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P FUNI)AMFNI'AI
P u l, ZUI EllNER

l. Pl V. FI, C \CTFR PROYECI'UAI


PR X.XIS

Paul Michael Zulehnev, pastoralista austriaco, nace en Viena el 2() de


diciem de 1939. Realiza sus estudios de Teología y Filosofía en Innsbruck,
Viena, Constanza y Munich. Ordenado sacerdote en 1964. Desde 1984 es
profesor de TNlogía pastoral en la Uni\ ersidad de Viena. Especializado en
sociología de la religión. Desde el año es decano de la Facultad de Teología
católica de la Uni \ersidad de Viena.
En las intenciones de Paul Zulehner existe el deseo de elaborar una
teología BIStoraI cotnpleta. Su Ilionunrntal obra Pastoraltheo/ogie I en
cinco volúmenes, Ñntiene un intento de fundación de la disciplina -que
sería el primero de los volúmenes— seguido de un desarrollo de las
principales estructuras de la acción pastoral Y otros aspectos pafliculares
—la comunidad, las fases de la vida, los retos el futuro- que se
podrían elaborar desde la parte fundamental. Como señala el autor, su
objetivo es "enseñar a introducirse de modo responsable en el
pensamiento teológico-pastoral" 2.
Su propuesta de teología pastoral arranca de la consideración de que una
praxis eclesial se apoya sobre un proyecto. Es una constatación que no
requiere mayores explicaciones y que se conecta con la definición clásica
aristotélica de praxis. Del mismo modo que toda praxis humana obedece a
una intención y mira a alcanzar unos objetivos, así también sucede con el
actuar cristiano o eclesial. Consideradas
las cosas de este modo, "cada cristiano y las comunidades cristianas poseen
«teoría» más o menos cotidiana de su actuar creyente" 3.
Este punto de partida nos permite individuar el horizonte en el que Zulehncr
si túa su atención. La Iglesia, como el hombre singular, vive y se realiza
actuando Una vez asumido el ser de la Iglesia interesa conocer cómo ésta se
construya deba construir— con sus acciones en el devenir de la historia. teología
lleva a cabo una reflexión acerca de ese proyecto o teoría contenida en la acción
cristiana o eclesial, o más 4. precisamente, "desarrolla una teoría teológica de la
pra xis cristiana y eclesial"
Aunque el autor no concede demasiado espacio a la determinación de las
racterísticas de esta disciplina, al menos a nivel de principio declara que se trata
de una reflexión científica y teológica. Científica porque va más allá de la
simple consideración cotidiana de la pastoral, dando un paso más, ofreciendo
una mirada crítica y penetrante. Para ello entra en diálogo con las ciencias
humanas y sociales que estudian la acción humana y su contexto social. Y es
teológica porque la logía pastoral llevaría a cabo una "segunda reflexión", con
una mirada de fe, que recae sobre la "primera reflexión" de las ciencias humanas
5
.
Como veremos más adelante, para el autor esta reflexión no debe
conformarse con ser un reflejo de la praxis que permita justificar y asentar esa
praxis, sino que está llamada a proyectar la acción hacia el futuro. Posee una
constitutiva función crítica y profética, de acuerdo a la esencial dimensión
histórica de la praxis de fe.

