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CRITERIOS JUDICIALES EN

MATERIA DE OPERACIONES CON


RECURSOS DE PROCEDENCIA
ILÍCITA

Secretaría de Hacienda y Crédito Público


Unidad de Inteligencia Financiera
Dirección General Adjunta de Procesos Legales
México, 2006.
CONTENIDO

Introducción ..................................... 4

Primer Capítulo

Los elementos objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

a) El bien jurídico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

b) La conducta típica ...................... 18

c) Los sujetos ........................... 21


El sujeto activo ...................... 21
El sujeto pasivo ...................... 23

d) Las circunstancias ...................... 25


De modo ........................... 25
De tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
De lugar ........................... 25

e) El objeto material . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

f) Los elementos normativos ................. 30

2
CONTENIDO

Segundo Capítulo

Los elementos subjetivos ......................... 35

a) El dolo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

b) Los elementos subjetivos específicos distintos del dolo. . 37

Tercer Capítulo

1. El delito previo y la autonomía del delito de operaciones. . . 39

2. Los medios de prueba ..................... 44

3. El decomiso ............................... 45

Conclusiones .................................... 46

Listado de resoluciones judiciales analizadas ............ 49

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

3
I N T R O D U C C I Ó N.

De acuerdo con el Código Penal Federal las operaciones con recursos


de procedencia ilícita son aquellas en las que alguien, por sí o por
interpósita persona, adquiere, enajena, administra, custodia, cambia,
deposita, da en garantía, invierte, transporta, o transfiere, dentro de
territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a la inversa, recursos,
derechos o bienes de cualquier naturaleza, con conocimiento de que
proceden o representan el producto de una actividad ilícita. Además,
agrega el Código punitivo, dicha operación deberá tener alguno de los
siguientes propósitos: ocultar o pretender ocultar, encubrir o impedir
conocer el origen, localización, destino o propiedad de dichos recursos,
derechos o bienes, o alentar alguna actividad ilícita.

La legislación que tipifica las operaciones con recursos de procedencia


ilícita (delito al que, en lo que sigue, nos vamos a referir por brevedad
como “operaciones”), es de muy reciente creación y tiene su origen en
los Estados Unidos de América.

El primer antecedente es la Ley del Secreto Bancario (The Bank


Secrecy Act) de 1970, que impuso a las instituciones financieras
obligaciones de mantener constancia de determinadas operaciones y de
reportarlas a las autoridades. La razón para exigir el reporte de
determinadas operaciones fue la de crear “una pista de papel” que
llevara de los fondos lavados a la actividad de la cual se derivaron. El
autor de esta ley consideró que los bancos y otras clases de
instituciones financieras son, necesariamente, utilizados para depositar
los fondos provenientes de actividades ilícitas y, en consecuencia, son
el lugar ideal para identificar las transacciones y la identidad de quien
las realiza.

4
Durante la década de 1990 la ley tuvo dos reformas. La primera fue la
Ley de Lavado de Dinero Annunzio-Wylie (The Annunzio-Wylie Money
Laundering Act) que le agregó varias disposiciones. La más importante
de ellas consistió en autorizar al Secretario del Tesoro para que exigiera
a las instituciones bancarias y no bancarias que reportaran
transacciones sospechosas. También dispuso que se establecieran
programas para preparar al personal de las instituciones financieras
para cumplir con las obligaciones de identificación y de reporte en la
lucha contra el lavado de dinero.

El sistema de reportes de transacciones financieras establecido en la


Ley del Secreto Bancario de 1970 resultó un instrumento ineficaz, por sí
sólo, para luchar contra el lavado de dinero. Esa ley únicamente
estableció la obligación de reportar. Así, los posibles lavadores de
dinero lo podían seguir haciendo sin que esto les generara
consecuencia alguna. Entonces, el Congreso dictó la Ley de Control de
Lavado de Dinero de 1986, que tipificó el delito de lavado de dinero,
sancionándolo con pena de prisión hasta 20 años. Esta ley creó un
delito federal, autorizó la confiscación de ganancias obtenidas por los
lavadores y proporcionó a las autoridades federales herramientas
adicionales para investigar el lavado de dinero. Así, esta ley es el acta
de nacimiento del delito objeto de este estudio.

Si atendemos a que el acta de nacimiento de este delito se encuentra


en la Ley de Control de Lavado de Dinero de 1986, podemos darnos
cuenta de que la internacionalización de este ilícito ha sido rápida. Así,
la comunidad internacional ha reaccionado con eficacia por lo menos en
cuanto hace a la regulación legal. De hecho, los principales convenios
internacionales surgieron entre 1988 y 1990. Tal regulación, como es

5
lógico esperar, engloba a los diferentes actores que intervienen en el
tema. Hay preceptos en materia de regulación bancaria, tipificación de
la conducta, embargo y decomiso de bienes producto del delito y
cooperación internacional.

Algunos de los principales instrumentos internacionales que rigen la


materia de son los siguientes:

1. Declaración de Principios del Comité de Reglas y Practicas de


Control de Operaciones Bancarias sobre Prevención de la
Utilización del Sistema para el Blanqueo de Fondos de Origen
Criminal (Declaración de Basilea) de 12 de diciembre de 1988.

Esta declaración nació en el seno del Comité de Reglas y Prácticas de


Control de las operaciones bancarias, integrado por los bancos
centrales y los órganos de vigilancia bancaria de Alemania, Bélgica,
Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Luxemburgo, Países
Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza; el objetivo de ésta fue establecer
un código ético que sirviera para evitar que las instituciones bancarias
fueran el puente por el que transitaran capitales de origen ilegítimo y
que tal situación pusiera en riesgo el prestigio de las propias
instituciones.

Así, la declaración establece normas de conducta que deben seguirse


por los integrantes de los bancos para vigilar que éstos no sean
utilizados con fines criminales. Las principales reglas establecidas
fueron:

6
a) Identificación de clientes;
b) Cumplimiento de las leyes;
c) Cooperación con las autoridades encargadas del cumplimiento de las
leyes, y
d) Adhesión a la declaración.

2. Convención de Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de


Estupefacientes y Sustancia Psicotrópicas (Convención de Viena)
de 20 de diciembre de 1988.

La llamada convención de Viena significó el lanzamiento internacional


de la tipificación del delito de lavado de dinero. El nombre de la misma
indica que su finalidad es la lucha contra el tráfico ilícito de
estupefacientes, es aquí donde, por primera vez, los estados firmantes
se comprometen a sancionar penalmente las conductas de:

a) Conversión o transferencia de bienes a sabiendas de que proceden


de alguno o algunos de los delitos tipificados en la propia
convención.
b) Ocultación o encubrimiento de la naturaleza, el origen, la ubicación,
el destino, el movimiento o la propiedad reales de bienes o
derechos relativos a tales bienes, a sabiendas de que proceden de
alguno o algunos de los delitos tipificados por la propia convención.
c) Adquisición, posesión, utilización de bienes a sabiendas, en el
momento de recibirlos, de que proceden de alguno o algunos de los
delitos tipificados en la propia convención.

7
Los delitos tipificados en la convención y que pudieron dar lugar a las
distintas conductas de lavado de dinero fueron, exclusivamente, los
relacionados con el tráfico ilícito de drogas.

3. Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia


Organizada Transnacional de 15 de diciembre de 2000.

En esta Convención, realizada en Palermo, Italia, los países


participantes se obligaron a considerar como delitos predicados al
lavado de dinero, una gama más amplía de la de los delitos contra la
salud.

