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Conversa entre Fuellmich y Martin

* Transcripción completa de una entrevista al Dr. David E. Martin, Director de M-CAM,


empresa de control de patentes de innovación en todo el mundo. La supuesta «novedad» del
SARS CoV-2 no es tal. Existen 73 patentes otorgadas a diversas farmacéuticas desde hace más
de una década para explotar comercialmente esta «pandemia». Le presentamos todos los
documentos.

* Durante dos décadas al menos el mundo farmacéutico viene preparando lo que está pasando.

* Todo lo que se dice que es «novedoso» en esta versión del virus -sitio de clivaje polibásico,
dominio de unión al receptor de ACE2, y proteína espiga- es conocido y hay patentes emitidas
para aprovecharlo lucrativamente desde hace muchos años. 

* Ni virus natural, ni escape de laboratorio.

* El concepto «Nueva Normalidad» fue introducido en 2004. Se viene trabajando en la


conceptualización y respuesta a un fenómeno de suelta deliberada de un SARS desde hace
décadas. 

* La OMS presentó su «manual» sobre cómo manejar la situación en setiembre de 2019,


recogiendo experiencia acumulada durante quince años

PORTADA
En una entrevista planteada por los coordinadores del Comité Alemán de Investigación del Coronavirus,
el Dr. David E. Martin da detallada cuenta de la investigación que, como experto mundial en patentes de
innovación, realizó en el último año. Participan el Dr. Reiner Fuellmich, el Dr. Wolfgang Wodarg, la
Dra. Viviane Fischer, y el Dr. Martin Schwab.

Por Dr. David E. Martin (*)

Dr. Reiner FUELLMICH: David… Comencemos por presentarle. Sé que es usted el presidente de M-
CAM International Innovation Risk Management. Pero eso no le dice a mucha gente en qué actividad se
desempeña.

Dr. David E. MARTIN: Sí, bueno, desde el punto de vista corporativo, somos desde 1998 el mayor
asegurador mundial de activos intangibles, utilizados en las finanzas en 168 países. En la mayoría de los
países del mundo, entonces, ofrecemos sistemas de suscripción que incluyen todo el corpus de todas las
patentes, solicitudes de patentes, subvenciones federales, registros de adquisiciones, es decir, registros
gubernamentales, etc. Tenemos la capacidad no sólo de rastrear lo que está sucediendo y quién está
involucrado en lo que está sucediendo, sino que hacemos seguimiento de una serie de intereses temáticos,
para una variedad de organizaciones e individuos, así como para nuestro propio uso comercial. Porque,
como usted probablemente sabe, mantenemos tres índices de acciones globales, que son los índices de
acciones de gran y mediana capitalización de mayor rendimiento en todo el mundo. Así que nuestro
negocio es supervisar la innovación que está ocurriendo en todo el mundo y, específicamente, supervisar
la economía de esa innovación, el grado en que esto está sirviendo a los intereses financieros, cómo se
están moviendo los intereses corporativos, etc. Así pues, nuestro negocio es el de la innovación y su
financiación.

FUELLMICH: Comprendido…

1 No existe ningún «nuevo» coronavirus.


MARTIN: Muy bien. Entonces, y desde el punto de vista de esta presentación, como usted sabe hemos
revisado las más de 4000 patentes que se han emitido en torno a SARS coronavirus. Y hemos hecho una
revisión muy completa de la financiación de todas las manipulaciones del coronavirus, las que dieron
lugar al SARS como subclado de la familia del coronavirus beta. 

Lo que quisiera hacer es darle una rápida visión general de la línea de tiempo, porque no vamos a pasar
por 4000 patentes en esta conversación, pero le he enviado a usted y a su equipo un documento que es
excepcionalmente importante. Se hizo público en la primavera de 2020. Este documento, que usted tiene
y puede ser publicado en el registro público, es bastante crítico en el sentido de que tomamos la secuencia
genética reportada, que se dijo que fue aislada como un nuevo coronavirus, e indicada como tal por el
ICTV, el Comité Internacional de Taxonomía de los Virus, de la Organización Mundial de la Salud.
Tomamos las secuencias genéticas reales que fueron reportadas como nuevas, y las revisamos contra los
registros de patentes que estaban disponibles en la primavera de 2020. Y lo que encontramos, como verán
en este informe, son más de 120 pruebas patentadas que sugieren que la declaración de un nuevo
coronavirus era en realidad una falacia completa. No había ningún coronavirus nuevo. 

Hay innumerables y muy sutiles modificaciones de las secuencias de coronavirus que han sido cargadas.
Pero no se encontró ningún coronavirus nuevo identificado en absoluto. De hecho, encontramos registros,
en los archivos de patentes, de secuencias atribuidas a lo que se consideró ahora novedoso, que se
remontaban a patentes que se solicitaron ya en 1999. Así que esto no era ninguna novedad. En realidad no
sólo no era novedoso el año pasado, sino que no ha sido algo novedoso por más de dos décadas. Pero
vamos a hacer un breve recorrido por el panorama de las patentes para asegurarnos de que la gente
entiende lo que pasó. 

2 La proteína spike está patentada hace 21 años

Como saben, hasta 1999, la actividad de patentes en torno al coronavirus era algo que existía y se
aplicaba exclusivamente a las ciencias veterinarias. La primera vacuna patentada para el coronavirus fue
en realidad buscada por Pfizer. Me refiero a la aplicación [a una patente] tendiente a la primera vacuna
para el coronavirus, la cual consistía específicamente en esta proteína S, o espiga (spike). Es exactamente
lo mismo que, supuestamente, nos hemos apresurado a inventar ahora. La primera solicitud fue
presentada el 28 de enero de 2000. Hace veintiún años.

De modo que la idea de que misteriosamente nos tropezamos con la forma de intervenir en las vacunas no
sólo es ridícula, sino que es increíble. Porque Timothy Miller, Sharon Clapford, Albert Paul Reed y
Elaine Jones, el 28 de enero de 2000, presentaron lo que en última instancia se emitió como la patente de
EE.UU. 6372224, que era la vacuna contra el virus de la proteína de la espiga: una vacuna para el
coronavirus canino, que es en realidad una de las múltiples formas de coronavirus. 

Pero, como he dicho, los primeros trabajos hasta 1999 se centraron en gran medida en el ámbito de las
vacunas para animales. Los dos animales que recibieron más atención, se reflejan probablemente en los
trabajos de Ralph Baric sobre los conejos, y la cardiomiopatía de los conejos, que se asoció con
problemas importantes entre los criadores de conejos. Y luego, en el trabajo de Pfizer, el coronavirus
canino, para identificar cómo desarrollar esencia del guión de la proteína S para las candidatas a vacuna
de la proteína. Esto nos muestra una evidencia obvia, que dice que ni el concepto de la vacuna de
coronavirus, ni el principio del coronavirus mismo, como patógeno de interés con respecto al
comportamiento de la proteína espiga, es nada novedoso en absoluto. De hecho, tiene 22 años de
antigüedad, según los registros de patentes.