2. OBJETO DE LA TEOLOGÍA PASTORAL

Intentaremos a continuación individuar los rasgos característicos de la acción


cristiana y eclesial, que es el objeto de estudio de la teología pastoral. Zulehner
adopta un punto de vista amplio, en cuanto que la reflexión abarca toda acción de
sarrollada en la historia que sea influida, o mejor, transformada, "gracias al
Espíritu de Jesús" 6. Sin llegar a especificar qué es lo que cualifica una acción
como cristiana o eclesial, advierte que esta praxis es aquella que está determinada
los fines primarios establecidos por Cristo. Retomaremos la cuestión al estudiar
la criteriología.
Estas acciones, por un natural proceso de socialización tienden a
institucionalizarse en estREturas consolidadas, conviniéndose en "modelos
operativos" que pueden ser utilizados no sólo por su autor, sino que se pueden
transmitir e incluso
ner Lógicanrnte ésta es la praxis que atrae la atención de la reflexión vastoral,
en que es ella la que incide mayormente en la autorrealimción de la
Iglesia
Entre la acción y la institución existe una polaridad, por lo que
normalmente la acción cristiana posee una connotación institucional y
eclesial. Sin embargo, en la sociedad contemporánea ha ido penetrando
un tipo de religiosidad cada vez menos \inculada a la institución. Las
acciones que derivan de esta tendencia menos des-institucionalizadora,
en cuanto connotadas religiosamente también forman parte del objeto
de estudio de la teología práctica8.
Un último rasgo delimita el objeto material de la teología pastoral: en
consonancia con lo señalado más arriba la acción que interesará estudiar
será la acción que tiene lugar en cada momento de la historia: "la praxis
existente en la iglesia es el «objeto material» de esta disciplina
teológica". Lo cual, como apunta inmedia el autor, hace que la
teología pastoral esté siempre condicionada por el contexto histórico en
que se encuentra: "el hecho de ocuparse del existente la hace
inadvertidamente dependiente del factual" 9. La disciplina adoptará una
orientación distinta en cada momento histórico.
Esta nota nos introduce en la delimitación del objeto formal, que es
precisamente la conexión de la praxis con el contexto histórico. La
teología pastoral se pregunta cómo puede construirse la Iglesia en cada
situación; no se interroga acerca del patrimonio que recibe la Iglesia sino
"sobre la encarnación, sobre la inculturación en el hoy histórico y social.
Naturalmente otras disciplinas no pueden ignorar este aspecto. Pero para la
teología pastoral esta colocación situacional del patrimonio heredado es
constitutiva" 10.
Junto a la dimensión histórica, la otra característica específica de la
disciplina sería su estrecha relación con la eclesiología. La teología
práctica sería una especie de "eclesiogénesis", un estudio de la Iglesia en su
nacimiento y desarrollo 11.
Ahora bien, no podemos perder de vista que el paso de "una estrecha
relación„ "una verdadera dependencia" de la eclesiología es muy sutil y
conviene evitarlo si se quiere asegurar una reflexión original y distinta de la
efectuada en sede dog mática. Un adecuado planteamiento metodológico,
señala el autor, es la mejor gas rantía para evitar una teología práctica
eclesiocéntrica. Veremos en el siguiente epígrafe cómo resuelve Zulehner
esta cuestión.
Con todo ello tenemos ya una noción de fondo de la identidad de la
teología pastoral para Zulehner: "la pastoral fundamental estudia los
fundamentos de la praxis, de la actividad de nuestra iglesia(s), tal y como
ésta se presenta hoy, con el fin de desarrollarla SUCesivamente" 12. Estos
fundamentos son básicamente los nes principales de la acción cristiana, que
requerirán una adecuada formulación en cada situación histórica.

3. CAMPOS DE INVESTIGACIÓN

De la definición obtenida en el punto anterior se desprenden inmediatamente


al menos dos tareas específicas de la teología pastoral: "el análisis de los
diversos flnes ínsitos en la praxis y de la situación entrelazada en la praxis" 13.
Estos dos "campos de investigación", que Zulehner denomina criteriología y
kairología respectivamente, ponen en marcha un proceso de renovación de la
praxis, pues "la teología práctica no es una ciencia contemplativa sino que mira
(...) a una optimación de la praxis efectiva" 14. Este proceso se denomina
praxiología. Examinaremos pues los tres ámbitos que configuran la pastoral
fundamental para nuestro autor. Trataremos de este modo de individuar la
metodología propia de la reflexión pastoral.

