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TERCERA ÉPOCA VOLUMEN XLII NÚMERO 168

Nicolás Patierno
Violencia y autoridad en la escuela secundaria
Isabel Pavez y Ligia García Béjar
Ciberacoso desde la perspectiva docente
David S. Contreras y Fabiola Villela
Presencia de la bioética en la investigación
de la Universidad Autónoma Metropolitana
Alba M. Hernández y Mel Ainscow
Desarrollo de una guía para promover un e-learning
inclusivo en educación superior
Ramiro Lobatón-Patiño, Andrea Precht, Ítalo Muñoz y Alejandro Villalobos
Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación inicial docente
Carmen Álvarez-Álvarez, Francisco J. García y Francisco J. Pozuelos
Posibilidades, limitaciones y demandas de los centros educativos del medio rural
en el norte y sur de España contemplados desde la dirección escolar
Javier Gil-Quintana y Elizabeth Prieto
La realidad de la gamificación en educación primaria
Silvia Solano, Pedro Gómez, María José González e Ignacio González-Ruiz
Alineación de los planes de área colombianos con los estándares básicos
de competencias en matemáticas
•••

Mariano Castellaro y Nadia S. Peralta


Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo
Edgar J. González y Pablo Á. Meira
Educación para el cambio climático
••
Guía "Educación en emergencias en la E2030"

ISSN 2448-6167
DIRECTOR
Alicia de Alba
CONSEJO EDITORIAL
Jorge Ernesto Bartolucci, Universidad Nacional Autónoma de México, México
Patrick Boumard, Université de Bretagne Occidentale, Brest, Francia
Daniel Cassany, Universidad Pompeu Fabra, España
Cristián Cox Donoso, Universidad Diego Portales, Chile
María de Ibarrola Nicolín, Departamento de Investigaciones Educativas, México
Gustavo Fischman, Arizona State University, EUA
Claudia Jacinto, Instituto de Desarrollo Económico y Social, CONICET, Argentina
Felipe Martínez Rizo, Universidad Autónoma de Aguascalientes, México
Roberto Rodríguez Gómez Guerra, Universidad Nacional Autónoma de México, México
José Francisco Soares, Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil
Emilio Tenti Fanfani, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Lilia Toranzos, Organización de Estados Iberoamericanos, Argentina
Carlos Tünnermann Bernheim, Academia Nicaragüense de la Lengua, Nicaragua
Alicia Vargas Porras, Universidad de Costa Rica, Costa Rica
Guillermo Zamora Poblete, Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile
COMITÉ EDITORIAL
Germán Álvarez Mendiola (DIE-CINVESTAV), Graciela Cordero Arroyo (UABC),
Gloria del Castillo Alemán (FLACSO-México), Gunther Dietz (UV), Ana Lucía Escobar Chávez (UAS),
Ana Hirsch Adler (IISUE-UNAM), Martín López Calva (UPAEP), Andrés Lozano Medina (UPN),
Dinorah Miller Flores (UAM-Azcapotzalco), Enrique Pieck Gochicoa (UIA), Rosa Martha Romo Beltrán (UdeG),
Estela Ruiz Larraguivel (IISUE-UNAM), Patricio Solís Gutiérrez (COLMEX),
Ana María Tepichin Valle (COLMEX).

Editora: Gabriela Arévalo Guízar


Corrección: Cecilia Fernández Zayas
Diseño editorial, formación y fotografía: Ernesto López Ruiz

Perfiles Educativos ha sido aprobada para su inclusión en el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica
(IRMICYT), del CONACYT, así como en los índices y las bases de datos: SCOPUS (Elsevier, Bibliographic Databases), Scientific
Electronic Library Online (Scielo México), Scielo Citation Index (Scielo-Thomson Reuters), Red de Revistas Científicas de
América Latina y el Caribe, España y Portugal (REDALYC), Índice de Revistas sobre Educación Superior e Investigación Educativa
(IRESIE), Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
(LATINDEX) y Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (CLASE).

Perfiles Educativos es una publicación que da a conocer principalmente resultados de la investigación en educación. Su línea editorial
da cabida a los diversos aspectos de indagación, pues considera que las ciencias de la educación se han constituido en un campo inter
y pluridisciplinario. La educación es un campo de conocimiento y también un ámbito de intervención; es por ello que en la revista
se publican resultados de investigaciones con referentes teóricos o empíricos, desarrollos teóricos y reportes de experiencias educati-
vas con un fundamento conceptual que por su carácter merezcan ser difundidos. Perfiles Educativos es una revista de intercambio y
debate abierta a todos los interesados en el campo de la investigación educativa.

© 2020, Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE)


Perfiles Educativos es una publicación trimestral del IISUE de la UNAM. Los artículos firmados no necesariamente reflejan los criterios
del IISUE y son responsabilidad exclusiva de los autores. Se permite la reproducción de los textos publicados siempre y cuando sea sin
fines de lucro y citando la fuente. Revista Perfiles Educativos, Edificio del IISUE, lado norte de la Sala Nezahualcóyotl, Zona Cultural,
Coyoacán, 04510, Ciudad de México. Correo electrónico: perfiles@unam.mx

Suscripciones anuales: México $500.00 M.N. Extranjero: USD 50.00. Precio del ejemplar: $100.00 M.N. Información sobre
suscripciones al correo: perfiles@unam.mx. Impresión: Calle 5 de febrero núm. 2309, Col. San Jerónimo Chicahualco,
C.P. 52170, Metepec, Estado de México, teléfono 722 1991 345. Certificado de licitud expedido por la Comisión Calificadora de
Publicaciones y Revistas Ilustradas, el 16 de noviembre de 1981. Perfiles Educativos es nombre registrado en la Dirección General
de Derechos de Autor. Se tiraron 200 ejemplares en marzo de 2020.
Contenido

Editorial 3

Claves

Nicolás Patierno 10
Violencia y autoridad en la escuela secundaria
¿Jóvenes “violentos” o adultos ausentes?
Violence and authority in junior high school
“Violent youth” or absent adults?

Isabel Pavez y Ligia García-Béjar 28


Ciberacoso desde la perspectiva docente
Discursos, percepciones y estrategias de profesores en dos ciudades de Chile y México
Cyberbullying from a teaching perspective
Discourse, perception, and strategies of teachers in two cities in Chile and Mexico

David Sebastian Contreras Islas y Fabiola Villela Cortés 42


Presencia de la bioética en la investigación
de la Universidad Autónoma Metropolitana
Presence of bioethics in research at the Metropolitan Autonomous University

Alba María Hernández Sánchez y Mel Ainscow 60


Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior
Development of a guide to promote inclusive e-learning in higher education

Ramiro Lobatón-Patiño, Andrea Precht Gandarillas, Ítalo Muñoz


Canessa y Alejandro Villalobos Martínez 76
Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación inicial docente
Estudio de caso en una universidad de la región del Maule, Chile
Rationalities on citizen training in initial teacher training
A case study at a university in the Maule region, Chile

Carmen Álvarez-Álvarez, Francisco Javier García Prieto


y Francisco Javier Pozuelos Estrada 94
Posibilidades, limitaciones y demandas de los centros educativos del medio rural
en el norte y sur de España contemplados desde la dirección escolar
Possibilities, limitations, and demands of rural education centers
in the north and south of Spain considered from school management
Javier Gil-Quintana y Elizabeth Prieto Jurado 107
La realidad de la gamificación en educación primaria
Estudio multicaso de centros educativos españoles
The reality of gamification in elementary education
Multi-case study of Spanish education centers

Silvia Solano, Pedro Gómez, María José González


e Ignacio González-Ruiz 124
Alineación de los planes de área colombianos
con los estándares básicos de competencias en matemáticas
Alignment of Colombian area plans with basic standards
for competencies in mathematics

Horizontes

Mariano Castellaro y Nadia Soledad Peralta 140


Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo
Interacción, construcción y contexto
A perspective on school knowledge from social constructivism
Interaction, construction, and context

Edgar J. González Gaudiano y Pablo Á. Meira Cartea 157


Educación para el cambio climático
¿Educar sobre el clima o para el cambio?
Education for climate change
Educate on climate or for change?

Documentos

Guía “Educación en emergencias en la E2030” 176


E2030 Guide to Education in Emergencies

Reseñas

Inmaculada Egido Gálvez y María Jesús Martínez-Usarralde 188


La educación comparada, hoy
Enfoques para una sociedad globalizada
por: Jorge M. Gorostiaga

José María Rozada Martínez 193


Enseñar y pensar la profesión
Autobiografía de un docente
por: Carmen Álvarez-Álvarez
Editorial
De ciencia, feminismo, género,
cambio climático y coronavirus

Escribir el primer editorial para Perfiles Educativos, bajo mi dirección, es un


gran reto académico, toda vez que implica inscribirlo en tiempos de la recia visi-
bilidad de los movimientos feministas y las complejas perspectivas de género, de
la violencia endémica y de la pandemia del COVID-19. Una situación emplazada
en los límites inasibles de la ciencia, la tecnología, la filosofía, la teoría, la ima-
ginación y la práctica, en el territorio encargado de la comprensión y estudio de
la construcción de los seres humanos. Esto es, en el campo de la investigación
educativa y de las disciplinas que en ella confluyen: la pedagogía y las ciencias
sociales y humanísticas que tienen a la educación como su objeto de estudio.
El campo de la investigación educativa, enmarcado en el proyecto civilizato-
rio que vivimos, está signado por la tensión entre la confusa e ilógica globaliza-
ción y la crisis estructural generalizada, cuya resolución aún se encuentra en la
búsqueda de alternativas y que, como toda tensión, es productiva.
En dicha tensión destacan las voces emergentes en torno a la urgencia de tras-
cender y superar la pobreza; a la inaplazable atención al cambio climático para ga-
rantizar nuestra propia supervivencia; a luchar y promover la igualdad entre los
géneros, de manera específica el reconocimiento de la luchas feministas y el empo-
deramiento de las mujeres y las niñas; a los derechos humanos; al combate de las
desigualdades dentro de los países y entre ellos; a la construcción de la paz; a la in-
clusión social y cultural —interculturalidad-contacto cultural—; y en este momen-
to, de especial importancia, la salud para todas y todos, entre las más relevantes.
Destacan también en tal tensión los avances de la ciencia y la tecnología y las
evidentes limitaciones de los seres humanos para convivir con la naturaleza, así
como para definir la trayectoria de las sociedades humanas y la constitución de
nuevos juegos de lenguaje (Wittgenstein, 1988 [1953]) en la ciencia misma. Esto es,
nos encontramos inmersos en una biopolítica (Foucault, 2007), en el más estricto
sentido del término, atravesada por el giro lingüístico, el giro psicoanalítico y la
contingencia, como constitutiva de la realidad (en términos de Laclau, 1993; 2004),
así como en plena emergencia del giro ambiental, el cual veremos instalado con fir-
meza en la próxima década no sólo en la vida académica, sino en la vida cotidiana.
En este complejo e inédito contexto, este número ve la luz en el mes de abril
de 2020. Tan vertiginosos son los cambios que suceden, que resulta difícil de-
tenerse un momento para ver nuestra revista en su perspectiva histórica y de

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM 3


cara hacia el imprevisible futuro. De ahí que, sin ignorar la severa dislocación
social, educativa y cultural en la que este número de Perfiles Educativos aparece,
es preciso reconocer también un sentido de oportunidad para iluminar asuntos
complejos que migran inconteniblemente en la distancia cronotrópica entre el
momento de inscripción de la palabra (la escritura) y el momento de su lectura.
En materia de revistas especializadas en investigación educativa, cabe des-
tacar el esfuerzo iniciado hace cinco décadas: en 1971 emerge en México la pri-
mera revista dedicada a la educación con perspectiva latinoamericana, a cargo
del Centro de Estudios Educativos, la que desde su primer número se posiciona
académicamente con un claro compromiso político social al centrarse en la in-
vestigación educativa en América Latina (CEE, 1971).
En 1978 aparece el primer número de Perfiles Educativos en el marco de la
creación del Centro de Investigación y Servicios Educativos (CISE), con una clara
orientación hacia la docencia universitaria. En el transcurrir de los años, el paso
del CISE al Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU) y las diferentes ges-
tiones han ido redefiniendo sus contornos como revista científica, hasta el día
de hoy, abril de 2020.
A lo largo de su historia y de sus diferentes épocas, Perfiles Educativos se ha
distinguido por su seriedad y rigor académico con un claro compromiso científi-
co social. En el ciclo que inicia con este número se hacen los siguientes énfasis de
cara al propósito de contribuir a su enriquecimiento, crecimiento y proyección.

• Carácter científico. En esta línea, para la aceptación de artículos se segui-


rán respetando, como hasta ahora, los criterios de pertinencia científica y
sus aportes en investigación básica, aplicada, experimental, cualitativa y
otras, en el marco de diversos sustentos teóricos, metodológicos y técni-
cos que cuenten con pleno reconocimiento científico y académico en los
campos de la pedagogía, las ciencias sociales y humanísticas, así como las
diferentes vertientes, áreas y temáticas que confluyen en el vasto campo
de la investigación educativa.
• Carácter latinoamericano. Pese a las exigencias actuales para insertarse
en circuitos científicos cada vez más globalizados, es pertinente recono-
cer la fortaleza del pensamiento latinoamericano y el intenso intercam-
bio entre investigadoras e investigadores de nuestro ámbito regional. De
ahí que un énfasis significativo identitario será mantener y enriquecer
ese carácter regional de los avances en investigación, en los rubros que le
son propios. Durante los últimos 50 años, el intercambio de hallazgos y
aportes de investigación entre los intelectuales del campo de la educación
en América Latina ha contribuido significativamente al debate educativo
y pedagógico del mundo. Con la certeza de ser parcial, y sólo a guisa de
ejemplo, destaco en esta línea a representantes latinoamericanos noda-
les del siglo XX y XXI en la constitución del pensamiento y práctica de la

4 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59842
Alicia de Alba Ceballos | Editorial
investigación educativa y la pedagogía en esos siglos: Freire, Latapí, Agui-
rre Lora, Puiggrós y Díaz Barriga, entre otras y otros.
• Apertura hacia el mundo-mundos. A partir del carácter latinoamericano
de Perfiles Educativos destaca también el interés de incrementar y, en su
caso, abrir, el intercambio de aportes científicos en nuestro campo con y
entre intelectuales de otros países, en distintas áreas y temáticas. España
ocupa una centralidad destacada, aunque también queremos extendernos
hacia Portugal y otros países de habla portuguesa como Guinea-Bissau y
Cabo Verde. Asimismo, fortalecer nuestra presencia en otros países euro-
peos cuya influencia ha sido significativa en la formación de intelectua-
les en educación en América Latina, como Alemania, Francia e Italia; en
países nórdicos, como Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia; en países
anglosajones, en particular Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Aus-
tralia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Con China, país con el cual ya se tienen
lazos académicos y de investigación, así como con países postsoviéticos
como Estonia y Rusia, y con Japón y Singapur por la relevancia de sus sis-
temas educativos.
• Diálogo intergeneracional entre autores. La perspectiva generacional re-
viste especial importancia en las primeras décadas del siglo XXI, en que
conviven generaciones que han sido parte de los cambios e impactos de
las cuatro revoluciones industriales, de revoluciones sociales y políticas
en distintas partes del mundo, de ingentes flujos migratorios y de rápidas
transformaciones científicas y tecnológicas. Estas últimas constitutivas
de una fuerte brecha entre los nativos digitales y los nacidos con anterio-
ridad o bien con un difícil —e incluso nulo— acceso a la era digital.
• Números especiales sobre algunos temas emergentes de interés científico-
académico en su vinculación con la compleja situación educativa y pe-
dagógica en la cual se construye la investigación educativa en este siglo.
En el marco del contexto actual, se trabaja para tener un número especial
sobre género, con lo cual se pretende continuar con la ruta esbozada en el
número 167 (2020) con la publicación de dos artículos sobre esta temática:
uno de Araceli Mingo sobre el tránsito de las universitarias al feminismo,
y uno más relativo a la creación del Centro de Investigaciones y Estudios
de Género en la UNAM. Otro número especial se dedicará a la educación
para el cambio climático y su relación con diversas problemáticas del cam-
po de la educación y del currículo como ejes transversales. Esta intención
se advierte con el artículo dedicado a esta temática en el presente número.
• Eventos académicos vinculados a Perfiles Educativos. En este replantea-
miento sobre los énfasis de la revista no podríamos omitir la cuestión de
la educación para la salud, que es un ángulo de poderosa vigencia. Tam-
bién se ha considerado, entre otros, convocar a un evento sobre feminis-
mo, género, educación para la paz y lucha contra la violencia.

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59842
Alicia de Alba Ceballos | Editorial 5
En lo que respecta a este número se encuentran artículos provenientes de
México, Argentina, Chile y España. Un artículo que aborda un tema nodal es el
dedicado a la “Educación para el cambio climático: ¿educar sobre el clima o para
el cambio?” de Edgar González Gaudiano y Pablo Meira, autores de México y
España. Éste ofrece un horizonte complejo en el contexto de la tensión señalada
entre la confusa e ilógica globalización y la crisis ambiental generalizada. Cabe
adicionar dos cuestiones: la primera de ellas referida a la deficiente visión para
incorporar la dimensión ambiental en los proyectos educativos, y en particular
al currículo universitario, pero también, salvo honrosas excepciones, a la ges-
tión de las instituciones de educación superior. Ello confirma que el silencio, la
omisión y la ausencia (De Sousa, 2005) son constitutivos de una conversación,
son discursivos. La segunda es la dificultad de articular esta dimensión con el
conjunto de retos contemporáneos, como la desigualdad social, el feminismo,
las perspectivas de género, la interculturalidad-contacto cultural, la decoloniali-
dad/postcolonialidad, la educación para la paz, los derechos humanos y la lucha
en contra de la violencia.
El artículo “Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo:
interacción, construcción y contexto” de Mariano Castellaro y Nadia Peralta,
ofrece planteamientos importantes y significativos sobre esta corriente de pensa-
miento de gran calado en el conocimiento escolar; de especial interés es el análi-
sis acerca de la teoría del conflicto cognitivo y sociocognitivo que exploran desde
autores como Piaget y Vygotsky, entre otros, para emitir sus aportes propios.
Los ocho artículos restantes dan forma a una variada trama temática des-
de aproximaciones teóricas y locus de enunciación distintos, que muestran con
evidencia la proliferación de miradas (De Certeau, 1996) existentes en el campo
de la investigación educativa. La autoría de esos artículos corresponde, en su
mayoría, a jóvenes investigadores e investigadoras que participan colaborativa-
mente desde diversas instituciones iberoamericanas. Los textos abordan objetos
de estudio recortados de manera empírica a:

a) Regiones o países, como los artículos “Posibilidades, limitaciones y de-


mandas de los centros educativos del medio rural en el norte y sur de
España contemplados desde la dirección escolar” de Carmen Álvarez-
Álvarez, Francisco Javier García Prieto y Francisco Javier Pozuelos; y
“Ciberacoso desde la perspectiva docente: discursos, percepciones y
estrategias de profesores en dos ciudades de Chile y México”, de Isabel
Pavez y Ligia García-Béjar.
b) Al análisis de una cuestión en una institución, como los artículos “Ra-
cionalidades sobre formación ciudadana en la formación inicial docen-
te. Estudio de caso en una universidad de la región del Maule, Chile” de
Ramiro Lobatón-Patiño, Andrea Precht, Ítalo Muñoz y Alejandro Vi-
llalobos; “La realidad de la gamificación en educación primaria. Estudio

6 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59842
Alicia de Alba Ceballos | Editorial
multicaso de centros educativos españoles” de Javier Gil-Quintana y Eli-
zabeth Prieto; “Violencia y autoridad en la escuela secundaria: ¿jóvenes
‘violentos’ o adultos ausentes?” de Nicolás Patierno; y “Presencia de la
bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana”
de David Sebastian Contreras y Fabiola Villela.
c) Un estudio sobre las posibilidades de las nuevas tecnologías de la infor-
mación y la comunicación en la educación superior es el caso del artículo
“Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educa-
ción superior” de Alba María Hernández y Mel Aiscow.
d) Una disciplina, como el artículo “Alineación de los planes de área co-
lombianos con los estándares básicos de competencias en matemáti-
cas” de Silvia Solano, Pedro Gómez, María José González e Ignacio
González-Ruíz.

En la sección Documentos publicamos fragmentos de la Guía “Educación


en emergencias en la E2030”, la cual contiene una serie de recomendaciones
para los sistemas educativos —sobre política educativa, currículo, ambiente de
aprendizaje y el trabajo con docentes— en contextos de emergencia como el que
hoy vivimos con la pandemia del COVID-19.
Esperamos que este número sea del interés de nuestros lectores y convoque a
un mayor número de interesadas e interesados; y que abra las puertas para reci-
bir contribuciones que coadyuven a fortalecer un pensamiento fresco, dinámi-
co y plural, capaz de interpelar las visiones atávicas que constriñen las posibili-
dades de crear mejores climas culturales y de responder a los complejos desafíos
de nuestro tiempo, a través de la investigación educativa.

Alicia de Alba

Referencias
Centro de Estudios Educativos (CEE) (1971), “Editorial”, Revista del Centro de Estudios Edu-
cativos, vol. 1, núm. 1, pp. 5-8.
De Certeau, M. (1996), La invención de lo cotidiano, vol. 1, México, Universidad Iberoame-
ricana.
De Sousa Santos, Boaventura (2005), El milenio huérfano. Ensayos para una nueva cultura
política, Madrid, Trotta.
Foucault, Michel (2007), Nacimiento de la biopolítica. Curso en el Collège de France (1978-
1979), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
Laclau, Ernesto (1993), Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo, Buenos
Aires, Nueva Visión.
Laclau, Ernesto (2004), “Identidad y hegemonía: el rol de la universalidad en la constitución
de lógicas políticas”, en Judith Butler, Ernesto Laclau y Slavoj Žižek (2004), Contin-
gencia, hegemonía, universalidad. Diálogos contemporáneos en la izquierda, México,
Fondo de Cultura Económica, pp. 49-93.
Wittgenstein, Ludwig (1988 [1953]), Investigaciones filosóficas, Barcelona/México, Editorial
Crítica/UNAM-Instituto de Investigaciones Filosóficas.

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C L A V E S

[claves]
Violencia y autoridad en la escuela secundaria
¿Jóvenes “violentos” o adultos ausentes?

Nicolás Patierno*

El presente artículo es resultado de una investigación doctoral desarro- Palabras clave


llada entre los años 2011 y 2018, enfocada al estudio de lo que popular —y
peligrosamente— se conoce como “violencia escolar”. La hipótesis que Educación media
orienta este escrito supone que las expresiones juveniles que muchos Violencia
educadores consideran “violentas” no son arrebatos cuyas causas puedan Autoridad
atribuirse únicamente a un individuo, sino que, en general, son manifes-
taciones (con un fuerte contenido “físico”), consecuencia de la autorre- Jóvenes
gulación juvenil que sucede a la indiferencia de los adultos. El desarrollo Crisis educativa
de esta conjetura se sustenta sobre dos fuentes de información: una serie
de entrevistas realizadas a docentes y alumnos de escuelas secundarias,
y una minuciosa revisión de bibliografía especializada. Las conclusiones
reivindican el lugar de la educación secundaria en el proceso de renuncia
a la violencia, es decir, en la construcción de lazos sociales, el reconoci-
miento de un orden simbólico y el uso responsable del cuerpo.

This article is the result of a doctoral research project conducted between the Keywords
years 2011 and 2018, focused on the stud of what is commonly—and dan-
gerously— referred to as “school violence.” The hypothesis which orients this Secondary education
paper assumes that the youthful expressions which many educators consider Violence
“violent” are not isolated outbursts whose causes can be imputed to a single Authority
individual, but, in general, are manifestations (with a substantial “physi-
cal” component) produced by youths’ self-regulation in response to the in- Youth
difference of adults. Our proof of this hypothesis is based on two sources of Educational crisis
information: a series of interviews with teachers and students at junior high
schools and an exhaustive review of the specialized literature. The conclu-
sions confirm the place of secondary education in the process of renouncing
violence, in other words in the formation of social bonds, recognition of a
symbolic order, and responsible use of the body.

Enviado: 24 de enero de 2019 | Aceptado: 4 de septiembre de 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59221
* Becario posdoctoral en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) (Argentina).
Docente de la cátedra Educación Física 5 en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Uni-
versidad Nacional de La Plata (UNLP) (Argentina). Doctor en Ciencias de la Educación. Líneas de investigación:
educación media; violencia; autoridad; cuerpo; educación corporal. Publicaciones recientes: (2018), “Educación
y autoridad en Hannah Arendt: una relectura contemporánea de La crisis de la educación”, Tempos e Espaços em
Educação, vol. 11, núm. 27, pp. 187-200; (2016), “El juego como estrategia de intervención para la resolución de
conflictos en escuelas secundarias”, Lúdicamente, vol. 5, núm. 9, s/pp, en: CE: nicolaspatierno@gmail.com. http://
ppct.caicyt.gov.ar/index.php/ludicamente/article/view/7922/pdf

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Introduccion la definición de algo o alguien como violento
actúa como impugnación sobre las prácticas
La reflexión sobre la violencia en la educación de ajenos y distantes” (2016: 10).
secundaria es un ejercicio relativamente re- Dado el carácter social del fenómeno, y
ciente. Esto no significa que ese problema no que, como sostiene Elias (1981), sería impre-
existiera hace 10 o 15 años, sino que, al menos ciso adentrarse en un problema asociado a la
en Argentina, este tema no era considerado violencia al margen de los condicionamientos
una prioridad en las agendas educativas na- histórico-políticos y la perspectiva de los ac-
cionales ni provinciales. Hoy, por el contrario, tores, podemos afirmar que el fenómeno de
nos encontramos con una creciente —y por la violencia en las escuelas es un asunto muy
momentos exacerbada— visibilización de la difícil de objetivar sin desnaturalizar aquellos
cuestión. Los debates están presentes en redes discursos que habilitan la reproducción de
sociales, en programas radiales, en la televi- esta categoría.
sión, en diarios, en revistas; sin embargo, a pe-
sar de que estos medios divulgan diariamente El diseño de la investigación
casos representativos de la —mal llamada—
“violencia escolar” (sobre todo en el nivel se- De acuerdo a Vasilachis de Gialdino, la inves-
cundario), pocos se preocupan por analizar tigación de tipo cualitativa “abarca el estudio,
el tema en profundidad, es decir, analizar los uso y recolección de una variedad de materia-
hechos antes de etiquetarlos como “violentos”. les empíricos… que describen los momentos
Cuando decidimos rastrear el fenómeno habituales y problemáticos en la vida de los
en algunas escuelas secundarias (más preci- individuos” (2006: 25), y en vista de que los fi-
samente, en tres establecimientos públicos), nes de la investigación doctoral —de la que se
rápidamente pudimos evidenciar (tanto en los desprende el presente artículo— se orientan a
testimonios de los adultos como en los de los indagar las representaciones ligadas a la vio-
jóvenes) la presencia de una serie de críticas lencia que circulan en la escuela secundaria,
—acentuadas en los últimos tiempos— sobre consideramos pertinente adherir a una meto-
este nivel. Parafraseando a Southwell (2019), dología de este estilo (Patierno, 2019). En este
la escuela secundaria argentina ha vivido dé- sentido, las categorías propuestas en este escri-
cadas de cambios y cuestionamientos, junto a to se sustentan sobre datos obtenidos a través
una caracterización frecuente de crisis desde la de dos recursos: la realización de entrevistas
segunda mitad del siglo XX. Es innegable que, y el análisis de bibliografía especializada. Es
en la actualidad, las escuelas medias estatales preciso añadir que, a fin de no realizar un es-
deben soportar una fuerte representación so- tudio meramente descriptivo o reproducir los
cial negativa, a veces sostenida por los propios resultados de otras investigaciones, tanto la in-
educadores, que parece intensificarse aún más formación proporcionada por los informantes
sobre la población de estudiantes. como la consignada por otros autores fueron
Con frecuencia, la escuela pública es iden- consideradas con igual grado de relevancia.
tificada hoy como el lugar de los violentos, Para la muestra incluida en la investiga-
los excluidos, los pobres, los inmigrantes; en ción doctoral se seleccionaron tres colegios
Argentina estas construcciones arrastran una secundarios ubicados en la ciudad de La Plata
fuerte carga social negativa que se materiali- (Provincia de Buenos Aires, Argentina). La se-
za en múltiples —y a veces inconscientes— lección de las instituciones se realizó con base
prácticas discriminatorias. De acuerdo con en el criterio de “diversidad geográfica” descri-
Garriga Zucal, “en nuestra sociedad nadie to por Vasilachis de Gialdino (2006) para el es-
desea ser catalogado como violento. Por ello, tudio de “casos múltiples”. En primer lugar, se

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59221
N. Patierno | Violencia y autoridad en la escuela secundaria 11
seleccionó una escuela secundaria situada en interpretan por violencia, qué acciones suelen
el centro de la ciudad, luego otra del mismo ni- atribuir al fenómeno, bajo qué parámetros
vel educativo, pero separada de la primera por miden los alcances de este tipo de manifesta-
alrededor de cinco kilómetros con dirección al ciones y, en el caso específico de los docentes,
norte, y por último una tercera escuela, tam- qué medidas suelen llevar a cabo para mitigar
bién de nivel medio, emplazada en el partido sus efectos nocivos. En palabras de Marradi
de La Plata, pero alejada del casco urbano por et al., se intentó “acceder a la perspectiva de los
unos diez kilómetros en dirección al noroeste, actores, para conocer cómo ellos interpretan
en una de las zonas donde operó el Ferrocarril sus experiencias en sus propios términos” (2007:
Provincial (luego Ferrocarril General Belgra- 220). Los entrevistados fueron seleccionados si-
no). Las escuelas secundarias mencionadas se- guiendo el criterio de “muestreo intencional”
rán referenciadas de manera abreviada como (Marradi et al., 2007), y el número se definió en
“escuela del centro”, “escuela de la periferia función de los “principios de saturación” (Gla-
norte” y “escuela del barrio ferroviario”. ser y Strauss, 1967). Con respecto a los jóvenes,
Al margen de los contextos específicos la muestra estuvo compuesta por alumnos
de cada institución, si consideramos el nivel que cursaban primero, segundo y cuarto año
socioeconómico y la organización familiar del nivel secundario. Con el fin de evitar que
como parámetros de medición, podemos los estudiantes se sintieran intimidados por la
afirmar que no existen grandes diferencias en artificialidad de un proceso indagatorio indi-
las características generales de las poblaciones vidual, se optó por la entrevista de tipo grupal,
que asisten a las tres escuelas referenciadas. A ya que, de acuerdo con Marradi et al. (2007),
estos establecimientos suelen acudir los hijos este tipo de instrumentos genera un clima de
de trabajadores con escasos recursos y con confianza que promueve la fluidez del diálogo.
un poder económico reducido, así como una Con respecto a la bibliografía revisada, le-
gran cantidad de descendientes de inmigran- jos de sustentarse en las ideas de un autor o en
tes: poblaciones que provienen de países cer- una línea específica de pensadores, el escrito
canos en busca de oportunidades laborales, recorre diversas tradiciones y autores prove-
exponiéndose a trabajos físicamente agota- nientes de áreas diferentes. El eje que definió
dores y a condiciones de salubridad mínimas. la selección de las investigaciones consultadas
A pesar de los diversos orígenes y actividades es el enfoque histórico-político, es decir, se pri-
laborales, los sectores que asisten a la escuela vilegió el diálogo con aquéllos que entienden
secundaria pública evidencian las mismas que la violencia es un problema de carácter
dificultades; algunas de las principales preo- relacional, que sus características cambian a lo
cupaciones de las familias que, a pesar de los largo de la historia y que sus manifestaciones
obstáculos, intentan sostener la escolariza- se hallan en estrecha relación con las condicio-
ción de sus hijos son vivienda, alimentación, nes políticas reinantes. Partiendo de esta pre-
trabajo, salud, higiene y seguridad. misa, el marco teórico se nutre de autores tales
Con respecto a las entrevistas, éstas fue- como Hannah Arendt, Norbert Elias y Phi-
ron realizadas entre los años 2011 y 2015 con lippe Meirieu. Por último, en lo que respecta
una muestra de once educadores (profesores, a los antecedentes enfocados en el estudio de
autoridades y Equipos de Orientación Esco- la violencia en la escuela en Argentina se con-
lar) y 31 alumnos cuyas edades variaban en- sideraron los trabajos de Silvia Duschatzky y
tre 12 y 16 años de edad al momento de reali- Corea (2013), Fernando Onetto (2004), Carina
zar las entrevistas. En términos generales, el Kaplan (2009), Fernando Osorio (2006), Ana
cuestionario estuvo orientado a indagar qué Lía Kornblit (2008), Silvia Bleichmar (2008),

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José Antonio Castorina (2008) y Miguel Ángel recurrir a algún preceptor, docente o auto-
Furlán (2013), entre otros. ridad. El propio Meirieu (2007) advierte que,
actualmente, muchos de los jóvenes que se
La tensión generacional rehúsan a la autoridad de los adultos prefieren
entre jóvenes y adultos someterse a la autoridad de clan, dura y vio-
lenta, de los grupos en los que se encuentran.
Una de las aristas que guía este trabajo presu- En las escuelas seleccionadas, todos los
pone que la autoridad que históricamente estu- grupos entrevistados expresaron que no sue-
vo asociada al rol del adulto hoy se encuentra len acudir a los adultos (padres, docentes,
en un proceso de reformulación; los esquemas directivos, etc.) para que éstos resuelvan las
tradicionales, en los que se asumía que un do- discrepancias que puedan surgir entre ellos.
cente, por el solo hecho de desempeñar esa fun- En cambio, para reclamar justicia, manifestar
ción, debía ser respetado y obedecido, hoy no un descontento o expresar un punto de vista
tienen el peso que tuvieron en otros tiempos. diferente, los alumnos hicieron mención a ac-
A partir de una caracterización algo me- ciones tales como “agarrase a piñas”, “agarrarse
lancólica de la autoridad, y asumiendo que a patadas” o “cagarse a trompadas”, entre otras.
“todo tiempo pasado fue mejor”, hoy es fre- Esta situación revela, de manera provisoria, no
cuente escuchar en salas de profesores, pasi- sólo la desconsideración de los mayores como
llos de centros educativos y en reuniones de portavoces de una ley aplicable a la resolución
perfeccionamiento docente, entre otros, ex- de problemas, sino también la coexistencia de
presiones de inconformidad en relación con parámetros disímiles en la medición de con-
el respeto y la obediencia que los docentes re- flictos y en la aplicación de sanciones. Parecie-
ciben de sus alumnos. De acuerdo con Greco: ra que el grupo, incluso ordenado bajo una es-
“a menudo escuchamos hoy que son ellos [los tructura de clan, tiene algo para ofrecer que no
alumnos] quienes no quieren aprender, que pueden ofrecer los adultos: “Les dan quizás la
nada les interesa, que buscan el facilismo de idea de que van a salir de la soledad, mientras
las nuevas tecnologías o la huida a través de que la autoridad de los adultos no les propor-
la apatía, el consumo, la droga, etc.” (2007: 16). ciona la sensación de ser portadora de porve-
Este tipo de caracterizaciones suelen realizar- nir” (Meirieu, 2007: 11).
se mediante la personificación de una autori- Esta tensión entre docentes inconformes
dad jerárquica e inamovible que, más orien- y alumnos que no logran establecer vínculos
tada a sostener las formas que a transmitir con sus profesores afecta de manera deter-
saberes, hace que muchos docentes sólo pue- minante el clima de las clases y dificulta no
dan reconocer insuficiencias en sus alumnos. sólo la trasmisión de saberes, sino también la
Desde la perspectiva de los alumnos, las construcción de lazos sociales. Tanto unos
reconfiguraciones en la autoridad se suelen como otros suelen redoblar sus apuestas:
evidenciar en el rechazo a la figura del maes- muchos docentes entrevistados han opta-
tro tradicional (alguien que reclama subordi- do por correrse deliberadamente de su lugar
nación desde una posición superior en una como adultos y como educadores, y muchos
escala jerárquica) y en los modos de resolver alumnos entrevistados prefieren atender sus
conflictos de diversa naturaleza. Al centrar propias leyes antes que obedecer las vigentes
la atención en el segundo elemento destaca el en la institución educativa donde se encuen-
hecho de que muchos alumnos hoy prefieren tran. Es así como se establecen mundos di-
dirimir sus asuntos empleando sus propios ferentes en un mismo espacio físico. Siendo
recursos —generalmente en términos físi- algo esquemáticos, pareciera que docentes y
cos, anteponiendo el cuerpo—, en lugar de alumnos encuentran serias dificultades para

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reconocerse mutuamente como parte de una códigos, otras formas de comunicación; en
misma sociedad, de una misma escuela, de un resumen, otras formas de relacionarse con el
mismo curso; cada posición jala para su lado, otro. El autocontrol o la autocoacción adquie-
incluso cuando esto supone una fuerte dispu- ren otro significado: aunque parezca un poco
ta, generalmente en términos verbales, con la exagerado, actualmente muchos jóvenes no
otra parte. Parafraseando a Southwell (2019), se sienten obligados a rendirle cuentas a un
en la escuela secundaria existen entre jóvenes adulto, puesto que no reconocen la diferencia
y adultos percepciones muy distintas acerca de intergeneracional como argumento suficiente
la justicia de las reglas escolares que agudizan para acatar y obedecer. En cambio, es frente
la distancia entre docentes/cuerpo directivo y al par, al igual, posicionado como líder o ca-
alumnos. becilla, que deben responder por sus actos.
Estas posiciones tensionadas, desencon- Este desplazamiento de la autoridad del adul-
tradas, y hasta en ocasiones enemistadas, sue- to al propio grupo representa un peligro aún
len materializarse en una doble consecuencia: mayor, puesto que la autoridad del grupo se
por un lado, el retiro de los adultos libera a los impone mediante el uso de la violencia e im-
jóvenes de las ataduras que supone la presencia pide cualquier tipo de manifestación singular
de una autoridad que determina qué se puede (Arendt, 1996).
y qué no se puede hacer; pero, consecuente- En este sentido, es interesante la perspec-
mente, también los obliga a adentrarse —des- tiva de un grupo de alumnos pertenecientes a
protegidos y sin recursos— en una sociedad la “escuela del centro”: cuando se les preguntó
atravesada por un creciente problema de vio- si para ellos la escuela ayuda a resolver los pro-
lencia. El resultado, en términos arendtianos, blemas asociados a la violencia, no sólo res-
es que se arroja a las nuevas generaciones a su pondieron que no, con convicción y al uníso-
propia suerte, y así se favorece la constitución no, sino que además se mostraron renuentes
de una especie de sociedad juvenil regida por a confiar en la mediación de los docentes, ya
códigos propios donde, producto de la desa- que manifestaron cierto disgusto frente a las
tención y la autorregulación, la violencia —en consecuencias de sus intervenciones. Incluso
tanto manifestación física desarticulada del un miembro del grupo exclamó: “si alguien
orden simbólico— no es percibida como falta, te mira mal y vos se lo decís al profesor —y
sino como la forma más sencilla y económica el profesor le va a hablar—, entonces después
de alcanzar un objetivo. le va a dar más rabia todavía… se va a seguir
En este panorama de reconfiguraciones y alimentando la bronca de la persona que vos
amoldamientos en lo que se refiere a la auto- denunciaste”. Nótese que el alumno citado en
ridad educativa, surgen algunos interrogantes: ningún momento introduce el adulto como
¿qué sucede, en el ámbito escolar, cuando no una presencia ordenadora; por el contrario,
hay ninguna figura adulta reconocida como la intervención de un docente representa una
autoridad?, ¿qué reglas se ponen en juego?, alteración al funcionamiento del grupo.
¿cómo se establecen los lazos sociales?, ¿quién Desde otro enfoque, el problema que ex-
determina lo que está bien y lo que está mal, lo pone el alumno no se centra en el conflicto
que es legal e ilegal, lo que está admitido y lo inicial ni en los motivos que lo precedieron,
que está prohibido?, ¿bajo qué parámetros se sino en el que muy probablemente provocaría
mide la violencia?, ¿qué sucede con aquéllos la intromisión del adulto. Esto representa una
que no logran adaptarse a las decisiones de la violación a las leyes del grupo, y todo aquel
mayoría? que ponga en juego estas reglas recibirá un
Cuando la figura del adulto se desva- castigo mediante la aplicación de la fuerza.
nece comienzan a operar otros lazos, otros Sobre las leyes del grupo, Duschatzky y Corea

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recalcan que “esos nuevos marcos funcionan impotencia, o en la formulación de hipótesis
como usinas de valoraciones y códigos que que intentan hallar algún tipo de explicación
estructuran la experiencia del sujeto. Es más sobre el fenómeno en cuestión. Los siguientes
grave violar las reglas construidas en su in- testimonios de docentes son representativos:
terior que las producidas por el dispositivo
institucional” (2013: 56). En línea con esta idea, Enseñamos la no discriminación y sin em-
se presenta otro diálogo extraído de una en- bargo entre ellos se discriminan; enseñamos
trevista grupal realizada en la “escuela de la la tolerancia y entre ellos son intolerantes; en-
periferia norte”: tonces yo creo que hay muchas cosas que ellos
viven en sus casas. Viven golpes, abusos, aban-
E: “¿ustedes creen que la escuela ayuda a resol- donos y todas esas cosas se manifiestan acá,
ver los problemas de la violencia?”. que es el lugar donde le dan bolilla. Yo hace
Alumna 1: “no, la escuela no hace nada”. 27 años que soy docente y no estoy preparada
Alumna 2: “sólo llaman a tus papás”. para soportar eso de la violencia (vicedirecto-
E: “¿qué hizo la escuela en el caso que me ra perteneciente a la “escuela del centro”).
contaron?”.
Alumna 1: “llamaron a los padres de una chica A principio del año aparecen las violencias de
y empezaron a decir cualquier cosa”. integración, cada uno de los chicos o las chicas
E: “¿qué opinan de las sanciones que emplea la que vienen a la escuela quieren integrarse en
escuela?”. un grupo. Entonces aparecen estas cuestiones
Alumna 2: “eso no sirve para nada, porque de quién se quiere empoderar del espacio áuli-
volvés con más bronca”. co, quién quiere ser líder de determinado gru-
po y quiénes vienen de ámbitos diferentes (di-
Adviértase que, al igual que en el relato rectora de la “escuela del barrio ferroviario”).
citado más arriba, la intervención de la escue-
la es considerada insuficiente, inapropiada y Últimamente vienen muchos docentes a hacer
tendiente a acentuar sentimientos de rabia o catarsis. Están todos viendo de sacarse tareas
de “bronca”. Para el entendimiento de las jó- pasivas, funciones en el ministerio o en algún
venes que hablan, el diálogo con los padres gremio porque no quieren volver al aula; están
no representa una solución al conflicto: la todos mal (preceptor perteneciente a la “escue-
presencia de éstos no resuelve nada, sino que la del barrio ferroviario”).
genera una mayor acumulación de resenti-
miento. La intervención de la escuela supone Al analizar en detalle el relato de los in-
una distorsión de lo que ellas consideran que formantes seleccionados podemos observar
sucedió y, por lo tanto, un modo “errado” de que pareciera que, en todo momento, sea por
resolver sus problemas. El resultado de estas la perpetuación de conflictos domésticos o
tensiones entre una escuela que intenta resol- por disputas entre los propios escolares, los
ver una pelea por medio de un llamado a los alumnos hubiesen creado su propia autoridad,
padres, y unas alumnas que encuentran esta sus propias leyes, sus propios códigos: una es-
acción como una especie de intromisión ofen- pecie de bloque organizado al margen de las
siva, es la acumulación de rencor por parte de reglas que comúnmente rigen en una escuela,
las últimas. y donde la violencia —entendida como una al-
Las opiniones de los educadores sobre la ternativa “más física” que se revela al margen
autorregulación de los jóvenes y los aconte- del orden simbólico— no es percibida como
cimientos comúnmente asociados a la vio- infracción o como violación de una norma. El
lencia suelen plasmarse en expresiones de tercer relato representaría la materialización

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—y dramatización— de esta construcción: al la función simbólica y asimétrica que his-
posicionarse en el lugar de víctima, el precep- tóricamente personificaron los adultos. En
tor entrevistado advierte que el avance de lo este sentido, creemos que las reflexiones de
que podríamos denominar, con fines analíti- Arendt (1996) nos pueden ayudar a entender
cos, “autorregulación juvenil”, ha empujado o mejor qué es la autoridad y de qué manera los
inducido a muchos docentes a correrse de su cambios que rodean esta cualidad facilitan y
tradicional lugar de autoridad y ceder espacios. promueven la constitución de una sociedad
En resumen: a partir del testimonio de los juvenil autorregulada.
informantes, pareciera que hoy nos encon- Las confusiones entre autoridad y vio-
tramos frente a un desmoronamiento de la lencia suelen centrarse en una característica
autoridad que históricamente descansó en el compartida, y es que ambos conceptos recla-
rol del adulto. Esto no supone la desaparición man obediencia. A pesar de la similitud, la di-
de la autoridad, sino un desplazamiento hacia vergencia se halla en los medios por los cuales
el propio grupo juvenil, fundado en motivos se lleva a cabo esa demanda: los instrumentos
que analizaremos. empleados en función de la violencia pueden
crear obediencia, pero no pueden crear po-
¿Qué es la autoridad? der ni autoridad. La autoridad se basa en el
respeto y el reconocimiento, por ejemplo, en
Dadas las confusiones que recurrentemente la experiencia de un anciano, en la represen-
se suelen evidenciar alrededor de la noción de tatividad de un funcionario o en el saber de
autoridad, consideramos necesario revisar los un maestro. Así, mientras que la autoridad
sentidos que envuelven al concepto y, simul- se fundamenta en la tradición y el reconoci-
táneamente, analizar cómo éste se relaciona miento, la violencia se basa en el más ferviente
—y se diferencia— de la violencia. En otras individualismo (Arendt, 2006).
palabras, dado el desconcierto que envuelve la En un intento por distinguir la autoridad
noción de autoridad, evidenciada en sus múl- de otros términos, Arendt la define del si-
tiples asimilaciones, debemos preguntarnos: guiente modo: “su característica es el indiscu-
¿qué es la autoridad?, ¿qué lugar ocupa hoy en tible reconocimiento por aquéllos a quienes se
la escuela?, ¿cómo se vincula con el problema les pide obedecer; no precisa ni de la coacción
de la violencia? Como primera aclaración, ni de la persuasión… El mayor enemigo de la
debemos considerar que la autoridad es una autoridad es, por eso, el desprecio, y el más se-
construcción histórico-política que intenta guro medio de minarla es la risa” (2006: 62). Un
brindar estabilidad a las relaciones humanas ejemplo vinculado a esta concepción puede
(Arendt, 2006), pero cuyos elementos consti- hallarse en la relación tradicional que se cons-
tutivos, así como sus alcances, varían consi- truye entre padre e hijo: allí el vínculo no supo-
derablemente en función del contexto social y ne una dominación por medio de la coacción
de la coyuntura temporal. Greco sitúa la auto- física, pero sí se requiere un reconocimiento de
ridad “en una trama de encuentros, allí donde los roles culturalmente legitimados para am-
al menos dos —en relación asimétrica— en- bas partes. Cuando el hijo desobedece alguna
trelazan sus subjetividades en un tiempo y norma impuesta por su progenitor, espera, al
espacio cultural, histórico, social, en común, menos, un reto o un castigo, y de esa manera la
para perpetuarlos y recrearlos” (2007: 4). restauración de la relación a sus índices “nor-
La cuestión de la autoridad constituye un males”. De esta manera, padre e hijo cumplen
tema central en el desarrollo del presente artí- roles basados en la función simbólica que le
culo, sobre todo cuando asumimos que su re- corresponde asumir a cada uno; claro que las
configuración afecta en forma determinante características que acompañan al ejercicio de

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estos roles pueden variar de una sociedad a reclamos, por los alumnos: “algunos discursos
otra, o incluso de una familia a otra. la reclaman nostálgicamente en su formato
habitual, asociada a un orden jerárquico in-
Debates en torno a conmovible, hecho de lugares de superiori-
la asimetría de la autoridad dad instalados sobre lugares de inferioridad”
(Greco, 2007: 4). Por el otro, están quienes con-
Hasta aquí analizamos la autoridad desde sideran que este posicionamiento “clásico” en
una perspectiva que podríamos denominar materia de autoridad desatiende una serie de
tradicional, es decir, como una construcción cambios sociohistóricos que han acontecido
con ciertos caracteres fijos y enraizados en la en las últimas décadas, y que el ejercicio de
jerarquización y la asimetría. Ahora bien, ¿qué una autoridad en términos tradicionales sólo
ocurre en la educación secundaria con respec- puede generar un “choque” con las nuevas ge-
to al reconocimiento de la autoridad vinculada neraciones. Para éstos, la autoridad puede ser
al rol docente? Si bien no caben dudas de que ejercida desde la igualdad y sostener una po-
la autoridad es un elemento constitutivo de la sición no ortodoxa con el saber: “la autoridad
educación, está claro que esta construcción queda así reformulada, reubicada, desplazada
hoy demanda mucho más que “un título”. Las de su tradicional plano de superioridad, inte-
relaciones asimétricas que históricamente se rrumpida la jerarquía que le ha otorgado siem-
establecieron entre docentes y alumnos hoy se pre un lugar ‘por encima de’” (Greco, 2007: 12).
muestran alejadas, desencontradas y, en algu- En línea con las confusiones que rodean a la
nos casos, enfrentadas. Los maestros no cuen- autoridad, es oportuno atender las opiniones
tan con una voz autorizada para pararse frente de una integrante de un Equipo de Orienta-
a sus alumnos con la certeza de que su posición ción Escolar (perteneciente a la “escuela de la
como profesionales de la educación constituya periferia norte”) y de una integrante del Equi-
un argumento suficiente para que obedezcan. po Distrital de Infancia y Adolescencia:
En la sociedad argentina contemporá-
nea, la situación de la autoridad y la asimetría La realidad es que a veces en esta escuela el
no distan mucho del escenario que plantea profesor se pone en el lugar de la autoridad en
Arendt en relación con las disputas y los malos una relación asimétrica… “¡porque soy el do-
entendidos. Sin pretender transpolar los estu- cente vos me tenés que escuchar!”. Se genera,
dios de la autora citada de forma automática al digamos… una especie de maltrato.
ámbito latinoamericano, algunos de los con- La autoridad se construye; el hecho de que
dicionantes que caracterizan a la educación yo tenga un cargo no me da la autoridad. Según
argentina actual son las confusiones que ro- los chicos, es alguien que les genera confianza,
dean a la autoridad, sus roces con la violencia que los escucha, alguien que cumple su palabra,
y, en general, la reconfiguración del esquema alguien que está. Nosotros trabajamos mucho
jerárquico y verticalista que históricamente la cuestión del referente para el grupo, alguien
posicionó al docente por encima del alumno. que esté cerca y que para ellos sea importante.
Los debates por la asimetría y los modos en Hoy la autoridad se construye desde ahí. A los
que los maestros deberían posicionarse frente chicos la autoridad del director no les importa.
a sus alumnos —y cómo este posicionamiento
puede afectar la convivencia— suelen eviden- Los fragmentos citados no sólo advierten
ciar dos tendencias antagónicas: por un lado, que los esquemas convencionales en materia
algunos educadores y pedagogos sostienen y de autoridad se muestran obsoletos para brin-
refuerzan la idea de que la autoridad debe ser dar respuestas a las problemáticas que deben
siempre vertical, asimétrica y aceptada, sin enfrentar los jóvenes de hoy, sino que además

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pregonan por una reformulación del concep- obedecer, o rebelarse, frente a una figura in-
to; ya no desde la asimetría, sino desde cierta dividual, jerárquicamente superior y con cla-
horizontalidad o igualdad de derechos. Al ras ventajas físicas y simbólicas. La fortaleza
respecto, resulta pertinente atender los apor- del padre, del maestro o de cualquier adulto,
tes de Bleichmar: históricamente estuvo asentada sobre un con-
senso generalizado, sobre un acuerdo tácito
La cuestión de la asimetría nos preocupa no de dominio. Bajo el dominio del grupo, de la
solamente en relación con los jóvenes; se está mayoría absoluta, en cambio, el joven debe
planteando como preocupación en todos los enfrentarse a los de su propia clase; debe en-
modelos… En la Argentina, a partir de los tablar una lucha contra un bloque que se or-
modos en los que se ejerció el poder despótico ganiza en torno a sus propios códigos, que es
durante muchos años, hay una cierta desvalo- solidario entre sus miembros y que excluye a
rización de la asimetría (2008: 143-144). quienes se hallan fuera de su unidad.

La autora citada vincula los problemas que Dentro del grupo… el niño está mucho peor
se evidencian hacia el interior de las institu- que antes, porque la autoridad de un grupo,
ciones educativas con los cambios políticos aun de un grupo infantil, siempre es mucho
que marcaron la historia reciente del país, y más fuerte y más tiránica de lo que pueda ser
le otorga a la cuestión de la asimetría un lu- la más severa de las autoridades individua-
gar central. Más adelante, en esta misma cita, les. Si se mira desde el punto de vista de cada
sostiene que: “quienes tienen que ser respon- niño, sus posibilidades de rebelarse o de hacer
sables no se hacen responsables, como si hu- algo por su cuenta son prácticamente nulas
biera un temor de que al ejercer la asimetría (Arendt, 1996: 193).
se ejercieran modelos autoritarios, cuando la
asimetría lo que implica son formas de res- Al liberarse de la dominación del adulto,
ponsabilidad” (Bleichmar, 2008: 143). entonces, el joven queda sujeto a la domina-
En los últimos años, varios factores influ- ción del grupo; las reglas que imperan en esta
yeron sobre la asimetría que históricamente lógica responden a un orden tiránico, esto
separó a los jóvenes de los adultos: la crisis ins- es, a la hegemonía de un líder o una mino-
titucional, el temor al ejercicio de la autoridad, ría dominante en lo que respecta a la toma
la disolución del rol adulto y la constitución de decisiones importantes para asegurar su
de una sociedad juvenil. Por estas razones, si funcionamiento. Bajo este tipo de dominio se
“antes la infancia estaba preservada de las pre- establecen la sumisión y la obediencia como
ocupaciones de los adultos, en cambio en la los únicos comportamientos aceptados, al
actualidad los chicos reciben las tensiones de mismo tiempo que se iguala a los sometidos
los adultos como picotazos” (Meirieu, 2007: 3). por su condición de inferioridad. Arendt ha-
Los jóvenes, despojados de la protección de bla de una posición desesperada dado que no
los mayores, se ven obligados a crear sus pro- existe posibilidad de rebelarse, de manifes-
pias reglas, obedecer sus propias jerarquías y tarse individualmente. Un joven, bajo estas
habitar sus propios espacios. condiciones, representa “una minoría de uno
enfrentada con la mayoría absoluta de todos
La autonomía forzada los demás” (Arendt, 1996: 193). En otras pala-
bras, entre los mandados no hay diferencias,
Bajo la dominación del adulto, el joven se ha- todos carecen de poder, todos son inferiores
llaba en una relación de inferioridad y debía con respecto a quienes toman las decisiones:

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Al emanciparse de la autoridad de los adultos, sanciones que nosotros los adultos. Cuando
el niño no se liberó, sino que quedó sujeto a no es para sí mismo, quieren que al otro que lo
una autoridad mucho más aterradora y tirá- molesta, o que no le permite aprender, o lo está
nica de verdad: la de la mayoría. En cualquier agrediendo, reciba una sanción seria. Si uno le
caso, el resultado es que se desterró a los niños, preguntara al grupo de adolescentes: ¿qué san-
por decirlo así, del mundo de los mayores; es ción debería tener un chico que golpea a otro?
decir que quedaron librados a sí mismos o a Lo más probable es que quieran romperle la
merced de la tiranía de su propio grupo, con- cabeza o expulsarlo de la escuela.
tra el cual, a causa de la superioridad numé-
rica, no se pueden rebelar (Arendt, 1996: 93). Si nos adentramos un poco más en las
reflexiones de Arendt (1996), hallamos que la
En este contexto, la violencia constituye constitución de una sociedad puramente ju-
uno de los medios más eficaces para imponer venil representa una artificialidad, una cons-
la voluntad de los líderes; este recurso puede trucción específicamente contemporánea que
llegar a naturalizarse como un instrumento exacerba la independencia de los jóvenes has-
propicio para materializar una relación de do- ta llegar a un punto en que tal construcción ha
minación y sometimiento. La utilización del llegado a convertirse en un peligro para ellos
sometimiento físico por parte de los cabecillas mismos. Aquí es preciso introducir una pre-
marca la diferencia con los dominados. Cuan- gunta originalmente formulada por Meirieu:
do los alumnos entrevistados hablan de “ca- “¿por qué los jóvenes aceptan la autoridad tan
garse a trompadas” o de “agarrarse a piñas”, po- dura y violenta, la autoridad clánica de los
siblemente se están refiriendo, con los recursos grupos en los cuales se encuentran, mientras
de que disponen, a ser reconocidos dentro del que se rehúsan a la autoridad de los adultos?”
grupo, demostrar que son lo suficientemente (2007: 11). Podría decirse que esto ocurre po-
“duros” como para ser respetados, reclamar siblemente porque el grupo, incluso aquéllos
la posesión de algo o de alguien, disputar un conformados bajo modalidades tiránicas de
liderazgo, etcétera. La resistencia a obedecer dominio, tiene algo para ofrecer que los adul-
las órdenes impuestas por los cabecillas su- tos ya no les proporcionan:
pone la aplicación automática de tormentos.
Desde amenazas verbales hasta la agresión con La banda es un refugio, sobre todo en el con-
armas, todo puede ocurrir, incluso bajo la mi- texto de una insuficiencia familiar, donde con-
rada de los adultos; muchos de éstos prefieren, tribuye a apuntalar un sentimiento de identi-
sea para autopreservarse o para eludir respon- dad a falta de cimientos más sólidos, y autoriza
sabilidades, permanecer indiferentes. el pasaje al acto en una sensación de obviedad,
A esta altura consideramos pertinente disolviendo las interdicciones morales, a veces
atender el testimonio de uno de los directivos bajo la égida de un jefe convertido en figura
(perteneciente a la “escuela del barrio ferro- identificatoria (Le Breton, 2017: 39).
viario”), quien, en línea con lo desarrollado
en el párrafo anterior, advierte sobre la de- El adulto ha tomado una posición hipócri-
terminación o la dureza que hipotéticamente ta: en primer lugar, libra a las nuevas genera-
emplearían los alumnos si pudieran tomar ciones a su propia suerte, y luego se conster-
decisiones —autónomamente— sobre el tipo na cuando, producto de la autorregulación,
de sanciones que aplicarían a sus pares: un joven resulta herido o pierde la vida. Éste
es el camino que parecen haber tomado mu-
Cuando uno le consulta al grupo de adoles- chos adultos vinculados en algún punto con
centes, éstos son mucho más rígidos en las la profesión docente: saben qué hacer (desde

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un punto de vista burocrático y legal) frente a en el propio grupo y enfrentamiento con el
un hecho considerado violento por la comu- exogrupo” (Kornblit, 2008: 11). Creemos que
nidad escolar y también saben cómo recom- este cierre o encapsulamiento promueve el
poner rápidamente la rutina; pero estas me- establecimiento de códigos intrínsecos en los
didas no interpelan las causas que arribaron que la violencia, entendida como una opción
a la resolución violenta de un conflicto, sólo “más corporal” que se produce a causa de la
sirven como parches o remiendos temporales. escasez de recursos simbólicos, no represen-
El trabajo de Duschatzky y Corea es rele- ta una trasgresión, una excepción, sino un
vante en lo concerniente a la autorregulación modo “corriente” de resolver las diferencias.
de los jóvenes y a los riesgos a los que éstos se
ven expuestos. Las autoras encuentran en la La influencia del contexto
autorregulación, o la conformación de ban-
das (como ellas las llaman), la instauración De acuerdo con la hipótesis presentada, me-
de nuevas formas en las que los jóvenes habi- nos autoridad supone más violencia; pero
tan la inmediatez y la necesidad. Las autoras esta conjetura no remite a ninguna clase de
identifican la “fraternidad”, el “aguante”, “la esencialismo. El corrimiento del adulto, y la
fidelidad”, “la creación de valores propios” y consecuente desprotección del joven, no su-
“la percepción constante del riesgo” como los ponen un pasaje automático a la violencia; no
elementos que caracterizan el autogobierno se trata de la manifestación de un instinto o
de los jóvenes: el despertar de alguna conducta innata. Para
Arendt, “la violencia ni es bestial ni es irracio-
Sólo me debo al próximo, el que comparte mi nal” (2006: 84); esto nos lleva a considerar, en
circunstancia, con el que establezco fidelida- términos generales, que es la propia sociedad,
des y reglas de reconocimiento recíproco. El despreocupada por el destino de los jóvenes,
otro, el par, y no la autoridad simbólica ins- la que crea condiciones “primitivas”, “salva-
cripta en la tradición, el saber y la legalidad jes”, donde opera la ley del más fuerte y se ex-
estatal, puede anticipar algo de lo que va a su- cluye a quienes no logran adaptarse.
ceder porque ha vivido en la inmediatez que Siguiendo esta línea, podría decirse que
compartimos (Duschatzky y Corea, 2013: 34). el problema de la violencia en las escuelas no
puede reducirse a un caso específico, ni tam-
Recapitulando, podría decirse que el au- poco puede volcarse a un individuo aislado,
mento de una sociabilidad cerrada entre pa- sino que se centra en el contexto histórico-po-
res se produce por la necesidad de afirmar la lítico que caracteriza a nuestra época: capita-
propia identidad en un contexto en el que el lismo, individualismo, competencia, autosu-
lazo social y la autoridad del adulto atravie- peración, intolerancia, indiferencia, egoísmo,
san una serie de cambios determinantes. En triunfalismo. Estos condicionantes sociales
línea con esto, creemos que hoy en día resulta conforman un terreno adverso para los más
muy difícil advertir, tanto en jóvenes como en jóvenes, quienes deben adentrarse sin el cui-
adultos (en contextos escolares), un recono- dado de los adultos:
cimiento consensuado del nosotros, esto es,
un  reconocimiento  generalizado de país, de Una sociedad ya injusta, al marginarlos los ha
comunidad, de barrio, de escuela, de curso. transformado en sus enemigos, niños y jóve-
En contraposición, muchos jóvenes han teni- nes que se viven amenazantes por su violencia
do que enfrentarse a un estado de aislamiento o inhabilitados por sus incapacidades… No se
creando un mundo propio, un artificio carac- advierte, en un sentido general, un “hacerse
terizado por “un proceso de encapsulamiento cargo” social, institucional, adulto, que perciba

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que ésos y ésas, todos “sus” niños, niñas y jó- En un marco social donde el otro cons-
venes son su responsabilidad, el sentido de sus tituye un obstáculo y la acción va delante de
instituciones y sus acciones (Greco, 2007: 17). la palabra, la violencia pareciera constituir
un recurso generalmente empleado para, si-
En este encuentro directo de los jóvenes guiendo a Bleichmar, sostener un férreo in-
con un mundo que pareciera prescindir del dividualismo en el que se exalta la premisa de
consenso y el lazo social, la violencia no es una “salvarse solo, a costa de lo que sea” (2008: 39).
excepción sino un recurso necesario para so- La reconfiguración de la autoridad escolar
brevivir. En la Argentina de las últimas déca- y, sobre todo, la indiferencia de algunos adul-
das es innegable el hecho de que la sustitución tos, representan dos de los factores más pre-
del Estado de bienestar por la lógica del mer- ocupantes en lo concerniente al problema de
cado representó, entre otros cambios severos, la violencia en las escuelas. Al centrar la aten-
radicales y económicamente despiadados, la ción en el segundo elemento, creemos que la
“liberación” económica —y la consecuente indiferencia, la no intervención, el silencio o la
desprotección— de las clases trabajadoras. El desatención, podrían considerarse actitudes
ascenso del mercado supuso la desatención de o respuestas tendientes a crear —y a consoli-
ciertas funciones históricamente asociadas al dar— un vacío de autoridad que afecta no sólo
cuidado de las masas, y el Estado se retrajo en la asignación de los roles y el reconocimiento
favor de un liberalismo salvaje (conocido en la de las normas, sino la convivencia en general
década del noventa como “neoliberalismo”). de todos los actores presentes en la escuela. En
Los efectos negativos de los nuevos con- este vacío no queda claro lo que se puede y lo
dicionantes socioeconómicos en la vida de que no se puede hacer, lo que está bien y lo que
los jóvenes fueron mencionados en forma está mal, lo que es legal o ilegal. Como plan-
recurrente por varios entrevistados adultos. tean Duschatzky y Corea, “el docente es, con
Al respecto son oportunos el relato de una frecuencia, la figura de ése que no escucha,
integrante de un Equipo Distrital de Infancia que no entiende, que no reconoce” (2013: 63).
y Adolescencia, y el de un profesor de Cons- Si bien pareciera que el ejercicio de la docen-
trucción de la Ciudadanía (perteneciente a la cia actualmente se encuentra atravesado por
“escuela del centro”): cierta desvalorización simbólica y material, la
propia desautorización, esto es, la evasión de
Creo que a veces las condiciones socioeconó- responsabilidades y la lógica del mínimo es-
micas son violentas. En general se piensa que fuerzo, marcan una peligrosa ruptura con los
los portadores de la violencia son los jóvenes valores que históricamente estuvieron vincu-
y en realidad la provocación existe cuando lados a la enseñanza.
las expectativas de la cotidianeidad no están Al atender el testimonio de los informan-
cubiertas. Ahí estamos hablando de otras vio- tes adultos, es evidente que en las escuelas
lencias. Creo que los jóvenes no son violentos, estudiadas coexiste una multiplicidad de dis-
sino que hay que pensar desde lo sociológico y cursos y valoraciones en lo que se refiere a la
en cómo el sistema te provoca. autoridad escolar. Como dijimos más arriba,
Vienen de contextos muy humildes don- algunos critican la postura de aquellos do-
de la violencia es el lenguaje cotidiano… Ésta centes que pretenden, nostálgicamente, recu-
es una sociedad de consumo y, aunque a vos perar o sostener cierta noción de autoridad
te parezca mentira, genera violencia. El ultra “tradicional”, como muestran los testimonios
comercio y el ultra capitalismo no ayudan. La de dos integrantes de un Equipo Distrital de
sociedad de consumo no ayuda; hoy se nota el Infancia y Adolescencia, una preceptora (per-
chico que tiene frente al que no tiene. teneciente a la “escuela de la periferia norte”)

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y un preceptor (perteneciente a la “escuela del manifestar su descontento y adoptan una acti-
barrio ferroviario”): tud reñidora, “defendiendo” a sus hijos y ape-
lando, en ocasiones, a la confrontación física.
El profesor pretende posicionarse en un lugar En este panorama de pauperización laboral y
que hoy ya no existe; tiene que trabajar desde descrédito social, es habitual que, de acuerdo
otros lugares… Eso eliminaría mucha violen- a varios testimonios (proporcionados por los
cia dentro del aula. adultos), muchos docentes manifiesten hoy
Hoy los jóvenes tienen una posición mu- sus reclamos a través de cierto “boicot profe-
cho más fuerte. Antes la posición era de aca- sional” o, dicho de otro modo, un deliberado
tamiento, con toda la bronca del mundo, pero descuido de sus responsabilidades; pero este
ahora el chico se para y le contesta que no, y comportamiento, lejos de pasar inadvertido,
no, y no y no. expone varias falencias en el ejercicio de la
Para mí los más violentos son los docen- profesión y, lo que es más preocupante, revela
tes con la actitud que tienen frente al alumno. la permanencia de cierto descuido o desa-
Porque el alumno reacciona en respuesta… te tención sobre el accionar de los alumnos. En
rompen el auto, te lo rayan, te putean, te escu- esta línea destaca una serie de testimonios, los
pen… pero si vos les hiciste algo. cuales revelan la presencia de un mecanismo
Tiene que haber ciertos acuerdos y me pa- de “autodefensa” o “evasión” que, con fines
rece que ahí hay un corrimiento del adulto que analíticos, podría resumirse en la noción de
está en crisis. “indiferencia”:

Indiferencia y desatención Están todos traumados, preocupados por la


situación, buscan la comodidad y yo los en-
La figura del maestro errante, sistematizada tiendo. Y eso hace que no se jueguen… que
por Duschatzky (2007), resume algunos de muchos docentes aprueben y aprueben alum-
los obstáculos que debe atravesar un docente nos para sacárselos de encima. Y a mí me lo
en la actualidad: cargos temporales, trasla- han dicho. No los quieren desaprobar porque
dos constantes, salarios mínimos, escasez de no los quieren tener de nuevo, no los quieren
materiales didácticos, clases superpobladas, hacer repetir. Se los quieren sacar de encima
descontento de los padres, capacitación no porque se quieren sacar de encima a los padres
remunerada y trabajo adicional, entre otros. (preceptor, “escuela del barrio ferroviario”).
Al respecto, Southwell afirma: “antes que do-
centes somos ciudadanos que nos insertamos Hay profes cansados. Profes que corren de acá
y vinculamos con una sociedad poniéndonos para allá en una especie de vorágine… enton-
en diálogo con sus tendencias, sus problemas, ces vienen acá, se sientan y esperan que el chi-
sus urgencias, sus dilemas” (1999: 172). Lejos co rinda, haga, proponga, sea creativo (vicedi-
de tratarse de un asunto secundario, creemos rectora, “escuela de la periferia norte”).
que estas nuevas y complejas dificultades, su-
madas a la desconsideración estatal y el des- Creemos que el descontento con las con-
prestigio social, repercuten seriamente sobre diciones laborales repercute determinan-
la cuestión de la violencia. temente en la convivencia escolar. Muchos
A la desvalorización social del rol docen- docentes optan por refugiarse en el rol de es-
te se suma, en muchos casos, la oposición pectadores, de observadores inermes frente a
familia/escuela (Kornblit, 2008), donde algu- cualquier acontecimiento; para estos profeso-
nos padres, inconformes con el desempeño res agotados, sobrecargados, indiferentes, las
profesional de los profesores, han llegado a dificultades asociadas a la convivencia no son

