de la energía de desgarro por
debajo del cual no tiene lugar la propagación de la grieta (salvo por ataque por ozono); el
agrietamiento progresivo se produce sólo si y cuando la energía acumulada en la pieza en
cada ciclo de deformación supera el valor de la energía crítica de desgarro. Superado el
umbral, la propagación será tanto más rápida cuanto mayor sea la energía puesta en juego.
El autor de estas líneas publicó recientemente una revisión sobre los mecanismos y los
ensayos de fatiga en elastómeros (J.Royo, Polymer Testing (1992) II, 325-344; Rev.
(Caucho (1993), N° 424, 24-35).
En los cauchos que cristalizan por estiramiento es también de importancia
primordial el que, durante el ciclo de deformación, el material no pase por un estado
relajado, de deformación cero, sino que mantenga en todo momento un grado de
deformación capaz de inducir la cristalización en el vértice de la grieta; por ejemplo, en un
vulcanizado de caucho natural sin carga, la vida cuando se le somete a ciclos de extensión
de 0 % - 250 % es de 12 kilociclos, mientras que, manteniendo la misma deformación
máxima, 250 %, se aumenta la deformación mínima al 50 %, esto es, con ciclos de 50 % -
250 %, la vida asciende a 13.000 kilociclos, más de mil veces superior. Como se ha
señalado repetidamente, con frecuencia las deformaciones dinámicas de poca amplitud se
superponen a una deformación estática de mayor magnitud; en tales casos puede ser muy
aconsejable el empleo de estos cauchos cristalizables.
Por último, como en muchos otros materiales, se debe evitar, mediante el diseño,
la concentración de esfuerzos. La figura 42 ilustra claramente este extremo.

Figura 42
Efecto de reducir la concentración de esfuerzos sobre la vida de fatiga de
piezas de elastómero adherido a metal (2,5 x 2,5 x 0,63 cm) sometidos a
deformaciones alternantes en cizallamiento de ±100 % de deformación, a 130
ciclos/minuto). Al número de kilociclos mostrado en cada caso, se hicieron
visibles grietas pronunciadas. [De G.J. Lake y P.B. Lindley en Use of rubber in
engineering, Ed. P.W. Alien et al., McLaren & Sins Ltd, Londres, 1967]

39
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

n cuanto antecede, se ha pretendido tan sólo dar una visión global de la naturaleza,
importancia y utilidad de las propiedades dinámicas de los elastómeros, incurriendo
deliberadamente en simplificar el problema; por ejemplo, no se han tratado los
casos de sistemas con más de un grado de libertad, ni se ha considerado la influencia de
los armónicos (vibraciones de frecuencia múltiplo de la fundamental), etc.

Para el lector interesado en profundizar en estos ternas el autor se permite


recomendarle la lectura de los libros siguientes:

- Use on Rubber in Engineering, P.W AHen, P.B. Lindleyy A.R. Payne, McLaren & Sons Ltd.,
Londres, 1967.

- Theory and Practice of Engineering with Rubber, P.K. Freakley y A.R. Payne, Applied
Science Pubiishers, Londres 1978.

- Colección de Natural Rubber Engineering Data Sheets, MRPRA, Brickendonbury, Hertford


SGI3 8NL, Inglaterra.

- Proceedings of the International Conference of Natural Rubber for Earthquake


Protection of Buildings and Vibration Isolation, Kuaia Lumpur, Malaysia, 22-25 Febrero
1982, MRRDB, Kuaia Lumpur, Noviembre 1983.

- Shock and Vibration Handbook, 3a edición, C.M. Harris, McGraw - Hül Book Co, New York,
1987.

- Natural Rubber Science and Technology, Ed. A.D. Roberts, Capítulo 19, Engineering use of
natural rubbers, K.N.G. Fuller et ai, págs. 892-937, Capítulo 20, Vibration isolation and
earthquake protection of buildings, VA. Coveney et ai, págs. 938-957, Oxford University Press,
Oxford, 1990.

- Engineering with rubbers, Ed. A. Gent, Karí Hanser Verlag, München, 1933.