3.1. Criteriología
Toda acción, también la cristiana y eclesial, está orientada por unos fines. ll
criteriología "es la doctrina de los fines de la actividad eclesial y de los criterios
con los que se pueden verificar tales fines" 15. Es decir, la criteriología se
encarga de poner en evidencia los fines de la acción y de examinarlos para ver si
son conformes a los criterios del actuar de Cristo.
Cuando la acción carece de fines o tales fines entran en conflicto con
otros intereses se producen las "crisis de orientación". Estas crisis
constituyen campo cífico del análisis criteriológico, que se encargará de
encauzar un proceso de clan-
rcctllw•rancjo y fines p:rlinentcs de la íLción, Además, la tratatá dc situar
acjccu;glatncnte los fines propios de la acción cristiana cl contexto jnjcnto y
ello tratará de reformularios en ceaja sidc acuerdo a las /41jeljner concibe la
criteriología un ojotncnto dc clarificación y reorientación entre los actores de la
praxis una para la 'superación de "crisis de orientmión", Se trata de procon la
debida cualificación, un diálogo que grrrnita una praxis conforme a finalidad
del Evangelio y de acuerdo al mornento histórico, de modo que la acción
cn«tjana y eclesial contribuya verdaderarncnte a construir la Iglesia 16.
lixaminaretnos a continuación la gnctcxjología para la elaboración de una
critenología, que cs cogno hemos dicho una doctrina de los critenos que
orientan la acción eclesial no en abq)l uto, sino tarnbién a panir del contexto
histórico de la la obra de Zulehner la criteriología se estudia desde
diversas perspecti principal es aquella que trata de clarificar los fines
primarios de la praxis eclesial en general, redefiniéndolos a partir del contexto
histórico. Una segunda FE,lrctiva trata de artnonizar los fines primarios y
secundarios presentes en cada {WCión eclesial. El autor desarrolla también una
tercera perspectiva que estudia los criterios específicos que definen las
principales categorías de acciones eclesiales. Exaniinaretnos a continuación
estos tres aspectos de la criteriología.
El análisis de los fines u objetivos primanos de la praxis eclesial exige, como
es lógico, el conocimiento y la adhesión a la tradición eclesial, formulada
teológicamente. Pero no basta interrogar la teología sistemática acerca del fin
principal inmutable de la Iglesia, sino que es preciso reformular este fin en cada
situación histórica. Sólo de este modo el fin inmutable será capaz de orientar las
acciones eclesiales. 141 reformulación contextual de estos fines primarios
requiere un análisis atento. Pongamos, por ejemplo, que el fin primario de la
acción eclesial en nuestra élX)Ca sea la evangelización, como parece indicarse
desde diversas instancias 17 Ahora bien, constatamos que el concepto
evangelización adolece de cierta ambigu€xiad, carece de la concreción
necesaria para iluminar la y en algunos contextos eclesiales es explícitamente
rechazado. Por ello, para que el fin primario evangelización logre orientar
debidamente la praxis eclesial se requiere una ulterior reelaboración. Sería
necesario individuar en el contexto histórico algunas "palabrasdave" que
Frrnitan concretar nEjor en el presente el significado contenido en el térmm
evangelización. Las rnlabras-clave cumplirán de este mcxio una función
exFesiva, crítica y contextual. Surge inmediata la cuestión de cómo
• ¿un contn
tales of
«le testos eclesiales cst'l(lio (ICI )CIO y justificación de tales a
ttavés dc la I y la tradición, ilietuniento de estas a I;' cg itgca y a la
(liqcosión cg uctiva IR, continuación la pcl spccti va antes la
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que es ptcciso estil(lgata paga aseguiar cl conecto desarrollo de la necton. I praxis,
cotilo tenótneno conjl)lego, no se gnucve sólo a partir dc un fin ultitno, sino que
intlll) en en ella Otto,s objetivos hasta el punto dc condicionarla, lai petspecti\a en
este caso es tenognentca, a diferencia de la anterior, más tneulada a la te. lo que
se tiata en este caso es dc con cl fin prima toda una serle de ti nes secundarlos,
que necesariagnente estaran prescntcs tambien en la ¿wvión. Estos fines
secundarlos son en parte exigencia del mismo fin ptitnario y en palle los 111011
vacgones Inas contingentes (desde la religó sidad popular hasta la necesidad de
sustento de los responsal)lcs institucionales). El autor pone de tuatlifiesto el
caracter agnl)i guo de estos f ines secundarios: pueden ay Ildar o causar obstáculo
al fin pritnario. De ahí la necesidad de un análisis criteriológico que evidencie los
aspectos que se (lel)en corregir, de modo que los fines secundarlos se arnw»ntcen
con el fin prignario 19. Zulehner reune en tres gru estos fines secundarios. El pri
Iner grupo corresponde a los fines exigidos por la institucionalización en la
Iglesia: las instituciones lógicatnente poseen fines propios y estos fines no
raranrnte entran en conflicto con el fin primario. En el segundo grupo se incluyen
los fines que responden al anhelo de religiosidad que se esconde en el ánitno del
pueblo. Finalmente, el tercer grupo hace referencia a la profesionalización en el
seno de la Iglesia, la cual provoca o podría provocar contrastes entre el fin
primario y otros fines perseguidos por los funcionarios de la estructura eclesial.
La tercera perspectiva intenta individuar criterios que definan las
principales categorías de acciones eclesiales. Será necesario, en primer lugar,
estudiar cada uno de los "gestos fundamentales de la comunidad eclesial", a
saber, el anuncio' la liturgia y la diaconía, determinando lo propio de cada
acción eclesial específica Igualmente convendrá estudiar "la fenomenología de
una experiencia de vida intensa", para comprender mejor el sentido de ciertos
gestos cristianos y eclesia-
Otros elementos también necesarios para completar la criteriología
de la acles.
eclesial se obtendrán con el estudio de la "forma social (comunitaria)
de la
Iglesia" y de los distintos sujetos de la acción eclesial 20.

