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EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES


PÚBLICAS Y PRIVADAS

La oferta institucional para el restablecimiento


de la población desplazada
Teniendo en cuenta la naturaleza de las propuestas planteadas por
la población desplazada, lastimosamente no asimiladas por las institu-
ciones, es necesario dar una mirada a la estructura, de la intervención
pública y privada a fin de contrastar sus divergencias y convergencias
con lo que realmente piensa y desea la población. Dichas entidades
actúan bajo los lineamientos de la Ley 387 de 1997, para el restableci-
miento36 .

36 El restablecimiento está definido como “el proceso que se inicia con la atención hu-
manitaria a las familias desplazadas y culmina cuando se han generado condiciones
que les permitan contar con alternativas para atender integralmente su proyecto de
vida y lograr su estabilización progresiva, aprovechando sus propios recursos y po-
tencialidades y la oferta institucional disponible”. Véase: Unidad Técnica Conjunta.
Red de Solidaridad Social (2001). Protocolo para la gestión de programas de restableci-
miento de la población en situación de desplazamiento forzado. Bogotá: mimeo.
La Ley 387 establece la responsabilidad del Estado frente a la ayuda humanitaria, la
creación del Sistema Nacional de Atención a la Población Desplazada por la violen-
cia, el Plan Nacional de Atención Integral, la Red Nacional de Información, el Fondo
Nacional para la Atención Integral, la estabilización socioeconómica, la prevención,
la reubicación y el retorno.
En el uso de los conceptos, la Ley 387 y los Decretos Reglamentarios 2569/00 y 173/
98, integran al tema del restablecimiento, los términos de consolidación y estabiliza-
ción socioeconómica. Aspecto que se refiere a acciones y medidas de mediano y lar-

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TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

El pronunciamiento de la ley se dio, por parte del Estado, desde 1991


ante el crecimiento de la problemática del desplazamiento forzado, des-
pués de que algunas ONG y la Iglesia Católica señalaran la crisis y magni-
tud del conflicto armado, en términos de sus efectos en la población
civil. Estas instituciones exigieron al gobierno respuestas inmediatas y
claras ante la situación.

En el Decreto Reglamentario 2569, título VII, artículo 25, se desarro-


lla aún más la idea, de la responsabilidad del Estado:

“Situación mediante la cual la población sujeta a la condición de despla-


zada accede a programas que garanticen la satisfacción de sus necesida-
des básicas en vivienda, salud, alimentación, educación, a través de sus
propios medios o de los programas que para tal efecto desarrollen el go-
bierno nacional y las autoridades territoriales, en el ámbito de sus pro-
pias competencias y de acuerdo con la disponibilidad presupuestal”37.

Por tanto, los programas o proyectos de restablecimiento tienen como


objetivo ofrecer a la población oportunidades para reconstruir sus siste-
mas sociales y económicos y, donde sea posible, acceder a oportunida-
des de bienestar superiores a las existentes en el momento del
desplazamiento.

Frente a la situación real, lo cierto es que la ejecución de la política


demuestra escasos logros en su aplicación. Se ha avanzado de manera
determinante en la creación de una base institucional a nivel nacional,
regional y local en el marco de la atención humanitaria. Aspecto que
afronta hoy fuertes dificultades en la proyección de la estabilización
socioeconómica.

En este sentido, las limitaciones de la política estatal son analizadas


por algunos expertos como un proceso marcado por profundas ambi-
güedades y contradicciones. Según DONNY MEERTENS (2001), no se ha

go plazo, con el propósito de generar condiciones de sostenibilidad económica y


social para la población desplazada, en el marco del retorno voluntario o el
reasentamiento en otras zonas rurales o urbanas.
37 Véase: Red de Solidaridad Social. Presidencia de la República (2001). Guía de atención
integral a la población desplazada por la violencia, Bogotá.

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concretado una política pública fundamentada en la prevención de las


causas estructurales del desplazamiento forzado. Para ella el criterio fun-
damental debe ser el cumplimiento del deber estatal de protección y la
atención integral a las personas en riesgo o en situación de desplaza-
miento. Tampoco se ha establecido una política basada en la plena vi-
gencia y realización de derechos38.

Según los informes de la Red de Solidaridad, cada desplazado (cal-


culando que durante 1998 y 2002 hubo un promedio anual de 300.000
desplazados) habría recibido del Estado, en atención humanitaria, unos
194 dólares al año. Contando, claro está, que todos los desplazados es-
tuviesen registrados ante la Red de Solidaridad. En efecto, la inversión
para la atención a la población en el período 1998-2002 era, y aún lo
sigue siendo, una limitación para la financiación de programas durade-
ros y efectivos a la solución de los problemas sociales que genera el
desplazamiento.

v La atención humanitaria de emergencia


La atención humanitaria, según la Ley 387/97, se define como una
ayuda temporal e inmediata encaminada a acciones de socorro, asisten-
cia y apoyo a la población desplazada, a fin de mitigar las necesidades
básicas de alimentación, salud, atención psicológica, transporte de emer-
gencia, elementos de hábitat interno y salubridad pública. Se tiene de-
recho a la atención humanitaria de emergencia por espacio máximo de
tres meses, prorrogable excepcionalmente por tres meses más39.

38 Véase: MEERTENS, DONNY (2001). Encrucijadas urbanas. Población desplazada en Bogotá y


Soacha: una mirada diferenciada por género, edad y etnia. Informe de consultoría para la
oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados,
ACNUR. Bogotá, pág. 12.

39 Esta ayuda ha estado compuesta por un mercado familiar que contiene 15 produc-
tos: 10 kilos de arroz, 3 kilos de pasta, 12 unidades de panela, 8 bolsas de leche, 4
kilos de fríjol, 2 kilos de lenteja, 3 latas de atún, 3 latas de sardinas, 2 libras de choco-
late, 2 litros de aceite, 2 kilos de café, 1 kilo de sal, 1 kilo de harina de maíz, 1 paquete
de esponjas y 1 kilo de cuchuco de trigo (posteriormente, para la segunda entrega, se
incluyó gelatina, azúcar y condimentos). El kit de hábitat interno (por persona) está
compuesto por: una cobija, un juego de sábanas, una colchoneta, una toalla, y un
cepillo de dientes. El kit de aseo (por persona) incluye: tres jabones, cuatro cuchillas

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En el municipio de Soacha se han entregado ayudas humanitarias


en dos modalidades: una a través de ONG que operan mediante una
administración delegada por el Estado; y la otra, mediante recursos de
caja menor de la Unidad Territorial40.

v La atención en salud
Como consecuencia del desplazamiento, muchas personas llegan a
padecer enfermedades diversas. Aumentando con ello los traumas psi-
cológicos producidos por la violencia o, incluso, por el solo hecho de
pasar de una adaptación física y social a otro medio totalmente desco-
nocido.

Ante la magnitud del fenómeno y los trámites, las entidades del Es-
tado ofrecen el acceso a los servicios de urgencias del hospital, median-
te un documento que confirma su situación jurídica como desplazado.

v La atención en educación
Durante el año 2001 se registraron 442 solicitudes de cupos educati-
vos para primaria, con niños en edades entre los 4 y 14 años. De esta
demanda se han ubicado 163 en el Proyecto Educativo María Auxiliadora
para los grados entre preescolar y quinto de primaria. Estos cupos se
han gestionado a partir del proyecto de atención humanitaria financia-
do por la Red de Solidaridad Social, el cual cuenta con el apoyo del

de afeitar, diez rollos de papel higiénico, dos paquetes de toallas higiénicas, tres ja-
bones de ropa y dos paquetes de crema dental. El kit de cocina contiene: una olla de
cocina, una olleta chocolatera, una cuchara de palo, un sartén; y por persona, un
plato hondo, un plato pando, un pocillo y un juego de cubiertos. Se atiende un fon-
do para el pago de arriendos del orden de los $90’000.000.oo, un fondo funerario del
orden de $3’000.000.oo y un fondo de reubicación y retorno de $4’000.000.oo. (Datos
suministrados por familias desplazadas que han recibido Atención Humanitaria en
la zona de estudio).
40 La Unidad Territorial está encargada de identificar en el departamento las ONG inte-
resadas en trabajar con la Red, bajo el sistema de administración delegada y convo-
carlas a la prestación de propuestas. Además, tiene otras actividades de coordinación,
evaluación de proyectos e intercambio de información entre las unidades de aten-
ción y orientación locales (UAO), las ONG y los comités para la atención integral a la
población desplazada.