De la tipificación internacional, el delito pasó al ámbito mexicano con la


creación, en 1990, del artículo 115 bis del Código Fiscal de la
Federación que establecía:

“Artículo 115 bis.- Se sancionará con pena de tres a nueve años de


prisión, a quien a sabiendas de que una suma de dinero o bienes de
cualquier naturaleza provienen o representan el producto de alguna
actividad ilícita:

I.- Realice una operación financiera, compra, venta, garantía, depósito,


transferencia, cambio de moneda o, en general, cualquier enajenación o
adquisición que tenga por objeto el dinero o los bienes antes citados, con
el propósito de:
a) Evadir de cualquier manera el pago de créditos fiscales;
b) Ocultar o disfrazar el origen, naturaleza, propiedad, destino o
localización del dinero o de los bienes de que se trate;
c) Alentar alguna actividad ilícita, o
…; o

8
II.- Transporte, transmita o transfiera la suma de dinero o bienes
mencionados, desde algún lugar a otro del país, desde México al
extranjero o del extranjero a México, con el propósito de:

a) Evadir de cualquier manera el pago de créditos fiscales;


b) Ocultar o disfrazar el origen, naturaleza, propiedad, destino o
localización del dinero o de los bines de que se trate;
c) Alentar alguna actividad ilícita, o

Las mismas penas se impondrán a quien realice cualquiera de los actos a


que se refieren las dos fracciones anteriores que tengan por objeto la
suma de dinero o los bienes señalados por las mismas con conocimiento
de su origen ilícito, cuando éstos hayan sido identificados como producto
de actividades ilegales por las autoridades o tribunales competentes y
dichos actos tengan el propósito de:

a) Ocultar o disfrazar el origen, naturaleza, propiedad, destino o


localización del dinero o de los bienes de que se trate;
b) Alentar alguna actividad ilícita.

Igual sanción se impondrá a los empleados y funcionarios de las


instituciones que integran el sistema financiero, que con el propósito de
prestar auxilio o cooperación para evitar la identificación de las sumas de
dinero o bines a que se refiere este artículo, no cumplan con la obligación
de recabar o falseen la información sobre la identificación del cliente y la
correspondiente operación, conforme a lo previsto en las disposiciones
que regulan el sistema financiero.

Para los efectos de este artículo, se entiende por sistema financiero el


comprendido por las instituciones de crédito, de seguros y de fianzas,
almacenes general de depósito, arrendadoras financieras, sociedades de
ahorro y préstamo, sociedades financieras de objeto limitado, uniones de
crédito, empresas de factoraje financiero, intermediarios bursátiles, casa
de cambio y cualquier otro intermediario financiero o cambiario”.

9
En mayo de 1996 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el
Decreto que Reforma, Adiciona y Deroga Diversos Artículos del Código
Penal para el Distrito Federal en materia de Fuero Común y para toda la
República en materia de Fuero Federal, del Código Fiscal de la
Federación y del Código Federal de Procedimientos Penales. En esa
fecha, fue derogado el artículo 115 bis del Código Fiscal de la
Federación y, en sustitución, entró en vigor al día siguiente el artículo
400 Bis del Código Penal Federal. Es decir, el delito dejó de ser
considerado un ilícito eminentemente fiscal y pasó a formar parte de
nuestro máximo Código punitivo.

“Artículo 400 Bis.- Se impondrá de cinco a quince años de prisión y de mil


a cinco mil días de multa al que por sí o por interpósita persona realice
cualquiera de las siguientes conductas: adquiera, enajene, administre,
custodie, cambie, deposite, dé en garantía, invierta, transporte o
transfiera, dentro del territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a la
inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, con
conocimiento de que proceden o representan el producto de una actividad
ilícita, con alguno de los siguientes propósitos: ocultar o pretender ocultar,
encubrir o impedir conocer el origen, localización, destino o propiedad de
dichos recursos, derechos o bienes, o alentar alguna actividad ilícita.

La misma pena se aplicará a los empleados y funcionarios de las


instituciones que integran el sistema financiero, que dolosamente presten
ayuda o auxilien a otro para la comisión de las conductas previstas en el
párrafo anterior, sin perjuicio de los procedimientos y sanciones que
correspondan conforme a la legislación financiera vigente.

La pena prevista en el primer párrafo será aumentada en una mitad,


cuando la conducta ilícita se comenta por servidores públicos encargados
de prevenir, denunciar, investigar o juzgar la comisión de delitos. En este
caso, se impondrá a dichos servidores públicos, además, inhabilitación

10
para desempeñar empleo, cargo o comisión públicos hasta por un tiempo
igual al de la pena de prisión impuesta.

En caso de conductas previstas en este artículo, en las que se utilicen


servicios de instituciones que integran el sistema financiero, para
proceder penalmente se requerirá la denuncia previa de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público.

Cuando dicha Secretaría, en ejercicio de sus facultades de fiscalización,


encuentre elementos que permitan presumir la comisión de los delitos
referidos en el párrafo anterior, deberá ejercer respecto de los mismos las
facultades de comprobación que le confieren las leyes y, en su caso,
denunciar hechos que probablemente puedan constituir dicho ilícito.

Para los efectos de este artículo, se entiende que son producto de una
actividad ilícita, los recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza,
cuando existan indicios fundados o certeza de que provienen directa o
indirectamente, o representan las ganancias derivadas de la comisión de
algún delito y no pueda acreditarse su legítima procedencia.

Para los mismos efectos, el sistema financiero se encuentra integrado por


las instituciones de crédito, de seguros y fianzas, almacenes generales de
depósito, arrendadoras financieras, sociedades de ahorro y préstamo,
sociedades financieras de objeto limitado, uniones de crédito, empresas
de factoraje financiero, casas de bolsa y otros intermediarios bursátiles,
casas de cambio, administradoras de fondo de retiro y cualquier otro
intermediario financiero cambiario.”

La tipificación en el Código Penal Federal data de apenas 10 años. Es


decir, un lapso muy breve para el pleno desarrollo y conocimiento de
una figura jurídica.

11
En la legislación vigente se establece un requisito de procedibilidad.
Así, de acuerdo con el párrafo cuarto del artículo 400 Bis “En caso de
conductas previstas en este artículo, en las que se utilicen servicios de
instituciones que integran el sistema financiero, para proceder
penalmente se requerirá la denuncia previa de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público”. Es decir, cuando, en la comisión del delito,
se utilicen servicios del sistema financiero, para que el Ministerio Público
de la Federación pueda proceder penalmente (llevar un asunto ante
juez) se requiere que esta Secretaría denuncie el ilícito.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha delegado, a través de


su Reglamento Interior, la responsabilidad de otorgar o negar dicho
requisito en la Unidad de Inteligencia Financiera. Así, el artículo 15
fracción XIII del reglamento señalado establece que es competencia de
la unidad “Denunciar ante el Ministerio Público Federal por las
conductas que pudieran favorecer, prestar ayuda, auxilio o cooperación
de cualquier especie para la comisión de los delitos de terrorismo y su
financiamiento o de operaciones con recursos de procedencia ilícita,
allegándose de los elemento probatorios del caso”.

De esta manera, la Unidad de Inteligencia Financiera está directamente


relacionada con el delito de operaciones y, en consecuencia, ocupada
en realizar aportes que sirvan para que las acciones para prevenir y
combatir éste resulten de la mayor eficacia.

En el conocimiento del delito de operaciones la doctrina nacional, hasta


esta fecha, es de escaso auxilio. Poco se han ocupado los autores
mexicanos de este delito. Sirva de explicación a esto los pocos años
transcurridos desde que nuestra legislación tipificó estas conductas y el

12
hecho de que el delito que nos ocupa nació en el sistema del Common
Low, es decir, un sistema ajeno al nuestro. Esta situación, convierte en
el instrumento casi único de conocimiento del delito a la jurisprudencia.
Los jueces se ven obligados a decidir todos los casos que les son
sometidos. No pueden excusarse del cumplimiento de su deber
pretextando la novedad del tipo o la pobreza de la doctrina. Al resolver,
no solamente deciden el caso concreto que les ha sido sometido sino
que establecen criterios que, en el futuro, otros juzgadores pueden
seguir o que, incluso, están obligados a observar, como es el caso de
las resoluciones judiciales que, en los términos de la Ley de Amparo,
integran Jurisprudencia Definida.

Por esa razón, la Unidad de Inteligencia Financiera ha reunido y


analizado 50 resoluciones judiciales (que se listan al final de este
documento). Este estudio presenta un examen sistemático del sentido
en que nuestros tribunales se han pronunciado respecto a las
principales cuestiones conectadas al delito. La Secretaría de Hacienda y
Crédito Público no expresa criterios propios, se limita a presentar,
objetivamente, la voz de los juzgadores, el criterio de los hombres que
deciden el destino del procesado.

El estudio contiene resoluciones judiciales de dos tipos: casos en los


que se utilizó el sistema financiero y aquellos en que se prescindió de
éste, que son la mayoría. Ello, obedece a que las resoluciones que
fueron obtenidas por esta Unidad incluyen ambas modalidades.

