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CTS El Riesgo - Juan Guillermo Rivera Berrío
CTS El Riesgo - Juan Guillermo Rivera Berrío
1. EL CONCEPTO DE RIESGO
Las teorías científicas sobre el riesgo (la de los expertos) tienen como objeto de estudio los
fenómenos que constituyen el riesgo mismo (vulnerabilidad, amenaza, daño). El objetivo de
estas teorías es la de presentar una descripción general de estos fenómenos riesgosos que
permita utilizarla para satisfacer demandas de explicación y especialmente de predicción.
Estas teorías utilizan diversos modelos matemáticos, desde los más simples (en riesgos
simples como el juego de dados) hasta los más complejos (como el sísmico o los
financieros). La teoría al ser un modelo per se, se constituye en una copia idealizada de los
fenómenos estudiados. Su validez entonces está sujeta a que se den las condiciones ideales
presupuestadas por la teoría y la ausencia de incertidumbres.
Al fallar la predicción explicitada por una u otra teoría (situación frecuente en la segunda
mitad del siglo XX) surgen, desde las ciencias sociales, otras propuestas de análisis del
riesgo. Estas propuestas presentan nuevos conceptos que le dan el carácter cualitativo y
descriptivo al fenómeno del riesgo. Si bien no formulan modelos de predicción, si advierten
del carácter multidimensional del riesgo.
Los trabajos sobre la probabilidad subjetiva (Kahneman & Tversky, 1991), el paradigma
psicométrico de Slovic et al (1981) y el modelo de amplificación social del riesgo
(Kasperson & Perkins, 2005) proponen la inclusión de otros factores, normalmente no
considerados por los expertos, para comprender mejor el fenómeno complejo llamado
riesgo.4 El paradigma psicométrico y la teoría cultural, esta última desarrollada por
sociólogos y antropólogos, se han constituido en las dos teorías en las cuales se ha centrado
el debate sobre la percepción del riesgo. En ambas, el concepto de riesgo tiene algo en
común: una distinción entre realidad y posibilidad (Sjöberg, Moen, & Rundmo, 2004, pág.
3
Una mirada a los diccionarios de la lengua española o inglesa, permite evidenciar la sinonimia presente con
la palabra riesgo. En los diccionarios españoles se encuentran como sinónimos de riesgo: azar, albur,
aventura, ventura, suerte, peligro, destino, acaso, amenaza, contingencia, inminencia, alarma, inseguridad,
trance, apuro, escollo, probabilidad, fortuna. En un diccionario de lengua inglesa, es común encontrar
sinonimia de “risk” en palabras como: hazard, threat, danger, peril, venture, chance y menace.
4
Los factores que no se incluyen en los modelos científicos sobre el riesgo son de tipo social, cultural,
político, económico (no desde el punto de vista financiero, sino de las condiciones económicas en las que
surge o crece el riesgo) y psicológico.
2
5
El riesgo en el contexto de la teoría cultural es subjetivo, pero los eventos peligrosos que implican una
transformación de los sistemas (cambio climático, por ejemplo) son reales: “The dangers are only too
horribly real, in both cases, modern and premodern […] The cross-cultural argument would not work if the
dangers were fictive” (Douglas, 1993, pág. 8).
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El concepto de responsabilidad, así como el de decisión, marca la diferencia entre el viejo y el nuevo
concepto de riesgo. Los nuevos riesgos son el resultado de nuestras decisiones y sus efectos tienen un
responsable a quien culpar (Douglas, 1996, pág. 64; Douglas, 1992). En el caso de los riesgos o, mejor,
incertidumbres globales la responsabilidad es colectiva (Bechmann, 2004, pág. 21). En el caso del cambio
climático se requieren de decisiones colectivas, aquí la responsabilidad es colectiva; es decir, no basta con
toma de decisiones de tipo político, si bien ayudan, no son suficientes.
7
Parece que el primer estudio registrado sobre “valor esperado” se debe a Christiaan Huygens en su obra
“Libellus de ratiotiniis in ludo aleae” de 1657 y traducida al inglés en 1714 con el título: “The Value of all
chances in games of fortune; cards, dice, wagers, lotteries, &c. Mathematically Demonstrated”.
3
retoman en el siglo XX, como “el valor esperado” (Huygens, 1675), la utilidad (Bernoulli,
1738) y la “aversión al riesgo” (Kahneman & Tversky, 1991; Kahneman & Novemsky,
2005) el sentido de la palabra riesgo es entonces probabilista y contextualizada
económicamente, como se evidencia en el siguiente pasaje de Bernoulli,
Since, therefore, everyone who bets any part of his fortune, however small, on a mathematically fair
game of chance acts irrationally, it may be of interest to inquire how great an advantage the gambler
must enjoy over his opponent in order to avoid any expected loss (Bernoulli, 1738, pág. 29).
Pero esta noción de riesgo cambia con los nuevos desarrollos técnicos o tecnológicos. En el
siglo XVIII, la palabra riesgo es asociada al concepto de seguridad naval (Douglas, 1993)
por una parte, y por otra, es cientifizada con las aportaciones matemáticas relativas a la
probabilidad. Es así como se desarrollan los cálculos estadísticos y surge la nueva industria
de los seguros, el riesgo es cada vez más cuantificable, es sinónimo de probabilidad, las
consecuencias asociadas al riesgo son predecibles y controlables, son los riesgos residuales
de la nueva sociedad industrial (Beck, Giddens, & Lash, 1994, pág. 18).
Por su parte, los estudios sociales sobre el riesgo han dado como resultado una gran
cantidad de aportaciones teóricas, de las cuales se desprenden líneas de investigación para
entender la interacción entre los nuevos desarrollos tecnológicos y la sociedad. Los
enfoques antropológico y cultural liderado por Mary Douglas, el sociológico de Beck y
Giddens, el psicológico encabezado por Slovic, son el centro de los debates sobre el riesgo
en las últimas décadas, debates a los cuales se vinculan los filósofos del riesgo, apoyando,
contradiciendo o planteando otras propuestas que den cuenta de la naturaleza de este
fenómeno complejo.