3 SARS CoV explorado como vehículo para vacuna HIV y su ganancia de función inicial 

Lo que es más problemático, y más grave, es que Anthony Fauci y el Instituto Nacional de Alergias y
Enfermedades Infecciosas (NIAID) encontraron que debido a su maleabilidad, el coronavirus resultaba un
candidato potencial para las vacunas contra el VIH. De modo que el SARS [Severe Acute Respiratory
Syndrome: Síndrome Respiratorio Severo Agudo] no es en realidad una progresión natural de una
modificación genética del coronavirus. De hecho, muy específicamente en 1999, Anthony Fauci financió
una investigación en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, específicamente para crear…
-y uno no puede sino lamentar lo que voy a leer, porque esto viene directamente de una solicitud de
patente presentada el 19 de abril de 2002; y sí, has oído bien la fecha: 2002. En esa patente, entonces, el
NIAID dice haber creado un «coronavirus infeccioso de replicación defectuosa» [an infectious,
replication defective, coronavirus«], ajustado específicamente al epitelio pulmonar humano. En otras
palabras, construimos la enfermedad SARS, y lo patentamos el 19 de abril de 2002. 

Esto fue antes de que hubiera un supuesto brote en Asia que, como saben, ocurrió varios meses después. 

4 La conversión del SARS CoV en un arma biológica

Esa patente se emitió como patente de los EE.UU. 7279327. Ella establece claramente en la
secuenciación de genes muy específicos, el hecho de que sabíamos que el receptor de la ACE, el dominio
de unión ACE2, la proteína espiga S1, y otros elementos de lo que hemos llegado a conocer como este
flagelo patógeno, no sólo fueron diseñados, sino que pueden ser modificados sintéticamente en el
laboratorio, utilizando nada más que las tecnologías de secuenciación de genes, tomando el código
informático y convirtiéndolo en un patógeno, o un intermedio del patógeno. Y esa tecnología se financió
exclusivamente, en los primeros tiempos, como un medio por el cual podríamos aprovechar realmente el
coronavirus como vector para distribuir una vacuna contra el VIH.

OK. Pero luego, la cosa empeora. A mi organización se le pidió que vigilara las violaciones del Tratado
de Armas Biológicas y Químicas en los primeros días del año 2000. Usted recordará los eventos de ántrax
en septiembre de 2001. Nosotros formamos parte de una investigación que dio lugar a la investigación del
Congreso, no sólo sobre los orígenes del ántrax, sino también sobre lo que era un comportamiento inusual
en torno a la droga ciprofloxacin de Bayer, que era un medicamento utilizado como tratamiento potencial
para el envenenamiento por ántrax. Y a lo largo del otoño de 2001, comenzamos a monitorear un enorme
número de patógenos bacterianos y virales que estaban siendo patentados a través de los Institutos
Nacionales de Salud (NIH), el NIAID, el AMRIID, que es el programa de enfermedades infecciosas de
los servicios armados de los Estados Unidos, y una serie de otras agencias a nivel internacional que
colaboraban con ellos. Y nuestra preocupación era que el coronavirus, estaba siendo visto no sólo como
un potencial agente manipulable para su uso potencial como vector de vacunas, sino que también estaba
siendo claramente considerado como un candidato a arma biológica. 

De modo que nuestro primer informe público sobre esto tuvo lugar antes del brote de SARS, a finales de
2001. Ustedes se pueden imaginar lo decepcionado que estoy al estar sentado aquí 20 años después,
habiendo señalado 20 años antes que había un problema que se avecinaba en el horizonte con respecto al
coronavirus. 

5 La detección por RT-PCR patentada también

Pero después del supuesto brote, y siempre diré supuesto brote porque creo que es importante que
entendamos que el coronavirus, como patógeno circulante dentro del modelo viral que tenemos, en
realidad no es nuevo en la condición humana, ni es nuevo en las últimas dos décadas. En realidad ha sido
parte de la secuencia de proteínas que circula desde hace mucho tiempo. Pero el presunto brote que tuvo
lugar en China en 2002, hasta 2003, dio lugar a una presentación ante la oficina de patentes muy
problemática, en abril de 2003, por parte del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados
Unidos (CDC). Y este tema es de vital importancia para precisar bien los matices. Porque además de
presentar la secuencia genética completa de lo que se convirtió en el coronavirus del SARS, lo que en
realidad es una violación de la Sección 101 del Código 35 de los Estados Unidos -porque uno no puede
patentar una sustancia que ocurre naturalmente.

Tal violación de la Sección 101 del Código 35 de los Estados Unidos resultó en la patente número
7220852. Ahora bien, esa patente también tenía una serie de patentes derivadas asociadas a ella. Estas son
solicitudes de patentes que se separaron porque eran de materia patentable múltiple. Estas incluyen la
patente de EE.UU. 7776521. Estas patentes no sólo cubrían la secuencia del gen del coronavirus del
SARS, sino que también cubrían los medios para detectarlo utilizando la RT PCR.

Ahora bien, la razón por la que esto es problemático es que si uno posee tanto la patente del gen en sí,
como la patente de su detección, uno obtiene una astuta ventaja para poder controlar el 100% de la
procedencia no sólo del virus en sí, sino también de su detección. Lo que significa que se tiene el control
total, tanto científico como respecto de lo que se comunica. Y esta patente, buscada por el CDC, fue
supuestamente justificada por su equipo de relaciones públicas como solicitada para que todo el mundo
fuera libre de poder investigar el coronavirus. El único problema de esta afirmación es que es una
mentira. Y la razón por la que afirmo que es una mentira es que la oficina de patentes, no solo una sino
dos veces, rechazó la patente de la secuencia genética como no patentable, porque la secuencia genética
ya era de dominio público. En otras palabras, antes de que los CDC solicitaran la patente, la oficina de
patentes encontró un 99,9% de identidad con el coronavirus ya existente, registrado en el dominio
público. Y pasándole por encima al rechazo del examinador de patentes, y después de haber pago una
«multa de apelación» en 2006, y en 2007, el CDC anuló el rechazo de las oficinas de patentes, y
finalmente, en 2007, consiguió que se le otorgase esa patente del coronavirus del SARS. 

De modo que todas las declaraciones públicas que el CDC ha hecho diciendo que esto era de interés
público resultan ser falsas, al ver este soborno pago a la oficina de patentes. Esto no es algo sutil. Y para
empeorar las cosas, pagaron una tasa adicional para mantener su solicitud privada. Si uno trata de poner
información a disposición de la investigación pública, uno no paga una tasa extra para mantener esa
información privada.

Ojalá pudiera haber inventado todo lo que acabo de decir. Pero todo eso está disponible en el Registro
Público de Archivos de Patentes que cualquier persona en la audiencia puede revisar. Y el Public Pair
-como se le dice a la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos– tiene no sólo las pruebas, sino
también los documentos reales -que tengo también en mi poder. 