13
En la Unidad de Inteligencia Financiera estamos ciertos de que este
estudio será de utilidad para los empleados del sistema financiero, los
miembros de la propia unidad, la Procuraduría General de la República,
los abogados litigantes y los jueces; además, por supuesto, de todo
aquel profesionista interesado en el tema.

El método de trabajo
Para el desarrollo de este estudio se analizaron 50 resoluciones
judiciales, en las que se buscaron las referencias o los razonamientos
de los juzgadores a los elementos objetivos y subjetivos del delito, así
como la toma de posición de los mismos respecto de los siguientes
temas: delito previo, autonomía del delito, principales medios de prueba
y decomiso de recursos.

En 12 de las resoluciones que comprenden este estudio, la autoridad


judicial dictó auto de libertad por falta de elementos para procesar. En
estos casos, no se tuvo acceso al expediente completo y, en
consecuencia, no se conocieron los elementos que soportaron los
razonamientos y la motivación del juzgador. Asimismo, es necesario
aclarar que cuando en el texto del estudio se señala sobre algún tema
“el juzgador no refiere” se tiene que considerar que, de todas las
resoluciones que así se presentan, están incluidas estas 12.

La estructura
El estudio está integrado por una introducción, tres capítulos y unas
conclusiones. En la introducción se hace una referencia histórica del
delito, la conexión entre éste y la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, la importancia
y utilidad del estudio. En el primer capítulo, se estudian los elementos

14
objetivos del delito; en el segundo los aspectos subjetivos y en el tercer
capítulo los temas de delito previo, autonomía, medios de prueba y
decomiso. Todos los capítulos incluyen una gráfica por cada tema
desarrollado, en ésta, como ya se ha señalado en líneas arriba, se
agregan todas las resoluciones que resultaron en auto de libertad por
falta de elementos para procesar. Por último, se exponen las
conclusiones.

15
Primer Capítulo

Los elementos objetivos.

a) El bien jurídico.

De acuerdo con la opinión de la doctrina dominante, la columna


vertebral sobre la que descansa el ius puniendi (la facultad del Estado
de castigar penalmente) es la protección de los bienes jurídicos penales.
En otras palabras, el Derecho Penal tiene su razón de existir porque una
serie de bienes jurídicos necesitan de él. 1

Bajo esta idea, el orden jurídico y el Estado constituyen las estructuras a


través de las cuales se logra una convivencia organizada y pacífica. Es
decir, garantizan el orden social. Dichas estructuras, están protegidas
por las normas jurídicas.

Ávila de la Torre afirma que la razón fundamental del combate al lavado


de dinero es una sola, atacar el principal interés del criminal y base de
sus operaciones: la acumulación y reinversión de activos, impidiendo
que estos entren al libre mercado. 2

Por su parte, Blanco Cordero, considera que el blanqueo de bienes


vulnera dos elementos del orden socioeconómico: en concreto, la libre
competencia y, subsidiariamente, la credibilidad, estabilidad y solidez
del sistema financiero. 3

1
Cfr. González-Salas Campos, Raúl, La teoría del bien jurídico en el Derecho penal, Oxford
University Press, México, 2001, pág. 16-58.
2
Cfr. Ávila de la Torre, Alberto Manuel, Lavado de Dinero: conceptos básicos sobre un
sistema económico delictivo, Editorial Porrúa, México, 2003, pág. 17.
3
Blanco Cordero, Isidoro, citado por: Del Carpio Delgado, Juana, El delito de blanqueo de
bienes en el nuevo Código penal, Tirant lo Blanch, Valencia, 1997, pág. 61.

16
En el mismo sentido, Juana Del Carpio, argumenta que: “…es la
circulación de los bienes en el mercado como elemento indispensable
para su normal funcionamiento y de la economía en general, el bien
jurídico protegido por el delito de blanqueo de bienes”. 4

Efraín García Ramírez opina que dentro de los bienes jurídicos que
tutela el tipo penal de operaciones se encuentran: la salud pública, la
vida, la integridad física y patrimonio que sean afectados por las
actividades del narcotráfico y de la delincuencia organizada, la
seguridad de la nación y la estabilidad y sano desarrollo de la economía
nacional, así como la preservación de los derechos humanos y la
seguridad pública.5 Además, el autor afirma que, con este tipo penal se
busca garantizar el sano desarrollo de la economía al impedir que
circulen en ella bienes o recursos que provengan de actividades ilícitas. 6

De acuerdo con las resoluciones judiciales analizadas, varios de los


juzgadores, comparten la idea de la doctrina de que son la economía
nacional y el sistema financiero los bienes jurídicos que se protegen en
el delito de operaciones. Asimismo, es destacable el hecho de que en
26 resoluciones no se señala bien jurídico alguno.

4
Ibidem, pág. 81.
5
García Ramírez, Efraín, Análisis jurídico del delito de operaciones con recursos de
procedencia ilícita. 2. ed. Ed. Sista, México, 2000, pág. 192.
6
Cfr. García Ramírez, Efraín, Op. cit., pág. 353.

17
El bien jurídico

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26

Algunos juzgadores señalaron hasta seis bienes jurídicos. Por ello, la


gráfica representa más bienes jurídicos que resoluciones judiciales
analizadas.

b) La conducta típica.

La conducta típica es también conocida como la acción u omisión y es la


base de la existencia del delito.

Luego entonces, la acción consiste en un acto de voluntad y su


exteriorización a través de un hacer o a través de una inactividad, y el
resultado deberá ser la modificación producida en el mundo exterior o
bien el peligro creado con dicha conducta, de lo que puede
desprenderse el nexo causal entre la acción y el resultado.

18
El delito de acción se realiza por medio de una actividad positiva en la
que se viola una norma prohibitiva. Así, las conductas establecidas en el
primer párrafo del artículo 400 Bis del Código Penal Federal que son:
adquirir, enajenar, administrar, custodiar, cambiar, depositar, dar en
garantía, invertir, transportar o transferir; necesariamente, requieren de
una acción y, en consecuencia, su autor no puede argumentar que
cometió una omisión.

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española de la Real


Academia Española, las conductas en este delito tienen el siguiente
significado:

1. Adquirir: Comprar, coger, lograr o conseguir.


2. Enajenar: Pasar o transmitir a alguien el dominio de algo o algún
otro derecho sobre ello.
3. Administrar: Ordenar, disponer, organizar, en especial la agenda
o los bienes.
4. Custodiar: Guardar con cuidado y vigilancia.
5. Cambiar: Dar o tomar algo por otra cosa que se considera del
mismo o análogo valor.
6. Depositar: Poner bienes u objetos de valor bajo la custodia o
guarda de persona física o jurídica que quede en la obligación
de responder de ellos cuando se le pidan.
7. Dar en Garantía: Garantiza quien afianza lo estipulado. 7
8. Invertir: Emplear, gastar o colocar un caudal.
9. Transportar: Llevar a alguien o algo de un lugar a otro.

7
Esto es una interpretación de lo que el Diccionario de la Lengua Española de la Real
Academia Española señala.

19
10. Transferir: Ceder a otra persona el derecho, dominio o atribución
que se tiene sobre algo. Remitir fondos bancarios de una cuenta
a otra.

De acuerdo con las resoluciones jurídicas analizadas las conductas más


recurrentes son las de transportar (en 10 casos), intentar transportar (en
7 casos) y custodiar (en 6 ocasiones). Lo anterior, obedece a que la
mayoría de las resoluciones analizadas son casos de flagrante delito de
transporte oculto de dinero en efectivo. Respecto del resto de las
conductas que el Código establece, en las resoluciones, se encontró la
adquisición de bienes muebles, inmuebles y recursos. En ningún caso
se señaló como conductas enajenar, administrar, dar en garantía o
transferir recursos.

La conducta típica

Tentativa custodiar y transportar recursos

Cambio moneda, transferencias y cheques

Ayuda a transportar recursos

Adquisición bienes inmuebles y depósito

Adquisición de recursos y cambio divisas

Adquisición de recursos

Adquisición bienes muebles

Custodiar recursos

Tentativa transportar recursos

Transportar recursos

El juzgador no refiere

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18

20
c) Los sujetos.

