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Pacifismo

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Líderes religiosos mundiales en busca de la paz mundial.

Mahatma Gandhi, representante ilustre del pacifismo moderno.


El pacifismo, según la RAE, es el conjunto de doctrinas encaminadas a mantener la
paz entre las naciones.1 Se opone a la guerra y a otras formas de violencia a
través de un movimiento político, religioso, o como una ideología específica.
Algunos de los medios de los que se vale el pacifismo en la búsqueda de sus fines
son: la no violencia activa, la diplomacia, la desobediencia civil, el boicot, la
objeción de conciencia, las campañas de divulgación y la educación por la paz.

Por pacifista se puede entender toda corriente de pensamiento y acción que aspira a
hacer posible las condiciones para que la ausencia de guerra sea un estado
permanente de las relaciones humanas, tanto entre los Estados, naciones y pueblos
como entre las personas.

En la historia de la humanidad los períodos sin guerras (entendida éstas como “todo
conflicto que implica a uno o más gobiernos y el uso de armas, y que causa mil o
más muertos a lo largo de un año”) han sido bastante más largos que los períodos
bélicos. La guerra ha sido una excepción a una normalidad básicamente caracterizada
por la paz. Basta pensar en las decenas de miles de años –todo el paleolítico y dos
terceras partes del neolítico– en las que la humanidad sobrevivió sin estados,
ejércitos ni policías. Lo que no significa, obviamente, que en esa época no
estuviera presente la violencia individual y grupal. Lo estaba, claro que sí, pero
a unos niveles irrisorios comparados con los alcanzados tras el inicio de la
“civilización”. Asimismo, desde sus orígenes, la humanidad ha resuelto la mayor
parte de los conflictos individuales y colectivos sin recurrir al uso masivo y
permanente de las armas. Y lo sigue haciendo cada día. ¿Cómo ha sido y es eso
posible? Lo es porque los seres humanos, sin recibir un especial adiestramiento
para ello, han sabido encontrar soluciones no violentas a los múltiples conflictos
en los que se han visto y se ven inmersos en sus vidas. En contra de lo que mucha
gente cree, el pacifismo no es algo ajeno a la experiencia humana, sino algo
profundamente enraizado en ella. El pacifismo, especialmente el posterior a la vida
y la obra de Gandhi, lo que pretende en realidad es convertir en saber técnico lo
que los seres humanos llevan practicando de forma espontánea desde hace miles de
años. Es decir, lo mismo pero al revés de lo que pretenden hacer los militares
profesionales respecto al ejercicio de la violencia física.

Vale la pena añadir que la exigencia de acabar con las guerras también aparece en
el famoso preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas. En él se dice: “Nosotros
los pueblos del mundo, resueltos a preservar a las generaciones venideras del
flagelo de la guerra que dos veces durante nuestras vidas ha infligido a la
humanidad sufrimientos indecibles”. Ahora bien, plantearse en serio el objetivo de
desinventar la guerra como medio de resolución de los conflictos, obliga a ir más
allá de impedir el estallido de las hostilidades entre dos bandos enfrentados: es
preciso erradicar las causas profundas que generan malestar social que puede ser
reconvertido en apoyo popular a una guerra. En ese sentido, un pacifismo consciente
de las dimensiones de la tarea que se propone debe asociarse al conjunto de fuerzas
sociales y políticas que luchan por una humanidad justa en una tierra habitable.
Dado que ese proyecto va a tener sus enemigos, el pacifismo no debe entenderse como
pasividad ante las situaciones de miseria, explotación y opresión política. Por
eso, Gandhi y el gandhismo son fundamentales para el pacifismo contemporáneo: su
vida y su obra son un ejemplo permanente acerca de cómo se puede luchar por lo que
se considera justo sin contribuir a incrementar la “réplica infinita”, la espiral
inacabable de acción-reacción-acción, que pone en marcha el recurso a la
violencia.2
Índice
1 Historia
1.1 El pacifismo moderno
2 Siglo XXI
2.1 Guerra contra el terrorismo y guerra de Irak
2.2 La primavera de los países árabes
3 Investigación para la paz
4 Resistencia noviolenta
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Historia
El pacifismo es una doctrina que ha estado presente en varias culturas del mundo
principalmente en la tradición oriental con corrientes como la filosofía china o el
hinduismo y en la occidental con la tradición judeocristiana.

En la filosofía china quizás sus principales exponentes son Confucio que entiende
el pacifismo como el amor a la vida y todas sus expresiones incluyendo al ser
humano y Lao-Tsé que nos devuelve a la naturaleza, entendiendo el pacifismo como el
autocontrol y la conciencia de nuestros actos violentos.

En el hinduismo aparece con el concepto áhimsa que es el respeto a todas las formas
de vida y la negación a toda violencia , esta es la que Mahatma Gandhi entiende y
transforma en acción tanto personal como colectiva , este concepto más que englobar
una virtud es más bien entendida como modo de conducta.

La aparición del pacifismo en occidente se remontará a cuando los primeros


cristianos se negaron a tomar armas y ejercer la violencia, para lo que utilizaron
una frase del Sermón de la montaña: "No resistáis a la violencia con la fuerza".345

Pasándose los siglos, varios grupos cristianos enseñaron el pacifismo (o sea "la no
resistencia"), como los valdenses, la hermandad de Moravia, los anabaptistas, los
cuáqueros, los primeros metodistas y otros grupos menores. En la actualidad, son
mayormente los grupos descendientes de los anabaptistas (los amish, los menonitas y
los huteritas) quienes practican la no resistencia como doctrina esencial.