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una prioridad, porque, exagerando un poco, decide correrse de su lugar de autoridad, deja
difícilmente cuentan con el tiempo y la pre- —y hasta promueve— que el joven “choque”
disposición para, al menos, tratar de entender directamente con un mundo que, siendo algo
las preocupaciones —y las reacciones— que pesimistas, se revela excesivamente indivi-
manifiestan sus alumnos. dualista y escasamente simbólico.
El deliberado abandono del lugar de au- Cuando el adulto decide correrse delibe-
toridad genera un emplazamiento vacío de radamente de su lugar como portavoz y pro-
significado; el trabajo docente se reduce, tector, comienzan a establecerse otros modos
entonces, a lo que podría considerarse una de relación. Esta reconfiguración se evidencia
asistencia, un acompañamiento o, en otros en la anulación de las líneas divisorias que
términos, a ser alguien dispuesto para, senci- históricamente han separado a los jóvenes de
llamente, “evitar que se maten”. Como señala los adultos. Aquí consideramos pertinente ci-
Southwell, “la docencia —como tarea y como tar el testimonio de una vicedirectora (corres-
rol social— es una de esas prácticas sociales pondiente a la “escuela del centro”) y el de un
que se han sedimentado y cuyos puntos de preceptor (correspondiente a la “escuela del
origen, así como las decisiones que contribu- barrio ferroviario”):
yeron a su conformación, se han ido volviendo
menos evidentes” (1999: 170). Eludir las respon- Hay una falta de compromiso de los padres.
sabilidades generacionales y éticas que debe- Yo la llamo “la escuela sin padres” porque la-
rían asumir adultos y educadores representa mentablemente los largan solos a los chicos y
un debilitamiento en la relación —y en las di- los chicos no están en una edad para largarse
ferencias— que debería existir entre adultos y solos. Recién empiezan a vivir… Lo que más
jóvenes. Lejos de favorecer la autonomía o la necesitan los chicos es un diálogo en casa.
independencia, creemos que la indiferencia de Uno en la escuela les puede explicar mil veces
los adultos habilita la sustitución de códigos y las cosas, pero después, cuando salen de acá,
el retraimiento de los jóvenes hacia el propio tienen otro tipo de vida.
grupo de pares, y afianza la consolidación de Hemos citado a padres de chicos proble-
un mundo “artificial”, autorregulado por es- máticos y no van nunca, o cuando van, van de
tructuras en cierto modo clánicas o tiránicas. mala gana. Cuando vos les decís lo que no les
Al adentrarnos en la cuestión de la indi- gusta escuchar, te agreden. Los padres, por lo
ferencia de un modo más esquemático, pa- general, no te respaldan, depositan a los hijos
reciera que muchos adultos, incluso algunos en la escuela y siempre les dan la razón a ellos.
educadores, prefieren posicionarse en el lugar
de observadores, por los motivos ya descritos; Pareciera, por lo tanto, que hoy estamos
asumen que si un joven camina en dirección en presencia de un proceso de identificación
a una piedra es mejor que la embista para que inverso al establecido en la modernidad. En
aprenda de manera autónoma —y con una línea con Corea y Lewkowicz (1999), hoy po-
magulladura— que sería mejor esquivarla. dríamos decir que muchos adultos intentan
Incluso, cuando el adulto es consciente de los asemejarse cada vez más, en apariencia y en
riesgos a los que el joven se expone, en el ejem- comportamiento, a los jóvenes. Esto no sólo
plo mencionado el adulto decide privar al jo- implica una reconfiguración en las relacio-
ven de la protección que, fundada en el bagaje nes que históricamente se establecieron entre
cultural y en la diferencia intergeneracional, unos y otros, sino que recrudece el encapsula-
supone la intervención del adulto. En resu- miento de los segundos.
men, podríamos decir que, cuando un adulto

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La incertidumbre en la La situación de los hombres del Cuerpo
perspectiva de futuro de Voluntarios era desesperada: se trataba de
como factor agravante un grupo de jóvenes dispuestos a luchar, pero
sin causa por la cual hacerlo. Es entonces que
Muchas investigaciones dedicadas a la violen- estos exsoldados comenzaron a optar por al-
cia en las escuelas identifican la incertidum- ternativas más radicales; por ejemplo, atentar
bre respecto al futuro como uno de los prin- contra los responsables del Tratado de Ver-
cipales agravantes de la problemática tratada salles. Al emplear la violencia como recurso
(Duschatzky y Corea, 2013; Bleichmar, 2008; para manifestar su descontento, estos jóvenes
Castorina, 2008; Kornblit, 2008; Kaplan, 2009, despojados de futuro intentaron volcar sus
entre otros). Dentro de esta categoría podrían frustraciones sobre aquéllos que prefirieron
incluirse dos procesos determinantes: el de- deponer las armas y firmar el pacto.
clive de las instituciones y la ruptura con la De acuerdo con el relato recién citado, la
idea de progreso infinito. ausencia de porvenir, la incertidumbre y el
En Civilización y violencia, Elias (1981) in- “sinsentido” constituirían las causas que ha-
troduce la ausencia de futuro como uno de brían conducido a estos jóvenes a materializar,
los principales detonantes de la violencia, y lo mediante recursos comúnmente considerados
explica a partir de un hecho histórico: tras la violentos, su imposibilidad de previsión, de
derrota de los soldados alemanes en la Prime- proyección, de anhelo, etc. Aquí la violencia re-
ra Guerra Mundial, los miembros del ejército presenta un modo material, sencillo y eficaz de
derrotado conformaron un Cuerpo de Vo- habitar el presente, de gozar la espontaneidad.
luntarios. Este movimiento —leal a un país De lo hasta aquí desarrollado podríamos
que había dejado de existir del modo en que lo deducir que, sin anclajes ni proyección de fu-
conocían al inicio de la guerra— se encontra- turo, no sería necesario construir condiciones
ba en una situación desesperada: la causa por pacíficas de convivencia. Sin el reconocimien-
la que estaban dispuestos a entregar su vida to mínimo de un orden simbólico, todo está
había desaparecido en manos de los enemi- permitido; dicho de otro modo, al no existir
gos y en manos de los propios alemanes, más un reconocimiento consensuado del límite, la
específicamente, de aquéllos que prefirieron idea de trasgresión no tiene ningún significa-
rendirse. Sin país por el cual luchar, estos jó- do. Esto sugiere que la convivencia constitu-
venes autoconvocados —en torno a una cau- ye un aprendizaje, un esfuerzo por aceptar al
sa debilitada— se encontraron estancados en otro en el marco de un orden que excede las
una situación de profunda incertidumbre. En individualidades y garantiza que los esfuerzos
palabras del propio Elias: por coexistir pacíficamente valen la pena, que
serán retribuidos —al menos— con la edifica-
En una situación así, los jóvenes necesitan ción de un mejor porvenir. “¿Por qué cumpli-
básicamente por lo menos tres cosas… Ne- mos la ley? ¿Por qué aceptamos las normas?
cesitan perspectivas de futuro; necesitan un Porque sabemos que siempre perdemos algo
grupo de personas de la misma edad… y, en a cambio de ganar algo” (Bleichmar: 2008: 36).
tercer lugar, necesitan un ideal, una meta que La renuncia al goce inmediato se sustenta
dé sentido a su vida. Para la mayoría de los en la perspectiva de futuro; tal como vimos
miembros del Cuerpo de Voluntarios, con el con el ejemplo narrado por Elias (1981), la im-
derrumbamiento de Alemania se había perdi- posibilidad de proyectar un futuro conlleva
do exactamente eso que para ellos constituía un peligroso ascenso del presente y la inme-
el fin último, una tarea con sentido muy supe- diatez. Estas condiciones efímeras y espon-
rior al de la propia vida (Elias, 1981: 147). táneas de habitar el ahora se erigen como un

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nuevo dogmatismo centrado en la convicción Con cierto pesimismo, Bleichmar con-
de que el presente es la única opción posible. cluye que “con su capital simbólico, este país
Con los pertinentes recaudos teóricos, la sigue participando del mundo. Pero los niños
situación de muchos jóvenes argentinos en han quedado excluidos de la adquisición de
edad escolar también podría considerarse ese capital simbólico. Los padres los man-
como una situación atravesada por una pro- dan a la escuela con muy poca confianza en
funda incertidumbre: el futuro” (2008: 41). En este contexto, uno de
los desafíos que debe plantearse la escuela es
En nuestro país una enorme cantidad de chi- encontrar el modo en que los jóvenes puedan
cos no tienen claro cuál es su futuro o direc- superar el presente más allá de su condición
tamente no anhelan un futuro y viven en la de origen; que puedan plantearse el reto de
inmediatez total… Se ven reducidos a la in- hacer algo más, algo nuevo, algo mejor.
mediatez de la vida que les ha tocado y nadie
les propone soñar un país distinto desde una Conclusiones
palabra autorizada (Bleichmar, 2008: 32).
El corrimiento del adulto justificado en la pre-
La ausencia de una palabra autorizada servación de la autonomía del joven constitu-
que invite a edificar un porvenir sugiere que ye un rasgo característico de nuestro tiempo,
muchos jóvenes difícilmente puedan alcan- que repercute de manera directa en el proble-
zar ese nivel de preocupación por ellos mis- ma de la violencia en las escuelas. La liberación
mos. Por el contrario, creemos que una de las del joven en favor de su independencia supo-
principales metas de la educación debería ser ne una ruptura con los valores que dieron for-
“hacer sitio al que llega” (Meirieu, 1998: 81) o, ma a la modernidad, pero, al mismo tiempo,
en otros términos, introducir la preocupación genera un vacío de autoridad que se completa
por el futuro y crear las condiciones para que con la ley del más fuerte. Bajo la premisa de
los jóvenes puedan adentrarse progresiva- preservar la autonomía de los jóvenes, hoy se
mente al mundo con la posibilidad de llevar han desdibujado las barreras intergeneracio-
adelante sus propios proyectos. nales, lo cual obliga a los nuevos a construir
Con la crisis de la modernidad en térmi- su propio mundo al margen de la protección
nos generales, y el debilitamiento simbólico de una cultura.
y material de la escuela en términos algo más En este escenario (acaso un poco apoca-
específicos, la fusión entre escuela y futuro líptico) de desregulación generalizada, los
que, históricamente, le confirió sentido de jóvenes deben autogobernarse establecien-
existencia a la primera, parece haberse reple- do sus propios códigos, sus propias leyes, en
gado en favor del presente, del ahora, de lo suma, su propio mundo. Esto los conduce a
efímero. El testimonio de una vicedirectora enfrentar una serie de riesgos: por un lado, los
(perteneciente a la “escuela de la periferia nor- provenientes del exterior, es decir, las conse-
te”) se adentra en esta temática: cuencias de chocar, de manera directa y sin
cuidados, con una serie de cánones sociales
La persona que no tiene trabajo, que no tiene organizados en torno a un ferviente indivi-
plata, que no tiene esto, que no tiene lo otro… dualismo; y por otro, los inherentes al propio
eso también provoca [violencia]. Pero si tienen grupo, esto es, la lucha con los pares por esta-
la posibilidad de hacer un curso ya hay otra blecer las relaciones de dominio. De acuerdo
cosa en la cabeza de ese joven, eso va a ayudar con Furlán, “la importancia de los pares en
a que haya menos violencia. grupos cerrados es apenas consecuencia de

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aquel apartamiento que significa crecer en margen de un orden simbólico, constituye un
medio de la desolación” (2013: 16). medio de relación, de imposición, de deman-
Si centramos la atención en el autogobier- da. Frente a la decisión de la mayoría no hay
no de los jóvenes y empleamos algunas herra- modo alguno de rebelarse, porque el joven
mientas conceptuales inicialmente pensadas se encuentra atrapado entre dos mundos: el
por Arendt, es posible trazar cierta analogía de los adultos, que aún se encuentra cerrado
entre los modos en que los jóvenes se rela- para él, y el de sus pares, al que debe subordi-
cionan entre sí y ciertos esquemas tiránicos narse —y hasta humillarse— para sobrevivir
de dominación. En esta clase de estructuras (Arendt, 1996).
se impone la ley del más fuerte y la iguala- En este marco interpretativo pareciera
ción de los dominados por su condición de que, en términos generales, los adultos no tie-
minoría o “inferioridad” (física, económica, nen —o no saben cómo hallar— respuestas a
nacionalidad de origen, elección de género, los problemas que deben enfrentar los jóvenes
etc.). Bajo un orden tiránico, el único modo en edad escolar. Este desencuentro hace que
de sobrevivir es a través de la obediencia y la muchos jóvenes consideren el grupo de pares
sumisión, y con ello se anula cualquier intento como el primer referente, y le asignen un va-
de manifestación singular. En este marco, la lor primordial al presente, a la inmediatez y,
violencia, entendida como una manifestación atendiendo las advertencias de Elias (1981), a la
con un fuerte contenido físico que se revela al violencia.

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N. Patierno | Violencia y autoridad en la escuela secundaria 27
Ciberacoso desde la perspectiva docente
Discursos, percepciones y estrategias de profesores
en dos ciudades de Chile y México
Isabel Pavez* | Ligia García-Béjar**

A pesar del aumento de las cifras de uso de Internet y redes sociales en Palabras clave
Latinoamérica, y de la prevalencia de ciberacoso, existe poco conoci-
miento de la realidad que enfrentan los docentes de esta región. A través Internet
de una aproximación cualitativa, esta investigación explora discursos y Ciberacoso
experiencias de docentes en Chile y México en las ciudades de Santiago y Práctica docente
Guadalajara sobre esta problemática, y sus herramientas para lidiar con
estas situaciones. Para ello se entrevistó en profundidad a 57 docentes Redes sociales
de escuelas de bajo, medio y alto nivel socioeconómico y que tienen a su Investigación cualitativa
cargo alumnos entre 12 y 17 años. Los principales resultados indican que
la confianza de los docentes para identificar ciberacoso aumenta cuando
ellos mismos son usuarios de redes sociales, que su preparación para pre-
venirlo e intervenirlo es crucial, y que las instituciones deben poner este
tema como prioridad, pues es un fenómeno creciente y aún inexplorado
por los profesores.

Despite rising figures on use of the internet and social networks in Latin Keywords
America, and on the prevalence of cyberbullying, there is scant knowledge of
the reality teachers in the region face. Through a qualitative approach, this Internet
investigation explores discourses and experiences of teachers in Chile and Cyberbullying
Mexico, in the cities of Santiago and Guadalajara, related to this issue, and Teaching practice
the tools they use to cope with such situations. For this purpose, we conduct-
ed in-depth interviews with 57 teachers at schools classified at low, middle, Social networks
and high socioeconomic level, who are responsible for students between 12 Qualitative research
and 17 years of age. The main results indicate that teachers’ confidence in
identifying cyberbullying increases when they themselves are users of social
networks, that their preparation to prevent it and intervene is crucial, and
that institutions need to make the issue a priority because it is a growing
phenomenon which remains largely unexplored by teachers.

Enviado: 8 de octubre de 2018 | Aceptado: 11 de octubre de 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58850
* Profesora asistente en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Los Andes (Chile). Doctora en Comu-
nicaciones. Consultora para la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe
(CEPAL) y la UNESCO. Líneas de investigación: usos de tecnología en poblaciones vulnerables; inclusión digital;
género; TIC, con especialización en metodologías cualitativas. CE: mipavez@uandes.cl
** Estudiante del Doctorado en Comunicación en la Universidad de los Andes (Chile). Secretaria de Investigación
de la Escuela de Pedagogía de la Universidad Panamericana, campus Guadalajara (México). Maestría en Radio,
Televisión y Cine. Líneas de investigación: industria de la comunicación (engagement y consumo audiovisual);
educomunicación y enseñanza de competencias de investigación. Publicaciones recientes: (2009), “The Media in
Paraguay: A locked nation in times of change”, en A. Albarran (ed.), The Handbook of Spanish Language Media,
Routledge, pp. 202-207; (2007, en coautoría con A.B. Albarran y T. Anderson), “What Happened to our Audience?
Radio and new technology uses and gratifications among young adult users”, Journal of Radio Studies, vol. 14,
núm. 2, pp. 92-101. CE: ligarcia@up.edu.mx

28 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


Introducción se trata de un fenómeno que puede tener al-
cances significativos en la salud mental de las
En América Latina ha crecido significativa- personas, además de que lo considera como
mente el uso de la tecnología y las redes socia- uno de los efectos más negativos asociados al
les, al punto que su uso es comparable al de los uso de tecnologías de la información. Tokuna-
países desarrollados (Pew Research Center, ga (2010) define el ciberacoso como cualquier
2016; Pavez, 2014). De acuerdo con un estudio comportamiento realizado a través de medios
de Lenhart (2015) sobre los usuarios de tecnolo- electrónicos o digitales por individuos o gru-
gías de la información, destaca el alto número pos que emiten repetidamente mensajes hos-
de adolescentes conectados, los cuales experi- tiles, violentos y agresivos destinados a causar
mentan una inmersión total de su cotidianidad daño o molestia a una o más personas. 
en el uso de redes sociales y plataformas digi- Sin embargo, a pesar del incremento del ci-
tales. No obstante sus innumerables ventajas, beracoso, de la importancia que tiene la escue-
las tecnologías de la información y el acceso a la en los procesos de socialización de los ado-
Internet han propiciado complicaciones en la lescentes, y de que los educadores constituyen
relaciones que se establecen a través de esta red, uno de los principales agentes educativos en
particularmente entre los niños, adolescentes y esta etapa, desde la perspectiva preventiva y
jóvenes, que se pueden ver expuestos a diversas correctiva, éstos no siempre cuentan con las
formas de violencia por esas vías, o que pueden herramientas para mediar el uso de las tecno-
ser responsables de ciberacoso (Abele et al., logías de la información (Berrios et al., 2015).
2012; Cabello, 2013). La evidencia indica que, en Esto porque si bien el acoso escolar no es un
la medida en que la tecnología evoluciona y el tema nuevo, el ciberacoso, como una deriva-
acceso a ésta se hace más sencillo, la violencia ción del anterior, es un fenómeno emergente
a través de las redes asciende, sobre todo entre que se ha convertido en un problema en la fa-
los adolescentes (Holfeld y Grabe, 2012; Hayas- milia y, sobre todo, en la escuela (Smith et al.,
hibara, 2017; Wright, 2017). 2008). Más aún, lo que sucede en el salón de
Los altos niveles de conectividad y la falta clases tiene una relevancia especial: de acuer-
de regulación hacen de Internet un contexto do con López et al (2012), el ciberacoso debe ser
en el que confluye una diversidad de propósi- analizado tomando en consideración los dis-
tos de uso, incluidos aquéllos asociados con la tintos niveles de participantes y testigos que
violencia, la adicción, la utilización de infor- operan en y a través de él; es por ello que, una
mación privada, etc. En este sentido, se pueden acertada prevención e intervención educativa
detectar usuarios más vulnerables que otros: son temas primordiales para el tratamiento de
por el hecho de estar en una etapa de desarrollo estas conductas (Burnham y Wright, 2012).
de la personalidad, de sus emociones y de sus La evidencia indica que, además de los
hábitos de comunicación, y dada la facilidad padres y familiares, los docentes tienen un rol
de acceso a las tecnologías en esa etapa, los crucial en fenómenos ligados al acoso escolar
niños y jóvenes pueden ser terreno fértil para (López y Ramírez, 2014). Son ellos quienes
protagonizar o padecer situaciones de agresión tienen a su cuidado las dinámicas y relacio-
cibernética (Ortega-Barón et al., 2016; Notar et nes personales dentro del aula, quienes hacen
al., 2013). En este contexto, el ciberacoso se con- frente a los conflictos e, idealmente, quienes
sidera como un fenómeno de interés educativo. reducen las posibilidades de cualquier tipo de
El acoso, que ha sido estudiado por el im- intimidación y de comportamiento agresivo
pacto educativo que tiene, ha dejado de tener (Sigal et al., 2013; Huang y Chou, 2013; Battis-
dimensión física y se ha complejizado con el tich et al., 1995). Diversos estudios dan cuenta
uso de las tecnologías. Para Ortega et al. (2012) de que la capacidad percibida de los alumnos

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I. Pavez y L. García Béjar | Ciberacoso desde la perspectiva docente 29
de cómo los profesores enfrentan el ciberaco- los profesores tanto para tomar conciencia so-
so entre sus estudiantes es un predictor positi- bre esta problemática, como para desarrollar
vo de ocurrencia de casos (Elledge et al., 2013). estrategias de abordaje (Huang y Chou, 2013).
Otros autores sugieren que la percepción de En tanto, a pesar de que los casos de cibe-
los profesores sobre las consecuencias del ci- racoso han aumentado (McClanahan et al.,
beracoso también influye, tanto en la impor- 2015), la investigación de este tema en la región
tancia que se le da al trabajo con los alumnos latinoamericana desde la perspectiva docente
como en las herramientas que el docente ad- es escasa. En Chile, Rioseco y Meléndez (2017)
quiere para manejarlo (Sigal et al., 2013).  sugieren que el tratamiento del ciberacoso
En cambio, si los profesores no perciben implica un reto educativo para profesores que
el ciberacoso como un problema, los recursos recién se integran al campo profesional, dado
y esfuerzos de las escuelas para implementar que replantea la manera en la que entienden
estrategias de prevención tienden a no dar re- la violencia y cómo se preparan para enfren-
sultados (Stauffer et al., 2012). Además, se ha in- tarla. Por otro lado, en un estudio realizado
dicado una falta de preparación en los docentes en escuelas de estrato socioeconómico alto,
para identificar y manejar específicamente el medio y bajo en la región de Viña del Mar,
acoso cibernético (Bauman et al., 2008; Li, 2008). Menay-López y De la Fuente-Mella (2014)
Adicionalmente, está comprobado que la revelaron que Facebook es la red social más
presencia de ciberacoso en el entorno escolar usada en todos tipos de escuelas para realizar
tiene impacto en el rendimiento académico, ciberacoso y que tener acceso a teléfonos celu-
en la participación en actividades escolares e lares también lo facilita.
incluso en los niveles de asistencia a la escue- En México, una investigación realizada
la. Dichos indicadores pueden agravarse si por Ortega-Barón y González (2016) con 397
el estudiante no ve en el profesor una autori- estudiantes de nivel medio superior encontró
dad capaz de ayudarle a resolver el problema que hay una correlación entre este fenómeno y
(Ortega-Barón et al. 2016). Por ejemplo, en el rendimiento académico de los alumnos. En
una investigación conducida en Australia los el mismo tenor, en un proyecto desarrollado
resultados indicaron que los jóvenes conside- en 34 centros escolares por Lucio (2008) se de-
ran que sus profesores no entienden ni están tectó que 20 por ciento de los estudiantes de ni-
conscientes del ciberacoso porque no tienen vel medio superior son víctimas de ciberacoso.
suficiente conocimiento sobre las compleji- Más aún, como parte de un proyecto del go-
dades del mundo digital (Tangen y Campbell, bierno se aplicó un estudio a nivel nacional en
2010). Esto concuerda con resultados de otros el que se concluyó que en México los hombres
estudios en Europa, donde se ha señalado la de 12 años en adelante son los que más usan el
falta de capacitación respecto del uso de TIC celular y navegan por Internet, y entre quienes
en las escuelas; mientras de que la tendencia se identificaron más casos de ciberacoso (INE-
es a no abordar ni tener programas respecto GI, 2015). Cabe señalar que en 2016 la Cámara
del acoso en línea, estudios recientes aseveran de Diputados del Estado mexicano tipificó el
que la implicación activa del profesorado en acoso como delito en el código penal (Vargas,
este problema le otorga a los alumnos un pro- 2018). En Chile, por otro lado, se trabaja actual-
tagonismo crucial para reforzar positivamen- mente en un proyecto de ley para mitigar y
te la reflexión y prevención del mismo (Jager detener el ciberacoso escolar (Vercelino, 2019). 
et al., 2010; Livingstone et al., 2017; Jiménez et Como se evidencia en la literatura, un ma-
al., 2018). Otras investigaciones sugieren que la yor dominio de herramientas digitales por
familiaridad con las nuevas tecnologías —es- parte de los profesores, combinado con capaci-
pecialmente con las redes sociales— capacita a tación sobre el tema y la existencia de políticas

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I. Pavez y L. García Béjar | Ciberacoso desde la perspectiva docente
en los establecimientos educacionales sobre Metodología
el manejo del ciberacoso, tendría un impac-
to positivo en la prevención, identificación y Participantes (población y muestra)
contención del mismo en el contexto escolar La presente investigación fue diseñada siguien-
(Cassidy et al., 2012). Sin embargo, persisten do un enfoque cualitativo interpretativo feno-
cuestionamientos sobre las vivencias que tie- menológico (Álvarez-Gayou, 2012), de alcance
nen los profesores acerca de este fenómeno y exploratorio y con un diseño no experimental,
qué conocimientos consideran que necesitan con el fin de profundizar sobre cómo los pro-
para afrontarlo; y, al mismo tiempo, cada vez es fesores se autoperciben y se familiarizan con
mayor la necesidad de que los maestros desa- el acoso en línea. Este diseño de investigación
rrollen, como parte de su trabajo escolar: una permite obtener una comprensión profunda
mayor comprensión sobre el uso de las tecno- de un fenómeno emergente con énfasis en la
logías, la naturaleza del ciberacoso, sus formas comprensión del contexto en el que sucede y
de mediación y las implicaciones para los agre- desde la voz de sus protagonistas; en el caso del
didos, los agresores o ciberagresores, y para el ciberacoso, da cuenta de las experiencias de los
contexto educativo en el que se desarrolla y del maestros en cuanto a su conocimiento y abor-
que ellos son parte. Finalmente, la escasez de daje, así como sobre sus discursos asociados
investigación desde la perspectiva docente no a dicho fenómeno. Este enfoque interpretati-
permite, hasta el momento, tener protocolos vo es útil para centrarse en el por qué y cómo
claros de conducción y ámbitos de interven- (Esterberg, 2002); para ello se utilizó la técnica
ción docente propicios. Ante este panorama, la de la entrevista en profundidad estructurada
pregunta de investigación que guía este proyec- (Dezin y Lincoln, 1994) con la idea de dar voz
to es: ¿cuáles son las percepciones, discursos y a los participantes y como medio para obtener
experiencias de los profesores de secundaria en un conocimiento más amplio sobre sus dis-
México y Chile sobre las herramientas y estra- cursos sobre el ciberacoso.
tegias que tienen para identificar e intervenir Si bien una limitación de esta metodología
en el ciberacoso entre sus estudiantes? es la incapacidad de generalizar los resulta-
El foco de esta investigación es dilucidar dos, las entrevistas en profundidad permiten
cómo se da el ciberacoso desde la perspectiva conocer razonamientos y sentimientos que
de los profesionales que guían la formación hacen posible la interpretación de la realidad
de niños y jóvenes en contextos escolares en que se vive en el contexto de los participan-
Chile y México. De acuerdo con un estudio tes. Para enriquecer este estudio y realizar
bibliométrico sobre el tema, en Latinoamé- una investigación comparativa se reclutaron
rica 88 por ciento de la producción científica maestros de Santiago, Chile, y Guadalaja-
está dirigida al acoso escolar, sólo 8.1 por cien- ra, México. Se escogieron estos países por
to al ciberacoso, y 3.8 por ciento a la combina- ser punteros, junto con Uruguay, en cuanto
ción de ambos (Herrera-López et al., 2018). El a acceso y velocidad de Internet en la región
mismo artículo registra que Brasil y Colom- (Páez, 2016; Rojas y Poveda, 2018). Además,
bia son los países que más lo han estudiado, de acuerdo con Palafox (2013), ambos países
seguidos por México y Chile: entre el 2005 y el presentan promedios altos de educación del
2016, en México se han publicado tres artícu- grupo de edad de 15 a 24 años en Latinoamé-
los sobre el tema y en Chile dos, todos desde rica, pues han logrado la obligatoriedad de la
la perspectiva cuantitativa; es por ello que se educación media y media básica (secundaria y
considera un aporte metodológico presentar preparatoria) en la región.
las experiencias desde la voz de los actores y Los participantes fueron elegidos siguien-
espectadores de este fenómeno. do un muestreo intencional por accesibilidad

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I. Pavez y L. García Béjar | Ciberacoso desde la perspectiva docente 31
(Silverman, 2013), que consiste en el recluta- Procedimiento
miento de profesores-jefes de alumnos de en- Las entrevistas siguieron tres temas principa-
tre 12 y 17 años de los niveles de secundaria y les: 1) el nivel de uso y la autopercepción de ha-
preparatoria, ya que son los que corresponden bilidades de Internet del docente. Se hizo par-
a los cursos donde el fenómeno es más genera- ticular énfasis en su uso de las redes sociales,
lizado en la región (Pavez, 2014). Esta selección tanto para su vida personal como profesional;
fue guiada por una mezcla de criterios previos 2) la siguiente sección estuvo dedicada al fenó-
y de contingencia (Bryman, 2012). Se incluyó meno del ciberacoso. Se abordó la familiariza-
a educadores a cargo de grupos de niños y jó- ción del participante con el concepto, sus pun-
venes de diferentes orígenes socioeconómicos, tos de vista, y sus experiencias y conocimientos
contextos educativos y áreas urbanas (colegios sobre las políticas escolares o cualquier otro
públicos y privados), con el fin de ofrecer una tipo de herramienta para tratar el abuso en lí-
visión más completa. Cabe destacar que no nea. En esta sección se invitó a los docentes a
hubo una evaluación previa de las habilidades reflexionar sobre posibles agresores y víctimas,
digitales de los participantes; toda la informa- qué tipo de elementos podrían desencadenar
ción se obtuvo a partir de las entrevistas, en las este tipo de conducta y su rol en situación; 3) fi-
cuales se abordó su autopercepción. Se aspiró nalmente, se reflexionó sobre su conocimiento
a conseguir diversidad en términos de género, sobre el aula y las dinámicas entre sus alumnos,
edad y estrato socioeconómico de la escuela. el conocimiento de los abusos de cualquier tipo
Las entrevistas se recogieron en las escuelas y las condiciones particulares de los niños y los
de los docentes y cada uno de ellos firmó un jóvenes a los que tienen a cargo. Entre los datos
consentimiento informado; así mismo, se to- sociodemográficos recabados se incluyó a las
maron los criterios éticos necesarios, como la redes sociales a las que accede diariamente el
Declaración de Helsinki, para la recogida de profesor, sus años de experiencia (como profe-
datos y la documentación de los mismos, ya sional y como profesor de un grupo particular),
que las instituciones de afiliación de las auto- el más alto grado educacional obtenido (diplo-
ras no tienen un protocolo de ética propio.  ma, máster, doctorado, entre otros), edad de
En Chile se contó con 32 participantes de los estudiantes que tienen a su cargo y la deno-
escuelas urbanas de Santiago. La mitad de ellos minación socioeconómica de la escuela donde
eran mujeres; el rango etario fue de entre 24 y trabajan actualmente.
65 años. Todos ellos son usuarios de redes so-
ciales; la más popular es Facebook: 22 de los Instrumentos y técnicas de investigación
participantes totales se reportaron como usua- Las entrevistas fueron transcritas e ingresa-
rios regulares (accedieron a ella más de tres ve- das al software para el análisis de datos cua-
ces por semana en los últimos tres meses). Por litativos Nvivo. La estrategia utilizada para el
su parte, en México participaron 24 profesores análisis fue la codificación temática o selec-
de escuelas urbanas y rurales de Guadalajara, tiva (Boyatzis, 1998; Kuckartz, 2014), donde
18 mujeres y 6 hombres, cuyas edades oscilan se exploraron las temáticas abordadas en la
entre 24 y 59 años. Al igual que en Chile, son guía de entrevista, pero también surgieron
usuarios regulares de redes sociales; las más temas emergentes que se añadieron a las ca-
populares son Facebook y WhatsApp. Cabe tegorías de análisis, tales como: prácticas de
resaltar que la presencia de más profesoras en los docentes en redes sociales; percepciones
México es debido a que, según cifras del Ins- sobre ciberacoso y su gravedad; experiencias
tituto Nacional para la Evaluación de la Edu- directas o indirectas alrededor de este fenó-
cación (INEE, 2015), la presencia de mujeres do- meno y herramientas para manejarlo. La pre-
centes es de alrededor de 69.5 por ciento. sentación de resultados se hará a partir de un

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I. Pavez y L. García Béjar | Ciberacoso desde la perspectiva docente
análisis verbal-interpretativo (Kuckartz, 2014), meno, sobre todo dada su comprensión del en-
haciendo recuento, por categoría, de aspectos torno actual y de las características que perci-
importantes de lo que fue expuesto por los ben en sus alumnos adolescentes. A pesar de la
participantes. Las temáticas o categorías se- importancia que le dan al tema, algunos de ellos
leccionadas para el análisis y la presentación comentan que no les corresponde directamente
de los resultados emanaron de la reducción actuar ante ese problema, pero otros mencio-
de los datos y la clasificación de las ideas com- nan que ellos son los primeros con posibilidad
partidas por los profesores en función de sus de identificar, detener o contener una situación
percepciones, discursos, experiencias y estra- de ciberacoso. En Chile esta brecha se vio mar-
tegias para tratar el ciberacoso en sus aulas. Se cada por el factor generacional: los docentes
tomó la decisión de utilizar la verbalización más jóvenes se ven inclinados hacia la idea de
para analizar fenomenológicamente los dis- que, a pesar de que la situación de abuso no se
cursos, experiencia, herramientas y estrate- dé en la sala de clases, impacta directamente en
gias seguidas por los profesores. la dinámica de grupo y por esa razón debe ser
abordada; en cambio, los de mayor edad y expe-
Análisis y resultados  riencia docente expresaron su temor a involu-
crarse en temas en los que no se pueden o deben
Percepciones y discursos sobre ciberacoso hacer responsables ni tomar parte, puesto que
La mayoría de los profesores en ambos países hacerlo tendría un impacto directo en su carre-
se mostraron capaces de conceptualizar el ci- ra. En México la brecha no fue tan marcada. La
beracoso y definirlo en términos de: molestar, mayoría de los profesores expresaron, al menos,
abusar, denigrar, vulnerar derechos, hacer estar familiarizados con el tema. 
mal uso de información, discriminar, y vio-
lar la privacidad e intimidad de una persona Experiencias de ciberacoso
usando, sobre todo, redes sociales. Por ejem- En cuanto a sus experiencias y la capacidad de
plo, algunas de las percepciones incluyeron: contener el problema, existe una incertidum-
bre general que se ve aminorada a partir de la
Una acción que hiere a una persona usando familiaridad con el fenómeno y de desarro-
Internet, una molestia grande contra la volun- llar habilidades de contención emocional en
tad del chico. Aquí en la secundaria es muy co- el salón de clases, sobre todo por tratarse de
mún (mujer, 42 años, 19 años de experiencia, adolescentes. 
escuela NSE medio, México).
Existe el temor de quedar atrapados en una
Intencionalidad negativa de una persona atrás situación como el acoso cibernético, que pue-
de una pantalla (mujer, 46 años, Guadalaja- de terminar en la fiscalía. Esto me ha hecho
ra, 15 años de experiencia, escuela NSE bajo, particularmente reacio a involucrarme en
México). el mundo de las redes sociales, a ser parte de
cualquier grupo, y me doy cuenta de que, ob-
Molestar vía Internet. Lo que no te animas viamente, me estoy volviendo oxidado porque
a decirle a alguien en vivo, lo haces utilizan- no estoy realmente seguro de cómo navegarlas
do una red social (mujer, 32 años, 8 años de [las redes sociales], y tiene un costo para mí no
experiencia, Guadalajara, escuela NSE alto, saber de Internet en estos tiempos. Creo que
México). puedo aprender rápidamente los conocimien-
tos, pero tengo miedo de involucrarme más de
En los dos países la tendencia de los parti- lo debido (hombre, 58 años, 25 años de expe-
cipantes fue a estar familiarizados con el fenó- riencia, escuela NSE medio, Chile).

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I. Pavez y L. García Béjar | Ciberacoso desde la perspectiva docente 33
Me siento obligada a estar alerta sobre el mienzan dentro del aula. Algunos participan-
tema… En el día a día en la escuela, a par- tes tienen décadas de experiencia y la utilizan
tir de que surgen los casos se han tratado de para tratar con diferentes clases de estudiantes
marcar pautas de resolución; no creo que en y para manejar situaciones abusivas dentro del
la escuela se le tenga miedo al tema (mujer, 32 aula. Esto les permite reconocer cuando las
años, 8 años de experiencia, escuela NSE alto, dinámicas grupales se vuelven viciosas y hay
México). una señal de alerta con respecto a la violencia
y el abuso. Sin embargo, las experiencias de los
Independiente del país y la caracterización profesores participantes en relación al cibera-
socioeconómica de la escuela, los participan- coso son diversas. La tendencia indica que la
tes afirmaron haber escuchado sobre el cibe- experiencia docente no ayuda cuando se in-
racoso; sin embargo, la tendencia indica que tenta identificar lo que sucede en línea, pues-
en México los profesores han tenido al menos to que cuando llega el momento de fomentar
una experiencia en su grupo de curso o de ca- relaciones sanas en el ciberespacio y descar-
sos a nivel de escuela donde se considera que tar el uso indebido de nuevas tecnologías, los
se trata de un problema creciente. profesores admiten que necesitan evidencia
física o rumores para seguir la amenaza. Por
No ves venir el ciberbullying, es algo que vas in- otro lado, hay profesores con menos años de
tuyendo y cuando explota tratas de resolverlo, experiencia como educadores que se reportan
no te puedes andar por las ramas en ese tipo como más confiados y experimentados en las
de cosas, te enteras y se pone una solución, tra- redes sociales y sobre cómo detectar situacio-
bajas con el atacado y con el atacante (hombre, nes problemáticas. Aunque la mayoría de los
41 años, 15 años de experiencia, escuela NSE profesores se siente confiada en su capacidad
alto, México). de reconocer un perfil de alumno susceptible
de molestar o de ser molestado, no todos sa-
También se observa en las entrevistas que ben si los patrones del acoso son aplicables al
hay menos casos en escuelas públicas mexica- ciberacoso. Unos consideran que sí, pero otros
nas que en las privadas. Esto se podría explicar estiman que en el ciberacoso no hay patrones
porque en algunos planteles públicos el acceso claros, pues con el uso de la tecnología se rom-
a la tecnología y a dispositivos móviles es bajo pen esquemas y temáticas con base en los cua-
por el nivel socioeconómico de los alumnos, les se molesta a alguien:
lo que tiene relación con estudios que indican
que al aumentar el acceso a TIC aumenta el ci- No creo que haya mucha diferencia entre el
beracoso (Holfeld, y Grabe, 2012). espacio público y el espacio virtual respecto
al acoso. Me parece que los implicados son los
Hemos tenido mucho sobre ese tema y cómo mismos actores, el agresor, el que es agredido,
se maneja. En la escuela sabemos qué hacer, y están los demás que tienen una participación
tenemos un protocolo y se siguen pasos muy pasiva que a mí me parece que desde ahí los
específicos. Lo tenemos muy muy presente. Se maestros tenemos que tener mucho cuidado.
hace entrevista a los victimarios, las víctimas, Estamos poniendo el foco en el que es agre-
los observadores; se hace un consejo para de- dido y el agresor, pero nos tenemos que pre-
terminar las consecuencias (mujer, 34 años, 9 guntar qué pasa con los demás que estaban
años de experiencia, escuela NSE alto, México). ahí, qué hicieron para calmar el asunto. Creo
que ahí hay un reto para nosotros (mujer, 43
Los docentes también enfatizaron que la años, 10 años de experiencia, escuela NSE bajo,
rivalidad y los encuentros problemáticos co- México).

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I. Pavez y L. García Béjar | Ciberacoso desde la perspectiva docente
Carencia de herramientas estrategias para enfrentarlo. Vale la pena men-
A pesar de su capacidad de identificación del cionar que la mayoría de los profesores en-
fenómeno, la mayoría de los profesores se trevistados en ambos países tiene un interés
considera desprovisto de herramientas para genuino por ayudar en la educación de sus
contener e intervenir una situación de cibe- alumnos, más allá de su rol docente. Algu-
racoso. Los participantes reportan que en los nos de ellos incluso tienen un rol activo como
centros escolares a los que pertenecen rara vez asesores o tutores de sus alumnos en el plano
existen protocolos claros para actuar en caso personal. Sin embargo, el tipo de herramientas
de una situación de ciberacoso. Una gran par- que se les da a los profesores o que tienen las
te de los profesores entrevistados cree que la escuelas es muy variado: en el caso de México
escuela resuelve esos temas revisando el caso es relevante la mayor existencia de medios de
en específico. Si bien conocen el camino in- apoyo en escuelas privadas que en públicas. En
formativo a seguir, algunos consideran que, el caso de las escuelas públicas, la casuística es
si se hablara más de esos temas en el salón de mucha, porque además de que no existen me-
clases y se les dieran herramientas concretas a dios concretos (departamento psicopedagógi-
los alumnos, se podrían prevenir algunos ca- co, psicólogos, etc.), depende mucho del interés
sos. Cabe mencionar que todos los profesores mostrado por la dirección y los profesores. En
participantes se mostraron dispuestos a reci- cuanto a las herramientas tecnológicas, algu-
bir capacitación al respecto, ya que la conside- nos docentes se sienten más desprovistos, pero
ran como una necesidad. en el caso de México no se percibe que su uso
Tanto en Chile como en México, dado que de herramientas tecnológicas tenga una rela-
los docentes no reciben herramientas para ción directa con su capacidad de intervenir en
prevenir e intervenir en casos de ciberaco- una situación de acoso. En todo caso sí se sien-
so en las escuelas, están en una situación de ten con la urgencia de conocer la terminología
abandono y acuden a estrategias autodidac- que usan los alumnos y tienden a considerarse
tas para adquirir la preparación que consi- cercanos a sus pupilos y sus intereses.
deran necesitar. No se perciben como ajenos Otro problema que enfrentan está relacio-
al fenómeno, aunque indican que cuando se nado con la carencia de apoyo por parte de
han enterado de alguna experiencia de cibe- las escuelas, como comentan dos profesoras
racoso no han pedido tener más información chilenas:
o no lo han comentado con sus pares o sus
supervisores. La mayoría de las normas de la escuela se
crean desde el lado punitivo, no desde el diá-
Yo creo que estamos en un mundo que se ha logo o invitándolos a pensar en estos temas, en
vuelto intolerante hacia lo diferente a mí o ha- otras palabras, porque es malo, no debes ha-
cia lo que yo no entiendo y esa poca toleran- cerlo, pero en ninguna parte está la idea de que
cia me lleva a señalarlo y al no entenderlo, lo los niños piensen en ello, por lo que se espera
ataco. Creo que tenemos que trabajar mucho que no lo hagan [cyberbullying] porque hay un
en entender el fondo, en ayudar a los alumnos castigo involucrado, pueden ir a la cárcel, no
a fortalecer su autoestima y poner límites. Yo porque realmente puedan lastimar a alguien y
no sé cómo hacerlo (mujer, 39 años, 13 años de al mismo tiempo lastimarse a sí mismos (mu-
experiencia, NSE medio bajo, México). jer, 27 años, 4 años de experiencia, escuela NSE
medio, Chile).
Entre los participantes hay la percepción
de que este tema irá en aumento y reconocen Reaccionamos, pero no tenemos una políti-
necesitar mayor información y desarrollar ca al respecto, a pesar de que tenemos entre

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nuestros estudiantes víctimas de acoso ciber- esconder, y lo sé porque los sigo en línea, me
nético. No sabemos cómo actuar, sólo en el he ganado su confianza… Entonces puedo sa-
momento intentamos lo mejor para resolver- ber qué está pasando realmente en este perfil
lo, no sé, para hacer una jugada sobre él para clandestino. Aquí es donde ocurre el acoso
enseñar a otros, para castigar, el director es cibernético (hombre, 31 años, 8 años de expe-
básicamente el único que se ocupa de él. No es riencia, escuela NSE bajo, Chile).
la escuela como una institución que responde,
sino el maestro como persona, y si el maestro Una estrategia similar fue utilizada por
no pone todo lo que tiene, puede no resolver- una profesora en una escuela mexicana:
se y continuar a lo largo de los años (mujer, 50
años, 26 años de experiencia, escuela NSE bajo, A mí me gusta usar las redes sociales y me sir-
Chile). ven para estar en contacto con mis alumnos,
sobre todo Instagram, porque es una manera
En México algunos de los profesores que fabulosa de saber qué les gusta, qué les intere-
han tenido experiencias de ciberacoso han sa, qué pasa en sus vidas… por otro lado tam-
tratado de mediarlas, contenerlas o pararlas, bién veo que hay muchos compañeros que no
dada la cercanía que tienen con los alumnos. se les da la tecnología y, por ejemplo, cuando
Sin embargo, otros prefieren no involucrarse usan palabras como “sexting” no entienden de
y dejarle la resolución a la escuela, pues consi- lo que se está hablando. Creo que conocien-
deran que son situaciones “delicadas”. do más de tecnología podemos ayudar mejor
para crear estrategias de intervención (mujer,
Iniciativas y estrategias de intervención 27 años, 4 años de experiencia, escuela NSE
El estudio permitió identificar, en los partici- medio, México).
pantes, la tendencia a considerar que estaban
solos enfrentando este asunto. Esto ha llevado Profesores entrevistados en Santiago y
a algunos docentes, sobre todo los más jóve- Guadalajara declararon haber intentado in-
nes, a desarrollar iniciativas para tener más co- corporar las TIC en diferentes grados para la
nocimiento de sus estudiantes y del ambiente realización de su trabajo docente, por ejem-
digital en el que se desenvuelven. Por ejemplo, plo, en lo referente a la preparación de conte-
en Chile, un docente con ocho años de expe- nidos para clases. En México destacan acce-
riencia no impidió que sus alumnos crearan sos a plataformas virtuales y capacitaciones
una página de la clase en Facebook para la tecnológicas, principalmente en escuelas de
comunicación informal; para conocer mejor a estratos socioeconómicos altos, mientras que
sus alumnos y estar al tanto de lo que sucedía en las de estrato social más bajo o las públi-
con ellos fuera del aula, él se hizo partícipe de cas, aunque la capacitación sobre tecnologías
la iniciativa, lo que le permitió contar con más no suele ser sistemática, los profesores se han
conocimientos del fenómeno del ciberacoso: capacitado individualmente. No obstante, los
docentes consideran que tales capacitacio-
Son engañosos, y cuando hacen cosas malas nes, en general, están enfocadas a lo técnico
tienen una página de Facebook alternativa y dejan de lado lo concerniente al desarrollo
para eso, dos, tres o incluso cuatro, donde de competencias de alfabetización informa-
cambian sus nombres y no los tienen como cional y mediática y aspectos más formativos
amigos ni a sus padres, y es terriblemente en el uso de tecnologías. Esto implica que los
difícil monitorear esta situación. Así que tie- profesores mexicanos, cuando aconsejan a los
nen una página de Facebook para que todos alumnos sobre uso de Internet, lo hacen pri-
la conozcan y también una alternativa para mariamente a partir de su criterio y sentido

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común. En tanto, en los dos países muy pocos profesor en México, las consideran como par-
profesores han recibido alguna capacitación te de las actividades en el aula:
en temas relacionados al ciberacoso, y cuan-
do las hay, éstas han estado mayoritariamente Mis alumnos están leyendo un libro y para la
enfocados en los padres de familia. actividad final haremos resúmenes en Twitter
Respecto a las redes sociales, éstas tam- y memes… Algunos profesores me dijeron que
poco han estado ajenas al día a día de la ma- era muy riesgoso y me parecía que el fondo de
yoría de los docentes de Chile y México que todo era el desconocimiento de cómo funcio-
participaron en este estudio. Una de las preo- nan algunas plataformas y el jugo que les pode-
cupaciones de este uso se relaciona con la ma- mos sacar… Los alumnos están emocionados
nera de incorporarlas al currículo o a cómo de la actividad, están leyendo, se está cumplien-
relacionarse online con sus estudiantes. La do el objetivo. Se sorprenden y además rompes
tendencia indica que los que tienen más ex- una barrera con ellos (hombre, 35 años, 3 años
periencia laboral —y más edad— consideran de experiencia, escuela NSE alto, México).
las redes sociales como potenciales fuentes de
conflictos y malentendidos. A esto se le suma Desde el punto de vista docente, la mayoría
la ausencia de guías o reglamentos de parte de de los profesionales de ambos países coinciden
los centros escolares en donde los profesores en que, si bien los estudiantes son avanzados
reciban directrices claras sobre cómo manio- en el uso de tecnologías, tienen pocas o nulas
brar en el entorno digital. Esto es especial- herramientas para saber qué tipo de informa-
mente relevante en escuelas con estudiantes ción compartir y qué hacer ante situaciones de
de contextos vulnerables, donde los docentes ciberacoso. Los docentes también argumen-
deben lidiar con temas relacionados con vio- taron que las escuelas deberían hacer mucho
lencia y abuso, que impregnan las aulas. Así lo más para prepararlos a ellos y a los alumnos
relata un docente chileno con 25 años de ex- ante estas problemáticas, pero también a los
periencia en escuelas de bajos recursos: padres de familia, a través de instrumentos
como las escuelas de padres. Finalmente, hay
Mi propia experiencia con los estudiantes me una percepción ampliamente generalizada
había llevado a no hacer mucho uso de las re- entre los participantes de que las mujeres son
des sociales debido a todos los problemas de más susceptibles de ser víctimas de ciberacoso,
disciplina experimentados por los estudiantes aunque existan casos en ambos géneros.
aquí. Quiero decir, la forma en que se tratan
entre ellos, el vocabulario que usan, las ofen- Conclusiones
sas, las amenazas constantes entre ellos. Así
que lo más saludable para mí es no tener ac- Los testimonios de los profesores dan cuenta
ceso a las redes sociales en absoluto (hombre, de los desafíos que representa que las redes so-
58 años, 25 años de experiencia, escuela NSE ciales sean parte de la vida cotidiana de los es-
bajo, Chile).  tudiantes, y en qué medida pueden supervisar
y guiar a sus alumnos hacia un uso más segu-
En este sentido, hay varios aspectos que ro de las nuevas tecnologías. Lo recabado en
pueden influir en cómo los docentes hacen las entrevistas da cuenta de que los maestros
frente a esta situación, pero llaman la aten- son conscientes de la necesidad de debatir so-
ción dos aspectos: la experiencia profesional bre cómo la tecnología ayuda y a la vez altera
y las diferencias generacionales, dado que los la vida social de sus estudiantes, cómo afecta
profesores con menos edad se reportan como esto sus dinámicas de relaciones personales y
asiduos a las redes sociales. Ellos, como este de amistad, y cómo repercute también en la

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escuela, la cual representa una parte impor- las normas escolares, los años de trato con los
tante de su vida social. jóvenes y sus padres, y su comprensión de la
En este sentido, la reflexión y enseñanza comunidad y sus procesos. En el caso de estos
de competencias de uso de Internet deberían últimos, en los dos países, al discutir el nivel de
ser incorporadas en el plan de estudios y en conocimiento de fenómenos de riesgo vincu-
las clases de manera cotidiana, e incorporarse lados al uso de Internet expusieron su temor
como parte de su capacitación y de políticas y de verse involucrados en situaciones de alta
protocolos escolares. complejidad ante las cuales no supieran cómo
Esta discusión es necesaria porque per- manejarse, o incluso que pudieran romper
mitirá a los docentes no sólo estar alerta, en el reglas institucionales o salir de su ámbito de
caso de este estudio, ante los casos de cibera- responsabilidad. Tampoco hay consenso en el
coso, sino también fomentar dinámicas más sentido de cuáles son las capacidades que de-
efectivas en las que puedan tener roles más ac- berían desarrollar los docentes para identifi-
tivos para prevenir e intervenir el ciberacoso u car situaciones violentas en el aula y en el cibe-
otros riesgos asociados al uso de Internet. Esta respacio; al respecto, los docentes jóvenes, con
investigación sugiere un fenómeno emergente menos experiencia laboral y más asiduos a las
en ambos países, donde los maestros, quienes redes sociales, tienden a reportar mayor con-
están comenzando a hablar sobre estas pro- fianza en su capacidad de detección e inter-
blemáticas y a lidiar con abusos, muchas veces vención del ciberacoso. De todas formas, esto
no cuentan con apoyo institucional y paren- presenta matices, porque en México los años
tal y, al contrario, se enfrentan a políticas más de experiencia son considerados como una
reactivas que preventivas con muy poca capa- ventaja a la hora de abordar y contener una si-
citación estratégica al respecto; frente a esto, tuación de ciberacoso, puesto que se trata de
ellos hacen uso de sus estrategias de empatía y un conflicto que ciertamente implica más va-
confianza con sus alumnos y de su experien- riables que el mero uso de Internet.
cia docente para mediar en los conflictos en Al reflexionar sobre el apoyo, la orienta-
el salón de clases, además de que se preparan, ción o cualquier actividad relacionada con el
de manera autónoma, en el tema o en temas acoso cibernético los maestros de todas las
asociados a la alfabetización mediática. edades y de ambos países señalan deficien-
Una de las principales diferencias sobre cias institucionales e incluso de los padres de
las percepciones de ciberacoso y las formas familia, que se perciben alejados de las expe-
de abordarlo por parte de los docentes tiene riencias e intereses de sus hijos. Otro punto
que ver con su conocimiento y uso de he- conclusivo es la idea de que las escuelas tien-
rramientas digitales y su sensibilidad ante el den a preparase a posteriori y, por tanto, a usar
tema, su experiencia en el aula en función del medidas correctivas en lugar de incentivos y
establecimiento de autoridad, así como con su acciones preventivas para ayudar a los jóvenes
disposición para prepararse y dotarse de más a crear relaciones más sanas entre ellos y a pre-
herramientas y estrategias para reconocer e venirlos ante los riesgos latentes en Internet.
intervenir en estos casos. El estudio permitió El salón de clase es un espacio vital de la
identificar a los profesores más jóvenes como vida de los adolescentes para dotarlos de he-
los más accesibles para hablar de ciberacoso rramientas afectivas para prevenir y afrontar
debido a su familiarización con el uso de he- problemáticas como el ciberacoso y generar
rramientas de Internet en el aula y su experien- estrategias orgánicas, enclavadas en sus ex-
cia en el uso de las redes sociales, sin embargo, periencias diarias y como parte del diálogo
los profesores con más experiencia tienen con sus profesores y sus compañeros de clase.
mucho que ofrecer, como su conocimiento de Por ello, entre las reflexiones que se plantean a

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I. Pavez y L. García Béjar | Ciberacoso desde la perspectiva docente
futuro está hasta qué punto los maestros de- Finalmente, es importante destacar que
ben monitorear y extender sus relaciones, co- hablar de ciberacoso en la etapa adolescente es
nocimiento y cuidado de sus estudiantes fue- un tema clave en el presente de las dinámicas
ra del aula, y de qué manera las instituciones escolares, no sólo para evitar situaciones de
deberían preparar de manera más integral a este tipo, sino también porque abre la puerta
los miembros de la comunidad educativa ante para la discusión de aspectos de la vida social,
este fenómeno. Éstas son algunas de las pre- emocional y personal de la vida de los alum-
guntas que los maestros se están formulando nos y de los profesores.
sin ayuda de las instituciones educacionales.

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Presencia de la bioética en la investigación
de la Universidad Autónoma Metropolitana

David Sebastian Contreras Islas* | Fabiola Villela Cortés**

Este estudio es resultado de una cooperación entre el Programa Palabras clave


Universitario de Bioética (PUB) de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) y la Maestría en Desarrollo y Planeación de la Educación Análisis de contenido
de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Xochimilco. Bioética
El objetivo de esta investigación es analizar la presencia de la bioética en la Investigación
investigación de la UAM y fortalecer la vinculación académica en activida-
des de docencia, investigación y difusión relacionadas con ésta. Partimos Educación superior
de una breve revisión sobre la bioética en la educación superior (ES) en Universidad
México, seguida de un análisis de contenido aplicado a las líneas de in-
vestigación de la UAM, empleando las líneas temáticas del PUB como ca-
tegorías para orientar el análisis. Los resultados se presentan como una
herramienta para orientar la planeación de actividades académicas que
fortalezcan y visibilicen la presencia de la bioética en la ES mexicana, en la
colaboración entre la UNAM y la UAM.

This study is the product of a cooperation between the University Bioethics Keywords
Program (Spanish acronym PUB) at the National Autonomous University of
Mexico (UNAM) and the Master’s Degree Program in Educational Planning Analysis of content
at the Metropolitan Autonomous University (UAM) Xochimilco Campus. Bioethics
The goal of this investigation is to analyze the presence of bioethics in re- Research
search at the UAM and strengthen academic ties in related activities of teach-
ing, research, and dissemination. We begin with a brief overview of bioethics Higher education
in higher education (HE) in Mexico, followed by an analysis of content ap- University
plied to lines of research in the UAM, using the thematic lines of the PUB as
categories to orient our analysis. The results are presented as a tool to orient
planning of academic activities which strengthen and raise the visibility of
bioethics in Mexican HE , in a joint effort between the UNAM and the UAM.

Enviado: 30 de agosto de 2018 | Aceptado: 23 de octubre de 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59039
* Candidato a Doctor en Educación por la Humboldt Universität zu Berlin (Alemania). Maestro en Desarrollo y Pla-
neación de la Educación. Publicaciones recientes: (2018), “Reinterpretar los principios de la modernidad ante la cri-
sis global. Una reflexión desde la bioética y la sustentabilidad”, Analogía Filosófica, año 32, núm. 2, pp. 17-48; (2018),
“La propuesta de diseño curricular de la Universidad Autónoma Metropolitana: una alternativa para orientar el
desarrollo de planes de estudio innovadores en el nivel superior”, en C. López-García y J. Manso (eds.), Transforming
Education for a Changing World, Eindhoven, Adaya Press, pp. 51-60. CE: david.contreras@hu-berlin.de
** Jefa de Educación Continua de la Escuela Nacional de Estudios Superiores, campus Mérida, de la Universidad Na-
cional Autónoma de México (UNAM) (México). Doctora en Bioética. Publicaciones recientes: (2019), “Considera-
ciones éticas sobre el uso de animales no humanos en investigación”, Revista Colombiana de Bioética, vol. 14, núm. 1,
pp. 1-25. DOI: https://doi.org/10.18270/rcb.v14i1.2427; (2017), “Eugenesia y determinismo genético. Una solución
simple a un problema complejo”, Acta Bioethica, vol. 23, núm. 2. CE: fabiola.villela@enesmerida.unam.mx

42 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


Introducción de formación continua o posgrados en bioética
(Tabla 1), y éstas se encuentran poco vinculadas
La bioética es una disciplina reciente que ha entre sí. Esta falta de vinculación puede ocasio-
cobrado gran relevancia en los últimos años, nar que los contenidos de los cursos, diploma-
tanto en México como en el resto del mundo, dos y posgrados se generen ad hoc en cada caso,
principalmente en el ámbito académico y de con poca retroalimentación respecto de los
investigación. Esto se debe, principalmente, a temas y las didácticas educativas que se siguen,
que la imposición de una serie de regulacio- así como respecto de su éxito en la formación
nes internacionales ha impulsado la oferta de de los estudiantes, la capacitación de profesores
educación superior (ES) en bioética. Sin em- cuyos temarios tocan problemáticas propias del
bargo, a pesar de este incremento en la ofer- ámbito bioético, y los investigadores, quienes,
ta en el campo de la investigación educativa, sabiéndolo o no, desarrollan líneas de investi-
existen relativamente pocos estudios sobre gación que abordan temas de bioética.
bioética en este nivel educativo. La base de da- En el caso de la Universidad Nacional Au-
tos del Instituto de Ciencias Educativas de los tónoma de México (UNAM), el Programa Uni-
Estados Unidos de América (ERIC), por ejem- versitario de Bioética (PUB) ha buscado identi-
plo, reporta un total de 42 publicaciones entre ficar algunas áreas de interés que los profesores
2008 y 2018 con “bioethics” como descriptor. de diversas materias a nivel bachillerato, licen-
Al incluir en la búsqueda el descriptor “higher ciatura y posgrado tienen respecto a temas y
education” la lista se reduce a 24 resultados. En problemas de bioética a los que se enfrentan
contraste, la búsqueda de un descriptor rela- en su quehacer docente. Sin embargo, consi-
tivamente novedoso y cercano a algunas te- deramos necesario contar con trabajos de in-
máticas bioéticas como “sustainability” arroja vestigación educativa que permitan, de forma
un total de 2 mil 364 resultados para el mismo sistemática y replicable, identificar estos nodos
periodo, que se reducen a 1 mil 504 al com- de confluencia entre los programas educativos,
binar la búsqueda con el descriptor “higher los profesores e investigadores, y los alumnos,
education”. con el objetivo de cubrir las necesidades de
Además de lo anterior, la mayoría de los estos grupos desde una perspectiva multidis-
estudios con los descriptores “bioethics” y ciplinar y colaborativa.
“higher education” reunidos en ERIC abordan Este estudio es resultado de una coope-
cuestiones relacionadas con la docencia, des- ración entre el Programa Universitario de
de la subjetividad de alumnos y profesores Bioética (PUB) de la Universidad Nacional
(Bryant y Morgan, 2007; Contreras Islas et al., Autónoma de México (UNAM) y la Maestría
2016a; Hanegan et al., 2008), hasta la evaluación en Desarrollo y Planeación de la Educación
de distintos enfoques pedagógicos (Davis, de la Universidad Autónoma Metropolitana
1997; Kedraka y Kourkoutas, 2018; Ozer Kes- (UAM) unidad Xochimilco; tiene el propósito
kin et al., 2013; Rentmeester et al., 2016; Will- de fortalecer la vinculación académica intra e
mott, 2015), pasando por el diseño curricular interinstitucional en actividades de docencia,
(Loike et al., 2013; Lundmark, 2002). Estudios investigación y difusión relacionadas con la
enfocados en otras funciones sustantivas de la bioética. El objetivo es analizar la presencia de
ES, como la investigación o la vinculación, son la bioética en las líneas de investigación de la
prácticamente inexistentes. Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Asimismo, a pesar de ser un área de desa- Se parte de una breve revisión de la bioética
rrollo e interés en distintos ámbitos laborales, en la ES en México, especialmente en la UAM
principalmente el médico, todavía son pocas y la UNAM. A continuación, se presenta una
las instituciones académicas que ofrecen cursos propuesta metodológica basada en el análisis

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59039
D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana 43
de contenido para explorar la presencia de el ser animal y las plantas” (“Bio-ethik. Eine
elementos de bioética en la investigación de la Umschau über die ethischen Beziehungen des
UAM, tomando como punto de referencia las Menschen zu Tier und Pflanze”) de 1927, pu-
líneas temáticas del libro Diálogos de bioética blicado por la revista Kosmos. En ese artículo
(México, FCE-UNAM), coordinado por Juliana Jahr propone que el ser humano extienda el
González Valenzuela y Jorge Linares (2013), por quinto mandamiento, “no matarás”, a todos
considerar que la categorización de los temas los seres vivos (no sólo a los seres humanos
del seminario que dio origen al libro permiten sino también a los animales y las plantas) por
identificar con claridad las principales áreas de medio de lo que él denomina el imperativo
investigación interdisciplinar en bioética. Los bioético: “Respeta a todo ser vivo como fin
resultados del análisis revelan una presencia en sí mismo, y trátalo consecuentemente en
inmanente de la bioética en los proyectos de tanto sea posible” (Jahr, 1934, en López Ba-
investigación de la UAM, más o menos alejadas roni, 2016). Con ello, Jahr proponía una ética
de la práctica profesional dominante1 en cada centrada en una actitud de respeto y cuidado
una de sus unidades universitarias y divisio- hacia la vida. Lamentablemente, esta noción
nes académicas. Finalmente, los resultados de bioética se conoce poco, ya que el trabajo
sistematizados se presentan como una herra- de Jahr coincide con el ascenso de Hitler al
mienta para orientar la planeación de activida- poder y, poco tiempo después, con el inicio de
des académicas que fortalezcan y visibilicen la la Segunda Guerra Mundial.
presencia de la bioética en la ES mexicana, así Es hasta 1971, con la publicación del ar-
como la colaboración entre la UNAM y la UAM. tículo “Bioethics: The science of survival”
(“Bioética, la ciencia de la supervivencia”) del
Marco conceptual estadounidense Van Rensselaer Potter, que la
bioética adquiere relevancia en el ámbito aca-
Bioética démico. Potter señala la urgente necesidad de
El término bioética generalmente se entien- generar un nuevo tipo de sabiduría que guíe
de de dos formas: la primera, como una ética las acciones humanas para el mejoramiento
del cuidado a la vida en general, y la segunda, de la calidad de vida de todos los que habi-
como una ética clínica o médica. Esto se ex- tamos el planeta, de ahí que denomine a la
plica a través del nacimiento y apropiación del bioética como la ciencia de la supervivencia.
término, el cual tiene tres “padres”: dos de ellos Esa nueva sabiduría parte de la conjugación
(Fritz Jahr y Van Rensselaer Potter) suscriben del conocimiento científico, principalmente
una idea más holística, preocupada por incluir el conocimiento biológico, y las humanida-
los problemas y dilemas que surgen de la re- des o los valores humanos (Potter, 1971). Su
lación que tiene el ser humano con animales, principal interés es la posibilidad de “crear
plantas y el medio ambiente; y el tercero, a la puentes” entre las distintas ciencias de la vida,
problemática generada en el ámbito médico. principalmente entre la ecología y las ciencias
Históricamente, el término fue acuñado sociales y otras áreas de las humanidades, e
por el pastor luterano y teólogo alemán Fritz integrar el conocimiento que cada una puede
Jahr en el artículo “Bioética: una visión so- aportar para resolver  problemas críticos que
bre las relaciones éticas entre el ser humano, amenazan la continuidad de la vida como la

El término
1 “práctica profesional dominante” forma parte de una propuesta teórica-metodológica para el dise-
ño de currículos innovadores desarrollada en la UAM-Xochimilco durante la década de 1970. A grandes rasgos,
se refiere a “aquella que proyecta su influencia moldeadora sobre las demás prácticas y cuya imagen se recoge
en la mayoría de los curricula” (Guevara Niebla, 1976: 27), misma que es aceptada y reproducida por los gremios
profesionales. En el caso de la bioética, esta práctica comprende principalmente el enfoque médico-instrumental
desarrollado por André Helleger. Para mayores detalles, ver: Contreras Islas (2018b).

44 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59039
D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana
conocemos.2 Esta idea permite concebir a la En México se le ha dado una mayor rele-
bioética como “un diálogo entre disciplinas” vancia a entender la bioética como una dis-
(González Valenzuela, 2008: 31). Desde enton- ciplina propia del ámbito médico-sanitario,
ces la bioética se ha consolidado como una porque para muchos miembros del ámbito
ciencia interdisciplinaria que se ocupa de los académico, y de la sociedad civil, la bioética
dilemas morales que surgen del desarrollo de pertenece únicamente al área médica. Sin em-
las ciencias biológicas y de la biotecnología. bargo, en sentido estricto, la bioética se ocupa
Durante muchos años la práctica de la de todos los problemas y dilemas que surgen
bioética se restringió al campo de la ética mé- de la relación que tiene el ser humano con los
dica y las ciencias de la salud —que se cons- demás seres vivos, así como la forma en la que
tituyó como una práctica profesional domi- los conoce, estudia y hace uso de ellos. Nues-
nante, en el sentido empleado por Guevara tro análisis se desarrolla desde esta perspecti-
Niebla (1976) y Díaz-Barriga et al. (1989). Esto va holística de bioética. Al igual que nuestro
debido, principalmente, a una serie de even- trabajo, la literatura reciente tiende a retomar
tos que dieron pie, por un lado, a la reflexión una visión más amplia de esta disciplina, en la
sobre la necesidad de regular la investigación que se integran las dimensiones ambientales,
en seres humanos (y con ello la creación del la responsabilidad moral hacia los seres vivos
código de Nüremberg, la Declaración de Hel- no humanos, presentes tanto en el trabajo ori-
sinki, el informe Belmont, etcétera), y por ginal de Jahr (1927) como en el de Potter (1971;
otro, a replantear la relación médico-paciente- 1977 1996; 1999), así como las cuestiones de gé-
sociedad, sobre todo lo referente al respeto de nero y las grandes necesidades de las mayorías
las decisiones autónomas de los pacientes. Es sociales presentes en visiones y propuestas
esta visión de la bioética la que permeó y pre- más recientes.3
valeció en el ámbito sanitario-legal y conllevó
a la elaboración de normas y la adecuación de Bioética en la educación
leyes para garantizar un quehacer médico-sa- superior mexicana
nitario conforme a principios éticos, así como La bioética en México comenzó a desarrollar-
la creación e institucionalización de comités se con el enfoque médico a partir de una se-
de ética en investigación y comités hospitala- rie de reformas a la Ley General de Salud que
rios de bioética encargados de revisar y emitir inician en la década de 1980, en respuesta a las
recomendaciones, tanto para protocolos de crecientes declaraciones y recomendaciones
investigación que involucren seres humanos de organizaciones internacionales.4 Este pro-
(cabe señalar que también existen comités ceso culmina con la creación de la Comisión
para el uso y cuidado de animales en investi- Nacional de Bioética (CONBIOÉTICA) en 1992,
gación), como para enfrentar los dilemas coti- la Academia Nacional Mexicana de Bioética
dianos de la práctica hospitalaria. en 1995 y el Colegio de Bioética en 2003 (Ruiz

Potter habla principalmente de la sobrepoblación y la degradación ambiental ligadas al uso excesivo de recursos
2
naturales y a la contaminación. A la fecha, podríamos sumar otros fenómenos, principalmente asociados al cam-
bio climático y la pérdida de biodiversidad. Un panorama general de estas problemáticas puede consultarse en el
trabajo de Armando Bartra, especialmente el texto “Crisis civilizatoria” (2013).
Ver, por ejemplo, la publicación Global Bioethics: What for?, publicada con motivo del 20 aniversario del Programa
3
de Bioética de la UNESCO (2015), así como los trabajos de Gómez-Heras (2012), González Valenzuela (2008),
Riechmann (2005) y Sagols (2013).
Organizaciones como la Asociación Médica Mundial (AMM), el Consejo Internacional de Organizaciones de
4
Ciencias Médicas o la UNESCO han sido importantes promotoras de la bioética a través de documentos como el
Código Internacional de Ética Médica (AMM, 1949), el Informe Belmont (Departamento de Salud, Educación y
Bienestar de los Estados Unidos, 1978), la Declaración de Helsinki (AMM, 1964), la Declaración universal sobre el
genoma humano y los derechos humanos (UNESCO, 1977) o la Declaración universal sobre bioética y derechos
humanos (UNESCO, 2005).