El sujeto activo.

El sujeto activo del delito es también conocido como el autor, a quien


Alicia Azzolini describe como el personaje central del Derecho Penal. 8

El sujeto activo será entonces quien adquiera, enajene, administre,


custodie, cambie, deposite, de en garantía, invierta, transporte o
transfiera, dentro del territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a la
inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, con
conocimiento de que proceden o representan el producto de una
actividad ilícita.

Asimismo, autor, en el delito de operaciones, es el que utilice a otra


persona para que ésta cometa cualquiera de las conductas que prevé el
Código. La persona que sea utilizada para llevar a cabo la conducta
será penalmente responsable si conoce la procedencia ilícita de los
recursos.

En casi todas las resoluciones judiciales analizadas se determina que


quien cometió materialmente la conducta es el autor único del delito. La
mayoría de las resoluciones presentan casos de flagrante delito en su
modalidad de transportar o intentar transportar dinero oculto; entonces,
los juzgadores consideraron a esa persona como el autor único de la
conducta. Exclusivamente en una resolución se condena a un servidor
público (policía auxiliar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de

8
Azzolini Bincaz, Alicia, “La autoría en el sistema penal mexicano”, en Estudios en homenaje
a la Academia Mexicana de Ciencias Penales, Porrúa, México, 2001, pág. 21.

21
México) por haber actuado como auxiliador (omitió revisar una maleta
en la que se ocultaba una gran cantidad de dólares en efectivo) de
acuerdo con lo que establece el artículo 13 fracción VI del Código Penal
Federal.

Ninguna de las resoluciones se ocupa de la autoría intelectual ni alguna


otra forma de participación.

El sujeto activo

Omitieron revisar el equipaje

El Juzgador no refiere

Depositaron y cambiaron moneda

Adquirieron y deposit aron recursos

Adquirieron y custodiaron recursos

Adquirieron bienes

Transportaron dinero y droga

Cometieron delitos contra la salud

Adquirieron recursos

No demostraron legal procedencia de recursos

Intentaron transport ar dinero

Custodiaban dinero

Transport aron dinero

Ninguno

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

22
El sujeto pasivo.

Reyes Echandía, señala que el sujeto pasivo es el titular del derecho o


interés lesionado o puesto en peligro por el delito. 9 En algunos casos, el
sujeto pasivo coincide con la víctima u ofendido del delito.

A diferencia de lo que sucede con el sujeto activo del delito que, es


siempre una persona física, el sujeto pasivo puede ser una persona
física o moral.

Fabián Caparrós opina que: “aunque el blanqueo de las ganancias


procedentes del tráfico de drogas o del secuestro de personas –a modo
de ejemplos- atente de manera indirecta contra la salud pública, la
libertad ambulatoria o la propia investigación de los citados delitos,
creemos que el daño que debe considerarse prioritariamente es el
ejercido sobre la ordenación del mercado de acuerdo al sistema
económico establecido en la Ley Fundamental y, por ello, sobre la
globalidad de los agentes que en él operan, ya sean consumidores, ya
productores. Nos encontramos así ante un sujeto pasivo prioritariamente
colectivo” 10 .

Por su parte, Aránguez Sánchez señala que resulta convincente


entender que el sujeto pasivo en tales infracciones (blanqueo de
capitales) es el Estado, pues es el titular del bien jurídico tutelado en el
blanqueo: el orden socioeconómico. 11

9
Cfr. Reyes Echandía, Alfonso, Tipicidad, Themis, Bogotá, 1989, pág. 42.
10
Fabián Caparrós, Eduardo A., El Delito de Blanqueo de Capitales, COLEX, Madrid, 1998,
pág. 320.
11
Cfr. Aránguez Sánchez, Carlos, El delito de Blanqueo de Capitales, Marcial Pons, Madrid,
2000, pág. 180.

23
Respecto del sujeto pasivo la mayoría de las resoluciones son omisas;
es decir, no se ocupan de ubicarlo. Esta situación está presente en 48
de ellas. Así, de las dos restantes el juzgador aseveró, en una, que el
pasivo es el sistema económico nacional y, en la otra, que por la
naturaleza del ilícito no existe sujeto pasivo alguno.

El sujeto pasivo

El sistema
económico
nacional
El juzgador
1
asevera que
por la
naturaleza del
ilicito no
existe sujeto
pasivo
1

El juzgador no
hace
referencia
48

24
d) Las circunstancias.

Podemos definir a las circunstancias como las situaciones que rodean la


realización del hecho delictuoso o suponen especiales condiciones del
autor del delito. Las circunstancias determinan, en ocasiones, la
modulación de la pena aplicable al delito y, para ser tomadas en cuenta,
se requiere la comprobación de la existencia del delito con todos sus
elementos. 12

De Modo.

Por circunstancia de modo se entiende la forma en que el sujeto activo


realiza la conducta. Es decir, los medios de que se vale el autor para
lograr su objetivo, que pueden ser físicos o psíquicos.

De tiempo.

Las circunstancias de tiempo se refieren al momento en que se debe


ejecutar el hecho para que éste resulte típico. Olga Islas de González
Mariscal afirma que la circunstancia de tiempo es “la condición de
tiempo o lapso, descrita en el tipo, dentro de la cual ha de realizarse la
conducta o producirse el resultado”. 13

De lugar.

Son las condiciones específicas de lugar a que hace referencia el tipo


penal, en las que ha de realizarse o producirse el resultado. 14

12
Muñoz Conde, Francisco, Derecho Penal. Parte General, Tirant lo Blanch, Valencia, 1996,
pág. 496.
13
Islas de González Mariscal, Olga, Análisis lógico de los delitos contra la vida, Trillas, México
1991, pág. 50.
14
Ibidem, pág. 50.

25
El tipo penal de operaciones no impone circunstancias de modo ni de
tiempo, únicamente contiene circunstancias de lugar cuando menciona
en su primer párrafo lo siguiente:

“Artículo 400 bis.- …dentro del territorio nacional, de éste hacia el


extranjero o a la inversa…”

En 37 resoluciones judiciales no se hace referencia alguna a las


circunstancias en que fue actualizado el delito. En seis casos se señalan
los tres tipos de circunstancias (de modo, tiempo y lugar) y,
básicamente, se refiere la forma en que fue detenido el sujeto activo, la
hora y el lugar de la detención. En los restantes siete casos, se señala
alguna de las circunstancias en forma breve y siempre en relación con
la aprehensión del inculpado. En dos resoluciones el juzgador señala
“circunstancias” sin especificar a cuales se refiere.

Las circunstancias

"C irc uns t a nc ia s "


2

M o do
2

T ie m po
1
Luga r y t ie m po
2
E l juzga do r no
re f ie re
37
T ie m po , m o do y
luga r
6

26
e) El objeto material.

Raúl Carranca y Trujillo define al objeto material como la persona o cosa


sobre la que recae el delito (lo son cualesquiera de los sujetos pasivos o
bien las cosas animadas o inanimadas); y al objeto jurídico como el bien
o el interés jurídico, objeto de la acción incriminable. (Por ejemplo: la
vida, la integridad corporal, la propiedad privada, etc.). 15

Por su parte, Mir Puig señala que el objeto material igualmente puede
ser denominado como objeto de la acción ya que está constituido por la
persona o cosa sobre la cual recae físicamente la acción. 16

Álvarez Pastor y Eguidazu Palacios consideran que el objeto material en


este delito está constituido por los bienes que describe el tipo penal. 17
En nuestra legislación aquellos que tengan un origen ilícito.

Por su parte, Caty Vidales hace la siguiente observación: “… De ahí la


necesidad de preguntarse que ha de entenderse por efectos (en nuestro
tipo penal bienes, etc.); aunque sin duda, la respuesta a tal interrogante
estará en gran parte determinada por la posición que se adopte en el
bien jurídicamente protegido.” 18

15
Cfr. Carranca y Trujillo, Raul, Derecho Penal Mexicano, Parte General, Porrúa, México,
1986, pág. 271.
16
Mir Puig, Santiago, Derecho Penal. Parte General, Reppertor, Barcelona, 1998, pág. 160.
17
Cfr. Álvarez Pastor, Daniel y Eguidazu Palacios, Fernando, La prevención del Blanqueo de
Capitales, ARANZANDI EDITORIAL, Pamplona, 1997, pág. 281.
18
Vidales Rodríguez, Caty, Los Delitos de Receptación y Legitimación de Capitales en el
Código Penal de 1995, Tirant lo Blanch, Valencia 1997, pág. 43.