El pacifismo comenzó a ser definido a partir del siglo XVIII por numerosas
personalidades:

Leibniz (1646-1716), aparte de filósofo fue matemático, historiador, teólogo y


diplomático. Recorrió toda Europa estableciendo contactos con mucha gente distinta.
Esto lo hizo para intentar conseguir el entendimiento y la comprensión, ya que su
propósito era crear una lengua exacta y universal.
François Marie Voltaire(1694-1778) filósofo francés y gran defensor de la
convivencia pacífica entre personas de distintas creencias y religiones.
Rousseau (1712-1778), filósofo y escritor francés, destacó por atacar al gobierno,
al sistema de enseñanza y a la iglesia católica. Durante la Revolución francesa se
pretendió conseguir las libertades individuales y los derechos humanos que Rousseau
mencionaba .
Bentham (1748-1832), jurista y economista inglés, ideó que el bien era placer y el
mal era dolor. Intentó crear un sistema moral en el que cada persona escogiese el
placer que más felicidad le diese, según su interés, consiguiendo así el beneficio
de los demás.
Saint-Simon (1760-1825) era un sociólogo francés que creó un sistema industrial en
el que los cristianos intentaban mejorar la situación de los pobres a través de
métodos no violentos.
Leon Tolstói (1828-1910) Escritor ruso cuyas ideas sobre la «no violencia activa»,
expresadas en libros tuvieron un profundo impacto en grandes personajes como Gandhi
y Martin Luther King.
Jean Jaurès (1859-1914) Político socialista francés que se opuso firmemente a la
Primera Guerra Mundial. Su toma de postura en pro del pacifismo, poco antes del
desencadenamiento de la misma, terminó con su asesinato tres días después del
inicio de esta guerra.
H. G. Wells (1866-1946) Escritor inglés y pacifista, pionero al cuestionar en sus
obras los límites éticos de la ciencia y la tecnología.
El pacifismo moderno
Pero los impulsos al pacifismo más fuertes e importantes fueron durante el siglo XX
con algunos defensores, como Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela.
Donde estas personas, aparte de escribir sobre el pacifismo, lo llevaron a la
práctica llegando a influir su método en otras defensas de causas sociales en el
mundo:

Gandhi (1869-1948) fue un abogado y político hindú que luchó en el Movimiento de


Independencia indio por sus propios métodos, como el ayuno limitado y la
intercepción de trenes por una multitud sin armas que se tendía a lo largo de las
vías. Como adalid del nacionalismo indio, predicó la paz de diversas maneras, y fue
encarcelado por ello varias veces. Una vez puesto en libertad, sufrió varios
atentados y lo asesinó un fanático hindú en Delhi (India). Sus cenizas fueron
lanzadas al río Ganges.
Martin Luther King (1929-1968) fue un Pastor y dirigente estadounidense, principal
líder del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.
John Lennon, miembro de The Beatles, elaboró Imagine en 1971 y pedía al mundo que
la violencia acabara. Como Gandhi y Luther King, Lennon tampoco se libró de ser
asesinado el 8/12/1980 por un seguidor llamado Mark David Chapman
Óscar Romero (1917-1980) fue un arzobispo de El Salvador enemigo de la violencia
que ejercían la extrema derecha nacionalista y el ejército. Defendió a los
oprimidos y fue asesinado durante una misa.
Nelson Mandela (1918-2013) fue un abogado y activista humanista que luchó por la
emancipación racial de Sudáfrica junto al Congreso Nacional Africano con el que
gobernó el país a fines de la década de los 90 tras estar 27 años en prisión.
Chico Mendes (1944-1988) fue un ambientalista que luchó por medios pacíficos por la
defensa de la amazonia y la creación de cooperativas en Brasil, muere asesinado.
Tenzin Gyatso (1935) actual dalái lama, y como tal, líder espiritual, fue jefe de
Estado del Tíbet. Su país fue invadido y anexado por la China comunista, y desde
entonces emprendió una pacífica lucha por recuperarlo.
Luigi Ferrajoli (1940) es un jurista italiano y uno de los principales teóricos del
garantismo jurídico, teoría que desarrolló inicialmente en el ámbito del Derecho
penal pero que considera, en general, un paradigma aplicable a la garantía de todos
los derechos fundamentales. Ferrajoli se define como un iuspositivista crítico.
Otros hechos importantes en el siglo XX fueron :

A consecuencia del suceso acontecido en Hiroshima y Nagasaki durante agosto de


1945, once importantes científicos se decidieron a firmar y redactar en Londres
(1955) una primera declaración abierta contra el uso de armas de destrucción masiva
por parte de los gobiernos del mundo. A esta declaración se le conoce como el
Manifiesto Russell-Einstein.
Otro suceso importante fueron las protestas contra la guerra de Vietnam en Estados
Unidos en los años sesenta y contra la carrera armamentista muchas de ellas
encabezadas por importantes activistas como fueron la pareja formada por el
cantante John Lennon y la artista Yōko Ono.
Siglo XXI
Guerra contra el terrorismo y guerra de Irak
El siglo XXI se ha caracterizado principalmente por la globalización. En materia de
paz la acción más importante de principios de este siglo fue la Carta de la Tierra,
un intento por redactar una Carta Magna o constitución del planeta en donde se
muestra que la protección del medio ambiente, los derechos humanos y la paz son
interdependientes e indivisibles a todos nosotros.