3.2. Kairología
El segundo campo en el que la teología pastoral despliega su actividad
científica es la kairología 21 , es decir, la reflexión en torno a las
coordenadas socio-históricas en las que tiene lugar la acción. Para
Zulehner la Iglesia (entendida siempre en su "eclesiogénesis" , es decir,
Iglesia identificada con la praxis que la realiza) 22, no puede prescindir
de esta situación histórica, es más, tiene que ir de acuerdo con ella, pues
forma parte de ella23. Por consiguiente la "situación pastoral" debe
continuamente adecuarse a un contexto histórico que está en constante
evolución. Cada situación pastoral se traduce en un correspondiente
"estilo de acción pastoral" , que engloba estructuras y procedimientos.
Esta adecuación se lleva a cabo mediante el análisis "kairológico",
que comprende dos momentos. En primer lugar, el análisis de la
situación, en el que se constata que ha tenido lugar un cambio, una
evolución de los parámetros de la situación pastoral. A este primer
momento sucede una lectura teológica de esta nueva situación
individuada en la fase precedente 24. Este segundo momento del
análisis es un intento de interpretar los signos de los tiempos desde la
fe, para descubrir la voluntad de Dios en los cambios históricos. Para el
autor esta lectura de la situación cualifica como teológico el análisis y
si llegara a faltar, toda la elaboración perdería esa cualidad 25.
Obviamente el resultado de todo este análisis empuja a la Iglesia hacia
la proyección de un nuevo "estilo pastoral"
Conviene, sin embargo, explicar con mayor precisión cómo lleva a cabo el
autor este análisis "kairológico". El objeto de estudio es la "situación
pastoral". La Situación pastoral se forma a partir de tres categorías que se
hallan en relación de reciprocidad, que son la sociedad, la persona y la
religión. Para poder estudiar en PrOfundidad esta realidad recíprocamente
constituida es conveniente contar con un instrumental científico apropiado.
El autor echa mano de la teoría de la socie-
dad propuesta por la sociología del concrimiento 26. En esta
formulación, la sona y la scriedad son realidades en reciprocidad
dialéctica: la persona no alcanzar su deseo fundamental de vida, por lo
que se ve atxrada a sxiedad, como si fuera una "segunda naturaleza" para
ella La scriedad es finición una realidad mutable, a causa de los continuos
cambios culturales y económicos que la incumben. Para cumplir su
función propia ha de evolucionan
En este cuadro, ¿cuál es el papel de la religión? La scxiología del to
le asigna un cometidofuncional: el hombre es incapaz de construir una
dad del todo segura, estable y omnicomprensiva, mr lo que la religión se
e ría de cubrir esas deficiencias ofreciendo un estabilizador y de
Como señala Zulehner, la sociología religiosa y del conocimiento no pueden
ir más allá de esta visión de la religión. Pero ello no impide que la religión
realmente se apoya en una experiencia externa a la scriedad —y que por tanto
no es fruto de la precariedad de la sociedad misma—, vaya más allá de este
paÑ funcicv nal, asumiendo un papel sustancial 27. El cristianismo en cuanto
religión sustancial añade a las funciones integradoras y estabilizadoras un
papel crítico, pues su apoyo en una experiencia que supera el espacio y el
tiempo le permiten "afrontar las situaciones humanas fundamentales de modo
distinto a como las afronta quien define la «religión» sólo a la luz de las
necesidades" 28.
Este es en síntesis el modelo teórico que Zulehner promne para realizar el
arúlisis "kairológico". A pafiir de aquí sería msible definir el tipo de sociedad
y por consiguiente una "situación pastoral" determinada. Llegados a este punto
sólo quedaría individuar el "estilo de acción pastoral" correspondiente a la
situación, definiendo las estructuras y los procedimientos pastorales más
oportunos 29.

