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P FUNI)AMFNI'AI
P u l, ZUI EllNER
3. CAMPOS DE INVESTIGACIÓN
3.1. Criteriología
Toda acción, también la cristiana y eclesial, está orientada por unos fines. ll
criteriología "es la doctrina de los fines de la actividad eclesial y de los criterios
con los que se pueden verificar tales fines" 15. Es decir, la criteriología se
encarga de poner en evidencia los fines de la acción y de examinarlos para ver si
son conformes a los criterios del actuar de Cristo.
Cuando la acción carece de fines o tales fines entran en conflicto con
otros intereses se producen las "crisis de orientación". Estas crisis
constituyen campo cífico del análisis criteriológico, que se encargará de
encauzar un proceso de clan-
rcctllw•rancjo y fines p:rlinentcs de la íLción, Además, la tratatá dc situar
acjccu;glatncnte los fines propios de la acción cristiana cl contexto jnjcnto y
ello tratará de reformularios en ceaja sidc acuerdo a las /41jeljner concibe la
criteriología un ojotncnto dc clarificación y reorientación entre los actores de la
praxis una para la 'superación de "crisis de orientmión", Se trata de procon la
debida cualificación, un diálogo que grrrnita una praxis conforme a finalidad
del Evangelio y de acuerdo al mornento histórico, de modo que la acción
cn«tjana y eclesial contribuya verdaderarncnte a construir la Iglesia 16.
lixaminaretnos a continuación la gnctcxjología para la elaboración de una
critenología, que cs cogno hemos dicho una doctrina de los critenos que
orientan la acción eclesial no en abq)l uto, sino tarnbién a panir del contexto
histórico de la la obra de Zulehner la criteriología se estudia desde
diversas perspecti principal es aquella que trata de clarificar los fines
primarios de la praxis eclesial en general, redefiniéndolos a partir del contexto
histórico. Una segunda FE,lrctiva trata de artnonizar los fines primarios y
secundarios presentes en cada {WCión eclesial. El autor desarrolla también una
tercera perspectiva que estudia los criterios específicos que definen las
principales categorías de acciones eclesiales. Exaniinaretnos a continuación
estos tres aspectos de la criteriología.
El análisis de los fines u objetivos primanos de la praxis eclesial exige, como
es lógico, el conocimiento y la adhesión a la tradición eclesial, formulada
teológicamente. Pero no basta interrogar la teología sistemática acerca del fin
principal inmutable de la Iglesia, sino que es preciso reformular este fin en cada
situación histórica. Sólo de este modo el fin inmutable será capaz de orientar las
acciones eclesiales. 141 reformulación contextual de estos fines primarios
requiere un análisis atento. Pongamos, por ejemplo, que el fin primario de la
acción eclesial en nuestra élX)Ca sea la evangelización, como parece indicarse
desde diversas instancias 17 Ahora bien, constatamos que el concepto
evangelización adolece de cierta ambigu€xiad, carece de la concreción
necesaria para iluminar la y en algunos contextos eclesiales es explícitamente
rechazado. Por ello, para que el fin primario evangelización logre orientar
debidamente la praxis eclesial se requiere una ulterior reelaboración. Sería
necesario individuar en el contexto histórico algunas "palabrasdave" que
Frrnitan concretar nEjor en el presente el significado contenido en el térmm
evangelización. Las rnlabras-clave cumplirán de este mcxio una función
exFesiva, crítica y contextual. Surge inmediata la cuestión de cómo
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«le testos eclesiales cst'l(lio (ICI )CIO y justificación de tales a
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que es ptcciso estil(lgata paga aseguiar cl conecto desarrollo de la necton. I praxis,
cotilo tenótneno conjl)lego, no se gnucve sólo a partir dc un fin ultitno, sino que
intlll) en en ella Otto,s objetivos hasta el punto dc condicionarla, lai petspecti\a en
este caso es tenognentca, a diferencia de la anterior, más tneulada a la te. lo que
se tiata en este caso es dc con cl fin prima toda una serle de ti nes secundarlos,
que necesariagnente estaran prescntcs tambien en la ¿wvión. Estos fines
secundarlos son en parte exigencia del mismo fin ptitnario y en palle los 111011
vacgones Inas contingentes (desde la religó sidad popular hasta la necesidad de
sustento de los responsal)lcs institucionales). El autor pone de tuatlifiesto el
caracter agnl)i guo de estos f ines secundarios: pueden ay Ildar o causar obstáculo
al fin pritnario. De ahí la necesidad de un análisis criteriológico que evidencie los
aspectos que se (lel)en corregir, de modo que los fines secundarlos se arnw»ntcen
con el fin prignario 19. Zulehner reune en tres gru estos fines secundarios. El pri
Iner grupo corresponde a los fines exigidos por la institucionalización en la
Iglesia: las instituciones lógicatnente poseen fines propios y estos fines no
raranrnte entran en conflicto con el fin primario. En el segundo grupo se incluyen
los fines que responden al anhelo de religiosidad que se esconde en el ánitno del
pueblo. Finalmente, el tercer grupo hace referencia a la profesionalización en el
seno de la Iglesia, la cual provoca o podría provocar contrastes entre el fin
primario y otros fines perseguidos por los funcionarios de la estructura eclesial.