La Guerra de Iraq ha servido como detonante para revitalizar un movimiento que


llevaba tiempo fuera de las portadas. Las manifestaciones contra la invasión de
Iraq de 2003 fueron convocadas simultáneamente en todo el mundo, bajo el lema No a
la guerra, siendo las primeras convocatorias de carácter realmente global de la
historia. Las manifestaciones fueron especialmente relevantes en los países
comprometidos con la invasión (Australia, Estados Unidos, España, Gran Bretaña,
Portugal, Polonia, Italia). Estas fueron las primera manifestaciones convocadas por
internet y SMS, y se mostró la efectividad de los nuevos medios, ya que la protesta
mundial (o marcha por la paz) se comenzó a organizar solo un mes antes de su
realización. Las circunstancias locales permitieron su perduración en el tiempo,
sobre todo en Gran Bretaña, Estados Unidos, España e Italia, donde pudieron servir
de bandera de enganche contra los Gobiernos en el poder, contribuyendo así al
vuelco electoral en España e Italia.

El 15 de febrero de 2003 tuvo lugar la mayor de las manifestaciones. Millones de


personas salieron a las calles en muchas ciudades, encabezadas por Roma con 2
millones de manifestantes. Cabe destacar el baile de cifras, en cuanto al número de
manifestantes en las principales ciudades de los países cuyos gobiernos apoyaron la
invasión. Fue muy grande la diferencia entre los datos oficiales dados por las
administraciones y las dadas por los convocantes; cada uno defendiendo sus
intereses. Un claro ejemplo es Madrid, donde el número de manifestantes fue muy
superior a los 660.000 oficiales, aunque es muy posible que no llegaran a los 2
millones de personas según los convocantes, siendo una cifra intermedia el dato
real.

Al mismo tiempo, la guerra contra el terrorismo tal como fue formulada en sus
inicios por Estados Unidos bajo el mandato de George W. Bush, generó un movimiento
pacifista donde se encuentran, tanto grupos reformistas de pacifismo conservador,
que no cuestionan otros aspectos sociales, como los grupos que creen en la acción
no violenta para realizar cambios radicales en la sociedad

La primavera de los países árabes


La Primavera Árabe es un ejemplo de pacifismo, pues los ciudadanos árabes se
levantaron contra sus gobernantes quienes llevaban años aferrados al poder y
organizaron pacíficas y exitosas manifestaciones como en Túnez, Egipto y Yemen.
[cita requerida] En otros países como Siria y Libia, las manifestaciones se
tornaron guerra civiles.

En el contexto de la guerra civil siria, el papa Francisco dirigió un día de


oración por la paz en la Ciudad del Vaticano, rogando a Dios y Cristo que por
cuestiones pacíficas, no intervengan fuerzas armadas extranjeras en el país
musulmán, aunque implícitamente se lo pedía a Barack Obama.

Investigación para la paz


En la era nuclear, el pacifismo ha inspirado la difusión de una nueva disciplina
académica llamada “investigación por la paz”, que consiste en adquirir el saber
social necesario para hacer posible una resolución pacífica de los conflictos. En
su desarrollo y consolidación, así como en la importancia que ha adquirido el
pacifismo en la época posterior al lanzamiento de la bomba de Hiroshima, jugaron un
papel decisivo los científicos. El 9 de julio de 1955, el filósofo Bertrand
Russell, acompañado por Joseph Rotblat, un físico que había participado en el
Proyecto Manhattan, presentó en Londres en una conferencia de prensa el que después
sería conocido como Manifiesto “Russell-Einstein”. Se trata del alegato pacifista
más brillante y persuasivo del siglo XX. Además de Bertrand Russell y Albert
Einstein, el documento también lo suscribieron Max Born, Premio Nobel en física, P.
W. Bridgman, Premio Nobel en física, J. F. Joliot-Curie, Premio Nobel en química,
H.J. Muller, Premio Nobel en fisiología y medicina, Linus Pauling, Premio Nobel en
química, Hideki Yukawa, Premio Nobel en física, C.F. Powell, profesor de física en
la Universidad de Londres y Leopold Infeld, profesor de física en la Universidad de
Varsovia. Normalmente al Manifiesto “Russell-Einstein” se le ha caracterizado como
un llamamiento contra la peligrosidad de las armas nucleares y la posibilidad de
que entonces estallase una guerra atómica entre EE. UU. y la Unión Soviética. Pero,
siendo verdad que ese era su tema central, en él también se hacían reflexiones que
trascendían dicha temática. En el comunicado de convocatoria del acto de
presentación del manifiesto se resaltaba lo que sus autores consideraban su
propuesta fundamental. Se decía por ejemplo:

“[en el manifiesto] se deja claro que ninguna de las partes puede aspirar a la
victoria en esa guerra [guerra nuclear entre los dos bloques], y que existe un
peligro muy real de exterminación de la raza humana por el polvo y la lluvia de las
nubes radioactivas. Se sugiere que ni el público ni los gobiernos del mundo son
suficientemente conscientes del peligro. Se señala que un acuerdo de prohibición de
las armas nucleares, si bien podría ser útil para disminuir la tensión, no
ofrecería una solución, ya que dichas armas serían sin duda fabricadas y utilizadas
en una gran guerra, a pesar de los acuerdos previos en sentido contrario. La única
esperanza para la humanidad es evitar la guerra”.