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sector privado, de la alcaldía municipal, la Secretaría de Educación del


departamento, la Cruz Roja Colombiana, el ICBF, el Programa Mundial
de Alimentos (PMA) y las organizaciones de desplazados en especial la
Corporación para el Desarrollo, la Educación y la Paz —CEDEPAZ—.

Uno de los elementos más difíciles de manejar ha sido el de la acep-


tación por el resto del colegio de la situación de estos niños. En un prin-
cipio se cometió el error de no trabajar con niños y profesores del colegio
lo que iba a significar la llegada de los niños de las familias desplazadas.
Hubo, luego, que iniciar un proceso de sensibilización para que enten-
dieran por qué los niños huelen mal, vienen sin uniforme, etc. Incluso
se estableció un programa de madrinato, en el que una niña del colegio
acompañaba a uno de los niños desplazados a compartir un espacio
para que asistieran a algunas clases.

v Los programas de capacitación


La Red de Solidaridad Social ha financiado la capacitación en habili-
dades laborales para la vinculación de 100 puestos de trabajo. El pro-
grama se inició en octubre de 2001 con la participación de la Academia
Nacional de Aprendizaje e ITELCO, entidades que capacitaron en tres áreas
específicas: técnicas de aseo, bodegaje y correo.

Para los desplazados estos programas son una esperanza; pero, al no


promoverse la generación de empresas a partir de lo aprendido, a la
población no le queda otro camino que el rebusque o esperar alguna
vacante en las empresas afrontando las condiciones del desempleo41.

41 Según el Servicio Sidutal de Estadística, Colombia mantuvo un promedio porcen-


tual en el tasa de desempleo del 17.56% en el período 1998-2002. Véase http://utal.org/
servicidutes31.htm. El asunto se viene agravando de manera notoria ya que, según
otros estudios, en las 10 ciudades principales del país se llegó a 1’645.745
desempleados. En Colombia el número de personas sin empleo supera los tres mi-
llones. Los más golpeados son los jóvenes (34,3%) y las mujeres (23,3%). El 40,7% de
las mujeres entre 15 y 24 años está buscando empleo. Entre 1996 y 1999 el subempleo
se elevó del 18,4 al 27% y los contratos de trabajo temporales subieron del 20 al 27%.
Aumentó en 500.000 el número de quienes ganan menos del salario mínimo. La con-
tratación de “servicios personales” ha disfrazado contratos laborales por debajo del
salario mínimo. Entre 1998 y el 2000 la población en situación de pobreza aumentó

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“Uno por la necesidad va dejando lo que sabe hacer.


Yo era campesina de profesión. Pero si no hay de otra, pues algo nuevo se tiene que
aprender. Uno aprende a manejar las máquinas y hasta lo ponen a prueba en
alguna empresa; pero después, cuando el curso termina, queda uno suelto porque
no tiene la maquinaria para hacer el aseo y eso vale mucho. A uno le deberían
enseñar esas cosas y de paso que le dieran una financiación para montar su propia
microempresa de aseo…o si no eso da lo mismo…” (mujer campesina, 30 años.
Solita, Caquetá. Desplazada ubicada en Altos de Cazucá).

No obstante, los esfuerzos por generar espacios de restablecimiento


desde las instituciones, la población desplazada encuentra vacíos e
incomprensiones en la política pública para las organizaciones de des-
plazados (OD) en el municipio:

“Eso es más de lo mismo.


El programa Alianzas Estratégicas sólo le apunta a una alternativa, la del reciclaje,
cuando nosotros hemos trabajado esa iniciativa y muchas más desde hace mucho
tiempo. Y ahora se nos viene a decir que trabajemos como recicladores, como em-
pleados de una empresa, cuando lo que nosotros queremos es fomentar nuestra
propia empresa en la transformación de las basuras. No necesitamos tener inter-
mediarios, necesitamos crear microempresas, y esa alternativa que ellos dicen sólo
beneficia a unas 40 familias. Vea, por ejemplo, hemos insistido con la propuesta de
una granja integral, cerca al municipio, donde podamos producir y procesar ali-
mentos; pero vea, a eso no le ponen cuidado. Al programa Alianzas le hace falta
concertar más con las organizaciones que estamos presentes en el municipio, es
que uno se pregunta: ¿ellos sabrán qué es lo que quiere realmente la gente? A
nosotros nos parece que eso lo pasan por alto” (testimonio del vocero de las
organizaciones de desplazados CEDEPAZ, GERMINAR, USCOL, Revivir al Futuro,
AFRODES y ASODECOL. Julio de 2003).

Otras apreciaciones de las OD tienen que ver con:

• El programa pretende vincular laboralmente por un año a las perso-


nas desplazadas, lo cual hace que inmediatamente quien ingrese a él

del 51,5 al 55%, la que está en la indigencia pasó del 17,9 al 20,9% y el ingreso por
persona bajó el 16%. Véase: http://www.gratisweb.com/ciclocrisis/

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sea retirado de la base de datos de la Red de Solidaridad Social. Per-


diendo todos los beneficios de la ley de atención a población despla-
zada.

• El programa no tiene recursos para acciones tendientes al tema de la


salud y la vivienda.

• Se requiere mayor información sobre los programas de restableci-


miento y de retorno.

• Desconocimiento de los procesos de reconstrucción, organización y


de apoyo logrado con organizaciones no gubernamentales y demás
instituciones.

• No existen propuestas de proyectos productivos sostenibles.

• El programa está enfocado a la generación de empleo, al proceso de


retorno y reubicación sin tener en cuenta las condiciones de seguri-
dad que afectan a todo el territorio nacional.

• Existen limitantes en el proceso de vinculación laboral (edad y nivel


académico) y de capacitación para generar competencias técnicas en
la comunidad desplazada.

Sobre el tema del retorno y la pérdida de derechos como población


desplazada, las OD reiteran:

“Se está proponiendo el retorno sin aceptar la realidad.


Esa propuesta es como someter a las familias a que las maten. A las familias les
preguntan: ¿usted está de acuerdo con devolverse? Entonces, si está de acuerdo,
pues firme aquí y se devuelve de manera voluntaria. Ahora dicen que para eso les
dan lo del transporte y como 150.000 pesos para que se lleven sus corotos y pare de
contar. Sin embargo, por lo que se conoce del gobierno, se está diciendo que apun-
tan a retornar 30.000 familias; pero lo que nosotros creemos que lo que hay que
decirle al gobierno es: ¿en qué condiciones? Y al mismo tiempo proponerles. Noso-
tros consideramos que dentro del tema del retorno debe prevalecer el de la seguri-
dad para que no las maten. A parte de eso deben incluirse los programas de
reestablecimiento a las familias que llegan. Porque, cuando llegan a sus regiones,

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ya todo se ha acabado: sus animales, sus cultivos, sus tierras están completamente
abandonadas y prácticamente tendrían que comenzar de nuevo. Ese no es el cami-
no. Con esto podemos decir que es que o no se ha informado bien o es que no se ha
diseñado una política real sobre el tema. Están es como bailando sobre el tema a ver
cómo lo aplican. Ahora, la otra propuesta que se ventila por el gobierno, es derogar
la Ley 387 y meter a la población en situación de desplazamiento como población
vulnerable. Ya que se supone que no se puede discriminar a una población despla-
zada y vulnerable; ahora eso parece que se quiere meter en un mismo costal. Así las
cosas van por otro lado” (testimonio del vocero de las organizaciones de des-
plazados CEDEPAZ, GERMINAR, USCOL, Revivir al futuro, AFRODES y ASODECOL.
Julio de 2003).