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59039
D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana 45
de Chávez-Guerrero, 2014). A través de estas grado de formación en bioética. La lista ascen-
reformas surge una creciente necesidad de día entonces a 13 instituciones. Siguiendo la
profesionistas capacitados para ejercer en el metodología propuesta por este autor, la Tabla 1
campo de la bioética. actualiza esta relación para 2018; se añade una
Por ejemplo, el artículo 41 bis, añadido en columna con el año de creación y otra con el
2011, estipula que todo establecimiento para enfoque de bioética predominante en cada
la atención médica está obligado a contar con uno de ellos, de acuerdo con la descripción
un Comité Hospitalario de Bioética, y que disponible en las páginas oficiales de Internet.
aquellos establecimientos que realicen inves- Si bien el número de programas es similar al
tigación en seres humanos están obligados a reportado por Cantú (2015), ha habido cam-
contar con un Comité de Ética en la Investiga- bios en las instituciones que los ofrecen.
ción. De acuerdo con las “Guías nacionales” de El único programa que desafía la práctica
la CONBIOÉTICA (2015 y 2016), dichos comités dominante porque apuesta por un enfoque
deben incluir a expertos en la materia y todos más holístico es el de la UNAM. Además, esta
sus miembros están obligados a contar con al- institución se distingue por contar no sólo
guna capacitación en bioética o cumplir con con una oferta de posgrado en bioética y co-
ella durante los primeros seis meses a partir mités que operan en diversas facultades, sino
de su integración al Comité. Así, la necesidad con un Programa Universitario de Bioética
de capacitación fue una de las vías para que la (PUB) que integra las funciones de investiga-
bioética llegara a las instituciones de educa- ción, vinculación y difusión de la cultura. A
ción superior (IES) mexicanas, que la incorpo- través de estos programas, la UNAM promue-
raron a su oferta de formación profesional. ve y abarca temáticas bioéticas que van desde
Una segunda vía de entrada a las IES se dio la responsabilidad moral hacia los animales
a través de la investigación. El artículo 41 bis de (zooética) y el medio ambiente (ecoética) pa-
la Ley General de Salud obliga a que toda insti- sando por las bases neurobiológicas y evolu-
tución que realice investigaciones que involu- tivas del comportamiento ético (neuroética y
cren a sujetos humanos cuente con un comité bioética evolutiva), hasta la fundamentación
de Ética en la Investigación, incluyendo a las filosófica de la bioética o su penetración en el
universidades —especialmente aquéllas que cine y la literatura. El índice del libro Diálogos
cuentan con proyectos de investigación en el de bioética de González Valenzuela y Linares
área de las ciencias biológicas y de la salud. Es (2013), fundadores del PUB, da un excelente
el caso, por ejemplo, de la División de Cien- ejemplo de la variedad de temáticas que abar-
cias Biológicas y de la Salud (DCBS) de la UAM, ca el programa y sirve de base para nuestra
que cuenta con sus respectivos comités en las propuesta pues, como se mencionó previa-
unidades de Iztapalapa y Xochimilco,5 al igual mente, permite identificar con claridad las
que la División de Investigación de la Facultad principales áreas de investigación interdisci-
de Medicina de la UNAM, que cuenta, además, plinar en bioética.
con un Comité Interno para el Cuidado y Uso El caso de la UAM contrasta con el de la
de Animales de Laboratorio (CICUAL). UNAM al no contar, a la fecha, con un progra-
En una publicación de 2015, Pedro César ma universitario, ni con uno de formación
Cantú Martínez presentó una relación de las profesional de bioética.6 De sus cinco unida-
IES mexicanas que, para 2014, ofrecían algún des universitarias, sólo Iztapalapa y Xochi-

En la
5 DCBS de la Unidad Iztapalapa, una Comisión de Ética opera desde el año 2007. En la DCBS de la Unidad
Xochimilco existe un Comité de Ética desde el año 2016. No existen registros de que una comisión similar esté
operando, a la fecha, en la DCBS de la Unidad Lerma.
En la Unidad Xochimilco existió un diplomado que se ofreció hasta el año 2015, pero tuvo que ser cerrado por falta
6
de asistentes. Este diplomado aparece todavía en el listado de programas de bioética de Cantú (2015).

46 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59039
D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana
Tabla 1. Programas de bioética en IES mexicanas

Institución Programa(s) Ciudad Enfoque Año


Instituto de Investigaciones en Bioética Doctorado, maestría, especiali- Monterrey Médico *
dad, diplomado
Universidad Nacional Autónoma de Doctorado, maestría, Ciudad de México Holístico 1998
México diplomado
Universidad Anáhuac-México Norte Doctorado, maestría Ciudad de México Médico 2002
Centro de Estudios e Investigaciones en Maestría, especialidad, Guadalajara Médico 1995
Bioética diplomado
Colegio de Bioética de Nuevo León Doctorado, maestría, especiali- Monterrey Médico 1998
dad, diplomado
Universidad Panamericana-Campus Maestría, especialidad Ciudad de México Médico 2011
México
Instituto Politécnico Nacional Maestría Ciudad de México Médico *

Centro de Investigación Social Maestría Querétaro Médico 2009


Avanzada
Colegio de Bioética y Terapia de Jalisco Maestría Guadalajara Médico 2007
Colegio de Bioética Diplomado Ciudad de México Médico 2010
Universidad Autónoma de Querétaro Diplomado Querétaro Médico 2011
Universidad Pontificia de México Diplomado Ciudad de México Médico *

Instituto Mexicano de Tanatología, A.C. Diplomado Ciudad de México Médico 2018


Nota: se considera que el programa tiene un enfoque médico cuando la mayoría de sus módulos se relaciona con los
dilemas éticos que surgen en el campo de la medicina. Se considera que el programa tiene un enfoque holís-
tico cuando se cuenta, además, con módulos dedicados a la ecoética, zooética u otras formas de bioética. (*):
información no disponible en Internet.
Fuente: elaboración propia con base en la metodología de Cantú (2015).

milco cuentan con comités de ética. Además, dónde y en qué forma se han incorporado
con excepción de un par de estudios publica- estas temáticas, proponemos explorar la pre-
dos sobre el contenido curricular (Contreras sencia de la bioética en la investigación en la
Islas et al., 2016a) y las actitudes de los alum- UAM a través de una metodología de análisis
nos de licenciatura en la División de Ciencias de contenido cuyos resultados proporcionen,
Biológicas y de la Salud (Contreras Islas et al., de paso, información útil para la planeación
2016b), no existe información disponible so- de actividades académicas que ayuden a visi-
bre la integración de la bioética a la vida aca- bilizar y fortalecer la presencia de la bioética
démica de la Universidad. en la UAM.
Pese a ello, el compromiso social y la voca-
ción interdisciplinaria que forman parte de la Metodología
identidad institucional de la UAM (2011), per-
miten suponer que las temáticas y problemá- El análisis de contenido puede entenderse
ticas típicas de la bioética (como las enlistadas como “una técnica de investigación para hacer
en la Tabla 2) se han incorporado de manera inferencias replicables y válidas desde textos
implícita en la actividad universitaria, como (u otros objetos significativos) hacia el contex-
de hecho lo sugieren los estudios conduci- to en el que son usados” (Krippendorff, 2004:
dos en la UAM Iztapalapa (Contreras Islas et 18, traducción libre). En sus orígenes se presen-
al., 2016a; 2016b). Con el objetivo de entender tó como una técnica de análisis cuantitativo,

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D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana 47
ideal para someter a prueba hipótesis sobre Dado que la información disponible so-
contextos relativamente bien estudiados (Bar- bre la presencia de la bioética en la función de
din, 1986; Krippendorff, 1990), sin embargo, investigación de las universidades es prácti-
hoy en día se aceptan variantes cualitativas, camente inexistente —especialmente para el
apropiadas para estudios exploratorios (Do- caso mexicano, y en específico para la UAM—,
mas White y March, 2006; Elo y Kyngäs, 2007; consideramos que nuestro estudio tiene una
Krippendorff, 2004). Independientemente del naturaleza exploratoria, razón por la cual se
enfoque cualitativo o cuantitativo, la técnica recurrió a un análisis de contenido cualita-
comprende una serie de pasos similares: tivo. Sin embargo, con base en los resultados
de los estudios sobre el contenido curricular
1. Se comienza por seleccionar el texto de bioética en la UAM Iztapalapa, así como
o material comunicativo que se va a la información general sobre la bioética en la
analizar y se establecen las unidades educación superior mexicana discutida en la
de análisis. La unidad analítica puede sección anterior, se decidió tomar como base
ser una letra, una palabra, una oración, las líneas temáticas del PUB como categorías
la porción de una página e, incluso, el para orientar el análisis inicial.
número de personas que participan Nuestras unidades de análisis fueron el tí-
en una discusión, dependiendo del tulo y la descripción de los proyectos de inves-
tipo de comunicación. En el caso de tigación aprobados por los consejos divisio-
un plan de estudios, por ejemplo, las nales de cada una de las divisiones académicas
unidades de análisis pueden ser los de la UAM disponibles en sus sitios oficiales de
programas de las materias que lo com- Internet. Esta muestra, desde luego, no com-
ponen (Contreras et al., 2016a). prende la totalidad del universo de los proyec-
2. Sigue una fase de codificación en la que tos de investigación que se llevan a cabo en la
las unidades de análisis se ordenan en Universidad, sin embargo, abarca la totalidad
categorías. En el caso del análisis cuan- de departamentos y divisiones académicas en
titativo estas categorías se establecen a cada unidad. Partimos, además, del supuesto
priori, con base en el conocimiento pre- de que la cantidad de proyectos reportados en
vio de la problemática de estudio, mien- los sitios oficiales es proporcional al total de
tras que el análisis cualitativo se genera a proyectos que se conducen en cada unidad,
posteriori, durante la revisión de comu- división y departamento, al igual que su re-
nicaciones. En el segundo caso se sigue lación con las distintas categorías analíticas
una estrategia de codificación abierta. generadas durante el proceso de codificación.
3. Finalmente, se realiza un análisis de las La Tabla 2 presenta el esquema de codifi-
categorías en el que puede recurrirse a cación con las categorías temáticas obtenidas
diferentes herramientas estadísticas, a partir de las líneas temáticas del PUB (Gon-
ya sea inferenciales (en el caso de los zález Valenzuela y Linares, 2013) junto con
estudios cuantitativos) o descriptivas una breve descripción de cada una de ellas.
(en el caso de los estudios cualitativos). Las categorías se ordenaron de forma des-
cendente, desde las más cercanas a la práctica
El análisis de contenido se ha convertido profesional dominante (ética médica) hasta
en una técnica popular dentro de la investiga- las más próximas a las prácticas emergentes
ción educativa. Una búsqueda rápida en ERIC, (ecoética y zooética). Se decidió agrupar las
por ejemplo, encuentra un total de 10 mil 264 líneas “decisiones al final de la vida” e “inte-
artículos con el descriptor “content analysis” rrupción voluntaria del embarazo”, temáti-
publicados entre 2008 y 2018. cas clásicas de la bioética médica, en una sola

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D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana
Tabla 2. Categorías temáticas de bioética
(esquema de codificación para el análisis de contenido)
Categoría Descripción
Bioética, medicina y La investigación aborda temas de justicia en el ámbito médico y su efecto en la
sociedad sociedad en general, así como las relaciones salud-enfermedad, médico-paciente-
Práctica emergente <………………………………………………… Práctica dominante

sociedad, etc.
Decisiones al inicio y La investigación aborda problemas en torno al control de la natalidad, las técnicas
final de la vida de reproducción asistida, el alargamiento artificial de la vida y la eutanasia.
Neuroética La investigación busca proveer nuevo entendimiento sobre la posibilidad de afectar
la capacidad ética de los seres humanos a partir de avances en el campo de las
neurociencias.
Bioética y geriatría* La investigación aborda problemas de la salud y el medio ambiente con especial
enfoque en la población de la tercera edad.
Bioética y género* La investigación aborda problemas del campo de la salud y el medio ambiente desde
una perspectiva de género.
Bioética, cine y literatura La investigación reflexiona sobre cualquiera de las otras categorías, a partir del cine
y la literatura.
Bioderecho* La investigación aborda específicamente la dimensión legal que se desprende de
cualquiera de las otras categorías.
Biotecnología y bioética La investigación ayuda a entender las consecuencias del desarrollo y uso de las
biotecnologías para el ser humano, el ambiente y la vida en general.
Bioética y evolución La investigación ayuda a rastrear el origen evolutivo de la capacidad moral, no
sólo en homínidos, sino a través de otras especies, y cuestiona la exclusividad de la
capacidad ética del ser humano.
Herencia, bioética y La investigación aporta elementos para reflexionar sobre la importancia y cuidado
biodiversidad de la biodiversidad en el planeta desde diversas teorías biológicas y genéticas, así
como la responsabilidad (ética) que el ser humano tiene hacia ella.
Ecoética y zooética La investigación ayuda a problematizar la relación de los seres humanos con los
animales (en las relaciones productivas, en la investigación o en los temas de conser-
vación y bienestar animal) y con el medio ambiente, con énfasis en las dimensiones
de la sustentabilidad.
Nota: las categorías se presentan en orden descendente, desde las más próximas a la práctica profesional dominante
(en la parte superior) hasta las más alejadas de ésta (en la parte inferior). Las categorías marcadas con un aste-
risco (*) fueron añadidas tras una primera etapa de codificación abierta.
Fuente: elaboración propia.

categoría (“decisiones al inicio y al final de la la temática con la que se relacionaron. Esta se-
vida”). Debido a la dificultad de juzgar su dis- gunda categoría, denominada “enfoque”, sólo
tancia respecto a la práctica profesional domi- se asignó a los proyectos que se relacionaron
nante, la categoría “bioética, cine y literatura” con las categorías de la Tabla 2 durante la pri-
se ubicó en el punto central de las categorías. mera fase de codificación. Se asignaron tres
Tras una primera fase de codificación abierta, categorías de enfoque:
se añadieron las categorías “bioética y género”,
“bioética y geriatría” y “bioderecho”. Básica: el proyecto de investigación genera
En una segunda fase de codificación principalmente información básica sobre los
abierta se decidió añadir otro grupo de cate- procesos biológicos o sociales relacionados
gorías para clasificar el tipo de información con las problemáticas bioéticas.
que los proyectos de investigación aportan a

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Problemática: apoyándose en información et al., 2000). Estos aspectos siguen presentes
básica, el proyecto aborda críticamente las en la identidad institucional de la universidad
implicaciones que la actividad humana (cien- (UAM, 2011).
tífica, económica, tecnológica, etc.) tiene para Se optó por una organización desconcen-
la vida en general y la relación sociedad-natu- trada en unidades universitarias indepen-
raleza en particular. dientes, vinculadas a una Rectoría General.
En cada unidad, las disciplinas afines se agru-
Alternativas: la investigación analiza princi- paron en divisiones académicas interdisci-
palmente alternativas o soluciones, ya sea tec- plinarias, responsables de ejercer tanto las
nológicas, organizacionales o teóricas, para la funciones de docencia como de investigación.
problemática bioética con la que se relaciona. Las áreas de investigación de cada división se
agrupan, a su vez, en departamentos. La Di-
La inclusión de la categoría de enfoque en la visión de Ciencias Sociales y Humanidades
codificación resultó especialmente útil para (DCSH) existe en todas las unidades universi-
efectos la organización y planeación de las tarias, lo cual da cuenta del compromiso insti-
actividades académicas. El proceso de codi- tucional con las grandes necesidades sociales
ficación se realizó con el apoyo del software (López Zárate et al., 2000).
Atlas.ti versión 7.5.4. Las unidades de análisis Actualmente la UAM cuenta con cinco uni-
relacionadas con las categorías de la Tabla 2 se dades: Azcapotzalco, Iztapalapa, Xochimilco,
registraron en una matriz de datos generada Cuajimalpa y Lerma. Las tres primeras son las
con Microsoft Excel 2013, incluyendo infor- más antiguas; fueron creadas entre 1973 y 1974
mación sobre la unidad universitaria, la divi- y concentran la mayor población de alumnos
sión académica, el departamento y el área de y personal. Cuajimalpa y Lerma, creadas en
investigación de cada proyecto, así como los 2005 y 2009 respectivamente, concentran una
datos de contacto de los académicos respon- población menor. Además de la DCSH, cada
sables de su desarrollo. Por tratarse de un es- unidad cuenta con dos divisiones académicas:
tudio principalmente exploratorio, el análisis la División de Ciencias y Artes para el Diseño
de los resultados se enfocó en elementos de la (DCAD) y la División de Ciencias Básicas e In-
estadística descriptiva. geniería (DCBI) en Azcapotzalco; la División
de Ciencias de la Comunicación y el Diseño
Hallazgos (DCCD) y la División de Ciencias Naturales e
Ingeniería (DCNI) en Cuajimalpa; la DCBI y la
Presencia invisible de la bioética en la División de Ciencias Biológicas y de la Salud
investigación en la UAM (DCBS) en Iztapalapa; la DCAD y la DCBS en
La UAM fue creada a principios de la década Xochimilco.
de 1970 como parte de una estrategia para En la página de Internet de cada unidad
atender la creciente demanda de educación puede accederse a sus divisiones y departa-
superior en el Valle de México. Su creación mentos para consultar los proyectos de in-
se tomó como una oportunidad para expe- vestigación aprobados por los consejos divi-
rimentar con modelos organizacionales que sionales. A través de este medio de consulta
combatieran el divorcio de las funciones de se cuantificaron 1 mil 690 proyectos o líneas
docencia e investigación, facilitaran el trabajo de investigación; del total, 649 (30.4 por cien-
interdisciplinario y vincularan el trabajo aca- to) pertenecían a la Unidad Azcapotzalco, 103
démico con la atención de los grandes proble- (6.1 por ciento) a Cuajimalpa, 446 (26.4 por
mas nacionales (Beller, 1987; Díaz-Barriga et ciento) a Iztapalapa, 46 (2.7 por ciento) a Ler-
al., 1989; Guevara Niebla, 1976; López Zárate ma y 446 (26.4 por ciento) a Xochimilco.

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Tabla 3. Proyectos de investigación, proyectos de investigación
con presencia de bioética y porcentaje de PCB de bioética
desglosado por unidad universitaria y división académica
Unidad División Total PCB %
Azcapotzalco DCAD 75 7 9.3
DCBI 153 5 3.3
DCSH 421 20 4.8
Total Azcapotzalco 649 32 4.9
Cuajimalpa DCCD 14 0 0
DCNI 62 7 11.3
DCSH 27 1 3.7
Total Cuajimalpa 103 8 7.8
Iztapalapa DCBI 53 1 1.9
DCBS 93 25 26.9
DCSH 300 12 4
Total Iztapalapa 446 38 8.5
Lerma DCBI 6 0 0
DCBS 15 4 26.7
DCSH 25 1 4
Total Lerma 46 5 10.9
Xochimilco S/D 5 1 20
DCAD 85 5 5.9
DCBS 165 24 14.5
DCSH 191 6 3.1
Total Xochimilco 446 36 8.1
Gran total 1,690 119 7
Nota: DCAD: División de Ciencias y Artes para el Diseño; DCBI: División de Ciencias Básicas e Ingeniería; DCBS: Di-
visión de Ciencias Biológicas y de la Salud; DCNI: División de Ciencias Naturales e Ingeniería; DCSH: División
de Ciencias Sociales y Humanidades; PCB: proyectos con contenido de bioética; S/D: sin división (proyectos
que existen a nivel de toda la unidad).
Fuente: elaboración propia.

La Tabla 3 presenta, de manera sintética, similar, al igual que el número de divisiones


el número de proyectos de investigaciones con mayor cantidad de estos programas (en-
reportados en los sitios oficiales de las cinco tre 20 y 25). El mayor porcentaje de PCB en este
unidades y sus divisiones, así como de pro- grupo se encuentra en la DCBS de Iztapalapa,
yectos con contenido de bioética (PCB) y el con 26 por ciento: más de 12 puntos porcen-
porcentaje que éstos representan respecto al tuales por encima de su homóloga en Xochi-
total. 119 proyectos (7 por ciento) se relaciona- milco, que ocupa el segundo lugar.7 En el caso
ron con alguna de las categorías de la Tabla 2. de las unidades más jóvenes, Lerma presenta
En las unidades más antiguas (Azcapotzalco, un porcentaje de PCB mayor al de Cuajimalpa,
Iztapalapa y Xochimilco) el número de PCB es concentrado igualmente en la DCBS. Acaso

En esta
7 cuenta no se considera el caso de los proyectos no adscritos a ninguna división (S/D) que existen en la
UAM-Xochimilco.

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D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana 51
por su reciente creación, Lerma reporta el me- práctica profesional dominante dificulta la
nor número de proyectos, al igual que de PCB; asociación de la bioética con las temáticas de
sin embargo, el porcentaje relativo de estos úl- su perspectiva más holística; segundo, a la vo-
timos es mayor en Lerma que en Cuajimalpa. cación social e interdisciplinaria de la univer-
De manera general, podemos apreciar sidad que, por sí misma, tiende a aproximar
que la investigación relacionada con la bioé- el trabajo académico a temáticas típicas de la
tica tiende a concentrarse en una sola divi- bioética holística. Esta presencia invisible pue-
sión dentro de cada unidad: la DCAD en Az- de tener el efecto indeseable de que los propios
capotzalco, la DCNI en Cuajimalpa y la DCBS investigadores desconozcan la relación de su
en Iztapalapa, Xochimilco y Lerma. Dada la trabajo con la bioética, con lo cual se dificul-
relación de la bioética con los problemas pro- taría su vinculación con otros programas y
pios de las ciencias de la vida, el predominio proyectos dentro y fuera de la UAM.
de la DCBS no resulta extraño. En los casos de Al interior de las divisiones, la distribu-
Cuajimalpa y Azcapotzalco llama la atención ción de PCB tampoco es homogénea, y es
el hecho de que la DCAD y la DCNI concentran común la prevalencia de un departamento.
un mayor número de PCB que la DCSH, siendo La Tabla 4 presenta los departamentos domi-
las ciencias sociales y la filosofía el otro gran nantes de cada división, así como el número
eje disciplinario de la bioética. de PCB en cada uno de ellos y el porcentaje
A pesar de lo anterior, cabe destacar que que dicha cuenta representa respecto al total
no se encontró la palabra “bioética” de manera de PCB en la división (ver Tabla 3). Se indica el
literal en ninguna de las unidades de análisis, departamento con mayor cantidad de PCB en
por lo cual decimos que ésta se encuentra pre- cada unidad, así como el departamento con
sente de una forma inmanente o “invisible” en mayor número de PCB para toda la UAM y sus
la investigación en la UAM. Atribuimos esta porcentajes respecto a los PCB totales de divi-
presencia invisible a dos factores: primero, la sión y unidad (ver Tabla 3).

Tabla 4. Departamentos con mayor número


de PCB por unidad y división
Unidad División Nombre Cuenta %
Azcapotzalco DCAD Medio ambiente 6 85.7
DCBI Energía 4 80
DCSH Sociología 7 35
Total Azcapotzalco Sociología 7 21.9
Cuajimalpa DCCD * 0 *

DCNI Procesos y tecnología 5 71.4


DCSH Humanidades 1 100
Total Cuajimalpa Procesos y tecnología 5 62.5
Iztapalapa DCBI Química 1 100
DCBS ** 9 36
DCSH Sociología 6 50
Total Iztapalapa ** 9 23.7
Lerma DCBI * 0 *

DCBS Ciencias de la salud 2 50


DCSH Procesos sociales 1 100
Total Lerma Ciencias de la salud 2 40

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Tabla 4. Departamentos con mayor número
de PCB por unidad y división (continuación)

Unidad División Nombre Cuenta %


Xochimilco DCAD Teoría y análisis 2 40
DCBS Atención a la salud 21 87.5
DCSH Educación y comunicación 3 50
Total Xochimilco Atención a la salud 21 58.3
Total UAM Atención a la salud 21 17.6
La columna “Cuenta” se refiere al número de PCB en el departamento. La columna “%” presenta el porcentaje que
el número anterior representa respecto al total de PCB en la división. Excepciones: (*) no aplica; (**) moda múltiple
con la misma cuenta para Biología de la reproducción y Biotecnología.
Fuente: elaboración propia.

En la mayoría de los casos, un solo depar- asimetría permite ubicar aquellos departa-
tamento concentra más de 50 por ciento de mentos donde es más probable que los investi-
los PCB en su división; en algunos, esta cifra gadores tengan interés en participar en activi-
asciende por encima del 70 por ciento. Esto de dades académicas relacionadas con la bioética,
nuevo parece indicar una asimetría en la for- por ejemplo, para integrar la planta docente de
ma en que la bioética se encuentra presente en un diplomado interdisciplinario, o un proyec-
la función de investigación. Por otra parte, esta to de investigación interinstitucional.

Tabla 5. Categorías de análisis (temáticas y de enfoque)


más frecuentes por unidad y división
U. División Temática dominante Enfoque dominante
Categoría Cuenta % Categoría Cuenta %
A DCAD Ecoética y zooética 6 85.7 Alternativas 5 71.4
DCBI Ecoética y zooética 5 100 Alternativas 5 100
DCSH Biotecnología y bioética 6 30 Problemática 16 80
General A Ecoética y zooética 14 43.8 Problemática 18 56.3
C DCCD * 0 * * 0 *

DCNI Biotecnología y bioética 4 57.1 Alternativas 6 85.7


DCSH Neuroética 1 100 Problemática 1 100
General C Biotecnología y bioética 4 50 Alternativas 6 75
I DCBI Ecoética y zooética 1 100 Alternativas 1 100
DCBS Ecoética y zooética 8 32 Alternativas 12 48
DCSH Ecoética y zooética 6 50 Problemática 9 75
General I Ecoética y zooética 27 71.1 Alternativas 14 36.8
L DCBI * 0 * * 0 *

DCBS ** 1 25 Problemática 2 50
DCSH Ecoética y zooética 1 100 Problemática 1 100
General L Ecoética y zooética 2 40 Problemática 3 60

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Tabla 5. Categorías de análisis (temáticas y de enfoque)
más frecuentes por unidad y división (continuación)

U. División Temática dominante Enfoque dominante


Categoría Cuenta % Categoría Cuenta %
X - Bioética, medicina y sociedad 1 100 Problemática 1 100
DCAD Ecoética y zooética 5 100 Problemática 3 60
DCBS Bioética, medicina y sociedad 19 79.2 Básica 14 58.3
DCSH *** 1 16.7 Problemática 4 66.7
General X Bioética, medicina y sociedad 21 58.3 Problemática 18 50
General UAM Ecoética y zooética 52 43.7 Problemática 53 44.5
Nota: las columnas “Cuenta” indican el número de proyectos que se relacionaron con la categoría en cada división o
unidad (U). Los porcentajes “%” relacionan el número anterior con el total de PCB. A: Azcapotzalco; C: Cua-
jimalpa; I: Iztapalapa; L: Lerma; X: Xochimilco. Excepciones: (*) no aplica; (**) moda múltiple con la misma
cuenta para las categorías bioética y evolución, bioética y geriatría, ecoética y zooética y neurotética; (***)
moda múltiple con la misma cuenta para las categorías bioética y género; bioética, cine y literatura; bioética,
medicina y sociedad; ecoérica y zooética; herencia, bioética y biodiversidad y neuroética.
Fuente: elaboración propia.

En una dimensión más cualitativa, la Ta- tivas” fue una moda recurrente en la mayoría
bla 5 permite apreciar las categorías temáticas de las divisiones, sin embargo, en la cuenta
y el enfoque más frecuente en las investiga- total de proyectos la categoría “básica” alcanzó
ciones de cada unidad y división. Aunque el un número ligeramente más elevado.
departamento con mayor cantidad de PCB en
toda la UAM fue el Departamento de Atención La bioética como herramienta
a la Salud en la Unidad Xochimilco (Tabla 4), para la planeación educativa
cuya temática dominante es la más próxima Una de las principales características revela-
a la práctica profesional dominante (Bioética, das por el análisis respecto a la presencia de
medicina y sociedad), ésta no es la catego- la bioética en la investigación es su naturaleza
ría más frecuente en los PCB de toda la UAM. inmanente, lo cual implica el riesgo de invi-
Como puede apreciarse en el último renglón sibilizar la dimensión bioética incluso para
de la Tabla 5, la temática con mayor número los propios investigadores. En consecuencia,
de PCB en toda la universidad es precisamente la vinculación con proyectos de investigación
la más alejada de la práctica profesional do- multidisciplinarios en bioética que se realicen
minante: ecoética y zooética, con una cuenta en otras instituciones resulta improbable, al
de 52 (43.7 por ciento del total de PCB). Esta igual que la posibilidad de aprovechar el co-
categoría temática prevalece en las unidades nocimiento de los investigadores involucra-
Azcapotzalco, Iztapalapa y Lerma. Desde la dos para fortalecer la dimensión bioética a la
teoría de diseño curricular desarrollada por docencia, asunto especialmente importante
Guevara Niebla (1976) y otros académicos en la DCBS (Contreras et al., 2016a; 2016b). Es
de la UAM-Xochimilco, esto representa una probable, incluso, que muchos de los inves-
oportunidad para el diseño de currículos in- tigadores cuyo trabajo se relaciona con una
novadores (Contreras Islas, 2018a; 2018b). temática bioética específica, desconozcan lo
En las categorías de enfoque, la más fre- que sus pares están desarrollando en torno
cuente en toda la UAM fue “problematización”, a ésta en otras divisiones y unidades, preci-
con 53 PCB (44.5 por ciento del total). “Alterna- samente por la ausencia de dicha dimensión

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como un puente interdisciplinario. Visibilizar diferentes etapas del desarrollo embriológico,
esto es especialmente relevante cuando exis- los límites legales, las implicaciones sociales,
ten proyectos que convergen sobre una mis- el impacto que tiene en la salud pública y las
ma temática con distintos enfoques (básicos, afectaciones a las poblaciones vulnerables, en-
problemáticos, aplicados) y que pueden com- tre otras. Proponer estrategias de difusión que
plementarse entre sí. aborden estos problemas desde una platafor-
Ante este panorama, el uso de la matriz de ma multidisciplinar podrá incidir en la forma
datos generada durante este estudio puede ir en que los entendemos.
más allá del análisis descriptivo de un fenó- La exposición de casos dilemáticos y pro-
meno poco explorado para proponer estrate- blemáticas específicas de los campos de las
gias de vinculación académica dentro y fuera ciencias de la vida y la salud desde la bioéti-
de la UAM que visibilicen la bioética en las ca permite aterrizar conceptos y perspectivas
distintas funciones universitarias, pero tam- filosóficos, así como analizarlos desde otras
bién fortalezcan el trabajo interdisciplinario disciplinas, con la intención de ofrecer pro-
y la colaboración interdepartamental, inter- puestas y alternativas multidisciplinares. Esto
divisional e interunidades en la propia uni- promueve posturas sustentadas en argumen-
versidad.8 Incluso, sienta algunas bases para tos, y no sólo en opiniones. Todo ello posibili-
orientar el diseño de currículos innovadores ta una reflexión más profunda del tema desde
que, siguiendo los planteamientos de Gueva- una perspectiva idealmente laica y éticamente
ra Niebla (1976), encarnen verdaderas alter- plural que permita sensibilizar a públicos ge-
nativas a la práctica profesional dominante, nerales sobre temas de urgente reflexión en el
en atención de las necesidades actuales de la país y en el mundo.
sociedad mexicana. A continuación explora-
remos algunas de estas posibilidades. Educación continua

Difusión Partiendo del mismo principio expuesto en el


apartado anterior, el objetivo es generar espa-
Dado que la bioética es una multidisciplina cios de diálogo y discusión como conferencias,
que busca analizar, reflexionar y proponer al- seminarios, congresos, cursos y diplomados
ternativas a dilemas éticos que afectan la vida abiertos a públicos específicos y generales, con
(no sólo humana, sino de las demás especies temáticas particulares como aborto, eutana-
animales y de ecosistemas), su difusión es sia, la relación que tenemos con animales no
esencial. Aquí el objetivo será presentar a pú- humanos, fracking, organismos genéticamen-
blicos generales la necesidad de entender las te modificados (OGM), o políticas públicas en-
problemáticas desde su complejidad, en don- caminadas al cuidado del medio ambiente.
de las distintas disciplinas científicas, sociales, Una vez identificados los temas, se reco-
legales y filosóficas pueden aportar elementos mienda invitar a especialistas que lo aborden
para comprenderlas. Un caso emblema puede desde perspectivas distintas, por ejemplo:
ser el aborto, ya que éste tiende a limitarse úni- médicos, biólogos, ecólogos, veterinarios, etc.,
camente a la dicotomía moral de si “está bien” que brinden información científica, rigurosa
o “está mal”, dejando de lado conocimientos y actualizada; asimismo, invitar a investiga-
necesarios para su entendimiento, como las dores que lo estudien desde una perspectiva

El fortalecimiento
8 del trabajo interdisciplinario coordinado entre distintas unidades figura, de hecho, entre los
objetivos estratégicos del Plan de Desarrollo Institucional 2011-2024 de la UAM, que puede consultarse en la di-
rección electrónica: http://www.uam.mx/pdi/pdi/pdi_2011_2024/assets/downloads/PDI_2011-2024.pdf (consulta:
6 de febrero de 2017).

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D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana 55
económica, legal, sociológica, antropológica, interesante. Nuestra sistematización de los
filosófica, etc., y representantes de sociedades proyectos de investigación permite apreciar
civiles u organizaciones no gubernamentales que en cuatro de las cinco divisiones se trabaja
que trabajan en sensibilizar a la sociedad en la en problemas relacionados con la sustentabi-
importancia e impacto que estos temas tienen lidad, a la vez que se busca generar alternati-
en las poblaciones vulnerables. Este trabajo vas de vivienda, alimentación y producción
refuerza la idea de establecer los “puentes” en- sustentables. Con estos resultados, el área de
tre las ciencias de la vida y las humanidades vinculación académica podría gestionar rela-
que Potter entendía como parte de la misión ciones de cooperación entre estos proyectos
esencial de la bioética (Potter, 1971). de investigación e, incluso, generar nuevos
Nuestro trabajo facilita la organización vínculos con empresas privadas o sectores
de foros de discusión abierta, en los que tan- gubernamentales interesados en conocer e
to los panelistas como los asistentes puedan implementar sus desarrollos.
tener una imagen completa de las vertientes y
aristas de un tema particular, para entenderlo Innovación curricular
en su complejidad. Como vemos en los datos
expuestos previamente, existen varias líneas Finalmente, la existencia de un número im-
de investigación que convergen en torno a portante de proyectos de investigación rela-
temáticas y problemáticas específicas, y que cionados con temáticas bioéticas alejadas de
atienden a profundidad una parte del proble- la práctica profesional dominante representa
ma. El objetivo central será, entonces, generar una oportunidad inapreciable para el diseño
espacios de discusión dialógica con miras a de ofertas curriculares innovadoras, que ex-
que el público asistente obtenga un conoci- ploren nuevos campos emergentes para esta
miento básico del tema desde diferentes pers- interdisciplina. Para Guevara Niebla (1976), un
pectivas y disciplinas y, al mismo tiempo, pro- currículo innovador es aquél que integra tanto
mover la vinculación y la colaboración entre elementos de la práctica profesional dominan-
los expertos. te como de las nuevas prácticas emergentes, a
fin de formar profesionistas capaces de ejercer
Vinculación académica en el campo laboral existente, pero también de
contribuir a transformarlo y superarlo para
El objetivo principal de la vinculación aca- que responda mejor a las necesidades históri-
démica es relacionar entre sí a distintas áreas cas específicas de su momento. En el caso de la
de investigación, y las personas que la confor- bioética, se trataría de generar una oferta cu-
man, para fomentar relaciones de cooperación rricular que capacite a los egresados a desem-
entre ellas. Al organizar las investigaciones de peñarse, por ejemplo, como integrantes o
la UAM en categorías temáticas, independien- asesores de los distintos tipos de comités que
tes, en principio, de sus departamentos, divi- contempla la Ley General de Salud (2018) y la
siones y unidades, podemos identificar áreas CONBIOÉTICA (2015, 2016); sin embargo, al mis-
de vinculación potenciales que incentiven el mo tiempo se trataría de formar profesionales
trabajo interdisciplinario. Un ejemplo es la de la bioética atentos a las grandes problemá-
temática de sustentabilidad, que está presen- ticas que han sido históricamente descuida-
te en las divisiones DCAD, DCBS, DCBI, DCSH, das por la práctica dominante: cuestiones de
bajo la categoría de “ecoética y zooética”. Para género, de medicina preventiva, de acceso a
esta temática existen investigaciones que se la salud, de conservación del medio ambiente
desarrollan con los enfoques de “problemáti- y regulación del trato a seres vivos no huma-
ca” y “alternativas”, lo que resulta sumamente nos —temáticas que ya figuran en las agendas

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políticas y legislativas de México y del mundo, mas complejos en los que las ciencias biológi-
y que demandan la participación de expertos cas se entrecruzan con las humanidades.
que las hagan inteligibles para el público en ge- Por poner un ejemplo, detectamos in-
neral y particularmente para los tomadores de vestigaciones que abordan problemas en po-
decisiones. Lo que nuestra investigación revela blación geriátrica que van desde el diseño de
es que la UAM cuenta con académicos expertos espacios cuando se presentan problemas de
que están trabajando en investigaciones vin- movilidad, hasta estudios de envejecimiento
culadas a estas temáticas probablemente sin celular, pasando por la atención sanitaria de
estar al tanto de su dimensión bioética y, por dicha población, así como la socialización
ende, de las aportaciones que pueden hacer a la del envejecimiento en nuestras sociedades.
discusión y a la elaboración de políticas públi- Como vemos, cada uno aporta una pieza ne-
cas en este campo. Estos académicos son acto- cesaria para entender la vejez como un pro-
res clave para el diseño y la operación de con- blema bioético complejo: conforme se van
tenidos curriculares innovadores, pensando, entendiendo los aspectos médico-biológicos,
por ejemplo, en un diplomado o un posgrado éstos pueden ir modificando las nuevas tera-
en bioética con un enfoque holístico, que ac- péuticas, diagnósticos y pronósticos sin dejar
tualmente sólo existe en la UNAM.9 de lado los aspectos psicosociales a los que,
como individuos y sociedades, nos hemos de
Conclusiones enfrentar durante esa etapa de la vida.
Ahora bien, una forma de vincular y con-
La bioética es una disciplina que surge en la juntar esta información, como ya se men-
frontera entre las ciencias de la vida y las hu- cionó, es a través de la creación y gestión de
manidades, para ocuparse de los problemas materiales de difusión, de actividades re-
y dilemas particulares que surgen en dicha lacionadas con educación continua (como
frontera (González Valenzuela, 2008). Dada la conferencias, cursos, seminarios, congresos o
vocación interdisciplinaria y social de la UAM, diplomados), proyectos de vinculación acadé-
no es de extrañar que en todas sus divisiones mica y, de forma muy atractiva e interesante,
existan investigaciones relacionadas con te- innovación curricular, de tal manera que du-
máticas bioéticas; sin embargo, a pesar de la rante la formación de los alumnos —a través
cercanía que tienen las preguntas de investi- de nuevos planes de estudio— ellos puedan
gación que desarrollan, estas investigaciones integrar el conocimiento de diferentes disci-
están, en su mayoría, aisladas unas de otras, ya plinas que estudian un área de conocimiento
sea que se centren en obtener información bá- particular. Consideramos que ese es el nuevo
sica, en entender la problemática o en buscar reto al que se enfrentan las instituciones que,
alternativas y soluciones. De ahí que nuestra como la UAM, tienen en sus objetivos insti-
propuesta haya sido, en un primer momento, tucionales un compromiso social y vocación
identificar las temáticas que actualmente se interdisciplinaria.
desarrollan en la UAM para señalar y propo- Finalmente, consideramos que una de las
ner, en estos últimos apartados, la necesidad principales aportaciones de este trabajo es que
de vinculación entre los investigadores y de- puede ser replicado en otras instituciones que
más participantes de cada área con sus pa- tengan distintas áreas de investigación y/o de-
res. Esto permitirá implementar un aspecto sarrollo. Definir, identificar y categorizar las
fundamental de la metodología en bioética: líneas de investigación por medio de depar-
la aproximación multidisciplinar a los proble- tamentos, áreas, temáticas y enfoques (básico,

Para un mayor detalle respecto al diseño de currículos innovadores en bioética pueden consultarse los trabajos de
9
Contreras Islas (2018a; 2018b).

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D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana 57
problemática, alternativas), permite catalogar Aunado a lo anterior, nos parece relevante se-
los diferentes elementos que la conforman ñalar la posibilidad de involucrar a la comuni-
para, posteriormente, entrecruzarlos y saber dad no académica en diversos ejes que van de
cómo pueden complementarse los enfoques la comunicación de la información obtenida
multidisciplinarios. Esto permite obtener in- (por medio de difusión, educación continua,
formación que resulta valiosa para generar etc.) hasta la integración de las necesidades de
áreas de oportunidad educativas e innovado- la misma comunidad, con el objetivo de resol-
ras, así como para mejorar las áreas de vincu- ver problemáticas específicas.
lación y extensión inter e intrainstitucional.

Referencias
Bardin, Laurence (1986), El análisis de contenido, Contreras Islas, David Sebastian (2018a), “La bioé-
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D.S. Contreras y F. Villela | Presencia de la bioética en la investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana 59
Desarrollo de una guía para promover
un e-learning inclusivo en educación superior

Alba María Hernández Sánchez* | Mel Ainscow**

Este artículo describe el desarrollo de una estrategia para promover la Palabras clave
inclusión en entornos virtuales de aprendizaje en educación superior. La
estrategia es una adaptación del Índice para la Inclusión, un instrumento Educación inclusiva
ampliamente utilizado en los centros educativos. Se adoptó la forma de Educación superior
guía, que puede ser usada para fomentar el diálogo entre el equipo docen- e-learning
te y de gestión para reflexionar en torno a cómo crear culturas inclusivas,
producir políticas inclusivas y desarrollar prácticas inclusivas. El docu- Calidad en la educación
mento explica el proceso de validación de la guía por diez expertos de la Equidad educativa
Universidad de Manchester, utilizando la técnica Delphi. En síntesis, se
describe cómo la información cualitativa y cuantitativa facilitada por los
expertos contribuye a la mejora de la última versión de la guía. Este pro-
ceso refuerza la necesidad de incorporar esta estrategia en el desarrollo de
entornos de aprendizaje de e-learning en educación superior.

This article describes the development of a strategy to promote inclusion in Keywords


virtual learning environments in higher education. The strategy is an adap-
tation of the “Index for Inclusion,” an instrument widely used in schools. We Inclusive education
have adopted the form of a guide, which can be used to foster dialog between Higher education
the teaching and management teams to reflect on ways to create inclusive e-learning
cultures, produce inclusive policies, and develop inclusive practices. The
document explains the process of validating the guide implemented by ten Quality in education
experts from Manchester University, using the Delphi technique. In summa- Educational equality
ry, we describe how the qualitative and quantitative information provided
by the experts helped to improve the last version of the guide. This process
underscores the need to incorporate such a strategy in the development of
e-learning environments in higher education.

Enviado: 28 de octubre de 2018 | Aceptado: 20 de mayo de 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
* Maestra funcionaria de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (España). Doctora en Ciencias de
la Educación. Líneas de investigación: educación inclusiva; accesibilidad universal; discapacidad; e-learning. CE:
albamaria@ugr.es
** Profesor emérito de la Universidad de Manchester (Inglaterra) y codirector del Centro para la Equidad en la Edu-
cación. Doctor en Educación. Líneas de investigación: educación inclusiva; equidad; desarrollo profesional do-
cente; mejora en la escuela. CE: mel.ainscow@manchester.ac.uk

60 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


Introducción identificado: “la aparente paradoja donde la
tecnología proporciona una gran plataforma
La educación inclusiva como proceso ha sido para la inclusión, en realidad parece ser exclu-
ampliamente estudiada en las escuelas (por yente”. Es decir, la provisión de un entorno de
ejemplo: Ainscow, 1999; Ainscow et al., 2006; aprendizaje a distancia no es necesariamente
Ainscow et al., 2012; Echeita, 2007; Lledó y Ar- una garantía para la inclusión de todos los
naiz, 2010; Miles y Ainscow, 2011; Muntaner, participantes en educación superior. En rela-
2014). Sin embargo, a pesar de que “desde la ción con esto, Seale (2013: 268) argumenta que:
década de los noventa se ha dado un creciente
énfasis a la necesidad de políticas y prácticas …los aspectos cruciales para la inclusión di-
inclusivas” en educación superior (López- gital no son sólo tecnológicos (e.g., acceso a la
Gavira y Moriña 2015: 366), hay pocas evi- tecnología y entrenamiento sobre cómo usar-
dencias del desarrollo de tales experiencias. la) sino que son sociales (e.g., la diversidad de
La European Commission (2001) promueve redes de apoyo formales e informales que los
la creación de experiencias de educación su- estudiantes son alentados a mantener y culti-
perior donde todas las personas puedan par- var) y culturales (e.g., los valores y las expecta-
ticipar de manera equitativa, con libertad de tivas respecto a si es posible que el estudianta-
elección, por tanto, la asunción de una educa- do mejore su rendimiento académico a través
ción inclusiva sigue siendo un tema pendiente del uso de la tecnología).
(Lledó et al., 2012; Cotán, 2017).
El presente documento aborda estas preo- A partir de esta brecha o laguna en la prác-
cupaciones y se enfoca en el campo de la edu- tica y en la investigación, este trabajo presenta
cación a distancia. En concreto, se describe el una descripción de la producción de una Guía
desarrollo de una guía que puede ser usada para el Desarrollo de una Enseñanza Superior
como un medio para revisar y desarrollar a Distancia Inclusiva, basada en la adaptación
entornos de aprendizaje a distancia en educa- del Index for inclusion: Developing learning
ción superior. and participation in schools (Booth y Ainscow,
2011). Se aborda el desarrollo general de una
Desarrollo de una estrategia educación inclusiva en educación superior
sobre las mismas dimensiones de la versión
La búsqueda de estrategias para abordar los original en la escuela, al crear culturas inclusi-
desafíos que supone construir una educa- vas, producir políticas inclusivas y desarrollar
ción inclusiva es particularmente importante prácticas inclusivas (Fig. 1).
en relación a la educación a distancia, la cual Cuando se usa en las escuelas, el Index for
“desde sus inicios ha ofrecido al estudiantado inclusion se integra en la planificación insti-
la oportunidad de que aprendan indepen- tucional cotidiana para aumentar el apren-
dientemente de las limitaciones geográficas, dizaje y la participación de todos los agentes,
socioeconómicas o de otra índole” (UNESCO, especialmente del estudiantado. El proceso
2002: 23); constituye una estrategia para la in- para trabajar con el Index está diseñado para
clusión social y educativa de todas las perso- contribuir al desarrollo de escuelas inclusi-
nas, especialmente de las comunidades más vas. Esto alienta al profesorado a compartir
vulnerables (Cabero, 2016). De hecho, la edu- y construir su conocimiento sobre lo que
cación a distancia se considera como una de dificulta el aprendizaje y la participación. En
las respuestas más eficientes a los problemas definitiva, es una ayuda para examinar deta-
de desigualdad en nuestra sociedad (Acosta, lladamente las posibilidades para incremen-
2011). No obstante, como Steyaert (2005: 68) ha tar el aprendizaje y la participación de todo

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior 61
Figura 1. Dimensiones y secciones del Index for inclusion
Index dimensions Planning Framework
Dimension A:
Creating inclusive cultures

Evo
IE S
A1: Building community

lvin
IC
A2: Establishing inclusive values

OL

g in
P
Dimension B:

clu
ive
Producing inclusive policies

sive
lus

B1: Developing the school for all


inc

PR
B2: Organising support for diversity
ing

AC
duc

T
Dimension C:

ICE
Pro

Evolving inclusive practices

S
C1: Constructing curricula for all
Creating inclusive CULTURES C2: Orchestrating learning

Fuente: Booth y Ainscow, 2011: 13.

el alumnado en referencia a los aspectos que o cuestiones. Por ejemplo, el indicador “du-
conforman e interactúan con el centro edu- rante las sesiones se alienta al estudiantado a
cativo. Este proceso no se ve como una ini- trabajar conjuntamente” podría centrarse en
ciativa adicional a la escuela, sino como una preguntas como:
forma sistemática de participar en la planifi-
cación del desarrollo escolar, en la que se esta- • ¿Las actividades de la sesión requieren
blecen prioridades para el cambio y se ponen que el estudiantado colabore?
en práctica revisiones y medidas de progreso • ¿El personal docente pide al estudianta-
(Ainscow et al., 2012). do que discuta sobre el contenido de la
Es importante comprender que la visión sesión?
de la inclusión presentada en el Index for in- • ¿El personal docente ayuda al estu-
clusion es amplia, ya que va más allá de mu- diantado a desarrollar habilidades para
chas de las formulaciones que se han utilizado aprender juntos?
con anterioridad. Se preocupa por minimizar
las barreras de aprendizaje y participación, Los indicadores son afirmaciones de aspi-
sea quien sea y donde sea que las experimen- raciones inclusivas que pueden ser compara-
te en el proceso de construcción de culturas, das con la realidad de las escuelas para esta-
prácticas y políticas inclusivas en la escuela. blecer las prioridades del centro en cuestión.
Lo anterior implica un énfasis en la moviliza- Las preguntas aseguran que los materiales
ción de recursos infrautilizados por el perso- efectivamente sean capaces de desafiar el pen-
nal, el estudiantado, el equipo de gestión, las samiento en cualquier escuela, sea cual sea su
familias y los demás miembros de la comuni- estado de desarrollo. En conjunto, las dimen-
dad educativa. En este contexto, la diversidad siones, los indicadores y las preguntas propor-
es vista como un recurso valioso para apoyar cionan un mapa que se detalla progresivamen-
el desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje te para conocer la posición actual de la escuela
(Bartolomé, 2017). y para planear las posibilidades futuras.
Las cuestiones que incluye la guía incluyen
una estructura de árbol ramificado que per- El uso de múltiples perspectivas
mite el estudio de todas ellas de forma progre-
siva. Las tres dimensiones (políticas, prácticas La investigación en las escuelas sugiere que
y culturas) se expresan en términos de indica- para abordar la visión más amplia de la educa-
dores y el significado de cada uno de ellos se ción inclusiva descrita en el Index deben tener-
desarrolla en torno a una serie de preguntas se en cuenta múltiples perspectivas (Ainscow

62 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior
et al., 2006). Sin embargo, este estudio —puesto que puede generar debate sobre la inclusión
en marcha en la educación superior— se refiere en la educación superior a distancia (Ainscow
solamente al desarrollo de la educación inclu- et al., 2006).
siva desde la visión del personal y el equipo de
gestión, en vista de que los esfuerzos para desa- El desarrollo de la Guía
rrollar experiencias más inclusivas “requieren
de un énfasis especial sobre la provisión de un El estudio concierne al diseño, desarrollo y
soporte a los docentes que los acompañe en la evaluación de experiencias de e-learning en
búsqueda y desarrollo de prácticas que lleguen educación superior para personas con y sin
a todos los que participan en el aula” (Ainscow, discapacidades, que interactúan en línea entre
2014: 47). Hoy en día, uno de los desafíos más sí, desde una perspectiva inclusiva. Mientras
grandes de la inclusión es el compromiso acti- que el estudio completo de las experiencias for-
vo del equipo docente (Howes et al., 2009) por- mativas se realiza en la Universidad de Granda
que, junto con el estudiantado, son los agentes (España), la investigación específica que se ex-
que están inmersos en la experiencia cotidiana. pone en este documento tiene lugar en la Uni-
Con esto en mente, la guía que se descri- versidad de Manchester (Reino Unido).
be en este documento ha sido creada para fo- La adaptación del Index for inclusion para
mentar la reflexión crítica entre el personal y el desarrollo de un e-learning inclusivo en
el equipo de gestión acerca de la experiencia educación superior ha requerido de una in-
de e-learning inclusivo que estos agentes ofre- vestigación sobre la acción colaborativa que
cen. De este modo, puede ser entendida como provoque mejoras en las políticas, las prácti-
una estrategia para incrementar las posibili- cas y las culturas. En concreto, se desarrolla
dades para “detenerse y pensar” (Ainscow y en el contexto de la tercera edición del Título
Sandill, 2010). Su propósito es proporcionar Propio de la Escuela Internacional de Posgra-
espacios donde el equipo docente se enfrente do de la Universidad de Granada denominado
con las evidencias de su labor, y provoque la “Lengua de signos española y su interpreta-
reflexión y la discusión de su propia práctica ción aplicada a la enseñanza presencial y vir-
docente (Howes et al., 2009; Ainscow, 2014). tual”. Esto llevó a una fase de reflexión dentro
La “Guía para el desarrollo de un e-learning del proceso de investigación en la acción en la
inclusivo en educación superior” no está con- que se hizo necesario abordar explícitamente
cebida como una receta o como un conjunto el desafío de la inclusión. A través del proceso
cerrado de indicadores para aplicar a manera de evaluación y reflexión se identificó un con-
de encuesta para verificar con qué se cuenta y junto de cambios para la provisión de mejoras
con qué no a partir de respuestas dicotómicas en las experiencias educativas venideras.
de sí/no. Al contrario, cada sección hace re- Como resultado de esta experiencia, los
ferencia a dos cuestiones implícitas: ¿cómo lo autores de este artículo decidieron adaptar la
hacemos?, y ¿cómo podemos mejorarlo? versión existente del Index for inclusion al con-
Tal y como sostienen Miles y Ainscow texto español, a una modalidad de educación
(2011: 11) “las escuelas saben más de lo que a distancia y a una población adulta que reci-
usan” y, de manera similar, es obvio que los be educación superior, para su validación en
profesionales de la educación superior tie- la Universidad de Manchester en relación con
nen un conocimiento experto de su propio cuatro factores:
contexto de trabajo, basado en su experiencia
profesional, que puede ser explotado. Por lo • Adaptación al contexto. El uso de la
tanto, la Guía está diseñada para aprovechar Guía para promover un e-learning in-
esos recursos, en tanto que provee un marco clusivo en educación superior está si-

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior 63
Figura 2. Marco del proceso de adaptación del Index for inclusion

2. Uso de la versión
4. Versión final de la
preliminar de la 3. Validación
1. Adaptación Index "Guía para promover
"Guía para promover de expertos:
for inclusion (2011) un e-learning inclusivo
un e-learning inclusivo técnica Delphi
en educación superior"
en educación superior"

Fuente: elaboración propia.

tuado en España; por lo tanto, ha sido El uso de una versión inicial de la Guía ba-
necesario cambiar el idioma para la sada en estos cambios demuestra no sólo que
validación, y también ciertos aspectos es crucial en el proceso de reflexión sobre las
de contenido cultural. prácticas, las políticas y las culturas inclusivas
• Adaptación de la modalidad. La expe- del equipo docente y de gestión, sino también
riencia se desarrolla dentro de un en- en el proceso de autoevaluación integral de la
torno de aprendizaje a distancia; conse- experiencia de aprendizaje en línea.
cuentemente, ha requerido de cambios Basado en la experiencia de la primera au-
relativos a la accesibilidad, la usabili- tora de este trabajo como tutora y coordinado-
dad, el diseño universal y la ubicuidad ra de las experiencias de e-learning inclusivo
(como una característica identificativa en educación superior, y como observadora
del e-learning, que significa: en cual- participante en este proceso, se consideró ne-
quier lugar y en cualquier momento). cesario crear una cierta distancia crítica para
• Adaptación del nivel de madurez. A analizar el progreso realizado en el desarrollo
diferencia del Index for inclusion, con- de una Guía apropiada. Con esto, el propósito
cebido para escolares en periodo de del presente estudio se focaliza en una com-
enseñanza obligatoria, la participación prensión más holística de los aspectos que
de estudiantado adulto (estudiantes de deben incluirse en la Guía a través de la sín-
educación superior) en el presente es- tesis de las opiniones de un grupo de expertos
tudio ha requerido de consideraciones externo. Estos expertos del ámbito de la inclu-
relativas a la noción de aprendizaje a lo sión, el e-learning y la educación superior fue-
largo de la vida. Por lo tanto, fue nece- ron invitados para actuar como “amigos críti-
sario suprimir las referencias a las fami- cos” (Ainscow et al., 2012) que discuten sobre
lias y, al mismo tiempo, dar énfasis a las el borrador inicial del instrumento. El marco
interacciones entre los participantes. general del proceso que se utilizó para llevar a
• Adaptación del tamaño. Dada la inten- cabo este análisis se resume en la Fig. 2.
ción de usar la Guía durante reuniones
a través de videoconferencia con una Método
duración de entre 1 y 2 horas, fue nece-
sario reducir el número de preguntas. Para el estudio aquí presentado se utilizó la
Por lo tanto, el proceso mantiene el técnica Delphi. Ésta implica que una variedad
mismo marco general, pero se enfoca de expertos y expertas ofrecen su punto de
únicamente en lo que se consideran vista sobre la coherencia, la representación y la
preguntas esenciales. calidad técnica de cada uno de los indicadores

64 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior
y el conjunto de preguntas de la Guía para literatura científica en relación con este aspecto.
promover un e-learning inclusivo en educa- Por su lado, Skulmoski et al. (2007), al escribir
ción superior. Esta estrategia de investigación sobre su investigación indican que el tamaño
ha sido ampliamente usada (Dunsmuir et al., de la muestra varía desde 4 hasta 171 expertos,
2015) porque ha demostrado su utilidad para pero establecen que “grandes muestras en un
identificar y priorizar aspectos que faciliten la estudio Delphi pueden presentar desafíos logís-
toma de decisiones (Okoli y Pawlowski, 2004). ticos difíciles que supongan una gran inversión
El método Delphi se seleccionó como de tiempo para los panelistas y para la persona
el enfoque más apropiado para este estudio investigadora” (Nworie, 2011: 26). El aspecto
porque crucial es encontrar un número óptimo de ex-
pertos, teniendo en cuenta que es necesario un
…el proceso reiterado de recopilación e inter- número mínimo y máximo que compense el
pretación de datos permite la creación de un esfuerzo, el costo y el tiempo invertidos. Defini-
consenso dentro de un panel de expertos…, tivamente, el tamaño de la muestra depende del
manteniendo el anonimato y evitando la propósito del proyecto, del diseño seleccionado
confrontación y la presión de los participan- y del periodo de tiempo para la recolección de
tes para ajustarse a las perspectivas del grupo datos (Keeney et al., 2000).
(Fuller et al., 2014: 334). La muestra de este estudio incluye a 10
expertos y expertas de la Universidad de
Lo anterior, dado que “la opinión colectiva Manchester, seleccionados por su variada y
del panelista experto es de mayor calidad que la reconocida experiencia a nivel internacional
visión limitada individual” (Nworie, 2011: 25). sobre la educación inclusiva, el e-learning y la
educación superior. El tamaño de la muestra
Participantes se considera óptimo para obtener suficien-
te información de alta calidad y experiencia
Al diseñar el estudio se reflexionó acerca de diversa, controlando los desafíos logísticos
cuántos expertos informantes habría que in- del estudio. El objetivo se focaliza en abordar
volucrar para usar la técnica Delphi. Williams diferentes perspectivas que se resumen en el
y Webb (1994) sostienen la falta de acuerdo en la Cuadro 1.

Cuadro 1. Perfil del grupo experto de panelistas


1. Director/a del Programa de Doctorado en Psicología Educativa. Examinador/a externo/a del programa MEd en
Discapacidad, Inclusión y Necesidades Especiales. Los intereses de investigación se centran en las necesidades
educativas, la salud mental, la inclusión, la práctica profesional en psicología educativa, el uso de datos en sistemas
educativos, la dislexia, la terapia cognitiva, los enfoques terapéuticos y la evaluación de intervenciones y programas
basados en la escuela.
2. Profesor/a de Psicología Educativa y de la Infancia. Trabaja en la mejora de servicios para la infancia y la juventud
en situación de vulnerabilidad, en concreto, en aquéllos que tienen necesidades educativas especiales, que están en
riesgo de exclusión en la escuela o que son atendidos por las autoridades locales.
3. Profesor/a titular de Educación. Master of Arts (MA) en Tecnología Educativa en Teaching English to Speakers of
Other Languages (TESOL). Sus intereses en investigación se centran en el uso de la tecnología en la enseñanza de
idiomas, la formación de docentes a distancia y el e-learning.
4. Asistente de investigación en la Escuela de Medio Ambiente, Educación y Desarrollo. Su interés investigativo se
centra en la educación especial y en los aspectos emocionales del aprendizaje.
5. Profesor/a titular de Educación Científica. Sus intereses de investigación son la inclusión, la investigación en la
acción, la educación científica y la desventaja social y educativa.

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior 65
Cuadro 1. Perfil del grupo experto de panelistas (continuación)

6. Director/a del programa MA: Tecnologías digitales. Comunicación y educación. Sus intereses de investigación
giran en torno a: teoría crítica y educación, práctica de la información y alfabetización informacional, aprendizaje
en el lugar de trabajo y desarrollo profesional, comunidades de aprendizaje y aprendizaje informal, filosofía del
aprendizaje y comunicación.
7. Profesor/a titular de Educación Inclusiva. Director/a del programa para la vía MA “Liderazgo e inclusión edu-
cativa”, coordinador fundador de la Red de Educación Habilitadora (EENET). Sus intereses de investigación se foca-
lizan en educación inclusiva, educación especial, educación internacional y educación comparada.
8. Profesor/a titular de la Escuela de Medio Ambiente, Educación y Desarrollo. Su interés investigativo se centra en
la educación y la lingüística, las desventajas y la equidad, la educación superior y la identidad de los estudiantes y el
staff educativo. Lidera el proyecto “Hacia una participación equitativa: acceso e inclusión en educación superior”.
9. Investigador/a asociado/a al Centro de Equidad. Focaliza sus intereses de investigación en torno a la inequidad
dentro de los sistemas educativos, el lenguaje y el aprendizaje en línea.
10. Investigador/a asociado/a en la Escuela de Medio Ambiente, Educación y Desarrollo. Sus intereses en investigación
son: percepciones de la tecnología en educación y la mejor forma para abordar la educación para la ciudadanía
global y la sostenibilidad; herramientas multimedia en educación, blended learning y alfabetización digital.
Fuente: elaboración propia.

Figura 3. Autoevaluación del grupo de expertos/as


en el proceso de aplicación de la técnica Delphi
5

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Expert’s self-assessment-Inclusive education Expert’s self-assessment-e-learning
Expert’s self-assessment-INDEX for inclusion Expert’s self-assessment-High education
Fuente: elaboración propia.

Figura 4. Formulario electrónico


Además de una trayectoria profesional
comprobada en estas áreas, cada una de las de la Guía
personas participantes proporcionó su propia
autoevaluación respecto de cada uno de los
indicadores de la Guía: 4 significa fuertemente
de acuerdo, 3 un acuerdo razonable, 2 ligera-
mente de acuerdo y 1 nada de acuerdo (Fig. 3).

El proceso

Después de una revisión detallada del uso del


inglés en el contenido de la Guía traducida del
español, se digitalizó en un formato electró-
Fuente: elaboración propia.
nico para facilitar la introducción de la infor-
mación de cada experto (Fig. 4).

66 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior
El formulario incluye información sobre inclusivas y desarrollar prácticas inclusivas).
el estudio, la técnica, el marco y el contenido Cada indicador de la Guía se puede evaluar
de la Guía (incluidos los indicadores sobre en función del nivel de coherencia, repre-
las diferentes dimensiones que pueden ser sentación y calidad técnica, además de que
consultados en el anexo de este documento: cuenta con un espacio abierto para justificar
crear culturas inclusivas, producir políticas la respuesta anterior y sugerir mejoras (Fig. 5).
Previamente se celebró una reunión cara
Figura 5. Ejemplo de uno de los
a cara con casi todos los expertos para expli-
indicadores con sus preguntas en el
car el estudio y obtener el acuerdo de parti-
formulario electrónico de la Guía
cipación en el mismo (sólo en dos casos se
obtuvo el consentimiento a distancia porque
no se pudo obtener en persona). Una vez cele-
bradas las reuniones se envió el enlace con el
formulario para comenzar con el proceso de
revisión.
El proceso de la técnica Delphi comienza
con un primer conjunto de opiniones de los
expertos (ronda 1) y continúa con el análisis
de un informe de investigación en el que se
incluye información sobre cada indicador con
sus propuestas de cambio y las aclaraciones
sobre las diferentes preguntas, además de una
sección específica que permite comentarios
adicionales. Finalmente, se solicita la revisión
de la nueva versión de la Guía por parte del
equipo experto y del informe y los comenta-
rios correspondientes a dicha versión (Fig. 6).
Fuente: elaboración propia.

Figura 6. Proceso de la técnica Delphi

Guía v.1 Feedback

Ronda 1 Análisis Ronda 2 Guía-versión final

Fuente: elaboración propia.

Resultados y discusión Me gusta mucho la guía. Me hizo pensar en los


entornos de aprendizaje a distancia en los que
Los resultados indican que hay una dispo- estoy involucrado de una manera crítica para
sición positiva del grupo de expertos para la que no siempre tengo tiempo.
introducir esta Guía con el propósito de con-
tribuir en la mejora de la inclusión educativa También hay un acuerdo general acerca
en entornos de aprendizaje a distancia. Por de la coherencia, la representación y la calidad
ejemplo, el experto 7 comentó: técnica de todos los indicadores. La puntua-

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior 67
ción media es superior a 3 en todos los casos, como un medio para fomentar una perspec-
incluyendo las decisiones basadas en una cui- tiva más inclusiva entre el personal y el equipo
dadosa consideración de los comentarios y las de gestión debe de ir más allá de la simple asis-
inferencias hechas sobre los mismos. tencia, y orientarse hacia una participación
Además, se expresaron opiniones sobre auténtica. También se realizaron cambios si-
el tamaño de la Guía: aproximadamente la milares en las preguntas A.2.1. y B.1.3.
mitad del grupo experto sugirió que es dema- Otro ejemplo de cambio puede verse en la
siado larga o que podrían usarse menos pre- formulación original de “local communities”.
guntas. En respuesta a estas consideraciones Con base en los comentarios de algunos ex-
se decidió eliminar tres preguntas y dos indi- pertos se modificó del siguiente modo: “com-
cadores completos. El grupo experto también munities that have an interest in the same topic”.
facilitó instrucciones para fusionar algunos La clave en este punto se encuentra en que los
indicadores similares y eliminar dos pregun- ambientes de e-learning tienen un potencial
tas redundantes. Curiosamente, este aspecto para alentar los intercambios globales entre
generó más reflexiones interesantes durante la comunidades, dado que la apertura y la ubicui-
discusión, específicamente, ¿sería posible de- dad son características intrínsecas de esta mo-
sarrollar la Guía en torno a un número menor dalidad de aprendizaje (García Aretio, 2009).
de indicadores? O, ¿sería mejor responder a Finalmente, se realizó una serie de cam-
las complejidades intrínsecas adoptando una bios relacionados con términos particulares
metodología más creativa para su uso? Esta utilizados en la Guía. Por ejemplo “positi-
última propuesta es la que necesita la comple- ve rituals” se reemplazó por “arrangements”
ja y heterogénea escuela del siglo XXI. (indicador A.1.1, pregunta iv); “disputes” por
A partir de lo anterior se concluyó que la “disagreements” (indicador A.1.2, pregunta v);
Guía debe adaptarse a los diferentes contextos. y “who to see” por “who to contact” (indicador
Cada institución habrá de focalizar sus esfuer- A.1.4, pregunta iv).
zos en unos aspectos más que en otros, en co- Después de incorporar estos cambios, la
herencia con sus circunstancias y en las áreas Guía adaptada se envió a todo el grupo exper-
de preocupación propia. En este sentido, se to de nuevo y se solicitaron sugerencias adi-
debe de trabajar de manera que se fomente la cionales. Siete de las diez personas confirma-
participación activa de las partes interesadas, ron que se sienten cómodas con los cambios;
lo que debería de propiciar un proceso más algunas ofrecieron sugerencias para futuras
significativo y relevante. En estas actividades investigaciones y para su potencial práctico,
participativas se sugiere la utilización de la es- mientras que el resto se mostró conforme con
trategia de Jigsaw —o rompecabezas— como el resultado final. Lo más importante, nos pa-
una metodología estimulante que alienta las rece, es que sus comentarios adicionales fun-
discusiones cooperativas y la toma de decisio- gieron como confirmación de la relevancia y
nes consensuada (Hedeen, 2003; Pozzi, 2010). la calidad de la Guía.
El grupo experto también proporcionó co-
mentarios detallados que ayudan a mejorar la Conclusiones y pasos futuros
coherencia de algunas preguntas y, en algunos
casos, a mejorar la claridad del lenguaje utili- La investigación reportada en este artículo
zado. Así, por ejemplo, la frase “attend actively confirma la necesidad de una estrategia efec-
in meetings” usada originalmente (indicador tiva para mejorar la inclusión dentro de expe-
A.1.3, pregunta ii) se cambió por “participate riencias de e-learning en educación superior,
in decision-making”. En este caso, el argumen- y generó una Guía que puede ser usada para
to de cambio se basó en que la colaboración abordar esta preocupación (ver la versión

68 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior
original de la Guía en inglés en el Anexo). líneas de estudio que aborden el desafío de la
Siguiendo un formato similar al usado en el educación inclusiva en educación superior des-
Index for inclusion, la Guía incluye un conjun- de una visión más holística. El siguiente paso
to de indicadores y preguntas que describen podría estar dirigido hacia un diálogo similar
áreas prácticas que han de revisarse en un con el estudiantado, ya que sus puntos de vista
contexto específico para determinar las ac- podrían ser el mejor estímulo para el desarrollo
ciones necesarias para promover la mejora de inclusivo, tal y como argumenta Messiou (2012).
la inclusión. El uso de la Guía requiere de un Finalmente, invitamos a los lectores in-
periodo de diálogo con el personal docente y teresados a aprovechar lo que se ha logrado
directivo con el objetivo de reflexionar sobre hasta ahora utilizando la Guía en sus propios
la creación de culturas inclusivas, la produc- contextos como medio para estimular la me-
ción de políticas inclusivas y el desarrollo de jora del proceso de educación inclusiva. Agra-
prácticas inclusivas. decemos sus contribuciones a lo que sigue,
Además de cubrir un vacío de la investiga- que es la búsqueda de formas de trabajo más
ción, este trabajo señala la necesidad de nuevas inclusivas.