En el cuerpo del manifiesto se formulaba la misma idea pero planteada como un


dilema calificado, por cierto, como “severo, horrible e ineludible”:”¿debemos poner
fin a la especie humana o deberá la humanidad renunciar a la guerra?” Bertrand
Russell, el principal redactor del Manifiesto, ampliaría este razonamiento en un
libro posterior titulado La guerra nuclear ante el sentido común. Decía Russell en
él:

“1ª Una guerra nuclear en gran escala resultaría un completo desastre no solo para
los beligerantes, sino para todo el género humano, y no se llegaría con ella a
resultado alguno que pudiera ser deseado por un hombre cuerdo.2ª Siempre que surge
una guerra pequeña, existe un peligro considerable de que surja de ella una guerra
grande; y el peligro se convertiría, en último término, casi en una certidumbre en
el transcurso de muchas guerras pequeñas.3ª Si se destruyesen todas las armas
nucleares existentes y se llegase a un acuerdo de no fabricar otras nuevas,
cualquier guerra importante se convertirá, a pesar de todo, en nuclear así que los
beligerantes tuviesen tiempo para fabricar las armas prohibidas”.

De estas tres tesis Russell infería la siguiente conclusión: “si hemos de escapar
de catástrofes inimaginables, será forzoso que encontremos un camino para evitar
todas las guerras, sean grandes o pequeñas, resulten o no deliberadamente
nucleares”. Con ello se presentaba por primera vez la guerra como un problema de
especie. Concebir así la actividad bélica difería radicalmente del tipo de
valoraciones que habían predominado hasta entonces entre las principales corrientes
de pensamiento. Estaba muy lejos de la concepción de la guerra como castigo o
instrumento de la divinidad, como factor de progreso social, económico y político,
como instrumento de liberación de los pueblos, como higiene del mundo, como medio
para hacer prevalecer la superioridad de una raza sobre las demás o como medio u
oportunidad para defender o alcanzar el socialismo. Al contrario, el pacifismo se
presentaba ahora como la principal vía para asegurar la supervivencia de la
humanidad.

El final de la Guerra Fría no alteró sustancialmente la validez de estas


reflexiones, dado que aquel no tuvo como resultado ni el desarme nuclear ni una
renuncia a considerar la guerra como un instrumento político aceptable. De hecho,
lo que hicieron las potencias vencedoras de la Guerra Fría fue, por un lado,
revalidar la doctrina de la disuasión nuclear y, por el otro, embarcarse en una
sucesión interrumpida de intervenciones militares –es decir, de “guerras pequeñas”,
como diría Russell- aprovechando su momentánea hegemonía mundial.
Resistencia noviolenta
La resistencia noviolenta es una táctica de protesta relacionada con la
desobediencia civil que propugna el logro de un cambio político, social y cultural
sin necesidad del empleo de la violencia como arma política.

En la práctica utiliza protestas simbólicas y actos de no cooperación en las áreas


políticas y económicas.

En general, el concepto de la no violencia busca comportamientos que no son


habituales en las maneras y costumbres de la población. Consiste en provocar la
atención mediante la sorpresa.6 Es una forma de afirmar la disconformidad con una
práctica que se considera injusta y emplea actos de omisión (donde se rechaza
realizar acciones socialmente aceptadas o de obligado cumplimiento por ley o
normativa); actos de comisión (cuando, por el contrario, se realizan acciones
contrarias a la costumbre o prohibidas); o una combinación de ambos.7

Véase también
Acción directa
Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia
No violencia
Global Peace Index
Anexo:Premio Nobel de la Paz
Anexo:Pacifistas
José Brocca
Movimiento antinuclear
Guerra justa
Irenología
Anexo:Mayores reuniones pacíficas
Moriori
Joan Amengual Fiol
Referencias
«pacifismo». RAE. 2008. Consultado el 24 de mayo de 2008.
Gordillo, José Luis (2015). El diccionario de la guerra, la paz y el desarme.
Barcelona: Icaria. p. 237.
oremus Bible Browser : Matthew 5
oremus Bible Browser : Luke 6
Cleave, Joanne; Geddes, Gordon D.; Griffiths, Jane (2004). GCSE Religious Studies
for AQA Christianity: Christianity: Behaviour, Attitudes & Lifestyles. Oxford:
Heinemann Educational Publisher. p. 75. ISBN 0-435-30714-2.
«Noviolencia para generar cambios sociales».
Pozo, Alejandro (2015). El diccionario de la guerra, la paz y el desarme. Icaria.
p. 31.
Bibliografía
Peter Brock y Nigel Young (1999) Pacifism in the Twentieth Century. Syracuse,
Syracuse University Press.
Mario López (2004) Enciclopedia de paz y conflictos. Granada, Universidad de
Granada.
Mario López (2006) Política sin violencia. La noviolencia como humanización de la
política. Bogotá. Corporación Universitaria Minuto de Dios. ISBN 978-958-8165-28-8
Andrea Salvatore (2010), Il pacifismo. Roma, Carocci.
Enlaces externos
Brigadas Internacionales de Paz
Gesto por la Paz
Juegos para la paz
Movimiento por la Paz Extremadura
DENIP, Día Escolar de la No violencia y la Paz
Marcha Mundial Por la Paz y la No Violencia
Mundo Sin Guerras y Sin Violencia
La no resistencia Breve resume de la doctrina bíblica sobre el no resistir
Monumentos dedicados a la paz

Pacifismo
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Líderes religiosos mundiales en busca de la paz mundial.

