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La música del cielo

Era un día soleado, tan soleado que al mirar al cielo mis ojos se cerraban
automáticamente, era uno de esos días en los que tu deseas ir de paseo y estar en
la naturaleza para recibir el cálido aroma de un sol naciendo y el viento frio del sol
que se oculta con el ocaso; sin embargo era día de colegio, si un día como cualquier
otro, pero para mí no era así, esto no podía ser un día mas en la vida de un joven
que no le hallaba el sentido a nada de la vida, la vida era para mí un cárcel de la
que quería liberarme, ni siquiera entendía porque estaba en la cárcel, había
cometido algún crimen, me sentía preso de un sinfín de necesidades cada día y de
otro montón de responsabilidades que no le daban sentido a mi existencia. Así que
muy disgustado pero resignado Sali camino al colegio, molesto todo me parecía
malo, aunque era un día bello, como podía tener tal contradicción en mi cabeza,
que había de malo en la vida, que había de bueno en ella, todo estas preguntas
nacían pero no había respuesta; me preguntaba si quizás ellos experimentaban la
misma tribulación sin sentido, yo sentía que había un nudo en mi garganta, no podía
concentrarme mientras la maestra de biología enseñanza el sistema respiratorio,
que sistema respiratorio podía resolver la situación en la que me hallaba, todo era
debido a que era un día lindo y soleado y yo quería ir de paseo y por eso estaba
frustrado?, quizás pero la idea no me convencía, yo sentía que nada podía
motivarme, mis amigos hablaban de sus novias, de los últimos video juegos, yo no
podía ni concebir pensar en nada; de pronto me llegó la solución, la respuesta
estaba en el profe de filosofía, claro el sabia que me pasaba, espere ansiosamente
su clase y al terminar le pregunté, a lo que él me respondió. – creo que la respuesta
esta en ti, que golpe, no era posible que un maestro pueda responder de esa manera
tan irresponsable, terminé el día escolar aburrido, quería ir y ser parte de otro
planeta, otra galaxia, un lugar diferente. Llegué y mamá comenzó el interrogatorio
del día, que quería saber, saber cómo me sentía de frustrado y apesadumbrado, no
ella no era la persona indicada, pero que podía ayudar; así que fingiendo estar bien
le conté que el día estuvo tranquilo y que estaba un poco cansado que quería ir a
dormir y de verdad era lo que deseaba, encontrar en mis sueños la respuesta; llegue
a mi cuarto, tomé el computador y coloque mi lista de reproducción habitual, un poco
de rock, un poco de Soul, estaba disfrutándolo, la verdad creo que sentía que me
iba del planeta, era otro mundo, donde cada nota se apoderaba de mi y me hacia
reflexionar en lo maravilloso de la vida, en lo mágico de los sonidos y de recordar el
sin numero de misterios que aun hay por resolver, creo que la respuesta que
buscaba no existía, no hay razón para vivir, pues no es necesario una, sino que todo
es la razón, la vida es la razón, lo grande del universo, la magia del agua de un
estanque, el sonido de un pájaro perfectamente afinado, esa es la vida y debe
vivirse y no de cualquier manera, sino de la mejor; disfrutando analizando,
cuestionando; el problema mío no era la vida, era que yo no quería vivirla y ser parte
de un mundo de altibajos diarios, que no son cosas buenas o malos son
circunstancias que debemos afrontar, mi mente estaba vacía, por eso no encontraba
la respuesta. Hoy la repuesta es amar vivir y hacerlo bien.

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