Como puede apreciarse, el programa revela interesantes ajustes para


mantener el patrón de desarrollo institucional en la política de aten-
ción. Sin embargo, la tendencia se orienta a suplir las necesidades indi-
viduales e inmediatas en la generación de ingresos, mostrando, según
los testimonios, fuertes restricciones respecto al tema de la cobertura e
intereses del bienestar colectivo de la población organizada que, busca
el reconocimiento de sus intereses. Lo cual muestra un panorama des-
alentador en el que no se terminan por resolver los problemas estructu-
rales que padecen los desplazados y no se tienen en cuenta sus
propuestas.

En definitiva, lo que se aprecia en la actual política del presidente


ÁLVARO URIBE VÉLEZ son acciones con las que, más que solucionar, se tiende
a prorrogar el problema sin una propuesta social de fondo. Por eso la
suerte de los desplazados sigue sujeta a la cooperación internacional
antes que a esfuerzos propios del Estado.

Las competencias del gobierno: alcances y limitaciones


Comoquiera que la urgente competencia de las instituciones del go-
bierno se ha venido adelantando mediada por los cambios en las políti-
cas y el gobierno, éstas se han limitado a adelantar las disposiciones
legislativas de una política de asistencia, emergencia y estabilización
socioeconómica para la población.

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Se manifiesta un escenario, desde el cual se han implementado me-


ritorios procesos de apoyo y acompañamiento, pero que, ante la magni-
tud de los efectos inherentes al desplazamiento, no se han garantizado
las condiciones sociales, económicas y de seguridad necesarias para rea-
lizar efectivamente procesos de prevención, asistencia humanitaria, re-
torno y consolidación.

El apoyo gubernamental se hace presente por medio de:

• Ministerio del Interior con la Unidad Administrativa Especial de


Derechos Humanos.
• Ministerio de Defensa a través del Ejército Nacional, Batallón No.
13, estación de policía y la SIJIN.
• Ministerio de Salud en convenio con el Hospital de Soacha.
• Procuraduría General de la Nación.
• Personería municipal.
• Alcaldía de Soacha y Secretaría de Desarrollo Social.
• Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
• Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).

Sin embargo, la asistencia para la población desplazada no ha podi-


do superar las acciones de ayuda humanitaria. No obstante, su persis-
tencia en la sobrevivencia y su empeño en la vida les ha llevado a buscar,
por su propio esfuerzo y de manera cotidiana, posibilidades de subsis-
tencia. Los amigos, las familias y los paisanos parecen constituir las fuen-
tes primarias e inmediatas de apoyo y ayuda.

En un balance realizado por las organizaciones de desplazados so-


bre la efectividad del Estado en la atención a la población, se coincide
en afirmar que las entidades de mayor injerencia, tanto en Bogotá como
en el municipio de Soacha, han sido: la Red de Solidaridad Social, la
Defensoría del Pueblo, la personería y las alcaldías de las dos localida-
des. Se anota, al respecto, que a través de dichas entidades participan
otras instituciones, como el Ministerio de Salud, algunas secretarías y
ONG, que han desarrollado sus programas a través de convenios.

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TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

Las entidades han llevado a cabo diversos tipos de apoyo, con los
cuales se han logrado alcanzar beneficios para la comunidad, pero que
aún requieren de ajustes efectivos, a fin de superar las limitaciones que
se han presentado.

Respecto a las limitaciones del trabajo, las organizaciones de despla-


zados mencionan:

• Demoras hasta por un año en la ayuda de emergencia.

• No se han dado prórrogas para familias con personas de la tercera


edad y discapacitados.

• La atención psicológica ha desaparecido.

• La falta de definición para concertar y acordar las obligaciones y com-


promisos de cada institución.

• Todos los programas son temporales y no se plantean acciones para


su sostenibilidad.

• La suspensión de capitales semillas no reembolsables para la ejecu-


ción de proyectos productivos.

• No existe una reparación moral, con justicia y verdad, a las víctimas.

• El recorte presupuestal en las entidades.

• No existe una discriminación positiva para el acceso a los progra-


mas, según género, grupos etáreos y vulnerabilidad.

• Falta de interés por parte de la Procuraduría General de la Nación a fin


de hacer cumplir a los entes territoriales con las obligaciones de ley.

• No existe una capacitación técnica y profesional para competir en el


mercado laboral.

• No se han tenido en cuenta las propuestas de la población desplaza-


da.

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• No existe reconocimiento de las organizaciones de desplazados como


interlocutores en la formulación de políticas.

• Falta de espacios para la concertación de las propuestas que plan-


tean las organizaciones de desplazados.

Según los testimonios, en las instituciones estatales existe una noto-


ria burocratización en los trámites para el acceso a los servicios sociales
y centralización en la toma de decisiones a nivel local. Muchos recono-
cen la falta de preparación e incluso la insensibilidad de los funcionarios
sobre el fenómeno del desplazamiento, las circunstancias y traumatismos
de la población afectada y, además, la dificultad para abordar los cana-
les y procedimientos para la búsqueda de posibles alternativas.

“Uno llega a golpear puertas…


Las ayudas que se reciben son para el corto plazo. Entonces, las instituciones se
limitan a donar cosas muy básicas. Muchas veces los funcionarios desconocen el
mismo daño que causan con eso, pues piense que con un mercado qué hace la gente
después de cinco días, que con $400.000 nos van a solucionar las condiciones. Eso
para mí es un error gravísimo. No hay hasta ahora, yo pienso, propuestas concre-
tas y cada uno jalona para su lado. Esa es la verdad, hay que reconocerlo, comen-
zando por las mismas organizaciones que representan a los desplazados y a las
entidades del Estado. Otra cosa es que los desplazados se han visto sometidos a
una situación penosa, frustrante, por no decir humillante, que sólo ha arrojado
como resultado la incredulidad en las instituciones y en la voluntad real del Esta-
do. A uno le toca con los funcionarios de la Red rendirles pleitesía, haciéndoles
lobby, rogándoles una cita, para dejarnos siempre con la sensación de un nuevo
fracaso” (campesino 38 años. El Castillo, Meta. Desplazado ubicado en Al-
tos de Cazucá).

Otros argumentan que los beneficios recibidos por la solidaridad de


las ONG demuestran cómo estas organizaciones han ido asumiendo la
atención al problema en la localidad. La preocupación de estas organi-
zaciones se ha centrado en programas de ayuda con cierta especifici-
dad. Las principales acciones a este respecto tienen que ver con
investigaciones sobre el tema, la asesoría jurídica, la generación de fuen-
tes de ingreso, la asistencia psicológica y la salud.

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TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

“Las ONG han participado en programas de apoyo


para uno poderse sostener.
Algunas ONG con programas de capacitación, otras en asistencia en salud,
donaciones de droga. Eso lo hace Médicos sin Fronteras. Ahora, de un tiempo para
acá, están construyendo un acueducto. Ese programa es bien interesante, en eso se
han beneficiado el barrio Altos de los Pinos y nosotros. Esta ONG puso todos los
materiales, el cemento, la tubería y la comunidad pone la mano de obra a través de
otra ONG (Visión Mundial). Esa actividad se ha denominado “comida por trabajo”.
De esta manera sé que se está haciendo que toda la población desplazada se meta en
el cuento y se reconozcan los beneficios” (campesino, 42 años. Sevilla, Valle del
Cauca. Desplazado ubicado en Altos de Cazucá).