Mahatma Gandhi, representante ilustre del pacifismo moderno.


El pacifismo, según la RAE, es el conjunto de doctrinas encaminadas a mantener la
paz entre las naciones.1 Se opone a la guerra y a otras formas de violencia a
través de un movimiento político, religioso, o como una ideología específica.
Algunos de los medios de los que se vale el pacifismo en la búsqueda de sus fines
son: la no violencia activa, la diplomacia, la desobediencia civil, el boicot, la
objeción de conciencia, las campañas de divulgación y la educación por la paz.

Por pacifista se puede entender toda corriente de pensamiento y acción que aspira a
hacer posible las condiciones para que la ausencia de guerra sea un estado
permanente de las relaciones humanas, tanto entre los Estados, naciones y pueblos
como entre las personas.

En la historia de la humanidad los períodos sin guerras (entendida éstas como “todo
conflicto que implica a uno o más gobiernos y el uso de armas, y que causa mil o
más muertos a lo largo de un año”) han sido bastante más largos que los períodos
bélicos. La guerra ha sido una excepción a una normalidad básicamente caracterizada
por la paz. Basta pensar en las decenas de miles de años –todo el paleolítico y dos
terceras partes del neolítico– en las que la humanidad sobrevivió sin estados,
ejércitos ni policías. Lo que no significa, obviamente, que en esa época no
estuviera presente la violencia individual y grupal. Lo estaba, claro que sí, pero
a unos niveles irrisorios comparados con los alcanzados tras el inicio de la
“civilización”. Asimismo, desde sus orígenes, la humanidad ha resuelto la mayor
parte de los conflictos individuales y colectivos sin recurrir al uso masivo y
permanente de las armas. Y lo sigue haciendo cada día. ¿Cómo ha sido y es eso
posible? Lo es porque los seres humanos, sin recibir un especial adiestramiento
para ello, han sabido encontrar soluciones no violentas a los múltiples conflictos
en los que se han visto y se ven inmersos en sus vidas. En contra de lo que mucha
gente cree, el pacifismo no es algo ajeno a la experiencia humana, sino algo
profundamente enraizado en ella. El pacifismo, especialmente el posterior a la vida
y la obra de Gandhi, lo que pretende en realidad es convertir en saber técnico lo
que los seres humanos llevan practicando de forma espontánea desde hace miles de
años. Es decir, lo mismo pero al revés de lo que pretenden hacer los militares
profesionales respecto al ejercicio de la violencia física.

Vale la pena añadir que la exigencia de acabar con las guerras también aparece en
el famoso preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas. En él se dice: “Nosotros
los pueblos del mundo, resueltos a preservar a las generaciones venideras del
flagelo de la guerra que dos veces durante nuestras vidas ha infligido a la
humanidad sufrimientos indecibles”. Ahora bien, plantearse en serio el objetivo de
desinventar la guerra como medio de resolución de los conflictos, obliga a ir más
allá de impedir el estallido de las hostilidades entre dos bandos enfrentados: es
preciso erradicar las causas profundas que generan malestar social que puede ser
reconvertido en apoyo popular a una guerra. En ese sentido, un pacifismo consciente
de las dimensiones de la tarea que se propone debe asociarse al conjunto de fuerzas
sociales y políticas que luchan por una humanidad justa en una tierra habitable.
Dado que ese proyecto va a tener sus enemigos, el pacifismo no debe entenderse como
pasividad ante las situaciones de miseria, explotación y opresión política. Por
eso, Gandhi y el gandhismo son fundamentales para el pacifismo contemporáneo: su
vida y su obra son un ejemplo permanente acerca de cómo se puede luchar por lo que
se considera justo sin contribuir a incrementar la “réplica infinita”, la espiral
inacabable de acción-reacción-acción, que pone en marcha el recurso a la
violencia.2

Índice
1 Historia
1.1 El pacifismo moderno
2 Siglo XXI
2.1 Guerra contra el terrorismo y guerra de Irak
2.2 La primavera de los países árabes
3 Investigación para la paz
4 Resistencia noviolenta
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Historia
El pacifismo es una doctrina que ha estado presente en varias culturas del mundo
principalmente en la tradición oriental con corrientes como la filosofía china o el
hinduismo y en la occidental con la tradición judeocristiana.

En la filosofía china quizás sus principales exponentes son Confucio que entiende
el pacifismo como el amor a la vida y todas sus expresiones incluyendo al ser
humano y Lao-Tsé que nos devuelve a la naturaleza, entendiendo el pacifismo como el
autocontrol y la conciencia de nuestros actos violentos.

En el hinduismo aparece con el concepto áhimsa que es el respeto a todas las formas
de vida y la negación a toda violencia , esta es la que Mahatma Gandhi entiende y
transforma en acción tanto personal como colectiva , este concepto más que englobar
una virtud es más bien entendida como modo de conducta.

La aparición del pacifismo en occidente se remontará a cuando los primeros


cristianos se negaron a tomar armas y ejercer la violencia, para lo que utilizaron
una frase del Sermón de la montaña: "No resistáis a la violencia con la fuerza".345

Pasándose los siglos, varios grupos cristianos enseñaron el pacifismo (o sea "la no
resistencia"), como los valdenses, la hermandad de Moravia, los anabaptistas, los
cuáqueros, los primeros metodistas y otros grupos menores. En la actualidad, son
mayormente los grupos descendientes de los anabaptistas (los amish, los menonitas y
los huteritas) quienes practican la no resistencia como doctrina esencial.