Las decisiones bajo riesgo requieren del conocimiento de la probabilidad de uno u otro
resultado (López Cerezo & Luján, 2000). Si es incierto el resultado, estamos hablando de
incertidumbre. Quizá “la sociedad del riesgo”, en los términos que la justifica Beck, no es
más que una “sociedad de la incertidumbre”. Los riesgos posmodernos de Beck, invisibles,
incontrolables, incuantificables, inatribuibles e indeterminables, no son riesgos, son
incertidumbres o lo que Giddens ha denominado “incertidumbres fabricadas” (Beck,
Giddens, & Lash, 1994, pág. 220). Son inciertos lo resultados del efecto invernadero, son
inciertos los efectos económicos y ecológicos del calentamiento global, son inciertos los
efectos culturales de los procesos de globalización, son inciertos los efectos colaterales de
la ingeniería genética. La sociedad posmoderna crece y se desarrolla entre riesgos e
incertidumbres; los riesgos se pueden evaluar y gestionar, pero la incertidumbre refleja falta
4
Así como se confunde riesgo con incertidumbre, también es frecuente la no distinción entre
riesgo y peligro o entre riesgo y amenaza. Es recurrente la sinonimia encontrada en esta
tríada de conceptos. El uso indiscriminado de las palabras es lo que nos lleva a la
confusión. Es decir, algunos desacuerdos no están en el concepto sino en el significado de
las representaciones en forma de texto (palabras) que hacemos del concepto. En los textos
en español es costumbre recurrir a la rica cantidad de sinónimos con el fin de no caer en la
llamada cacofonía. Tal parece que en los textos en inglés esta costumbre también es común.
Para el concepto de peligro se usan palabras como danger, peril o hazard y para el
concepto de amenaza se usan palabras como threat y menace.8
¿Por qué la confusión? La no existencia de un concepto claro sobre lo que es el riesgo trae
como consecuencia representaciones del riesgo a través de otros conceptos como el de
peligro o el de amenaza, siendo este último el que más cerca se encuentra con el concepto
de riesgo. Por otra parte, la palabra hazard, generalmente traducida como peligro, suele
emplearse para referirse indistintamente a peligro o a amenaza.
En nuestra vida cotidiana, la imagen de una calavera con dos huesos cruzados representa el
peligro. Universalmente los símbolos de la figura 1 se vinculan a un peligro: veneno,
material radioactivo o peligro biológico. En todos, sea cual fuesen las palabras que
empleemos, entendemos el mismo mensaje: ¡peligro!9
¿Por qué hablar de riesgo en situaciones de peligro? Este interrogante surge de la relación
cercana entre riesgo y peligro en situaciones en las cuales es difícil su distinción. Un
terremoto se constituye en peligro pero también en riesgo, aquí ambos conceptos se asocian
a los daños futuros y a la inseguridad (Luhmann, 2007, pág. 367); sin embargo, el peligro
no cambia con las decisiones tomadas, el terremoto seguirá siendo peligro, mientras que el
riesgo se minimizará o acrecentará en función de la decisión: “el riesgo presupone una
situación donde una elección está en juego” (López Cerezo & Luján, 2000, pág. 23). A los
peligros de nuestra sociedad, entonces, se le vinculan conceptos como: seguridad,
responsabilidad y decisión.
8
Sjoberg y Drottz - Sjoberg (1994, págs. 26-27) destacan que en ciertas lenguas como las eslavas (el ruso y el
polaco por ejemplo) le dan a la palabra riesgo un significado más próximo al de la palabra inglesa peligro
(danger). Por otra parte, dicen estos dos autores, en el inglés se diferencia entre los términos riesgo (risk) y
situación riesgosa (hazard), de un modo que puede llegar a confundir a quien no tenga esa lengua como
natal.
9
El símbolo de la calavera y los fémures cruzados representaban la resurrección para los alquimistas, en otras
situaciones puede representar la bandera pirata (Beck, 2004, pág. 170); sin embargo, en general representa el
peligro.
5
Estas apuestas estrechamente relacionadas con el riesgo son toma de decisiones que
emplean algoritmos mentales similares a los usados en el pasado del riesgo. ¿Cuál es,
entonces, su diferencia histórica?, la respuesta a esta pregunta la da Beck en los llamados
riesgos globales. La magnitud de los impactos de una mala decisión o las consecuencias de
perder el juego tienen implicaciones que afectan a muchos. Las apuestas en los juegos de
azar afectan a un individuo o a unos cuantos en su patrimonio; las apuestas tecnológicas
son de carácter global, sus impactos son globales.
6
Por otra parte, nuestras creencias en los posibles resultados y las decisiones que a partir de
estas creencias tomemos, transforman tanto el peligro como la amenaza en riesgo. Un
ejemplo de la reconfiguración del peligro como amenaza o riesgo a través de nuestras
creencias la transcribimos con la siguiente experiencia:
Un niño de cuatro años percibe, al igual que nosotros, un peligro en el animal llamado araña. Es un
peligro por la naturaleza propia de la araña; es decir, posee ponzoña y ésta, a veces, veneno. Desde
nuestras creencias, no es amenaza si su tamaño es pequeño; en tanto que, los efectos de una picadura,
según nuestros supuestos, no serían de gran impacto para la salud del niño. Sin embargo, el concepto
de riesgo del niño es diferente al nuestro. Cierta vez observamos a un niño exponer su mano a una
pequeña araña, al preguntarle por su comportamiento nos respondió: quiero ser el hombre araña.”11
Tener una araña en un cajón de nuestro escritorio es un peligro, quizá una amenaza, pero no
un riesgo. La araña es un problema desde nuestro acuerdo intersubjetivo como animal que
produce daño (por la picadura); el riesgo, por su parte, es un concepto construido por
nosotros (en forma individual o colectiva) para ayudarnos a comprender y hacer frente a las
incertidumbres de la vida (Slovic & Weber, 2002, pág. 4), es una construcción individual o
social que nos indicará el curso de acción a seguir frente a una araña en un cajón de nuestro
escritorio. No sólo el conocer la existencia o probable existencia de la araña, le da realidad
al riesgo, en este acto deben necesariamente confluir otros factores: la carga teórica o
conocimiento previo que nos advierte de la “peligrosidad” de una araña, la vulnerabilidad
humana a una picadura de una araña, las consecuencias de una picadura de una araña, éstos
y más elementos hacen “real el riesgo”, la percepción del riesgo.
