Está en la página 1de 2

IMPORTANCIA DE LAS ACCIONES PREVENTIVAS

A pesar de los adelantos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, son


las acciones de prevención las más activas para conseguir una vida sana y digna.
Invertir en la prevención y el control de las enfermedades no solo mejora la salud y
salva vidas, sino que también puede mejorar la productividad económica de un
país. Puede mejorar la participación y la productividad de la fuerza de trabajo, y
limitar la carga financiera de las familias.

Durante los últimos años, dada la situación de la salud de la población, que es


insatisfactoria, el sistema de salud ha tenido modificaciones importantes
orientadas al fortalecimiento de la Atención Integral de la Salud, fundamentadas
en la necesidad de fortalecer la atención en el nivel primario de atención, que se
encuentra localizado cerca de la población, lo que vino a cambiar el objetivo de la
atención de la salud en ese nivel, trasladando la prioridad de la atención a la
promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad (Aguirre, 2011).

En la prestación de los servicios de salud del primer nivel de atención, las


acciones dirigidas a la prevención (donde también están incluidas las de
promoción de la salud) deben ocupar un lugar preponderante, porque permiten
incrementar los niveles de salud de la población, evitar que esta se enferme, a un
costo menor, en comparación a los altos costos que generan la atención de la
salud recuperativa (Aguirre, 2011).

Sin duda, todos nos morimos de algo, pero la muerte no tiene por qué ser lenta,
dolorosa o prematura. La mayoría de las enfermedades crónicas no provocan una
muerte repentina. Antes bien, tienden a afectar y debilitar al paciente de forma
gradual, sobre todo si no son objeto de un control correcto. La prevención y el
control de las enfermedades ayudan a las personas a vivir más tiempo y a disfrutar
de una vida más sana.

Es un reto importante la incorporación dinámica de la población a costumbres


sanas de vida como estrategia fundamental. Esta estrategia se desarrolla en gran
medida a través de la labor preventiva de los médicos y enfermeras de la familia,
sin embargo, pretendo demostrar la necesidad de fortalecerla, con el logro de una
mentalidad más responsable en el accionar y en la conducta, del personal de la
salud y de todo aquel que interactúe en la formación del hombre, para
transformarlo del individuo pasivo en aquel que propicie de forma sensata su
salud.

Cada vez hay más enfermos crónicos, asistimos a un deterioro creciente de la


espacie humana que la hace más vulnerable progresivamente.

Es importante señalar que los profesionales de la salud durante mucho tiempo han
tenido la responsabilidad de haber pensado, que solo estamos para sanar la
enfermedad cuando nos es posible, sin embargo, la prevención de la enfermedad
tiene un significado mucho más importante y más extenso, al estar más que
combatiendo la enfermedad, promoviendo salud (Legra, 2010).

Es necesario trabajar arduamente en el cambio de mentalidad en la población,


sobre la base de una nueva escala de valores aplicables al momento histórico y a
las condiciones económicas actuales, para lograr una consciente y real
responsabilidad en la salud. Los profesionales de la salud y todos aquellos que
condicionan la formación del individuo deben ser pioneros en la promoción de la
nueva mentalidad de salud responsable.

También podría gustarte