El pacifismo comenzó a ser definido a partir del siglo XVIII por numerosas
personalidades:

Leibniz (1646-1716), aparte de filósofo fue matemático, historiador, teólogo y


diplomático. Recorrió toda Europa estableciendo contactos con mucha gente distinta.
Esto lo hizo para intentar conseguir el entendimiento y la comprensión, ya que su
propósito era crear una lengua exacta y universal.
François Marie Voltaire(1694-1778) filósofo francés y gran defensor de la
convivencia pacífica entre personas de distintas creencias y religiones.
Rousseau (1712-1778), filósofo y escritor francés, destacó por atacar al gobierno,
al sistema de enseñanza y a la iglesia católica. Durante la Revolución francesa se
pretendió conseguir las libertades individuales y los derechos humanos que Rousseau
mencionaba .
Bentham (1748-1832), jurista y economista inglés, ideó que el bien era placer y el
mal era dolor. Intentó crear un sistema moral en el que cada persona escogiese el
placer que más felicidad le diese, según su interés, consiguiendo así el beneficio
de los demás.
Saint-Simon (1760-1825) era un sociólogo francés que creó un sistema industrial en
el que los cristianos intentaban mejorar la situación de los pobres a través de
métodos no violentos.
Leon Tolstói (1828-1910) Escritor ruso cuyas ideas sobre la «no violencia activa»,
expresadas en libros tuvieron un profundo impacto en grandes personajes como Gandhi
y Martin Luther King.
Jean Jaurès (1859-1914) Político socialista francés que se opuso firmemente a la
Primera Guerra Mundial. Su toma de postura en pro del pacifismo, poco antes del
desencadenamiento de la misma, terminó con su asesinato tres días después del
inicio de esta guerra.
H. G. Wells (1866-1946) Escritor inglés y pacifista, pionero al cuestionar en sus
obras los límites éticos de la ciencia y la tecnología.
El pacifismo moderno
Pero los impulsos al pacifismo más fuertes e importantes fueron durante el siglo XX
con algunos defensores, como Mahatma Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela.
Donde estas personas, aparte de escribir sobre el pacifismo, lo llevaron a la
práctica llegando a influir su método en otras defensas de causas sociales en el
mundo:

Gandhi (1869-1948) fue un abogado y político hindú que luchó en el Movimiento de


Independencia indio por sus propios métodos, como el ayuno limitado y la
intercepción de trenes por una multitud sin armas que se tendía a lo largo de las
vías. Como adalid del nacionalismo indio, predicó la paz de diversas maneras, y fue
encarcelado por ello varias veces. Una vez puesto en libertad, sufrió varios
atentados y lo asesinó un fanático hindú en Delhi (India). Sus cenizas fueron
lanzadas al río Ganges.
Martin Luther King (1929-1968) fue un Pastor y dirigente estadounidense, principal
líder del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.
John Lennon, miembro de The Beatles, elaboró Imagine en 1971 y pedía al mundo que
la violencia acabara. Como Gandhi y Luther King, Lennon tampoco se libró de ser
asesinado el 8/12/1980 por un seguidor llamado Mark David Chapman
Óscar Romero (1917-1980) fue un arzobispo de El Salvador enemigo de la violencia
que ejercían la extrema derecha nacionalista y el ejército. Defendió a los
oprimidos y fue asesinado durante una misa.
Nelson Mandela (1918-2013) fue un abogado y activista humanista que luchó por la
emancipación racial de Sudáfrica junto al Congreso Nacional Africano con el que
gobernó el país a fines de la década de los 90 tras estar 27 años en prisión.
Chico Mendes (1944-1988) fue un ambientalista que luchó por medios pacíficos por la
defensa de la amazonia y la creación de cooperativas en Brasil, muere asesinado.
Tenzin Gyatso (1935) actual dalái lama, y como tal, líder espiritual, fue jefe de
Estado del Tíbet. Su país fue invadido y anexado por la China comunista, y desde
entonces emprendió una pacífica lucha por recuperarlo.
Luigi Ferrajoli (1940) es un jurista italiano y uno de los principales teóricos del
garantismo jurídico, teoría que desarrolló inicialmente en el ámbito del Derecho
penal pero que considera, en general, un paradigma aplicable a la garantía de todos
los derechos fundamentales. Ferrajoli se define como un iuspositivista crítico.
Otros hechos importantes en el siglo XX fueron :

A consecuencia del suceso acontecido en Hiroshima y Nagasaki durante agosto de


1945, once importantes científicos se decidieron a firmar y redactar en Londres
(1955) una primera declaración abierta contra el uso de armas de destrucción masiva
por parte de los gobiernos del mundo. A esta declaración se le conoce como el
Manifiesto Russell-Einstein.
Otro suceso importante fueron las protestas contra la guerra de Vietnam en Estados
Unidos en los años sesenta y contra la carrera armamentista muchas de ellas
encabezadas por importantes activistas como fueron la pareja formada por el
cantante John Lennon y la artista Yōko Ono.
Siglo XXI
Guerra contra el terrorismo y guerra de Irak
El siglo XXI se ha caracterizado principalmente por la globalización. En materia de
paz la acción más importante de principios de este siglo fue la Carta de la Tierra,
un intento por redactar una Carta Magna o constitución del planeta en donde se
muestra que la protección del medio ambiente, los derechos humanos y la paz son
interdependientes e indivisibles a todos nosotros.