10
Bechmann (2004, pág. 22) expresa: “Así, se habla de riesgos sólo en la medida en que los impactos puede
atribuirse a decisiones”. Estos impactos se constituyen en nuevos peligros, en tanto sean percibidos.
11
En las creencias del niño se ancla el mundo imaginario creado por los comics. El hombre araña o spiderman
es el resultado de la picadura de una pequeña araña de laboratorio.
7
… daños que, bien como catástrofes repentinas (accidentes nucleares, por ejemplo) o bien como
catástrofes larvadas (la destrucción de la capa de ozono), están asociados a la universalización de la
tecnología y a sus consecuencias negativas por la abolición de barreras nacionales, de clase social o
generacionales. El efecto invernadero, las catástrofes nucleares, los priones o los derramamientos de
petróleo no respetan fronteras entre países, entre ricos y pobres o entre padres e hijos […] La gota
fría, los terremotos y los huracanes son fenómenos naturales, pero ¿lo son también sus
consecuencias? Posiblemente alguien no avisó a tiempo de que se acercaba el huracán, o no se ocupó
de limpiar el cauce del río seco, o no utilizó materiales de construcción capaces de resistir el temblor
de tierra, o... Si un daño pudo haberse evitado, entonces alguien es responsable. Comienza entonces la
controversia para identificar culpables y establecer compensaciones (López Cerezo & Luján, 2005,
págs. 1-2).
El riesgo como daño es más visible para el público lego, se constituye en el foco de
investigación de los estudiosos del riesgo, genera el surgimiento de los diferentes
movimientos ambientales o movimientos en contra de las decisiones políticas para la
adopción e implementación de nuevas tecnologías, posibilita la formulación de principios
como el de precaución. Las consecuencias de la toma de decisiones o de apostarle a ciertas
soluciones tecnológicas han propiciado que algunos investigadores del riesgo centren sus
estudios en el riesgo como daño.
El riesgo entendido como daño se utiliza en muchas disciplinas para la toma de decisiones.
El riesgo es el valor de la esperanza matemática de un evento no deseado que puede o no
ocurrir. Es el riesgo como consecuencia, es el significado estándar en los análisis
profesionales del riesgo. Aquí el riesgo denota una representación numérica de exactitud
que es obtenida multiplicando la probabilidad de un evento no deseado con una medida de
su valor negativo. En el análisis tecnológico es común utilizar un mismo modelo objetivo
de “utilidad esperada”, que combina probabilidades objetivas con utilidades objetivas
(Hansson, 2004, pág. 10).
La noción de riesgo de los expertos científicos contrasta fuertemente con los enfoques de
las ciencias sociales, en las cuales el riesgo es más una construcción social que no depende
de valores numéricos. En general, el riesgo para los expertos, se conceptúa como el
producto de las probabilidades por las consecuencias, pero persisten aún otras
connotaciones que le dan al riesgo una configuración que se mezcla entre certezas,
probabilidades e incertidumbres.
8
Hasta este punto hemos hecho un tránsito de la sociedad del riesgo a la sociedad de la
incertidumbre y, de ésta, a la sociedad peligrosa. Podríamos pensar, dada la creciente ola de
riesgos locales y globales, en una sociedad insegura e incontrolada: “… ninguna nación, ni
siquiera la más poderosa, puede asegurar su seguridad por sí sola.” (Beckn 1986, pág.
179). Cada vez es más preocupante el poco control sobre la Internet, el ataque incontrolado
a nuestro sistema ecológico, el crecimiento de células terroristas, las desigualdades sociales
que acrecientan la inseguridad en las ciudades, las crisis financieras, el alto costo de los
servicios de la salud, el surgimiento de nuevos virus tanto informáticos como biológicos, la
contaminación tanto ambiental como social, la destrucción de tierras de cultivo en pro de
los intereses de los pulpos económicos y, en general, el uso no sostenible de los recursos
naturales. En este apartado nos centraremos en tres de estos riesgos.
En el accidente de Three Mile Island (TMI) de 1979 se presentan los factores que el modelo
objetivo no contempló: deficiencias en el diseño, fallas de algunos elementos de la planta y,
el menos contemplado en los modelos objetivos, el error humano. Este accidente evidencia
una contradicción a las estimaciones de riesgo nuclear presentadas en el conocido informe
de Norman Rasmussen, cuya predicción de un accidente grave era esperable una vez cada
12
Some years ago, the father of the U.S. nuclear navy, Admiral Hyman Rickover, stated that if the full truth
were known about the accident at Three Mile Island, it would have destroyed the civilian nuclear power
industry because the accident was infinitely more dangerous than was ever made public. At TMI, the utility
falsified reactor coolant water leak rate data, cheated on NRC control room operator tests before and after
the accident, and lied about the severity of the accident (Osborn, 2004, pág. 4).
