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Syed Taalay Ahmad fue martirizado la semana pasada en África. Era el tataranieto
del Mesías Prometido (as) y tenía 31 años en el momento de su fallecimiento. Era
un devoto de la vida y fue enviado a África para hacer un documental. El coche en
el que viajaba fue atacado por unos bandidos, él y otra persona recibieron un
disparo durante el robo, y murió de camino al hospital. Tenía un gran amor por el
khilafat, mucho más que la persona media e incluso más que ciertos misioneros y
hasta ciertos ancianos de la Jama'at. Había comprendido el espíritu de un devoto
de la vida, muchas veces llegaba a casa bastante tarde de la oficina. En sus
últimos momentos repitió muchas veces a la persona que estaba con él que le
transmitiera a Huzoor que le quería y también que le dijera a su familia que les
quería. Se contentaba con lo que la Jama'at le proporcionaba. Ayunaba
regularmente, y se esforzaba por aumentar su conocimiento del Islam y poner en
práctica las enseñanzas en su vida. Lloraba cuando mencionaba la vida del Santo
Profeta (sa). Sus documentales eran muy apreciados, y comenzó la serie, ahora
muy popular, "esta semana con Huzoor".
El amor por el Santo Profeta Muhammad (sa)
El amor se basa en la comprensión y la contemplación de dos cosas: una son las
buenas cualidades intrínsecas y las excelencias de un objeto, y la otra son los
servicios y beneficios que hemos recibido de él.
El Profeta (sa) dijo: “Ninguno de vosotros tendrá fe hasta que me ame más que a
su padre, a sus hijos y a toda la humanidad”.
لَّقَ ْد َكانَ لَ ُك ْم فِي َرسُو ِل هَّللا ِ أُ ْس َوةٌ َح َسنَةٌ لِّ َمن َكانَ يَرْ جُو هَّللا َ َو ْاليَوْ َم اآْل ِخ َر َو َذ َك َر هَّللا َ َكثِيرًا
“En verdad, tenéis en el Profeta de Al-lah un dechado de virtudes para quien
tema a Al-lah y al Último Día y se acuerde mucho de Al-lah.” (33:22)
Era el más atento a sus oraciones. A veces se quedaba despierto toda la noche
ofreciendo oraciones. A veces permanecía tanto tiempo de pie que se le
hinchaban los pies. Su esposa Aisha le preguntaba: "Oh, Profeta de Alá, ¿por qué
te pones en tales dificultades cuando Alá ya te ha perdonado todos tus
defectos? Él respondía: "¿No debo ser un siervo agradecido de Alá?". Nunca se
vengó personalmente de nadie. De hecho, era la persona más generosa y
perdonaba incluso a sus peores enemigos y hasta les hacía regalos. Era tan
humilde que incluso los más pobres no temían acercarse a él y pedirle lo que
necesitaban.