3.3. Praxiología
Esta tercera parte de la elaboración teológico-práctica parte del siguiente
ma: la Iglesia está siempre en fase de reforma, "ecclesia semper reformanda".
Bien entendido que el autor no está hablando de la esencia de la Iglesia, sino de
su continua autorrealización 30.
Para apoyar la afirmación de que la Iglesia necesita cambiar y
evolucionar tinuamente, el autor ofrece dos motivos. En primer lugar,
parecería exigirlo el rácter esencialmente limitado de la Iglesia, en cuanto
realidad formada y constnll-
r hombres: los pecados y límites de sus miembros le impiden alcanzar
plena su fin principal inmutable. El análisis criteriológico pone de
manifiesto esta mente
insuficiencia divinas de la praxis transmitidas eclesial. en Y en cada
segundo situación lugar, a través exigen de la reforma los signos de de
las losin-
tiempos, indicaciones que postulan la renovación de la praxis. La
"kairología" vimos analiza estos requerimientos.
A la teología práctica o pastoral se le abre de este modo una última tarea,
sin la cual se echaría a perder todo el trabajo precedente. Con los datos
proporcionados por la criteriología y la "kairología" en vista de una
reforma, se trata ahora de estudiar el proceso que permita pasar de la
praxis vigente a una nueva praxis reformada. Este proceso, que llamamos
praxiología, no puede ser abandonado a la improvisación, sino que
requiere la elaboración de una "teoría teológico-práctica del (ulterior)
desarrollo de la praxis existente de la Iglesia" 31 , es decir, una doctrina del
proceso de reforma.
Para la afliculación de esta doctrina, el autor cree encontrar adecuado
apoyo en los modelos de reforma organizativa elaborados por algunas
disciplinas afines a la sociología, especialmente la sociología de la
organización y la consultoría societaria 32. Son modelos elaborados a
partir del estudio de agregaciones, sociedades y empresas, en los que se
describen las dinámicas propias de un proceso de reforma: el
desencadenamiento de la reforma, los procesos de oposición, la difusión
de ideas reformadoras, los sujetos de la reforma, el papel de las
instancias de poder, la puesta en marcha, el fracaso de una reforma, etc.
Queda de este modo perfilada en sede de pastoral fundamental la
metcxiología específica de la teología pastoral. Los posibles "modelos de
acción" en que pueda desembocar esta reflexión pastoral serán el objeto de
estudio correspondiente a la parte especial de la disciplina 33.

4. LA FUNCIÓN DE LA TEOLOGÍA PASTORAL


Una referencia conclusiva a la función que el autor asigna a la teología
práctica C0ntribuirá a completar el cuadro descriptivo que estamos
presentando. Para Zulehner la "teología pastoral es una pañe del sistepna
cognitivo eclesiástico" 34, idea que ilustra a través de la metáfora bíblica del
centinela en la noche: "lo teólogos Prácticos están llamados a ser centinelas
especializados, que observan atentamente
los pnvesos que se ventican en el tlegnpo, la (ll rección en la que éstos
empujan y qué ditvcctón los orgenlagnos nosotros En tal posición la
teología pastoral sietnpre hija de su y en cada época se definirán sus
ámbitos de tcxlos 1110Clos esta dependencia no que la teología
pastoral pueÃla gat•se del contexto para realizar convenientegnentc su
tarea de vigilancia.
Cotilo se ve dos serían para el autor las funciones específicas de la teología
pastoral: la función estabilizadora y la función crítica En un contexto de
ntstno hotnogéneo tenderá a ejercer sobre todo la pri mera función, ofreciendo
una

sietnpre deberá estar presente tanibién la función crítica c innovadora, a


través de la cual "la teología práctica se conviene en instancia crítica respecto
a la praxis existente. Ejerce entonces un Ininisterio profético en la Iglesia" 37.
En consonancia con la gnetodología precedentemente expuesta, el
ejercicio de esta función profética se realiza en dos di recciones: verificando
los fines de la praxis respecto al fin específico de la Iglesia y analizando la
adecuación de la praxis a la situación. El autor subraya que, gracias a esta
segunda función, se dilata enormetnente la tarea de la teología pastoral y el
valor de su aportación a la construcción de la historia: "hay que contribuir a
pilotar el destino de la única humanidad y, al mismo tiempo, la teología
práctica debe demostrar una habilidad históricamente irrepetible cuando
asume su cometido de centinela en la noche de la historia y cuando explora
la vía que conduce a un futuro humanamente digno" 38.