9
10.000 millones de años. Esta predicción es falsada por TMI y, posteriormente y en forma
contundente, por el accidente de Chernóbil,
A la entrada del museo de Chernóbil, que guarda en Kíev la memoria minuciosa del horror, hay una
escalera de cuyo techo cuelgan placas blancas con los nombres de las ciudades y aldeas evacuadas:
Usiv, Kopachi, Goirodchán, Kriba Gora, Buriakivka, Prípiat... A la salida, puede contemplarse el
reverso de esas placas, ahora de color negro y con una raya roja que las cruza diagonalmente. El
museo está repleto de símbolos, desde citas del Apocalipsis a ramas de ajenjo (eso significa
Chernóbil en ucraniano), pero sobre todo recoge las imágenes de la tragedia: fotos de más de 4.000
liquidadores muertos, un vídeo con el minuto más largo de la vida de tres soldados que limpiaron el
techo del reactor pocas horas después de la explosión, imágenes de una aldea enterrada por completo
porque era veneno puro (Kopachi), o trajes de los bomberos que apenas les protegieron de la muerte
invisible (Diario El País, 1996).13
Los verdaderos costos de este último accidente aún se encuentran en contradicción. Por
ejemplo, la organización ambientalista Greenpeace dice que el verdadero costo en vidas
humanas de Chernóbil se acerca a los 100,000 muertos, mientras que la Organización
Mundial de la Salud (OMS) estima el número de muertes adicionales en 9,000 personas.
Al comenzar el año 2000, había en el mundo 436 reactores nucleares comerciales en operación, con
una potencia instalada de 352 Gigavatios (1 GW=1.000 MW), que en 1999 produjeron 2.394,6 TWh.
La energía nuclear, presentada hace 25 años como la alternativa al petróleo y al carbón, hoy sólo
representa el 6% del consumo mundial de energía primaria. Hoy sólo se están construyendo 38
centrales, con una potencia de 31,7 GW, el menor número desde hace 25 años, respondiendo a
pedidos de años anteriores. La cifra de pedidos es insuficiente para mantener una industria nuclear,
que sólo se mantiene gracias al despilfarro de recursos públicos. 14
13
Aparte del artículo "El museo del horror” publicado en el diario “El País” el 11 de noviembre de 1999,
Edición digital http://www.elpais.com/. El número de liquidadores muertos, encargados de “liquidar” las
consecuencias de Chernóbil, es superior a los 10.000 según un artículo publicado por la Unesco
(http://www.unesco.org/courier/2000_10/sp/planet.htm). Véase también a Aliexevich (1999) sobre los
testimonios de liquidadores sobrevivientes.
14
Tomado del artículo “Chernóbil. El cierre, su historia y consecuencias”, publicado en
http://waste.ideal.es/chernobil.htm.
10
…that scientific knowledge is not independent of political context but is co-produced by scientists
and the society within which they are embedded, that different stakeholders in environmental
problems possess different bodies of contextually validated knowledge, and that the boundaries
between science and policy or politics are constantly being renegotiated as part of the political
process.
15
Yucca Mountain es una cadena montañosa situada en Nevada cerca de 140 km de Las Vegas. La montaña
es conocida por el proyecto de almacenamiento de residuos radioactivos en capas geológicas profundas, un
proyecto del Departamento de Energía de los Estados Unidos para el combustible nuclear usado y otros
residuos radioactivos de alta actividad, que ha sido objeto de numerosas polémicas. Véase en
http://ocrwm.doe.gov/youth/index.shtml#startcontent un video que ilustra las medidas de seguridad en los
contenedores de residuos radioactivos.
16
Véase el reportaje en 2006 en el programa “Al Rojo Vivo” de Telemundo (cadena de televisión americana)
con la periodista Vanessa Hauc. En este reportaje investigativo realizado en Nevada y Washington DC se
exploran los posibles riesgos del proyecto considerado uno de los más controversiales por sus desechos
altamente radioactivos. Además del sistema hidrológico, los opositores al proyecto plantean dos amenazas
potenciales como la sísmica (Yucca Mountain está rodeada de fallas geológicas) y la terrorista. El documental
se puede consultar en: http://video.msn.com/video.aspx/video.aspx/?mkt=es-us&vid=14043fdc-7e58-49e0-
a09a-1d380a58d1a3&wa=wsignin1.0.
11
polémica persiste.17 La incertidumbre que rodea tanto causas como efectos del cambio
climático impide una percepción del riesgo asociado a este fenómeno. No obstante, algunos
efectos acaecidos en los últimos años son ahora percibidos como consecuencia del cambio
que está sufriendo el clima a nivel mundial18. Ahora prestamos más atención a los informes
de los científicos como posible identificación, en el presente, de los problemas que estamos
viviendo y, como posible solución, en el futuro, a dichos problemas. Los climas extremos
que se manifiestan en sequías o excesivas precipitaciones son efectos que vivimos
directamente y permiten una más efectiva percepción del riesgo. Ahora los escépticos, los
protectores de los intereses económicos (petroleros para no dar más vueltas) y el público en
general han comprendido que los efectos del cambio climático son, como lo decía Beck
(1998 (1986)), democráticos. Hemos percibido “oficialmente” una causa asociada al
aumento del dióxido de carbono y aceptamos que debemos realizar acciones para suspender
el probable daño que les estamos haciendo a nuestro planeta.
