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Introducción

Toda mi vida he vivido en un mismo lugar, una pequeña comunidad


llamada Moquel. La cual se encuentra en el Estado de Campeche, pero a
pesar de eso, no soy tan “campechana”, pues todas las personas que viven
aquí son originarias de Guanajuato en mayoría, y unas cuantas de Michoacán.
Por lo que crecí con ideologías y costumbres pertenecientes a este lugar.
Desde que tengo uso de razón me he denominado “católica”, pero nunca me
pregunté el por qué lo soy, o desde cuándo decidí serlo. Al parecer no es sólo
mi caso.

Muchos opinan que la religión es algo necesario. El fenómeno religioso


se ha considera y explicado desde muchos puntos de vista. Algunos lo han
explicado desde el matriz religioso, como la necesidad producto de un
mandato divino, y, por lo tanto, sin necesidad de justificación. En tanto, otras
personas, en oposición a ese punto, lo han explicado como producto y
símbolo de ignorancia, incluso como un reflejo de debilidad y fragilidad
mental.

Desarrollo

La religión se ha explicado de muchas maneras. Se habla de ella a partir


de sus orígenes históricos como fenómeno antropológico y como fenómeno
social. Como lo vimos en el curso de filosofía, en el tema de pensamiento
prefilosófico. El cual aborda la religión junto con el mito y la magia, los cuales
fueron los pensamientos o formas de abordar la realidad antes de que naciera
la filosofía. Las cuales se engloban bajo el nombre de “pensamiento arcaico”.
Según lo visto en clase, la religión, en específico, hace referencia a un sistema
de creencias y prácticas que relacionan a los seres humanos con lo sagrado.
Sin embargo, hay una pregunta muy profunda: ¿por qué tenemos religión?
El ser humano siempre ha buscado darle una explicación a su limitación,
entender por qué se encuentra en este mundo. Quiere saber cuál es su
finalidad. Ante su finitud y las dudas sobre el sentido de su vida, le surge otra
necesidad: la trascendencia. La cual es la idea de que el ser humano tendrá
una continuidad en su existencia, que todo aquello que hace no se pierde y
acaba con la muerte.

Podemos darnos cuenta que los niños, entre los seres humanos, son los
más frágiles. Un niño tiene la necesidad de sentirse protegido por un adulto, el
cual es una entidad superior para él, del cual recibirá protección y
conocimiento. Es así como el adulto necesita de un ser superior del cual
sentirse protegido y del cual guiarse para hacer lo correcto.

Esta necesidad de un ser superior es lo que origina al fenómeno religioso.


El cual ha tenido matices diversos en cada época y zona geográfica, tal
ejemplo de su servidora. El cual, por ser de Guanajuato, lugar colonizado por
los españoles, es católico, por ende, soy católica. El hombre actual tiene esa
misma necesidad de tener una entidad superior que le dé sentido a su vida y al
mundo que lo rodea. Por ello, existen las religiones, el horóscopo, la brujería y
la ciencia. Las cuales son un sistema de verdades absolutas e irrefutables, al
que se deben doblegar el resto de creencias hasta su desaparición.

Conclusión

La religión es una necesidad del ser humano que surge desde el momento
mismo en que toma conciencia de su finitud y su debilidad. Esta necesidad de
un ser o entidad superior que explique al mundo que le rodea, el sentido de su
vida y su trascendencia, no es únicamente del hombre antiguo. El hombre
moderno sigue teniendo la necesidad de aferrarse a un sistema de creencias y
a una entidad que le proporcione creencias y verdades absolutas que den
sentido al mundo y a su trascendencia.
Esta es una necesidad, que como ser humano es vital, incluirnos en una
religión.

Bibliografía:

Antaki, Ikram. Religión. Editorial Joaquín Mortiz. México, 2007.

James, Willian. Las variedades de la experiencia religiosa. Ed. Península.


2da Ed. Madrid, 1994.

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