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BOLILLA XXIV

REGIMEN DE PRIVILEGIOS
PRIVILEGIOS: NOCION. REGIMEN. ACUMULACION
GASTOS DE CONSERVACION Y DE JUSTICIA. EXIGIBILIDAD
ACREEDORES CON PRIVILEGIO ESPECIAL. EXTENSION. CONCURRENCIA DE PRIVILEGIOS ESPECIALES. RESERVA DE GASTOS.
SUBROGACION REAL
CREDITOS CON PRIVILEGIO GENERAL. EXTENSION. CONCURSO PREVENTIVO Y QUIEBRA. SUPERPOSICION
CREDITOS COMUNES O QUIROGRAFARIOS. PRORRATEO. CREDITOS SUBORDINADOS
Introducción
La distribución del dinero obtenido de la venta de los bienes desapoderados debe hacerse tomando en consideración la
graduación de los créditos, esto es, los privilegios que han sido reconocidos en el proceso de verificación y graduación.
Por ello consideramos apropiado estudiar el régimen de los privilegios a continuación de la distribución, pues ésta se encuentra
sustancialmente ligada a ese régimen de preferencias.
Nociones básicas
Definición legal
El artículo 3875 del Código Civil dice que el derecho dado por la ley a un acreedor para ser pagado con preferencia a otro, se
llama en este Código privilegio.
Causa legítima de preferencia y privilegio
Algunos autores distinguen entre causa legítima de preferencia y privilegio. La primera expresión comprende a todas las causas
en virtud de las cuales un crédito debe ser satisfecho con exclusión de otros, con lo que abarca las garantías reales de origen
convencional (hipoteca, prenda, warrant) y los privilegios en sentido estricto. Privilegios en sentido estricto son los de causa
legal.
En definitiva, mientras la hipoteca, la prenda, el warrant y los demás derechos reales de garantía son de fuente siempre
convencional (ver supra, Cap. XIV), los privilegios son siempre de fuente legal (art. 3876, Cód. Civ.).
En la ley de concursos se trata unificadamente de los privilegios y de las preferencias causadas por derechos reales de garantía,
pero a éstas les acuerda una extensión distinta (art. 242, inc. 2 o, LC).
Privilegios y otras ventajas
a) Aprehensión del concepto de privilegio
La definición legal dice que el privilegio es el derecho a ser pagado con preferencia a otro acreedor.
Esto debe ser entendido de la manera siguiente: al venderse una cosa del deudor para pagar a los acreedores, si sobre ese
producido de la venta se ejerce un privilegio, este crédito privilegiado excluye a los otros créditos hasta el límite de su
satisfacción.
De modo que el privilegio, sustancialmente, autoriza a excluir otros créditos de la posibilidad de concurrir a cobrar sobre el
asiento del privilegio.
b) Otras ventajas que no son privilegios
Ciertos créditos gozan de ventajas temporales. Por ejemplo, los acreedores de origen laboral tienen derecho al pronto pago, y
los créditos munidos de garantías reales tienen derecho al pago anticipado, según ha sido estudiado. Estas ventajas no son
privilegios, aunque aparecen generalmente vinculadas a créditos privilegiados.
Precisiones terminológicas
a) Asiento del privilegio
Es la suma de dinero que resulta de la venta de una cosa del deudor (privilegio especial), o de todas las que componen el
patrimonio del deudor (privilegio general).
b) Asientos subsidiarios
Están constituidos por las sumas de dinero que el deudor recibe en reemplazo de la cosa; por ejemplo, indemnización debida
por el seguro cuando ía cosa se incendia o es destruida. Esto se manifiesta en la LC por la subrogación prevista en su artículo
245.
c) Jerarquía
La jerarquía alude, en primer término, a los distintos tipos de créditos, y en este sentido podemos aludir a los créditos munidos
de una causa legítima de preferencia (privilegio o garantía real) y los créditos quirografarios o comunes.
En un segundo sentido, se puede referir a los distintos tipos de créditos privilegiados: créditos con privilegio especial y créditos
con privilegio general.
d) Rango, graduación o concurrencia
Con estos términos se indica el orden entre los créditos que tienen privilegio, de distinta o de la misma jerarquía. Así se habla del
orden de los privilegios, y del orden o rango de los privilegios especiales o generales.
e) Extensión
Se refiere a cuales rubros del crédito están amparados por el privilegio de que goza. Por regla general el privilegio ampara solo el
capital (proemio del art. 242 LC), extendiéndose a los intereses para los créditos laborales y los amparados con garantías reales.
Sin embargo, la ley vigente ha ampliado notablemente la extensión de los privilegios, pues si existe remanente deben ser
pagados los intereses suspendidos por la quiebra, considerando los privilegios (art. 228, segundo párrafo, LC). Es decir que si se

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ha pagado íntegramente ■ el capital de todos los créditos verificados, al distribuir el remanente y pagarse con él los intereses,
debe comenzarse por los créditos con privilegio especial, seguir con los privilegios generales y concluir con los quirografarios.
f) Cuándo funcionan
Los privilegios son eficaces cuando concurren varios acreedores de un deudor común.
Los privilegios especiales pueden hacerse valer tanto en una ejecución individual cuanto en el concurso o quiebra del deudor.
En cambio los privilegios generales sólo funcionan en el supuesto de concurso o quiebra del deudor, pues suponen la liquidación
de todo el patrimonio de éste.