Estas acciones han exigido un arduo y permanente trabajo por parte


de los promotores de las organizaciones que, de manera incondicional,
se han aventurado en las zonas a desarrollar estas labores. Se resalta en
muchas de estas actividades una trascendencia imperceptible, pero de
considerable valor, en la reconstrucción comunitaria que se gestiona a
través de múltiples programas.

El apoyo del sector no gubernamental se deriva de las siguientes


organizaciones:

• Fundación para el Desarrollo de Altos de Cazucá (FUNDAC).


• Fundación Social Colombiana (CEDAVIDA).
• Fundación Dos Mundos.
• Fundación Educativa Amor.
• Fundación para la Educación y el Desarrollo (FEDES).
• Central Nacional Provivienda (CENAPROV).
• Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Según los testimonios de algunos promotores sociales de las organi-


zaciones, se resalta cómo una de las restricciones para el éxito de sus
trabajos ha sido enfrentar la heterogeneidad cultural de la población y
el permanente duelo, inseguridad y desconfianza hacia los demás miem-
bros de la población.

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EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

Los valores de solidaridad desaparecen y hacen difíciles los procesos


de integración. Surgen conductas de desapego, marginación y acciones
ventajosas frente a los demás que, en muchas ocasiones, se expresan en
agresiones verbales, calumnias y descrédito de las labores que desarro-
llan las organizaciones.

Estos comportamientos se han venido mitigando a través de


acercamientos personales con las personas poco integradas y con acti-
vidades de recuperación de la autoestima, además de, la vinculación de
amistad y confianza hacia los demás miembros de los grupos beneficia-
dos. Estas actividades se han logrado expresar por medio de talleres de
autovaloración, reconocimiento y socialización de sus derechos como
desplazados, educación en salud, asistencia psicosocial, valoración del
trabajo comunitario, educación básica para los hijos, recreación y even-
tos de integración cultural a partir de las tradiciones y costumbres de la
comunidad.

Otras de las instancias de apoyo han sido las comunidades religiosas


católicas como las Hermanas de Nuestra Señora de la Paz, las Herma-
nas Teresitas, e iglesias no católicas como la Iglesia Menonita de Colom-
bia. Según los testimonios, éstas contribuyen al encuentro con la fe y a
la recuperación emocional y afectiva de las familias:

“A través de algunas iglesias se ha querido llegar un poco más cerca en las perso-
nas, se ha motivado a la gente a ir a misa. Ellos lo hacen cada ocho días. De
domingo a domingo están en un barrio diferente llevando la eucaristía y la gente
siempre acude. Algunas familias se han aferrado profundamente a la palabra del
Señor y se han involucrado en las organizaciones religiosas como Testigos de
Jehová y evangélicas” (campesina, 38 años. Fortul, Arauca. Desplazada ubi-
cada en Altos de Cazucá).

Las ONG: sus fortalezas y restricciones


Respecto al trabajo de las organizaciones no gubernamentales en la
zona, se llevaron a cabo talleres de evaluación con la comunidad y gru-
pos focales con las instituciones, respecto a las alternativas de futuros
procesos de acompañamiento. Para la realización de este proceso se
entrevistó a funcionarios de las organizaciones: Visión Mundial, SOS Al-
deas Infantiles Colombia, Médicos Sin Fronteras, Fundación Proyecto

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TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

Banco Grameen, Fundación Educación, Investigación y Desarrollo


(FIDHAP), la Fundación para la Educación y el Desarrollo (FEDES) y a las
organizaciones de desplazados (OD): Corporación para la Educación, el
Desarrollo y la Paz (CEDEPAZ), Integración de Desplazados Colombianos
por la Violencia (INTERDECOL), Asociación de Afrocolombianos Desplaza-
dos por la violencia (AFRODES), Asociación de Desplazados Unidos
(ASODESUN), Unión Solidaridad por Colombia (USCOL), la Asociación de
Padres de Familia del Proyecto Promundo Activo (para niños de fami-
lias desplazadas), GERMINAR42.

Con el propósito de indagar respecto a las percepciones sobre la pro-


blemática social en la zona, así como de los programas que se han desa-
rrollado por parte de las instituciones, observando la incidencia que
tiene la acción no gubernamental en el sector y el papel que ésta juega
en la coordinación institucional para la reconstrucción comunitaria de
la población desplazada en Altos de Cazucá, se relacionan en seguida
los hallazgos más representativos respecto a este tema:

• Desatención a las propuestas que hace la comunidad desde sus con-


diciones reales de sobrevivencia. Prevalece el distanciamiento en-
tre lo deseable, el retorno al campo y el restablecimiento económico,
frente a los acompañamientos puntuales en el ámbito de la edu-
cación, el liderazgo, capacitaciones técnicas en manejo de ma-
quinaria, elaboración de productos artesanales, derechos
humanos y apoyo a la interlocución y negociación con las entida-
des públicas y privadas.

• La falta de capacitación en las organizaciones que intervienen en la


zona ha limitado el acompañamiento efectivo para las comunida-
des. Por ejemplo, cuando se trabajan proyectos productivos, la ad-
ministración de éstos se convierte en un problema, porque si no hay
capacitación, con una escolaridad tan baja, se tiende a fracasar. Por
lo cual se requiere de un gran esfuerzo por parte de las organizacio-

42 Para un mayor detalle de los programas y proyectos que adelantan estas organiza-
ciones véase el anexo 2. Los programas sociales de las organizaciones no guberna-
mentales en Altos de Cazucá y, anexo 3, presentación de la Mesa de interlocución,
gestión y desarrollo del municipio de Soacha.

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EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

nes acompañantes en el sentido de la promoción de empresas y de la


asociación.

• La brevedad en los procesos de las organizaciones es una debilidad


inmensa, ya que responde a los tiempos de las instituciones que no
son los mismos tiempos de las necesidades reales de la población.
Las necesidades de la gente son diversas; por tanto, los procesos de-
ben ser ágiles en su respuesta dadas las condiciones de necesidad
que vive la población.

• El estigma que rodea a la gente desplazada en los sitios de llegada,


“qué inseguridad va a traer…, si me junto con ellos qué van a pensar los
vecinos”, auspician el reflejo de la no reciprocidad o de la colabora-
ción y la cooperación, ya que éstas se encuentran mediadas por el
miedo a ofrecer auxilio a las familias.

• La dificultad para acceder a la oferta pública. Los requisitos son como


una muralla que, tanto a la población en situación de desplazamien-
to como a las ONG los contiene para hacer efectivo el trabajo. Síntoma
que se percibe a nivel de las autoridades locales y nacionales.

• La tendencia a la ayuda humanitaria genera dependencia. Con esto


no se ayuda a que la gente se desarrolle, autónomamente, a partir de
sus habilidades y potencialidades. Lo que conlleva a la falta de com-
promiso de las personas, “si no me van a dar nada, a qué va uno por allá
(…) la gente prefiere recibir el mercado que asistir a una capacitación”.

• Los recursos que provienen del Plan Colombia para los desplaza-
dos. Muchas ONG se niegan a trabajar con esos fondos. “Las organiza-
ciones consideran que este es un plan para la guerra y no para la paz, y con
esos fondos lo que se va a hacer es recibir desplazados que vienen de otras
partes, precisamente por la estrategia de guerra contra el narcotráfico. Estas
ONG no pueden recibir estos dineros ni administrarlos, pero, por otra parte,
les gustaría que llegaran directamente a las organizaciones de desplazados,
pero esto es muy complicado debido a los requisitos” (testimonio funcio-
nario de ONG nacional que trabaja en la zona de Altos de Cazucá).

