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DIFERENCIAS ENTRE

CORONAVIRUS, GRIPE Y
RESFRIADO
En esta época del año, el descenso de las temperaturas aumenta la
transmisibilidad de los virus y las bacterias respiratorias. También influye que
los espacios no se ventilan tanto y que, a la lista de enfermedades más
habituales del otoño, hay que sumar la situación mundial actual con la
COVID-19.

Tanto el nuevo coronavirus como el virus de la gripe o el resfriado común son


enfermedades respiratorias que se transmiten de persona a persona, teniendo
presentaciones clínicas muy parecidas. Todos ellos comparten vías de
transmisión y pueden causar una gran variedad de síntomas, desde infecciones
asintomáticas o con síntomas leves hasta enfermedades graves y muertes.

Dada esta situación, resulta oportuno analizar los síntomas de las


enfermedades respiratorias que suelen aparecer en este período para ayudar a
diferenciar e identificar ante qué tipo de patología nos encontramos: resfriado
común, gripe o COVID-19.

Las infecciones respiratorias son enfermedades transmisibles del aparato


respiratorio que pueden afectar desde la nariz hasta los alvéolos. Estas
infecciones presentan algunos síntomas comunes con la COVID-19, por lo
que resulta interesante establecer las similitudes y diferencias entre ellas.

Resfriado común y gripe


El resfriado común es una infección viral leve autolimitada y está causada por
diversas familias de virus. La mitad de los casos se producen por rinovirus,
menos del 10% por coronavirus y ocasionalmente por el virus de la influenza
A o B, virus de la parainfluenza, virus respiratorio sincital, etc. Los rinovirus
tienen un patrón estacional, ya que la infección tiene unos picos de incidencia
durante el otoño y la primavera. Ya explicamos las diferencias entre resfriado
y rinitis alérgica en este artículo, así como las diferencias entre resfriado,
bronquitis y neumonía en esta publicación.
Por otro lado, también hablamos de qué es la gripe, sus síntomas y su
duración aquí y de la información práctica para su prevención y
tratamiento aquí.

Diferencias entre resfriado, gripe y


coronavirus
Tanto el nuevo coronavirus como el virus de la gripe o el resfriado común son
enfermedades respiratorias que se transmiten de persona a persona, teniendo
presentaciones clínicas muy parecidas. Todos ellos comparten vías de
transmisión y pueden causar una gran variedad de síntomas, desde infecciones
asintomáticas o con síntomas leves hasta enfermedades graves y muertes.

Lo que varía es la proporción de pacientes con sintomatología grave, ya que


en el caso del nuevo coronavirus el 80% de las infecciones son leves o
asintomáticas, el 15% son infecciones graves, que requieren oxígeno, y el 5%
son infecciones críticas, que requieren ventilación. Estos porcentajes de
infección grave parecen más elevados que los observados en el caso de la
gripe común.

De manera general, la fiebre, la tos y la pérdida de olfato/gusto son síntomas


comunes en la gripe y en la COVID-19. Sin embargo, la fatiga, el dolor de
garganta, el dolor de cabeza y el dolor muscular parecen producirse con
menos frecuencia en la COVID-19 que en la gripe. La dificultad respiratoria
también parece ser más frecuente en la COVID-19.

Coronavirus vs gripe: diferencias en síntomas


 El período de incubación de COVID-19 se estima entre 1-14 días
(siendo el periodo de incubación medio de 5-6 días), mientras que el resfriado
común y la gripe suelen ser de 1-3 y 1-4 días respectivamente.
 El inicio de los síntomas suele ser gradual en la COVID-19 y en el
resfriado común mientras que en el caso de la gripe se presenta de forma
abrupta. Sin embargo, existen casos de personas asintomáticas que se han
contagiado con el SARS-CoV-2, el virus causante de COVID-19. síntomas. 
 La aparición de fiebre es común tanto en COVID-19como en gripe,
siendo poco común en caso de resfriado.
 La tos es habitual en COVID-19 y gripe, manifestándose más leve o
moderadamente en caso de resfriado.
 Tanto la secreción como la congestión nasal es común en el resfriado
y no tanto en el caso de COVID-19 y gripe.
 Los episodios de diarrea se presentan algunas veces en COVID-19 y
gripe, siendo menos frecuente en caso de resfriado.
 Los dolores corporales o musculares suelen ser comunes en gripe,
manifestarse de forma más leve en caso de resfriado y solo algunas veces en
caso de COVID-19.
 El dolor de garganta es más habitual en caso de resfriado y aparece en
algunas ocasiones en COVID-19 y gripe.
 El dolor de cabeza es un síntoma común de gripe, apareciendo algunas
veces en caso de COVID-19 y siendo poco común en resfriados.
 La pérdida de apetito se asocia en su mayoría a la gripe,
manifestándose en ocasiones de COVID-19 y resfriado.
 La dificultad respiratoria se presenta fundamentalmente en COVID-
19, siendo leve en caso de resfriado y solo algunas veces en gripe. De ahí se
deriva que los problemas respiratorios fundamentalmente aparecen en
COVID-19 y solo algunas veces en gripe y resfriado.

