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#Literatura

Crónica de una componenda anunciada

Cuenta una vieja leyenda que en los inicios de la creación el mundo estaba
muy tranquilo y los hombres, que eran inmortales se aburrían; entonces le
pidieron al gobernante que les trajese un poco de animación, y este creó el
dinero y con el llegaron las diversiones, las desgracias, las enfermedades y
la muerte.
Hace muy poco falleció la boxeadora mexicana Jeanette Zacarías Zapata, la
boxeadora mexicana de 18 años que murió tras un devastador nocaut
durante un combate en Canadá, por una golpiza recibida en el ring. Días
antes de la pelea ella se sentía mal de salud, pero se vio obligada a subir al
ensogado para cumplir con un contrato que le garantizaba la mejor bolsa de
su vida.
Ayer recibimos la noticia de que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la
más antigua organización del pugilato profesional, había dado el visto
bueno para la pelea del mexicano Óscar Valdez, campeón mundial de las
130 libras contra el Campeón olimpico brasileño Robson Conceicao, a
pesar de que el primero había dado positivo por la presencia de una
sustancia prohibida en su organismo, todo sea por una gran recaudación de
dinero.
El dinero… les recuerdo a aquellos que más allá de él hay vida, es decir,
hay otra vida, espiritualmente más rica, libre y gratificante incluso y que
como ejemplifico y literalmente hablando, la búsqueda desesperada del
peculio puede ser el fin.
La cosa es que Robson Conceicao, satisfecho con la oportunidad de pelear
aun con tamaña desventaja contra el campeón mundial dopado, también
recibirá el mayor capital de su carrera, irá a esa pelea a ser degollado,
también literalmente hablando, y será destruido… por dinero.
Lo peor de todo es que a pesar de las protestas de los más sensatos, nadie
va a prohibir el crimen, claro, complicidad justificada por el susodicho
money.
Ojalá esos decisores, los amantes de la sangre y los que “disfrutarán” del
desigual espectáculo emulo de aquellas peleas en el Coliseo Romano
acumulen mucho más y más… caudal. Quizás un día, como el Rey Midas,
se vean obligados a decir: “Basta”
Según Mauricio Suleimán, el mandamás del CMB, la pelea no entraña
ningún riesgo para la salud de Conceicao.
Quizás él no entienda bien lo que significan las palabras “riesgo” y salud o
tal vez suponga que el boxeo profesional solo es un juego donde los
gladiadores están en la arena con el único fin de divertir al populacho y
hacer ganar efectivo a los cabecillas.
¿Será Robson Conceicao la nueva víctima que cobrará el boxeo rentado?
Muy pronto lo sabremos.