6 El CDC en negociados de información confidencial con farmacéuticas

Ahora, esto es críticamente importante. Es críticamente importante porque los «verificadores de hechos»
(fact-checkers) han declarado repetidamente que el nuevo coronavirus, designado como SARS CoV-2 es
de hecho distinto de la patente que tiene el CDC. Y aquí hay tanto un problema genético, como de la
patente. Si usted mira la secuencia del gen que es presentado por el CDC en 2003, de nuevo en 2005, y
luego de nuevo en 2006, usted encuentra identidad de entre el 89 y el 99% de las superposiciones de
secuencias que se han identificado en lo que se llama el nuevo subclado de SARS CoV-2. Lo que
sabemos es que el núcleo de la designación del coronavirus del SARS, que es en realidad el clado de la
familia de los betacoronavirus y el subclado que se ha llamado SARS CoV-2, para ser tales, tienen que
superponerse desde un punto de vista taxonómico. No se puede poner la designación de «SARS» a una
cosa sin que, primero, ésta cosa sea SARS. Así que la falsa «comprobación de hechos» que se ha
proclamado diciendo que, de alguna manera u otra, el CDC no tiene nada que ver con esta patente en
particular, o este patógeno en particular, está más allá tanto de la credibilidad literal de las secuencias
publicadas, y también está más allá de lo creíble cuando se trata de la taxonomía del ICTV. Ésta establece
muy claramente que esto es, de hecho, un subclado del clado llamado coronavirus del SARS. 

Ahora bien, lo importante es que el 28 de abril -y escuchen la fecha con mucha atención porque esta fecha
es problemática-, tres días después de que el CDC presentara la patente del coronavirus del SARS en
2003, tres días después, Sequoia Pharmaceuticals -una compañía que se estableció en Maryland-, el 28 de
abril de 2003 presentó una patente sobre agentes antivirales y tratamiento y control de infecciones por
coronavirus. El CDC presentó tres días antes, y el tratamiento estuvo disponible tres días después.  Ahora,
pensemos en esto por un segundo. 

FUELLMICH – ¿Quién es Sequoia Pharmaceuthicals?. 

MARTIN: Bueno. Esa es una buena pregunta, porque Sequoia Pharmaceuticals y finalmente Ablynx
Pharmaceuticals se convirtieron en parte de Pfizer, Crucell y Johnson & Johnson. 

FUELLMICH: Caramba…

MARTIN: Así que hagámonos una simple pregunta. ¿Cómo se puede tener una patente sobre un
tratamiento para una cosa que se había inventado tres días antes? El 28 de abril de 2003, esa patente
7151163, emitida a Sequoia Pharmaceuticals, agrega otro problema. El problema es que fue emitida y
publicada antes de que la patente del CDC sobre el coronavirus fuera realmente otorgada. Así que el
grado en que la información podría haber sido conocida por cualquier otro medio que no sea una
filtración de la información entre esas dos partes, es cero. No es físicamente posible que patenten una
cosa que trata una cosa que no había sido publicada, porque el CDC había pagado para mantenerla en
secreto.

Esto, amigos míos, es la definición de conspiración criminal, chantaje y colusión. Esto no es una teoría.
Esto es una evidencia. No se puede tener información que aún está en el futuro informando el tratamiento
de una cosa que aún no existía.

FUELLMICH: Esto bien podría estallar en un caso RICO. En última instancia…

MARTIN: Esto es un caso RICO. No es que podría estallar en uno: es un caso RICO. Y el patrón de
RICO, que se estableció en abril de 2003 para el primer coronavirus, se jugó exactamente según la misma
agenda cuando vimos aparecer el SARS CoV-2, y vimos a Moderna obteniendo la proteína de espiga por
teléfono desde el Centro de Investigación de Vacunas del NIAID antes de que estuviese la definición del
nuevo subclado. ¿Cómo se trata una cosa antes de tener la cosa?

FUELLMICH: (Risas). Voy a traducir esto al alemán. Esto no puede inventarse…

MARTIN: Y va a empeorar

FUELLMICH: Oh, no, no puede empeorar..

MARTIN: Ya lo creo que puede.

7 Las farmacéuticas van patentando las «novedades» del SARS-CoV-2 desde el año 2008

MARTIN: El cinco de junio de 2008 es una fecha importante, porque es en realidad alrededor del
momento en que DARPA -el Programa de Investigación Avanzada de Defensa en los Estados Unidos-
tomó activamente un interés en coronavirus como un arma biológica. Ese 5 de junio de 2008 Ablynx
-que, como saben, ahora forma parte de Sanofi- presentó una serie de patentes que apuntaban
específicamente a lo que se nos ha dicho que es la característica novedosa del virus SARS CoV-2. Y han
oído lo que acabo de decir: hablo del 5 de junio de 2008. 

FUELLMICH: ¿Y qué encontraron?

MARTIN: Específicamente, apuntaron a lo que se llamó el sitio de clivaje polibásico (polibasic cleavage
site) del SARS CoV, a la nueva proteína de pico, y al dominio de unión al receptor ACE 2, que es
supuestamente novedoso para SARS-CoV-2. Y todo eso fue patentado el 5 de junio de 2008. Y esas
patentes en secuencia fueron emitidas a partir del 24 de noviembre de 2015 -hablo de la patente
estadounidense 9193780. De modo que esta patente salió después de la moratoria de ganancia de función,
y salió después del brote de MERS en Oriente Medio. 

Pero lo que se encuentra es, luego, que en 2016, 2017, 2019, una serie de patentes que cubren no sólo las
cadenas de ARN, sino también los subcomponentes de las cadenas de genes, fueron todas emitidas a
Ablynx y Sanofi. Y luego tenemos a Crucell, tenemos a Rubius Therapeutics, tenemos a Children’s
Medical Corporation… tenemos un sinnúmero de otros que incluyen Ludwig Maximilian Universität en
Munich, Protein Science Corporation, Dana Farber Cancer Institute, la Universidad de Iowa, la
Universidad de Hong Kong, el Centro Nacional Chino del Genoma Humano en Shanghai… Todos
identificados en solicitudes de patentes que van desde 2008 hasta 2017. 

De modo que cada uno de los atributos que supuestamente fue publicado (en marzo 11, 2020) por la
única publicación de referencia, «A novel bat coronavirus reveals natural insertions at the S1/S2
cleavage site of the Spike protein and a possible recombinant origin of HCoV-19«, que se convirtió
en el trabajo que se ha utilizado rutinariamente para identificar el nuevo virus, no reporta nada
nuevo. Desafortunadamente, si se toma lo que allí reportan como novedoso, uno encuentra que hay
73 patentes emitidas entre 2008 y 2019, que tienen los elementos que supuestamente resultaron
novedosos en el SARS CoV-2. Específicamente en lo que se refiere al sitio de clivaje polibásico, el
dominio de unión al receptor de ACE2, y la proteína espiga. 