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70 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior
Anexo (versión original en inglés)

DIMENSION A. CREATING INCLUSIVE planning and review, and participate in


CULTURES decision-making?
A.1. Building community iii. Is teamwork between staff and the ma-
A.1.1. Everyone is made to feeling part of a nagement team a model of collabora-
group tion for students, including transparent
i. Is the first contact that all the people and continuous information exchange?
have with the e-learning environment iv. Do staff know who to turn to with a pro-
friendly and welcoming? blem and feel comfortable about discus-
ii. Is information about the e-learning en- sing problems in a group?
vironment accessible, clear and useable? v. Are regular supply staff encouraged to
iii. Does the e-learning experience cele- be actively involved day-to-day of the
brate all cultures and different com- e-learning experience?
munities (people of different religious A.1.4. Staff and students treat one another
beliefs, from different racial and ethnic with respect and listen to each other
groups...)? i. Are spaces and opportunities genera-
iv. Are there positive arrangements for ted where staff and students can fre-
welcoming new students and new staff? ely express their feelings and percep-
v. Do students, staff and the management tions with respectful and constructive
team feel ownership of their group? comments?
A.1.2. Students help each other ii. Are the opinions of students and staff
i. Do staff and the management team sought about how the e-learning expe-
encourage, celebrate and support colla- rience might be improved?
borative work between student groups? iii. Do staff and students follow the rules
ii. Are supportive relationships actively of the e-learning environment and do
encouraged? they participate critically in the con-
iii. Are students encouraged to interact tinuous improvement towards good
with each other? relationships?
iv. Are students encouraged to recognise iv. Do students and staff know who to
and value the contributions of students contact when they have a problem?
whose starting points may be different A.1.5. Communities that have an interest
from their own? in the same topic involved in the e-learning
v. Are there processes to help students experience
work together to resolve disagreements i. Does the learning activity involve asso-
or differences of opinion? ciations and other institutions related
A.1.3. Staff and management team collabora- to the content of the courses?
te with each other ii. Is the e-learning experience enri-
i. Do staff and the management team ched with external resources and
treat each other with respect irrespec- experiences?
tive of their roles or responsibilities in iii. Does the e-learning experience encou-
the e-learning experience? rage participants to interact in other
ii. Are all tutors and the manage- similar activities?
ment team involved in curriculum

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior 71
A.2. Establishing inclusive values Does technological support provide an
ii.
A.2.1. There are high expectations for all accessible environment?
students iii. Do staff and students understand that
i. Does every student feel that they par- policies and practices must reflect the
ticipate in an e-learning experience in diversity of students within the e-lear-
which the highest achievements are ning experience?
possible? iv. Is it understood that anyone can expe-
ii. Do staff avoid viewing students as ha- rience barriers to learning and partici-
ving fixed abilities based on their cu- pation and that staff and the manage-
rrent achievements? ment team have the responsibility to
iii. Are all students encouraged to take follow and support the removal of any
pride in their own achievements and kind of barriers?
appreciate the achievements of others? A.2.4. The e-learning experience strives to
iv. Do staff attempt to counter negati- minimize all forms of discrimination
ve views of students who find lessons i. Is there recognition of the existence of
difficult? institutional discrimination and the
v. Do staff attempt to counter the dero- need to minimize all forms of it?
gatory use of labels of low achievement ii. Is attention paid to the possible exclu-
and avoid comparisons with each other? sionary pressures on minority student
A.2.2. Staff, the management team and stu- groups?
dents share a philosophy of inclusion iii. Do staff avoid stereotypical roles that
i. Is diversity seen as a rich resource they could be create in accordance with
to support learning rather than as a specific products or outputs?
problem? iv. Do staff see discrimination as created
ii. Is there a shared resolve to minimize when people with some specific cha-
inequalities of opportunity in the e- racteristic encounter negative attitudes
learning environment? and institutional barriers?
iii. Is there a shared wish to accept stu- v. Are there spaces and opportunities to
dents from different communities, express feelings about discrimination
irrespective of background, attainment and ways to minimize them?
or disabilities?
iv. Is there a shared understanding DIMENSION B. PRODUCING INCLUSIVE POLICIES
that inclusion is about increasing B.1. Developing the e-learning environment
participation? for all
v. Do all members of the e-learning ex- B.1.1. Staff appointments and promotions are
perience take responsibility for ma- fair
king the e-learning environment more i. Are opportunities for promotion seen
inclusive? to be open to all who are eligible?
A.2.3. Staff and management team seek to re- ii. Does the composition of teaching and
move barriers to learning and participation non-teaching staff reflect the possi-
in all aspects of the e-learning experience ble communities in the e-learning
i. Do staff and the management team environment?
contribute to the elimination of ba- iii. Is the valuing of diversity in students an
rriers to learning and participation in essential criterion for the appointment
relation to teaching and learning and of staff?
the organizational systems?

72 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior
iv. Are temporary replacements found for B.1.4. The management team and institu-
absent support staff? tion makes it virtual campus accessible to all
v. Are staff taken into account in the de- people
cisions concerning new appointments i. Are the needs of all people (those with
and promotions? disabilities, the elderly…) considered in
B.1.2. All new staff are helped to settle into making an accessible virtual campus
the e-learning environment and other interactive spaces?
i. Does every new member of staff have a ii. Is the e-learning environment concer-
mentor who is genuinely interested in ned with the accessibility of all aspects
helping him or her to settle into the e- of the virtual campus?
learning experience? iii. Are the experiences of participants
ii. Does the school make new staff feel used to improve the design of the vir-
that the experience and knowledge tual campus?
they bring to the e-learning experience iv. Is access and participation for all people
is valued? a part of the virtual campus improve-
iii. Are there opportunities for all staff, ment plan?
including new staff, to share their
knowledge and expertise? B.2. Organizing support for diversity
iv. Are new staff provided with the basic B.2.1. All forms of support are co-ordinated
information and professional develop- i. Are all support policies co-ordinated as
ment they need to know about for their part of a strategy to increase the capa-
e-learning experience? city of the e-learning environment to
v. Are the observations about the e-lear- respond to diversity?
ning environment of new staff sought ii. Are support policies directed at pre-
and valued for the fresh insights that venting barriers to learning and parti-
they may bring? cipation for students?
B.1.3. The institution seeks to admit all stu- iii. Is there a clear plan for the way external
dents who are interested support services can contribute to the
i. Are all students who are interested en- inclusive development of cultures, po-
couraged to participate the e-learning licies and practices?
experience? iv. Do staff aware of all the services that
ii. Is the inclusion of all students publicized can support the development of lear-
as an e-learning environment policy? ning and participation in the e-lear-
iii. Does the e-learning environment seek ning environment?
to overcome barriers to participa- B.2.2. The management team and staff deve-
tion identified in the universal design lopment activities help to respond to student
demands? diversity
iv. Is membership of the e-learning expe- i. Do all curriculum development activi-
rience genuinely open to all students ties address the reduction of barriers to
for all students? learning and participation?
v. Is there an increase in the diversity of ii. Does the management team and staff
students included in the e-learning development activities support staff in
experience? working effectively together in the vir-
tual campus?

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior 73
iii. Is partnership teaching, followed by iii. Do learning materials pay attention to
shared review, used to support teachers the emotional as well as the intellectual
to respond to student diversity? aspects of learning?
iv. Are there opportunities for staff and iv. Do learning materials encourage dialo-
students to learn about peer tutoring? gue between staff and students as well
B.2.3. Special education needs policies are in- as between students themselves?
clusive policies C.1.3. Online learning materials develop an
i. Is there an attempt to minimize the ca- understanding of difference
tegorization of students as ‘having spe- i. Are students encouraged to explore
cial education needs’? their own views and those of others
ii. Are students who are categorized as which are different from their own?
‘having special educational needs’ seen ii. Are students helped to engage in dialo-
as individuals with differing interests, gue with others with a variety of back-
knowledge and skills rather than as a grounds and views?
part of a homogeneous group? iii. Are there opportunities for students
iii. Can different resources be used by all to work with others who differ from
students if so desired? themselves?
iv. Do staff demonstrate that they respect
DIMENSION C. EVOLVING INCLUSIVE and value alternative views during on-
PRACTICES line discussions?
C.1. Orchestrating learning C.1.4. Students are actively involved in their
C.1.1. Teaching is planned with the learning own learning
of all students in mind i. Are students encouraged to take res-
i. Does the online course design reflect ponsibility for their own learning?
the backgrounds, experience and inter- ii. Does the online course design and
ests of all learners? other resources help independent
ii. Do learning materials start from a sha- learning?
red experience that can be developed in iii. Are course design plans shared with
a variety of ways? students so that they can choose to stu-
iii. Do learning materials encourage a dy at different pace or depth?
view of learning as continuous rather iv. Are reflective activities encoura-
than completed with particular tasks? ged rather than mechanical copying
iv. Can different content and activities be activities?
accessed in different ways? v. Are students consulted about the sup-
v. Does planning reflect on and attempt port they need and the quality of lear-
to minimize barriers to learning and ning materials?
participation for particular students in C.1.5. Assessment contributes to the achieve-
different situations? ments of all students
C.1.2. Online learning materials encourage i. Are all staff and students involved in
the participation of all students assessed learning?
i. Is there an attempt to view teaching ii. Do records of achievement reflect all
and support from the point of view of the skills, knowledge and experience of
students? students, such as additional languages,
ii. Do learning materials build on diffe- other communication systems, hob-
rences in student knowledge and expe- bies, interests and work experience?
rience?

74 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
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iii. Do assessments lead to modifications C.2.2. Staff expertise is fully utilized
in teaching plans and practice? i. Are all the skills and knowledge of staff
iv. Are there a variety of ways of demons- known, not just those given in their job
trating and assessing learning that description?
engage with differences in students’ ii. Are staff encouraged to draw on and
characters, interests and range of their share all their skills and knowledge to
skills? support learning?
v. Do students understand what, when, iii. Are there formal as well as informal
how and why they are being assessed opportunities for staff to resolve con-
(principle of transparency)? cerns over students by drawing on each
vi. Does the feedback to students indicate other’s expertise?
what they have learnt and what they iv. Do staff have the opportunity to deve-
might do next? lop their knowledge, innovative strate-
gies and ideas together?
C.2. Mobilising resources v. Are outside institutions invited to share
C.2.1. Student difference is used as a resource their expertise with staff and vice versa?
for teaching and learning C.2.3. Staff develop resources to support lear-
i. Are students encouraged to draw on ning and participation
and share all their skills and knowledge i. Do teachers develop shared, reusable
during the learning process? resources to support learning?
ii. Is the capacity of students to give emo- ii. Do all staff know of the resources avai-
tional support recognized and used lable to support their lessons?
sensitively? iii. Are resources organized so that they
iii. Do students with more knowledge or support the learning for all?
skills in an area sometimes tutor those iv. Is there a wide range of innovations
with less? that enable effective communication
iv. Are there opportunities for students to and interaction?
support each other? v. Are there opportunities for students
v. Is everyone, irrespective of learning ne- to contribute to the development of
eds, seen to make an important contri- resources?
bution to teaching and learning? vi. Are staff and the management team
vi. Are the barriers to learning and parti- involved in continuous research to
cipation of some students used as pro- improve resources and discover new
blem solving tasks or projects? opportunities?

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58990
A.M. Hernández y M. Ainscow | Desarrollo de una guía para promover un e-learning inclusivo en educación superior 75
Racionalidades sobre formación ciudadana
en la formación inicial docente
Estudio de caso en una universidad de la región del Maule, Chile
Ramiro Lobatón-Patiño* | Andrea Precht Gandarillas**
Ítalo Muñoz Canessa*** | Alejandro Villalobos Martínez****

Esta investigación tiene el propósito de examinar las racionalidades Palabras clave


subyacentes en el discurso de formación ciudadana en estudiantes de
pedagogía. Para lograrlo se llevó a cabo un análisis documental y un aná- Educación para la
lisis cualitativo. Se realizaron tres grupos de discusión con estudiantes ciudadanía
de los últimos años de las carreras de Pedagogía en religión y filosofía, Formación inicial de
Pedagogía general básica y Pedagogía general básica con mención en profesores
historia de una universidad ubicada en la región del Maule, Chile. Los Competencias
resultados muestran que la categoría de formación ciudadana en las pe- ciudadanas
dagogías es comprendida en un sentido polisémico. Se visibilizan tres Racionalidad técnica
racionalidades sobre formación ciudadana: técnica, práctica y emancipa-
toria. Se concluye con la comprensión de una formación ciudadana que Racionalidad
privilegia lo ético-social, pero que omite la dimensión ético-política, y se emancipatoria
extrae una distinción conceptual entre formar ciudadanos y formar en Racionalidad práctica
competencias profesionales para promover la formación ciudadana.

This investigation seeks to examine the underlying rationalities in the dis- Keywords
course of citizen training among students of pedagogy. To that end, we
conducted a document analysis and a qualitative analysis. Three discussion Education for citizenship
groups were formed with senior-year students in the undergraduate pro- Initial teacher training
grams in Pedagogy in religion and philosophy, Basic general pedagogy, and Citizen competencies
Basic general pedagogy with mention in history at a university in the Maule
region of Chile. The results show that the category of citizen training in dif- Technical rationality
ferent areas of pedagogy is understood in a polysemic sense. We can identify Emancipatory rationality
three rationalities on citizen training, described as technical, practical, and Practical rationality
emancipatory. We conclude with an understanding of citizen training which
favors the ethical and social dimension, but ignores the ethical and political
dimension, and draws a conceptual distinction between preparing citizens
and teaching professional competencies to promote citizen training.

Enviado: 5 de junio de 2018 | Aceptado: 10 de octubre 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58892
* Director del Magíster en Ética y Formación Ciudadana e investigador asociado al Centro de Investigación en Edu-
cación para la Justicia Social (CIEJUS) de la Universidad Católica del Maule (Chile). Doctor en Ciencias de la Educa-
ción. Líneas de investigación: ética; formación ciudadana; formación inicial de profesores. CE: ralobaton@ucm.cl
** Investigadora asociada al Centro de Investigación en Educación para la Justicia Social de la Universidad Católica
del Maule (Chile). Doctora en Ciencias de la Educación. Líneas de investigación: familias, paternalidades y escue-
las; formación de profesores y procesos motivacionales. CE: aprecht@ucm.cl
*** Académico del Departamento de Formación Inicial Escolar de la Universidad Católica del Maule (Chile). Doctor
en Didáctica en Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Líneas de investigación: formación ciudadana; didáctica
de las ciencias sociales. CE: imunoz@ucm.cl
**** Académico del Departamento de Formación Inicial Escolar de la Universidad Católica del Maule (Chile). Doctor
en Historia. Líneas de investigación: formación ciudadana; historia de la educación. CE: avillalobos@ucm.cl

76 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


Introducción constituye un objeto de estudio emergente. Y,
que, cabe añadir, su abordaje, hasta ahora, se
La formación ciudadana es un tema clave en ha realizado a nivel curricular.
las sociedades democráticas; sin embargo, los Desde la década de los noventa, Chile ela-
centros de formación docente en América boró políticas educativas y mecanismos nor-
Latina no van a la vanguardia en este aspecto, mativos dirigidos a fortalecer la formación
pues las investigaciones realizadas en el con- inicial docente (Cisternas, 2011; Castro, 2017;
texto latinoamericano en los últimos 12 años Ferrada et al., 2018). En relación con la forma-
(2005-2017) señalan que la formación ciudada- ción ciudadana, los “Estándares orientadores
na en la formación inicial docente ocupa un para carreras de pedagogía en educación bási-
lugar marginal (Cox et al., 2005; Magendzo ca” (MINEDUC, 2011), así como los “Estándares
y Arias, 2015; UNESCO, 2017). El “Informe Re- orientadores para carreras de pedagogía en
gional 2015. Educación ciudadana y formación educación media” (MINEDUC, 2012) consig-
docente en países de América Latina” concluyó nan cómo promover ciertos conocimientos,
que, a pesar de que los países de la región se es- habilidades y capacidades relacionados con la
forzaron por impulsar propuestas curriculares formación ciudadana en la formación inicial
en ciudadanía, “la formación docente especia- de profesores. Sin embargo, a pesar que ya ha
lizada en el área ha tendido a quedar rezagada” pasado más de un lustro, los estudios sobre la
(Magendzo y Arias, 2015: 9). Los factores que evaluación de estos estándares en los centros
explican el rezago se relacionan con la dificul- de formación docente son casi inexistentes.
tad de concertar con organismos autónomos, Las investigaciones están focalizadas más en
como las universidades; la existencia de gru- áreas generales de la formación inicial do-
pos consolidados de formadores resistentes a cente (Cisternas, 2011; Ruffinelli, 2013; Castro,
las innovaciones; y los altos costos políticos y 2017; Ferrada et al., 2018), mientras que los es-
económicos que demanda un cambio a fondo tudios que abordan la temática de formación
del sistema de formación inicial (Magendzo y ciudadana se enmarcan en la enseñanza de
Arias, 2015). este tema en el sistema escolar (Hurtado y
Por su parte, el informe de la UNESCO Alvarado, 2007; Reyes et al., 2013; Olivo, 2017);
(2017) titulado “La formación inicial docente en síntesis, existen pocos estudios sobre la
en educación para la ciudadanía en América formación ciudadana en la formación inicial
Latina. Análisis comparado de seis casos na- docente (Cárcamo, 2008).
cionales”, señala como una de sus principales Con la promulgación de la Ley N°20.911
conclusiones que: en el año 2016, Chile estableció la creación
de un “Plan nacional de formación ciudada-
Los estudios han identificado que uno de los na” para los establecimientos educacionales
grandes problemas de la educación ciudadana reconocidos por el Estado. Ello ha abierto
consiste en que los docentes no están suficien- un debate en la sociedad chilena, no sólo a
temente preparados para desarrollar esta tarea, nivel político, sino también académico, que
ni han logrado incorporar el enfoque pedagó- tiene que ver con el alcance y contenido de
gico que la educación ciudadana para la demo- esta ley. Los lineamientos centrales del “Plan
cracia requiere, transformándose así en uno de nacional de formación ciudadana” postulan:
sus eslabones más débiles (UNESCO, 2017: 16). a) conocimientos de la cultura democrática y
su institucionalidad; b) virtudes cívicas, que
Los estudios señalados muestran, en con- describen una ciudadanía crítica, responsa-
secuencia, que la formación ciudadana en la ble, respetuosa, con fuerte componente éti-
formación inicial docente en América Latina co; y c) un componente social e intercultural,

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R. Lobatón-Patiño, A. Precht, Í. Muñoz y A. Villalobos | Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación… 77
caracterizado por la participación, la valora- plantearon los siguientes objetivos específicos:
ción de la diversidad social y cultural, y la pre- a) identificar los fines y contenidos curricula-
ocupación por el interés público (República res sobre formación ciudadana o ramo afín en
de Chile, 2016). los programas de las pedagogías en estudio y
Si bien el “Plan nacional de formación en la documentación institucional; b) anali-
ciudadana” fomenta la reincorporación de zar los significados de formación ciudadana
la asignatura de Formación ciudadana en el que poseen los estudiantes de las pedagogías
currículo de la educación media, y se desa- participantes; c) visibilizar las racionalidades
rrollan talleres de capacitación a los profeso- subyacentes en el discurso de formación ciu-
res en ejercicio, la revisión de la literatura que dadana en estos estudiantes de pedagogía; d)
hemos realizado permite afirmar que el tema identificar las capacidades y habilidades que,
de la formación ciudadana en la formación según los sujetos de estudio, fueron o no pro-
inicial docente en Chile constituye aún una movidas para el quehacer educativo en forma-
tarea pendiente en la investigación educativa. ción ciudadana.
En ese contexto nos preguntamos ¿qué ocurre El estudio de caso ofrece elementos de dis-
en los centros de formación inicial docente en cusión en tres líneas que pueden contribuir al
relación con esta temática? debate sobre este ámbito de estudio: primero,
El presente estudio enfoca su análisis al analizar las racionalidades permite visibilizar
interior de un centro de formación docente. qué y cómo comprenden el proceso de forma-
Nos propusimos profundizar la comprensión ción ciudadana los futuros profesores; segun-
de para qué, qué y cómo se educa para la for- do, problematizar, al interior de la formación
mación ciudadana al interior de tres pedago- ciudadana, aquel enfoque que, atendiendo la
gías de una universidad de Chile, ubicada en dimensión ético social, omite la dimensión éti-
la región del Maule, y analizar la racionalidad co política en los procesos formativos de este
subyacente en el discurso de formación ciu- tipo de educación política; tercero, derivado
dadana en estos estudiantes. Los centros de del estudio de caso y la revisión de la literatura
formación docente requieren ser examinados internacional, extraer una distinción concep-
desde adentro, es decir, desde su dimensión tual que requiere ser examinada. Los centros
institucional, curricular, y desde la percepción de formación docente deben promover proce-
que poseen los estudiantes en relación con su sos para formar buenos ciudadanos o, mucho
proceso formativo. más, formar en competencias profesionales
La pregunta que guía este estudio es: para promover la formación ciudadana.
¿cómo comprenden y significan la formación
ciudadana los estudiantes después de haber Alcances teóricos
recibido un proceso formativo dentro de los
programas de pedagogía? Y ¿qué capacidades Enfoques de educación ciudadana
y habilidades relacionadas con la formación en formación inicial docente
ciudadana consideran que los programas de La discusión sobre la educación ciudadana
pedagogía les ayudaron a desarrollar? en la formación inicial docente en el contex-
En este marco, el objetivo de este artículo to europeo se empezó a desarrollar en 1997,
es examinar la relación entre el currículo y el cuando el Consejo de Europa comenzó a lide-
significado de “formación ciudadana” que po- rar el proyecto “Educación para la ciudadanía
seen estos estudiantes pertenecientes a las ca- democrática”. La experiencia europea en es-
rreras de Educación básica, Educación básica tos últimos 20 años permite comprender que
con mención en historia y Pedagogía en reli- no es suficiente con realizar estudios com-
gión y filosofía. Para alcanzar este cometido se parados sobre la enseñanza de la educación

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R. Lobatón-Patiño, A. Precht, Í. Muñoz y A. Villalobos | Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación…
ciudadana, sino que también es necesario issue-centered learning, conflictual pedagogy y
avanzar en el desarrollo de modelos y proce- problem solving son utilizados en Alemania,
sos metodológicos en relación con la forma- aunque experimental learning, community
ción inicial docente en esta temática (Euro- learning y service learning son metodologías
pean Commission, 2005, 2012, 2018; Widmaier escasamente utilizadas, pues se aplican sólo
y Nonnenmacher, 2011). en casos excepcionales. En Alemania se busca
En ese marco, se pueden distinguir dos activar, por este camino, el aprendizaje políti-
enfoques de formación ciudadana en la forma- co democrático activo y hacer del desarrollo
ción inicial docente: uno en el mundo anglosa- escolar un componente clave (Sander, 2007).
jón y el otro, en el ámbito germano. En ese mismo país existe la denominada
A nivel escolar, los países de habla an- “didáctica política”, que tiene por objetivo
glosajona poseen una asignatura escolar de promover en los futuros profesores las capaci-
orientación democrática y ciudadana civil dades para el juicio político de sus estudiantes
que es denominada de formas variadas y que en la toma de decisiones dentro de la sociedad
posee diferentes metas. Se habla de estudios democrática (Bredow y Noetzel, 2009; Detjen,
sociales, educación ciudadana, educación cí- 2013). En cambio, en el ámbito anglosajón la
vica, cívica, civic learning, educación para la didáctica política casi no está presente y, en
ciudadanía democrática, educación comu- general, no se usa, es decir, no tiene relevancia
nitaria, educación política y governamment práctica. Cuando aparece el término didác-
(Kerr, 2003). Tanto en Inglaterra como en Es- tica se le equipara a método, en el sentido de
tados Unidos se aspira a una formación ciu- approach of teaching and learning.
dadana democrática generalista, en la línea En relación con el núcleo teórico sobre la
de civic literacy. En cambio, en los países de formación ciudadana en los centros de for-
habla germana la asignatura escolar se deno- mación docente, se puede identificar una dis-
mina Politische Bildung (formación política), tinción entre la literatura anglosajona y la ale-
educación para una ciudadanía democrática mana. David Kerr sostiene que, en Inglaterra,
y Soziale Kunde (estudios sociales). En Alema- a pesar de los avances en los conocimientos y
nia, como en Austria, se busca una formación métodos para promover habilidades en rela-
ciudadana democrática que se apoye básica- ción a la educación ciudadana, se reconoce la
mente en una political literacy (Massing, 2008). necesidad de comenzar a explorar los marcos
A nivel de formación inicial docente se ob- filosóficos y conceptuales de este tipo de edu-
serva que tanto Inglaterra como Alemania y cación política (Kerr, 2003: 7). En los centros
Austria poseen programas de especialización de formación se presentan interpretaciones
para profesores de enseñanza secundaria a ni- desde la tradición pragmática (Dewey, 1998)
vel de posgrado (European Commission, 2012); de una mirada crítica (Giroux, 1997; 1998;
sin embargo, en el ámbito metodológico y teó- 2001) y con una perspectiva interdisciplinar
rico se pueden encontrar diferencias que nos (Carr, 2008) que abordan temas sobre teoría,
permiten afirmar que nos encontramos frente política y práctica en ciudadanía.
a dos enfoques de la formación ciudadana. Se indica que los contenidos de la asignatu-
Respecto al ámbito metodológico, los ra se apoyan en un punto de vista muy impar-
países anglosajones han promovido una va- cial, que incluye normas, valores y principios
riedad de metodologías de aprendizaje, tales de la democracia y la ciudadanía. Se abordan
como: issue-centered learning, conflictual pe- disposiciones, actitudes, derechos y deberes,
dagogy, problem solving, experimental lear- así como responsabilidades del ciudadano.
ning, community learning y service learning Aparece muy claro el aprendizaje social con el
(Koopmann, 2007; Heitz, 2011). Mientras que compromiso social (cívico) y político.

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El criterio de medición se ubica aquí en y en la resolución de problemas” (Prats, 2016:
la eficiencia empírica. Este punto de vista es 28). Esto significa que esta formación inicial
aceptado en el ámbito de los estudios sociales docente se propone promover en los futuros
en Estados Unidos, en donde se enmarcan los profesores las “competencias de la formación
estudios internacionales del ICCS (Estudio In- ciudadana”; es decir, desarrollar aquellos
ternacional de Educación Cívica y Formación conocimientos especializados en el ámbito
Ciudadana), que evalúan los conocimientos y pedagógico-didáctico de la educación para la
habilidades que adquieren los estudiantes en democracia, así como las capacidades y habili-
formación ciudadana (ICCS, 2009; 2018). En dades para que sus estudiantes puedan emitir
este caso la formación inicial docente apun- juicios políticos, participar en la comunidad
ta a un “initial teacher training” (Prats, 2016: escolar y la comunidad política. En palabras
20), respecto del cual el sentido de la categoría sencillas, este enfoque está preocupado por
“training” parece implicar que aprender a edu- promover competencias del juicio político, de
car es una cuestión de adquirir un número de la acción política, competencias metódicas y
estrategias y competencias dirigidas a promo- del saber de la especialidad (Lobatón, 2016).
ver prácticas efectivas en estos temas. En resumen, se observan grosso modo dos
En este marco, este enfoque privilegia el enfoques en la formación ciudadana en la
compartir y promover prácticas a través de formación inicial docente: una preocupada
redes; en cambio, la crítica de la teoría y la en promover buenos ciudadanos (profeso-
investigación educativa parecen jugar un pa- res críticos) y la otra interesada en promover
pel menor. Este enfoque de formación inicial competencias para la formación ciudadana
docente busca promover en los futuros profe- (capacidades y habilidades profesionales para
sores las “competencias ciudadanas”, es decir, promover este tipo de educación).
hacer de los profesores buenos ciudadanos
(Carr, 2008), con una participación crítica en Discurso y procesos
la democracia (Giroux, 2001). Se parte de la de significación ciudadana
tesis de que la experiencia educativa de los En los últimos años han aumentado los es-
maestros en su periodo de formación inicial tudios empíricos en torno a cómo los sujetos
contribuirá de manera significativa en la ad- aprenden y significan la ciudadanía (Schugu-
quisición de conocimiento cívico en sus futu- rensky y Myers, 2003a, 2003b; Fairclough et al.,
ros estudiantes (Gutmann, 2001). 2006; Knigth-Abowitz y Harnish, 2006; Biesta
Por su parte, el núcleo teórico sobre la for- et al., 2009; Mata-Benito et al., 2013; Pineda-
mación ciudadana en la formación inicial do- Alfonso et al., 2019).
cente en Alemania se apoya en la disciplina de El abordaje de la ciudadanía no ha re-
la Politische Bildung (Massing, 2007, 2011; De- sultado simple debido a que, a nivel filosófi-
tjen, 2007; Weißeno et al., 2010) y la pedagogía co, existen enfoques que se contraponen. El
de la democracia (Lange y Himmelmann, 2010; enfoque liberal, republicano, comunitario,
Himmelmann, 2018; Ziegler y Waldis, 2018), multicultural, deliberativo, postula su propia
así como en los estudios de la formación ciuda- concepción de ciudadanía, y en varios casos
dana (Widmaier y Nonnenmacher, 2011). las distintas expresiones se excluyen entre sí
El enfoque de esta formación docente (Habermas, 2004) y se generan importantes
apunta a la “initial teacher education”, es decir, desacuerdos sobre el alcance y significado de
se dirige a “profesionalizar la docencia, centra- la ciudadanía (Fierro, 2017).
da en el desarrollo de la autonomía profesio- Actualmente la ciudadanía es reconocida
nal, en la base de la toma de decisiones, y fo- como una categoría política, descrita como
caliza el modelo formativo en la investigación “aquel estatus que se concede a los miembros

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R. Lobatón-Patiño, A. Precht, Í. Muñoz y A. Villalobos | Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación…
de pleno derecho de una comunidad. Sus be- algunos significados sobre otros mediante
neficiarios son iguales en cuanto a los dere- elecciones del lenguaje, la lógica o la retórica
chos y obligaciones que implica” (Marshall, (Knight y Harnish, 2006). Entre los principa-
1998: 37). Una adecuada comprensión norma- les discursos de ciudadanía que caracteriza
tiva de la ciudadanía articula tres dimensio- Knight se encuentran el cívico-republicano, el
nes básicas: la primera dimensión apunta al liberal, el discurso de una ciudadanía cultural
“estatus”, es decir, cada individuo posee una y el de una ciudadanía crítica.
igualdad en derechos y obligaciones dentro de Otro estudio que utiliza el análisis del
la comunidad política; la segunda dimensión discurso para comprender el significado que
hace referencia a la participación política y la ofrecen los participantes de la ciudadanía es
tercera remite al “sentimiento de pertenencia”, el de Norman Fairclough, Simon Pardoe y
que denota que cada ciudadano se siente parte Bronislaw Szerszynski (2006), quienes ofrecen
y participa en la comunidad política (Cortina, herramientas lingüísticas-analíticas para el
1997; Fierro, 2017). microanálisis de los discursos de la ciudada-
Los estudios en el área de educación ciu- nía. A partir de su comprensión de la ciuda-
dadana han recuperado el carácter multidi- danía como un logro comunicativo continuo
mensional de la ciudadanía. Daniel Schugu- establecen un marco de análisis sobre tres
rensky (2005) describe cuatro dimensiones: dimensiones: discursos, géneros y estilos. Los
estatus, identidad, virtudes cívicas y agen- discursos se entienden como formas de repre-
cia. El primero hace referencia a cuestiones sentar el mundo desde la perspectiva particu-
de membresía, es decir, identifica a aquellos lar; los géneros hacen referencia a las formas
miembros que poseen plenos derechos dentro de actuar con otras personas, sean orales o
de una comunidad política particular; la se- escritas; y los estilos o voces hacen referencia a
gunda apunta a cuestiones de sentimiento de las formas de identificar, construir o enunciar
pertenencia; la tercera a disposiciones, valores el yo, incluyendo identidades sociales e insti-
y comportamientos que hacen referencia a las tucionales. El estudio pretende extraer desde
virtudes cívicas; y la última dimensión se re- la práctica, es decir, desde los espacios de par-
fiere al compromiso. ticipación, el significado y posicionamiento
Ahora bien, los estudios empíricos que ciudadano.
examinan los significados de la ciudada- Finalmente, el artículo de Patricia Mata-
nía han utilizado el análisis del discurso. Benito, Belén Ballesteros-Velázquez y María
Kathleen Knight Abowitz y Jason Harnish Teresa Padilla-Carmona (2013), titulado “Ciu-
(2006), en su artículo sobre “los discursos dadanía participativa y transformadora: aná-
contemporáneos de ciudadanía” sustentan su lisis de discursos y propuestas de aprendizaje”
comprensión de “discurso” en la línea de Mi- busca explicar cómo se construye la ciudada-
chael Foucault, como un conjunto de reglas y nía en los procesos educativos. Este estudio
prácticas que rigen los significados en un área comprende la ciudadanía como un concepto
particular. El análisis del discurso aquí permi- dinámico y relacional, que articula la perte-
te entender cómo los intereses que poseen los nencia y la participación de las personas en la
participantes expresan y configuran significa- sociedad. El estudio concluye que el aprendi-
dos de la vida cívica y ciudadana. El discurso zaje es un proceso de construcción permanen-
articula una posición con respecto al estatus, te que se realiza más por la vía informal que
la identidad, los valores, la participación y el por la formal, y que las motivaciones juegan un
conocimiento. Tales expresiones ponen de papel relevante en el proceso de aprendizaje,
manifiesto formas de pensar, emplear y cons- así como los espacios de participación y toma
truir significados de ciudadanía, al privilegiar de decisiones (Mata-Benito et al., 2013).

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R. Lobatón-Patiño, A. Precht, Í. Muñoz y A. Villalobos | Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación… 81
Tipos de racionalidad Turra (2017: 24) entienden “las racionalidades
Los primeros estudios sobre teoría curricu- de actuación” como aquéllas que “comprenden
lar que examinan “las racionalidades curri- formas de construir e interpretar el conoci-
culares” se encuentran en el libro de Shirley miento, la sociedad y los sujetos que la compo-
Grundy (1987) titulado Producto o praxis del nen, así como los fines y objetivos educativos”.
currículum. Basándose en la teoría de los in- A partir del abordaje teórico de Shirley
tereses constitutivos del conocimiento de Grundy (1987), y de los aportes de los estudios
Hϋrgen Habermas (1989), Grundy vincula los desde Chile de Enrique Pascual (1998) y Val-
fundamentos de los intereses del conocimien- dés y Turra (2017) hemos caracterizado tres
to humano con los principios de la acción y la tipos de racionalidad: la técnica, la práctica y
praxis curricular (Valdés y Turra, 2017). la emancipatoria.
Desde el planteamiento de Grundy, la teo- La racionalidad técnica se basa en la ne-
ría de los intereses constitutivos del conoci- cesidad de sobrevivir y reproducirse, por ello,
miento de Habermas proporciona un marco su orientación básica es el control del medio.
para dar sentido a las prácticas curriculares Dentro de este paradigma, la ciencia empíri-
(Pascual, 1998); es decir, un fundamento teó- co-analítica se desarrolla en torno al control y
rico para el trabajo de deliberación sobre el la posibilidad de explotación técnica del saber.
currículo y la práctica curricular. El interés técnico ofrece una determinada for-
A partir de la argumentación de Haber- ma de acción, que se caracteriza por su “acción
mas, Grundy afirma que: “estos intereses instrumental regida por reglas”. Grundy sos-
constitutivos del conocimiento no sólo repre- tiene que en este tipo de racionalidad “está im-
sentan una orientación de la especie humana plícito el interés por el control del aprendizaje
hacia el conocimiento o la racionalidad, sino del alumno, de modo que al final del proceso
que constituyen más bien el conocimiento de enseñanza, el producto se ajustará al eidos
humano mismo” (Grundy, 1987: 26). Ahora (es decir, las intenciones o ideas) expresado en
bien, estos intereses del conocimiento consi- los objetivos originales” (Grundy, 1987: 29-30).
deran también el saber y la acción, que tienen Esta racionalidad en la producción curricular
que ver con la preservación de la vida, y que separa teoría y práctica y plantea la superiori-
requieren de organización y uso del conoci- dad de la primera sobre la segunda al separar
miento para tal propósito. los procesos de desarrollo y diseño curricular
Habermas identifica tres intereses cog- de su aplicación (Pascual, 1998).
nitivos: el interés técnico, el interés práctico Frente al interés técnico, la racionalidad
y el interés emancipatorio (Habermas, 1989), práctica apunta fundamentalmente a com-
y cada uno de ellos se incluye en uno de los prender el medio “mediante la interacción,
tres tipos de ciencia, a saber: “el quehacer de basado en una interpretación consensuada de
las ciencias empírico-analíticas incluye un significado” (Grundy, 1987: 32). Tiene por fi-
interés cognitivo técnico; el de las ciencias nalidad “la comprensión de la realidad con la
histórico-hermenéuticas supone un interés intención moral de mejorarla” (Pascual, 1998:
práctico, y el enfoque de las ciencias crítica- 27). Aquí la consigna es no qué puedo hacer,
mente orientadas incluye el interés cognitivo sino qué debo hacer. En términos del campo
emancipador” (Grundy, 1987: 27). curricular, este tipo de racionalidad concep-
El currículo es comprendido como una tualiza la educación principalmente como un
construcción cultural que organiza intereses proceso de construcción social. Desde esta ra-
y prácticas educativas (Valdés y Turra, 2017); cionalidad se subraya la comprensión del pro-
en él se articulan el plano discursivo, el teóri- ceso educativo a partir del contexto educativo
co y el práctico. Por ello, Mario Valdés y Omar (Valdés y Turra, 2017).

82 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.58892
R. Lobatón-Patiño, A. Precht, Í. Muñoz y A. Villalobos | Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación…
El interés emancipador, a diferencia de Los datos requeridos para este propósito
las dos racionalidades descritas, se basa en se obtuvieron mediante dos técnicas comple-
la necesidad del ser humano de alcanzar su mentarias: análisis documental (Rapley, 2014)
autonomía y responsabilidad. Esta racionali- y grupo de discusión (Barbour, 2013). El aná-
dad se desarrolla a través de la autorreflexión lisis documental apuntó a la generación de un
y la toma de conciencia sobre la realidad. El archivo del contexto institucional que enmar-
interés emancipador es fundamental para ca la formación ciudadana de futuros profe-
“comprometerse en una acción autónoma que sores en la universidad (Rapley, 2014), que nos
surge de las intuiciones auténticas, críticas, de permitiera comprender su relación con la ra-
construcción social de la sociedad humana” cionalidad en los discursos de los docentes.
(Grundy, 1987: 38). Esta racionalidad se rela- Los documentos fuentes fueron el proyecto
ciona con un currículo crítico que busca que formativo de la universidad, el plan de desa-
los estudiantes sean reflexivos y comprometi- rrollo estratégico de la misma, y finalmente,
dos con la sociedad. el proyecto formativo profesional de tres pro-
gramas de formación de profesores.
Metodología El grupo de discusión buscó conocer el
“para qué formar”: cuál es el significado co-
El objeto de estudio estuvo conformado por lectivo de la formación ciudadana. Específica-
la racionalidad subyacente en el discurso so- mente, nos permitió acceder a la finalidad de
bre formación ciudadana que poseen los estu- la educación ciudadana, en concreto, los sabe-
diantes de pedagogía a partir de la relación en- res o prácticas discursivas que la sustentan, su
tre currículo y significado. Se asume que dicha relación con el poder o de las relaciones entre
racionalidad está mediada tanto por la subje- sujetos; y el fundamento ético de esta forma-
tividad de los estudiantes de pedagogía que la ción. Prestamos atención a la grupalidad, o
conciben e interpretan, como por el currículo significado compartido a través del habla nor-
en el cual se forman. Intentamos comprender mativa de los participantes (Barbour, 2013).
el significado de la formación ciudadana, la De este modo, mientras el análisis do-
forma en que ésta se concibe, la finalidad que cumental nos permitió conocer el contexto
se le atribuye y la organización de los medios general de la formación ciudadana en los do-
para alcanzar dicho fin; esto último supone cumentos institucionales, para cada carrera
reconstruir el sistema de saber, de relaciones seleccionada, así como el lugar que ésta ocupa
entre sujetos y la ética que lo sustenta. en las declaraciones institucionales en donde
La investigación asume a la comprensión acontece la formación inicial docente; los gru-
(Verstehen) como principio epistemológico pos de discusión nos permitieron reconstruir
orientador, y busca acercarse a los fenómenos el sentido que la formación ciudadana tiene
desde su interior, es decir, desde la perspectiva para los estudiantes de esa institución.
de los sujetos, atendiendo a las reglas culturales El estudio contó con una muestra com-
o sociales pertinentes a su marco cultural (Ruiz puesta por 19 estudiantes (13 mujeres y 6 hom-
Olabuénaga, 2012). Nos acercamos a la realidad bres) de los últimos años de tres carreras de pe-
estudiada desde los actores que la construyen, dagogía: 8 de Pedagogía general básica (PGB),
al reconstruir estructuras de significado a par- 6 de Pedagogía general básica con mención en
tir de los textos generados, en este caso, la do- historia (PGB-MH) y 5 de Pedagogía en religión
cumentación institucional y transcripciones y filosofía (PRF) de una misma universidad del
del discurso de los participantes. Tales textos Consejo de Rectores de Universidades Chile-
dan cuenta de cómo comprenden la formación nas (CRUCH) en la VII región. La composición
ciudadana en el marco de su formación. de los grupos por género fue la siguiente: los

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8 participantes de PGB fueron mujeres; el grupo la formación de profesionales integrales con
de PGB-MH estuvo compuesto por 3 mujeres un fuerte sentido social, comprometido con
y 3 hombres y el grupo de PRF por 2 mujeres su entorno social. En estos documentos se
y 3 hombres. Realizamos grupos de discusión destacan como deseables la visión crítica y
con estudiantes de cada carrera con el fin de la generación de conocimiento pertinente,
recoger la reflexión colectiva de cada progra- orientadas a dar soluciones sustentables y
ma (3 grupos de discusión). Los criterios de socialmente responsables respecto de las ne-
inclusión para participar en este estudio fue- cesidades del medio para el desarrollo de las
ron ser estudiantes de 4° o 5° año de las carre- comunidades y organizaciones en las que se
ras mencionadas y haber tenido experiencia insertan. Estos valores ético sociales sobresa-
en prácticas tempranas en la escuela. len también de manera explícita en los perfi-
El análisis de los datos se realizó mediante les de egreso de las tres pedagogías estudiadas.
codificación teórica, en tres momentos: a) co- Ello permite ver que la idea de formación ciu-
dificación abierta de cada grupo de discusión, dadana postulada se enmarca en su dimen-
con la que se reconocieron las principales sión ética y social. Su objetivo es formar per-
categorías presentes (Strauss y Corbin, 2002); sonas y profesionales con valores éticos y con
b) codificación axial, que buscó establecer las compromiso social. En este planteamiento
relaciones entre categorías; y c) codificación parece ser que la formación ciudadana se da
selectiva, un nivel en el que se constituyen las como una consecuencia o inercia de la for-
categorías centrales que permiten unir y cla- mación ética y la responsabilidad social. Es
rificar las teorías que permiten comprender el decir que en el discurso de estos documentos
fenómeno en estudio. se da por sentado que una formación való-
rica y social es suficiente para formar ciuda-
Resultados danos, situación que se replica en todos los
documentos revisados, a nivel macro (plan de
Los resultados del estudio se organizan en tres desarrollo estratégico y modelo formativo),
aspectos: el primero da cuenta de los resulta- a nivel meso (propósitos generales de la carre-
dos del análisis documental; el segundo pre- ra, fines y objetivos de la formación y perfiles
senta los resultados de cómo los estudiantes de egreso de cada una de estas) y, finalmente,
de las tres pedagogías significan la formación a nivel micro (planes de formación curricular
ciudadana; y el tercero describe la percepción y planes de estudios).
de su proceso de aprendizaje en relación a la
formación ciudadana. El lugar marginal de la formación
ciudadana en la estructura curricular
Resultados del análisis documental
El nivel institucional A partir del análisis de la estructura y con-
y la idea de formación ciudadana tenido curricular de las tres pedagogías de
estudio se detecta que formación ciudadana
Un primer elemento que emerge a partir del ocupa un lugar marginal y residual. En la or-
análisis de la documentación es que las nocio- ganización del plan de formación curricular
nes de “educación ciudadana” o “formación de las carreras de Pedagogía básica general y
ciudadana” no aparecen de manera explícita con mención en historia, geografía y ciencias
en los documentos institucionales; no obs- sociales no existe un eje temático que se deno-
tante, se pueden desprender de la misión, mine formación ciudadana; sin embargo, en
visión y valores de dicha universidad. Lo an- séptimo semestre se da la temática “Escuela, el
terior en tanto que se declara como propósito sistema escolar y la comunidad”, que es la que

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más se acerca a los contenidos de formación Estudiantes de pedagogía general básica
ciudadana. El análisis de los programas mues- (PGB) y su comprensión de la formación
tra que el contenido disciplinar y el enfoque ciudadana en clave de educación cívica
están marcados por la historia y la didáctica
de las ciencias sociales. El enfoque y los con- La categoría que organiza la construcción de
tenidos de la formación ciudadana se reducen sentido de la formación ciudadana para las es-
a un lugar marginal tanto a nivel conceptual tudiantes de Pedagogía en educación básica es
como didáctico, debido a la gran cantidad de “orden”. Esta categoría apunta a una concep-
unidades temáticas en el área de historia, geo- ción de la formación ciudadana en tanto edu-
grafía y ciencias sociales. cación para el orden establecido y el aprendi-
En el plan de formación curricular de Pe- zaje de unas reglas que se han de acatar. Este
dagogía en religión y filosofía, por su parte, no orden se compone de los códigos “participar”
existe una asignatura sobre formación ciuda- y “convivir”. Así, esta formación busca que las
dana. Las asignaturas que tributan de manera personas “participen de su comunidad”, lo
indirecta son el optativo de profundización cual se entiende principalmente desde el de-
teológico-filosófico de Filosofía política, Fun- recho y el deber de votar.
damentos filosóficos de la ética, Problemas Estas estudiantes argumentan que la for-
éticos, y Moral personal y social. En conclu- mación ciudadana tiene sentido porque los es-
sión, a nivel de estructura curricular no existe pacios para este tipo de participación durante
una asignatura que imparta los contenidos la infancia son escasos y dicha formación
disciplinares de la formación ciudadana. No permitiría proveerlos. Ello sería importante
hay un ramo que aborde la didáctica de la for- dado que la falta de preparación respecto de
mación ciudadana ni se desarrolla una prácti- esta participación en la infancia se relaciona-
ca docente que esté pensada, de manera siste- ría con el poco interés de votar en los comicios
mática, para promover procesos de formación electorales durante la vida adulta.
ciudadana. Otro aspecto que otorga sentido a la for-
mación ciudadana para las participantes del
Resultados sobre el significado y finalidad grupo focal de Pedagogía en educación bá-
de la formación ciudadana sica es el mandato de “convivir en sociedad”,
A través del análisis de las voces y argumentos cuestión que se entiende como un producto,
vertidos por los participantes de cada grupo más que como un proceso. Este convivir tiene
focal en relación a las preguntas ¿qué entien- características de vida social regulada por los
den por formación ciudadana?, y ¿para qué “derechos y deberes” y es significada como un
deberíamos formar en ciudadanía?, el equipo espacio armónico y carente de conflictos.
investigador intentó comprender el signifi- De este modo, la formación ciudadana
cado de la formación ciudadana, la forma en tiene sentido en tanto permite el orden en la
que ésta se concibe, la finalidad que se le atri- sociedad; al regular la participación, su fina-
buye y los argumentos vertidos para explicar lidad sería formar al buen ciudadano. Esta
la organización de los medios para alcanzar formación se concibe como un aprendizaje
dicho fin. Los resultados muestran tres for- moral orientado a la buena convivencia de
mas de concebir la formación ciudadana: una los miembros de una sociedad determinada
en clave de educación cívica, otra en clave de que se expresa a través de la pertenencia y la
formación cívica y, finalmente, una en clave participación ordenada. Esta pertenencia está
de criticidad y responsabilidad. dada, por una parte, por el conocimiento y

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adhesión a la estructura social; en especial, a acercamiento es por vía negativa. Para estos
los derechos y deberes que cada ciudadano estudiantes, el sentido de la educación ciu-
tiene. Y, por otra, por la participación respon- dadana es un significante vacío que ha de ser
sable en el uso de estos derechos y deberes. Lo construido en cada momento histórico, según
anterior configuraría al ciudadano bueno. lo que “la sociedad” demanda. Se forma para
Al preguntar por la finalidad de la forma- la sociedad y según lo que ésta espera, sin em-
ción ciudadana las estudiantes fundamentan bargo, los estudiantes no pudieron caracteri-
desde la necesidad que tiene la sociedad de zar lo propio de esta educación política, y por
normas que faciliten la convivencia social. Es ello la sitúan dentro de un vacío, o “déficit”
importante relevar aquí que, en los discursos educativo general.
de estas futuras profesoras, educación cívica Otra categoría que emerge es “formación
y formación ciudadana son utilizadas como cívica”, que se constituye, por un lado, como
sinónimos. Ambos casos conllevan una im- una “no-educación cívica”, es decir, se aleja de
pronta moralizante, que pone el acento en un modelo que ellos significan como supera-
aspectos heterónomos para la normalización: da, pero de otro lado rescatan la necesidad de
una formación que permita el conocimiento
Sí, [es necesario formar en ciudadanía] para del compromiso con la sociedad que se signi-
que haya un cierto orden, porque así [pode- fica desde el “participar”:
mos] atenernos a ciertos patrones estandari-
zados, sabemos: [imita voz de tercera persona] E1: con esto todos sabemos qué es ser un buen
“más o menos esto es lo correcto”, “así está ciudadano, pero no tenemos participación
bien”, “así no vamos a tener problemas”, “siga- porque nadie te explica cuál es el significado
mos por acá” (GF1 PGB 1). de participar [ni te explica] por la finalidad de
participar.
Es el aprendizaje heterónomo de la regla y
la norma lo que permite la participación en la E2: y que no se encasilla sólo en el acto de vo-
vida social; y esta participación sólo es posible tar, que es una participación cívica (GF2 PGB-
si se conocen los derechos y deberes ciudada- MH 1-2).
nos, de modo que se pueda contribuir al bien
común. Participar sería beneficiar a la comu- Estos futuros profesores comprenden la
nidad a través del respeto y puesta en práctica formación ciudadana desde una perspectiva
de estos derechos y deberes individuales; así se de tipo funcionalista que permite considerar
gesta el buen ciudadano, el que se ha formado el rol de la persona dentro de la “sociedad”.
en el conocimiento de los derechos y deberes y La finalidad de la formación ciudadana es la
que, por lo tanto, puede cumplir con su deber. solución de problemas sociales a través de la
participación, por tanto, no sirve cualquier
Estudiantes de Pedagogía general básica formación, sino que aquélla que sea “eficien-
con mención en historia (PGB-MH) y su te”. El profesor aporta a esto potenciando el
comprensión de la formación ciudadana pensamiento crítico, el cual permite com-
en clave de formación cívica prender los problemas sociales para poder
solucionarlos. La lógica aquí es que la forma-
Al preguntársele a los estudiantes de Peda- ción ciudadana apunta a mejorar aquello que
gogía general básica con mención en histo- es deficiente en nuestra sociedad, y se lograría
ria qué entienden por formación ciudadana, mediante la acción con otros. Su finalidad se
ellos la significan con fuerza desde la catego- construye con base en dos códigos: a) partici-
ría de “sociedad” y de “déficit”, es decir que su par; y b) involucrarse. A diferencia del grupo

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anterior, la formación ciudadana apunta a la en historia, la educación ciudadana no ha de
necesidad de solucionar problemas sociales abordarse exclusivamente desde dicha asig-
mediante la participación con otros en colecti- natura; los métodos para formar ciudadanos
vos tales como sindicatos, partidos políticos o deberán instalarse desde la cotidianidad y de
movimientos sociales de diverso orden. Aquí modo práctico.
el foco está en “hacer que la sociedad funcio-
ne”, lo cual se logra mediante la participación Estudiantes de Pedagogía en religión y
social, que es constitutiva de “ser ciudadano”. filosofía (PRF) y su comprensión de la
La formación ciudadana es necesaria dado formación ciudadana en clave de criticidad
un diagnóstico de falta de interés generalizado y responsabilidad
por involucrarse con los otros de modo colec-
tivo; un signo de esto es la falta de participación La categoría que organiza el sentido de la
en las elecciones. Sin embargo, se matiza que formación ciudadana para los estudiantes de
esta falta de participación ocurre por la escasez Pedagogía en religión y filosofía es la de “re-
de alternativas que convoquen a la participa- flexión”. Esta categoría supone, por un lado,
ción. Aclaran, entonces, que participar es más la recuperación de un ejercicio que fue debi-
que el acto de votar. Formar para la votación es litándose y, por otro lado, implica una dimen-
considerado más un acto de educación cívica sión crítica que se reconoce como incómoda
que un acto verdaderamente ciudadano. Exis- para el establishment.
te una preocupación por la propia contribu- Así, la formación ciudadana, en tanto re-
ción en organizaciones políticas y ciudadanas, flexión crítica, ha de aportar a la construcción
y señalan varias anécdotas en las que muestran de sentido de quien aprende, de lo contrario,
el modo en que se han involucrado, o evitado sería una mera reproducción del orden social
hacerlo, en la federación de estudiantes. El imperante.
punto debatido aquí es que el futuro profesor A la hora de considerar la finalidad de la
ha de formarse “participando”, de modo tal educación ciudadana, en primer lugar aclaran
que pueda educar a otros en esta área: no tener una definición que les permita entrar
en la discusión, pero afirman, sin embargo,
Este vacío [de participación ciudadana] se re- que pueden intentar una conversación. Tras
fleja en la participación de nosotros mismos un primer diagnóstico, similar en su inicio
en la comunidad y concuerdo mucho con el a la discusión de otros grupos respecto de la
compañero, es decir, que nosotros vivamos la disminución en la participación electoral de la
participación ciudadana desde una experien- población chilena, se preguntan si este acto es
cia propia, vivenciándola (GF2 PGB - MH 2). marca de un adecuado ejercicio de la ciudada-
nía. Consideran necesario, entonces, formar
Como señalamos con anterioridad, los ciudadanos. La pregunta que ellos debaten es
estudiantes de PGB-MH consideran que un para qué. Una primera sospecha es que ésta
buen ciudadano es aquél que “participa” invo- puede ser “una forma de adoctrinamiento ha-
lucrándose en la comunidad. Ahí puede verse cia ser un buen ciudadano”, y apuntar a formas
un solapamiento entre “ser buen ciudadano” de reproducción social por parte de la élite.
y ser un buen formador de ciudadanos, pues
para lo segundo es condición necesaria ser [La educación ciudadana] es un adoctrina-
lo primero. La premisa que está en la base es miento a formar un estudiante, que está pron-
que no se puede enseñar aquello que no se to a integrarse a la sociedad, a ser un buen ciu-
ha vivido. Es este presupuesto el que les hace dadano y a respetar lo que se supone que debe
señalar que, si bien ellos tienen la mención respetarse en el momento preciso (GF3 PRF 4).

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Estos futuros profesores conectan la edu- Parte de los estudiantes se apoya en el
cación ciudadana con el adoctrinamiento, Concilio Vaticano II. Algunos reconocen la
una herencia de la dictadura que desarticu- religión como un elemento que puede favo-
ló las formas de participación colectiva. Sin recer el diálogo interreligioso y, por tanto, ser
embargo, consideran que es el profesor quien un aporte para la vida en una sociedad plural.
puede subvertir tales intenciones al “abrir el Otros, en cambio, consideran que la religión
mundo” de los estudiantes y favorecer la lec- contribuye a la reproducción social y se asocia
tura del entorno y la toma de posición política a un tipo de formación que adoctrina.
ante éste. En este acto emerge una semanti-
zación de la educación ciudadana de carácter Resultados sobre la percepción
transformador y crítico. del proceso de aprendizaje en relación
Al preguntárseles a los estudiantes de PRF a la formación ciudadana
por los métodos para educar en ciudadanía Ante la pregunta por la formación ciudadana
la discusión siempre vuelve a los fundamen- recibida, los estudiantes de todas las carreras
tos que debieran sustentar estos métodos; sin organizan la reflexión en tres categorías: “el
embargo, llama la atención la ausencia de re- profesor”, “los contenidos” y “la experiencia”.
ferencias concretas a la vida en las escuelas y Reconocen que la formación ciudadana obte-
a los métodos pedagógicos. Estos estudiantes nida es más una intención particular de deter-
consideran que el aporte que pueden realizar minados profesores que la consecuencia de
a la educación ciudadana de sus futuros es- una acción intencionada a lo largo de toda su
tudiantes es desarrollar una “filosofía prác- formación. Se considera que a estos profeso-
tica”, es decir, una enseñanza que les sea útil res se les “entregaron contenidos”, saberes que
para sus vidas. La pregunta por el método se ellos clasifican en teóricos y prácticos, que les
construye más desde la inutilidad de ciertos han permitido sensibilizarse ante la temática
conocimientos que desde una propuesta pe- de la formación ciudadana.
dagógica en esta área. Al momento de discutir tanto la finalidad
Dado que los estudiantes serán profesores de la formación ciudadana como los modos
de filosofía y religión, les preguntamos de qué de formar en ésta a sus futuros estudiantes, en
manera la dimensión religiosa podría aportar los tres grupos el registro es de tipo anecdóti-
a formar ciudadanos. Aunque las opiniones co, apoyado en numerosos ejemplos; resalta la
se dividieron, en general hubo dificultad para ausencia de argumentos específicamente dis-
elaborar una respuesta que articulara religión ciplinares respaldados en la teoría.
y ciudadanía. Nuevamente la categoría que Los estudiantes expresan que no tienen una
emerge es la de la necesidad de vinculación asignatura de “formación ciudadana” en sus
con la vida del estudiante. La justificación carreras, sin embargo, reconocen que ciertos
apunta al desarrollo de una ética que podría contenidos de esta asignatura son estudiados de
encontrar en la educación ciudadana un manera indirecta en materias de Historia, Es-
modo de concreción: trategias sociales y Filosofía política. La expre-
sión generalizada se puede sintetizar en frases
Me cuesta pensarlo desde el punto de vista de como: “¿cómo me voy a sentir preparada a en-
la religión. El cristianismo católico promueve señar algo que no sé lo que es? O, que sí sé lo que
un tipo de persona que actúe de cierta forma es, pero no sé cómo concretizarlo” (GF3 PRF 3).
en la sociedad, entonces ese saber que se tiene Este elemento pone al descubierto que no
en cuanto al cristianismo podría apoyarse en se tiene un ramo donde se aprendan los con-
esta formación ciudadana para hacerlo más ceptos disciplinarios y la didáctica especiali-
aterrizado (GF3 PRF 2). zada sobre formación ciudadana

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Una última categoría que ordena el dis- de discurso y acción a considerar en los pro-
curso de los tres grupos es “experiencia”. La cesos formativos para los centros de forma-
educación ciudadana, tanto de ellos como de ción inicial docente en relación a la formación
sus futuros estudiantes, se juega en el ámbito ciudadana.
de la “experiencia”, es decir, se considera que A través de las intervenciones de los estu-
el elemento que constituye la formación ciu- diantes y de las interacciones en los grupos
dadana es vivenciar de modo práctico la ciu- focales se extrajo un discurso análogo en cada
dadanía. Es en este sentido que los estudiantes grupo, que legitima y amplía su comprensión
reconocen como espacios de formación ciu- sobre la formación ciudadana. Se observa que
dadana las experiencias de trabajo comunita- los estudiantes de educación básica compar-
rio, la participación política, y las discusiones ten un mismo sentido en relación a la for-
y debates en los cuales se han visto involucra- mación ciudadana, el cual hemos catalogado
dos durante su vida estudiantil. Estamos ante como“racionalidad técnica”, en el sentido de
una confusión entre dos elementos que son que se comprende la formación ciudadana
diferentes: a) formarse como buen ciudadano; como “educación cívica” que apunta a conocer
y b) formarse como futuros profesores que los derechos y deberes. En este tipo de educa-
educarán en ciudadanía. Como ya vimos, ser ción política se subraya la idea de orden como
“buen ciudadano” obedecerá a orientaciones regulación necesaria para la convivencia en
diferentes para cada grupo, pero permanece sociedad. La participación se limita al voto,
en común esta idea del profesor como modelo que se asocia a “la acción regida por reglas”.
de formación ciudadana que lleva a pensar de Este aspecto es una característica común en la
modo indistinto ambas dimensiones. formación de profesores de educación básica
debido a que se acentúa la dimensión norma-
Discusión y conclusiones tiva y afectiva, la cual busca promover en los
niños un sentimiento de pertenencia a la co-
Las racionalidades emergentes munidad nacional, vehiculizada por medio de
en la formación ciudadana a partir conocer las normas.
del estudio de caso Un aspecto que llama la atención es que
El estudio tuvo como propósito visibilizar las esta comprensión del qué y para qué se educa
racionalidades sobre formación ciudadana en en ciudadanía queda limitada sólo al plano
el discurso de estudiantes de tres pedagogías discursivo debido a que, en congruencia con
de una universidad ubicada en la región del la documentación curricular, los estudiantes
Maule, Chile. manifiestan no recibir una formación siste-
Por “racionalidad en la formación ciuda- mática en esta temática. Lo anterior deja ver
dana” se entiende aquellas formas de cons- una ruptura entre el plano del discurso y la
truir e interpretar el saber y la acción en rela- apropiación teórica, metodológica y práctica.
ción a qué y para qué se forma en ciudadanía, Podría decirse que los estudiantes de bá-
lo que produce un “lente de comprensión” que sica comprenden la importancia de la forma-
permite significar los fines y objetivos educa- ción ciudadana en el sistema escolar, la signi-
tivos que dan sentido al posicionamiento de fican como una educación necesaria para la
los sujetos dentro de la sociedad. regulación social y la buena convivencia, pero
El estudio visibiliza tres tipos de raciona- no son preparados para promover de manera
lidad en relación a la formación ciudadana: sistemática en las competencias de formación
una racionalidad técnica, una práctica y una ciudadana.
emancipatoria; esta separación recupera la En el grupo de estudiantes de educación
clasificación de Grundy, y aporta elementos básica con mención en historia aparece una ra-

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cionalidad denominada “práctica” que tiene la pensamiento crítico, pero a nivel curricular
finalidad de comprender el medio social con no reciben una formación que hilvane —pe-
la intención moral de mejorar la sociedad. dagógiamente hablando— la relación y ten-
A diferencia del grupo anterior, que com- sión entre la praxis y la teoría.
prendía la participación reducida al voto,
éste amplía su comprensión bajo el rótulo Despolitización de la formación
“participación cívica”, que denota un involu- ciudadana como resultado de la ruptura
cramiento más activo con los temas sociales. entre lo social y político
Su comprensión de la formación ciudadana A partir de la preocupación de lo ético social en
se entiende como el rol de las personas en la la formación ciudadana, se vio la necesidad de
sociedad, dirigido a desarrollar actitudes del teorizar sus implicaciones cuando se omite la
buen ciudadano. dimensión ético-política. La meta fundamen-
Como contrapunto a lo anterior, tanto de tal de la formación ciudadana es promover la
la revisión documental del currículo como de capacidad para la acción responsable y soli-
las intervenciones de los estudiantes se reco- daria dentro de la comunidad política, la emi-
noce la ausencia de asignaturas de teoría de sión de juicios propios y la toma de decisiones
la formación ciudadana, o didáctica especia- (Detjen, 2007). Este tipo de formación política
lizada en el tema. Además, sus prácticas pro- requiere articular grosso modo la dimensión
gresivas no toman en cuenta esta temática. De ético-social y la dimensión ético-política; aun-
ello se desprende que, a pesar de expresar en el que en apariencia se podría sostener que dicha
discurso la intención moral de mejorar la socie- articulación se da de forma natural, una mira-
dad, en el ámbito de lo teórico y práctico a nivel da detenida desde los procesos y discursos nos
curricular existe una debilidad epistémica. muestra que esa relación es compleja y tensa.
En los estudiantes de PRF encontramos La dimensión ético-social de la formación
una racionalidad con matices emancipatorios ciudadana apunta a comprender la democra-
debido a que comprenden la formación ciu- cia como una forma de vida, donde la edu-
dadana como un proceso liberador, que busca cación social juega un papel preponderante.
alcanzar la autonomía y la responsabilidad a Como dice Detjen (2007: 4), constituye “un
través de la autorreflexión. Los estudiantes se requisito previo para la coexistencia pacífica
problematizan sobre el tipo de ciudadano que de las personas en una sociedad, debido a que
se está formando, y reconocen que la sociedad permite una configuración social básica don-
actual, caracterizada como una sociedad de de se promueven la empatía, la cooperación, la
consumo, promueve una educación para for- lealtad, la solidaridad y la tolerancia.
mar ciudadanos consumidores. Frente a esta La dimensión ético-política de la forma-
forma de comprender la formación ciudada- ción ciudadana concibe “cada acción humana,
na los estudiantes de este grupo se presentan presentada y trabajada al bien común general
como críticos y cuestionadores. En este sen- que orienta las decisiones y las regulaciones
tido se diferencian de los anteriores grupos, en y entre grupos de personas” (Weißeno
que se posicionan en un plano funcional: el et al., 2010: 28). En ese marco, la política se
primero dentro de lo normativo (reglas) y el comprende desde sus tres dimensiones: como
segundo dentro de lo moral (formar buenos polity, que hace referencia a la estructura del
ciudadanos). orden político, compuesto por la constitución
Sostenemos que la racionalidad descri- política del Estado, las instituciones políti-
ta para los estudiantes de PRF posee matices cas y el funcionamiento del sistema político;
emancipatorios porque éstos reconocen, a como policy, que señala las metas y tareas de
nivel discursivo, la necesidad de promover el la política y de la formación de las relaciones

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sociales, así como la competencia de intereses De formar buenos ciudadanos a formar
políticos e ideológicos de los diferentes acto- en competencias profesionales para la
res; y como politics, que describe las acciones formación ciudadana
de los actores políticos y sus procesos formales Un aspecto que se visibiliza en este estudio es
e informales, y analiza los conflictos políticos que la formación ciudadana posee un lugar
y la formación de consensos. Esta dimensión marginal y residual en la formación inicial de
busca que cada estudiante desarrolle su capa- profesores en la universidad chilena estudia-
cidad analítica para comprender y analizar los da. La idea de formación ciudadana que se re-
problemas de la comunidad política fleja en los documentos institucionales apunta
Ahora bien, la formación ciudadana se pre- a formar buenos ciudadanos comprometidos
senta, desde un determinado discurso, como socialmente, pero la revisión de la documen-
una educación social que busca un aprendizaje tación curricular de los programas muestra
social determinado; esto debido a que se parte una debilidad teórica y metodológica.
del supuesto de que una educación social por Frente a esta situación, y con el propósito
sí misma toca y afecta la educación política. de contribuir a la discusión, el equipo inves-
En ese marco, la tesis es formar buenas perso- tigador concluyó que es necesario promover
nas con una base ético-social, y de ello se des- de manera explícita una competencia profe-
prenderá por añadidura un buen ciudadano. sional referida a la formación ciudadana en
Este enfoque —que diluye la preocupación y todas las carreras en la formación inicial do-
análisis de lo político— desemboca en un pro- cente. Este planteamiento permite recuperar,
ceso de despolitización de la formación ciu- de la discusión de enfoques sobre formación
dadana, pues la ciudadanía se reduce a las in- ciudadana en la formación inicial docente,
teracciones, las cuales son importantes para la aquél que considera que no es suficiente for-
convivencia pacífica, pero insuficientes para mar buenos ciudadanos, sino que, sobre todo,
promover la capacidad analítica de los estu- deben procurarse los conocimientos disci-
diantes ciudadanos para la emisión de juicios plinarios, las capacidades y habilidades me-
y la toma de decisiones fundamentadas. todológicas, didácticas e investigativas en la
Por ello, la formación ciudadana requiere formación ciudadana, en la línea de promover
de las dimensiones ético-social y ético-políti- las competencias del juicio político, las com-
ca que promuevan un ciudadano comprome- petencias comunicativa y participativa, las
tido con su comunidad política. competencias de ética ciudadana, la metódica
y la relacionada con el saber de la especialidad.
Esto abre, a nivel teórico, la necesidad de pen-
sar la formación ciudadana como un ámbito
de estudio interdisciplinar.

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R. Lobatón-Patiño, A. Precht, Í. Muñoz y A. Villalobos | Racionalidades sobre formación ciudadana en la formación… 93
Posibilidades, limitaciones y demandas de los centros
educativos del medio rural en el norte y sur de España
contemplados desde la dirección escolar
Carmen Álvarez-Álvarez* | Francisco Javier García Prieto**
Francisco Javier Pozuelos Estrada***

La complejidad de los numerosos centros educativos situados en el me- Palabras clave


dio rural exige estudios específicos. Dado que todas las investigaciones
señalan el papel relevante de las direcciones escolares, en este artículo se Gestión escolar
pretende conocer la situación de las escuelas rurales españolas a partir de Escuela rural
la realización de entrevistas a directores escolares de dos comunidades Necesidades educativas
autónomas con el objetivo de conocer sus posibilidades, limitaciones y
demandas en la actualidad. Los resultados muestran semejanzas y dife- Investigación cualitativa
rencias singulares entre las escuelas unitarias, los colegios rurales agru- Dirección de centros
pados y los centros de educación infantil y primaria. Las conclusiones
revelan una escuela rural que tiene posibilidades como la individualiza-
ción de la enseñanza debido a las ratios bajas; limitaciones como la inte-
rinidad del profesorado, contextos aislados o desfavorecidos y bajo nivel
cultural o expectativas educativas; y demandas de servicios e infraestruc-
turas, de dotación en tecnologías de la información, y de oferta cultural
en las proximidades del centro.