Pero ¿por qué no se había percibido antes este problema?, ¿por qué no creíamos en los
primeros informes de los científicos?, ¿cuáles fueron las causas que generaron tan baja
percepción del riesgo? Estos interrogantes surgen, desde nuestro punto de vista, por
múltiples razones: la primera, la que más hemos defendido, es la ausencia de efectos
directos en los agentes perceptores; la segunda está asociada a los intereses económicos de
gobiernos y de las grandes multinacionales dueñas de los combustibles fósiles y; la tercera
está vinculada a la pobre comunicación científica relacionada con el fenómeno, causa que
se vincula estrechamente a la segunda en tanto que son los gobiernos y multinacionales los
dueños de algunos medios de comunicación como la prensa hablada y escrita, la televisión
y el cine. La percepción actual, en sus niveles más altos, de los riesgos asociados al cambio
climático, confirman la primera causa. Ahora estamos preocupados por lo que estamos
sintiendo (más frío, más calor, tornados y huracanes,…). Ahora los medios de
comunicación le han dado espacio al problema y se hacen públicos los debates. Ahora los
gobiernos petroleros (Estados Unidos con Bush a la cabeza) demandan alternativas de
solución para minimizar el impacto de los combustibles fósiles en el ecosistema.
Antes del informe presentado en París por el Panel Intergubernamental del Cambio
Climático (IPCC, sigla en inglés), la incertidumbre que rodeaba los informes anteriores
propiciaba los debates. En ese año, antes de la presentación del informe, se lanzó el
documental Una verdad incomoda, del ex candidato a la presidencia de los Estados Unidos,
Al Gore. La película de 96 minutos generó una polémica frente a las causas reales del
Cambio Climático.
“Soy Al Gore... solía ser el próximo presidente de Estados Unidos”. Esta frase y otros
comentarios en el desarrollo del documental dan la sensación de un tinte político, de una
17
La polémica se centra en las causas, no en los efectos. Por un lado están los científicos del IPCC y algunos
ambientalistas que aducen una causa antropogénica y, por otro lado, los llamados científicos escépticos que
afirman causas naturales (Calisesi, Bonnet, Gray, Langen, & Lockwood, 2006; Svensmark, 2007; Lindzen,
2008; Lindzen, 2007).
18
Algunos de estos efectos son los cambios abruptos en las estaciones (por ejemplo, inviernos más intensos y
desfasados en las fechas de inicio y terminación), la oleada de huracanes en 2006 y el derretimiento de los
glaciares.
12
posible campaña de desprestigio al actual presidente y, por qué no, de un lanzamiento a las
próximas elecciones. El gran espectáculo multimedia muestra con lujo de detalles, la
dramática rapidez con que los glaciares y los polos se han derretido en los últimos años, y
la velocidad del calentamiento global con sus consecuentes efectos colaterales, entre ellos
la devastación dejada por el paso del huracán Katrina en Nueva Orleáns.
Existen científicos, que no están de acuerdo con las conclusiones del IPCC, que critican el
informe por sustentarse en resultados “altamente probables”.19 Algunas de estas teorías
las describimos a continuación, al menos como una luz en el túnel apocalíptico presentado
por Al Gore, y para comprender el alcance del poder mediático de la teoría oficial.
The great global warming swindle. The Ice is melting... The Sea is rising... Hurricanes
are blowing... And It's All Your Fault... Scared? Don't be… It's Not True. Con estas
frases, el ocho de marzo de 2007, el canal 4 de la televisión inglesa inicia el documental
titulado El engaño del calentamiento global.20 Sin toda la parafernalia de Al Gore y con la
participación de los llamados científicos escépticos se presenta una versión que contrasta
con la laureada Una verdad incomoda.
Algunos de los argumentos expuestos son los siguientes: La tierra tiene una larga historia
de cambios climáticos. El calentamiento es un proceso natural. La temperatura disminuyó
inesperadamente en el “boom” económico de la posguerra, cuando las emisiones de CO2
crecieron dramáticamente. Los datos satelitales no soportan el modelo de calentamiento
global por gases invernadero. La producción de CO2 antropogénica es minúscula
comparada con la producida por la naturaleza (erupciones volcánicas, dióxido de carbono
producido por los animales, bacterias, vegetación en descomposición). Nueva evidencia
19
Estos científicos constantemente llamados “escépticos” en el documental, son contratados, según Al Gore,
por las empresas petroleras o por el estado (Bush o empresas petroleras, que es lo mismo) para convertir en
teoría lo que los hechos evidencian. Sin embargo, a pesar de las afirmaciones frente a esta maquinaria
supuestamente montada por las empresas petroleras, sus teorías presentan argumentos válidos que merecen
nuestra atención.
20
Ofcom, regulador de los medios de comunicación británicos, instó al canal a responder por el gran número
de quejas por incumplimiento de las reglas de imparcialidad y veracidad básicas. Según Ofcom, el
documental recibió severas críticas y protestas de parte de los científicos tanto escépticos como partidarios del
informe de IPCC: “… also received a substantial complaint 176 pages long from a group of complainants,
some of whom were scientists (“the Group Complaint”). In summary, the complainants were concerned that
the programme was not presented with due impartiality and that as a factual programme it misled the
audience by misrepresenting “facts”. The Group Complaint also offered a very detailed and critical analysis
of the programme (http://www.ofcom.org.uk/tv/obb/prog_cb/obb114/). En el boletín de Ofcom se presentan
acusaciones tales como el uso de gráficas falsificadas, distorsión de los modelos utilizados, acusa además del
uso. Sin embargo, luego de la defensa presentada por el canal, el Ente Regulador concluye a favor de canal,
Existen varios sitios en los que se puede consultar el documental original. Por otra parte, el canal español
TeleMadrid publicó una versión en español con el nombre “La otra cara del cambio climático” (Véase
http://www.tu.tv/videos/el-gran-timo-del-calientamiento-global_2) que, como en el documental inglés, generó
la protesta de ecologistas, opositores políticos del canal y, obviamente, de la comunidad científica partidaria
de la teoría oficial del cambio climático.
.
14
muestra que la variación de la radiación solar está relacionada con el cambio climático.
Finalmente, presentan como argumento adicional el fenómeno de los rayos cósmicos.