Así que los componentes clínicamente novedosos, del clínicamente único, clínicamente contagioso…
¿sabe a dónde voy con esto? Bien. No hubo ningún «brote» de SARS, porque fuimos nosotros mismos
quienes habíamos diseñado todos los elementos de eso. Y en 2016, el documento que fue financiado
durante la moratoria de la ganancia de función, que decía que el coronavirus del SARS, estaba preparado
para la emergencia humana, escrito por nada menos que Ralph Baric… A ver… No sólo estaba preparado
para la emergencia humana, sino que ¡había sido patentado para hacer su explotación comercial! Setenta
y tres veces.

FUELLMICH:  -Ralph Baric… Creo que vi un video con él dando un discurso en el que
explícitamente le decía a la audiencia que se puede hacer mucho dinero con esto.

MARTIN: Sí, se puede. Y él ha ganado mucho dinero haciendo esto. 

8 Preparándose para usar todo esto con fines de lucro

Entonces, para los que quieran vivir con la ilusión de que de alguna manera u otra ese es el final de la
historia, prepárense para una decepción mayor. 

Porque alguien sabía algo en 2015 y 2016. Algo que dio lugar a lo que se convirtió en mi cita favorita de
toda esta pandemia -y con esto no estoy siendo gracioso. Mi cita favorita de esta pandemia es una
declaración hecha en 2015 por Peter Daszak. La declaración que fue hecha por Peter Daszak en 2015,
reportada en The National Academies Press, el 12 de febrero de 2016. Cito: «Tenemos que aumentar la
comprensión pública de la necesidad de contramedidas médicas, tales como una vacuna universal contra
los coronavirus (pan coronavirus vaccine). Un impulsor clave son los medios de comunicación, y la
economía seguirá la conmoción que se cree. Debemos usar esa conmoción a favor nuestro para ir a los
temas reales. Los inversores responderán si ven beneficios al final del proceso«. 

Peter Daszak es el principal de Eco-Health Alliance. Es la persona que estaba corroborando


independientemente la no-teoría china de la no-fuga de laboratorio. No hubo ninguna fuga de laboratorio.
Esto fue convertir intencionalmente la proteína espiga en un arma biológica, para inyectar a la gente y
hacerla adicta a una vacuna universal contra el coronavirus. Esto no tiene nada que ver con un patógeno
que se haya liberado. Y cada uno de los estudios que se ha lanzado para tratar de verificar una fuga de
laboratorio es algo para desviar la atención. 

Dra. Viviane FISHER: O sea que no hay nada que sea nuevo en esto…

MARTIN: Nada. Cero. Setenta y tres patentes de todo lo clínicamente novedoso. Setenta y tres, todas
emitidas antes de 2019. 

Y le voy a dar la mayor bomba de todas, para demostrar que esto en realidad no fue una liberación de
nada. Porque la ya mencionada patente 7279327, la que es sobre el carácter recombinante de ese
coronavirus que fue apuntado al tejido pulmonar, fue transferida misteriosamente de la Universidad de
Carolina del Norte en Chapel Hill, a los Institutos Nacionales de Salud (NIH), en 2018. Ahora, he aquí el
problema con eso. En virtud de la Ley de Bayh-Dole, el gobierno de EE.UU. ya tiene lo que se llama una
disposición de derecho de margen. Eso significa que si el gobierno de EE.UU. paga por una
investigación, tiene derecho a beneficiarse de esa investigación a su demanda, o a su capricho. Así que
explíqueme por qué, en 2017 y 2018, de repente, los Institutos Nacionales de la Salud tienen que hacerse
con la propiedad de una patente sobre la que ya tenían derechos, que estaba en manos de la Universidad
de Carolina del Norte en Chapel Hill. Y ¿cómo es que tuvieron que presentar un certificado de corrección
para asegurarse de que era legalmente exigible? Porque había un error tipográfico en la referencia de la
concesión en la primera presentación. Así que tenían que asegurarse no sólo de que lo hicieran bien, sino
de que todos los errores tipográficos que contenía la patente fueran corregidos. Se trata de la única
patente requerida para ejecutar el mandato de los NIH sobre investigación de la vacuna, patente que fue
compartida entre la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill en noviembre de 2019, y Moderna,
en noviembre de 2019, cuando la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, el NIAID, y
Moderna, iniciaron la secuenciación de una vacuna de proteína de espiga.

Esto fue un mes antes de que se produjera el «nuevo brote».

9 Preparando la respuesta política y pública desde 2004

FUELLMICH: Tienes todas las pruebas, ¿verdad? 

MARTIN: Sí

FUELLMICH: Bien. Pero entonces… todo es cuestión de dinero.

MARTIN: Siempre se ha tratado de dinero. Y sólo para responder a una pregunta que se hizo un poco
antes: el guión para esto fue escrito por primera vez el 6 de enero de 2004.

FUELLMICH: ¿Y quién escribió el guión?

MARTIN: Al principio Merck, en una conferencia llamada «SARS y bioterrorismo. Bioterrorismo,


enfermedades infecciosas emergentes, antimicrobianos, terapéuticos e inmunomoduladores». Merck
introdujo la noción de lo que llamaron «La Nueva Normalidad». Nombre propio. Es el lenguaje que se
convirtió en la campaña de marca que fue adoptada por la Organización Mundial de la Salud, la GPMB
(Junta de Vigilancia de la Preparación Mundial), que fue la Junta en la que el director chino del Centro de
Control de Enfermedades, Bill Gates -a través del Dr. Elias, de la Fundación Gates-, y Anthony Fauci se
sentaron juntos en la Directiva. 

Pero la primera introducción de la campaña de la Nueva Normalidad, en que se trataba de conseguir que
la gente aceptase una vacuna universal contra el coronavirus y la gripe, se adoptó en realidad el 6 de
enero de 2004. Así que ha existido durante bastante tiempo. 

No voy a insistir en muchos más puntos aparte de decir que estaba muy claro que Moderna sabía que se
iba a ubicar en primera línea con respecto al desarrollo de una vacuna, ya en marzo de 2019. Y esta es una
fecha muy importante, porque en marzo de 2019, por razones que no son transparentes, modificaron
repentinamente una serie de presentaciones de patentes rechazadas, lo cual es un comportamiento muy
extraño. Pero modificaron una serie de presentaciones de patentes para hacer referencia específicamente a
una liberación deliberada o accidental de coronavirus. Así que en marzo modificaron cuatro solicitudes de
patentes fallidas para iniciar el proceso de desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. 