The complexity of numerous education centers located in rural areas de- Keywords
mands specific studies. Given that all investigations remark on the relevant
role of school management, this article proposes to examine the situation School management
of Spanish rural schools, by conducting interviews with school managers in Rural school
two autonomous communities with the aim of identifying their possibili- Educational needs
ties, limitations, and demands in the present day. The results show singular
similarities and differences between unitary schools, grouped rural schools, Qualitative research
and pre-school and elementary education centers. The conclusions reveal a Management of centers
rural school which has possibilities like individualization of teaching due to
low ratios; limitations like temporary status of teachers, isolated or under-
privileged contexts, and low cultural level or educational expectations; and
demand for services and infrastructure, access to information technology,
and cultural offerings in proximity to schools.
Enviado: 22 de octubre de 2018 | Aceptado: 3 de octubre 2019
DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59153
* Profesora contratada doctora en la Universidad de Cantabria (España). Doctora en Pedagogía. Líneas de investiga-
ción: escuela rural y organización escolar. Publicación reciente: (2018), “How Can Pre-Service Training Be Improved
in Spain? The voices of secondary school headteachers in the Cantabria region”, Leadership and Policy in Schools. DOI:
https://doi.org/10.1080/15700763.2018.1532014. CE: carmen.alvarez@unican.es
** Profesor ayudante doctor en la Universidad de Huelva (España). Doctor en Psicopedagogía. Líneas de investiga-
ción: escuela rural y currículo. Publicación reciente: (2018, en coautoría con G. Travé González), “La enseñanza so-
bre el medio y los libros de texto en Andalucía: un análisis de contenido y de concepciones del profesorado”, Revista
Complutense de Educación, vol. 29, núm. 2, pp. 539-557. CE: fjavier.garcia@dedu.uhu.es
*** Profesor titular en la Universidad de Huelva (España). Doctor en Psicopedagogía. Líneas de investigación: escuela
rural y currículo. Publicación reciente: (2019, en coautoría con F.J. García Prieto y C. Álvarez Álvarez), “La evalua-
ción de aprendizajes del alumnado por parte del profesorado universitario novel”, Formación Universitaria, vol. 12,
núm. 2, pp. 13-16. CE: pozuelos@uhu.es

94 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


Introducción el liderazgo pedagógico, para potenciar un
liderazgo distribuido y para involucrar a los
La investigación internacional ha demostrado líderes formales e informales en las diferentes
que en la mejora de la escuela hay dos claves escuelas. Desconocemos si en España sucede
fundamentales: el compromiso del profeso- esto mismo.
rado con el aprendizaje de los estudiantes, y Al comparar los procedimientos de direc-
tener una dirección escolar comprometida tores escolares en pequeñas escuelas rurales de
con la mejora del centro (Day et al., 2007). En Islandia y Australia, el estudio de Wildi et al.
este artículo nos centraremos en la segunda. (2014) identificó que ambos se enfrentan a con-
Los directores escolares contribuyen indirec- tinuos desafíos debido a su lejanía, la falta de
tamente en el aprendizaje de los estudiantes, acceso a oportunidades de aprendizaje profe-
en la configuración de las culturas escolares sional, actitudes de aislamiento profesional do-
y en la organización educativa diaria (Day et cente y limitadas responsabilidades adminis-
al., 2010; Bolívar, 2015), de tal modo que la di- trativas y de liderazgo. A través de entrevistas y
rección escolar es fundamental en la actuali- relatos narrativos los autores analizaron los as-
dad para apostar por las mejores prácticas de pectos sobresalientes del trabajo de los directo-
inclusión, innovación, convivencia, autono- res participantes en el estudio y comprobaron
mía y participación (Kottkamp, 2010; Zhang que éstos enfrentaban numerosos cambios, que
y Brundrett, 2010; Ten et al., 2012; Ishimaru, la cultura escolar aceptaba estos cambios y que,
2013; Berkovich, 2014; Liasidou y Androniki, pese a que se trataba de escuelas excelentes, pa-
2015; Keddie, 2016; Núñez y Díaz, 2017). Si bien saban desapercibidas para la administración.
esto sucede tanto en los centros urbanos como En Alaska, Tonsmeire et al. (2012) observa-
en los rurales, en este artículo nos hemos pro- ron que existe preocupación por la formación
puesto estudiarlo específicamente en los ru- de los líderes escolares para que lleven a cabo
rales, dado que predominan los estudios rea- las acciones más pertinentes en sus centros
lizados en el ámbito urbano (Ishimaru, 2013) rurales, y se ha investigado sobre el impacto
y todos los estudios coinciden en que el papel de las existentes, entre las que cabe destacar:
del director de la escuela rural es diferente del cursos de verano, modelos de cohortes, cur-
de la escuela urbana en muchas áreas (Plessis, sos a distancia, coaching dirigido, modelos
2017; Dan et al., 2017; Hardwick-Franco, 2018). de aprendizaje mixto utilizando webinars y
En el ámbito internacional hay numerosos conversaciones informales. En España esta-
estudios sobre escuelas rurales, desde el pun- mos lejos de realizar diseños de formación
to de vista de la dirección escolar, que pueden específicos para directivos escolares de áreas
dar luz al tema para llevar a cabo su estudio en rurales. De hecho, la formación y profesiona-
España, por lo que a continuación recogemos lización directiva sigue siendo un aspecto dé-
algunas de las conclusiones que estimamos bil (Bolívar, 2015).
más relevantes, por orden cronológico. En el Sur de África, y mediante entrevis-
Por ejemplo, Ahumada (2010), en el con- tas semiestructuradas y en profundidad con
texto chileno, estudió los procesos de imple- cinco directores noveles, la investigación de
mentación de la Ley de Subvención Escolar Plessis (2017) concluyó la conveniencia de que
Preferencial del Ministerio de Educación, que los directores adquieran una lente rural para
pone énfasis en los procesos de elaboración e mejorar su liderazgo, su formación inicial y su
implementación de planes de mejora educa- capacitación profesional continua.
tiva en el ámbito rural. El autor concluye que Un estudio de Liu y Hallinger (2017) reali-
los directores de los centros educativos rura- zado en China demostró que los directores ru-
les tienen grandes dificultades para asumir rales ejercen un liderazgo significativamente

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59153
C. Álvarez-Álvarez, F.J. García y F.J. Pozuelos | Posibilidades, limitaciones y demandas de los centros educativos… 95
más débil —centrado en el aprendizaje— que geografía rural de España es muy diversa y
los directores de escuelas urbanas, lo que ge- compleja (Bustos, 2009; Martínez y Bustos,
nera bajos niveles de confianza, de puesta en 2011; Vázquez, 2016), ya que existen grandes
marcha de reformas y de aprendizaje profesio- diferencias entre contextos (sobre todo el
nal. Además, mostró que las normas sociocul- norte y el sur del país), y en cuanto a la rura-
turales de la comunidad escolar moldean las lidad (tradicional, en transición, moderna e
interacciones entre el director y sus profeso- híbrida, entre otras categorías posibles), y tres
res, y entre los propios docentes. tipologías escolares, las cuales tampoco son
Sin embargo, en España no existen estu- homogéneas:
dios sobre los centros escolares ubicados en
el medio rural desde la perspectiva directiva, • Los centros de educación infantil y pri-
por lo que esperamos que este artículo abra maria (CEIP públicos o concertados) si-
una nueva línea de investigación. Las escuelas tuados en el medio rural. Éstos pueden
rurales en este país constituyen una realidad ser completos y funcionar como escue-
relevante, amplia y multiforme, frecuente- las graduadas (modelo convencional-
mente invisible, porque el modelo urbano mente urbano) o pueden ser incomple-
se ha ido imponiendo con fuerza (Gallardo, tos y ofrecer una enseñanza multigrado.
2011; García, 2015; Vigo y Soriano, 2015; Álva- • Los centros de educación infantil y
rez y Vejo, 2017). De hecho, investigar las es- primaria que únicamente tienen un
cuelas rurales a partir de la percepción de las aula (aula unitaria) y, por tanto, pue-
direcciones escolares supone, de algún modo, den peligrar si disminuye la población
enfocar el estudio de la realidad escolar rural infantil de la zona. La enseñanza es
desde una óptica urbana, ya que la escuela multigrado, y el docente del aula asume
rural tradicional apostaba por la autonomía todas las funciones relativas a la orga-
del docente y carecía de otras fuentes de or- nización y gestión escolar, ya que actúa
ganización externa. Sin embargo, hoy, dado como docente-tutor, director y, en oca-
que los pueblos españoles están sumidos en siones, docente-especialista.
un contexto sociológico híbrido y de nuevas • Los centros rurales agrupados, denomi-
ruralidades (Gallardo, 2011; Morales-Romo, nados CRA, CPR o ZER, en función de la
2017) debemos reconocer su diversidad orga- comunidad autónoma. Es un agrupa-
nizativa en los planos económico, demográ- miento de escuelas incompletas y/o au-
fico, cultural y social, algo que, si bien no es las unitarias que se sitúan con relativa
nuevo, era inexistente en un pasado cercano proximidad en una zona y comparten
(Vázquez, 2016). Por lo anterior, la forma de claustro de profesores, equipo directivo y
acercarnos al estudio de la escuela rural debe consejo escolar. Uno de los centros actúa
llevarnos a comprenderla desde algunos de como sede o cabecera del CRA. Es una
sus elementos constituyentes actuales: los escuela compartida para un territorio
centros escolares rurales tienen equipos di- con un tejido sociofamiliar colaborativo.
rectivos (al igual que las urbanas) y los direc-
tores escolares pueden ofrecer muchas claves No obstante, en España también se ha in-
para ayudar a conocerlas y mejorarlas. Las vestigado sobre escuela rural, si bien el eje no
evidencias recogidas a través de las entrevistas han sido sus posibilidades, limitaciones y de-
en profundidad pueden dar claves para pro- mandas desde la perspectiva de la dirección
mover mejoras en la educación rural actual. de centros. Por ejemplo, el reciente estudio
La educación desarrollada en centros de Álvarez y Vejo (2017) analiza, a nivel na-
escolares ubicados a lo largo y ancho de la cional, el estado de la innovación en escuelas

96 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59153
C. Álvarez-Álvarez, F.J. García y F.J. Pozuelos | Posibilidades, limitaciones y demandas de los centros educativos…
de diferentes tipologías; para ello entrevistó manifestar interés por asentarse en centros
a docentes y miembros de equipos directi- rurales.
vos de centros rurales de cinco comunidades El estudio de Morales-Romo (2017) ofre-
autónomas. ce datos sobre el despoblamiento de las áreas
Los estudios empíricos se suelen localizar rurales, el envejecimiento de su población, la
en una única región española concreta y no a transformación de sus formas de producción
nivel del territorio nacional, por lo que apenas y la migración a las áreas urbanas. Su trabajo,
existen estudios comparativos que muestren desarrollado en 225 escuelas rurales españo-
las diferentes realidades de las escuelas rurales las, sobre todo en la comunidad autónoma de
entre regiones alejadas (San Pedro y López, Castilla-León, revela que las escuelas rurales
2017). Destaca, por ejemplo, el hecho de que en España no han recibido la atención adecua-
hay diversas tesis doctorales sobre educación da de acuerdo con sus características y su im-
rural realizadas en la comunidad andaluza portancia cualitativa y cuantitativa en las leyes
(Bustos, 2006; Quílez, 2011; Raso, 2012; Gar- educativas, dado que se han ignorado desi-
cía, 2015) y ninguna en la franja de la cornisa gualdades derivadas del lugar de residencia
cantábrica. del alumnado. También revela que los trans-
En Andalucía, Hinojo et al. (2010) afir- portes, debido a la distancia de los hogares y
man que dos son las grandes piedras angula- los centros, producen diferentes niveles de sa-
res sobre las que se asienta la mayor parte de tisfacción con la escuela del alumnado, el pro-
las problemáticas organizativas y de gestión fesorado y las familias. Los datos recopilados
interna de la escuela rural en Andalucía: el de los directores de escuela rural mostraron
profesorado y los recursos materiales. Desco- que la infraestructura sigue siendo un proble-
nocemos si los directores de centros escolares ma sin resolver. Los maestros, pese a mostrar
del norte coinciden con este diagnóstico. El las dificultades que implican las clases multi-
estudio de Bustos (2006) en esta misma comu- nivel, valoran la heterogeneidad del aula por
nidad destaca la transformación del medio permitir metodologías más flexibles e inno-
y la escuela rural: para 88.2 por ciento de los vación educativa, y por generar una educación
maestros rurales, el mundo rural está urbani- integral con mejores resultados educativos.
zándose de manera gradual, frente a 11.8 por Asimismo, están más satisfechos con la convi-
ciento que piensa lo contrario. Además, 32 por vencia escolar que en los centros urbanos, y se
ciento de los encuestados considera que dicha manifiestan mayoritariamente contrarios al
urbanización se está realizando a un ritmo cierre de los pequeños centros rurales.
acelerado. Asimismo, para 63.1 por ciento de Por todo esto, consideramos relevante rea-
los entrevistados, la llegada de la sociedad de lizar un estudio con directores escolares que
la información solo traerá ventajas al medio y incluyera a centros del norte y sur de España,
la escuela rural. las dos grandes zonas entre las que prevemos
El estudio de Bustos (2014) realizado sobre que pueden darse mayores contrastes en su
didáctica multigrado en Andalucía, Aragón y desarrollo escolar. Para ello seleccionamos
Cataluña demostró que la media de años de centros situados en ámbitos rurales diferen-
servicio en grupos multigrado de los maes- tes, de diversa tipología (CEIP, aulas unitarias
tros y las maestras encuestados era de 5.6, y y CRA) en dos regiones tradicionalmente ru-
que cuatro de cada cinco docentes (80.7 por rales atendiendo al marco de productividad,
ciento) nunca han participado en actividades Cantabria y Andalucía, con la intención de
de formación permanente relacionadas con conocer las premisas del estudio. En este
el trabajo en grupos multigrado. Ambos da- artículo se pretende ahondar en estas cues-
tos demuestran que los docentes no parecen tiones para conocer mejor las posibilidades,

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limitaciones y demandas de los centros edu- distintos y distantes para explorar fenómenos
cativos del medio rural en España a través de relevantes, como es el tema de la educación en
la mirada de sus directores escolares. Induda- el ámbito rural. En los estudios de caso se eli-
blemente, todo ello trasladará el contenido a gen unas pocas unidades de interés para que,
ciertos tópicos alejados de visiones estereo- en conjunto, arrojen luz sobre el fenómeno
tipadas (Quílez y Vázquez, 2012), repetidos, investigado, y a través de las visiones de los
pero importantes, en la medida que avalan implicados, se ofrezcan ideas para mejorar
una continuidad o que siguen reproducién- esa realidad (Stake, 2005; Gill, 2011).
dose. A la par, se incorporan nuevos datos que Al diseñar el estudio, decidimos: a) contac-
actualizan científicamente la situación actual tar con un mínimo de 30 directores escolares;
de la escuela rural. b) tener representación de directores del norte
y sur peninsular y de contextos rurales diver-
Método sos; y c) identificar escuelas en su diversidad
tipológica rural (CEIP, CRA y unitarias). Se tra-
El objetivo general es realizar un estudio que taba de contar con al menos 15 directores de
ayude a situar las posibilidades, limitaciones centros educativos del norte y otros 15 del sur
y demandas de los centros educativos del me- de España, de escuelas de los tres tipos (CEIP,
dio rural en el norte y sur de España, contem- CRA y unitarias). Se decidió enfocar el estudio
plados desde la perspectiva de los directores en estos puntos por ser características de cen-
escolares. La hipótesis parte de que los centros tros rurales. Para ello, contactamos por correo
educativos rurales tienen múltiples posibili- electrónico con 54 directores de centros edu-
dades, limitaciones y demandas comunes por cativos, más de lo estimado en un principio
estar enclavadas en áreas rurales, articulados para poder tener un margen de caídos o no
en la diversidad que los caracteriza (región, colaborativos. Mantuvimos comunicación
tamaño, tipología, alumnado, etc.), pero tam- por correo y personal siempre que fue posible.
bién con diferencias en función del contexto y Dado que en Cantabria hay 4 CRA, 5 unitarias
el tipo de centro. y 32 CEIP en el medio rural, tuvimos que selec-
El método de investigación fue el estudio cionar más centros en Andalucía, donde era
de casos (Simons, 2011), dado que es propio de más fácil acceder a CRA (denominados CPR)
la metodología cualitativa y no realiza mues- y unitarias. Finalmente, se consiguió realizar
treos para seleccionar a los participantes, un total de 45: 19 en Cantabria y 26 en Andalu-
sino que permite elegir contextos concretos cía. Los participantes se distribuyen así:

Tabla 1. Número de centros participantes por tipología y región


Región CEIP CRA Unitaria Total
Cantabria 12 3 4 19
Andalucía 12 8 6 26
Total 24 11 10 45
Fuente: elaboración propia.

Cada escuela fue estudiada como caso internacional (Elias et al., 2014; Wildi et al., 2014;
único a través de una entrevista en profun- Morales-Romo, 2017). Las preguntas de inves-
didad con el director del centro, en sintonía tigación realizadas a los directores se basaron
con otros estudios realizados en el panorama en tres categorías: ¿qué posibilidades tiene su

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centro?, ¿qué limitaciones?, ¿qué demandas? inicia y termina la cita; y, por último, DAA25
No quisimos pautar temas concretos de debate señala al protagonista de la declaración, la
para permitir a los directores expresarse libre- tipología de centro —unitaria, agrupada o
mente y que manifestaran las cuestiones que graduada— y la comunidad autónoma: C para
más les preocuparan. La mayor parte de las Cantabria y A para Andalucía.
entrevistas se realizó en persona, pero dada
la dispersión geográfica de los centros educa- Resultados
tivos consultados en este estudio, las últimas
se realizó telefónicamente, grabadas y, poste- Para mostrar los resultados de nuestro estu-
riormente, transcritas. Para asegurar el rigor, dio categorizamos las respuestas de los parti-
se triangularon y saturaron las informacio- cipantes en torno a tres dimensiones: posibili-
nes recogidas. En todo momento se tuvieron dades, limitaciones y demandas de los centros
presentes las consideraciones éticas a tener en educativos rurales, expresando las coinciden-
cuenta en toda investigación cualitativa ri- cias y discrepancias entre escuelas unitarias,
gurosa (independencia de los investigadores, CRA y CEIP en ambas comunidades.
confidencialidad de las informaciones, anoni-
mato de los participantes, etc.). Posibilidades
La cantidad de datos que se extraen de Todos los directores consultados ponen de
una investigación de esta naturaleza precisan manifiesto que los centros educativos ubica-
de algún instrumento que facilite su análisis dos en territorio rural ofrecen muchas posibi-
y tratamiento ordenado. Una buena forma lidades, pese a las enormes diferencias que sus
de hacerlo fue establecer una tabla herme- contextos específicos de trabajo imprimen a la
néutica que organiza, segmenta y codifica la educación. Hay una coincidencia plena entre
información con base en un sistema catego- ellos al destacar una posibilidad: una mayor
rial establecido (posibilidades, limitaciones y capacidad de individualización y personali-
demandas) para realizar un análisis de conte- zación de la enseñanza que beneficia al alum-
nido, distribuir la información y aglutinar las nado, debida a que la ratio es más baja que en
pruebas. El análisis y revisión de contenidos y la mayor parte de las escuelas urbanas. El resto
de documentos se realizó con el fin de extraer de afirmaciones difiere y denota que los con-
evidencias múltiples relativas a las cuestiones textos son diferentes (tradicionalmente rural,
establecidas previamente. Para ello, se empleó rural en transición, rural moderno, etc.).
el programa informático Atlas.ti (versión 6.2), En las escuelas unitarias, en síntesis, los
para distintos documentos primarios y crean- entrevistados comentan que: al ser aulas mul-
do relaciones de “familias”, “códigos” y “citas”. tigrado se aprende mucho como docente al te-
En este sentido, se asociaron las referencias ner que saber de todos los niveles y organizarse
y se facilitó la producción de ideas y conclu- bien para atender a todos sus alumnos, y que es
siones. Las citas procedentes de este análisis una experiencia trabajar en un centro educa-
se expresan mediante una adaptación de la tivo tan especial hoy en día. También, coindi-
nomenclatura sugerida por Friese (2011), que cen en que el profesorado está motivado, tiene
mantiene el siguiente diseño: “entre los obs- interés, inquietudes, ganas de trabajar y hay
táculos de este centro destaca la inestabilidad una intensa relación entre el profesorado y la
de la plantilla, la dotación escasa de materia- comunidad (familias, pueblo e instituciones).
les y la deficitaria conexión a Internet” (25:17, Algunas escuelas unitarias destacan:
76:78, DAA25). Donde 25:17 se refiere al núme- a) el excelente comportamiento del alumnado
ro de entrevista y el número de cita dentro de y su predisposición al aprendizaje; b) que las
ese documento; 76:78 indica el párrafo donde relaciones profesor-alumno van más allá del

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aula; c) que las familias están interesadas en h) familias que participan con frecuencia, que
el aprendizaje de sus hijos; d) que los alumnos se involucran en la educación de sus hijos y co-
son inquietos, dinámicos y creativos y se detec- laboran con las tareas escolares; i) los escolares
tan muy rápido sus dificultades, lo que permite muestran interés hacia la escuela y el apren-
intervenir tempranamente; e) que cuentan con dizaje, y muestran buen comportamiento; y
numerosos servicios; y f) que el profesorado j) los equipos directivos son estables y cono-
tiene autoridad. No se encontraron grandes cen la cultura rural. Esos elementos se mani-
diferencias entre Cantabria y Andalucía. Una fiestan en diversas citas, como, por ejemplo:
directora narra así su experiencia: “es alumnado con interés hacia la escuela, ac-
titud positiva hacia el aprendizaje y compor-
A mi centro y a los que son parecidos al mío, tamiento excelente” (39:43, 42:45, DAA36).
diría que son especiales, no como los urba- En los CRA nos encontramos con una dife-
nos. La que cuida el patio cuando llegan los rencia entre Cantabria y Andalucía: mientras
alumnos del transporte es una madre de tres en algunos centros del norte, el profesorado
alumnos del colegio. El del transporte es el mayoritario es estable, con experiencia do-
tío de otros dos. El del restaurante es padre de cente mayor de 5 años, se adapta a los centros
otras dos. Después de comer en el restauran- y tiende a continuar; en diferentes centros del
te pasamos a una sala y viene una niña, coge sur comentan que la mayoría del profesorado
su mantita y se sienta encima de mí y se tapa. se siente “de paso”, y aunque se impliquen y
Ayer estuve en un cumpleaños de una en su vivan cerca de las escuelas, normalmente en
casa y voy a los cumpleaños de todos y compro municipios que son centros comarcales, de-
regalos para todos. Esto es otra vida que nada sean trabajar en una escuela urbana.
tiene que ver con los colegios normales (4:14, Además, en algunos de los CRA andaluces
17:19, DUC4). comentan tres peculiaridades sobre las cuales
ninguno de los cántabros han hecho men-
En los CRA destaca que: a) se produce el ción: a) haber optado por mejorar el centro y
fenómeno de aprendizaje interedades por la convertirlo en bilingüe/llevar a cabo apoyos
multigraduación, como ya destacan Domin- dentro del aula; b) contar con una dotación
go y Boix (2015) en una investigación inter- excelente (comedor, gimnasio, biblioteca, et-
nacional: “llevamos a cabo una metodología cétera)/contar con fuertes recursos económi-
con agrupamientos de varios niveles por aula, cos; y c) aceptación del alumnado extranje-
lo que posibilita otros niveles de desarrollo en ro/tendencia a ayudarlo y aceptar a sus fami-
el alumnado” (38:67, 34:36, DAA38); b) existe lias. Entre algunas de las evidencias señala-
variedad de posibilidades docentes ya que se mos las siguientes: “destaco la armonía con
pueden combinar y cambiar metodologías; la que se trabaja en la escuela rural. Después
c) la coordinación entre el profesorado es ágil, de 11 años trabajando en ella mi intención
al ser pocos; d) destacable socialización entre es seguir muchos años” (7:34, 15:17, DAA7); y,
el alumnado (se ayudan y cooperan), no tie- “un rasgo relevante que define este centro es
nen problemas de convivencia y con frecuen- la metodología que se utiliza, además de ser
cia juegan al aire libre y en plena naturaleza: centro bilingüe” (35:78, 87:88, DAA35).
“baja conflictividad y pocos problemas de En los CEIP del medio rural destacan:
convivencia” (45:54, 23:25, DAA45); e) las rela- a) estar implicados en proyectos de innova-
ciones de convivencia entre alumnado, profe- ción/tener planes ambiciosos (de atención a la
sorado y familias son constantes y positivas; diversidad, de convivencia, de desayuno salu-
f) es posible adaptar y vincular contenidos del dable, etc.)/trabajar por proyectos y abando-
currículo al entorno; g) respeto al profesorado; nar algo el libro de texto y las fichas/contar

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con numerosas actividades en horario ex- experiencia, en Andalucía esto sólo se destacó
traescolar y profesorado implicado en desa- en dos entrevistas.
rrollarlos; b) las relaciones entre alumnado y
profesorado son estrechas, aunque observan Limitaciones
que con las familias en algunos casos no es así, Los directores escolares consultados coinci-
ya que participan sólo para algunos temas, no den en señalar como la mayor limitación de
para todos; c) el alumnado es autónomo, está sus escuelas rurales la interinidad del profeso-
motivado en la mayor parte de los casos, les rado. Numerosos testimonios están relacio-
gusta su entorno (adoran la naturaleza) y tie- nados con este aspecto, con especial énfasis en
nen buenas cualidades personales (son since- los CEIP de Andalucía, que parecen ser los que
ros, honrados, cercanos, amistosos, nobles); más lo sufren. Dos aspectos más han sido se-
d) el profesorado suele estar comprometido; ñalados: a) contexto concreto aislado o desfa-
e) las relaciones entre el alumnado suelen ser vorecido: malas comunicaciones, pueblo des-
positivas: juegan juntos en el patio, cooperan poblado o sin servicios; y b) bajo nivel cultural
y se respetan; f) facilidad de colaboración con de familias y vecinos y conservadurismo, que
el entorno; g) cuentan con variedad de recur- redundan en que una parte del alumnado ten-
sos; y h) ven los resultados de su trabajo. Una ga bajas expectativas y desee abandonar los
directora considera que los centros educativos estudios al terminar la etapa obligatoria.
del entorno rural ayudan a compensar desi- En las escuelas unitarias los directores
gualdades sociales: consultados señalan limitaciones ligadas a
un escaso conocimiento social sobre su exis-
Como directora del centro considero que to- tencia y por parte de la Administración; y a
das nuestras propuestas las hacemos para que una escasa valoración e insuficiente inversión
todos estos niños puedan tener más opciones por parte de las administraciones públicas en
y más oportunidades para acercarnos un po- instalaciones, medios e infraestructura. Este
quito más a centros de poblaciones donde tie- tipo de escuelas tiene otra limitación más, que
nen más acceso a la cultura y a medios (12:54, coincide con los CRA: reducidas interacciones
23:25, DGC12). sociales del alumnado debido a la baja ratio.
Una directora caracteriza así algunas de sus
Identificamos diferencias entre las comu- limitaciones:
nidades de Cantabria y Andalucía. En Canta-
bria en algunos CEIP los directivos observan El principal problema que veo aquí es que los
que: a) las actividades laborales de las familias alumnos en secundaria se tienen que ir inter-
se han diversificado y algunas se desenvuel- nos al centro de Potes, de lunes a viernes. No
ven en el sector servicios (ligados al turismo hay alternativa. El pueblo está a 50 minutos
de fin de semana), algo que no se comenta en por una carretera que es curva contra curva.
las entrevistas realizadas en Andalucía; y que Se tienen que ir. Aquí no hay nada. Sólo hay
b) es beneficioso para el alumnado de locali- dos bares, uno que es posada-bar-restaurante
dades aisladas acudir a un CEIP para sociali- y el otro que es un bar de pueblo. No hay más.
zar con más niños, dada la dispersión demo- Un día a la semana sube un pescadero y otro
gráfica. Asimismo, en Andalucía hay centros día sube una frutera (1:12, 23:27, DUC1).
que expresan no tener carencias destacadas,
es decir, son centros bien equipados y dota- En los CEIP del medio rural de Canta-
dos de personal. Por otro lado, mientras en bria destacan que los niños son cerrados por
Cantabria las plantillas suelen estar compues- las dinámicas sociales que acontecen en los
tas por profesorado estable, de la zona y con Valles, que la tradición impide que se hagan

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cambios y que no hay diversidad cultural. En de usos múltiples, etc.); b) mejor dotación de
los de Andalucía la limitación más generali- Internet, ordenadores y pizarras digitales;
zada, tras la interinidad del profesorado, es c) políticas que ayuden a fijar la plantilla de los
la pérdida de unidades. Los directores de los centros; y d) oferta cultural en las proximida-
CEIP andaluces han planteado las dificultades des del centro.
para atender adecuadamente al alumnado En las escuelas unitarias comentaron la
con necesidades educativas especiales o com- necesidad de contar con más profesorado de
pensación educativa, problemas de interac- apoyo y especialistas para poder hacer algún
ción, desfases curriculares y absentismo. desdoble del grupo, eliminar barreras arqui-
Son aspectos comunes a los CEIP del norte tectónicas, y que las sustituciones de profeso-
y sur: escasa dotación económica y de recur- rado sean más rápidas. En algunas escuelas
sos; y dificultades para hacer salidas esco- cántabras piden más horas de liberación para
lares por la ubicación y su coste. Fruto de la poder dedicarse a la función directiva. En al-
inestabilidad del profesorado, comentan dos gunos CRA piden ampliar el centro para poder
limitaciones más: el desconocimiento de los acoger a más alumnado, ampliar las cargas
profesores que pasan por los centros de las di- horarias de los especialistas, contar con per-
námicas del pueblo y el modo de vida habitual sonal administrativo o de consejería, y ofrecer
de los niños (en centros de Andalucía hay do- actividades extraescolares. En algunas unita-
centes que explícitamente manifiestan recha- rias y CRA andaluces piden zonas de sombras
zo); y la continuidad de algunos proyectos. Un en el patio, mejores ventanas y persianas y/o
director de CEIP andaluz comentó: un patio cubierto. Así se expresa una directo-
ra de un CRA andaluz:
Es un centro situado en un entorno rural bas-
tante aislado y con tradiciones (positivas y ne- Nuestra necesidad más urgente en el mo-
gativas) muy arraigadas. El índice de paro es mento actual es una orientadora, una maes-
alto, aunque la mayoría disponen de campos tra de A.L. con mayor dotación horaria y un
o huertas donde ocupar el tiempo. Las fami- administrativo/a con permanencia diaria en el
lias no se interesan por la educación de sus centro. La inestabilidad de la plantilla es una
hijos, no lo consideran relevante. La plantilla traba: personal joven con poco tiempo de ser-
del profesorado es inestable. Los interinos vicio y con escasa formación en la escuela ru-
sólo se mantienen 1 o 2 cursos. La organiza- ral. También destaco la escasa oferta cultural y
ción en general es sencilla. No hay conflicto. de ocio que ofrece la zona (3:35, 67:71, DAA3).
El clima de trabajo es muy agradable. Las vías
de comunicación son de montaña, por lo que En los CEIP del medio rural reclaman me-
los desplazamientos son difíciles. Cualquier joras en el mantenimiento de los edificios y
centro de población está muy distante. Es una más oportunidades de socialización para el
población pequeña con poca oferta cultural o alumnado; destacan, en primer lugar, mejoras
de ocio (13:59, 48:57, DGA13). de Internet y necesidad de ordenadores o man-
tenimiento de éstos; y adecuación y ampliación
Demandas de espacios como gimnasios: “entre las necesi-
En cuanto a las demandas, todos los directo- dades más importantes que tenemos en el mo-
res coinciden en señalar cuatro necesidades mento actual son la dotación de gimnasio, sala
comunes: a) servicios e infraestructuras en de usos múltiples y personal definitivo” (46:15,
función de sus circunstancias (comedor, la- 134:135, DGA46). Éstas son las demandas que se
boratorio, gimnasio, aulas específicas, sala realizan en las rurales no unitarias.

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Conclusiones variedad de recursos, y ven los resultados de
su trabajo. De los testimonios de los directo-
Las posibilidades, limitaciones y demandas res españoles consultados se desprende la idea
de los centros educativos del medio rural en de que su liderazgo está centrado en el apren-
España que han sido contemplados desde el dizaje y la enorme influencia que ejercen las
personal directivo que ha colaborado en este comunidades escolares, como verificaron Liu
estudio son diversas y singulares, aunque se y Hallinger (2017) en China.
observan algunas semejanzas y diferencias Los centros rurales también sufren im-
relevantes. Al recapitular los resultados obte- portantes limitaciones; la más relevante es la
nidos podemos señalar las siguientes conclu- interinidad del profesorado —la escuela rural
siones por tipo de centro. en Andalucía está copada de interinos, mien-
En palabras de los directores, la escuela tras en Cantabria es más estable—, contextos
rural tiene grandes posibilidades como la indi- aislados o desfavorecidos y bajo nivel cultural
vidualización de la enseñanza gracias a las ra- o expectativas educativas reducidas, aspectos
tios bajas. De acuerdo con los testimonios por diferentes de los señalados en el estudio de
tipo de centro podemos concluir lo siguiente: Morales-Romo (2017) realizado sobre todo en
en las escuelas unitarias los directores recono- la comunidad de Castilla y León. Este resulta-
cen aprender mucho como docentes porque do coincide con los retos a los que se enfrentan
la multigraduación les exige saber de todos los directores en Islandia y Australia, conforme
los niveles y tener mucha organización; se se identificó en el estudio de Wildi et al. (2014).
sienten motivados, con interés, inquietudes Al revisar los testimonios por tipo de cen-
y ganas de trabajar, a la par que mantienen tro podemos concluir lo siguiente: respecto
una intensa relación con la comunidad. En a las escuelas unitarias, hay un escaso cono-
los CRA, afirman, se produce aprendizaje in- cimiento sobre su existencia por parte de la
teredades, ven muchas posibilidades docentes sociedad y de la administración y poca valo-
en metodologías, consideran que la coordina- ración e insuficiente inversión por parte de las
ción entre el profesorado es ágil, las relaciones administraciones públicas en instalaciones,
de convivencia entre alumnos, profesorado y medios e infraestructura. Además, el aisla-
familias son constantes y positivas, es posible miento profesional docente en esta tipología
adaptar muchos contenidos del currículo al impide la canalización de ideas educativas
entorno, hay gran respeto al profesorado, las conectadas con compañeros, lo cual frena los
familias colaboran con frecuencia y se impli- desarrollos profesionales. Las escuelas unita-
can en la educación de sus hijos, el alumnado rias y CRA coinciden en señalar que las inte-
muestra interés hacia la escuela y el aprendi- racciones sociales del alumnado son reduci-
zaje y muestra buen comportamiento, y los das debido a la baja ratio. En los CEIP destacan
equipos directivos son estables y conocedores la escasa dotación económica y de recursos,
de la cultura rural. En los CEIP del medio rural dificultades para hacer salidas escolares por
destacan estar implicados en proyectos de in- la ubicación y su costo, el desconocimiento
novación, que las relaciones entre alumnado de los profesores que pasan por los centros de
y profesorado son estrechas, aunque obser- las dinámicas del pueblo y el modo de vida y
van que con las familias en algunos casos no crianza habitual de los niños, y la falta de con-
es así. Hay una positiva valoración del alum- tinuidad de algunos proyectos.
nado y consideran que el profesorado suele Asimismo, los directores escolares for-
estar comprometido; las relaciones entre el mulan demandas relevantes: servicios e in-
alumnado suelen ser positivas, hay facilidad fraestructuras, dotación en tecnologías de
de colaboración con el entorno, cuentan con la información y la comunicación y oferta

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cultural en las proximidades del centro. En las y tiende a continuar; sin embargo, en el sur la
escuelas unitarias demandan contar con más mayoría del profesorado se siente “de paso”, y
profesorado de apoyo y especialistas para po- aunque se impliquen y vivan cerca de las es-
der dividir a los alumnos en dos grupos más cuelas, desean trabajar en una escuela urbana,
pequeños y tener a cargo de cada subgrupo a lo cual coincide con la conclusión del estudio
un profesor, eliminar barreras arquitectóni- en Andalucía de Bustos (2014). Por último, no
cas y lograr sustituciones de profesorado rápi- parece haber grandes diferencias entre las es-
das. En algunos CRA piden ampliar el centro cuelas unitarias del norte y sur de España.
para poder acoger a más alumnado, ampliar Iniciamos este artículo señalando que la
las cargas horarias de los especialistas y con- investigación internacional ha demostrado
tar con personal administrativo o de conseje- que en la mejora de la escuela hay dos claves
ría y ofrecer actividades extraescolares. En los fundamentales: el compromiso del profeso-
CEIP del medio rural reclaman mejoras en el rado con el aprendizaje de los estudiantes y
mantenimiento de los edificios y más opor- tener una dirección escolar responsable con
tunidades de socialización para el alumnado. la mejora del centro. Los directores entrevis-
Las limitaciones y demandas localizadas en tados manifestaron sentir pertenencia con su
nuestro estudio en Andalucía coinciden con centro, conocerlo bien y trabajar por su me-
las señaladas por Hinojo et al. (2010). jora, pese a que no recibieron una formación
Vistos los testimonios por comunidades específica en materia de gestión escolar en el
autónomas, la tendencia es similar, aunque ámbito rural, contrariamente a lo que sucede
aparecen algunas diferencias al realizar aná- en otros países como Alaska (Tonsmeire et al.,
lisis de contenido más concretos, tales como: 2012). En España, los directores adquieren una
las limitaciones que sufren los CEIP andalu- lente rural para mejorar su liderazgo (Plessis,
ces respecto a la interinidad del profesorado 2017) en la práctica, que parece efectiva. Sin
y el cierre de unidades, así como para atender embargo, los entrevistados en algunos casos
adecuadamente al alumnado con necesidades cuentan que su profesorado desconoce la rea-
educativas especiales, compensación educati- lidad rural, desea trabajar en escuelas gradua-
va, etc. En estos mismos centros en Cantabria das o centros urbanos y que la interinidad es
observan que los niños tienen mentalidades muy alta, sobre todo en el sur, lo que nos hace
conservadoras y temen al cambio de sus tradi- pensar que la formación del profesorado es
ciones por las dinámicas y tradiciones sociales un gran reto para desenvolverse en escuelas
que acontecen en sus contextos. Sin embargo, rurales y eliminar los prejuicios que llevan a
en Cantabria en algunos CEIP observan que subestimarlas o rechazarlas.
las actividades laborales de las familias se han En definitiva, esta investigación ha mos-
diversificado y algunas se desenvuelven en el trado dos territorios distintos con propensión
sector servicios, de manera que para los alum- semejante. En el futuro esperamos contar
nos rurales es beneficioso acudir a un CEIP con más estudios en más regiones del país y
para socializar con más niños, dada la disper- también escuchar las voces de las familias, el
sión demográfica. En Cantabria también se alumnado y el profesorado. En este panora-
observa que el profesorado suele ser estable, de ma compartido que se dibuja también existen
la zona y con experiencia, algo que en Andalu- diferenciaciones significativas que se deben
cía sólo destacaron dos entrevistados. Respec- localizar para la mejora de una escuela, en no
to a los CRA, en el norte se ve que el profesora- pocas ocasiones silenciada y relegada a un se-
do dominante es joven, se adapta a los centros gundo plano.

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106 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59153
C. Álvarez-Álvarez, F.J. García y F.J. Pozuelos | Posibilidades, limitaciones y demandas de los centros educativos…
La realidad de la gamificación en educación primaria
Estudio multicaso de centros educativos españoles

Javier Gil-Quintana* | Elizabeth Prieto Jurado**

Se presenta un estudio cuya finalidad es descubrir la concepción que tie- Palabras clave
nen profesores y alumnos sobre la gamificación y su relación con el desa-
rrollo de procesos de aprendizaje. Se consideró una muestra intencional o Aprendizaje activo
de conveniencia de alumnos y profesores de cinco centros educativos de Aprendizaje colaborativo
España, cuyos docentes incorporan experiencias de gamificación en sus Comunicación educativa
aulas. Partiendo de un estudio multicaso basado en un método mixto se
aplicaron cuestionarios y entrevistas estructuradas y semiestructuradas Educación obligatoria
que permitieron recopilar datos cuantitativos y cualitativos, para después Gamificación
realizar el proceso de triangulación. Verificamos que los profesores y Aprendizaje digital
alumnos señalan múltiples ventajas de la gamificación, entre las que des-
taca el aumento de la participación y la interacción en el aula, la motiva-
ción hacia el aprendizaje y la diversión en las experiencias educativas. Con
ello se involucran elementos didácticos, entre ellos, los contenidos y los
estándares de aprendizaje asignados al correspondiente nivel curricular.

We present a study whose aim is to discover the concept teachers and students Keywords
have of gamification and its relationship with the development of learning
processes. An intentional or convenience sample of students and teachers Active learning
at five education centers in Spain where teachers incorporate gamification Collaborative learning
experiments in their classrooms was considered. Working from a multi-case Educational
study based on a mixed method, questionnaires and structured and semi- communication
structured interviews were applied, which allowed us to gather quantitative
and qualitative data, to then conduct a process of triangulation. We ascer- Mandatory education
tained that teachers and students cited multiple advantages of gamification, Gamification
including increased participation and interaction in the classroom, moti- Digital learning
vation toward learning, and amusement in educational experiences. Such
activities involve didactic elements, among them content and standards of
learning assigned for the proper curricular level.

Enviado: 8 de noviembre de 2018 | Aceptado: 23 de octubre 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59173
* Profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) (España). Doctor en Educación y Comu-
nicación. Líneas de investigación: MOOC; transmedia; aprendizaje digital; gamificación. Publicaciones recientes:
(2020, en coautoría con L. Camarero y S. Osuna-Acedo), “Adolescentes creativos. El despertar del aprendizaje y
la narrativa transmedia en la sociedad del conocimiento”, en S. Osuna-Acevedo, J. Gil y C. Marta-Lazo (coords.),
Aprendizaje más allá de las aulas. Didácticas específicas en contextos no formales, España, Tirant Humanidades,
pp. 19-36; (2018, en coautoría con S. Osuna-Acedo y C. Cantillo-Valero), “La construcción de la identidad infantil
en el mundo Disney”, Revista Latina de Comunicación Social, núm. 73, pp. 1284-1307. CE: jgilquintana@edu.uned.es
** Doctoranda en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) (España). Líneas de investigación:
aprendizaje digital y gamificación. Publicaciones recientes: (2019, en coautoría con J. Gil-Quintana), “Juego y
gamificación: innovación educativa en una sociedad en continuo cambio”, Revista Ensayos Pedagógicos, vol. 14,
núm. 1, pp. 9-21. CE: eliprijur@hotmail.com

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM 107


Introducción1 los principales entretenimientos de gran parte
de la población, sobre todo entre los padres del
Bauman (2002) hablaba de la modernidad alumnado de educación primaria: personas
líquida, es decir, del estado permanente de de entre 35 y 44 años que juegan regularmen-
cambio en el que vive la sociedad y de su im- te, según señalaba el estudio Digital Market
pacto en la educación. Este contexto en que Outlook de Statista en 2016. Desde su origen,
vivimos desconcierta a muchos sectores so- los videojuegos han constituido una de las
ciales, ya que se desestabilizan los diferentes expresiones de creatividad humana más rele-
ámbitos que se han considerado como sólidos vantes de la cultura contemporánea (Aranda
a lo largo de los siglos. La escuela, generadora et al., 2009). Forman parte de la gran cantidad
de la ciudadanía del futuro, se encuentra in- de estímulos que rodean a nuestros jóvenes.
mersa en este impacto social que se vive con Entre ellos tiene especial protagonismo el ac-
incertidumbre, pero no deja de mirarse con ceso a todo tipo de tecnologías convergentes,
la esperanza propia de una educación para caracterizadas por llevar a cabo un proceso de
la transformación, construcción y edifica- multitarea y participación constante que hace
ción de la arquitectura de la participación que la atención del individuo que los utiliza
(O´Reilly, 2005), capaz de romper las estruc- oscile de un lado a otro en el espacio de las
turas que impiden el acceso al conocimiento tecnologías de la relación, la información y la
(Osuna-Acedo y Gil-Quintana, 2017). Ante comunicación (TRIC) (Marta-Lazo y Gabelas-
este reto, la respuesta de todos los agentes Barroso, 2016). Es difícil enfocar esta atención,
educativos, interactuantes e interactuados, que se proyecta como espontánea en los es-
implicados en el cambio, debe encaminarse a pacios de educación no formal, invadido por
propiciar un desarrollo continuo de una ciu- youtubers e influencers, cuando los estudian-
dadanía tolerante; de personas que desean ser tes llegan a clase y se embarcan dentro de un
y deben ser protagonistas de su futuro y no sistema educativo como el nuestro, alejado en
meros esclavos del destino marcado por el po- ocasiones de las estructuras participativas del
der establecido (Osuna-Acedo et al., 2018). Las software social.
propuestas educativas que se basan en espa- Pero ¿por qué no retomar el juego de la
cios líquidos requieren de un proceso previo infancia?, ¿podemos hacer que la enseñanza
de fusión de lo analógico y lo digital. Es im- deje de poner todo su peso en lecciones ru-
prescindible transformar nuestra conciencia tinarias y exámenes estandarizados? La ga-
pedagógica sólida en conciencia líquida de mificación surge como una solución válida
participación e integración; convertirnos en y probablemente aplicable en cualquier asig-
sujetos adaptables al cambio comunicativo y natura y para cualquier edad. Pero ¿qué es
educativo, permeables y moldeables, como si eso de la gamificación?, ¿ludificación?, ¿jugar
de un escenario de juego se tratase (Gil-Quin- juegos en el aula?, ¿qué tipo de juegos?, ¿de ta-
tana, 2015), donde superemos retos, aposte- blero?, ¿videojuegos?, ¿convertir el aula en un
mos por nuevas inquietudes y no tengamos videojuego?
miedo al “game over”, porque siempre se pue- La gamificación toma como base la utili-
de empezar de nuevo “la partida”. zación de elementos del diseño de videojuegos
Nuestro estudio se encuentra en este con- en contextos educativos que no se caracteri-
texto de videojuegos, gamificación, comuni- zan por ser específicamente de juego, con el fin
cación y educación. Es ineludible reconocer de incentivar un proceso de aprendizaje diver-
que estos juegos se han convertido en uno de tido, atractivo y motivador (Deterding et al.,

Este
1 estudio se enmarca dentro del Grupo de Investigación Social Media y Educación Mediática Inclusiva y
Ubicua (SMEMIU) (CG: 484) de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) (España).

108 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59173
J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria
2011b). Este concepto se diferencia claramente y cómo desarrollan prácticas pedagógicas
del tradicional aprendizaje basado en juegos, impregnadas de este concepto. Nuestro es-
que los utiliza como apoyo al aprendizaje, asi- tudio pretende ser una aportación más sobre
milación o evaluación de contenidos, pero se el ámbito de la gamificación; analiza esta in-
aleja del reto de incorporar dinámicas y me- novadora forma de aprender en el alumnado,
canismos de los videojuegos. Por tanto, no es presenta cómo funciona en las aulas aquello
lo mismo jugar, introducir juegos en el aula, que, se dice, actúa sobre los comportamientos
emplear un aprendizaje basado en juegos y ga- e interacciones del público estudiantil y fo-
mificar. Los fundamentos de la gamificación menta el desarrollo de una buena convivencia
son las dinámicas, la estructura implícita del ciudadana de trabajo y cooperación, dentro
juego; las mecánicas, es decir, los procesos que de la premisa “todos aprendemos de todos”.
provocan el desarrollo del juego; y los compo- Se aborda también cómo esta estrategia ayu-
nentes: las implementaciones específicas de las da en la adquisición de contenidos curricu-
dinámicas, como avatares, insignias, puntos, lares gracias a la vivencia de un aprendizaje
etc. (Werbach y Hunter, 2012). Gil-Quintana y significativo.
Cantillo-Valero (2018) dan un paso más en este
sentido y entienden que la gamificación no Método
puede desarrollarse en el aula sin cambiar la
interacción y la participación en la construc- Datos y descripción de la muestra
ción colectiva del conocimiento. Estos autores Esta investigación pretende estudiar el grado
cuestionan la posición que está adquiriendo de aplicación de sistemas gamificados en el
la incorporación de la gamificación en las au- proceso de aprendizaje de educación prima-
las, porque se queda, en ocasiones, en la mera ria en España tomando como referente 182
utilización de aplicaciones, juegos de mesa u alumnos y alumnas pertenecientes al Cen-
otros recursos, sin verdaderamente transfor- tro de Educación Infantil y Primaria (CEIP)
mar al alumnado en verdadero protagonista Villalpando de Segovia (Castilla y León),
del proceso de aprendizaje. el cual ha sido estudiado por otras investi-
La gamificación toma protagonismo en gaciones (Gil-Quintana, 2019); el Colegio
estas páginas e intenta que, al final de ellas, Plurilingüe San José, de Ourense (Galicia);
nos hayamos nutrido de una sencilla re- el CEIP Concepción Arenal, de Getafe (Ma-
flexión en torno a los datos reales obtenidos drid); el Colegio Bilingüe Valle del Miro de
de colegios de educación primaria de diferen- Valdemoro (Madrid); y el Colegio Séneca
tes puntos de España. Pretendemos, además, de Córdoba (Andalucía). Además de que la
despertar la motivación y el compromiso (en- muestra cuenta con una mayoría de alum-
gagement) de estudiantes y docentes para im- nado, se complementa con la implicación de
plementar técnicas y metodologías innovado- cinco profesores de estos centros que, como
ras de gamificación en el proceso educativo, observadores privilegiados, aplican la gami-
hasta alcanzar el objetivo primordial: provo- ficación en el aula.
car un verdadero aprendizaje significativo en En este trabajo estaríamos ante una mues-
el alumnado (Ausubel et al., 1983; Basilotta y tra no probabilística basada en los sujetos
Herrada, 2013) y aumentar su participación y disponibles. Si bien es cierto que este tipo de
compromiso en la construcción colectiva del muestreo puede resultar en datos sesgados,
conocimiento (Muntean, 2011; Sampedro Re- ésta puede ser la mejor selección para los ob-
quena et al., 2017). jetivos de nuestra investigación. La muestra
En este artículo hemos querido investigar se centró en escoger, con gran dificultad, sólo
qué entienden por gamificación los docentes aquellos sujetos que estaban inmersos en un

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59173
J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria 109
sistema de gamificación real; es por ello que aprendizaje motivador e interactivo que es vi-
nos enfrentamos a una muestra no probabi- venciado por alumnado y docentes.
lística basada en los sujetos disponibles y en Las preguntas que guiaron el análisis de
la conveniencia, ya que no todos los docentes los datos, y para las que quisimos obtener res-
disponibles a ser investigados en estos centros puesta tras realizar la investigación, son las
estaban relacionados con la gamificación. siguientes:
Debemos señalar, como problemática de este
proceso, las dificultades que tuvimos para en- • ¿En qué medida se aplica la gamifica-
contrar este perfil de docente que desarrollase ción en los centros escolares de educa-
prácticas de gamificación en las aulas y, ade- ción primaria?
más, la imposibilidad, en determinadas oca- • ¿El trabajo con propuestas gamificadas
siones, para poder conciliar su disponibilidad conduce a un aprendizaje significativo?
con el estudio. También señalamos la dificul- • ¿Están los agentes educativos moti-
tad para adaptar los cuestionarios al lenguaje vados y comprometidos en el pro-
infantil, al ser el concepto gamificación de di- ceso de aprendizaje con este tipo de
fícil comprensión en su léxico cotidiano. metodología?

Objetivos e hipótesis del estudio Esta investigación se sustenta sobre una


La necesidad de esclarecer unas metas de cantidad suficiente de fuentes rigurosas, ve-
investigación, y de centrar y acotar nuestro rídicas y oficiales, que es la requerida para
trabajo, nos llevó a enfocar, desde una meto- tener conocimiento de los datos que se reco-
dología mixta, el objetivo general: descubrir gerán a continuación. El uso de más de una
el grado de aplicación de sistemas gamifica- herramienta de recogida de datos aporta ma-
dos en el aprendizaje en educación prima- yor capacidad de verificación que se traduce,
ria. De éste derivan los siguientes objetivos posteriormente, en un proceso denominado
específicos: “triangulación” (Bell, 2009). Es debido a esto
que se utilizó más de una técnica de recogida
Objetivo 1: descubrir la concepción que tienen de información para otorgar mayor fiabilidad
el alumnado y el profesorado sobre lo que es y validez a este estudio.
gamificación.
Técnicas e instrumentos de análisis
Objetivo 2: valorar el grado de motivación y Durante el proceso de investigación mixta se
compromiso, tanto del alumnado como del aplicó una serie de técnicas e instrumentos
profesorado, hacia un aprendizaje significati- entre los que se encuentra un cuestionario de
vo a través de la gamificación. preguntas estructuradas en Google Forms
dirigido a estudiantes de educación primaria
Estos objetivos requirieron la formulación de (tres aulas de sexto nivel, una de quinto nivel y
las hipótesis que enmarcan el estudio: una más de segundo nivel, de centros públicos
y privados), que fue validado por profesorado
Hipótesis 1: el alumnado y el profesorado con- especializado de la Universidad Nacional de
sideran que la incorporación de la gamifica- Educación a Distancia (Madrid). Se estruc-
ción es de vital importancia al ser una meto- turó con distintas preguntas basadas en la
dología clave en el aprendizaje significativo. escala de Likert con respuestas dicotómicas y
politónicas, adecuadas y claras, que concretan
Hipótesis 2: las propuestas de gamificación cada una de las respuestas de manera correcta
en las aulas favorecen el desarrollo de un y cerrada, con el fin de descubrir la opinión,

110 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59173
J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria
expectativas y criterios sobre las cuestiones in- obtenidos en el proceso son extrapolables a
vestigadas. Las entrevistas semiestructuradas otros estudios de caso similares al nuestro.
sirvieron para recabar la mayor información Los resultados que se concretan en las conclu-
posible de cinco docentes de los centros indi- siones del presente artículo pretenden ser una
cados anteriormente que se atreven a aden- aportación más en el ámbito de investigación
trarse en el mundo de la gamificación; por su en educación y comunicación, y contribuir a
parte, se aplicaron entrevistas estructuradas investigaciones más amplias.
a estudiantes de sexto nivel para conocer con
más detalle las vivencias en esta metodolo- Resultados
gía, la cual está adquiriendo cada vez mayor
protagonismo en el aprendizaje (Aretio, 2016; Análisis cuantitativo
Carpena et al., 2012). Se trata, por tanto, de una Nos centraremos, en un principio, en los datos
muestra intencional o de conveniencia, ya que obtenidos mediante el cuestionario, que fue la
se eligió a partir de los requisitos necesarios herramienta cuantitativa elegida con el propó-
para poder formar parte del estudio (Pa- sito de obtener toda la información posible re-
rís, 2017). Los datos recogidos por el método lativa a la gamificación desde la perspectiva de
cualitativo fueron analizados a través de un los protagonistas de la acción educativa. Uno
proceso de categorización, partiendo de las de los objetivos a conseguir en nuestro proyec-
narrativas aportadas en el estudio, por medio to está relacionado con descubrir el grado de
del programa informático Atlas.ti. motivación del alumnado con respecto a siste-
Fue necesario, además, garantizar la ve- mas gamificados en las aulas, es decir, con in-
racidad del estudio, así como la fiabilidad y dagar en el interés que estas prácticas suscitan
validez de los resultados que se obtuvieron. en los estudiantes; por ello, varias preguntas
Para ello se utilizaron técnicas como la trian- fueron encaminadas hacia esta dirección.
gulación de datos y fuentes, la confirmación Como podemos ver en el Gráfico 1, a nin-
del estudio con base en la opinión de exper- guno de los entrevistados le resulta indiferente
tos e investigadores de universidades como la el hecho de utilizar juegos en clase, ya que la
UNED, y la comprobación y revisión por parte mayoría (88 por ciento) generalmente se intere-
de los participantes, autores y otros colabora- sa en que el profesorado desarrolle dinámicas
dores especialistas en el ámbito de la investi- de juegos en sus aulas, y un porcentaje menos
gación. La credibilidad y validez de nuestro significativo lo considera atractivo sólo a veces
estudio fue demostrada, ya que los datos (12 por ciento). Mediante la gamificación, los

Gráfico 1. Interés del alumnado por el uso de dinámicas de juegos


¿Te parece interesante cuando el profesorado utiliza dinámicas de juegos en el aula?

12%

No
88%
A veces

Fuente: elaboración propia.

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59173
J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria 111
Gráfico 2. Participación del alumnado ante simulaciones de juego
¿Participas más en el aula cuando se trata de simular un escenario de juego?

8% 38%


No
A veces

54%
Fuente: elaboración propia.

estudiantes pueden llegar a sentir un mayor Como puede verse, la correlación entre gamifi-
interés por un tema, y gracias a este interés cación y participación es menos concisa, aun-
ser más autónomos en su aprendizaje, lo cual que podemos observar que más de la mitad
conduciría a un aumento de motivación por del grupo encuestado se siente más incitado
aprender (Foncubierta y Rodríguez, 2014). La a participar si hay juego de por medio (54 por
participación del alumnado en las aulas es un ciento); en otros este efecto se da sólo a veces
asunto que se tiene en cuenta desde que se pu- (38 por ciento), y un porcentaje muy reducido
blicaron las grandes aportaciones de Jackson considera que formar parte de un escenario de
(1991) sobre las relaciones que se dan en la vida juego y una mayor participación en clase no
escolar; este autor sitúa la relación alumnado- van de la mano (8 por ciento).
profesorado como el verdadero centro de la Por su parte, el Gráfico 3 indica que la pos-
dinámica en el aula; sostiene que el profesora- tura es tan positiva como las anteriores a favor
do debe buscar la participación voluntaria del del desarrollo de procesos de gamificación
alumnado en el quehacer escolar y social. Por en las aulas: un 78 por ciento del grupo de los
ello, otra de las preguntas que debe formularse encuestados considera que cualquier asigna-
con el propósito de descubrir el grado de mo- tura es más llamativa si incorpora los elemen-
tivación que suscita la introducción del juego tos propios de un escenario de juego, frente
en la clase es la que se presenta en el Gráfico 2. a un sector muy pequeño que no lo ve así

Gráfico 3. Satisfacción del alumnado en asignaturas que dedican tiempo al juego


¿Te gusta más una asignatura por el hecho de que el profesorado dedique tiempo al juego?
8%

14%

No
A veces

78%
Fuente: elaboración propia.

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J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria
Gráfico 4. Comprensión del alumnado en asignaturas que dedican tiempo al juego
¿Entiendes mejor un determinado tema cuando lo abordas mediante un juego?
8%

22%

No
A veces

70%
Fuente: elaboración propia.

(8 por ciento); el alumnado restante lo conside- contenido trabajado en las distintas discipli-
ra afirmativo, pero sólo a veces (14 por ciento). nas, mientras que 22 por ciento se beneficia
Además del disfrute, es conveniente descubrir de ello para comprender mejor. En cambio,
si se percibe que el nivel de conocimientos una cifra poco significativa (8 por ciento) ma-
aumenta cuando el juego aborda los conteni- nifiesta que la aplicación del juego no le sirve
dos curriculares. El papel del juego en la mo- para adquirir un aprendizaje más significa-
tivación hacia el aprendizaje es fundamental, tivo. Nuestros datos se relacionan con otros
pero si precisamos este juego en el ámbito de estudios (Romero Rodríguez et al., 2017) que
la gamificación podemos observar qué pasa señalan que la gamificación se puede traducir
cuando se intenta dar un paso más, es decir, en un aprendizaje sin que el aprendiz se per-
cuando se incorporan estrategias propias de cate de ello, es decir, se trata de un método de
un escenario de juego donde el alumnado co- enseñanza “por contrabando”. En este senti-
labora, asimila y se motiva hacia el aprendiza- do, se observa que 70 por ciento de la mues-
je, además de obtener un mayor compromiso. tra manifestó una mayor comprensión de los
Según el Gráfico 4, cuando la gamifica- contenidos curriculares.
ción se desarrolla en el aula como si se tratara En cuanto al tratamiento de la gran carga
de un escenario de videojuego, 70 por cien- teórica y conceptual que las asignaturas aún
to de los encuestados dice entender mejor el contienen, según detalla el Gráfico 5, 27 por

Gráfico 5. Preferencias del alumnado por las prácticas lúdicas


¿Prefieres que te expliquen la teoría y estudiar en casa antes que practicar sobre la misma en el aula?

27%


40% No
A veces

33%
Fuente: elaboración propia.

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Gráfico 6. Valoración positiva del juego en el aula
¿Piensas que es una pérdida de tiempo dedicar un espacio al juego en el aula?

9%

89% No
2%
A veces

Fuente: elaboración propia.

ciento prefiere atender la teoría y estudiar en por ciento contestó que definitivamente sí lo
casa; 33 por ciento prefiere esta opción unas es. Esto puede deberse a que no se han esclare-
veces y otras prefiere adentrarse en el conte- cido los objetivos a conseguir con la dinámica
nido de manera lúdica; y 40 por ciento prefiere de juego a utilizar, o bien, a que los estudiantes
asimilar los contenidos a través de experien- no han comprendido qué se quiere alcanzar
cias de gamificación en lugar de recibirlos a con la práctica gamificada que el profesorado
través de clases magistrales o de estudio desde ha elegido en ese determinado momento.
un manual. Como en los casos anteriores, en Las preguntas representadas en los gráfi-
el Gráfico 6 encontramos un alto porcentaje cos anteriores esclarecen el compromiso que el
de alumnado que considera que el juego es útil juego induce en sus participantes, a través de
e interesante y que no representa una pérdi- la motivación que éstos crean en las prácticas
da de tiempo a nivel formativo. Observamos educativas gamificadas. En el Gráfico 7, 86 por
como un avance en el ámbito de la innovación ciento opina que, al jugar, aumentan sus ganas
educativa el hecho de que los estudiantes con- de realizar una buena actividad y de mejorar,
sideren que la gamificación es una herramien- lo que queda claro en el siguiente gráfico como
ta valiosa para aprender. Aun así, algunos en- un mayor compromiso de cerca de 81 por cien-
cuestados piensan que a veces sí puede ser una to del alumnado; después están aquéllos a los
pérdida de tiempo (9 por ciento) mientras 2 que esto les ocurre sólo a veces (12 por ciento

Gráfico 7. Intención del alumnado por mejorar el aprendizaje en escenario de juego


Cuando juegas en clase, ¿te entran ganas de mejorar y hacer las cosas bien?

2%

12%

86% No
A veces

Fuente: elaboración propia.

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Gráfico 8. Aumento del compromiso del alumnado ante escenarios de juego
Cuando se aplica el juego en el aula, ¿te sientes más comprometido con la asignatura?
5%

14%

81% No
A veces

Fuente: elaboración propia.

en el Gráfico 7 y 14 por ciento en el Gráfico 8). es un sistema de recompensas, ya que un es-


Finalmente, no son más de seis participantes tudiante respondió que no tenían un sistema
los que consideran que el juego no tiene nada de ese tipo, mientras el resto afirmó que sí lo
que ver con sus ganas de trabajar bien o con tenían. No sabemos a qué puede deberse este
el aumento de su compromiso hacia el apren- hecho; quizás a la falta de conocimiento sobre
dizaje (2-5 por ciento). La motivación y el in- lo que es un sistema de este tipo, a cierta falta
terés por participar en el escenario de juego de concentración por parte del alumno en el
son los cimientos sobre los que se asienta este momento de responder a la pregunta, etc. De
compromiso del alumnado con una propuesta cualquier modo, comprobamos en el Gráfico 9
curricular en particular. Otros expertos en ga- que el sistema de recompensas está presente
mificación (Valderrama, 2015) también obser- (78 por ciento) en las sesiones en el aula, o suele
varon cómo los videojuegos atraen a sus par- estarlo (12 por ciento). Por otro lado, quisimos
ticipantes a través de sus mecánicas, como las comprobar si, además de poseer un sistema
recompensas —que veremos a continuación— de recompensas por la adquisición de logros,
la retroalimentación y otros retos. éste resultaba atractivo, motivante y signifi-
Al interpretar estos datos debemos dejar cativo para los estudiantes. Al respecto, como
claro que observamos en el alumnado una fal- se observa en el Gráfico 10, la mayoría consi-
ta de conocimiento no sólo sobre el concepto dera que este tipo de sistemas siempre es útil
de gamificación, sino también sobre lo que (73 por ciento), una cuarta parte del grupo las
Gráfico 9. Uso de recompensas en el aula
¿Tienes algún sistema de recompensa en el aula por el trabajo bien hecho y por buen comportamiento?
10%

12%

78% No
A veces

Fuente: elaboración propia.

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Gráfico 10. Valoración por el alumnado de la utilidad de las recompensas
¿Consideras que las recompensas y metas que se establecen en el aula son útiles y te motivan más?
2%

25%

73% No
A veces

Fuente: elaboración propia.

considera así sólo a veces y tres personas (2 no tiene por qué estar relacionado con una
por ciento) no les encuentran sentido. Ya co- determinada asignatura, ya que puede estar
nocemos que la gamificación comparte con presente de manera interdisciplinar, 37 por
los videojuegos el uso de mecánicas de juego ciento del alumnado, como puede verse en el
para atraer y comprometer a los estudiantes; Gráfico 11, opina que los juegos propios de sus
no obstante, la diferencia entre éstos reside en asignaturas están enfocados exclusivamente a
que los videojuegos están orientados a entrete- aprender los contenidos, y que no tienen que
ner, mientras que la gamificación es utilizada ser entretenidos. El sector más reducido (8 por
para comprometer y fidelizar (Deterding et al., ciento) considera que los elementos de gami-
2011a). ficación que se aplican en el aula sólo sirven
Con la pregunta ¿el juego que vivencias en para entretener, y deja entrever, según el cri-
el aula está relacionado con los contenidos o terio estudiantil, que no tienen ningún tipo
está dirigido a entretener?, se pretendía des- de correspondencia con los contenidos de
cubrir qué tipo de sistemas gamificados se un tema de estudio o momento en cuestión.
crean en clase o, al menos, comprobar cómo Aquí se pueden observar distintas posiciones:
lo traduce o comprende el alumnado en re- un poco más de la mitad de los entrevistados
lación con la materia que estudia en cada asegura que la gamificación que viven en clase
momento. Aunque el sistema gamificado tiene partes relacionadas con los contenidos y

Gráfico 11. Valoración por el alumnado de la relación juegos-contenidos


¿El juego que vivencias en el aula está relacionado con los contenidos o es dirigido a entretener?
55%

Contenidos
Entretener
Ambas cosas

8% 37%

Fuente: elaboración propia.

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Gráfico 12. Calificación por parte del alumnado
del grado de asiduidad del uso juegos
¿Cada cuánto juegas en el aula o utilizas algún elemento que relaciones con el juego?