40
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Consideremos primero el caso de que no exista amortiguamiento viscoso;


entonces

Dividiendo por m y designando a K/m

La aceleración la podemos expresar como ia derivada de !a veiocidad

o bien, igualando (1.2) e (1.3)

Integrando,

B es una constante indeterminada; podemos asignarle un valor tal que, cuando v sea
cero, x sea igual a B, es decir Entonces

Puesto que v = dx/dt

que es una integral inmediata, cuya integración da

Puesto que sen sólo puede variar entrees el valor máximo


o amplitud del movimiento vibratorio. Si en el sistema considerado suponemos que
se aplica la fuerza de modo que se produzca la deformación máxima y luego se deja libre
el sistema, para por lo tanto sen ó, como sen
luego esto es ;;

41
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Si es un ángulo, medido en radianes, y t es un tiempo, medido en segundos, co


será dimensionalmente radianes por segundo, es decir, una frecuencia angular

Puesto que cos , los valores de x se repetirán periódicamente


por cada incremento radianes de es decir, el período de la oscilación será

La frecuencia natural de la vibración libre no amortiguada será

o, sustituyendo por su valor K/m

siendo W el peso de la masa m a la aceleración de la gravedad

Veamos ahora el caso en que sí existe amortiguamiento viscoso:

Como antes, dividamos por m y llamemos a K/m; llamemos 2r a C/m, de modo


que escribiremos la ecuación (1.13)

Admitamos por el momento que la solución de la ecuación tenga la forma

siendo una constante cuyo valor se ha de determinar e y una función de t cuya forma
también ha de encontrarse. Derivando (1.15),

42
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

Sustituyendo (1.15), {1. 16) e (1.17) en (1.14), dividiendo por y simplificando, queda

Hagamos con ello (1.18) sería

En la mayoría de los casos prácticos con elastómeros, el coeficiente de


amortiguamiento viscoso C es pequeño en comparación con la rigidez K.
Consecuentemente es mayor que será positivo. Llamemos a su raíz
cuadrada

(1.19) quedaría de la forma

que es de igual forma que la ecuación (1.2) para el movimiento vibratorio no


amortiguado; resolviéndola de un modo similar obtendríamos

y, por (1.15)

S¡ como en aquei caso, admitimos que en el instante t = 0, x vale A, por igual


razonamiento D es y la expresión (1.23) quedaría

que representa una oscilación amortiguada, cuya amplitud, que inicialmente alcanza el
valor máximo A, va disminuyendo con el tiempo, estando limitada por las curvas
exponenciales El período de esta oscilación será

En lo que antecede, habíamos considerado que K era mucho mayor que C A


43
medida que aumenta el amortiguamiento viscoso, va disminuyendo, hasta llegar a
FAIC
CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

un valor de C, llamado amortiguamiento crítico Ce, en que es igual a se hace


cero, el término coseno en (i.24) será igual a I y la ecuación queda reducida a

por lo que desaparece la oscilación y el movimiento se reduce a una disminución del


desplazamiento desde el valor máximo inicial A hasta tender asintóticamente a cero
(véase la figura 4 del texto). Como hemos definido el amortiguamiento crítico por la
condición
o

de donde

y el llamado factor de amortiguamiento, b, será

La frecuencia natural de la vibración amortiguada vendrá dada por

Como en la mayoría de los elastómeros C es pequeño en relación con K, b será muy


inferior a I y la raíz cuadrada que figura en {1.31) será muy próxima a I, por lo que la
frecuencia de la vibración amortiguada será muy próxima a la de la vibración no amortiguada,
dada por (l.l I).

44
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CAUCHOTECNIA - AÑO I - FASCICULO 3 - DICIEMBRE 1994

los lectores que tengan ya un poco olvidada la física puede extrañarles que se hable
de ángulos y se empleen magnitudes trigonométricas cuando se está tratando de un
movimiento oscilatorio lineal, sobre una trayectoria recta.
Recordemos que el movimiento vibratorio armónico es el movimiento periódico de
un punto sobre una recta, por ejemplo de a a b y viceversa en la figura, cuya aceleración es
proporcional al desplazamiento del punto desde la posición de equilibrio 0.

su velocidad

y su aceleración

es decir, que fa aceleración es proporcional al desplazamiento, condición que definía el


movimiento vibratorio armónico.

Empleando la notación de los números complejos, la posición del punto P en el


plano viene dada por

que, empleando los desarrollos en serie de McLaurin, puede expresarse también por

