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En la historia siempre se cuentan cosas que pasaron, aunque en las obras aparezcan
escenas que relaten cosas del futuro siempre los que nos cuentan es sobre un hecho que
ya paso.
En cualquiera de las dos formas solo existe el hecho que atrae cuando esos personajes,
lugares, historias se hacen vida por el trabajo del actor.
LAS ACCIONES, son el trabajo que hace el actor (que para nosotros se llamara sujeto)
convierte las cosas que están en un plano de ideas en una situación real.
Los movimientos son estos desplazamientos corporales que solo controlan nuestro
cerebro que no tienen una intensión especifica de ser realizados. Para nosotros son
movimientos autónomos.
Por eso todas las acciones contienen a los movimientos pero no todos los movimientos
son acciones.
Para que un movimiento se convierta en acción debe tener un fin determinado, siempre el
actor quiere hacerlas, tienen una intuición de transformar la situación o el objeto a que lo
aplica.
LOS CONFLICTOS son el choque entre dos fuerzas que tienen cada una un objetivo
propio y las une un elemento en común. En la historia siempre nos cuenta cuando los
personajes cumplen sus objetivos o ceden a que los otros los cumplan. Para ello van
apareciendo fuerzas (otros personajes) que ayudan a unos u otros a que cada uno
cumpla sus objetivos.
Siempre debe existir alguien que haga un personaje y por lo menos otra persona que mire
lo que este representa.
Así llegamos a la conclusión de que cuando existe una obra de teatro es porque todos
saben que hay un hecho que es inspirado en la vida real pero que tiene característica de
un hecho imaginario. Hay alguien que es espectador y otro que representa la historia.