Y entonces empezaron a lidiar con un problema muy importante que tenían, que era que se basaban en
una tecnología que no poseían.  Dos empresas canadienses, Arbutus Pharmaceuticals y Acuitas
Therapeuticals, en realidad poseen la patente de la envoltura de nanopartículas de lípidos que se requiere
para entregar la inyección del fragmento de ARNm. Y esas patentes que se han emitido tanto en Canadá
como en los EE.UU. y luego en todo el mundo, en su equivalencia mundial de propiedad intelectual.
Moderna sabía que no poseía los derechos, y comenzó a tratar de negociar con Arbutus y Acuitas para
conseguir la solución de la tecnología patentada de nanopartículas de lípidos disponible para ser usada en
la vacuna. Y sabemos, como ya he mencionado antes, que en noviembre firmaron un acuerdo de
investigación y desarrollo cooperativo con la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill con el fin
de obtener la proteína de la espiga para ponerla dentro de la nanopartícula lipídica. De modo que en
realidad ellos tenían una vacuna candidata antes de que nosotros tuviéramos un patógeno, supuestamente,
corriendo por ahí. Lo que hace que esa historia sea de lo más preocupante, más allá de la naturaleza
evidente de la misma

Es que sabemos que desde 2016 hasta 2019, en cada una de las reuniones de la junta directiva del Consejo
Asesor del NIAID, Anthony Fauci se lamentaba de no poder encontrar una forma de conseguir que la
gente aceptara la vacuna universal contra la gripe, que era lo que tenía como objetivo favorito. Intentaba
que la población se comprometiera con este proceso. Esto se hace muy evidente con Peter Dashak, Eco-
Health Alliance, UNC Chapel Hill y otros. Y luego, más específicamente, para marzo de 2019, en las
presentaciones de patentes modificadas de Moderna, vemos que hay una epifanía, cuando dice: «¿Qué
pasaría si hubiese una liberación accidental o intencional de un patógeno respiratorio?» Y lo que hace
que esa frase en particular sea problemática es que se recita exactamente igual en el libro A World at Risk
que es el escenario que montó la Organización Mundial de la Salud en septiembre de 2019. O sea, meses
antes de que haya un supuesto patógeno. Entonces ya escriben que tenemos que tener una experiencia
global coordinada de una liberación de un patógeno respiratorio, que para septiembre de 2020 debe poner
en marcha una capacidad universal para la gestión de las relaciones públicas, el control de las multitudes,
y la aceptación de un mandato de vacuna universal. 

Eso fue en septiembre de 2019. Y el lenguaje de «liberación involuntaria de un patógeno respiratorio fue
inscripto en un escenario que, cito textualmente, «debe estar montado para septiembre de 2020«. 

Dr. Wolfgang WODARG: Ese fue el manual. La señora Gro Brundtland encabezaba esa comisión,
¿no es así? 

MARTIN: Bueno, esta es la declaración unificada de la GPMB. Hay una serie de personas que han
tomado el crédito y luego fueron retirada de los créditos, pero sí, tienes razón.

WODARG: ¿Estoy en lo cierto si entiendo que también el receptor ACE2 ya estaba descrito en las
patentes antes de 2019?

MARTIN: Sí, tenemos 117 patentes con el mecanismo de orientación de dos receptores ACE para el
coronavirus del SARS. 

WODARG: ¿Ah sí? Porque siempre dicen que eso es lo nuevo con el virus… 

MARTIN: No, no es nuevo, y no ha sido ni remotamente nuevo. Está en publicaciones que se remontan a
2008. En las conferencias de armamento que tuvieron lugar en Eslovenia, en Europa, en toda Europa, y en
toda la infraestructura de DARPA. Lo sabemos desde 2013. Su aislamiento y amplificación.

FISCHER: Y esto, la enmienda que Merck hizo a las solicitudes de patentes rechazadas, ¿fue sólo
deliberadamente para corregirlas… o añadieron algo más?

MARTIN: Bueno, estas fueron sus cuatro solicitudes de patentes fallidas, que fueron esencialmente
revitalizadas en marzo de 2019. Y fue Moderna, me expresé mal. Hablé de Merck, pero fue Moderna.
Traté de corregir eso, siento que no haya sido claro. Pero son las solicitudes de patentes de Moderna las
que fueron modificadas en marzo de 2019, para incluir la frase sobre «liberación deliberada de un
lenguaje patógeno respiratorio«. 

FISCHER: ¿Es decir que no habían sido rechazadas por alguna razón, simplemente estaban ahí
quietas…?

MARTIN: Hacen procesos similares a los de otras empresas farmacéuticas, en los que mantienen las
solicitudes en vigor y las modifican continuamente para disfrutar de las primeras fechas de prioridad
disponibles. Pero por eso hay que volver a mirar los registros de las modificaciones de las solicitudes,
para averiguar cuándo se modificó determinado lenguaje. Pero sí, es decir, el hecho es, y como he dicho,
no voy a insistir en todos los datos de las patentes, pero cualquier afirmación de que este patógeno es de
alguna manera único o novedoso se desmorona en las secuencias genéticas reales, que se publican en el
registro de patentes. Y lo que es más atroz, se desmorona en el hecho de que el propio Peter Daszak
afirma que tenemos que crear una conmoción pública para conseguir que la gente acepte la contramedida
médica de una vacuna universal contra el coronavirus.

Y lo que lo hace más ridículo es el hecho de que, como sabemos, la Organización Mundial de la Salud ha
declarado que el coronavirus es una especie de problema extinto. Quiero decir, ellos dijeron que habíamos
erradicado el coronavirus como preocupación. Entonces, ¿por qué, habiéndolo erradicado en 2007 y 2008,
empezamos a gastar miles de millones de dólares a nivel mundial en una vacuna para una cosa que había
sido erradicada por declaración en 2008? Entra en la zona de lo increíble, por decir algo.
Dr. David E. Martin

10 La cuestión de las «vacunas»

FUELLMICH: Pero eso no significa también, si usted toma la totalidad de las pruebas, entonces esto
es una herramienta -el coronavirus y las vacunas- es una herramienta. Incluso el interés de DARPA
en la creación de un arma biológica de esto. Todo esto es una herramienta para todo lo demás para lo
que ella pueda servir, incluyendo el control de la población, por ejemplo.

MARTIN: Bueno, escuchen esto, tenemos que dejar de caer, incluso, en la narrativa principal de nuestra
propia línea de cuestionamiento. Porque el hecho es que esto fue visto como un arma biológica altamente
maleable. No hay duda de que en 2005, era incuestionablemente un arma a disposición. Y dejar de caer en
la ilusión en la que, lamentablemente, seguimos viendo caer a personas muy bien intencionadas, a través
de sus conversaciones sobre si tenemos una vacuna para un virus. El hecho, es que no. Estamos
inyectando una secuencia secreta de ARNm de la proteína espiga, que viene de una simulación por
ordenador, no se deriva de la naturaleza. Es una simulación por ordenador de una secuencia que es
conocida y está patentada desde hace años. Y lo que sabemos es que esa secuencia, como se informa, fue
reportada a través de cosas como, digamos, una conversación telefónica que tuvo lugar entre Moderna y
el Centro de Investigación de Vacunas, por autoreporte. Entonces, no sé, si usted está en una llamada
telefónica y escucha un ATTCGGTTCCGA blablabla, obviamente hay gran chance que se pierda una
consonante aquí o allá. 