La Guerra de Iraq ha servido como detonante para revitalizar un movimiento que


llevaba tiempo fuera de las portadas. Las manifestaciones contra la invasión de
Iraq de 2003 fueron convocadas simultáneamente en todo el mundo, bajo el lema No a
la guerra, siendo las primeras convocatorias de carácter realmente global de la
historia. Las manifestaciones fueron especialmente relevantes en los países
comprometidos con la invasión (Australia, Estados Unidos, España, Gran Bretaña,
Portugal, Polonia, Italia). Estas fueron las primera manifestaciones convocadas por
internet y SMS, y se mostró la efectividad de los nuevos medios, ya que la protesta
mundial (o marcha por la paz) se comenzó a organizar solo un mes antes de su
realización. Las circunstancias locales permitieron su perduración en el tiempo,
sobre todo en Gran Bretaña, Estados Unidos, España e Italia, donde pudieron servir
de bandera de enganche contra los Gobiernos en el poder, contribuyendo así al
vuelco electoral en España e Italia.

El 15 de febrero de 2003 tuvo lugar la mayor de las manifestaciones. Millones de


personas salieron a las calles en muchas ciudades, encabezadas por Roma con 2
millones de manifestantes. Cabe destacar el baile de cifras, en cuanto al número de
manifestantes en las principales ciudades de los países cuyos gobiernos apoyaron la
invasión. Fue muy grande la diferencia entre los datos oficiales dados por las
administraciones y las dadas por los convocantes; cada uno defendiendo sus
intereses. Un claro ejemplo es Madrid, donde el número de manifestantes fue muy
superior a los 660.000 oficiales, aunque es muy posible que no llegaran a los 2
millones de personas según los convocantes, siendo una cifra intermedia el dato
real.

Al mismo tiempo, la guerra contra el terrorismo tal como fue formulada en sus
inicios por Estados Unidos bajo el mandato de George W. Bush, generó un movimiento
pacifista donde se encuentran, tanto grupos reformistas de pacifismo conservador,
que no cuestionan otros aspectos sociales, como los grupos que creen en la acción
no violenta para realizar cambios radicales en la sociedad

La primavera de los países árabes


La Primavera Árabe es un ejemplo de pacifismo, pues los ciudadanos árabes se
levantaron contra sus gobernantes quienes llevaban años aferrados al poder y
organizaron pacíficas y exitosas manifestaciones como en Túnez, Egipto y Yemen.
[cita requerida] En otros países como Siria y Libia, las manifestaciones se
tornaron guerra civiles.

En el contexto de la guerra civil siria, el papa Francisco dirigió un día de


oración por la paz en la Ciudad del Vaticano, rogando a Dios y Cristo que por
cuestiones pacíficas, no intervengan fuerzas armadas extranjeras en el país
musulmán, aunque implícitamente se lo pedía a Barack Obama.

Investigación para la paz


En la era nuclear, el pacifismo ha inspirado la difusión de una nueva disciplina
académica llamada “investigación por la paz”, que consiste en adquirir el saber
social necesario para hacer posible una resolución pacífica de los conflictos. En
su desarrollo y consolidación, así como en la importancia que ha adquirido el
pacifismo en la época posterior al lanzamiento de la bomba de Hiroshima, jugaron un
papel decisivo los científicos. El 9 de julio de 1955, el filósofo Bertrand
Russell, acompañado por Joseph Rotblat, un físico que había participado en el
Proyecto Manhattan, presentó en Londres en una conferencia de prensa el que después
sería conocido como Manifiesto “Russell-Einstein”. Se trata del alegato pacifista
más brillante y persuasivo del siglo XX. Además de Bertrand Russell y Albert
Einstein, el documento también lo suscribieron Max Born, Premio Nobel en física, P.
W. Bridgman, Premio Nobel en física, J. F. Joliot-Curie, Premio Nobel en química,
H.J. Muller, Premio Nobel en fisiología y medicina, Linus Pauling, Premio Nobel en
química, Hideki Yukawa, Premio Nobel en física, C.F. Powell, profesor de física en
la Universidad de Londres y Leopold Infeld, profesor de física en la Universidad de
Varsovia. Normalmente al Manifiesto “Russell-Einstein” se le ha caracterizado como
un llamamiento contra la peligrosidad de las armas nucleares y la posibilidad de
que entonces estallase una guerra atómica entre EE. UU. y la Unión Soviética. Pero,
siendo verdad que ese era su tema central, en él también se hacían reflexiones que
trascendían dicha temática. En el comunicado de convocatoria del acto de
presentación del manifiesto se resaltaba lo que sus autores consideraban su
propuesta fundamental. Se decía por ejemplo:

“[en el manifiesto] se deja claro que ninguna de las partes puede aspirar a la
victoria en esa guerra [guerra nuclear entre los dos bloques], y que existe un
peligro muy real de exterminación de la raza humana por el polvo y la lluvia de las
nubes radioactivas. Se sugiere que ni el público ni los gobiernos del mundo son
suficientemente conscientes del peligro. Se señala que un acuerdo de prohibición de
las armas nucleares, si bien podría ser útil para disminuir la tensión, no
ofrecería una solución, ya que dichas armas serían sin duda fabricadas y utilizadas
en una gran guerra, a pesar de los acuerdos previos en sentido contrario. La única
esperanza para la humanidad es evitar la guerra”.