30%

Todas las sesiones


56% Todas las semanas
Algunas veces al mes
14%

Fuente: elaboración propia.

el resto opina que entretienen o sirven para establecida correctamente para el concepto
entretener. Se evidencia que no en todas las de gamificación, en la práctica con frecuencia
sesiones está presente el juego y que, como in- desarrollan un aprendizaje basado en el jue-
dica el Gráfico 12, sólo 14 por ciento eligió esta go. Estas controversias a la hora de entender lo
opción; sin embargo, más de 50 por ciento de que significa la gamificación han llevado a di-
la muestra afirma que se manejan elementos versos investigadores (Deterding et al., 2011a)
propios del juego todas las semanas y 30 por a acuñar diferentes términos como playfull
ciento señala que algunas veces al mes. design o serious games, entre otros, para esta
práctica. Para Rodríguez y Santiago (2015),
Análisis cualitativo gamificación es: crear un juego, un serious
Para el análisis cualitativo recurrimos a una game o juego dirigido a lograr un propósito
serie de categorías con el fin de organizar los de aprendizaje concreto en lugar de buscar la
datos obtenidos. diversión; es una teoría de juegos que trata de
estudiar la estrategia que hay detrás de la toma
Familia: ámbito de gamificación de decisiones; consiste en crear un sistema de
recompensas o programas de fidelización o
Categoría 1: concepto. El aspecto primordial, el planteamiento PBL (points, badges, leader
y uno de los objetivos de la investigación, era boards) entendido como la concesión de pun-
descubrir la concepción que el alumnado tos, insignias y ranking, etc.
(adaptado a su léxico infantil) y el profeso-
rado tienen sobre gamificación. Al respecto Categoría 2: ventajas. Los distintos agentes
se observó que existen ciertas controversias implicados en la investigación expresaron
para consensuar dicho concepto y que no está muchos aspectos positivos o ventajas de la
suficientemente claro entre los equipos do- incorporación de la gamificación. Es conve-
centes, los cuales tienen diferentes nociones niente exponer, al menos brevemente, a qué
sobre el tema: la mitad de los participantes en factores de la gamificación se han vinculado
la muestra se refiere a la gamificación como y que se presentan en aspectos como: conte-
aprendizaje basado en juegos, mientras que la nido más llamativo; mayor implicación del
otra mitad distingue perfectamente entre este alumnado (por relacionarse con aspectos del
aprendizaje y la gamificación. Encontramos entorno cercano); aprendizaje subconsciente:
que, aunque puedan expresar una definición mayor aprendizaje y más rápido; el interés se

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J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria 117
mantiene a largo plazo; implicación del alum- para quienes les gusta actuar “en modo juego”
nado independientemente de sus característi- constantemente. Por otra parte, apoyados en
cas psicopedagógicas; refuerzo positivo para otros estudios (Posada Prieto, 2017), se per-
el alumnado con dificultades; explotación de ciben inconvenientes como el elevado costo
la relación que tienen con las TRIC fuera del que puede resultar si se incorporan disposi-
colegio; trabajo colaborativo, individualiza- tivos electrónicos, la distracción o pérdida de
do y enriquecido con la colaboración de sus tiempo y la posible conducción a una forma-
semejantes; utilidad a la hora de respetar las ción en valores inadecuada. También está la
normas y el funcionamiento del aula en eda- dificultad de encontrar un equilibrio entre lo
des tempranas (primeros niveles de educación lúdico, lo formativo y la motivación efímera.
primaria); y aumento del nivel de concentra-
ción. Todo ello coincide con lo recogido en Familia: Gamificación y motivación
otros estudios (Posada Prieto, 2017).
Otro de los objetivos establecidos en esta in-
Categoría 3: inconvenientes. En contraposición vestigación está relacionado con el grado de
con las ventajas que los profesores de la mues- motivación, tanto del profesorado como del
tra señalaron, también se expresaron incon- alumnado, para aprender significativamente
venientes, según su propia experiencia, referi- a través de la gamificación.
dos a aspectos como el alboroto o distracción
que este tipo de metodología puede provocar Categoría 4: Motivación alumnado. La infor-
en las aulas a consecuencia de la introducción mación que los entrevistados proporcionaron
de componentes lúdicos. Esta reacción suele a partir de su observación y experiencia fue
ser habitual cuando se intenta cambiar el es- muy variada. Mencionaron peculiaridades
tilo de enseñanza tradicional (Gil-Quintana y como que la motivación por aprender se in-
Cantillo-Valero, 2018) por otro que favorezca crementó en el alumnado con cierta dificul-
la apertura de canales comunicativos abier- tad, ya que la gamificación tiene un enfoque
tos, donde el alumnado pueda expresarse interactivo. El grupo llega a olvidar las recom-
libremente, abrirse al descubrimiento de los pensas y premios individuales para conseguir
contenidos y crear sus propias conclusiones reconocimientos grupales; los estudiantes no
al interactuar con sus semejantes. La compe- conciben como tareas las actividades que se
tencia es otro aspecto que puede suscitar el les encomiendan, sino que, incluso desde sus
hecho de otorgar premios y recompensas, y es hogares, manifiestan satisfacción e interés
algo que hay que pensar muy bien cómo se va por tener que completar ciertos trabajos. Los
a usar. En este sentido, debemos ser precavi- participantes recalcaron los ánimos que las
dos, porque este sistema puede convertirse en “vidas” o puntos les dan para continuar en la
un planteamiento conductista que se aleje de actividad, y más conformes aún se sienten si,
las premisas que sostienen que el alumnado además esto, los beneficia a nivel académico.
debe ser constructor de su propio aprendiza- Manifiestan que les gustaría estar todo el día
je. Se hace referencia también a la planifica- con el docente que gamifica y que lo escuchan
ción y organización temporal que requieren en todo momento, etc. Todo esto deja entrever
los sistemas gamificados, partiendo de las el grado de motivación que se desarrolla en los
dificultades que entraña en la actualidad el alumnos gracias a las prácticas gamificadas
trabajo docente y el descontento del profeso- puestas en marcha por profesores que parti-
rado debido al escaso reconocimiento social. ciparon en esta investigación y que expresan
Este tipo de metodología no está hecha para su opinión desde su posición como obser-
todo el mundo, según comentan, sino sólo vadores privilegiados. Algunos profesores

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J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria
puntualizaron que, para los estudiantes de compañeros, que tras verlos gamificar en el
hoy en día, la enseñanza tradicional se tradu- aula, muchos sintieron curiosidad por cono-
ce en una “motivación cero”, y subrayan las cer esta nueva estrategia metodológica. Resal-
ganas de aprender que esta metodología les tan que, a veces, los miembros del equipo do-
aporta, al dotar al aprendizaje de un carácter cente se sienten obligados a gamificar porque
más atractivo (Simoes et al., 2013). los demás lo hacen, pero no están totalmente
Para finalizar lo referente a esta categoría a gusto con la dinámica o se sienten presio-
debemos indicar que los alumnos y docentes nados a trabajar así. En concreto un docente
encuestados afirmaron que a través de este opinó que “la gamificación no está hecha para
tipo de prácticas se incentiva el ánimo de todo el mundo” y que “la gamificación está he-
superación (Gaitán, 2013) y se desarrolla un cha para profesores `jugones´”, de manera que
mayor compromiso, dato que pudimos co- presentó así una perspectiva diferente respec-
rroborar en las respuestas a ciertas preguntas to del objeto de estudio. En esta línea de pen-
del cuestionario dirigidas al compromiso y la samiento, los docentes afirmaron la impor-
responsabilidad. La concesión de recompen- tancia de ser agentes auto-motivadores que
sas es la estrategia de gamificación más co- realizan actividades en las que se activen mo-
mún y gran cantidad de expertos reconocen tivaciones cognitivas (García Retamero-Re-
su capacidad para motivar a la realización de dondo, 2010), ya que un profesorado motivado
una actividad de clase con interés, dedicación será un profesorado innovador en la práctica
y esfuerzo (Santamaría, 2012; Young, 2012). educativa; pero debemos ser también agentes
No obstante, dos docentes consideran que es que unan y no separen; ofrecer nuestro apo-
algo que habría que pensar con cuidado por- yo y animar al resto a unirse a la innovación.
que puede incentivar un tipo de competencia Este ideario docente puede estar relacionado,
indeseable y conducir a que el estudiante se desde el punto de vista de los docentes, con la
enfoque exclusivamente en la recompensa. formación como afán de superación, el reco-
Otras estrategias metodológicas de gamifi- nocimiento de nuestra labor al compartir lo
cación relacionadas con este aspecto son las que hacemos, la participación en proyectos, el
competiciones y la infantilización de las ta- uso de dispositivos electrónicos, la aportación
reas y contenidos con rasgos cómicos o ima- de nuestro trabajo y reconocimiento por parte
ginarios, por ejemplo (Kapp, 2012). de la comunidad educativa, etc. Debemos su-
perar aquellas dificultades que se interponen
Categoría 5: motivación del profesorado. Como en nuestro camino y que pueden mermar la
ya hemos sugerido previamente, no sólo es- motivación del docente como, por ejemplo,
taba en nuestro objetivo descubrir el grado las dificultades técnicas, administrativas y
de motivación del alumnado, sino también económicas, el miedo al cambio, etc. Así se
la del profesorado. Todos los entrevistados manifestará más claramente el hecho de que el
coincidieron en el interés que la gamificación profesorado olvida los canales comunicativos
despierta en ellos, y en lo “maravilloso” y “fa- unidireccionales y verticales y se deja llevar
buloso” que ha sido descubrirlo y llevarlo a por los planteamientos de una comunicación
la práctica (Valderrama, 2015). Los resultados bidireccional y horizontal, de una pedagogía
obtenidos tras los primeros pasos son los que interactiva y participativa.
otorgan mayor nivel de motivación en el profe-
sorado, cuando descubren que realmente fun- Discusión
ciona y no se trata de una cuestión de moda
o de un “capricho” de innovación educativa El alumnado y los docentes consideran que la
actual. También dijeron, con respecto a sus incorporación de la gamificación es de vital

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J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria 119
importancia por ser una metodología clave en Las propuestas de gamificación favorecen
el aprendizaje. Se verificaron las ventajas que el desarrollo de un aprendizaje motivador,
esta metodología proporciona en las aulas, así experimentado tanto por docentes como dis-
como uno que otro inconveniente relaciona- centes; los primeros observan en los segundos
do con la capacidad de organización y control que el interés y la motivación aumentan cuan-
que el docente requiere desarrollar a la hora do el componente lúdico está mezclado en el
de aplicar sus sistemas gamificados, tal como aula. Los docentes, por un lado, al ver resul-
el “ruido” que puede ocasionar. Creemos, sin tados en los alumnos, y éstos al salir un poco
embargo, que este inconveniente puede ser de de la rutina didáctica, al entrar en su mundo y
fácil solución. conectar más con aquello que les proporcio-
Las nuevas generaciones se caracterizan na diversión. El alumnado considera de gran
por emplear tiempos cortos de atención. Los interés la inclusión del juego en la clase, y con
estudiantes, en general, no están dispuestos a ello le resulta más atractivo el aprendizaje.
escuchar a un docente durante una hora, de- La gamificación incrementa las ganas de
bido a la falta de estímulos que, en cambio, sí progresar y comprometerse. Hablando del
obtienen en espacios no formales, como las profesorado, resulta trascendental el simple
redes sociales. Una de las ventajas que apoya hecho de que los docentes lleven tiempo ga-
esta hipótesis, desde la perspectiva de los do- mificando y continúen haciéndolo, es decir,
centes, es la atención que consiguen obtener se mantengan en su compromiso transforma-
de su alumnado con las experiencias gamifi- dor; no tendrían por qué hacerlo y lo hacen,
cadas que despliegan en clase, el fomento de la aun cuando ello suponga salir de su zona de
motivación y su despertar al aprendizaje a tra- confort, tan sólo por los resultados acadé-
vés de sus sentimientos. Debemos tener pre- micos y motivacionales que obtienen en sus
sente que la curiosidad, lo presentado como estudiantes, lo que a su vez se traduce en una
alternativo o diferente, enciende la emoción y mayor motivación en ellos mismos. Estos re-
abre las puertas a la atención en el proceso de sultados están en la misma línea de otros tra-
aprendizaje (Mora, 2013). bajos (Hamari et al., 2014; Zhijiang Dong et al.,
Los resultados obtenidos tras la aplicación 2013), en los que se extraen algunas ventajas de
de prácticas gamificadas en las aulas son sig- la gamificación, como el aumento de la partici-
nificativos y satisfactorios, dado que se consi- pación y la interacción del alumnado, la cons-
gue lo que se desea desde un primer momento. trucción de redes de apoyo mediante las que
Los docentes se percatan de que el aprendizaje se propicia el trabajo colaborativo, el refuerzo
llega a ser un proceso menos consciente, y por de la motivación mediante las experiencias y
tanto más productivo, ya que la sensación que la diversión para realizar actividades y lograr
experimentan los discentes es la de jugar, y no objetivos, así como el vincular herramientas
la de estudiar; el alumnado entiende mejor la digitales a la gamificación para lograr un acer-
materia cuando ésta se encuentra interrela- camiento con el espacio inmediato.
cionada con la gamificación. Este aprendizaje
viene de la mano de un proceso educomuni- Conclusión
cativo que se crea mediante esta metodología,
en el que los estudiantes manejan el lenguaje Tras el trabajo de investigación realizado po-
no ya con otro contenido, sino con otro esti- demos concluir, de forma general, que hemos
lo (Freire, 1993; Kaplún, 1998). El potencial de podido descubrir en qué grado se aplican los
esta comunicación que se despliega otorga sistemas gamificados en el proceso de apren-
gran parte de la estimación que se tiene hacia dizaje de educación primaria de la muestra
esta práctica innovadora. seleccionada. Resulta interesante comprobar

120 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59173
J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria
que la gamificación sigue siendo todavía un trabajar al ritmo de las demandas de la fuerza
campo muy novedoso, pues nuestros docen- laboral del siglo XXI, para proveer al alum-
tes apenas se están iniciando en esto o están nado con las habilidades que requerirá en el
comenzando a discernir qué implica la ga- futuro. Aunque las estrategias propias de los
mificación frente a otro tipo de metodologías videojuegos, base de la gamificación, proveen
relacionadas con el juego. Algunos todavía lo un entorno de aprendizaje rico y complejo, es
confunden debido a la insuficiente visibilidad necesario modificar las estrategias educativas
que tiene este tema en los planes de formación para poder integrarlos de una forma coheren-
del profesorado. te y adecuada (Gros, 2004).
La gamificación sigue siendo un reto para Para finalizar, queremos indicar que este
las personas que apostamos por una pedago- artículo pretende contribuir al análisis y re-
gía interactiva y participativa, un modelo co- flexión sobre el papel de la gamificación en las
municativo bidireccional y horizontal, propio aulas, además de que se complemente con in-
de la educomunicación (Freire, 2008). Com- vestigaciones más amplias que pueden preci-
probamos que persiste la tendencia a la ense- sar de forma aún más científica sus beneficios
ñanza tradicional, y no al aprendizaje basado para el alumnado y la innovación educativa.
en un planteamiento claro de innovación Debemos seguir apostando, por tanto, por
educativa, donde el alumnado sea el verdade- romper con las estructuras cerradas, unidi-
ro protagonista. reccionales y jerárquicas, y abrir paso a un
Resulta interesante recalcar que en el in- nuevo modelo comunicativo y pedagógico,
forme Horizon se estudian las disposiciones donde la construcción colectiva del conoci-
claves y retos futuros en educación (Johnson miento sea una realidad en nuestra sociedad.
et al., 2016), y como tendencias a corto plazo Al pensar en todos, trabajar por todos y lu-
se señala el rediseño de los espacios de apren- char por un mundo para todos, conseguire-
dizaje que incluyan actividades cada vez más mos que la justicia, la igualdad y el respeto
prácticas y de mayor inmersión, así como sean conceptos etiquetados en la imagen de la
repensar el hecho de que las escuelas deben sociedad futura.

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J. Gil-Quintana y E. Prieto | La realidad de la gamificación en educación primaria 123
Alineación de los planes de área colombianos con los
estándares básicos de competencias en matemáticas

Silvia Solano* | Pedro Gómez** | María José González***


Ignacio González-Ruiz****

En este artículo estudiamos en qué medida los planes de área de matemáti- Palabras clave
cas de la educación media colombiana se alinean con los estándares básicos
de competencia en matemáticas (Ministerio de Educación Nacional, 2006). Educación media
Se describe qué significado daremos al término alineación de un plan de Enseñanza de las
área con los estándares y se explica cómo se aplica esta idea a cada plan matemáticas
de área. Bajo un planteamiento cuantitativo, se calculó la alineación de Currículo
206 planes de área, estratificados por área geográfica, tipo de institución
y modalidad académica. Mediante técnicas de estimación y contraste Planes de estudios
de hipótesis se establece la alineación de los planes de área colombianos Política gubernamental
con los estándares. Encontramos que esta alineación es reducida con una
dispersión importante, y que no hay diferencias significativas en la alinea-
ción de los planes de área de los diferentes tipos de colegios.

In this article, we study to what extent area plans for mathematics in Keywords
Colombian secondary education are aligned with basic standards of com-
petency in mathematics (Government of Colombia-Ministry of National Secondary education
Education, 2006). We describe what meaning we will assign to the term Mathematics teaching
alignment of an area plan with standards and explain how that idea applies Curriculum
to each area plan. Adopting a quantitative approach, we calculated the align-
ment of 206 area plans, stratified by geographic area, type of institution, and Plans of study
academic mode. Using techniques of estimation and contrasting hypotheses, Government policy
we established the alignment of Colombian area plans with standards, and
found that such alignment is reduced with a significant dispersion, and that
there are no significant differences in the alignment of area plans among dif-
ferent types of schools.

Enviado: 31 de mayo de 2019 | Aceptado: 11 de octubre de 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59446
* Doctoranda del programa de Posgrado en Educación en la Universidad de los Andes (UNIANDES) (Colombia).
Magíster en Educación Matemática. Línea de investigación: currículo. CE: sp.solano10@uniandes.edu.co
** Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes (UNIANDES) (Colombia). Director de “una
empresa docente”. Doctor en Matemáticas (especialidad Didáctica de la Matemática). Líneas de investigación:
formación de profesores; lineamientos curriculares; planificación institucional; comunidad y recursos. CE: argei-
fontes@gmail.com
*** Profesora titular de la Universidad de Cantabria (UNICAN) (España). Doctora en Matemáticas. CE: mariaj.gon-
zalez@unican.es
**** Doctorando del programa en Ciencia y Tecnología en la Universidad de Cantabria (UNICAN) (España). Máster en
Didáctica de las Matemáticas. CE: ignacio.gonzalezruiz@unican.es

124 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


Introducción y unos estándares académicos (López, 2013)
con el modelo de Webb (1997); los resultados
En Colombia, el Ministerio de Educación Na- sugieren que el grado de alineación entre las
cional (MEN) ha establecido que las institucio- evaluaciones estandarizadas y los estándares
nes educativas tienen autonomía para formu- académicos no es el más adecuado.
lar su planificación curricular institucional En el entorno de autonomía curricular
y ha propuesto un conjunto de expectativas colombiano, nuestro interés ha sido estudiar
de aprendizaje que se publicaron en el docu- la alineación entre la planificación institucio-
mento Estándares básicos de competencias en nal y los estándares, al tomar como referente
lenguaje, matemáticas, ciencias y ciudadanas los contenidos matemáticos recogidos en las
(2006). En adelante nos referiremos a ellas mallas curriculares de los planes de área para
como “los estándares”. Se entiende que este determinar y analizar en qué medida estos
documento debe servir de guía en el proceso contenidos se corresponden con los conteni-
de la planificación escolar que cada institu- dos establecidos en los estándares. Éste es el
ción educativa lleva a cabo. Esta planificación objetivo del presente trabajo. Para lograrlo,
se expresa en el denominado plan de área. En concretamos la noción de alineación de un
este contexto de autonomía curricular, no se plan de área con los estándares, diseñamos
dispone de ningún instrumento o procedi- procedimientos e instrumentos de codifica-
miento que valore en qué medida la plani- ción de la información contenida en los pla-
ficación que cada institución lleva a cabo se nes de área para valorar esa alineación, y lle-
orienta al logro de los estándares pretendidos. vamos a cabo un estudio estadístico en el que
Por ser éste un factor importante en el pro- analizamos la alineación de una muestra de
ceso de logro de los estándares, es relevante 206 planes de área en tres temas matemáticos
conocer si los planes de área que elaboran los de grado undécimo: secciones cónicas, deri-
docentes de las instituciones educativas están vada y estadística descriptiva. Los resultados
alineados con el documento de los estándares permiten describir las características de los
establecido por el MEN. planes de área colombianos desde el punto de
Este tipo de fenómenos fue estudiado par- vista de su alineación con los estándares. Los
ticularmente en los Estados Unidos en los años resultados distinguen según el carácter públi-
noventa. Porter y Smithson (2001) y Webb (1997; co o privado de las instituciones educativas,
1999) fueron los pioneros en estudiar la rela- según su orientación académica o técnica, y
ción entre la evaluación, el contenido y los pro- según su ubicación rural o urbana.
cesos cognitivos expresados en los estándares Comenzamos con la presentación de los
estatales. También se encuentran estudios de antecedentes y el marco de referencia que
la alineación entre los libros de texto con el cu- fundamentan el estudio; seguidamente, pre-
rrículo (Polikoff et al., 2015; Polikoff, 2015),con sentamos la metodología de este estudio, y
el propósito de determinar la coherencia que finalizamos con los resultados obtenidos y la
existe entre los materiales curriculares y los discusión.
estándares. En Honduras, se ha estudiado la
alineación o coherencia, a nivel de demanda Antecedentes
cognitiva, entre los estándares académicos y y marco de referencia
las tareas o actividades que se proponen en los
libros de texto de matemáticas en la educación La investigación sobre la alineación con los
secundaria (Ramos y Casas, 2016). En Colom- estándares se inició en los años noventa en
bia, se realizó un análisis de la alineación entre Estados Unidos. Andrew Porter y Norman
una evaluación estandarizada de matemáticas Webb fueron los pioneros en estudiar la

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59446
S. Solano, P. Gómez, M.J. González e I. González-Ruiz | Alineación de los planes de área colombianos… 125
relación entre la evaluación, el currículo y los de los estándares y verificar en qué medida los
procesos cognitivos expresados en los están- elementos de las políticas se dirigen a las ex-
dares estatales. En particular, Webb estableció pectativas de aprendizaje comunes.
la alineación como Una de las principales motivaciones para
el estudio de la alineación era la idea de que
...el grado en que las expectativas de apren- los objetivos “mejor alineados aumentaban la
dizaje y las evaluaciones están de acuerdo y posibilidad de que los múltiples componentes
sirven conjuntamente entre sí para guiar el de cualquier sistema educativo distrital o del
sistema educativo hacia el aprendizaje de los estado trabajaran por unos fines comunes”
estudiantes y lo que se espera que deben saber (Webb, 1999: 12). Lo anterior significa que
y saber hacer (Webb, 1997: 12). no se trataba de la simple alineación entre
los estándares y las evaluaciones, sino que el
Este autor planteó 12 criterios para estu- contenido enseñado a los estudiantes también
diar la alineación, agrupados en cinco cate- debía estar orientado hacia esos objetivos. En
gorías: a) enfoque de los contenidos; b) arti- caso de que los maestros enseñaran los con-
culación a través de los grados y las edades; tenidos que querían independientemente de
c) equidad e igualdad; d) implicaciones peda- lo que exigía el currículo, los estudiantes po-
gógicas; y e) aplicabilidad en el sistema. Estas drían tener éxito en el aula, pero fallarían en
cinco categorías pretenden ser un conjunto las evaluaciones y no se podría comprender
integral para juzgar la alineación entre las ex- dónde necesitaban ayuda adicional (McGe-
pectativas de aprendizaje y las evaluaciones hee y Griffith, 2001).
de los aprendizajes. Cada categoría general y Otros estudios sobre la alineación entre la
todas las subcategorías son importantes para evaluación y el currículo pretenden determi-
determinar la coherencia de un sistema, en la nar la coherencia que existe en las reformas
medida en que las evaluaciones y las expec- educativas basadas en los estándares (Polikoff
tativas de aprendizaje convergen para dirigir et al., 2011). Dado que se espera que las evalua-
y medir el aprendizaje de los estudiantes. En ciones estatales alineadas con los estándares
este modelo, cada uno de los criterios se mide estén diseñadas para guiar la instrucción del
en una escala de concordancia: completo, profesor y aumentar los logros de las expecta-
aceptable e insuficiente. tivas de aprendizaje por parte de los estudian-
El modelo propuesto por Webb (1997; tes, los autores investigaron la coherencia de
1999) proporciona una serie de procedimien- los instrumentos clave de la reforma basada en
tos estadísticos que valoran la corresponden- estándares y encontraron que una proporción
cia entre el contenido en los estándares acadé- moderada de los contenidos evaluados en las
micos propuestos por el Estado y el contenido pruebas se encuentra en el nivel incorrecto de
cubierto por la evaluación estatal. El modelo demanda cognitiva en comparación con los
de Webb se ha utilizado para juzgar la alinea- estándares correspondientes y viceversa. Es-
ción entre los estándares y las evaluaciones ge- pecíficamente, encontraron que entre 17 y 27
nerales a gran escala para lengua y literatura, por ciento del contenido en una prueba típica
matemáticas, estudios sociales y ciencias en cubre temas no mencionados en los estánda-
muchos distritos escolares y más de 20 esta- res correspondientes. Estos estudios indagan
dos en los Estados Unidos (Roach et al., 2008). sobre la alineación entre los documentos es-
La información provista por los análisis de tablecidos por el legislador y las evaluaciones
alineación que usan este método ha sido uti- estandarizadas, con miras a determinar si
lizada por los legisladores estatales para mo- éstos contribuyen al logro de las expectativas.
dificar las evaluaciones, revisar los contenidos No obstante, estas investigaciones no centran

126 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59446
S. Solano, P. Gómez, M.J. González e I. González-Ruiz | Alineación de los planes de área colombianos…
su atención en los documentos de la planifica- octavo grado, contemplado en los planes de
ción de aula. estudio para la educación general y especial,
Los libros de texto también han sido obje- y lo establecido en los estándares estatales.
to de estudio desde el punto de vista de la ali- Estos autores asumen la alineación como el
neación. Por ejemplo, Polikoff (2015) realizó grado en que dos o más elementos están de
una investigación en los Estados Unidos en la acuerdo entre sí. En consecuencia, analizan la
que se identifican una serie de problemas que alineación entre los estándares curriculares,
limitan la implementación de estándares de la instrucción y la evaluación, dado que esta
contenido en el aula, dado que, en los libros de alineación facilitaría la comunicación sobre
texto estudiados, los resultados indican áreas el contenido que se espera que los alumnos
sustanciales de desalineación; entre otras aprendan y el contenido que los maestros
debilidades, enfatizan en exceso los procedi- deben enseñar. Los resultados de esta investi-
mientos y la memorización en relación con los gación indicaron una baja alineación entre el
estándares. Para analizar este tipo de alinea- contenido del currículo oficial y los estánda-
ción, los autores utilizaron el modelo Surveys res sin diferencias estadísticamente significa-
of the Enacted Curriculum Alignment Model tivas entre los profesores de educación general
(SEC). Este modelo tiene tres características y los de educación especial.
principales: a) un marco de lenguaje común; Los investigadores de alineación curricu-
b) un índice general de alineación y tres me- lar afirman que, en un sistema educativo cohe-
didas de resumen; y c) resultados gráficos del rente, el plan de estudios previsto, el desarro-
contenido. Para analizar la alineación entre llado y el evaluado deben estar bien alineados
los currículos oficial, implementado y eva- (Webb, 1997; 1999). El currículo oficial estable-
luado, el modelo permite la traducción del ce los contenidos estándar para una materia y
contenido de cada currículo en una matriz nivel de grado en particular. El contenido de
de contenido individual en dos dimensio- la instrucción impartida por los maestros en
nes: la primera identifica temas de conteni- el aula designa el currículo implementado, y
do específicos, y la segunda se refiere a las el contenido medido por las evaluaciones de
expectativas respectivas para el rendimiento los alumnos representa el currículo evaluado.
de los estudiantes: las llamadas categorías de Las preocupaciones acerca de la alineación se
demanda cognitiva (CCD). De manera similar refieren al nivel de acuerdo entre estos currí-
a la taxonomía de Bloom, la SEC emplea cin- culos (es decir, la superposición de conteni-
co CCD que describen las tareas cognitivas do) y la medida en que sirven conjuntamente
que se exigen a los estudiantes, como recor- para facilitar el aprendizaje de los estudiantes.
dar hechos básicos, realizar procedimientos No obstante, es difícil discutir los principios
computacionales o reconocer patrones. Los básicos de alineación que resultan en un sis-
resultados de esta investigación dan cuenta tema educativo en el que los diversos elemen-
de una baja alineación entre el currículo des- tos están en armonía unos con otros. En este
crito en los planes de estudio y los estándares sentido, éste sería un sistema de educación
estatales, sin diferencias significativas entre la en el cual lo que los estudiantes deben saber
educación general y la especial. Los hallazgos (currículo oficial) es coherente con lo que se
desafían las afirmaciones de alineación de los les enseña (currículo implementado) y esto se
editores y motivan una mayor investigación corresponde con la forma en que se evalúan
sobre la alineación del currículo. para determinar sus niveles de rendimiento
También en Estados Unidos, Kurz et al. (currículo evaluado). Sin embargo, la realidad
(2010) analizaron la alineación entre el conte- es que la alineación curricular es un proceso
nido del currículo oficial de matemáticas de dinámico y complejo (Webb, 1997; 1999).

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59446
S. Solano, P. Gómez, M.J. González e I. González-Ruiz | Alineación de los planes de área colombianos… 127
Estándares básicos de competencias criterios: a) el nivel de generalidad con el que
En Colombia, el Ministerio de Educación se trata; b) los términos que las instituciones
Nacional (MEN) decretó la Ley General de utilizan para esta dimensión; y c) la coheren-
Educación 115 de 1994 en la que se establece cia y la estructura con la que las instituciones
la autonomía curricular (MEN, 1994); en vir- la describen. En esta investigación se llegó a la
tud de ello, cada institución es autónoma para conclusión de que existe una gran diversidad
diseñar y desarrollar su propio currículo. De de aproximaciones a la planificación curricu-
otra parte, el gobierno sugiere unos docu- lar en el diseño de los currículos que es una
mentos curriculares en términos de estánda- consecuencia natural de la libertad que las
res (MEN, 2006), los cuales son los “referentes instituciones tienen con motivo de la autono-
que permiten evaluar los niveles de desarro- mía curricular establecida en la ley. No obs-
llo de las competencias que van alcanzando tante, la relación entre lo que las instituciones
los estudiantes en el transcurrir de su vida proponen en su currículo y los estándares es-
escolar” (MEN, 2006: 12). Por consiguiente, el tatales actuales no es clara.
documento de los estándares se constituye en En resumen, encontramos que existe
una guía para el diseño del currículo, la pro- investigación relacionada con la alineación
ducción de los textos y materiales escolares, entre el currículo, las evaluaciones y los están-
el diseño de las prácticas evaluativas y la for- dares estatales en la literatura; sin embargo, se
mulación de programas y proyectos. Los es- pone de manifiesto la necesidad de analizar,
tándares son los referentes que dan cuenta de dentro de un contexto de autonomía curricu-
lo que un estudiante debe saber y saber hacer. lar como el colombiano, en qué medida está
El documento de los estándares incluye una alineado el currículo establecido en los docu-
sección en la que se proponen expectativas mentos de planes de área de matemáticas de
de aprendizaje para conjuntos de dos grados, educación media, elaborados por los docentes
organizadas en cinco pensamientos matemá- de cada institución educativa, con lo que se
ticos. En este estudio centramos nuestra aten- establece en el documento de los estándares.
ción en los estándares para los grados 10 y 11. Como explicamos a continuación, la noción
Por ejemplo: “resuelvo problemas en los que se de alineación se puede interpretar de diversas
usen las propiedades geométricas de figuras maneras; aquí se aborda el objetivo de investi-
cónicas por medio de transformaciones de las gación con base en los contenidos matemáti-
representaciones algebraicas de esas figuras” cos, dado que éstos son el elemento interme-
(MEN, 2006: 88) es uno de los estándares del dio para poder establecer la alineación entre
pensamiento espacial para estos grados. la planificación institucional y los documen-
López (2013) analizó el grado de alineación tos curriculares.
entre las evaluaciones estandarizadas de ma-
temáticas y lo propuesto en los estándares bá- Noción de alineación
sicos de competencias con base en el modelo Encontramos, dentro de la literatura, que hay
propuesto por Webb (1997; 1999). Los resulta- dos aproximaciones al estudio de la alinea-
dos de esta investigación ponen de manifiesto ción del currículo con los estándares: una
la falta de alineación entre las preguntas de las está centrada en la alineación entre las eva-
evaluaciones y los contenidos descritos en los luaciones estatales y el currículo, o entre los
estándares. Gómez y Restrepo (2012) se intere- libros de texto y el currículo. Esta primera
saron en caracterizar la dimensión cognitiva aproximación pone de manifiesto una defi-
del currículo en una muestra de conveniencia nición común de alineación como “la medida
de 18 planes de área de instituciones escolares en que las expectativas y evaluaciones están
de Bogotá y sus cercanías de acuerdo con tres de acuerdo y sirven en conjunto para guiar

128 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59446
S. Solano, P. Gómez, M.J. González e I. González-Ruiz | Alineación de los planes de área colombianos…
el sistema hacia los estudiantes a aprender lo Objetivos de la investigación
que se espera que sepan y hagan” (Webb, 1997:
12). Esta definición particular se enfoca en las Una vez planteado el contexto y el fenómeno
evaluaciones y las expectativas de aprendiza- que interesa indagar, se presenta el objetivo de
je establecidas en una legislación, pero lleva investigación: establecer y analizar la medida
implícito un estudio de los contenidos que se de alineación que hay entre los planes de área
enseñan y evalúan. de educación media colombianos y los están-
Una segunda aproximación es el estudio dares básicos de competencias.
de la alineación centrado en los contenidos Este objetivo se abordará al dar respuesta
que se proponen dentro de un plan de estu- a las siguientes preguntas de investigación:
dios. La alineación se entiende como la forma a) ¿en qué medida están alineados los planes
de establecer en qué medida un plan de estu- de área con los estándares?; b) ¿en qué medi-
dios aborda los contenidos que se presentan da están alineados los planes de área de las
en los estándares, y se mide en términos de instituciones educativas públicas y privadas
la concordancia entre los contenidos. Si bien con los estándares?; c) ¿en qué medida están
los estándares expresan las expectativas de alineados los planes de área de las institucio-
aprendizaje que un estudiante debe alcanzar, nes educativas académicas y técnicas con los
en estos documentos se identifican claramen- estándares?; d) ¿en qué medida están alinea-
te unos contenidos matemáticos. dos los planes de área de las instituciones edu-
En este estudio, se asumirá la alineación cativas rurales y urbanas con los estándares?;
con los estándares como la medida en que los y e) ¿qué relación hay entre la alineación a los
planes de área de matemáticas abordan los estándares y el nivel de detalle con el que se
contenidos propuestos en los estándares. La presenta la información en los planes de área?
alineación con los estándares es, por tanto, un
atributo de los planes de área colombianos. Metodología
Con este atributo buscamos determinar, para
un plan de área dado y unos temas específi- La investigación es de corte cuantitativo. En
cos, en qué medida ese plan de área atiende los este apartado se describen los temas matemá-
estándares que se proponen para esos temas. ticos que se analizaron, la muestra de planes
Además, al analizar una muestra adecuada de área que se utilizó para el estudio, las varia-
de planes de área podremos caracterizar los bles que se construyeron y los procedimientos
planes de área de matemáticas de educación de codificación y análisis de la información.
media colombianos desde la perspectiva de
su alineación con los estándares. Se abordará Temas analizados en los planes de área
también la relación entre la alineación con los Un plan de área es un documento curricular
estándares y el nivel de detalle con el que se que elaboran los docentes de cada institu-
presenta la información en los planes de área. ción educativa. Este documento incluye los
En el contexto colombiano, las institucio- objetivos, la metodología, la distribución del
nes educativas pueden ser de carácter público tiempo y los criterios de evaluación para una
o privado, y rurales o urbanas; y también se sola área, en nuestro caso, la de matemáticas.
pueden clasificar de acuerdo con la modalidad Un documento de plan de área contiene un
técnica o académica. Se tomarán en cuenta es- discurso introductorio (de diversos tipos) y
tas tres características al analizar la alineación una sucesión de tablas en las que se presenta el
de los planes de área con los estándares. plan de formación por grados y por periodos

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S. Solano, P. Gómez, M.J. González e I. González-Ruiz | Alineación de los planes de área colombianos… 129
para cada grado. El plan de área se convierte seleccionamos una muestra representativa
en la hoja de ruta que guía la implementación de acuerdo con tres variables: área geográfica
del currículo de matemáticas al interior de las (rural y urbano), tipo de institución (público
instituciones educativas colombianas. y privado), y modalidad de educación me-
Cada plan de área está organizado por dia (académico y técnico). De una selección
grados, y dentro de cada grado hay, en su ma- aleatoria estratificada (de acuerdo con las
yoría, cuatro periodos académicos. Para cada tres variables anteriores) de las 8 mil 491 ins-
periodo, un plan de área incluye una malla tituciones educativas del país, con un nivel de
donde se establecen los contenidos matemá- confiabilidad de 0.96 y un error máximo per-
ticos a enseñar, junto con las expectativas de mitido de 0.07, esta muestra quedó compuesta
aprendizaje que se espera que los estudiantes por las primeras 206 instituciones que estu-
logren al finalizar cada periodo. Estas expec- vieron dispuestas a compartir su plan de área.
tativas están basadas en los contenidos que se Para obtener los planes de área fue necesario
proponen. En algunos planes de área se esta- visitar las instituciones educativas y solicitar
blece la metodología de enseñanza, así como acceso a los documentos curriculares.
la evaluación.
Para desarrollar el estudio se escogieron Codificación de un tema
tres temas de las matemáticas escolares de en un plan de área
educación media: las secciones cónicas, la La codificación de los planes de área se reali-
derivada y la estadística descriptiva. La selec- zó a partir de los códigos que se obtuvieron al
ción de estos temas se debió a dos razones: en hacer el análisis de contenido de cada uno de
primer lugar, porque después de analizar los los temas elegidos (Cañadas et al., 2018). Nos
estándares se encontró que éstos son los te- centramos en la dimensión conceptual del
mas que más se mencionan en ese documento currículo y en el concepto pedagógico “es-
para la educación media; la segunda razón es tructura conceptual”. Con base en este con-
que estos tres temas implican cuatro de los cepto pedagógico fue posible identificar los
cinco pensamientos y sistemas matemáticos conceptos, los procedimientos y las relaciones
contemplados en los estándares. El tema de entre conceptos y procedimientos de un tema
las cónicas es el tema representativo del pen- de las matemáticas escolares. Así, construi-
samiento matemático espacial y el sistema mos unos árboles de códigos para cada tema.1
geométrico; el tema de la derivada es el más Por ejemplo, en la Fig. 1 se presenta una parte
representativo del pensamiento matemático del árbol de códigos para la estructura con-
variacional, de los sistemas algebraicos y ana- ceptual de las cónicas.
líticos, y del pensamiento métrico y los sis- Denominamos segmento de texto en un
temas de medidas; y el tema de la estadística plan de área a cualquier palabra, frase, celda
descriptiva es el tema más representativo del de una tabla, tabla completa o párrafo de tex-
pensamiento matemático aleatorio y los siste- to completo que tiene significado en relación
mas de datos. En este sentido, estos tres temas con el contenido que se está analizando.
representan el contenido que se aborda en los El proceso de codificación consistió en
dos grados objeto de estudio. asignar un código del árbol de códigos a cada
segmento de texto del tema que aborda ese
Muestra aspecto del contenido correspondiente. En la
Para caracterizar los planes de área de ma- Fig. 2 se presenta la codificación de unos de
temáticas de educación media colombianos los estándares. En este segmento de texto se

Estos
1 árboles se pueden consultar en http://bit.ly/39fB1Bc (cónicas), http://bit.ly/2LOQBvb (derivada), http://bit.
ly/2OxHy 01 (estadística) (consulta: 3 de febrero de 2020).

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Figura 1. Árbol de códigos para el tema de cónicas en la dimensión conceptual
C-ECC 1.1.1.1 Circunferencia
C-ECC 1.1.1 Curva
intersección de un C-ECC 1.1.1.2 Elipse
C-ECC 1.1 Definición geométrica cono con un plano
que no pasa por su C-ECC-1.1.1.3 Parábola
vértice. C-ECC 1.1.1.4 Hipérbola
C-ECC 1 Campo conceptual

C-ECC 1.2.1 Lugar C-ECC 1.2.1.1 Definición de la circunferencia


geométrico de los
puntos el plano que C-ECC 1.2.1.2 Definición de la parábola
C-ECC 1.2 Definición algebraica cumplen una
condición C-ECC 1.2.1.3 Definición de la elipse
Ax2+2hxy+By2+2
gx+2fy+C=0 C-ECC-1.2.1.4 Definición de la hipérbola

Cónicas C-ECP 2.1.1 Propiedades de la circunferencia


C-ECP 2.1.2 Propiedades de la parábola
C-ECP 2 Campo procedimental C-ECP 2.1 Propiedades geométricas
C-ECP 2.1.3 Propiedades de la elipse
C-ECP 2.1.4 Propiedades de la hipérbola
C-ECR 3.1 Definición y propiedades de la circunferencia
C-ECR 3.2 Definición y propiedades de la parábola
C-ECR 3 Relaciones
C-ECR 3.3 Definición y propiedades de la elipse
C-ECR 3.4 Definición y propiedades de la hipérbola
Fuente: elaboración propia.

identificaron los sistemas de presentación de código que se utilizó, como se observa en las
las secciones cónicas y se le asignó el código barras verticales de la Fig. 2.
C-SR8. La etiqueta C-SR8 significa que el códi-
go corresponde al tema de cónicas (C), hace Variables alineación y nivel de
referencia a los sistemas de representación concreción de un plan de área
(SR) y la representación cartesiana que tiene Tras haber definido la alineación con los es-
el código (8) de esa rama del árbol de códigos. tándares como la medida en que los planes de
Cabe anotar que el programa en el que se co- área de matemáticas abordan los contenidos
dificaron los planes de área asigna automáti- propuestos en los estándares, se cuantificó
camente los códigos de las ramas anteriores al esa medida como el porcentaje de códigos

Figura 2. Codificación de un estándar

Fuente: elaboración propia

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que dicho plan de área comparte con los es- de área. Este valor nos permite determinar el
tándares. Para obtener esta medida codifica- detalle con que se tratan los temas en la dimen-
mos, por un lado, el plan de área en los tres sión conceptual del currículo y con el que abor-
temas señalados y, por otro, el documento de daremos el cuarto objetivo específico de este
los estándares en los mismos temas (como si estudio. Éste y otros atributos forman parte de
éste fuera un plan de área). El documento de una investigación más amplia (Solano, 2016).
los estándares fue codificado con 117 códi-
gos para los tres temas, de los cuales 39 fue- Procedimientos de análisis
ron para el tema de cónicas, 44 para el tema de la información
de la derivada y 34 para el tema de estadística. Se llevó a cabo un análisis descriptivo (histo-
La medida de alineación de un plan de área grama y estadísticos descriptivos) de la varia-
se obtiene al dividir la cantidad de códigos ble alineación para la muestra global y para
compartidos con los estándares entre los 117 cada estrato. Se infirió un intervalo de con-
códigos de los estándares (multiplicado por fianza para cada caso y se comparó la alinea-
100). Registramos esta medida en una variable ción por estratos por medio de un gráfico de
denominada alineación. Por ejemplo, la ali- cajas. Se realizaron pruebas de hipótesis de
neación de un plan de área que comparte 50 igualdad de medias para identificar si existen
códigos con el documento de los estándares diferencias estadísticamente significativas en
es (50/117) × 100 por ciento = 42.7 por ciento. la medida de alineación de los planes de área
Abordamos los objetivos de investigación con con los estándares para cada uno de los estra-
base en la variable alineación. tos de la muestra. Finalmente, se estableció la
En la Fig. 1 podemos observar que los códi- correlación entre las variables alineación con
gos llevan implícito un nivel de concreción. El los estándares y nivel de concreción.
nivel de concreción de un plan de área se deter-
mina calculando el promedio ponderado de los Resultados
códigos asignados a ese plan de área, es decir,
nivel de concreción = ( (códigos asignados En la Gráfica 1 se presenta el histograma de
nivel i) × i) ∕ Total códigos asignados a un plan frecuencias de la variable alineación para los

Gráfica 1. Histograma de frecuencias de la variable alineación


Histograma
16
31
15
14
13
24 25 25
12
11
10 20

9
16
8
7
6
11 11
5
8 8
4
7
6 6
3
5
2
2
1 1
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Alineación Media = 34.08
Desviación estándar = 13.407
Fuente: elaboración propia. N = 206

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206 planes de área analizados. Encima de cada que los planes de área colombianos se alinean
barra se indica la cantidad de planes de área en promedio en poco más de una tercera parte
que tiene un nivel de alineación dentro del in- con los estándares.
tervalo correspondiente. Se señala con líneas
blancas verticales el primer cuartil, el valor Alineación por estratos
de la media y el tercer cuartil. La prueba de A continuación, se presenta el análisis de la
Kolmogorov-Smirnov nos permite afirmar, alineación de los planes de área con los están-
con un nivel de confianza de 95 por ciento, dares de acuerdo con tres categorías: área geo-
que los datos muestrales siguen una distribu- gráfica (rural y urbano), tipo de institución
ción normal. (público y privado) y modalidad de educación
Como puede verse en la Gráfica 1, los lí- media (académico y técnico). En la Gráfica 2
mites intermedios de los cuartiles son 25.64, se presentan los gráficos de cajas para las
32.90 y 42.73 por ciento. Hemos señalado estos seis variables de estas tres categorías. Como
límites con tres líneas. El rango intercuartil es se observa, las medianas de las seis variables
de 17.09 por ciento. La media muestral es de son muy parecidas, así como su dispersión
=34.08 por ciento y la desviación estándar es (excepto para el estrato rural). En la variable
s=13.41 por ciento. Esto permite interpretar rural encontramos dos datos distantes que
que el porcentaje de códigos que comparten analizaremos más adelante.
los planes de área con los estándares es poco La alineación por tipo de institución per-
más de la tercera parte, esto es, los planes de mite realizar la comparación entre las institu-
área comparten, en promedio, 40 códigos de ciones públicas y privadas. En la Gráfica 3 se
los 117. El rango muestral es de 64.96 por cien- presentan los histogramas de frecuencias para
to. En la muestra encontramos planes de área la variable alineación para las dos submues-
cuya alineación a los estándares es de 2.56 por tras de este estrato. La Tabla 1 completa la
ciento, en tanto que existe un plan de área que información gráfica con tres estadísticos para
tiene una alineación de 67.52 por ciento. las dos muestras de este estrato. La media de
Con un nivel de confianza de 95 por ciento alineación de las instituciones educativas pri-
se estableció que el valor de la media poblacio- vadas es de =33.66 por ciento, mientras que la
nal está en el intervalo (32.24, 35.92 por ciento) media de las instituciones educativas públicas
y el de la desviación poblacional en el intervalo es =34.25 por ciento.
(12.21, 14.82 por ciento). Esto permite afirmar

Gráfica 2. Diagrama de cajas para las seis variables


70

60

50

40

30

20

10

0
Técnico Académico Rural Urbano Público Privado
Fuente: elaboración propia.

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Gráfica 3. Histogramas de frecuencias para las variables público y privado
18 18
17 17
16 16
15 15
14 14
13 13
12 12
11 11
10 10
9 9
8 8
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Alineación privado Alineación público

Fuente: elaboración propia.

Tabla 1. Estadísticos para tipo de institución


Descriptivo n Media Desviación estándar
Privado 58 33.66 15.58
Público 148 34.25 12.51
Fuente: elaboración propia.

Con un nivel de confianza de 95 por cien- =34.41 por ciento, mientras que la media de
to no es posible rechazar la hipótesis nula de las instituciones educativas técnicas es =33.67
igualdad en medias con un p-valor de 0.80; sin por ciento y sus desviaciones son 14.13 y 12.51
embargo, la hipótesis nula de igualdad de des- por ciento respectivamente. En la Gráfica 4 se
viaciones estándar debe ser rechazada con un presentan los histogramas para las dos varia-
p-valor de 0.018 para las instituciones educati- bles de este estrato.
vas públicas y privadas. Esta información se complementa con la
Al realizar la comparación entre las insti- Tabla 2, en la que se presentan tres estadísticos
tuciones con modalidad académica y técnica para la variable alineación en las submues-
encontramos que la media de alineación de tras de colegios en modalidad académica y
las instituciones educativas académicas es de técnica.

Gráfica 4. Histogramas de frecuencias para las variables académico y técnico


17 17
16 16
15 15
14 14
13 13
12 12
11 11
10 10
9 9
8 8
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Alineación académico Alineación técnico

Fuente: elaboración propia.

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Tabla 2. Estadísticos por modalidad de educación
Descriptivo n Media Desviación estándar
Académico 114 34.41 14.13
Técnico 92 33.67 12.51
Fuente: elaboración propia.

Con 95 por ciento de confianza, conclui- y urbanas. En la Gráfica 5 se presentan los


mos que no hay suficiente evidencia muestral histogramas para la variable alineación en las
para rechazar la hipótesis nula de igualdad en- submuestras de este estrato.
tre las medias, con un p-valor de 0.68; sin em- La media de alineación de las institucio-
bargo, sí hay suficiente evidencia muestral para nes educativas rurales es de =34.42 por cien-
rechazar la hipótesis de igualdad entre las des- to, mientras que la media de las instituciones
viaciones estándar de la población de colegios educativas urbanas es =34 por ciento. En la
académicos y técnicos con un p-valor de 0.11. Tabla 3 se presentan tres estadísticos para la
Finalmente, se analizó la alineación con variable alineación en las submuestras de este
los estándares entre las instituciones rurales estrato.

Gráfica 5. Histogramas de frecuencias para las variables rural y urbano


20 20
19 19
18 18
17 17
16 16
15 15
14 14
13 13
12 12
11 11
10 10
9 9
8 8
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80
Alineación rural Alineación urbano

Fuente: elaboración propia.

Tabla 3. Estadísticos por área geográfica


Descriptivo N Media Desviación estándar
Rural 67 34.24 10.17
Urbano 139 34.00 14.56
Fuente: elaboración propia.

Con un nivel de confianza de 95 por cien- de urbano es mayor que rural; hay suficiente
to, no hay suficiente evidencia muestral para evidencia muestral para rechazar la hipótesis
rechazar la hipótesis nula de igualdad de las nula, con un p-valor de 0.0029.
medias para estas dos variables. Realizamos
la prueba de hipótesis con hipótesis nula de Alineación y nivel de concreción
igualdad de desviaciones estándar e hipótesis También se analizó si existe correlación entre
alternativa en la que la desviación estándar la alineación con los estándares y el nivel de

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concreción con que se presenta la información variación de la alineación con los estándares
en los planes de área y se encontró que, con un puede explicarse por el nivel de concreción.
p-valor de 0.92 se puede rechazar la hipótesis Además, teniendo en cuenta la ecuación de la
nula que Ho:r = 0. Lo anterior indica que sí hay recta de regresión y=13.20x + 2.36, interpreta-
una correlación entre las dos variables. mos que por cada aumento de una unidad en
En la Gráfica 6 se presenta el diagrama el nivel de concreción hay un aumento de 13.2
de dispersión de estas dos variables. El valor por ciento de alineación de los planes de área
de r2=0.0581 indica que 5.81 por ciento de la con los estándares.

Gráfica 6. Diagrama de dispersión de la alineación y el nivel de concreción


y = 13.204x + 2.3595 R² = 0.0581
80

70

60

50
Alineación

40

30

20

10

0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Nivel de concreción
Fuente: elaboración propia.

Como resumen de los resultados podemos Conclusiones


afirmar que los planes de área colombianos
tienen una alineación de poco más de la terce- La baja alineación de los planes de área con los
ra parte con los estándares, y que existen po- estándares que se encontró en este estudio es
cas diferencias en la alineación en cada uno de un fenómeno que ya se ha puesto de manifies-
los estratos analizados (ubicación geográfica, to en otros lugares y contextos en los que se ha
tipo de institución y modalidad académica). analizado la alineación entre los estándares y
El estrato rural es el que tiene menor disper- el currículo (Polikoff et al., 2011), y las evalua-
sión. Por otro lado, hay 7 planes de área que ciones estandarizadas y el currículo (Lopez,
tienen una alineación baja con los estándares, 2013). En estos estudios se concluye que hay
y son los mismos que tienen menor nivel de muy poca alineación entre el currículo y los
concreción; por consiguiente, esta baja alinea- estándares (entre 17 y 27 por ciento), con re-
ción se explica porque estos planes de área no sultados similares para la alineación entre las
abordan los temas con suficiente detalle y no evaluaciones estatales y los estándares.
pueden compartir códigos con los estándares. La elevada dispersión que se obtuvo da
En la muestra hay seis instituciones educa- una idea de que las instituciones educativas
tivas que tienen una mejor alineación con los abordan con gran variabilidad sus planes de
estándares (por encima de 60 por ciento). Son área, lo cual puede ser consecuencia del con-
de carácter público y ofrecen educación me- texto de autonomía curricular que reconoce
dia en la modalidad académica. Una institu- la legislación educativa colombiana. Si bien es
ción es rural y las cinco restantes son urbanas. conveniente este margen para la autonomía

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por permitir la adaptación de un conjunto de que el nivel de concreción de la información
enseñanzas a las realidades concretas de cada que se presenta en los planes de área explica
entorno, el hecho de generar tanta variedad de la dificultad para lograr una alineación com-
aproximaciones para la planificación institu- pleta. Esta conjetura es coherente debido a
cional supone una contradicción con la exis- que, cuando los planes de área no abordan
tencia de unos estándares que, precisamente, los temas con suficiente detalle, no pueden
se establecen con el propósito de mantener compartir códigos con los estándares. No
una cierta homogeneidad en los logros en ma- obstante, sería muy enriquecedor valorar el
temáticas que han de alcanzar los estudiantes alcance de esta conjetura a partir de análisis
en todo el país. adicionales de otros documentos curricula-
Dada la importancia que el MEN ha dado res, entre los que cabe destacar los planes de
durante los últimos 10 años a que las institu- aula, los cuales contienen información de-
ciones educativas atiendan los estándares, los tallada sobre lo que se lleva a cabo en el aula
resultados que presentamos en este estudio de clase. Obviamente estos planes deberían
son preocupantes, ya que ponen de manifies- ser coherentes con los de área. También sería
to que las instituciones educativas no se han interesante valorar la influencia de ciertas va-
adaptado a este importante documento cu- riables contextuales, como es el hecho de que,
rricular. Este resultado tiene importantes im- ante la obligación de producir un documento
plicaciones en la política pública educativa, ya de planificación institucional y la dificultad
que muestra que los cambios legislativos, aun- de los profesores para hacerlo, una cierta pro-
que sean de gran calado, no se ven reflejados al porción de las instituciones educativas con-
interior de los colegios, no se implementan de trataron empresas que produjeron los planes
forma automática y, en consecuencia, no ne- de área antes de que se hubieran publicado los
cesariamente están asociados a la mejora de la estándares. En ese contexto, resultaría intere-
calidad de la educación. Parece necesario que sante complementar este estudio valorando
se acompañen de otro tipo de medidas relacio- cuestiones como, por ejemplo, conocer de qué
nadas con, por ejemplo, la formación de pro- modo se actualiza el plan de área anualmente
fesorado y la producción de materiales educa- en la institución educativa.
tivos. Como muestra este estudio, después de Por último, si bien los estudios de alinea-
10 años de esfuerzos, las instituciones educa- ción suelen centrarse en la evaluación del
tivas se están alineando de una manera muy rendimiento de los estudiantes en pruebas
débil a las propuestas de parte del MEN. Podría estandarizadas, o en la actuación del profesor
pensarse que los estándares son demasiado en el aula, analizar cómo una determinada le-
ambiciosos o inalcanzables; sin embargo, el gislación educativa recorre un largo camino,
hecho de que haya planes de área (1.5 por cien- a través de los distintos documentos que se
to) que logren atender 79 de los 117 códigos emplean en los centros educativos, hasta lle-
permite pensar que alinearse esencialmente gar al aula, complementa la reflexión sobre la
con los estándares no es una tarea imposible. alineación. Contribuciones como la que se ha
Con vistas a la continuidad del estudio, presentado aquí aportan luz sobre cuáles son
resultaría interesante indagar por qué no hay los agentes o momentos en los que se puede
ningún plan de área que se acerque al 100 por influir para que una reforma educativa llegue
ciento de alineación con los estándares. La co- a implementarse de forma real en la práctica, y
rrelación encontrada entre la alineación y los evitar que quede bloqueada entre las inercias
niveles de concreción nos permite conjeturar del sistema educativo.

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S. Solano, P. Gómez, M.J. González e I. González-Ruiz | Alineación de los planes de área colombianos…
H O R I Z O N T E S

[horizontes]
Pensar el conocimiento escolar
desde el socioconstructivismo
Interacción, construcción y contexto
Mariano Castellaro* | Nadia Soledad Peralta**
El objetivo del artículo es desarrollar una serie de formulaciones en torno Palabras clave
a conceptos provenientes del socioconstructivismo que consideramos
como recursos valiosos cuando se trata de pensar e interpretar los pro- Constructivismo social
cesos de construcción de conocimiento escolar. Primero, como punto de Interacción entre pares
partida, se presenta una definición de socioconstructivismo en el marco Aprendizaje colaborativo
de la psicología del desarrollo y de la educación. Segundo, se desarrolla
una serie de conceptos socioconstructivistas que entendemos como re- Interactividad
levantes y pertinentes para su aplicación al ámbito educativo. Tercero, Construcción del
reflexionamos sobre el carácter fundamentalmente interactivo de los conocimiento
procesos de construcción de conocimiento en el aula y sobre los diferen- Conocimiento escolar
tes aspectos intervinientes. Se concluye acerca del carácter integrador
del socioconstructivismo, en tanto aglutina un abanico de nociones que
contribuyen al diseño de diferentes estrategias pedagógicas, aunque todas
basadas en el mismo supuesto central: la interacción sociocognitiva como
fundamento necesario del proceso de construcción del conocimiento.

The purpose of this article is to develop a series of formulations surrounding Keywords


concepts from social constructivism which we consider valuable resources
for examining and interpreting the processes of construction of school knowl- Social constructivism
edge. First, as point of departure, we present a definition of social construc- Peer interaction
tivism in the framework of the developmental and educational psychology. Collaborative learning
Second, we develop a series of social constructivist concepts which we under-
stand as relevant and pertinent for application in an educational context. Interactivity
Third, we reflect on the fundamentally interactive nature of processes of cons- Knowledge construction
truction of knowledge in the classroom and on the different intervening School knowledge
factors. We conclude by discussing the integrating nature of social construc-
tivism, as a perspective which agglutinates a broad spectrum of notions
which contribute to the design of different pedagogic strategies, although all
based on the same central assumption: social cognitive interaction as the
necessary foundation for the process of construction of knowledge.

Enviado: 29 de mayo de 2019 | Aceptado: 17 de octubre de 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59439
*
Investigador del Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IRICE) (Argentina). Doctor en
Psicología. Línea de investigación: procesos sociales y cognitivos del aprendizaje. Publicaciones recientes: (2020, en
coautoría con N.S. Peralta y J.M. Curcio), “Estudio secuencial de la interacción sociocognitiva durante la resolución de
problemas lógicos”, Revista CES Psico, vol. 13, núm. 1, pp. 1-17; (2015, en coautoría con N. Roselli), “Peer Collaboration in
Children According to Age, Socioeconomic Context and Task”, European Journal of Psychology of Education, vol. 30,
núm. 1, pp. 63-80. CE: castellaro@irice-conicet.gov.ar
**
Investigadora del Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IRICE) (Argentina). Doctora en
Psicología. Línea de investigación: procesos sociales y cognitivos del aprendizaje. Publicaciones recientes: (2020, en
coautoría con M. Castellaro y C. Santibañez), “El análisis de datos textuales como metodología para el abordaje de
la argumentación: una investigación con estudiantes de pregrado en universidades chilenas”, Ikala, Revista de Len-
guaje y Cultura, vol. 25, núm. 1, pp. 209-227; (2020, en coautoría con M. Castellaro y J.M. Curcio), “Estudio secuencial
de la interacción sociocognitiva durante la resolución de problemas lógicos”, Revista CES Psico, vol. 13, núm. 1, pp.
1-17. CE: nperalta@irice-conicet.gov.ar

140 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


Introducción entrada el significado específico que le otorga-
remos en el presente trabajo, a los fines de defi-
El objetivo del presente artículo es desarrollar nir un punto de partida claro y preciso. Cabe
una serie de formulaciones en torno a con- recordar, para comenzar, que el término “cons-
ceptos provenientes del socioconstructivismo tructivismo” sostiene el papel activo del sujeto
(en adelante, SC), que consideramos como re- durante el desarrollo y/o la construcción de co-
cursos valiosos para pensar e interpretar los nocimiento (Cubero Pérez, 2005). Ello significa
procesos de construcción de conocimiento que éste se produce a partir de un proceso de
escolar. Cabe aclarar que nuestra referencia al integración progresiva entre las operaciones
SC se enmarca puntualmente en el ámbito de del individuo y los elementos provenientes de
la psicología del desarrollo y de la educación, la experiencia con el medio. En tal sentido, se
con lo cual se diferencia de otras áreas psi- trata de una perspectiva que cuestiona direc-
cológicas en las cuales también es utilizado, tamente a las posiciones maduracionistas y
como la psicología clínica (Neimeyer y Maho- ambientalistas del desarrollo (Roselli, 2011a),
ney, 1998) o la psicología social (Munné, 1999). que lo entienden —respectivamente— como
Por su parte, el listado de conceptos que de- un proceso de carácter principalmente endó-
sarrollaremos lejos está (tampoco lo pretende) geno o biológico (por ejemplo, Gesell, 1985), o
de agotar la vasta producción teórica de las como el resultado directo del moldeamiento
diferentes líneas y grupos de investigación ocasionado por las contingencias del medio
que conforman el SC actual. Se tratará, por lo (por ejemplo, Bandura y Walters, 1990).
tanto, de aquéllos que utilizamos de manera Lo anterior permite diferenciar el cons-
más recurrente como fundamento teórico de tructivismo general de otras posiciones teó-
nuestras investigaciones. ricas externas. Ahora bien, tal como se re-
El trabajo está conformado por tres apar- cordará, el objeto de este trabajo no es tanto
tados: primero, se define aquello que, según el constructivismo global, sino más bien el
nuestro entender, constituye el edificio teó- socioconstructivismo. Por lo tanto, ¿cuál es
rico del SC, en el marco de la psicología del el sentido teórico del agregado del prefijo so-
desarrollo y de la educación; en seguida se de- cio? Esta pregunta exige una segunda espe-
sarrolla una serie de conceptos centrales del cificación conceptual, tan importante como
SC que consideramos relevantes y pertinentes la anterior, pero que se orienta al interior del
para su aplicación en el ámbito educativo; propio constructivismo.
y en tercer lugar, desde la óptica sociocons- Una visión constructivista clásica del de-
tructivista, reflexionamos sobre el carácter sarrollo propone un concepto de experiencia
interactivo de los procesos de construcción de que coloca en un plano de igualdad a la mani-
conocimiento en el aula y los diferentes aspec- pulación de los objetos físicos y a la interacción
tos involucrados. con los demás (Piaget, 1960), en sentido onto-
genético. En otras palabras, la interacción con
¿Qué entendemos por el medio resulta fundamental para la progre-
socioconstructivismo? siva equilibración de las estructuras mentales
(a partir del interjuego entre asimilación y aco-
Las categorías teóricas y epistemológicas de modación), y ello puede darse tanto cuando el
constructivismo (en general) y de SC (en parti- sujeto manipula solitariamente algún objeto
cular) han sido entendidas de diversas formas físico como cuando interactúa con otros suje-
(Araya et al., 2007; Barreto et al., 2006; Becerra, tos en actividades compartidas (Roselli, 1999).
2016; Castellaro, 2012; Castillo, 2008; Hernán- Ahora bien, el origen de una posición socio-
dez Rojas, 2008). Ello nos exige establecer de constructivista se produce cuando se admite

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59439
M. Castellaro y N.S. Peralta | Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo 141
una diferencia cualitativa entre las dos formas mismo tiempo sostenemos que éste coexiste
de experiencia mencionadas, en favor de aqué- con procesos que responden a la individuali-
lla que refiere específicamente a la interacción dad de cada sujeto, lo cual coincide con una
social. Así, una de las tesis centrales del SC pos- concepción moderada o socioconstructivista.
tula que la interacción con otros constituye la Esto se diferencia de otras posiciones que, si
experiencia clave y determinante del desarrollo bien comparten una visión social del desarro-
(y no simplemente un elemento facilitador). El llo, proponen una idea radical de la relación
punto de partida del SC es contundente e inne- entre contexto e individuo, donde el segundo
gociable: los cambios centrales a nivel de desa- se diluye en el primero, como sucede en las
rrollo sólo son pensables y necesariamente posiciones denominadas construccionistas
ocurren en escenarios intersubjetivos (Psaltis (cfr. Castellaro, 2012).
et al., 2009; Rogoff, 1990, 2012). En nuestra opinión, las líneas de investi-
A esta premisa básica puede sumársele una gación actuales que mejor representan al SC
segunda: la superioridad de las actuaciones (en desarrollo y educación) son aquéllas que
interindividuales (el producto logrado junto a se inscriben bajo los enfoques neopiagetianos
otros) por sobre las individuales (el producto y neovygotskianos. Tal como su nombre lo
logrado de manera solipsista) (Gilly, 1992; Pe- indica, las referencias fundacionales de am-
ralta y Castellaro, 2018; Roselli, 2016). Si bien bas corrientes son las obras clásicas de Piaget
este postulado funciona como un principio y Vygotsky. Si bien ambos autores coincidían
teórico general, es importante tener en cuenta en el carácter constructivo del desarrollo, al
que no existe una relación directa entre tra- mismo tiempo mantenían importantes dis-
bajo grupal/trabajo individual, por un lado, y crepancias conceptuales entre sí. Los desarro-
mejor/peor producción, por el otro. Esto ocu- llos neopiagetianos y neovygotskianos poste-
rre por la intermediación de múltiples varia- riores, que comenzaron en los setenta y han
bles intervinientes, entre las que destacan so- evolucionado hasta la actualidad, permiten
bremanera las características de la interacción promover puntos de encuentro entre ambas
social involucrada (esta cuestión será retoma- tradiciones y, así, una mayor unificación del
da con mayor detalle en el tercer apartado). campo teórico.
Una tercera premisa del SC refiere al carác- ¿En qué consiste este mayor “encuentro”
ter contextual del desarrollo. Según Castorina entre las obras de Piaget y Vygotsky, logra-
(2018), una concepción social del desarrollo da por las posiciones neopiagetianas y neo-
implica la consideración de tres niveles in- vygotskianas? Por un lado, la Escuela de Psico-
terconectados entre sí: microgenético (las logía Social de Ginebra (Mugny y Doise, 1983,
interacciones sociales cotidianas más inme- 1991; Perret Clermont, 1984) es la principal re-
diatas), ontogenético (la reconstrucción a presentante del SC en su versión neopiagetia-
nivel subjetivo de los significados aportados na. Los autores pertenecientes a esta corriente,
por la cultura) y sociogenético (la producción si bien toman como referencia básica la teoría
social e histórica de los significados aporta- psicogenética de Piaget, al mismo tiempo
dos por la cultura). Por tanto, el SC considera proponen una revisión crítica de estas ideas a
al desarrollo como un proceso atravesado y partir de la incorporación de conceptos pro-
estructurado por los contextos y productos puestos por Vygotsky. Recordemos que, para
culturales que mediatizan la construcción el autor soviético, el desarrollo de las funcio-
del sujeto (Castellaro y Roselli, 2015; Castori- nes psíquicas superiores se origina necesaria-
na, 2017; Mejía-Arauz, 2015; Rosemberg et al., mente a partir del intercambio del sujeto con
2016). Desde nuestra perspectiva, el contexto el medio, que es, fundamentalmente, de na-
tiene un papel protagónico; sin embargo, al turaleza social, histórica y cultural (Vygotsky,

142 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59439
M. Castellaro y N.S. Peralta | Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo
1995b). Así, la cultura provee una serie de he- consiguiente construcción de nuevos esque-
rramientas (el lenguaje y otros sistemas de re- mas de conocimiento.
presentación) que el sujeto va interiorizando Por su parte, las posiciones neovygots-
y, de esta forma, va constituyendo las bases del kianas actuales también han propuesto un
pensamiento. Para Vygotsky (1995a), desde un acercamiento hacia la perspectiva piagetiana.
punto de vista ontogenético, el vínculo social La obra original de Vygotsky enfatiza el papel
preexiste a las funciones individuales y cons- de las personas que rodean al niño y que ya
tituye la base sobre la cual se produce el proce- han internalizado la función específica que
so de individuación psicológica. Toda forma éste aún no ha alcanzado, al guiar, regular,
superior de comportamiento es observada en iniciar y finalizar dichas actividades (Toma-
dos momentos durante el desarrollo: primero, sello, 2000). Esto se vincula con el concepto de
bajo una forma interpsicológica, para luego zona de desarrollo próximo (Vygotsky, 1988),
ser interiorizada como una función intrapsi- el cual sintetiza diferentes aspectos de la teo-
cológica (Vygotsky, 1988). ría vygotskiana y que ha sido citado en infini-
El punto central de la obra piagetiana que dad de ocasiones (Hernández Rojas, 1999). El
resignifica la Escuela de Ginebra es el con- término alude a la distancia entre el nivel de
cepto de conflicto cognitivo (Piaget, 1995). desarrollo actual del sujeto (lo que es capaz de
Según el ginebrino, la base del desarrollo es el realizar por sí solo) y su nivel de desarrollo po-
desequilibrio que se genera entre las propias tencial (lo que es capaz de realizar con la guía
estructuras del sujeto y los datos de la expe- de otro más capacitado).
riencia; dentro de esta última se homologa a En la teoría vygotskiana, ese otro social
la manipulación física de los objetos y a la in- generalmente está representado por la figura
teracción social (Piaget, 1960). La Escuela de del adulto (madre/padre, docente, etc.), lo cual
Psicología Social de Ginebra, al incorporar las predispuso a restar atención a las interaccio-
ideas vygotskianas, propone que la base del nes del niño con otros niños, o sea, sus pares.
desarrollo intelectual radica específicamente Precisamente, éste es un punto central de las
en el desequilibrio cognitivo entre la propia corrientes neovygotskianas más actuales, que
perspectiva del sujeto y las perspectivas apor- extendieron la noción de zona de desarrollo
tadas por otros agentes que participan de un próximo a las interacciones sociocognitivas
espacio de interacción común. El binomio entre iguales, y reconocieron los procesos de
de la psicología clásica individualista, sujeto- andamiaje que pueden darse entre éstos a pe-
objeto, pasa a convertirse en un trinomio sar de no contar con una diferencia tan mar-
constituido por sujeto-otro-objeto. Por lo cada como la que se da respecto al adulto (Ro-
tanto, la interacción social deja de ser un faci- goff, 1990; Tudge, 1992; Wertsch, 2008). Así, por
litador del desarrollo (de similar importancia ejemplo, Mercer (2001) propone el concepto
que la manipulación de objetos), para consti- de zona de desarrollo intermental para referir
tuirse en factor determinante del mismo. Es al soporte intersubjetivo entre los compañe-
por ello que el conflicto básico del desarrollo ros de una misma tarea, el cual se constituye
no es tanto el cognitivo sino el sociocogniti- principalmente por la vía del lenguaje y que
vo; de ahí se origina lo que hoy conocemos les permite funcionar más allá de sus capaci-
como “teoría del conflicto sociocognitivo”. El dades actuales (Schmitz y Winskel, 2008).
mecanismo explicativo del crecimiento inte- Esto puede entenderse como un guiño a la
lectual consiste en la confrontación entre los perspectiva de Piaget (1984; 1995), quien —en
puntos de vista de dos o más individuos que términos de desarrollo cognitivo— privilegia
trabajan en una tarea conjunta, lo cual pre- la interacción entre sujetos de similar con-
dispone a un proceso de descentramiento y la dición. Según este autor, la interacción entre

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M. Castellaro y N.S. Peralta | Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo 143
iguales implica condiciones de reciprocidad y vista divergentes (por eso es cognitivo) y la
cooperación que favorecen las posibilidades de manifestación de dicha explicitación en el
descentramiento cognitivo. En cambio, la in- curso de la interacción misma (por eso es so-
teracción entre un adulto y el niño está marca- cial). La resolución de dicho conflicto supone
da de manera contundente por la superioridad progresos cognitivos para los sujetos involu-
cognitiva del primero, quien tarde o temprano crados en esa situación o tarea (Mugny y Doi-
termina imponiendo su propia perspectiva. se, 1991; Mugny et al., 1991; Perret-Clermont,
Por todo lo anterior, el SC plantea una sín- 1984; Zittoun et al., 1997).
tesis de los postulados piagetianos y vygots- Sin embargo, algunos autores sostienen
kianos al sostener una relación recíproca, que existen obstáculos al carácter constructi-
permanente y necesaria entre desarrollo cog- vo del conflicto, muy comunes en el aula. El
nitivo y desarrollo social (Peralta et al., 2012). primero de ellos (y el más habitual) es la evita-
Se trata de un modelo discontinuo, en el cual ción del conflicto y la complacencia, es decir,
la experiencia social es motor de la inteligen- aceptar sin un examen crítico la posición del
cia, la cual, a su vez, favorece nuevos inter- compañero para evitar el conflicto o para po-
cambios sociales que permitirán construir nerle fin. Esto sucede porque, en general, las
nuevos conocimientos, y así sucesivamente. personas otorgan una significación negativa
En tal sentido, la distinción entre mundo so- a la situación y buscan evitar sentirse menos
cial y no social es fundamental, ya que del pri- competentes que sus compañeros, o simple-
mero provienen las experiencias relacionales mente fracasar. El segundo obstáculo se pre-
que constituyen la base de las transformacio- senta cuando la participación no es recíproca;
nes cognitivas fundamentales. el conflicto resulta beneficioso sólo cuando
los sujetos pueden afrontar las divergencias
¿A cuáles conceptos y argumentar sus puntos de vista en pos de
socioconstructivistas podemos la cooperación. Finalmente, la competencia
apelar para pensar e interpretar y las reacciones defensivas también son una
los procesos de construcción de limitación, ya que perjudican el intercambio,
conocimiento escolar? la inquietud del sujeto por construir nuevos
conocimientos y el cambio de actitud ante la
En este apartado se desarrolla una serie de situación (Buchs et al., 2008).
formulaciones en torno a aquellos conceptos Ahora bien, si el conflicto sociocogni-
y nociones provenientes del SC que utilizamos tivo tiene lugar, entonces existen diferentes
de manera más recurrente como fundamen- formas de regulación de éste —relacional y
to teórico de nuestras investigaciones, y que sociocognitiva— junto a diversas consecuen-
consideramos pueden constituir elementos cias para el sujeto (Staerklé y Butera, 2017). La
valiosos desde los cuales pensar los procesos regulación relacional se produce cuando la
educativos. resolución del conflicto reside en la modifi-
cación de la respuesta de uno o varios de los
Conflicto sociocognitivo sujetos con el objetivo de volver a establecer
Cuando hablamos de conflicto sociocogni- la relación interindividual que existía antes
tivo hacemos referencia a una situación en del conflicto. Esta vuelta atrás no supone un
la que dos o más sujetos que se encuentran trabajo cognitivo real, de modo que la modi-
resolviendo una tarea, presentan puntos de ficación que se produce constituye un cambio
vista u opiniones diferentes sobre la posible a nivel superficial. En cambio, la regulación
resolución. Esa confrontación implica la ex- sociocognitiva se produce cuando se elabo-
plicitación fundamentada de los puntos de ran nuevos instrumentos cognitivos, y de este

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M. Castellaro y N.S. Peralta | Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo
modo se origina un cambio fundamental que de la elaboración de un discurso para definir y
se manifiesta en una reorganización cognitiva justificar una posición y, además, supone que
consistente en una coordinación de puntos de quienes argumentan examinen sus posiciones
vista inicialmente opuestos (Peralta y Roselli, a la luz de las posiciones de los otros, compro-
2016). Es decir, cuando el conflicto se presenta metiéndolos de esta manera en un proceso so-
espontáneamente en el aula (o es producido cial, con una finalidad y en contextos determi-
intencionalmente mediante alguna actividad nados (Leitão, 2000; Peralta y Castellaro, 2018).
por el docente), es importante capitalizar el En general, es entendida como una situación
momento, evitar los obstáculos y propiciar e intercambio social que permite inferir ca-
una resolución sociocognitiva del mismo. racterísticas propias de la mente de quien está
Finalmente, es importante subrayar que participando, es decir, permite explicitar los
el conflicto sociocognitvo tiene varias conse- mecanismos involucrados en ese aprendizaje
cuencias, entre ellas, que el sujeto está emo- (Gutiérrez y Correa, 2008).
cionalmente activo y puede tomar conciencia Según Baker (1998), la argumentación es
de la existencia de otras formas de respuestas, un tipo de interacción en el cual los sujetos
además de que el compañero le da elementos proponen argumentos a favor o en contra de
de reflexión sobre sus propias opiniones y determinada posición y son guiados para exa-
le permite un manejo activo de la situación minar y reflexionar sobre sus puntos de vista y
(Mugny et al., 1991). En otros términos, el los de sus compañeros respecto a un tema en
conflicto sociocognitivo no hace más que am- particular. Como resultado, los puntos de vis-
pliarle al niño la representación de la situación ta individuales suelen enriquecerse a partir de
en la que se encuentra, gracias a la confronta- una comprensión más profunda del tema. Esta
ción con ideas diferentes o nuevas provenien- perspectiva interaccionista considera la argu-
tes de sus pares. En consecuencia, la clase (un mentación como una actividad psicosocial que
claro escenario social) es, por naturaleza, una beneficia a los sujetos en términos cognitivos
situación conflictiva permanente que la ma- (Felton y Kuhn, 2001) dado que los comprome-
yor parte del tiempo expone al niño a ideas te en la posibilidad de un cambio epistémico y
nuevas y opuestas que lo ayudan a ampliar su la negociación de un sentido más elaborado.
campo de acción y representación, y a avanzar En ese contexto, partimos del principio
en sus aprendizajes (Peralta y Roselli, 2015). socioconstructivo que sostiene que el diálogo
argumentativo es el marco ideal para la cons-
Argumentación trucción del conocimiento (Pérez-Echeverría
La argumentación ha sido conceptualizada y et al., 2016). Por este motivo, es importante
estudiada desde diversas disciplinas, entre las destacar el valor de la argumentación dialógi-
cuales se encuentra la psicología, la filosofía y ca en el seno de los ámbitos educativos, dado
la lingüística. Entonces, ¿por qué la plantea- que hay un reconocimiento unánime de que la
mos como un concepto central en el SC actual función argumentativa permite una reflexión
y, en consecuencia, con un alto valor educati- metacognitiva sobre los propios puntos de vis-
vo? Desde la perspectiva socioconstructivista, ta en la medida en que le permite al estudiante
la argumentación toma un sentido muy espe- beneficiarse del intercambio con el punto de
cífico, en tanto refiere a un proceso y producto vista de los demás (Peralta y Roselli, 2017).
que ocurre necesariamente en un escenario La utilización en el aula de estrategias
interactivo (incluso del sujeto al interactuar que estimulen la colaboración, el conflicto
consigo mismo). Cuando nos referimos a la ar- sociocognitivo y el diálogo argumentativo
gumentación entendemos que es una manera beneficia a los sujetos en sus aprendizajes,
racional de enfrentar un conflicto, que requiere concretamente en la adquisición y desarrollo