La naturaleza ridícula de la historia de que esta vacuna es de alguna manera profiláctica o preventiva, se
burla del 100% de la evidencia, porque la evidencia deja muy claro que no ha habido ningún esfuerzo por
parte de ninguna empresa farmacéutica para combatir el virus. Se trata de hacer que la gente se inyecte
con la proteína espiga, conocida por su carácter dañino. Así que la historia creada como fachada, es que si
se obtiene una expresión de una proteína espiga, uno va a tener algún tipo de alivio sintomático general.
Pero el hecho es que nunca ha habido una intención de vacunar a una población, si usamos la definición
dentro del universo de la vacunación. Y es importante, quiero decir, vamos a revisar esto explícitamente.
Cuando Anthony Fauci trataba desesperadamente de conseguir que se publicaran algunas de sus, cito,
«vacunas de ARN sintético», sus propias patentes fueron rechazadas por la oficina de patentes. Y quiero
leer lo que la oficina de patentes le dijo, cuando el propio Anthony Fauci del NIAID pensaba que podría
generar una vacuna similar al ARNm, y patentarla como vacuna. He aquí la cita: «este argumento es
persuasivo en la medida en que un péptido antigénico estimule una respuesta inmune que puede producir
anticuerpos que se unen a un péptido o proteína específica, pero no es persuasivo en lo que respecta a
una vacuna«. 

Bien, esto es la oficina de patentes. Esto no es una especie de agencia de salud pública. Esta es la oficina
de patentes. «La respuesta inmunitaria producida por una vacuna debe ser algo más que una simple
respuesta inmunitaria. Debe también ser protectora. Como se señaló en la anterior Acción de la Oficina,
el estado del arte reconoce que el término vacuna es un compuesto que previene la infección. El
solicitante no ha demostrado que la vacuna reivindicada al instante cumpla incluso el estándar más bajo
establecido en la especificación, y mucho menos la definición estándar para ser operativa. Por lo tanto,
las reivindicaciones cinco, siete y nueve no son operativas, ya que la vacuna contra el VIH -que es en lo
que estaba Fauci trabajando-, no es una utilidad patentable«. Así que el propio Anthony Fauci fue
informado por la oficina de patentes de que lo que proponía como vacuna no cumplía el estándar de
patentes, el estándar legal o el estándar clínico.

FUELLMICH: Lo sé, David, sé que muchos de nuestros espectadores están realmente


conmocionados. Puedo verlo en las respuestas. Uno de nuestros espectadores es nuestro especialista en
pruebas de PCR, el profesor Kemala. No puede creer lo que está pasando aquí.

MARTIN: Bueno, aquí está la triste y sombría ironía: yo planteé estas cuestiones a partir de 2002,
después del susto del ántrax, y la tragedia es que ahora estamos sentados en un mundo donde tenemos
cientos de millones de personas que están siendo inyectados con una secuencia de computador que es un
patógeno estimulante, que se vende bajo lo que la oficina de patentes, lo que la profesión médica, y lo que
la FDA y sus propias normas clínicas, no sugieren que sea una vacuna. Pero mediante el uso del término
estamos ahora sometiendo a cientos de millones de personas a lo que se sabía que era, ya en 2005, un
arma biológica. […]

11 La cuestión de las «variantes»: «no tenemos ninguna evidencia de que la alteración de la


secuencia del gen tenga ningún significado clínico, en absoluto»

Dr. Martin SCHWAB. Hay un análisis de los informes de los medios de comunicación aquí. Y puedo
confirmar que dan una cuenta muy unilateral sobre la epidemia. Todo el que se atreve a declarar la
amenaza como menos peligrosa de lo que la declara el gobierno será denunciado como teórico de la
conspiración, como ‘tinfoil hat’, y así sucesivamente. Así que los medios de comunicación son
exactamente lo que usted ha señalado en la frase que ha repetido dos veces antes. De hecho, nos
cuentan la historia de la variante Delta, que se dice que es mucho más contagiosa que todo lo demás.
Los expertos con los que he hablado, me han dicho que las bases de datos contienen hasta más o
menos 40.000 variantes de virus. Así que, ¿podría ser esta variante delta algún tipo de propaganda
creada por los medios de comunicación?

MARTIN: No hay nada como una variante Alfa, Beta, Gama o Delta. Este es el medio por el cual, lo que
están desesperadamente buscando, es el grado en el cual puede coaccionarse a los individuos a que
acepten algo que de otro modo no aceptarían.   

No ha existido, en ninguno de los artículos publicados sobre lo que se ha reportado como variante delta,
una población R0 calculada -que es la tasa de duplicación real. Lo que se ha estimado son simulaciones
de ordenador. Pero desafortunadamente, si uno mira al GISAID que es la fuente pública para subir
cualquier cantidad de nuevas variantes, lo que uno encuentra es que no ha existido ninguna capacidad de
identificar cualquier secuencia genética clínicamente alterada, que tenga una variación clínicamente
expresada. Y este es el problema desde el principio. Este es el problema que se remonta al principio de lo
que se supone que es una pandemia: que no tenemos ninguna evidencia de que la alteración de la
secuencia del gen tenga ningún significado clínico, en absoluto. No ha habido ni un solo artículo
publicado por nadie que haya establecido realmente que cualquier cosa nueva desde noviembre de 2019,
tenga distinción clínica de cualquier cosa anterior a noviembre de 2019. 

El problema con las 73 patentes que he descrito es que esas 73 patentes contienen, todas, lo que se reportó
como novedoso en diciembre, enero de 2019 y 2020, respectivamente. Así que el problema es que incluso
si aceptáramos que hay neumonías idiopáticas, incluso si aceptáramos que hay algún conjunto de
síntomas inducidos por el patógeno, no tenemos una sola pieza de evidencia publicada que nos diga que
cualquier cosa en el subclado SARS-CoV-2 tenga alguna diferencia clínica respecto de cualquier cosa que
se haya conocido y publicado antes de noviembre de 2019. En las setenta y tres patentes que datan desde
2008.

FISHER: ¿Podría ser que la variante de tipo Delta sea que los síntomas clínicos son los mismos, pero
que tiene la capacidad de infectar a alguien que ya ha pasado por la variante, digamos, Beta?

MARTIN: Aquí es donde vemos que existe una enorme cantidad de respuesta y comportamiento reflejo
ante los medios de comunicación. No hay -y voy a repetir esto-, no hay ninguna evidencia de que la
variante Delta sea de alguna manera distinta de cualquier otra cosa en GISAID. El hecho de que ahora
estemos buscando una cosa, no significa que sea una cosa. Porque estamos buscando fragmentos de
cosas. Y el hecho es que si elegimos cualquier fragmento, yo podría aparecer con… lo que sea, con la
variante Omega. Mañana. Y podría decir que estoy buscando esta subcadena de ADN o ARN, o incluso
una proteína. Y podría correr por el mundo diciendo, «¡Oh, Dios mío, témanle a la variante Omega!» 

Y el problema es que, debido a la naturaleza de la forma en que actualmente secuenciamos los genomas,
que es en realidad un proceso de composición, es lo que llamamos en matemáticas un entrelazado, no
tenemos ningún punto de referencia para saber realmente si lo que estamos viendo es, de hecho, distinto
en sentido clínico, o incluso genómico. 