La tercera perspectiva intenta individuar criterios que definan las
principales categorías de acciones eclesiales. Será necesario, en primer lugar,
estudiar cada uno de los "gestos fundamentales de la comunidad eclesial", a
saber, el anuncio' la liturgia y la diaconía, determinando lo propio de cada
acción eclesial específica Igualmente convendrá estudiar "la fenomenología de
una experiencia de vida intensa", para comprender mejor el sentido de ciertos
gestos cristianos y eclesia-
Otros elementos también necesarios para completar la criteriología
de la acles.
eclesial se obtendrán con el estudio de la "forma social (comunitaria)
de la
Iglesia" y de los distintos sujetos de la acción eclesial 20.
3.2. Kairología
El segundo campo en el que la teología pastoral despliega su actividad
científica es la kairología 21 , es decir, la reflexión en torno a las
coordenadas socio-históricas en las que tiene lugar la acción. Para
Zulehner la Iglesia (entendida siempre en su "eclesiogénesis" , es decir,
Iglesia identificada con la praxis que la realiza) 22, no puede prescindir
de esta situación histórica, es más, tiene que ir de acuerdo con ella, pues
forma parte de ella23. Por consiguiente la "situación pastoral" debe
continuamente adecuarse a un contexto histórico que está en constante
evolución. Cada situación pastoral se traduce en un correspondiente
"estilo de acción pastoral" , que engloba estructuras y procedimientos.
Esta adecuación se lleva a cabo mediante el análisis "kairológico",
que comprende dos momentos. En primer lugar, el análisis de la
situación, en el que se constata que ha tenido lugar un cambio, una
evolución de los parámetros de la situación pastoral. A este primer
momento sucede una lectura teológica de esta nueva situación
individuada en la fase precedente 24. Este segundo momento del
análisis es un intento de interpretar los signos de los tiempos desde la
fe, para descubrir la voluntad de Dios en los cambios históricos. Para el
autor esta lectura de la situación cualifica como teológico el análisis y
si llegara a faltar, toda la elaboración perdería esa cualidad 25.
Obviamente el resultado de todo este análisis empuja a la Iglesia hacia
la proyección de un nuevo "estilo pastoral"
Conviene, sin embargo, explicar con mayor precisión cómo lleva a cabo el
autor este análisis "kairológico". El objeto de estudio es la "situación
pastoral". La Situación pastoral se forma a partir de tres categorías que se
hallan en relación de reciprocidad, que son la sociedad, la persona y la
religión. Para poder estudiar en PrOfundidad esta realidad recíprocamente
constituida es conveniente contar con un instrumental científico apropiado.