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M. Castellaro y N.S. Peralta | Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo 145
del entendimiento, la escucha, la tolerancia, segunda destaca el valor de la confrontación
la crítica fundamentada y el trabajo en grupo entre puntos de vista (Mercer, 1996). Sin em-
(Peralta, 2012). bargo, en ambos casos la clave de la cuestión
es entender a la co-construcción sociocogni-
Intersubjetividad tiva como un proceso y un producto, ambos
El concepto de intersubjetividad no es exclu- inaccesibles desde las instancias puramente
sivo del SC, sino que también está presente en individuales de los compañeros de trabajo.
otros modelos teóricos (por ejemplo, el psicoa- Ambas nociones, intersubjetividad y con-
nálisis). Sin entrar a discutir las similitudes y flicto sociocognitivo, poseen una implicación
diferencias del término según el marco teórico directa sobre la educación, en el sentido de
de base, en el caso específico del SC podemos que constituyen las claves explicativas de los
definirlo como el proceso (y producto) de logros de aprendizaje más importantes, no ac-
construcción conjunta de un campo de signi- cesibles desde el trabajo solitario. Además, la
ficación compartida entre dos o más sujetos actividad en colaboración representa un mar-
involucrados en una actividad común (Kum- co privilegiado para el andamiaje y la ayuda
pulainen et al., 2003; Mortimer y Wertsch, 2003; mutua, la estimulación recíproca, la amplia-
Rogoff, 1990, 2012; Tudge, 1992). Se trata de un ción del campo de acción, la complementa-
emergente irreductible a la individualidad de ción de roles y el control entre los sujetos de
cada sujeto involucrado, cuya base es una au- sus aportes y de su actividad (Roselli, 2011b).
téntica comunicación que permite conectar En función de ello, si se propone que la base
interpretaciones inicialmente autorreferencia- principal de los aprendizajes significativos es
les y lograr la construcción de un entendimien- la interacción con los demás, es fundamental
to compartido de la situación. En ese sentido, estructurar la situación de enseñanza en fun-
el lenguaje posee un rol central a partir de dos ción de esta premisa.
funciones principales: comunicacional, por- Es importante tener en cuenta que el tra-
que permite intercambiar significados y cons- bajo en colaboración reporta una multiplici-
truir un campo de significación compartida dad de beneficios educativos, pero también
acerca de la tarea (Mortimer y Wertsch, 2003); implica un esfuerzo mutuo de los compañe-
y psicológica, referida a la regulación y la pla- ros y del docente (como acompañante más o
nificación de la actividad y el pensamiento, menos involucrado en la situación), para lo-
dirigidos al propio sujeto (auto-regulación), al grar y mantener una coordinación a nivel del
compañero (co-regulación) y a la propia acti- lenguaje y de la acción. O sea, si bien puede
vidad co-construida (regulación compartida), darse de manera relativamente espontánea, su
según la distinción conceptual más reciente mantenimiento y sostén implica un compro-
(Grau y Whitebread, 2012; Iiskala et al., 2011; miso por parte de los actores. En tal sentido,
Isohätälä et al., 2017; Malmberg et al., 2017). las diferentes técnicas de aprendizaje cola-
El concepto de intersubjetividad es cen- borativo que se han propuesto (por ejemplo,
tral dentro del SC porque enfatiza el carácter Barkley et al., 2007; Mercer, 2001; Roselli, 2017;
estrictamente social del desarrollo y de la Wegerif et al., 2016) constituyen un recurso de
construcción de conocimiento. La diferencia suma importancia para el docente.
teórica con respecto a la noción de conflicto Tradicionalmente, la noción de inter-
sociocognitivo, emparentada principalmen- subjetividad ha sido entendida en un sentido
te con la perspectiva neopiagetiana, remite a restringido, en tanto alude a un genuino en-
una cuestión de énfasis: mientras la prime- cuentro entre subjetividades que puede darse
ra (intersubjetividad) destaca el carácter de o no en una interacción social determinada.
complementariedad entre perspectivas, la Esto significaría que el solo hecho de que dos

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o más sujetos interactúen entre sí en una tarea para diferenciarlas es la calidad del intercambio
común no garantiza la conformación de una lingüístico, lo que implica una menor o mayor
unidad colectiva auténtica. En este sentido, es posibilidad de arribar a una auténtica construc-
necesario que se cumpla una serie de requisitos ción compartida de los significados sobre la ta-
específicos entre los cuales se destacan la cali- rea. Esta diferenciación constituye un aporte
dad de la discusión verbal y el intercambio de teórico de suma relevancia, puesto que muchos
ideas, lo cual predispone a la co-construcción trabajos posteriores lo tomaron como referen-
de una matriz básica sobre la cual negociar sig- cia para el análisis de los procesos sociocogni-
nificados personales y acceder a un campo de tivos entre pares (por ejemplo, Kershner et al.,
significación compartida. Así, siguiendo esta 2010; Schmitz y Winskel, 2008; Wegerif et al.,
definición, podría proponerse que el concep- 2016; Webb y Treagust, 2006; Yang, 2016).
to de intersubjetividad está reservado a ciertos Las tres modalidades representan niveles
momentos o estados puntuales de la interac- crecientes en la calidad de la interacción cola-
ción (por ejemplo, durante una realización de borativa, y constituyen categorías de relevan-
una tarea colaborativa), donde los participan- cia para el docente a la hora de identificar y/o
tes logran acceder a una estructura colectiva e acompañar las diferentes interacciones co-
irreductible de entendimiento compartido. laborativas de los alumnos. La conversación
Sin embargo, en el presente trabajo tam- de disputa (disputational talk) se caracteriza
bién queremos proponer un segundo sentido por el predominio de un desacuerdo cons-
del término, en este caso más amplio que el tante entre los sujetos y la toma individual
anterior (Peralta y Castellaro, 2018). Así, un de decisiones, además de la dificultad para
significado más general de la intersubjetividad comprender el punto de vista ajeno. En al-
podría referir directamente al sistema socio- gunos momentos pueden llegar a observarse
relacional-cognitivo-emocional que emerge intentos destinados a unir recursos u ofrecer
cuando dos o más individuos se disponen a sugerencias constructivas, aunque no son
desarrollar una actividad en común, en fun- suficientes para revertir ese estado de situa-
ción de un objetivo también compartido. De ción. Un indicador principal está constituido
esta manera, el concepto podría aplicarse a por la constante emisión de afirmaciones y
diversas situaciones interactivas que pueden contra-afirmaciones opositoras por parte de
reconocer diferentes grados de coordinación los participantes sin apelar a ningún intento
intersubjetiva y calidad de los intercambios, de justificación. Por su parte, en la conversa-
entre ellos, aquél reservado para el sentido es- ción acumulativa (cumulative talk) los sujetos
pecífico del término (como auténtico encuen- logran acuerdos básicos relativos a la resolu-
tro de subjetividades). ción de la tarea y acceden a cierto grado de
construcción compartida del conocimien-
El camino hacia la to. A pesar de lo anterior, dicho proceso de
intersubjetividad habla construcción se produce por una adhesión
de disputa, acumulativa y acrítica de cada uno respecto a lo dicho por el
exploratoria compañero. En este sentido, el conocimiento
se construye de modo precario (acumulativa-
A partir, como referencia, del sentido restrin- mente) porque los individuos sólo repiten o
gido de intersubjetividad (formulado ante- confirman sin reflexión crítica las interven-
riormente), Neil Mercer y otros colegas pro- ciones ajenas y sin acceder a una auténtica
pusieron tres modalidades sociocognitivas de co-construcción intersubjetiva. Finalmente,
construcción de conocimiento (Mercer, 1996, la conversación exploratoria (exploratory talk)
2001; Mercer et al., 1999). El indicador principal representa el nivel de máxima calidad en el

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intercambio lingüístico colectivo, ya que los de esta posición. Desde tal perspectiva, el
participantes logran una auténtica construc- trabajo conjunto es entendido como el pro-
ción de significados compartidos a partir de ducto resultante de la sumatoria de acciones
la confrontación crítica de ideas. El diálogo individuales, generadas a partir de contin-
se caracteriza por el ofrecimiento de sugeren- gencias ambientales (estructura de objetivos,
cias y alternativas de acción, ambas puestas estructura de incentivos y estructura de la
a prueba por el grupo, lo que permite avan- tarea). La regulación de estos estímulos pre-
zar progresivamente en nuevas y emergentes dispone a la diferenciación de tres situaciones
construcciones de sentido. sociales básicas: cooperativa, competitiva e
individualista.
¿Colaboración o cooperación? Ya dentro del constructivismo, el uso de
la noción de cooperación se identifica princi-
Otra cuestión vinculada a la conceptualiza- palmente con la psicología genética ortodoxa.
ción del trabajo conjunto entre pares en el Primero, porque para Piaget la interacción
ámbito del desarrollo y de la educación es la social no posee un estatus especial en com-
utilización de los términos “cooperación” o paración con la manipulación de los objetos
“colaboración”. Si bien se han propuesto al- físicos, en lo que hace a su papel dentro del de-
gunos elementos diferenciales, aún se man- sarrollo. Pero, sobre todo, porque postula una
tiene el debate sobre esta terminología y no relación estrecha (por momentos, de isomor-
se cuenta con un criterio definitivo y unívoco fismo) entre el desarrollo de las estructuras de
que permita una clara distinción (Barkley et pensamiento y las formas de sociabilidad del
al., 2007; Castellaro y Roselli, 2013). sujeto. Esto deriva en que el desarrollo social
En este artículo proponemos una idea sea concebido como un camino ontogenético
para ordenar la discusión, consistente en di- cuyo inicio es un estadio autista o egocéntri-
ferenciar dos niveles de sentido de los térmi- co y cuyo final es un estadio de cooperación
nos cooperación y colaboración: a) cuando se directamente asociado con la construcción
utilizan para referir a una concepción teórica de una lógica operatoria o reversible (Piaget,
fundamental del desarrollo y del conocimien- 1984; 1995). En síntesis, la ontogénesis implica
to (sentido profundo o estricto); b) cuando se un avance desde lo individual hacia formas
utilizan para aludir a un conjunto de técnicas cada vez más avanzadas de sociabilidad; y a
didácticas basadas en el trabajo en equipo nivel microgenético (interacciones sociales
(sentido superficial o amplio). específicas) la base del trabajo conjunto es
En el primer caso (a), el uso diferencial de la comprensión del punto de vista ajeno por
los términos cooperación o colaboración se parte de cada sujeto implicado.
asocia con un enfoque conceptual de base so- En cambio, la noción de colaboración, en
bre el desarrollo y la construcción de conoci- un sentido profundo, se vincula directamen-
mientos. En tal sentido, la idea de cooperación te con una concepción del desarrollo (y del
remite a una representación de lo colectivo aprendizaje) que otorga una supremacía onto-
como un producto resultante y reductible a la genética a la interacción con los demás, por so-
adición de acciones y/o pensamientos indivi- bre la manipulación solitaria del mundo físico
dualistas. En relación con este punto, aunque (Vygotsky, 1995a; 1995b). A esto se le suma una
se aleje teóricamente de lo que entendemos concepción del trabajo conjunto como proce-
como SC, podemos hacer una breve mención so/producto emergente e irreductible a las in-
a la línea conceptual del aprendizaje coopera- dividualidades de los participantes. Esto se en-
tivo (Azorin, 2018; Johnson y Johnson, 2009; cuentra en sintonía, ni más ni menos, que con
Slavin, 2011), que constituye un claro ejemplo la idea de intersubjetividad desarrollada más

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arriba. En función de lo anterior, y conside- por ejemplo, indígenas mexicanas, donde se
rando la dirección conceptual tomada por los otorga un mayor valor social a lo grupal o co-
estudios socioconstructivistas, coincidimos lectivo (por ejemplo, al conjunto familiar).
con Roselli (2011b) en que la noción de colabo- Por su parte, al retomar los dos niveles
ración tendría que desplazar progresivamente de significado de los términos cooperación
(y así está siendo) a la noción de cooperación. y colaboración, cuando los consideramos en
Incluso, siguiendo a Mejía-Arauz et al. un sentido más amplio o superficial, es decir,
(2018), la asunción de una concepción del tra- asociado con técnicas de trabajo grupal en el
bajo conjunto en términos de cooperación o ámbito escolar (criterio b), el elemento básico
de colaboración puede interpretarse como de diferenciación entre ambos términos es el
producto del paradigma cultural de referen- grado de división y distribución de funciones
cia de quien lo interpreta, el cual se concretiza durante una tarea colectiva (Álvarez y Difa-
en las prácticas familiares y comunitarias en bio, 2017; Dillenbourg, 1999, 2002; Barkley et
las cuales participa el sujeto durante el desa- al., 2007). Esto último, en general, se asocia
rrollo. Esta perspectiva se sostiene en estudios con la presencia o ausencia de una estructu-
que compararon actividades de trabajo con- ración explícita de la situación interactiva por
junto entre sujetos de diferentes culturas, por parte de un agente externo (por ejemplo, el
ejemplo, indígenas rurales mexicanos y urba- investigador o el docente).
nos occidentales (Correa-Chávez et al. 2016; Así, en una técnica cooperativa es habitual
Mejía-Arauz et al. 2012; Mejía Arauz, 2015). que el adulto divida previamente la tarea en
Así, el modelo de negociación (análogo a la diferentes partes o aspectos, de manera que
idea de cooperación) tiende a considerar al cada sujeto debe hacerse cargo de la realiza-
fenómeno de la co-construcción colectiva en ción de uno de dichos componentes. Durante
clave de tensión o conflicto entre las propias esta primera etapa de carácter personal los in-
posiciones epistémico-sociales de los sujetos dividuos trabajan separadamente, para luego
que interactúan, cuya resolución exige lograr pasar a una segunda instancia de coordina-
un consenso por intercambio de argumentos. ción donde se ensamblan los diferentes apor-
La base de esta representación, propia de las tes individuales en una producción unitaria.
culturas urbanas occidentales, derivaría de En cambio, una técnica colaborativa se trata-
las pautas y prácticas más individualistas y/o ría de un formato de actividad en el cual todos
competitivas que promueve este tipo de colec- los compañeros interactúan constantemen-
tivos sociales. Por su parte, el modelo de la co- te entre sí desde el inicio, sin basarse en una
laboración enfatiza el carácter de complemen- división previa de funciones y co-actuando
tariedad interpersonal de la co-construcción como sujeto colectivo en la ejecución de la ta-
colectiva, y coincide como representación so- rea (Castellaro y Roselli, 2013; Palincsar y He-
cial con la idea de colaboración propuesta más rrenkohl, 2002). Esto obedece a que el docente
arriba. A diferencia de la negociación, el he- no plantea previamente una serie de subtareas
cho sociocognitivo constituye un emergente o funciones que deberán asumirse individual-
intersubjetivo (irreductible), así como ocurre mente. A pesar de ello, es probable que duran-
con las distintas formas que toma el vínculo te la realización de la tarea cada miembro se
social, materializado en los diferentes grupos haga cargo de una parte de la actividad como
e instituciones en los cuales participa el niño, producto espontáneo de la dinámica interac-
como la familia, la escuela y otros. Esto estaría tiva, pero en ningún caso dicha distribución
más presente en comunidades más pequeñas, es pautada externamente por un tercero.

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¿Y la tutoría entre pares? educativo formal (o al jardín maternal, como
instancia informal previa) constituye un hito
Otro concepto presente en los estudios so- clave de legitimación institucional y cultural
cioconstructivistas es el de “tutoría entre pa- de este tipo de intercambios sociales.
res”, que también puede presentar diferentes Precisamente, retomando el debate pre-
sentidos según el criterio desde el cual se lo vio, la aparente contradicción entre “tutoría” y
entiende. Pero antes de continuar, es necesa- “pares” se resuelve cuando recordamos que el
rio efectuar una aclaración. Si se desglosa el concepto de “par” o “igual” encuentra su sen-
término compuesto “tutoría entre pares” po- tido fundamentalmente en el escenario inte-
dría pensarse en una suerte de contradicción ractivo que se establece entre el niño y otros
interna. Esto es, por un lado, “tutoría” refiere a niños, por clara contraposición con el escena-
una relación de acompañamiento, andamiaje rio interactivo entre el niño y el adulto, donde
y/o enseñanza de un tutor con respecto a otro la idea de “par” o “igual” no tiene lugar por las
tutorado (si bien aquí se habla en singular, diferencias extremas entre éstos. Por tanto, el
también puede serlo en plural), lo que impli- concepto de “par” no sólo aplicaría a sujetos
ca necesariamente que el primero cuente con en condiciones de igualdad con respecto a
un mayor nivel de desarrollo de una función, edad, año escolar y/o grado de desarrollo de
habilidad, competencia (o como queramos de- una función específica, lo que coincidiría con
nominarlo) que el segundo. Sin embargo, por la definición más pura del término; también
otro lado, el término “pares” o “iguales” alude a referiría a sujetos que, si bien poseen diferen-
una condición de alta homogeneidad entre los cias entre sí con respecto a la edad, el año es-
sujetos, lo cual iría a contramano de lo ante- colar y/o el grado de competencia específica,
rior. Entonces, ¿cómo resolvemos la cuestión? pertenecen a la misma etapa evolutiva global,
En nuestra opinión, un elemento que es decir, todos son niños.
aporta claridad es la distinción teórica clásica De esta manera, hay autores que identifi-
entre los dos paradigmas o matrices vincula- can la tutoría entre pares con la situación de
res básicas del desarrollo, sobre las cuales se trabajo conjunto entre niños de diferentes
ha enfocado la literatura socioconstructivis- edades. Si bien el criterio de base es la desigual-
ta: la interacción niño-adulto y la interacción dad etaria, también se infiere una diferen-
niño-niño (Castellaro y Roselli, 2015; Rogoff, cia en el desarrollo de la función cognitiva o
1990). La primera constituye el modelo vincu- contenido de aprendizaje en cuestión. Phelps
lar preponderante durante los primeros años y Damon (1989) hablan de uno o dos años de
del desarrollo y posee un carácter netamen- diferencia entre los sujetos. Alam et al. (2017)
te asimétrico, puesto que es el adulto quien y Alam y Rosemberg (2015; 2016) aplican esta
aporta la matriz cultural de significado que se noción a casos con una mayor desigualdad
dirime en la interacción. La desigualdad en- etaria, por ejemplo, díadas integradas por un
tre el niño y el adulto es marcada en extremo, sujeto de cuatro o cinco años junto a un tutor
tanto en edad cronológica como en relación de 12. Pero también se puede hablar de tutoría
con el grado de desarrollo de determinada entre pares en situaciones donde los sujetos
función. Por su parte, a medida que el niño tienen edades similares (o año escolar), pero
avanza en su desarrollo comienzan a tomar la diferencia refiere directamente al nivel de
mayor protagonismo las interacciones que es- desarrollo de cierta competencia. Este criterio
tablece con otros niños, lo cual —como ya se es más sutil que el anterior (vinculado directa-
dijo— constituye una segunda matriz vincu- mente a un aspecto externo como la edad cro-
lar tan importante como la primera. En este nológica), puesto que requiere necesariamente
sentido, el ingreso y transcurrir por el sistema de una evaluación del grado de desarrollo de la

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función o contenido estudiado (por ejemplo, de tutor y tutorado), nos pareció importante
Sorsana et al., 2013; Roselli y Hernández, 2019). considerarlo porque constituye una categoría
Entonces, hasta aquí hemos propuesto frecuente cuando se trata de analizar e identi-
que la tutoría entre pares exige una diferencia ficar modalidades interactivas entre pares.
básica entre los sujetos, la cual puede estar de-
terminada simplemente por la edad (o el año Interactuar: el fundamento
escolar) y/o por el nivel de desarrollo especí- necesario de la construcción de
fico (lo cual puede darse entre individuos de conocimiento escolar
la misma edad). Ahora bien, aún resta hacer
referencia a un segundo aspecto involucrado, Tal como planteamos a lo largo del trabajo,
complementario de lo anterior: la consigna la premisa central de una perspectiva socio-
de trabajo aportada por el investigador o el constructivista es que la interacción con otros
docente. En general, el término tutoría entre constituye la experiencia clave del desarrollo y
pares se aplica a situaciones en las cuales el de la construcción de conocimiento; es decir,
adulto que acompaña la situación interactiva dichos procesos de cambio sólo son pensa-
establece y asigna explícitamente a los sujetos bles y necesariamente ocurren en escenarios
las funciones sociales de enseñante (para el de intersubjetivos (Psaltis et al., 2009; Rogoff,
mayor edad y/o más hábil) y de aprendiz (para 1990, 2012). A su vez, esto conlleva una visión
el de menor edad y/o menos hábil). Así, cada contextual del desarrollo y del conocimiento,
participante es consciente de un rol social que sostenida en la idea de una interconexión en-
le es asignado, el que tratará de llevar a cabo de tre los niveles microgenético, ontogenético y
una forma u otra. sociogenético (Castorina, 2018). En efecto, el
Aunque éste es el sentido más habitual SC postula un atravesamiento de los contex-
del término (consigna tutorial explícita), es tos y productos culturales cuando se piensa en
importante mencionar (y diferenciar) una si- la construcción de la subjetividad (Castellaro
tuación menos frecuente en la cual también y Roselli, 2015; Castorina, 2017; Mejía-Arauz,
se lo invoca: cuando se proponen categorías 2015; Rosemberg et al., 2016).
de análisis para identificar modalidades inte- En función de este esquema teórico, la
ractivas de trabajo conjunto. Esto refiere a los escuela representa un escenario social privile-
procesos de acompañamiento o andamiaje de giado y fundamental. Por un lado, constituye
un sujeto con respecto a otro, que ocurren de una instancia formal clave para la apropiación
manera natural o espontánea en el marco de activa y crítica de las herramientas y signifi-
una interacción colaborativa, es decir, sin que cados aportados por la cultura. Este carácter
el docente o investigador lo haya solicitado de “formal” implica un elemento de legitimación
manera explícita en una consigna de trabajo. institucional de suma relevancia para el desa-
En efecto, la literatura registra diferentes estu- rrollo, que viene a complementarse con el aba-
dios (Castellaro y Roselli, 2015, 2018; Kumpu- nico de instancias sociales informales por las
lainen et al., 2003; Lacasa et al., 1995; Zapiti y que transita el niño. A su vez, la escuela aporta
Psaltis, 2012) que han identificado modalida- una plataforma socio-institucional para el es-
des sociocognitivas espontáneas de carácter tablecimiento y devenir de nuevas interaccio-
tutorial, en actividades colaborativas que no nes, ya sea entre el niño y el docente (y otros
estuvieron precedidas por una consigna que adultos de la comunidad educativa) y del niño
estableciera explícitamente roles de tutor y tu- con sus pares. En ambos casos, la escolariza-
torado. Si bien esto último es menos habitual ción contribuye de forma contundente en la
que el caso de su uso más frecuente (bajo una ampliación de las experiencias relacionales,
consigna explícita que establece funciones que hasta ese momento estaban mayormente

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restringidas a un entorno familiar o afecti- educativos del trabajo conjunto entre pares no
vo más cercano. Tal como se planteó, estos son “automáticos”, sino que estarán regulados
formatos de interacción representan las dos por esos aspectos intervinientes (junto a otros
matrices vinculares básicas del desarrollo, aquí omitidos), que se sugiere considerar a la
de las cuales provienen, respectivamente, las hora de la planificación curricular.
experiencias asimétricas vinculadas con la La consideración de las variables intervi-
enseñanza formal y no formal, y las relaciones nientes previas en el ámbito escolar no tiene
de reciprocidad, equidad y simetría propias de un fin en sí mismo, sino que está al servicio
los intercambios con los pares. de favorecer, sostener y potenciar el elemento
Nuestras investigaciones ponen el foco de central de la construcción de conocimiento,
interés en la experiencia de trabajo conjunto que es la propia interacción sociocognitiva, es
entre pares, la cual está asociada —en gran decir, el interactuar. Para lograr este propósi-
parte de la literatura— con múltiples bene- to, el docente no sólo cuenta con la posibili-
ficios educativos, no sólo en lo que hace a la dad de reflexionar sobre y planificar el trabajo
construcción de conocimientos académicos, conjunto entre pares en función de la conside-
sino también en aspectos sociales y actitudina- ración de los aspectos mencionados; también
les. A pesar de lo anterior, es necesario tener en puede incorporarse al sistema sociocognitivo
cuenta que el vínculo entre interacción social de trabajo conjunto entre pares, “andamian-
y construcción de conocimiento escolar no do” dichos procesos de producción colectiva.
es directo y unívoco, sino que está atravesado Esto se ha observado, por ejemplo, en estudios
por múltiples aspectos o variables intervinien- previos que han analizado los procesos de in-
tes que regulan dicha relación. Precisamente, centivación del conflicto sociocognitivo en
la mayor parte de las investigaciones recientes díadas (Peralta et al., 2012) o tomando como
apuntan a lograr una comprensión más pro- referencia teórica a la noción de evaluación
funda de tales variables involucradas, entre dinámica (Taverna y Peralta, 2009). En sínte-
las cuales podemos mencionar: a) aquéllas sis, pensar la educación desde el SC posibilita
relativas a los propios sujetos que interactúan, el complemento y enriquecimiento mutuo
como la edad (o momento evolutivo), el punto entre la matriz socio-pedagógica docente-
de vista o el nivel de competencia con respecto niño/a y aquélla basada en la interacción entre
a una tarea determinada, el género, la amistad los propios compañeros. Incluso, el mismo
o afinidad socioafectiva entre éstos, o el signi- docente cuenta con la opción de “pivotear”
ficado personal que posee la tarea para cada entre ambas matrices, moviéndose “desde
sujeto; b) aquéllas relativas a la estructuración afuera hacia adentro”, o viceversa, en relación
de la situación interactiva, como la cantidad con el sistema intersubjetivo de colaboración
de compañeros que integra la unidad social, el que se establece entre los alumnos (pares).
tipo de proceso cognitivo o contenido escolar A modo de cierre, y tal como se adelantó
sobre el que se trabaja, el formato material de más arriba, el SC actual constituye una intere-
la actividad, o el tipo de consigna verbal (una sante y productiva integración entre posicio-
revisión detallada de ambos grupos de varia- nes teóricas que, a pesar de compartir los pre-
bles puede consultarse en Castellaro y Domi- supuestos constructivistas, tradicionalmente
nino, 2011; Peralta y Castellaro, 2018; Psaltis y se plantearon como contrapuestas en varios
Zapiti, 2014; Quiamzade et al., 2014). En con- aspectos (Piaget y Vygotsky). En efecto, los
secuencia, cuando trasladamos estas ideas al desarrollos posteriores neopiagetianos y neo-
ámbito de la construcción de conocimien- vygotskianos favorecieron una mayor unifi-
tos escolares, el docente (y nosotros mismos) cación teórica, que también puede aplicarse
debemos tener en cuenta que los beneficios en la planificación escolar. Así, cada tradición

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M. Castellaro y N.S. Peralta | Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo
ha aportado una serie de conceptos valiosos planificar una estrategia pedagógica cuyo eje
que pueden utilizarse en función de las dife- sea el trabajo conjunto en pos de un objetivo
rentes circunstancias que se relacionan con común, por ejemplo, la resolución colaborati-
el proceso educativo. Así, en algunos casos va de un problema matemático. Si bien cada
puede tener mayor sentido pedagógico la or- opción puede analogarse con la perspecti-
ganización de actividades en las cuales se fa- va neopiagetiana (en el primer caso) o neo-
vorezca la confrontación entre puntos de vis- vygotskiana (en el segundo caso), ambas coin-
ta individuales, el debate y la argumentación ciden enfáticamente en la naturaleza social o
(por ejemplo, en relación con contenidos dile- interactiva de los procesos activos de conoci-
máticos o éticamente discutibles). En cambio, miento. Precisamente, allí radica el núcleo y el
en otras ocasiones puede ser más adecuado sentido teórico del socioconstructivismo.

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M. Castellaro y N.S. Peralta | Pensar el conocimiento escolar desde el socioconstructivismo
Educación para el cambio climático
¿Educar sobre el clima o para el cambio?

Edgar J. González Gaudiano* | Pablo Á. Meira Cartea**

El cambio climático constituye el desafío más importante de la humani- Palabras clave


dad para el presente siglo. Se trata de un complejo fenómeno resultante
del proceso civilizatorio en boga que desestabilizará aún más los ciclos Educación ambiental
y dinámicas naturales y sociales de todo el globo. Por ello, desconcierta Educación para el cambio
la apatía que las ciencias sociales y la educación han manifestado y ma- climático
nifiestan sobre este problema en la trayectoria actual hacia un colapso Educación climática
generalizado. En el artículo se analizan críticamente las dos vertientes
fundamentales de respuesta que se formulan con finalidades educativas Cambio climático
en esta materia. Discutimos sus alcances y limitaciones, y revisamos posi- Colapso
bilidades más fecundas en términos de eficacia colectiva, con el propósito
de fortalecer la capacidad y la disposición de las personas y las comuni-
dades de lograr cambios significativos apremiantes, que contribuyan a
evitar los peores escenarios posibles de la crisis climática.

Climate change constitutes humanity’s most important challenge for this Keywords
century. It is a complex phenomenon resulting from the prevailing civiliz-
ing process which will further destabilize global natural and social cycles. Environmental education
Therefore, the apathy which the social sciences and education have displayed, Education for climate
and continue to display, on the issue along our current trajectory toward gen- change
eralized collapse is disconcerting. The article offers a critical analysis of the Climate education
two fundamental lines of response on the subject formulated for educational
purposes. We discuss their scope and limitations, and examine more fertile Climate change
possibilities in terms of collective effectiveness, with the aim of strengthen- Collapse
ing the capacity and willingness of people and communities to effect urgent
significant changes which help to avoid the worst possible scenarios of the
climate crisis.

Enviado: 14 de junio de 2019 | Aceptado: 18 de septiembre de 2019


DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59464
* Investigador titular de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Vera-
cruzana (México). Coordina la Cátedra UNESCO “Ciudadanía, Educación y Sustentabilidad Ambiental del Desa-
rrollo”. Doctor en Filosofía y ciencias de la educación. Línea de investigación: educación para el cambio climático.
Publicación reciente: (en prensa, en coautoría con P. Meira), “Environmental Education under Siege: Climate radi-
cality”, Journal of Environmental Education, número especial de aniversario. CE: egonzalezgaudiano@gmail.com
** Profesor del Departamento de Pedagogía y Didáctica de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universi-
dad de Santiago de Compostela (España). Doctor en Filosofía y ciencias de la educación. Línea de investigación:
educación para el cambio climático. Publicación reciente: (2019, en coautoría con A. García-Vinuesa), “La investi-
gación educativa sobre conocimientos y percepciones del cambio climático en estudiantes de educación secunda-
ria”, Revista Mexicana de Investigación Educativa, RMIE , vol. 24, núm. 81, pp. 507-535. CE: pablo.meira@usc.es

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM 157


Introducción1 Al igual que la política ambiental en su
conjunto, la educación ambiental ha estado
En los últimos 50 años la protección ambien- sometida a las restricciones de la modernidad.
tal ha tenido un desarrollo discontinuo a nivel De una educación con claros tintes de alfabe-
mundial, tanto como resultado de circunstan- tización ecológica promovida por el Progra-
cias cambiantes y esfuerzos desiguales, como ma Internacional de Educación Ambiental
de políticas internacionales que han quedado, (PIEA, UNESCO) de 1975 a 1995, se pasó a una
las más de las veces, a expensas de los dogmas educación para el desarrollo sustentable, ali-
económicos neoliberales fortalecidos con la neada con los planes de negocios de corpora-
globalización. Estas políticas han erosionado ciones y países ricos e ideada para mantener la
numerosos logros alcanzados en las décadas premisa del crecimiento en el centro del mo-
de los años ochenta y noventa del siglo pasa- delo de desarrollo, así como la ruta aspiracio-
do, y con ello se ha difuminado gran parte del nal de pertenencia a la sociedad de consumo
peso relativo adquirido por el medio ambien- prohijada por los países en desarrollo (Gon-
te en los procesos de toma de decisiones y en zález Gaudiano y Meira Cartea, en prensa).
las prioridades sociales. Lo anterior principal- Tal oscilación discursiva ha contribuido a
mente a partir de la crisis que deprimió las fi- evitar que arraigue en la población el cambio
nanzas mundiales desde los años 2008 y 2009, cultural respecto a una relación respetuosa
y las políticas mal llamadas de “austeridad” con el medio ambiente, incluso entre aque-
con las que se ha intentado responder radica- llos segmentos que desde edades tempranas
lizando el modelo económico que, paradóji- recibieron el influjo de sistemas educativos
camente, está en las raíces más profundas de presuntamente enverdecidos, como práctica-
dicha crisis. mente todas las personas menores de 40 años.
Latour es aún más pesimista en la lectura Los cambios culturales son procesos lentos,
de la coyuntura actual. Para él, lejos de ser una como flujos laminares, que requieren de una
consecuencia ineluctable de la crisis económi- persistencia de propósitos convergentes.
ca, puede constituir un resultado buscado de Desde hace varias décadas, diversos es-
la misma: tudios confirman que la “ambientalización”
de los niveles y modalidades educativas ha
…las élites han estado tan persuadidas de que sido fallida (Lotz-Sisitka y Ketlhoilwe, 2013;
no habría vida futura para todo el mundo que Cordeiro et al., 2013; González Gaudiano et
decidieron desembarazarse, lo más rápido po- al., 2015) o que ha tenido logros muy limita-
sible, de todos los lastres de la solidaridad: he dos, principalmente en los niveles educativos
ahí la desregulación. Que había que construir más altos de los sistemas educativos actuales.
una especie de fortaleza dorada para el peque- Se fomentaron procesos curriculares parcia-
ño porcentaje que lograría estar a salvo: he ahí les y sesgados, centrados principalmente en
la explosión de las desigualdades. Y que, para la adquisición de competencias cognitivas y
disimular el egoísmo craso de esa fuga del con escasa capacidad docente y discente para
mundo común, había que rechazar de plano poner en marcha aprendizajes significativos
su motivación original: he ahí la negación del mediante estrategias didácticas, situadas y
cambio climático (Latour, 2019: 35). pertinentes, de construcción de sentido. Los

Este artículo
1 se inscribe en el Proyecto de Investigación “Educación para el cambio climático en educación se-
cundaria: investigación aplicada sobre representaciones y estrategias pedagógicas en la transición ecológica”, fi-
nanciado en la Convocatoria 2018 por la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación
y Universidades, en el marco del Programa Estatal de I+D+i orientada a los Retos de la Sociedad (Plan Estatal
de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020 del Gobierno de España), con la referencia
RTI2018- 094074-B-I00.

158 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59464
E.J. González y P.Á. Meira | Educación para el cambio climático
precarios resultados obtenidos no han po- variados en el soporte vital de los ciclos bio-
dido competir con el poder invasivo de los geoquímicos. Es también un espacio de dis-
mensajes en dirección contraria inducidos puta y polarización política en el que dema-
por el marketing a través de los medios con- siadas veces imponen sus condiciones los
vencionales de comunicación y, cada vez más, intereses económicos, sin importar la progre-
desde y en las redes sociales. Como resultado siva vulnerabilidad que el fenómeno genera,
de esta trayectoria, la educación ambiental sobre todo en las zonas tropicales y las regio-
ha pasado de ser un área emergente de gran nes de mayor pobreza (Bell et al., 2011).
potencial dentro y fuera de la escuela entre los Dichos intereses han promovido estra-
años setenta y noventa del siglo pasado, a ver tegias diversas para retrasar la adopción de
reducida significativamente su capacidad pre- las políticas de respuesta requeridas ante la
supuestal, institucional, humana y política. magnitud y complejidad del problema, y con
Ha sido el agravamiento del cambio cli- ello han inducido dudas y escepticismo en
mático, evidenciado por la ciencia como uno la sociedad para contrarrestar la evidencia
de los grandes retos del siglo XXI, si no el más científica disponible, y han desacreditado las
grande, lo que ha venido a alterar el itinerario llamadas de apremio a actuar de manera de-
trazado de una muerte anunciada por aban- cidida con la urgencia debida (Oreskes y Con-
dono institucional y desaparición forzada. way, 2018). Actualmente, aunque ya es difícil
En efecto, es notable la creciente activación cuestionar en la esfera pública que las causas
de la sociedad en torno a la importancia de del cambio climático derivan inequívoca-
este fenómeno, lo que ha contribuido a in- mente de las actividades humanas, los perni-
suflar una bocanada de aire fresco también ciosos intereses del negacionismo climático
para la educación ambiental. Empero, puede y el poder económico y político de los pode-
constatarse cómo muchas propuestas para la res fácticos que se ocultan detrás (liderados
praxis educativa comienzan a orientarse en por el Instituto Hertland, Koch Industries y
la misma dirección que ha sido problemática Exxon-Mobil) (Klein, 2014; Oreskes y Con-
y problematizada en la educación ambiental. way, 2018), continúan presionando a la baja
El presente artículo pretende aportar en la los escenarios estimados sobre el comporta-
discusión de estas tendencias y revisar algu- miento de las variables climáticas en el futuro
nas posibilidades más fecundas en términos próximo (Brysse et al., 2013; Lewandowsky et
pedagógicos, a fin de fortalecer capacidades al., 2015), así como para limitar el alcance de
y disposiciones individuales y colectivas para las políticas de adaptación y mitigación nece-
auspiciar cambios significativos que contri- sarias para minimizar la amenaza y paliar sus
buyan a evitar los peores escenarios posibles consecuencias.
de la crisis climática. Aunado a lo anterior, ha habido una pro-
liferación mediática impropia y distorsionada
El cambio climático sobre el fenómeno (mediadores, comunicado-
res, agendas mediáticas, etc.), con un alto gra-
El cambio climático es un fenómeno global do de desconocimiento, con marcados sesgos
de creciente interés científico, político, social de interpretación y varias zonas oscuras en la
y mediático, porque sus repercusiones afec- representación social del cambio climático
tan y alteran prácticamente la totalidad de que nutren la indiferencia social. Por ende, el
las actividades humanas (IPCC, 2014; Schewe tema tiene un escaso peso en las prioridades
et al., 2019). De igual forma, perturba el fun- sociales y políticas (Meira Cartea, 2009; Gon-
cionamiento de la biosfera y la integridad de zález Gaudiano y Meira Cartea, 2009). Todo
los ecosistemas en su conjunto, con impactos ello contribuye a la incapacidad colectiva para

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encarar condiciones actuales y futuras que irán se conduzca indebidamente la transición y se
empeorando en la medida que continúen de- perjudique así a los países y grupos de pobla-
pendiendo de decisiones y aspiraciones gober- ción menos desarrollados, lo cual profundi-
nadas por el imperativo del crecimiento econó- zaría aún más la inequidad y aumentaría la
mico, en el crepúsculo de un sistema basado en brecha de desigualdad entre unos y otros, al
el consumo intensivo de hidrocarburos, que se lastrar sus opciones para satisfacer sus nece-
resiste a morir y nos conduce al colapso. sidades. De este modo, el cambio climático
Así, nos encontramos frente a la urgencia contribuye significativamente —y puede ha-
de transformar radicalmente el modelo ener- cerlo más aún— al rezago, a la desigualdad y
gético basado en el uso intensivo de hidrocar- a la vulnerabilidad social, amplificándose la
buros fósiles, pero la mayoría de la gente no de por sí injusta naturaleza de la geografía hu-
se ha dado cuenta, o no se quiere dar cuenta. mana (Adger et al., 2006).
Pocos perciben las implicaciones presentes y Por todo lo anterior, encontramos que el
futuras del cambio climático en su vida dia- cambio climático es un fenómeno de gran
ria y muchos de los que sí lo hacen prefieren complejidad por su precaria visibilidad y
“refugiarse” en el confort que aún les ofrece prioridad política y social. Sabemos que
el sistema (Maibach y Leiserowitz, 2009). Es mientras el fenómeno no sea reconocido
claro que la educación no podrá sola con el como un factor real e importante en la vida
colosal desafío de hacerse cargo de un cam- de las personas (Lezama, 2008; Wolf y Moser,
bio tan drástico, pero la transición energética 2011), no suscitará la presión y adhesión públi-
tampoco podrá lograrse sin realizar transfor- ca a medidas de mitigación y adaptación, ni se
maciones en las dimensiones sociales, cultu- incrementará su peso relativo en la jerarquía
rales y éticas del problema, cuyo avance sólo de prioridades de las agendas política y so-
se conseguirá mediante cambios sustantivos cial, mutuamente condicionadas. Pero no es
en los procesos educativos vigentes. fácil encarar políticamente las causalidades
El asunto de la transición energética es sistémicas de un problema que no se asume
complejo porque, en primer lugar, es preciso como una crisis estructural (Klein, 2014), aun-
convencer a la población de que el costo de no que desafía las bases económicas, políticas,
actuar será mucho mayor en el futuro, debido sociales y culturales del sistema que lo gene-
a que los beneficios económicos globales de la ra. De ahí el énfasis que los gobiernos ponen
inacción son capitalizados y privatizados por a medidas paliativas, efectistas, analgésicas,
parte de los grandes operadores del mercado tales como administrar los desastres en vez
—multinacionales y fondos de inversión—, de gestionar los riesgos; sobrevalorar la adap-
pero sus consecuencias se socializan, son de tación frente a la mitigación, u otorgar mayor
corto, mediano y largo plazos y de impactos atención a los fenómenos extremos (por su
locales en la vida de las personas (IPCC, 2014; intensidad, duración, frecuencia y trayecto-
2018). En segundo lugar, también es funda- ria) de gran cobertura mediática, en lugar de
mental tomar en cuenta —y este punto ha sido a los eventos graduales (nivel de mar, patrones
debatido durante décadas— que no todos los de lluvia, cambios fenológicos, etc.) que son
países y la población llegamos igual a este mo- más peligrosos y permanentes; o el desdén a
mento; son las condiciones socioeconómicas y las medidas de adaptación social centradas en
políticas preexistentes, históricamente deter- el desarrollo de capacidades, para priorizar
minadas, las que impiden tomar previsiones enfoques de adaptación superficiales desde la
para reducir factores de riesgo y vulnerabili- óptica de la construcción de infraestructuras,
dad, así como por los impactos diferenciales que responde (otra vez) a la oportunidad para
del fenómeno. Ello ante la posibilidad de que hacer negocios de la deriva civilizatoria.

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E.J. González y P.Á. Meira | Educación para el cambio climático
El cambio climático también es de gran f) Los científicos no se ponen de acuer-
complejidad epistémica por su carácter glo- do sobre la urgencia de actuar, porque
bal, acumulativo, desigual, no-lineal, ubicuo, no se poseen todos los datos y todavía
persistente, radical, contra-intuitivo, etc. Para persisten muchas incertezas.
este fenómeno el conocimiento científico dis-
ponible es insuficiente, ya que cuestiona las ¿Cómo educar para
fronteras y articulaciones de las disciplinas y el cambio climático?
carece de modelos de escenarios a escala re-
gional y local para estimar con total fiabilidad La educación para el cambio climático (en
consecuencias futuras. adelante, EpCC) es una necesidad imposterga-
Adicionalmente, la población posee re- ble no sólo por la magnitud y complejidad del
presentaciones sociales del cambio climático problema, sino también por el ritmo con que
sesgadas, incompletas, con prevalencia de evolucionan los indicadores que se están mo-
conceptos erróneos e ideas previas, así como nitoreando sobre el mismo (415.70 ppm CO2 en
de sobre-simplificación de los procesos (Höi- mayo de 2019, con varios días por encima del
jer, 2010; Wolf y Moser, 2011; Smith y Joffe, 2012; máximo del año anterior).2 Sin embargo, fren-
Moloney et al., 2014). Si, como dijo Robert Ox- te a la presencia de ideas previas, teorías inge-
ton Bolt (cit. en Pérez Gellida, 2013: 2), “una nuas y conceptos erróneos o distorsionados
creencia no es simplemente una idea que la sobre las causas del CC (Meira Cartea, 2009;
mente posee, es una idea que posee a la mente”, González-Gaudiano y Meira Cartea, 2009), y
algo en lo que sí pueden contribuir significati- a sabiendas de que la mayoría de los jóvenes
vamente la educación y la comunicación es en no comprenden la ciencia climática básica
cambiar las representaciones sociales del cam- (Leiserowitz et al., 2011; Shepardson et al., 2009;
bio climático, sobre todo cuando se cree que: Taber y Taylor, 2009), muchos educadores con-
sideran que su trabajo ha de orientarse a pro-
a) El problema es demasiado inmenso y porcionar información científica fiable sobre
complejo para poder hacer algo como las ciencias del clima (Monroe et al., 2017). En
individuos y a escala local o comunitaria. otras palabras, a alfabetizar sobre el clima.
b) La ciencia y la tecnología acabarán por Monroe et al. (2017) señalan que, en menor
encontrar algún modo de resolverlo número, otros educadores intentan desarrollar
sin necesidad de modificar el rumbo habilidades de pensamiento crítico para ayu-
de la humanidad. dar a que se entiendan las fuentes del conflic-
c) Su solución es responsabilidad princi- to del CC o a insistir en la necesidad de formar
pal de los países ricos y las corporacio- capacidades para la resolución de problemas
nes que generan la mayor parte de los con la participación de los jóvenes en proyectos
gases de efecto invernadero. locales para mitigar y adaptarse; y unos pocos
d) El problema es de otros y está distan- admiten la relevancia de los aspectos psicoso-
te en el tiempo y el espacio, por lo que ciales, evolutivos y éticos del fenómeno. Todos
no afecta a mi calidad de vida o a la de éstos se orientan en mayor o menor medida a
quienes son próximos a mí. educar para el cambio (Vaughter, 2016). Esa do-
e) No vale la pena renunciar al confort ble aproximación es recuperada por Mckeown
del estilo de vida actual, considerando y Hopkins (2010), quienes reconocen que la
que mis aportaciones son insignifican- EpCC tiene dos partes claramente diferenciadas:
tes frente a la magnitud del problema. educar sobre el clima y educar para el cambio.

Fuente: https://scripps.ucsd.edu/programs/keelingcurve/ (consulta: 14 de junio de 2019).


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Educar sobre el clima culmina en representaciones sociales, las que
La primera parte, educar sobre el clima, im- constituyen una forma a través de las cuales se
plica, como ya se señaló, una alfabetización consensa socialmente el sentido común. Este
climática, ecológica o científica. Su abordaje conocimiento se refiere al mundo como es
es competencia principal de las ciencias na- —lo objetiva desde el punto de vista de quien
turales —y de la didáctica aplicada de estas comparte la representación— y no como apa-
ciencias— y consiste en transponer infor- renta ser. Es decir, no genera modelos de la
mación que genere conocimientos sobre la realidad, sino para la apreciación e interpre-
composición y los procesos atmosféricos para tación de la realidad, con consecuencias prag-
entender la interrelación del sistema climático máticas en el comportamiento individual y
en el espacio y en el tiempo (Dupigny-Giroux, —en la medida en que son construidas y com-
2017). Este enfoque es similar al que ha con- partidas socialmente— también colectivo.
centrado la mayor parte de los esfuerzos en Las representaciones sociales no constituyen
materia de educación ambiental, esto es: in- ideas para la acción, sino para actuar (Wagner
corporar al medio ambiente como un eje del y Hayes, 2011). De ahí que las decisiones sobre
currículo escolar traducido en fortalecer los nuestra vida cotidiana las tomemos desde las
contenidos programáticos, vistos como con- representaciones sociales, y que pocas veces,
sustanciales a las ciencias naturales, con apo- o de forma superficial, recurramos al conoci-
yo de la formación de profesores, el diseño de miento científico que poseemos para hacerlo.
materiales didácticos, etc. Las representaciones sociales se asumen
La alfabetización científica, en cualquiera como un corpus organizado de conocimien-
de sus aproximaciones temáticas (ecológi- tos que permiten hacer inteligible la realidad
ca, climática, energética, hídrica, etc.), parte física y social; se originan a partir del inter-
de la premisa del déficit informativo, común cambio de comunicaciones con el grupo
en el ámbito político y periodístico (Sotelo y social (conocimiento de sentido común).
Sierra, 2008). Esta premisa se fundamenta en Constituyen conjuntos relativamente estruc-
el supuesto de que, en la medida en que las turados de nociones, creencias, imágenes,
personas adquieran información —priorita- metáforas y actitudes con las que los indivi-
riamente científica— sobre los asuntos que les duos descubren, interpretan y organizan la
conciernen, en esa medida cambiarán sus ac- realidad (tanto material como simbólica) en
titudes y comportamientos sobre tales asun- la que se desenvuelven, definen las situacio-
tos y tenderán a actuar coherentemente, como nes y llevan a cabo determinado plan de ac-
sujetos racionales, y a adoptar las mejores de- ción (Moscovici, 1979; 1986). Esto ha tenido un
cisiones respecto de ellos. impacto directo en la forma de ver el hecho
Sterling (2001) ha cuestionado fuertemente educativo, al comprender que las representa-
las bases cognitivas de este enfoque, que con- ciones sociales median entre el individuo y el
sidera mecanicista y reduccionista, así como mundo social, dotan a los objetos y aconteci-
la forma transmisora como se ha operaciona- mientos de un significado social que permite
lizado en los sistemas educativos, particular- la comunicación y brindan a los miembros de
mente cuando se ha asociado a la educación un grupo orientaciones para la acción, seguri-
ambiental. En realidad, aunque las ciencias dad e identidad de pertenencia.
sociales desdeñaron durante mucho tiempo al De la misma forma que los actores polí-
conocimiento del sentido común —también ticos estudian ahora los perfiles (formas de
llamado conocimiento cotidiano o lego—, representación de rasgos ideológicos) de sus
ahora sabemos que las decisiones se toman potenciales votantes para canalizar de ma-
en función de un proceso intersubjetivo que nera más certera la propaganda electoral, los

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educadores tendríamos que conocer mejor las climático, la interesada disputa sobre su ori-
representaciones sociales de nuestros alum- gen y gravedad ha inducido dudas y confu-
nos para tener mejores efectos en nuestras siones deliberadas, porque la presencia del
estrategias pedagógicas y comunicativas. Ello fenómeno cuestiona radicalmente los siste-
debido a que las representaciones sociales son mas de creencias impulsados por el modelo
constitutivas (ontológicas), es decir, tienen la económico y la ideología política dominante.
capacidad de crear la realidad (son performa- Diversos estudios muestran la compleja rela-
tivas, en el sentido de Austin, 1955; Lyotard, ción entre el nivel de educación y el desarrollo
1992; Butler, 2007; etc.); en nuestro caso, la rea- de actitudes proclimáticas (Brechin, 2010; Or-
lidad del cambio climático, sus causas y con- tega-Egea et al., 2014; Leiserowitz et al., 2019).
secuencias, así como definir el brío y la orien- De este modo, las personas con ideología
tación de las predisposiciones y actitudes que “igualitarista” (que lucha por la justicia social,
las personas tienen para actuar. la imparcialidad y la no discriminación de las
Los conocimientos científicos que tienen personas, al margen de su raza, etnia, religión,
resonancia pública suelen reciclarse como sexo u orientación sexual, etc.) suelen ser favo-
sentido común, y conservan una parte de su rables al consenso científico sobre el cambio
contenido y coherencia estructural, pero en climático, con independencia de su nivel edu-
una selección de fragmentos que responde a cativo. Inversamente, aquéllos con persona-
las necesidades y las guías culturales de refe- lidades “jerárquicas” e “individualistas” (que
rencia con la condición de que no entren en se oponen a las políticas hacia las minorías y
conflicto con valores del conocimiento pre- contra la pobreza, que respaldan a la empre-
vio (Wagner y Hayes 2011). Kahan et al. (2012) sa privada y con fuertes convicciones acerca
denominan “cognición cultural” al proceso de que cada quien obtiene lo que se merece)
mediante el cual las personas incorporan a su rechazan ese mismo consenso científico (Ko-
estructura cognitiva información nueva sólo matsu et al., 2019). En estas personas con un
si valida sus creencias previas; esta incorpo- fuerte individualismo, la preocupación por
ración se produce de manera precaria e in- los riesgos climáticos es inversamente propor-
completa con base en la lógica del sentido co- cional a su conocimiento científico (Hornsey
mún, no en la de la ciencia. Si la información et al., 2016). Aunque parezca paradójico, en es-
nueva se percibe como amenaza a su sistema tos casos mayor educación no genera mayor
de creencias, tiende a ser rechazada. Esto es preocupación ambiental (Kahan et al., 2012;
lo que ha sucedido en la identificación entre Ming et al., 2015). Así, nada indica que la al-
el cambio climático y el deterioro de la capa fabetización científica conduzca automática-
estratosférica de ozono. Ambos fenómenos se mente al cambio de comportamiento y a la
asocian erróneamente en individuos de mu- acción proambiental (incluso si influye en las
chos países (Ungar, 2007; Capstick et al., 2014; actitudes) y, menos aún, a la eficacia colectiva
Meira Cartea, 2015a), porque el cambio climá- (Leiserowitz et al., 2012; Allen y Crowley, 2017).
tico pudo acomodarse en la estructura socio-
cognitiva previa sobre el “agujero” de la capa Educar para el cambio
de ozono sin modificarla sustantivamente. La segunda parte de la ecuación significa edu-
Esta reiteración universal ha contribuido a car para el cambio. Aquí, en el marco de lo que
revelar dispositivos significativos sobre cómo hemos venido presentando, es preciso definir
se procesan representacionalmente los conte- el tipo de cambio a promover: ¿qué cambio?,
nidos científicos. ¿de la escuela?, ¿del sistema?, ¿del modo de
A pesar de toda la información científi- vida? Cualquiera de las preguntas y sus respec-
ca que circula en los medios sobre el cambio tivas respuestas caen dentro del ámbito de las

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ciencias sociales, aunque con un enfoque inter agudicen algunas condiciones, dado que aún
y transdisciplinario. Gran cantidad de litera- si detuviéramos de inmediato las emisiones
tura actual (Taibo, 2016; Diamond, 2006) ex- de carbono, las temperaturas globales segui-
plora la radicalidad de dicho cambio. Hemos rían incrementándose durante décadas por la
agrupado algunas de ellas por motivos didác- inercia de sus efectos acumulativos en la at-
ticos, pero habría que establecer que no son ex- mósfera. De ahí que no basta con insistir en la
cluyentes entre sí, sino que suelen encontrarse mitigación, sino que hay que adaptarnos a los
posturas mixtas entre algunas de ellas. cambios inevitables para reducir los riesgos
de la población más vulnerable. A nivel edu-
Cambiar para corregir los desajustes del siste- cativo se promueve la reducción del riesgo de
ma. Esta postura ve el problema del cambio desastres —no se limita al cambio climático,
climático como una anomalía que puede ser sino que incluye conflictos armados y otras
corregida. Se percibe como oportunidad de causas—. Se impulsa la escuela segura (acceso
negocios para impulsar una economía verde equitativo, inclusivo y seguro) y el desarrollo
que armonice el crecimiento económico con de capacidades de resiliencia social para redu-
el consumo de los recursos naturales como cir riesgos en los programas de preparación,
principio estratégico (desacoplamiento); se respuesta y recuperación (UNISDR, 2015; 2019).
enfoca en difundir un mercado de compensa-
ciones voluntarias de emisiones por parte de Cambiar para la agencia humana. El dilema
las empresas, impulsar desarrollos tecnoló- de la relación entre la acción humana y la es-
gicos ecoeficientes y demandar regulaciones tructura social es uno de los enfoques contem-
que apoyen ventajas competitivas, etc. Su base poráneos en teoría social que ha dado origen
teórica es la curva de Kuznets, que examina a una teoría de la estructuración. Privilegia el
la relación entre crecimiento económico y papel activo del agente para entender la capa-
calidad ambiental, lo que justificaría desaco- cidad que cada persona tiene para hacer cosas
plar la actividad económica de las emisiones —y no sólo la intención de hacerlas— para
de CO2, desmaterializando y mejorando la producir un efecto. La acción es vista como la
eficiencia energética. Fortalece la idea de que duración continua de una conducta con in-
el problema puede ser resuelto tecnológica- tención y reflexividad —no un acto momen-
mente; utopismo tecnológico que, entre otros, táneo— para introducir cambios en la vida
ha dado origen a un movimiento llamado social, mediante una variedad de actividades
“ecomodernismo”.3 A nivel de educación, se de auto-empoderamiento (Mangabeira, 1987).
reforzaría la alfabetización científica, lo que Niega que la conducta humana sea el produc-
constituiría una huida hacia adelante; más de to de fuerzas no comprendidas ni gobernadas
lo mismo, pero recargado. Lamentablemente, por los actores (estructura). Destaca la acción
como hemos dicho antes, es la respuesta insti- transformadora de la acción humana (cons-
tucional más usual. tituida y constituyente) (Giddens, 1996). En
materia de cambio climático, cuestiona los ar-
Cambiar para adaptarnos. El reciente énfa- gumentos que aducen que el problema es tan
sis en la adaptación se ha generado a partir colosal que no es posible contribuir de mane-
de la evidencia de que el cambio climático ra individual a resolverlo. En educación im-
ya está produciendo y producirá, sin posibi- plica el desarrollo de destrezas en la persona
lidad de evitarlas, alteraciones importantes. para facilitar el seguimiento autorreflexivo de
Nada de lo que hagamos hoy impedirá que se sus acciones para incrementar la capacidad de

Ver: http://www.ecomodernism.org/espanol (consulta: 14 de junio de 2019).


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agente —su poder como el elemento media- explicitado, pero el movimiento se organiza a
dor entre los propósitos de la acción y el logro través de la formación de redes de comunida-
de los resultados esperados— para intervenir des (barrios, municipios, universidades, etc.)
en el curso de los eventos y alterarlos, a través con estrategias de acción social que recurren
de su acción política mediante dos elementos a métodos análogos a la educación popular y
“conciencia práctica” y “contextualidad de la la pedagogía social y comunitaria. Busca am-
acción”. Es el caso de Greta Thunberg, estu- pliar la base social y compartir experiencias,
diante sueca de 16 años, cuya acción humana competencias y herramientas que sostengan
individual ha tenido repercusiones en miles los procesos de transición ecosocial a nivel co-
de estudiantes y ha dado origen al movimien- munitario, al movilizar y empoderar a grupos
to fridaysforfuture. humanos y organizaciones para crear otros
conocimientos y competencias (Hopkins,
Cambiar para participar en la transición socio- 2008; Pardellas et al., 2017). Todo ello para bus-
ecológica. Esta propuesta de cambio se sus- car una transición ordenada, de decisiones
tenta en la necesidad de sustituir la matriz voluntarias, con el máximo consenso posible,
energética que nutre al desarrollo actual, en sin sufrimiento (al evitar la emergencia de
crisis por la creciente e insostenible demanda conflictos sociales), y celebrando, colectiva y
de flujos de energía y materiales para mante- públicamente, los pequeños y grandes logros
ner un crecimiento sostenido. La transición hacia “menores consumos de energía y ma-
socio-ecológica se configura en propuestas teriales, y menor generación de residuos. Es
diversas, tales como la biomimesis, la econo- decir, un camino hacia la autocontención, la
mía circular de la “cuna a la cuna”, el factor 4 suficiencia y la interiorización de los límites”
(duplicar resultados con la mitad de recur- (Azkarraga et al., 2012: 15).
sos), la ecología industrial y la economía azul
(diseño regenerativo, permacultura), entre Cambiar para descarbonizar. Asociado con el
otras. Aquí también se inscriben iniciativas anterior, la descarbonización de la economía
locales que apuntan tanto a configurar “de- se enfoca en introducir cambios para alcanzar
sarrollos alternativos” como “alternativas al la neutralidad de emisiones de gases de efec-
desarrollo”. Todas coinciden en: a) el énfasis to invernadero, maximizar la generación y el
en lo local-regional; b) la reivindicación de uso de energías de fuentes renovables, evitar el
la autonomía comunitaria; y c) el rechazo de desperdicio energético en consumos innece-
modelos universalmente aplicables (reivindi- sarios y sustituir vectores energéticos —con-
cación del conocimiento y saberes situados) sumo de productos petrolíferos— en la pro-
(García, 2006). Una de las más conocidas es ducción, distribución y consumo en la vida
el “movimiento de iniciativas de transición” diaria. La propuesta induce el uso de coches
con base en el reconocimiento del declive eléctricos y la reducción del consumo eléctri-
de la era industrial generado por el cenit de co en los hogares, el transporte de mercancías
la explotación petrolera y de la amenaza cli- por ferrocarril eléctrico o por camiones que
mática. Propone fortalecer la producción y la empleen gas natural, así como la eliminación
autosuficiencia local (energética, alimentaria, de subsidios al carbón para generar electrici-
monetaria, etc.), aprovechar sustentablemente dad, entre otras. A nivel educativo, se expresa
la energía y los bienes naturales y dar priori- en el desarrollo de medidas para inducir los
dad a la colectividad, así como recuperar des- cambios asociados a la reducción progresiva
trezas pretéritas que puedan ser funcionales de emisiones en todas las esferas de la vida.
para la vida y la relación armónica con la na- Generalmente se encuentra asociado al de-
turaleza. Su discurso educativo apenas se ha sarrollo tecnológico bajo en carbono, aunque

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existen propuestas de adaptación al cambio frente las amenazas que se ciernen sobre todos
climático y de recuperación de usos y cos- y cada uno de nosotros; y c) cuánto más pode-
tumbres bajos en carbono que han caído en mos continuar procrastinando las decisiones
desuso por la modernidad.4 que como individuos y sociedad ya tendría-
mos que haber tomado.
Cambiar para el decrecimiento. El decrecimien- Esclarecer el concepto de colapso puede
to es una propuesta que cuestiona una de las ser útil para entender la realidad que enfren-
premisas del liberalismo económico centrado tamos y la oportunidad de alinear la educa-
en el crecimiento, para impulsar una mejor re- ción ambiental con la radicalidad del cam-
lación con el ambiente y de los seres humanos bio social necesario. Taibo (2016) lo entiende
entre sí. No se ve a sí mismo como una alter- como una conmoción que provoca profundas
nativa de desarrollo, sino como una alternati- alteraciones en la satisfacción de necesidades
va al desarrollo. Implica modificar, de manera básicas, reducciones significativas en el tama-
radical, las bases materialistas y el imaginario ño de población, pérdida de complejidad en
que sostienen la actual sociedad de consumo, todos los ámbitos, desaparición de institucio-
mediante una transición social y económica nes y quiebre de las ideologías legitimadoras y
cimentada en recursos disponibles limitados de medios de comunicación existentes, entre
(Latouche, 2008; Taibo, 2011). Se vincula con otros rasgos. Aclara también que el colapso
otras propuestas asociadas a la simplicidad puede ser un proceso rápido o lento, y que
voluntaria, tales como la frugalidad, el buen puede afectar al todo o a algunas de sus partes
vivir, la autocontención con regulación demo- al mismo tiempo. Recuperando las aportacio-
crática, la vida simple, que sostienen la escala nes del físico David Korowitz, el autor señala
reducida, la relocalización productiva y la sufi- que puede haber “tres trayectorias posibles:
ciencia y la sobriedad como valores principales una decadencia lineal, otra oscilante y un co-
de los estilos de vida. Parten de la necesidad de lapso sistémico” (Taibo, 2016: 29). Según esta
reconocer la existencia de otros principios y taxonomía, algunas formas de colapso ya se
valores con presencia en la humanidad desde encuentran presentes en varias regiones del
hace mucho tiempo en distintas tradiciones planeta. Pensar una educación ambiental —o
(sumak kawsay, sumak qamaña, ñande reco, en la educación, sin adjetivos—“sobre”, “en” o
los países andinos; ubuntu  en África; svades- “para” el colapso socio-ambiental puede pare-
hi, swaraj y apargrama en la India; el tequio en cer una contradicción absoluta. La educación,
México; la minga en territorio amazónico, etc). al menos la educación crítica de orientación
A nivel educativo, significa promover, dentro humanista y socialmente emancipadora, se
y fuera de la escuela, un estilo de vida ético, fundamenta en un principio de esperanza y
no materialista, recuperando también la di- aspira, como eje antropológico fundamental,
mensión espiritual de la vida, poco exigente en a la mejora de la vida humana, individual y
demanda de energía y materiales, que incluya colectiva. Un enfoque pedagógico más orto-
los derechos tanto de las personas como de los doxo, optimista y liberador puede entrar en
demás seres vivos de la naturaleza. conflicto filosófico, ideológico y práxico con
La educación para el cambio climático una pedagogía centrada o condicionada por
implicaría, en principio, definir: a) qué tanto la idea o la posibilidad —o la realidad— del
queremos cambiar y en qué dirección; b) qué colapso socio-ambiental.
tanto estaríamos dispuestos a renunciar al Como puede inferirse de esta perspecti-
confort que nos ofrece el estilo de vida actual va “colapsista”, la educación para el cambio

Ver: https://www.youtube.com/watch?v=ZQqdgDVR1hk (consulta: 14 de junio de 2019).


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climático deviene en una operación delicada paradoja de Giddens (2010: 12), según la cual,
en términos pedagógicos, porque a pesar de “como los peligros que representa el calenta-
los retos a enfrentar en el marco de un sistema miento global no son tangibles, inmediatos
que ya no da más de sí, se hace preciso crear in- ni visibles en el curso de la vida cotidiana, por
centivos y generar posibilidades para encarar muy formidables que puedan parecer, mu-
trayectorias civilizatorias críticas. Un enfoque chos se cruzarán de brazos y no harán nada
pedagógico más optimista —o voluntarista— al respecto”, y cuando quieran hacerlo será
puede tener ventajas psicológicas favorables a demasiado tarde.
su aceptación por parte de sociedades avanza-
das que tienen aversión al riesgo y a la insegu- Propuestas para propiciar
ridad, pero no es posible seguir abordando un una educación para el cambio
problema tan complejo con paliativos, simu- climático
laciones y aproximaciones superficiales que
no van a la raíz. Numerosas propuestas di- En este escenario general de silencio pedagó-
dácticas de este tipo de intervención circulan gico sobre la amenaza climática comienzan a
en las redes como formas de eludir las causas surgir propuestas de educación para el cambio
que originan el fenómeno, como formas de en las que se observa una gran coincidencia de
distraer haciendo como que se hace. Si bien la que ésta no ha de ser sólo alfabetización cli-
fatalidad, el pesimismo y la desesperanza sue- mática y no ha de estar centrada únicamente
len ser consideradas emociones antipedagógi- en lo cognitivo (Allen y Crowley, 2017; Kahan
cas (Feinberg y Willer, 2011; Grotzer y Lincoln, et al., 2012, Shepherd y Kay, 2012). En este senti-
2007; Wolf y Moser, 2011), porque hacen que do, varios autores enfatizan la importancia de
la persona se sienta abrumada, indefensa y propiciar respuestas emocionales (Lombardi
culpable, y que evite involucrarse (Norgaard, et al., 2013; Feinberg y Wiler, 2011), pero éstas
2011), es preciso superar las barreras creadas han de organizarse en torno de:
en las escuelas por la ideología neoliberal y el
sistema económico para abordar el fondo del • situaciones locales y preocupaciones
problema (Klein, 2014; Hursh et al., 2015; Na- cotidianas, y acompañarse de opciones
tional Center of Science Education, 2012). claras de acción (O’Neill y Nicholson-
Sin embargo, pese a su importancia se Cole, 2009);
observa una ausencia inexplicable de discu- • las identidades colectivas, que tienen
sión acerca de las dimensiones sociales del una mayor influencia en los compor-
cambio climático en congresos, asociaciones tamientos y creencias de una persona
y estudios educativos. Henderson et al. (2017) que su conocimiento científico. No to-
afirman que la carencia de investigación so- das las propuestas valen para cualquier
cial y educativa sobre el cambio climático y contexto (Allen y Crowley, 2017);
sobre cómo abordarlo pedagógicamente a • el aprendizaje participativo y situado
nivel individual y colectivo es un silencio que (Bangay y Blum, 2010; Kulnieks et al.,
da forma a una negación organizada de cara 2013);
a esta nueva realidad fundacional. En el caso • enfoques pedagógicos basados en la
del cambio climático —y en algunos otros—, investigación (Hestness et al., 2011) que
la inacción nos vuelve cómplices o, más aún, fomenten la intervención de los estu-
verdugos, dada la injusticia climática existen- diantes en proyectos para que puedan
te. Esa mayoría de educadores e investigadores aprender rutas alternativas de produc-
educativos que permanece distante y ajena al ción de alimentos y crear comunidad
problema, confirma lo que se reconoce como (Dillon et al., 2016);

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• lo personal, es decir, experiencias pre- para ampliar las visiones del mundo
vias en desastres, reflexión sobre la pro- y fortalecer la idea de involucrarse en
pia práctica, situaciones significativas formas de vida que tengan en cuenta el
que conecten la abstracción del cambio cambio climático. Asimismo, la parti-
climático con la vida cotidiana. Aquí, la cipación promueve el cambio concep-
adaptación y la resiliencia pueden verse tual y facilita enfrentar los problemas
como un proceso iterativo, mediante el interconectando cognitiva y emocio-
que se aprende haciendo; nalmente los desafíos difíciles.
• el rol político de la ciudadanía (Leal Fil- • Pertinencia. Permite que las personas
ho et al., 2010; Herman, 2015) para for- vean por qué deben preocuparse y
talecer el sentido de responsabilidad, de cómo pueden adoptar decisiones basa-
autonomía y de agencia humana; das en nuevas experiencias e informa-
• la acción como medio no sólo para el ción. La pertinencia o relevancia se co-
aprendizaje de procesos políticos demo- munica a través del encuadre, o sea, la
cráticos, sino para superar sentimientos forma en que la información se articula
de angustia, desesperanza y miedo, así con las experiencias y conocimientos
como para adquirir confianza en los de- de los estudiantes. Es deseable que el
más (Ojala, 2012). encuadre aborde experiencias directas
y locales y se personalice en función de
En el caso de la reducción de vulnerabi- las ideologías de los participantes.
lidad ante desastres, Muttarak y Lutz (2014) • Interconexión. Las experiencias de
admiten que la educación es más importante aprendizaje interconectadas favorecen
incluso que los ingresos por sus impactos di- aprendizajes duraderos. Para la EpCC,
rectos e indirectos. La EpCC nos vuelve más la interconexión favorece la compren-
resilientes. De igual modo, para procesos sión relacional entre las ciencias del
educativos en el ámbito escolar, la EpCC ha de clima y las dimensiones sociales. Es
situarse en el centro de la práctica curricular decir, conviene aplicar un enfoque de
(White House, 2013), para asumirla como pa- sistemas en vez de tratar el problema
lanca de cambio social y construcción de futu- con base en segmentos aislados, puesto
ros alternativos (Henderson et al., 2017; Ojala, que permitirá una mejor comprensión
2015). En esta tarea se enfatiza que es necesario no sólo de las partes en sí, sino de sus
atender los conceptos erróneos comunes (She- interconexiones, lo que les permitirá
pardson et al., 2009; Taber y Taylor, 2009), que a los estudiantes imaginar resultados
derivan de teorías ingenuas, de ideas previas, y comportamientos futuros, así como
de errores didácticos y de fuentes de informa- pensar creativamente sobre cómo rela-
ción no acreditadas, entre otras. cionarse con los sistemas.
Allen y Crowley (2017) proponen tres
principios de aprendizaje para impulsar la Dada la premura de actuar para evitar los
eficacia colectiva, la identidad y el sentido de peores escenarios posibles del colapso climáti-
responsabilidad: co, es preciso manejar la estrategia de un currí-
culo de emergencia climática que acompañe,
• Participación en deliberaciones, con- socialice y refuerce las políticas climáticas de
versaciones y actividades continuas (si- adaptación y mitigación para evitar los peo-
muladas o de la vida real) como apoyo res escenarios posibles de un clima desbocado
y fuente de aprendizajes significativos y a finales de este siglo (González Gaudiano y
para el cambio y la toma de decisiones, Meira Cartea, en prensa; Meira Cartea, 2019).