¿Qué hay detrás de todas estas teorías?, ¿son teorías mediadas por otros intereses? Lo cierto
es que hay mucho en juego para todos nosotros, tengamos o no intereses de tipo económico
o político. Existe una perentoria necesidad, por los efectos, en reducir los niveles de
incertidumbre que presentan los modelos, de tal forma que podamos implementar las
soluciones más efectivas al problema. Sin embargo, medidas conducentes a la reducción de
emisiones de CO2, solucione o no el problema del cambio climático, resultan beneficiosas
para nuestro ecosistema. Es decir, para los intereses de los grupos ambientalistas resulta
beneficioso que exista una alta percepción de un cambio climático por causas
atropogénicas. Sea cual fuere nuestra mirada al problema, debemos unirnos en un solo
cuerpo de conocimiento para solucionar el problema. Sarewitz (2004, pág. 389) al respecto
manifiesta,
Consider climate change, which may variously be understood as a “problem” of climate impacts,
weather impacts, biodiversity, land use, energy production and consumption, agricultural
productivity, public health, economic development patterns, material wealth, demographic patterns,
etc. Each of these ways of looking at the problem of climate change involves a variety of interests
and values, and each may call on a body of relevant knowledge to help understand and respond to
the problem.
Este es el bosquejo rápido del debate actual. Unos dicen que hay intereses políticos y
económicos en el IPCC y en los ambientalistas que lo defienden; por su parte, el otro bando
se defiende aduciendo que los científicos que soportan la tesis, son de primer orden, con
artículos “peer review”. Lo que no podemos ignorar, independiente de las causas, es que
algo está sucediendo en nuestro planeta. No necesitamos de una teoría para percibir en un
alto grado el frío intenso en los pasados inviernos europeos o el calor asfixiante en otras
latitudes. Sea o no el causante del calentamiento global, las emisiones de CO2 a nuestra
atmósfera deben ser controladas, así sea para respirar un aire más puro mientras nos
achicharramos. De lo expuesto concluimos la existencia de un cambio de percepción del
riesgo por cambio climático, desde sus efectos. La existencia aún, de incertidumbres en
torno al origen antropogénico o no de dicho cambio. La existencia de intereses económicos,
políticos y ambientales que defienden una u otra teoría.
La biotecnología ha estado en el centro del debate social en los últimos años. Expresiones
como el "monstruo de Frankestein” o de "jugar a Dios" se hicieron populares en la
literatura CTS. Las severas críticas de los protectores de animales eran y son frecuentes.
En nuestros días el debate se ha centrado en tres aspectos importantes: la posible clonación
humana, el uso de embriones en los tratamientos con células madre y los riesgos de
introducir cultivos modificados en el medio ambiente. Los dos primeros aspectos están
fuertemente influenciados por valores religiosos y morales; es decir, la percepción de los
15
En los últimos tiempos, el debate se centra en los posibles efectos de los alimentos modificados
genéticamente sobre la salud y el entorno (influencia sobre los ecosistemas y la biodiversidad). Este
debate ha alcanzado tal intensidad que la oposición social a los alimentos procedentes de cultivos
modificados genéticamente u obtenidos por medio de organismos unicelulares modificados, está
reclamando la completa separación (segregación) en los mercados entre los productos alimenticios
modificados y los que no tienen este origen (Muñoz, 2002, pág. 4).
Quizá el caso que más polémica ha generado en la comunidad científica fue la publicación
de un artículo en la revista Nature por el científico mexicano Ignacio Chapela y su
estudiante David Quist. En este artículo se documenta los efectos del maíz transgénico en
México y la combinación de genes por medio del insecticida transgénico Bt en el maíz
nativo. La crítica más fuerte la describe Sarewitz (2004, pág. 391) así:
The original article, which went through Nature‟s standard peer review process, was attacked
vociferously by numerous scientists, including former Berkeley colleagues of Quist and Chapela.
Both the methods and the conclusions of the original paper were strongly criticized. One scientist
called the paper „a testimony to technical incompetence,‟ another termed it „so outlandish as to be
pathetic,‟ and a third dismissed it as „trash and indefensible‟
El caso adquiere más relevancia en tanto que los críticos de Quist y de Chapela estaban
apadrinados por la industria de la biotecnología, por contraste a Quist y Chapela, aliados
de los detractores de la biotecnología (Sarewitz, 2004). En los críticos la percepción está
influenciada por los intereses económicos, mientras en los segundos la percepción, de ser
ciertos sus hallazgos, está más cercana a la realidad: “In disciplinary terms, these
competing views map onto two distinctive intellectual schools in life science—ecology and
molecular genetics” (Sarewitz, 2004, pág. 391). Algo a lo que no podemos ser ajenos es el
riesgo que representaba el artículo, no sólo para los intereses económicos, sino también
para el futuro de la investigación y de los investigadores del tema patrocinados por las
grandes corporaciones, de eso se dio cuenta Chapela al enunciar: "It's very hard for us to
publish in this field. People are scared" (Smith, 2003, pág. 229).
21
Excepto por España: “En 1998, España aprobó el cultivo comercial del primer maíz transgénico, de Ciba
Geigy (hoy de Syngenta) y desde entonces es el único estado miembro de la Unión Europea que permite el
cultivo de transgénicos (u organismos modificados genéticamente, OMG) a gran escala. Los diferentes
gobiernos españoles han ido aprobando numerosas variedades de un único maíz transgénico, el MON 810,
16
Paradise and hell are often used in arguing about new technologies, and in particular vis-à-vis new
food technologies. The Land of Cockaigne, of milk and honey on the one hand, and Frankenstein on
the other, are metaphors that fit into the usual way optimistic or pessimistic perspectives on
technology are elaborated in relation to technological developments in food processing. These
existiendo actualmente más de 50 variedades de este tipo de maíz , que ha sido creado y patentado por la
multinacional Monsanto.” (Carrasco, 2008, pág. 3).