5. SíNTFSIS CONCLUSIVA

La intención declarada de Zulehner es ofrecer una fundación de la


teología práctica. Sin embargo, a la hora de la verdad su obra manifiesta
más un interés por ofrecer fórmulas y modelos de análisis de los problemas
pastorales, que una verdadera preocupación por resolver las grandes
cuestiones epistemológicas que suscita nuestra disciplina. En la mayor
parte de los casos estas cuestiones aparecen sólo tangencialmente en la
obra, sin que se llegue a ofrecer una respuesta exhaustiva. El problema
repercute particularmente sobre la parte metodológio como es obvio,
quedando con ello débilmente mostrada la naturaleza científica Y teológica
de la teología práctica. Resumimos los puntos principales de la temática en
este autor.
o
ic ckitac lo lustoti'o. la pastoral'teología tic I;' ici esa

ión bajo (le ( "Visto, y es identificadecir, la ct,ta cl punto dc que


Vara cl autor la cl dc la Iglesia a través de pta
'situación, c( no ensanchar cl significado
, la eclc"jal a ida ace ión )lada sea Institucional o no. forjnal í;' la cg dc al contexto
por lo que se a la para '/,ulchncr la teología práctica es teoría teológica de la eclesial
, Con ello Sc quiere decir que la diqciplina lleva a cabo cl estudio de la teoría que
subyace cn la praxis eclesial. No hay refe explícitas al carácter de esla teoría,
por un lado se querría ancorar en la pero por otro aparece en i dependencia de la
eclesiología. Esta tecv ría se distingue de la liljrada cotnún porque cs crítica y, por
tanto, científica. Tal

ciencias, pero no se deti ne en cuál sca la relación de esa teoría con la pracon la
consiguiente pérdida de ri gor científico del resultado real.

que se contenil)la la praxis, que cs una visión de fe en cuanto dependiente del


saber revelado, I tallando una referencia razonada del carácter teológÇ1co del
objeto, el

flexión sin que se llegue a t undatncntar la naturaleza teológica de la disciplina.


El carácter práctico de la disci plina indica no sólo la referencia de la
misma a la praxis, SI no tatnbién su orientación a la renovación de la
misma. Esta exigencia renovadora está moti vada fundamental mente por la
naturaleza histórica del objeto: la Iglesia, en cuanto institución histórico-
humana es limitada y requiere un continuo estado de reforma y adaptación a
los tiempos. Además, la voluntad divina que se manifiesta a través de los si
gnos de los tiempos propone continuamente a la Iglesia nuevos retos y
tareas que exigen de ella una voluntad de revisión.
141 metodología se encauza en tres campos de investigación: la
criteriología, lt kairología y la praxiología. La motivación de estos tres
ámbitos parece despren derse de la naturaleza misma de la praxis. Falta
en todo caso una consideraciól que asegure la reciprocidad de estos tres
ámbitos y garantice la unidad de la refle xión, así como la
determinación de un modelo interdisciplinar que encauce el di,' logo
entre las ciencias implicadas. Veamos el contenido de estos tres
campos.
criteriología es un estudio de la adecuación de los fines de la
praxis a los f nes u objetivos generales del actuar de Cristo. Se
reconoce y plantea la necesi& de 'los fines de la praxis a varios
niveles. El autor es consciente de la n cesidad de dar una formulación
contextual a los objetivos generales del
pues de lo contrario la reflexión se reduciría a una mera deducción aplicativa de l
teoría sistemática. Sin embargo no se explicita en qué modo tenga lugar esta co

IA kairología o análisis de la situación se articula en dos momentos: el ro


es el análisis de la praxis mediante las ciencias de la acción y el segundo es
una mirada de fe sobre ese análisis. Para llevar a cabo este análisis el autor
elabora una teoría de la sociedad en la que el cristianismo actúa como
instancia crítica. No se puede dejar de señalar la fragilidad de este
planteamiento, carente de una adecua_ da gnoseología que advierta que,
relegando la lectura de fe a un segundo momen_ to, se desvirtúa la naturaleza
teológica de la reflexión.
Por último, la praxiología propone una doctrina del proceso de reforma
de la acción pastoral, a través de modelos provenientes de las ciencias de la
organización. La teologicidad de este proceso es evocada sólo
nominalmente.
Para Zulehner la teología práctica cumple en la vida eclesial y dentro del
saberteológico dos funciones fundamentales: una función estabilizadora, que
asegura competencia y rigor en la realización de las acciones pastorales, y una
función crítica, que rxrmite que la Iglesia renazca de nuevo en cada contexto
histórico y social.

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