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Ello debido a que el currículo convencional or- • manejar la incertidumbre y aprender
ganizado en disciplinas no es apto para la edu- a preguntar más que a responder, con
cación para el cambio climático. De hecho, un formación docente, desarrollo de cu-
análisis superficial de los currículos nacionales rrículos integrados, materiales didác-
vigentes en prácticamente todo el mundo per- ticos persuasivos y tecnologías ad hoc,
mite ver que el cambio climático está presente entre otros.
de forma puntual, sin la relevancia que requie-
re su potencial de amenaza, e incorporado La eficacia colectiva es la convicción de
más como tema que como problema (UNESCO, que las acciones de uno, en combinación con
2016; Colliver, 2017; Meira Cartea, 2019). Esta las de la propia comunidad, y las de aquéllos
carencia no permite trabajar sistémicamente con quienes se comparten valores y modelos
las interconexiones e intervenir en experien- sociales alternativos, tienen la capacidad de
cias de aprendizaje articuladas entre sí. producir el impacto deseado en la transfor-
A efecto de superar algunas de las limita- mación del estado de cosas. Consideramos
ciones del currículo, se pueden aprovechar las que éste es un momento crítico en el que
redes intra e intercomunitarias con visiones debemos pensar en la eficacia colectiva de
y propósitos compartidos (Snyder et al., 2014; nuestra acción educativa para fortalecer la ca-
Collins e Ison, 2009). La propia complejidad pacidad y la disposición de las personas y las
del fenómeno y la incertidumbre de las for- comunidades a lograr cambios significativos
mas de respuesta requieren de currículos y en aquellos asuntos, como el cambio climáti-
pedagogías que permitan a los estudiantes ex- co, que afectan nuestras propias vidas y que
plorar la naturaleza del problema, debatir so- las seguirán afectando cada vez más durante
bre las vías apropiadas para avanzar y tomar mucho tiempo.
decisiones positivas (Stevenson et al., 2017). Si se acepta en lo fundamental este esce-
En suma, educar para el cambio climático nario, con los matices que se quieran aportar,
implica prepararnos para el desastre —para puede ser necesario repensar el papel de la
minimizarlo a escala local y global y para educación ambiental fuera del aparente con-
adaptarnos a las consecuencias inevitables— fort del desiderátum del desarrollo sustentable
mediante decisiones informadas sobre la si- que impulsa la Agenda de la ONU como marco
tuación imperante con predicciones de un político guía para 2030. Frente al horizonte op-
futuro complicado e inminente. Para ello re- timista y contradictorio (Meira Cartea, 2015b)
queriremos enfoques, metodologías y herra- de un crecimiento verde que desacople desa-
mientas que aún no están en las aulas de for- rrollo y degradación ambiental en una econo-
ma generalizada. Los objetivos de este nuevo mía que aspira a ser circular —el neorrelato del
programa pedagógico-ambiental deben ser: desarrollo sustentable y de la educación para
el desarrollo sustentable—, se puede impo-
• enseñar y aprender a transitar hacia la ner un marco diferente que interpele sobre la
descarbonización y el decrecimiento; posible condición póstuma de la humanidad
• aprender a formular planes de contin- y la necesidad de reconstruir las relaciones
gencia, simulacros de evacuación, aler- sociedad-ambiente desde otros prismas eco-
tas tempranas, ejercicios participativos, nómicos, éticos, sociales, culturales y, con-
mapas de riesgo, investigación basada secuentemente, también pedagógicos y de la
en evidencias; praxis educativa (Romero et al., 2019). Marina
• impulsar buenas prácticas de respon- Garcés define la condición póstuma de la mo-
sabilidad socio-ambiental y sentido de dernidad contemporánea como el “tiempo del
autoeficacia y de eficacia colectiva; todo se acaba”, en el que “estamos en proceso

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de agotamiento o de extinción. Quizá no lle- Como afirma Marina Garcés, “Nuestro tiem-
gue a ser así como especie, pero sí como civili- po ya no es el tiempo de la posmodernidad
zación basada en el desarrollo, el progreso y la sino el de la insostenibilidad. Ya no estamos
expansión” (Garcés, 2017: 13). Es decir, estamos en la condición posmoderna, que había de-
en el tiempo del colapso, del choque entre una jado alegremente el futuro atrás, sino en otra
forma de concebir el desarrollo y la evolución experiencia del final, la condición póstuma”
de la humanidad, con la capacidad del conte- (Garcés, 2017: 16). Reconocer el estado de co-
nedor terrestre para alimentar, en su sentido lapso del modelo civilizador que ha guiado
más material y objetivo, esas expectativas que la marcha de la humanidad durante los últi-
están en el centro de las utopías de la moder- mos dos siglos y actuar en consecuencia obli-
nidad, transformadas por su propio éxito apa- ga a romper las cadenas que han mantenido
rente en una distopía que nos amenaza. la praxis de la educación ambiental presa del
La utopía de la modernidad está chocan- mito prometeico del crecimiento económico
do con los límites de lo vivible; límites que como desarrollo. De este modo, proponemos
son, como ya anunciaba la Declaración de pensar —o repensar— la respuesta educati-
Cocoyoc en 1974 (PNUMA-UNCTAD, 1981), va a la crisis ambiental desde esta condición
externos, asociados a un marco vital que es póstuma y desde la posibilidad que nos ofrece
objetivamente limitado; e internos, asociados de construir una praxis educativa consciente
con la satisfacción digna de las necesidades de de las causas profundas de la insostenibilidad
todos los seres humanos. El choque con los ambiental y social del modelo de desarrollo
límites de lo vivible es ya, para gran parte de hegemónico para intentar encontrar nuevos
la humanidad, fuente de sufrimiento, de in- horizontes dentro de los límites internos (éti-
certidumbre, de angustia y de inseguridad. cos) y externos (materiales) de la humanidad.

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E.J. González y P.Á. Meira | Educación para el cambio climático
D O C U M E N T O S

[documentos]
Guía “Educación en emergencias en la E2030”

Introducción Las actividades o dinámicas no pretenden


ser modélicas, sino ofrecer ejemplos base para
Objetivos de las Guías colaborar con los docentes, trabajadores/as de
• Proveer de elementos generales para la educación y hacedores de política quienes,
el desarrollo de políticas educativas en estamos seguros, tienen herramientas para
contextos de emergencias la luz de los ampliarlos y mejorarlos en cada institución y
nuevos compromisos presentes en la territorio con su comunidad educativa.
Agenda E2030-ODS 4.
• Facilitar a las y los docentes la apertu- El sentido de las Guías
ra lúdica del currículo en contextos de La educación es fundamental para todos los
emergencias y desastres para ayudarles niños, niñas y jóvenes y más aún en situacio-
en el regreso a la rutina de niños, niñas nes de emergencia. Es una herramienta para
y jóvenes dentro de la escuela contex- el bienestar psicosocial de las comunidades
tualizando la situación vivida. en la respuesta, de desarrollo de capacidades
• Apoyar a los distintos actores de las co- para la preparación y reducción del riesgo, y
munidades educativas en la capacidad de fortalecimiento local en la recuperación de
de soporte afectivo para la recupera- los territorios. La educación es y debe ser un
ción socioemocional, colaborando con medio para mejorar y transformar las vidas y
la apropiación de aprendizajes signifi- el hábitat del ser humano.
cativos de manera interdisciplinaria. También la educación es un fin. En su
• Orientar la creación de comunidades búsqueda y construcción colectiva las per-
de aprendizaje mediante el desarrollo sonas regeneran relaciones, trazan proyectos
de diagnósticos compartidos, de accio- comunes y fortalecen su autoconcepto. No
nes legitimadas y pertinentes a la reali- sólo contribuye al bienestar; la Educación es
dad local afectada. por misma un estar-bien colectivo, mejora
nuestras habilidades, internaliza valores, con-
¿Cómo usar las Guías? tribuye al cambio social, a la salud y la vida
La Guía se compone de cuatro secciones me- sana, y a la cohesión local. Es un derecho y es
dulares: políticas educativas de educación también habilitador de otros derechos.
en emergencias a la luz de la E2030, apertura Históricamente, ante desastres la educa-
lúdica del currículo, fortalecimiento socioe- ción ha sido abordada a mediano y largo plazo
mocional y construyendo comunidades de en lugar de ser activada desde la fase de res-
aprendizaje. puesta a emergencias; la ayuda humanitaria

* El proyecto “Reconstruir sin ladrillos” es una iniciativa que se propone responder a las necesidades del sector
educativo en contextos de emergencia. Es impulsada por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para
América Latina y el Caribe en alianza con las oficinas de la ACHNUR, OIM, OPS y UNICEF en Chile. Ante la
pandemia por COVID-19 en 2020, por la cual 1,370 millones de niñas, niños y jóvenes no asisten a la escuela, según
datos de la UNESCO, consideramos oportuno publicar fragmentos de la Introducción al libro Reconstruir sin
ladrillos. Guías de apoyo para el sector educativo en contextos de emergencia, como material de apoyo para que los
sistemas educativos puedan seguir apoyando a los estudiantes. La compilación estuvo a cargo de Griselda Amu-
chástegui, María Isabel del Valle y Henry Renna, y fue publicada en Santiago de Chile por la OREALC/UNESCO.
Puede consultarse en: http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/Guia_com-
pleta_educacion_emergencias.pdf

176 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


suele enfocarse en la provisión de alimentos, saneamiento, la ayuda alimentaria/nutrición
vivienda, agua y albergue, cuestiones impres- y vivienda, por ejemplo, con el objetivo de
cindibles pero que deben y pueden ser cruza- mejorar la seguridad y el bienestar físico, cog-
das con acciones del sector de educación desde nitivo y psicológico.
el primer momento. La educación no puede
esperar a tiempos más estables para su desplie- Propuestas para la acción de las Guías
gue; debe ser garantizada en todo momento, El sector educativo y la organización del
en todo lugar y de todas las formas posibles aprendizaje en contextos de emergencia son
como un derecho humano fundamental. determinantes en la fase de respuesta, prepa-
ración y recuperación. Éstos adquieren una
Dimensiones que abordan las Guías centralidad única que es contradictoria: las
En la elaboración de estas Guías se tuvo como instalaciones físicas de las instituciones esco-
referencia las dimensiones definidas en las lares están seriamente dañadas pero su valor
normas mínimas del International Network social se amplifica, en tanto los valores, acti-
in Education in Emergencies. Ellas han sido el tudes y habilidades que se desarrollen hacen
marco de referencia para el conjunto del sis- parte de la recuperación de una localidad,
tema de protección humanitaria y consideran zona o país completo. En otros términos,
cuatro áreas: políticas educativas, calidad del aunque a nuestra vista su infraestructura se
proceso de enseñanza-aprendizaje, acceso y fragiliza y ciertamente las condiciones escola-
ambiente de aprendizaje y maestros y otros res se reprecarizan, en especial para las y los
actores de la educación. docentes, su potencia para transformar vidas
es más grande que nunca.
Política educativa y coordinación. Se enfo- A fin de facilitar el despliegue de su máxi-
ca a la formulación, promulgación, plani- mo potencial se comparten herramientas
ficación, implementación de la política y la prácticas y algunos elementos conceptuales
coordinación. en las cuatro áreas de educación en emergen-
cias. En ningún caso son abarcativas de todos
Enseñanza y aprendizaje. Se enfoca a los elemen- sus elementos y sólo representan contenidos
tos que promueven la enseñanza y el aprendiza- de tipo introductorio que esperamos los lecto-
je: 1) currículo/plan de estudio; 2) formación; 3) res/actores sigan profundizando en el tiempo:
métodos de enseñanza; y 4) evaluación.
• En el área de políticas educativas: el di-
Maestros y trabajadores/as de la educación. Se seño de políticas a la luz de la Agenda
enfoca a la administración y la gestión de los E2030-ODS 4.
actores educativos en el campo de la educación, • En el área de enseñanza y aprendizaje:
incluyendo el reclutamiento y la selección, con- una apertura lúdica del currículo.
diciones del servicio, supervisión y apoyo. • En el área de maestros y otro personal
educativo: el soporte y fortalecimiento
Acceso y ambiente de aprendizaje. Se enfoca socioemocional.
a las asociaciones para promover el acceso a • En el área de acceso y ambiente de
las oportunidades de aprendizaje y a los vín- aprendizaje: apoyo y desarrollo de co-
culos intersectoriales con la salud, el agua y el munidades de aprendizaje.

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59841
Guía “Educación en emergencias en la E2030” 177
Dimensiones y propuestas de acción de las Guías

Enseñanza y aprendizaje
Guía Apertura lúdica del currículo

Maestros y otro personal educativo Políticas educativas


Guía Soporte socioemocional Guía Educación en emergencias E2030

Acceso y ambiente de aprendizaje


Guía Fortalecimiento de comunidades
territoriales de aprendizaje

Políticas educativas. Educación en (el trabajo y el cambio social) y perti-


emergencias desde la E2030-ODS 4 nentes (educación para la ciudadanía
Los desastres socio-naturales, exacerbados mundial, desarrollo sostenible, la paz
por el cambio climático y la intervención des- y la no violencia, etc.) a todas las per-
tructiva de la especie humana sobre los eco- sonas, dentro de ellas a las desplazadas.
sistemas, obstaculizan significativamente el • Aprender siempre. Todas las comu-
avance hacia la sostenibilidad política, econó- nidades, en especial aquellas afecta-
mica y social de los países, y está poniendo en das por desastres, debiesen tener las
jaque al sector educativo. oportunidades para aprender en todo
Los Estados recientemente han condensa- momento y lugar y los Estados velar
do sus nuevos compromisos con las sociedades por la generación de estos entornos
en la nueva Agenda 2030; en específico en edu- letrados como su movilidad en igual-
cación su Objetivo Nº4 insta a “garantizar una dad de condiciones entre los diferentes
educación equitativa, inclusiva y de calidad y espacios.
promocionar oportunidades de aprendizaje a • Educar para transformar. La educa-
lo largo de toda la vida para todos y todas”. ción debe ser, en especial posterior a
A la luz de las nuevas metas del ODS 4 exis- desastres, una herramienta de trans-
te una ampliación de los compromisos del formación social, un vehículo de em-
sector educativo de los Estados miembros con poderamiento de las y los maestros y
la población, compromisos que atraviesan la las y los trabajadores de la educación
educación en emergencias y son atingentes a como de todos los actores de las comu-
las personas y comunidades afectadas. nidades educativas y territoriales.

• No dejar a nadie afuera. Encauzar las po- ¿Cómo?


líticas con miras a asegurar el acceso en
condiciones de igualdad de las personas Hacer una revisión nacional y/o local de
vulnerables, como las afectadas por de- las políticas educativas a la luz de la nueva
sastres, a todos los niveles de enseñanza: Agenda 2030 que facilite dar coherencia a la
infancia, parvularia, primaria, secunda- institucionalidad y las acciones del sector de
ria, técnico-profesional y superior. educación con el cumplimiento de los nuevos
• Que nadie quede atrás. Asegurar compromisos en materia de garantía del dere-
aprendizajes mínimos (habilidades en cho a la educación.
lectura y matemática), como relevantes

178 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59841
Guía “Educación en emergencias en la E2030”
Enseñanza y aprendizaje de las necesidades emergentes de las comuni-
Sobre el currículo y sus aperturas dades, producto de los desastres.
Los marcos curriculares explicitan el proyec- En las tres escalas es crucial evitar la rigi-
to educativo de un país; en ellos se visibilizan dez, la hiperdensificación y la granularidad
las intenciones de las políticas educativas, así de los marcos curriculares y buscar su flexi-
como las pautas sobre su implementación y bilidad, integralidad y abordaje holístico. En
evaluación para favorecer el alcance de sus cada una de ellas se recomienda una apertura
fines. Su función está ligada, por un lado, a y desarrollo lúdico del currículo formal a tra-
prescribir un conjunto de objetivos de apren- vés de tres principios orientadores:
dizaje (habilidades, conocimientos y actitu-
des) reconocidos como valiosos, significativos • Poner énfasis en un uso más flexible del
y necesarios para un modelo de construcción espacio y del tiempo, de los materiales y
social que el Estado promueve, y por otro, recursos disponibles.
para orientar sobre cómo facilitar su imple- • Incorporar una mirada integral en el
mentación contextualizada, significativa y desarrollo curricular a partir de la ar-
evaluar los procesos de enseñanza, aprendi- monía entre la responsabilidad educati-
zaje y sus resultados. va con los contenidos disciplinares y el
Es por ello que, principalmente en las si- compromiso educativo con la vida real
tuaciones de emergencia y desastre, conside- de las y los educandos y sus familias.
ramos importante reconocer, como hace Coll, • Considerar un abordaje holístico del
la existencia de procesos curriculares como trabajo curricular tomando en cuenta
“procesos de construcción” colectiva en dife- todas las dimensiones y campos de la
rentes niveles de concreción que implican una vida de las comunidades afectadas.
determinada manera de entender los objeti-
vos, la enseñanza, el aprendizaje y los modos ¿Cómo?
de trabajo cotidiano en las escuelas y comuni-
dades; en definitiva, la tarea docente. Restablecer las rutinas de las y los aprendien-
En la fase de respuesta se recomienda po- tes mediante un conjunto de dinámicas re-
ner atención en a lo menos tres escalas del creativas bajo la forma de prácticas corporales
proceso de construcción social del currículo: y artísticas que faciliten mejorar el clima y la
convivencia de los centros educativos al mis-
• Diseño curricular de base: documen- mo tiempo que se contribuye paulatinamente
tos nacionales y jurisdiccionales. al desarrollo de los objetivos de aprendizaje.
• Proyecto curricular institucional: en
cada escuela, en función de sus contex- Maestros y otro personal educativo
tos y prioridades. Brinda respaldo para Enseñanza para el autocuidado
adecuar el currículo, especialmente en Las y los maestros como motor de los proce-
el caso de situaciones de emergencias y sos de enseñanza y de aprendizaje, en contex-
desastres. tos de emergencias, ven amplificado su prota-
• Proyecto curricular de grupo o divi- gonismo. Generalmente, en especial cuando
sión a cargo de cada docente. Adapta- habitan en la misma localidad, muchas veces
ciones curriculares singulares. se ven en situación de asumir el liderazgo de
los procesos de organización de base, hacer de
Esta diferenciación permite visualizar el interlocutores con la institucionalidad, y con-
necesario proceso de recontextualización de tener socioemocionalmente a las y los educan-
los objetivos de aprendizaje prescritos a la luz dos, sus familias y comunidades completas.

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59841
Guía “Educación en emergencias en la E2030” 179
En este sentido en la fase de respuesta se • Colaborar con la apropiación de apren-
recomienda poner atención en a lo menos tres dizajes significativos de manera inter-
dimensiones del docente. disciplinaria.
• Internalizar prácticas de autocuidado,
• El maestro como sujeto educativo. ya sea de primeros auxilios psicológi-
Identificar y mejorar las condiciones cos o apoyo socioemocional en todas
laborales y contextuales urgentes para las y los partícipes de las comunidades.
el desarrollo de la tarea pedagógica
y mejorarlas progresivamente en el ¿Cómo?
tiempo.
• El maestro como referente local. Em- Desarrollar capacidad de soporte socioe-
poderar y legitimar a los docentes mocional en los actores del sector educativo,
como actores locales válidos en el pro- dentro y fuera de la escuela, a través de la eje-
ceso de organización durante la res- cución de dinámicas estructuradas que faci-
puesta y rehabilitación. liten reducir los daños emocionales tras una
• El maestro como afectado. Una con- emergencia o desastre al mismo tiempo que se
dición que en ocasiones es olvidada es contribuye sistemáticamente a la apropiación
que el docente muchas veces también de aprendizajes significativos.
es damnificado y debe asumir la con-
tención de otros. Es necesario tener es- Acceso y ambiente de aprendizaje
pecial atención en su cuidado. Cuidar a Construyendo comunidades territoriales
las/os que cuidan. de aprendizaje
La educación es el proceso de aprendizaje per-
Además, en contextos de emergencias se manente que abarca las distintas etapas de la
hace más necesario que el sector educativo vida de las personas y que tiene como finali-
supere su fragmentación avanzando hacia dad alcanzar su desarrollo espiritual, ético,
procesos multiparticipativos que logren la si- moral, afectivo, intelectual, artístico y físico,
nergia de todas las fuerzas vivas en un espacio mediante la adquisición, construcción colec-
local determinado. Para ello el foco debe estar tiva y el intercambio de valores, conocimien-
también en: tos y competencias.
Posterior a una emergencia es vital que se
• Las y los maestros releve la naturaleza social del aprendizaje y la
• Equipo directivo de los centros educación, por lo que el sujeto de la política y
• Asistentes y equipos psico-sociales las acciones públicas no es el individuo ais-
• Padres/madres y/o tutores/as lado, ni una población escolar en específico,
• Referentes barriales sino la comunidad territorial y el conjunto de
las y los aprendientes que le constituyen.
Para cada uno de ellos durante la fase de Ello implica ampliar el foco de la política,
respuesta, preparación y recuperación el Esta- superando la mirada escuela-céntrica. Por
do debería fortalecer sus capacidades de: ello se debiese considerar a lo menos:

• Soporte afectivo para la recuperación • Los espacios de aprendizajes formales,


socioemocional, en especial contar con no formales e informales.
metodologías y saberes sobre cómo su- • Los lugares de aprendizaje en los cen-
perar la crisis y el duelo. tros educativos, en el barrio, el lugar de
trabajo y el hogar.

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Guía “Educación en emergencias en la E2030”
• Los medios de aprendizaje, que pueden Sobre este último elemento se ha puesto
ser impresos, virtuales, orales, radiofó- atención en la guía: en el desarrollo de diag-
nicos, iconográficos, etc. nósticos participativos en cada institución, en
específico en la planificación curricular insti-
Siguiendo distintos trabajos de Rosa Ma- tucional, planificaciones curriculares anuales
ría Torres, en cada una de dichas dimensiones y planificaciones micro curriculares de cada
del proceso de adquirir, crear y compartir docente, y en el uso de las radios como facili-
aprendizajes se debiese intencionar: tador, contenido y objetivo de aprendizaje.

• Apoyar el diagnóstico no sólo de sus ¿Cómo?


carencias [de aprendizaje], sino, sobre
todo, de sus fortalezas para superar di- Para la fase de respuesta y rehabilitación se
chas carencias. propone la construcción de comunidades
• El diseño propio de estrategias locales territoriales de aprendizaje. En esta etapa,
de aprendizaje a fin de satisfacer y am- partiendo de un diagnóstico de situación rea-
pliar las necesidades de aprendizaje de lizado con la comunidad se plantea una inter-
todos sus miembros —niños, jóvenes y vención en el currículo institucional orientada
adultos— y así apuntalar el desarrollo a la priorización de objetivos de aprendizaje
personal, familiar y comunitario. vinculados con las necesidades detectadas tras
• Colaborar en la implementación de la emergencia o desastre en los diferentes nive-
procesos de desarrollo endógeno, coo- les educativos.
perativo y solidario de aprendizaje.
• Impulsar dentro y entre las comuni- Guía
dades el aprendizaje cooperativo y re- Educación en emergencias
flexivo ahondando en su carácter inte- en la E2030
ractivo y su naturaleza social. Por Henry Renna

En educación en emergencias es clave que Rol del sector educativo en situaciones de


la escuela deje de ser una isla; lejos de ello, emergencias
debe pensarse como un eje articulador terri- Los desastres socio-naturales, exacerbados
torial de los aprendizajes y enseñanzas del es- por el cambio climático y la intervención
pacio local. Esto implica una serie de opciones destructiva de la especie humana sobre los
para la acción, tales como: ecosistemas, obstaculizan significativamente
el avance hacia la sostenibilidad política, eco-
• Favorecer una apropiación social del nómica y social de los países y aumentan las
espacio y del tiempo escolar por parte vulnerabilidades y los riesgos de la población.
de las comunidades. En América Latina y el Caribe, junto con la
• Asegurar la participación activa de la violencia y el conflicto armado, los desastres
comunidad en la gestión de la organi- naturales representan la más grande crisis hu-
zación escolar. manitaria en la actualidad.
• Facilitar progresivamente el poder de Sus impactos sobre la sociedad, en especial
creación, ejecución y evaluación de los sobre los sectores populares, están poniendo
planes y programas de estudio desde en jaque la institucionalidad en la garantía del
las mismas comunidades. derecho a la educación. A la luz de los nue-
vos compromisos globales de los países con-
densados en la Agenda de Educación 2030 es

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59841
Guía “Educación en emergencias en la E2030” 181
necesario releer el rol del sector educativo, en estudio, capacitación, métodos de enseñanza
especial de la educación en situaciones de emer- y evaluación.
gencia, y tomar acciones audaces en favor de las
comunidades en situación de desplazamiento. • Norma 1: currículo/planes de estudios.
Se usan planes de estudios cultural,
Áreas (normas mínimas) de la educación social y lingüísticamente pertinentes
en situaciones de emergencia para brindar la educación formal y no
Las normas mínimas del International Net- formal, adecuada para cada situación
work in Education in Emergencies han sido el de emergencia.
marco de referencia común para el conjunto • Norma 2: capacitación. Los maestros
de los actores del sistema de protección hu- y otro personal educativo reciben una
manitaria. Políticas educativas, calidad del capacitación periódica, pertinente y
proceso de enseñanza-aprendizaje, acceso y estructurada de acuerdo con las nece-
ambiente de aprendizaje, y maestros y otros sidades y las circunstancias
actores de la educación son las cuatro áreas es- • Norma 3: enseñanza. La enseñanza se
tratégicas compartidas a nivel internacional. centra en el educando, es participativa
e inclusiva.
Política educativa y coordinación • Norma 4: evaluación. Se usan métodos
Se enfoca a la formulación, promulgación, apropiados para evaluar y validar los
planificación, implementación de la política y logros del aprendizaje.
la coordinación.
Maestros y otro personal educativo
• Norma 1: formulación y promulgación Se enfoca a la administración y la gestión de
de la política. Las autoridades educa- los distintos trabajadores/as de la educación,
tivas priorizan el acceso gratuito para incluyendo el reclutamiento y la selección,
todos y todas, promulgan políticas condiciones del servicio, supervisión y apoyo.
flexibles para promover la inclusión y
calidad de la educación, dado el con- • Norma 1: reclutamiento y selección.
texto de la emergencia. Se recluta una cantidad suficiente de
• Norma 2: planificación e implemen- maestros y otro personal educativo
tación. Las actividades educativas de calificado apropiadamente a través de
emergencia consideran las políticas y las un proceso participativo y transparen-
normas educativas nacionales e inter- te basado en criterios de selección que
nacionales, y las necesidades de apren- reflejan diversidad e igualdad.
dizaje de las poblaciones afectadas. • Norma 2: condiciones de trabajo. Los
• Norma 3: coordinación. Existe un maestros y otro personal educativo
mecanismo de coordinación transpa- tienen condiciones de trabajo clara-
rente para las actividades educativas mente definidas, siguen un código de
de emergencia, que incluye la infor- conducta y son compensados de forma
mación efectiva que comparten los apropiada.
beneficiarios. • Norma 3: apoyo y supervisión. Se es-
tablecen mecanismos de supervisión
Enseñanza y aprendizaje y apoyo para los maestros y personal
Se enfoca en los elementos que promueven la educativo, y se utilizan regularmente.
enseñanza y el aprendizaje: currículo/plan de

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Guía “Educación en emergencias en la E2030”
Acceso y ambiente de aprendizaje desastres a lo largo de la respuesta y la
Se enfoca a las asociaciones para promover el recuperación.
acceso a las oportunidades de aprendizaje y • Promocionar antes, durante y des-
a los vínculos intersectoriales con la salud, el pués de los desastres oportunidades de
agua y el saneamiento, la ayuda alimentaria/ aprendizaje a lo largo de toda la vida.
nutrición y vivienda, por ejemplo, con el ob- Reconocer y favorecer las formas y mo-
jetivo de mejorar la seguridad y el bienestar dalidades de aprendizaje que empren-
físico, cognitivo y psicológico. den las comunidades en situación de
desplazamiento, en todo ámbito, a toda
• Norma 1: igualdad de acceso. Todos los edad, en cualquier lugar y de todas las
individuos tienen acceso a oportunida- formas posibles.
des educativas pertinentes y de calidad.
• Norma 2: protección y bienestar. Los Algunas áreas estratégicas para la
ambientes de aprendizaje son seguros educación en situación de emergencia que
y estimulan la protección y el bienestar derivan de la agenda 2030
mental y emocional de los educandos. El ODS 4 está compuesto por diez metas que
• Norma 3: instalaciones. Las instalacio- definen los compromisos del sector educati-
nes de educación son propicias para el vo de los Estados miembros con la población,
bienestar físico de los educandos. compromisos que atraviesan la educación en
situaciones de emergencias y son atingentes a
Educación en situaciones de emergencia las personas en situación de desplazamiento
en la Agenda E2030 sin excepción alguna.
Los Estados recientemente han condensado A continuación, se identifica un primer
sus nuevos compromisos con las sociedades conjunto de elementos que amplía, comple-
en la nueva Agenda 2030. En específico para jiza y/o modifica las políticas educativas y las
el sector educativo el Objetivo Nº4 insta a los otras áreas estratégicas de la educación en si-
países a “garantizar una educación equitativa, tuaciones de emergencias.
inclusiva y de calidad y promocionar opor-
tunidades de aprendizaje a lo largo de toda la No dejar a nadie afuera
vida para todos y todas”.
Este Objetivo implica un doble desafío El ODS 4-E2030 establece garantizar el acceso,
para la formulación de políticas desde el sec- permanencia y conclusión de todas y todos los
tor educativo en general y la educación en educandos en un sistema educativo equitativo e
emergencias en particular: inclusivo. En específico su meta 4.1 llama a pro-
veer 12 años de educación primaria y secunda-
• Garantizar antes, durante y después de ria, de los cuales 9 años deben ser gratuitos;1 la
los desastres una educación equitativa, meta 4.2 convoca a asegurar acceso a un desa-
inclusiva y de calidad. Disponer de ins- rrollo, cuidado y educación integrales de la pri-
tituciones de educación de calidad que mera infancia de calidad para todas las edades
den soporte integral a lo largo de todo e impartir por lo menos un año de educación
el ciclo vital de las trayectorias edu- preescolar gratuita y obligatoria de calidad por
cativas de las personas afectadas por parte de educadores debidamente formados;2 y

Meta 4.1: de aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secunda-
1
ria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.
Meta 4.2: de aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y de-
2
sarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza
primaria.

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Guía “Educación en emergencias en la E2030” 183
la 4.3 a educación postsecundaria, sea técnica- Todas las comunidades, en especial aquellas
profesional o superior.3 A su vez la meta 4.5 ins- en situación de desplazamiento, debiesen te-
ta a los países a eliminar las disparidades de gé- ner las oportunidades para aprender en todo
nero y toda forma de discriminación existente, momento y lugar y los Estados velar por la ge-
con miras a asegurar el acceso en condiciones neración de estos entornos letrados y su mo-
de igualdad de todas las personas, en especial vilidad en igualdad de condiciones.
aquellas vulneradas, como las afectadas por de-
sastres, a todos estos niveles de enseñanza.4 Educar para transformar

No dejar a nadie atrás La mirada detrás de la Agenda 2030 es crítica


de las concepciones economicistas e instru-
El ODS 4-E2030 llama a asegurar una educación mentales de la educación e insta a recuperar
de calidad en todos los niveles. Ello se refiere, enfoques humanistas y sobre todo centrados
según la meta 4.6, a asegurar las habilidades en el protagonismo de la persona humana y
mínimas en aritmética y lectura a todos los el desarrollo de capacidades complejas para
jóvenes y adultos,5 pero además, como señala el cambio de su vida y la realidad social que
la meta 4.4, las competencias para el trabajo le rodea. La educación debe ser, en especial
decente,6 y la meta 4.7 para la ciudadanía, el posterior a desastres, una herramienta de
reconocimiento de la diversidad, la paz y la no transformación social, un vehículo de em-
violencia.7 Estos elementos deben ser asegu- poderamiento de las y los maestros y las y
rados a todas las personas en los procesos de los trabajadores de la educación y de todos
enseñanza-aprendizaje, dentro de ellas a las los actores de las comunidades educativas y
desplazadas, en todos los niveles educativos. territoriales, de desarrollo de capacidades de
auto-organización, de respuesta propia a sus
Aprender siempre necesidades, y de proyección de sus deman-
das inmediatas en proyectos emancipatorios
El ODS 4-E2030 también insta a promocionar de mayor alcance.
oportunidades de aprendizaje a lo largo de
toda la vida; promover el aprender a toda edad Reconstruir con y sin ladrillos
(de la cuna hasta la tumba), en todo lugar (la
familia, el barrio, el lugar de trabajo, los cen- La Meta 4.b de la Agenda 2030 insta a “cons-
tros educativos), en cualquier tipo de espacio truir y adecuar instalaciones escolares que
(sea formal, no formal o informal) y mediante respondan a las necesidades de los niños y las
todos los medios posibles (impresos, virtua- personas discapacitadas y tengan en cuenta las
les, orales, radiofónicos, iconográficos, otros). cuestiones de género, y que ofrezcan entornos

Meta 4.3: de aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica,
3
profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.
Meta 4.5: de aquí a 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos
4
los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con
discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad.
Meta 4.6: de aquí a 2030, asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hom-
5
bres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética.
Meta 4.4: de aquí a 2030, aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias
6
necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.
Meta 4.7: de aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesa-
7
rios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible
y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz
y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al
desarrollo sostenible.

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Guía “Educación en emergencias en la E2030”
de aprendizaje seguros, no violentos, inclusi- ajustes sectoriales sino una mirada sistémica a
vos y eficaces para todos focalizada en la crea- fin de abordar integralmente todas las necesi-
ción de instalaciones educativas asequibles y dades y deseos de las personas afectadas.
distribuidas equitativamente y entornos segu-
ros, resilientes y letrados”. Ello pone de relie- Reconstruir mejor y distinto
ve la necesidad de mejorar la infraestructura
escolar, así como avanzar en el desarrollo de El nuevo Marco de Sendai (2015-2030) señala
comunidades de aprendizaje; es una tarea tan- que la reconstrucción no debe ser la edifica-
to material como subjetiva que debe ser traba- ción de lo mismo, debe ser mejor o distinta
jada conjuntamente.8 en los ámbitos de la recuperación, la rehabi-
litación y la reconstrucción. El crecimiento
Cambio a nivel de sistema educativo constante del riesgo de desastres, incluido el
aumento del grado de exposición de las per-
En la reciente reunión de ministros/as de Edu- sonas y los bienes, combinado con las ense-
cación organizada por la OREALC/UNESCO ñanzas extraídas de desastres pasados, pone
Santiago en Buenos Aires, Argentina, el 24 y de manifiesto la necesidad de fortalecer aún
25 de enero de 2017, dentro de sus acuerdos se más la preparación para casos de desastres. La
sostuvo: “nos comprometemos a que nuestros fase de recuperación, rehabilitación y recons-
sistemas educativos desarrollen mejores res- trucción, que debe prepararse con antelación
puestas y capacidad de adaptación y resilien- al desastre, es una oportunidad fundamental
cia, para garantizar los derechos y satisfacer para “reconstruir mejor”, entre otras cosas
las necesidades de personas migrantes y refu- mediante la integración de la reducción del
giadas, conforme a las políticas de los países; riesgo de desastres en las medidas de desarro-
tomando en consideración los retos mundia- llo, haciendo que las naciones y las comunida-
les asociados a conflictos, violencia, discrimi- des sean resilientes a los desastres.10
nación, pandemias y desastres”.9 No bastan

Meta 4.a: construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las per-
8
sonas con discapacidad y las diferencias de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos,
inclusivos y eficaces para todos.
9 Ver: Declaración de Buenos Aires, OREALC/UNESCO, 2017.
10 Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015 -2030. Aprobado en la Tercera Conferencia
Mundial de la ONU sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada del 14 al 18 de marzo de 2015, en Sendai,
Japón. Fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sexagésimo período de sesiones con
la resolución A/RES/69/L .67.

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Guía “Educación en emergencias en la E2030” 185
R E S E Ñ A S

[reseñas]
La educación comparada, hoy
Enfoques para una sociedad globalizada

Inmaculada Egido Gálvez y María Jesús Martínez-Usarralde


Madrid, Editorial Síntesis, 2019

Jorge M. Gorostiaga*

El campo de la educación comparada (o comparada e internacional,


como algunos prefieren denominarlo) experimenta a nivel mundial un
momento de creciente vigor y protagonismo. Como señalara Cowen
(2011: 395) hace unos pocos años, “ciertos acontecimientos de la vida
real, así como la emergencia de nuevas formas de pensar, han brin-
dado al campo un agradable vértigo”. El académico inglés apuntaba a
fenómenos como la conformación de bloques regionales y la crisis del
Estado de bienestar o, en otro plano, el auge de teorías feministas y pos-
coloniales; incluso, de manera más general, se refería a los desafíos de la
globalización a las prácticas y las ideas sobre la educación. Es justamen-
te con este escenario, exacerbado por hechos como la difusión masiva
de los resultados de pruebas de aprendizaje internacional en forma de
rankings, que dialoga el libro La educación comparada, hoy. Enfoques
para una sociedad globalizada.
Esta obra, escrita por dos académicas españolas de reconocida tra-
yectoria en el campo de la educación comparada, tiene como objetivo,
según sus propias palabras, ofrecer una visión sistemática y de conjunto
de este campo de estudio. Se presenta también como un manual ca-
paz de brindar algunas coordenadas básicas en la materia, tanto al es-
tudiante o al investigador novel como a “las personas interesadas”. La
complejidad de la empresa que el libro asume viene dada por el hecho
de que la educación comparada se caracteriza por una gran diversidad
de enfoques teóricos y metodológicos, así como por fuertes disputas so-
bre su estatus epistemológico y su objeto de estudio (Manzon, 2011). A
su vez, siendo un campo de incipiente desarrollo en América Latina,1
el libro resulta de sumo interés para el lector de nuestra región, sobre
todo si se tiene en cuenta la relativa escasez de materiales en lengua es-
pañola sobre la materia. Si bien el libro tiene su foco principal en Eu-
ropa, incluye casos de América Latina en su análisis de los organismos
y las evaluaciones internacionales. Por otro lado, apela fuertemente a

* Profesor-investigador de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) (Ar-


gentina). CE: jorgegoros@gmail.com
Cabría
1 mencionar el establecimiento reciente de sociedades de educación com-
parada en Argentina (2001), México (2003), Uruguay (2011) y Venezuela (2000), así
como la creación de la Revista Latinoamericana de Educación Comparada (2010) y
de la Revista Brasileira de Educação Comparada (2018).

188 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM


fuentes bibliográficas españolas, pero también utiliza buena parte de la
bibliografía internacional (en especial, angloamericana) más relevante
del campo, sin descuidar algunos aportes realizados desde el contexto
latinoamericano.
Egido Gálvez y Martínez-Usarralde sientan una posición clara al
subrayar la dimensión internacional o supranacional de la perspectiva
comparada, en línea con la tradición del campo y en contraste implícito
con algunas visiones que ponen el acento en la operación de comparar
distintos aspectos o dimensiones de la educación.2 A su vez, las autoras
destacan la vigencia de la educación comparada en un escenario de cre-
ciente globalización de las relaciones sociales que cuestiona la posibilidad
de prescindir del análisis de factores supranacionales para entender la
dinámica actual de los sistemas educativos. Uno de los principales argu-
mentos del libro —que retoma lo desarrollado por una de las autoras en
anteriores trabajos (por ejemplo, Martínez-Usarralde, 2006)— gira preci-
samente alrededor de la vitalidad del campo en nuestro tiempo, y destaca
la renovación y diversidad de enfoques de investigación. Otro de los com-
ponentes de la perspectiva de las autoras sobre la educación comparada es
el énfasis en un enfoque pragmático o ligado a la generación de políticas
públicas; si bien proponen una distinción entre tres propósitos básicos
—intelectual, intervencionista y crítico— que, en su visión, pueden ser
integrados, la que permea el libro es una mirada de la educación compa-
rada orientada a cumplir un rol activo en la mejora de la educación.
El volumen se organiza en tres grandes partes: una primera sección
que discute “los fundamentos científicos y bases metodológicas” de la
educación comparada; una segunda enfocada en los organismos in-
ternacionales como actores centrales de los procesos de globalización;
y una tercera parte que aborda las evaluaciones internacionales de la
educación, incluyendo los rankings de universidades. Los capítulos 1 y 2
(a mi juicio, los más sustanciales del libro) sintetizan algunos de los de-
bates del campo más significativos de las últimas décadas en los planos
epistemológico y metodológico, y subrayan la especificidad del enfoque
comparativo e internacional para el estudio de la educación. El primer
capítulo se enfoca en la definición y los fines de la educación comparada,
así como en sus relaciones con el ámbito de la educación internacional,
a lo que se agrega un relevamiento de sociedades científicas, principales
revistas y centros de investigación, y un repaso de los antecedentes his-
tóricos y las orientaciones teóricas del campo en algunos países y regio-
nes. El capítulo finaliza con una reflexión sobre cuestiones que plantean
desafíos a la educación comparada actual, incluyendo las tensiones que
surgen en el seno de los nuevos espacios supranacionales (en particular,
la Unión Europea) acerca de sus incumbencias en materia de política
educativa; la pervivencia de los procesos de transferencia y su teoriza-
ción como problemática central del campo; y el “panorama posmoderno

Respecto a estos diferentes énfasis puede verse, por ejemplo, el trabajo de Steiner-
2
Khamsi (2010).

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59700
La educación comparada, hoy. Enfoques para una sociedad globalizada
189
y global”, caracterizado por la intensificación de las migraciones, el auge
de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el retor-
no de lo local/regional, y el protagonismo de los organismos interna-
cionales. En términos metodológicos, señalan las autoras, este escenario
contribuye al cuestionamiento del énfasis tradicional en los Estados-
nación como unidades de comparación, una de las principales aristas
de la renovación conceptual que el campo experimenta desde la década
de 1990; por otro lado, las autoras advierten contra el peligro de adscribir
a las visiones muchas veces reduccionistas de los análisis que llevan a
cabo los organismos internacionales, en particular de aquellos estudios
basados en pruebas estandarizadas de aprendizaje.
El capítulo 2 propone una descripción de los modelos o enfoques
teórico-metodológicos que serían considerados hoy en día más “signi-
ficativos” o “paradigmáticos”. Tarea harto compleja, la selección de los
enfoques revela parte de las dificultades de este ejercicio, ya que, por
ejemplo, puede resultar discutible colocar a un mismo nivel el “neopo-
sitivismo” (en general considerado un paradigma de investigación) y la
etnografía crítica (generalmente concebida como una metodología).
Más controvertido aún puede considerarse la inclusión, como un mo-
delo investigativo, del “posmodernismo”, que algunos estaríamos incli-
nados a tratar como una sensibilidad compatible con diferentes enfo-
ques investigativos, o incluso como un momento post-paradigmático
que invita a la diversificación o al eclecticismo metodológicos. A pesar
de estas observaciones, cabe resaltar el valor de esta clasificación, que le
permite a las autoras presentar algunos de los debates teóricos que han
sido centrales en el campo de la educación comparada en las últimas
décadas, así como evocar aportes conceptuales recientes, como el de las
“transitologías” de Robert Cowen, y señalar el fuerte peso actual de los
enfoques sociohistórico y del sistema educativo mundial. Las autoras
concluyen esta sección con una discusión del enfoque de la cartogra-
fía social como un ejemplo de metodología inscrita en la perspectiva
posmoderna y que intenta dar respuesta a algunos de los desafíos del
escenario postparadigmático de la educación comparada. La segunda
parte del capítulo 2 pretende ofrecer un esquema práctico para el em-
pleo del método comparado, y para ello incluye nociones comunes a
la investigación social en general y otras específicas de la investigación
comparada. Ciertamente, el esquema y los ejemplos utilizados se aso-
cian a enfoques tradicionales de investigación del campo, aunque es
discutible que sean los de uso más extendido dentro de él.
La primera parte del libro se cierra con un capítulo dedicado a dar
cuenta de fuentes y recursos para la investigación en educación com-
parada. Pasa revista a la Clasificación Internacional Normalizada de la
Educación (ISCED por sus siglas en inglés) de la UNESCO; a una selección
de páginas web (donde destacan las de organismos internacionales); y a
las principales publicaciones periódicas, boletines y listas de distribu-
ción del campo, donde se explica sucintamente el valor de cada uno de

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La educación comparada, hoy. Enfoques para una sociedad globalizada
estos recursos. El capítulo finaliza con la presentación de dos ejemplos
de diseños de investigación comparada correspondientes a sendas tesis
doctorales producidas en el ámbito español.
La segunda parte del libro, como ya se mencionó, está dedicada a los
organismos internacionales. Subraya su relevancia en el ámbito educati-
vo, particularmente para el caso de las instituciones multilaterales, como
actores centrales de la “sociedad globalizada” en la que vivimos hoy. El
análisis que realizan las autoras permite apreciar cómo la educación ha
ido ganando un lugar de gran importancia en agencias clave —el Banco
Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-
micos (OCDE)— cuya misión original no abarcaba cuestiones educativas
o culturales, de la mano de conceptos como el de la “sociedad del conoci-
miento”, que implican una valorización económica de la educación.
El capítulo 4 discute las distintas funciones que los organismos in-
ternacionales cumplen: liderazgo intelectual, impulso de proyectos de
cooperación internacional, armonización de estructuras educativas
(cuya máxima expresión sea, quizás, el Espacio Europeo de Educación
Superior), y generación y difusión de información sobre los sistemas
educativos. También da cuenta de la evolución histórica del multilate-
ralismo educativo hasta la actual vigencia de la Agenda 2030 y los Ob-
jetivos de Desarrollo Sustentable (ODS). El análisis de las autoras llama
la atención sobre los procesos de transferencia de conocimiento que,
utilizando herramientas de la comparación, legitiman determinadas
opciones de política y tienden hacia una homogenización de la agenda
reformista. Se plantean, así, conceptos de gran valor heurístico, como
los “mecanismos de influencia” o el rol que juega el concepto de gober-
nanza. A ello se le suma una excelente descripción (incluyendo la orga-
nización, financiamiento, objetivos, acciones, evolución histórica y em-
prendimientos actuales) del trabajo de la UNESCO y del Banco Mundial,
que aclara sus logros y limitaciones.
El capítulo 5 aborda el caso de los organismos internacionales de
alcance regional, incluida la OCDE (que, como se reconoce en el texto,
es uno de los más influyentes a nivel global de los últimos años), la Or-
ganización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (OEI), el Consejo de Europa y la Unión Europea (con sus
particularidades, por constituir un espacio supranacional que lo dis-
tingue de las agencias convencionales). Para cada organismo se expone
una descripción detallada de su accionar en el ámbito educativo. Para
el lector latinoamericano poco familiarizado con el contexto europeo
puede resultar de particular interés lo referido a los dos últimos.
La tercera parte comprende un capítulo sobre las evaluaciones que
conduce la OCDE (con énfasis en el Programa para la Evaluación Interna-
cional de Estudiantes, PISA); otro sobre las producidas por la Asociación
Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (Interna-
tional Association for the Evaluation of Educational Achievement, IEA);
un tercero sobre evaluaciones regionales (el Estudio Europeo sobre

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La educación comparada, hoy. Enfoques para una sociedad globalizada
191
Competencias Lingüísticas y el Monitor de la Educación y la Forma-
ción, ambos de la Unión Europea), y las pruebas del Laboratorio La-
tinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE); y un
capítulo más de esta parte trata los principales rankings universitarios
a nivel mundial. En conjunto, ofrecen una muy buena síntesis de los
debates académicos sobre PISA y sobre los diferentes instrumentos de
evaluación de rendimiento de los sistemas educativos. Un tratamiento
tan extenso se justifica claramente en función de la importancia que
han ido adquiriendo estas evaluaciones en el debate público y como
mecanismos de gobernanza, pero a riesgo de reafirmar el excesivo peso
de estos instrumentos en el campo de la educación comparada, algo so-
bre lo que las propias autoras advierten en el capítulo 1.
Los complementos web del libro consisten en una serie de anexos
con las páginas web de sociedades de educación comparada, de los mi-
nisterios de educación de los países de África, América, Asia y Europa,
y de las principales revistas, boletines y listas de distribución del campo;
así como una selección de títulos de libros publicados en el ámbito eu-
ropeo entre 2015 y 2018.
En síntesis, el libro de Egido Gálvez y Martínez-Usarralde es una
valiosa contribución, de utilidad tanto para introducirse en los deba-
tes epistemológicos y teóricos de la educación comparada como para
adentrarse en el funcionamiento de los principales organismos inter-
nacionales del ámbito educativo o en la lógica de las pruebas interna-
cionales de aprendizaje. Y, a la vez, representa una invitación a profun-
dizar el trabajo académico en el contexto iberoamericano a la luz de
los desafíos teóricos y prácticos planteados por un escenario social en
constante transformación.

Referencias
Cowen, Robert (2011), “Esbozos de un futuro: la renegociación de ideas clave de
la educación comparada”, en Marcelo Caruso y Heinz-Elmar Tenorth
(coords.), Internacionalización. Políticas educativas y reflexión pedagógica
en un medio global, Buenos Aires, Granica, pp. 395-412.
Manzon, Maria (2011), Comparative Education: The construction of a field, Hong
Kong, Springer/University of Hong Kong-Comparative Education Re-
search Center.
Martínez-Usarralde, María Jesús (2006), “La educación comparada revisitada”,
Tendencias Pedagógicas, núm. 11, pp. 77-102, en: https://revistas.uam.es/
tendenciaspedagogicas/article/view/1868/1978 (consulta: febrero de 2020).
Steiner-Khamsi, Gita (2010), “The Politics and Economics of Comparison”, Com-
parative Education Review, vol. 54, núm. 3, pp. 323-342.

192 Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM | DOI: https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2020.168.59700
La educación comparada, hoy. Enfoques para una sociedad globalizada
Enseñar y pensar la profesión
Autobiografía de un docente

José María Rozada Martínez


España, Cambalache, 2018

Carmen Álvarez-Álvarez*

No es tarea fácil adentrarse en el mundo de las relaciones teoría-prác-


tica en la educación, más allá del lugar común de que ambas deben re-
lacionarse; es éste un asunto de extraordinaria complejidad, como se
aprecia en cuanto nos acercamos al tema.
Sobre este tema, hace unos meses se publicó Enseñar y pensar la pro-
fesión. Autobiografía de un docente; un libro que, nos parece, debiera ser
de lectura obligatoria en las facultades de Educación porque ofrece un
enfoque particularmente novedoso, que se puede decir que llega tanto
al corazón del asunto como al del lector interesado; se trata de un relato
no sólo formal, sino sorprendentemente vivo, de la autobiografía de un
docente que trabajó durante décadas en el empeño de ir más allá del
tópico, no sólo con su pensamiento, sino con su acción apasionada en
las aulas por las que pasó. Varios son los aspectos que confieren a la obra
particular interés.

La complejidad del campo y la originalidad de su exploración. El autor se


adentra en el mundo de las complejísimas y biográficas relaciones entre
la teoría y la práctica, al modo como nos dice que aprendió: haciéndose
preguntas que eran, a la vez, dudas propias e interrogantes formulados
al campo del saber. Durante muchos años, al tiempo que enseñaba se
decía: “enseño, sí, pero ¿qué conocimientos tengo acerca de mi profe-
sión?”, “si alguien me preguntara por qué hago lo que hago, ¿qué podría
responderle?”; “¿puedo fundamentar mejor las decisiones que tomo en
el aula?”; “¿qué puedo aportar y esperar de mi colaboración con otros in-
dividuos o grupos?”; “¿qué problemas son responsabilidad mía y cuáles
constituyen el contexto que me condiciona o me determina?”; “¿cómo
hablarles a otros con decoro y rigor acerca de mis clases, de lo que sé
y de lo que ignoro, de aquello para lo que tengo fundadas razones y de
lo mucho que queda (puede que inevitablemente) fuera del alcance de
la estricta racionalización?”; “¿cuántos fines de semana y cuántas horas
del día y de la noche puedo dedicar a procurar el encuentro entre los
saberes disponibles y lo que hago u ocurre en mi aula?”; “¿debo asumir
la condena de no disponer de otro saber que ese que se reclama como
experiencia?”. Y así un largo etcétera que cautivará al lector interesado
* Profesora de la Universidad de Cantabria (España). Doctora en Pedagogía. CE:
carmen.alvarez@unican.es

Perfiles Educativos | vol. XLII, núm. 168, 2020 | IISUE-UNAM 193


en tales o similares cuestiones, instándole a adentrarse en esa tierra de
nadie que media entre la universidad y la escuela (o el instituto); y lejos
de dejarle a solas en ella, el autor le ofrece constantemente orientadoras
indicaciones y lo anima a trabajar en la construcción de su propio ca-
mino, que habrá de ser, como lo fue el suyo, netamente biográfico.

La generosa tarea de documentación. El autor ha dedicado buena parte


de los primeros años de su jubilación a volver sobre sus ideas y sus pa-
sos. Recopiló y ordenó todo el material fotográfico que tenía, volvió a
las escuelas donde enseñó, buscó en su pueblos y en las redes sociales a
muchos de sus antiguos alumnos, a sus familias y a sus compañeros de
profesión; volvió a leer cuanto en su día había escrito (publicado o no);
reabrió sus ficheros, sus innumerables notas, sus agendas; revisó sus ál-
bumes de fotos, su videoteca (durante años tuvo una cámara en su aula),
escuchó de nuevo sus audios, leyó sus diarios de actividades… Todo,
con tal de evitar escribir sólo con base en recuerdos inevitablemente
imprecisos, desfigurados por la nostalgia o acomodados a alguna de las
correcciones culturales o políticas actuales. Se trata de un relato, cierta-
mente, abrumador, pero de sorprendente fidelidad a los hechos, incluso
cuando éstos no obran en su favor.

Una prosa que atrapa al lector. A pesar de que cada etapa de su vida se
narra densamente, y se realiza un exhaustivo recorrido profesional con
todo lujo de detalles a través de cinco capítulos y 400 epígrafes, su lectu-
ra es amena porque el autor se propone, desde el prólogo, hacer que el
viaje le resulte llevadero al lector interesado, y para ello evita delibera-
damente el estilo ortodoxamente académico, generalmente distante y
frío. Con frecuencia, los hechos navegan a bordo de las más sugerentes
metáforas. Su estructura, secuencial y temática al mismo tiempo, per-
mite tanto una lectura lineal de principio a fin, como aproximaciones
parciales a etapas o situaciones concretas. A tal fin, además del índice,
cuenta con un desplegable inicial que permite al lector situarse de un
solo golpe de vista en el conjunto de la obra. Cuenta, además, con varios
centenares de imágenes, generalmente fotografías, que sitúan sus ideas,
sus vivencias y sus documentos más allá de las palabras, y con ello acer-
ca al lector a una realidad vivida en primera persona. La obra revela una
vida dedicada a la educación con intensidad, pasión y compromiso que,
además, se ha desarrollado tanto en la escuela como en la universidad.

La validez de las ideas para la formación del profesorado. Más allá de la


trayectoria que uno siga en la educación, de la etapa profesional en la
que se ejerza, del país donde se lea esta obra, etc., las ideas que, recurren-
temente, dan sentido al libro, permiten replantear cuáles son las teorías
y las prácticas en las que cada cual resuelve su profesionalidad. Si bien el
autor ha sido un maestro singular, con una trayectoria rica y amplia, su
obra trasciende lo estrictamente biográfico al deslizar novedosas ideas

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Enseñar y pensar la profesión. Autobiografía de un docente
que constituyen una aportación de gran interés para enfocar el comple-
jo problema de la profesionalidad pedagógica. Pudiera ser que estuvié-
ramos ante una obra atemporal que nunca perderá vigencia. Para el au-
tor, un maestro se forma al leer, reflexionar, escribir y dialogar con otros
en foros en los que puede compartir y someter a discusión las ideas. En
coherencia con ello, tiene en su haber numerosas publicaciones1 y per-
tenece a varias organizaciones, entre las que cabe destacar la Plataforma
Asturiana de Educación Crítica, y la Federación Icaria.

El enfoque superador. El autor muestra su evolución docente y el camino


que ha seguido para ir desde una enseñanza nada o poco fundamenta-
da hasta el riguroso control y justificación de sus propuestas. Así, el li-
bro muestra cómo un profesor puede evolucionar desde la más absoluta
ignorancia pedagógica hasta la rigurosa fundamentación de sus clases;
desde el mero sentido común hasta la conciencia crítica de las posibi-
lidades y los límites de su profesionalidad; un camino que, como es su
deseo, interese recorrer a muchos docentes. El libro va precisamente en
busca de tales lectores, que no son otros que todas aquellas personas
que se dedican a enseñar o se preparan para hacerlo, además de quie-
nes las forman en las facultades o gestionan iniciativas de formación
del profesorado. Eso sí (el autor lo advierte con reiteración) siempre que
estén previamente interesadas en su evolución profesional a lo largo de
su vida como docentes.

El proceso histórico paralelo. El autor revisa, prácticamente curso a cur-


so, el periodo que va desde su infancia, en los años cincuenta, hasta su
jubilación como maestro de primaria en 2009. En paralelo, se pueden
encontrar los elementos más relevantes para entender la evolución his-
tórica de la educación en España y sus numerosas reformas a lo largo de
la etapa democrática, de tal manera que la obra aporta un valioso mate-
rial para el estudio, desde dentro, de unos años cruciales de la enseñan-
za en la España que pasó de la dictadura a la democracia y fue objeto de
numerosas iniciativas reformistas. En estos procesos el autor no dejó
de tomar la palabra e involucrarse, unas veces a favor, y otras en contra.

La riqueza de relaciones y fuentes profesionales. El autor muestra y pone


en valor las influencias que ha recibido: de estudiantes, familias, com-
pañeros de profesión, especialistas del campo directo de la educación y
de otros muchos que pueden relacionarse con ella. Es un libro generoso
en reconocimientos, como lo atestigua el amplísimo índice onomástico
final. Al respecto, cabe destacar que, muy posiblemente, nunca se haya
escrito, desde ese mundo que se reclama de la tiza, un elogio tan con-
vincente del valor del conocimiento académico para pensar y evolucio-
nar en la profesión de enseñar. En éste, y en otros muchos sentidos, se
puede decir que estamos ante un libro insólito.

Pueden verse en http://www.formarsecomoprofesor.es (consulta: febrero de 2020).


1

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Enseñar y pensar la profesión. Autobiografía de un docente
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En el primer capítulo, “El periodo anterior a la escritura (1968-1978).
Cuatro transiciones y una práctica vulgar”, el autor narra los primeros
años de su vida profesional, así como su experiencia de escolaridad y
de la vida durante el franquismo y la cultura nacional-catolicista do-
minante en la España de entonces. Unos años vividos inicialmente en
su pueblo natal (Arriondas, Asturias) y luego cuatro transiciones que
le llevaron prácticamente a las antípodas del mundo en el que había
sido educado. En esos tránsitos se hizo maestro, con una muy precaria
formación académica inicial. “Era como maestro lo que era como per-
sona”, nos dice. No había más, para bien y para mal. El autor se ofrece
como ejemplo vivo de lo que denomina “una práctica vulgar”, en tanto
que prácticamente ausente de cualquier contacto con el conocimiento
académico y la reflexión sistemática sobre la práctica, o sea, casi com-
pletamente a merced de las ocurrencias y del patrimonio gremial here-
dado. Sin instrumento alguno para una crítica mínimamente solvente.
El segundo capítulo, “La llegada de la palabra escrita (1979-1982). El
preocupante estado de varias cuestiones” recoge el periodo en el que,
junto con su mujer, se ocupa en la crianza de sus hijos, y compatibiliza
la docencia en la escuela y los estudios en la universidad. Estos estudios
cambiaron su vida porque, al hilo de la elaboración de una tesina sobre
la enseñanza de la Geografía, descubrió que existían auténticos filones
de conocimiento académico que percibió como de incalculable utilidad
para su desarrollo profesional como maestro.
El tercer capítulo, “El lustro de las ideas duraderas y la gratificante pro-
fesionalidad (1982-1987). Cambios, reformas e ilusiones efímeras” agrupa
los años en los que el maestro sintió que podía progresar en el dominio
de su profesión. Fue la etapa en la que desarrolló algunas de las ideas que
se mantendrían como trasfondo de su desarrollo profesional a lo largo del
resto de su vida como maestro y profesor asociado en la universidad. Una
etapa de intensas lecturas, reflexiones, debates y hasta militancias sindi-
cales y políticas que, unidas a la estabilidad que le dio el haberse asentado
definitivamente en el colegio al que permanecería vinculado hasta su ju-
bilación, le permitieron concretar su evolución profesional en el desarro-
llo de un método propio para la enseñanza de las ciencias sociales en el
ciclo superior de la extinta educación general básica.
El cuarto capítulo, “La formación del profesorado (1987-2001). De mo-
linos y gigantes” recoge una etapa muy bien documentada (notas, diarios,
agendas, proyectos, memorias, guiones de clase, evaluaciones, publica-
ciones, etc.) en la que se dedicaría a la formación permanente del profeso-
rado en el Centro de Profesores de Oviedo. Un trabajo que no respondió
a la ilusionante expectativa de atraer a un número significativo de docen-
tes hacia el reto de cultivar interactivamente el estudio, la reflexión y la
acción. Da cuenta también de su incorporación, como profesor asociado,
al Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Ovie-
do. Asimismo, crea y se involucra con otros en la Plataforma Asturiana
de Educación Crítica y en la Federación Icaria, con lo cual dio una vuelta

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Enseñar y pensar la profesión. Autobiografía de un docente
más de tuerca a sus postulados, convicciones, trayectoria y formación, así
como a su red de contactos e intercambios. Todo ello supuso un estímulo
y algunos logros destacados, como numerosas publicaciones, entre las
que sobresale su exitoso libro Formarse como profesor. Ciencias sociales,
primaria y secundaria obligatoria. (Guía de textos para un enfoque crítico)
que, publicado por Akal, salió a la luz en 1997.
El quinto y último capítulo, “La vuelta al cole y a uno mismo (2001-
2009). Una pequeña pedagogía y un final sin gloria ni pena” aborda la
etapa final de su vida profesional. Es este periodo compatibiliza la en-
señanza en un colegio público de infantil y primaria con las clases en
la Facultad de Ciencias de la Educación. En este tiempo desarrolla sus
principales producciones académicas sobre las relaciones teoría-prác-
tica, y elabora documentos inéditos (como los proyectos: “Libres desde
pequeños” y “Mi pequeña pedagogía) y otros que fueron publicados y se
pueden leer en su página web (ver nota 1). En esta etapa el maestro lee,
reflexiona, trabaja en las aulas y escribe intensamente. Está firmemente
comprometido con sus ideas, las pone en práctica en sus clases, reflexio-
na mediante grabaciones en audio y video sobre las mismas y las depura
con generosas horas de reflexión, involucrándose más y más en su centro
educativo y en su aula. Es un periodo en el que se aleja ideológicamente
de las plataformas políticas y sindicales de las que durante años había
formado parte, por discrepar de su posicionamiento ante los graves pro-
blemas institucionales que ponían en peligro la democracia y el Estado
de derecho consolidados en España tras la transición de la dictadura
franquista a la democracia, así como el debilitamiento del principio de
igualdad, sustituido hoy en numerosos aspectos por el de identidad.
Concluye el libro con un comentario de agradecimiento a los nu-
merosos actos de homenaje que siguieron a su jubilación; reserva las
últimas páginas para, en un epígrafe final (“Última tesela”), cerrar el li-
bro con el más conmovedor de cuantos pequeños relatos lo componen,
dedicado a (dice él) cumplir la deuda que un día contrajo con el “peor”
alumno del colegio (eso gustaba decir de sí mismo el chico): una maña-
na este chico se acercó a su mesa y tras observar que tomaba notas sobre
las incidencias de la clase, le dijo: “te vas a hacer famoso conmigo”; a lo
que él respondió: “en tal caso, nos haremos famosos los dos”. Unas líneas
y un relato que dan cuenta de la pulsión emocional y la trabazón afectiva
que se puede dar en las aulas, y que constituye, junto con la razón que
de principio a fin se reivindica en el libro, una parte inseparable de la
profesión de enseñar. Una profesión en la que, advierte el autor, no cabe
esperar los laureles con los que se corona al vencedor, pero en la que cada
cual puede y debe progresar hasta el último día de su vida profesional.

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197
CD ROM
Revista Perfiles Educativos
Revista especializada en investigación educativa en formato digital
25 volúmenes publicados de 1978 a 2003 / 102 números / 613 artículos

Costo: México 500 MN / Extranjero 60 USD


De venta en la librería del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Edificio del IISUE, lado norte de la Sala Nezahualcóyotl, Zona Cultural, Ciudad Universitaria, México, DF.
56 22 69 95 ext. 2023
A partir de 2013 Perfiles Educativos en ePub, descarga los contenidos en:
www.iisue.unam.mx/perfiles
Además, puedes consultar todos los números en formato PDF
NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE COLABORACIONES

publica cuatro números al año 6. Todas las siglas deberán estar desatadas y explici-
con los resultados más recientes de la investigación tadas, al menos la primera vez que aparezcan.
sobre los distintos aspectos de la educación. Su línea 7. Los artículos deberán incluir sólo referencias bi-
editorial da cabida a los diferentes tipos de indaga-
ción, pues considera que las ciencias de la educación deben asegurarse de que las fuentes a las que se
se han constituido en un campo inter y pluridiscipli- aluda en el texto y en las notas al pie de página
nario. La educación es un campo de conocimiento
y también un ámbito de intervención, por lo que se en el apartado de referencias.
publican resultados de investigaciones con referentes 8.
teóricos o empíricos, así como desarrollos teóricos y utilizará la forma entre paréntesis (por ejemplo:
reportes de experiencias educativas acompañados de Martínez, 1986/ Martínez, 1986: 125). En el caso
una fundamentación conceptual. de tres o más autores/as se sintetizará con et al.
es una revista de intercambio y (por ejemplo: Martínez et al., 1986: 125); sin em-
debate abierta a todos los interesados en la investigación bargo, sus nombres completos deberán aparecer
educativa. Tiene un carácter plural en cuanto al recono-
cimiento de las diversas disciplinas de las ciencias de la 9. -
educación, como en lo referente a la perspectiva teórica cer por orden alfabético, como bibliografía.
y metodológica adoptada por cada investigador, siem- Ejemplos del estilo utilizado:
Para libros: ALVARADO, Lourdes (2009), La po-
Está dirigida a investigadores, tomadores de decisiones, lémica en torno a la idea de universidad en el siglo
especialistas y estudiantes de grado y posgrado relacio- XIX, México, IISUE-UNAM.
nados con el campo educativo. Si se trata de un capítulo de libro en colaboración:
BAUDOUIN, Jean-Michel (2009), “Enfoque
1. Las colaboraciones deberán ser artículos origi- -
nales e inéditos. Para la sección Claves: artículos nes colectivas del acompañamiento”, en Patricia
de investigación, de carácter teórico o empírico, Ducoing (coord.), Tutoría y mediación, México,
con una metodología aplicada al estudio; para la IISUE-UNAM/Afirse, vol. 1, pp. 31-55.
sección Horizontes: avances de investigación, de- Para artículos: FUENTES Monsalves, Liliana
sarrollos teóricos, aportes de discusión y debate o (2009), “Diagnóstico de comprensión lectora en
reportes de experiencias educativas; y para la sec- educación básica en Villarica y Loncoche, Chile”,
ción Reseñas: reseñas temáticas y de libros. , vol. 31, núm. 125, pp. 23 -37.
2. Los originales deberán presentarse en versión elec- Para páginas web: ORDORIKA, Imanol y Roberto
trónica y tendrán una extensión de entre 20 y 30 Rodríguez (2010), “El ranking Times en el mercado
cuartillas (estándar: Times de 12 puntos, interlinea- de prestigio universitario”, Perfiles Educativos, vol. 32,
do 1.5, con 27-28 líneas, 2000 caracteres sin espacios núm. 129, pp. 8-29, en http://www.iisue.unam.
por cuartilla), esto es, entre 7000 y 10,500 palabras mx/seccion/perfiles (consulta: fecha).
- 10. Los trabajos se someterán a un proceso de dicta-
señas serán de publicaciones recientes en educación men donde se conservará el anonimato de quienes
y constarán de 6 a 10 cuartillas (de 2,100 a 3,500 pala- realizan el arbitraje, así como de los autores y au-
bras). No se aceptarán trabajos que no cumplan con toras, a quienes se les dará a conocer el resultado
los mínimos y máximos establecidos. de la dictaminación.
3. En el artículo deberá incluirse un resumen de en- 11. Los autores se comprometen a no someter a
tre 100 y 150 palabras, además de cinco a siete pa- ninguna otra revista su artículo a menos que
labras clave, tomando como base el “Vocabulario decline expresamente su
Controlado del IRESIE”, el cual puede consultarse publicación. Al aprobarse la publicación de su
en la página: www.iisue.unam.mx. El título del artículo, ceden automáticamente los derechos
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