22
Ver en Carrasco (2008) una compilación de problemas de tipo socioeconómico y cultural. En esta
compilación se evidencian las repercusiones socioeconómicas y humanas de la presencia de maíz transgénico
en el territorio español y de la contaminación genética, así como la alarmante reducción de la superficie de
maíz ecológico y las consecuencias directas y reales que tiene sobre la población.
17
polarities are not very helpful in understanding the possibilities and risks of biotechnologies, and
therefore in trying to influence their future shape. I propose here to take matter-of-factly the issue of
biotechnology into account and not to connect all problems of the whole world with these
technologies in a negative or positive way.
¿Qué papel juegan los medios en el déficit cognitivo? En nuestro concepto, son los
principales culpables de este déficit. Sin embargo, su silencio o la información que
pobremente entregan al público es patrocinada por las empresas de biotecnología, tal como
lo denuncia Smith (2003, pág. 183): “Many of the world's media, particularly in the United
States, have been the target of an intensive pro-biotech campaign by the industry. Hence,
there has been a chronic underreporting of GM concerns-especially the health risks”, y que
se refleja en el siguiente caso.
En 1998, Marc Lappé y Britt Bailey anticiparon el lanzamiento de su libro “Against the
grain, biotechnology and the corporate takeover of your food” en el cual denunciaban los
peligros de la tecnología genética en la agricultura y el apoderamiento de las grandes
corporaciones del abastecimiento de alimentos. Tres días antes de que el libro fuera
impreso, el editor recibió una carta amenazante de la compañía Monsanto. La carta hacía
referencia a un artículo corto publicado por Lappé y Bailey cinco meses antes. Los
abogados de Monsanto afirmaban que el artículo: “was defamatory and potentially libelous
against Roundup herbicide, Monsanto's major product." El editor, temeroso de un litigio
costoso, detuvo la impresión y el libro fue cancelado. (Smith, 2003, pág. 202)
A pesar de este obstáculo, el Journal of Medicinal Food aceptó publicar los resultados de
esta investigación en 1999. Por su parte, la American Soybean Association, organización
financiada por Monsanto salió a su defensa creando un sitio de Internet, en el cual atacaba
los hallazgos de dicha investigación soportándose en un estudio realizado por Monsanto y
publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry meses después de la
publicación de Medicinal Food. La polémica continúa, en tanto que Lappé and Bailey
publicaron un nuevo libro: engineering the Farm.
El término gobernanza es reciente y tiende a confundirse con alguna nueva estrategia para
el control del estado o con el término gobernabilidad (Hirst, 2000, pág. 13) 23. En la
23
No es clara la distinción entre gobernabilidad, gobernanza y gobierno (Adinolfi, 2007, pág. 165). El
término gobernabilidad, algunas veces, se asocia al término inglés government, igual traducción presenta el
término governance. Parece ser que la distición se encuentra en el origen del concepto. El concepto de
18
Un segundo modelo, el más común, es aquel que tiene en cuenta a los expertos como
asesores para la toma de decisiones y en el que el papel de las otras agencias está inscrito en
una democracia pasiva o también llamada “representativa”. Este modelo, así haya o no una
cultura de democracia participativa y deliberativa, es muy utilizado en presencia de riesgos
inminentes. La gripe porcina, en 2009, obliga a la toma de decisiones desde dos agencias: el
gobierno y la comunidad científica. Las demás agencias se someten, casi sin protestar, a las
decisiones tomadas: cierre de escuelas, restaurantes y lugares de esparcimiento, uso de
mascarillas, hábitos de higiene, uso de antivirales (revive el tamiflu, se rescata de la crisis
financiera a las compañías farmacéuticas) y otras medidas que obedecemos como si la
confianza en estas dos agencias nunca se hubiese perdido o menoscabado. ¿Cuál es la
explicación a este fenómeno?, tal como ocurrió en el ataque terrorista del 11 de septiembre
de 2001, el miedo supera los otros factores en la percepción del riesgo. Confiamos en las
decisiones científicas y gubernamentales, nos alimentamos de la información en los
desacreditados medios de comunicación, tanto la opinión como el informe científico son
fuentes consultadas en la búsqueda de la respuesta a la pregunta ¿qué debemos hacer? Se
evidencia una fuerte relación percepción del riesgo – miedo a la amenaza.
Un tercer modelo, ideal en los estados democráticos en stricto sensu, es el que tiene en
cuenta a todos los involucrados24: tanto los afectados como los diferentes grupos de interés
(stakeholders)25. Este último es denominado por Khademian & Feldman como un modelo
de participación pública,
gobernanza se origina en la economía; por ejemplo, para el Banco Mundial existe una relación en el
crecimiento económico (ingresos per cápita) y la gobernanza. Los indicadores de gobernanza para este
organismo tienen en cuenta: el control de la corrupción, la rendición de cuentas, ausencia de violencia,
efectividad gubernamental, calidad regulatoria y el estado de derecho.
24
La democracia ideal (utópica en nuestro tiempo) es la democracia clásica (griega) caracterizada como una
forma de gobierno que en la que la participación de todos los miembros de la comunidad se hace en
condiciones de igualdad para la toma de decisiones. En esta democracia existe confianza y las decisiones
sino se obtienen por unanimidad, son una salida aceptable para la mayoría, véase (Elster, 1986, pág. 112). La
democracia participativa busca recuperar esos orígenes; sin embargo, sin unos mecanismos adecuados de
participación los participantes finalmente son representantes, en tanto las decisiones sean de grupos
minoritarios.