Cabe resumir y enfatizar los síntomas asociados a COVID-19, principal


problema de salud a nivel mundial en el momento actual, con el fin de facilitar
su identificación y manejo en caso de detección de los
síntomas. 

Síntomas del coronavirus, ¿cuáles son?

Los síntomas más habituales del nuevo coronavirus son la fiebre, la tos seca y
el cansancio. Otros síntomas menos frecuentes que afectan a algunos
pacientes son los dolores y molestias, la congestión nasal, el dolor de cabeza,
la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la pérdida del gusto o el olfato
y las erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los
pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente. Algunas de
las personas infectadas solo presentan síntomas levísimos.

La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la


enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario. Alrededor de 1 de cada
5 personas que contraen la COVID-19 acaban presentando un cuadro grave y
experimenta dificultades para respirar. Las personas mayores y las que
padecen afecciones médicas previas como hipertensión arterial, problemas
cardiacos o pulmonares, diabetes o cáncer tienen más probabilidades de
presentar cuadros graves. Sin embargo, cualquier persona puede contraer la
COVID-19 y caer gravemente enferma.
Síntomas del COVID-19 y recomendaciones
de la OMS:
 Consejos de derivación, ¿dónde acudir?

Según las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las


personas de cualquier edad que tengan fiebre o tos y además respiren
con dificultad, sientan dolor u opresión en el pecho o tengan dificultades
para hablar o moverse deben solicitar atención médica inmediatamente.
Si es posible, se recomienda llamar primero al profesional sanitario o
centro médico para que éstos remitan al paciente al centro sanitario
adecuado.

 ¿Qué debo hacer si tengo síntomas de COVID-19 y cuándo he de


buscar atención médica?

Es importante tener en cuenta que la OMS ha clasificado como síntomas


leves de COVID-19 indicativos de que una persona no precisa requerirá
hospitalización la fiebre leve, la tos, la fatiga, la pérdida de apetito, la
congestión nasal, el dolor de garganta y el dolor de cabeza. En estos
casos, como sucede con el resfriado y la gripe común, la OMS
recomienda quedarse en casa, aislarse según las orientaciones nacionales
y vigilar los síntomas. 
En caso de tener dificultar para respirar o sentir dolor o presión en el
pecho, se debe buscar inmediatamente atención médica.

 ¿Qué debo hacer si no tengo síntomas, pero creo que he estado


expuesto a la COVID-19? ¿Qué significa ponerse en cuarentena?

Ponerse en cuarentena significa separarse de los demás porque se ha


estado con alguien que tiene COVID-19 aunque no se tengan síntomas.
Durante la cuarentena se debe vigilar su estado para detectar síntomas.
El objetivo de la cuarentena es prevenir la transmisión. En este caso las
recomendaciones según la OMS a seguir son:

- Ocupar una habitación individual amplia y bien ventilada con retrete y


lavabo. Si esto no es posible, colocar las camas a un metro de distancia.

- Mantenerse al menos a un metro de distancia de los demás, incluso de


los miembros de su familia.

- Controlar sus síntomas diariamente.


- Permanecer en cuarentena 10 días, incluso si se siente bien. Para los
casos leves, se mantiene el período de aislamiento de 10 días desde el
inicio de síntomas, siempre que hayan transcurrido al menos 3 días sin
presentar ningún síntoma. En los casos asintomáticos que resulten
positivos, el aislamiento se mantendrá en 10 días desde la fecha de toma
de la muestra para el diagnóstico.

- Si se tienen dificultades para respirar, ponerse en contacto


inmediatamente con el médico de atención primaria a través del
teléfono.

- Permanecer positivo y con energía manteniendo el contacto con sus


seres queridos por teléfono o internet y haciendo ejercicio en casa.

Puesto que la sintomatología de las diferentes patologías y otros cuadros


catarrales como resfriado o gripe es similar, es importante consultar con tu
profesional sanitario y seguir su consejo.