27
En el delito de operaciones, el objeto material está representado por los
recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza de acuerdo con lo
que establece el propio artículo 400 bis del Código Penal Federal:

“Artículo 400 bis.- Se impondrá de cinco a quince años de prisión y de


mil a cinco mil días de multa al que por sí o por interpósita persona realice
cualquiera de las siguientes conductas: adquiera, enajene, administre,
custodie, cambie, deposite, dé en garantía, invierta, transporte o
transfiera, dentro del territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a la
inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, con
conocimiento de que proceden o representan el producto de una actividad
ilícita, con alguno de los siguientes propósitos: ocultar o pretender ocultar,
encubrir o impedir conocer el origen, localización, destino o propiedad de
dichos recursos, derechos o bienes, o alentar alguna actividad ilícita.

…”

En términos generales, los juzgadores no hacen referencia alguna a que


constituye el objeto material. Así, en 18 casos, en los que se dictó
sentencia condenatoria, no hubo ubicación expresa del objeto material.
En otros 8 el objeto lo constituyeron dólares en efectivo; en dos más
bienes muebles e inmuebles y, por último, en uno, bienes inmuebles.

28
El objeto material

Bienes
inmuebles
Bienes
1
muebles e
inmuebles
2

Dólares
8
El juzgador no
hace
referencia
39

29
f) Los elementos normativos.

Los elementos normativos del tipo son aquellos que implican una
especial valoración.

Aunque los tipos penales son esencialmente descriptivos en cuanto


señalan de manera objetiva modelos de comportamiento humano
susceptibles de ser sensorialmente percibidos, en ocasiones la
complejidad de la conducta que se pretende tipificar exige del legislador
la utilización de expresiones que exigen una posición valorativa, legal o
cultural. 19

El tipo penal de operaciones contiene varios elementos normativos que


requieren de una valoración legal.

Primer párrafo

“Artículo 400 bis.- Se impondrán de cinco a quince años de prisión y de


mil a cinco mil días multa al que por sí o por interpósita persona realice
cualquiera de las siguientes conductas: adquiera, enajene, administre,
custodie, cambie, deposite, dé en garantía, invierta, transporte o
transfiera, dentro del territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a
la inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, con
conocimiento de que proceden o representan el producto de una
actividad ilícita, con alguno de los siguientes propósitos: ocultar o
pretender ocultar, encubrir o impedir conocer el origen, localización,
destino o propiedad de dichos recursos, derechos o bienes, o alentar
alguna actividad ilícita.”

19
Cfr. Ingredientes normativos en Reyes Echandía, Alfonso, Op. cit., págs. 88 y 89.

30
1. “TERRITORIO NACIONAL”. Se valora jurídicamente en términos de
lo dispuesto por los artículos 42 y 43 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, mismos que establecen: “Artículo 42.- El
territorio nacional comprende: I.- El de las partes integrantes de la
Federación; II.- El de las islas, incluyendo los arrecifes y cayos en los
mares adyacentes; III.- El de las islas de Guadalupe y las de
Revillagigedo situadas en el Océano Pacífico; IV.- La plataforma
continental y los zócalos submarinos de las islas, cayos y arrecifes; V.-
Las aguas de los mares territoriales en la extensión y términos que fija
el derecho internacional y las marítimas interiores; VI.- El espacio
situado sobre el territorio nacional, con la extensión y modalidades que
establezca el propio derecho internacional”. “Artículo 43.- Las partes
integrantes de la Federación son los Estados de Chiapas, Chihuahua,
Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán,
Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana
Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala,
Veracruz, Zacatecas y el Distrito Federal”.

2. “EXTRANJERO”. Se valora jurídicamente contrario sensu de lo


relativo al territorio nacional.

3. “RECURSOS”. Se valora culturalmente y se refiere al conjunto de


bienes o medios materiales con los que cuenta una persona.

4. “DERECHOS”. Se valora jurídicamente y se refiere al derecho


subjetivo de contenido patrimonial, consistente en la facultad que una
persona llamada acreedor, tiene de exigir de otra, llamada deudor, un
hecho, una abstención o la entrega de una cosa.

31
5. “BIENES”. Se valora jurídicamente en términos de lo dispuesto por lo
artículos 750, 752, 753 y 754 del Código Civil para el Distrito Federal en
materia del fuero común y para toda la República en materia de fuero
federal, mismos que establecen: “Artículo 750.- Son bienes inmuebles: I.
El suelo y las construcciones adheridas a él; II. Las plantas y árboles,
mientras estuvieren unidos a la tierra, y los frutos pendientes de los
mismos árboles y plantas, mientras no sean separados de ellos o por
cosechas o cortes regulares; III. Todo lo que esté unido a un inmueble o
del objeto a él adherido; IV. Las estatuas, relieves, pinturas u otros
objetos de ornamentación colocados en edificios o heredades por el
dueño del inmueble, en tal forma que revele el propósito de unirlos de
un modo permanente al fundo; V. Los palomares, colmenas, estanques
de peces o criaderos análogos, cuando el propietario los conserve con
el propósito de mantenerlos unidos a la finca y formando parte de ella
de un modo permanente; VI. Las máquinas, vasos, instrumentos o
utensilios destinados por el propietario de la finca, directa o
exclusivamente, a la industria o explotación de la misma; VII. Los
abonos destinados al cultivo de una heredad, que estén en las tierras
donde hayan de utilizarse, y las semillas necesarias para el cultivo de la
finca; VIII. Los aparatos eléctricos y los accesorios adheridos al suelo o
a los edificios por el dueño de éstos, salvo convenio en contrario; IX.
Los manantiales, estanques, aljibes y corrientes de agua, así como los
acueductos y las cañerías de cualquier especie que sirvan para conducir
líquidos o gases a una finca o para extraerlos de ellas; X. Los animales
que formen pie de cría en los predios rústicos destinados total o
parcialmente al ramo de ganadería, así como las bestias de trabajo
indispensables para el cultivo de la finca, mientras están destinadas a
ese objeto; XI. Los diques y construcciones que, aun cuando sean
flotante, estén destinados por su objeto y condiciones a permanecer en

32
un punto fijo de un río, lago o costa; XII. Los derechos reales sobre
inmuebles; XIII. El material rodante e los ferrocarriles, las líneas
telefónicas y telegráficas y las estaciones radiotelegráficas fijas”.
“Artículo 752.- Los bienes son muebles por su naturaleza o por
disposición de la ley”. “Artículo 753.- Son muebles por su naturaleza, los
cuerpos que pueden trasladarse de un lugar a otro, ya se muevan por sí
mismos, ya por efecto de una fuerza exterior”. “Artículo 754.- Son bienes
muebles por determinación de la ley, las obligaciones y los derechos o
acciones que tienen por objeto cosas muebles o cantidades exigibles en
virtud de acción personal”.

6. “PRODUCTO DE UNA ACTIVIDAD ILÍCITA”. Se valora jurídicamente


en términos de lo dispuesto por el penúltimo párrafo del artículo en
estudio, mismo que establece: “Para los efectos de este artículo se
entiende que son producto de una actividad ilícita, los recursos, derecho
o bienes de cualquier naturaleza, cuando existan indicios fundados o
certeza de que provienen directa o indirectamente, o representan las
ganancias derivadas de la comisión de algún delito y no puede
acreditarse su legítima procedencia”.

En seis de las resoluciones, el juzgador analiza si en el caso hay algún


elemento normativo. Invariablemente, el análisis se centra en la
“existencia de bienes producto de una actividad ilícita”. La conclusión de
cuatro de los juzgadores es que dicho elemento normativo del injusto se
acredita cuando el inculpado no demuestra la legal procedencia de los
recursos. En razonamiento contrario al anterior, dos juzgadores señalan,
que, en tanto que la autoridad investigadora no acredite que los
recursos son producto de una actividad ilícita, no se cumple con ese
elemento normativo del tipo y, en consecuencia, no existe injusto penal.