El autor echa mano de la teoría de la socie-
dad propuesta por la sociología del concrimiento 26. En esta
formulación, la sona y la scriedad son realidades en reciprocidad
dialéctica: la persona no alcanzar su deseo fundamental de vida, por lo
que se ve atxrada a sxiedad, como si fuera una "segunda naturaleza" para
ella La scriedad es finición una realidad mutable, a causa de los continuos
cambios culturales y económicos que la incumben. Para cumplir su
función propia ha de evolucionan
En este cuadro, ¿cuál es el papel de la religión? La scxiología del to
le asigna un cometidofuncional: el hombre es incapaz de construir una
dad del todo segura, estable y omnicomprensiva, mr lo que la religión se
e ría de cubrir esas deficiencias ofreciendo un estabilizador y de
Como señala Zulehner, la sociología religiosa y del conocimiento no pueden
ir más allá de esta visión de la religión. Pero ello no impide que la religión
realmente se apoya en una experiencia externa a la scriedad —y que por tanto
no es fruto de la precariedad de la sociedad misma—, vaya más allá de este
paÑ funcicv nal, asumiendo un papel sustancial 27. El cristianismo en cuanto
religión sustancial añade a las funciones integradoras y estabilizadoras un
papel crítico, pues su apoyo en una experiencia que supera el espacio y el
tiempo le permiten "afrontar las situaciones humanas fundamentales de modo
distinto a como las afronta quien define la «religión» sólo a la luz de las
necesidades" 28.
Este es en síntesis el modelo teórico que Zulehner promne para realizar el
arúlisis "kairológico". A pafiir de aquí sería msible definir el tipo de sociedad
y por consiguiente una "situación pastoral" determinada. Llegados a este punto
sólo quedaría individuar el "estilo de acción pastoral" correspondiente a la
situación, definiendo las estructuras y los procedimientos pastorales más
oportunos 29.
3.3. Praxiología
Esta tercera parte de la elaboración teológico-práctica parte del siguiente
ma: la Iglesia está siempre en fase de reforma, "ecclesia semper reformanda".
Bien entendido que el autor no está hablando de la esencia de la Iglesia, sino de
su continua autorrealización 30.
Para apoyar la afirmación de que la Iglesia necesita cambiar y
evolucionar tinuamente, el autor ofrece dos motivos. En primer lugar,
parecería exigirlo el rácter esencialmente limitado de la Iglesia, en cuanto
realidad formada y constnll-
r hombres: los pecados y límites de sus miembros le impiden alcanzar
plena su fin principal inmutable. El análisis criteriológico pone de
manifiesto esta mente
insuficiencia divinas de la praxis transmitidas eclesial. en Y en cada
segundo situación lugar, a través exigen de la reforma los signos de de
las losin-
tiempos, indicaciones que postulan la renovación de la praxis. La
"kairología" vimos analiza estos requerimientos.
A la teología práctica o pastoral se le abre de este modo una última tarea,
sin la cual se echaría a perder todo el trabajo precedente. Con los datos
proporcionados por la criteriología y la "kairología" en vista de una
reforma, se trata ahora de estudiar el proceso que permita pasar de la
praxis vigente a una nueva praxis reformada. Este proceso, que llamamos
praxiología, no puede ser abandonado a la improvisación, sino que
requiere la elaboración de una "teoría teológico-práctica del (ulterior)
desarrollo de la praxis existente de la Iglesia" 31 , es decir, una doctrina del
proceso de reforma.
Para la afliculación de esta doctrina, el autor cree encontrar adecuado
apoyo en los modelos de reforma organizativa elaborados por algunas
disciplinas afines a la sociología, especialmente la sociología de la
organización y la consultoría societaria 32. Son modelos elaborados a
partir del estudio de agregaciones, sociedades y empresas, en los que se
describen las dinámicas propias de un proceso de reforma: el
desencadenamiento de la reforma, los procesos de oposición, la difusión
de ideas reformadoras, los sujetos de la reforma, el papel de las
instancias de poder, la puesta en marcha, el fracaso de una reforma, etc.
Queda de este modo perfilada en sede de pastoral fundamental la
metcxiología específica de la teología pastoral. Los posibles "modelos de
acción" en que pueda desembocar esta reflexión pastoral serán el objeto de
estudio correspondiente a la parte especial de la disciplina 33.
5. SíNTFSIS CONCLUSIVA
ciencias, pero no se deti ne en cuál sca la relación de esa teoría con la pracon la
consiguiente pérdida de ri gor científico del resultado real.