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ACTIVIDAD
Al abordar el asunto del aborto, vemos como respetar la vida del nuevo ser es muy importante en
la postura que se tome, sin embargo en varias situaciones esta elección limita la autonomía de la
mujer, y es aquí donde los principios éticos se contraponen y se vuelve más difícil de dar una
solución absoluta.
El debate sobre aborto en el marco de la bioética está inundado ya hace un buen tiempo, entre
quienes atribuyen al cigoto un supuesto derecho absoluto a la vida a partir de la concepción hasta
el deceso natural, y quienes adjudican a la mujer un supuesto derecho absoluto a dictaminar
sobre su cuerpo humano. Los dos lemas artificiosos que simplifican una problemática compleja,
con repercusiones graves para la salud personal y social.
La neurobiología, tras hacer y cotejar varios estudios, concluye que “desde la perspectiva
científica, el humano, el individuo, es resultado del desarrollo ontogénico una vez que éste
alcanza la fase de soberanía fisiológica (viabilidad fuera del útero materno), debido a que es
dependiente plenamente del aporte nutricional y hormonal de la mujer y una vez que su sistema
nervioso ha adquirido la composición y la funcionalidad primordial para notar estímulos
sensoriales, experimentar dolor y obtener conciencia y autonomía” (lo que no ocurre sino hasta
la etapa tercera y última de la gestación).
La iniciativa gradualista liberó el debate sobre aborto del estancamiento en el cual estaba, y
actualmente rige en cada vez más territorios. El gradualismo parte de la conjetura de que el
embarazo no es un acto, sino un proceso, y de modo que, atiende a las múltiples etapas del
desarrollo embrionario. El gradualismo, corresponde con el término postulado por Potter de una
ética basada en el razonamiento científico de la biología humana. La tesis gradualista reconoce a
la mujer como persona jurídica (el derecho pleno a dictaminar sobre la interrupción del embarazo
a lo largo del primer trimestre). Al embrión lo reconoce como un bien tutelado jurídicamente
mas no como persona jurídica cuya custodia aumenta mientras consigue viabilidad extrauterina
en el tercer trimestre de la gestación.
La profesión médica existe para defender la vida humana, no para destruirla. La masiva
destrucción de vidas humanas embrionarias y fetales es una conducta que no puede
considerarse digna ni saludable (médicos se niegan a realizar un aborto por diferentes
circunstancias, creencias, moral y por prohibición pero este último dependerá de las
circunstancias por la cual se debería realizar o no el aborto; es aquí donde el códigos
deontológicos en la medicina juega un papel primordial).
No debería ser legal abortar ya que moralmente es malo.
Se está acabando con una vida humana, estas quitándole al bebé el derecho de ser feliz.
A diferencia de los fetos, las mujeres son ya humanos.
Debe permitirse el aborto ya que su prohibición tiene consecuencias altamente
indeseables.
Las mujeres tienen el derecho moral de decidir abortar (es su cuerpo).
Los fetos no son todavía personas, y por lo tanto no tienen aún un derecho sustancial a la
vida.
Teniendo presente las posturas y a partir del punto de vista bioética (la de una ética basada en el
razonamiento científico y respetuosa de los derechos humanos) no se justifica la prohibición del
aborto en aras de aplicar una supuesta personalidad al cigoto.
Las parejas tienen que tener ingreso a información objetiva, conveniente y suficiente sobre
planeación familiar, a anticonceptivos modernos y a orientaciones sobre su uso apropiado. Los
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ACTIVIDAD ASINCRÓNICA SEMANA I
millones de abortos que se hacen año con año internacionalmente son resultado de embarazos
que no fueron planeados ni deseados. El gran desafío para la bioética es contribuir al diseño de
medidas viables en los entornos de la enseñanza y educación sexual, la salud y el derecho que
contribuyan a la prevención de ese tipo de embarazos. Actividades para la sociedad en favor de
una enseñanza sexual focalizada hacia los sectores más vulnerables a esta problemática. En tanto
avanzamos en enseñanza y en prevención, (una primera medida adoptada cada vez por más
países) “la enseñanza no erradica pero si previene” y con respecto al actuar de los profesionales
médicos; se deben regir bajo lo que su código deontológico designe actual y futuramente.
Para finalizar concluimos que la problemática del aborto hace parte del dilema en la intimidad de
los hogares, la vida personal y los hospitales, debido que las mujeres se enfrentan a decisiones
que tiene que ver con su vida personal (decidir abortar o no) y en las que la medicina tiene su
participación (realizar el aborto o no).
REFERNCIAS BIBLIOGRAFICAS
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