Así que estamos atrapados en un mundo en el que, desgraciadamente, si vas y miras, como he hecho yo,
los documentos que aislaron la variante Delta, y realmente te planteas la pregunta, ¿es la variante Delta
algo más que la selección de una secuencia en un cambio sistemático de otra secuencia ya revelada? La
respuesta es que es sólo una alteración en el momento en que se inicia y se detiene lo que se llama el
marco de lectura. […]

12 La manipulación de la información a través de la manipulación de las secuencias

Permítame hacer algo que es muy injusto, pero voy a sostener el documento muy cerca de la pantalla. Y
es sólo para fines de representación. Pero quiero que vean que esta es la esta es la patente de Baric que el
NIH necesitó que le devolvieran por razones misteriosas en 2018, esta es 7279327. Y la gente puede
buscar esto por su cuenta. Pero si realmente miras las secuencias que están patentadas, que es una de las
cosas que hemos hecho, en realidad miramos las secuencias publicadas, y nos damos cuenta de que
dependiendo de dónde recortes la cadena de secuencia real, tendrás la misma cosa, o tendrás una cosa
diferente, basada nada más que en donde decidas cortar el fragmento. 

Y me pregunto… Quiero leerles algo que viene directamente de esa solicitud de patente. Cuando en
realidad hablan de las hebras de ADN, que ellos llaman números de identificación de la secuencia, en
realidad dicen específicamente que el organismo es una «secuencia artificial«. Una secuencia artificial, lo
que significa que no es una secuencia que tenga una base regida por la naturaleza, no es algo que se
manifestó para una proteína derivada natural particular, ni es una secuencia de ARNm derivada natural
que se haya aislado. Cada una de estas es, de hecho, una secuencia sintética, artificial. 

Y si se vuelve atrás y se examina cada una de ellas, cosa que hemos hecho, lo que se encontrará es que las
secuencias de hecho son contiguas en muchos casos, pero se superponen en otras. De modo que es
simplemente una determinación caprichosa la que define si algo es o no es parte de un marco de lectura
abierto, es o no es parte de una secuencia de oligonucleótidos en particular. Ahora, la razón por la que
esto es importante, es porque si vamos a examinar lo que en última instancia se inyecta en los individuos,
necesitamos la secuencia exacta. No algo «similar a»: necesitamos la secuencia exacta. Y si nos fijamos
en la FDA, es requisito. Y si nos fijamos en el entorno normativo europeo, y si nos fijamos en el resto del
entorno normativo del mundo, por razones que no se pueden explicar aquí, la secuencia exacta que ha
entrado en lo que se amplifica en el interior de la inyección parece ser esquiva, parece ser algo sobre lo
que uno no puede, de hecho, quedarse con el 100% de certeza de que la secuencia es «tal». 

El problema que eso presenta es que, en este momento, por mucho que nos digan que hay ensayos
clínicos en marcha, y que hay todo tipo de otras cosas en marcha, no tenemos manera de verificar si una
secuencia completa se ha fabricado, o incluso pudiera manufacturarse dentro de lo que finalmente se
convierte en la nanopartícula lipídica que es la portadora en la que la inyección se entrega. 

Y es importante que la gente entienda que tan atrás como en 2002, y por todo el camino a través de la
presentación de patentes de 2003, y luego las patentes de armamento biológico que comenzaron en 2008,
en cada uno de estos casos, se identifican fragmentos, pero se identifican sin especificidad. Así que no
tenemos los extremos terminales directos de los fragmentos, tenemos fragmentos que tienen
esencialmente huecos hipotéticos, en los que se puede colocar cualquier cosa. Y esa es la razón por la que
encuentro que la comprobación de hechos en torno a la situación de las patentes es muy decepcionante.
Porque la razón por la que los verificadores de hechos -además de sus atributos generales de pereza- la
razón por la que los verificadores de hechos no están realmente verificando los hechos cuando se trata de
asuntos de patentes, es porque las secuencias reales no están representadas de una forma digital que haga
fácil hacer esta comparación. Literalmente, hemos tenido que tomar imágenes del papel mecanografiado
presentado, y luego codificarlas para hacer nuestra propia evaluación. No se puede hacer esto en el sitio
de patentes, no se puede hacer esto con los datos de WIPO de Ginebra, no se puede hacer esto con los
datos de la Oficina de Patentes de EE.UU. En realidad hay que ir y reconstruir las secuencias genéticas
reales a mano, y luego compararlas con lo que se ha subido a los servidores públicos. Y ahí es donde se
encuentra que la cuestión de la novedad es algo que no se abordó, sino que fue una ilusión fabricada.

WODARG: Tengo una pregunta más. Vemos que la gripe se ha desvanecido. Ya no tenemos gripe. No
hay más gripe. De seguro que los virus de la gripe también están secuenciados. ¿Es posible que esas
secuencias de las que hablamos ahora puedan existir en ambos tipos de virus, de modo que sea sólo
cuestión de las pruebas y los instrumentos de observación que lo que encontremos sea la gripe o sea el
coronavirus? Si tenemos un libro, y definimos una palabra con cinco letras, encontraremos estas cinco
letras en muchos libros…¿verdad? 
MARTIN: Exactamente. Sí. Sí. Wolfgang, tu pregunta es, es una hermosa metáfora del problema exacto
que tenemos. El problema es que si lo que buscamos es algo que nosotros hemos decidido que vale la
pena buscar, entonces lo encontraremos. Y lo encontraremos en un montón de sitios. Y si hemos decidido
que ya no buscamos una cosa, no es del todo sorprendente que no la encontremos, porque no la estamos
buscando. 

El problema está en las pruebas de RT-PCR según las cuales decidimos que hay fragmentos. Por cierto,
he mirado cada una de las presentaciones regulatorias que se han presentado a la FDA, para tratar de
averiguar cuál era el patrón oro para obtener la autorización de uso de emergencia, y qué fragmento de
SARS CoV-2 era oficialmente el «fragmento oficial» que se consideraba el estándar de comparación. Y el
problema es que no se puede obtener un único estándar. 

Así que la pregunta se convierte, en un mundo donde no hay una norma única, ¿qué es lo que realmente
se encuentra? Porque si estoy buscando … ¿por qué no leo esto? Si estoy buscando CCACAGCTTTG,
¿agrego la siguiente G a la cadena? ¿o digo no, no, no, el siguiente bit es GTTTAGTTCG… Tu entiendes
el punto. El punto es que donde elija empezar y parar, puedo decir que encontré algo. O que no lo
encontré. 

Y no encontré la coincidencia que proyecté en los datos porque elegí mirar los datos de una manera en la
que no podía encontrar la coincidencia. La gripe no desapareció de la población humana. La gripe fue un
mandato fallido, durante una década, de vacunar contra la gripe, que fue desesperadamente,
desesperadamente promovido por los gobiernos de todo el mundo. Fracasaron, y decidieron que si la
gripe no cumple con la promesa pública de hacer que todo el mundo se inyecte, entonces cambiemos el
patógeno. 