A partir de las acciones, experiencias y propuestas, derivadas de las


percepciones y demandas de la población desplazada y del trabajo de

147
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

las instituciones, exponemos en seguida varios lineamientos a tener en


cuenta en la discusión y formulación de una política de atención a los
grupos de población ubicada en la zona de Altos de Cazucá.

Con este propósito se han definido las fortalezas, restricciones y pro-


yecciones de aquellos aspectos que se entrecruzan en los procedimien-
tos de atención a la población, la logística, la toma de decisiones entre
las instituciones, las relaciones con las entidades del Estado y con los
grupos de trabajo. Resultados que hemos reconocido luego de un pro-
fundo análisis de las experiencias de trabajo a fin de prever futuras
interacciones tendientes al acompañamiento de las comunidades.

En síntesis, para las organizaciones que han tenido mayor presencia


y participación en la zona, su intervención puede evaluarse a partir de
los siguientes hallazgos:

Las fortalezas:
• Interdisciplinariedad en la metodología y complementariedad pro-
fesional entre los gestores y asesores de los proyectos de las ONG.

• Experiencia en el trabajo comunitario con un sentido de cambio so-


cial.

• Entendimiento, por parte del grupo de trabajo de que las


interacciones con las comunidades, se asumen como un proceso de
atención, aprendizaje e investigación.

Restricciones:
Aspectos externos

• Falta de claridad y limitaciones presupuestales de la RSS respecto a


los procedimientos, políticas y coordinación en la asignación de re-
cursos.

• No existe complementariedad entre las ONG, la Red de Solidaridad y


las organizaciones de desplazados (OD).

148
EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

• Puntos de vista diferentes entre lo ofrecido por el gobierno y las ex-


pectativas de la población.

• Inexistencia de una visión compartida del problema del desplaza-


miento entre las entidades del Estado y las organizaciones no guber-
namentales; desconocimiento de las demandas reales y propuestas
de cambio que plantean las propias comunidades.

• Dependencia en la gestión de recursos financieros a la cooperación


internacional.

• No hay una planificación respecto a un programa de capacitación


hacia el desarrollo de los desplazados por parte del Estado.

Aspectos internos

• Poca coordinación con otras instancias que atienden a la población


en la ciudad y en el municipio.

• Indefinición de políticas y acciones de proyección económica para la


atención de los grupos de desplazados.

• Predisposición de las familias desplazadas frente al proceso y a la


atención de parte de las ONG.

• Falta de mayores espacios comunes de discusión sobre los avances


de los trabajos de las ONG y la comunidad.

• Falta de comunicación y de gestión con otro tipo de instituciones


nacionales e internacionales.

Dichas restricciones han ocasionado principalmente que:

• El papel de las ONG se restringe a las disposiciones que definen las


instancias del gobierno.

• En ocasiones se asume una actitud pasiva frente a las problemáticas


de la población.

149
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

Un miembro de la comunidad sobre las desventajas afirma:

“Aquí uno presenta un proyecto hecho por


la misma comunidad y no le creen.
A nosotros, que estamos organizados como comunidad desplazada, nos dicen que
se busque un padrino, una organización que ponga algo de plata y que así sí los
proyectos entran a evaluación. Pero uno, sin contactos, queda siempre por fuera.
Ahora los proyectos que se han aprobado los hacen organizaciones y hasta empre-
sas que prometen a la comunidad vincularla; pero uno conoce que en esos proyec-
tos quieren es emplear a los desplazados como obreros. Nosotros proponemos
microempresas que se puedan hacer en fincas cercanas al municipio. Pero da lásti-
ma porque la gente, por la necesidad, termina metida en cosas que ni sabe hacer o
en puras capacitaciones. Porque para eso es que gastan la plata los de la alcaldía y
las fundaciones que han aparecido; para luego contratarlos, para darles un míni-
mo que no alcanza para nada. Porque eso es lo que terminan prometiendo. Por eso
yo digo que a nosotros, los de las organizaciones de desplazados, no nos reconocen
nuestras propias propuestas y siempre quedamos por fuera” (campesino, 43 años.
Icononzo, Tolima. Desplazado ubicado en Altos de Cazucá).

Las organizaciones de desplazados (OD)


En desarrollo de las iniciativas de las OD, son ellas las que han
diligenciado y coordinado, en conjunto con las ONG FIDAPH, FEDES y
Consejería en Proyectos (PCS), un proceso de integración y fortalecimien-
to institucional de las organizaciones de desplazados que integran la
Mesa de Interlocución, Gestión y Desarrollo —MIGD— en el municipio
y las áreas periféricas de la ciudad de Bogotá.

Dentro de las acciones que se han venido adelantando en lo que va


corrido del año 2003, se decide emprender actividades de acercamiento
y divulgación del proceso ante las entidades públicas y privadas, con el
fin de generar espacios de sensibilización, reflexión y concertación so-
bre alternativas que surgen de las propias comunidades en la supera-
ción de los efectos personales, familiares y comunitarios que han sufrido
con el desplazamiento.

150
EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

El balance que realizan tanto las OD como las ONG, que han apoyado
el proceso, se destacan los siguientes aspectos de evaluación del trabajo
emprendido:

Debilidades Oportunidades
• Falta de consolidación y cohesión por • Voluntad de continuar el proceso de
parte de las OD. fortalecimiento organizacional.
• Carencia de recursos para la • Posibilidad de discutir y proponer
sostenibilidad de los procesos. políticas para la solución al problema del
desplazamiento desde las mismas OD.
• Ausencia de espacios para la
interlocución con el Estado. • Definición de criterios para construir
espacios de inclusión a la población
• Inasistencia de los funcionarios del
afectada por el desplazamiento forzado.
Estado a las reuniones y cuando asisten
no tienen poder de decisión.

Fortalezas Amenazas
• Unidad de criterios entre las OD, FIDHAP, • Falta de voluntad política del Estado para
PCS, Facultad de Estudios Ambientales y definir una solución efectiva del
Rurales de la Pontificia Universidad desplazamiento.
Javeriana.
• Desconocimiento del Estado a las
• Unidad de criterios a fin de emprender consecuencias del conflicto armado en
un acercamiento con las entidades del términos del desplazamiento forzado.
Estado y organizaciones de cooperación.
• Desconocimiento de los procesos
• Voluntad política de las organizaciones. organizativos de la población
desplazada.
• Identidad y organización en planes de
trabajo. • Señalamientos y amenazas a los líderes
de las OD.
• Gestión de un proyecto de
funcionamiento de la Mesa con recursos
aprobados por un monto de 10.000
dólares para un año.
• Visión propositiva de las OD para el
beneficio colectivo.
• Corresponsabilidad.

Fuente: taller “Los logros y limitaciones del proceso organizativo”. Junio de 2003. Facul-
tad de Estudios Ambientales y Rurales. Pontificia Universidad Javeriana.

151
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

Se valora por parte de las OD, la labor emprendida por la Facultad de


Estudios Ambientales y Rurales de la Pontificia Universidad Javeriana,
en el acompañamiento a la comunidad, en especial al fortalecimiento
de la organización CEDEPAZ. Proceso que ha contribuido al acercamiento
y sensibilización sobre el tema del desplazamiento a profesores y estu-
diantes a través de prácticas sociales, investigativas y de extensión. (Véase
anexo 4).