33
Los elementos normativos

El juzgador
analiza la
existencia de
bienes
producto de
una actividad
ilícita
6

El juzgador no
hace
referencia
44

34
Segundo Capítulo.

Los elementos subjetivos.

La parte subjetiva del tipo está estructurada por la parte interna de la


conducta del autor: dolo y, en su caso, de otros elementos subjetivos
adicionales al dolo. 20

a) El dolo.

Como lo hemos señalado, la acción u omisión a que se refiere el tipo


penal, no es un simple proceso causal ciego, sino un proceso causal
regido por la voluntad. 21 De ahí, la distinción que debe hacerse entre
delito doloso y delito culposo.

El dolo se define como la conciencia y la voluntad de realizar el tipo


objetivo de un delito. 22

Consideramos que el delito de operaciones únicamente admite la


comisión dolosa. Ello es así porque la expresión “con conocimiento”,
se emplea para hacer referencia a que el sujeto tiene conciencia de lo
que esta realizando y, en consecuencia, esto excluye la comisión
imprudente o culposa.

20
Roxin, Claus, Derecho Penal. Parte General, Trad. de D. M. Luzón Peña, M. Díaz y García
Conlledo y J. de Vicente Remesal, Civitas, Madrid, 1997, pág. 307.
21
Muñoz Conde, Francisco, Op. cit., pág. 281.
22
Ibidem, pág. 284.

35
Fabián Caparrós nos hace reflexionar en que los ánimos, las
intenciones o los propósitos no se pueden descubrir en sí mismos (la
mente del autor no puede ser penetrada) entonces, durante la
investigación, se deben conocer los datos objetivos que pongan de
manifiesto la voluntad del autor. 23

En 30 resoluciones el juzgador consideró que el activo actuó en forma


dolosa. Siempre de acuerdo con el juzgador respectivo, en 27 de esas
resoluciones el sujeto conocía la procedencia ilícita del dinero; en una
más, el dolo fue para impedir que se conociera el origen del dinero y,
en las dos restantes, la actividad dolosa fue para impedir la localización
del dinero. En 20 resoluciones no se hace referencia alguna a este
elemento del tipo.

El dolo

El juzgador no
se refirió a
dicho elem ento
20

El juzgador
aseveró que se
actuó con dolo
30

23
Cfr. Fabián Caparrós, Eduardo A., Op. cit., pág. 281.

36
b) Los elementos subjetivos específicos distintos del dolo.

Normalmente, los delitos dolosos requieren, para su comisión, la


conciencia y voluntad en el sujeto de realizar el hecho descrito por la ley
como delito. Sin embargo, en algunos delitos específicos se requiere
para constituir el tipo penal, la presencia de especiales elementos de
carácter subjetivo. 24

Señala Muñoz Conde que estos elementos específicos no coinciden con


el dolo, sino que se trata de especiales tendencias o motivos que el
legislador exige en algunos casos, aparte del dolo, para constituir el tipo
de algún delito. 25 Bajo ese concepto, consideramos que dichos
elementos refuerzan el dolo y están constituidos en el tipo penal por los
fines, propósitos, deseos, ánimos, etc. cuya realización se exige por la
ley para tener por cometido el delito.

Así pues, en el delito, objeto de estudio, se contienen varios elementos


subjetivos específicos distintos del dolo que refuerzan el mismo y que
consisten en tener el propósito de ocultar o pretender ocultar,
encubrir o impedir conocer el origen, localización destino o propiedad
de los recursos, derechos o bienes, o alentar alguna actividad ilícita.

En 18 resoluciones el juzgador ubica expresamente un elemento distinto


del dolo, y lo señala como el ánimo del activo de ocultar el origen ilícito
de recursos; en una resolución más este elemento se estableció como
la finalidad del autor de alentar una actividad ilícita. Por último, 31
resoluciones no hacen referencia alguna a este elemento del injusto.

24
Cfr. Muñoz Conde, Francisco, Op. cit., pág. 294.
25
Ibidem, pág. 295.

37
Los elementos subjetivos distintos del dolo

Alentar una
actividad
ilícita
1

El juzgador no
hace
referencia
31
Ocultar el
origen ilícito
de los
recursos
18

38
Tercer Capítulo.

1. El delito previo y la autonomía del delito operaciones.

El artículo 400 bis del Código Penal Federal, que tipifica el delito de
operaciones exige que el activo realice su conducta con conocimiento
de que los recursos, derechos o bienes proceden o representan el
producto de una actividad ilícita. Ese mismo artículo, en su párrafo sexto
aclara que se entiende que son producto de una actividad ilícita los
recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza cuando existan
indicios fundados o certeza de que provienen, directa o indirectamente,
o representan las ganancias derivadas de la comisión de algún delito y
no pueda acreditarse su legítima procedencia.

El texto legal fácilmente puede llevarnos a afirmar que el origen ilícito de


los recursos es un elemento normativo del tipo. Las operaciones con
recursos no son, en sí mismas, delictuosas. Adquieren tal carácter,
únicamente, cuando los recursos tal y como lo señala el nombre del
delito, son de procedencia ilícita. Siguiendo este criterio, ese delito
previo, es decir, el que dio origen a los recursos, tendría que ser
plenamente probado en el correspondiente proceso. Lo anterior, sería
necesario para considerar integrado el delito de operaciones.

El Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito aplicó precisamente


este criterio en la sentencia que se transcribe a continuación:

OPERACIONES CON RECURSOS DE PROCEDENCIA ILÍCITA, DELITO


DE. PARA SU CONFIGURACIÓN SE REQUIERE LA COMPROBACIÓN,
ENTRE OTROS, DE UN ELEMENTO NORMATIVO. El delito de

39
operaciones con recursos de procedencia ilícita, previsto y sancionado
por el artículo 400 bis del Código Penal Federal, requiere para su
integración que se demuestre en autos, entre otras cuestiones, que los
recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, provienen
efectivamente de actividades ilícitas, si se toma en cuenta que dicha
circunstancia es un elemento normativo de dicho injusto, de conformidad
con lo previsto en el penúltimo párrafo del citado artículo 400 bis, el cual
dispone: "Para efectos de este artículo se entiende que son producto de
una actividad ilícita, los recursos, derechos o bienes de cualquier
naturaleza, cuando existan indicios fundados o certeza de que provienen
directa o indirectamente, o representan las ganancias derivadas de la
comisión de algún delito y no pueda acreditarse su legítima procedencia.".
Lo anterior es así si se considera que el elemento normativo se define
como aquellas situaciones o conceptos complementarios impuestos en
los tipos que requieren de una valoración cognoscitiva, jurídica, cultural o
social. De ahí que en el caso se estime el concepto aludido como un
elemento normativo por definirlo así el propio tipo penal.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL QUINTO CIRCUITO.

Amparo en revisión 42/2000. 8 de junio de 2000. Unanimidad de votos.


Ponente: Daniel Cabello González. Secretaria: María Guadalupe Romero
Esquer.

No obstante, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del


Primer Circuito estableció una tesis de jurisprudencia definida afirmando
que no es necesario probar la existencia de un delito previo, y que basta
que existan indicios fundados del ilícito origen de los recursos, pues, de
otra manera, la intención del legislador de reprimir tales conductas se
anularía ante la necesidad de demostrar plenamente el delito previo. A
continuación se transcribe el texto de esa tesis jurisprudencial.