Caracteres
a) Accesoriedad
El privilegio siempre es accesorio de un crédito; por ello se transmiten como accesorios de los créditos a los cesionarios y
sucesores de los acreedores quienes pueden ejercerlos como los mismos cedentes (art. 3877, Cód. Civ.).
b) Legales
Los privilegios sólo nacen de una disposición de la ley (art. 3876). En las garantías reales la ley actúa como una fuente mediata,
pues previamente debe haber un acto voluntario de constitución del derecho real (conf. Kemelmajer de Carlucci).
c) De interpretación restrictiva
En caso de duda sobre la existencia o extensión del privilegio, debe prevalecer una interpretación restrictiva, pues los privilegios
constituyen una excepción a la regla general de la igualdad de los acreedores.
d) Indivisibles
Esto significa que el privilegio subsiste hasta la satisfacción íntegra del crédito, siempre naturalmente que exista asiento sobre el
cual ejercerlo.
Fundamento
La mayor parte de los autores reconoce fundamentos plurales de los privilegios, siempre relacionados con la naturaleza o causa
del crédito. Por ejemplo, el privilegio del fisco por impuestos radica en la necesidad de mantener el erario público y en razones
que hacen al bien común; mientras que el privilegio de los salarios está fundado en el carácter alimentario del crédito.
Moíinario afirma que en realidad el fundamento último radica en que la ley protege a todos aquellos que mereciendo una
garantía para el cobro del crédito, no están en condiciones de exigir la constitución de un derecho real. El médico que asiste en
la última enfermedad, el dependiente, el funebrero, no pueden exigir la constitución de una prenda o hipoteca en seguridad del
pago de sus servicios, y por ello la ley les asigna una preferencia.
Legislación en materia de privilegios
El estado de la cuestión antes de la ley 24.522
La materia de los privilegios tiene distintos receptáculos legislativos. Así, el Código Civil regla ¡os privilegios con pretensión
generalizadora; pero también aparecen reglas específicas en la Ley de la Navegación, el Código Aeronáutico, la Ley de Contrato
de Trabajo, la Ley de Entidades Financieras, el Código de Minería, el Código de Comercio, la Ley de Seguros, y en leyes
impositivas.
De manera que algunos autores hablaron del caos legislativo en esta materia.
La ley 19551 pretendió unificar los privilegios, por lo que su artículo 263 disponía que los privilegios en materia de concurso se
regían exclusivamente por esa ley.
Pero tal pretensión unificadora no fue concretada de manera completa, pues la ley admitía la vigencia de privilegios especiales
creados por otras leyes (art. 265, in fine, ley 19.551) y en ciertos casos remitía a los respectivos ordenamientos (derechos reales
de garantía) en cuanto al rango y la extensión.
La cuestión en la ley vigente
La ley actual persigue la unificación con más énfasis, pues comienza por establecer: Existiendo concurso, sólo gozarán de
privilegio los créditos enumerados en este capítulo, y conforme a sus disposiciones (art. 239, primer párrafo). Y eliminó la
referencia a los privilegios creados por otras leyes.
De donde es regla general que en el concurso preventivo y la quiebra sólo pueden hacerse valer los privilegios reconocidos en la
Ley de Concursos.
Claro que ésta es una regla legal, con lo cual una ley posterior puede crear nuevos privilegios, como ha sucedido con la ley
24.760 sobre factura de crédito.
PRINCIPIOS GENERALES
La Ley de Concursos establece algunos principios generales que es importante conocer.
Conservación del privilegio
El artículo 239, segundo párrafo, dispone que:
Los créditos privilegiados en el concurso preventivo mantienen su graduación en la quiebra que, posteriormente, pudiere
decretarse. Igual regla se aplica a los créditos previstos en el artículo 240.
Es una consecuencia del principio de unidad del proceso concursal (Cap. III,N°16).
Acumulación
El mismo artículo, tercer párrafo, establece:
Los créditos a los que sólo se reconoce privilegio por un período anterior a la presentación en concurso, pueden acumular la
preferencia por el período correspondiente al concurso preventivo y la quiebra.

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Se refiere por ejemplo, al crédito por remuneraciones y subsidios familiares debidos al trabajador que tienen un límite de seis
meses anteriores al concurso preventivo o quiebra.
Orden de los privilegios en la LC
Para que se entienda cómo funciona en la práctica el sistema de privilegios en la LC es preciso tener en cuenta el orden de ellos.
El sistema de la ley es el siguiente:
- En primer lugar se pagan los créditos con privilegio especial (enumerados por el art. 241, LC); pero ha de tenerse en
cuenta que los titulares de estos créditos deben soportar la reserva de gastos que prevé el artículo 244 de la LC, esto
es, aquellos que corresponden a la conservación, custodia, administración y realización de los bienes realizados en el
concurso, calculándose también una suma destinada a satisfacer honorarios y gastos de funcionarios del concurso que
correspondan exclusivamente a tales bienes. Más adelante volvemos sobre esta reserva de gastos que da lugar a
numerosos problemas en la realidad de los concursos.
- En segundo término están los créditos de conservación y justicia (art. 240, LC). Pero cabe hacer una advertencia
significativa. Estos créditos no deben esperar a la distribución final, pues deben ser pagados cuando son exigibles. Por lo
tanto, los que se pagan después de atendidos los privilegiados, son los que existen al tiempo de la distribución final.
- - En tercer rango están los créditos munidos de privilegio general (art. 246, LC). Pero también ha de atenderse a una
salvedad importante; sólo tiene vocación al total de la cantidad de dinero que queda para los privilegios generales, el
crédito por capital emergente de sueldos, salarios y remuneraciones (art. 247, primer párrafo); los demás, sólo afectan
el 50% de esa masa de dinero, y en lo excedente participan a prorrata con los quirografarios.