De otra parte se reitera en las OD, una visión restrictiva de la res-


ponsabilidad del gobierno frente al tema de los desplazados, argu-
mentando que:

“En la alcaldía le dicen a la gente que la magnitud del problema, no permite


visualizar un resultado, y tendrán razón; pero es inconcebible que, siendo que
más de un centenar de instituciones que viven del problema del desplazamiento,
se gastan casi un 80% de la plata destinada a los desplazados en su propio fun-
cionamiento, no sea posible mostrar un proyecto piloto como ejemplo válido de
su intervención en Cazucᔠ(campesino, 40 años. Sur de Bolívar. Desplaza-
do ubicado en Altos de Cazucá).

Para las OD “el Estado no conoce, no se interesa por conocer, lo que han
producido estos procesos de concertación con las entidades del mismo Estado y
las ONG”. Se han hecho innumerables acciones de interlocución y nego-
ciación en las que se logra identificar un mapa institucional que mues-
tra una forma de aplicar la ley. Lo que ocurre bajo un complejo proceso
de participación en el cual se reitera, una labor de responsabilidad por
parte de las ONG y un activismo de reivindicación y logros concretos por
parte de las OD (véase gráfica 3).

El resultado de identificación y ubicación de las instituciones públi-


cas y privadas en el diagrama manifiesta, sin detenernos a evaluar la
eficacia de los programas implementados, que existe una infraestructu-
ra institucional poco visible, incluso para la población desplazada, como
también para las mismas ONG y entidades del Estado. Pero al descifrarla
y conocer en detalle su lógica, se muestra un proceso de intervención
institucional en el que se requieren ajustes y compromisos a fin de
dinamizar las propuestas que emanan de los propios pobladores en
desplazamiento.

152
GRÁFICA 3. DIAGRAMA DE LA INTERVENCIÓN INSTITUCIONAL PÚBLICA Y PRIVADA EN
EL MUNICIPIO DE SOACHA

ICBF Red de Solidaridad Social


Sector Privado:
CODENSA, DINERS,
SENA
Unión Manantial y

EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS


Alcaldía de Soacha y
Secretaría de Desarrollo Servigenerales OIM
CODHES S. A.
Social.
Personería Municipal Defensoría
FEDES UAO del Pueblo
Visión
Mesa de Trabajo Mundial
Universidad FIDAPH Banco
Javeriana Personería
CICR Mundial
FUNDAC Organizaciones de Desplazados
Universidad Min.
(OD) Defensa,
Nacional y Médicos
Santo Tomás Sin Ejército
CEDEPAZ Revivir al
CEDAVIDA Fronteras Nacional,
Futuro
Población en situación Batallón ACNUR
Colegio de desplazamiento ASODESUN N° 13,
Fundación SOS
María estación de
Educativa USCOL AFRODES Aldea
Auxiliadora policía y la
Amor de Niños
INTERDECOL Promundo Activo SIJIN
Hnas.
Megabanco Dos Mundos GERMINAR Mencoldes Consejería
Teresitas
en Proyectos
PSC
CENAPROV Proyecto Hnas. Nuestra
REDEPAZ Banco Señora de la Paz Padres
Grameen Dominicos
Minsalud
Convenciones Fundación Convenio Programa
Procuraduría Hospital
Nivel internacional Biocosmos Mundial de
General de la de Soacha Diseño y Diagramación:
Alimentos
Nivel nacional y Nación Manuel Pérez (2003).
departamental ○ ○ ○
PUJ/FEAR/DDRyR
Nivel municipal Cooperación
153

Nivel local Alemana GTZ


Población desplazada
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

Los ajustes, según la percepción de esta investigación, deben partir


del fortalecimiento, por parte del Estado, de la relación entre la
intencionalidad de las OD y la infraestructura institucional que se ha
señalado a fin de superar la brecha entre el gobierno y la comunidad.
Lo cual requiere entonces de una mirada, desde la gestión pública mu-
nicipal y departamental, con el fin de promover una mejor capacidad
de respuesta y así recuperar la confianza, potenciar la participación so-
cial y reestructurar el tejido social fracturado con el desplazamiento.

Todos estos aspectos deben estar articulados a las capacidades loca-


les generadas por las OD, lo cual conllevaría, además de la integralidad,
oportunidad, accesibilidad, eficiencia y confluencia local en la entrega
de servicios, la capacidad de anticiparse a los sucesos que deterioran los
derechos humanos y que tienen que ver con la administración eficiente
de los recursos. Asunto que amerita la preparación de planes y presu-
puestos municipales, adecuados a las características de los distintos gru-
pos de desplazados, particularmente en donde éstos participen en la
toma de decisiones y seguimiento a los proyectos.

v Posibilidades para el surgimiento de


proyectos de restablecimiento
Abreviando la identificación de fortalezas y restricciones del trabajo
emprendido, pueden plantearse algunas sugerencias para el desarrollo
de futuros tratamientos sobre el tema:

1. Cuanto más diversa es la tarea de atención humanitaria y del resta-


blecimiento, más importante es que el grupo de trabajo en las orga-
nizaciones tenga una representación adecuada de sus metas. Por lo
tanto, es esencial que los objetivos que se plantearon, como fines
comunes de la labor, sean claros y compartidos por todas las perso-
nas del equipo: funcionarios, directivas, acompañantes y población
atendida. En los contextos del desplazamiento es frecuente que se
cuestione, por parte de los beneficiarios, la reflexión sobre el tipo de
trabajo que se hace. La incertidumbre del desarraigo, junto con los
cambios sociales frecuentes, pueden hacer que el grupo tenga que
redefinir en el proceso sus prioridades.

154
EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

2. Los ONG acompañantes tienen que contar con una estructura


organizacional adecuada teniendo en cuenta tanto la tarea que se va
realizar —siguiendo por ejemplo un criterio de eficacia— como las
condiciones del contexto y la orientación del trabajo, en un solo tér-
mino: coherencia y participación. Los equipos de trabajo deberán
tener claridad en sus funciones y responsabilidades, incluyendo aque-
llas compartidas. El cuidado, en la forma en que se toman decisio-
nes, es importante en el contexto de tensión política o cuando las
posibilidades de comunicación entre los miembros es escasa. La
planeación flexible es importante frente a situaciones cambiantes o
en las que se pueden dar emergencias que necesiten una respuesta
inmediata.

3. Los miembros de los equipos de trabajo deben desarrollar una capa-


cidad de apoyo mutuo y resistencia ante los inconvenientes y/o con-
diciones que se pueden presentar ante la capacidad de respuesta a
las necesidades de la población. Para ello deben cuidarse las relacio-
nes dentro del grupo. Cuando se logra un clima de confianza y acep-
tación, las personas pueden ayudarse. Es así como lo hacen
intercambiando ideas y sugerencias; compartiendo sentimientos y
percepciones del trabajo; confrontando experiencias y actitudes; es-
tableciendo y fortaleciendo las relaciones entre sí.

Dentro de la labor de autovaloración del trabajo se identificaron va-


rios aspectos a proyectar, dentro de los que se destacan como estrate-
gias que complementen los programas de atención humanitaria:

• Difusión de sus proyectos en instancias gubernamentales, ONG y agen-


cias internacionales.

• Crear una red de apoyo con universidades.

• Convocar y estrechar vínculos con el sector financiero y empresa-


rial.

• Fortalecer las organizaciones de desplazados desde un enfoque de


servicios hacia ellas.

155
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

• Mantener un espacio de discusión a través del cual se piense qué


hacer y cómo seguir adelante y reconstruir el compromiso de solida-
ridad.

• Construir en la zona, entre todas las ONG, un sentido de pertenencia


a la comunidad que haga posible reintegrar las experiencias vividas,
durante el proceso de atención a la población en situación de des-
plazamiento.