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ara obtener una curva maestra de cualquiera de las características dinámicas,


módulos complejos o sus componentes y factor de pérdidas, en función de la
frecuencia o la temperatura, es preciso reunir un conjunto de datos obtenidos en
el margen de temperaturas y frecuencias permitido por la máquina de ensayo de que
se disponga. Se fija una determinada temperatura, de ordinario empezando por la
más baja entre las seleccionadas, y se realiza un barrido de frecuencias, es decir, una
medición de la característica en cuestión, sea por ejemplo a las diversas frecuencias que
permite el aparato, a una selección de ellas si permite una variación continua. A continuación
se eleva la temperatura y, una vez alcanzado el equilibrio térmico, se procede a repetir el
barrido de frecuencias, y así sucesivamente a las diversas temperaturas que cubren el margen
elegido.
Se obtendrán así varios conjuntos de pares de valores G' - frecuencia,
correspondiendo cada conjunto a cada una de las temperaturas ensayadas. Sean, por
ejemplo, estas temperaturas -40°C, -20°C, 0°C, 20°C, 40°C, 60°C y 80°C (expresadas
mejor como 233 K, 253 K, 273 K, 293 K, 313 K, 333 K y 353 K). Primero se elige uno de
estos conjuntos, es decir, una de estas temperaturas, como temperatura de referencia To;
sea, por ejemplo, el conjunto central obtenido a 293 K.
La primera operación es reducir a la temperatura de referencia los valores de los
conjuntos distintos al de referencia. Ello es necesario para tener en cuenta la variación de
densidad del elastómero y la variación del módulo elástico con la temperatura absoluta. Así,
un valor de G´ obtenido a la frecuencia esto es, y a la temperatura T, se reducirá a

siendo las densidades del elastómero a la temperatura de referencia To y a la


temperatura de la medición T.

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Una vez obtenido el conjunto de valores reducidos de G', se representan en función de


la frecuencia, en papel doble logarítmico. Se obtendrá un gráfico como el dado por las curvas I
a 7 (figura III-I), que corresponderán a las temperaturas ensayadas, desde la inferior que dará la
curva I a la superior, que dará la 7. Se preciará que los distintos segmentos pueden hacerse
coincidir con la curva prolongación del segmento 4, correspondiente al conjunto de
referencia, desplazándolos paralelamente al eje de abscisas, es decir, desplazándolos un cierto
intervalo de frecuencias.

Por ejemplo, en el caso del segmento 3 haría falta desplazarlo a la derecha en una
cantidad si el segmento 3 se había obtenido a la temperatura T, al hacerlo
coincidir con la curva 4, obtenida a To, hemos aplicado un cambio de temperatura Se
podrá obtener así para cada conjunto un par de valores

Representando estos valores en un gráfico como el de la figura MI-2, se obtendrá


una curva como la curva I de trazos. En este gráfico está representada también ia curva
maestra 2, línea continua, obtenida de la ecuación WLF

Para hacer coincidir la curva experimental con la curva maestra 2, hay que
desplazar aquélla a lo largo del eje una cantidad x y a lo largo del eje una
cantidad y, por tanto

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Cuando T es igual a To, la temperatura de referencia adoptada, AT es cero y por


consiguiente se puede calcular la temperatura característica del material Ts= To-x

Un método alternativo de calcular Ts viene dado por una fórmula deducida de la


otra expresión de la ecuación WLF

El conocimiento de Ts y de ay permite la obtención de curvas maestras como la


representada en la figura 23 del texto.

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ea una masa de 800 kg, con un elemento rotatorio que gira a 1500 rpm y que,
por una figera excentricidad, genera un movimiento vibratorio de escasa
amplitud, cuya frecuencia será lógicamente 25 Hz. Para amortiguar las
vibraciones trasmitidas al terreno, se monta sobre cuatro soportes cilindricos de
goma, de 40 mm de diámetro y I mm de altura, fabricados con la formulación de la
Tabla I y adheridos a bases metálicas para su unión a la masa y al suelo; así, cada soporte
sostiene una masa m de 200 kg.

El factor de forma de los soportes es

siendo la superficie de la base de

Admitiendo una amplitud de el


correspondiente valor del módulo en compresión será

La constante elástica será

La frecuencia natural del sistema será

Sustituyendo los valores de tan en la fórmula de la transmisibilidad resulta

es decir, se absorberá más del 65 por ciento de la vibración.

¿Qué ocurre si la frecuencia impuesta se aproxima a la frecuencia natural, por


ejemplo, si el régimen de revoluciones del elemento que genera la vibración fuera de 900
rpm En tal caso la transmisibilidad será

esto es, se producirá una amplificación en vez de un amortiguamiento. Para que haya
amortiguamiento hay que reducir la frecuencia natural del sistema, para que el cociente
sea lo menor posible y siempre inferior a

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Figura 24
Valores experimentales de la diferencia de temperatura y de la
diferencia de logaritmo de la frecuencia en comparación con los
predichos por la curva log vs. en caucho natural,
sin vulcanizar, sin carga, O vulcanizado cargado con negro de carbono.
[De P.K. Freakley y A.R. Payne, loc. cit.]

Figura 25 : .*
Gráfico del módulo complejo frente a la frecuencia reducida. ,
[De la Norma ISO 101 12]

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