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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

CARRERA DE TRABAJO SOCIAL

MÉTODO DE INTERVENCIÓN CRÝICO RADICAL

NOMBRE: DAYANA OBACO

CURSO: SÉPTIMO “B”

FEMINISMO Y TRABAJO SOCIAL

El movimiento feminista surge ante la necesidad de actuar sobre un arraigado


conflicto, que atraviesa a la sociedad, determinado por el hecho de nacer mujer o varón.
(Montero, J. 2006).

Introducción:

En esta sociedad es importante resaltar que la estructura del sistema económico se


basa y se perpetua a través del patriarcado. El ser mujer dentro de esta sociedad se ha
vuelto en una vulnerabilidad, ya que el machismo se ha desenvuelto muy bien a través de
estereotipos, roles de género, y demás ejemplos que posicionan a la mujer dentro del
sector privado, es decir, a cargo del cuidado del hogar y de los hijos. Es por esto que el
movimiento social feminista el cual ha atravesado una serie de hitos históricos sigue en
pie de lucha, buscando siempre hacer experimental la lucha de las generaciones pasadas
y sobre todo mantener el pensamiento de que las mujeres somos seres de derechos al igual
que los hombres.

Es así que, no es un tabú para nadie el hecho de que las mujeres se enmarcan en
una lucha constante debido a las diferencias sexo-genéricas implantadas por el
patriarcado con actitudes machistas y por supuesto a través de la heteronorma, que busca
que se invisibilicen estas actitudes violadoras de D.D.H.H. Esto debido a que por la
presión social se han desarrollado con el objetivo de decidir sobre las mentes, cuerpos y
sentires de las mujeres. , es bastante complejo que la estructura social escuche, sin
embargo, en las últimas décadas el movimiento feminista ha logrado hacer que se
visibilicen estás problemáticas y una profesión como el Trabajo Social no se puede
desligar de esta realidad porque es deber de sus profesionales actuar a favor de los
derechos de los grupos que siempre han sido oprimidos y/o marginados, en este caso de
las mujeres.
Cuerpo:

Hacer frente a las causas y manifestaciones de la subordinación requiere


identificar y actuar sobre los muy diversos mecanismos por los que la sociedad jerarquiza
la diferencia sexual y afianza una asimetría que se traduce en relaciones de poder muy
precisas. Así, tanto la lucha por reformas y mejoras concretas como la crítica y propuestas
de transformación más radical, lleva a transitar por la familia, la escuela, las leyes, el
modelo sexual, las prácticas sociales, las relaciones personales, la subjetividad, la
economía, las instituciones representativas, y un largo etcétera. (Montero, J. 2006).

Al analizar nuestras vidas, es indispensable reconocer desde que privilegio


vivimos, con el fin de crear la empatía necesario para desarrollar una sororidad autentica,
no obstante, no podemos perder que vista que somos víctimas de vulneraciones de
derechos por patrones reproducidos por la sociedad, dentro de esta. muchas veces
mujeres mismo que se encargan de que los micromachismos, y actos violentos sean
reproducidos por los hombres de sus familias.

Por otro lado, no se puede dejar pasar por alto el hecho de que esta estructura
también afecta a los hombres, ya que los exhorta de sentir y palpar sus emociones, con el
fin de que no adquieran cualidades que supuestamente son femeninas y se las relaciona
con la debilidad. Es por estos motivos que la intervención efectiva y oportuna del Trabajo
Social es necesario y sobre todo partiendo de que:

El análisis del Trabajo Social desde una perspectiva de género se ha hecho


teniendo en cuenta quiénes son sus agentes, al centrarse en la feminización de la profesión
y las consecuencias que ha podido tener para ésta (proceso que aún continúa pero que
está en proceso de cambio, como podemos observar en nuestro día a día quienes nos
dedicamos a la docencia en Trabajo Social). (Campos, A. 2014.)

Muchos movimientos actuales dentro de esta carrera a nivel Latinoamericano han


mencionado que en la actualidad el Trabajo Social sin feminismo no puede ser
considerado como Trabajo Social, ya que esta disciplina a través del tiempo ha sido
feminizada desde el pensamiento patriarcal de que la mujer se hizo para cuidar y hacer
labor social, sin embargo, es importante destacar que la visión de esta profesión cambia
desde un proceso de reconceptualización, dentro del cual de trata la deconstrucción de
estos pensamientos.
Conclusión:

Desde nuestro punto de vista, el/los feminismos pueden ayudar a los y las
trabajadoras sociales a transformar el paradigma de “feminismo como asuntos de
mujeres” hacia aquel que tiene que ver con la centralidad del análisis de la producción y
reproducción de las relaciones de género y su transformación. (Campos, A. 2014.)

Finalmente, es necesario que el/la profesional tome conciencia de que no es un


problema externo a él/ella. Sino que esta lucha se mantiene constante a través del tiempo
e inmersa en la vida de todas las mujeres y grupos sociales que luchen en contra del
patriarcado que conlleva consigo muchas injusticias.

Bibliografía:

Campos, A. A. (2014). Miradas feministas y/o de género al Trabajo Social, un análisis


crítico. Portularia, 14(1), 27-34. . Recuperado el 26 de julio de 2021 de
file:///C:/Users/Lenovo/Downloads/Miradas_feministas_y_o_de_genero_al_Trab.pdf

Montero, J. (2006). Feminismo: un movimiento crítico. Psychosocial Intervention, 15(2),


167-180. Recuperado el 26 de julio de 2021 de
file:///C:/Users/Lenovo/Downloads/FEMINISMO.pdf

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