Un llamado a la responsabilidad del Estado


La situación que hemos ilustrado, plantea un profundo y urgente
debate respecto a la responsabilidad del Estado frente a los intereses de
los desplazados. En este sentido, se exige concebir seriamente la cues-
tión de la política pública como agente generador de la conciliación de
intereses; la cual ahora, y en la experiencia de los desplazados, muestra
su ausencia, señalándose, entonces, con urgencia el actuar del Estado
en su condición más literal, la de su capacidad de responder.

En términos de GABRIEL COHN (2003), esto no es sólo en el sentido de


que el agente, individual o institucional, pueda ser exigido a raíz de sus
actos. En las condiciones del desplazamiento, la responsabilidad debe ser
vista como lo es en esencia; es decir, lo opuesto a la indiferencia43.

Como lección del panorama institucional en la zona, podemos afir-


mar que, con los desplazados estamos ante una forma emergente de
civilidad política, que, por obvias razones, no se ajusta al plano estricta-
mente administrativo y técnico del Estado en el que, por supuesto, no
se entienden las reivindicaciones de las OD, haciéndolas más bien res-
tringidas y marginales.

Para ello se requiere, de forma definitiva, adoptar un programa de


acogida a las propuestas de las organizaciones de desplazados, asumién-

43 Véase: COHN, GABRIEL (2003). “Civilización, ciudadanía y civismo: la teoría política


ante los nuevos desafíos”. En: B ORON , ATILIO A. (compilador). Filosofía política
contemporánea. Controversias sobre civilización, imperio y ciudadanía. Buenos Aires:
FLACSO , págs. 23 y 24.

156
EL PAPEL DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

dolos como actores políticos, aspecto que incluso puede mostrarse como
un escenario propicio para la reconstrucción de la legitimidad en el Es-
tado. Así las cosas, el proceso de ordenamiento de la gestión
interinstitucional comenzaría a indicar un espacio en el que las capaci-
dades de las OD se relacionan con las capacidades locales y con las polí-
ticas públicas que estimulan y norman la descentralización del Estado.

En ese orden de ideas, los municipios afectados con los procesos de


inserción de la población desplazada enfrentan el desafío de redefinir,
en el corto plazo, su diseño institucional para ampliar las competencias
y los nuevos roles que han adquirido a través de las leyes, las normas y
los hechos de facto que se presentan. Lo cual muestra serias dificulta-
des, ya que, las instituciones tienen diferentes niveles de descentraliza-
ción/centralización, diversas culturas y prioridades institucionales, lo
que hace difícil la confluencia del sistema a nivel local.

Para afrontar las dificultades deben, entonces, desarrollarse estrate-


gias y mecanismos expeditos de coordinación local, como el que se in-
tenta emprender para el caso de Soacha, en el que los distintos
componentes de la política puedan llegar simultáneamente e
integralmente a los grupos de población desplazada44.

Desde la perspectiva mencionada, los distintos comités y mesas de


trabajo con desplazados, deben ser escenarios de articulación con las
entidades locales, departamentales e incluso regionales (corporaciones
regionales).

La indagación sobre las prácticas locales institucionales, en especial


las relacionadas con la capacidad instalada y la accesibilidad de los ser-
vicios y sus rutas de atención, permiten ahondar en las capacidades de
respuesta institucional y en los “cuellos de botella” que impiden o limitan
la prestación de dicha atención.

44 Los aspectos aquí tratados han sido material de reflexión en el documento: Red de
Solidaridad Social ACNUR (2003). Los procesos de restablecimiento con población desplazada:
políticas y reflexiones. Aproximación preliminar. Documento en construcción, insumo
para los participantes en los conversatorios regionales promovidos por la Universi-
dad Nacional de Colombia. Mimeo.

157
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

Como meta, el gobierno tiene la responsabilidad de crear las capaci-


dades institucionales adecuadas, así como la sinergia entre políticas,
organizaciones y recursos, permitiendo responder a las circunstancias
particulares de la población. Se deben, por ello, tener en cuenta su com-
posición social y cultural, sus dinámicas de género, su filiación política
y sus orígenes étnicos.

En definitiva, es necesario fomentar y propender por una cultura


institucional de acción afirmativa, como parte de los valores
institucionales y de sentido de equidad y reparación con la población
en situación de desplazamiento.

158
REFLEXIONES FINALES

A continuación se indican algunas consideraciones derivadas del tra-


bajo de investigación:

Aspectos Territoriales:
• El desplazamiento, como proceso de agregación, desarraigo y des-
pojo, aumenta la brecha entre los excluidos y los sectores que aún
pueden mantener su ciudadanía, supliendo sus necesidades y al-
canzado sus expectativas. Como tal, el desplazamiento es factor y
resultado, de la profunda exclusión social, inequidad e injusticia que
ha caracterizado a nuestro país.

• Los desplazados en las ciudades agudizan estructuras de exclusión,


intolerancia e inequidad, todos ellos, fenómenos que ponen en en-
tredicho la planificación de las ciudades y el papel de las institucio-
nes en la acogida de nuevos sujetos sociales portadores de derechos.

• Los territorios reales que se trasladan del medio rural se trastocan con
los territorios pensados, reflejos del medio urbano, haciéndose evidente,
durante el proceso de inserción, una perturbación de tiempos que
limitan a través de la idealización y la incertidumbre en la construc-
ción de territorios posibles. No obstante, su acción, en el aquí y ahora,
presenta diversas formas de percepción, adaptabilidad y reconstruc-
ción social de los desplazados, aspectos que pueden ser utilizados
en términos de su sobrevivencia: “Claro que con el temor de que aquí,
por estar mirando a ver cómo salimos adelante, también nos pueden llegar a
desplazar”.

159
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

• La interpretación del territorio presente, representa un espacio de


posibilidades y restricciones para los desplazados. Aspectos que son
mediados a través de formas de recursividad e informalidad, con las
cuales se crean alternativas para la generación de ingresos, la forma-
ción de redes vecinales, así como la defensa de sus condiciones de
vida.

• Las aspiraciones territoriales de los desplazados se encuentran me-


diadas por fronteras de incertidumbre, que oscilan entre los deseos
del retorno o la reubicación rural, aspectos que se entremezclan con
el ideal de alcanzar nuevas formas de bienestar.

• El miedo y el terror, aun cuando se ubiquen en estos sitios, no los


abandonan, porque la desconfianza subsiste hasta en las ciudades.
Expresión según la cual los desplazados no pueden soñar con esca-
par a la influencia de los protagonistas, que han conocido en el lugar
de partida y, menos aún, de los que actúan en el medio urbano.

• La profundización sobre las percepciones de la población frente a


los cambios sociales que han experimentado las personas asentadas
en Altos de Cazucá, indica una concepción del desarrollo que estaría
integrando: valores, individuales, familiares y comunitarios; territo-
rios, reales, pensados y posibles; y acciones, éstas últimas entendidas
como procedimientos para alcanzar beneficios en la generación de
ingresos, la educación y la construcción de vivienda.

• La organización espacio-temporal interna de las ciudades, es el pro-


ducto de luchas entre fuerzas sociales opuestas por mantener o cam-
biar el orden social. Lo cual equivale a definir, un nuevo proceso de
“colonización urbana” en la que se configuran espacios de urbaniza-
ción, economías informales, culturas populares y organizaciones co-
munitarias de diverso tipo45.

45 Se toma aquí el término de “colonización urbana” del trabajo de Gloria Naranajo Giraldo
y Deicy Hurtado Galeano en Desplazamiento forzado y reconfiguraciones urbanas.
En: Destierro y desarraigo. Memorias del II Seminario Internacional Desplazamiento:
implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos.
Bogotá, Colombia, 4, 5, 6 de septiembre de 2002, págs. 271-287.