WODARG: Hay muchos más que pueden cambiar. 

MARTIN: Oh, Dios, hay toneladas más por venir. Pero ahora estamos con estas. 

13 El problemático origen de la PCR para SARS-CoV-2

FISHER: Me gustaría contar algo sobre este desarrollo de la prueba PCR de Drosten. Nosotros
estudiamos, sólo brevemente, y no en el nivel de detalle en que ustedes ahora miraron las patentes que
acabas de describir, pero estudiamos esta especie de milagro, o como se quiera decir, el aspecto
extraño de cómo se dio el desarrollo de la prueba PCR de Christian Drosten. Porque él, a pesar del
hecho de que, básicamente a través de su empleador, la Charite, tendría derecho a tener las patentes
en esto, ¿sabía usted que publicó enseguida la instrucción para que todos pudieran verla? De modo
que, básicamente, toda la invención perdió la posibilidad de ser patentada. Y eso es un poco extraño
cuando uno lo ve. Por lo cual preguntamos a la Charite, a través de una solicitud por la Ley de
Libertad de Información, y entonces ellos dijeron, «bueno, había mucha prisa para obtener esta
prueba, porque estaba esta epidemia en curso. así que fue como que no miramos las finanzas». 

Esto es un poco extraño como procedimiento, porque quiero decir, básicamente, esta prueba vale como
miles de millones. ¿Cómo podría uno…? Quiero decir, este es un hospital financiado con fondos
públicos, ¿cómo pueden simplemente regalar todo esto? 

Y además porque Drosten también estaba en estrecha colaboración con la empresa privada
TIBMolbiol, la misma con la que había desarrollado todas las pruebas de PCR a partir de 2002. Así
que es muy extraño, porque él básicamente funcionó como un abridor de puertas para esta empresa. Y
también nos dijeron que fue Drosten quien decidió a qué país posible o laboratorio, o lo que sea, esta
empresa Molbiol enviaría los kits de prueba, con el fin de, por supuesto, hacer más dinero. Porque era
como que tenía una ventaja al haber sido el primero que se movió, Drosten, o esta empresa. 

Así que está claro ahora, quiero decir, tal vez no había otra cosa que hacer en aquel momento, dado
que había tantas patentes ya en marcha. Y, a partir de esta prueba no novedosa, de virus o PCR, no
conseguiría patentar nada que hubiera sido nuevo. Así que, básicamente, era una cosa muy lógica que
hacer entonces, para utilizar todo el asunto, y obtener beneficios a partir de esta ventaja de ser el
primero. Y tal vez Drosten esté de alguna manera involucrado en esta estafa legal.
FUELLMICH: Drosten es una de las personas importantes en la estafa, fue uno de los que movió
los hilos primero.  

MARTIN: Sí, hay que crear la ilusión de la demanda. Y no hay nada en este momento que haga un mejor
trabajo para crear la ilusión de demanda que la urgencia de un evento que tú mismo has fabricado. 

FUELLMICH: (Risas). Esto suena casi a comedia, pero no lo es. 

MARTIN: Bueno, lo es en el sentido de que tenemos que darnos cuenta de que, parte de la razón por la
que fue tan fácil para nosotros monitorear y rastrear esta particular campaña de coerción y terror, es
porque lo hemos hecho antes. 

Empecé hoy mis comentarios -digo para asegurarme de que la gente recuerde- refiriéndome al momento
en que se trataba de resolver el brote de ántrax. Recuerden que mientras teníamos cientos de miles de
militares en el Medio Oriente, supuestamente vengándose de los eventos de septiembre de 2001, teníamos
solo a dos inspectores postales investigando el ántrax. Dos. El que se suponía el mayor ataque con armas
biológicas en suelo estadounidense, y teníamos a dos inspectores postales. No se puede creer de verdad
que dos inspectores de correos sean los, digamos, los que detienen el crimen, los cerebros…, los
individuos más poderosos del universo. No tengo nada en contra de los inspectores postales. Pero puedo
garantizarte que si yo estuviera investigando un ataque de bioterrorismo, no tendría a la oficina de
correos, teniendo a dos inspectores postales como su equipo top, haciendo la investigación. Quiero decir:
el ataque era falso, y el Congreso lo sabía.

Y por aquella causa terminamos publicando una cosa, que no es necesariamente un best seller, pero
publicamos un informe de inteligencia sobre cada violación de los tratados de armas biológicas y
químicas que la gente ha firmado en todo el mundo. Y es una guía telefónica que te dice dónde y quién, y
quién está financiando. Así, para nosotros, no era difícil darse cuenta de que esto ahora no era una crisis
de salud pública. Se trataba de una campaña de marketing oportunista para abordar un objetivo
declarado. 

14 Escuchar lo que declaran explícitamente los responsables

Y por eso, esta es nuestra navaja de Ockham. Es tomar la opción más fácil de describir. Porque son ellos
los que la establecieron. Y la realidad, según la navaja de Ockham, es que ellos dijeron que necesitaban
conseguir que el público aceptase una contramedida de vacuna contra el coronavirus. Y que necesitaban
que los medios de comunicación crearan la conmoción, y luego los inversores seguirían, allá donde vieran
beneficios. No precisas nada más en lo que basarte, para explicar los acontecimientos de los últimos 20
meses, que la declaración real del verdadero responsable.

Yo no hago el ejercicio de mirarme el ombligo para tratar de entender si había problemas con los padres
detrás de un ladrón de bancos. Si está sosteniendo una bolsa de dinero fuera de un banco, entonces hago
la «loca suposición» de que, tal vez, sea un ladrón de bancos. Del mismo modo, si tengo a alguien que
dice que tenemos que utilizar los medios de comunicación para dar bombo a una contramedida médica,
que es, de hecho, la inyección de una proteína sintética quimérica recombinante, desarrollada a partir de
una simulación por ordenador, si realmente voy a escuchar la motivación de por qué se puede hacer eso,
escucharé a la persona que hace la manipulación. La cual dice que «los inversores seguirán, allá donde
vean beneficios». Tampoco necesito más explicaciones.

Transcripción, Agustina Rocca.

Edición: eXtramuros. Se han eliminado repeticiones, modismos y algunas preguntas fallidas o poco
relevantes, con fines de claridad.

Video de la entrevista disponible en:


https://www.algora.com/Algora_blog/2021/07/12/breaking-news-patents-filed-in-america-as-far-back-as-
2002-concerning-sars-cov-2-coronavirus

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Extramuros Revista 20210717

Director: Aldo Mazzucchelli.

Consejo Editor: Diego Andrés Díaz, Fernando Andacht, Óscar Larroca.

Redacción: Ramón Paravís, Carolina Santaello Franco.

Ensayistas: Alma Bolón, Fernando Loustaunau, Mauro Baptista Vedia, Mariela Michel, Fernando De
Lucca, José Assandri, Rafael Bayce, Diego Julien, Santiago Tavella.
Montevideo, 2020.

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