PRINCIPALES
DIFERENCIAS ENTRE
RESFRIADO,
BRONQUITIS Y
NEUMONÍA
 
 

Con la llegada del invierno, son comunes las infecciones respiratorias como el
resfriado, la bronquitis aguda o la neumonía. Son enfermedades diferentes,
pero ¿sabes distinguirlas? Te contamos las principales características de cada
una de ellas. ¡Sigue leyendo!El resfriado, la bronquitis aguda y la neumonía
son infecciones del tracto respiratorio, aunque no afectan a las mismas
estructuras. En el resfriado se ven alteradas zonas de las vías respiratorias
altas como la nariz, la faringe o la laringe. En cambio, en la bronquitis se
produce inflamación de los bronquios, que son los conductos que llevan el
aire desde a tráquea hasta los pulmones, y en la neumonía, la infección de uno
o ambos pulmones.

Para evitar contraer estas infecciones, se pueden adoptar medidas


generales como lavarse las manos con agua y jabón de forma
frecuente, evitar la exposición al humo del tabaco, o evitar el
contacto con personas enfermas.

En cuanto a las causas de estas infecciones, los resfriados y la mayoría de


bronquitis agudas son ocasionadas por virus, mientras que las neumonías
pueden estar causadas por virus, bacterias u hongos. Cabe tener en cuenta que,
en caso de complicarse, un simple resfriado puede llegar a causar bronquitis o
neumonía.

Síntomas y duración

Aunque existen síntomas comunes entre estas tres enfermedades, hay otros
que nos permiten diferenciarlas. Por ejemplo, el resfriado suele cursar con
congestión y goteo nasal, estornudos, tos, y dolor de garganta, y a veces, con
dolor de cabeza, dolor muscular, o cansancio. La bronquitis también puede
causar tos, dolor de cabeza, dolor de garganta, y malestar general, pero
incluyendo otros síntomas como dolor en el pecho, fatiga, fiebre, dificultad
para respirar, y sibilancias (sonidos agudos o silbidos al respirar). Respecto a
la neumonía, suele causar tos, fiebre, dificultad para respirar, dolor de cabeza,
fatiga, malestar general, o dolor en el pecho, que son síntomas que comparte
con el resfriado y/o la bronquitis, pero además puede producir escalofríos y
temblores, sudoración excesiva, y desorientación. 

Los síntomas del resfriado acostumbran a desaparecer en un periodo que


oscila entre 7 y 10 días. En el caso de la bronquitis, la mayoría de síntomas
duran entre 1 y 2 semanas, si bien en algunas personas la tos puede persistir
hasta 8 semanas. En relación a los pacientes con neumonía, la mayoría
mejoran al cabo de 2 semanas recibiendo el tratamiento adecuado, aunque los
pacientes de edad avanzada o con ciertas enfermedades pueden necesitar un
tratamiento más prolongado.

Prevención    
Para evitar contraer estas infecciones, se pueden adoptar medidas generales
como lavarse las manos con agua y jabón de forma frecuente, evitar la
exposición al humo del tabaco, o evitar el contacto con personas enfermas.
También es importante procurar mantener fuerte el sistema inmunitario
llevando una dieta saludable, practicando ejercicio de forma regular,
durmiendo una cantidad de horas suficiente, o minimizando el estrés. En caso
de estar enfermo, se puede prevenir la diseminación de los gérmenes y el
contagio a los demás evitando el contacto cercano con otras personas, o
cubriendo la nariz y la boca con un pañuelo desechable en caso de toser o
estornudar, descartando después el pañuelo. 

Además, en algunas personas, el médico puede considerar recomendable la


vacunación frente al virus de la gripe, por ser uno de los virus que causa
bronquitis y neumonías, o frente al neumococo, por ser una de las bacterias
responsables de la neumonía.

Tratamiento
En general, los resfriados se resuelven por sí solos en unos días. Es importante
guardar reposo y beber líquidos en abundancia, aunque si queremos aliviar los
síntomas también podemos recurrir a la toma de ciertos medicamentos que
nos pueden aconsejar en la farmacia o en la consulta del médico. En cambio,
la bronquitis y la neumonía suelen precisar de tratamientos más complejos,
por lo que en caso de sospechar que no se trata de un simple resfriado, lo
mejor es acudir al médico para tener un buen diagnóstico y recibir el
tratamiento adecuado. 