160
REFLEXIONES FINALES

• Desde la perspectiva territorial, la situación del desplazamiento plan-


tea retos en términos de planificación y ordenamiento local de los
espacios ocupados, desde los cuales se den las posibilidades de re-
construir proyectos de vida.

• Los desplazados, como portadores de cultura, deben ser asumidos


como promotores del desarrollo territorial, para así asegurar el or-
den, la regularidad y la predictibilidad en sus patrones de compe-
tencia y cooperación, y así asegurar la supervivencia de los grupos.

Aspectos Institucionales
• Aunque las políticas de atención a la población desplazada han
tenido algunos desarrollos en el municipio de Soacha, y de ma-
nera particular en Altos de Cazucá, sus alcances son demasiado
cortos en lo que tiene que ver con respuestas duraderas. La ayuda
humanitaria no ofrece, por sí sola, una posibilidad de reconstruc-
ción social efectiva.

• La experiencia investigativa llama la atención sobre la urgente nece-


sidad de potencializar la participación de las personas en situación
de desplazamiento, involucrándolas en cada una de las fases de pre-
paración, desarrollo y seguimiento de las propuestas que permitan
integrar los esfuerzos, buscando el bienestar y la reparación moral y
social de la población. Por tanto, fortalecer la participación implica
estimular y cualificar los procesos organizativos de las OD, lo cual
exige que el Estado garantice la protección de los líderes y el respal-
do y respeto a su autonomía.

• El sentido social del desarrollo que se propone desde la voz de las


familias, debe ser leído a partir del reconocimiento colectivo de los
efectos históricos del desplazamiento, lugar en el que se entrecruzan
temporalidades entre el pasado y el presente, todas ellas sujetas a
una yuxtaposición de tiempos que son percibidos por la población
como acontecimientos no deseados. Situaciones que se reflejan en
los espacios de la supervivencia, anclaje a través del cual las organi-
zaciones comunitarias comienzan a tener sentido como mecanismos
autónomos que brindarían, a partir de su reconocimiento político y

161
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

práctico, la construcción de la legitimidad y la confianza para el me-


joramiento de sus condiciones de vida.

• El sentido social del desarrollo necesitará por tanto, desde el ámbito


territorial e institucional, la creación de espacios de participación y
gestión en aspectos tales como:

- Generar nuevos conocimientos en los actores locales frente al tema


de los derechos humanos, el tratamiento psicosocial, la planifica-
ción local y el fortalecimiento comunitario para el abordaje y el
tratamiento de las familias en situación de desplazamiento. Desa-
rrollo de instrumentos metodológicos-participativos que permi-
tan ligar la construcción de bases locales de apoyo en información
y participación en procesos de gestión local.

- Emprender, desde la gestión local, un tratamiento de la diversi-


dad que permita la convivencia tanto de las manifestaciones cul-
turales específicas como de los puntos de encuentro (festivales,
dinámicas organizativas, construcción de hábitat, diálogos públi-
cos entre los habitantes de la ciudad y las poblaciones rurales re-
fugiadas en la urbe, entre otros mecanismos) expresados en
prácticas novedosas y constantes que permitan a las políticas de
desarrollo de las comunidades y municipios nutrirse de la diver-
sidad cultural. Se deben, entonces, incorporar las necesidades y
demandas culturales de las comunidades desplazadas y recepto-
ras.

- Avanzar en una visión integral que incorpore las periferias y las


zonas marginales al fortalecimiento de la ciudad misma, así como
la de asumir iniciativas de uso a espacios rurales cercanos a la
ciudad. Se trata de construir redes de generación de ingresos y
seguridad alimentaria que puedan ser administradas por las fa-
milias que se integran al espacio urbano local. Así como lo plan-
tean las mismas organizaciones de desplazados: “Crear espacios de
educación y producción agrícola y pecuaria a las afueras de la ciudad,
donde se fortalezcan las habilidades y capacidades rurales de la población
campesina que ha migrado a las ciudades. Como finalidad del proceso se
podría lograr el acceso a nuevos procesos técnicos y la divulgación de la
experiencia en centros universitarios, colegios, escuelas y en las insti-

162
REFLEXIONES FINALES

tuciones en general. Esto lo proponemos porque es lo que sabemos hacer”


(testimonio recogido durante el taller: “Los logros y limitaciones
del proceso organizativo”, junio de 2003. Facultad de Estudios
Ambientales y Rurales. Pontificia Universidad Javeriana).

- Tomar en cuenta el liderazgo que asume la mujer como agente


urbano del desarrollo comunitario.

• Cabe anotar la importancia del hecho de que entre las ONG se presen-
ten espacios de acercamiento para la coordinación local de acciones,
aspecto que debe intensificarse, a fin de permitir el desarrollo de
planes y programas articulados, así como el intercambio de expe-
riencias.

Los retos interpretativos y metodológicos:


Acudimos aquí a la consideración que realizan GLORIA NARANAJO
GIRALDO y DEICY HURTADO GALEANO (2002), en cuanto a que “el desplaza-
miento ha tenido mayores desarrollos teóricos y analíticos desde la perspectiva
de las regiones y municipios donde se producen lo hechos del desplazamiento;
pero el impacto de este fenómeno en la ciudad y sus periferias, las dinámicas que
genera, los conflictos que produce y el tipo de ciudad que por esta vía se produce,
es un campo que requiere nuevas exploraciones”.

Por tanto, el enfoque deberá partir de una mirada multidimensional,


en la cual es necesario comprender las dinámicas espacio-temporales y
territoriales, en las que se insertan y sitúan los pobladores, su historia,
sus necesidades, sus afectos y sus proyectos de vida. Ello permite defi-
nir que el problema de los desplazados sea también una cuestión de
inclusión o exclusión de entornos geográficos específicos que le dan así
mismo, continuidad y ruptura a una producción social del espacio.

Lo anterior implica atender a las prácticas de inserción social de los


desplazados como productores de territorios. En otras palabras, las re-
presentaciones del espacio en esta experiencia tienen que ver con la
manera en que los desplazados interpretan su lugar de vida, lo cual da
cuenta de un espacio que se diferencia del espacio conceptualizado por
los científicos, planificadores, urbanistas y tecnócratas, generándose,

163
TERRITORIO Y DESPLAZAMIENTO. EL CASO DE ALTOS DE CAZUCÁ, MUNICIPIO DE SOACHA

incluso, fuertes divergencias interpretativas, desde las cuales también


se expresa una hegemonía de imágenes mentales del espacio que con-
tienen representaciones de poder y de la ideología dominante. Por tan-
to, los espacios de representación o espacios vividos por los desplazados,
se revelan como un lugar de resistencia, como espacios simbólicos (la
periferia) y contra espacios (la ciudad) que contienen simultáneamente
otros espacios que sobreviven en la cotidianidad del desarraigo.

Dicha perspectiva de análisis posibilita el aterrizaje detallado de la


dimensión local territorial del fenómeno y, por tanto, desde allí, la defi-
nición de instrumentos que orienten el desarrollo de acciones específi-
cas y la construcción de mecanismos de integración activa y positiva de
los pobladores.

Es claro que esta apuesta metodológica e interpretativa requiere del


acercamiento y acompañamiento a las organizaciones de desplazados
—OD—, a través de procesos de investigación-capacitación, desde los
cuales se configuren espacios de formación en los que se superen las
reivindicaciones materiales de los pobladores. Buscando con ello la re-
troalimentación entre los saberes populares y especializados.

Para lo cual se debe desarrollar sistemas de información cualitativos


y cuantitativos que brinden una visión amplia de las percepciones,
saberes y deseos de la gente.

164
BIBLIOGRAFÍA

Alcaldía Mayor de Bogotá (2000). Monografías territoriales. Soacha. Región


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