25
La National Research Council (2007, pág. 3) define el término stakeholders como todas las partes
interesadas y afectadas. Para efectos de este apartado, haremos distinción entre grupos interesados
19
A third model of public participation has its roots in the planning discipline and efforts to include
people directly impacted by planning practices, as well as in efforts to democratize the development
and implementation of public policies. In this model, the primary role of the public manager is
engaging the public impacted by public policy by creating opportunities for participation as well as
providing information and facilitating public deliberation and decision making. Public participation
in this model is privileged as a means to enhance the quality of the policy process and the eventual
policy impact as well as a means to enhance the participatory capacities of members of the public
(Khademian & Feldman, 2007, pág. 308).
(stakeholders) y grupos afectados (o posibles afectados), en tanto que los últimos pueden estar o no
interesados en la evaluación y la gestión de riesgos.
26
Un indicador en esta gobernanza económica que permite, aparentemente, la participación pública es el de
“rendición de cuentas”; sin embargo, en estados democráticos y corruptos, dueños además de las fuentes de
información o de los datos resultados de la gestión, la rendición de cuentas no responde a la realidad. Los
datos son alterados o maquillados para que el gobierno de turno no pierda su credibilidad. La renuncia de dos
directores del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en Colombia, al no
permitírseles revelar cifras indicativas que iban en contradicción con las afirmaciones del gobierno, en
especial las referidas al desempleo y a la inflación.
27
Los conflictos que emergen con las nuevas tecnologías son cada vez mayores en tanto que la incertidumbre
en torno a los impactos crecen. Un ejemplo de ello se observa con la nano ciencias y las nanotecnologías, que
se caracterizan por una lucha de percepciones entre las promesas y las amenazas (Macnaghten, Kearnes, &
Wynne, 2005). Desde sus promesas, es innegable el excelente futuro que se prevé para la optimización de
ordenadores, el surgimiento de nuevos productos farmacéuticos, la medicina, nuevos materiales y las
telecomunicaciones. Por contraste, las preocupaciones éticas, sociales, y ambientales crece en torno a la
20
Sin embargo, el modelo presenta problemas que no son fáciles de resolver: el primer
problema surge desde el concepto del riesgo, en tanto que algunos actores del proceso lo
perciben sólo desde sus posibles consecuencias o impactos28. Otro problema se asocia a la
polarización de algunas de las agencias en torno a uno o varios intereses o preferencias que
irían en contra de los objetivos de caracterizar el riesgo (Stern & Fineberg, 1996, pág. 3) y
reducirlo eficiente y eficazmente (Renn, 1999, pág. 3049). La falta de información
suficiente que permita una toma de decisiones desde el conocimiento del riesgo se
constituye en otra agenda de problemas que ameritan un análisis más profundo (Cambio
climático, por ejemplo)29. El balance costo beneficio produce, a su vez, tensiones que
toxicidad potencial de las nano partículas, demandando la necesidad de una regulación más estricta
(Macnaghten, Kearnes, & Wynne, 2005, pág. 272).
28
La prominencia del riesgo reflejada por el posible potencial catastrófico se vincula a otros factores como el
miedo, que incide en la toma de decisiones (Kahneman & Novemsky, 2005; Kahneman & Tversky, 1991;
Kasperson, y otros, 1988; Slovic & Weber, 2002; Slovic, Lichtenstein, & Fischhoff, 1984.
29
A esta agenda de problemas se vincula la demora para lograr un consenso, como se evidenció en el caso del
cambio climático: “la comunidad científica, excepto en casos muy inusuales, tardaría mucho tiempo en llegar
a un consenso acerca de lo que muestran las pruebas, si se insiste en alcanzar un consenso” (Cranor, 2004,
pág. 109).
No es de extrañar, entonces, que las decisiones sobre la implementación y difusión de nuevas tecnologías o la
comercialización de productos técnico científicos, se haga, en muchos casos, sin el concurso de los posibles
afectados y, peor aún, sin pruebas concluyentes de sus posibles efectos : “En Estados Unidos hay cerca de
21
The best designed analytic-deliberative processes cannot eliminate all the problems and controversy
associated with contentious risk decisions. They cannot guarantee acceptance of an agency‟s risk
decision or even a risk characterization. Controversies often reflect basic differences in values or
interests: the more that is at stake and more that values and interests conflict, the less likely it is a
decision will be widely accepted (Stern & Fineberg, 1996, pág. 83).
Este colectivo de deliberación, como bien lo define Rodriguez Zabaleta (2007, pág. 237), es
otro riesgo en el proceso de toma de decisiones sino es competente para articular y evaluar
el amplio abanico de problemas inherentes al riesgo,
Competence, in this sense, relates to the use of the best available knowledge and listening and
communications kills, as well as the ability to articulate, evaluate, and refute arguments about an
issue. When the purpose of public participation is to produce a collective decision, competent
understandings about terms, concepts, definitions, and language use; the objectified world of outer
nature (nature and society); the social cultural world of norms and values; and the subjective worlds
of individuals are all essential. This is accomplished through the use of established procedures
(Renn, 1999, pág. 3049)
Este modelo de gobernanza del riesgo sería una primera fase en la gestión democrática de
los riesgos que, en principio, suavizaría las tensiones existentes. No obstante, además de
superar los problemas planteados, se hace necesario trascender el modelo a la acción
democrática; es decir, la ejecución, también democrática, de las decisiones tomadas.
Proponemos, entonces, un modelo que haga efectivas las decisiones tomadas. Este modelo
debe permitir el control y gestión de los riesgos a partir de las decisiones y, en un proceso
interactivo desde los resultados de las decisiones, analizar y deliberar nuevamente en torno
al riesgo.
100.000 sustancias o sus derivados registradas para uso comercial, pero la mayoría no han sido bien
evaluadas en cuanto a sus efectos para la salud (U.S. Congress, OTA, 1995)” (Cranor, 2004). Véase (Stern &
Fineberg, 1996, pág. 120) sobre el análisis de la incertidumbre y sus limitaciones.
22
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