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I
magen: Michael Gil
Los premios de comida deben ser una recompensa para el perro, nunca un soborno.
Conviene recordar que la educación de nuestro peludo compañero depende (al menos)
de dos: el can y nosotros mismos. Olvidar esta máxima es uno de los cinco errores
frecuentes que se cometen cuando se quiere educar a un perro.
Pero, ¿qué comida escoger? "La clave es elegir una comida que sea poco familiar para
el perro. De esta forma, lograremos que la recompensa sea más atractiva", añade
Overall.
¿Más sabrosas propuestas caninas? Podemos probar con trozos de pollo -deshuesado y
sin partes grasas- cocido y troceado. Otra idea es ofrecer pequeños pedazos de queso:
cuanto menos graso, mejor. Eso sí: cuando el perro se acostumbre al alimento de sus
lecciones, este dejará de ser tan efectivo y será el momento de variar.
Paso 3. Utilizar comida en la educación del perro:
alimentos relajantes
Una parte importante en la educación de los perros es conseguir que nuestro compañero
de cuatro patos se relaje y pueda prestarnos atención sin estrés. En este sentido, algunos
alimentos también implican una importante ayuda.
"La comida alta en proteínas ayuda a la química cerebral del can a relajarse y
provoca sensación de tranquilidad", añade Overall. Alimentos como los comentados,
salchichas, pollo cocido y queso, son altos en proteínas y, por tanto, ayudarán a nuestro
amigo a estar más tranquilo durante sus lecciones.
Una vez que el perro aprende, no conviene eliminar por completo las recompensas
comestibles: los recordatorios servirán para reforzar el aprendizaje. Por supuesto,
el alimento debe ir acompañado de motivantes caricias para el perro, así como por
palabras de ánimo de su humano amigo.