En el cuerpo del manifiesto se formulaba la misma idea pero planteada como un


dilema calificado, por cierto, como “severo, horrible e ineludible”:”¿debemos poner
fin a la especie humana o deberá la humanidad renunciar a la guerra?” Bertrand
Russell, el principal redactor del Manifiesto, ampliaría este razonamiento en un
libro posterior titulado La guerra nuclear ante el sentido común. Decía Russell en
él:

“1ª Una guerra nuclear en gran escala resultaría un completo desastre no solo para
los beligerantes, sino para todo el género humano, y no se llegaría con ella a
resultado alguno que pudiera ser deseado por un hombre cuerdo.2ª Siempre que surge
una guerra pequeña, existe un peligro considerable de que surja de ella una guerra
grande; y el peligro se convertiría, en último término, casi en una certidumbre en
el transcurso de muchas guerras pequeñas.3ª Si se destruyesen todas las armas
nucleares existentes y se llegase a un acuerdo de no fabricar otras nuevas,
cualquier guerra importante se convertirá, a pesar de todo, en nuclear así que los
beligerantes tuviesen tiempo para fabricar las armas prohibidas”.

De estas tres tesis Russell infería la siguiente conclusión: “si hemos de escapar
de catástrofes inimaginables, será forzoso que encontremos un camino para evitar
todas las guerras, sean grandes o pequeñas, resulten o no deliberadamente
nucleares”. Con ello se presentaba por primera vez la guerra como un problema de
especie. Concebir así la actividad bélica difería radicalmente del tipo de
valoraciones que habían predominado hasta entonces entre las principales corrientes
de pensamiento. Estaba muy lejos de la concepción de la guerra como castigo o
instrumento de la divinidad, como factor de progreso social, económico y político,
como instrumento de liberación de los pueblos, como higiene del mundo, como medio
para hacer prevalecer la superioridad de una raza sobre las demás o como medio u
oportunidad para defender o alcanzar el socialismo. Al contrario, el pacifismo se
presentaba ahora como la principal vía para asegurar la supervivencia de la
humanidad.

El final de la Guerra Fría no alteró sustancialmente la validez de estas


reflexiones, dado que aquel no tuvo como resultado ni el desarme nuclear ni una
renuncia a considerar la guerra como un instrumento político aceptable. De hecho,
lo que hicieron las potencias vencedoras de la Guerra Fría fue, por un lado,
revalidar la doctrina de la disuasión nuclear y, por el otro, embarcarse en una
sucesión interrumpida de intervenciones militares –es decir, de “guerras pequeñas”,
como diría Russell- aprovechando su momentánea hegemonía mundial.

Resistencia noviolenta
La resistencia noviolenta es una táctica de protesta relacionada con la
desobediencia civil que propugna el logro de un cambio político, social y cultural
sin necesidad del empleo de la violencia como arma política.

En la práctica utiliza protestas simbólicas y actos de no cooperación en las áreas


políticas y económicas.

En general, el concepto de la no violencia busca comportamientos que no son


habituales en las maneras y costumbres de la población. Consiste en provocar la
atención mediante la sorpresa.6 Es una forma de afirmar la disconformidad con una
práctica que se considera injusta y emplea actos de omisión (donde se rechaza
realizar acciones socialmente aceptadas o de obligado cumplimiento por ley o
normativa); actos de comisión (cuando, por el contrario, se realizan acciones
contrarias a la costumbre o prohibidas); o una combinación de ambos.7

Véase también
Acción directa
Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia
No violencia
Global Peace Index
Anexo:Premio Nobel de la Paz
Anexo:Pacifistas
José Brocca
Movimiento antinuclear
Guerra justa
Irenología
Anexo:Mayores reuniones pacíficas
Moriori
Joan Amengual Fiol
Referencias
«pacifismo». RAE. 2008. Consultado el 24 de mayo de 2008.
Gordillo, José Luis (2015). El diccionario de la guerra, la paz y el desarme.
Barcelona: Icaria. p. 237.
oremus Bible Browser : Matthew 5
oremus Bible Browser : Luke 6
Cleave, Joanne; Geddes, Gordon D.; Griffiths, Jane (2004). GCSE Religious Studies
for AQA Christianity: Christianity: Behaviour, Attitudes & Lifestyles. Oxford:
Heinemann Educational Publisher. p. 75. ISBN 0-435-30714-2.
«Noviolencia para generar cambios sociales».
Pozo, Alejandro (2015). El diccionario de la guerra, la paz y el desarme. Icaria.
p. 31.
Bibliografía
Peter Brock y Nigel Young (1999) Pacifism in the Twentieth Century. Syracuse,
Syracuse University Press.
Mario López (2004) Enciclopedia de paz y conflictos. Granada, Universidad de
Granada.
Mario López (2006) Política sin violencia. La noviolencia como humanización de la
política. Bogotá. Corporación Universitaria Minuto de Dios. ISBN 978-958-8165-28-8
Andrea Salvatore (2010), Il pacifismo. Roma, Carocci.
Enlaces externos
Brigadas Internacionales de Paz
Gesto por la Paz
Juegos para la paz
Movimiento por la Paz Extremadura
DENIP, Día Escolar de la No violencia y la Paz
Marcha Mundial Por la Paz y la No Violencia
Mundo Sin Guerras y Sin Violencia
La no resistencia Breve resume de la doctrina bíblica sobre el no resistir
Monumentos dedicados a la paz
Control de autoridades
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célebres: Pacifismo
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