40
OPERACIONES CON RECURSOS DE PROCEDENCIA ILICITA.
ACREDITAMIENTO DEL CUERPO DEL DELITO.- Para que se acredite
la corporeidad del delito de Operaciones con Recursos de Procedencia
Ilícita, previsto en el artículo 400 bis, párrafo primero del Código Penal
Federal, no es imprescindible que se demuestre la existencia de un tipo
penal diverso, porque de conformidad con el párrafo sexto del mismo
artículo, basta que no se demuestre la legal procedencia de los recursos y
que existan indicios fundados de la dudosa procedencia de los mismos
para colegir la ilicitud de su origen; de otra manera la intención del
legislador de reprimir tales conductas se anularía ante la necesidad de
demostrar plenamente el ilícito que dio origen a esos recursos.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERA PENAL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 11418/99.- Ariana Carcedo Peña.- 12 de julio del 2000.-


Unanimidad de votos.- Ponente: Juan Wilfrido Gutiérrez Cruz.- Secretaria:
Gabriela González Lozano.
Amparo directo 1422/99.- Jenny Casañas.- 12 de julio del 2000.-
Unanimidad de votos.- Ponente: Juan Wilfrido Gutiérrez Cruz.- Secretaria:
Gabriela González Lozano.
Amparo directo 1426/99.- Luz Mary Quintero Ortega.- 12 de julio del
2000.- Unanimidad de votos.- Ponente: Juan Wilfrido Gutiérrez Cruz.-
Secretaria: Gabriela González Lozano.
Amparo directo 1430/99.- Alvaro Santana Durán.- 12 de julio del 2000.-
Unanimidad de votos.- Ponente: Juan Wilfrido Gutiérrez Cruz.- Secretaria:
Gabriela González Lozano.
Amparo directo 1462/99.- Arturo Cordero Zepeda.- 12 de julio del 2000.-
Unanimidad de votos.- Ponente: Juan Wilfrido Gutiérrez Cruz.- Secretaria:
Gabriela González Lozano.

Las resoluciones judiciales que fueron objeto de este estudio siguen, en


su gran mayoría, la tesis de jurisprudencia definida arriba citada, como
se los ordena el artículo 193 de la Ley de Amparo. Veinticinco de ellas,

41
adoptando el criterio de esa tesis, invocan el sexto párrafo del artículo
400 bis, conforme al cual entienden que: “son producto de una actividad
ilícita los recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, cuando
existan indicios fundados o certeza de que provienen, directa o
indirectamente, o representan las ganancias derivadas de la comisión
de algún delito y no pueda acreditarse su legítima procedencia”.
Afirman, esos juzgadores que integran la mayoría, que si existen
indicios fundados del origen ilícito de los recursos y no se comprueba la
legítima procedencia de los mismos por el inculpado, ello basta para
tener por satisfecho el requisito necesario para condenar al acusado por
el delito de operaciones. El delito de operaciones, afirman, es un tipo
autónomo, no subordinado a otro delito que podamos considerar como
requisito para su integración. Algunos juzgadores aseveran que, dados
esos indicios fundados, el acusado tiene la carga de la prueba de la
legítima procedencia de los recursos. Este razonamiento, dicen, no viola
la presunción de inocencia que favorece al acusado; lejos de ello,
señalan respeta su garantía de defensa y da al acusado la oportunidad
de probar su inocencia.

Tan sólo dos juzgadores absuelven al acusado afirmando que la


Representación Social de la Federación no probó el origen ilícito de los
recursos, y que es a ella a quien le corresponde la carga de la prueba
de ese que es, dicen, un elemento normativo del delito de operaciones.

42
El delito previo y la autonomía del delito

Ejecutoria Tesis de
“Operaciones con Jurisprudencia
recursos de Definida
procedencia ilícita. “Operaciones con
Para su recursos de
configuración se procedencia ilícita.
requiere la Acreditamiento del
comprobación, Cuerpo del Delito”
entre otros, de un 25
elemento
normativo”
1

El juzgador no
invocó tesis
jurisprudencial
24

43
2. Los medios de prueba.

En 28 resoluciones (entre las que se encuentran sentencias


condenatorias y absolutorias) el acusado fue detenido transportando, en
forma oculta, elevadas cantidades de dinero en efectivo. En la mayoría
de esos casos, la detención se realizó en el Aeropuerto Internacional de
la Ciudad de México por las autoridades aduanales. Así, el indiciado es
detenido en flagrancia y se le imputaron los delitos de equiparable al
contrabando y de operaciones con recursos de procedencia ilícita.

En estos casos, resulta innecesaria una investigación detallada.


Normalmente se aportan como pruebas tan sólo aquellas necesarias
para demostrar que se encontró al acusado en posesión del dinero y
que él no pudo demostrar el origen lícito de esos recursos. Es decir,
basta con el acta administrativa suscrita por las autoridades aduaneras
en la que se hace constar que el individuo fue detenido en posesión
oculta del dinero y que no manifestó, a las autoridades aduanales, la
posesión de esos recursos. En general, el acusado rinde declaraciones
fantasiosas y contradictorias tratando de justificar, sin lograrlo, la
posesión lícita del dinero.

Algunos juzgadores, en estas condiciones, condenan por el delito


equiparable al contrabando y por operaciones, pues razonan que la
conducta de no declarar, que tipifica el equiparable al contrabando, es
un medio para ocultar, conducta ésta que tipifica el delito de
operaciones.

En cambio otros consideran que el delito de equiparable al contrabando


se subsume en el de operaciones, pues las conductas en ambos ilícitos
comparten los mismos elementos y, en consecuencia, sancionar al

44
acusado por ambos delitos equivaldría a castigarlo dos veces por una
sola conducta.

3. El decomiso.

Dado que, en la mayoría de los casos estudiados, el acusado fue


detenido en flagrancia en el momento en que se encontraba en
posesión de importantes cantidades de dinero en efectivo, el juzgador
decretó el decomiso de esos recursos en efectivo. En una de las
resoluciones, el juzgador no ordenó decomiso porque el agente del
Ministerio Público de la Federación no lo solicitó en su pliego de
consignación. En un par de resoluciones se decomisaron bienes
muebles e inmuebles.

El decomiso

No se decretó
porque el
Ministerio
Público de la
Federación no
lo solicitó
1

Diversos
bienes
muebles e
Dinero
inmuebles
20
2

45
Conclusiones.

Primera. La mayoría de las resoluciones refieren que el bien jurídico


protegido es la economía nacional y/o el sistema financiero.

Segunda. En la mayor parte de las resoluciones estudiadas la


conducta típica consiste en transportar dinero en efectivo en dólares de
los Estados Unidos de América.

Tercera. Casi todas las resoluciones judiciales analizadas identifican


como sujeto activo único a quien cometió materialmente la conducta.

Cuarta. La casi totalidad de las resoluciones no identifican al sujeto


pasivo. En apenas una de ellas, el juzgador afirma que el pasivo es el
sistema económico nacional y, en otra más, el juzgador afirma que, por
la naturaleza del ilícito, no existe sujeto pasivo alguno.

Quinta. Treinta y siete resoluciones judiciales no hacen referencia


alguna a las circunstancias en que se actualizó el delito. En seis casos
se señalan los tres tipos de circunstancias (de modo, tiempo y lugar). En
los casos restantes se señala alguna de las circunstancias en forma
breve y siempre en relación con la aprehensión del inculpado.

46
Sexta. En términos generales, los juzgadores no hacen referencia
alguna al objeto material en sus resoluciones. En ocho casos señalan
que el objeto material esta constituido por dólares en efectivo; en dos,
señalan bienes muebles e inmuebles y, en una, señalan tan sólo bienes
inmuebles.

Séptima. La mayoría de los juzgadores considera que el hecho de que


los bienes sean producto de una actividad ilícita se acredita cuando el
inculpado no demuestra la legal procedencia de los recursos.
Únicamente dos juzgadores afirman que, en tanto que la autoridad
investigadora no acredite que los recursos son producto de una
actividad ilícita, no se integra ese elemento normativo del tipo y, en
consecuencia, no existe injusto penal.

Octava. En treinta resoluciones el juzgador consideró que el activo


actuó en forma dolosa. En veintisiete de esas resoluciones el sujeto
conocía la procedencia ilícita del dinero. Otra resolución afirma que el
activo actuó con dolo para impedir que se conociera el origen del dinero
y, por último, en dos resoluciones la actividad dolosa fue para impedir la
localización del dinero. En veinte resoluciones no se hace referencia
alguna a este elemento del tipo.

Novena. En dieciocho resoluciones el juzgador afirma que el activo


tenía el ánimo de ocultar el origen ilícito de los recursos. En una
resolución más, se afirma que el autor tenía la finalidad de alentar una
actividad ilícita. Treinta y un resoluciones no hacen referencia alguna a
elementos subjetivos del delito distintos del dolo.