Ejemplo: En la quiebra había $ 2.000 para repartir; $ 500 se aplicaron a créditos privilegiados; $ 150 a honorarios
(créditos de conservación y justicia); con lo quedan $ 1.350. Con ellos se pagan $ 250 en concepto de salarios
privilegiados conforme al inciso I o del artículo 246 de la LC. Quedan $ 1.Í00, de los cuales $ 550 se reparten entre los
créditos con privilegio general, y $ 550 quedan para los privilegiados generales no satisfechos y los quirografarios a
prorrata de sus créditos.
Créditos de conservación y justicia5
Noción
Son los créditos causados en la conservación, administración y liquidación de los bienes del concursado y en el trámite del
concurso (art. 240, LC), que hayan sido de beneficio común.
Terminología
En la ley 19.551 eran llamados acreedores del concurso, expresión que no era feliz según la mayor parte de la doctrina, como
tampoco lo eran las de deudas de la masa o créditos contra la masa, pues todas ellas tienden a señalar a la masa como deudora,
siendo que la masa no tiene ni personalidad ni patrimonio (conf. Kemelmajer de Carlucci).
Algunos autores han propiciado la expresión créditos prededucibles (Iglesias), pero ésta no es más que una calificación procesal.
La locución gastos de conservación y justicia evoca a la de gastos de justicia que es la que usa el Código Civil y vincula las
acreencias a la causa de la cual nacen, que como explicara antaño Molinario es la dinámica propia del juicio concursal.
Deudas y gastos de la masa
Algunos autores distinguen entre gastos y deudas de la masa (Molinario, Cordeiro Alvarez; modernamente Kemelmajer de
Carlucci). Más allá de lo equívoco que es atribuir la obligación a la masa, lo que se quiere individuali zar son las distintas causas
de las cuales puede surgir el débito. Así, las deudas son las que tienen causa en hechos jurídicos (por ej., la obligación de pagar
los salarios en la continuación de la explotación de la empresa), y los gastos son los que se originan en la conservación,
administración y liquidación de los activos (por ej., los honorarios del síndico).
Quién es el deudor de estas obligaciones
Quienes predicaban la personalidad de la masa no tenían obstáculo en identificar a ésta como obligada. Pero descartada tal
personalidad según toda la doctrina contemporánea, la tesis según la cual el deudor de los acreedores de la masa es el quebrado
predomina abiertamente (entre nosotros, Kemelmajer de Carlucci; en Italia, Ragusa Maggiore; en España, García Luengo), pues
como apunta la distinguida jurista mendocina, esas obligaciones se pagan con el patrimonio de aquél.
Créditos de conservación y justicia y privilegio
La doctrina nacional ya había puntualizado que los créditos contra el concurso o prededucibles o gastos de justicia no son
créditos privilegiados stricto sensu (ver Allende-Mariani de Vidal)6.
Si bien se mira, esto ya lo explicaba Vélez Sársfieid en la nota al artículo 3875 del Código Civil, donde dice que los gastos de
justicia más que un privilegio son un pago anticipado y necesario hecho del conjunto de los valores destinados a los acreedores.
Tipos
La ley mantiene la distinción entre reserva de gastos (art 244, LC) y créditos de conservación y justicia (art. 240, LC), distinción
importante pues mientras la primera prevalece sobre los privilegios especiales, la segunda es postergada por éstos cuando debe
ser atendida en el momento de la distribución final.
Enumeración
La ley vigente ha eliminado la enumeración que hacía el artículo 264 de la ley 19.551, sobre la cual existía coincidencia en que
era puramente ejemplificativa7.
Dé todos modos, aquella enumeración sigue siendo útil como referencia doctrinaria para identificar a los créditos comprendidos
en esta categoría: honorarios del síndico, del abogado del deudor en el concurso preventivo o en la petición de su propia
quiebra, del abogado de quien peticionó la quiebra y la hizo declarar, los de los integrantes de los comités de acree dores, los de
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los coadministradores en la continuación de la empresa; las deudas por costas impuestas por la actuación del síndico, la
obligación de reparar daños y perjuicios causados por los bienes del fallido o los funcionarios del concurso; los alquileres
devengados después de la declaración de quiebra cuando se siga usando el bien locado; los impuestos, tasas y contribuciones y
multas y recargos que recaigan sobre bienes determinados del fallido, posteriores a la quiebra.
Además existen casos de créditos prededucibles que surgen de la misma ley, entre otros:
- las prestaciones que el cocontratante in bonis cumple después de la presentación en concurso preventivo cuando ;se ha
solicitado la continuación de los contratos con prestaciones recíprocas pendientes (art 20, LC);
- los intereses posteriores a la suspensión de la subasta dispuesta en los términos del artículo 24 de la LC;
- el crédito por la restitución de los gastos en que ha incurrido el acreedor triunfante en la acción de ineficacia concursal
(art, 120, LC);
- más dudosa es la preferencia especial sobre bienes recuperados, establecida por el mismo artículo 120 de la LC, que
para algunos autores es un privilegio especial mientras que para otros es un crédito posconcursal, nacido de la gestión
judicial iniciada por el acreedor, y que por ello es un crédito contra el concurso;
- el crédito por la publicación de los edictos que anotician la declaración de quiebra (art. 89, tercer párrafo, LC);
- la tasa de justicia de los juicios iniciados por el síndico para el cobro de los créditos del fallido (art. 182, LC);
- los aranceles, tasas, gastos, que sean necesarios para las transcripciones y anotaciones regístrales y de otro carácter
que resulten imprescindibles para la protección de la integridad del patrimonio del deudor (art. 273, inc. 86, LC);
- las obligaciones nacidas durante la continuación de la explotación de la empresa del fallido (art, 192, tercer párrafo, LC);
- los sueldos, jornales y demás retribuciones que se devenguen con motivo del contrato de trabajo en la etapa de
continuación de la explotación de la empresa (art. 198, LC).