¿CÓMO DIFERENCIAR
UNA ALERGIA DE UN
RESFRIADO?
¿Cómo diferenciar una alergia de un resfriado?

La rinitis alérgica es una de las alergias respiratorias más comunes. Al cursar


con estornudos, congestión y secreción nasal, puede resultar fácil confundirla
con un resfriado. En este artículo explicamos las diferencias entre ambas
enfermedades y los síntomas característicos de cada una de ellas, lo que
permitirá distinguirlas y tratarlas correctamente.

Causas del resfriado y de la rinitis alérgica


Tanto el resfriado como la rinitis alérgica son enfermedades respiratorias, pero
el origen de ambas es muy distinto. El resfriado está causado por la infección
de un virus, mientras que la alergia es una reacción del sistema inmunitario
ante determinadas sustancias (alérgenos) que en condiciones normales serían
inofensivas, y por eso no ocasionan problemas a la mayoría de personas. Los
principales alérgenos causantes de rinitis son el polen, los ácaros del polvo, el
epitelio (caspa) así como los ácaros de animales como perros o gatos, y el
moho. Cuando una persona con rinitis alérgica inhala uno de estos alérgenos,
el sistema inmunitario reacciona liberando una serie de sustancias como la
histamina, que provocan los síntomas de la alergia.

Síntomas del resfriado y de la rinitis


alérgica
Los estornudos, la congestión y la secreción nasal son síntomas comunes de la
rinitis alérgica y del resfriado. No obstante, la secreción nasal en los resfriados
suele ser fluida al inicio y posteriormente se vuelve más espesa, mientras que
en las alergias la secreción siempre es acuosa. La tos seca y el dolor de
garganta también pueden aparecer en ambas enfermedades; sin embargo, estos
síntomas son frecuentes en el resfriado, pero en la alergia se dan de forma
ocasional. Del mismo modo, el resfriado puede presentar dolor muscular y
febrícula (décimas de fiebre), síntomas que no aparecen en la alergia. Además,
la rinitis alérgica puede ocasionar picor y lagrimeo en los ojos, cosa que
normalmente no sucede en el resfriado.

También existen diferencias en cuanto a la duración de ambas enfermedades.


Los síntomas de la alergia duran mientras haya exposición al alérgeno en el
caso de la alergia al polen, pueden ser unas 6 semanas en primavera, verano u
otoño, mientras que un resfriado no suele durar más de 10 días.

Tratamiento del resfriado y de la rinitis


alérgica
Una vez sabemos si los síntomas corresponden a un resfriado o a una rinitis
alérgica, podemos tomar las medidas más adecuadas. Generalmente los
resfriados se resuelven por sí solos en pocos días, aunque es aconsejable
guardar reposo y beber líquidos en abundancia. Si además queremos aliviar
los síntomas, podemos acudir a la farmacia o al médico para que nos
recomienden la toma de medicamentos paliativos.

En el caso de la rinitis alérgica, es fundamental conocer cuáles son los


desencadenantes de la reacción alérgica y adoptar medidas preventivas para
evitar o minimizar la exposición a los alérgenos. Por ejemplo, las personas
alérgicas al polen deben evitar los parques y jardines en épocas de
polinización, y es conveniente que mantengan las ventanas cerradas y usen
aire acondicionado en casa y en el coche. Si la alergia está causada por los
ácaros del polvo, es importante evitar tener alfombras o moqueta en casa, y
usar el aspirador de forma regular. Cuando el alérgeno desencadenante es la
caspa o los ácaros de animales domésticos, es recomendable que el animal
esté fuera de casa en la medida de lo posible, y lavarlo 1 o 2 veces a la
semana. Las personas alérgicas al moho deben procurar  mantener un nivel de
humedad adecuado en la vivienda, empleando un deshumidificador si fuera
necesario, así como limpiar regularmente la nevera y tirar la basura con
frecuencia. En cuanto al propio tratamiento de la rinitis alérgica, médicos y
farmacéuticos pueden recomendar distintos medicamentos o/y otros productos
en función de los síntomas y la gravedad de estos. Además, en algunos casos
el médico puede considerar adecuada la inmunoterapia (vacuna antialérgica),
que consiste en la inyección de dosis gradualmente crecientes del alérgeno
responsable de la enfermedad, para que disminuya la sensibilidad a los
alérgenos y, por tanto, reducir los síntomas de la alergia.

En resumen, aunque tengan algunos síntomas comunes, el resfriado y la rinitis


alérgica son enfermedades muy distintas, y por tanto requieren un abordaje
diferente.

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