47
Décima. Un elevado número de resoluciones se refieren al caso en que
el acusado es detenido por las autoridades aduaneras en flagrancia
transportando importantes cantidades de dinero en efectivo. Algunos
juzgadores, en estas condiciones, condenan por el delito equiparable al
contrabando y por operaciones, pues consideran que la conducta de no
declarar, que tipifica el equiparable al contrabando, es un medio para
ocultar, conducta ésta que tipifica el delito de operaciones. En cambio,
otros consideran que el delito equiparable al contrabando se subsume
en el de operaciones, pues las conductas que tipifican ambos delitos
tienen elementos comunes y, en consecuencia, sancionar al acusado
por ambos delitos equivaldría a castigarlo dos veces por una sola
conducta.

48
LISTADO DE RESOLUCIONES JUDICIALES ANALIZADAS

NÚMERO CAUSA PENAL JUZGADO o TRIBUNAL LOCALIDAD

1 1/2002 Juzgado Tercero de Distrito. Estado de México

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 97/2004. Duodécimo.

2 Distrito Federal.
Segunda Instancia: Tercer
Toca número: 109/2005. Tribunal Unitario del Primer
Circuito.

3 47/2002 Juzgado Sexto de Distrito "A" Sonora

4 272000-I Juzgado Tercero de Distrito. Tamaulipas

Juzgado Segundo de Distrito


5 74/2002 Nuevo León
en Materia Penal.

6 105/2003-II Juzgado Séptimo de Distrito. Sinaloa

Primera Instancia Juzgado


Causa Penal 105/2003. Séptimo de Distrito.

7 Sinaloa
Segunda Instancia Primer
Toca número: 727/2004. Tribunal Unitario del Décimo
Segundo Circuito.

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 115/2003. Primero de Distrito.
8 Puebla
Toca número: 581/2004-7. Segunda Instancia: Tribunal
Unitario del Sexto Circuito.

49
NÚMERO CAUSA PENAL JUZGADO o TRIBUNAL LOCALIDAD

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 157/2003-III.
Primero de Distrito en
Materia Penal.

Segunda Instancia: Primer


9 Toca número: 84/2004. Tribunal Unitario del Cuarto Nuevo León.
Circuito.

Amparo Directo: Segundo


Tribunal Colegiado en
Amparo Directo 6/2005.
Materia Penal del Cuarto
Circuito.

Juzgado Décimo de Distrito


10 53/2002-II de Procesos Penales Distrito Federal.
Federales.

Juzgado Decimoséptimo de
11 100/2003-IV. Distrito Federal.
Distrito.

Juzgado Decimoséptimo de
12 100/2003-IV Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

Juzgado Decimoséptimo de
13 100/2003-IV Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

Juzgado Decimosexto de
14 41/2003. Distrito Federal.
Distrito.

Primera Instancia: Juzgado


Segundo de Distrito en
Causa Penal 179/2002.
Materia Penal.
15 Nuevo León
Segunda Instancia: Primer
Toca número: 48/2004
Tribunal Unitario del Cuarto
Circuito.

16 92/2003-V Juzgado Sexto de Distrito. Tamaulipas

Causa Penal 112/2003-II. Primera Instancia: Juzgado


Primero de Distrito.
17 San Luis Potosí
Segunda Instancia: Tribunal
Toca número: 240/2004-C Unitario del Noveno Circuito.

18 223/2002 Juzgado Tercero de Distrito. Baja California

50
NÚMERO CAUSA PENAL JUZGADO o TRIBUNAL LOCALIDAD

Primera Instancia: Juzgado


Tercero de Distrito.
Causa Penal 223/2002.

19 Baja California
Segunda Instancia: Segundo
Toca número: 438/2004.
Tribunal Unitario del
Decimoquinto Circuito.

Juzgado Decimosexto de
20 93/2002-I Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

21 112/2003-II. Juzgado Primero de Distrito. San Luis Potosí

Juzgado Decimoctavo de
22 74/2002 Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

23 95/2004 Juzgado Tercero de Distrito. Chiapas

Juzgado Quinto de Distrito


24 61/2002-I de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

Juzgado Decimosegundo de
25 98/2004 Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

Juzgado Decimoprimero de
26 9/2005-II Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

Juzgado Quinto de Distrito


27 73/2002-III A de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

Juzgado Decimoctavo de
28 88/2002-IV Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

51
NÚMERO CAUSA PENAL JUZGADO o TRIBUNAL LOCALIDAD

Primera Instancia: Juzgado


Décimo Segundo de Distrito
Causa Penal 28/2001.
de Procesos Penales
Federales.
29 Distrito Federal

Segunda Instancia: Cuarto


Toca número: 292/2002.
Tribunal Unitario en Materia
Penal del Primer Circuito.

Juzgado Quinto de Distrito


30 176/2002-VII en Materia de Procesos Estado de México
Penales Federales.

Juzgado Segundo de Distrito


31 127/99-II en Materia de Procesos Estado de México
Penales Federales.

Primera Instancia: Juzgado


Décimo Segundo de Distrito
Causa Penal 120/2001.
de Procesos Penales
Federales.
32 Distrito Federal

Segunda Instancia: Segundo


Toca número 585/2002-II
Tribunal Unitario en Materia
Penal del Primer Circuito.

Juzgado Décimo Segundo de


33 34/2001 Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

Juzgado Decimoctavo de
34 13/2003-IV Distrito de Procesos Penales Distrito Federal
Federales.

35 200/2001 Juzgado Noveno de Distrito. Baja California

36 285/2002 Juez Cuarto de Distrito. Sonora

52
NÚMERO CAUSA PENAL JUZGADO o TRIBUNAL LOCALIDAD

Juzgado Segundo de Distrito


37 17/2001-B-I B en Materia de Procesos Estado de México
Penales Federales.

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 200/2003. Segundo de Distrito.

38 Chiapas
Segunda Instancia: Segundo
Toca número: 443/2004 Tribunal Unitario del
Vigésimo Circuito.

39 348/2001 Juzgado Sexto de Distrito. Sonora

Primera Instancia: Juzgado


Quinto de Distrito.
Causa Penal 157/2004.

40 Sonora
Segunda Instancia: Quinto
Toca número: 134/2002
Tribunal Unitario de Circuito
del Quinto Circuito.

Causa Penal 36/98

41 Juzgado Sexto de Distrito. Oaxaca


Toca número: 209/998. No se
señala el Tribunal.

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 164/2004. Sexto de Distrito.

42 Sonora
Segunda Instancia: Primer
Toca número: 484/2004 Tribunal Unitario del Quinto
Circuito.

Primera Instancia: Juzgado


Noveno de Distrito.
Causa Penal 340/2001.

43 Sonora
Segunda Instancia: Tercer
Toca número: 725/2001.
Tribunal Unitario del Quinto
Circuito.

53
NÚMERO CAUSA PENAL JUZGADO o TRIBUNAL LOCALIDAD

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 322/2001. Sexto de Distrito.

44 Sonora
Segunda Instancia: Segundo
Toca número: 814/2001. Tribunal Unitario del Quinto
Circuito.

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 80/2004.
Tercero de Distrito.

45 Baja California
Segunda Instancia: Segundo
Tribunal Unitario del Décimo
Toca número: No lo indica.
Quinto Circuito.

Primera Instancia: Juzgado


Décimo de Distrito de
Causa Penal 64/2004-II.
Procesos Penales Federales.
46 Distrito Federal
Segunda Instancia: Primer
Toca número: 332/2004.
Tribunal Unitario en Materia
Penal del Primer Circuito.

Primera Instancia Juzgado


Quinto de Distrito.
Causa Penal 226/2004.
47 Sonora
Segunda Instancia Cuarto
Toca número: 651/2004.
Tribunal Unitario del Quinto
Circuito.

Primera Instancia: Juzgado


Quinto de Distrito en Materia
Causa Penal 17/2002
de Procesos Penales
Federales.
48 Estado de México

Segunda Instancia: Primer


Toca número: 95/2002
Tribunal Unitario del
Segundo Circuito.

Primera Instancia: Juzgado


Causa Penal 271/2003. Quinto de Distrito.
49 Sonora
Toca número: 789/2003. Segunda Instancia: Tribunal
Unitario del Quinto Circuito.

Primera Instancia: Juzgado


Sexto de Distrito.
Causa Penal 374/2001.
50 Sonora
Segunda Instancia: Segundo
Toca número: 52/2002
Tribunal Unitario del Quinto
Circuito.

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