Criterio de interpretación
Algún fallo y ciertos autores propician una interpretación restrictiva para la inclusión de los créditos en esta categoría, por
considerarla una excepción a la regla general de participación igualitaria en los dividendos.
No compartimos este criterio que es propio de los privilegios, pero no de esta clase de créditos que como se señaló no son
privilegiados, sino que constituyen gastos o deudas nacidos de la propia dinámica del proceso concursal y que por ser de
beneficio común deben ser satisfechos prioritariamente.
Régimen al que están sometidos
La ley 19.551 enumeró los créditos comprendidos en la categoría y dispuso la regla del prorrateo entre ellos, pero omitió
puntualizar otras soluciones que vinieron dadas por la jurisprudencia y que ahora han sido recogidas por la ley 24.522.
a) Innecesaríedad de la verificación
Como decíamos, la jurisprudencia tejida durante la vigencia de la ley 19.551 había concluido que los créditos de esta categoría
no estaban sometidos al trámite de la verificación9. Y así lo dispone ahora expresamente el artículo 240 de la LC.
Ahora bien, ¿qué debe hacer el acreedor que se considera comprendido en esta categoría? Simplemente debe presentarse ante
el juez del concurso solicitando el reconocimiento de su crédito y reclamando su pago.
Si se plantease controversia, por ejemplo porque el síndico de la quiebra desconoce la existencia del crédito o su magnitud, el
acreedor debería promover juicio, el que sería atraído por el concurso. Si la controversia se limitase a la inclusión o no del
crédito en esta categoría, el juez del concurso debe dirimir la cuestión en el trámite de reconocimiento del crédito, siendo su
decisión apelable.
En principio el trámite de reconocimiento del crédito de esta categoría no genera costas.
b) Pago inmediato
Durante la vigencia de la ley 19.551 se planteó alguna disidencia doctrinaria respecto del momento en que debían ser
satisfechos los créditos contra el concurso, propiciándose distinciones según de qué créditos se tratase (Kemelmajer de
Carlucci), aunque en general la jurisprudencia se inclinó por considerar que eran pagaderos cuando fueran exigióles 10 (conf.
Iglesias).
Esta solución fue recogida también por la ley 24.522, la que dispone que el pago de estos créditos debe hacerse cuando resulten
exigibles.
Obviamente hay algunos que deben esperar a la distribución final, pues recién allí son determinados; nos referimos a los
honorarios que se regulan en la quiebra liquidada (art. 218, LC).
c) Prorrateo
La ley dispone también que no alcanzando los fondos para satisfacer estos créditos, la distribución se hace a prorrata entre ellos.
Esto hace que el pago de los créditos de conservación y justicia no sea necesariamente hecho al convertirse en exigibles, pues si
el síndico informa de la existencia de otros créditos de la misma categoría y los fondos son insuficientes para atenderlos a todos
de manera íntegra, el juez puede no hacer efectivo el pago de modo de posibilitar que funcione la regla del prorrateo 11. A ese
efecto el juez puede disponer una distribución específica de fondos para esos acreedores, puesto que todos los acreedores de la
misma graduación tienen derecho a participar en los fondos existentes 12.
d) Intereses
Aunque la ley no lo establece de manera expresa, a nuestro juicio resulta aplicable la jurisprudencia nacida al amparo de la ley
19.551, conforme a la cual los créditos de esta categoría no están alcanzados por la regla de suspensión de intereses; por lo que
si el pago no se realiza en la oportunidad debida, devengan intereses. Pero he aquí una distinción importante: si existen fondos

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para atender estos créditos y el síndico no paga, devengan intereses compensatorios y punitorios; si no los hay, sólo devengan
intereses compensatorios.
CRÉDITOS CON PRIVILEGIO ESPECIAL
Noción
Privilegio especial es el derecho del acreedor de cobrarse con preferencia a otro sobre el producido de cierta cosa o cosas
determinadas.
Créditos a los cuales la LC reconoce privilegio especial Enumeración
La LC acuerda privilegio especial a:
- los gastos hechos para la construcción, conservación o mejora de una cosa, sobre ésta;
- los créditos laborales, sobre las mercaderías, materias primas y maquinarias del establecimiento en que prestan
servicio;
- los impuestos y tasas que se aplican sobre bienes determinados, sobre éstos;
- los créditos amparados con hipoteca, prenda, warrant, y los correspondientes a debentures y obligaciones negociables
con garantía especial o flotante, sobre los bienes afectados a la garantía;
- el crédito del retenedor, sobre la cosa retenida;
- los establecidos por la Ley de la Navegación, Código Aeronáutico, Ley de Entidades Financieras y Ley de Seguros.
Reducción de los privilegios
La ley 24.522 ha reducido el número de privilegios especiales, pues ha eliminado el del proveedor de semillas y el de gastos de
cosecha (art. 265, inc. 3o, ley 19.551), el del locador (art. 265, inc. 6 o, ley 19.551), ha aclarado que el anticresis no genera
privilegio14, y ha eliminado la eficacia de los privilegios especiales creados por otras leyes salvo los incluidos explícitamente en
los ordenamientos mencionados en el inciso 6 o del artículo 241, Ley de la Navegación, Código Aeronáutico, Ley de Entidades
Financieras y Ley de Seguros.
Orden de los privilegios especiales
a) Regla general
Conforme al artículo 243 de la LC los privilegios especiales tienen la prelación que resulta del orden de los incisos del artículo
241 de la LC.
