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BIOLOGIA REPRODUCTIVA DE LOS DINOSAURIOS

Los dinosaurios necesitarían copular para reproducirse. De forma similar a como lo


hacen los reptiles actuales, los machos depositarían esperma en el interior de las
hembras y, más tarde, estas pondrían huevos con embriones de dinosaurio en
desarrollo
A pesar de su apariencia inconfundible y su imponente tamaño, los dinosaurios son
reptiles de pies a cabeza, aunque no se arrastren o repten como deberían, de acuerdo
con la etimología del término que da nombre al grupo. Seguramente uno de los
aspectos de su biología que más los aproxima a los demás miembros de su clase es su
reproducción, como los lagartos y los cocodrilos, los dinosaurios se reproducían
mediante huevos, y como ciertas tortugas, producían un gran número de huevos por
puesta.
Ellos depositaban  huevos amnióticos con cáscaras duras compuestas principalmente
de carbonato de calcio Los huevos son usualmente dejados en un nido. Muchas
especies crean nidos elaborados, en forma de cuenco, domo, meseta, camas,
montículos, o madrigueras. Algunas especies de aves modernas no hacen nidos; una
especie que vive en acantilados, el arao común deja sus huevos en la roca desnuda, y
el macho del pingüino emperador cuida de sus huevos colocándolos entre su vientre y
sus patas. Las aves primitivas y muchos de los dinosaurios no aviares con frecuencia
depositaban sus huevos en nidos comunales, en los que los mayormente los machos
incubaban los huevos. Aunque las aves modernas solo tengan un oviducto funcional y
depositen un huevo a la vez, las aves más primitivas y los dinosaurios tenían dos, como
los cocodrilos. Algunos dinosaurios no aviares, como Troodon, presentaban puestas
repetitivas, en las que los adultos podían depositar un par de huevos cada día o dos, y
luego se aseguraban de que eclosionaran simultáneamente al posponer su incubación
hasta que todos los huevos hubieran sido depositados.
Cuando depositaban los huevos, las hembras desarrollaban un tipo especial de hueso
entre la capa ósea dura externa y la médula de sus extremidades. Este hueso medular,
el cual es rico en calcio, es usado para hacer la cáscara del huevo. El descubrimiento de
esta característica en un espécimen de Tyrannosaurus rex proporcionó evidencia del
hueso medular en los dinosaurios extintos y, por primera vez, permitió a los
paleontólogos establecer el sexo de un ejemplar fósil de dinosaurio. Investigaciones
posteriores han encontrado hueso medular en el carnosaurio Allosaurus y el
ornitópodo Tenontosaurus. Debido a que el linaje de dinosaurios que incluye
a Allosaurus y a Tyrannosaurus se separó del que conduce a Tenontosaurus muy
tempranamente en la evolución de los dinosaurios, esto sugiere que la producción de
tejido medular es una característica general de todos los dinosaurios.
FISIOLOGIA

Debido a que tanto los crocodilianos como las aves modernas tienen corazones divididos en


cuatro cámaras (si bien modificados en los crocodilianos), es probable que sean un rasgo
compartido por todos los arcosaurios, incluyendo a los dinosaurios. Aunque todas las aves
tienen metabolismos altos y son de "sangre caliente" (endotérmico), ha existido un vigoroso
debate desde la década de 1960 con respecto a que tanto se remonta esta característica en el
linaje dinosauriano. Los científicos han diferido en si los dinosaurios no aviares eran
endotérmicos, ectotérmicos o una combinación de ambas cosas.
Tras el descubrimiento de los primeros dinosaurios no aviares, los paleontólogos inicialmente
consideraron que eran ectotérmicos. Esta supuesta condición de "sangre fría" fue usada para
implicar que los dinosaurios eran organismos relativamente lentos y perezosos, aunque
muchos reptiles modernos en realidad son rápidos y ágiles a pesar de depender de fuentes
externas de calor para regular su temperatura corporal. La idea de los dinosaurios lentos
continuó siendo la predominante hasta que Robert T. «Bob» Bakker, uno de los primeros en
proponer la endotermia de los dinosaurios, publicó un influyente artículo sobre el tema en
1968.
La evidencia reciente indica que incluso los dinosaurios no aviares y las aves prosperaron en
climas fríos, y al menos algunas de las primeras especies deben de haber sido capaces de
regular su temperatura corporal por medio biológicos internos (ayudado por la masa de los
animales en las especies más grandes y las plumas u otros elementos aislantes en las especies
más pequeñas). La evidencia de endotermia en los dinosaurios mesozoicos incluyen el
descubrimiento de los «dinosaurios polares» en Australia y Antártida así como el análisis de
estructuras de vasos sanguíneos dentro de los huesos fósiles que son típicos de los
endotermos. El debate científico ha continuado en lo que respecta a los modos específicos en
que evolucionó la regulación de temperatura en los dinosaurios

En los dinosaurios saurisquios, los metabolismos activos son apoyados por la evolución


del sistema respiratorio aviano, caracterizado por un extenso sistema de sacos aéreos que
se extiende a los pulmones e invade a muchos de los huesos en el esqueleto, lo que lo
hace más ligero. Los primeros sistemas respiratorios de tipo aviano con sacos aéreos
pueden haber sido capaces de sostener mayores niveles de actividad que en los
mamíferos de tamaño y constitución similar. Además de proveer un muy eficiente
suministro de oxígeno, el rápido flujo de aire pudo haber sido un efectivo mecanismo de
enfriamiento, lo cual es esencial en animales que son activos pero demasiado grandes
para disipar todo el exceso de calor a través de su piel.
Como otros reptiles, los dinosaurios son principalmente uricotélicos, lo que significa que
sus riñones extraen los desechos nitrogenados de su flujo sanguíneo y lo excretan
como ácido úrico en lugar de la urea o amoníaco como en otros animales, a través de los
uréteres a los intestinos. En muchas especies actuales, el ácido úrico es excretado junto
con las heces como un desecho semisólido. Sin embargo, al menos algunas aves (como
los colibríes) pueden ser facultativamente amoniotélicas, excretando la mayor parte de los
desechos nitrogenados como amoníaco. Estas también excretan creatina, en lugar
de creatinina como en los mamíferos. Este material, así como el desecho de los intestinos,
sale por la cloaca. Aparte de esto, muchas especies regurgitan egagrópilas, y se conocen
fósiles de egagrópilas posiblemente procedentes de dinosaurios que se remontan hasta el
período Cretácico.

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