Si sobre la misma cosa concurren acreedores incluidos en el mismo inciso, se aplica la regla del prorrateo, según lo dispone
expresamente el artículo 243, in fine, de la LC.
b) Excepciones
La mentada regla reconoce dos excepciones:
- que cuando juegan privilegios de créditos amparados por garantías reales (inc. 4 o del art. 241, LC) o de los previstos por
leyes especiales (inc. 6o del art. 241, LC), rigen los respectivos ordenamientos;
- que el crédito del retenedor prevalece sobre los créditos con privilegio especial si la retención comenzó a ejercerse
antes de nacer los créditos privilegiados.
c) Créditos con garantías reales
(i) Prenda civil
Si se trata de hipoteca y prenda civil rige el Código Civil.
En cuanto a la prenda el artículo 3889 del Código Civil dispone que la prenda da derecho al acreedor a hacerse pagar con
preferencia a los otros acreedores, salvo las excepciones previstas en el mismo Código, y del artículo 3913 surge que el acreedor
prendario cede frente a créditos que hoy no tienen privilegio especial. Por lo que el crédito con prenda sólo cede frente al
crédito del conservador si conocía la existencia de tal crédito al tiempo de la constitución de la prenda (art. 3902, Cód. Civ.).
(ii) Hipoteca
El artículo 3934 del Código Civil dispone que la hipoteca prevalece sobre los demás créditos que recaigan sobre el inmueble.
En la práctica suelen generarse dos conflictos: con el crédito por expensas comunes en los inmuebles sometidos al régimen de
propiedad horizontal y con los créditos del fisco.
El criterio generalizado de la jurisprudencia es que prevalece el acreedor hipotecario sobre los créditos por expensas y del fisco
posteriores a la constitución de la hipoteca15.
A los debentures y obligaciones negociables con garantía especial se aplican las disposiciones de los créditos hipotecarios y
prendarios (art. 152, LC).
(iii) Prenda con registro
Se aplica el artículo 43 de la ley 12.962 (modificada por el dec. 897/95). De acuerdo a ese dispositivo el crédito del acreedor
prendario es desplazado por los gastos de justicia (en caso del concurso es la reserva del artículo 244, LC), los gastos de
conservación incluidos los sueldos y salarios, los impuestos que recaigan sobre la cosa prendada y el arren damiento del predio
donde estuviese la cosa. Este último no existe en caso de concurso, por lo que no hay tal precedencia.
Es importante puntualizar que el crédito del titular de la prenda prevalece entonces sobre los créditos laborales, salvo los
sueldos y salarios del personal] en relación de dependencia que hubiese trabajado en el establecimiento donde se encontraba la
cosa al tiempo de la quiebra.
(iv) Warrant
En el warrant regido por la ley 9643, el acreedor goza de un privilegio superior a cualquier otro crédito, sólo precedido por los
derechos del depósito, gastos y comisiones de la venta y el impuesto establecido por el artículo 25 de esa ley (art. 22, ley 9643).
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d) Crédito del retenedor
La ley ha adoptado la solución del Código Civil (art. 3946, conforme ley 17.711), que es una aplicación del principio prior in
tempore.
e) Reserva de gastos
(i) Regla legal
Debe tenerse especialmente en cuenta que de todos modos, los acreedores con privilegio especial deben soportar la reserva de
gastos del artículo 244 de la LC, que constituye un tipo de gastos de conservación y justicia que preceden a los créditos munidos
de privilegio especial.
Ese artículo 244 de la LC se refiere concretamente a los importes correspondientes a la conservación, custodia, administración y
realización de la cosa sobre la que recae el privilegio especial, y a una cantidad para atender los gastos y honorarios de los
funcionarios del concurso que correspondan exclusivamente a diligencias sobre tales bienes.
La aplicación práctica de este precepto ha dado lugar a múltiples cuestiones, pues no siempre es fácil discernir qué tareas o
gastos corresponden o se vinculan directamente a la realización del bien sobre el que recae el privilegio especial.
(ii) Recaudos de procedencia de la reserva
En primer lugar, es preciso que los gastos hayan sido hechos en el concurso general 16, por lo que en principio no hay reserva si la
cosa se ha liquidado, en concurso especial. Para que la reserva proceda aun ha biéndose liquidado la cosa en concurso especial,
quien invoque la existencia de gastos prededucibies deberá presentar la documentación y hacer las rendiciones de cuentas
pertinentes (Argeri).
En segundo término, se ha resuelto, a nuestro juicio adecuadamente, que existiendo fondos provenientes de la subasta, la
contribución que le cabe al acreedor no puede ir en desmedro del crédito privilegiado; es así que el acreedor no debe contribuir
necesariamente a los gastos del concurso, pues la reserva prevista en i a ley juega cuando el remanente de la subasta (deducido
el crédito) no alcance para cubrir dichas erogaciones 17.
En otras palabras, si hay remanente suficiente, el acreedor no tiene por qué sacrificar parte de su crédito en beneficio del
concurso, pues éste queda satisfecho con ese remanente.
En tercer lugar es preciso que el síndico indique concretamente en qué consistió el beneficio que recibió el acreedor titular del
privilegio; si ello no se hace, la reserva es improcedente 18.
(iii) Honorarios
Del mismo modo los honorarios a que se refiere la ley, son aquellos que corresponden a diligencias sobre los bienes asiento del
privilegio especial. De allí que se haya resuelto que no corresponde computar en la reserva la totalidad de los honorarios del
síndico, sino sólo la porción inherente a las tareas vinculadas al bien sobre el cual recae el privilegio y al crédito 19.
Extensión de los privilegios especiales
Conforme fue anticipado, el privilegio en principio se extiende sólo al capital (art. 242, LC), con las siguientes salvedades:
a) Créditos laborales
Se extiende también a los intereses hasta por dos años, anteriores a la quiebra, y devengados a partir de la mora del empleador.
b) Créditos con garantía real
Conforme a la solución del artículo 129 de la LC, la preferencia de los titulares de hipoteca, prenda, prenda con registro, warrant
y obligaciones negociables y debentures con garantía especial o flotante, se extiende a las costas, los intereses por dos años
anteriores a la quiebra y los compensatorios posteriores a ella hasta el efectivo pago, estos últimos con el límite del producido
del bien, según fue ya explicado (ver Cap. XIV).
c) Créditos reconocidos en otras leyes
A los del inciso 6o del artículo 241, se les reconoce la extensión prevista en sus respectivos ordenamientos.
d) Pago de intereses con distribución del remanente
Además, cuando ha sido satisfecho íntegramente el capital de todos los créditos verificados, con el remanente se pagan los
intereses suspendidos. Ese pago también se hace considerando los privilegios (art. 228, segundo párrafo, LC).
Breve examen de los créditos con privilegio especial
Muy rápidamente haremos un repaso de cada uno de los créditos privilegiados, para dar respuesta a algunas de las cuestiones
controvertidas que suelen plantearse.
a) Gastos de construcción, conservación y mejora
La ley exige que esos gastos hayan sido hechos por cuenta del concursado, lo que significa que éste debe haber requerido que
los gastos se hagan, y que la cosa exista en poder del concursado, pues ésta constituye el asiento y sí la cosa ha salido del
patrimonio del deudor, no hay privilegio por falta de asiento, por lo que el crédito será quirografario.
El crédito por gastos de conservación comprende al crédito por expensas comunes derivado de la ley de propiedad horizontal.
2. Créditos laborales20
a) Créditos comprendidos
Los créditos a que se reconoce privilegio especial son:
- remuneraciones, por el tiempo de seis meses anteriores a la quiebra o concurso; el tiempo es acumulable, según se vio;
- indemnizaciones por accidentes de trabajo, antigüedad o despido, falta de preaviso y fondo de desempleo.
Según algún criterio doctrinario, no están amparados por el privilegio el sueldo anual complementario y las vacaciones (Aliende-
Mariani de Vidal, Cámara, Lloverás), pero un tribunal reconoció al sueldo anual complementario arguyendo su carácter
retributivo21.
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b) Asiento
El asiento del privilegio es el producido de la enajenación de las mercaderías, materias primas y maquinarias que se encuentren
en el establecimiento donde haya prestado los servicios el dependiente o sirvan para su explotación.
La ley aclara además que las cosas deben ser de propiedad del con cursado para alejarse de una solución contraria de la LCT que
lo acordaba aun sobre cosas ajenas.
La circunstancia de que el privilegio recaiga sobre los bienes que están en el establecimiento donde se prestaban los servicios,
lleva a que el síndico deba hacer un estado de distribución por cada establecimiento.
Las soluciones concretas muchas veces no son justas; basta con pensar en una empresa con un gran establecimiento industrial y
la administración en una oficina separada; los trabajadores del establecimiento van a gozar de privilegio sobre todas las
máquinas, mercaderías y materias primas allí existentes, mientras que los empleados adminis trativos lo tendrán sobre algún
escritorio y alguna computadora o máquina de calcular. Y la verdad es que todos contribuían al esfuerzo empresario.
La ley 24.522 ha excluido del asiento del privilegio al precio del fondo de comercio, dinero, títulos, depósitos en cuentas
bancarias, solución que ha sido considerada razonable (Kemeímajer de Carlucci).
(iv) Privilegio general
Los créditos incluidos en el artículo 241, inciso 2 o, de la LC que no sean satisfechos con el producido de los bienes sobre los que
asienta el privilegio, gozan del privilegio general que íes reconoce el artículo 246 de la LC.
c) Impuestos y tasas
El inciso 3o del artículo 241 acuerda privilegio especial a los impuestos y tasas que se aplican particularmente a determinados
bienes, sobre éstos. Con respecto a este privilegio cabe puntualizar:
- no comprende a las contribuciones, por no estar mencionadas y ser los privilegios de interpretación estricta;
- sólo abarca a los impuestos que recaen sobre bienes determinados, como el impuesto inmobiliario, o el impuesto al
automotor (patente).
No quedan comprendidos el impuesto a las ganancias ni el IVA. Según nuestro juicio tampoco gozan del privilegio el impuesto al
patrimonio ni a la transmisión gratuita de bienes pues no gravan bienes determinados, sino a una universalidad.
Se trata en todos los casos, de impuestos y tasas devengados antes de la quiebra. Los posteriores son créditos contra el
concurso (art. 240 LC).
d) Créditos amparados por garantías reales
Se someten al régimen de sus respectivos ordenamientos, cuyas características principales en punto a rango y extensión han
sido explicados.
e) Derecho de retención
El derecho de retención tuvo una curiosa evolución, pues en el régimen originario del Código Civil se dudaba acerca de si
generaba o no un privilegio, y en la ley 19.551 había pasado a ser el primero de los pri vilegios especiales, solución que fue
ratificada por la LCT.
La solución de la LC vigente es más racional pues, como se dijo, recoge el criterio adoptado por el Código Civil a partir de la
reforma de la ley 17.711, haciendo aplicación del principio prior in tempore potior in iure; de donde, el retenedor prevalecerá o
será postergado por otros acreedores privilegiados sobre la misma cosa, según el derecho de reten ción haya comenzado a ser
ejercido antes o después del nacimiento del otro crédito privilegiado.
Es obvio que el derecho de retención debe satisfacer los recaudos del Código Civil: ser ejercido en razón de una deuda nacida
por esa misma cosa y que el retenedor no la haya entregado voluntariamente.
f) Otros privilegios especiales
La subsistencia de otros regímenes se justifica abiertamente pues se aplican a casos de quiebras especiales, esto es, de empresas
navieras, aeronáuticas, bancos o compañías de seguros, que tienen un régimen legal especial; aquellos regímenes que en la
terminología actual se denominan microsistemas de derecho.
El examen de cada uno de ellos excedería notablemente del sentido y alcance de esta obra, por lo que remitimos a la lectura de
las obras especializadas.
Subrogación real
Como ya fue explicado, existen asientos subsidiarios del privilegio, que son los importes que el deudor recibe en sustitución de
los bienes sobre los que recaía la preferencia.
Esto aparece consagrado expresamente en el artículo 245 de la LC conforme al cual cl privilegio especial se traslada de pleno
derecho sobre los importes que sustituyan a los bienes sobre los que recaía, sea por indemnización, precio, o cualquier otro
concepto que permita la subrogación real. En cuanto excedan de dichos importes los créditos se consideran comunes o
quirografarios para todos sus efectos, salvo el privilegio general que se reconoce a los créditos laborales en el artículo 246, inciso
i°, de la LC.
Para que proceda la subrogación es necesario que exista un privilegio especial; que la cosa sobre la cual recae haya salido del
patrimonio del deudor; que hayan ingresado nuevos bienes, individualizados, por la misma causa por la cual se produjo la salida
de aquélla.
El problema que se plantea en la interpretación de este precepto es a qué se refiere la ley cuando alude al precio de la cosa.
Adviértase que hay dos interpretaciones posibles:
(i) se refiere al precio obtenido en la ejecución, con lo cual la expresión se confunde con lo que es el asiento del privilegio;

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(ii) se refiere al precio que debe un tercero adquirente de la cosa; este último sería realmente el asiento subsidiario
(Molinario, Adrogué).
Para Adrogué la norma se refiere exclusivamente al precio obtenido en la ejecución, al usar la palabra precio sin ninguna otra
acotación.
CRÉDITOS CON PRIVILEGIO GENERAL Y QUIROGRAFARIOS
Noción
El privilegio general se ejerce sobre la masa de dinero que queda en la quiebra luego de satisfechos los créditos con privilegio
especial y los créditos contra el concurso.
Alcance del privilegio general
Como ya ha sido explicado, el privilegio general se ejerce sobre toda esa cantidad de dinero solo cuando se trata del capital
debido por sueldos, salarios y remuneraciones.
Una vez pagados esos créditos mencionados, los demás que gozan de privilegio general afectan solo el 50% del dinero existente.
Una vez pagados esos créditos mencionados, los demás que gozan de privilegio general afectan sólo el 50% del dinero existente.
Sobre el 50% restante, participan a prorrata con los acreedores quirografarios (art 247, LC).
Orden
El artículo 249 de la LC dispone que no alcanzando los fondos correspondientes a satisfacer los créditos con privilegio general, la
distribución se hace a prorrata entre ellos, aplicándose igual criterio entre los quirografarios.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta el artículo 247 que concede una mayor extensión a los créditos por sueldos, salarios y
remuneraciones, y que la masa sobre la cual participan los demás créditos con privilegio general es la que resta una vez pagados
aquellos créditos por sueldos, salarios y remuneraciones.
Con lo que en realidad primero debe liquidarse ese crédito por sueldos, salarios y remuneraciones y si hay un remanente
afectarlo a los demás privilegios generales y créditos quirografarios para que se aplique la regla de la prorrata.
Extensión
El privilegio general ampara el capital. Tratándose de créditos laborales (inc. I o del art. 246, LC), se incluyen los intereses por el
plazo de dos años contados a partir de la mora y las costas judiciales en su caso.
Cuando se aplica la regla del artículo 247 de la LC en lo relativo a sueldos, salarios y remuneraciones, se extiende sólo al capital.
Breve examen de los créditos amparados por privilegio general
a) Créditos laborales
(i) Créditos comprendidos
La ley ampara a créditos que enumera expresamente: remuneraciones, subsidios familiares; indemnizaciones por accidentes de
trabajo, por antigüedad o despido y por falta de preaviso; vacaciones y sueldo anual complementario; los importes por fondo de
desempleo. Y agrega que tiene privilegio general cualquier otro derivado de la relación laboral, con lo cual quedan cubiertos
todos los créditos que tengan causa en la relación, salvo aquellos que tienen un límite temporal.
De modo que sólo son quirografarios los créditos por salarios y subsidios familiares en la medida que excedan de seis meses de
sueldo, y los intereses devengados por los créditos laborales a partir de la mora y hasta la fecha de la quiebra que excedan de
dos años.
(iii) Los honorarios de abogado
La ley incluye entre los créditos a las costas judiciales en su caso, De acuerdo con ello la jurisprudencia ha establecido algunas
pautas:
- el crédito por honorarios del abogado del dependiente debe ser verificado con privilegio general23;
- el crédito por honorarios de los peritos que intervinieron en el proceso laboral debe ser graduado con privilegio
general24;
- no están comprendidos en el privilegio los honorarios de los letrados que asistieron a la fallida 25;
- los honorarios de los abogados del dependiente, aun cuando gocen de privilegio, no están amparados por el pronto
pago.
b) Créditos de la seguridad social
El inciso 2o del artículo 246 de la LC acuerda privilegio general al capital por prestaciones adeudadas a organismos de los
sistemas nacional, provincial o municipal de seguridad social, de subsidios familiares y fondos de desempleo.
Atento a que se refiere a los organismos de los sistemas oficiales, no están amparados por el privilegio los aportes de bidos a las
Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).
c) Créditos contra personas físicas
Una novedad trae la LC al incluir entre los privilegios generales a algunos créditos de los que sólo puede ser deudor una persona
física (inc. 3o del art. 246, LC). Ellos son los gastos funerarios que sean de uso, los gastos de enfermedad durante los últimos seis
meses de vida y los gastos de necesidad en alojamiento, alimentación y vestimenta del deudor y su familia durante los seis
meses anteriores a la presentación en concurso o declaración de quiebra.
La fuente inmediata de este precepto, en cuanto los limita a los concursos de personas físicas, es el proyecto de reformas al
Código Civil elaborado por la denominada Comisión Federal de la Cámara de Diputados y que tuviera media sanción legislativa.
Cabe señalar, por lo demás, que los tres créditos a que se refiere la norma eran créditos con privilegio sobre la generalidad de
los muebles en el Código Civil (art. 3880, incs. Io, 2o y 4o), y estaban incluidos en el artículo 270 de la ley 19.551.
(i) Gastos funerarios
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Se refiere exclusivamente a los del sepelio del deudor, y siempre que el concurso se abra después del fallecimiento del mismo.
La limitación a los que sean de uso es razonable, y parece increíble que algún autor desconozca la existencia de tales usos. De
acuerdo con ellos la doctrina ha dicho que quedan incluidos el servicio de velatorio, ceremonia religiosa según la creencia del
difunto, traslado de los restos, valor del ataúd o urna, avisos o participaciones de defunción, derechos de inhumación, partida de
defunción, entierro propiamente dicho, colocación de una lápida o cruz en la tumba, gastos de cremación en su caso (Highton).
El acreedor puede tanto ser la empresa que hizo el entierro como el tercero -generalmente un familiar o allegado- que hizo el
pago.
(ii) Gastos de enfermedad
Son gastos de medicinas, tratamientos médicos clínicos y quirúrgicos, de cualquier enfermedad que el deudor haya sufrido en
los seis meses anteriores a la quiebra o concurso.
No es necesario que sea la última enfermedad, pues el privilegio existe aun cuando el deudor haya sanado (y con mayor
razón...).
(iii) Gastos de alimentos
Este es un viejo privilegio cuyo origen se remonta al artículo 1115 del Código de Comercio español de 1829 que a su vez
reconoce fuente francesa. No debe ser confundido con la obligación alimentaria nacida del parentesco como hizo alguna vez la
ley 9688 y la misma LCT; aquí la ley se refiere al crédito del panadero, del carnicero, del almacenero. Cierto es que las
costumbres han cambiado y hoy no existe -salvo en muy pequeñas localidades- la otrora famosa libreta del almacenero que es la
amparada por este privilegio.
La ley concursal lo extiende a los gastos de alojamiento y vestimenta.
Entre los gastos de alojamiento está el crédito del posadero, hotelero o casa de pensión que haya recibido al quebrado o
concursado.
d) Créditos del fisco
Comprende todo tipo de impuesto y tasa que no recaiga sobre bienes determinados (conf. Adrogué), que se haya devengado
antes del concurso o quiebra, sea el acreedor el fisco nacional, provincial o municipal.
Los impuestos y tasas que recaigan sobre bienes determinados anteriores al concurso o quiebra tienen privilegio especial, y si no
son satisfechos con el producido del bien, el saldo es quirografario.
Los impuestos y tasas sobre bienes determinados devengados con posterioridad a la quiebra son créditos contra el concurso.
La ley se refiere expresamente al capital, por lo que los intereses y multas son créditos quirografarios; del mismo modo las
costas del proceso seguido para su percepción; así lo ha resuelto unánimemente la jurisprudencia.
e) Crédito instrumentado en factura de crédito
La ley 24.760 crea la denominada factura de crédito, título valor que debe ser creado en todo contrato en el que alguna de las
partes esté obligada a emitir factura. Con lo que la exigencia de la factura de crédito se aplica a los contratos de compraventa y
locación de cosas muebles, y a las locaciones de servicios y de obra, siempre que ambas partes se domicilien en la Argentina, se
convenga un plazo para el pago del precio posterior a la entrega de la cosa o servicios, y que el comprador o locatario adquiera,
almacene, utilice o consuma las cosas, los servicios o la obra para integrarlos directa o indirectamente en procesos de
producción, transformación, comercialización o prestación a terceros, sea de manera genérica o específica (art. Io).
Esta ley incorporó como inciso 5o del artículo 246 de la LC un texto que atribuye privilegio general a:
El capital por facturas de crédito aceptadas por hasta veinte mil pesos por cada vendedor o locador. A los fines del ejercicio de
este derecho, sólo lo podrá ejercitar el librador de las mismas incluso por reembolso a terceros, o cesionario de ese derecho del
librador.
De donde se crea un privilegio general a favor del librador de la letra, por el sólo hecho de la forma instrumental, y con un límite
por monto que se computa por cada letra.
CRÉDITOS SUBORDINADOS
Noción
Se denominan negocios jurídicos de subordinación crediticia aquellos en que un acreedor (subordinado) consiente que otro
acreedor (superior) goce de mayores derechos para el cobro de su crédito respecto de un deudor común a ambos (Alegría-Buey
Fernández).
Incorporación al Derecho nacional
La doctrina era dubitativa sobre la posibilidad de utilizar estos pactos en el Derecho nacional. Pero tales dudas quedan
aventadas a partir de que la ley 24.441 agregó al artículo 3876 del Código Civil un párrafo que dice:
Puede convenirse la postergación del acreedor hasta el pago total o parcial de otras deudas presentes o futuras del deudor.
Tratamiento concursal
El régimen de los créditos subordinados se completa con la disposición del artículo 250 de la LC que dice:
Si los acreedores hubiesen convenido con su deudor la postergación de sus derechos respecto de otras deudas presentes o
futuras de éste, sus créditos se regirán por las condiciones de su subordinación.

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